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Etiqueta: escuela biologia

UCR: Escuela de Biología alerta sobre los efectos negativos de los agrotóxicos en las abejas

Esta unidad insta a las autoridades de Gobierno a detener el uso de sustancias que acaban con estos insectos responsables de la polinización de cultivos

Las abejas, al igual que otros insectos, cumplen la función de polinizar la gran mayoría de las plantas. Foto: Karla Richmond, UCR.

Recientemente, los diferentes medios de comunicación y las redes sociales han dado a conocer múltiples eventos de alta mortalidad de abejas mieleras (Apis mellifera) en diversas localidades del país. Estas noticias han sido recurrentes y de variable intensidad, pero demuestran un serio problema, el efecto negativo que tienen ciertos agroquímicos sobre la biodiversidad.

Incluso, la Cámara Nacional de Fomento a la Apicultura (CNFA) ha emitido un comunicado, en el que alerta sobre este problema, así como una solicitud de prohibición total del fipronil, sustancia que afecta la producción de miel, a la biodiversidad y directamente a todos los habitantes del país.

Las abejas, al igual que otros insectos, cumplen la función de polinizar la gran mayoría de las plantas. Incluso, son responsables de polinizar más del 60 % de los cultivos de uso humano, como el café, del cual estamos tan orgullosos, o el aguacate, que es un producto con un muy alto rendimiento. La polinización es un servicio ecosistémico proporcionado por insectos a la agricultura y, a nivel mundial, se ha estimado su valor en 153 billones de euros anuales (Klein et al. 2007; Gallai et al. 2009, Willmer 2011). Por lo tanto, este servicio de polinización representa un alto valor económico para la producción del país.

En el país existen alrededor de 700 especies nativas de abejas, sociales y solitarias. Estas últimas también polinizan cultivos y las plantas silvestres que forman los ecosistemas terrestres. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

La abeja mielera es una especie introducida al continente durante la colonización española, por su tremenda importancia económica en la producción de miel y otras sustancias. Recientemente, esta especie se utiliza para prestar servicios de polinización en cultivos, lo cual aumenta la producción de estos. La abeja mielera, al ser una especie que forma grandes colonias, facilita la detección de los graves efectos de los agrotóxicos en la biodiversidad, con matanzas de millares de individuos y afectación directa a los apicultores.

En el país existen alrededor de 700 especies nativas de abejas, sociales y solitarias (estas últimas también polinizan cultivos y las plantas silvestres que forman los ecosistemas terrestres). Estas especies menos conocidas de abejas son también afectadas por los agrotóxicos, como estudios recientes comienzan a demostrar. Las abejas, junto con otros animales, polinizan las plantas silvestres que se encuentran en los sistemas naturales y áreas protegidas, con lo cual contribuyen a la conservación de nuestros bosques, junto a la alta producción de nuestros cultivos.

Es importante recalcar que la mortalidad observada en las abejas mieleras es un síntoma de un proceso que se da de forma escalonada en diversos grupos de insectos, muchos de ellos también importantes polinizadores, como por ejemplo los cientos de especies de moscas (dípteros silvestres), escarabajos, mariposas y polillas. Esto no es ajeno al ser humano, ya que nuestro bienestar y la seguridad alimenticia de nuestros pueblos, depende directamente de los organismos polinizadores.

De acuerdo con especialistas de la Escuela de Biología, la mortalidad observada recientemente en las abejas mieleras es un síntoma de un proceso que se da de forma escalonada en diversos grupos de insectos. Foto: cortesía de Eric Fuchs.

Estudios científicos realizados en nuestro país han demostrado la presencia de partículas de agrotóxicos en el aire, en zonas boscosas protegidas cercanas a plantaciones agrícolas en Sarapiquí y San Vito de Coto Brus (Wang 2019). Inclusive, en el interior de bosques completamente alejados de plantaciones agrícolas. Investigaciones en los suelos, agua y aire del bosque realizadas en los volcanes Poás, Barva y Turrialba (todos en parques nacionales) muestran plaguicidas. Los agroquímicos usados en las tierras bajas son llevados por los vientos a las tierras altas (Daly et al. 2007, Shunthirasingham et al. 2011). Su efecto sobre la biodiversidad de estos bosques aún se desconoce, pero los estudios demuestran que estas sustancias no tienen solamente un efecto local, sino que su impacto negativo puede extenderse en grandes áreas y afectar los polinizadores en áreas protegidas y, con ello, la biodiversidad presente en nuestros bosques, motor de gran parte de nuestra economía.

La CNFA denuncia el uso del fipronil como responsable de la reciente alta mortalidad; sin embargo, esta no es la única sustancia perjudicial para las abejas. El glifosato, paraquat y los insecticidas neonicotinoides (imidacloprid y thiamethoxam por ejemplo), tienen demostrados efectos letales o subletales en las abejas, ya que alteran el desarrollo, comportamiento, la salud y la sobrevivencia de estos insectos, tanto de las abejas mieleras como de otras especies de abejas nativas.

La acción de las autoridades de Gobierno ha sido históricamente más que permisiva, al no prohibir el uso de muchas sustancias con demostrado efecto negativo en la biodiversidad o no aplicar adecuadamente la legislación vigente. Varias sustancias, prohibidas en Europa y Estados Unidos se comercian libremente en nuestro país, uno de los más biodiversos en el planeta.

Este no es un problema solo de las abejas, es un problema de todos los costarricenses.

La Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) alerta sobre los efectos negativos de estas sustancias en nuestras abejas, en nuestros insectos polinizadores y, por ende, en nuestra producción alimentaria. Al mismo tiempo, insta a las autoridades a detener de una vez el uso de químicos que matan masivamente las abejas, así como aquellos con demostrados efectos subletales, en un país con la vergonzosa estadística de ser uno de los mayores consumidores de agrotóxicos a nivel mundial.

 

Dr. Mauricio Fernández O., Dr. Eric Fuchs C., profesores e investigadores de la Escuela de Biología. Dra. Cindy Fernández G., directora de la Escuela de Biología

UCR: La biodiversidad y la ecología tropical tendrán su propio centro de investigación

La Escuela de Biología presentó la propuesta de creación de la nueva instancia en el 2018

El Cibet es el nuevo centro de investigación de la Universidad de Costa Rica, que estará dedicado a los estudios relacionados con la biodiversidad y la ecología terrestre de Costa Rica. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El Consejo Universitario, en su sesión N.° 6352, artículo N.°3, celebrada el 18 de febrero de 2020, aprobó la creación del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ecología Tropical (Cibet), una unidad que estará dedicada a la investigación científica sobre la diversidad y la ecología terrestre de Costa Rica.

La idea inicial surgió de la Escuela de Biología, que en el 2018 presentó una propuesta ante la Vicerrectoría de Investigación. De acuerdo con la normativa de la Universidad de Costa Rica (UCR), le corresponde al Consejo Universitario la aprobación de los centros de investigación.

La nueva instancia de la UCR viene a sumarse a los 34 que existen en la actualidad en diversas disciplinas, en consonancia con las políticas institucionales orientadas a promover y consolidar la investigación de acuerdo con las necesidades del país.

Costa Rica cuenta con aproximadamente un 5 % de la biodiversidad mundial, en un territorio que apenas alcanza el 0,03 % de la superficie del planeta.

Por lo tanto, entre los argumentos para establecer el Cibet, se señala la necesidad de documentar la biodiversidad nacional, para comprender su función y relación con el entorno natural y las poblaciones humanas, así como para plantear soluciones a los riesgos y los problemas ambientales.

De acuerdo con el Reglamento de la Investigación de la UCR, la función principal de un centro de investigación es desarrollar e impulsar la investigación científica, humanista, artística y tecnológica de excelencia.

Asimismo, le corresponde articular la investigación con la docencia en las unidades académicas afines, tanto en el grado como en el posgrado, y procurar la participación del estudiantado en las investigaciones, así como vincular la investigación con programas y proyectos de acción social.

En el acuerdo del Consejo Universitario también se designó como primer director del Cibet al Dr. Bernal Rodríguez Herrera, profesor e investigador de la Escuela de Biología, para el período comprendido entre el 1° de marzo de 2020 al 28 de febrero de 2021.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: El misterio de los monos amarillos

Hace siete años, cuando se reportaron los primeros avistamientos de una coloración inusual en el pelaje de los monos aulladores o congos (Alouatta palliata), Gustavo Gutiérrez Espeleta jamás imaginó que estaba ante uno de los enigmas más desconcertantes de su carrera.

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En la UCR damos la bienvenida a los hoteles para abejas

El 23 de abril, en el marco de las celebraciones de la Semana U 2019, se llevó a cabo el montaje del primer hotel para abejas en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, que se encuentra ubicado en las afueras de la Escuela de Biología. Próximamente se instalarán al menos dos hoteles más en el campus universitario.

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UCR: Estudio pionero encuentra residuos de plástico en peces del Pacífico costarricense

  • Estudiantes de Biología de la UCR identifican 1 101 piezas de plástico en 30 peces analizados

El estudio sobre la presencia de microplásticos en especies marinas abarcó una muestra de 30 peces de la especie Opisthonema libertate, conocida como sardina gallera, que se usa tanto para el consumo humano, como para carnada de otros peces. Foto: cortesía autores del estudio.

La presencia de microplásticos en el tracto digestivo de peces procedentes del Pacífico costarricense fue detectada en un primer estudio realizado por estudiantes de tercer año de la carrera de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR). Esta es la primera investigación que se efectúa en el país con la familia de peces filtradores Clupeidae.

La muestra utilizada en la investigación fue de 30 peces y en todos los individuos examinados se encontraron residuos de plástico, que por la acción del mar se degradan. Las partículas se catalogan como microplásticos cuando su tamaño es menor a cinco milímetros (0,05-5mm).

Los responsables del trabajo aseguraron que se trató de un estudio de biomonitoreo, el cual contribuye a conocer el estado de la vida marina. Los peces filtradores “sirven como indicadores de un determinado momento, especialmente estos que son de vida corta”, detallaron.

Se eligió a los peces para examinar la presencia de microplásticos en animales porque son más fáciles de estudiar, y a los peces filtradores debido a que estos poseen un tracto digestivo más uniforme que otras especies.

De acuerdo con los investigadores, la familia de peces filtradores recibe este nombre ya que para alimentarse abren la boca y por acción mecánica succionan el agua. El alimento de estas especies marinas son pequeños organismos como el zooplancton.

El estudio fue realizado para un curso de Zoología y se desarrolló en el último cuatrimestre del 2018, bajo la dirección de la especialista Helena Molina Ureña y con la asesoría de los profesores Juan J. Alvarado Barrientos y Keilor Rojas Jiménez.

Esta partícula de plástico encontrada en el tracto digestivo de los peces mide 500 micras, lo que equivale a 0,5 milímetros. Foto: cortesía autores del estudio.

Los resultados

Los estudiantes de la UCR analizaron 30 peces adultos de la especie Opisthonema libertate, conocida como sardina gallera, que se usa tanto para el consumo humano, como para carnada de otros peces.

La muestra, recolectada en las cercanías al puerto de Caldera, en la provincia de Puntarenas, estaba compuesta por 25 machos y cinco hembras, con una longitud de 26,5 centímetros en promedio.

Los peces fueron examinados en los laboratorios del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la UCR.

Para el estudio, los investigadores clasificaron los microplásticos en dos grupos: fibras, como por ejemplo fibras sintéticas o de ropa, y partículas, que pueden ser residuos de plástico de otras fuentes.

Los resultados arrojaron un total de 1101 piezas de plástico dentro del tracto digestivo de los peces; de ellas, 875 son fibras y 226 partículas. En cada individuo se identificó en promedio 29 fibras y 8 partículas.

“Nos preocupa la salud de la vida marina, ya que hay zooplancton que puede estar consumiendo microplásticos y que sirve de alimento para los peces filtradores, que a su vez pueden ser consumidos por otros peces y estos por aves. Por lo tanto, hay efectos en el nivel trófico (alimenticio) y un impacto ecológico en diversas especies marinas”, afirmó Marco Rodríguez Arias, uno de los estudiantes.

Luis Bermúdez Guzmán, Gabriel Jiménez Huezo, Marco Rodríguez Arias, Crista Alpízar Villalobos y Johan Gatgens García son los estudiantes de la Escuela de Biología de la UCR que realizaron la investigación sobre microplásticos. También participó Bleimer Fallas Villarreal, ausente en la foto. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Los investigadores manifestaron que su objetivo con este trabajo es contribuir a generar datos acerca de una preocupación actual a nivel internacional y sobre la cual existen diversos estudios.

“La realidad es muy triste. Hay estudios que muestran que el 90 % de las aves marinas han estado en contacto con plástico, cuando se ha abierto el tracto digestivo de algunas aves se han encontrado tapas y hasta encendedores, como ha ocurrido con albatros de la Isla Midway (llamada “isla basura”). Incluso en el Ártico se han encontrado microplásticos en mejillones”, comentó Luis Bermúdez Guzmán.

Gabriel Jiménez Huezo y Johan Gatgens García, otros participantes en el estudio, explicaron que el plástico que se encuentra en el mar no solo proviene de Costa Rica, sino que también pudo haber sido transportado por las corrientes marinas procedentes de diversas partes del mundo y que convergen en Centroamérica.

Aunque es pronto para conocer las implicaciones, los estudiantes detallaron que los microplásticos sirven como andamio para que bacterias y otros organismos se agrupen y formen biopelículas que podrían ser dañinas para los corales y otros animales. Asimismo, el plástico contiene aditivos químicos que pueden funcionar como disruptores endocrinos y afectar la vida marina, como provocar cambios en el sexo de los organismos.

Los universitarios harán una publicación científica con los resultados de la investigación. Asimismo, planean desarrollar una segunda etapa del estudio para identificar el tipo de material plástico encontradoy a qué clase de objetos pertenece. Aunado a eso, se pretende aumentar el tamaño de la muestra y replicar la investigación en distintos momentos del año.

También formaron parte de la investigación los estudiantes Crista Alpízar Villalobos y Bleimer Fallas Villarreal.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Documental busca educar sobre los servicios que los murciélagos prestan al ambiente y a la agricultura

El trabajo audiovisual recoge los resultados de la investigación científica realizada en el país por investigadores nacionales y extranjeros

“Murciélagos: aliados del cielo nocturno” es un documental de la Escuela de Biología de la UCR estrenado recientemente, que muestra cómo estos mamíferos contribuyen con el ambiente y la agricultura (foto archivo ODI).

Como otras especies de animales, los murciélagos tienen un sistema social muy complejo y son muy solidarios con sus semejantes. En filmaciones realizadas, se ha observado que en los partos otras hembras ayudan a cortar el cordón umbilical del recién nacido.

Sin embargo, poco conocemos de los murciélagos, los únicos mamíferos que pueden volar, y la imagen que predomina en la sociedad es negativa.

Con el fin de mostrar la verdadera cara de los murciélagos y contrarrestar esta percepción, la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) realizó el documental “Murciélagos: aliados del cielo nocturno”.

“Pretendemos con este documental contribuir a derribar mitos y falsedades que hay acerca de los murciélagos y destacar los servicios ambientales y los beneficios que ellos brindan a la sociedad”, expresó el biólogo especialista en murciélagos de esa Escuela, Bernal Rodríguez Herrera.

El filme está dirigido al público general e incorpora el conocimiento científico generado a lo largo del tiempo, así como los resultados de múltiples investigaciones que profesores y estudiantes universitarios, nacionales y extranjeros, han efectuado tanto en el país como en el resto de la región centroamericana y en México.

En el mundo hay 1300 especies de estos mamíferos y en Costa Rica se conocen 114 especies. Su importancia radica principalmente en que cumplen un papel como polinizadores, dispersores de semillas y controladores de plagas de insectos, por lo que su desaparición impactaría de manera directa estos servicios que brindan al medio ambiente y a la agricultura.

Rodríguez afirmó que los murciélagos no representan un peligro para los seres humanos y el resto de animales. No obstante, existen tres especies que se alimentan de sangre, especialmente de mamíferos. “El murciélago común ocasionalmente puede morder al humano cuando no tiene comida y es posible que le transmita enfermedades como la rabia”, advirtió.

En el subcontinente funciona la Red Latinoamericana para la Conservación de los Murciélagos, que agrupa a 22 países, entre los cuales se encuentra Costa Rica.

La realización y producción del documental “Murciélagos: aliados del cielo nocturno” estuvo a cargo de Pedro Murillo Rodríguez y Hannia Rodríguez Jiménez. Además, como asesor científico participó Bernal Rodríguez y en la locución Karina Mora.

Esta producción se encuentra disponible en You Tube, en la dirección: https://www.youtube.com/watch?v=IbBFH0eQ60A

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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