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Etiqueta: estigma

1 de diciembre: Día Mundial del Sida

Dra. María Paz León Bratti
Especialista en Inmunología y Medicina Interna
Miembro de Número de ACANAMED

Lema 2025: “Superar las interrupciones, transformar la respuesta al sida”

Desde 1988, el 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Sida. Esta fecha busca crear conciencia sobre el VIH, recordar a quienes han fallecido y apoyar a las personas que viven con el virus. El objetivo principal es promover la prevención, facilitar el acceso a las pruebas, garantizar el tratamiento y reducir el estigma y la discriminación. Este fue el primer día dedicado a la salud reconocido a nivel mundial.

Cada año, ONUSIDA —la agencia de Naciones Unidas encargada de coordinar la respuesta global al VIH— selecciona un lema para enfocar los esfuerzos. En 2025, el lema surge en medio de una crisis de financiamiento que amenaza con detener los avances logrados durante décadas y afecta los servicios de prevención. La infección por VIH sigue siendo una de las pandemias más importantes que ha enfrentado el mundo. Solo en 2024, se estima que 1,3 millones de personas adquirieron el virus.

El VIH es un virus que debilita el sistema inmunitario. Si no se trata, puede avanzar hasta la etapa conocida como sida, aunque actualmente se prefiere hablar de enfermedad avanzada por VIH, un término menos estigmatizante. Aunque no existe una cura definitiva, con tratamiento adecuado es posible controlar la infección y evitar su progresión.

Las personas que reciben tratamiento eficaz pueden vivir una vida larga y saludable. Además, cuando alcanzan una carga viral indetectable, no transmiten el virus a sus parejas.

La única forma de saber si alguien tiene el VIH es mediante una prueba. Hoy existen pruebas rápidas que usan sangre o saliva y que dan resultados confiables en menos de una hora. Hacerse la prueba permite un diagnóstico temprano y facilita el acceso oportuno al tratamiento.

En las últimas décadas, los avances científicos han sido enormes. Aunque aún no existe una vacuna, sí contamos con tratamientos muy efectivos que bloquean la reproducción del virus y convierten la infección en una condición crónica controlable. Actualmente, algunas terapias consisten en una sola pastilla al día o inyecciones mensuales o trimestrales, con pocos efectos secundarios. Para 2024, 31,6 millones de personas recibían tratamiento antirretroviral, equivalente al 77 % de quienes viven con el virus en el mundo.

La mayoría de las personas en tratamiento logran que el virus sea indetectable, lo que evita su transmisión y convierte al tratamiento en una herramienta fundamental para prevenir nuevas infecciones.

Hoy se entiende que, aunque no exista cura, el acceso a la prevención, al diagnóstico y al tratamiento permite que el VIH sea una condición crónica manejable. Las personas que reciben tratamiento temprano pueden tener una esperanza de vida similar a la de la población general.

La investigación científica continúa avanzando con el objetivo de lograr una cura y poner fin a la epidemia. Para ello, es indispensable mantener el apoyo internacional y la colaboración alcanzada durante todos estos años.

Gracias a los avances actuales, el diagnóstico temprano es la acción más importante tanto para la salud individual como para la prevención comunitaria. Para lograrlo, es necesario promover la educación y facilitar el acceso a pruebas rápidas y a la atención especializada.

También se necesitan soluciones que mejoren el acceso a los servicios de salud, reduzcan el estigma y garanticen los derechos de mujeres, niñas y poblaciones vulnerables, que aún enfrentan barreras importantes.

En su mensaje este año, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, afirmó: “En tiempos de crisis, el mundo debe elegir la transformación en lugar de la retirada. Juntos, todavía podemos poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030, si actuamos con urgencia, unidad y un compromiso inquebrantable.”

El Día Mundial del Sida sigue siendo tan necesario como cuando inició. Nos recuerda que el VIH continúa presente y que es urgente aumentar la financiación, promover la conciencia social y eliminar el estigma. Solo así podremos mejorar la calidad de vida de quienes viven con el virus.

Mensajes claves en la lucha contra el VIH/sida

·         “El VIH no debe ser sinónimo de miedo. Con pruebas, prevención y tratamiento, es una infección controlable.”

·         “La indetectabilidad salva vidas: una persona con VIH en tratamiento y con carga viral indetectable NO transmite el virus.”

·         “Hacerse la prueba del VIH es un acto de autocuidado y de responsabilidad con quienes te rodean.”

·         “El estigma mata más que el virus. Respeto y empatía son parte de la respuesta al VIH.”
“La prevención funciona: preservativo, PrEP y educación sexual reducen drásticamente nuevas infecciones.”

1° de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida: un deber de solidaridad y humanidad

Luis Paulino Vargas Solís

Economista / Investigador CICDE-UNED

El Sida ha sido, históricamente, una enfermedad especialmente cruel. Y cruel por razones que son inherentes a la enfermedad misma, pero, sobre todo, por los estigmas, los odios y los prejuicios que la rodean.

Soy parte de aquella generación -entonces éramos muchachos en nuestros veintes- que, a inicios de los años ochenta, sufrió el embate inicial del Sida. Por entonces se le ponían los motes infames de “cáncer gay” o “cáncer rosa”. Durante los 15 o 20 años siguientes, hasta finales de los noventa e inicios del nuevo siglo, y sin un tratamiento eficaz a mano, muchos murieron. Muchos que conocí, con los que tuve mayor o menor cercanía afectiva, murieron. Fácilmente, podría hacer una larga lista con sus nombres. A menudo expulsados de sus casas, repudiados por sus familias, pero inclusive tratados con repulsión y desprecio en los mismos hospitales. Si lograron encontrar una muerte digna -y no siempre fue así- fue solo gracias a los amigos que les acompañaron hasta su último aliento.

El Sida sigue siendo hoy una enfermedad cruel. Lo es, no obstante que los tratamientos disponibles la convierten en una enfermedad crónica. Quienes viven con VIH, podrían vivir con dignidad, y de forma productiva y disfrutable. Si a muchos se les sigue negando esa posibilidad, es por la incomprensión social, por el estigma y el prejuicio. Y, por ello mismo, hay personas que siguen muriendo, cuando no hay razón valedera para que mueran. Sus muertes, más que fruto de la enfermedad, son producto de la incomprensión y la intolerancia, agravadas, muchas veces, por la pobreza y el abandono.

Y el Sida se sigue hoy propagando, mucho más de lo que sería razonable que se propague. Y ello es así, porque se carece de apropiadas políticas de prevención, porque se sigue eludiendo afrontar los factores que propician su difusión, especialmente en las poblaciones más expuestas y vulnerables, y se sigue eludiendo educar como debiera hacerse.

Se necesitan políticas públicas, educación y concientización. Se necesita, sobre todo, compasión, solidaridad y sentido de humanidad.