El organismo dictó sentencia en un caso que inició hace más de dos décadas.
En un fallo histórico, la Corte Interamericana de Derechos Humanos concluyó este lunes que el Estado de Colombia es responsable por la violación de los derechos a la integridad personal, libertad personal, honra, dignidad y libertad de expresión que la periodista Jineth Bedoya Lima sufrió el 25 de mayo de 2000.
En la esperada sentencia, el organismo recordó que ese día un grupo de paramilitares interceptó y secuestró a la periodista a las puertas de la Cárcel La Modelo, y después la sometió a un trato vejatorio y extremadamente violento, durante el cual sufrió graves agresiones verbales, físicas y sexuales.
También advirtió sobre la existencia de «indicios graves, precisos y concordantes» acerca de la participación estatal en estos hechos, lo que había sido un reclamo permanente de Bedoya en las últimas dos décadas.
«Se declaró la responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos a las garantías judiciales, protección judicial e igualdad ante la ley, por la falta de debida diligencia a la hora de realizar las investigaciones sobre dichos hechos, el carácter discriminatorio en razón de género de dichas investigaciones y la violación del plazo razonable», explicó la Corte en un comunicado.
Agregó que los derechos de la víctima fueron violentados al igual que los de su madre, Luz Nelly Lima, ya que el Estado no les otorgó garantías ni protección judicial a pesar de las amenazas sufridas antes y después del secuestro.
Reparación
Cuando ocurrieron los hechos, Bedoya cubría en el diario El Espectador la guerra que libraban el paramilitarismo y la guerrilla en la cárcel La Modelo. Las agresiones en su contra permanecieron impunes hasta que en mayo de 2019 fueron condenados los paramilitares Jesús Emiro Pereira, Alejandro Cárdenas, y Mario Jaimes Mejía.
Sin embargo, la periodista siempre denunció que ellos no habían sido los únicos culpables y que más de 20 personas se habían organizado para atacarla, entre ellas agentes del Estado que nunca fueron llamados a comparecer por la justicia.
Además de darle la razón, la Corte ordenó una serie de medidas de reparación, entre ellas la de promover y continuar las investigaciones para determinar, juzgar y, en su caso, sancionar a los restantes responsables de los actos de violencia y tortura que sufrió la periodista.
Además, conminó a crear e implementar un plan de capacitación y sensibilización de funcionarios públicos, fuerzas de seguridad y operadores de justicia a fin de que aprendan a identificar actos y manifestaciones de violencia contras las mujeres basadas en el género que afectan a las periodistas.
La sentencia incluye la creación de un centro estatal de memoria y dignificación de todas las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado y del periodismo investigativo, con un reconocimiento específico a la labor de las periodistas, así como el diseño e implementación de un sistema de recopilación de datos y cifras vinculadas a los casos de violencia que padecen.
Por otra parte, apunta a crear un Fondo que financie programas de prevención y asistencia de mujeres periodistas víctimas de violencia, así como para la adopción de medidas eficaces de protección para garantizar la seguridad de quienes se encuentran sometidas a un riesgo especial por el ejercicio de su profesión.
Las investigadoras estudiaron Física en la UCR y realizaron sus estudios de posgrado en universidades europeas y latinoamericanas
Mónica Morales Masís, Kumara Cordero Edwards y Marcela Hernández Jiménez son tres físicas egresadas de la Universidad de Costa Rica, quienes realizaron sus estudios en universidades extranjeras. Dos de ellas trabajan en Europa y una en el Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales (Cicima) de la UCR. Foto: Karla Richmond.
Todas tienen en común su pasión por la ciencia y en particular por un área científica en la que tradicionalmente han predominado los hombres. Su formación inicial en física les permitió especializarse en distintas ramas de la nanociencia y la nanotecnología, saberes fundamentales en este momento para la búsqueda de aplicaciones en la industria tecnológica.
Mónica Morales Masís, Kumara Cordero Edwards y Marcela Hernández Jiménez son egresadas de la Universidad de Costa Rica (UCR) y realizaron sus estudios de posgrado en el extranjero en ciencia de los materiales, un campo de investigación de punta en el mundo actual.
Luego de concluir su carrera de Física en la UCR, las científicas tuvieron la oportunidad de viajar a Estados Unidos, Brasil y a países de Europa a completar sus estudios y en busca de nuevas oportunidades laborales.
Como mujeres, adquirieron conciencia de las dificultades que implica abrirse camino en un medio muy competitivo y masculino, tanto en Costa Rica como fuera del país. Esto, en algunos casos, las ha llevado a vivir situaciones de discriminación por razones de género.
Las tres jóvenes investigadoras participaron en diciembre pasado en el 13.º Simposio en Ciencia de Materiales Avanzados y Nanotecnología (Sciman) 2018, organizado por el Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales (Cicima) de la UCR, con el apoyo del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad Nacional (UNA).
En la actividad, participaron alrededor de 80 investigadores, investigadoras y estudiantes, procedentes de siete países: España, Suiza, Suecia, Brasil, Holanda, México y Costa Rica, quienes presentaron sus trabajos y compartieron los avances en el estudio de los materiales.
Mónica Morales trabaja en el Instituto de Nanotecnología de la Universidad de Twente, Holanda, donde tiene su propio grupo de investigación sobre celdas solares. Foto: Karla Richmond.
Hacerse oír
Las estadísticas muestran que las mujeres continúan estando relegadas del campo laboral en áreas científicas y tecnológicas, pese a que el número de ellas ha aumentado en carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología y la ingeniería, alrededor del planeta.
Una forma en la que son desplazadas del ámbito científico es la dificultad para hacerse oír y ser valoradas en los grupos de investigación, espacios donde comparten con colegas masculinos o que son liderados por ellos.
Esta vivencia no ha sido lejana para las tres costarricenses, según manifestaron.
Kumara Cordero está convencida de que trabajar en el área de la nanociencia y la nanotecnología presenta dificultades para las mujeres, ya que en ocasiones se tienen que esforzar el doble para demostrar su capacidad como profesionales frente a sus compañeros y jefes.
Cordero lo ejemplificó con la actitud de algunos investigadores de ignorar las sugerencias hechas por una mujer, pero si la misma sugerencia proviene de un hombre sí es tomada en cuenta.
“He sido testigo de esto, lo he vivido en carne propia. Es una situación muy normalizada en el mundo científico. Pero hay mucho movimiento de mujeres en la ciencia tratando de que haya igualdad de género en este campo”, indicó.
Kumara Cordero realiza su posdoctorado en el Departamento de Materia Cuántica de la Universidad de Ginebra y trabaja en un grupo de investigación sobre materiales ferroeléctricos. Foto: Karla Richmond.
Mónica Morales también dio su punto de vista: “si uno quiere ser reconocido hay que trabajar mucho, porque existe mucha competencia”. Desde que cursaba la carrera de Física en la Universidad –señaló– se ha acostumbrado a estudiar y a trabajar en un medio donde los hombres son mayoría.
“Ahora que crecí en este campo y que soy profesora veo que para las mujeres a veces hay más restricciones que para los hombres”, recalcó.
Marcela Hernández mencionó que cuando era estudiante no sentía que ser mujer le implicara alguna discriminación. “En ese momento nunca me sentí rebajada o hecha a un lado, ni por mis compañeros ni por mis profesores”, recordó.
No obstante, su experiencia como profesional ha sido un poco diferente, pues “empieza uno a sentir mayores dificultades para hacerse oír y poder dar una solución a un problema o tener una voz que sea más escuchada”, apuntó.
Ámbito familiar
Las dificultades para conciliar la vida personal y familiar con las tareas como científicas fueron mencionadas por las investigadoras. Según opinó Morales, la carrera científica exige mucha dedicación, esto en numerosas ocasiones interfiere con las actividades familiares y sociales.
El cambio de un país a otro requiere cierta flexibilidad y, si se desea conformar una familia, tal aspecto puede significar una dificultad para la vida personal de las mujeres.
Marcela Hernández es profesora de la Escuela de Física e investigadora en el Cicima de la UCR. Actualmente, estudia las propiedades ópticas de escarabajos autóctonos de Costa Rica. Foto: Karla Richmond.
No obstante, ella está convencida de que se pueden manejar ambas facetas. “Mi consejo es que estas situaciones no deben detener a nadie, yo conozco profesoras que han tenido hijos y van de un lugar a otro”, dijo.
Recientemente, Hernández vivió la experiencia de la maternidad, un período que se concibe socialmente como una “incapacidad” y no como una licencia, eso implica para las mujeres mayores responsabilidades y las aparta del campo laboral.
“Tenemos poco tiempo de licencia de maternidad, pocas facilidades con la lactancia y con el cuidado del bebé”, aseguró.
En su criterio, como sociedad debemos pensar en cambiar ese sistema e integrar las dos funciones: la parte profesional, que es muy exigente en el ambiente académico, y la parte familiar.
“Con la maternidad es difícil salirse del sistema y después reintegrarse y retomar los proyectos laborales. Pareciera que al tener un hijo, uno pierde todos los títulos y los estudios, y hay que volvérselos a ganar, volver a abrir su campo y asumir las responsabilidades”, comentó la investigadora de la UCR.
Modelo a seguir
Las científicas aspiran a ser figuras ejemplares para otras personas, sobre todo para los más jóvenes, mediante su aporte al avance del conocimiento científico.
Marcela Hernández expresó que le gustaría “ser una docente en la UCR que pueda volver a ver atrás y sentir que le ha aportado a la formación de los futuros profesionales en física y, como investigadora, me gustaría ser parte de una generación que cambie la mentalidad del costarricense que siente o piensa que somos muy pequeños y no tenemos capacidad de crear o de innovar”.
Mónica Morales también quiere llegar a ser una científica modelo para otros. “Como mujer uno puede hacer muchas cosas, seguir la pasión es lo más importante y trabajar mucho”, destacó.
Además, insistió en que hay que promover desde edades tempranas la idea de que la ciencia es igual para mujeres y hombres.
Mónica Morales Masís
Trabaja actualmente en el Instituto de Nanotecnología de la Universidad de Twente, Holanda. Realizó el Bachillerato en Física en la UCR, efectuó la maestría en Estados Unidos y el doctorado en Holanda. Dentro de la ciencia de materiales, se ha especializado en celdas solares y en materiales nanoestructurados que se utilizan en los dispositivos electrónicos.
Trabajó durante varios años en Suiza como investigadora de celdas solares. Este año, regresó a Holanda a crear su propio grupo de investigación.
“En Europa, uno empieza como asistente de profesor, ahí se empieza a concursar por fondos, a tener más estudiantes y a formar un grupo. Después de muchos años de desarrollar el grupo de investigación, uno puede llegar a ser full profesor”, expresó Morales.
Kumara Cordero Edwards
Realiza su posdoctorado en el Departamento de Materia Cuántica de la Universidad de Ginebra. Estudió Física en la UCR y en el 2013 viajó a España a cursar estudios de maestría en la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, realizó el doctorado en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología.
En la actualidad, trabaja en un grupo de investigación sobre óxidos, en el que analizan materiales ferroeléctricos que son usados para aplicaciones a nivel nanotecnológico. “Estudiamos las diferentes propiedades de conducción, reversabilidad de la polarización y mecánicas de los materiales, con el fin de darle en el futuro alguna aplicación a este conocimiento”, explicó Cordero.
Marcela Hernández Jiménez
Es profesora de la Escuela de Física e investigadora en el Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales (Cicima) de la Universidad de Costa Rica (UCR). Obtuvo el Bachillerato en Física en esta universidad y la maestría y el doctorado en la Universidad de Campinas, en Brasil.
«Yo gestioné la beca para hacer la maestría y luego me la gané para realizar el doctorado», comentó.
Actualmente, trabaja en el análisis de las propiedades ópticas de escarabajos autóctonos del territorio costarricense, con el objetivo de “entender por qué este material tiene las propiedades que presenta, para a largo plazo diseñar un material que estaría inspirado en la biodiversidad costarricense”, dijo Hernández.
Un trabajo comunal de la UCR pretende unir dos grandes campos: la Física y la Literatura, para acercar a los estudiantes de primaria y secundaria a la ciencia
El Principito, la obra más famosa del escritor Antoine de Saint-Exúpery, contiene observaciones de la naturaleza humana que son exploradas en los talleres de enseñanza de Física y Literatura del proyecto. Foto: Karla Richmond.
Compartir con escolares y colegiales diversos conceptos relacionados con la Física, por medio de novelas como El Principito, constituye uno de los objetivos del Trabajo Comunal Universitario (TCU) Enseñanza de la ciencia basada en la observación y experimentación, que un grupo de profesores y estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR) han venido desarrollando en algunos centros educativos.
La educación del país ha seguido un modelo en el que la literatura y la ciencia se enseñan en lecciones separadas forma individual, con la ayuda de libros de texto que cambian poco a través de los años y una pizarra.
Por eso la nueva estrategia didáctica, propuesta por los estudiantes del TCU, promueve la curiosidad en las aulas al acercar a los estudiantes a la ciencia utilizando la ciencia por medio de experimentos y otras actividades participativas.
De acuerdo con el Dr. Oscar Herrera Sancho, profesor de la Escuela de Física de la UCR, investigador y coordinador del TCU, “desde niños se nos enseña a pensar de una forma fragmentada, en la que los profesores enseñan simplemente a ir ubicando estos fragmentos, ya sea de la ciencia, la literatura u otras áreas, de una forma donde no hay una convergencia entre sí”. El profesor Herrera además es investigador del Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum) y en el Centro de Investigación en Ciencias e Ingeniería de Materiales (Cicima).
“El enfoque de las clases de ciencias en la escuela primaria es seguir un libro de texto específico, y es extremadamente raro permitir que los niños lean literatura científica como ciencia ficción, divulgación científica o llevar a cabo algunos experimentos relacionados con los conceptos aprendidos. Debido a estas limitaciones, los estudiantes a menudo se sienten frustrados y abrumados”, se explica en el artículo académico La convergencia de las culturas de la ciencia y la literatura: el aprendizaje de la física a través de la novela The Little Prince, publicado recientemente en la revista Physics Education.
Es por esto que mediante talleres experimentales y de discusión grupal, que mezclan ambas materias, se pretende que los estudiantes desarrollen un mayor interés por la ciencia, y rompan el modelo comúnmente utilizado en las aulas de primaria y secundaria.
Más allá de la pizarra
Muchos estudiantes se acercan a la Física hasta décimo año de colegio y quizá no exploran más allá de lo que se presenta en la pizarra y el papel. Además, aplicar la teoría a la vida real les resulta una misión tan desvinculada que el intento no llega ni a gestarse, en muchas ocasiones.
Visualización artística del comportamiento dual de la luz como una partícula y una onda utilizando imágenes y pasajes de El Principito (imagen tomada del artículo académico).
Por esto, los universitarios buscan la manera de explorar conceptos sobre la Física a través de pasajes de la novela El Principito y realizar diversos experimentos para aproximarse, desde un punto característico, al entendimiento de cómo se comporta la naturaleza.
Además de leer el texto, los estudiantes se empapan de la historia de la obra, la época en la que fue escrita y su autor, en este caso, Antoine de Saint Exupéry, un aviador enamorado de la literatura.
La perspectiva integral de la propuesta metodológica presentada en este estudio, hace que se exploren estrategias didácticas nuevas y diferentes, incentivando la curiosidad y creatividad de los estudiantes.
Así, 26 escolares de los centros educativos Manuel del Pilar y San Lorenzo, ambos ubicadas en Heredia, aprendieron acerca de fenómenos como la naturaleza dual y las propiedades de la luz, el sistema solar, entre otras temáticas.
“Primero les dejamos a los niños algunos capítulos del libro para leer, después ellos nos hacían preguntas literarias y de comprensión de lectura, y relacionábamos diferentes pasajes que los niños leían en el libro con experimentos y con conceptos de Física, Astronomía y hasta Biología con lo leído”, explicó Alejandro Godínez Sandí, uno de los estudiantes -ahora graduado de Bachillerato de Física de la UCR- que desarrolló el proyecto.
Las sesiones de trabajo no se tratan de clases magistrales. Al contrario, el taller busca que los estudiantes participen activamente y apliquen su curiosidad en los experimentos. Para esto, los universitarios se apoyan en materiales audiovisuales y demostraciones experimentales para generar una discusión integral sobre los conceptos científicos representados en los capítulos escogidos de El Principito.
Acercar a los estudiantes de escuelas y colegios a la ciencia, a través de demostraciones experimentales, es uno de los objetivos del proyecto. La foto corresponde a uno de los talleres realizados en la UCR en el marco del Kinder-Uni de la Cátedra Humboldt, con escolares de la provincia de San José. Foto: Karla Richmond.
“Iniciar con la sección de experimentos despierta el interés en ellos y en la sesión de preguntas sobre astronomía nos bombardean con dudas, y eso es consecuencia de que les dimos ese espacio desde el primer día (…) hay que quitar esa barrera entre el profesor que enseña y el estudiante que nada más apunta”, afirmó Diego Fallas Padilla, graduado del Bachillerato de Física de la UCR, quien participó en la investigación.
De acuerdo con la Dra. Milena Castro Mora, profesora de la Escuela de Estadística de la UCR, investigadora y colaboradora del proyecto, con la metodología utilizada “hay una ruptura epistemológica, hay un cambio en la forma de la enseñanza. Pasamos de un aprendizaje basado en memoria o transmisión de mera información, a un modelo de aprendizaje significativo y basado en la experiencia”.
Mayor interés en la ciencia
La respuesta de los escolares ante el taller brindado por estudiantes y profesores de la UCR ha sido positivo: el 77 % de los estudiantes percibió un mayor interés en la ciencia. “En algunos casos algunos decían que no necesariamente querían seguir estudiando ciencia, pero sí se interesaron por conocer los conceptos”, dijo Castro.
Además, se observó una asociación de género relacionada con las preferencias que niñas y niños tienen sobre las demostraciones experimentales. “Esto nos permite predecir o planificar las estrategias de manera tal que incluso puedan ser más equitativas, no solamente a nivel de género, sino también a nivel socioeconómico”, explicó la doctora en bio- estadística.
Uno de los datos más interesantes es la recepción que los escolares tuvieron de la información brindada durante los talleres, pues el 92 % percibió el aprendizaje de conceptos científicos tiempo después de realizadas las sesiones.
Para los investigadores, esta nueva estrategia didáctica tiene el potencial de romper patrones históricos pedagógicos y podría allanar el camino hacia la integración de disciplinas contrastantes en los espacios de enseñanza y aprendizaje.
Uno de los experimentos, realizado con láser y gomitas, pretende ilustrar las propiedades de onda de la luz y su interacción con pequeños obstáculos. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
“Estamos considerando llevarlo a otras escuelas este semestre y realizar evaluaciones de los comportamientos sociales en grupo o de manera individual, con con nuevas demostraciones experimentales explorando el contexto social y cultural en el desarrollo y evolución de los conceptos científicos”, concluyó Herrera.
Además de Godínez, Fallas, Herrera y Castro; los estudiantes Sebastián España Tapia, de la Escuela de Ingeniería Mecánica, y Andrea Zuñiga Villegas, de la Escuela de Ingeniería Civil, son parte del grupo investigador.
Prestigioso centro de investigación nuclear acogerá por dos meses a estudiantes de Física, Informática, Ingeniería Eléctrica y a un egresado de Farmacia UCR
Los estudiantes Esteban Dodero Rojas, Adolfo Ruiz Quirós y Andrés Marín Portuguez recibieron un reconocimiento de parte del presidente Carlos Alvarado Quesada por su esfuerzo académico. En la actividad estuvo ausente Irvin Umaña, quien ya se encuentra en Suiza. – foto Karla Richmond.
La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés) recibirá a los estudiantes Esteban Dodero Rojas de la Escuela de Física, Irvin Umaña Chacón de la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática, Andrés Marín Portuguez de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, y Adolfo Ruiz Quirós egresado de la Facultad de Farmacia, todos de la Universidad de Costa Rica (UCR), en su programa de verano para estudiantes (Summer Student Programme).
La estadía de los universitarios será por dos meses en las instalaciones del mayor laboratorio de investigación en física de partículas, en Suiza, donde se insertarán en la labor diaria del quehacer científico de la organización y participarán en proyectos de investigación.
Además del trabajo con equipos experimentales, los estudiantes recibirán conferencias impartidas por científicos de todo el mundo.
“Más allá del destacado valor científico de primera clase de su estadía, los estudiantes seleccionados encontrarán que trabajar en un entorno multidisciplinario y multicultural es una experiencia personal enriquecedora. Es una oportunidad única en la vida para hacer contactos valiosos y duraderos con otros estudiantes y científicos de toda Europa”, explica el CERN en la descripción de su programa de verano.
El Gran Colisionador de Hadrones, del CERN, es el acelerador de partículas más grande del mundo (foto: CERN).
Los estudiantes de la UCR conversaron con el presidente Carlos Alvarado en su despacho en Zapote acerca del proyecto de investigación que desarrollarán en el CERN, en Suiza (foto Karla Richmond).
En busca de oportunidades para realizar investigación, los tres estudiantes se postularon al programa del CERN y, después de superar los requisitos y algunas etapas de entrevistas, fueron seleccionados entre más de 3000 postulantes a nivel mundial.
El viernes 22 de junio los estudiantes fueron recibidos por el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada en su despacho.Tanto el mandatario como el ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, Luis Adrián Salazar, reconocieron el esfuerzo y dedicación de los universitarios seleccionados.
Alvarado aseguró que los estudiantes «representan lo mejor del talento costarricense» y extendió su felicitación a los jóvenes. Por su parte, Salazar explicó que “uno de los elementos fundamentales para el Ministerio en el desarrollo de la ciencia y la tecnología es poder generar la vinculación y la articulación entre estudiantes de carreras relacionadas a la ciencia y la tecnología con centros de investigación internacionales”.
¿Quiénes son?
Andrés Marín, estudiante de Ingeniería Eléctrica
Andrés Marín Portuguez, de 24 años, es oriundo de Pérez Zeledón y actualmente cursa la carrera de Ingeniería Eléctrica como su segunda profesión, puesto que ya que concluyó el bachillerato de Ingeniería Mecánica, también en la UCR.
Desde el colegio ha tenido un especial interés en experiencias académicas internacionales por lo que al entrar a la UCR se inscribió en los boletines de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (OAICE), en donde se enteró de la oportunidad de ir al CERN. Anteriormente fue a Corea del Sur como becado de la UCR para una pasantía.
En noviembre del año pasado empezó el proceso para ser admitido en el programa del CERN. Contó haber estado nervioso, pero él cree que “si usted quiere, usted puede” y dice que lo importante es “buscar oportunidades y financiamiento. Es un proceso, pero se trata de ser esforzado y trabajar, ese es el secreto”, añadió.
El procedimiento inició con la entrega de documentos, pasada la primera ronda de selección le pidieron una entrevista en el NIC Costa Rica, que es el punto de contacto en el país con el CERN, y luego fue notificado de su admisión en el programa, específicamente en la Sección de Superconductores y Cámaras Criogénicas.
Andrés Marín Portuguez se siente cómodo con el proyecto que le asignaron, ya que combina sus dos carreras: Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Mecánica, y espera aportar aunque sea un grano de arena a la investigación (foto Anel Kenjekeeva). – foto Anel Kenjekeeva.
De esta manera, podrá poner en práctica la teoría que aprendió en la UCR y que verá durante el periodo de capacitación en Suiza. La aplicación de los conceptos teóricos es lo que más le llama la atención.
Una vez finalizada la pasantía espera seguir con su segunda carrera, involucrarse en algún proyecto de investigación en la universidad y colaborar para que lo que aprendió pueda ser utilizado por otros investigadores nacionales. Además, buscará oportunidades de realizar alguna maestría en el exterior.
Sobre la formación de la UCR y las oportunidades brindadas por esta casa de estudios dijo que “la mejor experiencia de mi vida han sido los años en la Universidad, no lo cambiaría, a nivel integral me han formado muy bien”.
Irvin Umaña, estudiante de Informática
Otro de los seleccionados es el estudiante de último año de la carrera Ciencias de la Computación e Informática Irvin Umaña, de nacionalidad hondureña y refugiado en Costa Rica, que trabajará en el proyecto de investigación Quantitative Analysis of data Caching for the HL-LHC DataLake.
“El CERN tiene un colisionador de partículas llamado Large Hadron Collider (LHC), que genera una gran cantidad de datos. Como son bastantes datos, muchas veces se distribuyen alrededor del mundo a diferentes laboratorios para ser analizados. Para el año 2026 se tienen planificados varios experimentos con el colisionador, lo cual generará una cantidad sin precedentes de datos. Mi proyecto se enfoca en el análisis cuantitativo de la arquitectura del sistema, específicamente en relación con el almacenamiento de datos”, manifestó el estudiante.
Umaña es estudiante de último año de carrera en Ciencias de la Computación e Informática de la UCR y para él la pasantía en el CERN es una motivación para seguir con su desarrollo profesional (foto cortesía: Irvin Umaña).
Umaña ha tenido experiencia laboral con la ciencia de datos, “la cual implica la aplicación de métodos de aprendizaje automático (Machine Learning), incluyendo aprendizaje estadístico, a datos para encontrar información que normalmente un humano no podría extraer a mano”, según explicó el informático, quien desea seguir trabajando en esta área.
Además, estudia por su cuenta el aprendizaje por refuerzo, “el cual es un tipo de aprendizaje automático que se inspira en la psicología conductista. La idea es entrenar a un agente de software mediante recompensas, así como se entrenaría a un animal. Estas áreas se consideran parte de la Inteligencia Artificial (IA), así que en general se podría decir que ese es mi interés”, concluyó el estudiante.
Para él, la participación en el programa del CERN representa motivación para continuar con su desarrollo profesional y sus habilidades en informática, especialmente en el área de la investigación.
Esteban Dodero Rojas, estudiante de Física
Esteban Dodero tiene 22 años y es estudiante de la carrera de Física. Durante su estadía en Suiza participará en el proyecto NA61, que estudia las propiedades de la producción de hadrones en colisiones de partículas de haz, con una variedad de objetivos nucleares fijos.
Y aunque su carrera es la Física, Dodero viajará al CERN para colaborar desde la parte computacional, otra de sus grandes pasiones y que aprendió de manera autodidacta.
“Gran parte de lo que voy a hacer es como un análisis de datos en este experimento; además voy a estar manejando información para entender qué es lo que está pasando”, explicó en palabras sencillas.
Dodero, estudiante de Física, se caracteriza por ser una persona autodidacta. Sus conocimientos en computación han sido adquiridos por cuenta propia (foto Laura Rodríguez). – foto Laura Rodríguez Rodríguez.
En la UCR colabora desde hace tres años en proyectos de investigación relacionados a la expansión del universo y asegura que la investigación es un pilar en su desarrollo profesional, por eso, aplicó para participar en el programa de verano del CERN.
“Una persona que se gradúa de Física no termina siendo físico si solamente estudia, tiene que investigar y usted tiene que hacerlo solo, nadie te dice cómo. Por eso es rico, genera pensamiento”, dijo.
Los estudiantes realizarán la pasantía con el apoyo económico del NIC Costa Rica, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) y del mismo CERN.
Adolfo Ruiz Quirós, egresado de Farmacia
El cuarto miembro de este grupo es Adolfo Ruiz Quirós, quien se graduó de la Licenciatura en Farmacia de la UCR en el 2017 y cuyo trabajo final de graduación consistió en diseñar un manual técnico para la radiofarmacia del Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (CICANUM UCR); para poder concluir satisfactoriamente con dicho trabajo, Adolfo realizó pasantías en Uruguay y México sobre síntesis y control de calidad de radiofármacos emisores de positrones.
Adolfo Ruiz Quirós es egresado de la carrera de Licenciatura en Farmacia de la UCR, de la generación 2017 (foto cortesía Adolfo Ruiz). – foto Karla Richmond.
En el segundo semestre del 2017, Adolfo laboró como profesor interino en el Departamento de Farmacología y Toxicología Clínica de la Escuela de Medicina UCR y actualmente estudia la Maestría en Física Médica en la Universidad Nacional (UNA).
Este egresado de la UCR estará en el CERN-MEDICIS, un nuevo laboratorio dedicado a la producción y purificación de radioisótopos de interés médico, “los radioisótopos son producidos por el impacto de protones u otras partículas que han sido aceleradas hasta muy altas velocidades, contra blancos sólidos; el objetivo de mi proyecto es optimizar el proceso de purificación de Sc-44 (Escandio-44), que es un isótopo novedoso utilizado en estudios de tomografía por emisión de positrones. El conocimiento que adquiera podría ser de utilidad para proyectos nacionales como los que se podrán desarrollar en el Ciclotrón de la UCR, en donde precisamente se plantean trabajar con blancos sólidos”, concluyó Ruiz Quirós.
El foro organizado por PRIDENA fue un espacio de discusión y análisis entre los especialistas y el público presente sobre la violencia infantil como uno de los graves problemas que como sociedad está teniendo el país y que debe abordarse de manera urgente (foto María Peña).
Foro de PRIDENA en el Día Internacional de la Familia
María Encarnación Peña Bonilla,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
Desaprovechamiento de coordinación inter-sectorial, sobre todo SALUD/PANI.
Pérdida de credibilidad en institucionalidad que debe velar por la protección.
No existe política gubernamental de prevención.
Acciones políticas predominantes respecto al tema de protección y el tema de violencia priorizan un manejo represivo.
Sin duda alguna la negligencia, tanto de parte de las familias, como de parte de algunas instituciones y políticas públicas en Costa Rica, contribuyen con las diferentes expresiones de violencia infantil que se están manifestando en la sociedad costarricense. Así de categórica fue la conclusión en la cual coincidieron los especialistas en materia de niñez y adolescencia que participaron el pasado 15 de mayo en un foro para analizar el tema, organizado por el Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA) de la UCR.
Dr. Mariano Rosabal Coto: “Hay avances, pero no se dan todas las respuestas necesarias, posibles, ni pertinentes; siguen siendo respuestas centradas en atención, penalización, institucionalización y esto que desgasta al sistema” (foto María Peña).
Durante el foro los especialistas invitados abordaron diferentes aspectos en torno a la violencia infantil: sus detonantes, sus consecuencias individuales y colectivas, los diferentes contextos familiares y sociales, las instituciones del Estado que deben atender el tema y proteger a los infantes; la situación actual de las familias en el país, las prácticas de crianza y los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a este importante núcleo de la sociedad.
Violencia como hechos, no como condición de vida
Según detalló el Dr. Mariano Rosabal Coto, del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR (IIP) las principales raíces identificadas sobre la violencia contra niños y niñas, están vinculadas a la llamada negligencia (parental), en sus contextos de crianza, así como con el ejercicio de la disciplina y/o autoridad parental
La sociedad ha visibilizado la violencia como hecho, en detrimento del abordaje de la violencia como condición de vida, como estructura, destacó Rosabal. Y agregó que las políticas de prevención, atención y protección en el área de violencia intrafamiliar priorizan el enfoque de género, diluyendo la primera infancia y su contexto. “Los esfuerzos se han centrado en la protección post-facto de niños y niñas víctimas, no en la reeducación de estructuras básicas de las familias; educar contra la negligencia y otro tipo de prácticas no penalizadas, implica orientarse a la prevención.”
Según Cecilia Villarreal, en materia de violencia infantil es necesario tener un abordaje desde la diversidad de las familias y procurarles una capacidad de auto organización según los roles; además de reconstruir el paradigma de la culpa (foto María Peña).
Ante tal realidad los retos de nuestra sociedad para enfrentar la violencia infantil son, a criterio de Rosabal, muy puntuales: visibilizar a la primera infancia, tener claro cómo las formas predominantes de disciplina se basan o legitiman diversas formas de violencia, recuperar la credibilidad en cuanto a la labor de protección en el PANI, incorporar a la primera infancia en los planes del MIDEPLAN, enfrentar los vacíos en cuanto a políticas y acciones relativas a recreación y tiempo libre, optimizar los sistemas monitoreo.
Urge una política pública de familia en Costa Rica
La catedrática de la Escuela de Orientación de la UCR, Cecilia Villarreal, destacó que es necesario desmitificar el concepto de familia que tradicionalmente ha sido nuclear y sexista; además de reproductor de patrones de relaciones de generación a generación; y construir un paradigma de diversidad y complejidad que posibilite a la familia educar en convivencia democrática, bajo principios de pertenencia (identidad) de orden, compromiso y responsabilidad según el rol que cada quien tiene dentro de la familia.
Pero, por otro lado, también enfatizó Villarreal, hay otros sectores de la sociedad que deben de cumplir también con su función particular ante el tema de la violencia infantil y cuestionarse seriamente qué están haciendo ante esa dolorosa y multifactorial realidad en la que muchos niños y niñas viven su día a día.
El público estuvo conformado por estudiantes de la UCR, profesionales en orientación, funcionarios del PANI, psicólogos, psiquiatras, funcionarios de CEN/CINAIS, entre otros interesados directos en el tema de violencia infantil (foto María Peña).
“Las políticas públicas en el país desmiembran a la familia”, aseveró la especialista, puesto que pretenden atender o asumir a los integrantes de la familia como sujetos independientes: infantes, adolescentes, mujeres, personas ancianas. Lo cual ha dado como resultado recursos y servicios públicos descoordinados por sectores o por problemas y la ausencia de una política pública para la familia como un todo. “Es urgente en Costa Rica una política pública de familia para redimensionar y re abordar la violencia contra nuestra niñez y enfrentar la negligencia tanto familiar como institucional”
La indiferencia parental
Para Carmen María Castillo Porras, coordinadora de PRIDENA, el control y la exigencia parental son elementos clave en la interacción a lo interno de la familia y para prevenir la violencia infantil. Las familias con rasgos de negligencia y falta de compromiso y alta indiferencia parental para los hijos no pueden fomentar prácticas de crianza adecuadas para los niños y prever el abuso.
Y por el ámbito macro social de la familia, agregó la coordinadora, debemos preguntarnos qué le enseñamos a padres y cuidadores desde la institucionalidad con que cuenta el país, y si sabemos responder desde esos programas y políticas públicas a la diversidad de la población que se atiende, ya que ha habido cambios importantes en las prácticas de crianza que impactan el desarrollo de niños y niñas, lo que obliga a reconstruir viejas ideas en las prácticas de crianza.
Prácticas disciplinarias y violencia física
Prácticas disciplinarias y violencia física
Figuras parentales son ambivalentes en relación a castigo físico: se rechaza de palabra pero se legitima su uso
Fuente: Paniamor et al (2010); Rosabal-Coto, (sp); Elizondo & Peña, (2014)
La Universidad Nacional promueve el talento entre estudiantes de décimo y undécimo, en los campos de la Biología y la Física
Imagen con fines ilustrativos.*
Nacieron hace 20 años, y por ellas han pasado miles de soñadores, hoy, ejemplares profesionales. Son las Olimpiadas Académicas de la Universidad Nacional (UNA), una sana competencia que promueve las vocaciones científicas y tecnológicas. Para este año, la oportunidad se abrió hace pocos días, con las inscripciones correspondientes.
En el caso de Biología, el período de inscripción arrancó el 1º de marzo y se extenderá hasta el 31 de este mes. Su etapa eliminatoria comenzará pronto. La prueba se aplicará el 30 de abril a las 9 a.m.. Se prevé que el examen final se ejecute el 17 de junio a las 9 a.m. en el auditorio Clodomiro Picado de la UNA, y la ceremonia de premiación durante los primeros días de agosto. La matrícula correspondiente puede realizarse escribiendo al correo jose.pereira.chaves@una.cr o bien al fax 2277-3790. El estudiante debe detallar su nombre, nivel (décimo o undécimo) y el colegio al cual pertenece.
En Física, las personas interesadas en concursar, pueden inscribirse desde este martes 10 de marzo y hasta el próximo 7 de mayo, enviando un fax al número 2277-3344 o bien escribiendo a los correos eveliohperez@hotmail.com y kugaldearg@gmail.com. El respectivo examen se realizará el sábado 9 de mayo a las 9 a.m. en el auditorio Clodomiro Picado de la UNA.
Los ganadores de estas competencias, representarán al país el próximo año, en las Olimpiadas Centroamericanas, Iberoamericanas e Internacionales. Por cierto que en varias ocasiones, Costa Rica ha sido la sede de estas competencias internacionales.
Se estima que unos 5 mil estudiantes, sumando las otras dos disciplinas, Matemática y Química, tendrán la posibilidad de participar en este evento nacional.
Para más información: Oficina de Comunicación, UNA. 2237-5929 / 2277-3067
*Imagen tomada de http://www.una.ac.cr/index.php/informacion-para/2012-10-26-21-37-57