En términos sencillos, al romperse un enlace químico, se libera energía. Los hidrocarburos en la gasolina muestran muchos enlaces C-H, con alto contenido energético.
Un ejemplo, el octano, con 7 enlaces C-C y 18 C-H, que al comparársele con el etanol, con menor energía de enlace, su combustión, su liberación, genera menor energía, por lo que, como aditivo, provoca, a su vez, menor desempeño en un motor, que la gasolina 100% pura.
La consecuencia inevitable, es un mayor consumo del vehículo, una mayor importación de gasolina y mayor liberación de CO2. Si ello es lo que desea el ministro de Ambiente, le sugerimos analizar mejor la propuesta, que le está sugiriendo Rodrigo Chaves, pues si hay alguna ventaja ambiental al obligarnos a comprar gasolina súper con un 10% de etanol, no la vemos por ningún lado.
Además, Recope tendría que prever un comportamiento en los consumidores, que, al optar por comprar gasolina regular, menos costosa y sin alcohol, los inventarios de esta tendrán que ser mayores. Situación que se trasladaría a las gasolineras, desde el primer momento en que entre en vigencia el anunciado decreto ejecutivo.
Definitivamente ha sido muy complicado esta etapa de los famosos 100 días del nuevo gobierno. Apenas se va acercando al mes, precisamente mañana, sin embargo, lo que se han encontrado en este corto tiempo son cosas que no prometen nada positivo.
La guerra de Ucrania y Rusia con las consecuencias negativas para todos, la inflación galopante y el precio del dólar disparado, con aumentos de gasolina históricos.
Los hackeos a las instituciones más importantes para la buena marcha del país, Ministerio de Hacienda y Caja Costarricense del Seguro Social, precisamente en donde se pueden determinar los grandes evasores y los grandes deudores. Resulta muy sospechoso que todo eso se haya dado a tan pocos días de la transición del gobierno. Ya lo había manifestado que era increíble ver la pasividad con que actuó el gobierno anterior ante estos ataques. No había en los rostros la más mínima preocupación sobre las consecuencias que tendrían esos ataques.
Ojalá y se pueda descubrir quienes han estado detrás de estas acciones criminales y ojalá se pueda llegar al fondo del asunto para castigar a los responsables y que no queden en la impunidad.
Pero si eso fuera poco, el tema de RITEVE viene a poner otra cáscara de banano en el caminar de este gobierno y es que no tiene parangón la irresponsabilidad del gobierno anterior que a sabiendas del vencimiento del plazo del contrato no hicieron nada para darle continuidad al servicio. Ahora el Ministro de Transporte habla claro y contundente y sin alcahuetear a nadie y sale la prensa a llamarlo confortativo. Que cumpla RITEVE con su obligación de donar todo lo que los costarricenses ya pagamos y además porque así está establecido en el convenio.
Han usufructuado por muchos años este servicio con tarifas monopolísticas y ahora se resisten a cumplir con lo pactado. Definitivamente hay que apoyar la gestión ministerial y que cumplan con lo firmado.
Dios quiera que no aparezcan más entuertos y más situaciones negativas dejada por la anterior administración y que este gobierno pueda ir cambiando lo que hemos tenido hasta ahora y que sea para bien de todos.
Ante las recientes manifestaciones realizadas en contra de RECOPE por el aumento del precio de la gasolina, Sergio Ortiz explica las razones de dicho incremento y por qué RECOPE no es realmente la razón detrás del precio tan elevado del hidrocarburo en el país, sino que hay muchas más causas detrás de esto como el contexto actual que se vive en el mundo, el mecanismo de importación y distribución del mismo y el impuesto establecido por la Ley 8114 en su artículo 5, mismo destinado un porcentaje al Conavi para el mantenimiento y creación de vías y otro porcentaje a las municipalidades para el mantenimiento de vías cantonales; otros porcentajes destinados a otras organizaciones dedicadas al mantenimiento de las carreteras.
Le invitamos a ver el video completo para conocer el panorama completo que nos plantea el señor Ortiz.
Una solución sugerida por Ulate es permitir que Recope negocie de forma anticipada el precio de los hidrocarburos en los mercado internacionales, cuando estos tienden a la baja.
Analista cuestiona viabilidad de proyectos para detener el encarecimiento de hidrocarburos
La reducción en el impuesto único a estos derivados dificultaría la construcción y el mantenimiento de obras viales
¿A quién no le gustaría gastar menos dinero cuando paga el pasaje del bus o el taxi, o bien cuando llena el tanque en una estación de servicio? Este anhelo se intensifica en un momento como el actual, en el que la gasolina y el diésel están alcanzando precios históricamente altos desde el último incremento que entró a regir pasado miércoles 31 de marzo.
Y para empeorar las cosas, la incertidumbre desatada por la guerra entre Rusia (segundo productor de crudo en el mundo con 9,7 millones de barriles por día) y Ucrania en los mercados, hace más de un mes, es el factor de mayor incidencia para que el precio de los hidrocarburos esté por las nubes.
En este contexto y desde hace varias semanas, el país está a la expectativa de que un proyecto de texto sustitutivo para reducir el impuesto único a los combustibles, gestado en la Asamblea Legislativa. De aprobarse, esta iniciativa permitiría bajar el precio del litro de estos derivados en 100 colones, además de exonerar de dicho impuesto a los concesionarios del transporte público y a productores agrícolas registrados ante la Dirección General de Tributación.
Al mismo tiempo, desde finales de febrero hay otra propuesta más conservadora que viene desde el Ejecutivo. En Zapote proponen detener el mecanismo de actualización de ese impuesto por un año. Es decir, no se reduciría el precio de la gasolina pero – al menos – ya no subiría más.
Ahora bien, el impuesto único a los combustibles compone una parte importante del valor total del producto en las estaciones de servicio, aunque su porcentaje varía en los diferentes tipos que existen. Según la última actualización del precio en febrero, los montos de este impuesto significan ₡272.5 para la gasolina súper, ₡260.5 para la regular y ₡154 para el diésel.
Del total recaudado con este impuesto, el 51,4 % va a las arcas de Hacienda (aunque no queda clara su redistribución posterior), mientras el restante 48,6 % tiene varias designaciones claras y específicas: mayoritariamente se destinan a la red vial cantonal (22,25 %) o a la red vial nacional, a través del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi, 21,75 %).
En otras palabras, si el país decide recortar el precio (propuesta del Legislativo) o subsidiar al consumidor estos incrementos (propuesta del Ejecutivo), deberá hacerlo en el impuesto único a los combustibles, ya que el pago del crudo en el mercado es ineludible. Así lo explicó el profesor de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica, M. Sc. César Ulate.
Hay otro detalle adicional que no se puede obviar: al ser el petróleo un bien que importa Costa Rica, conforme más se devalúe el colón con respecto al dólar, más cara será su compra para el país y, por lo tanto, también para quienes adquieran sus productos derivados (se pagan más colones por un valor que se vende en dólares). Todo suma, o más bien resta.
Entonces, sería iluso pensar que el precio de los combustibles puede bajar sin que esto repercuta en una afectación directa para otra área que beneficie a la población, ya sea en la construcción y mantenimiento de la red vial cantonal y nacional, o en el financiamiento a los servicios del Estado.
Con respecto a esta última consecuencia, Ulate recuerda que este impuesto es el tercero o cuarto en importancia para las arcas de Hacienda (suele variar según el año), por lo que su reducción implicaría un importante ajuste para las finanzas públicas. Además, es difícil sugerir cuáles de las partidas podrían reducirse dentro de las que Hacienda redistribuye estos fondos, debido a la falta de claridad en la colocación de estos recursos.
Entonces ¿cómo proceder?
La solución más integral, según Ulate, sería una pronta y rápida transición hacia vehículos que utilicen energías limpias. No obstante, el costo de estos automotores en el mercado sigue siendo alto, a pesar de las ventajas impositivas que se han impulsado. De hecho, el experto señaló que la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) hizo un estudio en el pasado que evidenció un encarecimiento de la tarifa de buses si se hacía una transición masiva a unidades eléctricas.
Además, el hecho de que el valor del combustible no se mantenga alto por un tiempo prolongado hace que eventuales compradores no se animen a cambiar sus carros por otros que solo necesiten electricidad para su funcionamiento.
Mientras se llega a ese estado ideal de independencia del petróleo, el docente de la Escuela de Economía propone transparentar los destinos de este recurso, es decir, que el Ministerio de Hacienda sea más específico en los rubros de su destino. También se podría pedir a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) más eficiencia y mejor control en el gasto, así como revisar los márgenes destinados a las estaciones de servicio (alrededor de ₡57 por litro), o los fletes (₡12,77).
Otra recomendación planteada por Ulate es permitir que Recope negocie anticipadamente en el mercado de derivados financieros, para aprovechar precios bajos en el futuro y que se reduzca el rezago actual entre las variaciones en su valor internacional con respecto al precio nacional (esta propuesta está en discusión en la Aresep).
Específicamente, sobre la intención del Gobierno de reducir el precio de los combustibles a los sectores agrícolas y del transporte público, el académico manifestó que la medida es compleja de sostener, debido a que genera una distorsión en el flujo de las transacciones que alguien deberá pagar, ya sea el Estado o los consumidores. En este mismo sentido, el experto considera que sería mejor tomar parte de los dineros obtenidos con este u otros impuestos para subsidiar a estos sectores y no provocar una complicación adicional en el manejo de estos recursos.
Otra posibilidad sugerida por este académico es que un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en otros productos pudiera reemplazar parte de los fondos aportados por el impuesto único a los combustibles.
Algunos países, como Chile, han implementado un monto de compensación cuando los precios del combustible han estado bajos, es decir, una especie de pago adicional al precio para subsidiar el valor de los hidrocarburos en momentos en que estos han estado altos, como ahora. No obstante, Ulate no cree que esa sea la medida más conveniente para el país.
Y por supuesto, siempre está la opción de reducir el uso de vehículos para viajes innecesarios. Pero para el experto, esta solución requiere de cambios en el comportamiento de las personas y una fuerte campaña de concientización, ya que en la población siempre existe la necesidad o el deseo de movilizarse. Esperar resultados inmediatos sería algo iluso.
Pablo Mora Vargas,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR