En el programa “5 MINUTOS O MENOS” el analista Martín Rodríguez Espinoza abordó el tema de los gastos militares de Estados Unidos y el impacto que tienen sobre la sociedad estadounidense. El episodio, estrenado el 29 de octubre de 2024, plantea una crítica al enfoque militarista de EEUU, sugiriendo que las grandes inversiones en defensa y guerra están relegando las necesidades internas de su propio pueblo.
Rodríguez expone detalles sobre el sistema de defensa aérea THAAD (Defensa de Área de Alta Altitud), diseñado para interceptar misiles balísticos de largo alcance. Este sistema, que incluye tecnología avanzada y misiles estratégicos SM-3, requiere una inversión multimillonaria.
“¿Saben cuántos pobres hay en EEUU?”, pregunta Rodríguez. Apoyándose en datos recientes de la Oficina del Censo, revela que 37,9 millones de estadounidenses viven en pobreza, incluyendo 15,3 millones de niños. Este aumento en los niveles de pobreza coloca a EEUU con una tasa del 17,8%, muy por encima del promedio de otras naciones desarrolladas.
Criticando la narrativa de “defender la libertad y la democracia” que utiliza EEUU para justificar guerras e intervenciones en el extranjero, el programa sugiere que estas acciones tienen más que ver con el saqueo de recursos y el beneficio de las élites económicas que con el bienestar de la ciudadanía estadounidense.
¿Le interesa saber más sobre el impacto de los gastos militares de Estados Unidos y cómo afecta a su propia población? No se pierda el último episodio de “5 MINUTOS O MENOS”, donde se aborda la temática completa.
En el mundo que vivimos crecen olas de pesimismo sobre el futuro de la humanidad. Por una parte, acecha el cambio climático, que golpea cada vez con mayor crudeza en diversas partes del planeta, al mismo tiempo que se agotan los suelos y se contaminan los mares, dejando la pesca sin controles efectivos lo que amenaza el abastecimiento de los recursos marinos.
Los presupuestos de las grandes naciones, mientras tanto, se orientan a concentrar las esferas de poder, priorizando los gastos en armamentos y guerras descuidando la importancia de estas amenazas para el futuro de la especie.
Las amenazas sin sustento inducidas por los medios masivos
Por otra parte, se afirma, partiendo del crecimiento y envejecimiento poblacional, que no habrá pensiones ni estabilidad social para las actuales generaciones debido a la falta de recursos. Esto se ve reforzado por el resquebrajamiento de la estabilidad que gozaban antes las clases medias, el desplazamiento de la mano de obra física y administrativa, por la tecnología y los robots. Todo esto asociado al incremento de los trastornos mentales, especialmente después de la pandemia.
Sin embargo, la contaminación y el cambio climático son amenazas reales, que deben y pueden ser enfrentadas con los recursos existentes, por una organización de Naciones Unidas efectiva, que reoriente los recursos que se gastan en los juegos suicidas de poder militar y se dediquen a la defensa de la humanidad frente a los peligros que la acechan. Este tema trasciende los alcances de este artículo, ya que implica cambios importantes en la organización mundial, pero tiene fundamento en los elevados presupuestos militares existentes.
Las otras amenazas sobre la falta de respaldo para el bienestar de las actuales generaciones y un futuro amenazador sobre los fondos de pensiones por el incremento poblacional y el crecimiento del porcentaje de personas mayores, con el que se imprimen temores y desesperanza, no tiene como veremos más adelante sustento, si reorganizamos los recursos.
Es falso que nos aboquemos a un desastre económico
Para analizar la realidad debemos de partir de los datos concretos. No es cierto que el incremento poblacional nos haya hecho más pobres. Es cierto que la población mundial paso de 2.5 mil millones de habitantes en 1950 a 8000 millones en 2023, pero el Producto Interno Bruto por habitante del planeta paso de US$ 1974 en 1950 a US$ 12.900 en 2023. O sea, año con año a pesar del crecimiento desbordante de población, creció la riqueza por persona. Claro que este fenómeno ha sido acompañado de un incremento de la desigualdad en la distribución del ingreso. En general, el índice de Gini para el mundo ha fluctuado, con un aumento notable en la desigualdad desde los años 80.
Lo que sí es una realidad, es la ideología neoliberal que nos despoja de nuestro carácter gregario y nos hace ver como individuos aislados responsables de nuestra desgracia.
El problema de América Latina
América Latina por su parte presenta el mayor índice de desigualdad del planeta donde el 10% más rico concentra el 55% de los ingresos, superando incluso a otras regiones del planeta como el África subsahariana, la más pobre, donde el 10% más rico acumula el 37% de los ingresos. En las listas internacionales de crecimiento económico América Latina, a pesar de sus riquezas, ocupa por su organización política que mantiene en la exclusión histórica una parte considerable de su población, la última posición en el mundo.
El desarrollo de la ciencia y la tecnología y más recientemente la Inteligencia Artificial, perfilan un incremento acelerado de los ingresos para quienes aprovechen los avances especialmente la inteligencia artificial, con un desplazamiento simultáneo de la mano de obra no calificada y reactiva a los cambios. Este desplazamiento será especialmente peligroso en América Latina por la debilidad de su calidad y cobertura de sus sistemas educativos y el poder creciente del narcotráfico que se nutre de la pobreza y la exclusión social.
Como se puede apreciar existen peligros importantes para la estabilidad del planeta y de nuestra región, que demandan visión y políticas públicas de inclusión social. Recursos existen, pero demandan recuperar nuestro carácter gregario, para ejercer una acción sobre el sistema político y social creando un reordenamiento de los ingresos y de políticas públicas sobre todo en el campo de la educación y capacitación, que contribuyan a reducir la exclusión social. Incorporando al mismo tiempo los conocimientos ancestrales que pueden contribuir a la preservación del ambiente e incorpore a los excluidos, debidamente organizados con autonomía real, sin manipulaciones clientelistas, a la creación de una nueva cultura de esperanza.
Las organizaciones y personas que firmamos esta declaración, en ocasión de la realización de la Cumbre de la OTAN, que se realizará del 9 al 11 de julio de 2024, en la ciudad de Washington DC, EEUU, queremos señalar lo siguiente:
1 – En los últimos años vemos con tristeza y preocupación el aumento de las guerras abiertas en diferentes rincones del mundo lo que ha llevado a un aumento significativo del gasto militar, de la inseguridad mundial, y a la muerte de millones de personas en los diversos conflictos bélicos que se desarrollan actualmente.
2 – Los países de la OTAN están participando, directa o indirectamente, en diferentes guerras. Entre ellas, países de la OTAN, y principalmente los EEUU, siguen enviando armas al gobierno de Israel país que esta siendo acusado del delito de genocidio contra la población palestina. Al mismo tiempo, Israel ha realizado ataques a Irán, Siria, y el Líbano y se corre el riesgo de que la guerra se generalice en todo medio oriente. A pesar de todo esto, Israel ha sido invitada a la Cumbre de la OTAN.
3 – Asimismo, EEUU y la OTAN siguen participando en la guerra en Ucrania enviando armas, instructores, y asesores militares contra Rusia. En este conflicto, cada vez más sube la escalada, con ataques ahora a ciudades rusas y el uso de acciones terroristas contra la población civil. Se siguen cruzando las líneas rojas y aumenta la posibilidad de una guerra directa entre la OTAN y Rusia y la posibilidad del uso de armas nucleares. Es hora de poner alto a la guerra y apoyar negociaciones de paz.
4 – A los conflictos anteriores, se suman las guerras en África, en Yemen, el aumento de las tensiones de China-EEUU-Taiwán, las tensiones y ensayos de guerra entre Corea del Sur y Corea del Norte, entre otros. Las guerras, por muy lejos que estén, afectan las economías de todas las naciones del mundo y el derecho a la paz que debemos tener todas y todos.
5 – En este escenario mundial, en donde van en aumento las tensiones, demandamos a los Estados Unidos y los países de la OTAN a poner fin a la escalada y la guerra y hacer esfuerzos reales y efectivos para la resolución no violenta de los conflictos. Es una vergüenza, que mientras hay dinero para la guerra en Europa y en Estados Unidos no hay dinero para enfrentar el hambre, la migración, y los desafíos del cambio climático.
6 – Demandamos a los EEUU y a los países de la OTAN a actuar con responsabilidad y terminar sus acciones beligerantes que pueden conducir a la humanidad a una tercera guerra mundial. En ese sentido, recordamos a Olof Palme y la necesidad de que todas las naciones del mundo caminen hacia el desarme y la construcción de la paz, de una seguridad común, que nos aleje de la guerra y la muerte. Es hora que la OTAN se disuelva y que no haya más guerras contra nadie.
Firmas de organizaciones: Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Chile; ADESA, República Dominicana; Alianza Global CONVIDA20; Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Argentina; Asociación Campesina San Jose de Miranda (ASTRACASMI), Colombia; Capitulo Brasil do Comitê Internacional Paz, Justiça e Dignidade aos Povos; Centro de Amigos para la Paz, Costa Rica; Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos y Víctimas de la Prisión Política; Comité Organizador, Tribunal Sobre Crímenes de los EEUU en Puerto Rico; Comité Oscar Romero, SICSAL-Chile; Corporación Campo de Concentración 3 y 4 Álamos, Chile; CORVIVO Corporación Romeral Territorio Vivo. Colombia; Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia -Comosoc; Colectivo Pax, España; Colectivo de Defensa de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en El Salvador; Colectivo de espiritualidades por la paz, México; Comitê Carioca de Solidariedade a Cuba e às Causas Justas, Brasil; Escuela PERFORMARTE Colectiva artística y cultural, Colombia; Fundación de Intercambio Cultural entre los Pueblos del Caribe, República Dominicana; Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social, Fundalatin, Venezuela; Grupo de investigación y Editorial Kavilando, Colombia; Grupo de Investigación GIDPAD Universidad de San Buenaventura Medellín, Colombia; International Peace Bureau . IPB; IGLESIAS POR LA PAZ; Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos; Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile; Proyecto Escuela Comunidad, Colombia; Pressenza International Press Agency; Mesa Ecuménica por la Paz – MEP – Colombia; Mujeres para el Diálogo, México; Movimiento También Somos Iglesia-Chile; Movimento Manicomios Nunca Mais!, Brasil; MURILPAZ, Honduras; Red Interuniversitaria por la Paz (Redipaz), Colombia; Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad, SICSAL, Óscar Arnulfo Romero. (Consejo Directivo); Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad, SICSAL- México; SOS Ribagorza, España; Un mundo más allá de la Guerra, Global; Justicia Legítima Mendoza, Argentina; Mundo sin guerras y sin violencia, España; Vientos de Libertad, Argentina
Firmas individuales:Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980;Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Chile; Hervi Lara, Comité Oscar Romero, SICSAL-Chile; Julio Yao, Presidente Encargado, Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá, (CEEAP); Stella Calloni, periodista, Argentina; Carmen Diniz, Brasil; Rev. Luis Carlos Marrero / Centro Oscár Arnulfo Romero, Cuba; Rev. Miguel Tomás Castro, El Salvador; Juan Jose Tamayo Acosta – Asociacion Juan XXIII, España; Andrés Figueroa Cornejo, periodista, Chile; María Elena López Gallarado, México; Rosa Lila Rodríguez, Honduras; Maricarmen Montes, México; María Stella Cáceres, Museo de las Memorias, Dictadura y DDHH de Paraguay; Enrique Chimonja Coy, Fellowshep Of Reconciliation Peace Presence, Asociación Comunidades Construyendo Paz en Colombia, Conpazcol; Clara Navarro, Comunicadora, Activista de paz, Colombia;Timmy Boyle, Puerto Rico; Kora Antonia Martinez Cortez— Convida 20, Nicaragua; Siguen las firmas…
(Se reciben firmas de apoyo hasta el domingo 7 de julio 2024)
Sres. Presidentes de América Latina, El Caribe y de América del Norte
De nuestra consideración,
Las organizaciones y personas firmantes apoyamos la Campaña Internacional Contra el Gasto Militar. Por lo anterior, queremos señalar lo siguiente:
1.- De acuerdo a información del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar mundial del año 2022 alcanzó su máximo histórico llegando a un total de 2.240 billones de dólares. En nuestro continente, los países que más gastaron fueron Brasil con 20.210 millones de dólares; Colombia con 9.937 millones de dólares; México con 8.535 millones de dólares; Chile con 5.566 millones de dólares; Perú con 2.845 millones de dólares; y Argentina con 2.577 millones de dólares. En América Central y el Caribe, el gasto militar ascendió a 11.200 millones de dólares. En América del norte, Estados Unidos fue el país que más gastó, tanto en nuestro continente como en el mundo, llegando a 876.943 millones de dólares y Canadá 26.896 millones de dólares.
2.- Mientras hay dinero para el gasto militar la pobreza se mantiene o aumenta en todos nuestros países a causa de la inflación, del pago de la deuda externa, entre otros graves problemas que viven muchos de nuestros países. El informe Panorama Social 2022 proyectó que 201 millones de personas (32,1% de la población total de la región) viven en situación de pobreza, de los que 82 millones (13,1%) se encuentran en pobreza extrema. Al mismo tiempo, la FAO ha señalado que cerca de 60 millones de personas pasan hambre en nuestro continente y 131 millones de personas en la región no pudieron costear una dieta saludable.
3.- Lola Castro, directora regional del WFP (Programa Mundial de Alimentos) de la ONU, señaló que “La inseguridad alimentaria seguirá aumentando por la crisis de los precios de los alimentos y de los combustibles causada por el conflicto en Ucrania y las secuelas de la COVID-19”.
4.- La guerra por muy lejos que esté nos afecta a todos. Levantamos nuestras voces y apoyamos los esfuerzos diplomáticos de diálogo y negociaciones para lograr acallar las armas y lograr que llegue la paz entre Rusia y Ucrania, en Yemen, en Sudán, en Palestina, como en otros países que viven conflictos armados.
5.- La verdadera seguridad que necesitan nuestros países, la región, como del mundo, radica en el bienestar social, económico y político de toda la población, en el respeto entre todas las naciones, y en el establecimiento de garantías de protección y seguridad común para todos.
6.- La militarización, como la carrera armamentista, sólo destruye la confianza entre nuestros pueblos y socava los esfuerzos de fraternidad, cooperación y solidaridad entre nuestros países que deberían mirarse como hermanos y no como enemigos.
7.- Exhortamos a nuestros Estados a revitalizar los esfuerzos de integración en nuestro continente, especialmente en la CELAC y UNASUR, para que de manera mancomunada se realicen esfuerzos contra las verdaderas amenazas que enfrentan nuestros pueblos que viven la violencia y la pobreza como consecuencia del neoliberalismo, del saqueo permanente de los recursos naturales, y de la depredación que realizan las grandes Corporaciones y sus Megaproyectos Extractivistas en nuestros territorios.
8.- Finalmente, pedimos que los gobiernos de nuestro continente reduzcan o eliminen el gasto militar y comprometan esos fondos para el bienestar social, en legitimar esfuerzos de paz, de amistad, de unidad, cooperación, y multilateralismo, que nos alejen de la amenaza de la guerra, la destrucción y del aniquilamiento. Lo que se necesita son fondos suficientes para el goce de los derechos humanos, la protección de los recursos naturales (el ecosistema), para la acción colectiva, para la solidaridad, para abordar conjuntamente las emergencias globales de nuestro tiempo.
Atentamente,
Acción Colectiva de Objetores y Objetores de Conciencia -ACOOC, Colombia ACCSS, Guatemala ACODEHU, Costa Rica Alianza Global de Ministerios e Infraestructuras para la Paz – Gamip América Latina y el Caribe –Gamip Alianza por el Desarme y la Justicia Social, Colombia Araña Feminista, Venezuela Asociación Campesina de Trabajadores Agropecuarios de San José de Miranda, Colombia Asociación Chilena Pro-Naciones Unidas – ACHNU, Chile Asociación de Cabildos Indígenas de San Vicente del Caguán Caquetá Colombia ACISC Asociación Mujeres y Madres Abriendo Caminos, Colombia Asociación para la Defensa de los Usuarios de los Servicios Públicos (ADUSP), Costa Rica Asociación Rumiñahui, España Asociación Sara Macdougal, Perú Asociación Teatro de la Tierra Mercy Bustos, Madrid, España Asociación de Productores Agroecológicos de Valle, Honduras
Asociación Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense IMWC ATRAHDOM, Guatemala Centro Cívico San Javier, Colombia Centro de Amigos para la Paz, Costa Rica Centro de Documentación en Derechos Humanos «Segundo Montes Mozo SJ» (CSMM), Ecuador Centro de Estudios Ecuménicos A.C., México Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos del Perú Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer- CISFEM CESTA, El Salvador Circulo Bolivariano Yamileth López, Costa Rica Colectivo Pro derechos Ecológicos y Ambientales, Sección Qro., México Colectivo Voces de Oya, Colombia Colegio de Profesoras y Profesores de Collipulli, región de la Araucanía, Chile Comisión de Paz, No Violencia y Desmilitarización – Alianza CONVIDA-20 Comisión Ética contra la Tortura, Chile Comité Oscar Romero, Sicsal-Chile Comité por un Chile Digno – Noruega Comunidad Ecuménica Magdala, México Comunidad Ecuménica Martin Luther King, Chile Comunidad Slow Food del Sur de Chile ComuniSur Frente Comunicacional, Bolivia Conaicop, Internacional Concertación Mons Romero, El Salvador Confederación Unitaria de Trabajadores, Costa Rica Consejo Comunal Marapa Marina A B C, Venezuela Consejo Provincial de Paz del Oriente Antioqueño Colombia Convergencia Ciudadana de Mujeres -Converge Mujeres-, Guatemala Conversemos y actuemos, Colombia Coordinadora Americana Derechos de los Pueblos y Víctimas Prisión Política Corporación 3 y4 Álamos, Chile Corporación El Canelo, Chile Corporación Paz Caribe, Colombia Denver Justice and Peace Committee, Estados Unidos (Denver, Colorado) Desarrollo de infancia y adolescencia, México E. Pueblos Originarios Serpaj, Argentina Educar Mujer Venezuela, Venezuela Federación Venezolana de Abogadas Foro de Educación Religiosa, Costa Rica Frente de Paz y Solidaridad Costa Rica Fundación Desarrollo Permanente, Colombia Fundación Hogar Padtorin, Colombia Fundación Lazos de Dignidad, Colombia Fundación Movimiento Ajedrez Escolar, Chile Fundación Procrear, Colombia Género, Diversidad, Interculturalidad y Derechos Humanos, Ecuador Global Campaign On Military Spending (GCOMS), Internacional Global Thought Mx, México Grupo Taller del Sur, México Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense, Costa Rica Iglesias por la Paz, México Instituto RIA AC, México Justapaz Asociación Cristiana Menonita para Justicia Paz y Acción No violenta, Colombia Laboratorio de Paz, Venezuela Movimiento de Mujeres Manuelita Sáenz MOMUMAS, Venezuela Mujeres en Marcha Chile Mujeres para el Diálogo, México MUVACOFUM, Guatemala Naufrago de Itaca Ediciones, Venezuela Núcleo de Estudos Sociopolíticos da Pontifícia Universidad de Católica de Minas Gerais, Brasil Observatorio centroamericano de medios de comunicación y género GEMA, Costa Rica Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Observatorio por el Buen Trato a Personas Mayores en Quilpué, Chile Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas – Chile Observatorio Venezolano DDHH Mujeres OCDIH, Honduras Organización Rural Cooperativa AGROTUANAIME, Colombia Parroquia Jesús Señor de la Vida – Santiago de Chile Partido de la Independencia y del Trabajo de Senegal Partido Vanguardia Popular, Costa Rica Pastoral Cultural Sagrada Familia en Concepción, Chile Pastoral Social Iglesia Anglicana de México Pax Christi International Programa Casa Refugiados, México Programa de las Américas, Americas.ORG, México Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos Rebelión o Extinción Medellín, Colombia Red Acueductos Boyacá, Colombia Red de Esperanza y Solidaridad, Puerto Rico Red de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente -RedAfros-, República Dominicana Red de Mujeres Afros de Bayunca-REMABAY, Colombia Red de Solidaridad con Palestina, Costa Rica Red de Víctimas de la Patrulla Fronteriza, EEUU/MX Red Solidaria Década Contra la Impunidad AC, México REDIALOGO – Red de Mujeres Constructoras de Paz, Venezuela Resuena, Colombia Secretariado Social Mexicano Sercoba – Equipo de Servicio a Comunidades de Base, El Salvador Servicio Paz y Justicia, Paraguay Servicio Paz y Justicia, SERPAJ, Argentina Servicio Paz y Justicia, SERPAJ-Chile Servicios y Asesoría para Paz, México SICSAL, México Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México (SUTIEMS) Tinta Violeta, Venezuela Trawunche Madrid (Coordinación de Apoyo al Pueblo Mapuche), España Universidad Popular de los Pueblos, Colombia World BEYOND War, Internacional
Personas:
Abraham Barboza Gómez
Costa Rica
Alba Lucía Cardona Carvajal
Colombia
Alejandro Baño Oyarce
Chile
Alejandro Reyes Córdova
Chile
Alicia Dorantes
México
Alicia Lira Matus presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos
Chile
Alicia Marchandon Sánchez
Chile
ALIRIO GARCÍA
Colombia
Álvaro Quiroz SJ
México
Álvaro Vega Sánchez
Costa Rica
Ana Carolina Herrera Galeano
Colombia
Ana Julia Paz
Colombia
Ana María Vera
Chile
Ana Monzón
Guatemala
Angélica Orozco Idárraga
Colombia
Anita Soto
Chile
Antonio Rabasa González de la Vega
México
Ayda Arismendy Castañeda
Colombia
Baltazar Castañeda
Colombia
Benita Osdelia Ramírez Fernández ICW Honduras
Honduras
Bernardo Reyes Ortiz, Ética en los Bosques
Chile
Betssi Sñez
Venezuela
Birgit FunckShorack
Alemania
Blanca Azucena Sánchez
Colombia
Blanca Norha Ossa Hoyos
Colombia
Blas H. Rico
Colombia
Brettis Rojas
Venezuela
Carmelina de Jesus Rivera
El Salvador
Carmen López Téllez
Guatemala
César Abadía
Colombia
Cristian Rivera
Chile
Dania Batista Guevara
Panamá
Daniela Peña, Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer, CEDEM
Chile
Danilo Monteverde
Chile
Dayana Monroy Núñez
Colombia
Deisy Yolima Rendón Castaño
Colombia
Deivis Ovares Morales
Costa Rica
Denisse Araya Castelli
Chile
Dorys Gilma Zorro Coronel
México
Eddy Oswaldo Lucero Alfaro
Guatemala
Edgar Orlando Galvis
Colombia
Edgar Pérez Ruiz
México
Eduardo Bustamante
Colombia
Eduardo Huerta Arias
Chile
Eduardo Menéndez
México
Ela Ferris
Venezuela
Elida Piedad Mantilla Díaz
Colombia
Emilio Arranz Beltrán
Emilio Espin
El Salvador
Enrique Araya Leiva
Chile
Esperanza Fajardo Piñones
México
Eugenia Mijangos
Guatemala
Eugenia Valdés Ossa
Chile
Evelin Carolina Hernández Cáceres
El Salvador
Evelyn Elizabeth Ibáñez
El Salvador
Evelyn Margron
Haití
Exilda Azar Cortes
Chile
Ezequiel Valdez
República Dominicana
Fabiola Lizette Mancilla Castillo
México
Fernando Aranguren
Venezuela
Fernando Astudillo Becerra Izquierda Cristiana
Chile
Francisco Javier Lopera
Colombia
Francisco Trabol Melipil
Chile
Francy Elena Molina Arboleda
Colombia
Franklin Ledezma Candanedo -Periodista y Escritor
Panamá
Fray Julián Cruzalta
México
Gabriela Tello
México
Galina Sandino
Cuba
Gilberto López y Rivas
México
Gloria Elena Ospina Pérez
Colombia
Gonzalo Munguía del Río
México
Gorki Cuauhtemoc Buentello Pastrana
Mexico
Graciela Barbosa Martinez
Colombia
Guillermo Díaz
México
Guillermo Pérez
México
Gustavo Adolfo Sepúlveda Martínez
Colombia
Hansel Luis Ramirez Rodriguez
Costa Rica
Héctor Maturana B.
Chile
Helen Barrientos
Guatemala
Henry Guevara
Colombia
Hernando Mejía Díez
Colombia
Hervi Lara Bravo
Chile
Hicham Amraoui
España
Hildelisa Preciado
Ciudad de México
Hugo Quesada Hernández
Costa Rica
Hugo Urrestarazu
Chile
Ingrid Almendras Orellana
Chile
Isabel Cristina Buriticá Mira
Colombia
Isnel Alecio Mosquera Rentería
Colombia
Ivonne Parra
Venezuela
Javier Elgueta
Chile
Jeannette kurte López
Chile
Jhony Arango
José Amesty Rivera
Colombia
Jonathan Sebastián Cayul Cayul
Chile
Jorge Garzón
Colombia
Jorge Marín
Colombia
Jorge Martínez Muñoz
Chile
Jose Enrique González Ruiz
México
José Fabio Naranjo
Colombia
José Fredis Sandoval
El Salvador
Jose Guillermo Rampira Ruiz
Colombia
Jose Joaquín Cristancho Cuesta
Colombia
Jose Juan Hernández
Colombia
José Marcial Apablaza Yañez
Chile
José María Navarro Flores
España
José Schulman
Argentina
Juan Carlos Celis Gonzàlez
Colombia
Juan Jose Tamayo acosta
España
Judith Kelly, Embajadora de la Paz, Pax Christi USA
EEUU
Juliana Sepúlveda Hurtado
Colombia
Julio Yao, Presidente Honorario y Presidente Encargado del Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá
Panamá
July Henríquez Sampayo, abogada y defensora de DDHH
Colombia
Jutta Buergi
Suiza
Katherina Toffoli Aspe
Chile
Kathy Kelly
United States
Lautaro Fernández Milla
Chile
Leonardo Amaya
Colombia
Leonardo Díaz
Colombia
Lía Esther Lemus Gómez
Colombia
Lilian Guardado
El salvador
Lina Carrillo
Colombia
Lina Tudela Poblete
Chile
Lohania Josefina Aruca Alonso
Cuba
Lorena Libertti M.
Colombia
Los Viñedos de Tobalaba
Chile
Lucía Arredondo Alvarez
Chile
Lucio Diaz Dumenez
Chile
Lucy Magali Millán Ferrer
Puerto Rico
Luis Alberto Soto Ramírez
Costa Rica
Luis Ángel Céspedes Rodríguez
Costa Rica
Luis Ernesto Lozano Arana
México
Luz Marína Jaramillo Valencia
Colombia
Luzmar Quiroga Cortés
España
M. Cepeda
México
Ma Estrella Ramos Veloso
España
Magdalena Vargas Pieschacon
Colombia
Maggie Urueta Oviedo
Colombia
Magnolia ang
México
Malena Suhcled
Argentina
Manuel Dios Diz
España
Manuel Urbina Marchant
Chile
Marcela Zamora Cruz
Costa Rica
Marcha Carnaval Aburrá
Colombia
Marcial Enrique Jiménez Cu
México
Marco Antonio Marín Bernachea
Chile
María Alexandra correa Mantilla
Colombia
Maria Angelica Vejar Merado
Chile
Maria del Rosario Roiz
Honduras
María Elena López Gallardo
México
María Elena Paredes González
México
Maria Elvia Vallejo Villa
Colombia
María Eugenia
México
María Eugenia Díaz
Guatemala
María Eugenia Solís García
Guatemala
María Fernández
Colombia
María Riera
Venezuela
María Stella Cáceres, Museo de las Memorias, Dictadura y DDHH
Paraguay
Maria Teresa Messidoro Lisangà
Italia
María Virginia Agostini
Costa Rica
María Ynes Villa
Colombia
Mario Alberto Villalobos Arias
Costa Rica
Mario Mus
Guatemala
Mario O. Luengo. (Escritor y Poeta)
Chile
Mario Sosa
Guatemala
Maris Ines Urrutia
Chile
Maris Pilar Cumba Zabaleta
Colombia
Mariza G.Leiva Vargas
Perú
Marli Morales Calderon
México
Martin Almada, Premio Nobel Alternativo
Paraguay
Martin Pascual A.
Chile
Martín Rodríguez Espinoza
Costa Rica
Mauricio Correa V.
Colombia
Mayerly Pabon
Colombia
Miena Perla
El Salvador
Miriam Mangual
Puerto Rico
Moisés Torres López
Colombia
Myriam Paste Carmona
Chile
Myrna Kroff
Noruega
Nairelys Gómez Miranda
Cuba
Nelson Augusto Duque Arias
Colombia
Nelson Villarreal Durán
Uruguay
Neptalí Monterroso Salvatierra, profesor universitario
Guatemala
Neris González
El Salvador, Central América
Nestor Orlando Acosta P
Colombia
Nidia Arrobo Rodas, Fundación Pueblo Indio del Ecuador
Ecuador
Nitza Segui, Latinas en Poder
United States of America
Norberta López García
México
Olga Lucía Ramírez
Colombia
Oscar Hector Leiva Cerrato
Costa Rica
Pablo Divas
Guatemala
Pablo López Romero, profesor
Chile
Pablo Ruiz Espinoza, periodista
Chile
Pablo Varas Fuenzalida
Chile
Patricia Muñoz García
Chile
Patricio Véjar Mercado
Chile
Paulina Muñoz Molina
Chile
Pedro Antonio Reyes Linares
México
Pedro Lopera Gallego
Colombia
Pilar Bravo
Chile
Pilar Ortega Marcelo
España
Rafael Venegas Cortes
Chile
Raúl FIGUEROA Vergara
Chile
Rebeca Zúniga-Hamlin
Estados Unidos
Redouane
España
Rev. Luis Carlos Marrero – Centro Oscar Arnulfo Romero
Cuba
Ricardo Durán Serrano
Colombia
Rigelio Alfaro
El Salvador
Roberto Ortiz Velazquez
México
Rocío Suárez López
México
Rodrigo Sepulveda
Chile
Romel Gonzalez
México
Ronny Umaña-Olivas
Costa Rica
Rosa Herrera
Chile
Rosa Wantland
Guatemala,
Rosalia Vasquez
Colombia
Roxana Badosa Rodríguez
Cuba
Saaid Jamis Tovar
Colombia
Sandra Calle
Venezuela
Sandra Morán
Guatemala
Sandra Muñoz Gutiérrez
Chile
Sara Yaneth Fernández Moreno
Colombia
Selin Carrasco
Chile
Sergio Lorenzini
Chile
Shirley Ruiz Monge
Silvia Aristizabal López
Colombia
Solange Atabales Q
Chile
Sonia Sgambatti.
Venezuela.
Stella Calloni, periodista
Argentina
Susana Córdova Rodríguez – EDUMOVI
Chile
Suy Wong
Costa Rica
Tatiana Otto Golovina
Costa Rica
Temis Angarita Valencia
Colombia
Teresa Monardes
Chile
Valter Pinheiro
Brasil
Víctor Javier Velásquez Gil, Corporación Justicia y Democracia
Hoy todo demuestra que estamos ante una crisis sistémica. Crisis sistémicas hemos visto ya en la Antigüedad, con el Imperio Romano, la vimos con la descomposición de la Unión Soviética hace treinta años y la vemos también hoy ante nuestros ojos en Estados Unidos. Observamos, que rara vez se percibe el borde del acantilado, o incluso el fondo del abismo, antes de que éste se haya tragado un imperio entero y, aun así, tampoco se ve hoy. El ascenso y la caída de las civilizaciones es una tesis clásica que con la Gran Depresión del Siglo XXI toma nuevamente vigencia. Durante la depresión, los tres momentos: las relaciones sociales de producción, las fuerzas productivas y la conciencia de éstas pueden bien entrar en fuerte contradicción al interior de sí mismas. Este sistema de contradicciones se manifiesta a través del carácter crecientemente improductivo del capital financiero y la enorme dificultad de un retorno al trabajo productivo en el mundo en general, en primer lugar en los centros del poder.
Con la Gran Depresión del Siglo XXI se revelará, en otras palabras, un momento particularmente crítico del capitalismo. El capital financiero especulativo, basado en trabajo improductivo, se impone hoy más que nunca al trabajo productivo y aparentemente puja por llegar a los límites más extremos. En estos días estalló otra burbuja especulativa en la bolsa de valores y todo hace prever que podría ser la última. La pregunta central es si el capital podrá o no invertir, una vez más, esta relación y retornar al ámbito productivo con ganancias justo cuando el mundo entra en una Gran Depresión.
Este retorno, lo consideramos muy complejo y difícil. Por lo tanto, al no poder regresar y reconectarse al ámbito productivo, nos encontraremos no solo ante una crisis del modelo neoliberal sino ante la crisis sistémica del capitalismo mismo. Entonces, como podemos observar, la continuidad del capitalismo como sistema dependerá de sus posibilidades de retorno de las inversiones al ámbito productivo. Dicho de otra manera, a partir de una imposición dominante de la inversión financiera improductiva y especulativa por sobre la productiva sin una clara posibilidad de retorno, la racionalidad misma del capitalismo se encuentra en crisis. Incluso podríamos estar ante la inversión misma de esta racionalidad, basada en el crecimiento perpetuo, hacia otra civilización donde se reafirme tanto la vida humana como la de la naturaleza.
Crisis y transición en la historia a vuelo de pájaro
El ascenso y la caída de las grandes culturas en la historia se encuentran estrechamente vinculados con el tema del trabajo productivo e improductivo, sucede así también para el capitalismo. Una visión histórica nos permite una mejor mirada hacia nuestro futuro. El enunciado de que las relaciones existentes de producción se tornan en su desarrollo en una traba para el propio desarrollo de las fuerzas productivas, se manifiesta precisamente por el carácter improductivo del trabajo que pasa a predominar sobre el productivo en cada fase final de una civilización.
Los conceptos de trabajo productivo y trabajo improductivo trascienden entonces al propio capitalismo. Se presenta en todas las culturas de la humanidad, pero en el capitalismo adquiere una modalidad específica. El hecho que en el capitalismo podrá definirse el trabajo productivo específicamente para el capital, puede entrar en contradicción con lo que es productivo a nivel más general, es decir, más allá de las relaciones sociales de producción dominantes actuales. En otras palabras, aunque exista el concepto de trabajo productivo para el capital, lo anterior no quita que en el capitalismo continúe existiendo trabajo productivo en general. Esta concepción de trabajo productivo en general mejor se entiende a través de la historia, o sea, allende el capitalismo. La concepción de trabajo productivo en general es fundamental para entender la brecha creciente entre el capital improductivo y productivo.
A través de toda la historia, el trabajo productivo en general se asocia con el ascenso de las culturas, y el improductivo con su declive. El ascenso y el declive estratégico de las élites en el poder están en función de su propio carácter productivo en la historia, esto también es válido para esta etapa en el 2020. En cada crisis de un modo de producción, la élitese vuelve superflua por el carácter improductivo de su presencia, que adquiere y muestra en esa fase final. Hagamos a vuelo de pájaro un recorrido por la historia para entender mejor el concepto de trabajo productivo e improductivo más allá de las relaciones sociales existentes. Esta visión nos prepara mejor para analizar la Gran Depresión del Siglo XXI y sus posibles consecuencias.
Las grandes civilizaciones de la Mesopotamia, Egipto y la China antigua, así como las culturas precolombinas, todas ellas ven surgir y resurgir una dinastía tras otra a partir de la aparición de grandes obras de culto, que encuentran su base económica en las grandes obras productivas que las anteceden. Cada expansión de las obras hidráulicas significa un gran trabajo productivo con un fuerte ascenso en las fuerzas productivas sociales particularmente por la división de trabajo entre las comunidades de base y la comunidad dirigente en las obras productivas. Esta base productiva da pie a una expansión de obras de tipo ‘cultural’. Estas últimas, al distanciarse-y-perder la dimensión en relación con la base productiva, impactan contrayendo a esta última. Las obras (re)productivas reafirman el Bien Común y legitiman la división del trabajo entre las comunidades de base y la comunidad dirigente. Las hambrunas resultado de una desproporcional inversión en suntuarias obras de culto, deslegitiman esa división de trabajo, evidencian y potencian los choques de intereses y, por ende, suelen producir e impulsar las rebeliones de las comunidades de base contra las élites en el poder y en el gobierno.
Cuanto más suntuarias sean las obras de culto, más tienden a desarrollarse a costa de la base productiva y hacen manifiesto el carácter improductivo de la élite dominante. En una coyuntura semejante, la permanencia de la comunidad “superior” pone en peligro la base productiva de las comunidades. Sin embargo, la ausencia de la comunidad superior implica una ausencia también de la clase dirigente de las obras de infraestructura productiva. La desaparición de una dinastía improductiva es sucedida por otra productiva. La misma crisis de un centro de poder demanda uno nuevo, para restaurar y/o reiniciar las obras productivas ya existentes o iniciar otras nuevas. La consecuencia es una crisis cíclica del sistema imperante. La conquista de otros pueblos y su tributo, en trabajo (como comunidad subyugada) y/o especie, a la comunidad superior conquistadora pueda ampliar el espacio y el tiempo de la dominación, pero cuanto más alejados del centro de poder se encuentren éstos, más fácil será su rebelión, fenómeno muy bien estudiado para la era del esclavismo.
El trabajo improductivo es inherente e imprescindible en el modo de producción esclavista. En el régimen esclavista no existe ningún mecanismo natural para la reproducción de la fuerza de trabajo. Aunque haya existido la esclavitud por deudas, esta misma encuentra sus límites inmediatamente. La esclavitud por deudas, que sufren históricamente los propios civiles, tiene su límite objetivo: la amenaza de la reproducción futura de la mano de obra esclava. Para garantizarle a los amos la reproducción de los esclavos, existe la necesidad de una tercera clase social: los ciudadanos libres. La reducción a la esclavitud de pueblos conquistados es la única modalidad efectiva para mantener su ‘oferta’. Al no reproducirse biológicamente los esclavos, la demanda adquiere carácter permanente y con ello la guerra. La guerra en sí constituye un trabajo improductivo. La guerra resulta productiva a los ojos e intereses de los conquistadores, mientras sus costos son compensados con holgura por el botín de guerra y el reclutamiento de mano de obra esclava. Cuando se invierte la relación, el gasto de defensa manifiesta su carácter improductivo para el imperio.
Conforme el imperio esclavista se expande, la demanda de esclavos crece a escala ampliada. El costo de la guerra aumenta entonces, sin cesar. Una esclavitud a escala ampliada aumenta la base productiva y la prosperidad pero a la vez exige un proceso de conquistas en escala igualmente ampliada. Al acortarse la vida media de los esclavos por efectos de trato brutal, el retorno al campo de batalla se acelera. En medio de ello surge la necesidad objetiva de ampliar la tercera clase, ya que muchos suelen morir en los campos de batalla. En Roma, la ciudadanía se reproducía de manera artificial al otorgársele la ciudadanía a los pueblos conquistados que brindaron escasa o ninguna resistencia. La reproducción ampliada de la ciudadanía es vital para recaudar los impuestos y reclutar guerreros necesarios para la perpetuación de la guerra.
Conforme el imperio se expande en el espacio, las derrotas en el campo de batalla suelen ser más frecuentes, la afluencia de esclavos disminuye de cara a la demanda existente y su precio va en alza. Cuando el costo de la guerra supera crónicamente su beneficio, se manifiesta una crisis de reproducción de la relación esclavista. La única salida es promover la propia reproducción biológica de los esclavos. Para ello, sin embargo, se requiere que el propio esclavo tenga acceso a condiciones objetivas de reproducción de su vida: por lo general la tierra. Para eso hay que concederles libertad como personas. Aparecen así el liberto y el colono, y el esclavo tiende a desaparecer. De esa forma cambia en su esencia la racionalidad económica, lo mismo que la relación de explotación.
Durante el Feudalismo la mayoría de los siervos disponían de una parcela. En sus orígenes, se paga al señor una renta en trabajo. Con el crecimiento de la fuerza productiva más elemental, es decir, con la reproducción de la propia población, hay necesidad de crear pueblos nuevos. Bajo la conducción de los señores se realizan esas obras productivas en lugares más lejanos y menos accesibles. El paso de la renta en trabajo a la renta en especie está vinculado al desarrollo de estos pueblos nuevos más lejanos del burgo del señor. La renta en especie se da entonces a partir de la ampliación de la base productiva. Los señores cobran la renta en productos de fácil venta en otros lugares más lejanos. Los siervos más especializados en tareas de transporte obtienen mayor libertad del señor para moverse para la venta de productos especializados. Estos nuevos comerciantes se instalan fuera de los grandes burgos medievales, transformados con el tiempo en ciudades.
Los señores ya no suelen tener artesanos (siervos de la gleba) en su burgo para sus ropas y artefactos rústicos, sino los mismos artesanos se especializan libremente en los burgos más grandes. Nace la burguesía con su propia economía de artesanos (guildas) y pronto con su propio gobierno político. Con el desarrollo del comercio, los siervos en el campo se ven obligados de entregar cada vez más el tributo en forma de dinero, dejando el riesgo de una mala venta o cosecha en manos de los mismos. A partir de entonces son campesinos libres como persona para vender su producto al mejor postor.
Al pasar de la renta en especie a la renta en dinero, el rol de los señores feudales se torna cada vez más improductivo. La pequeña nobleza que vive de rentas más o menos fijas sufre las consecuencias de alzas inflacionarias a partir de la entrada masiva de oro latinoamericano en la economía de mercado. La venta masiva de tierras por parte de la pequeña nobleza se convierte en fenómeno común. Puede surgir así la gran explotación agrícola destinada al mercado y cuya producción se basa en la fuerza de trabajo asalariado. La nobleza que vive de rentas improductivas se encuentra cada vez más reducida y desconectada de la economía viviendo como rentistas improductivos. Como clase, en esencia, ya pasaron a la historia.
El gasto improductivo y militar en el capitalismo y el socialismo
Si la guerra es una actividad improductiva por su contenido lo es en el pasado, presente y futuro. En los tiempos nuestros, no solo la guerra sino también las armas producidas y empleadas en la misma lo son. Las armas producidas en un ciclo económico aparecen como producto y riqueza material pero no encadenan con el próximo ciclo productivo, y en el mejor de los casos no son utilizadas. El uso de las mismas más bien es un trabajo destructivo. En lugar de alentar el crecimiento de la economía civil, el gasto de defensa tiende más bien a limitar la expansión de la economía. La exportación de armas podrá beneficiar a su productor pero el comprador asumirá el gasto improductivo, en otras palabras y visto para las economías en su conjunto, sigue siendo un gasto improductivo.
Si el gasto militar, visto por su contenido, constituye un gasto improductivo, lo anterior será válido sin importar las relaciones de producción, ya sean pre-capitalistas (Imperio Romano), socialistas (URSS) o capitalistas (EEUU). En vez de alentar el crecimiento de la economía civil, el gasto de defensa tiende a la reproducción limitada. La capacidad distributiva interna del gasto militar mediante impuestos significa restar dinámica a los sectores de la economía civil. La transferencia de este gasto improductivo a terceras naciones mediante la exportación de armas o la obtención de pagos por la ‘protección militar’ ofrecida (OTAN), significa transferir el costo improductivo y una consecuente reproducción más limitada a terceras naciones en beneficio del país productor de armas y su complejo industrial y militar.
Ahora bien, EEUU y sus “aliados” europeos organizados en la OTAN contaban en los años ochenta, con más o menos 600 millones de habitantes, mientras la URSS bajo el Pacto de Varsovia no llegaba a 400 millones. El PIB de EEUU era el doble del de la URSS. EEUU pudo transferir sus gastos de defensa a terceras naciones, incluso más allá de sus socios del Pacto Atlántico, como fue el caso del tercer mundo latinoamericano. Mientras que Rusia que exportaba menos, a menudo ni siquiera cobraba a los suyos. Si EEUU invertía, por ejemplo, el 5% del PBI en la carrera armamentista, la URSS tendría que invertir el 10% y esto solo era posible al costo de debilitar más la economía civil, con austeridad y un consumo contraído. En el período de Reagan (1981-1989), el gasto de defensa norteamericano sube con respecto a 1980 (5% del PBI), llegando a 6,3% en 1986. En otras palabras si los EEUU gastaban más de 6% de su PBI en gasto de defensa, la URSS debería haber gastado más o menos 12%.
Para la URSS, la carrera armamentista, hasta cierto punto respondió a la necesidad de defender la reproducción de las relaciones socialistas de producción. La carrera armamentista en la Guerra Fría, sin embargo, también era una competencia sistémica, pero significó cada vez más una carrera de la URSS hacia una reproducción limitada en el campo civil de la economía. La asociación de China (1967-76) al Bloque capitalista y la guerra desplegada desde Irán-Pakistán-Afganistán sobre Rusia y cómo esto impacta incrementando los esfuerzos de la URSS para equilibrar el poder, no hizo más que agravar la situación. Desde 1967-73 ya no es contra EEUU solamente, sino con el Tri-continentalismo, también contra Europa, Japón, China, etc.
Las necesidades populares quedaron desatendidas y el proceso deslegitimado al interior. La Guerra Fría significaba para la URSS, la imposibilidad de un desarrollo sostenible y fue una importante causa de su decadencia estructural económica, social y política. Debido a la crisis económica y política, la Perestroika hizo su entrada y la nación se volcó hacia adentro para poder sobrevivir, que es cuando emergen las contradicciones internas con las repúblicas que habían quedado subordinadas al poder centralizado.
El complejo estratégico industrial-militar era el eje medular de la planificación centralizada. Con la Perestroika (o Reestructuración integral), la atención debería poder ser dirigida a incrementar la (re)producción civil y a adecuar a ella las relaciones sociales necesarias. Re-organizar la economía civil en función del crecimiento de la economía en su conjunto implicó descentralizar la toma de decisiones en materia de economía política en las Repúblicas. Al delegar así mayor autonomía a las repúblicas soviéticas, la Perestroika tuvo, como efecto no esperado, el fomento de sentimientos nacionalistas que fortalecieron los poderes locales en las repúblicas y con ello las empujaron hacia la separación del poder central. El rechazo a la planificación centralizada en torno al complejo industrial-militar condujo a la independencia de las repúblicas. La “caída” del Muro de Berlín simbolizó la desintegración del Bloque Socialista y con ello se sella la caída del socialismo real.
Con la caída del socialismo real, “todo” parecía indicar que el capitalismo era el único sistema posible para la humanidad, que por naturaleza parecía ser eterno. Esta perspectiva, impulsada por el estado profundo y expresado a través de un pensador reaccionario de Washington (Francis Fukuyama), significaba que se cerraba cualquier alternativa de desarrollo para los países del Sur. Teniendo como consecuencia su virtual subordinación al EEUU tri-continentalista, a sus corporaciones y a la OTAN. En este marco, es que el Consenso de Washington dio marco a la era de globalización neoliberal (1991) que hizo entonces su entrada con fuerza. EEUU se presentó como el glorioso triunfador de la Guerra Fría, pero en realidad ya el Consenso de Washington mostraba la poderosa fractura interna en EEUU, fruto de la puja entre grandes capitales por dominar el mundo, tema que abordaremos a continuación.
El imperio norteamericano
La dominación estadounidense de la economía mundial desde 1920 hasta 1960 se basó en su posición de gran productor, exportador y acreedor reflejado por su superávit en la balanza comercial con el mundo. Con superávit comercial en ese periodo y con sus grandes reservas en oro, Estados Unidos podía comprar y reconstruir las grandes industrias de Europa (Alemania) y Japón derrotados en las guerras, y de la América Latina periférica y dependiente subordinada a fuerza de golpes de estado y asesinatos de sus presidentes nacionales. En el periodo entre el final de la Segunda Guerra Mundial 1944 y 1950, cuando estalló la Guerra de Corea, EEUU acumuló más del 75 por ciento del oro monetario del mundo. Ese oro fue el respaldo para el dólar como moneda internacional de reserva desde Bretton Woods en 1944.
A partir de la década de 1960, su dominación provino de su posición deudora, es decir EEUU vivió más de medio siglo debiéndole al mundo. Su influencia como principal economía deudora del mundo fue tan fuerte como la que antes reflejaba su posición de acreedor neto. A partir de 1958, cuando el sistema de Bretton Woods se hizo realmente operativo, los países liquidaban sus operaciones de comercio internacional en dólares al mismo tiempo que esos dólares eran convertibles por oro para los bancos centrales participantes del sistema. Los países acordaron mantener tipos de cambio fijos, pero ajustables en circunstancias excepcionales, en el cual el dólar y el oro podían intercambiarse entre sí a un tipo fijo de 35,20 dólares por onza.
En los años sesenta las exportaciones sobre todo desde Alemania y Japón, que incluían las de las corporaciones multinacionales norteamericanas radicadas en Europa y Japón, sobrepasaban sus importaciones desde EEUU, lo cual hizo que disminuyeran su demanda de dólares, que más bien cambiaban por oro. La orden de presidente Nixon en agosto de 1971 fue cerrar la ventana de cambio de oro por dólares de los bancos centrales del mundo. En ese momento el Sistema Monetario Internacional se convirtió en un sistema de dinero fiduciario(o sea dinero sin respaldo en un bien tangible como el oro).
En 1974 el precio del petróleo se disparó por acuerdos entre los países de la OPEP. En ese momento, EEUU obtuvo un acuerdo con Arabia Saudita (principal productor de petróleo) que podía cobrar lo que quisiera por su petróleo, pero tenía que reciclar prácticamente todas sus ganancias netas en dólares, ya sea bajo la modalidad de compra de armas o mediante la compra de bonos del tesoro de EEUU. Luego, EEUU determinó que el precio del petróleo se define y paga exclusivamente en dólares. Los países que dependían de las importaciones de petróleo tenían que disponer de reservas en dólares (a menudo Bonos del Tesoro de EEUU) y los países con superávit comercial con EEUU se vieron obligados a aceptar bonos del tesoro (una especie de pagarés) de EEUU. Impusieron, en otras palabras, que el resto del mundo mantuviera sus superávits y ahorros en forma de préstamos a los Estados Unidos. Esta es una posición de rentista improductiva.
El país consume bienes de trabajo productivo de otras naciones a cambio de promesas de pago a futuro. Para mantener ese orden de las cosas EEUU, como verdadero imperio pudo incluso, a base de crédito externo, instalar bases militares (hoy en día 800) en 40 países. Los dólares que este gasto militar implicaba se los “prestan”, en buena medida, los países del mundo sin saberlo. Los países que no cumplen con el requisito de comprar dólares para el pago de petróleo corren el riesgo concreto de una invasión, como hemos visto en Irak y Libia por ejemplo.
Crédito Privado y privatización del Sistema Monetario Internacional
La expansión de la banca privada, a partir del crédito, se desarrolla después de 1965. Hasta esa fecha, el origen principal de los préstamos y créditos internacionales provino de organismos multilaterales (Banco Mundial, BID, etc.) o bilaterales. El dinero no es externo a la reproducción del capital y así como tampoco lo es el crédito. El crédito, sin embargo, permite la reproducción temporal de la ganancia sin que se reproduzca el capital productivo. En este sentido, el acto de préstamo en dinero se distingue del crédito. El préstamo es el empleo de un capital monetario previamente reunido a partir de riqueza creada en el pasado y atesorada, y a menudo depositada en un banco (Banco Comercial), para poder crear mayor riqueza en el futuro. El crédito, en cambio, es un título o derecho sobre la propiedad de mercancías futuras a generar con trabajo futuro.
La expansión del crédito sin ahorro previo y sobre la base de deuda, significa creación de dinero que no garantiza una inversión productiva a futuro. El surgimiento de la Banca de Inversión privada fue clave para este desarrollo. La banca privada de inversiones se especializa en (crédito para) fusiones y adquisiciones, y en obtener dinero para que las empresas privadas puedan realizar todo tipo de inversiones, productivas o no. El carácter improductivo (ficticio) de la acumulación sustentada por el crédito llega a primer plano, cuando la cuasi-validación de la ‘plusvalía’ se afirma en una acumulación de títulos o derechos sobre el trabajo futuro como, por ejemplo, en seguros contra oscilaciones en tipos de cambio en la compra y venta a futuro o en cambios de tipos de interés sobre deudas a plazo.
Las acciones de una empresa son títulos que en principio reflejan el capital (valor de equipo y maquinaria en libros contables) realmente invertido en una empresa. El capital accionario es ficticio, ya que no se puede contar dos veces el capital, al contabilizar también el capital real (maquinaria, edificios, etc.) de una empresa con su valor en libros. La recompra de sus propias acciones por las grandes corporaciones aumenta el precio de las mismas en la Bolsa de Valores pero no así el capital realmente invertido con su valor en libros. Las acciones constituyen más que todo un derecho a participar en las ganancias futuras de la empresa. Si es invertido en expansión y desarrollo de la economía real es respaldado por capital real. La emisión de bonos del Tesoro para financiar desarrollo de infraestructura es una inversión productiva, pero para ir a la guerra dicho trabajo no crea riqueza a futuro. Por lo tanto, es capital ficticio.
Recién a partir de 1965, la Banca Internacional Privada comienza a operar realmente en el mercado internacional con una notable expansión del crédito no controlado por los gobiernos y tuvo su desarrollo precisamente cuando la tasa de ganancia tendía a la baja en la economía real. En un primer momento esta expansión surge a partir de las inversiones extranjeras directas (IDE) en la esfera productiva. El desarrollo de las IDE productivas genera un creciente flujo financiero privado más allá de las fronteras. En 1964, tales créditos no representaban más del 20% de las reservas internacionales, magnitud todavía perfectamente controlable por la banca central nacional. En 1970, estos créditos representaban ya el 70% de las reservas internacionales y la especulación aumentó con ello.
Al perder los bancos centrales el control sobre los créditos privados internacionales, observamos una creciente inestabilidad monetaria que culmina a partir de 1971, cuando se impone la no-convertibilidad del dólar en oro. En 1975, los créditos internacionales superaban ya las reservas internacionales, y en 1980 más que duplicaba el nivel de esas reservas. En los años noventa, las reservas de los especuladores resultaban ilimitadas frente a las reservas internacionales oficiales. A mediados de los noventa, la economía financiera en su conjunto manejaba 50 veces más dinero que la economía real. A partir de entonces, podemos decir que la banca privada transnacional de hecho gobierna en el mundo.
En el periodo que va de 1970 a 1990, el volumen de las deudas de la banca privada internacional se multiplicó por doce (12) y el de los créditos bancarios transnacionales a destinatarios no bancarios por treinta y dos (32) veces. Las reservas internacionales se han vuelto ridículas a la par de la fuerza alcanzada por el “dinero privado” en manos de banca transnacional. Las autoridades monetarias de los países (Bancos Centrales) ya no tienen ningún poder para defender su tipo de cambio frente al “libre juego” del mercado y la especulación. El sistema monetario internacional se ha tornado transnacional privado, especulativo e inestable. En este sistema monetario privado (de la banca transnacional) domina el imperio del dólar (petro-dolar) ya que la especulación se efectúa en dólares.
Del Crédito Norte-Norte en la Triada al Crédito Norte-Sur
En la disputa por el mercado mundial, las IDE (Inversiones Extranjeras Directas) originan tejidos de propiedad más allá de las fronteras. A partir de ello se reestructura la producción y distribución de bienes y servicios cada vez más entre Corporaciones e Instituciones Financieras Privados transnacionales y cada vez menos entre naciones.
Del flujo de las IDE que tuvo lugar hasta 1990, el 75% tuvo lugar en la triada tricontinental de EEUU, UE y Japón, y solo un 20% fluyó hacia los países periféricos. En cada país, el 1% de los consorcios-corporaciones de origen local detentaba el 50% del stock de las IDE de ese país en el exterior, que se dirigieron sobre todo a fusiones y adquisiciones, o sea, hacia actividades improductivas pero muy rentables. A raíz de las fuertes inversiones extranjeras directas (IDE) en los diferentes polos de la Triada se desarrolló progresivamente un comercio intra-corporativo, revelando cada vez más una cadena de producción (cadenas de valor) con planificación privada a nivel planetario. Las corporaciones se transforman en grandes Multinacionales Tricontinentales con múltiples filiales distribuidas en todo el mundo.
La disputa por el reparto del mercado mundial restante comenzó en los años ochenta dentro de la Triada. A finales de la década, Japón emergió como la potencia victoriosa en Asia Oriental a costas de Estados Unidos sobre todo, hecho que generó fricciones entre ambas naciones no solo a nivel de comercio sino también para la inversión extranjera. En la primera mitad de los años noventa comienza el neoproteccionismo al interior de la Triada. Se constituyen los bloques económicos regionales (la Unión Europea y el NAFTA) y disminuyen las IDE entre los bloques de la Triada. Comienza el flujo de las IDE Norte-Sur. La desintegración (Perestroika) de Unión Soviética permitió, sin mayores reparos políticos, llegar a un nuevo reparto del mundo entre las Transnacionales de los Bloques Económicos centrales. La expansión de la IDE se reorienta hacia la periferia, en cuyo proceso EEUU toma el liderazgo. A partir de este momento se observa un doble movimiento, neoproteccionismo en el Norte, los países centrales “van” dejando lugar a las transnacionales globales que los relegan, y la apertura simultánea y forzada del Sur, la periferia emergente.
La subordinación del mundo entero al Capital Transnacional Global
El traslado deliberado de capacidades productivas hacia China se inició en la década de los ochenta del siglo XX, cuando Japón realizó un firme proceso de reconversión industrial. Esta iniciativa comenzó con la subcontratación en países de bajos salarios, básicamente en el Este de Asia, de actividades manufactureras intensivas en fuerza de trabajo y tecnológicamente estandarizadas. El primer grupo de países que se benefició de este proceso fueron las nuevas economías industrializadas del Este de Asia (NEIS): Hong Kong, Singapur, Corea y Taiwán; más tarde, también Indonesia, Filipinas, Tailandia y Malasia; y luego en China y Vietnam.
La causa de la ’sorpresiva’ crisis especulativa en el sudeste asiático de 1997, no reside en Asia ni en algunos especuladores sin escrúpulos, sino en la guerra económica mundial que estalló entre las grandes corporaciones multinacionales y transnacionales globales. La crisis monetaria comenzó un tiempo antes de Hong Kong, con un ataque aparentemente aislado contra la moneda tailandesa. Los especuladores desestabilizaron su moneda, y la misma situación se dio en Malasia y la podemos observar obviamente también en América Latina. La explicación es que a EEUU le convenía la crisis en esta región asiática para subordinarla al Fondo Monetario Internacional. El objetivo fue poder luego penetrar con las transnacionales globales de origen norteamericano sus mercados, desplazando a las multinacionales japonesas sobre todo. Es el final del milagro económico japonés 1997-1999. Es este el momento en que entró en escena un capital global, que empieza a hacer de todos los países del Sur “neo-colonias emergentes”.
Finalizada la Guerra Fría, era de suponer que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) perdiera su función y que desapareciera. Sucedió todo lo contrario. En 1999, la OTAN inició una intervención militar contra la ex república de Yugoslavia, sin consulta previa del Consejo de Seguridad de la ONU. Este hecho inauguró una nueva etapa en la historia de las relaciones internacionales y fue el principio de un nuevo orden internacional. La OTAN acompañará el proceso de globalización económica de las transnacionales globales. Porque requería ser completada con un proyecto estratégico global en materia “geopolítica” para “limitar” estructuralmente las soberanías nacionales de todos los países. La guerra de Kósovo fue la oportunidad para ello y la OTAN fue esencial en esa tarea. A partir de entonces los gobiernos del mundo, incluyendo a EEUU, se subordinarán a la voluntad impuesta por las Transnacionales Globalistas.
En la primera mitad de los años noventa, se observa un creciente flujo de las IDE productivas hacia la “periferia”, a la par que se da un freno brusco al flujo Norte-Norte. Las IDE en Asia se concentran, aunque no exclusivamente, en la industria orientada a la exportación y constituye en este aspecto, un complemento de la inversión a partir del ahorro interno en el sector industrial, especialmente en China. Ambas inversiones juntas permitieron hacer crecer al sector entre un 10% (Corea del Sur) y un 20% (China) al año. Esta tasa de crecimiento sin igual revela que el ascenso de la economía china no dependía en alto grado de las Inversiones Directas Extranjeras, como a menudo se interpreta en Occidente, sino que tenía también un fuerte desarrollo interno previo desde la década de 1970, como ya hemos señalado (Dierckxsens y Piqueras, 2008). Este empuje de la inversión a la economía real desarrolló una nueva locomotora de la economía mundial, que acrecentó de manera excepcional sus exportaciones baratas en el periodo 1979-1992, especialmente hacia Estados Unidos. Y luego se tornarán en conglomerados cada vez más avanzados tecnológicamente.
La batalla entre grandes capitales globalistas y continentalistas
El capital financiero global opera ya por sobre las naciones, las centrales e incluso por encima de EEUU. Y en concreto lo hace desde los centros financieros de Wall Street, el de la City de Londres para la región europea y la City de Hong Kong para Asia Oriental, China en particular. El banco central, y la City Financiera en cada país, emergen como la nueva institución y como el poder paralelo a los históricos gobiernos nacionales democráticamente electos, así como los golpes de mercado financiero ocupan el lugar de los golpes de estado militares. Al manejar esta escala global transnacional, dicha fracción del gran capital financiero disputa su espacio a costa del capital financiero multinacional en los diferentes Bloques Económicos (Unión Europea, 1993 y NAFTA, 1992). La proyección defensiva de la gran banca multinacional se da desde EEUU y Alemania delimitándolos como Continentalismos.
Cuando Clinton deroga la Ley Glass Steagal en 1998, o sea, cuando se fusionan la Banca Comercial (sobre todo continentalista) con la banca financiera (sobre todo globalista), el continentalismo recibe un golpe duro e inicia su fase de declive estratégico. La derogación dio lugar a un período de mega-fusiones. Los nuevos seis bancos de mayor importancia (sobre todo globalistas) aumentaron sus activos del 20% del PIB en 1997, a más del 60% del PIB en 2008. A partir de ello, la gran banca global transnacional abre el enfrentamiento desigual contra la gran banca multinacional continentalista de EEUU como país central.
La banca global transnacional (Citygroup, HSBS, Barclays, Lloyd’s, ING Bahrings, Santander, etc.) proyecta instaurar poder global desde la red de cities financieras transnacionales como forma dominante y a costa de los megabancos multinacionales continentalistas (JPMorgan-Chase, Bank of América, Goldman Sachs, entre otros) con sus corporaciones multinacionales relacionadas sobre todo con el gran complejo industrial militar, el Pentágono, y el poder político en Washington. En 2001, esta fracción responde con un ataque defensivo con la demolición de las Torres Gemelas en Nueva York, en tanto asiento del World Trade Center (centro del comercio financiero global). La confrontación es seguida en 2008 por otra ‘caída provocada’, la del Lehman Brothers banco de inversiones que era controlado por Citygroup globalista.
A pesar de ello, el globalismo avanzaba y el continentalismo seguía replegándose a la defensiva, lo cual se observará sobre todo con el presidente Globalista Obama en la presidencia de EEUU y con Hillary Clinton como Secretaria de Estado desde enero de 2009. Es desde entonces que la Reserva Federal (globalista) comienza con sus iniciativas de legitimar la política de “emisión de dólares sin respaldo en la economía real”, desplegadas por la Gran Banca globalista desde el Reserva Federal (Fed) para rescatar a sus propias bancas.
Los globalistas se enfrentan a una Nueva Formación Social multipolar
En el nuevo milenio, se observa el ascenso constante de la participación de EEUU, y en menor medida también de la Unión Europea, en la inversión extranjera directa (IDE) en China a costa de Hong Kong, Taiwán y Japón. Microsoft ya entró en el mercado chino en 1992 y luego entraron otros gigantes, particularmente aunque no exclusivamente, las corporaciones tecnológicas de la información y comunicación como Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft (GAFAM), juntos con Netflix, Intel, Oracle, IBM, Qualcomm, PayPal, Cisco, entre otros. A la par de las transnacionales globales, se desarrollan también los gigantes conglomerados nacionales de China (Pekín).
Hace años que China compite en casi todos los sectores de alta tecnología con las empresas globales procedentes de Estados Unidos. A principios de este milenio, Estados Unidos exportaba tres veces más que China en productos tecnológicos a los mercados mundiales. Con el tiempo, sin embargo, Estados Unidos se convirtió en un importador masivo de productos tecnológicos hechos en China que antes producía en su país, generando una balanza comercial cada vez más negativa.
Desde 2010, Pekín asumió el liderazgo de las exportaciones, superando a las transnacionales ‘norteamericanas’ en renglones como información y comunicación. Asimismo, acaba de igualar las ventas de instrumentación científica y está cerca de emparejar las ventas de plantas de generación de energía. Hoy Pekín es uno de los fabricantes más grandes del mundo de productos de alta tecnología como robots industriales, chips y máquinas herramienta. Los titanes estadounidenses ven cada vez más complicada la competencia con los gigantes chinos.
Durante la última década, la IDE de Occidente muestra una tendencia al estancamiento en el ámbito productivo que se atribuye a la baja de la tasa de ganancia de la IDE en la economía real. A partir de 2008, las IDE de las Transnacionales globalistas se dedican cada vez más a la recompra de acciones propias. Después de la crisis global de 2007-08, más bien hay una aceleración de los volúmenes de las IDE (Inversiones Extranjeras Directas) de China hacia el mundo que revela la decisión de la internacionalización de empresas chinas, el aumento de la inversión china en la economía de otros países como decisión estratégica. Lo anterior mucho tiene que ver con el desarrollo de un sistema de instituciones financieras diferentes al de Bretton Woods y la denominada Nueva Ruta de la Seda –NRS-.
Fuente: UNCTAD, Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2019
Gráfico:
Entradas de inversión extranjera directa y tendencia subyacente, 1990-2018 (Índice 2010 = 100)
Esta iniciativa de la NRS está asociada a las políticas de inversión regional de “Ir al Oeste”, en el propio territorio chino, y ha evolucionado hasta incluir acuerdos y proyectos de conectividad por construcción de infraestructura con Europa, Asia, África y América Latina, principalmente en energía, alimentos, minerales y transporte comercial. La NRS incluye acuerdos con organizaciones ya establecidos entre China y otros países hacia un mundo multipolar. El proyecto de inversión es de enorme magnitud de recursos en más de 60 países, así como acuerdos bilaterales y multilaterales de inversión y cooperación. Lo anterior mucho tiene que ver con el desarrollo de un sistema de instituciones financieras diferentes al de Bretton Woods como el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), una moneda de reserva internacional (el Petro-Yuan-Oro) y una Cripto-Moneda.
Hacia una Perestroika en EEUU
En el cuadro geopolítico reciente, tenemos que las fuerzas del capital financiero globalizado procuran imponer un Nuevo Orden Económico con un Estado global sin fronteras ni ciudadanos, con otro sistema monetario internacional basado en la cripto-moneda, Libra, de Facebook (GAFAM Globalistas). Este proyecto implicaría el desplazamiento del petro-dólar como moneda internacional de referencia, “reduciéndola” a la categoría de moneda nacional, lo que significaría el fin del imperio norteamericano continental y tricontinental. Sería un Estado global con una fuerza militar propia basada en la OTAN-Globalista. Sin embargo, para poder imponerlo mundialmente tendrían que poder subordinar primero a China y Rusia a su esquema, hecho que no sería posible sin un conflicto militar.
No solo las fuerzas globalistas quieren otro sistema monetario internacional, también lo quiere el proyecto multipolar de China-Rusia-India-Sudáfrica-Sudamérica. China es el principal acreedor de EEUU que se manifiesta en el enorme déficit en la balanza comercial y de pagos de esta última nación. Desde 2013, China ha parado de acumular bonos del Tesoro norteamericano e incluso ya empezó a disminuir su tenencia. Para China (y Japón) está claro ya que EEUU no va a poder pagarles su inmensa deuda. Para reasegurarse contra esa pérdida, China desde hace años está comprando oro con Bonos del Tesoro, al igual que Rusia y otros países de la Nueva Ruta de la Seda. El dólar pierde cada vez más su papel de moneda de reserva y de intercambio internacional. Cuando sucede, el precio del oro se dispara en términos de dólares. Lo que China pierde por los bonos devaluados lo gana con el aumento de precio del oro.
China y Rusia junto con otros países de la Nueva Ruta de la Seda, apuestan por un sistema monetario internacional multipolar con naciones soberanas, donde opere el dólar pero ya como una moneda más a la par del Yuan con soberanía, es decir sin subordinación.
La fracción conservadora de los Republicanos, continentalistas, se ha aferrado al dólar como moneda internacional de cambio y reserva a la fuerza para poder sostener su proyecto de ´Otro Siglo Norteamericano´. Halcones como Tillerson y Bolton, han tenido que dejar el gobierno por tratar de imponerse por la fuerza bruta. Procuraban mantener el precio de petróleo alto para así mantener elevada la demanda de petrodólares. Para lograrlo han estado asfixiando a grandes productores de petróleo como Venezuela e Irán. Han asfixiado a estos países mediante el bloqueo de transferencias interbancarias internacionales (vía el sistema SWIFT). Fueron también estos dos países los que más claramente se alinearon con Rusia y China a favor de la desdolarización en el pago del petróleo.
Rusia, finalmente dio un golpe de gracia al petrodólar al romper el acuerdo de la OPEC+1, con el objetivo empujar la oferta de petróleo hacia arriba y el precio hacia abajo, lo que fue un golpe duro y tal vez terminal a la explotación costoso de petróleo de esquisto en EEUU, que ya está en situación de bancarrota. Más importante fue el golpe de gracia que dio al propio petrodólar como moneda internacional de cambio. Hasta Arabia Saudita dejo de vender su petróleo en dólares mientras Rusia y Alemania aseguran su posición común para que el Gas Natural de petróleo de Rusia alimente a la Unión Europea. China, Rusia y los países de la Nueva Ruta de Seda, avanzan des-dolarizándose. El Yuan-multipolar aparece cada vez más como moneda de intercambio internacional. China y Japón también intercambian sus productos y servicios por fuera del dólar. Está cada vez más claro que la era del dólar está en sus últimos momentos antes de pasar a ser historia.
Cuando el dólar ya no juega como moneda de intercambio general, los países importadores de petróleo ya no se preocupan por tener dólares (bonos del Tesoro) en reserva para tal fin. La demanda de dólares se reduce y cada vez más países se están deshaciéndose de dólares y con ello acaba una fuente de crédito importante para EEUU. Sin este crédito, no hay posibilidad de mantener tantas bases militares (800 en 40 países) en el mundo, ni tampoco motivos de quedarse en Medio Oriente para defender el petrodólar. Las bases militares ya no tienen mucho por hacer en el Medio Oriente y el gobierno de Trump considera el desmantelamiento de las mismas. Se ha tornado un gasto improductivo para EEUU ya que no genera beneficios indirectos.
Al perder espacio el petrodólar como moneda de intercambio y al disminuir la tenencia de Bonos del Tesoro en manos de extranjeros se acaba el crédito externo, no solo para el complejo industrial y militar. Estados Unidos, sin embargo, no depende totalmente de entradas de capital extranjero para cubrir sus déficits. Cuando los rendimientos de los bonos estadounidenses y globales colapsaron durante el pánico bursátil en marzo de 2020, la Reserva federal realizó una “expansión monetaria sin límites”, lo que significa un paso más que lo acerca al colapso del precio del dólar y de las monedas fiduciarias en general. Aquí comienza la aparición de las cripto-monedas como alternativa como veremos
La Guerra de ´Big Data´ en 2020
Las tecnologías 5G, con híper-velocidad e interconectividad de dispositivos y sus datos en tiempo real, cobran una importancia medular en el Capitalismo de ‘Big Data’ de las corporaciones transnacionales como Facebook, Apple, Microsoft, Amazon y Google (Big Five: GAFAM) con otras empresas globalistas como Netflix, Paypal, IBM, etc. Las ´Big Five´, en conjunto, representaban, a principios de 2017 el 11.5% del valor de las acciones de Standard & Poors (SPX), finales de 2019 ya un 17,4% y en abril de 2020 incluso el 25% y con ello pueden ejercer una influencia muy grande en la manipulación del mercado bursátil. En 2019, el top 34 en la Bolsa de Nueva York (Standard & Poors) obtuvo una ganancia media de 26.8% y las ´Big Five´ obtuvieron en promedio 47.6%. Son las corporaciones que más se han beneficiado de los programas de expansión monetaria de la Reserva Federal en estos años.
Con todo, las Big-Five no han podido alcanzar el liderazgo en 5G frente a China. La pugna por el liderazgo en el 5G es una pugna por la dominación en el terreno del Grandes-Datos (Big-Data), estos son los verdaderos motivos que subyacen en la guerra comercial que Washington mantiene con Pekín, porque quién controle la red 5G controlará la producción de los Grandes-Datos (Big-Data) y luego, el proceso de la producción social, económico, político e ideológico-cultural. Y la empresa china Huawei ha tomado la delantera en el desarrollo 5G y el ´Big Data´. De consolidar su posición actual, Pekín (Beijing) bien podría “direccionar” el futuro de la humanidad, al contar con el poder para impulsar y sostener una transición hacia el multipolarismo. Que implicaría un diálogo pluriversal de naciones soberanas unidas. Presupondría un poscapitalismo financiero, objetivo que se contrapone particularmente a los intereses globalistas financieros que plantean una coordinación de Cities-Financieras con centro en una oligarquía financiera global a partir del banco central de los bancos centrales –Banco de Basilea (BIS)-.
Los actores financieros globalistas con sus políticas vinieron construyendo desde 2018-19, desde la Reserva Federal de EEUU, el escenario de una crisis de “recesión con depresión” en la economía norteamericana y más allá. Fue Apple quien primero encendió la alarma, al decir que sus ganancias esperadas estaban en caída, y muy probablemente fue quién tomó la iniciativa de poner en venta sus acciones en coordinación con las ´Big Five´. Con ello inició la caída en la bolsa de valores, justo en el momento que la crisis por “terror al coronavirus” ya “estaba iniciada”.
Los grandes medios de comunicación globalistas (CNN, BBC, Deutsche Welle, Washington Post, New York Times, AP, UPI, etc.) responsabilizaron de la crisis bursátil al Coronavirus –Covid19- (aunque la crisis bursátil se haya iniciado antes) y han logrado que la OMS declare el estado de pandemia mundial. Todo parece indicar que aquí hay intencionalidad de provocar un ambiente de pánico y crisis total ´cerrando la economía´ no solo en torno al virus, sino atribuyendo la misma al Coronavirus. Se consideró al Covid-19 como la causa de la crisis bursátil y de la consecuente depresión económica.
Luego de la mayor caída en el valor de las acciones de las GAFAM a sus mínimos históricos, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció, junto con la Secretaria del Tesoro (Min-Economía), que adquiriría de forma ilimitada bonos del Tesoro para sustentar los mercados financieros, como respuesta a la crisis sistémica. Continuaron los estímulos, pero la toma de decisiones ya no se circunscribiría solo a la Fed sino también debería incluir a la Secretaría del Tesoro (Mnuchin con vínculos históricos con Goldman Sachs), y la influencia directa del presidente mismo. Solo las muy grandes corporaciones (Too-Big-To-Fail), las GAFAM principalmente, se beneficiaron y sus acciones subieron un 10%. Mientras muchas empresas que cotizan en Standard & Poors 500 (S&PX) no recibieron nada, por ello sus acciones bajaron un 13%, como puede verse en el gráfico siguiente.
GAFAM al alza y las demás empresas de S&P a la baja en S&P500
¿Por qué sólo las GAFAM? Porque las GAFAM conforman el complejo de Inteligencia Artificial capaz de organizar y motorizar la guerra económica comercial y monetaria, política, cultural, técnico-militar y estratégica a nivel mundial desde las transnacionales capitalistas y disputar con la IA del complejo BRICS multipolar pluriversal que llevan la delantera.
Hacia una situación pre-revolucionaria
El año 2020 inaugura una nueva Gran Depresión económica más amplia y más profunda a nivel mundial como nunca antes. Si no existen condiciones para volver a estimular la inversión ´productiva´ para el capital (al no invertir sin expectativa de ganancia), no habrá salida de la crisis, sin cambio de sistema económico. En otras palabras estamos ante una crisis sistémica. La inversión en el ámbito especulativo, redistributivo e improductivo (como la re-compra de las acciones propias con crédito prácticamente gratuito) fomenta la concentración de capital en cada vez menos Corporaciones. Todas estas inversiones improductivas no generan nueva riqueza, ni amplían el mercado total, ni fomentan el crecimiento, sino que fomentan solo la progresiva concentración de capital e ingreso en cada vez menos manos.
Durante el período de posguerra, la inversión estaba muy amarrada al proceso productivo mediante todo un arsenal de regulaciones económicas. La tasa de ganancia descendente en la esfera productiva hacia finales de los años sesenta, hizo surgir el neoliberalismo que liberó los flujos de capital de esas trabas. En década del ‘70, el capital financiero podía deshacerse de los amarres en la inversión productiva y se hizo cada vez más improductivo. La concentración de capital hacia actividades improductivas (fusiones, adquisiciones, etc.) restaba fuerza al crecimiento económico. La única forma de acumular, cuando la riqueza total no crece es desarrollar una batalla por el reparto de la misma y con ello se desarrolla el conflicto entre grandes capitales, no solo entre países sino también al interior de ellos e incluso al interior de EEUU. Seguir con la acumulación a partir de este mismo esquema en forma cada vez más agresiva, provoca una espiral de decrecimiento económico, hacia la recesión mundial, o sea, provocando una reproducción limitada.
La paradoja de una crisis de productividad a partir de la innovación tecnológica, no tiene otra solución que regular en forma planificada la vida media de la tecnología, reduciendo la velocidad de la sustitución de la misma en los países centrales y declarar a la vez, la propiedad intelectual como patrimonio mundial. En vez de recurrir a ello se desarrolla una gran guerra entre capitales cada vez más grandes y la batalla central se desarrolla al interior de EEUU.
En esta batalla por el mercado mundial, la participación de las 200 empresas transnacionales (TN) en el Producto Mundial Bruto pasó del 17% en 1965 a más del 35% en el año 2000, en tanto que el conjunto de las TN habían acaparado al final de ese período más del 50% de dicho producto. En mayo de 2020, las BIG FIVE (Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook) tenían un capital conjunto de 25 billones de dólares, o sea, el 12% del PIB mundial de 2019. También tenían para mayo de 2020, el 25% del capital accionario de la bolsa de valores de Nueva York (S&P500). El triunfalismo de los capitales más poderosos en un mundo donde la mayoría eran perdedores, hace aumentar la cotización de las acciones en la bolsa de los triunfadores y los mismos se dedican a la re-compra de sus propias acciones, en medio de una caída bursátil, a partir de acceder al crédito sin límite que reciben de la Banca Central -Fed- a intereses hasta negativos, en términos reales.
La guerra por el mercado mundial se ha tornado total, principalmente en EEUU. Aquí observamos a las diferentes fracciones de gran capital en disputa: el capital financiero unipolar globalista enfrentado a “muerte” contra el capital financiero unipolar continentalista. Ya habíamos visto situaciones similares en las llamadas: “caída” de las Torres financieras Gemelas en setiembre de 2001 y “caída” del Lehman Brothers en septiembre de 2008. Las bancarrotas se provocan entre los grandes capitales en disputa, ni hablar en las empresas nacionales pequeñas, medianas y grandes. El colapso de la madre de todas las burbujas (de hipotecas, de préstamos de autos, de tarjetas de crédito, de deudas empresariales y gubernamentales, etc.) si no estalla antes de las elecciones en noviembre de 2020, será a principios de 2021.
Existía la expectativa que al otorgar crédito, mediante la expansión monetaria sin límite coordinada entre la Fed y el Tesoro (gobierno de Trump), la articulación entre el gran capital no-globalista (JPMorgan, Goldman Sachs, Bank-of-America, Warren Buffet, entre otros), la Secretaria del Tesoro y el Gobierno de EEUU podrían forzar la situación y consolidar un reposicionamiento como dominantes en el Complejo Estratégico de Inteligencia Artificial[1] -IA- angloamericano. Esto lo harían “comprando” las acciones GAFAM[2], a través de la expansión monetaria ilimitada.
En el último trimestre del 2019, los bancos centrales se estaban quedando sin ´municiones´ para controlar la oferta monetaria y la economía. La hora histórica exigía que el banco central abandonase su independencia y que se reuniera la política monetaria de la Fed con la política fiscal de la Tesorería. Se le otorgó, sin comunicación alguna en los grandes medios globalistas, a BlackRock un contrato sin licitación en virtud de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica de Coronavirus (Ley CARES) para desplegar un fondo provisional de $ 4 billones en crédito de la Reserva Federal y casi medio billón del Tesoro, para convertirse en la «cuarta rama del gobierno». Administrando, a solicitud del banco central y la Tesorería, los controles del dinero creado a través de la expansión monetaria (Ellen Brown, Global Research, junio de 2020). Es preciso saber que BlackRock es una empresa globalista de gestión de inversiones estadounidense cuya sede central se encuentra en Nueva York (con lazos originarios en la City de Londres). Es considerada como la mayor empresa de gestión de activos (fondos de pensiones, etc.) del mundo, con activos bajo gestión valorados en más de 5,1 billones de dólares. Cuatro ejecutivos de BlackRock, liderados por el ex director del Banco Nacional Suizo, presentaron una propuesta para un restablecimiento económico puesto en práctica el 23 de marzo de 2020. Que en sentido estricto, lo convirtió en la «cuarta rama del gobierno», como señala Ellen Brown. Por el momento podemos considerar este hecho como un golpe de estado del Globalismo (BlackRock) que lo fortalece y reposiciona frente al Continentalismo (JPMorgan- Goldman Sachs,-Bank-of-America-Warren Buffet) y a los nacionalistas (Trump).
En este entorno se presenta la convocatoria hecha por Putin a reunirse con motivo de los 75 años de resolución de la Segunda Guerra Mundial, que empieza en la crisis financiera sistémica de 1929-44 y concluye con la derrota del Nazismo. Entonces los líderes mundiales del capitalismo financiero (Estados Unidos e Inglaterra) dejaron abiertos todos los “márgenes” para que el Nazismo “avanzara militarmente”. Por ello, Putin remarca con la convocatoria a Trump, y a los líderes de las otras grandes potencias nucleares (China, Gran Bretaña y Francia), que significa una reunión de no-globalistas y no es un hecho casual que remarque que si se actúa de buena fe y comprometidos con la Paz. Las salidas vía la guerra militar o financiera no tendrán márgenes para avanzar. Seguramente, en las próximas semanas o meses podremos observar cómo sigue la trama de este conflicto en Estados Unidos entre las grandes facciones de capital, en las calles y en político-institucional.
Bajo la expansión monetaria sin límite, era de esperar una inyección programada de liquidez (expansión monetaria –EQ-), que hiciese subir las “acciones de las corporaciones de punta” (GAFAM) de tal manera que éstas alcancen de pronto un 40% del total del capital accionario del panel de S&P. Si tenemos en cuenta que éstas tenían apenas el 11% hace solo tres años atrás, queda clara la batalla por el “control accionario” sobre el Complejo Estratégico de IA se hace observable concretamente en el terreno de la economía. El hecho que hacia finales de junio hayamos observado una política de contracción monetaria de la Fed en vez de su expansión, implica que hay bancarrotas y un nuevo colapso bursátil. Los activos de mayor riesgo en la Bolsa de Valores continúen bajando durante el período que va de junio en adelante. Y su caída implicaría un colapso del sistema bancario.
Ya se anuncia que no habrá una recuperación económica con forma V. En la última semana de junio, Apple anunció cerrar muchas de sus ´tiendas´ debido a la segunda ola del Covid-19 (primordialmente en estados con gobiernos Demócratas, donde las tasas de desempleo y las de mortalidad por Covid-19 son las más altas). Inmediatamente cayó el precio de sus acciones, al igual que las de Facebook. Observaremos si se presenta, en medio de la profundización de la Gran Depresión, la coyuntura en la cual el gobierno de Trump, ante el Estado de Emergencia de la Nación y la urgencia de una nueva expansión monetaria monumental para salvar la banca, logre avanzar en comprar directamente acciones de las corporaciones, particularmente las GANFAM (N de Netflix) de la IA, con o sin autorización del Congreso. Cada vez menos corporaciones y bancos tendrán acceso a los dólares de la expansión cuantitativa sin límites. Una situación de concentración de capital en tan pocas corporaciones acentuará la situación pre-revolucionaria.
Lo que está sucediendo ante nuestros ojos es una de las mayores transferencias de riqueza de la historia a unas cuantas corporaciones bien identificadas y que se cuentan con los dedos de las dos manos. Mientras las pequeñas, medianas y grandes empresas nacionales entran masivamente en bancarrota al tiempo que más de 47 millones de trabajadores estadounidenses han presentado ya solicitudes por desempleo. Parecen existir las condiciones objetivas para que los movimientos e izquierdas radicalizados “pudieran impulsar” la reivindicación “por la nacionalización de los Big Five del complejo globalista de Inteligencia Artificial” en Estados Unidos[3], exigiendo un control democrático ciudadano-popular, es decir su base política histórica. El silencio de la “izquierda” (en el Partido Demócrata: Sanders, etc.), así como de los grandes complejos comunicacionales, sobre las actuales «transferencias abismales de riquezas» de Wall Street no parecería ser un accidente.
Las fuerzas globalistas en el Partido Demócrata (los Neoliberales Clintons & Obamas) saben de esta tendencia y han producido, a través de sus múltiples-plataformas-de-comunicación, toda una gran publicidad para la lucha “contra el racismo”. Es, sin duda, un hecho de lo más importante combatir la brutalidad policial (provocada y filmada) y la discriminación racial en Estados Unidos y en el mundo entero. En un momento de situación pre-revolucionaria político-democráticaen general en que nos encontramos, esta lucha contra el“racismo” sin embargo parece profundizar la división de la clase trabajadora, del Pueblo, como bien señala Thierry Meyssan. Porque particularmente reorienta la atención, el discurso comunicacional-cultural con objetivos de profundizar las diferencias en el pueblo norteamericano: “violencia” entre afroamericanos e hispanoamericanos, entre angloamericanos pobres y afroamericanos, entre jóvenes y adultos mayores (con Covid-19), entre mujeres y hombres, y así. Diferencias que son “operadas” por estructuras estatales y particularmente teniendo muy activos a los distintos gobernadores Demócratas, de vínculos estrechos con el poder global.
Por otro lado, se suma el hecho que con la expansión monetaria sin límite se desvaloriza el dólar, lo que podría conllevar en un futuro cercano a su colapso y con ello el de todas las monedas fiduciarias. El dólar tal como le conocíamos como moneda de reserva y de intercambio internacional dejará de existir y perderá mucho de su valor. Habrá una nueva cripto-moneda que la reemplazará y ese sería el momento crucial cuando se manifieste el punto-de-precipitación en la ´Perestroika´ norteamericana, que bien podría implicar que Estados Unidos inicie su desintegración en varias regiones a partir de noviembre, gane quien gane en las elecciones. Esta tendencia podría arrastrar tras de sí a la Unión Europea en su conjunto probablemente. Lo cual llevaría la situación-pre-revolucionaria a una escala ampliada, creando condiciones para abrir toda una brecha en las relaciones sociales de producción dominadas por el capital financiero transnacional desde 1973.
En otro aspecto, el probable colapso del dólar nos plantearía un momento de crisis similar al de la República Weimar[4] de fines de los años veinte del siglo XX, situación pre-revolucionaria que históricamente no lograron conducir y aprovechar los movimientos de la “izquierda” alemana. Esto nos permite observar que es el turno de los movimientos progresistas y revolucionarios de hoy, en primer lugar el estadounidense, de ver si puede aportar a conducir esta situación o de lo contrario podría llegar a ser el nacionalismo oligárquico industrialista con arrastre popular, partidarios de Trump, quienes podrían encabezarla reivindicándola.
La caída del centro financiero de Hong Kong
Occidente, especialmente los Estados Unidos, ya está sumergiéndose cada vez más en la Gran Depresión del siglo XXI, mientras la República Popular China está a un paso de lograr reactivar su economía. El centro de gravedad del poder económico sigue moviéndose, inexorablemente, hacia el oriente y hacia el sur, hacia al Asia-África-Sudamérica y hacia el mundo multipolar emergente.
El Congreso Nacional del Pueblo (APN), que en junio abrió sus sesiones en China, ha visto al primer ministro Li Keqiang admitir que: “No hemos establecido un objetivo específico para el crecimiento económico este año. China enfrentará algunos factores que son difíciles de predecir en su desarrollo, debido a la gran incertidumbre con respecto a la pandemia de Covid-19 y el “entorno económico y comercial mundial”. El hecho que China se vuelva hacia lo nacional, hacia adentro, significa que desarrollará y potenciara la demanda interna (profundizara el consumo popular nacional) para reemplazar y reducir al mínimo la dependencia del consumo del mercado externo, particularmente de EEUU.
Es justo en esta coyuntura, en que Pekín (Beijing) avanza e impone directamente una ley draconiana de seguridad nacional en Hong Kong (HK), “evitando” por completo la legislatura municipal de HK. Un golpe contundente a la “independencia” relativa del centro financiero de Hong Kong, dominado por las transnacionales financieras globalistas desde 1999. Al mismo tiempo, la administración Trump anuncia que derogará la ley que permite un trato preferencial a la antigua colonia británica de HK[5], lo cual permitió que la City Financiera creciera y se consolidara. La combinación de estas dos acciones, harán muy difícil que la HK continúe “operando” como centro financiero (City).
Al mismo tiempo, esta decisión de hecho es un ataque directo del presidente de EEUU a los intereses de las fuerzas globalistas que ya no tendrán a HK y deberán abandonar, “salir”, este centro financiero. Algo similar, pero no igual, a lo que les sucede en la City de Londres, con el Brexit. Y que podría también sucederle a la City de Nueva York, aunque observamos que BlackRock se ha posicionado con fuerza. Una vez más se revela que el enemigo principal hoy, para el proyecto nacional Neo-Rooseveltiano de Trump, no es China sino las fuerzas Transnacionales Globalistas de las cuales Pekín también procura protegerse y por ello las confronta donde puede.
En síntesis, estamos presenciando todo el despliegue de múltiples crisis (Sanitaria-energética-comercial-de moneda-de Big Data e IA-Militar-Estratégica), que es propio de la estructural puja estratégica de intereses que juegan en la interna del poder oligárquico norteamericano: globalismo oligárquico vs continentalismo y nacionalismo oligárquico. Esto es lo que hemos conceptualizado como la Perestroika en EEUU.
¿Hacia otra racionalidad económica en China?
Desde los años noventa, académicos e investigadores como Paul Cockshott y Allin Cottrell, han contestado solventemente todas las críticas procedentes de la economía ´capitalista´ de mercado, particularmente de la marginalista y la escuela austriaca[6]. Asegurando y demostrando que el nivel tecnológico del 5G, que existe actualmente consolidado en el complejo de Inteligencia Artificial -IA- en China, elimina cualquier tipo de impedimento técnico para planificar una economía desde abajo. China renuncia al crecimiento económico cuantitativo, porque a partir de la Inteligencia Artificial y la robotización existe la capacidad de planificar con los más complejos sistemas de ecuaciones simultáneas.
La revolución de la Inteligencia Artificial -IA- tiene además la potencialidad de crear las circunstancias para dar el salto en la planificación, que permitiría poder avanzar aún más en democratizar las relaciones sociales de participación. El componente “subjetivo” de la demanda comunitaria y multicultural de servicios y valores de uso (más que mercancías), ahora puede ser identificado e incorporado con la Inteligencia Artificial a la planificación mediante información no enajenada, obtenida en torno a necesidades y preferencias comunitarias con toda su diversidad.
Con la Inteligencia Artificial desarrollada, el plan para implementar la supremacía del valor de uso (la utilidad del producto, bien o servicio) por sobre el valor de cambio (el precio monetario) podría ser definido ya no desde arriba y desde fuera, sino desde el Sujeto colectivo mismo, la comunidad organizada. Esta transición no tiene posibilidad de ser viabilizada por el unipolarismo del capitalismo occidental por su interés de minorías oligárquicas y por estar en decadencia (por su subordinación al valor de cambio o ganancia). En tanto que, sí tiene mayor grado de posibilidades de darse en un mundo multipolar y pluriversal como el proyecto de la Nueva Ruta de Seda, con China como una de las grandes locomotoras, no la única ni excluyente, de Estados Unidos, Rusia, Alemania, India, Brasil, Argentina, México, Sudáfrica, Egipto, Irán, etc.
Ya existe en China una práctica de economía nacional de lo necesario, que bien podrá complementarse con una economía de lo suficiente a nivel nacional, regional y finalmente con miras a lo mundial-pluriversal. Que ponga límites al consumo por el consumo mismo (consumismo compulsivo-superfluo), analizando satisfacer cuáles necesidades individuales y colectivas son las estructurales y priorizando sobre todo las comunitarias y pluriculturales. Las dos economías juntas apuntan a la vida misma de la Humanidad, en coexistencia e igualdad con la Naturaleza. La nueva “racionalidad” economía sería síntesis de la negación de los dos sistemas de relaciones sociales contradictorias: el capitalismo y el socialismo realmente existentes.
La posibilidad de dicha transición se torna una necesidad, en medio de la Gran Depresión del Siglo XXI, que está mostrando niveles de desempleo nunca vistos antes en la historia del capitalismo y sin las posibilidades de migración que existían en los años treinta hasta el 2008. Y por la posibilidad, que muestra el multipolarismo poliédrico pluriversal real existente a partir de la Nueva Ruta de la Seda y del Dialogo Poliédrico de Civilizaciones.
En la crisis del Covid-19 se impuso ya la prioridad de aquellos productos y servicios que satisfacen necesidades vitales. Se dejaron, y dejarán de lado, las ´necesidades´ creadas por el capital con el fin casi exclusivo de realizar ganancias (incluso las financieras que excluyen a la economía real) que incluyó artículos superfluos como valores de uso. En la crisis, la práctica económica tendrá que aumentar necesariamente la vida útil y duradera de los bienes de consumo, no las “modas de lo superfluo” y, primero que todo la vida de los medios de producción que siguen aún siendo útiles para producir valores de uso, productos. En esta crisis existe la posibilidad y necesidad de orientar la producción por las necesidades y posibilidades concretas de vida de un Sujeto Colectivo y Diverso. Mundialmente se abre una coyuntura para la reivindicación y lucha por una economía que reafirme la Vida integral misma.
28 de Junio 2020
Bibliografía
Dierckxsens Wim, 1994, De la globalización a la Perestroika Occidental, Editorial DEI, Costa Rica
Dierckxsens Wim, 2000. The limits of capitalism, ZEDBOOKS, Londres y Nueva York
Dierckxsens Wim, 2017, Trabajo productivo e improductivo o ¿Cómo categorizar la geopolítica de hoy?, Página de Wim Dierckxsens, marzo 2017
Dierckxsens, Wim y Formento, Walter, 2019, De la Caída Soviética a la de Washington, Observatorio Internacional de la Crisis.
Dierckxsens, Wim y Piqueras, Andrés (eds.), 2019, 200 Years of Marx, Capitalism in Decline, Global University, Hong Kong
Dierckxsens, Wim y Formento, Walter, 2019, Nuevo Imperio u Otra Civilización; 2019, Inteligencia Artificial y Guerra de ´Big Data´, Editorial DEI, Costa Rica
Dierckxsens, Wim y Formento, Walter, 2020, Crisis Mundial 2020 y Transición al Postcapitalismo, Observatorio Internacional de la Crisis
Dierckxsens Wim y Formento Walter, 2019, Prospectiva geopolítica para el año 2020, Editorial Fedun, Buenos Aires
Dierckxsens Wim 2000, The limits of Capitalism, Zed Books, London New York.
Herrera, Rémy, Dierckxsens, Wim y Nakatani, Paulo (eds.), 2014, Beyond the Systemic and Capital-Led Crisis, Theoretical and Applied Studies, PIE Peter Lang , Brussels
Piqueras, Andrés, 2017, La tragedia de nuestro tiempo. La destrucción de la sociedad y la naturaleza por el capital, Anthropos. Barcelona
Piqueras, Andrés, 2018, Las sociedades de las personas sin valor. El Viejo Topo. Barcelona.
[1] Este Complejo Estratégico es conocido también como Big Data o IA –Inteligencia Artificial-.
[3] Estados Unidos es la referencia histórica para los Big Five (GAFAM) de la IA unipolar financiera, porque nacieron, se desarrollaron y financiaron por el complejo militar industrial-científico-tecnológico norteamericano en el Valle del Silicon Valley. Claro que a partir de 2017, cuando jugaron claramente a favor de Trump y del Brexit, y en contra el Globalismo expresado en H. Clinton, son parte de una batalla donde el globalismo batallo para hacerse de su control y lo ha logrado con BlackRock.
[6] La Escuela austríaca, también denominada Escuela de Viena, es una escuela de pensamiento económico que defiende un enfoque individualista metodológico para la economía denominado praxeología. La Escuela Austríaca se originó en Viena en 1871 con la publicación de Principios de Economía de Carl Menger. Se trata de una posición heterodoxa basada principalmente en el individualismo metodológico y en el subjetivismo. Sus recomendaciones de política económica suelen ser anti-intervencionistas.
Números del SIPRI (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo): Nuevo nivel récord de gasto militar mundial – La carrera armamentista continúa
Johanna Pelzer / pressenza – Agencia Internacional de Noticias
El gasto militar mundial alcanza un nuevo récord – Las cifras del SIPRI muestran que la carrera internacional armamentista continúa.
A pesar de la ardiente necesidad de resolver los principales problemas mundiales juntos sobre la base de la cooperación, las naciones industrializadas siguen dependiendo de las carreras de armamentos y la rivalidad. Las cifras del SIPRI muestran claramente la naturaleza desproporcionada del gasto militar, y las desastrosas consecuencias para el medio ambiente, el clima y ahora la salud son inequívocas.
Las nuevas cifras del Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo fueron comentadas e interpretadas por la Oficina Internacional de la Paz el lunes, después de que el SIPRI publicara los últimos datos. Debido a la pandemia global de COVID-19, la conferencia de prensa se realizó en línea este año. Las cifras del SIPRI también fueron evaluadas a la luz de la pandemia actual, lo que hizo aún más evidente cómo la priorización de los gastos militares en todo el mundo está en enorme desproporción respecto de los diferentes sectores.
EE.UU.: Solitario en la cima
Fuente: Tendencias del SIPRI en los gastos militares mundiales, 2019.
En 2019, el gasto militar mundial alcanzó otro nivel récord con un aumento del 3,6 por ciento en comparación con 2018, continuando la tendencia mundial a la carrera armamentista de los últimos años.
Tarja Cronberg, miembro del SIPRI, interpreta el aumento y especialmente el gasto de los EE.UU, China y Rusia -que están entre los 5 primeros – como prueba de la creciente rivalidad entre las tres grandes potencias. Con su presupuesto armamentista, los EE.UU. por sí solos representan el 38% del gasto mundial en armas. Amela Skiljan, coordinadora del IPB, ayuda a desglosar la enorme suma de 1.917.000 millones de dólares de gasto mundial en armas en 2019, para ayudarnos a comprender su magnitud: 1.917.000.000.000 de dólares anuales significan un gasto militar mundial de 60.800 dólares por segundo.
Alemania quedó en octavo lugar, detrás de Francia y el Reino Unido, con un aumento del 10% de su presupuesto en comparación con 2018. Los 29 estados de la OTAN juntos representan casi la mitad de todo el gasto militar mundial, con 1.305 mil millones de dólares. Otras grandes potencias económicas también encabezan la lista y casi sin excepción registran un aumento del gasto en cada país. En contraste, los mayores descensos se registran en los países africanos y en algunos estados de Oriente Medio, donde, no obstante, continúan los conflictos militares.
Karin Vogler, dirigente de Die Linke (la izquierda) califica a las nuevas cifras de «aterradoras» y exige que haya «una discusión política» sobre ellas. ¿Qué es lo que va a pasar después? Ella califica a Alemania como «campeones mundiales en armamento» y culpa al gobierno alemán de su esfuerzo por tener un papel de liderazgo militar. Pero especialmente en tiempos de la crisis del Coronavirus, Vogler enfatiza la necesidad de una redistribución del gasto militar alemán y un replanteamiento del Gobierno Federal. La pandemia «muestra las graves consecuencias si los sistemas sociales y de atención de la salud no son plenamente funcionales» cuando en realidad es necesario amortiguar los efectos económicos y sociales de la pandemia, luchar contra la pobreza y proporcionar una infraestructura que satisfaga las necesidades de la población. «No debemos aceptar estos horribles gastos militares», reclama Vogler y también señala la inminente pandemia de hambre, de la que ya ha advertido el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
«Con el 13,5% del gasto militar mundial, cada persona en la tierra podría tener algo para comer todos los días», dice, destacando una vez más el enorme desequilibrio en el gasto.
Después de la pandemia del Corona, una batalla de redistribución es inminente. Alemania debe pasar de ser campeón mundial en armamento a serlo en desarme para promover la transformación y la redistribución internacional. Amela Skiljan está de acuerdo y hace hincapié en que el gasto militar debe ser redistribuido en áreas como la infraestructura, la educación, la salud, los asuntos sociales y el desarrollo.
Como representante de la sociedad civil, el Secretario de Estado Parlamentario para el Medio Ambiente, Michael Müller, Naturefriends e.V., aboga por un movimiento pacifista diverso y subraya que las fuerzas deben unirse con los movimientos sociales y medioambientales. Debe adoptarse una idea de cooperación, entendimiento y una política de distensión: «La humanidad necesita pan, no bombas», cita Müller la bendición de Pascua del Papa.
Philip Jennings, Copresidente del IPB, comparte una opinión similar: «Es hora de la solidaridad mundial […] es hora de un movimiento por la paz. Las oscuras y aterradoras cifras del SIPRI deben ir seguidas de una respuesta animada, optimista y ambiciosa. La sociedad civil debe ejercer presión e introducir la dimensión de la paz en el discurso global».