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La violencia en la historia humana

Alberto Salom Echeverría

Introducción

Hoy hay tanta violencia en las sociedades humanas, que nos mueve a preguntarnos si es este el destino del mundo, si las guerras y la destrucción constituyen impulsos connaturales a la esencia misma del ser humano. La perversidad de los malos -argüía Hobbes- pone incluso a los buenos en la obligación de recurrir si quieren protegerse, a las virtudes bélicas, la violencia y la astucia, o mejor dicho a la rapacidad bestial. Hay en el filósofo, en primer término, un reconocimiento implícito de la violencia como algo, innato al ser humano. Después Hobbes lo reconoce explícitamente al afirmar que la maldad del “hombre” le es innata. Pero aquí hay algo más, el filósofo razona que el uso de la violencia es incluso una “virtud bélica”, cuando el ser humano la emplea con el objeto de protegerse. Este es ya un juicio de carácter ético, que tiene por lo tanto que ver con el bien y el mal. Ya sabemos cuál es la teoría que se desprende de ese razonamiento: las sociedades requieren de gobiernos fuertes, de un poder absoluto sin descartar el autoritarismo para poder ejercer el mandato y controlar el impulso agresivo que deviene de “la motivación egoísta” que anida en todos los seres humanos. De ahí que los gobiernos “blandos” no son concebidos en la filosofía política de Thomas Hobbes.

Rousseau, opuestamente a Hobbes le atribuyó al ser humano una bondad connatural, es la sociedad la que lo incita a la maldad, consecuentemente es ella la que lo corrompe. Sin embargo, paradójicamente, en punto a la cuestión ética, expresa un pensamiento que es simétrico al de Hobbes, aunque solo cuando un hombre o un país es agredido por otro; en esta circunstancia, el pensador nacido en Ginebra, antigua confederación suiza, consideró que el “hombre” tiene derecho a ejercer la fuerza y contestar con la misma violencia que -eso sí- solo en tal caso, es legal y legítima. El hecho de que Rousseau conceptualizara el “derecho a ejercer la violencia para cualquier ser humano o país”, como una excepcionalidad, no invalida que, dentro de su juicio ético, haya quedado un espacio, un momento en el que la violencia puede ser considerada como un bien deseable. (Cfr. “La filosofía de la violencia en la modernidad.” http://www.bib.uia.mx> tesis. Pdf. Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, México)

Dos corrientes filosófico-políticas, que se han ramificado hasta el presente, opuestas en la concepción de la naturaleza humana, presentan una convergencia relativa -como ha quedado expresado- desde el punto de vista ético, en cuanto a la permisividad en Rousseau, obligación en Hobbes, de que debe gozar el ser humano para echar mano de la violencia y, ejercer la fuerza para contestar con violencia la agresión de otro.

Estas dos corrientes, determinantes como han sido hasta el presente en el pensamiento filosófico y en el quehacer político de occidente, no son, sin embargo, las únicas. Existe entre ellas una gama de pensares y prácticas políticas que, más recientemente han comenzado a contar sin haberse convertido en dominantes todavía, pero que han adquirido relativa importancia. Digamos únicamente por ahora que, muchas de las más novedosas, ya no se debaten entre la naturaleza buena o mala de los seres humanos, sino que, consideran que estos, nacen sin valores y la orientación filosófico-política la obtienen en su relación con el entorno familiar, o con la sociedad en condiciones históricas particulares y, alguna de ellas, probablemente la que ha adquirido mayor influencia, considera que son las relaciones materiales de existencia, las relaciones de producción económico materiales, las que resultan determinantes en la conformación de la conciencia y en los valores de las clases y grupos sociales, sin que haya necesariamente unos valores innatos preponderantes. Claro que, sin descartar que la ciencia y su progreso entran a jugar un papel significativo para modificar la manera de pensar y hasta la conducta sociopolítica de aquellos individuos, hombres y mujeres, que logran sobresalir como académicos o intelectuales, especialmente cuando establecen una relación con las clases menesterosas y explotadas, o con los movimientos sociales que las representan. No profundizaré en esto, porque, por ahora, mi objeto de análisis pretende dilucidar otras cuestiones, ya habrá ocasión para profundizar en la inmensa complejidad de lo recientemente expresado.

Recuento de las guerras más sangrientas en la Historia humana.

El sociólogo estadounidense de origen ruso ya fallecido, Pitirim Sorokin hace un recuento de la cantidad de hombres que perdieron los romanos en los campos de batalla entre los años que transcurrieron entre el 400 antes de nuestra era (a.d.n.e) y el 500 d.n.e. y lo establece en 885.000 seres humanos. En tanto que en la polis griega, entre el año 500 a.d.n.e y el 146 a.d.n.e. afirma que la cantidad de muertes provocadas por las guerras fue de 305. 000 combatientes. En las Guerras Púnicas, que se extendieron entre los años 264 y el 146 a.d.n.e., solo en la primera de éstas, las bajas fueron de 400.000 muertos, 300.000 en la segunda de las Guerras Púnicas y 500.000 en la tercera.

Las Guerras Púnicas fueron en resumen tres conflictos que se produjeron a lo largo de 118 años, que enfrentaron a Roma (capital del Imperio Romano), frente a Cartago en el África, las cuales eran consideradas entonces las principales potencias del Mediterráneo. Sumado a lo anterior, hay que recordar que los sobrevivientes de una guerra perdida tenían como destino ineludible la esclavitud. Estas muertes durante el período de la esclavitud humana, acaecidas no solo en occidente, sino también en el oriente lejano y en el oriente medio, Sorokin contabiliza no solo los combatientes caídos, sino también las muertes que se produjeron en el seno de la sociedad civil, ya fuera en forma violenta por las mismas guerras, o producto de las enfermedades que brotaron a causa de ellas.

Extrayendo del estudio de Sorokin un estimado del número de muertes, civiles y militares solo en las guerras más sangrientas de toda la historia humana, tomando en cuenta las de la antigüedad, las de la edad media y las que hubo en la época moderna, hasta la segunda guerra mundial, el sociólogo contabiliza la suma de 341 millones de muertes. Estas guerras, se extendieron por los continentes más habitados del mundo, que son cinco excluyendo la Antártida, a saber: África, América, Asia, Europa y Oceanía.

A partir de lo expresado, es fácil deducir que el influjo de la violencia sobre la conducta humana ha sido prolongado, dejando una herencia profunda y por tanto difícil de erradicar de la memoria colectiva. Me refiero tanto a la crueldad practicada en las guerras, como la destrucción de ciudades enteras, la violación de la vida y devastación del ambiente. Durante todo el período que llamamos Historia humana y, quizás desde antes, la especie humana practica la violencia, empleando para ello armas cada vez más sofisticadas y destructivas. No parece importar cuánto dolor y desgracias se hayan ocasionado en todas partes ejerciendo la violencia; el ser humano no solo persiste en tratar los conflictos sociales e individuales por ese medio salvaje, sino que se ha ido perfeccionando en el ejercicio de la conducta violenta en contra de sus semejantes, sin parar mientes siquiera en respetar decisiones de los organismos internacionales modernos, como la ONU y los que se han creado para defender los derechos humanos, o proteger de la violencia a las mujeres, niños, personas con discapacidad o los ancianos.

La violencia humana se ha equiparado frecuentemente con una actitud depredadora, salvaje contra la naturaleza, el medio ambiente y conculcadora de los derechos de los demás, llegando inclusive en su desmedida ambición económica a poner en riesgo la vida misma de todas las especies. ¿Con qué vara vamos a medir hoy entonces a las sociedades contemporáneas supuestamente más desarrolladas y poseedoras de culturas ancestrales, pero que han intervenido en las guerras más recientes, como las acaecidas en Afganistán, Irak, Gaza, Ucrania-Rusia y las que tienen lugar en el África, con los armamentos más sofisticados y destructivos, y con frecuencia en clara violación de los más elementales derechos humanos e irrespetando a los organismos internacionales creados para garantizar la solución pacífica de los conflictos? Ni hablar de las guerras que se han escenificado en la supuestamente “culta y desarrollada” Europa, tanto en pleno siglo XX, como en el actual siglo XXI. Las guerras napoleónicas de los siglos XVIII y XIX, hasta llegar a las dos guerras mundiales han tenido como escenario principal, el viejo continente y, han sido, sobre todo las dos guerras mundiales, las más sangrientas y devastadoras de toda la Historia.

Una cultura de violencia campea por todo el orbe.

Ningún sistema social contemporáneo, por más que haya sobresalido en el ámbito de la edificación de instituciones democráticas o haya desarrollado, lo que es loable, la educación, la salud y la cultura en general, ninguno -insisto- escapa de haber ejercido la violencia a su interior en diferentes momentos y formas. Unos porque han permitido que en ellos se perpetre una constante conculcación de las más elementales libertades individuales; otros porque desde el ejercicio del poder han promovido con arbitrariedad flagrantes violaciones de derechos individuales y sociales garantizados en la Constitución. Los sistemas de gobierno más despóticos han promovido desapariciones, encarcelamientos sin juicio previo a personas, expatriaciones individuales y ahora hasta se ponen de moda expatriaciones colectivas sin sostén jurídico alguno. En otros casos, los poderes públicos han aprobado la abolición de derechos sociales que estaban consagrados en la Constitución, como es el caso de la abolición del derecho de huelga para la clase trabajadora, o, cuando menos han promovido una seria limitación al mismo. En otros contextos, se ha limitado palpablemente el derecho de organización de los trabajadores y las libertades de expresión y manifestación contra diferentes grupos sociales. Todo lo dicho forma parte de lo que podemos llamar “violencia institucionalizada” de gobernantes autoritarios y despóticos en contra de mayorías y aún de minorías populares.

La más significativa violencia institucionalizada, es la que en un vasto número de países especialmente en occidente han ejercido gobiernos neoliberales que, han accedido al poder, en un gran número de casos mediante “elecciones libres”. Estos gobiernos llevan adelante un conjunto de políticas públicas, con el apoyo de organismos financieros multilaterales, las cuales se han encaminado a desregular la economía, a empequeñecer o disminuir los regímenes de bienestar social (el Estado social de derecho), provocando, por un lado, una gran concentración de la riqueza, mientras por el otro, han desatado una enorme desigualdad social y en ocasiones un crecimiento de la pobreza y de la pobreza extrema. No hay peor caldo de cultivo para estimular la incubación de la violencia en las sociedades que desatar la polarización social y política desde gobiernos de corte autoritario o populistas. Someter a los pueblos a políticas hambreadoras, discriminatorias, de recortes de la educación y la salud públicas, o que los marginan de los beneficios de la cultura, generando desempleo y produciendo desesperanza, no hace más que inducir a la disconformidad social y a soliviantar el ánimo en los sectores populares afectados, en contra de gobernantes y los poderes públicos.

Hoy, la violencia está presente en la sociedad humana, ya que como nunca mueren mujeres por la conducta patriarcal y la arbitrariedad, mueren niños no solo en guerras, sino en la vida cotidiana a consecuencia del maltrato, ejercido en ocasiones por los propios padres o adultos encargados de su cuido y educación hasta el punto de ocasionarles la muerte. También está muy arraigada en la cotidianidad el trato cruel contra ancianos y personas con discapacidad. Aunque, paradójicamente, tampoco nunca ha habido tantos organismos en el ámbito internacional o nacional creados para defender el derecho a la vida, preservar la naturaleza y proteger los ecosistemas. Aún así, prolifera la violencia.

No he escrito para crear pesimismo ni sentimientos de culpa; lo hago con el afán de contribuir sé que, en una pequeña medida, a cimentar una consciencia sólida de humanismo, amor por la naturaleza y contra las guerras, la creación de armamento bélico, en especial el sofisticado armamento nuclear actual que, lejos de ayudar a la solución de los problemas, constituyen un aguijón para espolear la violencia. Escribo convencido que la acción política, hoy en ebullición, en Estados Unidos, en Europa y en países de América Latina de la extrema derecha es un suelo fértil a la violencia, pues como ha dicho el Papa Francisco en una entrevista reciente, sin citarlo textualmente, le preocupa el avance de la ultraderecha en el mundo, que tiene una gran capacidad para recomponerse y agregó que el antídoto contra ese tipo de movimientos políticos es la Justicia Social, en su caso su pensamiento está cimentado en Mateo 25 (ahora sí lo cito textual:)“…tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y mediste de beber, tuve hambre y me saciaste. Estaba desnudo y me vestiste, estaba preso y me viniste a visitar. Esa es la regla de conducta.”

Pan y Circo

Marlin Óscar Ávila
1 de junio, 2024
Honduras

Marlin Óscar Ávila.

Este sábado vimos en las pantallas al equipo Borussia Dormond jugando contra el Real Madrid.

90 mil personas llenaron el estadio. El Real Madrid ganó el «Champions League» por décimo quinta vez

Mientras tanto la industria de las armas para las guerras en medio Oriente y en Ucrania no se da abasto en satisfacer la demanda comercial, aun cuando es la juventud de varios países la convertida en carne de cañón por los políticos de Kiev, Washington, París, Londres, y Moscú, en actitud defensiva, con un occidente hartado de ruso/fobia.

Nosotros, gozamos del partido, comiendo pizza de la buena.

Es bueno saber que nuestra región, donde hubo guerras y mucha juventud muerta, en los ochenta, ahora podemos vivir en una relativa paz.

Nuestra población trabajadora, aun cuando obtiene raquíticos ingresos, pues no llegan al mínimo establecido para obtener los 30 productos de la canasta básica, la clase trabajadora tiene libertad de organizarse, sin embargo, no lo hace como debiera. Es evidente que está paralizada sin exigir que se cumpla con lo establecido en las leyes y convenios internacionales.

Un factor que puede ser neutralizante es la evidente alianza entre las sindicales y el partido político gobernante Libre. Lo cual parece positivo para lograr un buen gobierno. Sin embargo, puede ocurrir una desventaja para el pueblo trabajador, cuando y si este trabajador organizado da prioridad a su partido e ignora los intereses de clase social a la que representa.

Todo gobierno debe lograr el beneficio de los diversos sectores sociales y económicos. Así es casi imposible que Libre satisfaga a la patronal sin afectar al empleado y viceversa.

Por eso es por lo que, para lograr los balances exigidos, mucho está en la capacidad de diálogo y negociación.

Sobre la mesa, siempre debe considerarse que hay actores externos muy poderosos. Particularmente las corporaciones internacionales del empresariado. Lógicamente, están aliadas a grandes potencias mundiales donde el mercado es un actor de primer orden.

El sindicalismo actual tiene nuevas exigencias. Así que su actuar debe estar a la altura de las nuevas circunstancias.

Por ejemplo, ahora se debe insertar en el conocimiento y manejo de los medios electrónicos. Solamente referirse a las comunicaciones, esenciales para la información y análisis actualizado, debe manejar bastante de los medios electrónicos. Ahora le es imprescindible, el manejo de la inteligencia artificial y la robótica.

Si no lo hace, las organizaciones patronales van a jugar con los obreros y campesinos. No solamente se burlarán, pero agudizarán su explotación al trabajador. Esto se vuelve esencial ahora, aunque no lo fuera hace una década.

Desde luego, el descanso y la diversión, por ejemplo, viendo un partido de fútbol clásico, no solamente es un derecho humano, es una necesidad para su salud, pero sin dejar la movilización y la reivindicación socio económica.

Así es que abogamos por el desarrollo integral de la sociedad en un ambiente de paz y armonía, defendiendo y luchando por los derechos de cada sector.

¿PAZ EN LA TIERRA?

Freddy Pacheco León

«BELÉN ES UN LUGAR DE PESAR Y SILENCIO», ante el «estremecedor sacrificio de civiles inocentes» en el pequeño territorio de Gaza. Palabras del Papa Francisco, quien ha venido denunciando, constantemente, el criminal comercio de armas de destrucción, que hoy está provocando muerte y lesiones inimaginables, a miles de niños palestinos inocentes, masacrados sin misericordia.

Cuando digamos Feliz Año Nuevo, pensemos en la felicidad lejana y desconocida, por los víctimas de las guerras también en Ucrania, Siria, Yemen, y el resto del mundo.

Sitios de un planeta que es desgarrado, cada vez que uno de sus habitantes es destrozado por un arma que jamás debió de haberse fabricado, en manos de un joven soldado, que jamás debió de haber sido reclutado para matar y … morir.

Rogamos a Dios y la Virgen porque efectivamente, en el año que se inicia, reine la PAZ, la SALUD, la JUSTICIA, y las SONRISAS en las caritas por las que hoy corren lágrimas.

¿Vamos a Seguir Poniendo los Muertos?

Álvaro Vega

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

En tiempo de guerra y en tiempo de paz seguimos poniendo los muertos, mientras las potencias y países ricos recogen las ganancias, tanto del negocio de las armas como del narcotráfico. Lo que es una ganancia para esos países se revierte en pérdida en vidas humanas para los nuestros.

Urge cambiar radicalmente esta lógica neocolonial, propiciada por los poderes fácticos del capitalismo salvaje de un neoliberalismo que se vende como el ideal de prosperidad para los pueblos empobrecidos, mientras son sometidos a patrones financieros, sistemas productivos y estilos de consumo que profundizan la pobreza, la desigualdad y la violencia. Hay que erradicar este neocolonialismo, que se viste de buena vecindad, protector del libre comercio y hasta de los derechos humanos: un contrasentido a todas luces, que campea a fuerza de una propaganda mediática engañosa y desvergonzada.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, una vez más, ha levantado la voz en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para proponer que se eleve a la categoría de crimen internacional toda invasión militar de un país contra otro. Esta, entre otras acciones globales anticolonialistas contribuirían, sin duda, a una convivencia global más digna, afectiva y pacífica. Y permitiría contener los tambores que reiteradamente llaman a la guerra, para redefinir fronteras de influencia geopolítica entre las potencias y naciones más poderosas.

Hay que asumir el desafío de un nuevo pacto global con compromisos vinculantes que contribuyan a erradicar, de una vez por todas, el neocolonialismo guerrerista, antiecológico y homicida. No debemos permitir que se continúe profundizando el modelo de globalización dual: donde unos disfrutan los oasis de riqueza y otros perecen en la más escandalosa miseria, unos ponen los muertos y otros recogen el botín, unos conservan y cuidan la naturaleza y el ambiente y otros lo depredan y explotan para amasar capitales, unos son víctimas de enfermedades y pandemias y otros acumulan ganancias con el negocio de las medicinas y las vacunas…

Lamentablemente, un conjunto de nuevas fuerzas sociales, políticas y religiosas de corte populista y neoconservador están contribuyendo a desviar la atención sobre las causas estructurales de estos álgidos problemas. Por ejemplo, se utiliza el discurso de la anticorrupción, refiriéndolo de manera reduccionista a los comportamientos individuales o de grupos de interés que utilizan recursos públicos y privados para enriquecerse. De esta manera, se exime al modelo mismo, que genera y propicia esos comportamientos. Y las alternativas propuestas, van en la misma dirección, a saber, corregir esos comportamientos, como si se trata de simple voluntarismo personal o grupal. De esta manera, los correctivos son simples paliativos, porque se dejan intactas las estructuras socio-económicas, jurídico-políticas y culturales.

Construir los cimientos de un proyecto global alternativo postneoliberal sigue siendo la consigna necesaria para recoger y hacer viables esos esfuerzos e ideales que permitan heredar un mundo mejor a las nuevas generaciones. Acciones desde los ámbitos personales, locales y comunales son tan necesarios como las acciones globales. Y en esta tarea, son precisamente los países que hoy ponen la peor parte: los muertos, quienes deben aunar acciones y esfuerzos para decir ¡basta Ya! Y avanzar hacia un nuevo modelo descolonizador y humana, social y ecológicamente viable, para “vivir bien, juntos”.

El concepto de transición energética del Exministro de Ambiente y Energía Roberto Dobles

Alberto Salom Echeverría

El viernes 8 de los corrientes me permití comentar el primer artículo del ex ministro de Ambiente y Energía en el período 2006-2010, Roberto Dobles Arias. Lo hice a sabiendas que vendría otro artículo de su parte; no me esperé con el objeto de que el mío no se me hiciera inconmensurablemente largo; sin embargo, resultó largo siempre, dada la importante temática que se aborda. Ruego paciencia y sapiencia a mis lectores. En lo que sigue encontrarán un conjunto de observaciones al II artículo aparecido en la versión digital de la República.net el lunes 11 de setiembre del 2023, perteneciente a Roberto Dobles Arias.

La importancia de esta discusión.

Este tema de la Transición Energética reviste como se verá la mayor importancia y actualidad. Enuncio de inmediato el concepto de Transición Energética al que adhiero, a fin de evitar equívocos o ambigüedades. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la transición energética consiste en un cambio gradual y constante del uso de la energía a nivel mundial desde las fuentes fósiles a un sistema de cero emisiones de carbono para el año 2050.

Como ya muchas personas saben, si esta transición o cambio del uso de energías fósiles para pasar a energías “limpias”, no se produjera a nivel mundial, con la celeridad indicada, nuestra “Casa Común”, valga decir, la única que tenemos para vivir dignamente, sobrevendría con toda seguridad, un colapso o destrucción de la vida humana en ella, así como de las especies actualmente existentes. De ahí se deduce que, nos tenemos que tomar con seriedad las advertencias de la mayoría de los científicos ecologistas, geólogos y demás, y proceder a introducir las modificaciones que se nos han sugerido hacia la descarbonización de la atmósfera, con perentoriedad, es decir, con urgencia. Es el último plazo que tenemos. La temperatura no puede aumentar por encima de 1,5° centígrados, ósea, por encima del clima que imperaba en la tierra (como promedio) en la era preindustrial (estamos hablando, más o menos, de 1850). Pero, las noticias que se nos dan reiteradamente no son buenas. En otras palabras, el clima continúa calentándose más de lo aconsejable.

El umbral de 1,5°centígrados se estableció en la cumbre de París, a pesar de la resistencia de potencias como Estados Unidos y China. No obstante, después de una lucha tenaz, lograron firmar un compromiso para reducir globalmente el CO2 de la atmósfera. Posteriormente en las siguientes “Conferencias de las Partes” promovidas por Naciones Unidas (las COP), las naciones se fueron encontrando decepcionantes resultados en cuanto a las metas de cumplimiento que se fijaron. Una gran parte de los Estados de los países desarrollados defeccionaron, no fueron capaces de acometer con responsabilidad, las metas que habían asumido desde el 2015, en el marco de los compromisos internacionales. Ha habido excepciones, pero son las menos. La acción de los Estados orientada a garantizar el suministro de energía de manera sostenible medioambiental y económicamente, a través del abastecimiento exterior y la generación de fuentes autóctonas, fue sobrepasada por la emisión de CO2, derivada a su vez de la falta de voluntad política o la incapacidad para reducir las inversiones en gases contaminantes de efecto invernadero, a saber: el carbono, el petróleo, el gas natural y el metano.

Escenarios importantes que no favorecen la cooperación entre las naciones y que no están tomados en cuenta en el discurso de Dobles. (Al menos no lo ha dicho expresamente).

Lo anteriormente señalado pone al descubierto, que globalmente la humanidad se encuentra en una situación más calamitosa que aquella de la que se partió en el 2015, en la Conferencia de las Partes celebrada en París. Por lo tanto, el esfuerzo global que se debe hacer hoy es infinitamente mayor que hace ocho años. El panorama internacional, no es auspicioso de un nuevo y mayor impulso de cooperación entre las naciones, para bajar las emisiones de efecto invernadero.

La afirmación que acabo de hacer la sustento en varios hechos que paso a enumerar someramente:

1. La guerra ruso-ucraniana refleja una enorme desconfianza entre los países europeos de la OTAN, encabezados y acicateados por Los Estados Unidos e Inglaterra, que apoyan decididamente a Ucrania frente a Rusia; esta nación por su parte está respaldada por Corea del Norte, Bielorussia y otros países vecinos de Rusia, y parcialmente por China. La guerra ha venido en una escalada, que afecta tanto el clima político mundial, como el clima en sentido estricto, ya que el uso de armas de grueso calibre produce emisiones de CO2 que, en nada contribuyen a descarbonizar la atmósfera.

2. En el Pacífico nororiental, se agudizan las contradicciones entre Corea del Norte, apoyada políticamente por China y Rusia, frente a Japón y Corea del Sur principalmente, que cuentan por su parte con el inveterado e incondicional respaldo de los Estados Unidos.

3. Las rencillas entre La República Popular China y la isla de Taiwán se han vuelto a encender en el sureste de Asia. De nuevo ahí, Los Estados Unidos mantienen tanto en el terreno político como en el militar un importante soporte a Taiwán, si bien la guerra no ha sido declarada, pero está latente.

4. Otro punto caliente que no favorece la cooperación internacional para luchar contra el cambio climático, es la región del Medio Oriente, donde el conflicto palestino-israelí aflora a cada instante, en medio de la tensión entre las poblaciones árabes y de Israel, por aparte se desarrollan conflictos que enfrentan a diferentes facciones de las culturas radicadas en el oeste de Asia.

5. En el continente africano actualmente prevalece un hervidero político y militar, a causa de los enfrentamientos étnicos, favorecidos por las artificiales divisiones de fronteras que dejaron las potencias coloniales europeas. La intrincada situación económica fruto también de los resabios de la lucha anti neocolonial en el África, solo favorece el enfrentamiento de muchos gobiernos emergentes con países europeos que devastaron mediante el colonialismo el continente africano. A la vez, en la región latinoamericana aflora una corriente de gobiernos progresistas que no necesariamente se identifican con los de izquierda, pero todos en mayor o menor medida están crispados frente al gobierno de los Estados Unidos por su política belicista a nivel internacional, por su falta de apoyo a las apremiantes necesidades de los pueblos latinoamericanos y por su incongruente e inestable posición frente al cambio climático.

Dentro de este contexto, no se puede dejar de mencionar que en el panorama mundial tiende a fortalecerse una corriente de naciones denominada G-77 + China, que tiene como uno de sus propósitos centrales la lucha contra el unilateralismo y el hegemonismo que ejercen Los Estados Unidos, junto a las principales potencias de Europa occidental e Inglaterra. Es posible que, en el mediano o largo plazo, esta corriente sea auspiciosa de la lucha contra el cambio climático, en favor de la paz y la distención internacionales; pero en lo inmediato se presenta como otro elemento de tensión y discordia frente al viejo y obsoleto paradigma del unilateralismo y el hegemonismo encabezado por los Estados Unidos.

Las principales olas de calor en el mundo actual, que no aparecen en el discurso del exministro Roberto Dobles Arias sobre la Transición Energética.

En primer término, no es posible tampoco hablar de “Transición Energética”, como pretende el señor Dobles, sin identificar además de lo descrito en el apartado anterior, las olas de calor que van creciendo cada día en todo el orbe. En segundo término y muy vinculado con lo anterior, la “Transición Energética” solamente se da, si la cooperación mencionada entre naciones desarrolladas logra crear un polo de poder suficientemente sólido, más allá de discrepancias ideológicas, como para enfrentar los enormes negocios de empresas transnacionales, que no atinan a cambiar el destino de sus inversiones fincadas hoy en la energía de los combustibles fósiles. En tercer lugar, la “Transición Energética” no se puede propiciar mientras prevalezcan los países luchando por separado, insisto, cada uno por su lado, contra el uso de combustibles fósiles.

Esta ruta aislacionista (que parece ser la que está presente en el discurso del señor Dobles respecto a Costa Rica), fue la que siguió entre otros países de Europa, el Reino Unido, adoptando por cierto una actitud que los autores denominaron “auto flagelante”, merced a la responsabilidad que les compete por haber causado mucho daño ambiental al planeta, derivado de la “industrialización temprana”; así lo afirman Benedict Macon Cooney y Tone Langengen (ambos asesores del mandatario Tony Blair en su administración, y miembros del “Institute for Global Change” de Blair). Empero, de una manera muy apropiada, advirtieron: “No hay duda de que los gobiernos europeos deben cumplir sus objetivos de reducción de emisiones, pero el cambio climático es un problema global, y los países industrializados deberían lograr esas metas desplegando políticas prácticas y desarrollando soluciones tecnológicas que impulsen el crecimiento económico interno y, al mismo tiempo, sustenten la transición a las energías verdes en el extranjero.” (Cfr. Macon Cooney, Benedict y Langengen, Tone. “Cerremos la Brecha de las Tecnologías Limpias.” La Nación, 5.9.2023 pag. 21) Esta es una de las claves de la cuestión denominada la “Transición Energética”. Cualquier intento individual, desprendido de una estrategia de cooperación internacional, sobre todo cuando pretende ser acometida por países subdesarrollados, está condenada al más rotundo fracaso. Este es el quid de la cuestión.

Identifiquemos ahora en concreto, algunas de las principales “Olas de Calor”, que constituyen una advertencia en el sentido de que no podemos seguir “jugando con fuego”, como lo hacen todos los desatentos de cara a la situación del clima globalmente considerado, que quieren seguir promoviendo los negocios de los hidrocarburos, sin tener en cuenta todos estos fenómenos que describiremos enseguida, y que se suman a la falta de cooperación de parte principalmente de las naciones de mayor desarrollo industrial, que son también por lo general las de mayor producción de gases de efecto invernadero.

1. El investigador del CATIE, Lenin Corrales Chaves, (actualmente es el presidente del Consejo Científico de Cambio Climático de Costa Rica y Asesor Senior de la Unidad de Acción Climática (http://labmeh.catie.ac.cr/) del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) -www.catie.ac.cr-).establece una hipótesis clave para todo lo que puede sobrevenir, si no somos capaces de atajar las fuentes de estas “Olas de Calor”. La hipótesis de Corrales señala que el Clima en el 2023 es un preludio del futuro. La situación -afirma Corrales- es más alarmante de lo que se pensaba. “Los registros de los meses de junio y julio (del 2023), destacan un aumento en las temperaturas medias mundiales y superan las cifras récord anteriores por 0,2°C y 0,3°C respectivamente… De seguir esta tendencia, es posible que el 2023 se corone como el año más cálido jamás registrado en la historia moderna, [como] lo reconocen algunos científicos.” (Cfr. Corrales Chaves, Lenin. (Investigador del CATIE) “El Clima en el 2023 como preludio del Futuro.” La Nación, sección del Foro, p.26 10.08.2023.)

2. De manera semejante, “Olas de calor extremo sofocan a EE. UU, Europa y Japón”, como se titula un artículo de julio del presente año, en el que se establece que “muchas zonas del planeta registran récords de temperatura”. Italia, por ejemplo, dice después: “declaró alerta roja para varias ciudades del centro”. En Roma la capital, se vaticinaron temperaturas hasta de 36°C y 37°C, que subieron hasta 42°C y 43°C. Esta información proviene del Centro Meteorológico Italiano (CNI). Otro tanto ocurrió en España, donde en regiones como Islas Canarias y Andalucía, se batieron récords de calentamiento, pues los registros marcaron más de 40°C, lo que provocó concomitantemente incendios como el de La Palma en Islas Canarias, donde se quemaron más de 2.000 hectáreas. El mismo fenómeno se presentó este verano en Francia, Alemania, Polonia y Grecia. En Los Estados Unidos se produjo una intensa canícula (período más caliente del año), que se extendió desde California hasta Texas, pero también en Arizona y otros estados. El Valle de la Muerte en California, registró un calor récord al traspasar los 56,7°C establecidos en 1913. Otro tanto se suscitó en Canadá, donde brotaron más de 500 focos de fuego sin control. En Asia, se reportaron olas intensas de calor inéditas en China, Japón, combinadas con fuertes lluvias. El mes de junio se presentó primero, como el más caliente jamás registrado, de acuerdo con datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). No se pueden dejar de mencionar las olas de calor marinas, que dan cuenta de la desaparición de decenas de especies. Frente a todo esto, dice el secretario general de la OMM: “En comparación con la era preindustrial, el mundo ya experimentó un calentamiento de unos 1,2°C debido a la actividad humana, especialmente el uso de combustibles fósiles…[enfatizó el secretario general] en la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo más rápido y en la mayor medida posible.” (Cfr. Taalas, Petteri. “Hemisferio norte sufre peligrosas y frecuentes olas de calor extremo”. En La Nación, 15.07.2023. P.24. La negrita es mía).

3. En otro reportaje por esos mismos días, se afirma: “El cambio climático derrite el sur de Los Estados Unidos.” Esto ocurre así desde la costa oeste que es bañada por las aguas del océano Pacífico, cruzando transversalmente hasta la costa este, colindante con el Atlántico. Toda esta región durante el verano es afectada por temperaturas que están por encima de los 50° Celsius, lo que afecta los tres estados con más habitantes, a saber: California, Texas y Florida. Se puntualiza que los calores extremos están matando más personas que los huracanes y tornados juntos. De acuerdo con afirmaciones del Washington Post, el calor excesivo afecta más a los ancianos y a las personas de bajos recursos. Quiere decir que, “…la desigualdad social -dice el Washington Post- es un factor de riesgo frente a los fenómenos climáticos.” Por eso, afirma finalmente: “Detener el cambio climático es literalmente una cuestión de vida o muerte. [-y luego remata afirmando-]… Tenemos que poner fin a las actividades humanas que ocasionan la crisis del clima, como la quema del petróleo …” (Cfr. “El cambio climático derrite el sur de Estados Unidos.” La Nación, Foro. 15.07.2023.P.26)

4. Igualmente la OMM afirma que: “el Cambio Climático empeora Latinoamérica. Está empeorando en América Latina y el Caribe, con un aumento de la temperatura y del nivel del mar, ciclones tropicales más destructivos y sequías prolongadas, según un informe de la OMM divulgado en la Habana…en el informe presentado durante una convención internacional sobre medio ambiente y desarrollo entre los impactos se describe un aumento de la temperatura, la subida del nivel del mar, los ciclones tropicales, las crecidas y los deslizamientos de tierra, así como las sequías prolongadas, las olas de calor y los incendios forestales.” También se señala que, las sequías prolongadas afectaron el suministro de agua potable, y en amplias zonas de América del Sur se redujo la producción hidroeléctrica, lo que conllevó a un aumento significativo de la demanda de combustibles fósiles. (Cfr. Ibidem. P.24).

5. En nuestro país, San José sufrió el calor más fuerte en 80 años, de acuerdo con registros del Instituto Meteorológico Nacional (IMN). Por su parte, en las regiones del Pacífico y el resto del Valle Central en general, las estaciones meteorológicas registraron un aumento de 1°C por encima del promedio durante el mes de mayo, 0,8°C en junio y 1°C en julio. Santa Cruz en Guanacaste, Buenos Aires de Puntarenas y La Garita en Alajuela son algunas de esas localidades que experimentaron aumentos significativos de temperatura con relación al promedio histórico. Se nos advierte que, son tendencias similares a las que se han presentado en Los Estados Unidos, México, Europa y Asia, según los informes de las principales agencias internacionales que monitorean las variaciones climáticas. Con base en esa información detallada, se pudo constatar finalmente que, el mes de julio de este año se convirtió en el más caliente jamás registrado en el Planeta. A ello han contribuido principalmente dos fenómenos: 1. la presencia del fenómeno del Niño, denominado científicamente “El Niño Oscilación del Sur” (ENOS) y 2. la actividad humana de producción de hidrocarburos. Además de estos dos fenómenos anteriores que son los principales, el mundo conoce la deforestación, la degradación de los ecosistemas, los incendios forestales y las emanaciones de gases de efecto invernadero; esto ocurre cuando la atmósfera atrapa la radiación térmica emitida por la Tierra, generando un aumento del calor. (Cfr. Ibid. P.11)

Conclusión.

No se puede afirmar como hace el señor Dobles Arias a rajatabla, es decir, cueste lo que cueste, que durante la transición debemos seguir invirtiendo tanto en el desarrollo de las nuevas fuentes de energías (renovables), como también en las tradicionales, o sea en el petróleo y el gas. Que quede claro, la inversión en las energías tradicionales no puede significar que continúen creciendo las actividades económicas basadas en estas energías tradicionales (combustibles fósiles, o sea carbón, petróleo e inclusive gas natural y metano), por encima de las energías limpias y renovables, como el hidrógeno verde, la energía eléctrica, la eólica, la geotérmica, la biomasa, en suma, todos aquellos que no contribuyan a introducir más carbón a la atmósfera.

Es menester un esfuerzo conjunto de las naciones más desarrolladas, para impulsar las energías renovables a su interior y en apoyo a los países subdesarrollados de la Tierra, en lugar de esfuerzos aislados. La Transición debe querer decir que se le está ganando la partida al cambio climático y no a la inversa que es lo que está ocurriendo, como dejamos probado supra.

En el caso costarricense, el mismo señor Dobles Arias afirma que en Costa Rica estamos en una “transición energética” hacia atrás, o sea, una frecuente “petrolización” de la economía. Significa un desplazamiento continuo de las fuentes nacionales renovables de energía por las crecientes importaciones petroleras. Además, habla de que debemos atenernos a un “Trilema Energético”; que implica: 1. Asequibilidad energética (costos bajos y competitivos internacionalmente), 2. Seguridad energética y 3. Sostenibilidad ambiental.

No se entiende como, a partir de lo anterior, el señor Dobles insiste en que el país debe ir a la explotación y exploración del gas natural y petróleo, cuando: 1. Importantes estudios científicos son concluyentes en que el cambio climático tiene como una de sus fuentes principales la quema de hidrocarburos por los seres humanos, carbón, petróleo e inclusive el gas natural. (Cfr. Id. P.11) 2. El país no se encuentra en condiciones de acometer por su cuenta y riesgo la exploración la explotación del petróleo ni del gas, ya que carecemos en conjunto de la experiencia y el conocimiento para ello. Por tanto, quienes piensan de esa manera, favorecen los negocios de empresas extranjeras, sin saber de cuántos años se trata. Algunos importantes estudiosos del tema afirman que, para estar en condiciones de explotar los yacimientos, en caso de existir en condiciones comercializables, no bajaría de 8 a 10 años; es decir, cuando la matriz energética mundial estará mucho más diversificada, mientras tanto Costa Rica estaría comenzando a impulsar apenas una peligrosa concentración basada en fuentes de hidrocarburos. 3. Finalmente, solo una parte, (no necesariamente la más abundante en la experiencia mundial) de las fuentes de gas se encuentra en el subsuelo cerca de la superficie, sin estar mezclada con el petróleo. Es en cambio muy frecuente, encontrar el gas natural a una profundidad que oscila entre los 500 metros y los 5.000 metros, detrás de las rocas de esquisto poco porosas, revuelto con el petróleo. Por ello, por tratarse de rocas poco porosas, con frecuencia se recurre a la técnica del “fracking” o fractura de la roca para su extracción, produciendo recurrentemente una alta contaminación en tierra o en el océano. Por esa razón, en muchas partes han prohibido el uso de la técnica del “fracking”. “Esta técnica consiste en realizar una perforación en el subsuelo para levantar un pozo que alcance entre los 1.600 y los 2.000 metros de profundidad, con el propósito de crear canales de elevada permeabilidad por medio de la inyección de agua a alta presión para vencer la resistencia de la roca, generalmente pizarra.” Las desventajas de esta técnica están a la vista: alta contaminación de los acuíferos; escapes incontrolados de gas, produciendo inclusive fugas de gas metano, o sea CO2 a la atmósfera; supone un uso intensivo del agua; riesgo sísmico, como lo han señalado los geólogos; junto a los escapes de gases; a la vez, se ha documentado el riesgo de explosiones que pueden liberar sustancias radiactivas y la generación abundante de residuos como lodo y otras sustancias contaminantes.

No olvidemos que, la transición energética es un proceso de cambio de una forma de producción de energía a otra, e incluye fuentes de energía renovables y no renovables. Entre los cambios se encuentra el reemplazo paulatino pero progresivo de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, por fuentes renovables, como la energía solar, la eólica, la geotérmica y la biomasa, principalmente.

Reflexiones sobre la profecía de George Orwell, 1984, las armas de destrucción masiva, el distópico universo totalitario y la geopolítica mundial en el Siglo XXI

Luis G. Martínez Sandoval.

MBA Lic. Bach. Luis G Martínez Sandoval
Académico Universitario Titular

Carreras Comercio Exterior, Administración Aduanera

Sede Central UTN www.utn.ac.cr
Especialista en Relaciones Económicas y Políticas Internacionales,

MBA Administrador de Empresas énfasis Mercados Globales y Negocios Internacionales.

Ex Funcionario Banco Mundial IFC – Ecuador- y, América Latina,

Escritor, Científico Social

Hace algunos días finalice la reelectura de la novela 1984. George Orwell, muere el 21 de enero de 1950. A la edad de 46 años. La tuberculosis se lo llevo muy joven. Su nombre real Eric Arthur Blair.  Nació en la India. Fue escritor, corresponsal de guerra, poeta, ensayista, periodista, novelista, crítico literario, autobiógrafo, librero, guionista y publicista. Estudio en Eton College.  Su literatura es distópica, dado que se crea una sociedad imaginaria bajo un poder totalitario o una ideología determinada, según la concepción de un autor determinado, que sería lo opuesto a la utopía.. Escribió obras notables pero hablaremos de su novela 1984. Sus escritos estan impregnados de su vivencia, el imperialismo británico, el socialismo democrático,  el totalitarismo nazi y el estalinismo.

1984, es una novela distópica (escrita 1949)… 

Era un día luminoso y frío de abril y los relojes daban las trece… Así inicia esta gran novela de realismo, ciencia ficción, distopía…

Winston Smith esta atrapado en la Casa de la Victoria el Gran Hermano te vigila a traves de la telepantalla. El INGSOC. La Policía del Pensamiento que vigilaba todo a la vez. El Ministerio de la Verdad.  El MIVER una enorme estructura piramidal de cemento que se elevaba 300 metros hacia el aire con 3.000 habitaciones y cuya fachada tenia tres consignas del Partido: LA GUERRA ES LA PAZ. LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD. LA IGNORANCIA ES LA FUERZA. Alli estaban instalados los siguientes Ministerios que conformaban sistema gubernamental: el Ministerio de la Verdad – noticias, espectáculos, educación y las bellas artes- el Ministerio de la Paz – para asuntos de guerra-. El Ministerio del Amor – encargado de mantener la ley y el orden-. Y el Ministerio de la Abundancia – asuntos económicos-. MINIVER, MINIPAX, MINIAMOR, MININDANCIAEl Ministerio del Amor era el terrorífico.  La Ginebra de la Victoria era la bebida de Winston. Como los Cigarrillos de la Victoria. Mientras la telepantalla vigilaba todo. Nada era ilegal por ya que no existían leyes.  Era 4 de abril de 1984.  ¿Para quién estaba escribiendo éste diario? Para el futuro, para los que aún no habían nacido.  Hablescribe. Doblepensar.  ¿Cómo iba a comunicar con el futuro? El futuro se parecía al presente o sería una cosa distinta. La telepantalla trasmitía música militar y todas las películas eran de guerra. El Departamento de Registro donde laboraba Winston.  El Departamento de Novela. La Liga Juvenil Antisex. Todos eran espías o agentes de la Policía del Pensamiento. La telapantalla transmitía los Dos Minutos de Odio. El enemigo del pueblo eran los contrarrevolucionarios que se oponian al Gran Hermano.  Los traidores que manchaban la pureza del Partido Unico. El enemigo del pueblo era quien insultaba o acusaba al Partido que ejercía la dictadura. Eran enemigos del pueblo los que abogaban por: libertad de palabra, libertad de prensa, libertad de reunión, libertad de pensamiento, los que gritaban la revolución a sido traicionada. Eran el blanco de todos los odios. Emmanuel Goldstein era el líder, el jefe supremo del inmenso ejercito que actuaba en la sombra, una subterránea red de conspiradores que se proponían derribar al Estado. La organización se llamaba la Hermandad.  Había un libro escrito por Goldstein. Una sociedad guiada por el extasis del miedo y venganza, deseo de matar, de torturar, de aplastar rostros con un martillo, de odio… El Gran Hermano y su procedimiento de autohipnosis para ahogar la conciencia colectiva.Hacer lo mismo que hicieran los demás era natural. Las mentes y los pensamientos debian estar abiertos no ocultos. La Hermandad eran los enemigos del Partido. Existia o era un mito.  ABAJO EL GRAN HERMANO. ABAJO EL GRAN HERMANO. ABAJO EL GRAN HERMANO. ABAJO EL GRAN HERMANO. Eso simboliza el Partido Unico Totalitario Dictadura Terror. Que te descubrieran pensando seria CRIMENTAL. Las detenciones nocturnas. La gente desaparecia sencillamente y siempre durante la noche. En nombre desaparecia de los registros, se borraba de todas partes toda referencia y su paso por la vida quedaba totalmente anulado como si jamas hubiera existido.  Se vive como ratón asustado.  “Es la dicotomía entre  la psiquis del inidividuo y la violencia que se crea al someterse a los mandatos del gobierno totalitario” El Gran Hermano te vigila. La Policia del Pensamiento, dependía la estabilidad del Partido. Y ellos eliminaban  a los traidores y criminales mentales. Las matanzas por ahorcamiento. Cualquier indicio de herejía descubierto por los Espias que eran todos y todas era considerado una rebeldía contra la disciplina del Partido.  Habia que adorar al Partido y el Gran Hermano.  Conceptos como INGSOC guiado por principios sagrados: neolengua, doblepensar, mutabilidad del pasado. Nada era del individuo a no ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro del cráneo.  La profunda pregunta de Winston para quién escribía el Diario: ¿Para el pasado, para el futuro, para una época imaginaria?  Cenizas. Vaporización.  La herencia humana no se continuaba por que uno se hiciera oír sino por el hecho de permanecer cuerdo.  Conceptos: Crimental (el crimen de la mente) no implica la muerte; el crimental es la muerte misma.  Uno se reconoce ya a sí mismo muerto. Purgas. Miedo. Odio. Dolor físico. Todo se desvanecía.  La Bomba atómica armas de destrucción masiva. Solo existiran tres potencias resalta la novela 1984: EURASIA, ASIA ORIENTAL y, OCEANÍA el Estado totalitario intercontinental. Mas los territorios en disputa.

Fuente: Tomado de www.google.com

Oceanía estaba en guerra con Eurasia y era aliada de Asia Oriental. “El que controla el pasado, decía el slogan del Partido, controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado”.   Segun, autores consultados en la web site, las tres superpotencias emergen de la guerra nuclear y de disoluciones civiles. Tres superestados. OCEANÍA surge de la absorción del Imperio Británico por parte de Estados Unidos y su geografía comprende toda América, toda Oceanía, las Islas Británicas, Islandia y el archipielago britanico, las islas del Atlántico y el sur de África.   EURASIA lo conforman toda Europa y casi toda Asia desde Portugal hasta el estrecho de Bering.   ASIA ORIENTAL, el más pequeño y más joven de los superestados, lo conforman China, Indochina, Japón, Mongolia, Tíbet y en general, el Sudeste Asiático. Los tres son SUPERESTADOS.

Las  fronteras fluctuantes que durante la guerra se dividen y cambian de control de un estado a otro son principalmente el Polo Sur y una especie de cuadrilátero que se extiende entre Tánger (Marruecos), Brazzaville (República del Congo), Darwin (Australia) y Hong Kong (China) que abarca Asia Central (norte de Mongolia y Tíbet), el África Central, Medio Oriente,sur de India e Indonesia cuya población ha sido convertida en esclavos.

La guerra entre las superpotencias se describe como sangrienta y las violaciones, masacres, saqueos, infanticidio así como ejecuciones tortuosas y brutales de prisioneros son comunes, pero ningún estado puede ganarle al otro. Y por lo general la guerra acontece en la frontera fluctuante, pero salvo por esporádicos bombardeos, la guerra jamás toca los centros de civilizacion y las fronteras bien definidas.

Los tres estados se encuentran en un estado constante de guerra, aunque usualmente dos se alían contra otro por un cierto lapso de tiempo, hasta que el aliado se confía, se forman bases militares en las fronteras y entonces lo traicionan, tras lo cual se alían con el antiguo enemigo. Debido a que su poderío es equivalente ningún estado puede ganar la guerra que se vuelve eterna, aunque la prensa controlada por el gobierno frecuentemente anuncia numerosas victorias. La guerra es el principal motor de la economía y permite el desarrollo de la industria así como justificar el control y la violación de los derechos dentro de sus propias fronteras, razón por la cual resultaría inadecuado para los gobernantes de todos los países que terminara.

Asimismo, ninguno de los estados tendría las posibilidades de derrotar o invadir. La xenofobia fomentada por el Estado es común, así por ejemplo los ciudadanos de Oceanía se les enseña a odiar a las poblaciones del país enemigo e incluso se ve con recelo a las del país aliado. Todos los ciudadanos tienen prohibido aprender lenguas extranjeras o interactuar de cualquier forma con extranjeros, especialmente para evitar que descubran que en el fondo son todos iguales.

Cada uno de los estados realiza una fuerte carrera armamentista (que es la única función útil que tiene la ciencia en esos momentos) la cual busca crear armas de destrucción masiva, armas biológicas, armas químicas, etc. así como almacenar más y más bombas atómicas con laboratorios ubicados en las selvas de Brasil, los desiertos de Australia y Mongolia. O en los polos norte y sur. Y los oceános.

En un momento de la novela se afirma que Asia Oriental y Eurasia combaten por «una porción grande pero fluctuante de Manchuría, Mongolia y el Tíbet». En otro episodio, cuando Julia adquiere té para compartir con Winston, comenta que posiblemente Oceanía ha tomado la India (o partes de la India), pero agrega que ese control suele ser transitorio.

En todo caso, cuando Oceanía es enemiga de Asia Oriental y aliada de Eurasia y luego cambia, siendo enemiga de Eurasia y aliada de Asia Oriental la historia se cambia para demostrar que siempre había sido amiga de Asia Oriental y enemiga de Eurasia, y viceversa. Como lo establece uno de los tres lemas del Partido; la guerra es la paz.

Tres bloques de poder se conforman: Eurasia guiada por el neobolchevismo que estan enfreantados a Oceanía el Ingsoc y en Estasia un término chino que se traduce como «culto por la muerte» o «desaparición del yo», aunque los tres estados condenaban la ideología de sus rivales como aberraciones.

Los tres superestados tienen sistemas políticos virtualmente idénticos y represivos donde la población es controlada hasta en sus más íntimos momentos y desaparece cualquier noción de libertad personal y con un líder semidivino y absoluto.   

Estasia o Asia Oriental, es el más pequeño y más joven de los superestados mundiales, lo conforman China, Indochina, Japón, Mongolia, Tíbet y en general, el Sudeste Asiático.

La ideología dominante en  Estasia  esta guiada por los Nacionalistas Comunistas que enfatizaban la idea de sacrificar la vida por un bien mayor y éste era un tema recurrente en la propaganda.

La guerra puede ser también ficticia o falsa. Por ejemplo, Londres es bombardeado por el propio gobierno para mantener el clima bélico y reforzar su control.  Recuerdan las Torres Gemelas en EUA y la invasión de Irak.

Esta novela se publicó en 1949, décadas después durante la Guerra Fría y las predicciones de Orwell parecían coincidir simbólicamente con la efectiva división de la Tierra durante la Guerra Fría: EUA + OTAN, URSS, CHINA . Posteriormente tras el fin de la Guerra Fría, durante el siglo XXI dichos paralelismos han aumentado aún más, ya que el mundo ahora ha entrado en un nuevo conflicto (conocido como nueva Guerra Fria o la Segunda Guerra Fria para diferenciarlo de la del siglo pasado) en la que el mundo ha sido disputado por zonas de influencia de tres superpotencias nucleares: Estados Unidos, Rusia y China, cuyas áreas de influencia son bastantes similares a las de las ficticias Oceanía, Eurasia y Eastasia. Las armas nucleares, químicos, biológicas  de destrucción masiva solo estan a la espera de la orden para ser usadas contra la humanidad…

LOS PUEBLOS TRASPLANTADOS: SU MENTALIDAD BELICISTA Y GENOCIDA

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (25)
Tercera época
Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Esas gentes anglosajonas que se propagaron por todo el planeta como una plaga, a las que el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro (El Proceso Civilizatorio) llamó “pueblos trasplantados”, han resultado ser lo más peligroso incluso para la supervivencia de la humanidad: su afición por las guerras, las limpiezas étnicas y los genocidios, más o menos encubiertos, así lo evidencian. Entre ellos destacan los estadounidenses o autodenominados “americanos” con su actitud excluyente hacia cualquier otro pueblo o nación que no pueda mirarse en su propio espejo de pueblo elegido de Dios, en primer lugar como aquellos colonos que se independizaron de su majestad británica para expandirse sobre los territorios vecinos como resultado del New Covenant, pero sobre todo estamos hablando aquí de los canadienses, los australianos y neozelandeses, unos “colonizadores” que despojaron de sus tierras a diferentes pueblos originarios cometiendo verdaderos genocidios y etnocidios como parte de su tarea “civilizadora”. Su racismo y su etnocentrismo los llevó a exterminar en menos de un siglo a la totalidad de los nativos de la Isla de Tasmania, la más austral del conglomerado territorial australiano, en el que de manera simultánea, ejecutaron la reducción a su mínima expresión a los aborígenes australianos, a los que despojaron de sus hijos por considerarlos menos que seres humanos, a lo largo de muchas décadas, durante las cuales los convirtieron en parias desarraigados, y los hicieron objeto de la explotación doméstica y aculturación más brutales, un hecho que ocurrió entre los años 1910 y 1970. Tal y como se nos muestra en la película australiana de hace unos veinte años intitulada RABBIT PROFF FENCE, en la que se nos muestra la odisea y la tragedia de dos niñas australianas arrancadas a su madre, las que se fugaron y caminaron de sur a norte dos mil kilómetros, siguiendo la famosa cerca a prueba de conejos, de tal manera que atravesaron a lo ancho todo el territorio continental casi en línea recta, hasta alcanzar el reencuentro con su madre. Se trata de un relato de una antropóloga, nieta de una de las protagonistas de esos hechos, ocurridos en 1930.

El admirado Canadá, todavía súbdito de su majestad británica y miembro de la Commonwealth o Comunidad Británica de Naciones, siguió la misma política que los australianos anglosajones, con el involucramiento de los francocanadienses católicos en contra de los pueblos originarios amerindios e inuits o esquimales, quienes sufrieron no sólo el despojo de sus hijos con la complicidad y participación activas de la Iglesia Católica en esos actos criminales: se han encontrado cientos de cadáveres en los orfanatorios o presuntas escuelas, lo que ha provocado la indignación y la justa protesta de los pueblos originarios.

Tal y como lo denunció Pierre Beaucage de la Universidad de Montreal: “En mayo de 2021, el descubrimiento de un cementerio clandestino, con cientos de tumbas anónimas, en los terrenos de un antiguo internado indígena en Columbia Británica, fue un choque para la opinión pública canadiense. Hubo que reexaminar unas páginas negras de la historia del país: entre 1880 y 1996, unos 150 mil niños indígenas fueron sacados de sus familias y comunidades y colocados en internados bajo la autoridad de la Iglesia católica (70%) o de Iglesias protestantes (30%). El objetivo explícito era borrar toda huella de sus idiomas y de sus culturas para que se asimilaran a la cultura canadiense. Esta política tuvo resultados desastrosos tanto a nivel psicosocial como físico. Miles murieron de mala alimentación y por falta de atención médica adecuada. Además, un gran número fueron víctimas de sacerdotes pedófilos. El silencio sobre este drama fue roto por la Comisión Real sobre los Pueblos Indígenas (CRPA) cuyas audiencias duraron de 1991 hasta 1996. El gobierno federal canadiense fue condenado por los tribunales a pagar importantes indemnizaciones, que nunca compensarán por los daños causados a generaciones de niños y a los pueblos indígenas de Canadá. Estos daños caben dentro de la definición de genocidio adoptada por la ONU.”

En el caso de Nueva Zelanda, si bien los anglosajones fracasaron en el intento de aniquilar a los maoríes descendientes de los polinesios, los que habitaron esas islas durante muchos siglos, a pesar de sus reiterados intentos iniciales y la persistente aculturación que no ha cesado nunca, causando el aniquilamiento de la mayor parte de las tradiciones de este pueblo.

Estos mismos anglosajones que formaron parte de esos pueblos trasplantados, en los casos de Australia y del Canadá, de los que nos hablaba Darcy Ribeiro en su mencionada obra, fueron una excelente carne de cañón para los afanes imperiales de la Gran Bretaña durante la primera y la segunda guerra mundiales. Conviene recordar, al respecto, aquella película Gallipoli, una playa rocosa en la Turquía europea del entonces Imperio Otomano, en la que dejaron sus sueños y sus vidas muchos jóvenes australianos respondiendo al llamado guerrero de su majestad británica. En estos tiempos en que vemos a los gobernantes de la Casa Blanca de Washington impulsando guerras, limpiezas étnicas y toda clase de odios, siempre cercando a otros países con bases militares y armas de destrucción masiva, en cualquier latitud del planeta, conviene reflexionar sobre la patológica naturaleza belicista de estas gentes, la que nos tiene al borde la Tercera Guerra Mundial.

De los equívocos, falsas percepciones y medias verdades

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (18)

Tercera época

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Una parte considerable de lo que nosotros asumimos y aceptamos como un conjunto de verdades, al parecer incontrastables, no pasa de ser algo más que una colección de “verdades-mentiras” a medias, de equívocas percepciones nuestras interiorizadas o de terceros que persisten en el error, sin dejar por fuera las mentiras strictu sensu no necesariamente intencionales que terminamos aceptando, hace ya mucho tiempo sin razón aparente alguna. Lo peor de todo, es que muy poca gente se detiene siquiera por un instante a reflexionar sobre tan delicado asunto: una actitud que puede poner en riesgo nuestras vidas e integridad.

La invasión masiva de las tecnologías digitales ha empobrecido el ámbito cognitivo de los habitantes de la “aldea global” en que nos hemos convertido, esa entidad que anticipó el filósofo canadiense Marshall McLuhan, quien le dio ese calificativo durante la primera mitad del siglo anterior, aunque no es sino ahora cuando se la encuentra instalada y desplegada en todos sus alcances, dentro del escenario histórico del siglo XXI que avanza aceleradamente, y en cuya tercera década nos internamos, casi sin darnos cuenta. El desplazamiento de la lectura a profundidad (propia de los libros y publicaciones periódicas impresas) por las lecturas apresuradas y superficiales, tanto como de la asunción, casi como un artículo de fe, de todo o casi todo lo dicho, a partir o al lado de las imágenes filmadas transmitidas por los incontables medios electrónicos, algo que ha terminado por traernos problemas adicionales a los ya planteados líneas atrás, pues se ha venido intensificando, de muchas maneras, el tema de la confiabilidad de la información que recibimos y los serios problemas que nos plantea la elaboración de conocimiento, a partir de esos materiales informativos que literalmente nos asedian y que se introducen en nuestros hogares. Nuestra proclividad al error, o a la falsa percepción de determinados acontecimientos o hechos históricos u otros, se encargan de hacer lo suyo, lo que puede llevarnos a sumirnos en el error durante décadas o a lo largo de una existencia entera.

Los temas históricos y muchos otros, son tratados con suma ligereza e imprecisión en los medios masivos de (in)comunicación social, un hecho social que da lugar a que se conviertan en un componente esencial de ese universo o conjunto de verdades que no lo son tanto, sobre todo en la medida en que podamos investigar y tener acceso a una batería más amplia de fuentes de información.

El culto a la destructividad, como una especie de deidad sanguinaria a la que somos tan proclives los seres humanos, nos lleva a situar a las guerras y a los eventos bélicos de toda clase como un elemento central de nuestra vida social, como algo digno de admiración que recibe el más alto número de menciones en los medios masivos, pero a pesar de toda esta exaltación de la muerte violenta y de la destrucción en gran escala, también tendemos a confundir y a tergiversar las motivaciones de los protagonistas de un conflicto armado, asumiendo los relatos y narraciones folletinescas de primera mano, como si en realidad fueran la expresión de la verdad histórica, o siquiera un intento de aproximarse a ella. Podemos pasar una vida entera creyendo y repitiendo un relato falso de un hecho determinado, para encontrarnos con la sorpresa de que no ocurrió de la manera que habíamos pensado, ni tampoco las motivaciones de los protagonistas eran las que se repitieron hasta la saciedad durante décadas e incluso centurias.

El tema de las materias primas fue el que precipitó al Japón en la Segunda Guerra Mundial, al cerrarle los estadounidenses el acceso a las fuentes de hidrocarburos, verdadero talón de Aquiles del Imperio del Sol Naciente. La crisis noruega que desencadenó la invasión alemana de ese país, durante el mes de abril de 1940, tuvo como detonante una expedición francoinglesa para ocupar el puerto de Trondheim, en el norte de Noruega, esencial para el abastecimiento de hierro destinado a la industria alemana y supuso una fuerte confrontación entre ambos bandos, la que se saldó con la ocupación de ese país por la fuerzas de la Wehrmacht. Como un ejemplo de las percepciones erróneas que solemos asumir, recuerdo que en mi caso siempre pensé que el bombardeo germano del puerto holandés de Rotterdam, ejecutado en mayo de 1940, había supuesto un empleo a fondo de la aviación alemana (la Luftwaffe), cuando en realidad lo sucedido fue que “Cinco días después del inicio de la ofensiva, el 15 (de mayo de 1940), el ejército holandés capituló. La Luftwaffe recibió la noticia con veinte minutos de retraso y, aunque intentó detener el bombardeo sobre Rotterdam del kampfgeschwader 54-56° Grupo de Bombardeo- una de las formaciones no recibió la orden y descargó sus bombas sobre la ciudad, destruyéndola casi por completo. La táctica aérea de aniquilamiento de objetivos civiles, que los alemanes habían practicado por primera vez en la localidad de Gernika, durante la Guerra Civil Española, daba sus frutos” (Canales y Del Rey LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL página 95). Nos preguntamos entonces ¿qué habría pasado si ese bombardeo no hubiese sido el resultado de un error, de una orden no recibida a tiempo?

Para justificar sus crímenes el colonialismo europeo asentó en las conciencias de nuestros ancestros, para el caso de nuestra área continental, y en el de las sucesivas generaciones que nos antecedieron una serie de ideas-fuerza, las que resultaron ser a lo sumo unas versiones interesadas de una serie de acontecimientos históricos, mal conocidos e incluso ignorados. Fue así como muchos terminaron haciendo suya la idea de una presunta superioridad cultural de los invasores europeos en relación con las civilizaciones autóctonas de esta parte del mundo, cosa que ha sido desmentida con abundantes datos y nuevos enfoques acerca del tema. Los trabajos recientes de historiadores contemporáneos, como es el caso del mexicano Pedro Salmerón Sanginés, quien en su obra más reciente LA BATALLA POR TENOCHTITLÁN (Fondo de Cultura Económica México 2021), destaca el hecho de que “La “conquista de México” se nos presenta como una de las más grandes hazañas militares de la historia, puesto que 400 individuos y su esforzado capitán sojuzgaron a un poderoso y floreciente imperio. Se nos presenta como el triunfo de la modernidad sobre el atraso, pues fueron las armas, la ciencia y la cultura política modernas las que permitieron esta asombrosa victoria. Se nos presenta como un momento clave en la primera modernización del capitalismo. También se nos presenta como un brutal genocidio. Como la destrucción de una alta cultura por el mero afán de lucro y dominio, En fin, se nos presenta como el traumático origen de la nación mexicana y de nuestro ser mestizo, pletórico de insuficiencias, accidental… ¿Es cierto todo eso? En realidad, casi ninguna de esas afirmaciones se sustenta en los hechos políticos, militares, sociales y epidemiológicos ocurridos en una parte de lo que hoy es México de 1519 a 1521. De hecho, hasta el término “conquista de México” es discutible. Este libro tratará de explicarlo” (Contraportada opus cit). Este autor nos demuestra que hubo batallas que nunca ocurrieron o resultaron ser inverosímiles, Hernán Cortés jamás quemó las naves y la “noche triste” sólo lo fue para este aventurero español y para sus aliados. Es hora de descolonizar nuestro pensamiento.

La rapidez con la que pueblos originarios de este continente aprendieron las formas europeas de hacer la guerra, llegando a derrotar a los llamados conquistadores en numerosas batallas, es aplicable también para los actuales territorios de Perú, Argentina y Chile. La rebelión de Manco Inca, a partir de 1536, es una demostración de ese rápido aprendizaje que se puso de manifiesto durante el largo asedio impuesto por este inca a la vieja capital imperial, que estaba entonces en manos de los hermanos Pizarro, cuando sus soldados pusieron trampas a los caballos y aprendieron a usar las espadas y armaduras, esa lucha fue continuada por los otros incas de Vilcabamba hasta la década de 1570, por lo que al igual que en México, esa fue una “conquista” jamás concluida. Por su parte, los mapuches -esas maravillosas gentes de la tierra- derrotaron sucesivamente a los españoles en 1553 y en 1598, haciendo ya uso del caballo y de otras tácticas europeas de guerra, llegando a obligar a las autoridades españolas a reconocer la soberanía de su estado o Wallmapu, en el actual sur argentino y chileno, durante más de 250 años. Los que desconocieron esa soberanía fueron los estados nacionales de Chile y Argentina, surgidos después de la separación de España, quienes en la década de 1880 los despojaron de sus tierras ancestrales, esas extensiones por las que siguen luchando en este tiempo histórico. Ni vieron a los europeos como “dioses”, o rápidamente descubrieron el engaño descartando algunas falsas percepciones iniciales a propósito de Viracocha o Quetzalcóatl, ni se hicieron fantasías sobre la naturaleza del caballo, ni tampoco con el arcabuz y las armas de hierro, hicieron un aprendizaje en un tiempo récord y emprendieron el largo camino en defensa de su libertad y de la naturaleza de este continente, al que llamaron Abyaya.

Los Falsos Positivos en las Altas Esferas Políticas

Marlin Oscar Avila

10 de abril de 2018

 

La humanidad está en un momento delicado ante los conflictos creados por el tránsito de un mundo unipolar a uno multipolar. Así que un método utilizado inicialmente en Colombia, ahora se usa en las más altas esferas de la política mundial.

La hegemonía sustentada por EUA desde 1948, luego de concluida la segunda guerra mundial en 1945, a partir de la creación de las principales instituciones multinacionales, el predominio del sistema capitalista; de construir un ejército con multitud de bases en el mundo entero; del dominio del dólar como moneda de referencia mundial; ha conllevado a una dura resistencia para quebrarse en diversos poderes mundiales. En el primer trimestre del presente año, ha elevado sus constantes fricciones para convertirse en guerras políticas, mediáticas, financieras y escaladas militares.

Aunque este conflicto de poderes por las hegemonías mundiales en un cuadrilátero donde únicamente actúan pesos pesados, no deja de impactar a los pesos medianos y livianos. Además, la complejidad es grande y, en ocasiones confusa. Para comprender mejor habría que iniciar por lo más simple. Es decir, qué le proporciona poder económico, político y militar a una nación dentro de ese cuadrilátero.

Es interesante observar cómo la mentira es utilizada en estas dimensiones de la lucha por el control mundial. Ante el dominio de los principales medios de radio, televisivos e impresos en el mundo de las comunicaciones, como buenos maquiavélicos, los gobiernos de esas potencias lanzan campañas que aseveran hechos dramáticos que no son más que intrigas, pero que hacen creer que son verídicos. Como la tecnología de la comunicación, de última generación, convierte imágenes y monta videos como ensayos de una película fantasiosa creíble ante los ojos de cualquier espectador, las potencias están utilizándolas para desprestigio de sus contendores.

Las mentiras son utilizadas como grandes verdades. Ahora se han unido a esta inmoralidad política y jurídica los aparatos de justicia, así los vemos tanto en España como en Brasil, en Argentina como en Centro América; en la OEA, en la UE, ni qué decir del FMI y la banca internacional. Con sus mentiras y cooptación de los sistemas de justicia, han logrado convertir a sus víctimas en victimarios y, hasta en “delincuentes y corruptos” a sus principales oponentes. Pero lo espantoso y de alto riesgo, es como ahora se está mintiendo con todo descaro en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Al escuchar sus debates, es como una discusión entre sordos. Las justificaciones, exigencias y evidencias de un gobierno acusado públicamente, no es escuchado, admitiéndose como verdad absoluta lo dicho por la representante de los EUA, que no pasa de ser muy emotiva y ofensiva a sus colegas del Consejo. La decepción completa es cuando uno escucha a representantes de países como Holanda, Suiza, Francia e Inglaterra. No hacen más que secundar a la representante de EUA, sin más pruebas que su palabra.

Lo hechos que pudiera provocar un grave incidente hacia una guerra final es, en primer lugar, las grandes mentiras de las últimas semanas como ha sido el caso del envenamiento en Inglaterra del doble agente ruso Inglaterra, el señor Serguéi y su hija Yulia Skripal, del cual la primera ministra Theresa May acusa a Rusia de ser la causante, sin colocar evidencias sobre la mesa. En segundo lugar, ante el desprestigio mundial por tal falsedad, que condujo a un grave escándalo diplomático, la inteligencia de los históricos aliados, UB y EUA, produjo otro escándalo que cubra las espaldas de la PM May, como ha sido la resiente acusación del uso de armas químicas contra civiles en Siria, igualmente sin ninguna evidencia y su resistencia a una investigación de fondo.

El caso es delicado, puesto que los gobernantes de ambos países, Estados Unidos y Unión Británica, requieren de mejorar su popularidad local, ambos han bajado significativamente y buscan afanosamente lo que salva a gobernantes en muchos casos: provocar la euforia del patriotismo para cubrir con ese manto su mal gobierno. Theresa May ha actuado mal con el Brexit y Donald Trump, está amenazado con un posible juicio político, producido ante resientes evidencias de irregularidades en su administración. Si las grandes mentiras no logran convertirse en falsos-positivos, sus funciones pueden tener pronto final, pero si logran sus propósitos, la humanidad entera podría ingresar en el túnel del final de nuestra existencia.

No dejan de tener razón algunos dueños de las grandes corporaciones quienes están preparando sus maletas para introducirse en los búnqueres que tienen contra una guerra nuclear.

 

Enviado por el autor.

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