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Etiqueta: hombres

UCR: Los hombres se resisten a buscar ayuda en materia de salud mental

De acuerdo con un especialista de la UCR, la mayoría de los hombres no tienen un buen manejo de sus emociones porque la masculinidad tradicional les ha impuesto enfrentar sus dificultades en soledad. Foto Karla Richmond Borbón, UCR

Encuesta Actualidades 2023 de la Escuela de Estadística

Especialista de la UCR advierte que el mal manejo de las emociones tiene graves consecuencias

Tan solo uno de cada cinco hombres pensó en el último año en buscar ayuda de un profesional de la salud en torno a inquietudes de salud mental. De ellos, menos de la mitad (48,4 %) concretó su intención. Es decir, tan solo el 10 % de los hombres en Costa Rica consultaron con un especialista sobre estos temas en los últimos doce meses.

Así se desprende de la Encuesta Actualidades 2023 de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), la cual consultó a personas adultas de todo el territorio nacional y con al menos un año de residir en el país. En total, se entrevistó a 630 individuos mayores de edad entre el 1.° y el 31 de octubre del 2023. Esta muestra cubre el 97 % de la población que supera los 18 años en el país y el margen de error se calculó en ± 1,9 puntos porcentuales.

En contraposición a los hombres, aproximadamente una de cada tres mujeres pensó en buscar ayuda profesional en materia de salud mental en el último año y, de ellas, el 65,1 % efectivamente realizó la consulta. Eso quiere decir que más del 22 % de las mujeres en el país acudieron con una persona profesional de la salud mental para encauzar sus inquietudes.

Si bien puede decirse que los porcentajes de consulta efectiva son bajos en ambos sexos, las mujeres mostraron una mayor disposición a buscar ayuda en otras personas no necesariamente profesionales en la materia, en caso de presentar un problema de salud mental, con un 85,9 %, mientras que solo el 76,8 % de los hombres estaría dispuesto a lo mismo.

Estos datos confirman científicamente la percepción generalizada de que a los hombres les cuesta más pedir ayuda que a las mujeres a la hora de gestionar sus emociones y enfrentar sus problemas. En este sentido, las personas entrevistadas manifestaron una gran diversidad de razones por las que no consultaron con un especialista, entre las que destacan la falta de dinero (24,8 %), la inseguridad sobre el tema (14,6 %) y el tiempo disponible (13,2 %).

Para Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR, los hombres muestran un mayor hermetismo a la hora de hablar de sus emociones e inquietudes ante la vida porque, de acuerdo con la masculinidad tradicional, el hombre siempre debe mostrar estabilidad emocional, cumplir con su función social de soporte y jamás mostrarse débil o vulnerable.

“Sería un error pensar que los hombres tenemos mejores herramientas de manejo de las emociones y que por eso no lo conversamos. Más bien es todo lo contrario. Todo eso va hacia adentro y vemos pocas posibilidades de sacarlo con las redes de apoyo que podríamos tener y lo sacamos de otra manera”.

Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR

“Ese estigma que existe de siempre mostrarnos fuertes, siempre mostrarnos ecuánimes, siempre mostrarnos estables, nos lleva a reconocer poco nuestras emociones. Yo me aventuro a decir que la mayoría de los hombres no somos capaces de reconocer cuando estamos tristes, cuando tenemos una incertidumbre emocional, cuando disfrutamos diferentes tipos de felicidad”, advirtió Ruiz.

De acuerdo con el investigador, la dificultad que tienen los hombres para identificar sus emociones sumada al imperativo social de ser capaces de resolver todo por sí mismos hace que los varones no recurran a su círculo familiar y de amigos más cercanos para enfrentar las dificultades e incertidumbres. Esto provoca que muchos terminen canalizando sus emociones hacia la ira y hacia conductas, peligrosas, violentas o destructivas.

En este sentido, Ruiz señala que la mayoría de los espacios recreativos para los hombres apelan a la adrenalina, al contacto físico y a la agresividad, sin mencionar la ingesta de alcohol que suele estar presente en todo momento. Esto, lejos de contribuir con su bienestar, se convierte en una distracción que impide que la persona enfrente sus problemas de forma real y elabore mecanismos para mejorar su situación de vida.

“Parece que nuestra gama de expresión de emociones es bastante reducida, se nos permiten pocas emociones y eso, precisamente, deviene en que la encuesta refleje lo poco que nosotros pedimos ayuda, pero eso no significa que no la necesitemos”.

Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR

El resultado de esta evasión se traduce en enfermedades, en obesidad, en problemas de socialización, en frustración laboral, en violencia doméstica, en pleitos callejeros, en muertes en carretera y en suicidios.

“Me aventuro a asegurar que todos los comportamientos negativos que los hombres tenemos tienen que ver con ese mal manejo que tenemos de las emociones. La manifestación más triste es a nivel de los suicidios que se manifiesta más en los hombres”, lamentó Ruiz.

En este sentido, los datos más recientes de la Secretaría Técnica de Salud Mental (STSM) del Ministerio de Salud muestran una diferencia considerable y constante a lo largo de los años entre hombres y mujeres que han cometido suicidio. Por ejemplo, en el año 2022, por cada 100 000 habitantes, mientras 82 mujeres se quitaron la vida, 347 hombres tomaron la misma decisión.

Ante esta situación, el investigador insiste en la urgente necesidad de abrir espacios de reflexión e intercambio para hombres que cuestionen el modelo de masculinidad imperante y propongan formas nuevas y sanas de vivir para los varones. Sin embargo, a la vez reconoce que en el país no existen los espacios suficientes e idóneos para atender a toda la población.

“No tenemos esos espacios. Yo sí creo que los hombres tenemos que ir construyendo esos espacios entre nosotros mismos, empezar a reconocernos esas posibilidades de promoverlos, de normalizarlos, de promover otras masculinidades donde nosotros podamos ser capaces de apoyarnos y de decirnos a nosotros mismos que si necesitamos ayuda podemos ir donde una persona profesional.

“Debemos normalizar buscar ayuda, especialmente en nuestros espacios con colegas, con amigos y hacer ver que es importante conversar sobre estas cosas, no sacarlas con violencia o en espacios donde no se promueve una elaboración de lo que llevamos por dentro, de las cosas que nos agobian, y que nos ayuden a trabajar y a reconocer nuestras emociones”, enfatizó el investigador.

Si bien Ruiz reconoce que hay muchas actividades que pueden ayudar a encontrar el equilibrio emocional, como la práctica de un deporte, la jardinería, escuchar música, leer un libro, tomarse un café con un amigo o la aromaterapia, es enfático en que estos temas deben ser abordados de manera profesional para que la persona pueda elaborar qué está sintiendo y ponerlo en palabras, algo que a los hombres se les dificulta mucho.

“A veces, una simple conversación puede ser de mucha ayuda, a veces, no. Como psicólogo, puedo decir que es una cuestión que no basta con ir al psicólogo, pero tampoco es una cuestión que baste con tener una conversación con un café con un amigo o con una amiga. Es toda una serie de factores que se reúnen para que una persona pueda reportar un buen bienestar o no”.

Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR

En esta línea, admite que la consulta psicológica es cara y que no toda la gente tiene posibilidades económicas de pagarla. Además, acepta que los servicios de salud mental que brinda la Caja Costarricense de Seguro Social están saturados y no son una opción eficiente. Por estos motivos, Ruiz considera urgente que los mismos hombres promuevan espacios en su entorno cotidiano para reflexionar en conjunto sobre sus inquietudes y necesidades, siempre y cuando no se conviertan en una reproducción más de los estereotipos que dicta la masculinidad tradicional.

“Creo que la promoción de estos espacios siempre tiene que estar mediada por la deconstrucción y la promoción de nuevas masculinidades y que esté mediada por una persona que sepa hacia dónde va a direccionar eso, que no se vuelva un grupo de hombres quejándose de lo malas que son las mujeres cuando ellos son muy buenos con ellas, sino que se vuelva un espacio reflexivo, deconstructivo y que eso nos haga promovernos e ir interiorizando esas nuevas masculinidades”, remarcó.

Fernando Montero Bolaños

Periodista, Oficina de Comunicación Institucional, UCR

Importancia de la Hemofilia – 17 de abril Día Mundial de la Hemofilia

Dra. Gloria Ramos Ramos, Invitada de ACANAMED, Colombia
Dr. Rafael Jiménez Bonilla, Miembro Honorario, Costa Rica

Pocas cosas preocupan más a una persona que padecer una hemorragia, ya sea por la nariz o por cualquier otra parte del cuerpo. La mayor parte de los sangrados se presentan por accidentes o golpes, pero existen causas hereditarias que producen sangrados permanentes, los cuales pueden aparecer desde el nacimiento. Los más frecuentes están ligados al sexo, solo afectan a varones y la enfermedad se denomina Hemofilia. Hay de dos clases: la A y la B, dependiendo de si la falta de la proteína es de un tipo o de otro. Un aspecto importante de esta carencia hereditaria, es que existen diferentes grados de severidad. Algunos hombres sangran muy poco y a veces pueden llegar a la adolescencia sin un diagnóstico preciso; en cambio, otros sangran severamente desde el nacimiento y hasta podrían fallecer por un sangrado.

Las hijas de un hemofílico siempre serán portadoras capaces de heredar el problema a sus hijos varones. Lógicamente, ellas se preocupan por averiguar si son portadoras, debido a que un hijo hemofílico les representará un gran problema, no solo durante la niñez, cuando quieren jugar igual que sus compañeros, sino también al hacerse mayores y comenzar a tener problemas al caminar, debido a que las hemorragias pueden presentarse dentro de las articulaciones. Por lo tanto, sus miembros van presentando artrosis que les altera las rodillas, los tobillos y los codos, o cualquier otro tipo de articulación.

Los hijos varones de las portadoras siempre serán hemofílicos, pero sus hijas presentan el cincuenta por ciento de posibilidad de ser portadoras o niñas normales. De ahí la importancia de saber si una mujer es o no portadora de la herencia de hemofilia.

A lo largo de la historia han existido hemofílicos famosos y quizá, el más mencionado es el zarévich Alexis, hijo del zar Nicolás II de Rusia, dado que su madre, la princesa Alexandra Fiódorovna era portadora. Con intención de curar a su hijo, ella se hizo íntima amiga del monje Rasputín, quien supuestamente era capaz de detener las hemorragias del niño. En aquella familia, por haber tenido la pareja solamente cuatro mujeres, la hemofilia no se había presentado con anticipación y la princesa Alexandra desconocía ser portadora.

Posiblemente, muchas personas han escuchado que la hemofilia es una enfermedad de reyes y la causa se debió a que la emperatriz inglesa, la reina Victoria, presentó una mutación de novo (nueva y por azar) de este problema, la cual no se había presentado con anterioridad en su familia, dado que su padre no era hemofílico ni su madre portadora. Como la reina Victoria fue muy célebre, ella casó a todos sus hijos con hombres y mujeres de la realeza europea, diseminando así la hemofilia por todas las casas nobles de aquel continente.

Ya sabemos que la hemofilia es una enfermedad de sangrado hereditaria, padecida solamente por los varones, mientras que las hijas de un hemofílico pueden o no heredar el gene de la carencia de la proteína que causa la hemofilia. Enfoquémonos ahora en el diagnóstico y manejo de estos pacientes.

El diagnóstico se realiza solamente en laboratorios especializados en problemas de la coagulación sanguínea, donde se clasifica el tipo de hemofilia del enfermo, así como la severidad de su problema. Hacer un diagnóstico temprano ayudará a que los pacientes disminuyan los sangrados internos y eviten complicaciones de movilidad que los haga en el futuro andar con muletas.

En los siglos anteriores era un problema enorme padecer hemofilia, debido a que la única manera de manejar a estos enfermos era suministrarles sangre normal que aportara la proteína faltante para que pudieran tener una coagulación sanguínea adecuada. Debido a esto, la única forma de tratar a estos pacientes era con transfusiones de sangre. Sin embargo, los pacientes severos requerían constantemente de ellas para no sangrar.

Como los hemofílicos necesitan transfusiones sanguíneas permanentes, al aparecer el SIDA al final del siglo veinte, estos pacientes fueron de las personas más contaminadas, por ignorarse al principio que la sangre llevaba el virus de la inmunodeficiencia humana. Por esta causa, la mortalidad entre los hemofílicos fue altísima, hasta que empezaron a tomarse las medidas del caso.

Se sabe que cualquier proteína, bacteria o virus que ingrese a nuestro organismo provoca que este produzca anticuerpos contra los invasores. De esta manera, el sistema inmune de los hemofílicos fabrica anticuerpos contra la proteína que ellos no tienen, la cual se les inyecta en las transfusiones sanguíneas. El resultado es que los enfermos comienzan a rechazar el tratamiento con sangre normal. Esto causa complicaciones muy serias.

Desde hace muchos siglos se conocía que las proteínas que los hemofílicos no tienen solo están en la sangre de otros seres humanos. Dichosamente, debido al desarrollo del siglo anterior, los científicos produjeron artificialmente en sus laboratorios las proteínas que les hacen falta. El único problema es que este tipo de proteínas resulta muy caro y algunos países pobres no pueden pagar el alto valor de estos novedosos medicamentos. Para ayudar a los hemofílicos, se creó la Federación Mundial de Hemofilia (FMH), la cual realiza una función impresionante, ya que educa tanto a los pacientes como a la diversidad de profesionales que manejan a los hemofílicos. Esa federación realiza reuniones en todos los lugares y se preocupa constantemente en ayudar a los países pobres que no logran costear el alto valor de los medicamentos modernos. Ellos instauraron un Día Mundial de la Hemofilia y también organizan un congreso médico mundial cada dos años, así como múltiples cursos de entrenamiento para profesionales de la salud, que incluyen médicos hematólogos y ortopedistas, cirujanos, dentistas, personal de laboratorio, enfermeras, psicólogos, etc.

 En resumen, la hemofilia es una enfermedad muy seria que altera a los pacientes y a su familia. Afortunadamente, los nuevos medicamentos están dándole a los hemofílicos una mejor calidad de vida al presentar menos complicaciones clínicas, pero para ello debe contarse con un equipo de especialistas en muchas áreas, que incluyen personal especializado en los laboratorios de coagulación sanguínea, así como especialistas en diversas ramas. A los cirujanos les da miedo operar hemofílicos y los dentistas temen extraerles piezas dentales. También los ortopedistas deben estar actualizados con el manejo de las artropatías hemofílicas que los van dejando con discapacidad. Las enfermeras son indispensables para aplicar los mecanismos intravenosos, aunque algunos medicamentos actuales se aplican por vía subcutánea. Las nuevas terapias han favorecido mucho a los enfermos que desarrollan anticuerpos contra las proteínas que les hacen falta. La FMH es la organización que ha mejorado la vida de estos pacientes, y un gran acierto suyo fue implantar el día del hemofílico en el mes de abril, con el propósito de suministrar a los pacientes una vida con mucho menos complicaciones que en los siglos anteriores.

Dichosamente, los hemofílicos costarricenses cuentan desde la década de los setenta con los tratamientos y diagnósticos más modernos, los cuales se realizan en el Centro de Hemofilia del Hospital México.

UCR: Jean y Tomás, hombres trans que apoyan el feminismo

  • Educadores enfatizan la importancia de reconstruir las masculinidades

UCR Jean y Tomas hombres trans que apoyan el feminismo
Jean Matarrita, Tomás Campos y María Alejandra Solórzano se juntan para discutir sobre el papel de los hombres trans en el feminismo Foto: Anel Kenjekeeva.

Jean Matarrita, docente del Ministerio de Educación (MEP) y Tomás Campos, educador de la Asociación Demográfica Costarricense, ambos hombres trans, visitaron la Universidad de Costa Rica (UCR) para compartir sus opiniones y experiencias sobre su identidad de género.

El espacio tuvo lugar en la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco, donde los educadores presentaron sus ponencias frente a un auditorio lleno. La actividad estuvo moderada por la académica y gestora cultural, María Solórzano.

Matarrita realizó la presentación titulada “Hacer mi realidad a través de las letras”,en la cual narró su transición física y la forma en que comenzó a sentir un trato diferente respecto al que recibía como mujer.

“Empecé a sentirme más cómodo en mi cuerpo (…) caminar con menos miedo por la calle … digo ‘menos’ ya que por mi socialización como mujer aún sentía miedo, pero no, ya no recibía acoso, ni importaba mucho si pasaba por un lugar lleno de hombres…” explicó Matarrita.

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Tomás Campos explica la importancia de deconstruir masculinidades Foto: Anel Kenjekeeva.

Además, denunció la masculinidad tóxica que en diversos momentos le dictaban “el deber ser fuerte, cargar equipos, desmontar andamios, ser protector con mi pareja, y no porque lo sienta necesariamente si no porque así debe serlo”.

Al percibir esta dicotomía de experiencias antes y después de su transición, confirmó su compromiso con la lucha feminista y enfatizó la importancia de que esta sea una lucha constante desde su posición de hombre trans.

“Ser feminista no lo hace la vagina o la vulva, si no renunciar al machismo.” aseveró el docente de primaria.

Por su parte, Campos compartió con los presentes la ponencia “Los hombres trans en el feminismo”, durante la cual concordó con Matarrita respecto a la importancia de ser parte de la lucha, aunque reconoció que ser aliado de este movimiento tiene sus obstáculos.

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Jean Matarrita habla sobre su experiencia como educador trans de educación física. Foto: Anel Kenjekeeva.

“A los hombres trans los bombardean y alejan con el hecho de que el feminismo es un asunto de mujeres.” aseguró Campos.

Según este educador, la comunidad trans se enfrenta a diversas discriminaciones y es justamente por esta razón que considera muy relevante visibilizar el apoyo de los hombres trans al movimiento feminista, como símbolo de “solidaridad entre todas las personas.”

“Es político y necesario sacudir las bases de este sistema patriarcal, porque si no luchamos al lado de feministas nos estaríamos hermandando con la injusticia hacia los grupos históricamente vulnerabilizados, donde incluso hemos estado los hombres trans.” afirmó el educador.

Al concluir, el educar enfatizó la importancia de cuestionar la forma en que se construyen las masculinidades y se interactúa en el mundo.

 

Amanda Núñez Chacón

Asistente de la Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Los hombres contra el machismo y la violencia

Las organizaciones abajo firmantes, conformadas por hombres costarricenses, procedentes del sector público, organizaciones no gubernamentales, redes comunitarias y sociedad civil en general, manifestamos las siguientes reflexiones ante el peligroso y reiterado avance del machismo y la violencia en el país:

  1. Somos hombres que trabajamos por la construcción de masculinidades positivas e igualitarias para contribuir a que los hombres costarricenses respeten los Derechos Humanos, manejan sus emociones y crisis con tranquilidad y armonía, renuncien al machismo y a todas las formas de violencia. Hombres que no vean a las mujeres como objetos de su propiedad y que no ejerzan formas de poder opresivas donde solo se tome en cuenta su manera de ver las cosas. Hombres que ejercen una paternidad afectiva e involucrada en el cuido; una vivencia de la sexualidad informada, corresponsable y respetuosa de los derechos de otras personas; y en general, hombres que vivan una masculinidad en igualdad y libre de violencia, en sus centros de trabajo, comunidades, familia, pareja, consigo mismos y la sociedad en general.
  2. Vemos con mucha preocupación el resurgimiento de discursos y prácticas machistas y violentas en el país, en donde se muestra una forma de masculinidad muy tóxica y dañina. A manera de ejemplo, los rituales de demostración de la valentía, que pone en peligro la vida de los mismos hombres; la intolerancia y hasta odio hacia otras formas de vivir la sexualidad y, muy en especial, la escalada de violencia contra las mujeres, siendo un indicador muy claro el creciente número de mujeres asesinadas en manos de sus compañeros o excompañeros sentimentales. Es como si se pensara que “ya se puede hacer con las mujeres cualquier cosa, que ya no hay leyes que las protegen y que en este país ya no se respetan los Derechos Humanos”. Los conflictos, la separación o los celos no son justificación para la violencia. Las personas no le pertenecen a nadie y, mucho menos, a las parejas.
  3. Es preciso recordar que lo que ha caracterizado a nuestro país es el respeto por los derechos humanos de todas las personas. Existe una legislación que protege los derechos de todas las personas que viven en el país y, en materia de violencia, existe y está vigente el “Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia Contra las Mujeres y Violencia Intrafamiliar” (PLANOVI), conformada por 22 instituciones públicas cuyo ente rector es el Instituto Nacional de las Mujeres –INAMU- (Ley 8688) y también están vigentes otros instrumentos legales que penalizan y sancionan la violencia. Este sistema, al igual que las Redes cantonales de Prevención de la Violencia Intrafamiliar y el INAMU, deben fortalecerse.
  4. La violencia Intrafamiliar en este país es un delito sancionado por ley, es un problema de salud pública y además constituye una violación a los derechos humanos. No podemos perder esta visión de las cosas. El problema de la violencia intrafamiliar y contra las mujeres es muy complejo e intervienen muchos factores. Su prevención y erradicación le corresponde a todas las instituciones y a todas las personas que conformamos la sociedad. Se requiere el cumplimiento de la legislación, pero además de la policía y Poder Judicial deben intervenir otros sectores e instituciones (salud, educación, cultura). Es necesario un cambio cultural que rechace la violencia; es fundamental trabajar con los hombres desde que son niños, para que no vean en la violencia una alternativa. Y también es responsabilidad de la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales llevar a cabo acciones y programas para atender y prevenir la violencia, trabajando con todas las poblaciones implicadas. Y lo más importante, erradicar la cultura machista, que es la base de estas formas de violencia.
  5. Con la muerte de cada una de estas mujeres, una parte nuestra también muere y ante ello debemos reaccionar. Es imprescindible evitar, por todos los medios posibles, que esta violencia (sobre todo la dirigida contra las mujeres) entre a formar parte de la vida cotidiana y llegar a un punto en el que se trata del reporte de una muerte más, “como la cosa más natural”. Una sociedad democrática y respetuosa de los más básicos derechos humanos no puede permitir que eso suceda y debe mover todos sus recursos para confrontar y erradicar tal situación.
  6. Hacemos un llamado a todos los hombres del país, a las instituciones públicas, a la empresa privada, a las universidades y centros de educación superior o parauniversitaria, a las organizaciones de la sociedad civil e iglesias a pronunciarse en contra de esta escalada machista y violenta. Los hombres podemos y debemos ser aliados y protagonistas en la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación hacia todas las personas y hacia toda la sociedad y, en particular, hacia las mujeres.

21 de marzo del 2018.

 

Firmas responsables:

Erick Quesada Ramírez

Álvaro Campos Guadamuz Ced. 601410470

Organizaciones firmantes

Red de Hombres por la Igualdad de Género del Sector Público

Instituto Costarricense de Masculinidad, Pareja y Sexualidad (Instituto WEM)

Redes Comunitarias de Hombres de WEM

Colectivo de Hombres del Poder Judicial

Red de Masculinidades Instituto Nacional de Aprendizaje

Iglesia Luterana Costarricense

Fundación Justicia y Género

Los hombres contra el machismo

 

*Imagen tomada de www.definicionabc.com.

Enviado por Milena Barrientos.

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