Los hombres contra el machismo y la violencia

Las organizaciones abajo firmantes, conformadas por hombres costarricenses, procedentes del sector público, organizaciones no gubernamentales, redes comunitarias y sociedad civil en general, manifestamos las siguientes reflexiones ante el peligroso y reiterado avance del machismo y la violencia en el país:

  1. Somos hombres que trabajamos por la construcción de masculinidades positivas e igualitarias para contribuir a que los hombres costarricenses respeten los Derechos Humanos, manejan sus emociones y crisis con tranquilidad y armonía, renuncien al machismo y a todas las formas de violencia. Hombres que no vean a las mujeres como objetos de su propiedad y que no ejerzan formas de poder opresivas donde solo se tome en cuenta su manera de ver las cosas. Hombres que ejercen una paternidad afectiva e involucrada en el cuido; una vivencia de la sexualidad informada, corresponsable y respetuosa de los derechos de otras personas; y en general, hombres que vivan una masculinidad en igualdad y libre de violencia, en sus centros de trabajo, comunidades, familia, pareja, consigo mismos y la sociedad en general.
  2. Vemos con mucha preocupación el resurgimiento de discursos y prácticas machistas y violentas en el país, en donde se muestra una forma de masculinidad muy tóxica y dañina. A manera de ejemplo, los rituales de demostración de la valentía, que pone en peligro la vida de los mismos hombres; la intolerancia y hasta odio hacia otras formas de vivir la sexualidad y, muy en especial, la escalada de violencia contra las mujeres, siendo un indicador muy claro el creciente número de mujeres asesinadas en manos de sus compañeros o excompañeros sentimentales. Es como si se pensara que “ya se puede hacer con las mujeres cualquier cosa, que ya no hay leyes que las protegen y que en este país ya no se respetan los Derechos Humanos”. Los conflictos, la separación o los celos no son justificación para la violencia. Las personas no le pertenecen a nadie y, mucho menos, a las parejas.
  3. Es preciso recordar que lo que ha caracterizado a nuestro país es el respeto por los derechos humanos de todas las personas. Existe una legislación que protege los derechos de todas las personas que viven en el país y, en materia de violencia, existe y está vigente el “Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia Contra las Mujeres y Violencia Intrafamiliar” (PLANOVI), conformada por 22 instituciones públicas cuyo ente rector es el Instituto Nacional de las Mujeres –INAMU- (Ley 8688) y también están vigentes otros instrumentos legales que penalizan y sancionan la violencia. Este sistema, al igual que las Redes cantonales de Prevención de la Violencia Intrafamiliar y el INAMU, deben fortalecerse.
  4. La violencia Intrafamiliar en este país es un delito sancionado por ley, es un problema de salud pública y además constituye una violación a los derechos humanos. No podemos perder esta visión de las cosas. El problema de la violencia intrafamiliar y contra las mujeres es muy complejo e intervienen muchos factores. Su prevención y erradicación le corresponde a todas las instituciones y a todas las personas que conformamos la sociedad. Se requiere el cumplimiento de la legislación, pero además de la policía y Poder Judicial deben intervenir otros sectores e instituciones (salud, educación, cultura). Es necesario un cambio cultural que rechace la violencia; es fundamental trabajar con los hombres desde que son niños, para que no vean en la violencia una alternativa. Y también es responsabilidad de la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales llevar a cabo acciones y programas para atender y prevenir la violencia, trabajando con todas las poblaciones implicadas. Y lo más importante, erradicar la cultura machista, que es la base de estas formas de violencia.
  5. Con la muerte de cada una de estas mujeres, una parte nuestra también muere y ante ello debemos reaccionar. Es imprescindible evitar, por todos los medios posibles, que esta violencia (sobre todo la dirigida contra las mujeres) entre a formar parte de la vida cotidiana y llegar a un punto en el que se trata del reporte de una muerte más, “como la cosa más natural”. Una sociedad democrática y respetuosa de los más básicos derechos humanos no puede permitir que eso suceda y debe mover todos sus recursos para confrontar y erradicar tal situación.
  6. Hacemos un llamado a todos los hombres del país, a las instituciones públicas, a la empresa privada, a las universidades y centros de educación superior o parauniversitaria, a las organizaciones de la sociedad civil e iglesias a pronunciarse en contra de esta escalada machista y violenta. Los hombres podemos y debemos ser aliados y protagonistas en la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación hacia todas las personas y hacia toda la sociedad y, en particular, hacia las mujeres.

21 de marzo del 2018.

 

Firmas responsables:

Erick Quesada Ramírez

Álvaro Campos Guadamuz Ced. 601410470

Organizaciones firmantes

Red de Hombres por la Igualdad de Género del Sector Público

Instituto Costarricense de Masculinidad, Pareja y Sexualidad (Instituto WEM)

Redes Comunitarias de Hombres de WEM

Colectivo de Hombres del Poder Judicial

Red de Masculinidades Instituto Nacional de Aprendizaje

Iglesia Luterana Costarricense

Fundación Justicia y Género

Los hombres contra el machismo

 

*Imagen tomada de www.definicionabc.com.

Enviado por Milena Barrientos.

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