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Etiqueta: José Rafael Quesada

La abolición del ejército en Costa Rica: ¿Un hecho humanista?

Por José Rafael Quesada J.

El 1 de diciembre de 1948 tuvo un antes y un después en la historia de Costa Rica y del mundo. En un acto de grandeza que excede lo político, José Figueres Ferrer, líder de la Junta Fundadora de la Segunda República asumió la resolución de abolir el ejército como institución perenne. Un acto que posteriormente fue avalado por la Constitución de 1949, que no solo simbolizó el hecho institucional, sino que también fue el acto fundacional para lograr la transformación cultural política o económica que la instauración de una nueva imagen de un cierto humanismo criollo -y hasta ingenuo- iba a traer consigo, una posible centralidad en el ser humano, el desarrollo un país en paz y el rechazo a la violencia estructural con ribetes socialdemócratas, que se empezaba a esbozar por todo el mundo no alineado como llamaron en otras latitudes.

El ejército antes de 1948: Violencia, exclusión y desigualdad

Antes de su abolición, el ejército costarricense representaba una institución débil y lejos de las necesidades humanas de la población. Su limitado poder de fuego y su uso como aparato de represión en conflictos internos se alejaba de su objetivo de proteger a la ciudadanía. Más bien, contribuyó a perpetuar desigualdades y hacer añicos la confianza social en el Estado.

Durante la Guerra Civil de 1948, el ejército no respondió como un garante de estabilidad política, su existencia contribuyó a agudizar la división entre los sectores de la clase política en el poder y las aspiraciones de justicia democráticas del pueblo. Pero este periodo de crisis también representó que el cambio era posible. La abolición del ejército no solo fue una respuesta en medio de toda esta situación, fue la intencionalidad de algunos que quisieron aprovechar una oportunidad de sostener la voluntad política sin las armas y aprovechar para construir un Estado sin violencia, propiciando espacios para el desarrollo humano con mayor dignidad. Fue el “imperio de las circunstancias”.

La Resolución de la Abolición del Ejército: Un Acto de Humanismo Radical

No sólo el hecho de abolir el ejército en un Cuartel Bellavista significó un símbolo de liberarse de estructuras de poder no deseadas para Costa Rica; también abrió un camino que no es otra cosa que una orientación hacia un modelo social que priorizara el satisfacer necesidades de las personas en la toma de decisiones. Luego como todos los actos humanos se diluye en los juegos de poder de los sectores poderosos, porque “comida que no se vigila se quema en el camino…”.

Este acto no tuvo límites territoriales, sino que ofreció al mundo otra interpretación: las de la nación que opta por la diplomacia, el diálogo y por invertir en su población en desmedro de perpetuar la violencia estructural o represiva que imperaba en la década de los años 40 del siglo pasado.

En el contexto de la Guerra Fría nuestros países tenían referentes solo para que se armaran hasta los dientes. Costa Rica tomó una dirección opuesta: un acto con impronta de la valentía de la época, que reorientó la lógica del enemigo en las prioridades de la propia nación, apostando por el bienestar social.

Un Nuevo Modelo de Cultura: La Paz como parte del sentido de la identidad

La carencia de ejército devino en una parte de la identificación del pueblo costarricense, una manifestación palpable de la posibilidad de una resolución de los conflictos sin violencia. Este compromiso cultural asociado a la paz es una resonancia de las formas de humanismo, que rechaza la violencia como forma de relación y que hace propio de la esencia solidaria en el área social, hasta que las tendencias neoliberales toman el control de los gobiernos y de las perspectivas de una involución en el social que afecta muchas áreas de quehacer del Estado.

El orgullo que siente el costarricense por no poseer ejército, tiene su lugar en la lectura política del momento y en al menos 25 años posteriores, promoviendo un Estado que se empoderara hacia la igualdad, la justicia y el fortalecimiento de las instituciones democráticas; de esa forma Costa Rica se avizoró como una nación de algo que puede avanzar en posiciones de alguna forma humanistas, representando en varios momentos históricos que la paz no se trata de un ideal sino que es una dificultad a superar en la práctica pero posible.

Recursos para la Vida: Del Armamento al Bienestar

La eliminación del ejército permitió liberar recursos económicos y humanos que fueron incorporados a recursos vitales. Estas inversiones hicieron que Costa Rica pudiera implementar un modelo de desarrollo humano en el que se ejemplifican los principios del nuevo humanismo:

1. Salud: La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se estructuró como una de las instituciones del acceso universal a atención en salud humana digna e igualitaria.

2. Educación: Desde el aprendizaje de la lectura y la escritura y el acceso a la educación universal, hasta el empoderamiento de nuevas generaciones, ampliar oportunidades y crear una ciudadanía crítica y solidaria.

3. Vivienda y agua potable: Programas sociales que redujeron la desigualdad favoreciendo el respeto del derecho humano de tener un hogar y el acceso a recursos básicos.

4. Mitigación de la pobreza: Transferencias monetarias directas y programas de desarrollo social y comunitario que lograron cerrar las brechas sociales, contribuyendo a la igualdad.

5. Producción de energía: se da un paso adelante en la producción de nuevas energías a partir de la hidroeléctrica y telecomunicaciones para toda la población.

6. Inclusión social: El desarrollo de carreteras y acueductos lograron conectar arriba de todo a las comunidades más aisladas, alcanzando la cohesión social. Y un punto más,

7. El de la protección de la casa del ser humano: el desarrollo y articulación de una estrategia de protección del medio ambiente y base para el turismo de varios tipos, generadores de otro tipo de riqueza para varias generaciones.

Estas inversiones, de acuerdo con los valores solidarios transformaron el país, a través de la cooperación y el bienestar colectivo por encima de la competencia y la dominación. Una decisión que nos permitió construir un modelo de Estado, el cual se encuentra en crisis en la actualidad, pero fue una buena decisión al final.

Diplomacia y Derecho: Una respuesta no violenta de reparación de conflictos

Sin ejército, Costa Rica mostró que se puede encontrar una salida a las disputas internacionales sin recurrir a la violencia. Las disputas fronterizas, como la situación de la Isla Calero con Nicaragua, se resolvían por la vía del derecho internacional y las instancias diplomáticas, mostrando que la paz es una poderosa y efectiva herramienta poderosa y eficaz.

Esta perspectiva reafirma una ética de tipo no militar, que tiene mucho que ver con la ética humanista de priorizar la inversión social, educativa, en sanidad y calidad de vida, lo cual también nos va acercando a un tipo de humanismo y la cooperación solidaria, incluso en escenarios de conflicto.

Conclusión: Un Legado de una perspectiva Humanista para el Mundo

La abolición del ejército en Costa Rica no es solo un hecho histórico, se convierte en una declaración de principios que resuena con las proclamas del nuevo humanismo. Es un símbolo de que es posible construir sociedades más humanas y solidarias si destruimos las estructuras de violencia y redistribuimos la riqueza, el mismo concepto de bienestar.

Y hoy en día Costa Rica es un faro de esperanza para el mundo, una nación que evidencia que la paz y el desarrollo humano no solo son deseables, también son posibles, aunque obliguen a revisarlo de forma constante. Nuevamente “comida que no se vigila, se quema en el camino”

La enseñanza es clara: cuando el ser humano es el centro de las decisiones políticas, el futuro se llena de posibilidades.

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2024/12/la-abolicion-del-ejercito-en-costa-rica-un-hecho-humanista/

Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad

José Rafael Quesada
Costa Rica, octubre 2024

El proverbio chino «Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad» tiene un mensaje super profundo y mejor aún, sigue siendo relevante, sobre todo en esta época de incertidumbre, inestabilidad y pérdida de la esperanza, como los que vivimos en la actualidad. Este proverbio sugiere que, en lugar de lamentarnos por los problemas, las dificultades o concentrarnos en todo lo negativo, es necesario tomar los actos y acciones de pequeño tamaño, pero altamente significantes para generar cambios necesarios en la vida.

Aplicación del proverbio en la época actual:

La inestabilidad actual, ya sea política, económica, social o ambiental, unido a la crisis que he llamado de pérdida del sentido de la vida y el sufrimiento que tiene cada persona en su vida, ha causado que muchas personas pierdan la esperanza, de vivir, de atender o resolver los problemas cotidianos o apoyarse con otras personas en la resolución de los problemas sociales que requieren atención mediata o urgente.

Sin embargo, este proverbio nos invita a enfocarnos en lo que podemos hacer, incluso en momentos de crisis, en lugar de quedarnos en la queja o la frustración.

a. Pequeñas acciones con impacto real y positivo:

Esto sugiere desde el punto de vista del Humanismo Universalista, que cualquier cambio que introduzcamos en nuestra acción diaria en la comunidad que podamos influir es un gesto que, sin duda alguna, cuenta. Este es un tiempo de crisis reales, sea el cambio climático, la grave desigualdad y la violencia que nos destruye con sus crueldades, cada acción individual puede generar impactos que no se detienen en la vida social.

Miles de ejemplos como la participación en iniciativas comunales de apoyo mutuo, producir educación ecológica o ambiental, así como el trabajo voluntario pueden producir cambios positivos de pequeña escala, que además pueden avanzar a mayores transformaciones.

b. No podemos rendirnos ante la desesperanza y el agotamiento cultural:

Esta es una época llena de oscuridad, marcada por conflictos y guerras globales, problemas económicos, con un tejido social en desintegración y una realidad de deterioro mental de las personas, dónde todo parece abrumador. Así que este proverbio nos señala que, aunque todo nos parezca insuperable, siempre podemos plantear cosas para generar luz en nuestro medio inmediato. El tamaño de los problemas puede parecer demasiado para una persona, por lo que lo correcto por hacer es iniciar por lo que está a nuestra mano, esto genera diferencia y renueva la esperanza. Y la esperanza es la clave del cambio cultural.

c. La no violencia activa y el Humanismo son esenciales:

En este contexto de debilitamiento de los movimientos y las organizaciones sociales, tenemos una crisis de valores, por lo que este proverbio tiene sentido sí promovemos la Noviolencia como metodología de acción social. Es casi una Revolución Humanista.

La No Violencia Activa, la creación de nuevos espacios de diálogo y la construcción de soluciones comunitarias son efectos demostración, para «encender una vela» frente a la violencia, la corrupción o la indiferencia política. Estas son formas para no quedarse paralizado ante la inmensidad de los retos y desafíos, es construir formas y dar pasos para salir hacia adelante. Son formas de abrir el futuro para las personas, las comunidades y la Humanidad como un todo.

d. Fomentar la esperanza a través de la solidaridad:

Este sabio proverbio también nos invita a crear Faros de luz compartidos, luz para muchos y muchas. En estos momentos de crisis, el apoyo mutuo y la solidaridad son formas de encender esa vela de esperanza.

Hace unos años en la pandemia de COVID-19 se mostró lo importante que fue la cooperación en el ámbito local y global para superar los difíciles retos colectivos. En estos nuevos tiempos, en este contexto mundial de inestabilidad económica y psicosocial, las acciones de compasión y bondad, así como todas las redes de solidaridad que se generaron serán claves para reconstruir la confianza en el futuro.

e. Promoción y generación de nuevas ideas:

Cuando las sociedades se han quedado quietas, con visiones conservadoras y comenzamos a maldecir el sistema o la situación actual, es más constructivo enfocarse en nuevas soluciones y enfoques innovadores. Todo esto es aplicable en el ámbito personal como el social.

Los avances científicos y sociales, así como el nuevo contexto de tecnología creciente a toda velocidad y que buscan soluciones a tantos problemas y dificultades humanas, que enfatizan hoy en la crisis climática, la profunda crisis de educación y las desigualdades sociales, se convierten en las nuevas velas encendidas por personas, organizaciones sociales y humanistas, que se niegan a aceptar la oscuridad como un resultado consumado.

Hoy más que nunca, el proverbio «Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad» se nos vuelve totalmente relevante. Nos invita a movernos con acciones coherentes en cada medio inmediato en todas partes y esto para no dejarnos vencer por la desesperanza.

f. Replantear la espiritualidad

Esta época de vacíos existenciales, dónde la facilidad del acceso a drogas, alcohol, consumo excesivo y fácil, permite “ocultar, postergar y acallar la demanda espiritual”. El espíritu del ser humano siempre necesitará el acceso a lo Sagrado que existe en cada uno y una de nosotros, reflexionar, actuar y volver a reflexionar, en un espacio que da sentido a la vida de cada persona y agrega pasos en la búsqueda de la felicidad humana. La coherencia personal en sus actos del pensar, sentir y actuar en una misma dirección, se volvió un punto de mirada para cada ser humano en esta difícil época.

g. La ancianidad

Recuperar la experiencia, el cariño y la satisfacción con la vida de los abuelos y abuelas, se vuelve una necesidad de las distintas generaciones que convivimos en este momento histórico y social. Más en esta cultura del descarte y la obsolescencia programada, pareciera que también en actos absurdos de esta cultura degradada se tiende a olvidar y liquidar la vida de quienes pasan de cierta edad “productiva”, que condena a millones a sufrir la experiencia de la desigualdad generacional justo en el momento de posiblemente mayor sensibilidad y conocimiento de la persona en cualquier latitud. Valga el espacio para recuperar y admirar lo mejor del ser humano en cualquier momento de su existencia.

El mundo que tenemos y que podemos tener…

Estamos en un mundo que se enfrenta a posibles colapsos en sus sistemas de vida común, en medio de la grave crisis climática, crisis de violencia y guerra, de tristeza, depresión y locura, debemos encender pequeñas luces, que en conjunto pueden generar un cambio profundo y un salto adelante para la Humanidad.

Nos insta a movernos hacia la acción, sin importar lo pequeña que sea, para hacer frente a la adversidad y no dejarnos vencer por la desesperanza. En un mundo que parece enfrentarse a un colapso de muchos de sus sistemas tradicionales, cada uno de nosotros tiene la capacidad de encender pequeñas luces, que, unidas, pueden generar un cambio profundo.

Este proverbio nos habla de verdades que van más allá de los tiempos de las culturas, nos habla de que podemos entender los conflictos hasta sus últimas raíces y finalmente son llamadas a la acción de todos los seres humanos que buscan crear un mundo más solidario, humano y sobre todo esperanzador. Es un llamado a la creación de luz en medio de la oscuridad más profunda que nos rodea.

¿Por qué las organizaciones sociales y productivas de Costa Rica, debemos proponer la instauración de una Renta Básica Universal e Incondicional en Costa Rica?

José Rafael Quesada
Asociación de Renta Básica Universal de Costa Rica

Instaurar una Renta Básica Universal (RBU) en Costa Rica generará muchos beneficios y múltiples oportunidades para acabar con muchos problemas y obstáculos para un crecimiento equilibrado de nuestra economía y el desarrollo social de nuestro país, incluyendo la recuperación de nuestro sistema solidario perdido en los últimos decenios. Veamos las razones para respaldar esta iniciativa:

  1. Reducir la Pobreza y la Desigualdad: La RBU se propone para garantizar que cada persona tenga o se le asigne un ingreso o salario mínimo a toda la ciudadanía, lo que puede reducir significa o totalmente la pobreza y la gravísima desigualdad en que se ha sumido a este país. Así que es fundamental para que muchas personas puedan superar la enorme pobreza económica, cultural y social en que se encuentran cientos de miles de personas.
  2. Seguridad Económica: Se trata de que todas las personas puedan cubrir o ayudarse a cubrir sus necesidades básicas (alimentación, vivienda, salud, vestido, transporte. Esto es seguridad económica y social. Esto conduce a la reducción de la tensión psicológica y la inseguridad real de no poseer suficientes ingresos familiares, resolver esto significaría calidad de vida y por supuesto bienestar para toda la población.
  3. Estímulo de la Economía:Cuando las personas cuentan con un ingreso adicional como la RBU, aumenta el poder adquisitivo de las personas y las familias, lo que significa estímulo para la economía local y nacional. Esto sumado a políticas públicas correctas, beneficiaría a los emprendimientos locales, muchos pequeños negocios y otras actividades individuales, que reactivaría y dinamizaría la economía con nuevos ingresos circulando en la sociedad.
  4. Simplificación de la política Social: La RBU podría hacer la diferencia para simplificar todo el sistema de ayuda y seguridad social nacional, porque se puede eliminar la necesidad de múltiples programas de transferencias sociales individuales, familiares o colectivas. Esto puede permitir reducir la burocracia, y simplificar a su vez el costo administrativo, lo que garantizaría mejores y más sencillos controles, así como un aumento en la eficiencia de la administración pública.
  5. Fomento de la Educación y el Desarrollo Personal: Con una RBU, las personas pueden tener más libertad para invertir en su educación y desarrollo personal. Esto haría -casi en automático- que las personas aumenten el nivel de sus habilidades y en otros términos volveríamos a tener una población más educada y realmente más productiva.
  6. Autonomía y cambios personales: La RBU puede empoderar a los individuos al darles mayor autonomía sobre sus vidas y decisiones. Esto puede fomentar la innovación, el emprendimiento y la participación cívica, fortaleciendo la democracia y la cohesión social.
  7. Reducción de la Exclusión Social: Al proporcionar un ingreso básico a todos, la RBU puede ayudar a reducir la exclusión social y la marginalización de grupos vulnerables, promoviendo una sociedad más inclusiva y equitativa.
  8. Apoyo a la Salud Mental: La seguridad financiera proporcionada por una RBU puede tener un impacto positivo en la salud mental de las personas, reduciendo la ansiedad, el estrés y el clima de pánico y depresiones personales, relacionados con la inseguridad económica.
  9. Adaptación a Cambios Laborales: El mundo del trabajo está cambiando rápidamente debido a la automatización y la globalización, dónde además se pierden millones de empleos en todo el mundo, una RBU puede proporcionar una red de seguridad durante las transiciones laborales, ayudando a las personas a adaptarse a nuevas formas de empleo. Muy pronto habrá más libertad de empleo y cambios en las estrategias de los productores para desarrollar una fuerza productiva de mayor capacidad y calidad técnicas.
  10. La organización social y productiva: la RBU debe ser planteada desde las organizaciones sociales y productivas del país, como un cambio de estrategia y elegirla como un nuevo derrotero del bienestar general que se exige para la población nacional. El bienestar y la estabilidad social, es el elemento que genera mayor capacidad de innovación y aumento de la eficiencia en la producción; cambiando la lógica del enfrentamiento permanente entre sectores sociales y económicos.

Apoyar e instaurar la RBU será un paso significativo hacia la creación de una sociedad más justa, equitativa y resiliente en Costa Rica.

Las organizaciones sociales y productivas tienen un papel crucial en abogar por políticas que promuevan el bienestar común y la justicia social, y la RBU puede ser una herramienta poderosa para lograr estos objetivos.

La RBU es una propuesta que dignificará a los seres humanos en todas las latitudes y países. Será un instrumento de cambio social mundial, de estabilidad de la población ante la velocidad de los cambios científicos y tecnológicos que se avecinan y avanzan con toda su fuerza productiva y transformadora.