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Etiqueta: justicia

Viva el hermano y valiente pueblo peruano

José Luis Callaci

Con ya más del 99 por ciento de las actas escrutadas se impone en Perú la oposición a uno de los baluartes del dominio de las oligarquías criollas.

La nueva figura política de un humilde maestro rural ha logrado vencer todas las falacias, el miedo y la ignorancia para traerle a uno de nuestros pueblos, usado y abusado, un aliento de esperanza.

¿Qué vendrá ahora? No lo sabemos. Pero presumible es que la cruda realidad de sumisión a un poder imperial alentará a no reconocer ese triunfo y a sabotear al futuro gobierno si este cumple con su misión. Al igual que lo vienen haciendo con otros gobiernos de países que han decidido transitar por Caminos Propios de justicia social, independencia económica y plena soberanía.

Veremos qué instrucciones recibirán esos escribidores que, bajo falsos ropajes de “analistas” de nuestras realidades, actúan como Ulises modernos, pertrechados con cuantiosos recursos provenientes del Poder imperial a través de organizaciones creadas para tal espurio fin.

Estamos alertados y prevenidos para señalarlos por lo que son y representan, sin temor a las descalificaciones los infundios y los insultos. Las puertas de Troya tan fácilmente ya no se abren.

¡Viva el hermano y valiente pueblo peruano!

JAIRO VIVE: 8 años desde su asesinato

Días anteriores en el Palacio de los Deportes, Heredia, se proyectó una serie de textos en la parte principal de dicho edificio, en donde se mencionaba frases como “APM Terminals es muerte”, “Jairo Mora Justicia”, “Estado y fiscalía complice”, “8 años sin Jairo Mora”, “Acuerdo de Escazú ya”.

Compartimos el vídeo completo:

Guatemala: académicos exigimos justicia para el caso diario militar

El 27 de mayo de 2021, la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público, con el apoyo de la Policía Nacional, detuvo a once ex oficiales militares acusadas de ser los responsables materiales e intelectuales de graves violaciones a los derechos humanos ocurridas entre 1983 y 1985, registradas en un documento militar conocido como el “Diario Militar”. Las detenciones en este caso representan un hito en la larga lucha de los sobrevivientes y los y las familiares de las víctimas por esclarecer los hechos y conseguir justicia.

El “Diario Militar” fue develado hace 22 años, en 1999, por el Archivo Nacional de Seguridad (NSA). El documento, también conocido como el “Dossier de la Muerte”, registra a 183 personas quienes fueron detenidas, torturadas, violadas sexualmente, desaparecidas o asesinadas por el Estado de Guatemala, entre 1983 y 1985, época en que el Jefe de Estado fue el militar Oscar Humberto Mejía Víctores.

Entre las víctimas que aparecen consignadas en el Diario Militar existen perfiles muy diversos, pero la gran mayoría de los casos se trata de estudiantes, profesores universitarios, trabajadores de la universidad e integrantes de sindicatos. El Diario Militar demuestra cómo las graves violaciones de los derechos humanos ocurridas en esta época tuvieron un impacto especial en la academia, intentando destruir el pensamiento crítico, la disidencia y los proyectos de una Guatemala distinta.

En 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado de Guatemala por la desaparición forzada, ejecución extrajudicial y tortura de víctimas incluidas en el “Diario Militar”. La Corte ordenó al Estado “iniciar, continuar y realizar las investigaciones y procesos necesarios en un plazo razonable, con el fin de establecer la verdad de los hechos, así como de determinar y en su caso sancionar a los responsables de las desapariciones forzadas (…) muerte (…) y tortura”.

La investigación realizada por la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público, en el cual se basa las detenciones de los once ex oficiales militares, es un paso importante en el cumplimiento de esta obligación internacional por parte del Estado de Guatemala de garantizar a las víctimas del Diario Militar sus derechos a la verdad y la justicia.

Ante este hecho, los académicos que suscribimos este comunicado expresamos nuestra mayor solidaridad con los y las sobrevivientes y familiares de las víctimas del Diario Militar, y con los funcionarios de justicia que han trabajado de manera diligente para cumplir con sus deberes profesionales de investigar los graves crímenes.

A su vez, exhortamos al Estado de Guatemala y en especial al Organismo Judicial a garantizar un proceso judicial imparcial, libre de impedimentos y de intervenciones externas que puedan obstruir el enjuiciamiento de los imputados en este caso. De tal modo, esperamos que a través de un juicio libre e imparcial se establezcan las responsabilidades correspondientes para que se materialice el derecho a la justicia de las víctimas y se evite que crímenes como éste ocurran en el futuro.

A los y las sobrevivientes y familiares, a las organizaciones que les acompañan y a la sociedad guatemalteca en su conjunto, y a los funcionarios de justicia que actúen con buena fe hacia el esclarecimiento de los hechos, hacemos saber que desde fuera damos seguimiento a este caso y que unimos a sus anhelos nuestros deseos de una pronta justicia.

Para firmar ingresar al enlace https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSc1nUNy8ED3ziNqfyJ5ZVPTCPSedQdwZidJHe-uK-3NyT6VxA/viewform

 

Compartido con SURCOS por María Trejos Montero.

Efraín Fernández Zúñiga, compañero indígena cabécar de China Kichá ha sido absuelto de toda pena y responsabilidad por el Tribunal Penal de Pérez Zeledón

El compañero indígena cabécar de China Kichá, presidente de la ADI de ese Territorio, Efraín Fernández Zúñiga, que había sido agredido, pero acusado de graves cargos penales, por una familia no indígena de testaferros de los finqueros usurpadores, ha sido absuelto de toda pena y responsabilidad por el Tribunal Penal de Pérez Zeledón, Efraín contó con la ayuda del compañero abogado Ricardo Araya Piedra.

Antes de ir al juicio la gestora Doris Ríos hizo y cantó lo siguiente:

 

Compartido con SURCOS por Rafael López Alfaro.

¿Justicia independiente o justicia en la pendiente?

SURCOS comparte la siguiente información:

Conversatorio ¿Justicia independiente o justicia en la pendiente? Riesgos frente a tendencias autoritarias en Centroamérica

Foro de Justicia

Participan:

Álvaro Artiaga, Politólogo, UCA – El Salvador; Antonio Durán, Juez penal – El Salvador; Claudia Paz y Paz, CEJIL Programa Mesoamérica y México; Rosaura Chinchilla, Universidad de Costa Rica.

Moderación activa:

Lorena González, Cátedra UNESCO, U La Salle; Marcia Aguiluz, Foro de Justicia Costa Rica.

Día: 13 de mayo del 2021

Hora: 5:00 p.m

Se podrá encontrar el conversatorio en el Facebook Live.

Audiencia: “Justicia para Keyla”

SURCOS comparte la siguiente información:

El pasado 6 de febrero de 2021 Keyla Patricia Martínez (26), una joven estudiante de Licenciatura en Enfermería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), originaria de La Esperanza, Intibucá, fue detenida. Horas más tarde mientras ella permanecía bajo custodia en celda en La Esperanza, fue vil y cobardemente asesinada a manos de policías asignados esa esa delegación, llevado su cuerpo en la madrugada del día siguiente al Hospital de La Esperanza, DONDE SE DICTAMINA QUE SU CUERPO PRESENTA 30 MINUTOS DE FALLECIDA. Después de este vil feminicidio han sucedido muchas irregularidades contra su familia, comunidad y organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales articuladas en el proceso de búsqueda de justicia.

Hasta el momento solo el policía Jarol Rolando Perdomo está detenido con un proceso judicial ambiguo, acusado de femicidio agravado, a pesar de que, suficientes pruebas e indicios demuestran que participaron más policías concretos que se encontraban en ese momento preciso en su jornada laboral, quienes hasta este momento no han sido puestos a la orden de la justicia.

El colectivo Solidaridad con el Pueblo de Honduras se suma a la lucha y solicita al Gobierno de Honduras que hagan valer la ley, que las líneas de investigación sean claras y coherentes, se demuestre que la joven Keyla fue víctima de un FEMINICIDIO TIPIFICADO DESDE EL PROTOCOLO ESTABLECIDO.

Adjuntamos documento oficial del comunicado:

Inventario a favor de la alegría – Giulia Tamayo

INVENTARIO A FAVOR DE LA ALEGRÍA– Giulia Tamayo, abogada y educadora popular peruana, comprometida con las más profundas causas de las mujeres más pobres y maltratadas, quien denunció internacionalmente al gobierno de Fujimori por la política de esterilizaciones forzadas y apoyó múltiples causas en defensa de los derechos humanos en todo el mundo, falleció el 9 de abril del 2014. Siete años después, retomamos su legado, su memoria, su imagen y su empuje apasionado en defensa de la justicia, la equidad y la vida. Oscar Jara Holliday

Giulia Tamayo

Cada persona somos lo que hemos amado durante nuestra residencia en la tierra, lo único que nadie podrá arrebatarnos. Amar, construir nuestra felicidad y apoyar a la de las otras personas, ésa es nuestra tarea en la vida que, demasiadas veces, se olvida o se posterga.

Yo habitaba un país con desfiles militares e himno nacional, con domingos de misal y planes de verano. En la casa familiar conocí la puerta de salida. Y a cambio conocí la palabra bienvenida. Mi noción de patria tiene julios, octubres y algún agosto que me espera. Sin desfiles militares, ni misal y una casa familiar con solo puertas de entrada. Vivir es ampliar la noción de patria.

Pasando de contiendas electorales, siglas partidarias, aritméticas políticas y sumas cero. No hay balance de pérdidas y ganancias que nos distraiga. Los corazones atentos a la vida ocupan sus horas y los espacios en acunar abrazos y osadías. Así, contra el ritual de los políticos de la bolsa, cada día es una oportunidad para la poesía.

Mantente en pie luna llena para que las olas den su testimonio. Que salga de las profundidades la estrellita de mar más pequeña con su relato. La salinidad humana de las lágrimas reclama las fraternidades de las gotas. Que hasta las rocas más arrogantes se vean horadadas en su codicia y violencia para que nadie llore en vano.

¿De dónde sacamos la garra para vivir? ¿De dónde brotan las fuerzas para desafiar lo injusto? ¿De dónde la alegría, la risa y el ingenio? De caminar con otras y también con otros, de sabernos pares que es cuando se saben ciertos los abrazos, de recorrer la memoria de la piel y de los sueños, de experimentarnos en conexión contra todo mandato y pronóstico de abismos.

En Kisangani, a las libélulas las llaman las guardianas del agua, son consideradas símbolo de la vida. Cuentan que la breve vida de una libélula es tan intensa que la prodigan sin reservas entre el río y el cielo. Al caer la noche las relevan las luciérnagas sobre el río Congo, presumiendo de estrellas. La danza de la vida no repara en otra cosa que en la vida misma. Spinoza decía que las personas libres de lo que menos se ocupan es de la muerte.

Lo que venga que me halle amando, con un inventario a favor de la alegría.

 

Imagen tomada de: https://www.marca.com/

Resistencia al Cambio, Homenaje A Carlos Lanz

Lic. José A. Amesty R.

En Homenaje y Reconocimiento al Camarada y Profesor Carlos Lanz Rodríguez, artífice de la Formación Sociopolítica, conjuntamente con un equipo interdisciplinario, quienes nos dimos a la tarea de Facilitar los Talleres de Formación Sociopolítica, por todo el territorio venezolano, compuesta por varios Ejes Temáticos, y continuamos este recorrido por ellos con el de Resistencia al Cambio.

Presentación

El material que presentamos a continuación, pretende servir de aporte al eje temático de Resistencia al Cambio. No es un material acabado, estamos trabajando la temática como nudo crítico y desde nuestro enfoque crítico-emancipador, llegando a los siguientes planteamientos:

Detrás de la Resistencia al Cambio que evidenciamos, se esconde toda una carga ideológica impuesta por un sistema de dominación, el cual hay que develar para poder avanzar en la concreción del Proyecto Bolivariano, porque de lo contrario, tal resistencia nos hace atrincherarnos de manera opositora a una propuesta que apunta hacia la inclusión e igualdad social, hacia una sociedad justa, equitativa, democrática y participativa, donde el pueblo sea autor y actor de su propio proceso. Estos aportes surgen de un proceso de investigación, registro, análisis, debates, evaluación y sistematización que este colectivo de Formación Sociopolítica viene desarrollando desde hace algún tiempo, lo cual nos permite señalar que la Resistencia al Cambio es una reacción que se produce en individuos o colectivos de manera consciente o inconsciente y que reproduce valores de dominación, en este caso capitalista.

Es posible que nuestros planteamientos estén orientados desde una sola óptica, pero consideramos estratégico dar a conocer que muchas de nuestras posturas son reflejo de una conciencia formada con unos valores de la dominación y que en este momento histórico se hace necesario desmontarlas desde otro enfoque. Es necesario alertar que las Resistencias pudieran parecer algo insignificante o sin importancia en el colectivo, pero si no las abordamos, pueden acumular tanta fuerza que se pueden convertir en un obstáculo permanente e irreconciliable con el Proyecto Bolivariano Revolucionario. En esa perspectiva hacemos una invitación abierta a todos y todas los compañeros y las compañeras, camaradas, compatriotas, amigos y amigas, a que reflexionemos y nos coloquemos en el lugar del otro y de la otra, desde el punto de vista formativo para comprender que las posturas, las negaciones y las predisposiciones de nuestros hermanos y hermanas es posible superarlas si se problematizan y se orientan, de ese modo podemos vincular nuestro discurso con nuestra práctica. Es decir, no solo es hablar de inclusión social, sino trabajar porque ese planteamiento constitucional se concrete. En el Proyecto Bolivariano Revolucionario liderizado por el comandante Chávez, cabemos todos(as). Este es una construcción colectiva donde cada uno de sus habitantes tiene mucho que aportar, incorpórate y permite que nos acompañemos en una continua formación colectiva. Como dice nuestro presidente:

Si queremos acabar con la pobreza démosle poder al pueblo, y no hay mayor poder que el conocimiento, el cual nos conduce al alcance de nuestra soberanía”.

Contenidos

En el desarrollo del eje temático Resistencia al Cambio trabajaremos el siguiente contenido: Génesis de la Resistencia, Caracterización del Capitalismo, Cómo se Reproduce El Capitalismo. ¿Qué entendemos como Resistencia al Cambio? Tipos de Resistencia: Resistencias Pasivas y Resistencias Activas. Poder Popular: ¿Qué entendemos como Poder Popular? Enfoque o Interés Crítico Emancipador. Poder Popular y Resistencia al Cambio.

Génesis de la Resistencia en el Marco Capitalista

Caracterización del Capitalismo:

Los seres humanos desde el punto de vista biológico nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Desde el punto de vista social nos formamos y nos convertimos en sujetos políticos, regidos por una lógica que impera en la sociedad de la cual formamos parte. Específicamente, Venezuela se caracteriza por un modelo de desarrollo económico capitalista, dependiente y monoproductor, cuya génesis está en la acumulación de riquezas, valiéndose de la división social del trabajo y de la explotación del hombre y la mujer, expresada en la siguiente relación social de producción:

En un polo se ubican a los dueños del dinero y de los medios de producción, y en el otro a los trabajadores que son dueños solo de sus cuerpos, de su capacidad de trabajo y de su fuerza de trabajo” (tomado de la línea de estudio “Introducción al pensamiento Marxista de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo”).

En la sociedad capitalista el ser humano pasa a ser un objeto, donde sus pensamientos, sueños, sentimientos y necesidades dejan de ser importantes, pasan a ser una mercancía, la cual se compra con un salario. En este sistema las relaciones sociales se expresan de la siguiente manera: El sujeto es una cosa (cosificación) y la mercancía se personaliza, aquí se invierten los valores, se le da más importancia a los objetos materiales (Fetichismo).

Cómo se Reproduce el Capitalismo

Desde hace mucho tiempo venimos escuchando afirmaciones de algunos autores que señalan:

El capitalismo está en una profunda crisis, es posible que pronto se termine de hundir”.

Podemos esperar durante siglos que eso suceda y jamás lo veremos, si nos quedamos sentados de brazos cruzados a esperarlo por fuerza natural. El capitalismo es un modelo económico, que mientras produce mercancía y plusvalía (cantidad de trabajo, concretado en una mercancía, que representa el valor que el obrero produce, pero que el patrón no le paga, convirtiéndose en ganancia para este, que le permite el incremento de su capital), reproduce al mismo tiempo la relación social de capital y la subjetividad que la sostiene.

¿Qué queremos decir con lo anterior?: El capitalismo se sostiene porque existen permanentemente trabajadores y trabajadoras como fuerza de trabajo que se vende y se compra en el mercado, como otra mercancía más; crea nuevos empresarios que invierten, obtienen ganancias y la acumulan, y por otro lado, hay un orden establecido desde el punto de vista ideológico que lo sostiene. En la sociedad están presentes un conjunto de instituciones encargadas de garantizar la reproducción del sistema, tales como: La familia, La escuela, La iglesia, Los medios de comunicación, Los sindicatos, Las fuerzas armadas, etc., donde se reproducen un conjunto de valores que se expresan en el individualismo, la competencia, el revanchismo, la violencia, de allí también se derivan la corrupción, la burocracia, la expertocracia, el pragmatismo, la exclusión social, la alienación, la falsa conciencia, la cosificación del ser humano y el fetichismo.

Esta lógica capitalista nos impone una forma de pensar, actuar, analizar, sentir y reflexionar nuestra cotidianidad. Desde este enfoque, somos un producto del capital. Nuestro Estado es un estado burgués, donde una minoría acumula riqueza y una mayoría vive en estado de miseria y pobreza extrema, ¡es una sociedad de clases! Como podemos ver, las instituciones juegan un papel principal en la reproducción del capitalismo, tal como lo plantea la cátedra de Formación política Ernesto Ché Guevara al referirse a la escuela y a los medios.

 “En la escuela se enseñan los valores mínimos de obediencia al orden establecido, aquello que es “normal” y aquello que no lo es, la reverencia a los símbolos del poder, etc. Pero hoy en día, ese lugar que no desapareció, se complementó con uno de alcance mucho mayor; el de los medios de comunicación masiva. En ese espacio se construye diariamente el consenso de los sectores populares a favor del capitalismo. Allí se transforma la concepción del mundo burgués en sentido común popular, gracias a la ideología (falsa conciencia) que transmiten los medios de comunicación. De este modo se interiorizan los valores de la cultura dominante y se construye un sujeto domesticado y reaccionario a los cambios radicales.” Todo lo anteriormente planteado nos ilustra que nuestros pensamientos y actuaciones no son neutras, sino que obedecen a una lógica de dominación capitalista enraizada en nuestro pensamiento. Esto hace que de manera conciente o inconsciente asumamos posturas que la reproducen y se bloquee cualquier intento de cambio en nuestros paradigmas. Dichas posturas serán denominadas:

Resistencias al Cambio

¿Qué entendemos como Resistencia al Cambio?

Identificamos como Resistencia al Cambio, la expresión implícita o explícita de reacción contraria ante la incorporación de una iniciativa de cambio. Es importante entender que todo cambio dentro de un sistema social implica una reacción, que dependiendo de cómo se aborde política y metodológicamente, puede ser provisional o permanente.

Desde lo Político: un(a) facilitador(a) o cualquier sujeto que trabaje dentro de un colectivo, debe identificar, comprender, argumentar y develar el por qué algún integrante de ese colectivo, reacciona de determinada manera ante un nuevo elemento de cambio, haciendo ver que las estructuras de pensamiento y de acción, obedecen a un enfoque filosófico que sustenta la sociedad donde estamos inmersos, asociado al modelo de desarrollo capitalista.

Desde lo Metodológico: se hace necesario abordar el trabajo en colectivo, con métodos coherentes con el enfoque crítico emancipador que estamos impulsando, explicación que daremos más adelante.

Tipos de Resistencia

Las resistencias al cambio pueden ser Pasivas y Activas.

Resistencias Pasivas: Son aquellas que se solapan y no se develan sino que se convierten en elementos de dispersión o en un mecanismo de entropía (generador de desorden), y pueden ser de difícil abordaje ya que se desconocen sus características y orígenes, impidiendo el avance del proceso, demorándolo, saboteándolo y desmontándolo progresivamente. Dentro de las Resistencias Pasivas podemos enunciar las más usuales, tales como:

– la apatía – el silencio – la sumisión – la desmovilización

– la indolencia – la indiferencia – el bloqueo.

Las cuales se reflejan en los gestos, las actitudes o maneras de actuar, todas evidentemente muy relacionadas, teniendo en común que en su esencia tal vez no persiguen en la mayoría de las veces entorpecer la iniciativa de cambio, pero con su actitud tampoco la favorecen, generando pesimismo, desaliento y poca motivación para la participación en las iniciativas de cambios que otros sujetos propongan.

Resistencias Activas: Están referidas a las posturas que se expresan de manera abierta, frontal, donde se confrontan los diferentes enfoques o concepciones, pero no se reconoce la fuerza del argumento del otro. Pueden ser violentas, ofensivas, irrespetuosas, con poco nivel de tolerancia, y tienen como finalidad acumular fuerza para desmontar los nuevos elementos planteados. Dentro de las más usuales tenemos:

  • El convertir la iniciativa de cambio en burla permanente: Este es un elemento que encuentra cabida en nuestra idiosincrasia como venezolanos y venezolanas, ya que una de las frases que más nos caracteriza es que “siempre nos reímos de todo” y que “somos muy echadores y echadoras de broma”, sin embargo esta particularidad sirve como pretexto para hacer burla de alguien que impulsa el cambio o al cambio mismo, con el que evidentemente no se está de acuerdo, su fin es ridiculizarlo ante los demás y procurar así la descalificación.
  • El procurar la desinformación y las distorsiones comunicativas: Como el corrillo, la murmuración, la injuria, la descalificación, la difamación, la manipulación, etc. Esta manifestación de resistencia al cambio suele presentarse con frecuencia cuando hay falta de argumento válido para cuestionar directamente el cambio o a la persona que impulsa el cambio, por lo que se recurre a la maledicencia, tejiendo una red de falsas impresiones, chismes y comentarios desalentadores, que terminan por crear expectativas funestas en los demás.
  • El generar conflictos en torno al proyecto transformador: Se refiere a enfrentar puntos de vistas, opiniones, sujetos y argumentos, para ocasionar tensiones que desgasten paulatinamente o exploten bruscamente el proceso en desarrollo, degenerando en situaciones destructivas que terminen con el mismo.
  • El entorpecimiento del proceso: O el ritmo de trabajo de los y las que impulsan el cambio suele manifestarse de formas muy variadas como por ejemplo, no cumplir con los compromisos adquiridos, demostrando negligencia, irresponsabilidad, burocracia, pereza, sumisión, ocultamiento de datos o secuestro de información, complicidad con quienes adversan el cambio, etc. Todo esto impide la concreción exitosa del proceso de cambio y conlleva a la larga, a su fracaso.
  • Desacreditar la iniciativa del cambio, o a quien lo impulsa: Bien sea menospreciando o sobrepreciando, ya que son consideradas resistencias al cambio tanto exagerar los méritos de la actual situación, como el sacar a relucir todas las dificultades encontradas en el proceso de implantación, lo que produce en los demás falsas expectativas y vagas apreciaciones del cambio. Al igual pasa cuando se exagera las revisiones y evaluaciones de forma punitiva al proyecto de cambio y a sus participantes, cuando este se cuestiona compulsivamente y se critica destructivamente hasta en el más ínfimo detalle, esto contribuye a la desconfianza de los demás en su factibilidad.

De esta manera, seguramente en la medida que nos vayamos fijando detenidamente en nuestro entorno social, veremos muchísimas más expresiones de Resistencia al Cambio. Podemos extraer de lo dicho hasta ahora, que la Resistencia al Cambio surge como un mecanismo de defensa del sistema para preservarse ante la posibilidad de cualquier cambio que amenace su seguridad y mantenimiento, y debe abordarse como un aspecto del desarrollo de la metodología, ya que forma parte de la caracterización de los sujetos y del contexto, que están impregnados por la hegemonía capitalista.

En ese sentido, construir un nuevo modelo de sociedad, implica poner en práctica una Nueva Hegemonía, formar un nuevo sujeto político en Valores Bolivarianos que promueva la solidaridad, el cooperativismo, la autogestión, el respeto, la tolerancia, la transparencia, la corresponsabilidad, la multiculturalidad, la justicia social y requiere de un modelo de desarrollo económico sustentado en la economía social que favorezca la participación democrática y la igualdad e inclusión social consciente. Esto solo es posible a través del trabajo activo y en colectivo, y luchando perseverantemente, en la construcción del poder popular que nos permite a partir de una Nueva Racionalidad Política, desmontar el capitalismo y construir las bases del nuevo modelo de desarrollo, de lo contrario, seguiremos reproduciendo el sistema capitalista imperante y sus aberraciones.

Poder Popular

¿Qué entendemos como Poder Popular?: Cuando hablamos de poder popular, nos referimos a la lucha por la hegemonía, la cual se construye a través de la gestación de espacios de lucha, de encuentro, de vinculación, de donde emerge una nueva relación social que integra la lucha social, la producción colectiva y la solidaridad, desde lo cual se deriva un nuevo ideal de sociedad y una nueva cultura política. En ese sentido, Poder Popular lo podemos definir como Poder Constituyente, como el momento y el espacio colectivo en que el poder comienza a transformarse, en una relación social donde la facultad de decisión, la detentan efectivamente los individuos que hacen parte de las comunidades locales o de trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto, no podemos estar hablando de un modelo único de poder popular, ni de una esfera exclusiva de realización. Cualquier intento de cambio amerita un conocimiento profundo de lo que queremos transformar, es por ello que parte de estos escritos están dedicados a la caracterización del modelo de desarrollo y sus valores de dominación. Sin embargo, creemos que no es suficiente develar la génesis del capitalismo y su comportamiento en nuestra sociedad. Es necesario caracterizar el enfoque con el cual estamos analizando la realidad concreta, porque es desde allí de donde la desmontaremos. Nos referimos al enfoque crítico emancipador.

Enfoque o Interés Crítico Emancipador: Enfoque regido a examinar o comprender una situación desde una visión teórica, desde un punto de vista específico, con una lectura intencional. Es el sustento teórico donde se fundamenta nuestra forma de ver el mundo, el cual tiene sus orígenes en la teoría crítica de la escuela de Frankfurt, donde se concibe la razón, la teoría, las ciencias sociales, el conocimiento, la historia, la verdad y el sujeto de la siguiente manera.

La Razón: Es concebida como la autoconciencia de la razón, es decir, saber por qué y para qué se actúa de determinada manera, cuya voluntad humana y acción deben estar dirigidas hacia una acción transformadora, sin obviar la facultad de la crítica permanente. La razón no justifica la armonía social, y debe desmontarla a partir de la acción transformadora.

La Teoría: Es una especie de lente que nos permite ver cuál es el propósito, las limitaciones y el alcance de los intereses constitutivos del saber, en este caso, y suscribiendo a Habermas:

El interés técnico: se dirige a controlar y regular objetos (cosas)…. El interés práctico: busca educar el entendimiento humano, para informar la acción humana. El interés emancipador: se trata de un interés por la autonomía y la libertad racionales, que emancipen a las personas de las ideas falsas, de las formas de comunicación distorsionadas”. (Kemmis p. 87).

En este último interés, se concibe que no existe neutralidad axiológica. Es decir los valores tienen una carga ideológica.

Las Ciencias Sociales: Son un medio enmarcado en la libertad y autonomía racional para que los individuos tomen conciencia de sus propósitos y sean capaces de aclarar las condiciones que distorsionan los procesos de autorreflexión y autoentendimiento. Las ciencias sociales nos develan la realidad y nos proporcionan herramientas para transformarlas colectivamente.

El conocimiento: En este enfoque, el conocimiento se construye de manera íntersubjetiva (en colectivo) y a partir de la práctica concreta en interacción con su contexto. Nace de la reflexión crítica de una práctica y tiene como propósito alcanzar la soberanía cognitiva “pensar con cabeza propia”.

La Historia: Se concibe como un proceso de construcción colectiva a partir de la relaciones sociales, es dialéctica, continua y dinámica.

La Verdad: Es relativa, íntersubjetiva, se construye, es consensuada semánticamente.

Sujeto: Es el ser humano concebido en interacción permanente como actor y actriz, autor y autora del proceso de construcción social. Al ser parte de la sociedad y participar activamente en ella lo denominamos Sujeto Político.

Política: Participación protagónica de todos los sujetos sociales que construyen, defienden o transforman el interés colectivo en términos de Poder. Los Sujetos Políticos desde la visión emancipatoria construyen normas consensuadas. La política, es el ejercicio de la ciudadanía de manera soberana o autodeterminada desde los espacios concretos y en la cotidianidad, es permanente y dinámica. Desde este enfoque, todos y todas los ciudadanos y ciudadanas, que viven en el país deben asumir concretamente la participación democrática y protagónica que establece nuestra constitución para desecuestrar la palabra y la acción política de los politiqueros que pervirtieron el término.

Poder Popular y Resistencia al Cambio

Siendo coherentes con el enfoque que reivindica lo colectivo, planteamos la democracia protagónica y la transformación de las relaciones de producción para construir una sociedad justa, equitativa y sin exclusión de ningún tipo. Nos trazamos la construcción del Poder Popular como alternativa revolucionaria, cuyo desarrollo se expresa en los diversos espacios de lucha: la fábrica, la escuela, la calle, el barrio, el campo, las comunidades indígenas y afrodescendientes, entre otros… lo que nos explica que el poder no es homogéneo, pero debemos dirigir el esfuerzo hacia la unidad en el propósito, el cual no es otro sino transformar la sociedad. Lo colectivo no se decreta, sino que es un proceso de construcción donde afloran diferentes posturas, concepciones, visiones, métodos, actitudes, niveles de formación, entre otros, que complejizan la dinámica y mucho más, cuando no hay apertura al cambio en algunos de los sujetos que conforman los colectivos de lucha.

La no apertura al cambio genera tres casos clásicos en los que se presentan resistencias:

El primero: El cual no permite el debate, la confrontación teórica, no hay niveles de tolerancia, no visualiza aspectos positivos de la propuesta, se establece una especie de diálogo de sordos o bloqueo cognitivo, porque está cargada de un gran resentimiento, algunos por creerse afectados en sus intereses y otros porque realmente lo están, como lo son los dueños de los grandes monopolios económicos, grandes terratenientes, en fin los que integran la oligarquía.

El segundo: Cuyo origen está más inclinado hacia la confusión mediática, formativa o que se encuentran influenciados por la carga ideológica de la cultura de dominación, es decir, los que pueden estar en alguna medida confundidos.

El tercero: Es la resistencia que se encuentra conciente o inconscientemente en muchos de los sujetos que están discursivamente con el proceso de cambios, pero sus prácticas tienden a reproducir la cultura política de la cuarta república.

En la construcción del poder popular es necesario darle tratamiento a cada uno de los casos:

En el primer caso, esta resistencia se convierte en enemiga del proceso, pasando a ser un elemento de confrontación directa, y por lo tanto no debemos permitir que acumule fuerzas.

En el segundo caso, son aquellas resistencias que solo tienen confusión generada por los medios de comunicación u obedecen a la carga ideológica imperante, por lo tanto debemos trabajarlas, ya que potencialmente pudieran sumarse a la anterior.

La acumulación de fuerzas tiene que ser hacia el poder popular, porque hasta los momentos la cultura de dominación sigue imperando: la burocracia, la violencia, la discriminación racial y de género, la desigualdad, el deterioro ecológico, la explotación indiscriminada de nuestras riquezas, la pobreza, la enajenación y los antivalores sociales caracterizados por el individualismo, la competencia, el consumismo y el clientelismo, en el marco de lo viejo que se niega a morir y lo nuevo que no termina de nacer.

Y en el tercer caso, debemos develar tales posturas para profundizar el proceso de construcción del Poder Popular.

Ahora bien, el Poder Popular es un proceso constituyente donde se reivindica el protagonismo del ciudadano y ciudadana común, en esa misma dirección planteamos en este proceso construir una nueva manera de hacer política la cual demanda cambiar la mentalidad, romper paradigmas y los viejos métodos de la política tradicional. Ello implica:

  1. Un nuevo modo de producción de conocimientos que impugna el monopolio y la jerarquía del saber.
  2. Una concepción del aprendizaje como interacción social constructiva.
  3. Una nueva racionalidad comunicativa centrada en el debate y en la relación dialógica.
  4. Una estrategia de intervención y organización no burocrática, con procedimientos de democracia directa.

 

Imagen: https://www.resumenlatinoamericano.org/

La historia nos convoca de nuevo a galopar

Compartimos la siguiente carta enviada a SURCOS por un grupo de personas costarricenses:

La historia nos convoca de nuevo a galopar

Carta dirigida al Presidente de Argentina por un grupo de representantes de distintos sectores de la sociedad costarricense:

Señor Presidente de la hermana Nación Argentina, Alberto Ángel Fernández:

Igual que en el pasado la larga hilera de Los Andes, que para nuestra convicción nace en los desiertos de Sonora, se va llenando de voces que llaman a la lucha y la unidad.

La lección está aprendida, y no hay que dejar resquicio alguno para que se cuele el agachamiento y la sumisión.

Con gran alegría vemos con ojos atentos los pasos que se vienen dando para cerrar filas. Argentina y México tienen una responsabilidad histórica para encabezar ese proceso, que no debe parar y que inicia con un acuerdo para fortalecer las relaciones bilaterales de cooperación con miras a una alianza estratégica que incluye temas como soberanía, género, derechos humanos, certeza de acceso a vacunas y fortalecimiento económico.

Como no somos presa de la ingenuidad, sabemos que, igual que ayer, hay personas y fuerzas agazapadas. Están los viles y los aviesos. Son capaces, demostrado está, de ser crueles y traidores. Fueron realistas entonces, y ahora su baja estatura moral, les hace proclives a servir a poderes ajenos a los países que conforman. En las diferencias, hay un solo pueblo que seguirá reclamando victorias.

Lo que sucede con el resurgir del progresismo del Río Bravo al Cabo de Hornos, los lleva a descomponerse tanto que asumen formas y conductas del fascismo. Creen, en su desvarío, que con groseras iniciativas, difamando y acosando, son capaces de detener el galope que gana cadencia y velocidad y que conduce a la democracia, -que es sinónimo de justicia-, y a la soberanía, a la independencia, a la plena libertad.

Desde este rincón de esa América que no se cansa, que sabe que la vida nos va en la unidad, llegue nuestra voz de aliento, nuestro respaldo militante y comprometido al actual gobierno argentino de Alberto Fernández.

La armonía y la concordia del noble pueblo argentino conocemos que es su meta indeclinable. Con ustedes estamos, en filas cerradas como otrora, para seguir domando cordilleras sin desmayo.

De Costa Rica a Argentina en gesto de hermandad:

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Independencia judicial: de las palabras a los hechos

Magister José Manuel Arroyo Gutiérrez
Ex magistrado y Profesor Catedrático UCR

            Con frecuencia oímos discursos, reflexiones, conferencias; o bien se organizan debates, seminarios y congresos; o se escriben artículos, tratados, listas de mandamientos, tesis de graduación y un sinnúmero de manifestaciones académicas en torno al tema de la independencia judicial. Todas esas palabras están bien. Pero no son suficientes. Hacen falta las actuaciones y los hechos.

            Lo cierto, digo yo después de una vida profesional dedicada a la función pública y a la carrera judicial, es que el juez independiente es aquél que, por vocación, por valores y por integridad personal decide serlo. Hay muchas tentaciones y amenazas ahí afuera. No hay protecciones legales, constitucionales ni materiales que puedan detener la debilidad o el oportunismo de quien, desde la privilegiada posición de la judicatura, decide traicionar la misión esencial o el rol social decisivo que le corresponde jugar.

            Las principales amenazas a la independencia judicial vienen de los otros poderes, los formales y los de facto. El poder de los políticos, los personajes influyentes social, económica o religiosamente; el poder de los superiores dentro de la estructura misma del Poder Judicial; y ni qué decir la poderosa influencia de los medios de comunicación que presionan en uno u otro sentido. Y de otra parte, están también los poderes informales o de facto, el de los delincuentes comunes, y los peores, los de la delincuencia de cuello blanco o las mafias del crimen organizado. Venderse es la tentación más frecuente y fácil en la cual caer. Y no se trata sólo de la manera más pedestre o vulgar recibiendo dinero a cambio de favores. Están las formas sutiles como archivar una denuncia, dejar que prescriba la causa, absolver al culpable, condenar al inocente. Hay gente tan vendida que el agente poderoso no necesita ni siquiera llamarla, insinuarle o hacerle el depósito bancario. Su servilismo olfatea, adivina, intuye lo que se espera de él (o ella).

            Una tentación peligrosísima es trazarse una carrera judicial ascendente dispuesto a pagar cualquier precio; llegar a la cima con una encomienda que cambie la jurisprudencia para servir a los señores que prestaron ayuda; meterse en el mundillo de las cámaras y reflectores para ganar protagonismo público (pasando información a ciertos periodistas para contar con “buena imagen” y favores), o ser capaces de la infamia y la calumnia en los procesos de nombramientos (“si no soy lo suficientemente virtuoso inventaré vicios inconfesables en mis contendientes”; “si tengo que olvidarme de los amigos de ayer, pues cultivaré nuevas amistades”).

            Pero ante todo, esto de ser juez o jueza, tiene que ser una auténtica vocación. He visto jóvenes profesionales, competentes y valiosos, que tiran la toalla a medio camino. El trabajo judicial siempre es complejo y excesivo; exige muchas renuncias, sacrificios y ciertamente a veces es riesgoso, si es que se quiere hacer como es debido. La vocación auténtica, en el caso de los profesionales del derecho en general y particularmente respecto de los funcionarios judiciales, radica en el valor Justicia. Ese valor se refiere no sólo a la justicia del caso concreto, sino al valor de Justicia Social. No puede haber un buen juez que no recienta la desigualdad, la inequidad o la discriminación de seres humanos en su acceso a los derechos fundamentales. Serían como sacerdotes sin fe en Dios o como médicos a los que no les importe la salud de sus congéneres. Por cierto, que los hay, los hay.

            La última frontera de esa vocación auténtica está cuando el buen juez, llevado por sus principios y su integridad moral, enfrenta la amenaza, la descalificación, y hasta la agresión o violencia contra su vida, sin hacer concesiones, sin traicionarse a sí mismo ni traicionar el juramento de actuar conforme a la ley y sólo la ley. Es ahí cuando recuperamos la esperanza.

            La valentía no es un adorno más, prendido a la toga. Es un requisito sin el cual no hay justicia que valga.

Sabanilla, 17 de febrero de 2021.