Ir al contenido principal

Etiqueta: manipulación política

El adoctrinamiento emocional del miedo

Abelardo Morales-Gamboa (*)

La fábrica social del miedo y sus usos políticos en tiempos de incertidumbre

Los discursos incendiarios, cargados de odio y promesas rotas, generan una fuerte conmoción política. Sin embargo, debajo del odio suele operar una emoción aún más poderosa: el miedo social, una sensación de amenaza que se produce colectivamente y que moldea nuestra forma de ver el mundo. El odio mezcla ira y rechazo, pero nace del miedo: de la percepción —real o construida— de que algo pone en riesgo nuestra seguridad o identidad.

El miedo no surge solo de narrativas catastrofistas; estas funcionan porque se apoyan en un sustrato social ya existente. El miedo se vive antes de contarse: nace de la desigualdad, de la exclusión, de la violencia cotidiana, de la pérdida de confianza en las instituciones y de la sensación de que el futuro se estrecha. Por eso, quienes buscan manipularlo no necesitan inventarlo: basta con leerlo, amplificarlo y dirigirlo políticamente.

Hoy las emociones ocupan un lugar central en la política, y el miedo es particularmente eficaz para moldear percepciones, orientar conductas y movilizar adhesiones. Como plantea Eva Illouz, vivimos en un “capitalismo emocional”, donde los afectos circulan como bienes. En este mercado, el miedo se convierte en un recurso político clave para generar obediencia, resentimiento o identificación con discursos autoritarios.

En Costa Rica, las últimas décadas han configurado un terreno fértil para este fenómeno: menos políticas redistributivas, más desigualdad, concentración del poder económico, debilitamiento institucional, encarecimiento de la vida, criminalidad creciente y precarización del empleo. Todo ello alimenta la ansiedad y el sentimiento de un país que pierde rumbo.

La teoría social muestra que estas emociones colectivas pueden ser fácilmente capturadas por narrativas políticas que ofrecen explicaciones simples a problemas complejos. Quienes las difunden identifican enemigos, señalan culpables y prometen orden y protección. No crean el miedo: lo organizan y manipulan, transformando malestares reales en herramientas de control político.

El mercado emocional y la economía del miedo

Illouz también explica que, en las sociedades neoliberales, las emociones se han vuelto tecnologías de gestión y en bienes de consumo. Las plataformas digitales intensifican esta dinámica al privilegiar contenidos que generan emociones intensas: miedo, indignación, resentimiento. El miedo produce atención; la atención genera tráfico; el tráfico, valor económico y político. Las campañas que recurren a mensajes disruptivos o alarmistas obtienen mayor visibilidad que las que apelan a la reflexión. Es más fácil manipular que educar.

Así, la manipulación del miedo no es un fenómeno aislado, sino parte de una estructura emocional que favorece la ansiedad y dificulta tomar decisiones responsables. El espacio público se satura de afectos primarios, los hechos se subordinan a percepciones de amenaza y la política se reduce a una disputa por el control emocional de la ciudadanía.

El miedo adquiere fuerza política cuando es alimentado por fracturas y abismos sociales profundos, por una crisis institucional y la pérdida de horizontes. Costa Rica enfrenta actualmente la erosión de un pacto social que garantizaba la movilidad ascendente, servicios públicos sólidos y una cultura institucional robusta.

1. Deterioro de la vida cotidiana: El costo de vida asfixiante, el endeudamiento masivo, la informalidad laboral y la pérdida de ingresos han golpeado fuertemente a amplios sectores. La inseguridad económica convierte a la población -en general- en presa fácil de discursos que prometen protección y control. Aún así, la manufactura del miedo ha logrado que la gente esté más angustiada por el aumento de la criminalidad que por las congojas económicas. Se le teme más a otro pobre que al rico que explota.

2. Fragmentación de las clases medias: Las clases medias ya no constituyen un bloque cohesionado. Se diluyen entre grupos que prosperan en la economía digital y globalizada, otros que permanecen estancados y otros que descienden hacia la vulnerabilidad. La competencia interna y la falta de horizontes compartidos generan tensiones identitarias y un malestar que se traduce fácilmente en miedo y resentimiento, tanto mutuos como hacia otros.

3. Abismos crecientes y concentración de la riqueza: Las brechas entre las clases medias, los trabajadores empobrecidos y los grupos más vulnerables se profundizan cada vez más.
Mientras estos últimos viven exclusión y pérdida de derechos, las élites concentran una proporción creciente de la riqueza gracias a sistemas fiscales regresivos. Así se difunde una percepción social desigual: para unos pocos el futuro se expande, pero para la mayoría se estrecha y oscurece. Este escenario vuelve a la población más susceptible a discursos que explotan el miedo y la incertidumbre. Quienes quedan fuera de los beneficios del modelo —los “arruinados”— se sienten especialmente expuestos. En este clima, la persona indigente, el habitante de calle o el extranjero pobre son fácilmente estigmatizados. Con frecuencia, incluso se les asimila injustamente a la figura del delincuente.

4. Estancamiento y pérdida de legitimidad institucional: La conflictividad entre poderes, los escándalos de corrupción, la lentitud burocrática y la desconexión entre autoridades y ciudadanía erosionan la confianza pública. Cuando las instituciones parecen fallar, el miedo encuentra terreno fértil. En ese vacío, surgen discursos salvacionistas y autoritarios que prometen soluciones rápidas, casi siempre punitivas y basadas en la fuerza. El mercado de las emociones ofrece un menú de salvadores mesiánicos.

La manufactura política del miedo

Cuando las condiciones sociales, el mercado emocional y la crisis institucional se mezclan, se crea el escenario para la manufactura política del miedo. Sus predicadores exacerban amenazas difusas —desconfianza institucional, crimen, migración, corrupción— y proponen identidades maniqueas: “honestos vs. corruptos”, “costarricenses de a pie vs. privilegiados”. El miedo social permite movilizar los odios hacia enemigos internos también fabricados. Estas narrativas simplifican la complejidad, prometen orden y desplazan la deliberación democrática hacia la reacción visceral: prometen la revancha.

El miedo reorganiza entonces el campo político, justifica la erosión de contrapesos institucionales y normaliza el conflicto como modo de gobernanza. En el contexto costarricense, estas dinámicas han sido instrumentalizadas para consolidar proyectos políticos basados en resentimientos, polarización y el adoctrinamiento emocional.

¿Hay salidas? Reconstruir confianza y acción colectiva

Si el miedo tiene raíces sociales reales, desmontar narrativas no basta. Es imprescindible transformar las condiciones que producen la inseguridad y la ansiedad. Para ello, se requieren reconstruir el país, en este caso con instituciones confiables, transparentes y eficientes; con organización comunitaria, vínculos de solidaridad, cultura asociativa y espacios de encuentro entre habitantes responsables. Son necesarias también nuevas y robustas políticas redistributivas para reducir la desigualdad y la precariedad mediante, entre otros, empleos dignos y servicios públicos fortalecidos.

También pueden resultar indispensables cambios educativos y culturales que contemplen como gestionar el mercado emocional digital, promover la alfabetización mediática y poner límites a la difusión de contenidos que alimentan el miedo. Como parte de ello, se requiere la elaboración de narrativas alternativas basadas en la cooperación, la corresponsabilidad y la imaginación democrática.

En conclusión, el miedo circula, se organiza y se manipula porque encuentra un terreno social fértil. Comprenderlo exige mirar más allá de los discursos siniestros y examinar las estructuras que lo producen. En Costa Rica, la convergencia entre deterioro social, abismos económicos, fragmentación de las clases medias y crisis institucional ha generado un clima emocional propicio para la manipulación política. Sin embargo, esta dinámica no es irreversible. Restaurar la confianza, reconstruir la solidaridad y recuperar la deliberación democrática son tareas urgentes para impedir que el miedo siga empujando al país hacia el abismo.

(*) Sociólogo, comunicador social y analista internacional.

El catecismo chavista en pocas líneas

Gerardo Hernández Naranjo

1. Nosotros somos los buenos, todos los demás son malos.

2. Yo no fui, fue teté: la corrupción, la inseguridad, el desempleo y todos los problemas que nos aquejan son culpa de la #AsambleaLegislativa, de la #Contraloría, del #PoderJudicial, etc. etc. que no nos dejan gobernar

3. Justifiquemos nuestros errores, nunca reconocerlos, aunque existan audios, videos, documentos y hasta expedientes completos como pruebas.

4. Digamos sin cesar que el pasado es malo y todos los gobernantes anteriores son los responsables de todo lo malo que tiene el país. Que el presente es difícil porque no nos dejan gobernar. Y que el futuro será un paraíso si seguimos gobernando.

5. Todo el que se nos oponga es malo, cómplice de las élites gobernantes del pasado y que quieren recuperar el poder.

6. Nosotros no manipulamos, no mentimos, no ocultamos información; hablamos con la verdad y le abrimos los ojos al pueblo.

7. Nuestra propia corrupción está justificada por la de otros en el pasado. No pagamos favores, apoyamos a los empresarios “comprometidos con el cambio”.

8. Las instituciones son buenas si están de nuestro lado y nos dan la razón. Si no, son corruptas, manipuladas por los Arias o similares.

9. La prensa que nos critica es canalla, solo la que nos piropea (prensa vasalla) es buena.

10. Mientan …mientan… y mientan que los ticos son muy básicos. Repitan…repitan y repitan lo que digan #Pilar y #Chaves.

11. A nuestros seguidores: griten…maldigan…desafíen la legalidad…inventen conspiraciones…culpen…ofendan…infundan miedo…amenacen…descalifiquen, etc. etc., como lo hace nuestro líder, contra toda persona que piense diferente o que critique al gobierno.

12. Nuestro líder supremo es un redentor, un mesías, un salvador…el mejor gobernante de la historia.

13. Cuando sea necesario, hablemos de la vías violentas, incluso de las armas, para defender al supremo líder.

14. Hablen de Dios y en su nombre, vayan a misa o a los cultos, aunque no crean ni practiquen principios religiosos.

15. Digamos que tenemos las mejores propuestas, aunque no nos da la gana mostrarlas ni discutirlas.

16. Juremos respetar la Constitución, las Leyes, La División de Poderes… pero si nos señalan faltas gritemos que están conspirando contra el #Gobierno y quieren hacer un golpe de Estado.

17. EL #TSE es bueno y ejemplar si ganamos las elecciones. Pero si nos recuerda límites legales es porque quiere amordazarnos e impedir que continuemos gobernando. Si perdemos las elecciones, hay que decir que hubo fraude.

18. Digamos que todas las obras públicas inauguradas han sido gracias a este gobierno, los anteriores no tienen nada que ver salvo porque las habían retrasado.

19. Practiquemos la violencia política y los discursos de odio contra personas adversarias, sobre todo contra mujeres y población LGBTQI+. Pero digamos que eso es hablar con claridad y sinceridad.

20. Digamos que nos gusta la democracia y la defendemos, aunque en realidad nos encantaría una dictadura como las que se perfilan o ya existen en otros países cercanos.

21. Los #Alcaldes y #Alcaldesas que antes eran corruptas y de los partidos malos, cuando se nos unen pasan a ser héroes y símbolos de esperanza.

22. A nuestros influencers, creadores de contenido y trolls: si se salen los quemamos, como en la mafia.

Agreguen las que consideren oportunas en los comentarios.

Y, sobre todo, reflexionemos: ¿vamos a permitir que se impongan estas narrativas?

Colectivo Mujeres por Costa Rica se opone a que se debilite la autonomía de la CCSS

En defensa de la CCSS y contra la propuesta de ley N° 25181
Manifiesto del Colectivo Mujeres por Costa Rica

Desde el Colectivo Mujeres por Costa Rica expresamos nuestro firme rechazo al proyecto de ley N° 25181, que pretende reformar el artículo 73 de la Constitución Política con el fin de debilitar la autonomía de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Nuestra posición se fundamenta en lo siguiente:

  1. La autonomía de la CCSS es garantía de derechos
    Desde su creación, la Caja ha sido pilar del modelo de bienestar social costarricense, asegurando acceso a la salud y la seguridad social como derechos universales. Quitarle autonomía es poner en riesgo su capacidad de responder a las necesidades del pueblo.

  2. Un ataque al principio de seguridad social como derecho humano
    El artículo 73 constitucional consagra la seguridad social como obligación estatal. Debilitar la CCSS abre la puerta a su manipulación política y a intereses económicos que no velan por la vida digna de todas las personas.

  3. Amenaza de privatización y exclusión
    Las voces sociales han advertido que esta reforma favorece una visión privatizadora que dejaría a miles de familias —especialmente mujeres, personas trabajadoras informales, adultas mayores y población en condición de pobreza— en situación de mayor vulnerabilidad.

  4. Riesgo para la equidad y la justicia social
    La Caja no solo brinda salud, sino también oportunidades de igualdad. Reducir su fortaleza institucional significaría retroceder décadas en conquistas sociales que garantizaron educación, salud y pensiones para todas y todos.

  5. Una profunda contradicción histórica
    Resulta alarmante que este proyecto sea impulsado por una diputada perteneciente al partido que se inspira en las ideas socialcristianas del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, el mismo líder que, con visión de justicia social, promovió la creación de la CCSS en 1941. Pretender ahora desarticular la institución que encarna ese legado constituye una contradicción histórica y una traición a la memoria de quienes lucharon por consolidar la seguridad social en Costa Rica.

  6. El pueblo costarricense ha defendido históricamente la CCSS
    Los movimientos sociales han sido claros:
    la autonomía de la CCSS se respeta. Esta institución pertenece a la ciudadanía, no a intereses particulares ni coyunturales.

Por estas razones, declaramos:

  • No al proyecto de ley N° 25181.

  • No a cualquier intento de debilitar o desmantelar la CCSS.

  • Sí a la defensa de la autonomía y fortalecimiento de la seguridad social como principio irrenunciable de nuestra democracia.

Convocamos a todas las mujeres, comunidades y organizaciones sociales a unirse en defensa de la CCSS, patrimonio colectivo y garante de derechos humanos fundamentales.
La salud y la seguridad social no son mercancía.
¡La autonomía de la CCSS se respeta!
Setiembre del 2025

La estafa chavista: poder y manipulación bajo la bandera de los valores

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

Mauricio Ramírez

Uno de los pilares discursivos más sólidos del actual gobierno ante un sector importante del electorado es su supuesto apego a los “valores tradicionales” de la familia, la moral cristiana y la defensa de la vida. Este relato ha sido hábilmente explotado como herramienta de movilización política, en especial en temas como el aborto, la educación sexual y la política exterior presentada como defensa de la democracia. No es un recurso nuevo: partidos como Nueva República, entre otros, han recurrido a la misma estrategia para cazar votos apelando a la sensibilidad religiosa y moral de la población. Sin embargo, la coherencia entre lo que se predica y lo que realmente se cree y practica en las altas esferas del poder resulta frágil, cuando no abiertamente inexistente.

Las declaraciones que días atrás ofreció a un medio de comunicación la diputada oficialista Pilar Cisneros, afirmando abiertamente que es atea y que “no le pueden demostrar que Dios existe”, ponen en evidencia, de forma directa, la contradicción central del discurso gubernamental. No se trata de cuestionar su derecho a la libertad de conciencia o de creencias, un principio y derecho fundamental de toda democracia, sino de señalar la incoherencia política: ¿cómo puede un gobierno que se presenta como paladín de los valores cristianos más conservadores tener como figura clave a alguien que, por convicción, no comparte el núcleo religioso sobre el que supuestamente se asienta toda su narrativa moral?

En cualquier sociedad democrática, la pluralidad de creencias es legítima y bienvenida. Pero cuando un gobierno basa buena parte de su capital político en agitar banderas morales y religiosas para ganar votos, el asunto deja de ser una cuestión de diversidad y se convierte en un caso de manipulación consciente y mal intencionada. Es el viejo truco del poder: decir lo que el pueblo quiere oír para conquistar su voluntad, mientras en la práctica se defienden otros intereses y se opera bajo una lógica de conveniencia ideológica. Esto es más de lo mismo, la vieja política disfrazada de cambio.

Lo mismo ocurre con el tema del aborto: el oficialismo se presenta como una fuerza implacablemente “provida”, pero la integridad de esa postura se desmorona cuando se evidencia que el compromiso no es con principios inmutables, sino con la estrategia política del momento. El discurso se activa o se silencia según convenga para mantener la base electoral, y no porque exista una convicción moral auténtica y uniforme en la cúpula.

La contradicción se vuelve aún más evidente cuando observamos cómo los diputados oficialistas dicen representar un partido en el Congreso para mantener sus privilegios parlamentarios, pero de hecho responden a otro, a Pueblo Soberano. ¿Qué es este nivel de coherencia? Este doble juego parlamentario es el mismo mecanismo que en otros contextos se ha identificado como una de las prácticas del chavismo: crear lealtades por conveniencia, camuflar agendas y manipular el lenguaje para ocultar la verdadera naturaleza de su proyecto político. Mientras tanto, sus seguidores aplauden ciegamente, sin percatarse de la realidad.

Lo que se presenta como la defensa inquebrantable de los valores de la familia y la moral cristiana no es más que una fachada propagandística. Las declaraciones de Pilar Cisneros no son el problema en sí mismas; son, más bien, el síntoma visible, la prueba inequívoca de una maquinaria política que opera con una lógica de engaño calculado y mentiras. Es la gran estafa moral y política de este gobierno: usar la fe y los valores del pueblo, que es lo más sagrado que puede tener la nación, como instrumento de poder, mientras se traiciona su esencia desde adentro.

La credibilidad cuesta años construirla, pero basta un instante para perderla. Doña Pilar pasó de ser el pilar, en nombre y en imagen, de la confianza, a convertirse en el centro de la desconfianza de un movimiento político que le creyó a ciegas, seducido por palabras bonitas que hoy se revelan vacías.

¡Cuidado, con los cantos de sirena! ¡Mucho cuidado!

Mainier Barboza

Mainier Barboza Soto

Recordando la Odisea y la protección que recibe Odiseo de la Hechicera Circe, donde ella le recomienda que tape los oídos de sus hombres con cera y él, Odiseo, se amarra al mástil y así puede soportar los cantos de las sirenas y pasar con su barco y no perece.

Bueno, hoy las sirenas o una buena imitación de éstas, aparece en el escenario político de América Latina y en especial en este segundo decenio del siglo XXI. Ahora, ¿a qué viene la comparación? Las míticas sirenas, criaturas de la mitología griega, atraían a los marinos con su dulce y bello canto, que promete paz, belleza, conocimiento, por demás muy propio de la cultura helénica. Solo que la seducción de las susodichas conduce a la muerte.

Nuestra América tiene, desde el país del Norte imperial con Trump, en Argentina con Milei, Boluarte en Perú, Noboa en Ecuador, Mouliño en Panamá, Bukele en El Salvador, Chaves en Costa Rica, un canto que endulza, atrae, pero sabemos que ese discurso es falso y al igual que las sirenas sino no nos tapamos los oídos con cera y los Odiseos patriotas, no nos amarramos al mástil, del barco patrio, con su bandera blanco, azul y rojo, su escudo, su himno, con sus cuerdas para amarrarnos a la Constitución Política, los tres poderes del Estado, las instituciones icónicas de nuestro país, (La CCSS, el ICE, la Banca Nacionalizada, Las Universidades Públicas, El ICAA, CNP, RECOPE, FANAL, entre otras…), los días de la democracia en Costa Rica están contados.

El pueblo debería preguntarse, en especial los adultos, ¿cómo es posible, que un outsider, o en lenguaje castizo, un advenedizo, una persona que, en menos de 3 años, le haya borrado la memoria a mucha gente, que ha vivido aquí toda la vida, que ha disfrutado del Estado de bienestar, de las instituciones públicas, que ha sido la fuente de sus ingresos por años, que ha formado sus familias, que hoy muchas de ellas disfrutan de pensión; muchos han incluso, han ostentado puestos públicos en los tres poderes y dentro del régimen municipal, algunas personas aún los mantienen.

Tampoco nos engañemos, el señor presidente Rodrigo Chaves es parte de toda esa oligarquía y plutocracia que ha mantenido el poder por decenios de decenios, de modo que ese “distanciamiento” de los grupos de poder, representados en Liberación Nacional-dicho sea de paso-único partido que “ataca” de mentiras”; el ataque ideológico es al Frente Amplio, por su postura patriótica y digna en defensa de la democracia y el Estado Social de Derecho y de los Servicios Públicos., la clase trabajadora y el ambiente. El ataque a Liberación Nacional es manipulado como táctica política, para reacomodar las diversas, tres por lo menos, tendencias que se disputan el poder, entre otros los sectores del Capital Financiero y bancario, el sector productivo nacional, sector productivo y financiero, ligado a las transnacionales, como las Zonas Francas, empresas de alimentos, APM terminals, las de alta tecnología…Aunque aquí se habla de alta burguesía, mediano empresariado, y clases intermedias, (profesionales, técnicos y otros), también tenemos gran parte de población, situada en los niveles de la pobreza y de la pobreza extrema.

Es hora de que toda la población costarricense se manifieste, nos están desmantelando ya no solo las instituciones públicas, autónomas, sino, la Asamblea Legislativa, La Contraloría, la Fiscalía General, el Poder Judicial, el Tribunal Supremo de Elecciones, en síntesis, los tres poderes del Estado Social de Derecho, y con el cuento de la prensa canalla, ya le puso un “bozal” a esa prensa y, a la que lo apoya, que tiene manipulada, sigue agitando la campaña política del chavismo, y utiliza el típico discurso falso del autoritarismo, “ es que no me dejan gobernar, y preguntamos los proyectos presentados, literalmente contra el pueblo y los sectores más deprimidos de la población. Así es muy fácil gobernar, sin hacer nada, solo bla, bla, bla; con el peligro de que “esos cantos de sirena” están dañando la memoria histórica, la patria, nuestros ancestros, la democracia, la estabilidad social, la seguridad alimentaria, física y humana.

¿En los márgenes del horizonte de eventos…? (Parte I)

Caryl Alonso Jiménez

Explorar futuros posibles y sus narrativas implica medir sus consecuencias…

Caryl Alonso Jiménez

El llamado “horizonte de eventos”, es un concepto sobre el análisis de los agujeros negros que Steven Hawking (1942-2018), lo utilizó para explicar los extraordinarios límites del espacio-tiempo y del denominado punto de no retorno…

Resulta que desde la cosmología los estudios de la expansión del universo realizados también por Carl Sagan (1934-1996) y Edwin Hubble (1889-1953), coinciden en los límites el firmamento cósmico, donde al parecer es el límite de lo que sucede en los ambientes astronómicos que lo separa del universo.

Sin embargo, resulta una sorprendente metáfora en su singularidad, porque permite estudiar el principio de las fronteras que ayuda a comprender hasta dónde podemos alcanzar puntos llegada… y del que, indefectiblemente puede que no se tenga retorno.

El principio de los límites, visto desde otros campos, como la vida social, económica y política, vincula sus concepciones a los estudios de la toma de decisiones en los escenarios altamente críticos y donde la prospectiva, como metodología del estudio de los futuros posibles, permite confrontar consecuencias para la sociedad y para las generaciones futuras.

La metáfora no es una simple explicación para definir un límite entre dos escenarios. Es mayor y sorprendentemente extraordinaria su explicación, particularmente por las implicaciones que una decisión puede causar.

Herman Kahn (1922-1979), fue el pionero en estudiar y proponer los principios de los escenarios, aplicado en la planificación estratégica y la construcción de futuros. Sus estudios contribuyeron en el departamento de Defensa de los USA.

Por ejemplo, los efectos transaccionales de carácter político y su incidencia financiera en mercados inestables como los países de la región centroamericana, donde las raras estabilidades que duran decenas de años responden a concordatos históricos… del control del poder.

O, la aplicación normativa de una regulación en la que quedan sujetos de política fiscal algunas áreas dinámicas de la economía y donde las afirmaciones que derivan son verdaderos silogismos, que más allá de hiperbólicas defensas no se sostienen en la construcción de futuros posibles…

Justamente, es en estrategia política que debemos entender como la inteligencia que estudia el futuro y sus pronósticos (Forecasting), o previsiones (Foresight)… es donde se describen en la trayectoria de decisiones aquellos eventos calculados matemáticamente para generar un resultado o alcanzar objetivos parciales y totales hacia la implantación de un proyecto.

Por ello, en esta nueva etapa de cambio de escenarios globales es justamente desde la geopolítica es donde se impone la estrategia de incertidumbre como elemento de distracción que inciden en todas las áreas del comportamiento económico de gran calado.

Pero no es solamente eso. Es en el estado emocional de quienes son actores confiados de escenarios. Por ello en las interpretaciones, no es repetir lo que se ve o lo que los medios de prensa intentan posicionar en el imaginario… es lo que no se mira… esa es la clave del análisis del estudio crítico y su interpretación en datos estadísticos.

El laboratorio de análisis político que se tiene en perspectiva cambia las teorías predecibles que se estudiaron desde principios de siglo pasado y que se creía que serían la fuente para comprender los contextos del siglo XXI. Pero no, no lo son.

Por ello los decisores de política (despachos del alto gobierno, despachos institucionales, buro de empresarios, líderes sociales, secretarios de partidos políticos y la academia) deberán cuidarse del charlatán de cafetín de las supuestas coyunturas.

Ese que mira lo obvio, y que encima de todo, con divertimento y humor explica lo que las redes intentan crear, para mover gigantescas confusiones colectivas intencionadas en los Deepfake (confusiones profundas), que se extienden a lo largo de las dinámicas cotidianas y que algunos repiten insistentemente con ingenuas justificaciones, pero, ¿son ingenuas…?

Picardo (2024) afirma que “la utilización de las redes sociales para los cambios conductuales de una sociedad no sea tan planificado por la ingeniería del comportamiento, más si de una óptica de manipulación política…” (p. 95), ello ha demostrado que la sutil inoculación de alteraciones emocionales provoca ambientes de temor que deriva en incertidumbre, y que pueden provocar fenómenos violentos, que solo fortalecen la indiferencia nacida al amparo del miedo.

Los Estudios de Futuro buscan anticipar escenarios para influir en el presente, buscando aquellas condiciones hacia procesos que permitan definir horizontes y trayectorias que clarifiquen puntos realizables. Es a Wendell Bell (1924-2019) quien describe la ciencia humana para nueva era, que pone en perspectiva de las razones de construir la ciencia

La teoría de los límites y los Estudios de futuro, combinan marcos simbióticos para construir escenarios dónde prevalezcan las razones para una Centroamérica con capacidad de enfrentar retos en un ambiente global, donde los poderes geoestratégicos mundiales posicionan el escenario del Siglo XXI… Pero, ¿se tomarán las decisiones correctas? Y, ¿se tendrá la mentalidad y liderazgo suficiente para comprometer el nuevo escenario regional…?

EL NOVELISTA SERGIO RAMÍREZ MERCADO Y LOS GROTESCOS LILIPUTIENSES

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso nos dice un viejo refrán, pero cuando lo grotesco se une a esos otros elementos es porque que hemos caído muy bajo, aunque a lo mejor el espejo nos ha mostrado tal cuál somos y no lo que creemos ser: la manipulación política reaccionaria alrededor de la figura de un gran escritor nicaragüense, opositor al actual régimen imperante en ese país, ha tenido la virtud de mostrar la ignorancia, la atroz incultura y la estulticia que reinan en el medio costarricense. El sólo hecho de no haber tenido nunca la generosidad de otorgarle, desde hace muchos años, un reconocimiento espontáneo al insigne novelista, ensayista y cuentista exquisito que es Sergio Ramírez Mercado, demuestra la miseria moral y el apocado espíritu de innumerables gentes de este país, que conforman el coro de ignorantes y desalmados que quiere posar en la foto de familia de la que hablan los españoles, haciéndose pasar por amigos del escritor, porque con respecto a su ignorancia manifiesta no habrá manera de que le pongan remedio, porque esa van in crescendo… genio y figura hasta la sepultura.

Más allá de la coyuntura política, en la que no me siento obligado a coincidir del todo con Sergio, no puedo sino avergonzarme del montón de ignorantes que no tienen siquiera la costumbre de abrir un libro, entre ellos la diputada socialcristiana de cuyo nombre no vale la pena tener un recuerdo, parafraseando a don Miguel de Cervantes Saavedra. No sólo mandó a comprar una novela hermosísima, exquisita y transgresora como LA FUGITIVA, de cuya lectura disfruté y extraje valiosas lecciones hace ya algunos años, haciendo la susodicha patente no sólo su ignorancia supina y desvergonzada, sino que evidenció los prejuicios y la intolerancia social que rodeó, allá en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, a tres extraordinarias mujeres costarricenses: Yolanda Oreamuno, Eunice Odio y Chavela Vargas, quienes se vieron rechazadas por este estrecho medio social, por lo que vivieron su ostracismo en México, e hicieron su vida en ese gran país durante buena parte de su existencia, la que concluyó en esas tierras de los chilangos. Convertida en crítica literaria (¡qué espanto!) la ignorante diputada y otro colega suyo, ahora pretenden ser jueces que censuran, de manera implícita, las opiniones del escritor sobre una serie de aspectos muy delicados, verdaderos temas tabú de una sociedad hipócrita y miserable que maltrata a su propia gente. Más allá del juego político de corto alcance, evidenciado en la decisión del otorgamiento apresurado de una “ciudadanía honoraria”, a quien tenía méritos para tenerla desde hace mucho tiempo, se evidencia también la ingratitud, el racismo y hasta la xenofobia de un pueblo que hace mucho rato extravió su camino, es ahí y no en lo político donde tengo que pedir disculpas al distinguido novelista nicaragüense, uno de los mejores de América Latina en esta generación. Así como nuestra ingratitud inmensa con el Bachiller Rafael Francisco Osejo, uno de los forjadores tempranos de la incipiente “nacionalidad costarricense”, y otros ilustres nicaragüenses que prestaron grandes servicios a la entonces “provincia colonial de Costa Rica”, el oportunismo y la falta de buen criterio e incluso de un elemental sentido común, evidenciados ahora, se unen para poner la cereza que corona el pastel de esta ignominia.

Sigue manipulación política de altos tribunales – Renuncia candidata mejor calificada

SURCOS comparte la carta de renuncia a su candidatura a la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia de la doctora en derecho Patricia Vargas González, la mejor calificada en el concurso. Ante la confesión de que hay razones políticas para no elegirla por encima de los merecimientos, la jurista deja el concurso. Varios organismos como el Foro de Justicia y otros sectores han venido denunciando las imposiciones políticas a la hora de elegir magistraturas.

Esta es la carta de la doctora Vargas González:

“19 de julio de 2021

Señora Silvia Hernández Sánchez
Presidenta de la Asamblea Legislativa
Estimada señora:

Reciba un cordial saludo. Con estupor el día de hoy, a través del diario La Nación, en noticia titulada “Diputados bloquean a candidatos mejor calificados para máximo tribunal penal” me he enterado que la mayoría de diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa, en palabras del señor diputado Jorge Luis Fonseca, tiene reservas en cuanto a mi persona porque soy “conocida” de don José Manuel Arroyo Gutiérrez.

Según la noticia, con pesar el señor Fonseca indicó que pese a mis calificaciones (la más alta de este concurso) ha prevalecido el criterio político pues la mayor parte de sus compañeros y compañeras diputadas me “cobran” la cercanía con el señor Arroyo Gutiérrez.

Además de agradecer al diputado Fonseca el haber transparentado la situación, de mi parte solo puedo indicar lo siguiente:

Durante alrededor de ocho años fui letrada de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia y en tal condición conocí a don José Manuel Arroyo Gutiérrez, quien fue presidente de ese tribunal y vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia. Trabajé con él como letrada, como también lo hice con muchos otros magistrados y magistradas, incluso antes de la llegada del señor Arroyo Gutiérrez a ese despacho, por ejemplo, con don Daniel González Álvarez, don Mario Houed Vega, o don Alfonso Chaves Ramírez (q.D.g.). Me parece simplemente atroz que no sean mis atestados, mi formación académica o profesional, mi honradez o mi trabajo lo que determine si soy apta o no para el puesto que he concursado, sino el hecho de haber trabajado con alguien que no es del agrado de los y las diputadas por razones que no me atañen de ninguna manera.

Esta es la quinta vez que en esta legislatura someto mi nombre a consideración del congreso para el cargo de magistrada: una vez para ocupar una plaza como propietaria de la Sala Constitucional; tres para hacerlo como propietaria de la Sala Tercera y ahora para ocupar el cargo de magistrada suplente del órgano de casación, siempre obteniendo en la evaluación de atestados la calificación más alta. Entiendo perfectamente que la selección de magistraturas tiene un componente político pues son los diputados quienes eligen y está bien que sea de esa manera. Sin embargo, es lamentable que, dada la opacidad del proceso, se permita la entrada de especulaciones que no tienen nada que ver con las condiciones de las personas candidatas para desempeñar el cargo y sobre las cuales estas ni son interrogadas, ni se les permite dar explicaciones, bastando lo anterior para ser descalificadas.

Respeto profundamente a las personas que han concursado también y han sido seleccionadas. No obstante, luego de estas cinco experiencias y de lo expuesto tanto por el diputado Fonseca como por el diputado Pablo Heriberto Abarca (quien en la nota periodística en cuestión afirmó, sin dar razones, que yo “no tengo ambiente”) concluyo que en mi caso han sido aspectos ajenos a mí los que han sido tomados en cuenta. De nuevo, no tener la confianza del parlamento por “la cercanía” a un exmagistrado —como si yo no fuese una persona que se ha formado durante décadas para desempeñar un cargo; que ha dado muestras de independencia en lo personal y en lo laboral y que ha tenido (para aquellos diputados y diputadas a quienes les preocupa esto solamente) cercanía, como letrada, con otros magistrados y magistradas además del señor Arroyo Gutiérrez— es inaceptable desde todo punto de vista.

Así las cosas, una vez alcanzada la certeza de que mantener mi nombre para las próximas designaciones de magistrados y magistradas suplentes de la Sala Tercera que tiene pendiente de realizar esta Asamblea Legislativa carece de todo sentido y supone legitimar un trámite que es imperativo corregir, con todo respeto le pido ser excluida del concurso que está en marcha.

Mantengo la esperanza, eso sí, de que en un futuro próximo la Asamblea Legislativa y sus miembros puedan avanzar hacia un proceso de selección del gobierno judicial que esté sometido a los más altos estándares de objetividad, transparencia y escrutinio público.

Cordialmente,
Dra. Patricia Vargas González”

Realidades alternas, poder mediático, y pensiones magisteriales

Dr. Jorge D. García, Ph.D.

Inventando realidades

En los últimos años, se ha usado el término “realidad alterna” para denotar el recurso de políticos y medios de “comunicación” al sesgo, la descontextualización, a las verdades a medias, y a falsedades flagrantes, para crear una realidad ajena a la verdadera, la de hecho, la verificable, con el fin de promover su visión e imponer sus ideologías a audiencias desinformadas y manipulables. Destaca al efecto el ex presidente norteamericano Trump, cuyo éxito fenomenal al inventar una realidad (promovida también por algunas cadenas noticiosas), en la que no perdió las elecciones presidenciales en noviembre pasado, se traduce en decenas de millones de ciudadanos que se la creen a pie juntillas.

Nuestra sociedad no ha escapado a los efectos nefastos de la manipulación de la información con fines ideológicos y políticos. El estimado Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli, historiador y ex diputado, ha documentado tales efectos en su libro “Costa Rica: Dictadura mediática o tiranía en democracia?”, en el cual, de manera detallada y contundente, expone los orígenes, mecanismos y consecuencias de dicha manipulación. Transcribimos de la Introducción a su libro:

“Los grandes intereses se han convertido en los manipuladores mediáticos. Los medios, a su vez, han perdido su verdadera independencia, pues son simples instrumentos de quienes controlan el poder económico del país, y con ello se convierten, también, en el verdadero poder político… Tal vez no nos hemos dado cuenta…que ya no se percibe la nueva realidad que se nos ha impuesto.”

Los grandes medios que constituyen el poder mediático en nuestro país han mantenido, desde hace décadas, una ofensiva feroz y a mansalva en contra de los pensionados y jubilados del Magisterio Nacional, ofensiva que ha recrudecido a niveles paroxísticos a partir del año 2014, de la mano con iniciativas legislativas y del Ejecutivo, y con apoyo multipartidista, para socavar los derechos jubilatorios del Magisterio. Para ello, no repara en inventar realidades, que no solo son fabricadas a propósito de sus fines, sino que, construidas a base de elementos marcadamente difamatorios, han creado en la población inquina y animadversión en contra de los jubilados del Magisterio.

Las realidades alternas mediáticas vs. las realidades verdaderas

Señalamos a continuación algunas de las “realidades alternas” creadas mediante la repetición incesante de sesgos, ausencia de contexto, medias verdades y falsedades, por parte de los medios de “comunicación” respecto de las jubilaciones y pensiones del Magisterio, y las contrastamos con las realidades de hecho, las verdaderas, verificables y documentables.

Realidad alterna mediática: los regímenes especiales como el Transitorio de Reparto del Magisterio Nacional (RTR) son inequitativos porque conceden beneficios superiores a los del régimen de IVM de la CCSS. Su misma existencia es cuestionable porque la Constitución Política establece un régimen universal administrado por la CCSS.

Realidad de hecho: El antecedente legislativo del régimen de pensiones magisterial data de 1886 con la Ley General de Educación Común. Aunque los docentes fueron adscritos al régimen de IVM- CCSS en 1943, el régimen magisterial se reinstauró mediante ley 2248 del 7/9/1958 y pasó el tamiz constitucional en el año 1992 (Voto de Sala Constitucional 846-92 en el cual se expresa que el constituyente pretendió un mínimo de protección con el IVM-CCSS, por lo que no hay razón para cuestionar la pluralidad de regímenes jubilatorios). La pretendida inequidad por disparidad de beneficios se explica porque la cotización en el régimen magisterial fue, desde 1958, muy superior a la del IVM-CCSS. El hecho es que el IVM-CCSS tiene previsto aumentar la cotización del trabajador a 4.5% ¡en el año 2029! En contraste, desde 1958 los docentes empezaron a cotizar un 5%, y el día de hoy lo hacen entre 8.75% y 16%. Es de lógica elemental que a mayor contribución deben corresponder mayores beneficios, cosa que el poder mediático se resiste a admitir. Antes bien, ha mantenido que, aunque las cotizaciones en el RTR hayan sido muy superiores, los montos jubilatorios deben bajarse al nivel de los del IVM-CCSS.

Realidad alterna mediática: No se justifican pensiones “de lujo” como las que se encuentran en los regímenes especiales, particularmente dentro del magisterial, porque deben pagarse mediante el presupuesto nacional, con dinero que es de todos, ya que siempre fueron deficitarios, o quebraron. Si bien el término “pensión de lujo” es impreciso, deben considerarse como tales todas las que se conceden mediante los regímenes especiales, porque las cotizaciones individuales nunca podrían cubrir pensiones tan altas, algunas de hasta 14 millones.

Realidad de hecho: Más que falta de objetividad, es falta de ética y de decencia que el poder mediático oculte a la opinión pública que el Estado Costarricense desvió las cotizaciones magisteriales desde 1958 a gasto ordinario, llevándose también las cuotas que le correspondían como patrono y como Estado. Por eso las jubilaciones y pensiones del RTR, que comprenden la mayoría de las erogaciones por regímenes especiales, han de cargarse al presupuesto nacional, ya que el Estado tuvo que hacer frente a su irresponsabilidad por la no conformación del fondo de pensiones asumiendo esos pagos mediante la ley 7531, de 1995. Entiéndase: el mismo Estado dispuso ese pago, con garantía incluida en el artículo 115 de dicha ley (aunque hay que apuntar que, como garantía, dicho artículo no ha valido ni la tinta con que se escribió).

Y para coronar la desinformación, aun cuando el poder mediático reconoció hace poco que el término “pensión de lujo” es impreciso, ¿cómo “arregla” la situación? pues etiquetando a todas las jubilaciones de los regímenes especiales como “de lujo”, usando el falaz argumento de que no se cotizó lo suficiente. Oculta también que el RTR fue diseñado como régimen solidario, no de cuentas individuales. Con ello valida el engaño y manipula a la opinión pública. El mentís más rotundo a ese engaño mediático de cotizaciones insuficientes en los regímenes especiales lo da el otro subrégimen del Magisterio, el de Capitalización Colectiva (RCC). Este es también un régimen solidario, que no corre por cuenta del presupuesto nacional (en razón de la misma ley 7531 que fracturó al régimen magisterial en dos y dejó al RCC a cargo de JUPEMA), que cuenta en la actualidad con poco más de 100 000 adscritos, y en razón de las altas cotizaciones y los rendimientos por capitalización, ya sobrepasó los 3 BILLONES (millones de millones) de reserva, superando con mucho las reservas del IVM-CCSS. El dato que hemos brindado varias veces en entregas previas es que la estimación actuarial para el RTR, si se hubiera conformado su fondo previsional y no se hubiera efectuado la partición del régimen magisterial en 1995, es de 5 BILLONES al 2012. Esa es la magnitud de lo que el Estado le birló al Magisterio. Y en lugar de hablar de reparaciones, como a derecho correspondería, la “troika” constituida por ejecutivo, legislativo y gran prensa, han emprendido una cruzada que lleva más de 30 años, para minar los derechos jubilatorios del magisterio usando como estandarte la apelación difamatoria de “pensionados de lujo”. O sea, las pavas tirándole a las escopetas, el estafador cobrándole a los estafados.

Y el colmo de la manipulación: la repetición constante del estribillo “algunas pensiones son de 13 o 14 millones”, cual mantra para agitar y mantener el odio en contra de los jubilados. Sin embargo, la realidad es que las contadas jubilaciones del RTR que alcanzan esos montos, usualmente por sucesiones a herederos, estuvieron sujetas desde 1995 a deducciones totales que llegaron, según el caso, hasta 69% del monto bruto. Y eso es lo que los medios de “comunicación” no tienen la honradez de aclarar. Pareciera que carecen de la fibra moral para hacerlo.

Pero en una gestión legislativa francamente cantinflesca, esa deducción se modificó a la baja (mediante ley 9796 vigente en el laño 2020), pero de manera tal que se aumentó la deducción total a las jubilaciones medias y bajas, al tiempo que se atenuó el efecto, o se concedieron montos adicionales, en algunos casos millonarios, a las jubilaciones más elevadas. Y eso que la legislatura actual ha recibido elogios por su “productividad”: para muestra un botón.

¿Por qué inventar realidades?

Solo podemos hipotetizar acerca de los motivos por los cuales los grandes medios, aliados al poder económico y político de este país, se han ensañado en contra del Magisterio y del empleo público en general y las universidades públicas): ¿ideología? ¿inquina contra los servidores públicos? ¿avanzar en la contrarrevolución neoliberal que persigue no dejar piedra sobre piedra de los pilares de la Segunda República que surgió luego de la guerra civil de 1948? ¿O tendrá algo que ver, como se hizo público hace meses, el que una empresa de “comunicación” haya obtenido sumas multimillonarias por la compra de sus títulos valores, con dineros provenientes de los fondos de pensiones? Siendo ese el caso, resulta obvio que el conflicto de interés resultante no podría ser resuelto más que por información transparente y objetiva al respecto. Lamentablemente, esos valores parecen estar más ausentes que nunca del discurso mediático en el país.

 

Imagen ilustrativa.

Enviado por el autor.