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Etiqueta: memoria histórica

Libro: Memorias de luchas y resistencias del pueblo indígena Bribri

El pasado 24 de octubre tuvo lugar la presentación del libro “Memorias de luchas y resistencias del pueblo indígena Bribri” en la sala de audiovisuales del Instituto de Investigaciones Sociales en la UCR. Fue presentado por los panelistas: Faustina Torres Torres  de la Asociación Comisión de Mujeres Indígenas de Talamanca (ACOMUITA), Marina López Morales por parte de la Asociación Comisión de Mujeres Indígenas de Talamanca (ACOMUITA), Maycol Morales Pita representante del PANI Talamanca, y Helga Arroyo Araya del  IIS-UCR. Como moderador estuvo Koen Voorend también del IIS-UCR.

Deseamos compartir el enlace donde pueden descargar el libro digital. El volumen trae un enfoque que visualiza el suicidio como la expresión de un trauma psicosocial derivado de la violencia histórica y colonizadora contra el pueblo indígena bribri. 

Acceda a este gran trabajo en el siguiente enlace: https://iis.ucr.ac.cr/images/images/portada_de_libros/libros/Memorias_Helga_Arroyo_2.pdf 

Presentación del libro «Memorias de luchas y resistencias del pueblo indígena Bribri»

El Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica invita a la comunidad universitaria y al público en general a la presentación del libro de construcción colectiva titulado «Memorias de luchas y resistencias del pueblo indígena Bribri». Este evento contará con la participación de personas autoras y representantes de diversas organizaciones indígenas.

Detalles del evento:

  • Fecha: 24 de octubre de 2024
  • Hora: 4:00 p.m.
  • Lugar: Sala de Audiovisuales, Instituto de Investigaciones Sociales, UCR

Panelistas:

  1. Faustina Torres Torres – Asociación Comisión de Mujeres Indígenas de Talamanca (ACOMUITA)
  2. Marina López Morales – Asociación Comisión de Mujeres Indígenas de Talamanca (ACOMUITA)
  3. Maycol Morales Pita – PANI Talamanca
  4. Helga Arroyo Araya – IIS, UCR
  5. Koen Voorend – Moderador, IIS, UCR

El Paseo de los Estudiantes en la historia

Freddy Pacheco León
Egresado Liceo de Costa Rica

Freddy Pacheco León

Siendo director del Liceo de Costa Rica el insigne educador, Lic. Juan Dávila Solera, profesor de geografía e historia graduado en Chile, le tocó lidiar con altura y dignidad con los desmanes de la dictadura de Federico Tinoco. Fueron años de oscurantismo para el proceso de desarrollo democrático de la nación, donde el asesinato, entre otros, de Rogelio Fernández Güell, reflejaba el despotismo copiado de las monarquías europeas que, seguramente, añoraba el militar que había derrocado al presidente don Alfredo González Flores.

También fueron años en los que el coraje de los valientes se habría de expresar, como lo hicieran las estudiantes del Colegio Superior de Señoritas, destacándose también la maestra Carmen Lyra, graduada del mismo y consagrada desde siempre a la lucha por la democracia y los derechos fundamentales de sus conciudadanos. Igualmente, unidos por la historia como hasta ahora, los estudiantes del Liceo de Costa Rica, cuando la Patria los necesitaba, dijeron presente y levantaron sus brazos frente a los soldados del asesino dictador. Y no solo NO tuvieron que pedir permiso a su prestigioso director, sino que además contaron con su aliento, en momentos en que el sátrapa humillaba a los educadores, arrebatándoles recursos para enfrentar a los patriotas que luego contribuyeran con su derrocamiento y exilio.

Y es que don Juan Dávila Solera representó además en su quehacer, la unión que, desde su nacimiento, ¡con un solo año de diferencia!, hermana al Liceo y al Señoritas, no solo enseñando en ambas gloriosas instituciones, sino también escribiendo la letra del Himno del Colegio Superior de Señoritas, que tiene música de don José Joaquín Vargas Calvo.

Por todo ello, tenemos certeza que si fuere director del Liceo de Costa Rica en momentos en que se han tomado decisiones degradantes CONTRA LA MEMORIA de esos jóvenes llenos de coraje y amor a la Patria, ¡que hoy hemos de honrar!, el Lic. Dávila Solera haría sentir su voz en defensa de su memoria ejemplar. Y por ello también, acogemos con esperanza la acción colectiva de los estudiantes del Liceo, del Seminario y del Señoritas, que han encontrado un motivo para engrandecer su indomable espíritu juvenil: LA DEFENSA del simbolismo, valor histórico y cultural, del Paseo de los Estudiantes, convertido en un mamarracho de «barrio chino»… sin chinos.

Porque es más que una calle con el número 9 y porque desde que en diciembre de 1937 se honró a los jóvenes que no dudaron un día en salir a defender la democracia pisoteada por la bota militar, poniéndole ¡para siempre! el nombre con que desde entonces se le conoce, todos, estudiantes y egresados hermanos, tenemos la tarea de retomar lo que significa la defensa de la memoria histórica, que enaltece a los adolescentes que honraron a Costa Rica cuando se ultrajaba a la Patria. La tarea es profunda, pero sencilla. Se trata de coordinar con el señor alcalde don Diego Miranda Méndez, y el Concejo Municipal de San José, un acto público, con representación de estudiantes de los tres históricos colegios, en que se recupere el nombre histórico de esa calle 9, colocando una placa con el nombre BULEVAR PASEO DE LOS ESTUDIANTES.

Taller en Valparaíso por la memoria para que no se repita en ninguna parte

Oscar Jara Holliday comparte con SURCOS y sus lectoras y lectores:

“Aquí en Valparaíso antes del 11 de setiembre en talleres de recuperación de memoria y actividades conmemorativas del sangriento golpe al gobierno de Allende… ¡para que nunca más se repita en ninguna parte!

Velas por las personas lanzadas al mar por la dictadura

III Informe de Agresiones y Violaciones a los Derechos Humanos contra los Pueblos Originarios de la Zona Sur de Costa Rica

Enero a diciembre 2022

Desde la Coordinadora de Lucha Sur Sur (CLSS), junto a otras organizaciones del país, invita a la presentación del “III Informe de Agresiones y Violaciones a los Derechos Humanos contra los Pueblos Originarios de la Zona Sur de Costa Rica (enero a diciembre 2022)”. 

Este informe consiste en un ejercicio de justicia popular, de memoria histórica y una acción concreta ante la impunidad imperante. Ante la impunidad, violencia de parte del Estado, de individuos y organizaciones particulares, la CLSS se da la tarea de documentar, sistematizar, publicar y denunciar una serie de incidentes de seguridad que afectan a los Pueblos Originarios que se encuentran inmersos en procesos de recuperación de tierra-territorio en la Zona Sur del país. Labor que ya ha venido siendo realizada desde el 2020. 

El cronograma de actividades será es el siguiente:

– Martes 12 de setiembre – 5p.m, presentación y discusión en el Auditorio de Geología en la Universidad de Costa Rica (Sede Rodrigo Facio). 

– Miércoles 13 de setiembre – 10:30a.m, presentación oficial en la Sala de Conferencias de Prensa de la Asamblea Legislativa.

Contarán con la participación de personas voceras de organizaciones propias de los Pueblos: Bribris de Salitre y Yäbami Dí Kàtá (Cabagra), Brörán de Térraba y Cabécar de China Kichá. También los estará acompañando Nery Chaves García, encargada de investigar y sistematizar el informe, e Isabel Ducca integrante del Comité de Solidaridad con los Pueblos Originarios Iríria Tsöchok.

En las actividades se presentarán los principales resultados de la investigación y escucharemos los testimonios de distintas personas recuperadoras de los Pueblos Originarios.

Ríos: memoria que fluye – invitación de aniversario

A un año del lanzamiento de la serie documental Ríos: memoria que fluye, les invitamos a visitar el siguiente enlace:

https://www.ucrq.tv/search?q=r%C3%ADos%20memoria%20que%20fluye, en el que encontrarán los diez episodios que conforman esta producción con contenido crítico, en clave de memoria histórica y relatos de defensoras y defensores de los ríos.

Esta serie es un llamado a la acción y la reflexión, pero también, un material educativo relacionado con las experiencias de los territorios y sus luchas.

Una producción de Canal Quince UCR y el Programa Kioscos Socioambientales.

La obtención del 4to. Campeonato del Club Sport Cartaginés: un hecho histórico y un fenómeno social

German Masís

Ha ocurrido el hecho deportivo, han caído los mitos, se ha quebrado la hietatura, se han alineado los astros o simplemente se han dado las circunstancias, Cartaginés es campeón de futbol por 4ta. ocasión en su historia, después de 81 años y poco más de seis meses de no lograrlo, pero este acontecimiento, no tiene únicamente explicaciones futbolísticas, también tiene explicaciones sociales y culturales, como un hecho histórico y un fenómeno social que trasciende el deporte.

Algunos comentaristas y periodistas deportivos ligados a los medios de comunicación han analizado en las últimas horas los factores que pudieron estar presentes en el triunfo del Club Sport Cartaginés y en la obtención del 4to campeonato desde su fundación en el año 1906.

Sin embargo, mencionar que la conformación de un cuerpo técnico fuerte y la participación de una defensa y un portero sólidos, de jugadores de experiencia y liderazgo, de delanteros rápidos y acuciosos, pueden haber facilitado los resultados obtenidos en las dos series contra la Liga Deportiva Alajuelense y podrían ser los factores que expliquen el logro del título, pero son insuficientes para explicar este acontecimiento futbolístico, ya que posee connotaciones históricas y sociales que es necesario esclarecer.

En primer lugar es un acontecimiento histórico, que marca un hito en la historia del equipo cartaginés, como un hecho relevante que quedará en la memoria histórica, supone un punto de inflexión, pues es un quiebre y un giro importante en la historia de la institución y convierte a los diversos actores que intervinieron y a los lugares en que se realizó, en sujetos históricos, que propiciaron y serán testigos de excepción de la gesta histórica.

En segundo lugar, la consecución del campeonato por parte del CS Cartaginés, es un fenómeno social (y probablemente sociológico), ya que involucra a una organización social y se efectúa en un entorno social, la provincia de Cartago y en circunstancias muy particulares que pudieron haber favorecido el éxito alcanzado.

Pese a los mitos y leyendas existentes sobre la no obtención del título en ocasiones anteriores (la celebración en la Basílica en 1941 y los caballos que ingresaron a ella), en realidad no haberlo logrado en momentos como la época del Ballet Azul, la posibilidad en 1973, la pérdida de las finales de 1987, 1996 y el 2013 y hasta el descenso a segunda división, se debe única y exclusivamente a circunstancias deportivas desfavorables internas y externas, regulares e irregulares (incluyendo los fallos arbitrales) que no lo hicieron posible.

Los mitos y prejuicios que se generaron en la misma provincia y fuera de ella, sobre una supuesta maldición y sobre el carácter perdedor del equipo, lo que generó con el tiempo fue una cierta mentalidad colectiva con tintes negativos, que en algún momento pudo haber afectado las decisiones de los dirigentes y el potencial del grupo de futbol (técnico y jugadores) , pero que de ninguna manera determinó que el equipo nunca volvería a ser campeón y que si se dieran las circunstancias propicias podría volver a lograrlo.

En esa mentalidad colectiva y en ese ambiente negativo que ha rodeado al Club durante varias décadas, ha sido notable el papel de los medios de comunicación en su papel de reiterar y generar noticia a partir de los fracasos futbolísticos, de algunos dirigentes nacionales de otros equipos que han aprovechado para desprestigiar al CSC y llevar agua a sus molinos y también de los dirigentes locales, que no supieron manejar la institución, impulsar una mentalidad ganadora y no generaron las condiciones adecuadas para el éxito deportivo.

No obstante, es bueno señalar que los mitos y leyendas, los prejuicios y los fracasos deportivos del pasado, no generaron únicamente una mentalidad colectiva con rasgos negativos, también generó una mentalidad positiva, que se expresa en una afición con una de las mayores identidades con su equipo y su provincia, dirigentes sanos dispuestos a aceptar el desafío, además de un sueño colectivo que ha permeado incluso a los aficionados de otros equipos: que Cartago volviera a ser campeón.

De esta manera, lo único que se requería para volver a lograrlo, era que se diera las circunstancias propicias y en este año 2022 se dieron. Unos dirigentes comprometidos con el proyecto de conseguir un nuevo campeonato, dedicados y entregados a esa noble causa. Un cuerpo técnico humilde y trabajador con capacidad de convencimiento a cada uno de los jugadores de que con esfuerzo y sacrificio se pueden lograr las metas, pero también abierto y dispuesto a corregir el rumbo, una mezcla de jugadores de experiencia y juventud que dejaran de lado sus intereses personales y conformaran un grupo cohesionado y fuerte mentalmente.

Junto a lo anterior, una afición fiel y apasionada que nuevamente creyó en el equipo y en sus dirigentes, acompañó y apoyó en todo momento, sabiendo que esta podría ser la ocasión esperada para dar el golpe y cambiar la historia. La afición es la fuerza y el respaldo, del movimiento social que siempre estuvo ahí y que de la manera más impredecible ha crecido entre las nuevas generaciones, evidenciando que se puede creer en los sueños y que se puede cambiar la realidad teniendo los actores y las circunstancias correctas.

No puede pasar desapercibido, el valor de la organización y la administración actual del club, en manos de Leonardo Vargas y su hijo, quienes han estado al frente de la toma de decisiones y de la gestión operativa de la institución, conduciendo el desarrollo del equipo, con inteligencia, aplomo y buen criterio y que en las series finales estuvieron atentos a todos los detalles de la preparación para los partidos finales, como los fogueos, la alimentación y la concentración del grupo, elementos que fueron decisivos.

Podríamos decir que en esta oportunidad se dieron las circunstancias apropiadas, convergieron una serie de aspectos organizativos, de grupo humano, de mentalidad, de nivel competitivo, de cultura deportiva e incluso ese toque de suerte, que en el pasado posiblemente no se dieron o solo se dieron parcialmente y que ahora tuvieron una expresión integral y consistente.

Debemos agradecer a quienes lo hicieron posible, el reconocimiento a la afición por la celebración apoteósica y ejemplar y la dedicación a quienes tuvimos la fortuna de ser parte de este hecho histórico y también a quienes ya no están, que fueron la inspiración y que hoy banderines azul y blanco en las bóvedas del cementerio los recuerdan por haber sido parte de este sueño.

Ser gobierno para ser poder

La Memoria Histórica del M19, el presente y el futuro.

Carta a los sobrevivientes del M19 

Por Jorge Senior, miembro de Dirección Nacional a partir de la IX Conferencia

El legado emborronado

Más de tres décadas después de la desmovilización del M19 hay dos hechos políticos electorales contundentes en el balance: la victoria de la lista a la Asamblea Nacional Constituyente en 1990 y la victoria de la candidatura de Gustavo Petro a la Presidencia de la República. La primera victoria fue histórica y dejó su impronta en la Constitución Nacional, pero no tuvo sostenibilidad o continuidad: la Alianza Democrática M19 pronto desapareció.

En el lapso de 32 años desde entonces, hubo otras victorias electorales en procesos que atravesaron diversas denominaciones y confluencias, logrando triunfos en alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas, cámara y senado, dentro de las cuales se destaca la Bogotá Humana como el hito más importante. Sin embargo, no hubo un partido político fuerte y estable que recogiera el legado del M19, el cual pervivió en individualidades como Antonio Navarro Wolff, Gustavo Petro, Jorge Iván Ospina, entre otros. Hubo también ejercicios de ONGs, pero sin alcanzar el impacto de una Corporación Arcoiris, por ejemplo. No hubo centros de pensamiento y muy poca producción bibliográfica (dentro de la cual cabe destacar la obra de Darío Villamizar). El M19 y su memoria se fueron difuminando. 

A pesar de la apertura democrática que significó la nueva Constitución, el devenir subsiguiente del país estuvo fuertemente determinado por las FARC, el paramilitarismo y el uribismo. El neoliberalismo se impuso en Colombia, como sucedió a nivel global. La propia Constitución sufrió más de 30 contrarreformas, aunque muchos de sus logros permanecen: Corte Constitucional, tutela, independencia del Banco de la República. Reconozcamos que el Estado Social de Derecho no es una realidad.

El caso de Gustavo Petro es excepcional, pues en estas tres décadas se convirtió en el único puntal del legado M19 que logró un crecimiento imparable en medio de un contexto negativo. Petro creció como opositor dialéctico del uribismo, pero tuvo la audacia de pasar al terreno constructivo y ejecutivo con “el segundo cargo del país”, la alcaldía de la capital. Y lo hizo con un proyecto revolucionario de ciudad, no como alcalde anodino. Mantuvo el ideal antioligárquico y popular del proyecto político del M19 y lo enriqueció con nuevos elementos como el cambio climático y la transición energética. Finalmente tuvo arrestos para lanzarse al asalto de la presidencia. Los demás, los que no traicionamos el proyecto, fuimos acompañantes junto a las nuevas generaciones y los sectores de convergencia democrática.

La imagen del guerrillero

El triunfo en 1990 mostró que el M19 se desmovilizó con una gran popularidad que se tradujo en el impacto inicial ya mencionado, pero el auge posterior de la guerra degradada minó por completo el aura del guerrillero como figura heróica y atractiva. Después del Caguán la opinión pública aprendió a odiar a las Farc, generó el fenómeno político Uribe y a los ojos de la mayoría de los colombianos la imagen de la guerrilla se volvió más negativa que nunca, arrastrando en esa vorágine de odios, miedos y rabias la propia memoria del M19 como una guerrilla chévere, popular, atrayente, audaz, imaginativa, con ideales, que generaba muchas simpatías. 

Basta contrastar los resultados electorales del M19 en 1990 con los de las Farc tras su desmovilización y se puede apreciar el abismo entre las dos guerrillas y su imagen. Lo malo es que la imagen negativa de las Farc terminó borrando en gran parte la imagen positiva del M19, hasta el punto de revivir el lenguaje ochentero de “grupo terrorista”, “narcoguerrilla” para aplicárselo al pasado guerrillero de Gustavo Petro. 

La carátula de Semana planteando las dos opciones de segunda vuelta en junio de 2022 como una escogencia entre un exguerrillero y un ingeniero tenía veneno, por supuesto, pero esa toxicidad tenía como prerrequisito el desprestigio y el repudio del concepto de “guerrillero”. Incluso dentro de sectores simpatizantes de Gustavo Petro se asumió su defensa en términos cristianos como “pecador arrepentido”, como si se tratase de un personaje de mala vida que renace al convertirse.

Pero esa defensa es equivocada. La autobiografía de Gustavo Petro y su discurso son claros: no hay un arrepentimiento o una negación del pasado, aunque desde luego pueda haber críticas y autocríticas como es apenas natural.  El punto es que la victoria de Petro a pesar de su estigmatización como exguerrillero significa una reivindicación de la memoria histórica del M19 que debemos repotenciar. Significa que el carácter de guerrilla de la gesta del M19 no implicó la degradación y tiene un alto valor ético que anticipa desarrollos posteriores del Derecho Internacional Humanitario. Los trabajos del Centro Nacional de Memoria Histórica bajo la dirección de Gonzalo Sánchez y de la Comisión de la verdad que surge del acuerdo Estado – Farc, evidencia en cifras la superioridad ética del M19, un argumento que he desarrollado en otro escrito y no voy a desplegar aquí.

Los viejos militantes ante el presente y el futuro del Ser Gobierno 

Durante los próximos 4 años un exguerrillero del M19 es el Presidente de la República. Nada menos. Más aún, ese “detalle” del pasado es lo que más resalta ante los ojos del mundo. Y lo más importante: su proyecto político mantiene el ideario del M19, remozado con nuevos énfasis acorde a los tiempos. Vida, paz y democracia. Paz, justicia social y justicia ambiental. En ese trípode, lo ambiental es el componente más renovador, aunque no estaba ausente en los años 80  (Por ejemplo, logramos evitar la construcción de una ciudadela industrial en el parque Isla de Salamanca en 1980) . Esto es lo que suelo llamar una política antropocénica, es decir, en sintonía con los desafíos que enfrenta la humanidad en el Antropoceno. 

Hay también nuevas ciudadanías y elementos identitarios, representados por ejemplo en Francia Márquez, que enriquecen el programa de gobierno en ejes étnicos, de género, de libertades individuales. Se configura así una corriente de pensamiento, plural por sus matices, pero vertebrada por el progresismo humanista.

Tenemos entonces un proyecto insurgente que transmutado en movimiento legal y tras un duro y complicado trasegar, con un desarrollo no lineal, logra la victoria electoral al cabo de tres décadas. La consigna tantas veces repetida: “Comandante Pablo, cumpliremos!”, se hace por fin realidad, aunque es sólo el final de una etapa de lucha y el inicio de otra fase de carácter constructivo y reformador. No dudo que la nueva etapa que se inicia será aún más difícil y necesita, por tanto, el concurso de todos nuestros esfuerzos, de toda nuestra experiencia y conocimiento.

Si bien el Frente Amplio y el propio Pacto Histórico, como convergencias democráticas abarcan más que la izquierda, el hecho es que se trata de la primera victoria popular y alternativa de la historia de Colombia o por lo menos desde que se instauró el Orden Conservador en 1886.

Ante semejante triunfo histórico, ¿cuál es el papel de los viejos militantes del M19 en aquella gesta clandestina de 1974 a 1989? ¿Cuál es el significado de esta victoria para nosotros, como seres humanos combatientes que ya entramos o estamos entrando en la última etapa de nuestras vidas?

En primer lugar, creo que la hazaña del momento amerita una fiesta de la victoria, un reencuentro festivo de los sobrevivientes del Eme, ya sea en Bogotá o en Cali. Un evento de alegría compartida que revitalice la cadena de afectos, pero también un espacio de análisis sobre lo que se viene y nuestro papel protagónico.

Ser gobierno implica en primer lugar la posibilidad de trabajar de verdad y en serio la memoria histórica del período 1970 – 1990. La portada del pasquín fue derrotada, ser exguerrillero del M es un orgullo y un honor, y el voto mayoritario de los colombianos lo ratificó. Ese es uno de los significados del triunfo del exguerrillero sobre el ingeniero. Esto podría hacerse con el Centro Nacional de Memoria Histórica y también con proyectos trabajados desde la academia o las ONGs. Pero además, sería ideal una asociación de los sobrevivientes, de los viejos militantes mecas, una Sociedad por la Memoria Histórica del M19.

Ser gobierno implica también participar en el ejercicio del poder ejecutivo, no en el plan clientelista y burocrático de la tradición politiquera, sino en la actitud y el compromiso de impulsar las transformaciones estructurales en los niveles económico, social, político, militar y cultural. La gobernabilidad en el Legislativo es relativamente fácil. El verdadero reto es enfrentar a los poderes fácticos: las élites económicas (la oligarquía, los gremios, los cacaos, el capital extranjero) y la doctrina militar de las FFAA. No olvidemos que una cosa es tener el gobierno y otra tener el poder. Ser gobierno es un medio y una etapa para ser poder. Seremos poder cuando la cultura democrática sea el nuevo sentido común de la sociedad colombiana. 

El Frente Amplio que logró la mayoría y el Acuerdo Nacional que busca negociar un nuevo contrato social marcan la estrategia general. Pero se necesita urgentemente el fortalecimiento y la consolidación de una férrea organización política, un movimiento que no se quede en lo electoral, que no gire alrededor de los individuos elegidos a una curul o cargo (y menos aún de influencers), que piense y trabaje colectivamente el proceso transformador dentro y fuera del gobierno, desde arriba y desde abajo, que tenga presencia en las comunidades y organizaciones sociales, y que más allá de Colombia haga parte de alianzas y corrientes internacionales en función de una política mundial progresista y humanista frente a los desafíos del Antropoceno. 

Esa organización política podría ser Colombia Humana, con personería e identidad propia, distinguible con respecto a las alianzas y coaliciones del tipo Pacto Histórico o Frente Amplio. Dentro de esa organización política, el núcleo meca, con los cercanos y afines de todas las edades, pero sobre todo de las nuevas generaciones, podríamos conducir a Colombia Humana a ser un agente político efectivo, con estructuras fuertes, democráticas y dinámicas, con infraestructura, logística, finanzas, con cuadros profesionalizados, con capacidad de movilización y acción, con visión estratégica de poder. 

Compañeros, no repitamos la historia de los años 90 cuando la Alianza Democrática M19 subió como palma y bajó como coco, como predijo el astuto Alfonso López Michelsen. No repitamos la historia de la Bogotá Humana, que una vez terminó el período de Petro, se perdió la continuidad y permitió el retorno de un Peñalosa. Que el período 2022-2026 no sea un pequeño oasis o, peor aún, un espejismo. Ya no tenemos tiempo para esperar otra oportunidad. O fue ahora o no lo será nunca para nuestra generación.

Resumen de propuestas

  • Fiesta de la victoria  
  • Sociedad de la memoria histórica del M19  
  • Ser gobierno: participar en el poder ejecutivo para ejecutar transformaciones estructurales con la visión del proyecto político  
  • Asumir la conducción de Colombia Humana como el más poderoso vector de cambio 

Correo: seniorjorge@gmail.com

Compartido con SURCOS por Vladimir de la Cruz.

 

Fuente de imagen: www.telesurtv.net Momento en el cual el M19 depone las armas luego de la desmovilización.

Mujeres de nuestra historia: 45 años de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo

1977 – 30 de abril – 2022

Entre 1976-1983, Argentina fue azotada por una dictadura. El golpe de Estado se dio cuando la Junta Militar (compuesta por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea) derrocó al gobierno constitucional peronista. Se instaló una dictadura autodenominada “proceso de reorganización nacional” en el país. Esta se apoyó en un sistema basado en asesinatos selectivos, atentados, secuestros y torturas.

Mujeres, madres y abuelas del país presenciaron con horror como sus familiares desaparecían. Estas mujeres se pronunciaron en rechazo a la dictadura, y exigían el regreso de sus hijos, hijas, y seres queridos desaparecidos. Su estrategia más prolífica fue ocupar la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, originando de ahí su nombre. Empezaron a reunirse en 1977, todos los jueves, y marchaban alrededor de la pirámide al centro de la plaza portando fotos de sus desaparecidos. Salir a las calles a protestar, por la verdad sobre sus hijas e hijos, contra un gobierno capaz de atentar contra sus ciudadanos, fue un acto de profunda valentía.

El segundo símbolo de su lucha fue un pañuelo blanco. Este surgió en 1980, en una marcha hacia la Basílica de Luján, donde utilizaron un pañuelo bordado con el nombre del hijo o hija ausente. Este gesto operó tanto para visibilizarlas como luchadoras, cuanto para habilitar a otras personas a aportar algún dato sobre el paradero de los desaparecidos.

En los años represivos del régimen, cuando desaparecían diariamente cientos de personas, cuando se desarrollaban asesinatos, exilios y con las cárceles llenas de presos políticos; este grupo de mujeres originó un contrapoder. Fue todo un sistema luchador donde era posible recoger pruebas y destinos de sus familiares en los márgenes de la justicia argentina. Su búsqueda ya no fue solo por la verdad, sino también por la justicia.

Pese a la represión que sufrieron, ser madres de desaparecidos transformó su identidad y configuró su pensamiento y su práctica política. Las Madres de Plaza de Mayo enfrentaron una lucha sin descanso contra el régimen militar y le dieron voz a todos los desaparecidos, voces silenciadas por la injusticia. Se volvieron parte de una lucha social que sirvió de inspiración para muchos otros.

En este video se conmemora a estas militantes incansables, que enfrentaron a la dictadura cívico militar. Fueron un ejemplo de lucha en todo el mundo. Mujeres comprometidas con los derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia. 

Referencias:

  • D´Antonio, D. C. (2006). Las Madres de Plaza de Mayo y la apertura de un camino
  • de resistencias. Argentina, última dictadura Militar 1976-1983. Revista Nuestra América n°2, 40, 29-40.
  • Zarco, A. (2011). Maternalismo, identidad colectiva y participación política: las Madres de Plaza de Mayo. Revista Punto Género, 1, 229-247.
  • Zubillaga, P. (2019). Orígenes y consolidación de la Asociación Madres de Plaza de Mayo de Mar del Plata. Estrategias locales y construcción política-identitaria (1976-1989). [Tesis para optar por el grado de Magister en Historia y Memoria]. Universidad Nacional de La Plata, Argentina.

UCR: PROYECTO RECUPERA MUESTRAS GRÁFICAS DE PROTESTAS ESTUDIANTILES DEL 2019

Facultad de Ciencias Sociales durante la toma. Foto UCR.

Autoría: Esteban Umaña Picado (Periodista Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social)

El 17 de octubre de 2019, con una papel arrancado de un cuaderno al frente de la Escuela de Geografía comenzó la toma de la Faculta de Ciencias Sociales, la toma de la sede de Puntarenas y de San Ramón de la Universidad de Costa Rica (UCR) y  la toma del Campus Omar Dengo de la Universidad Nacional (UNA), situación que se extendió durante 14 días. Una serie de inconformidades que se acumularon a lo largo de meses explotaron con la agresión policial hacia estudiantes de la UNA durante la toma del Campus Omar Dengo, así como una disputa sobre el redireccionamiento sobre el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES).

La toma dejó como resultado una serie de intervenciones artísticas sobre el edificio de la Facultad de Ciencias Sociales, un edificio considerado frío y gris por sus estudiantes fue el lienzo de expresión de varias voces, pensamientos, protestas, descontento y propuesta sobre la realidad universitaria y nacional.

Por esta razón se crea el proyecto EC- 536 “Gráfica de protesta. Memoria visual de la lucha estudiantil costarricense contemporánea”, el cual tiene como objetivos explorar la relación entre la gráfica de protesta y la memoria de las luchas estudiantiles, así como construir un archivo virtual y de acceso público de las intervenciones gráficas realizadas durante las protestas.

Para el coordinador del proyecto, Sergio Villena, las protestas se dieron por múltiples razones principalmente por los recortes presupuestarios, hasta el descontento por el edificio, la distribución del espacio y la falta de espacios comunes de socialización.

Como parte del proyecto se rescataron las muestras gráficas por medio de fotografías, se generaron alrededor de 1200 fotografías panorámicas y se dividieron en 5200 segmentos cuyos contenidos se analizaron y categorizaron según sus mensajes y temáticas.

Por otra parte, se registran las notas de prensa, los comunicados del movimiento estudiantil así como los de Rectoría y Consejo Universitario

Además durante la investigación cualitativa se realizaron 30 entrevistas a profundidad en su gran mayoría a estudiantes. En el análisis del contenido de los textos se determinaron numerosas referencias a canciones y músicos por lo que se desarrolló una lista de canciones en la plataforma Spotify y se estableció lo que Villena llama “ la banda sonora de la protesta”.

Como parte de los productos se diseñó el sitio web https://graficadeprotesta.wordpress.com donde se aglomera y publican las muestras gráficas e información.

Para Villena el objetivo principal es el análisis del movimiento estudiantil y el contexto en el que se dan estas protestas.

Durante el siguiente video documental, Pablo Zagt, expresidente de la Asociación de Estudiantes de Geografía  y  Gabrielle Herrera, expresidenta de la asociación de estudiantes de Psicología durante el 2019, comparten su principales vivencias durante la toma, así como sus reflexiones sobre las causas y motivaciones de las protestas. Por su parte, Sergio Villena añade su análisis y motivaciones de estudio y rescate de la gráfica documentada.