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Etiqueta: Ministerio de Cultura

Se estrena en Pérez Zeledón documental sobre el territorio indígena Cabécar de China Kichá

El documental “Sàrātsê sêkónēl jékàska Volviendo a la tierra que nos vio nacer” (2023) se presenta este 12 de mayo del 2023 en el proyecto Trincheras  en a las 6pm, su local queda Frente a Hotel Nuevo Iguazú, Barrio Boston, en San Isidro de El General. La proyección es gratuita y se tendrá además un conversatorio con personas de la comunidad. Es importante destacar que para está sesión se cuenta con la colaboración del Ministerio de Cultura.

El documental cuenta la visita en 2019 de un grupo de mayores cabécares de Talamanca que volvieron al territorio indígena de China Kichá, para reconocer, después de muchos años, el lugar donde nacieron y crecieron. En este evento histórico, realizado gracias al Comité Cultural Cabécar de China Kichá, se encontraron con su antiguo hogar, con las historias de las tensiones territoriales que les forzaron a irse en su mayoría, pero hubo también quienes resistieron y posicionaron sus derechos. “Volviendo a la tierra que nos vio nacer” trata sobre la memoria del despojo y la lucha actual por la recuperación de tierras de la comunidad indígena de China Kichá.

Hay que recordar que las recuperaciones de tierra han sido procesos de lucha por parte de las personas indígenas en la defensa de sus derechos, su cultura y sus territorios. Éstas comenzaron en 2018 ante el incumplimiento sistemático de la Ley Indígena y los planes para hacerla cumplir.

Un estudio hecho por la organización Forest People Programme (2014), de las 1.100 hectáreas que conforman el territorio, el 97% de la tierra estaba en manos de personas ajenas a la población cabécar. Hoy gracias a la lucha de recuperaciones esta comunidad recuperó el 100% de su territorio legalmente reconocido, convirtiéndose en un hito para nuestro país y la región mesoamericana.

El documental cuenta parte de la lucha de este pueblo milenario y se divide en tres capítulos que abordan “La China Kichá de antes”, donde se habla de la historia del territorio y a qué actividades se dedicaban antes, es decir, cómo era la vida en esos tiempos; “La China Kichá del presente” aborda la problemática de tierras y cómo fue que el Estado derogó el territorio, también se hace alusión al asesinato de líderes indígenas, como Sergio Rojas. Finalmente, en “La China Kichá del futuro” las personas recuperadoras reflexionan sobre el significado de recuperar tierras y la necesidad de seguir luchando por sus derechos.

La producción audiovisual fue realizada por el colectivo Revista Uchinché, bajo la dirección y producción de Hawi Castañeda, antropóloga social y diseñadora gráfica. El proceso de grabación inició en 2019 con la grabación del encuentro de mayores, gracias a la coordinación del Comité Cultural Cabécar de China Kichá y al apoyo del Técnico en Gestión Local para Pueblos Originarios de la Universidad Estatal a Distancia (UNED). Asimismo, se contó con el apoyo estratégico del Programa Kioscos Socioambientales de la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Proyecto de Acción Social “Geografía y Diálogo de Saberes” de la Escuela de Geografía.

Kioscos Ambientales UCR

Unión de Directoras de Cine pide diálogo ante intención de destituir al director del Centro de Cine

SURCOS comparte la siguiente carta referente a la orden de destituir al director del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, y que fue enviada por la Unión de Directoras de Cine Costa Rica al presidente Rodrigo Chaves Robles y a la ministra de Cultura Nayuribe Guadamuz Rosales.

San José, 03 de agosto de 2022

PARA:
Sr. Rodrigo Chaves Robles

Presidente de la República de Costa Rica
Sra. Nayuribe Guadamuz Rosales

Ministra de Cultura y Juventud

DE:
Unión de Directoras de Cine Costa Rica

ASUNTO:
Destitución del Director del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica

Estimado Sr. Presidente y Sra. Ministra:

Desde la Unión de Directoras de Cine, agrupación independiente conformada en el 2019 por mujeres dedicadas a la dirección y realización de cine y audiovisual en Costa Rica, nos dirigimos a ustedes para comentar nuestra postura sobre aspectos vitales para nuestro sector, con especial atención al caso de la Dirección General del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (CCPC).

Nuestra agrupación busca impulsar acciones afirmativas para promover la igualdad y equidad en el quehacer cinematográfico y audiovisual nacional, a la vez que promovemos acciones para fortalecer y mejorar las condiciones del sector en general.

Respondiendo a este objetivo, mencionamos algunas de las iniciativas que hemos trabajado en conjunto con la Dirección del CCPC:

  1. Gracias a la incidencia política conjunta, logramos la aprobación de la Ley de atracción de inversiones fílmicas en Costa Rica (N.1004) donde se crea por ley el único fondo de fomento al audiovisual nacional, el fondo El Fauno.
  2. Asimismo, a través de las gestiones conjuntas, logramos que se incorporara en el reglamento de dicho fondo, cláusulas que respaldan el compromiso institucional de garantizar mayor equidad en la selección y financiamiento de los proyectos cinematográficos. Como resultado, en las últimas convocatorias, se consiguió paridad en la selección de los proyectos financiados, convirtiéndo a Costa Rica en uno de los pocos países con una fuerte presencia de mujeres en el sector.
  3. Se ha velado por el cumplimiento del principio de paridad en los jurados seleccionadores de las últimas convocatorias de El Fauno, así como en los jurados de las instancias de desarrollo y postproducción del Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC).
  4. Se ha promovido la paridad en la selección de películas dirigidas por mujeres en las últimas ediciones del CRFIC.
  5. Gracias al compromiso institucional, las gestiones de agrupaciones como la Unión de Directoras y la alta participación de mujeres en el sector, se ha logrado acercar al público costarricense a historias y narrativas de gran contenido humano que proponen un cambio social y se convierten en poderosos agentes para la prevención de la discriminación y la violencia de género.
  6. Se ha logrado una importante presencia en los festivales y mercados más relevantes de la industria cinematográfica internacional, destacando la participación de películas dirigidas por mujeres en los festivales más importantes de la escena global: Cannes, Berlín, Toronto, IDFA, Locarno, Rotterdam, entre otras. Esto se da gracias al auge de nuevos talentos y al trabajo comprometido del CCPC y su directiva.
  7. En términos generales, desde nuestra agrupación y con la colaboración y apoyo de la Dirección del CCPC, hemos contribuido a generar una reflexión entre los distintos agentes del sector audiovisual sobre la necesidad de alcanzar la paridad de género e inclusión en todos los ámbitos de nuestro quehacer. De igual manera se ha apostado de forma comprometida por el fortalecimiento del sector y los encadenamientos productivos que esta actividad genera.

Para nosotras es fundamental que los logros alcanzados a la fecha no sólo se sostengan, sino continúen fortaleciendo al gremio y sobre todo las realidades que como mujeres cineastas vivimos en un contexto aún desigual.

En este sentido, consideramos que el trabajo que ha realizado el señor Raciel Del Toro ha respondido de forma transparente y directa a las demandas del sector, por lo que su labor cuenta con el respaldo de nuestra agrupación así como de múltiples organizaciones del sector.

Externamos nuestra preocupación por la intención de destituirlo como Director del Centro de Cine y por los motivos expresados por parte de su Ministerio para el cese de sus labores.

Invitamos a la reflexión sobre las acciones tomadas y extendemos nuestra disposición para establecer un diálogo sobre estos temas.

Atentamente
Unión de Directoras de Cine

Nathalie Álvarez Mesén. Cédula 114120204
Laura Ángel Córdoba. Cédula 801160111
Carolina Arias Ortiz. Cédula 113320921
Laura Astorga Carrera. Cédula 109140100
Erika Bagnarello Argüello. Cédula 110960106
Estefani Céspedes Meza. Cédula 304180660
Adriana Cordero Chacón. Cédula 109590298
Clea Eppelin Ugarte ID 13AZ99133
Paz Fábrega Raventós. Cédula 110380378
Dinga Haines Mesa. ID 184002337605
Gabriela Hernández Hernández. Cédula 106290709
Hilda Hidalgo Xirinachs. Cédula 107820534
Patricia Howell Aguilar. Cédula 104070415
Ana Lucía Jiménez Hine. Cédula 108880175
Mauren Jiménez Solano. Cédula 105370170
Alexandra Latishev Salazar. Cédula 113310299
Paz León Cartin. Cédula 112870618
Isabel Martínez Artavia. Cédula 108480510
Valentina Maurel Soto. Cédula 113480756
Maricarmen Merino Mora. Cédula 112600001
Sofía Quirós Ubeda. Cédula 114150618
Mercedes Ramírez Avilés. Cédula 700490929
Natalia Solórzano Vásquez. Cédula 111960384
Antonella Sudasassi Furniss. Cédula 112870350
Patricia Velásquez Guzmán. Cédula 108870985
Kimberly Torres Chinchilla. Cédula 901260934
Nicole Villalobos Mora. Cédula 114960443

C/C:

Miembros del Consejo Nacional de Cinematografía: Alfredo Moraga, Natalia Cartín, Ernesto Calvo.

Centro Costarricense de Producción Cinematográfica: Raciel del Toro, Dirección General.

Red de Emergencia Cultural defiende actual administración del Centro de Cine

SURCOS comparte la petición hecha por la Red de Emergencia Cultural, ante las amenazas de despido por parte de la ministra de cultura hacia el señor director del Centro de Cine, Raciel del Toro.

3 de agosto

Ministerio de Cultura y Juventud
Lic. Nayuribe Guadamuz Rosales
Ministra de Cultura y Juventud
Sr Ernesto Calvo Álvarez
Viceministro de Cultura y Juventud

Buen día Sra. Ministra

La REC, Red de Emergencia Cultural, organización integrada por organizaciones de diferentes subsectores de la cultura, gestora de Ley 10041 y otras acciones en favor de sostener los derechos culturales de las personas, tanto habitantes como trabajadoras del arte y la cultura, se dirige a Ud. solicitando su atención a nuestra postura en el caso de la Dirección General del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (CCPC).

El Sr. Raciel del Toro es uno de los pocos funcionarios que han ocupado la Dirección General del CCPC con el apoyo de todo el sector cinematográfico y audiovisual, tanto por su destacada trayectoria profesional, como por su compromiso de preservar la integridad y generar crecimiento de la institución que lidera.

La producción cinematográfica y audiovisual, como actividad económica en constante movimiento, impacta directamente en las comunidades donde se desarrolla y contribuye al crecimiento de numerosos encadenamientos productivos; como actividad específica, solidifica el entramado cultural de la nación legando a las futuras generación el lenguaje creativo de la época. Sabemos que bajo la dirección actual el CCPC continuará y acrecentará el impulso de los últimos 20 años.

Entendemos que las divergencias pueden crear fracturas en las relaciones, les artistas vemos como un gesto de madurez poner el bien mayor y las necesidades sectoriales por sobre los tropiezos que pueden surgir al inicio de una gestión, sobre todo cuando el nudo del asunto está en la defensa a ultranza que el Director General hace de la integridad institucional para su pleno funcionamiento y la salvaguarda del bien público.

Las personas del sector cultura entendemos como un ejercicio democrático puro y un gesto de interés y respeto que la dirigencia escuche activamente y desarrolle diálogos y consensos para tomar decisiones que fortalezcan y hagan crecer al colectivo. Por esto es importante que el señor Raciel del Toro Hernández continúe en su puesto. Agradecemos su atención y su reflexión sobre este punto. Saludos cordiales.

Contacto: Haydeé Coseani – 103200019427

emergenciaculturalcr@gmail.com

Trabajadores del cine exigimos se nos escuche

Llamado a manifestarnos como gremio cinematográfico. Dejemos la pasividad.

Ante el despido del viceministro Ernesto Calvo y las amenazas de despido por parte de la ministra Guadamuz hacia el señor director del Centro de Cine, Raciel del Toro, es necesario realizar una convocatoria masiva y urgente a manifestarnos en las calles frente al Ministerio de Cultura en defensa de nuestros derechos como trabajadores del cine.

Contexto

El Centro Costarricense de Producción Cinematográfica en los últimos años se ha convertido en el principal aliado para todas las personas que hacemos del cine y del audiovisual una forma de vida, sobrevivencia, exploración personal, manifestación ideológica y trabajo. Un trabajo que le da de comer a cientos de familias en nuestro país y que además tiene el gran valor de fungir como un gran encadenamiento productivo al mover la economía en otras aristas como, por ejemplo, el transporte o la producción de alimentos.

Por otro lado, es una actividad primordial en el crecimiento cultural del país que aporta una cantidad incalculable de elementos positivos para el desarrollo integral de nuestra sociedad. Desde que Raciel del Toro tomó la dirección del CCPC, se ha sentido cómo la actividad cinematográfica en nuestro país ha tomado un nuevo aire, se ha logrado sostener, a pesar de escollos tan negativos como la pandemia y el continuo avance de políticas contra el desarrollo de la cultura y el arte. Raciel, ha sabido llevar y administrar de forma adecuada al Centro de Cine y como buen trabajador del cine, ha DIRIGIDO bien a su equipo, así como las políticas y estímulos por el bien de la industria. Hemos visto cómo, en los últimos años, muchas películas, cortometrajes, series, productos animados, etc, apoyados por el CCPC han tenido éxito a nivel nacional e internacional, claro ejemplo, los últimos tres largometrajes presentes en el Festival de Cannes, hechos inéditos en nuestra historia cinematográfica poco robusta.

Dicho esto, considero necesario defender la gestión de Raciel y la de su equipo de trabajo, así como también, repudiar el despido del viceministro Calvo, que en su corta gestión mostró interés y actitud positiva para continuar desarrollando de forma positiva a la industria. Del Toro, ha defendido una plaza de una profesional dentro del CCPC, la cual ha sido removida y tras este hecho, se ha visto amenazado su puesto como director del Centro de Cine, decisión que el señor Calvo se ha opuesto ante la ministra y por ello fue cesado.

La defensa se puede hacer desde distintos frentes: simplemente seguir trabajando y abogando por nuestros derechos como trabajadores del cine, realizar videos, enviar cartas y buscar llenar la oficina de la ministra con solicitudes de reunión para pedir se nos tome en cuenta como gremio, así como seguir en la defensa de una digna ley de cine y otras políticas necesarias para salvaguardar nuestra actividad y por último, no olvidarnos de la calle, levantar nuestras cámaras y micrófonos y exigir como cineastas que nuestra voz será escuchada y no permitiremos ver ante nuestros lentes, cómo el gobierno toma decisiones arbitrarias y autoritarias que vienen en detrimento de una labor que sólo venía fortaleciendo al sector. Desde mi óptica como director, autor y trabajador del cine, es necesario manifestarnos. Debemos ir a la calle y exigir que la ministra nos escuche.

Alejandro Ferlini
Realizador Integral de Cine y TV

La [in]cultura de ir a Disney y ver películas en TV

Mario Solera

El candidato presidencial del partido Progreso Social Democrático, señor Rodrigo Chaves, dijo que “el sector cultura en Costa Rica ha estado abandonado por muchos años”. Esto es cierto, seguidamente menciona “[…] el presupuesto del Ministerio de Cultura se lo comen todas esas organizaciones, la Junta de Administración del Melico Salazar, la Junta de Administración del Teatro Nacional, la junta de administración del museo tal. Pura burocracia […]”. Por otra parte, la señora Pilar Cisneros, candidata a la Vicepresidencia y diputada electa por el mismo partido, ante los problemas fiscales a causa de la pandemia de Covid-19, dijo hace dos años en entrevista a Multimedios canal 8, “[que el país] puede vivir uno o dos años sin cultura”. “Sí, cultura se va a quedar… pero, como dijo don Pepe Figueres “para qué tractores sin violines” y lo comprendo perfectamente, pero vea don Douglas, si usted está hasta aquí (señala su cuello) con su familia, no se va Disney y si no puede ir al cine pues vea las películas que le ofrece la televisión abierta…”

¿Qué entenderán por cultura estas dos personalidades de la política costarricense?

Cultura es una palabra con presencia usual en los medios de difusión y en instituciones de enseñanza general básica o superior. Es de uso común en las personas, como hablar de comida, del clima, de la calidad de vida, etc. Es una palabra que, para las masas, al parecer define algo intangible, o un grupo, generalmente extraño al nuestro, o un pueblo o sociedad distinta a la nuestra. Definir cultura es problemático.

La Antropología vio nacer el término. Para Grimson, la “Cultura” nació con el propósito de oponerse a la “Alta Cultura” y el racismo imperante al buscar diferencias entre distintos grupos humanos con los que se encontró Europa. La primera definición de cultura se opuso a la idea de existencia de personas “cultas” y personas “incultas”. Por ejemplo, en la Europa del siglo XVIII, así como también en la Costa Rica de finales del siglo XIX y prácticamente hasta el presente, se concibe una persona “culta” en tanto sea estudiada y sensible a las artes, la ópera o el teatro, y dueño de ciertas costumbres de etiqueta y vestimenta que lo identifica también como persona perteneciente a grupos pudientes.

Tylor, ante lo expuesto, en 1871 asocia el concepto de cultura a todo aquel conocimiento, tradición, costumbre y hábito inherente a la persona dentro de una sociedad. Dice Tylor: “La cultura… en su sentido etnográfico, es ese todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en tanto que miembro de la sociedad.”

Definiciones más cercanas a nuestra época proponen la cultura como “sistemas simbólicos compartidos que son acumulativas creaciones de la mente.”, según dice el reconocido antropólogo, filósofo y etnólogo francés, Claude Lévi-Strauss; o según el lingüista y antropólogo estadounidense, Roger Keesing “las culturas son sistemas que sirven para relacionar a las comunidades humanas con sus entornos ecológicos”.

De esta manera, y de acuerdo con lo dicho por Cisneros, ¿podríamos vivir dos años sin relacionarnos con nuestros entornos ecológicos?, ¿podríamos por dos años dejar de crear sistemas simbólicos acumulativos?, ¿podríamos dejar de tener conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres o cualquiera otra capacidad o hábito adquirido en nuestra sociedad, por dos años? A todas luces, el término cultura, en cualquiera de sus definiciones citadas y otras existentes, es mucho más que ir a Disney o mucho más que ver películas.

Por otra parte, el Ministerio de Cultura y Juventud, junto con sus direcciones e instituciones adscritas, en Costa Rica, es el ente rector oficial de una pequeña parte, denominada “arte”, de esto que hemos tratado de definir como “cultura”; y dado el histórico presupuesto exiguo que tiene, menos del 1% del presupuesto nacional, muchas de sus actividades se deben realizar ad honorem.

Soy músico, profesor pensionado de la Universidad de Costa Rica. Fui funcionario del Ministerio de Cultura y Juventud, así como también miembro, ad honorem, del jurado de Premios Nacionales y del jurado de las Becas Taller otorgadas por este órgano oficial. Conozco muy bien el funcionamiento de este ministerio y sus enormes limitaciones presupuestarias. Por otra parte, he ejercido mi profesión de músico intérprete, tanto en el Valle Central como en las regiones periféricas, y conozco muy bien las necesidades y penurias del mundo artístico.

Ante lo expuesto, me rehúso a pensar que el señor Rodrigo Chaves, con su docta formación económica, reduzca los problemas operativos del Ministerio de Cultura y Juventud, a la burocracia y al supuesto consumo presupuestario de las juntas administrativas. Por otra parte, me rehúso a creer que la señora Pilar Chaves, con docta formación en comunicación, conciba cultura como ir a Disney o ver películas.

El sector cultura, en nuestro país y para la oficialidad, se reduce exclusivamente a las manifestaciones artísticas, las cuales erróneamente, se han visto como accesorias, salvo a comiensos del siglo XX cuando, en la construcción de la nación, los del grupo denominado el “Olimpo”, vieron a las artes y especialmente a la música europea, como una necesidad para educar y presentar a Costa Rica ante el coro de naciones, en tanto república culta y desprovista de bárbaros, entiéndase pueblos originarios o personas “incultas”. En efecto, tiene razón el señor Chaves, este sector ha estado abandonado por muchos años. Esto es grave.

Sin embargo, es más grave aun, el que una diputada electa y un candidato presidencial, a dos décadas de haber iniciado el siglo XXI, mantengan un concepto arcaico y europeizante, es decir, propio de la colonialidad, tratando de demostrar mediante el reductio ad absurdum, que cultura es el Ministerio de Cultura o ir a Disney. Si por la víspera se saca el día, dejaremos de hacer cultura, es decir, dejaremos de tener conocimiento, arte, creencias, derecho, ética, costumbres, hábitos, etc., por cuatro años, en caso de ganar las elecciones este grupo político. Tiene entonces la palabra el partido Progreso Social Democrático, claro, después de estudiar al menos, un poco de antropología.

Los tractores de la estulticia

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

Corrían los años 70 del siglo pasado, si bien hubo muchos elementos criticables en aquella época, para la cultura costarricense se vivió un periodo especialmente importante con la FUNDACION de instituciones importantísimas para la creación de la inteligencia nacional.

En el marco de la celebración del Sesquicentenario de la Independencia (150 años, porque hoy algunos no saben lo que significa la palabrita), estas empezaron con la creación del Ministerio de Cultura Juventud y Deportes en julio de 1971, la inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Nacional el 15 de setiembre de aquel año y en julio de 1972 con la creación de la Orquesta Sinfónica Juvenil, cuando el Presidente Figueres lanzó aquella frase para la posteridad: PARA QUE TRACTORES SIN VIOLINES!

Fueron los años en que creamos, porque lo hicimos todos sin distinción política y desde diferentes posiciones, el TEC, la Universidad Nacional, la UNED, sus respectivas editoriales y, me tocó en suerte, que el Presidente Carazo me asignara la noble tarea de fundar el Sistema Nacional de Radio y Televisión Cultural (SINART) unificando el Canal 13 del MEP, la Radio Nacional del Ministerio de Cultura y dar vida a la Revista Contrapunto. Si, era una época de creación y apertura, no TRISTEMENTE de destrucción y cierre como la actual.

Hace unos días, cinco diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, convertidos en choferes de los tractores de la estulticia y el apocalipsis de la cultura nacional, aprobaron una moción que rebaja 4126 millones de colones del presupuesto del Ministerio de Cultura y Juventud para el año 2021, Bicentenario de la Independencia… qué contraste con lo sucedido hace 50 años, apenas!

Si, tres diputados del PLN que olvidaron a Don Pepe: Silvia Hernández, Ana Lucía Delgado y Gustavo Viales, junto con el tránsfuga Harllan Hoedelman, aprobaron la moción presentada por la sancarleña María Isabel Solís del PUSC más interesada en las explotaciones de oro que en leer, como supuesta social cristiana, la encíclica “LAUDATO SI”del Papa Francisco y enterarse más de lo que es la Ecología y la Cultura. Señalo los nombres para que queden en la página negra de nuestra Historia.

Estos apocalípticos diputados, dignos representantes de la mediocridad que nos gobierna en términos generales, le han hecho un daño tan grande al país, que no creo sean capaces de dimensionarlo. Aquello no fue como entrar machete en mano a limpiar un lote y hacer un hueco en Crucitas; no, qué va!, fue llegar montados en los tractores de la destrucción pues, sin pensarlo destruyeron con la potencia política de su dedo cosas fundamentales como: la Orquesta Sinfónica Nacional y Juvenil, la educación que reciben centenares de niños con las becas que eliminaron, el trabajo del Teatro Popular Melico Salazar ( a lo mejor les molesta lo de “popular” y no saben quién fue Melico); el Colegio Costa Rica y sus importantes proyectos productivos, la Biblioteca Nacional en su cincuentenario edificio cerrará sus puertas y muchas otras del sistema de bibliotecas públicas. También el Archivo Nacional al que no van ni conocen estoy seguro, aunque haya abogados que deben dejar el protocolo después de cartular buenos negocios. Cerraron las Academias de Historia y Geografía, de la Lengua y la de Genealogía, también apuesto que no tienen la menos idea del valor científico de todas y menos la de Genealogía.

Pero me revienta el alma ver que corre peligro el SINART, ante un posible cierre técnico. Desde que lo creamos ha sido pieza apetecida por los grandes medios, especialmente La NaziOn, que ha luchado en varias ocasiones por dejarse sus frecuencias. No tienen idea del daño irreparable que le hacen. Si bien su presupuesto es auto generado en un 75%, el aporte del Estado es fundamental en el 25% restante, como siempre lo ha sido. Pero además, no puede ser visto como una empresa productora de tele/radio basura barata como otros medios privados, que lo que hacen es “privar” precisamente al costarricense, de una adecuada información y formación.

Ahora sale la ANFE y desde lo más profundo de su caverna pide el cierre del SINART para economizar, según ellos, su presupuesto total. No se sabe si es por ignorancia, mala fe o ganas de desinformar; pero en un artículo que circula por ahí en las redes de su veneno, señalan que el SINART tiene un presupuesto de 8.174 millones al año, y desglosan las diferentes partidas de gastos que, en eso coincido, algunas pueden ser criticables y necesario ajustar. Pero NO DICE, y ahí viene la vulgar manipulación, que el 75% de esa suma NO SALE DEL PRESUPUESTO NACIONAL, sino de la venta de servicios; claro MUY APETECIBLE para los medios privados que defiende la ANFE. Si desean profundizar en este jueguito del albañal mediático en este país, los invito a leer mi libro COSTA RICA DICTADURA MEDIATICA O TIRANIA EN DEMOCRACIA, y en especial a partir de la página 252 en la que encontrarán el jueguito de La NaziOn con su hermanastra la ANFE, donde también este martes 27, Juan Carlos Hidalgo uno de sus voceros neoliberal “más distinguido” hace un llamado a la sedición…entienden porque quieren cerrar el SINART?

Volvemos a decirlo, no hay peor enemigo para el político demagogo e ignorante que un pueblo culto; por eso le temen, por eso su deseo de desaparecerla!. Y “piensan”: claro, para qué gastar plata en eso? Si con El Chinamo, un balón de futbol y un par de siliconas bastan para tener a la canalla adormecida!

La utilidad de la cultura no se mide con los pesos que caen en la chequera, ni en la cuenta corriente o en los depósitos en paraísos fiscales; se da en el PESO DEL PENSAMIENTO NACIONAL, en la capacidad analítica de un pueblo y su verdadero sentido de la libertad; pero para ellos…que peligroso!

Por eso los representantes del Soberano tuvieron que esconderse a cuatro niveles bajo tierra en su Caja de Leche, para que nadie los viera ni reclamara. Nunca como antes en este país se convirtió en realidad la frase de Nuccio Ordine, que repetimos: “LOS POLITICOS MATAN LA CULTURA PORQUE DESPRECIAN LA CULTURA. LA DESPECIAN PORQUE NUESTRA ELITE POLITICA ES CADA VEZ MAS IGNORANTE, MAS INCULTA.”

Según estos politicastros, las nuevas generaciones deben ser formadas, educadas, culturizadas solo para el afán de lucro, en su amor por el dinero y si es fácil, mejor; o convertido en una pepita de oro o un barrilito de petróleo…verdad señores diputados?

Nadie niega la necesidad que tiene el país de disminuir el gasto público, no se mal entienda o interprete. Lo que consideramos una solemne estupidez es la forma: impensada, sin obedecer al más mínimo parámetro técnico, sin medir las consecuencias, sin saber y sin analizar. Simplemente convertidos en mastines, detrás de la presa esperando el premio del amo.

Pero nuestro “padres y madres” de la patria no fueron ni eso; más bien tractores de la estulticia, que manejados por los depredadores de los valores nacionales, destruyeron y nos dejaron sin violines!

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de: https://www.teatronacional.go.cr/

Cultura y arte protagonizaron la tercera jornada del seminario CICDE

Los temas de cultura y arte tuvieron espacio en la tercera jornada del seminario del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE), titulada «Arte, Cultura, Política y Subjetividades”, la mañana de este miércoles 21 de octubre.

Andrey Pineda Sancho, investigador de centro, estuvo a cargo de la sesión de este día e hizo una crítica al reciente recorte en el presupuesto al Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) que aprobaron los diputados de la Asamblea Legislativa de ¢4.126 millones. “Sus propuestas de recortes, y sus recortes efectivos, con los que hoy amanecemos con la noticia de un recorte bastante sustancial en el Ministerio de Cultura y todas las actividades que se relacionan con la cultura en este país, que no solo comprometen el funcionamiento de un ministerio particular sino que también amenaza uno de los pilares más potentes de nuestra democracia.”

Las encargadas de las presentaciones para este día fueron las investigadoras del CICDE, Priscilla Carballo Villagra y Patricia Oliva Barboza, y como invitada la artista Eve Cordero.

La primera en iniciar las exposiciones fue Carballo Villagra, quien es master en sociología, y actualmente cursa el Doctorado en Estudios de la Sociedad y la Cultura, quien título su exposición “Música como acto de resistencia”, la cual inicio con la frase “Ya hacíamos música antes de conocer la agricultura”, del músico uruguayo Jorge Drexler.

Dentro de la exposición se mostraron tres ejemplos en donde la música fue elemento dinamizador de luchas y resistencia en diferentes momentos de la historia del ser humano. El primero fue la música y la esclavitud, en donde los esclavos utilizaban la música como elemento de sobrevivencia en medio del contexto de violencia y muerte que se estaban dando.

El segundo momento fue la música y dictaduras, específicamente en América del Sur, en donde los músicos eran perseguidos y clasificados por su cercanía a la militancia marxista, y desarrollaron diferentes formas de resistencia a partir del arte. Por último, estuvo la música y los colectivos juveniles, en la que se ve como nacen las subculturas y contraculturas y los colectivos buscan diferentes formas de resistencias al poder utilizando la música como herramienta.

Seguidamente Oliva Barboza presentó la ponencia “Aquí existo: Visibilidad, arte y feminismo”, en la que brindó reflexiones sobre el arte desde su experiencia. En la ponencia se comentó como el arte durante mucho tiempo ha sido excluyente hacia las mujeres, siendo ellas utilizadas solamente como musas, trayecto la invisibilización de ella en esta disciplina.

En este momento que la cultura y sus manifestaciones se encuentran sufriendo una de las más grandes crisis económicas, es urgente comprender que existe un proceso constante de transformación entre arte y conocimiento. El arte desarrolla nuevas formas de pensamiento, nuevas formas de comprender el mundo, solo a través de los registros o de cualquier forma de recuperación de las prácticas artísticas se pueden reconstruir los hechos y por lo tanto desterrar la invisibilidad.

Mientras transcurría la presentación las personas pudieron observar imágenes de artista y performance feministas que acompañaron las dispositivas.

Al terminar las exposiciones de las investigadoras la artista, Eve Chaves Cordero, reflexionó sobre sus prácticas artísticas y experiencias de vida.

Para el cierre de la actividad se presentó en collage audiovisual de la investigación “Archivo Diverso”, que tiene a su cargo Oliva Barboza, y se brindó un espacio de preguntas y reflexiones entre las personas inscriptas al seminario y las expositoras.

La última jornada será este miércoles 28 de octubre, a las 9 a.m., y llevará por nombre “Estado social y políticas públicas”.

Manifiesto: Rectoría de la UCR frente a eventuales recortes al presupuesto del Ministerio de Cultura y Juventud

22 de octubre de 2020

RESULTANDO:

Primero: En toda sociedad el cuido y cultivo de su cultura, en sus manifestaciones diversas y en cualquiera de sus conceptualizaciones posibles: tópica, histórica, mental, estructural o simbólica; constituye deber esencial, no solo para su preservación sino, ante todo, para garantizar la mejora civilizatoria y humana, en la que, sin la menor duda, el Estado debe estar comprometido.

Segundo: La importancia de la cultura, su necesario valor social, intangible y múltiple, no siempre es comprendido por los diversos actores responsables de su fortalecimiento, cuido y desarrollo estratégico; siendo que más bien, por una limitada capacidad epistémica o por ideología, terminan banalizándola o discriminando algunas de sus manifestaciones, sin entender que ella es, en su riqueza total, el escenario cualitativo en el que todo recobra sentido y significado en una sociedad, otorgando incluso identidad a sus miembros.

Tercero: En el caso particular de Costa Rica, el Estado, que somos todos y no solo el gobierno, ha puesto soberana y responsablemente en manos del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) el resguardo y la promoción del acervo, el patrimonio y el desarrollo cultural. Pero más aún, comprendiendo a la población joven como eje prospectivo que garantiza la potenciación cultural, como producto de un proceso de formación estratégicamente definido, para el que son indispensables las condiciones materiales requeridas.

Cuarto: Pese a lo anterior, la Comisión de Hacendarios de la Asamblea Legislativa, en el proceso de aprobación de Presupuesto Nacional de la República 2021, en la sesión del 21 de octubre de 2020, aprobó la moción 72 con la que preliminarmente se define aplicar un recorte presupuestario al Ministerio de Cultura y Juventud por más de 4 mil millones de colones, lo que equivale a una reducción del 14,5 % del presupuesto 2020.

Quinto: La inminente e irreparable afectación de este recorte en los proyectos principales bajo la responsabilidad de este Ministerio, que forman parte de la idiosincrasia costarricense y por lo tanto, son constitutivos de la cultura y la educación, tales como: Colegio de Costa Rica, Dirección de Cultura, Museo Nacional de Costa Rica, Sistema Nacional de Bibliotecas, Sistema Nacional de Educación Musical, Sistema Nacional de Radio y Televisión, Centro Nacional de la Música, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, y Teatro Nacional.

Sexto: Esto evidencia una inaceptable escala axiológica en la que lo cultural parece relegado por una ideología que privilegia lo macro-económico, sobre lo socio-cultural, convirtiendo el fin en medio y abandonando el deber político democratizante tutelado por el Ministerio de Cultura y Juventud.

CONSIDERANDO:

Primero: La Universidad de Costa Rica es una institución de educación superior y cultural según señala el Estatuto Orgánico en sus líneas introductorias.

Segundo: Dicha Institución reconoce el carácter pluriétnico y multicultural de la sociedad costarricense, fomentando el respeto a la diversidad de las tradiciones culturales, modos de vida y patrimonio histórico-cultural; todo con el propósito de elevar el nivel cultural de nuestra sociedad.

Tercero: En tal contexto, la necesidad de hacer pública nuestra profunda preocupación y solidaridad por un desmedido recorte del presupuesto del Ministerio de Cultura y Juventud.

MANIFIESTA:

Un vehemente y respetuoso llamado a la conciencia de las señoras y los señores diputados para que valoren, al momento en que estén constituidos en Plenario y vayan a votar el Expediente 22174 Ley de Presupuesto Ordinario y Extraordinario de la República Para el Ejercicio Económico 2021, no avalar el recorte aprobado en Comisión de Hacendarios para el Ministerio de Cultura y Juventud.

A la sociedad costarricense la necesidad que manifieste ante la Asamblea Legislativa su preocupación y rechazo al recorte referido, pues afecta especialmente a los sectores más vulnerables y con menos oportunidades de nuestras sociedad y que, pese a tal condición tienen derecho a un desarrollo cultural de calidad.

Recordar a las señoras y a los señores diputados y a la sociedad en general, que el saneamiento radical de las finanzas públicas pasa, más allá de recortes como el acá cuestionado, por la implementación de políticas hacendarias progresivas y equitativas; lo que permitiría además salir del estado de desigualdad social en que nos encontramos.

Nuestra pública solidaridad y nuestro total apoyo para con el Ministerio de Cultura y Juventud, sus diversas dependencias y programas y, por su medio, con todos los sectores que día con día se ven beneficiados.

Dr. Carlos Araya Leandro
Rector

Defendamos el Derecho Humano de la Cultura. ¡Que no cercene el Presupuesto de las instituciones culturales costarricenses!

Cuando hablamos de la Cultura costarricense generalmente nos referimos a nuestro propio modo de ser, de los costarricenses, a nuestras raíces históricas y a las que contribuyeron a formarnos como seres humanos, como ciudadanos, como las personas que somos hoy, herencia de nuestros padres y abuelos, que vivimos dentro de la sociedad costarricense, en el marco de una convivencia democrática, con valores cívicos, morales, políticos, religiosos, que no son maná del cielo, sino que son resultado de una construcción social, que empezó en el hogar, en la familia, y continuó en la Escuela, el Colegio y la Universidad, en los que tuvieron oportunidad de concluir sus estudios hasta la Universidad, y en la Iglesia también.

La Cultura es el conjunto de los conocimientos, ideas y valores que también se adquieren, forman y consolidan por la lectura, el estudio, y las diversas formas de trabajo, así como por las distintas maneras de convivencia social, de relaciones sociales, por las tradiciones, usos y costumbres, modos de vida, formas de comportamientos sociales e individuales, que heredamos y en las que participamos desde pequeños.

La Cultura es el conjunto de bienes materiales y espirituales, tangibles y intangibles, que recogemos de nuestros antepasados, que vivimos en nuestro presente y heredamos enriquecidos a nuestros hijos, nietos y futuras generaciones.

Así tenemos la Cultura Costarricense, que es la que nos distingue y nos reconoce frente a otros pueblos y naciones. La Cultura es la expresión histórica de nuestra convivencia y desarrollo social. Es la herencia material e inmaterial, que hoy recogemos bajo la forma de Patrimonio Cultural, que de manera amplia abarca idiomas, creencias, conocimientos, ideas, objetos elaborados por los hombres, sus obras en general, como las hay en Costa Rica.

La Cultura es histórica, es precisa, concreta, responde también a momentos históricos, así como también tenemos la Cultura Universal, haciendo que cada pueblo tenga SU cultura, expresada en sus particularidades que provocan, en mucho hoy, los grandes procesos migratorios de turistas para ir a conocer otras regiones, o países, para ir a observar y admirar las obras que se construyeron en el pasado remoto, o para ir a observar Museos donde se resguardan para este deleite, las obras de las distintas manifestaciones de las diversas Artes, las Ciencias, la Música. ¿Acaso no atraemos turistas con estos propósitos de valorar lo que cuidamos como ese Patrimonio Histórico Cultural y Natural de nuestro país?

Por esta razón también los pueblos y las sociedades, han construido Museos, Bibliotecas, Archivos Nacionales, Centros de Rescate de este patrimonio humano. Y los han construido y apoyado para su existencia desde tiempos inmemoriales, porque son el sitio justo de mantener, en estas instituciones, los documentos físicos que nos testimonian ese desarrollo cultural, para comprenderlo mejor, para entender mejor nuestro presente y para poder soñar nuestro futuro.

En Costa Rica este esfuerzo empezó a hacerse desde el Siglo XIX, con una sociedad más pobre, en recursos económico financieros que la actual, en una sociedad con menor conocimiento y estudios de su población que la actual, con menos posibilidades físicas y materiales para la conservación de documentos, libros, periódicos, obras de arte en general, que las que tenemos hoy. Pero, en esos tiempos, habían las personas ilustradas, talentosas, inteligentes, visionarias del futuro, que previeron la necesidad de desarrollar estas instituciones de la Memoria Nacional. Y, hubo, sobre todo, los personajes políticos, Presidentes y Diputados, personas cultas y educadas, que entendieron la importancia de este acervo cultural e histórico para darle los recursos financieros, económicos y los apoyos estatales, que les permitieran su existencia y su desarrollo constante y permanente, y pudieran ser accesibles al mayor número de personas y ciudadanos.

El Archivo Nacional fue creado en 1881, hoy con una gran cantidad de funciones y de especialidades archivísticas, como el depósito y la conservación de los Protocolos Notariales. El Museo Nacional fue creado el 4 de mayo de 1887. En 1948 la Junta Fundadora de la Segunda República entregó el edificio del Cuartel Bellavista a la Universidad de Costa Rica para que lo desarrollara como Museo. La Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano”, que se fundó el 13 de octubre de 1888, y con ella crecieron, a su amparo y protección, las Bibliotecas públicas costarricenses, que en algunos cantones son grandes y muy importantes. La Biblioteca Nacional está adscrita al Sistema Nacional de Bibliotecas (SINABI) como ente en la dirección y organización de las 57 bibliotecas públicas en las siete provincias del país, y a la Asociación de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (ABINIA). En el caso de nuestra Biblioteca Nacional tiene documentos desde el siglo XVI.

Estas Instituciones, sagradas de la Cultura costarricense, tuvieron distintas sedes físicas, hasta que poco a poco, con visión histórica, se les fueron dando sus mejores edificios, propios y permanentes, y se les fueron asegurando sus fondos de mantenimiento y funcionamiento, pero también de crecimiento.

El Archivo Nacional, el Museo Nacional y la Biblioteca Nacional constituyen hoy los tres pilares mas importantes de nuestra Identidad Nacional, de la Identidad Nacional Costarricense. En el siglo XIX otras instituciones como el Registro Nacional, de propiedades, iniciado en 1841 y fortalecido a partir de 1867, y luego el de personas, a partir de 1887, el Instituto Geográfico Nacional, nacido como Instituto Físico Geográfico en 1889, son también instituciones que ayudan a perfilar la identidad nacional costarricense. Así se podrían mencionar otras instituciones de este tipo, desarrolladas en el siglo XX.

En el campo de la Cultura Costarricense el gran viraje lo dio el Presidente José Figueres Ferrer, en su segundo gobierno constitucional, 1970-1974, cuando fundó el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes en 1971, con el antecedente de en que en los tiempos de la Junta Fundadora de la Segunda República, en 1948, Isacc Felipe Azofeifa Bolaños, Daniel Oduber Quirós y Carlos Monge Alfaro presentaron una propuesta a la Junta, para la creación de un Instituto Nacional de Bellas Artes. Por iniciativa, luego de Alberto Cañas Escalante, en 1963, en el gobierno de Francisco Orlich, propuso crear adscrito al Ministerio de Educación, un organismo encargado de atender todo lo atienten a las necesidades de aprendizaje y desarrollo cultural de Costa Rica. El mismo Alberto Cañas en 1970, como diputado, propuso el proyecto para la creación el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, con el apoyo de Fernando Volio Jiménez y el propio Presidente José Figueres.

En el Ministerio se concentraron las instituciones Consejo Nacional de la Política Pública de la Persona Joven (CPJ), el Sistema Nacional de Bibliotecas (SINABI), el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, el Archivo Nacional y el Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM), el Teatro Nacional, la Compañía Nacional de Teatro, la Editorial Costa Rica, la Orquesta Sinfónica Nacional, así como la designación y declaración de los Premios Nacionales Magón, Aquileo J. Echeverría y Joaquín García Monge.

El Ministerio asumió la tarea de definir y dirigir hoy la política nacional de Cultura y Juventud, y Deportes, en una parte de su historia, para fomentar y preservar la pluralidad y diversidad cultural, y facilitar la participación de todos los sectores sociales en los procesos de desarrollo cultural y artístico, sin distingos de género, grupo étnico y ubicación geográfica nacional.

En 1992 se le dio al Ministerio de Cultura el edificio de la Fábrica Nacional de Licores (FANAL), que viene desde mediados del Siglo XIX.

Las tareas que por ley y misión histórica tiene el Ministerio son las de “Promover e incentivar la producción y difusión cultural y artística en sus diversas manifestaciones a nivel nacional, regional y comunal con la finalidad de estimular y apoyar a los creadores, grupos artísticos, organizaciones culturales y comunidad en general, rescatar, conservar, proteger y divulgar el respeto por nuestro patrimonio arquitectónico, documental, bibliográfico, arqueológico, natural e intangible, y el de crear espacios y oportunidades que incrementen la participación de la juventud, sin distingos de género, en todos los ámbitos de la vida nacional.”

Actualmente tiene a cargo los siguientes órganos y dependencias: La Dirección de Cultura, el Departamento de Fomento Artístico Cultural, el Departamento de Publicaciones, el Departamento de Promoción Cultural Regional, la Dirección del Sistema Nacional de Bibliotecas, el Departamento de Bibliotecas Nacionales, el Departamento de Bibliotecas Pública, la Dirección del Centro de Producción Artística y Cultural, la Dirección del Centro de Investigación y Conservación Patrimonio Cultural, la Dirección de Bandas. Y, los siguientes órganos, el Consejo Nacional de la Política de la Persona Joven (CPJ), el Sistema Nacional de Bibliotecas (SINABI), el Centro Nacional de la Música, el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, el Archivo nacional, el Sistema Nacional de Educación Musical (SIMEN), el Teatro Nacional, el Teatro Popular Melico Salazar, el Museo Nacional, el Museo de Arte Costarricense, el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, el Museo Historico cultural Juan Santamaría y el Centro Histórico José Figueres Ferrer.

Junto a estas instituciones está también el Archivo Eclesiástico “Bernardo Augusto Thiel”, muy importante para la cultura nacional, no solo religiosa.

Cuando hoy los Diputados están cercenando el Presupuesto Nacional del Ministerio de Cultura, como quien corta una res en un matadero, están atacando a todas estas instituciones, están creando las condiciones de su destrucción, desaparición y de inmovilidad institucional. Están minando los bienes, riquezas, monumentos de carácter que tenemos como Nación, que han pasado de generación en generación, que son las bases de nuestra Identidad Nacional, son los elementos que nos distinguen como una comunidad plural de personas. Están castrando los Diputados la posibilidad de continuar recogiendo el acervo cultural que producimos. Se está golpeando a la Cultura como un Derecho Humano.

De personas incultas, ignorantes, alejados del saber, de la lectura y del conocimiento básico de la Historia Costarricense, y de conocimientos básicos de Cultura General, se puede esperar cualquier cosa y cualquier reacción, para pensar que pueden considerar que estos elementos, instituciones, órganos y dependencias, que se agrupan en el campo de la Cultura, en un periodo de crisis, como el que vivimos, pueden no ser importantes y que pueden disminuirse en sus gastos de mantenimiento casi hasta desaparecerlas. Al contrario, en un período de crisis como éste es cuando hay que fortalecer estas instituciones y la Cultura Nacional y Costarricense. En un período como el que vivimos de inserción en la economía global y de Tratados de Libre Comercio, donde tienden a desdibujarse la naciones y los país, como en los países europeos, tenemos que fortalecer los elementos de la Identidad Nacional y de Nuestra Cultura Costarricense, para poder sobresalir en ese mapa global.

Pero, Diputados de la Nación, Representantes Populares, del Pueblo costarricense, es inimaginable que puedan meter tijera justo a las instituciones encargadas de exaltar, preservar y proyectar lo mejor de los costarricenses, su cultura, su tradición, sus valores esenciales, su Identidad Nacional.

Perdónenme, que lo piense, pero solo siendo una persona tarada mental, que esté loca o haya perdido el juicio puede actuar de esa manera, o siendo personas imbéciles, es decir que sean poco inteligentes, por padecer una deficiencia mental que les impide actuar con sabiduría, con visión de futuro, con perspectiva, o que sean estúpidos, que carecen de la inteligencia y entendimiento para comprender actos que realizan. Parto de la idea que los señores Diputados no caen en estas categorías.

Espero que la Asamblea Legislativa, en su nuevo edificio, no obnubile el entendimiento, la capacidad de razonamiento de los Ciudadanos Diputados, no los egolatrice al extremo de que su auto valoración, su auto estima, su auto adoración exagerada, su auto percepción de su condición de Diputados, no lo haga sentirse Dioses del Olimpo costarricense sin darse cuenta que pueden estar en una simple Tontera, que es donde están los tontos, porque solo así se puede actuar contra la Cultura costarricense, haciendo tonterías, que es la cualidad de los tontos.