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Etiqueta: neoliberalismo

Diciembre (Natalis Solis Invicti), el matonismo de la casa presidencial y el peligroso continuismo neoliberal

Partido Vanguardia Popular – PVP
Fundado 16 de junio de 1931

Las celebraciones paganas en el solsticio de invierno se realizaban precisamente el 25 de diciembre. Justo en esa fecha, toda vez que, se simbolizaba con ella el regreso de la luz del sol. Esta práctica pagana corresponde a una iglesia primitiva del siglo IV.

Berta Erill Soto (periodista especializada en temas de actualidad), señala al respecto que, fue el emperador Constantino y el papa Julio I, quienes decidieron celebrar el nacimiento de Jesús durante esa época que fue concertaba para dichos efectos. Es decir que, Jesucristo se inscribe en una fiesta pagana para legitimar la narrativa del cristianismo y de las fiestas de la natividad.(https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origenes-navidad_6901, actualizado a 26 de noviembre de 2025 · 18:40:09).

Cristo, ahora en lugar del sol, era a quien le correspondía quitar la oscuridad y traer la luz. Pese a la simbología que la iglesia le da a esta fecha, ni aun las fuentes historiográficas más cercanas, -hablamos de los Evangelios de Mateo y Lucas-, que nos sitúan que Jesús de Nazareth nació en un pesebre de Belén, aldea de Oriente Próximo (Palestina), no especifican el día exacto del nacimiento.

Representación de la Navidad, el nacimiento de Cristo, en una obra del año 1500.

Hoy sucede lo mismo con el inquilino de la casa de Zapote, se cree un mesías, pero en lugar de luz, ha llevado mucha oscuridad a todos los hogares. El, a diferencia del rey Midas, lo que toca lo convierte en estiércol. Hay razones objetivas para eso. No nos gobierna una persona; no, él mismo se ha personificado como un animal: El Jaguar. “Jaguaro” le dicen algunos campesinos por sus permanentes deslices a los aromas etílicos que tiene hacia nuestra bebida nacional. Entonces ciudadanos pueden ver el resultado de esta parábola: Cristo trae luz a la oscuridad, y la oscuridad se pronuncia y se hace más densa con el Jaguar.

Pero dejemos al chavismo cavernario y continuista a un lado. Como fiesta “La Navidad” deviene en una doble festividad; la celebración cristiana y el carácter profano asumido por un sin número de personas, no necesariamente que profesan el cristianismo, incluso, amplios sectores de ateos, le dan a las fiestas de natividad el espacio obligado o el momento para reunirse con los más allegados, amigas, amigos y camaradas. Pero a la postre no es bueno mezclar temas.

Lo que sí es de importancia absoluta es que, frente a la ausencia de Pueblo Unido, como alternativa electoral, ninguna de las opciones partidistas que participan representa los verdaderos intereses del pueblo de Costa Rica.

Sin embargo, decir que “no hay por quién votar”, en esta oportunidad, no nos ayuda mucho. Contra el continuismo neoliberal, démosle poder a la (X), al pueblo le corresponde su papel histórico en este momento.

Dónde está Fidel

Rafael Ángel Ugalde Q.

Hoy lo miré en un jeep verde oscuro. Era él, inmortal, desde antes de nacer. Yo, un simple visitante del Vedado. Ya él hablaba de un «mañana» distinto de cómo lo concebíamos entonces todos los humanos comunes. Él miraba ya con naturalidad asombrosa el mismo mar que mirábamos, el mismo cielo que recorríamos ingenuamente, jugando astrónomos atarantados, buscando en el Este la tal constelación de Orión, pero él lo hacía de forma casi igual a cómo lo hace ese que dicen se embarrialaba las manos, luego con la tierra fresca aún y el agua sin secarse sopló y ordenó caminar, luchar y luchar hasta vencer. Nosotros andábamos por la Rampa o nos íbamos al Malecón con alguna que otra muchacha de la Juventud Comunista – muy inteligentes y bonitas por cierto, y que este secreto, por favor, nunca salga de Centroamérica – a ver las olas pegando contra las costillas de este tajamar.

Sentíamos una delicia en la cara cuando la brisa nos daba de lado, por este cachete entonces rellenitos, después de sortear el viento la vieja fortaleza heredada de los españoles dentro de la Bahía de La Habana, mientras por este otro lado de mi oído, como una octava de un Do Mayor divino, celestial, y femenino, nos decía con gracia rítmica y tono perfecto: “oye chico, mira esa ola que viene allá «¡Coño! Agregaba de inmediato con todo su pelo alborotado por el ventarrón atrevido que acababa de robar la vuelta a Morro. A Luis, a José y a Bertilda, entre otros, no les gustó nunca la desgreñada cabellera de ella, a mí, por el contrario, me enloquecía porque me regresaba a los corrales de mi abuelo y a nuestras clandestinas fiestas con becerros. Para que tengan una idea, como quedaba ella de mechuda, imagínese como queda de socolloneado el cuerpo de un montador después de estar sobre el lomo de un Cebú chúcaro. Nadie me lo contó. Éramos simples humanos mirando el mar. Él no. Ya había sorteado el océano entero y desafiado los cielos. A él ya lo habían visto pasar por la capital de Angola.

Los imperialistas olían su peligro con nariz de Pinocho, porque los vendepatrias del Movimiento UNITA iban y venían de París, desesperados, porque una sola cabeza cambiaba la estrategia de la guerra de Liberación. Y los rubios generales racistas ingleses de Sudáfrica reconocían: esto que nos hace este comunista cubano es nuestro final: un metro solo que gane nos afectará «el equilibrio», argumentaban estos miserables. Y los negros despreciados, a quienes desde la escuela «educaban» para servir a los blancos y morir resignados en las minas de carbón, oro o diamantes, descubren que ese pedazo de tierra usurpada es de ellos. De nadie más. Aprendieron de Fidel la definición de Patria. Una sola palabra levantaba sus frentes. Inflamaba su pecho. Sus ánimos se tornaban huracán. Una sola palabra. Era una inyección de futuro. Si, una palabra, con toda la fuerza del mundo, con todos los cañones del Universo y toda la pureza de Martí.

Por primera vez los pueblos africanos descubrieron lo que ya muchos latinoamericanos habíamos descubierto de tanto oírlo en la ONU contra la colonización en el mundo: no hay triunfo ni victoria en ninguna parte si no escuchábamos a este genio militar.! Si señores y señoras. ¡Si querido joven!: Es uno de los grandes genios de todos los tiempos, Napoleón Bonaparte, ganó todo, supuestamente, no había victoria qué se le escapara. Pero nunca desafió un imperio ni consolidó Revolución alguna. Este francés se vanagloriaba de cómo mover las tropas y cómo embolsar el enemigo, pero quiero decirle algo: murió como muere uno más. Algunas coronas de Laurel puestas sobre su cabeza están podridas hacen años, nosotros a Fidel lo tenemos a mano cuantas veces nos dé la gana 24/7. Si, a muchos disgusta, todavía, pero dígame con honestidad y sin fanatismo: ¿Cuál general de cinco estrellas inicia la derrota de uno de los ejércitos más criminales en la región con menos de 100 hombres y mujeres? Ninguno, verdad. Solo Fidel. con menos de 100 hombres y mujeres.

Los yankis cuidaban el ejército de Batista como un Rey cuida a su hijo heredero de la Corona. Los sabiondos de Centroamérica eran pesimistas, porque decían que cómo esa «cabeza caliente» iba a ganar una guerra, cuando Cuba carecía de altas montañas para la guerrilla. Y Fidel, junto a los barbudos y su pueblo, demostró como la justicia se impone sobre el oprobio y la libertad rompe cadenas en todas partes. Hoy, que la Revolución Cubana está asesinada por un criminal bloqueo económico y financiero, cuyas pérdidas suman 20 millones de dólares diarios, tiene a 90 millas a su principal enemigo. Ya no les basta el bloqueo, ni las oenegés, los YOTUBERES, adentro o fuera de la CIA, da lo mismo, porque el Imperio está deslizando sin percibirnos una arma secreta que por acá nos la aplicaron desde hace cuarenta y pico de años. Desde entonces estamos heridos. Estamos maltratados. Estamos mutilados. Estamos huérfanos. Todos esos enemigos del pueblo cubano se juntaron contra nosotros: Ya los verás en coro diciéndonos que son «defensores» de la Revolución, de los Derechos Humanos idiotizados, de la democracia cabaretera, pero que ella, la Nación de Martí, Carlos Manuel de Réspedes, el “Che”, Cienfuegos, Raúl, etc., necesita ya «modernizar» su economía para ponerla a la altura de nuestros tiempos. Son pequeños «ajustes», como nos dijeron a nosotros ayer. Si, pequeños» ajustes», según ellos. No se ponen ni colorados en sus peroratas en los canales de YouTube.

Son los reformistas, lo que quisieron descarrilar la primera Revolución Socialista en el mundo, a pocos años de triunfar las personas sobre el salvaje lucro que nos tiene desechos como sociedades llenas de drogas, lavado de dinero que llaman “inversión”, malhechores que nadie toca porque ahora son ejemplares señores del emprendedurismo, y toda una generación pérdida.

La Revolución devolvió el decoro a los negros, a los blancos, a los nietos de quienes fueron esclavos, a los jóvenes, a los abuelos, a los artistas y a los niños. Siempre estuvo allí, pero lo habían escondido. Una sarta de ladrones que huyeron en estampida por los cuatro puntos cardinales. evasores de impuestos, corruptos y dueños de burdeles, vienen ahora vestidos de Caperucita. Sus «ajustes» todos son iguales, por todos ellos hemos ya pasamos todos nosotros, desde aquel infeliz 1973, que los Chicagos Boys se apearon a Salvador Allende en Chile e idearon el plan «piloto» para las Américas. Designaron el Banco Mundial para que arruinaran a nuestros pueblos con «Ajustes Estructurales de la Economía», nadie escapó a partir de 1980. Todo se nos fue al carajo en un abrir y cerrar de ojos, porque algunos postulados sonaron bien al oído de sus tontos útiles.

Acá y allá, quitaron los subsidios a los pobres campesinos, que desde la Colonia sufren despojos, falta de asistencia técnica, no tienen caminos dignos, son quebrados por unos explotadores llamados intermediarios, pero nunca nadie, los habían presentado menos que parásitos sociales. Sí, nuestros campesinos, ahora resultaron parásitos. Porque según los monaguillos de los “ajustes”, no eran «competitivos». Así, convencieron al más pintados, nos dijeron liberaremos dinero de un Estado arratonado para educación, salud, las cooperativas, la ciencia ( si hubiera estado de moda la IA la hubieran agregado) y promoveremos las exportaciones al exterior. Al final, las ventas al exterior resultaron la peor medicina, porque nos manearon más al Imperio que, frente a la oferta excesiva de los mismos productos llegados por toneladas desde el centro y sur del continente, no solo imponían el precio de baratija a las mercancías producidas con gran sacrificio por nuestros pueblos, sino condicionaron durante cuatro décadas a sus «socios» comerciales y gobiernos hasta nuestros días en lo político, cultural, diplomático etc.

(F.Cubadebate)

Al final, el desarrollismo no produjo el milagro de dar Mercedes Benz como carro popular a la gente, como habían prometido a los incautos, comenzaron a decirnos desde el exterior que alimentos comer y, el tal fomento a las cooperativas con el dinero de todos los contribuyentes, en múltiples casos, se convirtieron en «garroteras» para quienes el salario mensual no les alcanza, para pagar la educación de calidad que antes era gratuita o tratarse una enfermedad y salvar así su vida, porque el derecho a la salud se tornó en negocio, mientras la sanidad que necesita nuestros pueblos está capturada por una pacotilla de verdaderos criminales convertida en «aristocracias» de todo signo: gente de saco y corbata, gabachas, peinados extravagantes detrás de escritorios, lideres de palabras floridas, etc. Después de esta patraña de eliminar los subsidios a los pequeños y medianos productores llovieron fondos públicos para que todo el que estuviera bien conectado robara a manos llenas, solo debía cuidarse de no ser pillado, porque el castigo por tal descuido es pasar por la gran pena de ir a declarar a alguno de los tribunales, perder una mañana en estos trámites y en la tarde incorporarse a sus tareas con todas las de la ley como ordena el ser ejemplar ciudadano. Así está documentado desde el Río Bravo hasta la Patagonia.

Pero los» ajustes» de los reformistas no quedaron allí: presentaron modificaciones para «un mejor funcionamiento» de los Bancos Centrales. Y aunque parezca mentira, los bancos centrales, con el patrón oro enterrado, pusieron a flotar el dólar verde para sobrevalorarlo frente a las monedas nacionales, y el pueblo, pues, que pague la inflación creada por la devaluación de la unidad monetaria local. Esa es la verdadera amenaza cifrada no solo contra la Revolución Cubana, sino contra cualquier pueblo que quiera ser libre frente al Imperialismo, porque se presentan muchos de estos mercaderes defensores de una especie de «capitalismo bueno», preocupadísimos por Cuba, pero póngalos en el camino antimperialista enseñado por Fidel para que usted los vea haciendo contorsionismo que saca risotadas a los más serios y sacando de los closets, tipos gringos, la colección de viejos trajes que usted no sabrá distinguir si es persona o Camaleón. Unos se ponen el vestido entero de «socialista democrático», otros, hasta se maquillan y se presentan como auténticos «izquierdistas», otros resultaron «moderados» o simplemente delicaditos «progres “modernos. ¡Sarta de mentirosos y mercaderes baratos! Fidel nos enseñó a no complicar a nuestros pueblos: frente al reformismo, revisionistas y contrarrevolucionarios, más socialismo, más REVOLUCIÓN.! ¡Quien no quiere caldo darle dos tazas!

Y nos enseñó algo práctico de gran contenido teórico, que los «revolucionarios del WhatsApp» no quieren escuchar ni en broma y los voluntaristas menos. Detestan al pobre Lenin, porque les daba duro por su trabajo mediocre. Oyen el nombre Lenin y huyen despavoridos como si se tratara de un exorcismo: Es que él les dice organizar el pueblo sin un fin concreto, hacia una meta definida, es una mentira, una estafa, que, aplicándola a los tiempos de hoy, es peligrosísimo, cuando el imperialismo echa mano del fascismo, el nazismo y el sionismo.

Si además de ello, esos trabajadores no los articulamos ni despertamos en ellos la «necesidad» de la conciencia de su poder, del que alguna vez no habló Marx, si que estamos jodidos. El enemigo nos llevará a su callejón sin salida y todo queda consumado.

A mayor responsabilidades mayores obligaciones”, Fidel Castro.

Pregunto: ¡¿Se hubiera podido sostener la Revolución Cubana sin organización de su pueblo sin objetivo claro, sin la debida articulación y sin la seguridad de su poder de transformación?! ¡No! Un millón de veces no. Las Revoluciones al final se consolidan porque una vez que el pueblo descubre su fuerza, su poder, se suma a las estructuras organizadas y articuladas para su defensa. Sea con las armas en la mano o desde la trinchera de la guerra de las ideas, enterrando el egocentrismo, la vanidad, la mediocridad, la chambonada, el amiguismo, la improvisación y todos esos vicios pequeños burgueses, ¡etc.! ¡Lo dice Lenin! Una de las muchas lecciones que nos da este genio llamado Fidel nos la brinda en los movimientos debidamente organizados, articulados y luego cómo incorpora a su pueblo en armas para aplastar la invasión de Girón. No es necesario tener el grado de Cabo, ni leerse los apuntes de Napoleón ni el Arte de la guerra, no no, es simplemente observar para darse cuenta de que Fidel no desperdició el más leve movimiento de sus tropas, gracias a la organización disciplinada de su pueblo, a una asombrosa articulación “todo terreno» y una conciencia del poder del pueblo cubano para aplastar, no un Girón, sino las invasiones que los yankis quisieran mandar. ¿Cuántos proyectos bien intencionados para con los pueblos de Nuestra América nos han sido borrados, después de esta primera Revolución Socialista? Pero Fidel también nos enseñó que la Revolución y los revolucionarios, a diferencias de los burgueses, tienen un corazón inmenso y una sonrisa larga como una trinchera. Sí, es como una trinchera, forrada en la razón y la verdad de clase, donde no cabe la mentira, los pusilánimes, no queda espacio para esos frustrados ingenieros que se les fue la vida pegando parches al sistema y tendiendo puentes macizos de consenso para que transite la noble oligarquía. Cuando un revolucionario calla por amiguismo u otra desviación en cuanto a su trabajo, está mintiendo, está ocultando la verdad y está zafando un ladrillo a toda Revolución. Por eso, nos insistía como nunca para que lo pusiéramos en práctica: » A mayor responsabilidades mayores obligaciones». No se trata, pues, que esté viendo al comandante desde anoche muerto, que va. Él y todos nos preparamos desde el canto del gallo madrugador en cualquier bohío, desde cualquier calle, desde la cocina o la sala más humilde, a marchar con ilusiones nuevas por este día y como si tuviéramos 18 años, con una sonrisa, de oreja a oreja, muchachos y muchachas, sin derecho a cansarnos hasta que llegue la victoria. Con el puño en alto que de un dieciochoañero nunca se ha dicho nada en contra.

¡¡Viva Fidel!! ¡¡Viva Cuba Socialista!!

Venga: ¡¡Póngase las pilas y Tumbemos el bloqueo!!

¡Fidelista por siempre! ¿Y qué?

*Propulsor de la campaña “Abrazo a Cuba” y miembro del Círculo Bolivariano de Solidaridad Yamileth López

24/11/2025

Cuando el pueblo se convierte en consigna

*M. EL Ernesto Herra Castro
Sociólogo

Las imágenes recientes de la marcha encabezada por figuras del Partido Liberación Nacional (PLN) bajo la consigna Defendamos Costa Rica” confirman lo que advertí en un artículo anterior publicado en otro medio (Las consignas de la oligarquía): los sectores que históricamente se beneficiaron del modelo de dominación económica y simbólica de la oligarquía criolla vuelven a ocupar el primer plano del escenario público, esta vez disfrazados de defensores del pueblo. Pero lo verdaderamente alarmante no es su teatralidad, sino la participación utilitaria de las universidades públicas y los sindicatos, que terminan sirviendo de andamiaje legitimador a quienes entregaron la soberanía nacional en el altar del neoliberalismo.

No hay que olvidar que el PLN fue el artífice de la apertura comercial que devastó la agricultura, desmanteló el Estado social y erosionó la paz social construida a pulso durante décadas. Fueron sus gobiernos los que convirtieron la educación en una mercancía, la salud en un negocio y el trabajo en una precariedad institucionalizada. Que hoy aparezcan marchando por la defensa del agro” o la unidad nacional” no es más que un gesto de cinismo histórico: quienes destruyeron la casa ahora posan como sus guardianes. Y lo hacen de la mano de un aparato universitario que, en lugar de producir pensamiento crítico, se presta al juego mediático de la democracia liberal, confundiendo presencia cívica” con neutralidad académica.

El problema no es que la universidad participe en el debate público de hecho, debe hacerlo, sino desde qué lugar y con qué conciencia lo hace. Cuando lo hace sin distanciamiento crítico, cuando se alinea con las fuerzas políticas que vaciaron de contenido al Estado y al bien común, cuando pone sus símbolos y su legitimidad al servicio de intereses partidarios, renuncia a su función emancipadora. No es el pueblo quien marcha, sino la razón crítica convertida en procesión institucional, donde las universidades, en vez de interpelar el poder, se suman a su liturgia. Lo que se presenta como civismo no es sino una escena de restauración simbólica del orden político que las alimenta.

Lejos de haberse vestido de pueblo, como alguna vez soñaron la conquista de la institución educativa quienes le sembraron al lado del pensamiento crítico latinoamericano, la universidad corre el riesgo de culminar por disfrazarse de pueblo para servir al poder. Es el pueblo el que trabaja, produce, resiste y sostiene lo comúnquien encarna hoy las múltiples fracturas de una “democracia” forjada al calor de la evasión, la impunidad y la decadencia moral que sin ningún pudor llaman institucionalidad”. Es junto al pueblo que también la vieja política negó que el futuro de la universidad debe surgir sin temor a afirmarse como actor social y popular. Allí radica su legitimidad: en el vínculo con la vida concreta, material, espiritual del pueblo que le sostiene, no en la obediencia cómplice de una aristocracia nobiliaria cuyos apellidos se extienden desde la Colonia hasta la actualidad sobre la base de la explotación sistemática de aquellos a quienes ahora se atreve a llamar “compatriotas”.

Si es verdad que la historia habría de repetirse dos veces, primero como tragedia y luego como farsa, como pensaba Marx tras el golpe que disolvió la república francesa y devolvió el poder a los herederos del viejo imperio, la tragedia que como país hemos experimentado los últimos 20 años han estado promovidos por la voracidad egoísta, individualista y egocéntrica con que el PLN anunciaba durante la negociación del TLC (2007) que sin duda, “como en toda negociación” decían, habrían “ganadores” y “perdedores”. La tragedia se ha hecho carne en nuestra nación con la entrega del país y de sus instituciones a los intereses de las dinastías mediáticas y financieras: la familia Jiménez, que desde La Nación y su participación en FIFCO ha moldeado candidaturas y opinión pública a su antojo; los Picado Cozza, dueños de Teletica, cuyo Canal 7 se erige como altavoz de una élite política y financiera que siempre está a salvo; los hermanos Arias, capaces de armar un bloque de 41 diputados para controlar la Asamblea y la agenda legislativa; las cámaras empresariales agrupadas en UCCAEP, junto a empresarios como los Quirós, los Raventós o Simaan, que compran favores electorales y dictan la política económica a cambio de aportes millonarios en las campañas políticas de quienes les protegen. Mientras eso ocurría la Farsa se hacía carne esta mañana bajo esa misma bandera que sin ningún pudor han mancillado los mismos partidos que privatizaron la tierra, la educación, la salud y nuestra paz.

Carta abierta a liderazgos de organizaciones ambientales

Frente Nacional de Lucha

Conectando la marcha del 8 de noviembre en San José, Costa Rica, para proteger las instituciones públicas, y la política climática en vísperas de la Conferencia Climática de las Naciones Unidas (COP3)

Estimadas y Estimados:

Les escribimos en vísperas de ambas la marcha programada para el 8 de noviembre en San José, Costa Rica, en defensa de las instituciones públicas costarricenses, y la Conferencia Climática de las Naciones Unidas, COP30.

En este momento sin precedente, cuando el planeta está cruzando múltiples limites críticos ecológicos, destacamos la urgencia de resaltar el liderazgo del sector público en enfrentarla emergencia climática.

La narrativa y política climáticas oficiales, sin embargo y como saben, de no solamente esta COP30, sino de los espacios en general donde se elaboran planes para enfrentar la emergencia climática, cada vez más promueven y consolidan como protagonista el sector privado.

Este cambio en liderazgo desde lo público hacia el privado en la política global climática tiene efectos profundos. Sobre todo, en este momento precisamente cuando tenemos que abandonar las industrias extractivistas, y la economía neoliberal que representan—no hay agua ni tierra suficiente para ellas—una política climática privatizada consolida las estructuras de poder corporativo que causan tanto daño ambiental, social, y económico.

Dado que nuestro país tiene un rol casi singular en influir debates sobre el ambiente, les pedimos, sobre todo, resaltar en este momento una visión pública y auténtica para enfrentar las múltiples crisis relacionadas que vivimos.

Ustedes, desde adentro de las reuniones e instituciones donde se construye la política global ambiental, que a la vez marca la cancha para tanto en nuestro país, saben cuáles son los acuerdos principales que forman la arquitectura actual compleja para enfrentar la emergencia climática (que sea el Acuerdo de Paris, Marco de los EAU para la Resiliencia Climática Global, y el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, entre tantos).

Desde afuera de los cuartos cerrados donde se forman estos acuerdos, es imposible aun para las personas que cuidadosamente las estudian poder entenderlos. Y sin duda, COP30 producirá otros.

Pero lo que es fácil entender es un lenguaje y una ética en ellos cada vez más ligados al mercado, que nos alejan del bien común, promueven la captura corporativa de la agenda global ambiental, y en esta forma sepultan las conversaciones urgentes que el momento demanda. Estas incluyen:

• Impuestos para las corporaciones y para la 1% de la población más rica

• Impuestos para las industrias extractivas

• Perdonar la deuda en el Sur Global

• Utilizar los presupuestos militares y carcelarios para una transición justa autentica

• Establecer un Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre la Deuda Soberana y un Convenio Marco sobre la Cooperación Fiscal Internacional

Lo que urge sobre todo es promover otra conversación, otra mentalidad y espíritu moral, honestos en cuestionar públicamente y con transparencia cuales son los verdaderos costos-beneficios de promover el liderazgo privado en este momento.

Este sábado 8 de noviembre, marchamos para abrir este tipo de conversación auténtica. El modelo neoliberal, y las relaciones e industrias extractivistas que implica, es una sola raíz de los múltiples problemas que vivimos.

Pedimos que ustedes, en los múltiples espacios privados en COP30 donde estarán estas semanas en Brasil y en las conversaciones que sigan, demuestran un liderazgo autentico y exijan este mismo dialogo, asegurando que las entidades causando tanto daño no se enriquecen aún más, y que los ríos, suelos, ecosistemas, comunidades y generaciones futuras, sobrevivamos.

Salimos 9 am, del Parque La Merced
hasta la Plaza de las Garantías Sociales.

A propósito de los discursos de odio, en el contexto electoral en Costa Rica

Una reflexión desde el poema de Martin Niemöller
Primero vinieron
“Cuando los Nazis vinieron a llevarse a los comunistas
guarde silencio,
ya que no era comunista…”

Mainier Barboza Soto

El gobierno de la república de Costa Rica, que preside Rodrigo Chaves Robles, ha convertido el Poder Ejecutivo -que como su nombre lo indica, su función principal es ejecutar, coordinar, dirigir las acciones en política pública, económica, social del Estado; dichas tareas van desde la gestión de recursos/país en la producción nacional, el consumo, sancionar las leyes que han surgido de la Asamblea Legislativa, presentar proyectos de ley al poder legislativo, que fomenten el desarrollo y la estabilidad del país; además debe promover la estabilidad económica y financiera, de forma que, haya equilibrios y justicia en la distribución del ingreso a toda la población-, en un escenario teatral y de plaza pública, para lo que ha generado, dos líneas de acción, nada políticas, en su sentido filosófico, sino, de propaganda:

Primera línea:

– La descalificación y control de la prensa nacional, con el estribillo de “prensa canalla”, ante cualquier acción de su gobierno, que fuera contraria a las leyes, a la moral o la ética pública; en este punto, ante las acusaciones de la Fiscalía General, el Poder Judicial, el Organismo de Investigación Judicial-O.I.J-; aprovecha, el presidente para atacarlos y descalificarlos, acto seguido-como buen teatro-arrecia su ataque a la Asamblea Legislativa, por oponerse a algunos proyectos de ley que lesionarían seriamente el Estado Social de Derecho-¿ley jaguar?- Aquí pone un “bozal” a la crítica de análisis y a la prensa, y así, controla los medios de comunicación, para el proyecto neoliberal. Es esa nueva prensa, ahora, parte de su show, son sus voceros, solo que ahora se muestran con “perfil bajo” por conveniencia política y comercial.

Segunda línea:

– Se dirige, el presidente, a los partidos tradicionales y al señalamiento de algunas figuras políticas de estos partidos-curiosamente no alude a las leyes fiscales regresivas, a las leyes contra los sectores laborales, como la ley de empleo público, de fortalecimiento de las finanzas públicas, ley anti-huelgas, ley de las jornadas de 12 horas- ley de Armonización del Servicio Eléctrico, (reedición del combo del ICE, derrotado en el año 2000).

Los partidos, liberación, unidad y el pac- (con minúsculas dada sus bajas estaturas políticas actuales) han sido los que, las han promulgado-; aquí se nota y demuestra que el gobierno de Chaves llega a finiquitar la etapa final del maligno proyecto neoliberal, razón por la que solo necesitaba esa ley, mal llamada jaguar, para desmantelar el Estado Social de Derecho, en su centro vital jurídico, la Constitución Política de Costa Rica.

De todo lo anterior es sumamente preocupante la actitud y posición de mucha población costarricense, en especial de las poblaciones más vulnerables y mayoritariamente en los quintiles más bajos de la economía-ingresos por debajo de “$2.15” por día-ver informe del Banco Mundial-, de las otras personas que siguen y avalan el discurso de Chaves, no me ocupo, porque considero que tienen que abordarse más desde el punto de vista ideológico.

El poema que encabeza este artículo fue escrito por un pastor luterano, en principio seguidor del proyecto de Hitler, que rompe con éste, al considerar que el partido Nacional Socialista Obrero Alemán, del nazismo, ejerce una supremacía sobre la religión y los principales principios humanos.

El poema reconoce el peligro que representa el no tomar una posición de protesta, de resistencia frente a los abusos del poder y la manipulación del discurso, autoritario, engañoso, mentiroso, falso, que fue impulsado por la propaganda nazi y su jefe Paul Joseph Goebbels, hombre de buen discurso y con el complejo narcisista de la personalidad.

Conste, es el objetivo primordial del presente artículo, un refrescamiento breve de la historia, a la luz de la contienda electoral, a tres meses de realizarse; ese “refrescamiento” nos convoca hoy, mirando, escuchando el comportamiento de muchas personas, con respecto al discurso reiterado en contra de las instituciones públicas, de los poderes del Estado-judicial-legislativo-, el ataque sistemático a las autoridades policiales, a la Fiscalía General, al Tribunal Supremo de Elecciones, TSE; lo grave es que, literalmente, el autoritarismo, tiene silenciada a la prensa, creando un desasosiego general en el pueblo, que solo escucha el lado de “su prensa” no canalla, según el discurso desde el Ejecutivo y un grupo, a nuestro juicio oportunista, que solo persigue sus intereses particulares.

El Estado de bienestar que gozaba Costa Rica hasta los setenta del siglo anterior, se fue cercenando, sustituyéndose por una corriente neoliberal, que apoyada en el Consenso de Washington, los Tratados de Libre Comercio, y la ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, que es la más regresiva ley fiscal, al lado de la ley anti-huelgas, de empleo público, de jornadas 4×3, reducción del gasto público, que reduce el capital social, clave del sostenimiento de la paz y la seguridad social y de la salud y la democracia que ha gozado Costa Rica.

Recuperar las instituciones de la República de Costa Rica, su Corpus Jurídico, es recuperar nuestra idiosincrasia de pueblo soberano, trabajador, honesto, libre; es en esencia, la recuperación del legado histórico que ha costado lágrimas, sangre, trabajo, esfuerzo constante de nuestras madres, padres, de los verdaderos estadistas, de los que echaron a los filibusteros fuera de Centroamérica, de los que abolieron La pena de muerte, crearon las reformas liberales, los que optaron por la democracia en 1889.

Somos herederos de los que crean las garantías sociales y las instituciones públicas y autónomas que hoy mantienen la democracia, la paz; los que crean la segunda República, con la Constitución Política, ejemplo de corpus jurídico para América y el mundo; somos herederos de ancestros que abolieron el ejército, de mujeres y hombres que abrieron el camino del voto femenino, herederos de los que crearon escuelas, colegios, universidades públicas con acceso para un estudiantado talentoso pero en el grupo de los pobres, herederos de los que nos enseñaron a respetar las libertades de todas las personas, sean por pensamiento ideológico, religioso, de raza, de nacionalidad, o cualquier otra.

Por esa herencia, por la memoria de los que ya no están con nosotros, por los que dieron su vida por una patria para todos, recuperemos el Estado de Bienestar que es el más preciado legado que tenemos.

Los advenedizos no son bienvenidos, los vasallos, son enemigos de la patria…

Dos años del SIUNED: de la indignación a la lucha organizada

Comunicado

En un contexto universitario marcado por profundas contradicciones económicas y más de una década de recortes al Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), acompañado esto de un debilitamiento de las estructuras organizativas -lo cual se evidencia en el retroceso de los niveles de sindicalización, tanto a nivel nacional como institucional-, se abre una ventana de oportunidad para la construcción de un sindicato unitario, de clase y combativo en la UNED.

Más allá de dicho contexto, la perspectiva de fundar un nuevo sindicato en la universidad refleja no solo los problemas laborales, sino también la necesidad de reivindicar una cultura democrática representativa y de lucha, ante el retroceso organizativo derivado de un viejo sindicato desvinculado de los intereses de la clase trabajadora unediana y del panorama político universitario y nacional.

Es así como hace dos años, el lunes 16 de octubre del 2023, en medio de un suelo árido largamente desatendido y como una aspiración de las Asociaciones Gremiales y otros actores políticos universitarios que se unieron a esta lucha, nace el Sindicato Unitario de la UNED (SIUNED).

Este sindicato germina, en medio de una universidad marcada por estructuras verticales, donde el control institucional se impone como sombra sobre los derechos laborales y salariales. Además, tras los golpes que a la clase trabajadora dio la nefasta Ley 9635 “Fortalecimiento de las Finanzas Públicas” y ante la preocupación de la Comunidad Universitaria por la imposición de un Salario Global Transitorio que abría un mar de cuestionamientos.

El SIUNED emerge como una apuesta clara por la unidad, la dignidad, la solidaridad y la lucha de clase. Su fundación es el resultado de años de silencios acumulados, de injusticias normalizadas y de voces que pedían ser escuchadas más allá de los pasillos del poder.

La creación de SIUNED busca romper con el molde tradicional del sindicalismo, muchas veces supeditado a intereses institucionales o electorales. Este nuevo sindicato apuesta por ser una organización independiente, con un claro compromiso en una causa mayor: la defensa de la clase trabajadora universitaria, desde una perspectiva de clase, combativa y profundamente humana.

En estos dos años, el SIUNED ha sido un faro para quienes buscan orientación en medio de la precarización laboral y la imposición de medidas ajenas a los marcos laborales.

El sindicato se ha colocado como alternativa ante las estructuras injustas, pero también ha sido un brazo que acompaña a quienes sufren el peso de la indiferencia institucional.

En su corta existencia, el SIUNED ha cosechado grandes victorias y diversidad de aportes tales como la generación de espacios de denuncia, la promoción del respeto de los derechos laborales y oportunidades para la organización desde abajo. Además, se ha sembrado una emergente cultura política crítica, que florece en cada conversación, en cada reunión, en cada charla y en cada acto de resistencia.

Respecto a los métodos de lucha, estos también han cambiado. Ya no se trata únicamente de quejarse, resignarse o confiar en las promesas de las autoridades de turno. Se trata de pensar críticamente, de analizar con profundidad y de construir colectivamente desde la conciencia y la acción informada.

El SIUNED ha entendido que la articulación implica movimiento de ideas y de voluntades. Se ha apostado por el análisis riguroso de la realidad nacional y universitaria, la formación sindical y política, la información y comunicación constante con la comunidad universitaria, así como la creación de herramientas que empoderan a las personas trabajadoras.

La lucha no se limita a exigir derechos: implica comprenderlos, apropiarse de ellos y convertirlos en herramientas de transformación hacia un ambiente laboral más justo y coherente.

Hablar de la propuesta política del SIUNED, es hablar de un proyecto con visión de futuro a largo plazo, que busca una universidad democrática, crítica y comprometida. La ruta está clara: avanzar hacia una Convención Colectiva que no se quede en el papel, sino que se convierta en una base real para el reconocimiento de derechos históricamente ausentes o postergados en la universidad. El SIUNED continúa en la dinámica de construir un sindicalismo crítico, que no se acomoda, que no negocia principios y que no guarda silencio ante los abusos.

En tiempos de retroceso político donde el neoliberalismo se disfraza de modernización y la indiferencia se vende como eficiencia, el SIUNED defiende los derechos laborales y la mejora de las condiciones de vida de las personas trabajadoras universitarias. En una universidad donde el control institucional ha sido, por años, parte de la cultura dominante, el SIUNED ha abierto espacios que dan paso a la conciencia, la organización y la esperanza. Es posible organizarse, denunciar, resistir y construir.

El sindicato se ha colocado como una fuerza independiente frente al modelo de órdenes y sacrificio y que impulsa en el imaginario de la comunidad que la universidad no es solo un lugar de saberes, sino también un territorio de luchas, de debate, de solidaridad interna y externa.

Así las cosas, consolidar un sindicalismo comprometido, independiente y combativo no es tarea fácil. Sobre todo, en un contexto de retroceso político nacional e internacional, donde los derechos laborales se erosionan. Por tanto, fortalecer organizaciones de clase como el SIUNED, más que necesario, es urgente. Sólo desde la organización consciente, desde la crítica reflexiva y desde la acción colectiva, podremos construir una clase trabajadora universitaria que reconozca las amenazas y defienda sus derechos.

Para este fin, se cuenta con un marco legal que permite y garantiza la libertad sindical, como un derecho humano fundamental, reconocido en el artículo 60 de la Constitución Política de Costa Rica, así como en los artículos 339 al 367 del Código de Trabajo, que regulan la constitución, funcionamiento y protección de los sindicatos. Además, los Convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) garantizan el derecho de las personas trabajadoras a formar sindicatos sin autorización previa y a negociar colectivamente.

El SIUNED se respalda en la existencia del fuero sindical, como mecanismo de protección, que se extiende no solo a sus dirigentes, sino a cualquier persona trabajadora que participe en actividades sindicales. Esta protección es vital en contextos como el universitario, donde el poder institucional puede ejercer presiones para desarticular la organización sindical y cuestionar las propuestas alternativas.

Como lo señala Ariane Grau-Crespo en su análisis sobre el deterioro de los derechos laborales en Costa Rica, el anti-sindicalismo ha sido un componente estratégico de las políticas neoliberales, lo que hace urgente revalorizar y fortalecer la organización independiente de la clase trabajadora1.

En ese sentido, SIUNED no solo es una respuesta, sino una construcción coherente: una forma de hacer sindicalismo desde la praxis y la propuesta. Dos años resultan poco tiempo, todavía quedan muchas tareas y retos para cimentar un sindicato independiente y de clase. Hacia ese camino nos dirigimos, colocando toda la fuerza, el compromiso y la esperanza a favor de la clase trabajadora de la UNED.

SIUNED: ¡Unidad y Lucha!

1 Grau-Crespo, Ariane. (2024). El deterioro de los derechos laborales y sindicales en Costa Rica en las últimas cuatro décadas: El largo camino de una política laboral neoliberal que continúa. Revista Espiga, 23(48), 31-51. https://doi.org/10.22458/re.v23i48.5451

SIUNED: En respaldo a la lucha del magisterio panameño

Comunicado

El Sindicato Unitario de la Universidad Estatal a Distancia (SIUNED) manifiesta su solidaridad con las y los docentes panameños, quienes sostienen una lucha legítima en defensa de la educación pública, los derechos laborales, los derechos ambientales y la seguridad social.

La resistencia a la Ley 462, que pretende desmantelar el sistema solidario de pensiones en Panamá, es no sólo una defensa sectorial: es una respuesta organizada contra el avance del modelo neoliberal, que busca convertir derechos en mercancías y debilitar las conquistas sociales de los pueblos. Es una oposición con presencia del magisterio y de otros sectores.

Pero la oposición no se limita al ámbito de la seguridad social. El magisterio panameño ha denunciado con claridad el abandono estatal, el deterioro de la infraestructura educativa, la precarización laboral y el aumento del costo de vida. Su movilización pone en el centro la dignidad docente y el derecho del pueblo a una educación pública y de calidad. En todo ese contexto de resistencia, las personas trabajadoras del magisterio panameño han sufrido represión.

Desde el SIUNED repudiamos la criminalización de la protesta social. El uso de mecanismos judiciales y administrativos para castigar la organización sindical, así como la retención arbitraria de salarios, todas prácticas autoritarias que buscan desmovilizar y fragmentar la resistencia popular. Exigimos el cese inmediato de estas medidas antidemocráticas contra las personas trabajadoras del magisterio panameño y otros sectores.

A pesar de las medidas del gobierno de Panamá, reconocemos la fortaleza, unidad y conciencia del magisterio panameño, que ha sostenido esta lucha por meses, lo que representa un ejemplo para todas las organizaciones sindicales y sociales de América Latina.

La exigencia de derogar la Ley 462, de defender el sistema solidario, de mejorar las condiciones laborales y salariales, es muy similar a nuestra realidad. Las problemáticas que enfrentan las personas trabajadoras panameñas —precarización, represión, deterioro de servicios públicos— son las mismas que vivimos en Costa Rica.

Por eso afirmamos con claridad: la lucha del magisterio panameño es una lucha latinoamericana por la justicia social, la educación pública y la dignidad del trabajo. Una línea en el mapa nos separa como países, pero las injusticias que enfrentamos cruzan todas las fronteras con las políticas que empobrecen y reprimen, y que constituyen problemas compartidos por los pueblos trabajadores de la región.

SIUNED: ¡Unidad y Lucha!

Rodrigo Chaves no es la causa, sino el síntoma

Pedro Alberto Soto Sánchez

Rodrigo Chaves no es la causa, sino el síntoma de un mal profundo: un sector del país que confunde el matonismo con valentía y la franqueza con el insulto y la descalificación. Su discurso se nutre de antivalores arraigados en nuestra cultura: la desconfianza hacia el otro, el choteo y la burla como mecanismos de deslegitimación, las medias verdades, las mentiras completas, la envidia y la sospecha permanente.

Sobre esa base, el presidente construye una narrativa tan simplista como peligrosa: que un grupo corrupto, encabezado por el PLN, engañó y estafó a los costarricenses durante más de siete décadas.

Según ese relato, el pueblo costarricense habría sido básico, ingenuo y manipulable hasta que él, el tecnócrata del Banco Mundial —con un historial de acoso—, llegó para revelar la “verdad oculta” y redimir a la nación.

Esa caricatura histórica no se sostiene. Sí, la corrupción ha estado presente en la administración pública, como en cualquier sistema político, pero la historia de Costa Rica es mucho más compleja. Gracias a la contribución de socialdemócratas, socialcristianos, la Iglesia católica, la izquierda y los movimientos sociales progresistas el país edificó un sistema institucional sólido que, durante décadas, fue referente en América Latina.

Cierto es que el modelo tuvo defectos y un “pecado original”: anuló la participación crítica de amplios sectores sociales, consolidó el clientelismo y persiguió —primero con cárcel, muerte, exilio e ilegalización, y luego con la deslegitimación ideológica y cultural— a la izquierda y a los movimientos progresistas. Pero reducir toda esa historia a un largo engaño es una estrategia perversa: permite deslegitimar los avances alcanzados para justificar su desmantelamiento.

El presidente del “cambio” no vino a rescatar al país; vino a continuar la tarea que iniciaron los herederos de los reformadores sociales del siglo XX, quienes durante sus gobiernos (Figueres Olsen y Calderón Fournier) debilitaron los pilares del Estado social y promovieron privatizaciones que beneficiaron a intereses particulares sobre el bien común. Oscar Arias también prefirió la ruta de favorecer intereses de los grupos privilegiados.

La política debería ser el arte de construir consensos y alianzas para mejorar la vida de las personas, en especial de quienes más lo necesitan. Chaves, en cambio, la ha convertido en un espectáculo diario, un escenario para sembrar prejuicios, propagar rumores y alimentar la confrontación.

Costa Rica se sigue gobernando para quienes no dependen del Estado porque ya controlan el sistema financiero, reciben atención preferencial de las instituciones, tienen seguros privados, universidades propias y monopolios de importación. Son los mismos sectores que antes financiaban a los partidos tradicionales y que ahora se cobijan bajo la bandera del supuesto “pueblo soberano”.

El pueblo costarricense merece más. Trabajadores y empresarios merecen más: justicia, inclusión, educación, salud, seguridad, respeto y bienestar. La política no debe ser una guerra, sino un acuerdo social: un nuevo pacto de concordia que permita ampliar derechos y generar mayores oportunidades para la mayoría.

La crisis de la socialdemocracia: entre la irrelevancia y el olvido

Mauricio Ramírez

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

La socialdemocracia, alguna vez presentada como síntesis entre el marxismo y la democracia liberal, como esa “tercera vía” que prometía un camino intermedio, ha quedado atrapada en un laberinto sin salida desde la proclamación del supuesto “fin de la historia” de 1991. En aquel momento, fue absorbida por el totalitarismo liberal ganador de la Guerra Fría que, disfrazado de pluralismo y falsa horizontalidad, la despojó de su núcleo original: la defensa de las grandes mayorías trabajadoras, campesinas, cooperativistas y de los sectores populares.

De aquel proyecto que aspiraba a constituirse en alternativa real frente al capitalismo salvaje, apenas subsiste una sombra. La socialdemocracia se desplazó hacia un progresismo cultural que, en lugar de reforzar la base social y económica de los pueblos, se volcó a la defensa de agendas propias del liberalismo individualista: la fragmentación de derechos en torno a minorías culturales, la mercantilización del consumo como identidad y una política reducida a gestos y banderas simbólicas. En lo económico, mutó en una versión moderada del neoliberalismo, legitimando la apertura indiscriminada de mercados, la subordinación al capital transnacional y la lógica devastadora de la globalización occidental.

La fórmula tantas veces repetida “abiertos en lo económico y progresistas en lo social”, no es más que un disfraz del neoliberalismo más acérrimo. Se ofrece con un rostro amable, igualitario y moderno, pero en la práctica reproduce la misma concentración de poder en las élites económicas y políticas de siempre, mientras concede migajas de justicia cultural que maquillan la desigualdad estructural.

Sin un retorno a las raíces, a la tradición y a un mestizaje ideológico con lo propio, con la memoria histórica, las formas comunitarias, las identidades populares y los valores autóctonos, como existió en Costa Rica en su momento, la socialdemocracia está condenada a la muerte política. Su alejamiento de los pueblos y la adopción de agendas ajenas a su realidad en nombre del falso progreso, la arrastra a un vacío existencial donde solo prospera el nihilismo: un discurso hueco de inclusión sin sustancia, una socialdemocracia zombi, un progresismo incapaz de transformar, y una economía que perpetúa las cadenas del capital.

Una ideología que no logra arraigarse en la historia concreta de los pueblos, que no dialoga con la tradición ni se mezcla con lo propio, termina por perder vitalidad y horizonte. La socialdemocracia, en su versión actual, ha dejado de ser alternativa para convertirse en mera administradora del mismo sistema que afirmaba combatir. Si no ocurre un retorno a las raíces y una reconciliación con las verdaderas demandas de las mayorías, su destino será la irrelevancia y el olvido.

El capital, mientras tanto, ha sabido estudiar a fondo a sus adversarios históricos y extraer de ellos lecciones para neutralizarlos, incorporando parte de sus banderas como medidas preventivas y desarmando así cualquier posibilidad de cambio real.

Hoy, esta corriente que en su momento fue rebelde debe ir más allá y dejar de creer que con publicar algo en redes sociales o participar en un acto performativo es “hacer resistencia”, mientras la vida material del pueblo se deteriora en todos los aspectos.

La verdadera resistencia no se construye en la virtualidad ni en gestos simbólicos de una curul, sino en la organización concreta, en la recuperación de la soberanía política y económica, y en la reconstrucción de un proyecto arraigado en la memoria del pueblo. Sin ese salto cualitativo, la socialdemocracia seguirá siendo un actor ornamental del sistema que dice cuestionar, destinada a diluirse entre la irrelevancia y el olvido.

La deuda a la CCSS es un crimen social del neoliberalismo

El Partido Vanguardia Popular (PVP) denuncia con firmeza la política neoliberal que alienta el abandono institucional de los sectores sociales más desprotegidos de nuestro país. El reciente recorte presupuestario anunciado por el Gobierno, que deja a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) sin recursos suficientes para pagar las pensiones no contributivas, es un crimen social inadmisible.

I. Lo que está ocurriendo

Para el año 2026, el Gobierno asignará ¢163 mil millones al Régimen No Contributivo de la CCSS, lo que supone un recorte de ¢29.413 millones con respecto al presupuesto de 2025.

Específicamente, las pensiones para adultos mayores pasarán de ¢102 mil millones en 2025 a tan solo ¢71 mil millones en 2026.

Se proyecta un déficit superior a los ¢60 mil millones para poder cumplir obligaciones ya existentes, lo que hace que no haya dinero suficiente ni para pagar lo que actualmente se adeuda, ni para otorgar nuevas pensiones que el Plan Nacional de Desarrollo estipula (unas 5.000 pensiones nuevas).

Además, el Estado planea cubrir solo el 55 % de lo que debe transferir a la CCSS en el concepto del Seguro de Salud, generando un faltante de más de ¢400 mil millones adicionales.

II. Nuestra condena

El Partido Vanguardia Popular considera que:

Este recorte presupuestario es responsabilidad directa de un modelo neoliberal que prioriza los intereses financieros por encima de los derechos sociales fundamentales. Es inconcebible que en un país con los niveles de desigualdad e injusticia que vivimos, se recorten recursos que garantizan la dignidad y la subsistencia de quienes más lo necesitan.

El abandono de la CCSS, en temas de pensiones, salud, pensiones no contributivas, falta de especialistas, infraestructuras sanitarias y personal, constituye una violación del deber del Estado de garantizar el bienestar y la protección social. El recorte anunciado intensifica la crisis de acceso a servicios esenciales.

La multimillonaria deuda del Estado con la CCSS, que incluye obligaciones pendientes en salud, IVM, pensiones no contributivas y obligaciones legales, agrava la situación y pone en riesgo la salud pública, las vidas de miles de personas adultas mayores, con discapacidad o de bajos ingresos, así como la estabilidad institucional de nuestra Caja.

La corrupción y los escándalos recientes, particularmente el Caso Barrenador y el ERP-SAP, deben investigarse con rigor. No basta con mencionar estos casos, hay vidas humanas que pagan el costo del desvío de recursos y la ineficiencia, cuando se deberían invertir esos fondos en salud, pensiones, servicios básicos, personal y especialistas.

III. Demandas del PVP

Exigimos al Gobierno y a la Asamblea Legislativa que actúen con urgencia:

Restablecer el presupuesto necesario para que la CCSS pueda cumplir con el pago completo de las pensiones no contributivas para adultos mayores, sin recortes arbitrarios.

Garantizar los recursos para la atención de salud, para el Seguro de Salud, para el IVM, para personal, especialistas e infraestructura sanitaria adecuados.

Saldar la deuda pendiente que mantiene el Estado con la CCSS, como un acto de responsabilidad con quienes más lo necesitan.

Apertura inmediata de investigaciones independientes con transparencia plena sobre los casos de corrupción (Caso Barrenador, ERP-SAP, otros), y sanción efectiva para quienes resulten responsables.

Implementar políticas económicas y fiscales progresivas que redistribuyan equitativamente la riqueza, en lugar de recortar derechos sociales esenciales.

IV. Nuestro compromiso

El PVP reafirma su compromiso con la justicia social, la solidaridad, y la defensa de los derechos humanos. No permitamos que el neoliberalismo siga relegando al olvido a las personas más vulnerables. Estaremos vigilantes, movilizándonos y proponiendo alternativas que garanticen que todos los costarricenses tengan acceso a una vida digna, con salud, pensiones, vivienda, educación y bienestar.

Este gobierno tiene la responsabilidad política, moral y legal de responder ya. Ninguna persona debe quedar sin pensión, sin atención médica, sin dignidad, ni sin esperanza.

Llamamos a la ciudadanía a defender la salud pública, la CCSS, como pilares fundamentales para la salud y la vida de nuestro pueblo. Organización y lucha es la única alternativa contra este despojo.

Partido Vanguardia Popular

23 de setiembre 2025