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Etiqueta: neoliberalismo

Homenaje a Giordano Bruno

José Manuel Arroyo

El próximo 17 de febrero se cumplirán 420 años de la muerte en la hoguera, -en el Campo de Fiore, Roma-, del filósofo, astrónomo, mago y poeta Giordano Bruno. A este insigne pensador lo persiguió el Santo Oficio (la Inquisición) varias veces y por distintas razones. Desde el punto de vista teológico se atrevió a poner en cuestión dogmas como el culto a las imágenes; el de la Trinidad (Dios tres personas en una); la divinidad de Jesucristo, a quien concebía más bien como un gran Maestro o Mago; la virginidad de María; el celibato sacerdotal; la transustanciación en la Eucaristía. ¡Menudos temas! Desde el punto de vista cosmológico defendió la esfericidad de la Tierra y el sistema planetario copernicano, con el Sol y no la Tierra, en el centro del universo.

Pero además se atrevió, en un ejercicio filosófico-literario-intuitivo, a ir mucho más allá de Copérnico, planteando la existencia de innumerables mundos como el nuestro, inmersos en un universo infinito y homogéneo (constituido por los mismos elementos). Como tema de transición entre lo teológico y lo cosmogónico, concibió un panteísmo donde precisamente el universo es sagrado, Dios es todo y todos, no un señor sentado en una nube.

Sólo para citar una de las consecuencias más revolucionarias del pensamiento de Bruno, si el universo es infinito, su centro no está en lugar alguno o, lo que es equivalente, puede estar en cualquier punto, según la perspectiva, absolutamente relativa, en la que cada quien se sitúe. Esta simple idea no sólo afectaba la cosmogonía; sino que también sugería una cuestión absolutamente subversiva para el ordenamiento social estrictamente jerárquico de su época y de las épocas venideras, así como equiparaba en dignidad/igualdad a todos los seres humanos, por muy distintas posiciones que se ocuparan por razón de clases, talentos, creencias o demás condiciones. Fue la de Bruno, una de las pocas voces que se hicieron eco de Fray Bartolomé de las Casas y condenó el atropello europeo sobre las américas, violentando otras culturas, civilizaciones, religiones y etnias, sólo por ser diferentes.

A Giordano Bruno lo persiguen, procesan y ejecutan por atreverse a pensar libremente y, en esa opción de vida, cuestionar las verdades intocables de su tiempo. Para la segunda mitad del siglo XVI los viajes de exploración y conquista alrededor del mundo, las observaciones, así como las mediciones conforme los avances tecnológicos y científicos, hicieron que esta mente preclara cuestionara “verdades” que resultaban insostenibles. Sin embargo, a Bruno lo liquida una combinación de poder político-religioso, mezcla explosiva que tiene vigencia aún hoy día y que busca reabrir las hogueras reales y metafóricas todavía en este tercer milenio.

En el proceso judicial que finalmente se le siguió, Bruno estuvo preso esperando sentencia por largos siete años (viejo vicio del procedimiento inquisitivo clásico), fue confinado a una celda, torturado y reiteradamente acusado de herejía, blasfemia, impenitencia, inmoralidad y otros muchos cargos que le fueron ampliando y agravando con el tiempo. Curiosamente, sus verdugos le ofrecieron varias veces la opción de retractarse. El mismo Papa, Clemente VIII, temiendo convertirlo en un mártir, dudó de condenarlo y entregarlo a la jurisdicción civil para su ejecución, -de conformidad con otra de las normas del proceso inquisitorial-, actitud que en el fondo revela la mala conciencia que, pese a todo, siempre ha tenido la humanidad respecto a la pena de muerte. Al final, el acusado se negó a retractarse, se le condenó y la sentencia se ejecutó conforme se hacía con quienes no se desdecían, directamente consumido por las llamas y no dándole muerte primero, y quemando el cadáver después.

El mejor homenaje que podemos hacer a este precursor e ícono de la libertad de pensamiento y de la ciencia moderna, es enfrentar con espíritu crítico los dogmas y supuestas verdades absolutas de nuestro tiempo.

Dejando de lado los fundamentalismos religiosos de toda índole, que aún hoy aprovechan la fe religiosa de la gente para construir estrategias de control político, podemos decir que un importante centro de discusión teórica, más de cuatro siglos después, se ha desplazado, de la Teología o Cosmogonía hacia la Economía Política. Así, las verdades incuestionables de hoy (y con esto sólo sigo a Z. Bauman ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? ), tienen que ver con que el “libre mercado” está dirigido por una “mano invisible” que automáticamente regula y supera cualquier asimetría; que todos los problemas de la humanidad se van a resolver si logramos un “crecimiento económico” constante e inagotable; que ese crecimiento debe estar acompañado por una “capacidad de consumo” por igual permanente y cada vez mayor; que en esa lógica de los procesos económicos es normal y aceptable que haya “desigualdades”, ganadores y perdedores por derecho propio, dado que existen seres humanos individuales que son “naturalmente” talentosos y superiores y de cuya potenciación y desarrollo dependerá que algo le toque a todos los demás; y, finalmente, que todo esto se inscribe en el contexto de la “competitividad” a toda máquina, única condición que posibilitará la justicia y la reproducción del orden social ideal.

Pero la terca realidad actual, como la que tuviera que enfrentar Bruno en su momento, se impone de manera descarnada y las grandes cuestiones actuales quedan sin explicar si nos atenemos a los paradigmas socio-económicos oficiales.

Los dogmas de una economía centrada en el “libre mercado” han traído, como principal resultado, una desigualdad o inequidad brutal, cada vez mayor, entre países y a lo interno de cada país. El mundo regido por las verdades del neoliberalismo no resiste las observaciones y mediciones de nuestro tiempo. La “mano invisible” es perfectamente reconocible en la especulación bancaria y financiera, así como en el subsidio a la producción, practicada por las grandes potencias y prohibida a las naciones pobres; el modelo de explotación incesante y despiadado para asegurarse un “crecimiento constante” tiene al planeta al límite de sus recursos y del colapso climático.

Tampoco es cierto que la felicidad humana pueda comprarse conforme su capacidad de consumo y la acumulación de insumos y dispositivos desechables año a año, ni podemos aceptar y ver como normal las profundas desigualdades incubadas, puesto que éstas se explican por las condiciones generales en que nacen y se desarrollan las personas (nivel económico de familia, calidad de escuela y universidad a que acceden, oportunidades laborales reales), es decir, las ventajas que efectivamente han tenido de trazarse un plan de vida y alcanzarlo, y no por supuestos talentos o virtudes especiales que unos afortunados poseen y respecto de los cuales al resto de la humanidad sólo le queda extender la mano para recibir limosnas. Y en fin, que esta humanidad no puede seguir apostando a la “competitividad” como clave de las relaciones inter-personales e inter-nacionales, porque ésta es sólo un eufemismo para denominar a la guerra, no sólo la comercial, sino para todas las formas de guerra-guerra que padecemos en pleno siglo XXI. Por supuesto que todo esto tiene que ver con el respeto efectivo a los derechos humanos de hombres y mujeres, de lo que nuestro filósofo también fue el precursor que apuntamos.

Giordano Bruno tiene un monumento desde 1889 en la Plaza Fiore de Roma, producto de un movimiento internacional que quiso inmortalizar su aporte a la libertad de pensamiento y a la ciencia moderna. Mientras su espíritu crítico sobreviva tendremos, como especie, alguna esperanza. El Cardenal Roberto Belarmino, principal inquisidor que dirigió el proceso en su contra y pocos años después también condujo el proceso contra Galileo Galilei, fue canonizado por la Iglesia Católica en 1930, declarado doctor de la Iglesia un año después y en su honor se creó un título cardenalicio que lleva su nombre. Esto último sucedió en 1969. Apenas ayer.

(*) José Manuel Arroyo Gutiérrez, Ex-magistrado y Profesor Catedrático UCR.

Artículo compartido con la Alianza por una Vida Digna por José Manuel Arroyo Gutiérrez, publicado además en http://www.elpais.cr/2020/02/10/homenaje-a-giordano-bruno/

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Tsunami de no-violencia en Colombia

Hernán Alvarado

 

«Todas las revoluciones son imposibles,

hasta que se tornan inevitables.»[1]

[1] Consigna pintada por estudiantes, después de la última toma del edificio de Ciencias Sociales en la Universidad de Costa Rica.

Hasta ahora la violencia parecía haber ganado en Colombia. El ejército justificó a la guerrilla y viceversa; los paramilitares[1] a otras formas populares de auto defensa; los «vándalos» a la policía, de donde ha surgido el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) para prever motines, aunque también los provoca. Por eso aparecen los encapuchados que defienden a los manifestantes. Todos comparten que el fin justifica los medios y que la violencia se combate con violencia. El narcotráfico suma guardaespaldas y sicarios a ese coctel. Así, la «maldita violencia» parecía haberse enquistado en la cultura, reforzando los comportamientos patriarcales[2]. Sus principales víctimas han sido los más vulnerables: niños, jóvenes, mujeres y ancianos[3]. ¿Un ejemplo emblemático? Dilan Cruz, él luchaba por su educación, haciendo valer su derecho constitucional, cuando un arma del ESMAD le alcanzó en la cabeza. ¿Cómo se llama un policía que asesina a quien debe proteger? El alto mando tendrá que hacer milagros para justificarlo[4]. Un joven soldado se suicidó a raíz de ese conflicto. Por décadas, Colombia ha visto morir y partir a demasiada gente inocente.

Y, a pesar de todo, la gente sigue sonriendo, amando, bailando y conquistando cimas deportivas. La alegría, las bellas canciones, la extraordinaria ironía, tanto como la crítica, son modos cotidianos de resistencia. Uno de los países más felices del mundo es también el más desigual de la OCDE y el segundo de América Latina con media fuerza laboral en la informalidad. Por eso, hoy una inmensa mayoría defiende su derecho a vivir en paz. Solo una minoría prefiere mantener el estatus quo que beneficia al 1% de la población y a sus socios extranjeros, en perfecta sintonía con el autoritarismo neoliberal, propio del «capitalismo salvaje».

El pasado 21 de noviembre, el pueblo respondió masivamente al llamado de las organizaciones sociales en todo el país. Había más de cien razones para protestar y más de mil para defender la vida. La primera es el derecho a indignarse. El senador Gustavo Bolívar contaba 247 líderes sociales asesinados, 77 en lo que va del año. En enero pasado, la ONU urgió al Gobierno sobre la matanza de líderes indígenas. Hace pocas semanas, el ejército bombardeó un campamento guerrillero y mató a 8 niños (los lugareños dicen que podrían ser más). El Ministro de Defensa tuvo que renunciar. Son goterones en un vaso que ya estaba relleno con los 2248 «falsos positivos»[5], tema por el que se indaga judicialmente a Álvaro Uribe. Así que a nadie extraña la denuncia de violaciones de derechos humanos por parte de los cuerpos de seguridad.

En Boyacá, donde el gobernador no permitió la entrada del ESMAD, la multitud protestó en forma pacífica[6]. La prensa independiente jugó un papel crucial en la divulgación. En todas partes la asistencia fue multitudinaria, pese a las provocaciones y amenazas del «uribismo» y los desplantes militares del nuevo Ministro de Defensa. Después, un ruido espontáneo de cacerolas, que se oyó en todas partes, dijo ¡basta! Los colombianos exigen que se cumplan los acuerdos de paz y se oponen a más proyectos confiscatorios. Los jóvenes dicen que les han quitado la salud, la educación, el empleo, el futuro; incluso les han quitado el miedo. Ahí está la clave de esta coyuntura. Por eso se está desplomando el «uribismo», incluso en Medellín.

La reacción del presidente Iván Duque ha agravado las cosas. Claudia López, alcaldesa electa de Bogotá, le dijo cómo aplacar la protesta. Entre otras cosas, que era momento de ser humildes, reconocer errores y hacer concesiones. Pero el presidente no entiende qué es «diálogo social», o se hace el desentendido[7]. Tras la gran marcha, reconoció el derecho a protestar y dijo estar escuchando, pero solo habló de «vándalos» para alabar a sus «héroes»: los policías. En plena desobediencia civil, siete días después se había reunido con los ministros, con los alcaldes, con los empresarios, pero no con el Comité del paro nacional. ¿Esperaba que la gente se cansara? Luego, propuso «conversar» sectorialmente (divide y vencerás), lo que fue rechazado.

El presidente no entiende que debe rendir cuentas a quienes pagan su salario, igual que policías y militares; no solo a su partido político. Ganar una elección no da derecho a usurpar el poder. El «uribismo» se tapa los oídos para insistir en una maniobra desestabilizadora y pirómana de sus oponentes. Al presidente nadie le había pedido la renuncia, sino que asumiera su responsabilidad, pero dijo que quieren arrebatarle «con violencia» lo que no pudieron ganarle en las urnas, como si su victoria hubiera sido brillante. Ahora, procura ignorar que muchos de sus electores se han convertido en manifestantes. Ha reprobado en lectura política, en empatía, en liderazgo, cuando ya rondaba el 70% de desaprobación.

Las protestas no cesan, el pueblo ha multiplicado su unidad y solidaridad, su fuerza pacífica crece con arte en las plazas; su participación plantea el dilema democracia o neofascismo[8]. ¿Quién manda en una democracia: la ciudadanía o el gobierno; los representantes o los representados? ¿Para qué sirve la violencia del Estado: para proteger a los ciudadanos o para aterrorizarlos? En uno de los países más violentos de América Latina, el pueblo ha izado la no-violencia en el asta más alta de la patria. Según Diana Uribe, se celebra la historia, es decir, la evolución incesante de la sociedad y la cultura. Una multitud sin miedo revive la idea de Mahatma Ghandi con yoga y música en la calle. En Colombia, como en otras partes de Latinoamérica, la «hiperpotencia» popular en estado de rebelión está reuniendo la fuerza marítima de quienes digna y creativamente exigen justicia y paz[9]. Si sigue firme obligará a evacuar, cuando menos, a los corruptos del gobierno, el ejército y la policía. Por el bien de todos y el futuro de los que vienen, hay que derrotar pacíficamente a los violentos ¡Basta ya y nunca más!

[1] Se trata de mercenarios que actúan en la ilegalidad donde la represión del Estado aún no alcanza.

[2] Ver: Betancur, JM (2000) Moscas de todos los colores, historia del barrio Guayaquil de Medellín, 1894-1934. Santa Fé de Bogotá, Ministerio de cultura.

[3] Colombia también tiene una alta tasa de femicidios con una impunidad encima del 90%.

[4] Álvaro Uribe, líder del «uribismo», ya intentó justificar el bombardeo de niños y los actos represivos del ESMAD. La senadora Paloma Valencia, también del Centro Democrático, publicó de manera expedita: Dilan era un vándalo.

[5] Así se llama a los muertos presentados por el ejército como guerrilleros para mejorar sus resultados. Esas «ejecuciones extrajudiciales» son una práctica de lesa humanidad conocida por Estados Unidos cuando menos desde 1984.

[6] Daniel Quintero, alcalde de Medellín, también pidió al ESMAD no intervenir, pues no era necesario (#LAVIDAESSAGRADA).

[7] Algo que atizó la indignación fue ver al presidente evadir a un periodista, que le preguntaba sobre los niños bombardeados, diciéndole: «¿De qué me hablas, viejo?»

[8] Neoliberalismo + represión = Neofascismo. ¿El paradigma? Augusto Pinochet.

[9] Dussel, E (2016 ) 10 tesis de política. México: Siglo XXI y CREFAL. Tesis 12, pág. 94.

 

Foto de: http://www.resumenlatinoamericano.org/

Enviado por el autor.

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La religión neoliberal y la interminable conquista

La peor droga es la que narcotiza el corazón y la conciencia. El peor tráfico es el tráfico de la fe y con la Palabra de Dios. Hay también “narcotraficantes religiosos”, que tendrán que dar respuesta al Dios de la justicia y de la vida. Juan Stam.

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

América Latina es el continente de la interminable conquista. Ayer se levantaron la espada y la cruz para someter a los pueblos originarios al imperio católico español y hoy se levanta la biblia y el fusil para someter a los pueblos latinoamericanos al imperio neoliberal globalizado.

El teólogo Pablo Barrera destaca que “la misma biblia cristiana que fue usada para evangelizar América Latina es usada hoy para justificar el golpe de estado contra el presidente Evo Morales, contra un modelo de sociedad alternativo al impuesto por el capitalismo imperialista” https://surcosdigital.com/la-biblia-en-el-golpe/.

Por su parte, el filósofo Enrique Dussel, entrevistado por Carmen Aristeguí en CNN, señala cómo irrumpe el fundamentalismo evangélico y católico, representado por el golpista Luis Fernando Camacho con la biblia en la mano, para desplazar la bandera Wiphala, símbolo también de la Pachamama, la madre tierra convertida en deidad indígena, más tarde revestida de muchas vírgenes de rostro indígena y negro como la Virgen de Guadalupe, la Virgen de los Ángeles, entre otras https://www.youtube.com/watch?v=Vq9B4VhOD-U&feature=youtu.be.

Es la nueva religión neoliberal, en su versión católico-protestante, que hoy se alía a las fuerzas políticas conservadoras de derecha, para enfrentar a los nuevos movimientos contraculturales que impugnan al globalismo neoliberal. Constituye el nuevo frente ideológico-religioso con el que se pretende evitar el resurgimiento de la diversidad simbólico-religiosa de los pueblos originarios, por lo que representa como fuerza social y política de resistencia a las nuevas tendencias neocoloniales.

Cabe destacar que el factor simbólico religioso en nuestro contexto latinoamericano, más allá de una institucionalidad ritualista y doctrinalista que muestra signos importantes de debilitamiento, sigue gravitando con fuerza, inclusive a la manera de una religiosidad civil de carácter laico. Por consiguiente, hoy como ayer la confrontación asume dimensiones simbólicas de alta intensidad.

El católico santacruceño Luis Fernando Camacho y el evangélico josefino Ronny Chaves son dos versiones del mismo rostro de una religión neoliberal, tal y como puede apreciarse en sus actos y desmanes simbólicos, incluida la “guerra espiritual” para la reconquista territorial de espacios ocupados o amenazados, según ellos por deidades paganas -la bandera Whipala y La Virgen de los Ángeles, respectivamente-.

Esta nueva forma religiosa se convierte en un factor muy importante a considerar dentro de la estrategia de revitalización geopolítica del capitalismo neoliberal globalizante.

Cuando hablamos de religión neoliberal, se trata de un fenómeno de dos vertientes. Por una parte, el neoliberalismo se convirtió en religión al instaurar el reino del mercado –“idolatría del mercado” (Hinkelammert)– que ofrece prosperidad y riqueza a cambio de sacrificios humanos y eco-ambientales. Por otra, el fundamentalismo religioso se secularizó asumiendo esa doctrina y revistiéndola con la seudoteología de la prosperidad. Ambos se convierten en los nuevos vendedores de “indulgencias” para acceder al reino de la prosperidad material en este mundo. Y se alían para emprender una nueva reconquista política y religiosa en América Latina.

Esta estrategia de reconquista religiosa fundamentalista se inscribe en el marco de una política de contención y desarticulación del progresismo latinoamericano. Y la derecha, al nuevo estilo teocrático de Donald Trumph y Jair Bolsonaro, ha encontrado, especialmente en el fundamentalismo neopentecostal, un aliado religioso clave para cohesionar y movilizar a sectores populares contra estos movimientos progresistas. Como señala Dussel, es una especie de cristianismo occidentalizado, de raíces en el evangelismo norteamericano, que “se propaga en el pueblo contra el pueblo”.

La nueva religiosidad neoliberal irrumpe en el escenario político latinoamericano como parte de la estrategia geopolítica de los poderes fácticos, para oxigenar el decadente proyecto globalizador neoliberal. Es la interminable conquista que hoy vuelve a las viejas vías golpistas, apostando por el poder blando o suave (soft power, Nye).

Ilustración tomada de https://blog.cristianismeijusticia.net/

Enviado a SURCOS por el autor.

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La Alianza Biodiversidad frente a los hechos de violencia en Ecuador

Frente a la brutal represión por parte del Estado en contra de pueblos indígenas y sectores populares del campo y la ciudad repudiamos estos hechos y llamamos a que se inicie un verdadero diálogo atendiendo las demandas del pueblo movilizado. Nos sentimos profundamente conmovidas y conmovidos ante las noticias de violación de los Derechos Humanos en el Ecuador.

El pueblo ecuatoriano ha salido a las calles para impugnar un paquete de medidas de ajuste fondomonetaristas, haciendo ejercicio del derecho a la resistencia contemplado en la constitución ecuatoriana.

Denunciamos la muerte confirmada de campesinos indígenas, el ataque policial a zonas de refugio de manifestantes, poniendo en riesgo la salud y la vida de menores de edad y bebés.  Todo esto en el marco de falsos llamados al diálogo que han venido acompañados de ataques a manifestantes -en su mayoría mujeres- desarmadas y con los brazos en alto.

Conocemos que en estos momentos el país se encuentra militarizado y se ha decretado un toque de queda en el área metropolitana de Quito.  En distintas declaraciones a los medios el Ministro de Defensa ha amenazado reiteradamente a toda la población levantada con el uso de toda la fuerza militar, lo mismo que en las cadenas nacionales de la presidencia, pese a que al mismo tiempo se habla de un diálogo, sin detallar en dónde, cómo y bajo qué condiciones. Ninguno de estos gestos abona la paz social y la restauración de un orden justo y democrático.

Expresamos nuestra profunda preocupación y hacemos un firme llamado al Presidente Lenin Moreno, al Ministro de Defensa Oswaldo Jarrín, y a la Ministra del Interior María Paula Romo, a frenar la represión, a deponer la posición de fuerza instaurada al amparo de un estado de excepción y toque de queda y a generar las condiciones para ese diálogo que las organizaciones han venido proponiendo durante los últimos días.

El mundo está observando lo que ocurre en Ecuador y desde nuestra Alianza nos comprometemos a seguir de cerca los acontecimientos y a seguir trabajando para romper el cerco mediático con el que se intenta ocultar los hechos de violencia y represión.

Alianza Biodiversidad

REDES – Amigos de la Tierra, Uruguay

GRAIN, México, Brasil y Argentina

Red de Biodiversidad de Costa Rica

BASE – IS, Paraguay

Campaña de la Semilla de la Vía Campesina, Chile

Grupo Semillas, Colombia

Grupo ETC, México

COA, México

Centro Ecológico, Brasil

Acción por la Biodiversidad, Argentina

CLOC – Vía Campesina

Acción Ecológica, Ecuador

Foto: https://es.aleteia.org

Enviado a SURCOS por Henry Picado

Historia del Neoliberalismo en Costa Rica – adelanto de investigación

Este avance de investigación forma parte del libro en proceso Historia del Neoliberalismo en Costa Rica, 1978-1994, que se desarrolla en el Centro de Investigaciones Históricas de América Central y gracias al apoyo de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica. Es un trabajo del historiador David Díaz Arias.

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¿Hay salida a la crisis en Honduras?

Marlin Oscar Ávila

Por seguir el “nuevo modelo liberal” o neoliberalismo, uno de los países centroamericanos que ha alcanzado a convertirse en Estado fallido es Honduras. Costa Rica es el que menores dificultades tiene actualmente, aun cuando sigue insistentemente los pasos de la privatización de sus servicios públicos, el narco actividad y hechos de corrupción de funcionarios públicos, siempre en contubernio con el empresariado, los cuales han sido los mayores flagelos de sus vecinos. La involución de la sociedad hondureña en los últimos 10 años pareciera seguir en caída libre. Sin opción para las grandes mayorías, más que seguir expresando su disgusto por las redes, como un recurso terapéutico; manifestarse públicamente aún a sabiendas que las fuerzas militares y policiales tienen orden de reprimir y hasta asesinar a quienes lo hagan; y, organizando caravanas hacia México y Estados Unidos, como opción de búsqueda de mejores oportunidades. Desde luego, hay quienes prefieren no ver, no saber y menos expresar el disgusto que causa las condiciones de su entorno, esperando, cómodamente: “que el Dios Todopoderoso sea quien cambie la situación.”

Y pareciera que, de acuerdo con las estadísticas oficiales generadas desde la propia Secretaría de Seguridad, el suicidio se posiciona como otra opción viable a la salida de la crisis que viven miles de hondureños. Más de 45 personas se han quitado la vida en los primeros dos meses del 2019. Se trata de un promedio de un caso al día en los últimos años. Se presumen sus causas, pero es un tema que aún falta por estudiarse con profundidad[1].

Los 30 productos de la canasta básica oficial alcanzan un monto 15 mil 300 lempiras[2] mensuales[3], en contraposición con un salario mínimo promedio 9 mil 443. 24. Y estos 30 productos terminan no teniendo razón de haberse seleccionado, si las distribuidoras, en especial, los supermercados, les cobran el IVA. Por otro lado, están las micro y pequeñas empresas sin capacidad para una sostenibilidad de sus negocios, los cuales es ven obligados a cerrar, tanto por la ausencia de políticas financieras apropiadas, como por las políticas de Estado, en cuanto Honduras es, junto con Nicaragua, donde se pagan más altos tributos.[4] Si encima de esto, existe la extorción de las maras quienes cobran tributos “de guerra”, en contubernio con las autoridades policiales y civiles, ningún negocio se puede sostener.

Los servicios básicos de salud (sanidad)[5] y educación para la sociedad hondureña, por otro lado, han dejado mucho por desear, y van de mal en peor. No se han llegado a reestructurar y modernizar, desde hace más de 50 años, pero sí ha habido promesas de su modernización en cada uno de los gobiernos[6]. Cada impulso de los políticos con propósito de “modernización”, se reduce a la profundización de la privatización de esos servicios, que, por otro lado, se encuentran inmersos en redes de corrupción que nadie desconoce, en las que se ven beneficiados los políticos y empresarios. El resultado: el encarecimiento a su acceso a la masa de trabajadores.

Honduras tiene un crecimiento vegetativo del 1.64% (datos de 2016)[7]. Si se promedia que en abril del 2018 había 9 millones 012 mil 229 habitantes, ahora tendríamos una población de 9 millones 160 mil 030 habitantes. En el 2016, el Banco Mundial (BM), dijo que Honduras es un país de ingreso medio-bajo que se enfrenta a desafíos significativos, con cerca del 60. 9% de la población viviendo en la pobreza en 2016. En zonas rurales, aproximadamente uno de cada 5 hondureños vive en pobreza extrema (menos de US$1. 90 al día).

Dos años después (2018), el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), daba a conocer que la pobreza había aumentado casi los ocho puntos porcentuales más: “Los datos del INE señalan que las personas en condición de pobreza representan el 68 por ciento de la población, más de seis millones de personas.” Además, informó que “…de este colectivo, el 44%, es decir, 3. 9 millones viven en la pobreza extrema, a lo que se suma otra realidad: el subempleo que es de 56% y del total de asalariados, el 75% recibe menos de la remuneración de subsistencia[8]”, lo que resulta en una fuerte explotación económica de la clase trabajadora.

Otro escenario que permite visibilizar la crisis en el país, es el éxodo colectivo de migrantes. Hasta antes de este fenómeno, el éxodo hacia EUA era manejado, exclusivamente, por traficantes (coyotes) de personas (unas 300 personas por día pagan cada una entre 5 mil y 6 mil dólares al coyote)[9], pero a partir del 13 de octubre del 2018, con la modalidad de grupos de autoprotección, de manera libre, muchas en núcleos familiares se han sumado hasta 7 mil migrantes[10]. La penúltima caravana, con más de mil personas, salió el 21 y 22 de enero de 2019 y a mediados de febrero[11]

Las cifras de migrantes que tradicionalmente han salido del país, se afirma que son 1,500 por día. Así es que en los 102 días cumplidos el viernes, ciento cincuenta y tres mil (153,000) habría abandonan su país por razones de inseguridad, desempleo, impunidad, corrupción y desprotección social. Hay muchas más familias que anhelan abandonar el país, pero no lo hacen por las condiciones actuales en las que subsisten o por no estar dispuestos a pasar los riesgos que eso implica, no obstante, cada ves más familias aceptan el reto diariamente.

Esta migración, junto a la de Guatemala y El Salvador, hacen que el gobierno de Washington pierda su cordura y amenace, no solamente con levantar un muro en su frontera sur e incluso cerrar por un tiempo el tránsito con México, donde pasan miles de millones de dólares semanalmente, pero con cortar la ayuda económica que ha brindado el último inquilino de la Casa Blanca, a los tres países del extremo norte centroamericano, que según ellos ronda los mil trescientos millones de dólares.[12] Lo que no parece admitir el equipo que gobierna a EUA, es su responsabilidad con lo que ocurre en estos países centroamericanos. Hasta el más sencillo ciudadano sabe que detener o reducir la creciente cantidad de migrantes hacia el norte, no se logra colocando muros, pero sí combatiendo las causas que la provoca. O como pareciera escucharse en toda la región, “se cambia y eligen mejores gobiernos, para acabar con esta pesadilla”, algo que se inició ya en El Salvador.

Las opciones y los vacíos políticos actuales

Algunos indicativos hacen creer que en Honduras se ha conformado una dictadura similar a las dictaduras de los ochentas: la de Perú con Fujimori, o actuales, apellidados como “democráticos” como la de los Ortega en Nicaragua; Netanyahu en Israel, y en algunos rasgos monárquicos como con Mahamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudita, y otros que surgen al amparo o no de los Halcones en la Casa Blanca de Washington. Son países donde la impunidad, corrupción, el crimen organizado y los abusos de autoridad están a la orden del día. Algunos analistas piensan que la dictadura catracha no llega ni a ser un proyecto político a largo o mediano plazo, sino a un equipo de criminales, vestidos de políticos, astutos usurpadores del poder, sin ningún escrúpulo para robar hasta la saciedad lo que pertenece al pueblo. Es por esto que se ha roto el récord de asesinatos de civiles, aun en territorios en estado de guerra. Si esto es así, Honduras está al lado de la peor de cualquiera de las dictaduras políticas en el globo terráqueo.

La separación de poderes entre la Corte Suprema de Justicia, el Congreso y el Ejecutivo, en el caso hondureño, se ha venido denunciando como inexistente, desde que el poder está concentrado en el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS), establecido por el decreto legislativo No. 2392011 en el 2011, presidido entonces por el presidente actual de la “República”[13].

Desde allí se emanan las directrices que definen las principales políticas a seguir en toda la institucionalidad del país. En ocho personas que encabezan esos poderes, incluyendo a los Secretarios de Seguridad y Defensa, esta hegemonizado el poder de todo el Estado y, desde luego, quien preside este pequeño grupo, es quien dirige sin menor discusión los lineamientos del Estado completo. Es así como la misma Constitución, en su artículo 287, da pie para que luego, un grupito de funcionarios convierta el poder político “democrático” en una dictadura, aunque mantenga en su discurso, las expresiones de una democracia en funciones. Siendo que ahí están el Fiscal General y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, no se puede esperar más que un comportamiento mafioso.

El golpe de Estado de junio del 2009, además de las jugadas políticas y económicas mafiosas posteriores del líder liberal Roberto Mitcheletti Bain, incluidas las dos últimas elecciones fraudulentas,[14] sin cumplimiento alguno de las promesas de campaña, apoyados por Washington, ha llevado al pueblo hondureño a una creciente insatisfacción hacia sus gobernantes y las instituciones del Estado[15].  Los nueve años con cuatro meses posteriores al golpe de Estado han sido de significativos intentos de cambios de gobernantes[16] por parte de amplios sectores sociales y partidos en la oposición,[17] sin lograr trascender más allá de momentos de esperanzas que luego se convirtieron en la frustración de propuestas políticas, con centenas de asesinatos, prisioneros y exilados políticos. Esta frustración convertida en enojo, inunda las redes sociales con el descrédito aligerado, la ofensa y descalificación de quienes tratan de encontrar una salida alterna al posible éxodo masivo de una más significativa cantidad de ciudadanos, niños y niñas, profesionales, e incluso empleados que no logran superar los sueldos de hambre que les dan las patronales.  La mente estrecha de miembros del PN quieren hacer creer que este éxodo en caravanas es promovido por el partido de oposición Libre, por lo que entre más “dis que militantes de Libre” salen, son menos los votos de la oposición al PN.

Ese escenario ha llevado a grupos sociales a desilusionarse de quienes han liderado los movimientos y partidos políticos dentro de la oposición, por ser incapaces de evitar los fraudes y las negociaciones que les ha fragmentado, pese a las propuestas de unificación de los partidos progresistas en un solo bloque, proyecto que dejó de atraer luego de la fugaz existencia de la Alianza Opositora Contra la Dictadura.

En los últimos meses hemos visto, no sólo el desarme de los esfuerzos de unidad entre partidos y movimientos políticos, también la fragmentación de partidos de la oposición como Libertad y Refundación (LIBRE), los que están atravesando reducción de credibilidad de sus líderes que hacen dudar que sean una alternativa. No se trata de inexistencia de probables líderes, se trata de ausencia de propuestas estructuradas, proyectos creíbles y de definir mejor los criterios para su selección.  Aun cuando hay un ambiente muy emotivo que descalifica cualquier esfuerzo político serio y realista, se debe tener propuesta creíble. Por ejemplo, debería existir un análisis histórico que brinde un diagnóstico del origen de los círculos sociales y actores que han ocupado el poder político desde 1982, después de una constituyente, cuando se cree haber iniciado la instalación de gobiernos civiles, o no militares.[18] Tener una explicación de cómo y porqué surgen esos nuevos gobiernos, los orígenes sociales y económicos, como de sus inicios en la política, ayuda a definir criterios para saber las fuentes sociales, económicas y políticas de adónde no debe y adónde sí es recomendable extraer a futuros gobernantes y burócratas. Una reseña y caracterización de esta índole puede ayudar a conocer, por ejemplo, cómo creció la figura del actual presidente, sus orígenes y cómo se llega a conformar una familia con poderes absolutos, acusados de liderar carteles de la droga[19]. Si no sabemos cómo se llega a tener un dictador o un liderazgo como el de Manuel Zelaya quien ha sobrevivido lo que ningún estadista centroamericano ha pasado, pero que aún nueve años después mantiene un liderazgo y una especie de carisma indiscutible, al no hacer ese recuento analítico, se mantendría el riesgo de otro fracaso de elevadas consecuencias para el país. En esto ayuda el saber hasta en qué escuelas, colegios y universidades se educaron estos personajes, su círculo de amigos/as y su forma de adquirir el capital que poseen.

Cualquier crisis dentro de la oposición favorece a la actual administración de gobierno que, además, ha caminado de la mano de Washington. De acuerdo con algunos medios, las élites gobernantes y empresariales, incluyendo a oficiales del ejército nacional, están involucrados en alta corrupción[20] y en la narco actividad en grande[21], mucho liderado por el hermano del presidente, el señor Antonio (Tony) Hernández[22], sin dejar de lado a la difunta hermana del presidente, doña Hilda Hernández, quien manejaba muchos negocios ilícitos[23] , además de fungir como Ministra “sin cartera”. No cabe dudas que el conflicto y amenaza guerrerista de Washington contra Venezuela[24] y, ahora contra Nicaragua y Cuba, contribuye a que Juan Orlando Hernández se aproveche para llevar agua a su molino, siempre cumpliendo muy obedientemente las órdenes que emanan sus jefes desde el Departamento de Estado en EUA.  Su último movimiento es hacia convertir las criticas directas hechas por el presidente elegido de El Salvador, Armando Bukele Ortez, en una “defensa a la patria”, algo que no extraña en su desbordado cinismo habitual. Mientras sus tropas persiguen, detienen, asesinan jóvenes y reprimen a la ciudadanía que se manifiesta en diferentes zonas del país, él exhibe sus aviones de guerra y da una gira turística, gravada y publicada en las redes sociales, por las tierras del Golfo de Fonseca. Washington es consciente del perfil delictivo del presidente hondureño, pero sigue manteniendo a su conveniencia esta enfermiza relación. Los Halcones de Washington saben que el presidente Juan Orlando Hernández no les puede negar ninguna negociación porque éste sabe que, de entrar en contradicción, lo puede llevar al siguiente día a los juzgados de Nueva York para que sea juzgado por complicidad en el narco tráfico. En estos días el Pentágono e Israel, le acaba de vender una flota de helicópteros artillados y aviones de guerra a Honduras.

Los medios corporativos de información contribuyen en mantener la ingenuidad de la ciudadanía entreteniéndole con futbol y novelas diariamente a hombres y mujeres; con un ejército completamente involucrado en lo ilícito, volcado hacia el gobierno acusado de narcotráfico, por las significativas prebendas que sus altos oficiales logran, salvo un grupo clandestino de oficiales y ex oficiales intermedios que tratan de rescatar el prestigio y la moral de las FFAA. Así las cosas, al pueblo trabajador hondureño, víctima del peor gobierno en décadas, no le quedan más que dos opciones: luchar en las calles contra la dictadura hasta lograr su caída o, salir huyendo del país a como dé lugar. En una lucha campal, estilo chalecos amarillos europeos, seguramente un nuevo liderazgo aparecerá, con mejores criterios de selección. Es de esa lucha campal de donde se podría extraer a un nuevo y verdadero liderazgo político, puesto que esta sociedad tiene muy valiosas personas, comprometidas con lograr una Honduras que permita una mejor calidad de vida. Es asunto de perder ese miedo cultivado por el sistema dominante. Desde luego, esta lucha por los cambios estructurales incluye el rompimiento o fraccionamiento de la argolla que conforma el Consejo de Seguridad Nacional. También incluye el persuadir a la Comunidad Internacional de desistir con su apoyo a esta dictadura, aun cuando nadie ignora el doble racero que mantiene la cooperación internacional, particularmente la estadounidense y de la Unión Europea. 

[1] https://wp.radioprogresohn.net/alarmantes-cifras-de-suicidio-en-honduras/ https://criterio.hn/2019/02/23/honduras-reporta-2750-suicidios-en-los-ultimos-ocho-anos/

[2] 0,041 dólar por un lempira, a la fecha de redactar este artículo.

[3] https://criterio.hn/2018/07/14/canasta-basica-de-honduras-entre-las-mas-caras-del-mundo/

[4] https://criterio.hn/2018/07/14/canasta-basica-de-honduras-entre-las-mas-caras-del-mundo/

[5] . De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el desempeño de los sistemas nacionales de salud Honduras ocupa la posición 131 de 191 países [5]. La importancia de contextualizar el rol del Estado en el sistema de salud radica en que sólo 2.9% de la población está cubierta por seguros privados [6 http://www.archivosdemedicina.com/medicina-de-familia/situacin-del-sistema-de-salud-en-honduras-y-el-nuevo-modelo-de-salud-propuesto.pdf

[6] https://www.elheraldo.hn/pais/1155919-466/gobierno-de-honduras-buscar%C3%A1-modernizar-salud-y-educaci%C3%B3n

[7] https://www.indexmundi.com/es/honduras/tasa_de_crecimiento.html

[8] https://www.oncenoticias.hn/la-onu-confirma-que-honduras-recayo-tres-puntos-en-los-indices-de-pobreza-extrema/

[9] https://www.nytimes.com/es/interactive/migracion-coyotes-contrabando/https://www.laprensa.hn/honduras/1153842-410/honduras-migrar-migrantes-eua-migraciones-indocumentados-

[10] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45978111

[11] https://www.oncenoticias.hn/reportan-nuevo-exodo-masivo-de-hondurenos-hacia-ee-uu/

[12] CNN 31 de marzo, 1 de abril de 2019

 

[13] Ese término entrecomillado, pues una en una verdadera REPÚBLICA, el poder descansa en el pueblo, y éste delega el poder en tres instituciones esenciales que se convierten en el poder Legislativo (Congreso), Judicial (Corte Suprema de Justicia) y el Ejecutivo (el presidente y su Gabinete de ministros).  

[14] http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/12/18/fraude-electoral-en-honduras-el-grito-silencioso/

[15] https://www.laprensa.hn/honduras/tegucigalpa/428399-98/elecciones-2013-seguidores-de-libre-salen-a-protestar-a-las-calles-de https://presencia.unah.edu.hn/noticias/en-honduras-hay-poca-confianza-en-las-instituciones-segun-encuesta-de-percepcion-del-iudpas/

[16] https://criterio.hn/2017/08/24/conozca-plan-gobierno-la-alianza-opositora-la-dictadura/

[17] https://www.elheraldo.hn/pais/1169345-466/alianza-de-oposici%C3%B3n-anuncia-comandos-de-insurrecci%C3%B3n-en-las-calles

[18] https://www.elheraldo.hn/especiales/eleccionesgenerales2013/historia/presidentesperiododemocratico/

[19] Reflexión hecha el domingo 31/3 con dos buenas amistades en un café.

[20] https://www.laprensa.hn/honduras/1200505-410/caso-pandora-diputados-honduras-sag-corrupcion-lavado-activos-

[21] https://www.laprensa.hn/honduras/1056810-410/militares-daban-seguridad-e-informaci%C3%B3n-de-radar-a-los-cachiros; https://es.insightcrime.org/noticias/noticias-del-dia/colusion-del-ejercito-de-honduras-con-narcotraficantes-continua-existiendo-informe/

[22] https://tiempo.hn/fiscalia-revela-las-confesiones-de-tony-hernandez/

http://www.elpais.hn/2019/01/04/niegan-a-tony-hernandez-defenderse-en-libertad/

https://www.nytimes.com/2018/11/26/world/americas/honduras-brother-drug-charges.html; https://tiempo.hn/fiscalia-revela-las-confesiones-de-tony-hernandez/

http://www.elpais.hn/2019/01/04/niegan-a-tony-hernandez-defenderse-en-libertad/

https://www.nytimes.com/2018/11/26/world/americas/honduras-brother-drug-charges.html

[23] http://elperiodico.hn/2018/11/26/abogado-omar-menjivar-hilda-hernandez-dirigia-saqueos-de-fondos-publicos/

[24] https://actualidad.rt.com/actualidad/306784-eeuu-sanciones-venezuela-resolucion-ayuda-humanitaria

https://canal6.com.hn/washington-afirma-que-anunciara-mas-sanciones-contra-venezuela.html

http://www.latribuna.hn/2019/02/20/ortega-tiene-los-dias-contados-dice-asesor-de-seguridad-nacional-de-trump/

 

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El neoliberalismo es el nuevo principio de la Constitución

Oscar Madrigal

Hasta el voto de la Sala IV sobre el proyecto fiscal, el capítulo de Garantías Sociales tenía su fundamento en el principio cristiano de justicia social y nuestro Estado se definía como estado social, con el fin, como dice la Constitución, de “procurar una política permanente de solidaridad nacional”. (Art. 74). El otro principio fundamental en materia social que establece la Constitución es que “El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país” (…) “y el más adecuado reparto de la riqueza”. (Art. 50). Pues bien, a partir del viernes pasado, el nuevo principio constitucional, según esos magistrados, es el equilibrio de las finanzas públicas.

En consonancia con esta posición el Estado Social queda supeditado a que no se rompa la relación ingresos-egresos del Estado, con lo cual los derechos sociales o individuales, dependerán en el futuro de la “solvencia económica estatal”. Textualmente lo dice: “De manera inexorable, debe existir un equilibrio entre los derechos prestacionales y la solvencia económica estatal, ya que los primeros dependen de las posibilidades materiales propiciadas por la segunda”.

De esta manera los derechos existirán siempre y cuando hayan recursos; por ejemplo, habrá medicinas contra el sida, si la Caja tiene recursos, electricidad en zonas alejadas sin al ICE le genera un equilibrio financiero, clínica de fertilización en vitro si Salud posee dinero o simplemente salarios crecientes si el Ejecutivo tiene plata.

Los magistrados lograron que la austeridad neoliberal adquiriera rango constitucional, el viejo y añorado sueño de Miguel Ángel Rodríguez de incluir un capítulo en la Constitución de Garantías Económica, lo lograron sin discusión alguna nuestros neoliberales con este fallo.

Además, la Sala IV (que ya no es constitucional) da otro paso: el Estado social de derecho “ideal” es el Estado Social de Derecho “posible”, es decir, se constriñen las prestaciones sociales y por tanto los derechos a la política de equilibrio presupuestario. Este, sin duda, es un cambio radical en la concepción de los derechos de los habitantes, los cuales ahora deben limitarse a lo que presupuestariamente es posible, con lo cual no habrá avance posible en el futuro.

En fin, la decisión de estos magistrados, es una pieza sacada del neoliberalismo, adosadas con un fuerte tinte inhumano, sin análisis jurídico y alejado de los principios que hasta ahora habían orientado la Constitución y el Estado costarricense.

Imagen tomada de http://dfiscal.blogspot.com

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.

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Sobre el odio a los migrantes nicaragüenses y otras enfermedades sociales

Sobre el odio a los migrantes nicaragüenses y otras enfermedades sociales

Juan Carlos Cruz Barrientos

Lo ocurrido este sábado 18 con la manifestación xenofóbica es una escenificación de nacionalismo exacerbado, odio hacia la población nicaragüense y autoritarismo fascistoide largamente alimentado por sectores de la ultraderecha. Tres fenómenos que se alimentan de la irracionalidad por un lado, de la ignorancia por otro y que en común tienen un caldo de cultivo en las condiciones objetivas de vida de las víctimas del modelo económico neoliberal: desempleados, trabajadores informales y asalariados mal pagados…

Estas personas enfilan sus frustraciones hacia quienes ven como la amenaza externa a los migrantes pobres de un país con el que largamente se mantiene una relación conflictiva: la clase trabajadora nicaragüense. Sin embargo son fenómenos que deben abordarse por separado ya que la manipulación ideológica de chovinismo, el odio hacia el migrante pobre y las exhortaciones a la mano dura, son armas que tarde o temprano devienen en gobiernos autoritarios filo-fascistas que lejos de resolver los problemas estructurales, los agravan.

No podemos dar pie a ningún argumento que legitime el uso de la simbología de unidad patriótica, como es la selección nacional de fútbol, ni la supuesta relación entre migración y creciente criminalidad, para aniquilar nicaragüenses como lo pretendían los manifestantes del sábado. El supremacismo costarricense en cualquiera de sus manifestaciones, es un invento ideológico de la derecha para ocultar lo que en común tenemos todos los pueblos centroamericanos que es la creciente desigualdad social entre ricos y pobres.

Los migrantes nicaragüenses no son responsables del desempleo en Costa Rica. La causa del desempleo es el estancamiento de nuestra economía que dejó de crecer desde hace años y en eso nada tienen que ver los migrantes. Los migrantes nicaragüenses tampoco son responsables de la sobredemanda de servicios médicos en la Caja Costarricense de Seguro Social porque se trata de una migración joven que hace poco uso de los mismos. Los problemas en la calidad de atención que brinda la Caja hay que buscarlos en las malas decisiones y en la corrupción de la alta gerencia y algunos cuantos médicos inescrupulosos.

Tampoco es cierto que exista una relación estadística entre el aumento de la criminalidad y la migración nicaragüense. Dicho aumento es fruto de la actividad de las bandas de narcotraficantes y ahí tampoco tiene que ver el grueso de los migrantes nicaragüenses.

En todo caso los hechos del sábado 18 favorecen a Ortega para descalificar a los que huyen de la tiranía y de paso alimentar el desprecio hacia el pueblo costarricense. No es descartable esperar de Ortega otras sorpresas fronterizas, como autoagresiones, para desviar la atención y alimentar el sempiterno recurso del conflicto entre ambas naciones al estilo de Isla Calero.

Frente a los chistes y comentarios xenófobos, frente a la desinformación y las mentiras, frente a los llamados patrioteros, no podemos permanecer indiferentes. Una escalada del odio contra nuestros hermanos de la clase trabajadora nicaragüense tampoco resolverá los problemas estructurales que nosotros los ticos no hemos podido resolver, sólo fortalecerá a los políticos oportunistas que se valen del malestar y la frustración social para llevar agua al molino del fascismo.

El problema fiscal: Lo que no debería hacerse pero insisten tercamente en hacer

Luis Paulino Vargas Solís

 

Sin duda nos conviene, incluso nos urge, encontrar una salida pronta al problema del déficit fiscal y la escalada ascendente sobre la deuda pública que trae consigo. Pero ello no debería de ninguna manera ser pretexto para la precipitación y la chapucería. De acuerdo con la evidencia empírica y la teoría más seria y mejor fundamentada, hay cosas que no deberían hacerse. Lo malo es que se insiste en hacerlas.

El problema fiscal, la economía y el empleo

El primer serio error es no captar la relación entre el problema fiscal y el desempeño de la economía y del empleo. Si en otras épocas, se decía que el “mejor ministro de Hacienda” era una buena cosecha de café, hoy, tiempos del gobierno de Carlos Alvarado, podemos afirmar que la “mejor ministra de Hacienda” es una economía boyante que genere muchos empleos de calidad. El dinamismo económico, que pone a caminar todos los engranajes de la maquinaria productiva y provee empleos abundantes con salarios al alza, automáticamente genera mayores ingresos al gobierno. En cambio, por ya casi diez años la economía tica crece claramente por debajo de sus estándares históricos, con el agravante –incluso mucho más importante– que ese mediocre dinamismo es sumamente deficitario en términos de su capacidad para generar empleos y contribuir al sostenimiento de las finanzas públicas.

Según como se haga, el abordaje de lo fiscal puede dañar la economía y el empleo

Si se opta por un abordaje que enfatiza el recorte de gastos del gobierno, y la imposición de impuestos que obliguen a los sectores pobres de la población y a los grupos medios a recortar sus gastos de consumo, lo que tendremos, con casi total seguridad, es un bajón de la economía que deteriorará aún más la de por sí lamentable situación del empleo. Es como si decidiéramos despedir a nuestra “mejor ministra de Hacienda”, para sustituirla por algún tipo inepto y descuidado. El problema podría empeorar en vez de mejorar, y resolverlo conllevará costos aún más elevados.

A mediano y largo plazo la factura podría ser muy onerosa

Tenemos entre manos propuestas fiscales que, claramente, se desentienden de los problemas del empleo. Se arriesga con ello agravar la anemia crónica de la economía y la masiva carencia de empleos decentes. Pero, además, son propuestas inequitativas, que recargan los costos del proceso sobre los sectores más pobres y, en segundo lugar, sobre los grupos medios. Ello agravará la de por si aguda desigualdad que hoy fractura nuestra sociedad. Y, para peores, se apuesta (por medio de la regla fiscal) a un debilitamiento de la institucionalidad pública que, por encima de todo, golpeará a quienes más necesidad tienen. Esto puede provocar inestabilidad social en lo inmediato y, en todo caso, es algo que daría combustible al hervor a fuego lento del malestar y el disgusto que siente mucha gente en Costa Rica, especialmente en las zonas periféricas empobrecidas y olvidadas, y en los barrios marginales de las ciudades del Valle Central. Es echar leña a una hoguera que eventualmente puede convertirse en una enorme conflagración. Ya lo vimos en esta última campaña electoral, cuando caminamos al borde del abismo. La próxima podríamos caer.

Las propuestas en discusión: ejemplo perfecto de lo que NO debería hacerse

La transformación del impuesto sobre las ventas en impuesto al valor agregado (IVA), generalizando su aplicación a muchos servicios que hoy están exentos, tendrá dos consecuencias principales: en lo inmediato obligará a un recorte de los gastos de consumo por parte de familias pobres y de clase media, lo que implicará un frenazo a la economía y, posiblemente, un deterioro en los pésimos indicadores de empleo que tenemos. Segundo, en el mediano y largo plazo, agudizará la desigualdad, ya que es un impuesto que pesa más fuertemente sobre el bolsillo de quienes menos tienen.

El IVA podría ser aceptable, dadas las ventajas que tiene como herramienta para el control del fraude en el impuesto sobre la renta, pero solo si fuese parte de una propuesta integral que hiciese que, en su conjunto, el sistema tributario fuese realmente justo y equitativo. No es lo que se propone. El impuesto sobre rentas y ganancias de capital, incluido en el proyecto en discusión, podría dar un aporte en ese sentido, pero en gran medida pierde ese cualidad, en vista del diseño que se le da (una tasa “plana” del 15%, que lo mismo sería pagada por el pequeño inversionista o ahorrante, que por los grandotes). El incremento en el impuesto sobre salarios por encima de 2,1 millones al mes, tiene cierto grado de progresividad o justicia (poquitas personas en Costa Rica reciben tal monto de ingresos), pero es claramente, un impuesto que afectará a los profesionales asalariados del sector público, y el cual no toca en absoluto a los ricos-realmente-ricos, propietarios de grandes patrimonios (como acciones de empresas; bonos del gobierno; mansiones principescas; edificios de alquiler; yates, autos de lujo y aviones privados, etc.).

La llamada regla fiscal (véase mi artículo Regla fiscal parte II: para entenderla y entender el disparate) es claramente un receta animada por una feroz ideología anti-sector público, que inevitablemente conducirá a un mayor debilitamiento de los servicios públicos, con graves consecuencias: para la población más pobre en primer lugar, así como para estabilidad social y política en su conjunto.

Por su parte, todo el discurso que insiste en el recorte del gasto público, y que en buena medida traduce un odio mal disimulado hacia los empleados y las empleadas públicas, confunde la mojigatería moralizante con las realidades de la economía. Eso sumará a los factores regresivos, dañinos en lo inmediato para la economía y el empleo, y, a mediano y largo plazo, para la desigualdad, la estabilidad democrática y la paz social.

Necesitamos una propuesta fiscal diseñada sobre la base de otros criterios. Sobre eso volveré en un artículo posterior.

 

En imagen de portada: Rocío Aguilar, nueva ministra de Hacienda.

Tomado del blog: http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com

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