Carta del centenario de Paulo Freire
SURCOS comparte la siguiente información:
Declaración final
Encuentro Internacional “Educación Popular y Ciudadanía: Experiencias y Desafíos”
4 de octubre de 2021
Mucho más que una doctrina económica o un conjunto de políticas y acciones, el neoliberalismo es una verdadera concepción del mundo y de sociedad que busca la deconstrucción de los espacios colectivos de trabajo y sociabilidad, descompone lazos de cohesión y solidaridad, socava la fe en la fuerza de la acción colectiva, promueve el individualismo y el espíritu empresarial competitivos. En los últimos años, aunque de diferentes formas, en los más diversos países, tanto en los periféricos como en los centrales, las fuerzas políticas y sociales populares y progresistas han sido desafiadas, más que nunca, a emprender una verdadera lucha cultural para la cual, en muchos casos, no estaban preparadas.
La educación y la cultura, de hecho, se han convertido en uno de los campos de batalla decisivos de la guerra sin cuartel declarada a la democracia, a la libertad de expresión y al concepto mismo de ciudadanía, entendido como la construcción histórica de seres humanos libres, libres para construir y construir su mundo … y no individuos serviles y domesticados.
En América Latina, África y Asia, así como en América del Norte y Europa, gobiernos y movimientos xenófobos, homofóbicos, supremacistas y racistas pretenden negar y destruir las posibilidades de supervivencia y renovación de conocimientos y culturas de los sectores subalternos. Lo que está en juego es: ¿qué valores, cosmovisiones, conceptos y prácticas serán hegemónicos en el tejido social y sobre qué base se puede construir una sociedad libre, democrática y justa, confiando en el potencial transformador de la diversidad y la educación crítica?
De ahí la enorme relevancia de Paulo Freire y su llamado a una pedagogía emancipadora y popular, una pedagogía emancipadora porque es popular y que es popular porque es emancipadora, una educación concebida como reconocimiento e intercambio de conocimientos, como un proceso simultáneo y relacional de construcción de educadores y educandos, parte de un proceso que, al transformarnos a ambos, nos permite transformar el mundo en el que vivimos.
Afirmar la relevancia de la Educación Popular requiere reconocer, sin embargo, los múltiples y nuevos desafíos que enfrenta. Para que la Educación Popular impulse y revolucione una Escuela Pública que, en los últimos 50 años, ha avanzado en los países periféricos hacia la universalización, pero también hacia una enseñanza pobre, homogeneizadora, orientada a formar y disciplinar a los hijos de la clase trabajadora. Para que la Educación Popular absorba, se desarrolle y se proyecte en la lucha por la justicia ambiental y por un tratamiento integral e integrador, holístico, de la crisis ambiental y del cambio climático. Para que la Educación Popular se fortalezca y se enriquezca a partir de las experiencias de la agroecología y contribuya al avance de las luchas por la reforma agraria. Para que nos apropiemos y aprendamos con las nuevas formas de asociativismo, cooperativismo y economía popular y solidaria. Para que la Educación Popular sepa manejar creativamente las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, con el creciente acceso a medios de difusión de ideas que, contradictoriamente, conviven con el control oligopólico de los medios y plataformas de comunicación.
La Educación Popular también tiene el desafío de ser parte de la formación de subjetividades capaces de tratar con identidades de clase, género, etnia y otras. Y deberá avanzar en la articulación y complementariedad de saberes a nivel local, regional, nacional e internacional, contribuyendo a que los procesos de lucha reconozcan las singularidades locales y, a la vez, se afirmen en la necesaria convergencia internacional de luchas que respondan a los intereses comunes de todos los pueblos.
La razón de ser y el significado de la Educación Popular permanecen, como en sus orígenes, en el reconocimiento de que la práctica social, como praxis, constituye la base sobre la cual se produce el conocimiento y surgen las conciencias críticas capaces de impulsar procesos de transformación social. Pero estos principios hoy deben ser discutidos e implementados en un mundo que redefine las relaciones sociales y escalas de acción y reflexión, exigiendo una reconfiguración en la lucha por el mundo del Buen Vivir, inseparable de la construcción de una episteme decolonial y pluriversa que permita superar la colonialidad de conocimientos y poderes.
Reconocer que la sociedad contemporánea se enfrenta a una crisis sistémica que afecta los cimientos mismos de la sociedad y las condiciones de reproducción de la base material de la existencia de los seres humanos y otros seres vivos, es reconocer que la Educación Popular, más que nunca, tiene el desafío de contribuir a la invención de formas y modos de vida emancipadores, cooperativos, solidarios, en armonía con la naturaleza … que sólo serán posibles allí y cuando la Educación Popular y los educadores populares no se constituyan como un segmento particular del campo popular, sino cuando estén plenamente comprometidos, activos y en diálogo con los procesos de lucha y con los y las que luchan.
Si los desafíos son enormes, también parecen enormes las posibilidades de que los procesos de Educación Popular jueguen un papel relevante en la resistencia a la barbarie y en la construcción de nuevos y coexistentes, múltiples y diversos mundos posibles. Las celebraciones por el Centenario de Paulo Freire mostraron este potencial y arrojaron luz sobre la riqueza, diversidad, creciente conciencia e impacto de las dinámicas de educación popular inspiradas en el pensamiento y la obra de Paulo Freire.
Ha llegado el momento de continuar por el camino abierto por el Centenario.
¡Paulo Freire vive!
Adjuntamos el documento oficial: