Skip to main content

Etiqueta: Oscar Aguilar Bulgarelli

¿Dónde está escondido el Tribunal Supremo de Elecciones?

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

Es público y notorio, como dicen los abogados, que desde el mismo día que terminó la campaña política del 2022, Rodrigo Chaves Robles empezó, sin prisa y sin pausa, la de 2026. Muchos, obnubilados por su retórica populista y vulgar, le siguieron el juego sin darse cuenta de la gravedad de lo que estaba sucediendo. Hoy a tres años de aquel mal paso dado por nuestra democracia, muchos están cayendo en cuenta de su equivocación; pero algunos siguen con la vista nublada y apoyan a Chaves, quien ahora se quita la careta y a mandíbula o quijada batiente, anuncia que “piensa” en la posibilidad de renunciar a la Presidencia de la República y lanzar su candidatura a diputado, para lo que pide a sus súbditos que voten los suficientes por su partido taxi (¿?) para sacar 40 legisladores.

No cabe duda, es una estrategia muy bien planeada con mente diabólica, por sus asesores de la misma calaña. Primero, eso de renunciar a la Presidencia, está por verse; pues dice el artículo 121, inciso 8, de nuestra Constitución Política que corresponde a la Asamblea Legislativa recibir el juramento y “conocer de las renuncies de los miembros de los Supremos Poderes, con excepción de los Ministros de Gobierno, resolver las dudas que ocurran en caso de incapacidad física o mental de quien ejerza la Presidencia de la República y declarar si debe llamarse al ejercicio del poder a quien deba sustituirlo…” , pero también de acuerdo a los incisos 9 y 10 de la CP, le corresponde a la Asamblea admitir las acusaciones que haya contra esos funcionarios y resolverlas con votación calificada de 38 votos.

Entonces, Chaves tendrá que declararse loco, esquizofrénico, bipolar o padecer de trastornos de comportamiento disruptivo y disocial, de los que ya ha dado muestras o síntomas evidentes durante estos tres años transcurridos. Sin embargo, es importante tener en cuenta opiniones como la del jurista don Manrique Jiménez que considera que basta que el presidente comunique su renuncia a la Asamblea Legislativa, como un acto de formalidad, para que tenga validez y eficacia la renuncia y que no tiene necesidad de aprobación. Bueno, son opiniones contrastantes y, por lo visto, será un tema que desatará la controversia.

Pero la verdad, la tal renuncia es lo que menos le importa al tiranuelo de Chaves, es simplemente un distractor que le permite algo más importante para su proyecto político y el de su diabólico grupúsculo: tener participación político electoral activa y pedir votos para sus papeletas de diputados que viajan en su taxi político, conducido por Pilar Cisneros como chofer con sueldo millonario de diputada, pagado por todos los costarricenses.

Entonces cabe hacer la pregunta: ¿esa participación político electoral e ilegal de Chaves, se puede parar, evitar, frenar y ponerlo en orden?, ya sabemos que de mutuo propio no lo hará, pues su vocación violadora lo lleva a atentar contra la ley y no obedecerla. La respuesta es sí, y por eso me pregunto: ¿Dónde está, donde se escondido el TSE? Veamos.

En primer lugar, el Presidente de la República, al igual que los Vice Presidentes y Ministros, entre otros funcionarios, tienen prohibición de participación político electoral, según el artículo 146 del Código Electoral que entre otras formas de participación señala que no podrán asistir a reuniones de carácter político ni “utilizar la autoridad e influencia de sus cargos en beneficio de los partidos políticos ni hacer ostentación partidaria de cualquier otro género”, y Rodrigo Chaves ha incumplido ese texto, palabra por palabra, cuando ha tenido en las oficinas de la Presidencia de la República a funcionarios a sueldo organizando partidos, su participación en la campaña por las municipalidades y para organizar acciones con miras al 2026, tal como lo han reconocido públicamente por medios de prensa, Chaves y sus funcionarios.

Pero además, el Presidente Chaves desde hace meses en reuniones públicas realizadas en Nicoya, Limón, Cartago, San Carlos y difundidas urbi et orbi por su prensa vasalla y todos los mércales en su show de noticias, habla claramente de sus deseos electorales, pide votos para elegir 40 diputados, alaba a los actuales y pide que se elijan 40 como ellos, según él…¿para qué?, para dominar el Poder Legislativo, pasar las leyes cargadas de inconstitucionalidades que ahora no ha podido, convocar una Asamblea Constituyente que él anuncia, desde ya, quiere presidir para hacer un régimen autoritario y antidemocrático al estilo Bukele, Maduro u Ortega, según sea su gusto del momento. Inclusive, en su show mediático del pasado miércoles 11 al dar respuesta a la negativa de los presidentes de los otros poderes a participar en su “show debate”, amén de su mofa y tono sarcástico, de nuevo se lanzó a la arena político electoral abiertamente; mientras el TSE sigue guardando silencio.

Todo lo anterior, tiene tres años de hacerlo abiertamente, reconozco que es en la único que Chaves no ha sido hipócrita y no ha mentido, también ante la mirada impávida del TSE. Si a los magistrados les ha dado temor de actuar de oficio, desde hace muchas semanas tienen en sus manos, varias denuncias presentadas por ciudadanos y por el presidente del PLN que, conforme a los artículos 266 y 267 del Código Electoral, llenan los requisitos de legitimación y procedimental para ser acogidos y tramitados. Porque el deber de los magistrados del TSE es, de acuerdo con el artículo 146 del Código Electoral “ordenar la destitución e imponer inhabilitación de ejercer cargos públicos por un periodo de dos a cuatro años a los funcionarios citados, cuando sus actos contravengan las prohibiciones contempladas en este articulo”, más claro no canta un gallo.

Me dirán que conforme los señala el mismo Código hay procedimientos a seguir según el artículo 269; si en efecto los hay, pero el levantamiento de ese expediente no tiene plazo y por lo tanto, pueden los señores Magistrados poner términos perentorios por la gravedad de los hechos, por su urgencia y porque todo lo denunciado es público, está en mil lugares, en los medios de comunicación y en las propias computadoras del TSE, no es nada esotérico, pues hasta en sus celulares encuentran las imágenes de estos hechos; es decir si se trabaja de verdad y se tiene el valor necesario para tomar decisiones y no se esconden de sus obligaciones; el TSE debería estar poniendo orden, aunque fuera una “jaladita de orejas” a un Presidente acosador y abusador de nuestra democracia y nuestras libertades.

Pero no, parece que están escondidos, pidiendo que no les “hagan olas” pues todo hace pensar que no saben nadar en esos mares tormentosos.

Si… al SINART

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli
Fundador y Expresidente Ejecutivo

Desde que el presidente Rodrigo Carazo me encomendó la hermosa e importante tarea de fundar el Sistema Nacional de Radio y Televisión Cultural hace un poco más de 46 años, éste aun siempre tuvo en el diario “La Nación” su peor enemigo, pues junto con otros medios impresos, de televisión y radio, nunca dejaron de parar mientes para encontrar justificaciones y cerrarlo, sin lograrlo aún. Por eso, cuando el desgobierno chavistas lo manipuló, instrumentalizó, lo alejó totalmente de sus objetivos iniciales hasta llevarlo al borde del desfinanciamiento, creí que los de la NaziOn y sus adláteres se frotaban las manos y decían…al fin!!

Pero el editorial de hoy de ese periódico, debo confesar y reconocerlo, me dejó con la boca abierta y la quijada pegando al piso, cual si fuera semejante a la presidencial zapoteña. ¡La NaziON apoya el SINART!, no lo podía creer, lo leí dos veces por si acaso, pues no quería equivocarme; pero no, estaba leyendo bien. Vinieron a mi memoria aquellas décadas en las que Rodolfo Jiménez Borbón (Don Popo) y los directores a su servicio, llenaban ese medio de noticias falsas y mal intencionados editoriales contra la institución, y las mil batallas dadas contra ellos que he dejado narradas parcialmente en mis Memorias. Pero pareciera que los “nuevos popitos” que asumieron el poder en esa empresa, tienen otros horizontes, pero no me hago ilusiones.

Sin embargo, hay tres observaciones que hace el editorialista, para justificar que el SINART debe sobrevivir y jamás pensar en cerrarlo que, dicho sea de paso, han de saber los acólitos o monaguillos de Chaves en el Consejo de Gobierno, que eso o un cambio de condición requiere una ley aprobada por la Asamblea Legislativa, les guste o no.

Esas tres condiciones son: a) los medios de comunicación del Estado y no del gobierno, que son cosas diferentes, deben ser alternativos a las programaciones de los medios comerciales; vaya por Dios, eso lo señalamos claramente en el decreto que dio Carazo, en el folleto un SINART diferente que publiqué en 1998 cuando don. Miguel Ángel Rodríguez me encomendó la dura tarea de reconstruirlo y en el proyecto de ley que, en ese momento, mandamos a la Asamblea Legislativa…costó 46 años que se dieran cuenta que nos combatieron sin necesidad. b) Qué deben ser ¡culturales!, por supuesto que sí, precisamente el nombre inicial del SINART incluye eso, y los documentos arriba citados también. Fue en la Asamblea Legislativa al aprobarse la ley, que quitaron la palabra cultural y crearon el adefesio de empresa S.A. para hacer de la institución un negocio y, aquí, coincidimos con la tercera observación del editorial: “La radio y televisión cultural son un servicio no un negocio”, lo mismo dijimos, lo hicimos, lo logramos y nos combatieron…ahora 46 años después nos dan la razón.

Pero bienvenido sea, nunca es tarde cuando la dicha es buena, dice el dicho. La lucha por rescatar el SINART es de todos los costarricenses, pues no debemos dejar que las malas prácticas que se vienen dando desde el 2006, bastante antes del chavismo, pero intensificadas ahora, liquiden la institución.

Es urgente que los diputados en la Asamblea Legislativa, debidamente asesorados, revisen la ley del 2003 y corrijan los errores que se convirtieron en un cáncer, como quitarle su sentido cultural, crear una ineficiente e inservible junta directiva, poner como superior a un ente político como el Consejo de Gobierno, aclarar adecuadamente el sentido del aporte del 10% de las instituciones al SINART y que no pueda ser tergiversado como lo hizo hace poco la Contraloría General de la República, pero sobre todo y muy especialmente, devolverle su independencia política y evitar que individuos sin peso cultural, académico y político llegue a la Presidencia Ejecutiva del SINART para ser un simple achichincle del Poder Ejecutivo.

31 de diciembre de 2014

¿Cuarenta años de qué?

Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli

En un artículo recientemente publicado en La Revista, por Alfonso Chase sobre el libro “La educación en Costa Rica” del distinguido historiador y colega Iván Jiménez se nos recuerda que el 11 de agosto se cumplieron cuarenta años de la reestructuración del gabinete por el presidente Luis Alberto Monge, y con ello, el ingreso del Lic. Eduardo Lizano Faith a la Presidencia del Banco Central de Costa Rica y Benjamín Piza como ministro de Seguridad, hecho que marca un hito importante en la Historia de Costa Rica. Como bien lo señala don Iván, aquellos cambios fueron el producto de las presiones recibidas por Monge Álvarez desde muy diversas trincheras: la oposición legislativa, la prensa, las cámaras patronales, la propia Embajada de los Estados Unidos y la representación de la AID del gobierno de ese país.

Entonces yo era diputado de la Coalición Unidad y en el mes de mayo de aquel año había terminado mi periodo como jefe de Fracción, por lo que esos hechos los viví y vi en primera fila. No voy a entrar aquí en los detalles de aquella movida ministerial, que puso a don Luis Alberto Monge bajo el alero de la política internacional de USA contra los sandinistas nicaragüenses, gracias la actitud “generosa” del gobierno y su nuevo Ministro de Seguridad, que nunca vieron los movimientos de la llamada “Contra” en la zona norte o la apertura del aeropuerto clandestino en Murciélago todo financiado por orden de Mr. Ronald Reagan a través de la llamada “Iráncontras” , una red de narcotráfico desde Colombia hasta Irán coordinada por la CIA y que abrió el camino de la droga en Costa Rica, que financiará la candidatura de Oscar Arias, como ha sido reconocido por él mismo. Monge y su gobierno, por su parte, fue premiado con todo tipo de ayudas y créditos para solventar la crisis de los años 80, que distribuidos en. diferentes momentos del cuatrienio daría un promedio aproximado de un millón de dólares diarios.

Pero lo que aquí nos interesa destacar es que la implementación de todo lo concerniente a la globalización y el famoso Consenso de Washington, llegó de la mano de Lizano Faith y a la labor realizada por varios de sus discípulos que también ocuparon las sillas del Banco Central y del Ministerio de Hacienda, como por ejemplo Jorge Guardia, Thelmo Vargas, Fernando Naranjo, y casi todos los que, desde entonces, han estado en esos cargo, pero especialmente debo mencionar a Francisco de Paula Gutiérrez G. (QdDg), quien además de lo señalado, tuvo un exitoso paso por el Banco Central y el Ministerio de Hacienda en aspectos como el control y disminución de la inflación, por ejemplo.

Pero aquí nos interesa señalar, al igual que don Iván Jiménez, como la llegada de don Eduardo Lizano al Banco Central marcó un cambio de época y de mentalidad a la hora de gobernar este país. Por su influencia en el Banco Central, las aulas universitarias, la Academia Centroamericana o en Consejeros Económicos y Financieros CEFSA, los medios de comunicación o sus libros y su cercanía a políticos como Oscar Arias, Rafael Ángel Calderón, José María Figueres o Miguel Ángel Rodríguez, no cabe duda que su pensamiento, influencias y acción fueron determinantes para que en Costa Rica los gobernantes, políticos, empresarios y medios de comunicación en general, pero especialmente La Nación y Canal 7, aceptarán sin cortapisas las ideas neoliberales, la implementación de la globalización con todo lo que eso significó no solo en lo económico, sino también en lo político y lo social. A partir de ese momento se impuso en Costa Rica el pensamiento único, pues los medios se encargaron de defender e impulsar como línea editorial las nuevas ideas y la educación empezó también un cambio de rumbo a su servicio.

Recuerdo bien como con aquellos cambios políticos de la administración Monge, se intensificó la presentación en la Asamblea Legislativa de proyectos de ley que impulsaran los procesos de privatización y desregulación, como por ejemplo implementación la venta de las empresas de CODESA, la eliminación de aranceles proteccionistas en las aduanas y la apertura de cuentas corrientes en favor de la banca privada, como una forma tibia de empezar a tocar la nacionalización bancaria, que encontró un furibundo defensor en el diputado Jorge Luis Villanueva Badilla. Con la apertura hacia la globalización empezó un furibundo ataque a lo público, especialmente durante el gobierno de Oscar Arias en el que, en junio de 1989 y financiada por el BIRF o Banco Mundial, se creó la Comisión Consultiva Para la Reforma del Estado (COREC) integrada por ocho profesionales nombrados de común acuerdo por los candidatos del PLN y el PUSC, en lo que sería el primer gran acuerdo del bipartidismo o PLUSC como la gente lo llamará luego.

A partir de aquel momento, con el apoyo del FMI, el BM y la AID fundamentalmente, se reorientó el país hacia la nueva mentalidad globalista, donde había que hacer reverencia al nuevo dios: el dinero y el mercado. Desde entonces se le ofreció al costarricense el oro y el moro, entraríamos en una época de gran crecimiento de la producción, habría más riqueza para repartir y el dinero caería en cascada desde las copas de champagne de los ricos hacia los bolsillos de los pobres, habría más equidad, trabajo, una mejor y mayor acceso a la educación, salud boyante y comida para todos, además de buenas carreteras para correr los carritos, aunque fueran de segunda, comprados a los coreanos a pagos.

Pero también el FMI impuso una política que resultó fatal a la larga, todas las obras de infraestructura como las represas del ICE, acueductos o construcción de carreteras, serían consideradas como un gasto del Estado y no como inversión, que realmente lo eran, lo que trajo serias repercusiones presupuestarias con respecto al gasto público, la construcción de esas obras y el mantenimiento de las existentes cuyos nefastos resultados, advertidos por muchos en ese momento, hoy los estamos vivencio.

Para realizar la apertura hacia las nuevas políticas del mundo globalizado hubo condiciones, entre ellas, había que desmantelar las instituciones públicas y la COREC hizo su propuesta en un librito sobre la reforma del estado publicado en octubre de 1990 que se supuso iba a ser, sino la Biblia, por lo menos el Breviario que debían seguir los políticos, gobernantes y administradores públicos para lograr aquel supuesto milagro. Pero resulta que ni los PAE o planes de ajuste estructural, o los acuerdos firmados con el FMI, ni la venta de las empresas de CODESA y la apertura bancaria, el incremento de la educación privada, ni los intentos de privatización del ICE o el surgimiento de los tratados de libre comercio bilaterales con algunos países y otros ejemplos que se podrían citar, habían logrado que el milagro neoliberal diera los resultados ofrecidos, y algunos índices en salud, educación, vivienda y producción empezaban a hacer agua ya a fines del siglo XX.

Pero el siglo XXI trajo un proyecto que suponían vendría a dar un nuevo y necesario impulso a aquellas ideas de un neoliberalismo y globalización que empezaban a ser cuestionados por algunos sectores académicos e intelectuales a nivel mundial: un tratado de libre comercio con Centro América, Estados Unidos y luego se agregó Republica Dominicana. Y empezó a moverse la maquinaría, los tiquetes de avión y reservas hoteleras cundieron por la movilización de los “negociadores” que iban y venían repartiendo, regalando y embuchando las joyas de la abuela. Mientras tanto, los medios de comunicación en manos de la plutocracia nacional. se encargaban de publicar artículos de opinión, entrevistas y reportajes con esos personajes de la esfera económica y política del país, que de nuevo, no se cansaban se alabar las maravillas que nos esperaban. Como olvidar, por ejemplo, la demagogia exacerbada de Oscar Arias cuando señaló que los costarricenses podrían cambiar el Hyundai por un Mercedes Benz y la bicicleta por una moto, para caricaturizar el progreso que nos traería el TLC, porque que 20 años después, seríamos un país del “primer mundo”. Así en unas amañadas votaciones, donde la mente del costarricense se manipuló de muchas maneras por el gobierno de Arias, la Embajada de los Estados Unidos, la empresa privada y los medios de comunicación, el 7 de octubre fue aprobado el referéndum del TLC por una muy ajustada mayoría, a pesar de que los opositores habían logrado montar una campaña que tocó el corazón del costarricense.

Pasados 40 años desde aquel cambio de mentalidad en los años 80 y casi los veinte ofrecidos por Arias para llegar a un país de primer mundo; cabe que nos preguntemos: ¿cómo estamos, se han cumplido las promesas, o tienen razón los costarricenses de estar enojados, resentidos y frustrados?, veamos algunos ejemplos ilustrativos.

Empecemos con la educación, su calidad y el estado de centros docentes declarados como inhabitables y con orden de cierre del Ministerio de salud, hoy es mucho peor; la Caja Costarricense del Seguro Social daba mejor servicio, las listas de espera eran tan numerosas y de tiempos tan extendidos, la corrupción interna era tan evidente y la deuda del gobierno con ella era de tal magnitud como hoy, definitivamente no; la inseguridad ciudadana, el narcotráfico y ¿el número de asesinatos en incomparable con los ocurridos hace cuarenta años y se ha incrementado, casualmente, después del 2006? definitivamente sí. ¿Si bien es cierto se ha dado una mayor producción y aumento de la riqueza en el país, hay también una distribución equitativa de ella, que permita una efectiva disminución de la pobreza?, tristemente la respuesta es un no rotundo; hay una capa más delgada de la sociedad que incrementó su riqueza ofensivamente frente a una clase media que disminuye y una de pobreza que aumenta, convirtiéndonos en un país más desigual cada día. Por otra parte, el irrespeto a la legislación laboral, el incumplimiento de normas fundamentales como las jornadas de trabajo o el pago de horas extra, se hace cada día más frecuente y común en muchas empresas, al igual que el impago de las cuotas empresariales a la CCSS, que equivale a que muchas empresas se dejan en sus cuentas los dineros rebajados a los trabajadores, siendo uno de los principales defraudadores de la Caja el propio Estado, acto delictuoso que ha crecido casi exponencialmente en estos cuarenta años. A la par de ello, se produce el incremento de la informalidad, como una realidad objetiva denunciada casi a diario y factor determinante en el aumento de la pobreza.

Mencionemos ahora la aparición de una corrupción galopante unidas a los negocios ilícitos con el Estado, la evasión y elusión fiscal, así como la existencia de un narcotráfico que cada día con más violencia se apodera del país; son realidades objetivas como para pensar con certeza, que todas las ofertas hechas con la globalización y el cambio de mentalidad, fueron frutíferas para unos pocos, muy pocos, y para las grandes mayorías un engaño más.

Por eso, cabe preguntarse cuarenta años después de la incursión neoliberal y veinte de su consolidación con el TLC, con esos y otros resultados negativos contra ese estado social de derecho que nos ha caracterizado y una desigualdad creciente, si esa masa ciudadana que manifiesta su inconformidad con no asistir a las urnas electorales; y si lo hace, es para darle su voto rencoroso a un movimiento sin partido, sin arraigo político y social, sin conocimiento de la historia y la realidad nacional, de nuestros valores democráticos profundos y su institucionalidad. Se debe denunciar que con mentiras o posverdad, han sabido tocar las fibras de ese resentimiento a través de poses populistas sin contenido profundo, pero que lograron polarizar la sociedad costarricense produciendo una división entre malos y buenos, corruptos o impolutos, costarricenses con corona o sin ella, privilegiados o explotados; lo que evidentemente no obedece a una realidad objetiva de nuestra sociedad. Una muy peligrosa división que pone al país en la única “ruta” que ha sabido crear y proponer este gobierno: la del odio, el rencor y, por qué no, hasta la violencia. Cuidado costarricenses, estamos en peligro.

Esa versión maniquea de la sociedad costarricense la ha creado con éxito, no se puede negar, el presidente Rodrigo Chaves y su cuadrilla de “sacerdotes y sacerdotisas” que en los diferentes centros de poder rinden culto, sin cuestionamiento alguno, al sumo sacerdote y oráculo de toda la posverdad del chavismo, inspirada en sus particulares y trastornados humores.

Referéndum e institucionalidad

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

Ciertamente en los últimos días han ocurrido una serie de hechos que, casi inesperadamente, han llenado el tintero. Quisiera escribir y hablar sobre ellos de un solo tajo, pero es imposible, habrá que ir de a poco: el discurso del presidente Chaves, su afán de convocar un referéndum que completó con otro desafuero sobre una constituyente, la quiebra de las políticas sociales, la última encuesta del CIEP y por qué de ese resultado, en fin, muchos y variados temas.

Pero empecemos por uno, que puede parecer un poco abstracto para el ciudadano de a pie, como dicen, y que por el contrario lo toca y afecta todos los días y a toda hora, aunque para alguno pase inadvertido debido, aunque suene muy duro, a su ignorancia.

Ese tema es el de la institucionalidad que el presidente Rodrigo Chaves ha traído en la punta de su zapato desde la campaña política, antes del inicio de su malhadada gestión de gobierno cuando, haciendo gestos y poniendo tono de voz como “payasín” de tercera categoría, anunciaba que no iba a permitir que le impusieran limitaciones a su acción, alegando razones como los límites de la constitución, la ley y la institucionalidad.

Muchos advertimos que venía el lobo o ¨el coyote de la misma loma¨ como los llamo en mi libro pero miles de votantes, irresponsables o indiferentes, se quedaron en sus casas y no fueron a votar, y así permitieron que una minoría atraídos por la flauta demagógica y populista de un Hamelin criollo, le dieran su voto minoritario sin percatarse que tiraban el país al mar de la incertidumbre política, económica, social e institucional. Han transcurridos dos años desde que Chaves asumió el Poder Ejecutivo con su improvisado grupo de gobierno (imposible llamarlo equipo), durante los cuales con una arrogancia que raya en burda malacrianza, ha atentado y pretendido violar la Constitución y las leyes, a las cuales ha dirigido sus ataques con la mordacidad de su lenguaje y gestos histriónicos en conferencias de prensa. Agrede el ordenamiento jurídico nacional, que es el fundamento de nuestra institucionalidad, y con ello se lanza contra la división de poderes, la Contraloría General de la República, la Fiscalía, la prensa y contra todo aquel que se atreve a cuestionar su voluntad, incluyendo en su maniqueo proceder, a casi la mitad de su “grupo de gobierno”.

Todo ello y más constituye un ataque sistemático a nuestra institucionalidad, de la que se burla constantemente hasta con gestos y muecas irrespetuosas, como cuando imita lo que podrían decir personas como la Contralora General o el Presidente de la Asamblea Legislativa, al decir NO a sus deseos autoritarios o bien tratar de “cajita de leche” la sede de la Asamblea Legislativa, mientras azuzaba a un par de cientos de fanáticos troleros que lo esperaban a la salida después de su discurso del 2 de mayo en un acto ilegal, pues por más presidente de la República que sea, para organizar aquel acto en vía pública debió contar con permisos de Seguridad Pública, Salud y Municipalidad y a los tres entes los ignoró con olímpica altanería.

Por ello, me pregunto si el común de la gente, ese pueblo que diariamente debe salir a su trabajo, a estudiar, a sus empresas grandes o pequeñas, o al surco del agricultor cada día más agraviado y arruinado, sabe realmente lo que es la institucionalidad, la gravedad que encierran esos ataques desde el Poder Ejecutivo e, impensable, desde la misma Asamblea Legislativa. Pensando en eso, m permito transcribir unos párrafos del libro de Alex Solís Fallas titulado “Política del Miedo y Desencanto Ciudadano” que, en forma muy sencilla, sintetiza una explicación de lo que es la institucionalidad:

–           “La Constitución Política define y organiza a Costa Rica como un Estado Democrático y Social de Derecho. ¿Qué significa tan sonora expresión? Significa que el Estado debe consagrarse, día a día, a la tutela de las personas, de la libertad y SUS DERECHOS FUNDAMENTALES; que el Estado es hecho para el ser humano y no el ser humano para el Estado; que la CONSTITUCION ES UNA GARANTIA DE LA LIBERTAD y no un instrumento de dominación de unos pocos sobre muchos. En suma, significa que nuestro país NO SE PUEDE GOBERNAR PARA CUALQUIER FIN, NI DE CUALQUIER FORMA y que siempre se sabe, por razones de seguridad jurídica y transparencia política, QUIEN PUEDE HACER Y COMO.

–           En nuestro sistema no se ha dejado nada al azar, NI PARA SER RESUELTO LIBREMENTE DESDE EL PODER. Como sociedad hemos comprendido que en la base de todo ejercicio de poder se encuentran contenidos los gérmenes de su propia degeneración y que, como constata la historia de la humanidad, cuando el poder no está LIMITADO Y CONTROLADO, FÁCILMENTE SE PUEDE TRANSFORMAR EM UNA MAQUINA MASIVA DE DESTRUCCION…” (Las mayúsculas no son del original. Solís F. Alex. 2012. P.20)

Precisamente, la Constitución, el estado social de derecho y nuestro marco institucional en general, incomoda a las mentes autócratas porque los limita y enmarca su ambición de poder, razón por la cual a su gusto, sabor y costumbre. buscan las vías y formas que sean necesarias para saltarlas y violarlas.

Así, por ejemplo, la Ministro de Planificación Nacional Laura Fernández, se atrevió a decir que nuestras leyes eran viejas y si se quiere pasadas de moda para nuestra época, “pues tenían 60 y 70 o más años, donde -según dijo ella- la realidad nacional era otra… y el problema es el estado de derecho que obliga a las instituciones públicas a hacer lo que la ley dice” (Radio Columbia. 30 de abril 2024)

Por supuesto, así debe ser, aunque les incomode a los jerarcas con aires de todo poderosos. ¿Pero qué tan ¨viejas¨ son esas leyes que tanto les estorban?, veamos algunos ejemplos: Ley de Administración Pública (1978), Ley de la Contraloría General de la República (1994), Ley de Administración Financiera (2001) y Ley Contra la Corrupción (2004), hasta la misma Ley de Referéndum que tanto les atrae, es del año 2006, y además, han sido reformadas y actualizadas muchas veces. Por lo tanto, podemos entrar a discutir que es viejo y que es reciente en el Estado de Derecho de un país, pero cómo se puede ver, la ley más “viejita” tiene 46 años y la más reciente tan solo diez y ocho, muy lejos de los cálculos gerontológicos de una ministro, que falla en estos temas al igual que su Superior.

Otro que se mandó a decir otra de esas “corrongueras” gubernamentales contra la institucionalidad fue, coloquialmente hablando, el infumable ministro de Hacienda Nogui Acosta quien, al ser cuestionado por las rebajas al Ministerio de Educación y no presupuestar el 8 por ciento del PIB que exige la Constitución y asignar solo un 5.5, dijo que al no tener dinero la hacienda pública, lo que diga la Constitución Política “no es más que una aspiración”, con esa cabecita al frente de ese ministerio ¡ estamos jodidos!

El periodista, falto de información y agilidad mental, como casi siempre, no le cuestionó semejante y peligrosa afirmación. Bien pudo decirle que mientras no hay fondos para cumplir el mandato de la Constitución y las leyes, si lo hay para regalar 30.000 millones a cuatro empresas arroceras de financistas políticos, o no ha hecho nada para evitar la fuga de billones de colones al año por los evasores de impuestos denunciados inicialmente por el propio Rodrigo Chaves, cuando fue ministro de Hacienda y que también hoy prefiere ver para otro lado; aún más vergonzoso, se hace de la vista gorda para no tramitar la legislación necesaria qué cambie los intereses y pagos de la deuda interna, cuyos poseedores públicos y privados, se chupan la riqueza de nuestro país como si fueran sanguijuelas.

Dentro de esa maniquea forma de proceder y actuar (me resisto a utilizar la palabra pensar) ahora al presidente Chaves y algunos de los iluminados que lo rodean, se les ha ocurrido proponer la celebración de un referéndum. No tengo nada contra esa figura institucional, creada y protegida por nuestras leyes, que promueve la democracia participativa que he defendido y auspiciado toda mi vida. En lo que no estoy de acuerdo es, precisamente, en su manipulación maniquea; Chaves y sus acólitos zapoteños lo plantean como una lucha entre el poder ejecutivo y el pueblo contra la institucionalidad, arrogándose su representación indebidamente, pues el presidente no es soberano, ni tiene soberanía alguna y puede, en su arrogancia, hasta caer en el delito que señala el artículo 3 de la Constitución Política, sobre aquel que se atreve a arrogarse la soberanía que solo reside en la Nación: traición a la Patria. La posición del presidente es la típica del aspirante a autócrata, que crea odios y caos para buscar el apoyo del pueblo a través de un populismo rampante y la utilización de la posverdad…o sea la mentira disfrazada.

Prácticamente todos los temas que el presidente Chaves ha planteado hasta ahora como posible agenda de un referéndum, es para reformar leyes que faciliten la adquisición de bienes y servicios con menos controles y sin debidos procesos licitatorios, o la eliminación de órganos desconcentrados en los Ministerios de Energía, Cultura, Agricultura y el MOPT para concentrar funciones técnicas en los ministros, que son funcionarios políticos obedientes servidores del autócrata de turno.

Por lo tanto, no creo en la sinceridad del llamado chavista a un referéndum, él bien sabe que las condiciones de legalidad y tiempo se lo impiden. Pero, ahí viene la pesca de incautos; es para hacerlos creer que la institucionalidad en el pasado estuvo en manos de corruptos y culpables de todos los males, no lo dejan hacer los “cambios y tomas las rutas” que él desea. Por lo tanto, de acuerdo con su verborrea populista, polariza a los costarricenses y miente descaradamente, típica estrategia populista puesta en práctica igual por el otro Chávez y Maduro, Bolsonaro o Trump, u Ortega o Sánchez en España, para poner ejemplos de todos colores, pero todos nefastos para sus países. ¿Es eso lo que queremos?

El atentado contra nuestra institucionalidad no termina con la alocada propuesta de un referéndum sin pies ni cabeza. En una entrevista por Canal 36, el presidente Chaves se atrevió a decir que lo ideal sería convocar una Asamblea Constituyente que modernizara nuestra viejita Carta Magna y que le gustaría ser asesor de esa Asamblea; y que para ello necesita que los poderes Ejecutivo y Legislativo piensen igual, por eso en las elecciones del 2026 requiere tener mayoría en la Asamblea. ¡Apague y vámonos!, exactamente eso hicieron Chávez el Venezolano y Ortega en Nicaragua y por ese camino va su admirado amigo Bukele en El Salvador.

Vale que el artículo 196 constitucional es muy claro, la convocatoria la hace la Asamblea Legislativa por votación calificada de 38 votos y no el presidente que tampoco puede auto nombrarse asesor…ah, pero si no se despierta este pueblo, y 1de nuevo una minoría los agarra dormidos, pensando siempre solo en los balones de futbol y silicona, a esta democracia se la lleva candanga.

Tengamos cuidado, pues como bien dijo la diputada española Cayetana Álvarez,

” El populista es el “burro de Troya” de la democracia (y digo burro, porque no vamos a ennoblecerlo con lo del caballo). El burro de Troya de la democracia, que se aprovecha de la ignorancia, además, se disfraza de demócrata para reventar la democracia desde el interior. Convoca a elecciones, sí, pero hace trampas, manipula el censo y las encuestas, compra votos, una ayudita por aquí, un subsidio por allá; hace campaña a favor de sí mismo o de su marioneta, aunque la ley lo prohíba y sobre todo utiliza los recursos del estado, es decir los de todos, para sabotear a sus adversarios. El populista tolera que haya algo llamado oposición, algo llamado Congreso, algo llamado Poder Judicial, pero luego los acosa, los doblega y los anula…”

Cuidado costarricenses, que más de un burro de Troya pulula por nuestro ambiente buscando otro taxi político, para ver como acaba con nuestra democracia. Bien dice el dicho que “rebuznos de burro no llegan al cielo”, pero si seguimos creyendo que vivimos en el edén democrático y no nos avispamos, solo La Negrita podrá salvarnos… si Dios quiere.

El señor Presidente

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

Tuve muchas dudas de como titular este artículo; pensé en: “el psicópata”, “el narcisista”, “el autócrata”, “el desbocado”, “el incendiario”, “el creador de odios”, y hasta en “el ignorante” y “el loco”, sin faltar lo de mentiroso y misógino, adjetivos con que los costarricenses califican, cada vez con más acritud, a Rodrigo Chaves Robles; pero en definitiva me incliné por el que es, legalmente: el Señor Presidente de nuestra abatida Patria.

Después de escuchar su discurso el pasado martes 16 de marzo en Limón, lo primerio que se me vino a la mente fue preguntarme: ¿este señor tiene idea de lo que significa la dignidad del cargo que ejerce, por lamentable designio de una minoría de costarricenses?

Lo primero que debería demostrar es el respeto a la Constitución Política y las leyes que juró defender, obedecer y acatar. Pero resulta que no lo hace y cuando una norma legal le impide sus desafueros, entonces se exhibe furibundo, una y otra vez, alegando que no lo dejan gobernar, hasta dando la apariencia del “pobrecito”, para atraerse la simpatía de los incautos o los desconocedores de la verdad; cuando en la realidad no es más que un perjuro, que incumple lo que juró defender sobre una Biblia que fue a comprar para, nuevecita, hacerlo expresamente sobre ella y el texto constitucional.

Ese presidente, con aires autocráticos, ha tenido actitudes violentas contra toda institución que ha enfrentado sus irresponsables actitudes y deseos descontrolados para que, junto con él, ministros y diputados serviles, sean cómplices de violar el ordenamiento jurídico del país. Y cuando le han dicho NO, desde los rectores de las universidades, magistrados y jueces, fiscales y la señora Contralora General de la República, y los propios ministros y presidentes ejecutivos nombrados por él, que se atrevieron a poner en tela de duda sus órdenes, ha llovido sobre ellos rayos y centellas y hasta la guillotina, en el último caso, pues los considera sus obsecuentes servidores.

En esos casos y en otros, para justificar su enojo irracional y su soberbia, cita con nombres y apellidos a los funcionarios, detalla sus salarios como si ellos se los hubieran auto impuesto, también hace mención de supuestas comodidades en sus despachos y utiliza el sarcasmo como oprobiosa arma para mofarse de ellos y así crear una corriente de simpatía hacía él, pero de odio y rencor hacia los otros. Se debe reconocer que, en el uso de ese instrumento histriónico comunicacional, es en lo único que es un maestro.

Por otra parte, su deseo permanente de aparecer con aires de superioridad y deseos de recibir la admiración de los demás, el desprecio hacia personas que cree menos importantes o para disminuirles su nivel, recibir un trato especial donde vaya y hasta como recorre las vías públicas del país, rodeado de guardaespaldas y caravanas y sirenas estridentes y la arrogancia de creerse el mejor de todos, son signos inequívocos de su narcisismo enfermizo. Lo anterior, combinado con las características de un psicópata, como su capacidad de mentir y manipular, para lo que le sirve su única capacidad de empatía, la cognitiva, pues le permite comprender las ideas de los demás para manipularlos y considerar que solo es bueno lo que a su juicio lo es para él, que es definido por sus propias reglas, por lo que rechaza otras las normas generales, morales o legales, que son aceptadas por los demás Si se suman estas dos características, que se encuentran en la personalidad del Señor Presidente Chaves, lo convierte en una especie de coctel molotov, peligroso e incendiario.

En su desaforada arenga a los limonenses, más propia por su tono y fondo de un mal orador de plaza pública en plena campaña política, Rodrigo Chaves cumplió con todas las características anteriores: mintió sobre la negativa de la Contraloría al proyecto de la marina, tanto que minutos después con documento en mano, la Contralora lo desnudó, en sentido figurado, exponiendo sus rubores.

Como si fuera poco, Chaves se paseó por aquel salón limonense atestado de ciudadanos de la provincia, que fueron llevados en transportes pagados por las municipalidades, micrófono en mano gritando, si gritando a todo galillo:

– “¡Van conmigo o vamos solos, no los oigo Limón…! ¡No los oigo – reitero – Juntos!… ¡juntos!… Oigan en Cuesta de Moras, oigan en la Sala Cuarta… me van a mandar a callar por incendiario… no… ¡¡si no hacemos esto lo que se va a incendiar es Limón y el resto del país…!!”

Si el Señor Presidente ofreció y advirtió con incendiar el país, irrespetó a todas las normas legales habidas, y a dos víctimas inocentes de la violencia limonense cuando dijo: ¡van a empezar a contar los muertos! Y, al día siguiente en su show de los miércoles dijo: ¡vayan contando, van dos!

Es posible que cuatro diputadas presentes aquel día en Limón ni se ruborizaran, la dignidad no es una cualidad que se compra como si fuera un “rice and beans”; o los que fueron la víspera a arrodillarse para pedir su consentimiento para aspirar a la presidencia de la Asamblea Legislativa, ignorando el fundamental principio de la independencia de poderes, ahora sintieran algún dolor en sus rodillas; o que la mayoría de la fracción de la “Nueva Unidad” aplaudiera y justificara semejante bochorno y que el colofón de este sainete chavístico, fuera una carta de respuesta a Rodrigo Arias mofándose y tratándolo de demagogo, por rechazar un almuerzo en Zapote; todo eso es posible, en este país que se nos desgrana. Cada vez me convenzo más que la frase de Víctor Hugo: “Entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa”, está plena de razón y verdad.

Lo que no puede ser, y eso si me consterna, es que dentro de un año y medio aparezca otro trastornado que rodeado de banqueros, abogados y políticos corruptos alquilen de nuevo otro taxi o un uber electoral, y montados en el engaño, la mentira, la demagogia más pueril, lleven de nuevo a Zapote a un Señor Presidente autócrata, mentiroso, psicópata, narcisista, desbocado, creador de odios, ignorante, misógino, loco e incendiario…sería demasiada la pasividad, indiferencia e irresponsabilidad ciudadana; pero no quisiera pensar que aquel decir “cada pueblo tiene el gobierno que se merece” también puede ser cierta.

No ofende quien quiere… sino quien puede

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

Así reza el famoso refrán, pues en la mayoría de las ocasiones en que se intenta provocar una ofensa, no basta con el deseo, sino tener los medios, la razón y la solidez ética para sostener lo que se dice, con el evidente deseo de hacer un daño a alguien: conjugar esos tres factores, es realmente difícil.

Lamentablemente Costa Rica tiene casi dos años de soportar, con bastante estoicismo, ser gobernada por una persona y su séquito adulador, que han tomado el insulto y la agresión como su caballo de batalla.

Así vemos cómo instituciones que van desde la misma Constitución Política hasta los otros poderes de la República; la Fiscalía o la Contraloría General, La Defensoría o las Universidades, la Caja del Seguro Social o el ICE: y en lo personal los Magistrados, diputados de casi todos los partidos y sexos, rectores de las universidades públicas, los investigadores del Estado de La Nación y los medios de comunicación incluyendo muchos de sus periodistas, para citar unos pocos ejemplos de una lista que, siguiendo el procaz lenguaje del presidente, está integrada según él por canallas, pues no han doblado totalmente la cerviz a su voluntad autoritaria.

El último ejemplo de este malhadado estilo de gobernar, lo dieron el presidente Chaves y su ministro del MOPT Luis Amador, cuando hace pocos días dijeron dos frases de mala antología: El presidente Rodrigo Chaves nada menos, trató a los diputados de “sicarios de los narcotraficantes” por no aprobar los proyectos de ley claramente inconstitucionales que había enviado a la Asamblea Legislativa; por su parte el ministro Amador, que de ello tiene muy poco, al referirse a las críticas ocurridas en un foro de alto nivel académico y profesional en el Colegio de Ingenieros, para señalar que a su juicio no tenían suficiente información, dijo que…”estaban meando fuera del tarro”, inaceptable y procaz lenguaje de quienes deben ser ejemplo; por lo que al ver su labor y en general la del Gobierno de Chaves, uno se pregunta quiénes son los que desde hace dos años, así lo practican.

No es posible que el presidente Chaves dé ese trato a los miembros de la Asamblea Legislativa, a los que se les pueden achacar muchas cosas, no son perfectos ni mucho menos, pero son los representantes del SOBERANO y obvio que se rechaza de entrada que seamos un pueblo de sicarios.

Es lamentable que el presidente no mida las consecuencias institucionales de las barbaridades que dice, cada vez que se sale del guion, al igual que otros del texto del teleprónter, pues como dijo Federico Cruz (Choreco) su exasesor de campaña y en la presidencia, Chaves es un desbocado; entonces uno de pregunta: ¿quién está choreco? Chaves, Cruz o todo el gobierno.

Dentro de las características de su psicopatía narcisista, es urgente que Rodrigo Chaves venza su peligrosa tendencia a la mentira, la envidia y ausencia de empatía que lo lleva al insulto de los demás que no aceptan convertirse en sus servidores (casi esclavos) en su entorno o no de poder. Urge que en estos dos años que le quedan de gobierno, y esto por el simple hecho que los costarricenses somos respetuosos de la Constitución Política y no tenemos la posibilidad del voto revocatorio de mandato, cambie radicalmente su actitud arrogante y engreída, acepte sus limitaciones que son muchas y permita ser adecuadamente asesorado por personas capaces, no las que le soban la leva en su entorno.

Pero sobre todo debe entender que es el PRESIDENTE DE LA REPUBLICA y que está OBLIGADO a guardar la DIGNIDAD DE SU CARGO, y no tiene libertad alguna para mancillarlo; mal ejemplo el que da desde su digno cargo, que debe ser imitado por el entorno de sus funcionarios; pues ni usted ni ellos pueden seguir con los agravios y los insultos como forma de gobierno confrontativo, DIVIDIENDO EL PAÍS ENTRE LOS BUENOS OBEDIENTES Y LOS MALOS QUE SEÑALAN LOS ERRORES, pues le recuerdo que… no ofende quien quiere, sino el que puede; y usted presidente Chaves, su gabinete y quien sea que lo rodea, simplemente NO PUEDEN NI DEBEN.

La Patria en juego (2)

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

En un artículo anterior, bajo este mismo título, explicamos como algunas de las formas autocráticas de gobernar del presidente Rodrigo Chaves, ponían en juego a nuestra Patria. Por supuesto que los errores y las pifias no han disminuido durante este año que termina, sino que, por el contrario, han aumentado exponencialmente; lo que es motivo de congoja permanente para todos aquellos que nos negamos a caer en el limbo de la indiferencia y del “qué me importa a mí”.

Sin embargo, cuando el presidente de la República anunció que saldría del país por los días de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, muchos respiramos y pensamos: ¡nos vamos a comer el tamalito con tranquilidad!; pero no, nos equivocamos de medio a medio, como dicen, pues no contamos con la astucia mañosa del chavismo y que iba a dejar al mando del descrédito de nuestra democracia a la diputada Pilar Cisneros y su infatuada forma de proceder y hablar…con base en el texto de su telepronter.

Siendo así, con altanería nunca vista, se atrevió a decir que vivíamos en una dictadura de tres instituciones: El Tribunal Supremo de Elecciones, la Contraloría General de la República y la Sala Constitucional; personalmente en mis libros he realizado severas críticas a estas tres instituciones por su actuación en casos específicos, pero jamás he utilizado semejante y oprobioso término hacia esas tres instituciones. Será que por haber nacido en esta tierra, si conozco también sus virtudes y su papel fundamental para la democracia.

No tengo idea quien o que asesor le escribe sus intervenciones en el telepronter, pero no me cabe duda de que tiene un cerebro choreco, porque solo así se puede explicar estos ataques desaforados de doña Pilar a tres bastiones institucionales de nuestra democracia. Se puede estar en desacuerdo con las decisiones que se tomen en esas instituciones, discutir democrática e inteligentemente sobre las mismas; pero jamás hacer un llamado al odio que enciende los comentarios en sus granjas de troles, bien pagados por el chavismo, y que abiertamente gritan en favor de la destrucción institucional de la democracia.

Lo anterior, me hizo recordar una frase del comunicador y sociólogo español Manuel Castells en su libro “Ruptura”, en el cual al referirse a situaciones como la que propicia el chavismo irresponsable dice, “…esto abre las puertas a soluciones autoritarias que acabarían de descomponer las bases de la convivencia democrática, con consecuencias dramáticas que, sin necesariamente reproducir las atroces experiencias del siglo XX, podrían ser inductoras de nuevos dramas…” Cuidado doña Pilar, no jueguen con fuego.

Precisamente, en otro artículo Mía Fink U. una joven activista cívica, señaló claramente que la labor de los defensores de la democracia contrasta con el silencio ante la opresión; vea doña Pilar qué contradicción. Usted vivió en carne propia eso, la opresión; y huyendo de ella la recibieron los costarricenses de brazos abiertos; pero ahora usted y el régimen que aúpa, quieren que a todo se le diga sí, porque si no, la prensa vasalla que ha creado el Chavismo viene como jauría a dentelladas, contra quienes si defendemos el derecho a disentir y tener libertad de pensar y actuar.

Vamos a suponer una cosa, doña Pilar, que lo dicho por usted y su líder Rodrigo Chaves es cierto y que los ejemplos que ponen para afirmar que, anteriormente, las tres instituciones aprobaron proyectos semejantes y que hoy los rechazan. Pero resulta doña Pilar, que en todos esos proyectos rechazados se han dado los argumentos jurídicos más que suficientes para demostrar, sin lugar a duda, que hay serias violaciones a la legalidad. Ahora bien, resulta que ustedes ganaron las elecciones alegando que todo lo hecho anteriormente estaba mal, que era ilegal y corrupto; supongamos que ahora esas tres instituciones quieren corregir los errores del pasado (si en realidad los hubo, no se), pero ustedes ahora quieren que sigan pecando, cayendo en la ilegalidad y la corrupción y hasta han llegado a bendecir procedimientos que antes maldijeron. Ven don Rodrigo y doña Pilar, ¡qué fácil se les “deschoreca” su argumento!

No don Rodrigo, Doña Pilar, todos sus acólitos y vasallos, así no jugamos en esta bendita democracia, muchos la defenderemos hasta el final, y como principio fundamental deben saber que, ante una Patria en peligro, por el futuro de nuestros hijos, nietos y bisnietos, no tenemos miedo de decir lo que pensamos.

La Mentira del Mediocre

Óscar Aguilar Bulgarelli

Cuando Dios entregó a Moisés las Tablas de la Ley, hubo dos mandamientos que hoy nos interesan: no jurarás o tomarás el nombre de Dios en vano y otro: no mentirás.

En este gobierno de la mediocracia, faltar a estos dos mandamientos es lo usual. Por la prensa, canalla o vasalla, las comisiones legislativas y la Fiscalía, han desfilado infinidad de funcionarios de todo nivel, desde el propio Presidente para abajo, mintiendo una y otra vez, sin el menor rubor.

Si Maquiavelo en El Príncipe aconsejaba al gobernante que mintiera, era en un régimen autocrático. ¿Es entonces que Chaves y sus secuaces mentirosos, creen que son autócratas disfrazados con ropaje de demócratas?

Es más, se han dado el lujo de tener su propia profesora de mentirología, la diputada Pilar Cisneros que tiene una amplia experiencia periodística en este campo.

Pero, dentro de esa mediocridad rampante que caracteriza este gobierno, no se dan cuenta del daño que hacen, día a día, a la democracia y al país. Olvidan que llegaron al poder, ofreciendo a un pueblo hastiado de su pasado inmediato, acabar con la corrupción, los amiguismos, los compadrazgos y la ineficiencia… pero no solo repitieron los pecados del pasado, sino que se excedieron cayendo en el cinismo, para justificarse.

Este pueblo, golpeado y hastiado les creyó, le dieron su confianza y defendieron a capa y espada. Pero hoy, dieciocho meses después, la mayoría han comprendido que fueron, una vez más, engañados y les mataron sus esperanzas cruelmente a base de mentiras, embustes y falacias.

El mayor embustero ha sido, junto con el Presidente, un tal Nogui Acosta lazarillo que funciona como Ministro de Hacienda y reconoce que mintió y bajo juramento. ¿Puede haber cosa peor que un mentiroso perjuro a cargo del ministerio más importante? ¿Cómo creerle sus cuentos de las cuentas públicas si es un mentiroso confeso?

No cabe la menor duda que si no tuviéramos un presidente cómplice en esa tarea de mentir, de convertir el engaño en política pública, ya al Nogui lo hubieran “ninguneado” y despedido con todos los deshonores posibles. Pero eso es imposible, cuando a lo mejor, lo único que hizo fue seguir las órdenes de su superior en la mediocracia, y por ello, no se tiene el valor y la entereza para negarse al orden y lineamiento superior de… miente miente, que algo queda, con un ejemplar de Mi Lucha, bajo el brazo; y mucho menos renunciar, pues para ello se requiere una mayor entereza.

Mientras tanto, se comerán los tamales, tomarán el rompope y seguirán creyendo que, con salarios y pensiones congelados desde hace cinco años, pero con mentiras en aumento seguimos siendo el país del.., ¡pura vida!

¡Ni p’a la repela!

Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli

Estos días de Navidad nos trajo la noticia, escondidilla entre audios de soberbia y corrupción, que el Ministro Nogui y el Presidente Rodrigo, nos recetaron un aumento en el impuesto de la renta… ahh pero no le subieron el porcentaje a los de arriba, sino que bajaron el monto mínimo y así, los de abajo pagarán más, y de remache, incluyeron en el pago a algunos de más abajo todavía que antes estaban exentos de pagar impuesto de la renta con dinero de sus magros salarios.

Es decir, la justicia social al carajo, la equidad que nos distinguía destrozada; porque resulta que en el sector público los salarios están congelados y los aumentos en el privado son risibles, por no decir vergonzosos. Eso, eso. Justicia y equidad; ¿o será por eso por lo que dejamos de ser un país equilibrado para ser uno de los más inequitativos del mundo!?

Entonces el trabajador con su salario congelado hace años, o con aumentos injustos que la realidad reduce a nada, tienen que pagar más impuesto de la renta, ¿cuál?, en tanto los garañones de la plutocracia se roban, si, se roban, 3 BILLONES al año con la evasión fiscal y sus depósitos en paraísos fiscales. Es evidente que hay una noguización y un chavismo que saben tratar con garrote a los de abajo y guantes de seda a los de arriba.

Los afectados siguen soportando con equivocado estoicismo, en silencio o acobardados, la injusticia. Siguen aceptando que esas condiciones salariales de los gobiernos de Alvarado y este DesChaves, y los  sigan viendo como … matas de café, después de la cosecha ; aunque ya no queden granos después de la cogida…ni p’a la repela.