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Etiqueta: Paola Valverde Alier

Dignidad poética y violencia cibernética: testimonio desde la palabra

Por Paola Valverde Alier

Escribo este texto con un propósito claro y necesario: denunciar un episodio de violencia simbólica y cibernética que trasciende lo personal y pone en evidencia una práctica ilegítima para el pensamiento crítico, la ética literaria y la integridad de los espacios culturales en Costa Rica.

El 30 de mayo de 2025 fui agredida, a través de las redes sociales de Facebook, por el poeta Ignacio Aru (José Ignacio Arias Ruiz). En una intervención pública, a propósito de un comentario propio al poeta Randall Roque —sin haberme dirigido a él ni provocar su reacción— Aru me respondió con un ataque verbal cargado de desprecio. Entre más de 25 personas que conformamos el “Movimiento Transparencia”, eligió señalarme directamente con expresiones denigrantes: “Paola Valverde, a usted el ácido le espumea hasta en las sienes”. Posteriormente: “usted ni con tres libros medianamente iguales se gana un premio. Debe ser frustrante, lo entiendo”.

¿Qué prácticas permitimos cuando toleramos este tipo de violencia simbólica y cibernética en nombre del accionar literario? ¿Qué implicaciones legales y éticas existen para una comunidad de escritores y lectores cuando la palabra se utiliza para lesionar y deslegitimar en lugar de construir y argumentar con presentación de hechos y pruebas? Estas preguntas no solo interpelan mi caso personal, sino el contexto más amplio del campo literario costarricense, en donde los premios, los afectos, las redes de poder y los silencios se entrelazan en formas que muchas veces excluyen, violentan y corrompen mediante padrinazgos.

No hablo desde el anonimato, ni desde el rencor. Denuncio desde una trayectoria de más de veinte años, construida con libros, talleres en cárceles y escuelas, acciones y compromiso con la poesía como oficio y forma de vida. Nunca he utilizado perfiles falsos, ni he manipulado los márgenes de legalidad de las bases de concursos literarios. Cada vez que he alzado la voz, lo he hecho de frente, con documentos en mano, con publicaciones reales, con registros verificables. La equidad le exige, a quien denuncia, hacerlo con la misma integridad.

En estos años he participado en concursos literarios porque representan una oportunidad, no una consigna. Por eso, he sido finalista, he obtenido menciones honoríficas y un premio. Todo ello bajo medidas éticas y profesionales. Mis libros existen. Están publicados. Tienen trayectoria editorial, crítica y lectora.

Lo que se espera de cualquier certamen literario financiado con fondos públicos es claridad en sus bases, transparencia en su aplicación y respeto a quienes compiten con honestidad. No es suficiente cumplir con la letra: también hay que sostener el espíritu ético de lo que hacemos. Y en eso, muchos de los que callan han fracasado. Si quienes escribimos desde la ética callamos, el campo será cada vez más hostil para quienes no aceptamos ni el amiguismo ni la humillación como norma.

Ignacio Aru no solo me insultó a través de un espacio cibernético público: desplegó un mecanismo de deslegitimación que apunta a una tendencia más amplia, la de castigar a quienes no callan, a quienes no se alinean con las redes de privilegio, a quienes creen que la poesía no se debe a los favores sino al lenguaje.

Escribo esto no para competir, sino para ejercer mi derecho a responder con dignidad y profundidad a un acto injusto. Porque si uno de los premios estatales más significativos que tenemos los escritores —el Aquileo J. Echeverría— se entrega en un entorno donde la trampa es tolerada y la denuncia es castigada, estamos frente a un problema estructural.

Siempre he trabajado por la poesía y lo seguiré haciendo. La palabra tiene historia. Y la historia tiene peso. Mi conclusión no es amarga, sino lógica: si permitimos que la agresión suplante al argumento, la literatura pierde su poder transformador y se vuelve arma para quienes se sienten impunes. Y eso, como comunidad, no lo podemos permitir.

Estoy donde está mi corazón. Y mi corazón está con la poesía que no negocia su dignidad.

Costa Rica, junio de 2025

SURCOS comparte la biografía de la escritora:

Paola Valverde Alier (Costa Rica 1984).

Poeta y gestora cultural. Dictó el taller literario del centro penal C.A.I. La Reforma (2002-2006). Fue productora general del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica (2015-2016). En 2019, dentro del marco de la Feria del Libro de Costa Rica, fue directora de los encuentros Canto a la Semilla y Fuego Cruzado, organizados por la UNESCO y la Cooperación Española. Actualmente es productora general de las lecturas de poesía que se llevan a cabo en el Teatro Nacional de Costa Rica a través del movimiento Palabra y Punto. Ha publicado: La quinta esquina del cuadrilátero (Ed. Cartonera Tuanis, Costa Rica 2010, Ed. Arlekin, Costa Rica 2013, Ed. Lápices de Luna, España 2016 y Ed. Cartonera Tica, Costa Rica 2019 y Ed. Nueva York Poetry Press, EEUU 2025); Bartender (Ed. Perro Azul, Costa Rica 2015); Las Direcciones Estelares (Ed. Amargord, España 2017); Cuando florecen los cactus (Ed. Amargord, España 2019); El Entrenador de Palomas (Costa Rica, 2019); Yesca para el fuego (Ed. Perro Azul, Costa Rica 2024).