Skip to main content

Etiqueta: participación política

Las brigadas de choque chavistas

Marco Vinicio Fournier

Marco Vinicio Fournier

En una confusa entrevista en Canal 36 el presidente Chaves sugirió la posibilidad de llamar a sus partidarios a “responder” ante un voto negativo de la Sala Constitucional, por la consulta del Tribunal Supremo de Elecciones sobre el proyecto de la ley Jaguar.

Más allá de las consecuencias jurídicas que podría tener una instigación pública contra el orden constitucional, conviene analizar en detalle los posibles alcances de esta nueva bravuconada de Chaves.

Hasta el momento, el presidente y sus colaboradores han sido incapaces de organizar una sola manifestación de apoyo masiva, a pesar del financiamiento explícito del transporte de posibles participantes. Esta situación no es casualidad. En un análisis de los datos de una encuesta del CIEP casa por casa en 2022, Ciska Raventós y yo encontramos que las dos principales características que diferencian a las personas seguidoras de Chaves es su forma de participación política y su nivel de autoritarismo.

En cuanto a la forma de participación, los datos son claros en mostrar que las personas que votaron ambas veces por Chaves y/o seis meses después calificaron positivamente su gestión, tienen un historial de participación política limitado exclusivamente al proceso electoral y con muy baja disposición hacia otras formas de democracia participativa, mostrando de manera especial un rechazo hacia manifestaciones, protestas y bloqueos.

En lo que respecta al nivel de autoritarismo, es muy importante subrayar que no es un producto de Chaves, sino todo lo contrario: Chaves surge gracias a niveles muy altos ya existentes en el país, desde antes de las últimas elecciones. Pero, además, priva en la mayoría de las personas que apoyan a Chaves un tipo de autoritarismo “a la tica”, en donde niveles altos de dogmatismo y fanatismo, así como rechazo a todo lo diverso y apoyo a medidas de exclusión y discriminación se mezclan con una fuerte adhesión a los procesos electorales. En una ocasión, un político dijo que “en Costa Rica nos aguantaríamos a un dictador, siempre y cuando lo pudiéramos elegir”. La frase es terrible, pero muy realista y resume perfectamente la situación actual de este autoritarismo a la tica. Bajo estas condiciones ideológicas y actitudinales, es muy importante insistir en que no es lo mismo atacar a la Asamblea Legislativa que al Tribunal Supremo de Elecciones, tal y como puede comprobarse en diversas encuestas del CIEP en donde se califica a 17 instituciones y organizaciones importantes del país y en donde el TSE figura siempre como una de las instituciones mejor calificadas.

De modo que, con base en estas dos características, el chavismo no es capaz de organizar una sola manifestación masiva de protesta contra la resolución de la Sala IV y contra la consulta realizada por el TSE, mientras que sí es segura una gran manifestación de apoyo a estas instituciones por parte de las personas que nos oponemos a Chaves y defendemos la institucionalidad, porque los datos son de nuevo muy claros: tenemos una amplia experiencia histórica en organizar grandes movimientos sociales y seguimos teniendo una alta disposición para hacerlo de nuevo.

Pero, esto no quiere decir que no habrá reacción por parte del Chavismo. Todo lo contrario, es seguro que surgirán grupos muy agresivos de una minoría fascista dispuesta a implementar actos de violencia contra las instituciones y contra las personas que las apoyamos. Es esperable que surjan grupos de choque organizados para generar miedo y sumisión y para pretender neutralizar las reacciones de apoyo a la democracia participativa. La historia está llena de ejemplos de este tipo de grupos, de los cuales el más evidente fue el de las camisas pardas nazis, pero recientemente vimos nuevas muestras contra los congresos de los Estados Unidos y de El Salvador y, desgraciadamente, ayer pudimos observar en Nicoya un primer ejemplo de uno de estos grupos de choque atacando físicamente a estudiantes universitarios.

En las condiciones actuales de violencia que vive el país, es realmente temerario el llamado del presidente y, desde ya, lo responsabilizo de las consecuencias nefastas que pudiera tener su iniciativa.

Precisamente por lo anterior, es muy importante comprender que no podemos intimidarnos ante esos grupos de choque, hacerlo es entregar las bases de nuestra democracia. Es fundamental que nos manifestemos y seamos muy activos y directos en la defensa de la institucionalidad; pero, al mismo tiempo, debemos estar muy bien organizados para evitar las provocaciones que de seguro se presentarán cuando marchemos por las calles del país y para evidenciar y neutralizar los intentos de infiltración. Nuestro movimiento debe ser absolutamente pacífico, pero siempre bajo el ejemplo del querido Gandhi: con entereza, convicción y perseverancia.

La jornada de trabajo puede reformarse, considerando los derechos humanos de las mujeres

SURCOS comparte la siguiente información:

Desde el Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica manifestamos nuestra oposición al proyecto de ley número 21.182, que busca reformar los artículos 136, 144 y 145 del Código de Trabajo, para actualizar las jornadas de trabajo excepcionales y “resguardar” los derechos de las personas trabajadoras; ya que busca instaurar jornadas abusivas de 12 horas durante 4 o 3 días. 

Derechos Laborales: Dicho proyecto de ley, va en detrimento de los derechos laborales adquiridos desde el año 1943, así como de los derechos humanos de las mujeres y podría empeorar colocarnos así en el top de países más desiguales de América Latina, según el Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Tenemos a la fecha una tasa de desempleo en las mujeres del 30,2% y dicho proyecto agravaría su situación laboral llevándolas al subempleo y al trabajo informal. 

Brecha salarial: El proyecto establece un tipo de jornadas que no vienen a mejorar, ni a garantizar que la brecha salarial disminuya, no implementa ningún mecanismo que permita asegurar que los salarios para las mujeres en jornada ampliada no sean inferiores comparados con el de los hombres, a pesar de cumplir con actividades y horarios iguales. 

Contrapesos institucionales: Carece además, de mecanismos de inspección laboral institucionales para verificar y monitorear continuamente, en tiempo y forma, que las mujeres trabajadoras en jornadas ampliadas no están siendo sujetas a abuso laboral o que los entornos y condiciones en los que se desempeñan incumplan criterios de sana salud ocupacional, con horarios que disminuyen la productividad, generan más recarga en los servicios médicos y un aumento en los accidentes laborales y afectaciones a la salud física y mental como la depresión, cardiopatías, entre muchas otras. 

Economía de los Cuidados: A pesar de que Costa Rica cuente con una Política Nacional de Cuidados, en este proyecto de ley el Estado no establece su responsabilidad de proveer acciones afirmativas para ofrecer un sistema de cuido a la escala que se necesitaría para implementar dicha reforma y con las jornadas propuestas, se acrecientan las necesidades de contar con centros de cuido para niños, niñas, personas adultas mayores y/o con discapacidad, que sean compatibles con las jornadas ampliadas propuestas y a precios asequibles. De lo contrario, estarían asumiendo estas responsabilidades otras mujeres como las tías, abuelas, hijas mayores u otras, dando como resultado la exclusión de otras mujeres de los procesos educativos y del mercado laboral. 

Masculinidades para la igualdad o nuevas masculinidades: El Código de Familia requiere de una reforma que impregne una sensibilidad completa, acorde con los nuevos tiempos de igualdad y de reflexión en las nuevas masculinidades o masculinidades no hegemónicas, que de ser aprobada esta modificación al Código Laboral, estarían siendo fomentadas al no brindar opciones para que se equipare la opción de las mujeres de integrarse o mantenerse en el ámbito laboral, al igual que un hombre. La corresponsabilidad del cuido en las familias, aun cuando ambas figuras convivan en hogares diferentes, debe de ser la reflexión inicial y no ésta, de ampliación de horarios y de disminución salarial. 

Participación Política: La trascendencia para este Foro es la participación política activa de todas las mujeres y el ejercicio pleno de sus derechos políticos, manifestamos que este proyecto afectará la creación de nuevas formas de hacer política, sobre todo por los horarios ampliados, disminuyendo la posibilidad de participación, el poco tiempo para la incidencia, la asistencia a reuniones y otros, de manera activa. 

Desde el Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica solicitamos el archivo del expediente número 21.182 y la incorporación de la asociación Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica en la discusión del nuevo texto sustitutivo a las mesas de diálogo.

Panorama gris para el empleo público

SITRAINA

El nivel de autoritarismo que se está pronunciando en la arquitectura jurídica nacional es alarmante. Uno de los principios fundamentales de la democracia es el pluralismo que le garantiza participación política, efectiva y real, a las diversas posiciones sobre la administración de la cosa pública. Para garantizar el pluralismo, contrario al autoritarismo que implica un sometimiento a una sola autoridad, el equilibrio de poderes es un pilar fundamental. De la necesidad del equilibrio de los poderes deriva la independencia de los tres poderes de la República (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), las autonomías municipales y universitaria y la libertad sindical y la negociación colectiva.

Los medios de comunicación masiva que representan la voz de los principales grupos de poder de este país se han encargado de estigmatizar a los sindicatos en una descarada campaña, generada después de la lucha en contra del TLC. Sin embargo, el desprestigio de los sindicatos en el fondo conlleva un profundo menosprecio por la libertad sindical y la negociación colectiva porque implican un equilibrio de poder entre la parte patronal y la parte trabajadora, una manifestación práctica de pluralismo político y un obstáculo para toda pretensión autoritaria de gobierno.

La reciente aprobación en segundo debate del Expediente 19431 o el proyecto de ley Marco de Empleo Público no es en realidad una medida de contención de gasto público, sino un abaratamiento de los bienes y servicios que presta el Estado para garantizar justicia y bienestar social. Bajo un argumento falacioso se ha hecho pensar a las masas que el problema fiscal es el “gasto” público y que recortando el “gasto” del Estado se solucionarán los problemas económicos. Ahora bien, lo que los/as neoliberales llaman “gasto” en realidad es “inversión” en salud, educación, agua, electricidad, seguros y calidad de vida que garantiza justicia y bienestar social para el pueblo costarricense. O sea, quieren desmejorar las condiciones de vida del pueblo para justificar un chivo expiatorio (el “gasto” público) que deje en el silencio la verdadera causa de la crisis económica: el fraude fiscal.

Además, este proyecto representa un avance del autoritarismo y un retroceso democrático en lo que concierne al pluralismo y el equilibrio de poderes, ya que imposibilita que la clase trabajadora de una institución negocie a través de sus sindicatos con las autoridades administrativas de la institución las condiciones salariales, mismas que son impuestas por MIDEPLAN.

Además, estas nuevas potestades de MIDEPLAN (un ente del Poder Ejecutivo) se aplicarán a todos los puestos comunes (el sector administrativo y de servicios no especializados) del Poder Judicial. O sea, el Poder Ejecutivo tendrá injerencia directa en los nombramientos del personal administrativo del Poder Judicial. Luego, esto constituye un golpe antidemocrático en contra del pluralismo y la independencia de los poderes de la República.

En conclusión, este proyecto de ley aprobado por la actual Asamblea Legislativa no es un proyecto de empleo público e implica un desmantelamiento descarado del orden jurídico nacional.

 

Foto: Archivo ODI, UCR

La caja de bobos más grande que pueda existir: El METAverso de Facebook

Luis Bonilla Molina

Investigador de las Ciencias Sociales, docente y luchador social. Internacionalista por una educación pública, gratuita y de calidad

Mark Zuckerberg acaba de anunciar que desde el 1 de diciembre la empresa Facebook pasará a llamarse META. Esto tiene dos implicaciones, una de carácter empresarial para legitimar y construir viabilidad jurídica a una de las operaciones más importantes que vienen haciendo: la venta de información. Facebook usa la minería de datos para apropiarse la información desagregada de sus usuarios, la cual vende a terceros sin reportar porcentaje de ganancias para quienes de manera inconsciente proporcionan la información. La segunda para crear el metaverso, un universo virtual que modelará actividades como consumo, participación política, sociabilidad, educación e incluso filtrará el acceso a la innovación científica tecnológica.

Esto ocurre, en medio de la incredulidad de muchos docentes y gremios docentes respecto al sostenimiento de la ofensiva de las trasnacionales de la tecnología sobre el mundo educativo, tanto en la fase educativa presencial de la pandemia como durante la postpandemia. Hasta ahora, las actividades que pretende asumir el metaverso de Facebook eran parte de las tareas de reproducción cultural asignadas por el capital a los sistemas escolares (consumo, sociabilidad, ciudadanía, democratización del conocimiento).

Esto ocurre mientras entre el 40% y 50% de la población estudiantil – e incluso docentes- no tiene siquiera conexión a internet o aun dispositivo de conexión remota. Y el otro 50% -estudiantes y docentes- usó plataformas comunicacionales como zoom, googlemeet, streamyeards, Facebook o WhatsApp para maratones de doce horas de clase y más, evidenciando que no tienen ni la más mínima idea de la tormenta tecnológica que se avecina sobre la educación. En el primero de los casos estaríamos observando el surgimiento de la peor y más abrupta de las exclusiones de los últimos siglos, aún ocultada con discursos de pronta normalización; quienes están quedando rezagados hoy corren el riesgo de quedarlo permanentemente y pasar a la periferia de la peor de las pobrezas y marginaciones. En el segundo de los casos la educación durante la pandemia les convirtió en consumidores de tecnología, analfabetos en programación y algoritmos, destinados a seguir la pauta que impongan los acuerdos de gobiernos y sus ministerios de educación con las corporaciones tecnológicas. Por eso hemos insistido en la urgencia de alfabetización en los algoritmos para poder producir respuestas de emancipación y liberación en el actual contexto y sobre todo sobre la necesidad de un debate pedagógico mundial sobre las implicaciones de la cuarta revolución industrial en educación.

¿Que será el metaverso de Facebook?

Hasta ahora Zuckerberg ha anunciado fragmentos de lo que será su metaverso y por ello afirmamos que será la más grande caja de bobos que pueda existir. Será un mercado virtual absurdo, donde van a cobrar dinero real por experiencias virtuales o tal vez sea gratuito para garantizar la alienación que sostenga el modo de producción y acumulación capitalista en la cuarta revolución industrial.

En el metaverso de Facebook, podrás tener avatares (réplicas tuyas) en la oficina y de tus amigos en casa. Mediante mecanismos de realidad virtual aumentada podrás compartir con amigos o personajes que tú crees, comprando alimentos, ropa, viajes, casas que solo estarán en este universo paralelo. Podrás viajar con amigos a lugares remotos con una sensación de realidad en tiempo real, propia de tecnología que hoy asociamos en su nivel primario al GPS.

En la caja de bobos más grande del mundo, quienes se sumen serán educados en comportamiento social, participación política, consumo y tendrán acceso a información filtrada y trabajada.

Claro que esto no será el 1 de diciembre de “golpe y porrazo”. La transición será lenta y sostenida pero seguramente, en el 2030, cuando los teóricos del Foro de Davos prevén el crash del sistema educativo global, el metaverso emergerá como alternativa más allá del entretenimiento.

Compartido con SURCOS por Óscar Jara.

Dos vacunas contra la pandemia neoliberal

Luis Fernando Astorga Gatjens

Quienes nacieron en Costa Rica, al final de los años ochenta del siglo pasado, se han encontrado a un país y una sociedad sumergida dentro del totalizador proyecto económico, político e ideológico neoliberal.

Han visto asimismo (y la mayoría lo ha padecido), el progresivo debilitamiento del Estado Social de Derecho, que emergió en los inicios de la década de los años cuarenta del siglo XX.

Esta progresiva erosión, con acciones de distinto alcance e intensidad, la han protagonizado e impulsado las élites políticas, que han liderado a los partidos tradicionales como el PLN y el PUSC, y también del PAC. Este partido que hoy está en el gobierno, ha sido protagonista de un gran engaño porque nació con una prédica antineoliberal y terminó muy pronto, asumiendo esta doctrina hasta el tuétano. Mientras tanto los evangélicos, que han irrumpido más recientemente en el escenario político, también la han convertido en el objeto de sus principales decisiones y proyectos.

Pero quiero detenerme un momento para recordar lo que se define como neoliberalismo. Se trata de una teoría económica y política que se orienta a reducir al máximo la intervención del Estado y cuyos pilares fundamentales incluyen la privatización de las entidades públicas y la desregulación financiera. Asimismo, forma parte de esta doctrina la reducción de impuestos a las personas más ricas, con el supuesto propósito de impulsar el desarrollo de la iniciativa privada y las empresas para la contratación de más trabajadores, a partir de la llamada filtración descendente, conocida también como «teoría del derrame». Es decir, si los muy pocos “de arriba” crecen económicamente pronto beneficiarán a los muchos “de abajo”. Este derrame en los hechos realmente no se da por el afán concentrador de la riqueza, que pareciera que no tiene límite y que funciona como una especie de agujero negro que se traga todo.

El neoliberalismo emerge inicialmente como reacción a la intervención del Estado como garante de una mayor justicia social (el Estado benefactor). Para el neoliberalismo el Estado debe cumplir un papel muy limitado como organismo regente en la organización de la sociedad; lo que incluye un rol marginal en el funcionamiento de la economía, para así mantener a raya las regulaciones e impuestos a la producción industrial, al comercio y las finanzas. Es igualmente partidario de la reducción del gasto social, de propiciar la libre competencia, de las grandes corporaciones, y de debilitar y desintegrar los sindicatos.

¿Se les parece al modelo que domina la escena política del país desde los años ochenta? Pues claro, eso es lo que ha guiado a los sucesivos gobiernos desde esa década hasta el duro presente pandémico y a las mayorías parlamentarias, que paso a paso, han ido desmontando el Estado Social de Derecho, que singularizó al país y que tanto nos costó construir. Empero hoy la embestida de una élite plutocrática, que evade, elude, que exige la rebaja de impuestos y que los «Papeles de Panamá» la desnudaron en su voracidad mezquina y egoísta, quiere borrar de la historia lo que queda del Estado Social de Derecho.

Representan menos del 1 % de la población del país pero concentran la riqueza que han acumulado, más que con esfuerzos productivos, con nefastas triquiñuelas para nunca cumplir con sus obligaciones tributarias.

Empero lo más grave del neoliberalismo es que también es una ideología que ha penetrado en el cuerpo socio-cultural, en el diario vivir de la gente, en su cotidianidad; incluso en su lenguaje. Erosiona la genuina solidaridad social al compás de un «sálvese quien pueda», profundamente individualista y diluyente del tejido social. Desde que aparece el neoliberalismo, disolviendo doctrinas como la socialdemocracia y el humanismo cristiano, va creciendo, empieza a ganar terreno en la comunicación, en los más influyentes medios informativos, en el intercambio cotidiano de las y los ciudadanos. Lo empieza a dominar todo como una mancha oscura que se expande como un cáncer.

Lo paradójico es que cuando una pandemia tan devastadora para el país, como la que se refleja en las cifras del contagio y de fallecimientos, y en la grave saturación de los hospitales, que exigiría la solidaridad de todos los sectores del país, de manera insensible y soberbia, la élite plutocrática que controla el país, ha pisado el acelerador en su afán de borrar del mapa el Estado Social de Derecho. Hacen caso omiso al hecho incontrovertible de que lo que realmente puede luchar con acierto ante esta pandemia y otras que –con certeza– vendrán en el futuro, es el esfuerzo mancomunado del Estado, desde lo público, con el involucramiento solidario de todos los sectores del país. Jamás la medicina privada habría podido enfrentar como lo hace la pública, desde la Caja y el Ministerio de Salud, la embestida de esta pandemia; aún con errores incluidos.

Y por lo que se observa en el gobierno actual, en la Asamblea Legislativa y en las candidaturas dominantes de los partidos tradicionales de cara a las elecciones del 2022, nadie quiere ponerle el cascabel al gato del neoliberalismo plutocrático; nadie ofrece propuestas con valentía y dignidad que contradigan el proyecto insolidario.

Son personas y partidos que no se percatan (o no quieren percatarse) de lo que está sucediendo en otros países del continente, en donde los serios cuestionamientos al neoliberalismo, se han convertido en una fuerza política que gana elecciones y orienta a gobiernos y parlamentos, y constituyentes (como en Chile).

Tampoco quieren percatarse de que sólo 13 % de los costarricenses, mantienen algún vínculo con algún partido político mientras el 87 % no lo tienen, según se desprende del reciente estudio realizado por el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR). No leen que la apatía, el rechazo, el hastío, la decepción y la ira, se están acumulando en una caldera de descontento social, que tarde o temprano, puede estallar.

Todavía están a tiempo de rectificar pero es muy probable que no lo hagan. Mientras tanto yo, como un número creciente de grupos y ciudadanos, trabajamos en un camino de participación política real y concreto, al tenor de lo que fija el artículo 9 de la Constitución, para que una Democracia viva, pueda emerger rompiendo las redes de una doctrina que es buena para el 1 % de la población y que la estamos sufriendo, de distinta forma y alcance, los demás costarricenses.

¿Adivinaron cuáles son esas vacunas para revertir esta doctrina y sus dañinas consecuencias para las mayorías, para nuestro sufrido pueblo? Pues, ni más ni menos, que la participación política y la solidaridad social son la cruz y la estaca con el que hay ponerle fin al vampiro del neoliberal.

(23 de mayo, 2021)

Historias de liderazgo: documental sobre participación política de juventudes en Costa Rica

Compartimos el siguiente video producido por el Proyecto Juventudes Progresistas de la Fundación Friedrich Ebert titulado Historias de Liderazgo en Costa Rica y cuyo guion y dirección estuvo a cargo de Patricia Howell.

“En todos los conflictos sociales las juventudes han sabido estar en primera línea para defender la soberanía y los derechos humanos…

… hablamos de la lucha contra ALCOA el Combo del ICE y el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Hoy las juventudes costarricenses son parte de una evolución ideológica que se posiciona como progresismo político… y particularmente de rostro femenino, caracterizan las nuevas luchas sociales…

Este documental busca promover la conciencia de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir…”

En el video Iris Navarrete Murillo, lidereza ALCOA, 1968 – 1970, habla sobre este contrato, el cual se pretendía hacer entre el gobierno de Costa Rica y dicha empresa, la cual estaba radicada en Pensilvania, Estados Unidos y se dedica a la explotación y producción de aluminio: “… a ellos les interesaba las tierras de Pérez Zeledón, por ser tierras muy ricas en bauxita. A mí me interesó la situación a raíz de que un amigo mío que estudiaba agronomía… me comentó el problema ambiental que iba a producir esta empresa. El Valle del El General iba a perder toda su belleza y su fertilidad a cambio de nada… No era conveniente que volviéramos a caer en la situación que se dio con las compañías bananeras y con el ferrocarril al Atlántico que se rigieron por contratos de ley… Y por otra parte la violación a la legislación costarricense era flagrante”. Es así como en el onceavo congreso universitario de la federación de estudiantes, Iris Navarrete presenta el documento explicando los alcances que tendría ese contrato y se empezó a tomar conciencia de manera colectiva del problema ante una figura jurídica que era inamovible. El 24 de abril de 1970 el Congreso aprobó ese contrato de ley, por lo que la gente se molestó bastante; la policía intervino de manera violenta y hubo muchos detenidos y gente golpeada. Finalmente, en la siguiente legislatura presentaron un proyecto para eliminar los contratos ley y así fue hecho.

Por otra parte, Eva Carazo Vargas, expresidenta de la FEUCR, activista contra el Combo del ICE, 1999 – 2000 nos habla sobre esta lucha “… desde allí (FEUCR) participamos junto con muchos otros sectores en la defensa del Instituto Costarricense de Electricidad frente a un proyecto de ley que buscaba poner los servicios de telecomunicaciones y de electricidad a funcionar bajo la lógica de mercado y no como derechos que había que garantizar a toda la población…” El Combo surgió de un proceso llamado Concertación Nacional, del que salieron tres proyectos de ley, uno de ellos modificaba la estructura institucional del ICE, otro abría las telecomunicaciones y un último la electricidad. Una vez que llegaron a la Asamblea Legislativa, ésta los unió en uno solo y así surgió el “Combo”, bajo el cual se promovía que el aparato público como tal, no funciona. El ICE, además de ser eficiente, “…representaba ese modelo universal y solidario en que los servicios se entendían como derechos y no como mercancías”. Es así como los integrantes de la FEUCR, quienes venían dándole seguimiento a este tema y se sentían responsables con la sociedad como miembros estudiantes de una universidad pública. La Asamblea Legislativa aprobó en comisión el “Combo” y es ahí cuando esa lucha se trasladó a las calles y creció la conciencia de los que implicaba este proyecto. En la lucha se involucró mucha gente, entre ellos comunidades rurales, territorios costeros y la estrategia utilizada en la lucha fue el bloqueo de carreteras en distintos y numerosos puntos del país; movilización callejera y marchas multitudinarias. En esta lucha la gente joven tuvo una participación protagónica gestada por movilizaciones masivas desde las federaciones estudiantiles de todas las universidades públicas y privadas. Finalmente, se llegó a un consenso para suspender las manifestaciones al mismo tiempo que el gobierno se comprometía a retirar de la corriente legislativa el proyecto de ley del “Combo”. “… la principal ganancia en ese momento fue detener el proceso de privatización y debilitamiento de la institución… nos habla de la posibilidad que tenemos para transformar la realidad cuando nos movilizamos intencionalmente para hacerlo”.

Por último, Andrea Alvarado Vargas, periodista, productora audiovisual, activista en la lucha contra el TLC, 2006 – 2007 nos habla al respecto: “El TLC era un Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos y tuvo tanta oposición nacional que se llevó a un referéndum, el primer referéndum en la historia de Costa Rica. Empezó a surgir un movimiento de manera muy orgánica, de personas que estudiaron ese Tratado de Libre Comercio y que empezaron a evidenciar que había tremendas desventajas en esa negociación, particularmente para Costa Rica frente a los Estados Unidos”. Una economía pequeña como la de nuestro país, negociando con una potencia mundial que posee prácticas desleales en cuanto al comercio. En ese momento muchas personas jóvenes se unieron a esta lucha social y se articularon con otros movimientos y lograron crecer en sus estrategias políticas, de divulgación, en comunicación y otros ámbitos. Los sectores que estaban a favor del TLC se encargaron de tejer una narrativa acompañada de una publicidad multimillonaria en torno al miedo al hacer creer que, si no se aprobaba el tratado, esto aumentaría el desempleo. “…Estoy convencida de que la lucha contra el TLC logró una articulación de movimientos sociales nunca vista en este país. Había un liderazgo propio en los movimientos estudiantiles con actividades propias, con agenda propia y con una visibilidad en ese momento de lucha social. …El movimiento de mujeres organizado y el movimiento feminista se vinculó desde un principio con la lucha contra el TLC. …nos dimos cuenta que a las mujeres también nos afectaba…”

 

Compartido con SURCOS por Marco Aguilar Badilla.