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Etiqueta: participación popular

El comandante bilocado

Rafael A. Ugalde*

No lo creía probable. Sigo incrédulo. Alguien que me explique sí, ¿es posible ver la misma persona campante, de pie como un roble, conversando destendido, en más de dos sitios al mismo tiempo? La locura es mayor si usted sabe que quien está en varios lugares simultáneamente cumplió ya su tarea con creces, además.

Entonces ¿cómo es eso que al mismo tiempo está allá en Valencia, en el mismo instante los vemos en Maracay o en los cerros de Caracas, sudando eso sí, la » gota gorda», con una escoba al hombro en la “operación barredora” del domingo 27 de julio?

Un año antes, este llamado «Comandante Eterno», hizo idéntica emboscada a quienes en el mundo entero nos dicen qué elecciones son valederas, cómo un aqueo a las computadoras electorales es perfecto y ciertos bombazos contra las escuelas de los hijos de obreros, merecen las primeras páginas de los diarios, los noticieros televisivos y las redes sociales.

Aun así, con lluvia o inclemente sol, humedad en todo el país arriba de 65% o ambiente oloroso a pólvora, ayer eligieron al “bigotudo” presidente Nicolás Maduro y 285 diputados de la Asamblea Nacional. Irene, una venezolana que llegó a la oficina y resultó “embarcada” con las tandas migratorias hacia el norte, fue quien me contó que entre quienes regresan en los llamados vuelos a la patria, como lo hará ella, por cariño así llaman a su gobernante.

¡»Genio y figura …!” Nuevamente el pasado domingo estaba allí desde temprano, rondando los centros de votación con su implacable escoba al hombro, riéndose con esa carcajada contagiosa entre los jóvenes, mujeres, viejitos obreros, profesionales, militares, mujeres pronto a parir, como decía él etc., viendo todos como el futuro camina a ritmo de tambor hacia ellos.

¡No se cansan de sufragar, no importa que hoy la Venezuela bolivariana tenga en todo su territorio una humedad bestial! No importa. No importa que una semana antes unas cargas de explosivo de uso militar estuviera dirigido a centrales eléctricas y los rifles para francotiradores decomisados tuvieran como fin la cabeza o el pecho de varias personalidades locales.

El pueblo, el mismo que entre “sanciones” y amenazas de todo orden, ya conoció su libertad. Y domesticarlo parece harto difícil. Esta vez, hombres y mujeres, eligieron 335 Alcaldías y 2471 concejales. La premisa es idéntica a los años anteriores: Sí la oposición washingtoniana participa, entonces la proporción es movilizar el doble de lo que ella dice tener, y si no participa, la organización por cada calle del país está siempre lista “para lo que venga”.

Ninguno de estos aspirantes a concejales es obligado a «invertir» ahora sus chuminos en los mafiosos dueños de los partidos Social cristianos o Socialdemócratas como en el pasado. Ni están obligados a empeñar su conciencia a cambio de una casa, una operación quirúrgica o un bocado de comida. Precisamente, ese era el capital más cuidado de los propietarios y mercaderes de los copeistas y acción-demócratas: producir a nivel industrial hambrientos, desnutridos, gente sin morada, sin agua, sin electrizad, analfabetos, universidades con coladeros, entre otros, para luego presenta sus candidatos como «salvadores» del pueblo.

Esta gente no se cansa de votar. Con sanciones o sin ellas, difamados o no por las castas entreguistas de la UE y los nazis de la Casa Blanca. Sí, aunque parezca contradictorio, elecciones tan seguidas son un mal ejemplo para la democracia burguesa. No gustan tampoco a nuestras oligarquías, porque esta democracia del pueblo jamás volverá a esclavizarlo.

De todos modos, aunque usen como voceros autorizados y caja de resonancia contra el pueblo venezolano a Milei de Argentina, a Chávez de Costa Rica, la Boluarte de Perú, Noboa de Ecuador, al cachorro de dictador en El Salvador jugando de Trump, se van a secar, aunque no quieran.

¿Quién se acuerda ya de Juanito Alimaña? ¿Dónde está el Grupo Lima? ¿Quién confía hoy en el Departamento de Colonias, con sede en Washington?

El Comandante llegó y desempolvó la escuela de nuestros pueblos originarios: cuando se va a una lucha -práctica inequívoca de nuestros antepasados- es como si fuéramos a una fiesta, incluso la guerra más dura, es un festín, una alegría, una oportunidad única de no morir nunca. Es cuando los frutos maduran más rápido y todas las frutas lo hacen en forma pareja.

Pues bien: ¡Bienvenido comandante!; cuéntanos, ahora cómo viste tu gente de Barinas, Cojeres Lara, Maracaibo o Aragua…

*Periodista, abogado y notario por la U.C.R.

Educación Popular en tiempos de COVID-19

Oscar Jara H.- Presidente de CEAAL

El Contexto Latinoamericano y Caribeño desde antes de la crisis producida por la pandemia del COVID 19, estaba atravesado por una ofensiva neoliberal en distintas dimensiones (política, económica, socioambiental, cultural) que se había extendido por toda nuestra región con una fuerza inusitada en los últimos dos años: el golpe de Estado de Bolivia, el viraje del gobierno en Ecuador, la agresividad del gobierno Brasileño, el creciente bloqueo a Cuba y Venezuela y el resultado de las recientes elecciones en Uruguay reflejan las dinámicas de polarización que se gestan en este marco junto con las crisis abiertas y movilizaciones populares en Haití, Ecuador, Chile y Colombia, la caravana de migrantes centroamericanos, o la derrota del partido Cambiemos en Argentina. Estos y otros factores como el creciente número de dirigentes sociales y ambientales asesinados especialmente en Colombia, aunque también en otros países como Costa Rica, visibilizan la magnitud de esta ofensiva y la polarización que ella produce con respecto a propuestas y movimientos progresistas.

En estas circunstancias, llega la crisis producida por la pandemia del Corona-virus, actualmente en proceso de crecimiento con consecuencias imprevisibles para nuestra región y para nuestro planeta. El análisis de su impacto en las relaciones económicas, políticas, sociales, ambientales y culturales de nuestras sociedades deberá ser un eje central de nuestra acción en los meses venideros.

Por eso, en este contexto se ha hecho aún más necesario disputar desde la Educación Popular el modelo de sociedad al que aspiramos desde una ética del cuidado de la vida y en políticas en beneficio de las mayorías. Retomar, resignificar y recrear la dimensión profunda del sentido de nuestras prácticas y procesos organizativos en función de otro modelo civilizatorio que reemplace al actual modelo cuya crisis se agudiza con esta pandemia. Ante este contexto y las circunstancias que vivimos actualmente en el inicio del año 2020, podemos identificar algunos desafíos presentes para nuestros procesos:

  • Comprender el impacto que tiene y tendrá la pandemia Covid-19 en todo el marco de relaciones de nuestras sociedades, identificando cómo las políticas de privatización (en especial de los servicios de salud) afectan las capacidades de respuesta a una emergencia sanitaria de esta magnitud, así como la necesidad de repensar y redefinir otras relaciones económicas, sociales, ambientales y culturales basadas en otra ética, en otro sentido de la vida (pensar en nuestras sociedades post coronavirus y actuar para conseguirlas).
  • Comprender críticamente al neoliberalismo, desnudado por la pandemia, en su dimensión simbólica y cultural como productor de subjetividades y en su capacidad colonizadora de sentidos a partir de una racionalidad individualista, competitiva y consumista, para construir otra visión del mundo, otra ética y otras subjetividades desde propuestas políticas y acciones solidarias y colectivas centradas en el bien común.
  • Analizar críticamente los modelos de intervención ante la pandemia, utilizados por los distintos regímenes latinoamericanos y sus resultados. Identificar el papel de las políticas públicas ante estas situaciones de vulnerabilidad, así como los impactos diferenciados que esta situación provoca y las estrategias que pueden evitar una profundización de la desigualdad que ya afecta de manera más grave a sectores como las mujeres, personas trans, pueblos indígenas y comunidades campesinas, personas migrantes, iniciativas productivas desde la economía informal, etc.
  • Identificar, promover, sistematizar y visibilizar prácticas alternativas de solidaridad, intercambio desinteresado, ayuda mutua y participación social generadas durante esta crisis, para poder proyectarlas como prácticas democráticas y democratizadoras que se llevan a cabo desde otros paradigmas que el actualmente hegemónico basado en el mercado, las salidas individuales y el lucro.
  • Caracterizar las distintas formas de ejercicio de poder que se enfrentan a las lógicas del neoliberalismo y del autoritarismo que utiliza formalidades democráticas, reflexionando sobre las nuevas formas de construcción de procesos organizativos, de resistencia y de re-existencia con la participación de nuevos actores sociales y políticos.
  • Impulsar acciones y propuestas de descolonización y despatriarcalización de las formas de concebir y organizar las relaciones sociales y económicas, generando otros espacios y criterios de acción basados en la lógica del Buen Vivir, la Economía Social y Solidaria, y el cuidado mutuo y de la naturaleza de la que formamos parte.

Estamos viviendo un cambio de época que puede constituir una oportunidad para que –desde los procesos de educación y participación popular- impulsemos con mayor fuerza el desmonte de las lógicas y patrones culturales capitalistas, patriarcales, extractivistas, individualistas, racistas y coloniales y que desde las prácticas solidarias podamos construir espacios, propuestas, proyectos, programas que protagonizados por los sectores populares se constituyan en los nuevos referentes de otra manera de vivir. El CEAAL asume este desafío de ser movimiento transformador con decisión y compromiso, pero también con humildad, sabiendo que sólo será posible si ampliamos nuestro campo de alianzas, articulaciones y vínculos con otros movimientos, organizaciones y sectores sociales, siendo parte activa de un movimiento mucho más amplio y convergente de transformación.

(Editorial de La Carta del CEAAL # 613, 8 abril 2020: http://ceaal.org/v3/carta613/)