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Etiqueta: Paz

UNA Lección Inaugural I Ciclo 2018

La Vicerrectoría de Extensión de la Universidad Nacional, tiene el placer de invitar a la comunidad universitaria y nacional a la Lección Inaugural I Ciclo 2018, que se llevará acabo el día miércoles 7 de marzo en el Auditorio Clodomiro Picado a las 2:00 p.m., la cual será impartida por el Dr. Jaime Ordoñez, Director del Instituto Centroamericano de Gobernabilidad (ICG) sobre el tema de Derechos Humanos y Cultura por La Paz.

Además se contará con la presencia de la escritora, poeta y antropóloga afrocostarricense, Shirley Campbell como invitada especial a nuestra Lección Inaugural.

 

Favor confirmar su asistencia al correo: rosa.munoz.ugalde@una.cr

 

Enviado por MSc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

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Del trópico a la Antártida: sismos, ciencia y paz

La Rectoría de la Universidad Nacional y el Programa Encuentro TV-UNA invitan este sábado 21 de octubre a las 7:30 p.m. al conversatorio sobre el tema “Del trópico a la Antártida: sismos, ciencia y paz”, con el Científico del Ovsicori-UNA, Marino Protti Quesada y con el Rector de la UNA, Dr. Alberto Salom, Echeverría.

 

Del tropico a la Antartida

Enviado por MSc Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

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I Seminario Latinoamericano para la Paz «Juegos cooperativos como metodología para el diálogo y la paz»

El encuentro «Juegos cooperativos como metodología para el diálogo y la paz», es coordinado por la Universidad Nacional de Costa Rica y su Instituto de Estudios Latinoamericanos. Se realizará el 3 y 4 de agosto del 2017 y estará a cargo del profesor invitado Carlos Velázquez Callado, de España.

El Seminario Latinoamericano para la Paz es un espacio para la promoción de la cultura de paz en los diversos grupos de la sociedad costarricense y otros países de América Latina, el cual permite reunir participantes pertenecientes a diversas organizaciones, redes e instituciones públicas y privadas interesadas en la formación para el trabajo con metodologías lúdicas y participativas para el trabajo grupal.

Su objetivo general es promover la educación para la paz desde el juego, la creatividad, la lúdica y la participación grupal para lograr aprendizajes colectivos por medio de metodologías grupales para emprender acciones hacia la construcción de una cultura de paz.

Cupo limitado.

 

Para más información comuníquese a los teléfonos 2562 4057 ó 8868 9658.

seminario latinoamericano para la paz

Fuente de información www.redlatinadeedh.com.ar

Enviado por Alejandro García Valerio.

La imperiosa necesidad de suspender las elecciones de 2018 en Colombia

Por Carlos Meneses Reyes

 

Comencé por realizar un ejercicio de opiniones entre personalidades populares de la región de la Provincia de Ocaña y Sur del Cesar, sobre el tema de preocupación de la situación política actual en Colombia y la búsqueda de una salida, dentro de los cauces constitucionales; pero oponiendo a los viejos esquemas “democráticos” que han gobernado los destinos de nuestra nación. Agradezco las valiosas opiniones dadas por los doctores Alejandro Gutiérrez de Piñeres y Grimaldi; Ingeniero Ismael Orozco; Analista Fernando Dorado; Dirigente Orlando Carrascal Carvajalino; Poeta Armando Brugues Dávila; Escritor, José N. Rodríguez Melo.

De los alcances del Acuerdo de la Habana

Como resultado del triunfo del NO en el plebiscito y en fin de lo que quedó del forjado “Acuerdo inicial”, para la identificación de un proceso de terminación del conflicto armado, con una de las insurgencias predominantes en Colombia; la toma de guarismos y contenidos para, hoy en día, designan de manera clara y exacta; es decir, sin lugar a equívocos, en que quedaron los llamados “acuerdos de paz” entre el gobierno del presidente Santos y las extintas fuerzas armadas revolucionarias de Colombia. Corresponde indicar que todo está bajo el manto de lo etéreo, lo vago y poco determinado; así como predestinado por lo intangible, al no constituir masa corpórea normativa, de asomo de contrato social alguno, así fuere de asomo restringido, en la concepción de una Nueva Colombia. Ha podido más la vorágine de confusión y enredadera jurídica santanderista, que el aplomo realista de métodos y medidas necesarias, para concluir que se esté logrando una implementación de lo acordado. Definitivamente el triunfo del NO fue el triunfo de la derecha fascista y neo nazi en Colombia.

El cambio de los esquemas formales

La máxima leninista del análisis concreto, de la situación concreta, nos permitirá una ubicación diferente de contingencia política, al fundamentar que, en el escenario de culminación del Acuerdo Final, que trajo consigo la trascendental dejación y entrega de armas de las guerrillas farianas, primó o se logró llegar a ello, por el ejercicio de una política de CENTRO, imperante para entonces en Colombia. En doctrina política, lo de Centro corresponde a un espacio político esencialmente autónomo. A él confluye, no en forma mecánica, sino en un proceso dialéctico de historia, la capacidad de recibir todas las aspiraciones positivas, que en un momento dado sintetiza las aspiraciones de una sociedad. De tal manera que el Centro- en política- no es la identidad de un individuo, sino la síntesis de creatividad (política) de la organización política, expresada en partidos, que inducen su energía propulsora a encauzar las fuerzas que confluyan en proyectos comunes, en el escenario de las conquistas sociales de los pueblos.

Desde que en Colombia se institucionalizó el dialogo de conversación en La Mesa de La Habana, se contó con un panorama político de Centro. Los factores de poder predominante en Colombia, esencialmente oligárquicos y excluyentes, tornaron en una corriente de fuerza conjunta, ante el fracaso del experimento contrainsurgente paramilitar, representados en la política de “seguridad democrática” del duplo gubernamental de Uribe Vélez. Con argumentos falsos aceptados por la insurgencia fariana se llevó a cabo el malhadado Plebiscito, con la mala suerte que triunfó el NO. Desde entonces todo cambió. Solo la consecuente y preclara posición política de las farc, mantuvo la inercia de la contraparte gubernamental. El poco peso político de la realidad de la izquierda en Colombia conllevó al colapso de la fuerza política de la socialdemocracia transformadora y progresista. No implica ello, el que sea la izquierda la culpable del viraje del escenario político colombiano actual en una tendencia predominantemente de derecha. El factor de ingobernabilidad que trajo el triunfo del NO, incidió en aspectos de legitimación y no de legalidad, ni de constitucionalidad para la implementación de lo Acordado. En una palabra, los efectos del NO fueron esencialmente políticos, como correspondería. Ello, aunado al factor de corrupción galopante y el desprestigio de la entidad gubernamental; trastrocó el riesgo, que siempre acechaba: arrasando con la esperanza de una solución política negociada a la terminación del conflicto interno armado en Colombia. Porque por favor, señores del gobierno colombiano, cesen con la entelequia que en Colombia ha habido o se ha transitado “por un proceso de paz”. Esa sucia engañifa de cambiar una cosa por otra y engañar al sufrido pueblo colombiano ha conllevado a instrumentalizar el sagrado emblema de la Paz, en una desteñida bandera de alcance electorero. El conflicto interno colombiano no es solo militar; también lo es político, social, económico y ecológico. Solo erradicando las causas de ese múltiple conflicto reinará la Paz en Colombia. Por ende, todos los esfuerzos continuarán encaminados a pasar la historia colombiana del conflicto armado interno, mediante una solución política y negociada. El resto continuara por hacerse, por construirse.

Lo imperioso de una actitud de cambio

Bajo el enfoque de una situación realista en Colombia, en el campo político se transita por una tendencia de derecha. Por ende, consevadurista, confesionaria, de laureanismo enclaustrado y excluyente al predominio de los derechos humanos y los derechos de la naturaleza.

El efecto de una dictadura mediática imperante predomina en una mentalidad cerrada al dialogo, a la actitud y práctica de una sensibilidad social; enajenada y contraria a que predomine la persona y el ser humano, ante los privilegios e intereses oligárquicos en lo nacional y local. Al no predominar un faro de sensibilidad social, se consumió una tendencia política de Centro, conllevando a las indefiniciones, frente a las aspiraciones del pueblo colombiano que quiere un cambio real, no de fachada. Lo real político del momento conlleva a la vigencia de la conquista por el poder y no al escaño de los proyectos políticos ascendentes. Las brújulas de los logros políticos dejan de ser un medio para constituirse en un fin. Una tendencia política predomínate de derecha, como la actual, no significa una condena de estancamiento de una izquierda minoritaria, puesto que ello no es nuevo en el escenario político nacional. Continúan imperando los múltiples factores que contribuyen a esa cruda realidad. De peso irreparable la pérdida de cientos de miles de cuadros y militantes populares, víctimas del destierro y el soporte del genocidio político. El imposible desempeño, fruto de la exclusión de la participación política. Pese al intento de participación política de la izquierda en un esquema de ausencia de garantías, continúa imparable la constante cifra de elevada abstención. Es prolija la carrera ascendente del voto en blanco y continúa vigente el escenario de la lucha armada en buena parte del territorio nacional. La propuesta alternativa al neoliberalismo no es de alcance post capitalista, menos socialista. Imposible no tocar el modelo o sistema económico imperante.

Al indicar que el escenario de Centro imperante en el bloque de poder ha fenecido; corresponde asumir al ejecutivo colombiano, la coherencia en el cumplimiento y compromiso en la implementación de lo Acordado. Nunca, como hoy, se avistó una “contradicción en las alturas”.  Si afirma el señor presidente Santos, que logro los Acuerdos con las farc, para proteger a sus amigos del Country Club; solo un viraje de las fuerzas políticas del bloque de poder imperante y un giro de timón hacía una corriente de centro- izquierda, podrá garantizar que el fin del conflicto armado interno y la honra de su Nobel de Paz, perduren en Colombia.

Hacia el compromiso histórico de una reforma electoral de fondo

Somos opuestos, por principio, al ejercicio de la eficacia plena del ejercicio electoral en el modelo de participación de democrática indirecta vigente en el país colombiano. La participación de la izquierda en el caudal electoral en Colombia estará condicionada a la derogación del actual sistema electoral vigente, corrupto, atípico; no solo en el ejercicio del sufragio directo y universal y de escrutar o conteo de los votos; cómo en la existencia de un sistema institucional electoral perverso entronizado en la impunidad y la corrupción. Todas las estructuras del sistema electoral vigente, desde su institucionalidad registral, carente de la buena fe pública, rodeada de ilegitimidad, hasta el ejercicio mismo de la práctica electoral, están viciados. Ese tal llamado cuarto poder- el electoral- constituye un adefesio, una afrenta ante Colombia y el mundo. Se conocen los efectos adversos de los procesos de revocatoria de alcaldes, sin prospectos de efectividad o viabilidad. Aquí el CNE no tiene carácter jurisdiccional y por ende no tiene competencia para dirimir ningún contencioso entre el pedido ciudadano de revocatoria y el encartado. Un “magistrado” ponente del CNE se ha inventado un indebido proceso; dando comienzo a un rastro calculador y prevaricador ad puertas de la revocatoria a alcaldes. Propio de un acto de vileza, no de un magistrado, sino de un político corrupto. El valiente y solitario magistrado del Consejo Nacional Electoral, Armando Novoa, recusado en todas las investigaciones adelantadas por el lavado de activos en las campañas electorales presidenciales, denuncia que ese tribunal casi nunca trabaja dos horas a la semana; que hay 500 procesos represados en el CNE y por ende concluyen la caducidad de las investigaciones. El que cada uno de los magistrados de ese tribunal devenguen cerca de treinta millones de pesos, unos diez mil dólares, mensuales y el manejo de un grupo grueso de asesores, demuestra el estado de postración e impunidad que asisten al sistema electoral colombiano. El actual sistema electoral no garantiza el mandato constitucional de Partidos y Movimientos Políticos organizados democráticamente; ni sus procesos de democratización interna. Ofensivo, por ejemplo, que el Partido Centro Democrático, cohoneste vallas o pancartas en el que imponen a sus militantes que el candidato de esa colectividad a la presidencia será “El que diga Uribe”. ¡Físico caudillismo fascista y ninguna “autoridad” electoral, hasta el momento, ha tomado oficiosamente cartas en el asunto!

Lo que queda de los Acuerdos de La Habana, contempla en el punto 2 convenido, la participación política mediante la apertura democrática. Entendiéndose que no se trata de solo las garantías para los rebeldes encausados en partidos políticos; como sí para el grueso del entorno participativo de la izquierda, incluida la izquierda revolucionaria no armada. La Constitución política de 1991, solo consagra la democracia indirecta o de representación en Colombia. Los mecanismos de participación del pueblo que señala el artículo 103 ibidem: el voto, el plebiscito, el referendo, la revocatoria del mandato, son esencialmente de participación indirecta del pueblo. La Constitución de 1991, que no fue de inspiración popular, aplica un disfraz de democracia directa, participativa y popular en Colombia. La democracia directa, conforme se llama la democracia de las calles, como expresión de la soberanía popular en las calles, es prácticamente proscrita en Colombia y por ende enfrentada a permanente judicialización.

Lo de la suspensión de elecciones

Constitucionalmente atados a la democracia representativa, bajo un tratamiento de inmovilidad para el ejercicio de viabilidad democrática; bajo un sistema de poder electoral despótico corrupto hasta los tuétanos y el enfrentamiento ante un sistema electoral de funcionamiento de casino; incumbe el ejercicio del debate público de la sociedad civil.

La Historia enseña que los pueblos- como constituyente primario- convocan a acuerdos políticos nacionales. Son los Hechos los que generan la política y no ésta a los hechos. Al no prosperar la reforma política fundamental y al no contar con un cambio estructural electoral; en Colombia no se daría una confrontación de opiniones diferentes en los calendarios electorales previstos para el año 2018. Asistiríamos a perpetuar, a que continué por mucho tiempo, el actual estado de cosas inconstitucionales. Por ejemplo, lo de las 16 circunscripciones electorales no obedece a reforma electoral alguna. Obedece a sentido clamor de las comunidades marginadas y así Acordado. Pero pese a ellos las barajan esa corriente de la derecha institucional que aspiran a “que todo cambie, para que nada cambie”.

Siendo una norma constitucional pétrea (artículo190) el periodo de cuatro años por el que es elegido El Presidente de la República; el trámite de la reforma electoral de fondo-como implementación del punto 2 del Acuerdo: Apertura Democrática y Participación Política- subsumiría el plazo del calendario electoral.

Conforme al espíritu de lo Acordado, para el fin, terminación y no repetición del conflicto armado, la inclusión del trámite de la Reforma Política de Fondo al Sistema Electoral colombiano sometería las elecciones del legislativo al conjunto del principio general de lo accesorio a lo principal.

Modestamente considero que es el momento histórico de asumir retos.

 

Enviado por el autor.

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UCR desarrolla III Simposio Internacional en Violencia y Sociedad

Andrea Méndez Montero,

Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR desarrolla III Simposio Internacional en Violencia y Sociedad
¿Usted que quiere sembrar hoy?, fue la pregunta que los artistas del Colectivo Artenmutación le hicieron a los participantes del III Simposio Internacional en Violencia y Sociedad; para incitar a la reflexión sobre la papel que ejerce cada persona en la construcción de la sociedad. – foto Karla Richmond.

Un impactante performance del Colectivo Artenmutación sobre la forma en que las migraciones, la exclusión social y la violencia de género impactan la vida de los pueblos centroamericanos inauguró este jueves 22 de junio el III Simposio Internacional en Violencia y Sociedad en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La actividad es coordinada por el Programa de Investigación en Violencia y Sociedad del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IPP) y llega a este campus de la institución, tras desarrollar tres días de reflexión, análisis y discusión en las Sedes Caribe, Pacífico y Guanacaste.

El acto contó con la participación de la directora del Programa Violencia y Sociedad, M.Sc. Mónica Vul, la directora del IIP, Dra. Vanessa Smith, el rector de la UCR, Dr. Henning Jensen Pennington y la reconocida investigadora mexicana Dra. Julia Monárrez, quien impartió la conferencia inaugural.

El Dr. Henning Jensen Pennington expresó la complacencia de la institución por albergar este espacio que aborda las diversas manifestaciones de la violencia, las cuales, son parte de una realidad que impacta diariamente a todas las personas y sociedades.

El jerarca reconoció el compromiso que debe tener la academia para “sostener” la legitimación de estos actos y para dar lugar a la generación de preguntas y respuestas que ayuden a “cultivar una cultura de paz”.

“Este tipo de espacios nos permiten sembrar esperanza y vislumbrar que existe la posibilidad de un mundo diferente, en el cual podamos convivir los unos con los otros y donde no se establezca esa lógica de que para erradicar la violencia debemos ser igualmente violentos”, enfatizó.

UCR desarrolla III Simposio Internacional en Violencia y Sociedad2
El Dr. Henning Jensen Pennington expresó el compromiso de la institución en la construcción de una reflexión crítica sobre la violencia y sus diversas manifestaciones. – foto Karla Richmond.

La M.Sc. Mónica Vul resaltó la oportunidad que ofrece este espacio académico, cultural y de acción social para tejer redes de trabajo sobre temas que merecen un espacio de reconocimiento crítico, pues son marginados y espectacularizados desde ámbitos como los medios de comunicaciones y los discursos autoritarios.

“La violencia nos interpela cada día con mayor dureza, radicalidad y crueldad y se mantiene constante, son los dispositivos del prejuicio social, desde las cacerías de brujas a la violencia racial contra jóvenes, contra las diversidades, la crueldad contra los cuerpos vulnerabilizados, la creciente misoginia y homofobia”, enfatizó.

La psicoanalista afirmó que la actividad rinde un homenaje a los estudiantes que fallecieron en enero pasado como resultado de un acto brutal de violencia en el cantón Liberia, así como a la joven universitaria que murió atropellada en las afueras de la institución en octubre del año anterior.

Por su parte, la Dra. Vanessa Smith afirmó que como resultado del simposio se pretende dar lugar a la creación de una red de trabajo y cooperación interuniversitaria, que enfatice alianzas en Latinoamérica y favorezca la implementación de una agenda de investigación sobre violencia.

Conferencia inaugural aborda desciudadanización de las mujeres

Como parte de la inauguración del simposio, desarrollado en el marco de la Declaratoria del Consejo Nacional de Rectores (CONARE) 2017: universidades públicas por la vida el diálogo y la paz; tuvo lugar la conferencia “Violencias sistémicas contra las mujeres y la construcción de las no ciudadanas”.

UCR desarrolla III Simposio Internacional en Violencia y Sociedad3
La investigadora mexicana Dra. Julia Monárrez compartió una serie de reflexiones y anécdotas relacionadas con su trabajo de investigación sobre la violencia que experimentan las mujeres en Ciudad de Juárez, estado de Chihuahua en México.

En este espacio, la reconocida investigadora mexicana Dra. Julia Monárrez, se refirió a las implicaciones sociales que generan alrededor del mundo las diferentes formas de violencia contra las mujeres y particularmente el feminicidio.

Según la investigadora, la muerte de las mujeres a manos de sus parejas o de otros hombres es un reflejo de la dinámica de desigualdad y discriminación de género a la que son sometidas de forma naturalizada y que las convierte en “sujetos matables, desechables”.

Denunció que además de atribuir la reproducción como una condición intrínseca al ser mujer o relegarlas al ámbito de lo privado como si se tratara de “un campo de concentración”; también se culpabiliza a la mujer por los abusos y la violencia de la que es víctima.

La Dra. Monárrez se basó en su experiencia de investigación en Ciudad Juárez, ciudad de la que es oriunda, para denunciar que pese a las altas estadísticas de muerte y desapariciones forzadas, los crímenes se mantienen en la impunidad.

La experta concluyó que sumado a la ausencia de acciones por parte de las autoridades para hacer justicia a las víctimas y a sus familias, “se repite la barbarie” y se convierte a las mujeres en “no ciudadanas”, como seres carentes de acceso a derechos y la aplicación de la ley.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR une esfuerzos en contra de la violencia

  • Caminata por la Paz de Semana U fue un llamado para sensibilizar a jóvenes

 

Andrea Marín Castro, Periodista Oficina de Divulgación e Información

Andrea Méndez Montero, Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información

Tatiana Carmona Rizo, Periodista Oficina de Divulgación e Información

UCR une esfuerzos en contra de la violencia
La comunidad universitaria y nacional se unió en rechazo a los homicidios de cinco jóvenes universitarios quienes fallecieron en Liberia, Guanacaste (foto Archivo ODI).

Conscientes de que las cifras de violencia afectan en gran medida a la juventud costarricense y en el marco de la declaratoria de las universidades públicas por la vida, el diálogo y la paz, la Universidad de Costa Rica (UCR) celebró la Semana Universitaria con un llamado a la atención de esta problemática.

En el marco de esta reflexión, la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR), el Consejo de Estudiantes de Ingeniería (CEI) y la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED), con el apoyo de los decanos de estas unidades académicas, acordaron suspender la realización de la tradicional pasada.

En su lugar se llevó a cabo una Caminata por la Paz que recordó a las y los estudiantes Joseph Briones Solís, Ingrid Méndez Serrano, Dayana Martínez Romero, Stephanie Hernández García, y Ariel Vargas Condega, fallecidos en Liberia a inicios del año, así como a la estudiante Saray Ríos Ortega, quien murió en un accidente de tránsito frente al edificio de Derecho el año pasado, hechos que enlutaron a la comunidad universitaria y al país entero.

La Mag. Ruth de la Asunción Romero, vicerrectora de Vida Estudiantil, expresó que estos dos sucesos marcaron de forma significativa a la Universidad, que con dicha caminata se ha unido para expresar su preocupación por la pérdida de estos jóvenes que tenían todo un futuro por delante.

“La marcha con la cual empezamos la Semana Universitaria es una continuación de ese sentir y de ese posicionamiento de la Universidad como institución, pero también como colectivo humano ante situaciones que hacen un daño muy fuerte a la sociedad costarricense y en la cual estamos todos y todas llamados a contribuir. No es posible que la reacción de la ciudadanía sea resignarnos a vivir con temor, tenemos que ser activos y propositivos en retomar los espacios privados y públicos”, resaltó.

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La Semana Universitaria inició este año con la Caminata por la Paz en el marco de la declaratoria por de las universidades públicas por la vida, el diálogo y la paz (foto Archivo ODI).

Así mismo la Vicerrectora explicó que a lo largo del año se continuará reforzando el análisis y la toma de conciencia para abordar otros temas específicos como el hostigamiento sexual, el respeto a la diversidad, el diálogo, la resolución de conflictos, entre otros, en los que se involucre toda la comunidad universitaria.

Cifras teñidas de violencia

Los datos oficiales más actualizados de algunas instituciones gubernamentales evidencian que cada día, son más los jóvenes costarricenses víctimas de violencia y que pierden sus vidas en hechos de esta naturaleza.

De acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), los accidentes de tránsito y los homicidios son algunas de las principales causas de muerte de la población joven en nuestro país.

En el año 2015 un total de 127 jóvenes entre los 15 y 24 años fueron víctimas de un homicidio, y 145 perdieron sus vidas en accidentes de tránsito. Mientras que 336 adultos jóvenes y adultos entre los 25 y 54 años murieron a causa de un homicidio y 459 fallecieron en un accidente de transporte.

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Mensajes en recuerdo de la joven Saray Ríos Ortega fueron puestos en el sitio del accidente, en el que resultó herido el estudiante Arturo Mancia Elizondo (foto Archivo ODI).

Las cifras presentadas en el año 2016 por el Consejo de Seguridad Vial (COSEVI) plasman la violencia en carreteras. Durante el 2012 se contabilizaron 110 muertesde personas menores de 30 años, dentro de los que los jóvenes de 23 años representaron la cifra más alta con 12 fallecidos.

En el 2013 se registraron 108 muertos y la mayoría de ellos (12) tenían 30 años; mientras que para el 2014 el total de fallecidos fue de 123 y nuevamente quienes tenían 23 años repitieron con la cifra más alta (15).

Violencia contra las mujeres: un caso de análisis

Las estadísticas de violencia contra las mujeres varían entre los diferentes años, pero como lo ha reconocido el Estado de la Nación tanto en Costa Rica como en el resto de Centroamérica se evidencia una tendencia creciente, que muestra mayor fuerza en Honduras, El Salvador y Guatemala.

Según la Dra. Montserrat Sagot Rodríguez, directora del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM UCR), si bien las mujeres como grupo social no son las más afectadas por la violencia, sí lo son por un tipo particular y es la que se ejerce contra ellas por el hecho de ser mujeres.

“Los escenarios de la violencia que viven mujeres y hombres son completamente diferentes: ellas sufren mayor violencia en las relaciones de pareja, mayor hostigamiento callejero, violencia sexual en todas sus manifestaciones y en el contexto de las relaciones familiares. Por su parte, los hombres sufren mayor violencia en los espacios públicos por parte de personas que no conocen, viven más violencia criminal y como resultado de conflictos políticos”, señaló la socióloga.

UCR une esfuerzos en contra de la violencia4
El hostigamiento callejero es una de las formas de violencia que golpea día a día a las mujeres en el país (foto Archivo ODI).

Si bien las mujeres también sufren de violencia en los espacios públicos como por ejemplo el acoso callejero, añadió la Dra. Sagot Rodríguez, está comprobado que las mayores manifestaciones de violencia las sufren en el hogar por parte de las familias o personas más cercanas.

“Debido a esa naturaleza privada es que muchas veces la violencia contra las mujeres se queda en la esfera de lo privado y no es vista como un problema público o de seguridad ciudadana, incluso hasta hace muy poco tiempo, no era considerado un tema que debía atenderse por medio de políticas públicas”, manifestó esta especialista del CIEM UCR.

La Dra. Sagot Rodríguez concluyó que la violencia contra las mujeres se interpreta como un continum que va desde las manifestaciones más leves hasta las más cruentas, llegando hasta la forma más extrema que es el femicidio.

Según datos oficiales del Poder Judicial, Costa Rica registró durante el 2015 un total de 27 casos de femicidios, de los cuales 14 correspondieron a mujeres menores de 30 años. En el 2016 la cifra de fallecimientos fue de 23 personas y en lo que va del 2017 se han contabilizado ocho casos.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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