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Perú: la Geopolítica detrás de la Crisis

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

La crisis que vive Perú ha sido analizada con detalle desde la ciencia política y los encuadres teóricos comunes a este tipo de eventos; se estudian los actores, los hechos, las desigualdades estructurales que marcan una clara polarización social y política, la historia política reciente, así como repercusiones en la vida democrática del país y su institucionalidad. Hasta ahí todo muy bien, justo y necesario. Pero hoy eso no basta. Subyacen razones también reales y profundas debajo del iceberg que chocó en diciembre pasado contra la democracia en ese país. Me refiero a la geopolítica y el entorno global dentro del cual se desarrollan estos acontecimientos.

En una época histórica de incertidumbre planetaria, dentro de un contexto de dependencia estratégica hacia los recursos naturales, guerra en Europa, crisis sanitaria y económica, colapso ambiental y disputa de hegemonías en América Latina, es que debemos estudiar los hechos suscitados en Perú. Trataré de explicar cada punto de manera resumida a continuación. El sistema internacional atraviesa por un periodo de turbulencias que se enmarca dentro de la transición hacia un orden mundial de carácter multipolar, o sea, donde emerge la presencia de actores diferentes a los tradicionales con el suficiente peso político, económico o militar, como para incidir en la toma de decisiones globales en el concierto de las naciones.

Esto sin duda, tiene impactos en todo el planeta y América Latina no es la excepción. Históricamente, potencias como los EEUU han visualizado desde su propia visión geopolítica a nuestra región como su patio trasero, donde la presencia de cualquier otra potencia es percibida como una amenaza directa a sus intereses y seguridad nacional. No obstante, y para su disgusto, la República Popular China ha llegado a ser en los años recientes el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe. Igual molestia les genera el acercamiento de otras naciones como Rusia, Irán, India o Turquía a la región.

En esa dirección, el año pasado en la XV Reunión de Ministros de Defensa de las Américas, los EEUU presentaron a nuestros países la estrategia de la Doctrina de la Disuasión Integrada (integrated deterrence), considerada como una estrategia clave para su seguridad nacional. Busca integrar todas las herramientas del poder nacional a través de los dominios, la geografía y el espectro del conflicto, mientras trabaja con aliados y socios para contener el acercamiento de lo que ellos consideran países enemigos en suelo latinoamericano; entiéndase China y Rusia, especialmente.

Pero aclaremos algo, hoy estas disputas geopolíticas no son por temas ideológicos, sino por intereses comerciales ligados a los recursos estratégicos y materias primas que se encuentran en nuestros territorios, necesarias para sostener al mercado global con su maquinaria irracional de hiper-producción y sobreconsumo modernos. Hoy estos recursos dan o quitan poder, y hasta pueden llegar a ser razones para poner o quitar gobiernos. Aunque algunas veces nos quieran hacer creer que la lucha es por la democracia, en contra del autoritarismo y la tiranía, como fue en décadas pasadas, la realidad hoy muestra que la ruta del pragmatismo y los intereses económicos predominan por encima de aquellos nobles ideales. No se puede olvidar tampoco el contexto de escasez de algunos de estos recursos, de ahí la competencia encarnizada por obtenerlos.

Esta dependencia estratégica hacia recursos esenciales no presentes en todos los países, hace que se justifiquen todos los medios disponibles para buscar su control, administración y acceso, por ser tratado como un tema de seguridad nacional. En medio de la lucha por la independencia de los combustibles fósiles y la transición hacia matrices energéticas más amigables con el medio ambiente, existen ciertos recursos que cobran cada vez más importancia y que pasan a ser el objetivo primordial de todos los países que tienen en sus planes el competir en estos nuevos mercados. El litio es uno de esos recursos, considerado como el nuevo oro de la era energética verde.

Esto avanza sin detenerse, a pesar de ello y sin ser contradictorio, la guerra en Europa ha vuelto a poner el tema de la seguridad energética en el centro discusión. La dependencia energética de occidente hacia países considerados hostiles ha ocasionado que el tema del aseguramiento energético sea la prioridad número uno, especialmente en los países europeos, aunque eso implique, como en el caso de Alemania por ejemplo, seguir consumiendo o incluso aumentar el consumo de fuentes altamente contaminantes como el carbón y el petróleo. De ninguna manera se pueden dar el lujo de detener el funcionamiento de sus servicios básicos, industria y comercio.

Este traspié de la guerra, al igual que la crisis sanitaria de la Covid-19, no estaba en las variables estudiadas y proyectadas sobre el futuro hace tan solo un par de años atrás. Así, garantizar el acceso a la energía a precios razonables, aunque el sacrificio sea la naturaleza y las posibilidades de vida en el futuro, pasa a ser la prioridad estratégica de las potencias en este mundo de incertidumbres y turbulencias. No podemos olvidar que aún hoy, como afirma el especialista en geopolítica de la energía, Daniel Yergin, la economía mundial depende en un 80% de los hidrocarburos.

Volviendo de nuevo al tema de la dependencia hacia los recursos latinoamericanos y las relaciones económicas entre las élites locales y las potencias, cabe recordar las declaraciones que dio días atrás Laura Richardson, la general jefa del Comando Sur de Estados Unidos sobre la trascendencia que ha tomado para EEUU el triángulo del litio, conformado por Argentina, Bolivia y Chile, que conserva el 68% de los reservorios globales de este elemento indispensable para la producción de todo lo que tiene que ver con tecnologías en la era digital. Aquí el interés y la competencia entre potencias, una vez más, es por el acceso y explotación (concesiones) de dicho recurso. Desde luego, el hecho que haya gobiernos más afines a una u otra siempre es un valor agregado para sus intereses y el de sus compañías multinacionales, por lo tanto, no es de extrañarse que busquen naturalmente esa afinidad y acercamiento político.

En el caso de la República Popular China, su modelo de acercamiento con América Latina y el Caribe ha sido muy diferente y respetuoso; propone el establecimiento de relaciones complementarias y no necesariamente competitivas, muestras su voluntad de fortalecer los vínculos de cooperación sur-sur y respeta los asuntos internos de todos los países con los que establece relaciones comerciales y políticas. Dentro de lo ofrecido por China a la región se encuentra la Iniciativa de la Franja y la Ruta, una propuesta de desarrollo e infraestructura global que abre la oportunidad para la construcción de infraestructura estratégica de los países participantes para el fortalecimiento del comercio internacional y su crecimiento económico.

Como parte de esta iniciativa, China y Perú se comprometieron años atrás para construir en Chancay, un enclave pesquero y agrícola en la costa central de Perú, un mega puerto estratégico para el comercio con Asia-pacífico, que según expertos, cambiará totalmente no solo la geografía en el sur del continente, sino que por su tamaño y operación, pasará a ser un centro neurálgico del comercio internacional, más cercano geopolíticamente a Pekín, que a Washington. En ese puerto podrán atracar los cargueros más grandes del mundo que pueden llegar a transportar hasta 18 000 contenedores, lo cual lanza una clara señal de la magnitud de dicha obra de infraestructura. Existe también un proyecto para la construcción de otro mega puerto en Perú, en Arequipa, llamado Puerto Corio, que buscaría incluso construir un tren bioceánico con el fin de conectarse con el Puerto Santos en Brasil, el más grande hasta el momento en América Latina. Este proyecto en 2021 logró conseguir inversionistas de Brasil, EEUU, Inglaterra y España. No obstante, a hoy todavía el proyecto no arranca, mientras el Puerto de Chancay espera entrar en funcionamiento en el segundo semestre del 2024. Si no hay imprevistos de carácter político.

Pero no todo se reduce a la infraestructura, la posición geoestratégica y el comercio. Los recursos naturales de Perú son importantes para los ojos del mercado y las grandes potencias. El Ministerio de Energía y Minas del Perú dice que ese país es el segundo productor de plata, cobre y zinc a nivel mundial, y es el primer productor de oro, zinc, estaño, plomo y molibdeno en América Latina. También posee petróleo, con una producción de 40.538 barriles por día (al 2022), y grandes reservas de plata, y otros metales no menos importantes, sin dejar de lado la biodiversidad con la que cuenta.

¿Pueden ser todas estas algunas de las verdaderas razones de fondo del conflicto que sufre Perú hoy? ¿Existen contradicciones políticas e ideológicas internas entre las élites económicas más importantes del país, sus intereses y el pueblo? ¿Qué tipo de relación (¿negocios?) tienen dichas élites con la clase política peruana y los intereses extranjeros? ¿Existe una disputa encubierta por el control-explotación-distribución de los recursos estratégicos de Perú detrás de toda esta crisis política? Es algo que el tiempo nos irá aclarando con el pasar de los días. Lo cierto es que este es el escenario de fondo, uno que no se está tomando en cuenta y que sin duda, da una idea sobre la magnitud de los desafíos que enfrentan todos los países que cuentan con recursos indispensables para la maquinaria económica global, y hacia los cuales existe una dependencia cada vez más manifiesta, mientras los pueblos, en este caso el peruano, es la gran víctima de este ajedrez planetario.

Invitan a concentración en solidaridad con el pueblo peruano y contra el gobierno golpista

SURCOS comparte el siguiente llamado:

Les invitamos a participar este lunes 6 a las 2 pm.

El 7 de diciembre, 2022 el presidente de Perú Pedro Castillo -maestro e hijo del campesinado y elegido por voto popular- sufre un golpe de Estado. A partir de ese día, el gobierno encabezado por Dina Boluarte desata una ola creciente de represión y muerte, en especial, contra estudiantes, campesinado y pueblos indígenas, quienes se manifiestan en contra de dicho golpe y la imposición de un gobierno represor y criminal.

La lucha en defensa de los Derechos Humanos NO TIENE FRONTERAS. Por eso, el MTC se ha unido a diversas ¡ornadas que ha impulsado el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos.

Atisbando El Perú: “Latino América” para los “latinoamericanos”

Edgar Chacón

Edgar Chacón Morales

1 de febrero de 2023

Al sur del Río Bravo. Poder formal y poder real

Los “teóricos” “concepto-funcional-estructuralistas”, parsonianos y mertonianos algunos, apegados a su tradición coopto-populachera, efectista, sofismática, y fantochera, en función de una eficaz gestión de los intereses a los que adscriben, desde hace algún tiempo vienen utilizando dos términos: “Gobernanza”, (no es un concepto teórico), que debe ubicarse en el ámbito del análisis del poder formal y “Estado profundo” (tampoco es un concepto teórico), que debe ubicarse en el ámbito del análisis referido a lo que mejor ilustra lo que otros llamamos, “poder real” y sus expresiones. Ámbitos entrelazados en una relación dialéctica.

Poder formal, poder doméstico

“Derecha achorada”, “izquierda caviar“(Dina Boluarte), “Congreso golpista”, “prensa mermelera y mercenaria” (sirve a ambos poderes), son términos de consumo o análisis local, que se inscriben en el ámbito del poder formal. Acá podemos ubicar todo lo lamentable, que están haciendo los portadores de los poderes “montesquianos”, legislativo, ejecutivo y judicial: represión, matanza, mentira, encubrimiento, populismo, demagogia, entreguismo, ante ese “despertar del pueblo peruano”.

Sin detenerme en análisis previos, a continuación, cito las palabras de varias personas, ante el desenmascarado intento de la congresista Rut Luque Ibarra, en una “olla común”, en la plaza” Túpac Amaru”, de Cusco, haciendo demagogia. Esta congresista, quien votó a favor de la vacancia de Pedro Castillo, prácticamente fue echada y tuvo que “salir huyendo” del lugar:

“…a los provincianos no nos va a convencer con sacos de arroz y fideos…basta ya congresistas y Dina Boluarte, váyanse de una vez”, “…(RLI) ha traicionado la voluntad del pueblo peruano…que no venga a banderearse… yo no soy de izquierda, de derecha, de centro, soy ciudadana…el pueblo se financia…que no venga a aprovecharse… ha recibido sus coimas…” “…(Pedro Castillo) ha sido elegido por la voluntad del pueblo… en honor a la democracia…más de 8 millones votaron por el presidente Pedro Castillo Terrones, que está secuestrado de forma ilegal, por la ultra derecha, por los altos mandos militares, por ese congreso asesino, corrupto, que está vendiendo a nuestro Perú… se le vacó de forma ilegal, sin respetar las normas constitucionales… los repudiamos… el pueblo tiene amor a la patria, que le falta a esos congresistas, que son parte de esta dictadura de ultra derecha, militar… ella es ventrílocua de esos mandos… están persiguiendo a quien piense diferente… dicen que somos terroristas, pero no. Buscamos la democracia el respeto y la vida…los hechos han demostrado que ellos son los terroristas… Dina Boluarte ha superado a Jeanine Añes de Bolivia…”. (“Te cuento todo”).

Es evidente la claridad y decisión de las multitudes de Puno, Cusco, Apurímac, Arequipa, Cajamarca, Andahuaylas, Juliaca, Ayacucho, Huancabelica, Junín, Lima y demás, frente al poder real y el poder formal, que tiene instalado un remedo de sistema parlamentario y se ha dedicado a ejecutar un recurso ya muy trillado: Criminalizar el descontento, recurriendo a argumentos burdos como el terrorismo y el “narcotráfico”.

Poder real

La realidad y clase de lucha que enfrentamos los latinoamericanos. ¿Neoliberalismo? ¿Soberanía vs. Agenda globalista?

Coincidiendo en algunos aspectos con otras propuestas, El Dr. Máximo Grillo Anunciata, propone que Perú se encuentra en el escenario de una conspiración, un plan racista de la clase dominante, del que se puede decir que está determinado por los planes geopolíticos de las potencias hegemónicas, para exterminar la población.

En octubre de 2019, se llevó a cabo en Estados Unidos el “Evento 201”, financiado por Will Gates, en el que participaron Rockefeller, (algunos judíos sionistas como) Rotchild, Kissinger, Soros, la OMS, el FMI representado por Cristina Lagarde (también judía sionista), el BM. Dijeron que la tierra no estaba en condiciones de darle de comer a toda la población humana, que debe ser reducida al 15%. Eliminar al 85%.

En la reunión de Dabos, en Londres, respaldada por la corona inglesa, se afirmó lo mismo.

Bertrand Rusell, premio nobel, en su libro “La Sociedad Industrial”, ya había dicho lamentar que no se reduzca la población en América Latina y recomienda sembrar virus y bacterias en los ríos y lagunas, para disminuir las poblaciones nativas.

Para el 2,050 habría 11 mil millones de habitantes y los “recursos” no alcanzan para darles de comer. La solución para estos intereses es el exterminio.

En este mismo orden, el gobierno de Fujimori, enmarcado en esta geopolítica, hablaba del “excedente poblacional nocivo”: los provincianos, los serranos, los empobrecidos, población que debía reemplazarse con población japonesa (según planes existentes desde la II guerra mundial).

En el marco de esta situación, la realidad histórica del Perú muestra que están presentes indicadores sociales precarios: Mujeres con anemia crónica que dan a luz niños también con anemia crónica que, desde que nacen están en desventaja permanente. Se trata del 60% de los niños. Además, existen altos índices de tuberculosis, alcoholismo, bajos índices de educación. Todo esto provoca un muy bajo coeficiente de inteligencia.

Esto es causa de ser un país que tiene la salud y la educación pública abandonadas. La alimentación del pueblo está deteriorada.

En Perú, la producción agrícola no está para que los peruanos coman, está para exportar, para que ganen dinero las empresas exportadoras, exonerada de impuestos, y la actual Constitución lo permite. Las mineras no pagan impuestos, y el Estado tiene que reembolsarles sus gastos. También la Constitución lo permite.

Por otro lado, Héctor Béjar, primer canciller del gobierno del presidente Pedro Castillo, quería sacar al Perú del Grupo de Lima, para sacarlo de los planes de invasión a Venezuela. Por eso lo sacaron de la cancillería; habían reconocido a Guaydó y firmado un convenio con la embajadora norteamericana por 321 millones de dólares, para mantener a los inmigrantes venezolanos: aplicación del plan estratégico del Comando Sur de Estados Unidos.

El gran negocio es apoderarse de las enormes reservas del petróleo venezolano y darle un golpe a la economía china (Ya lo hicieron con Japón en la II Guerra mundial, porque los japoneses les habían arrebatado todo el mercado de las costas del Pacífico, impidiendo el desarrollo industrial de la costa oeste de Estados Unidos. Por esa razón, como parte de sus planes geopolíticos, el coronavirus y sus 5 sepas, que está patentado en Estados Unidos, fue transportado a Buján en octubre de 2019, en el marco de las Olimpiadas Militares Internacionales. En esas olimpiadas, el primer puesto lo sacó Rusia, Estados Unidos sacó el puesto 31, porque no mandó un equipo de atletas, sino un equipo de sicarios a sembrar el virus).

La política exterior del Perú, la dirige la embajadora de Estados Unidos, no hay soberanía y así, sabotean los intentos de reforma y mejora para el pueblo. En Perú, hay 14 bases militares norteamericanas: ¿para qué?

Debe haber soberanía. Hay que cambiar la Constitución, debe haber una reforma impositiva: la derecha no quiere pagar nada, no quiere ceder en nada, desprecia al pueblo.

Perú está siendo saqueado de la forma más cruel. Hay reformas, o hay guerra civil.

Estado de cosas en Perú; golpe de Estado en Bolivia; movimientos de desestabilización en Brasil; atentado contra Cristina Fernández; descontento con el presidente Petro; la soberanía y las democracias nacionales en estado de supervivencia; militares formados en Estados Unidos; derechas burdas; argumentos de financiación por el narcotráfico.

Elon Musk: “Daremos un golpe de Estado a quien queramos. Lidien con eso”. (Tremending-público)

“Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad”. Simón Bolívar, 5 de agosto de 1829.

Los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica)

Los países BRICS, por ahora se plantean como una opción multi polarista, frente al uni polarismo USA/OTAN.

Se ha dado en llamarlos BRICS/plus, debido a las intenciones de otros países, como Argentina e Irán, de participar en esta propuesta.

La lucha por la vida y por la paz

La paz es opción de sensatos e inteligentes; la guerra es recurso de egoístas, cobardes y opresores. Es hora de tener sabiduría y dignidad para emprender con estatura y firmeza, las luchas que deben darse. Queremos vivir en paz, pero lamentable: otros vendrán a hacernos la guerra.

Independientemente de análisis teóricos sobre derechas “achoradas”, “bolsonaristas”, congreso golpista; agenda globalista, geopolítica, soberanismo, líderes e intereses mundiales; chinos, rusos, estadounidenses; demócratas o republicanos. Es imprescindible tener la claridad: El capital no tiene patria, solidaridad, compromiso con la democracia, sino oficinas, centros de operaciones y grupos serviles locales, a los que más les interesa dónde realizan sus intereses egoístas y no tanto velar por el bienestar del país en el que nacieron.

Más allá de las democracias de unos y las libertades de otros; de la mano invisible del mercado, invento pérfido cubierto bajo un guante, para favorecer a unos y maltratar a otros, el momento demanda una posición crítica, propositiva y constructiva, por la vida y por la paz.

La unidad de sectores y poblaciones es urgente. Además, es pertinente evitar los medios de distracción, desinformación y embrutecimiento colectivo, iniciando con modas, noticias, artes y deportes.

Constitución Política Vs. Directrices del Banco Mundial

Una opción irrenunciable, que debe tomarse y ser fortalecida, es defender y aplicar lo que las Constituciones nacionales establecen en todos los órdenes y oponerse con esta base, al Banco Mundial y sus directrices.

Todo oponente, individual o colectivo, se ve invencible, antes de verlo con claridad y tomar la decisión de enfrentarlo.

Es hora de reconocer nuestros poderes y convocarlos.

Pronunciamiento de UNED PRO sobre los sucesos en el Perú

La Asociación de Profesionales de la Universidad Estatal a Distancia – UNED PRO de Costa Rica manifiesta su indignación por la masacre que ocurre en la hermana república del Perú por parte de las fuerzas policiales y militares contra las manifestaciones pacíficas de campesinos, indígenas, estudiantes, mujeres y pobladores comunes del campo y las ciudades que luchan contra el enquistamiento de una dictadura congresal y militar que está desangrando el país.

Elevamos nuestra enérgica condena por la violación de la autonomía universitaria el día 21 de enero del 2023 con la violenta irrupción de tropas y tanquetas policiales en el campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la detención arbitraria de 200 manifestantes indígenas, campesinos y estudiantes universitarios provenientes de las provincias andinas del Perú.  El mismo día tropas y carros de las fuerzas armadas rodearon intimidatoriamente el campus de la Universidad Nacional de Ingeniería en momentos que se realizaba un acto de graduación. En el Perú como en muchos países de América Latina la autonomía universitaria tiene rango constitucional y se debe ser respetada y fortalecida.

Hacemos un llamado a los organismos internacionales de DERECHOS HUMANOS a tener un rol más activo para facilitar un urgente diálogo nacional que canalice las demandas de la ciudadanía peruana para:  la libertad para el presidente Pedro Castillo, nuevas elecciones, asamblea constituyente, judicialización de las autoridades del ejecutivo, legislativo y judiciales involucradas en la masacre contra el pueblo peruano con marcados signos de racismo y discriminación por proceder de las provincias andinas.

La UNED PRO asimismo motiva a las instancias de educación superior de América Latina a manifestar su solidaridad con las universidades y el pueblo peruano.

San José, Costa Rica, 24 de enero del 2023.

Programa Alternativas. «Perú: crisis, represión y muerte. ¿Hay alternativas?»

El pasado viernes 20 de enero de 2023 se transmitió en el Programa Alternativas con el tema: «Perú: crisis, represión y muerte. ¿hay alternativas?». Se contó con la participación de  Lucia Alvites, socióloga, MSc Estudios de Género, docente universitaria, militante de Nuevo Perú; Gustavo Espinoza, periodista, escritor y ex parlamentario; Nidia Fonseca y José Amesty como invitado. 

La situación en Perú se presenta como un punto de arranque para otras situaciones de lucha ciudadana en latinoamérica. El inicio del conflicto en el país suramericano se sitúa desde que el expresidente Pedro Castillo asumió y los sectores de ultraderecha del parlamento estuvieron en contra, las manifestaciones como tal se sitúan el pasado 7 de diciembre cuando se logra la destitución del expresidente y se da ese quiebre de la voluntad popular.

Se explica que los objetivos de las manifestaciones incluyen: la salida de la actual presidenta Boluarte del Palacio de Gobierno, el cierre del Congreso y el cambio del actual presidente del Congreso y por último, nuevas elecciones en las que se plantee un cambio de Constitución, esto pues encuestas arrojaron que cerca del 70% de la población quiere la elección de una Asamblea Constituyente. 

La actual lucha que se mantiene desde el diciembre pasado, tiene el potencial de ser interminable en el contexto de la diversidad de zonas que tiene un país tan extenso como Perú y que la tranquilidad en una zona o en algunos sectores de la población, no garantiza la lucha de otros sectores, al ser la capacidad de lucha del pueblo peruano muy extendida. 

Puede observar el programa entero con las distintas intervenciones en el siguiente enlace: https://fb.watch/iaWulSJ-dk/

El Perú en un callejón sin salida

«Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español y en quechua». Con esta frase, hoy 18 de enero, recordamos el nacimiento del escritor, antropólogo y etnólogo peruano autor de “Los ríos profundos”, José María Arguedas.

Rogelio Cedeño Castro. Sociólogo y escritor costarricense.

La pérdida de más sesenta vidas de ciudadanos peruanos, como fruto de la represión del gobierno instaurado, mediante un golpe de estado congresal militar, por los perdedores de las elecciones de 2021, no es un acto que se pueda calificar como democrático, más bien representa la instauración de una dictadura sangrienta y represora, un régimen donde los derechos humanos y el estado de derecho no existen. Las grandes mayorías del Perú Profundo: gentes de los Andes, la costa y la selva que han salido a defender su voto, además de su derecho legítimo de participar en la toma de decisiones en un país profundamente desigual, racista y discriminador de las grandes mayorías urbanas y rurales.

Cuando se mencionó el caso de Brasil, con el asalto a los edificios de los poderes públicos en la capital brasileña, y los peligros que estas acciones representan para la democracia en la región latinoamericana, se omitió profundizar en las condiciones mínimas de legitimidad y de respeto al estado de derecho que se requieren para que la democracia latinoamericana vaya más allá de las mascaradas electorales que se organizan cada cuatro o cinco años en nuestros países. La ausencia o el irrespeto sistemático al debido proceso, la presunción de inocencia, las garantías de contar con una defensa legal y el habeas corpus conforman una peligrosa corriente que nos deslizan hacia el autoritarismo y el totalitarismo de una derecha agresiva, inculta, mentirosa y enemiga de la libertad de pensamiento: todo ello con el concurso decisivo de los poderosos medios de comunicación corporativos, y de un poder judicial manipulado por los poderes fácticos e imperiales, donde algunos jueces, y fiscales manipulan descaradamente los mecanismos de la “justicia” tornándola inviable, tanto como la democracia misma en los países de América Latina, al judicializar la política en beneficio de sus intereses acusando falsamente, a través de los mecanismos del lawfare, a aquellos políticos que se quieran salir de la disciplina neoliberal, con sus políticas de saqueo sistemático de nuestros países y de irrespeto a los derechos humanos. En síntesis una institucionalidad presuntamente democrática de espaldas al pueblo, sin su participación más allá del manipulado sufragio.

Además, la intervención descarada de los defensores incondicionales de los intereses de las corporaciones transnacionales europeas y estadounidenses (incluida la jefe del Comando Sur de los Estados Unidos) acentúan lo que constituye el mecanismo, mediante el que se ha tornado imposible el ejercicio democrático efectivo en la mayoría de los países de nuestra región, por lo que nos encontramos en una profunda crisis de la democracia, sólo equivalente a la que planteó en 1966, el expresidente dominicano Juan Bosch (1909-2001) en su libro CRISIS DE LA DEMOCRACIA DE AMÉRICA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA, a raíz de la invasión de la República Dominicana, en abril de 1965, por cuarenta mil marinos estadounidenses, con el propósito de impedir el retorno a la democracia en ese país caribeño, emprendido por los revolucionarios constitucionalistas de aquella generación dominicana. Bosch calificó esa figura dándole el nombre de pentagonismo, ahora estamos ante un ascenso neofascista a escala internacional y regional.

Dado lo anterior, es que surge la obsesión de algunas gentes, por descalificar el recurso de acudir a los planteamientos teóricos de algunos autores y estudiosos de la sociología política, o la sociología del conocimiento (que trata de destrabar-por así decirlo- o explicitar la intrincada y compleja relación entre el conocimiento y la existencia social en sí misma), para intentar explicar o entender los alcances y componentes de la presente crisis peruana y latinoamericana, no importa si los aportes de los años sesenta y setenta del siglo pasado, o los de este cambio de siglo, en cuanto a los alcances de sus elaboraciones teóricas y trabajo de campo sobre estos temas, esa hostilidad latente aunque agresiva es algo que raya en el desvarío, el ridículo y la sinrazón manifiesta por parte de algunas gentes de la derecha totalitaria, que incluso se atreven a opinar sobre temas que no conocen o de los que no han leído ni una página.

Lo cierto es que, tanto la sociología como la antropología y la historia social, como las mismas sociedades latinoamericanas en tanto objeto de estudio, han experimentado grandes cambios en este medio siglo transcurrido, dentro del tiempo de la larga duración histórica: un hecho esencial, en el caso del Perú, es que hasta la década de los sesenta las grandes mayorías campesinas de los Andes Centrales del Perú estaban sometidas a un régimen de servidumbre, discriminación y racismo manifiesto, un tema que trataron con una dosis de empatía, e identificación con los pueblos originarios, no carentes del rigor analítico y el conocimiento sobre el terreno en el que se ponen de manifiesto esas realidades, autores como el antropólogo, novelista, poeta y traductor quechuahablante José María Arguedas Altamirano (Andahuaylas 1911-Lima 1969) y el periodista, escritor, cronista, poeta y novelista Manuel Scorza ( Lima 1928- Madrid 1983), con su saga de novelas cortas sobre las luchas campesinas en los Andes Centrales en aquellos años, previos a las reformas que introdujo el general Juan Velasco Alvarado, entre 1968 y 1975, quienes no necesariamente fueron sociólogos o se asumieron como tales, además de Héctor Béjar, el gran maestro de la sociología peruana, dada la inmensa producción bibliográfica producto de varias décadas de investigación y reflexión sistemática.

La verdad es que en un texto como este no pretendo, ni podría jamás agotar todo el complejo problema de la nación peruana, desde sus orígenes en cuanto a estado-nación, dos siglos hacia atrás, cuando fue inventada por los criollos herederos de los colonizadores españoles como un país, sin tener en cuenta a los pueblos originarios y poblaciones afrodescendientes.

La sociología, en tanto ciencia social, al igual que historia y la economía política no legitima en sí misma a los gobernantes de una nación, pero el apoyo del pueblo sí. En el caso peruano, nos encontramos con que Dina Boluarte, la presidenta de facto y sus titiriteros militares y oligarcas fujimoristas son rechazados por casi el noventa por ciento de la población(88 por ciento, según una encuesta de las más recientes).

A propósito de las acusaciones contra el presidente derrocado Pedro Castillo Terrones. formuladas por jueces y una fiscal oficiosa, además de parcializada, alguna gente parece olvidarse del debido proceso, la presunción de inocencia y el habeas corpus pilares del estado de derecho en una sociedad que sea democrática de verdad, tal y como habíamos mencionado al inicio de este texto. Ahora bien, de lo que se acusa a Pedro Castillo es de “acciones ilícitas” por las que no podía ser juzgado siendo presidente, las que, de ser ciertas, resultan ser insignificantes a la par del prontuario de todos los presidentes que lo antecedieron en el cargo, a lo largo de los últimos treinta años: unos presos, otros en fuga y uno suicidado (Alan García Pérez).

En el contexto actual, resulta inocultable la necesidad de destacar lo antidemocrática y mala perdedora que es la mayoría de la derecha en esta parte del mundo, no sólo en el Perú, sino también en Bolivia y hasta en Brasil, donde hace unos días trataron de dar un golpe de Estado. Por supuesto que esos son temas que a algunas gentes de la derecha no les interesan por lo que prefieren obviarlos, al igual que las más de sesenta víctimas mortales ocasionados por la represión ultraderechista ¿será que esos peruanos asesinados no son seres humanos? algo muy similar, a lo que pasó en Bolivia, en noviembre de 2019, con las víctimas de Sakata y Senkaba (alrededor de 40) durante la dictadura de Yanine Áñez, esa que el valiente pueblo boliviano supo revertir.

El presidente legítimo del Perú, el señor Pedro Castillo Terrones continúa secuestrado por gentes que usurparon el mando de la fuerza pública, cuando aún no había sido vacado por el congreso, ni se había seguido el debido proceso para concretarla. En lo que fue una clara violación del orden constitucional, algo que resulta de suyo evidente.

La lamentable ignorancia y cinismo manifiesto de algunas gentes las alejan cada vez más de la realidad. A fin de cuentas, tal vez no haya ciencia social o ciencias sociales(tal vez la brujería y la nigromancia podrían resultar mejores para algunos) como suelen afirmar sin ningún fundamento, pero lo cierto es que la mentira descarada sobre lo social tampoco nos aproxima al conocimiento de lo que de verdad ocurre: Todos los anteriores presidentes del Perú se agacharon ante la oligarquía y firmaron su hoja de ruta, a pesar de ello Alan García Pérez se suicidó cuando iba a ser detenido hace ya tres años(¿se asiló en los infiernos acaso?) al haber graves evidencias en su contra, Alejandro Toledo sigue detenido en Estados Unidos esperando ser deportado por defraudaciones multimillonarias, Ollanta Humala sigue procesado y con detención domiciliaria, Alberto Fujimori en la cárcel por crímenes contra la humanidad y así sucesivamente. Lo extraño es que a Pedro Castillo Terrones, que de socialista o comunista no tiene nada, no se le siguió el debido proceso y continúa secuestrado por el nuevo régimen, ese que ya ha asesinado a más de sesenta peruanos. Dina Boluarte, al igual que Jeanine o Yanine Áñez, la aprendiz de dictadora de Bolivia en 2019-2020, tiene manchadas las manos de sangre, al igual que su premier militar ultraderechista Alberto Otárola, terminará en la cárcel como la boliviana y el ultraderechista Fernando Camacho, otro de los ejecutores del golpe de estado de 2019 en Bolivia.

Una síntesis política de lo ocurrido en Perú

Carlos Herz.

Carlos Herz, periodista
15-01-23

El Perú vive una persistente crisis de gobernabilidad desde hace decenios, caracterizada por la fragilidad institucional, principalmente política; por un déficit de construcción de ciudadanía; y por los limitados espacios de participación ciudadana, mayormente existentes por las presiones y movilizaciones populares que han ido conquistando diversos derechos y demandas. Esta crisis se da en el contexto de una enorme informalidad en la economía nacional –agudizada en el período de pandemia–, como expresión del abandono histórico del Estado en la atención a las necesidades elementales de las personas, quienes se han visto obligadas a desarrollar múltiples estrategias de sobrevivencia material. Esta dinámica económica y hasta social ha estado acompañada de la implementación de un modelo de acumulación basado en la exportación de commodities y materias primas diversas (principalmente minerales y productos agropecuarios) que dependen de las condiciones internacionales y que no se han visto en lo fundamental afectados, salvo por la variación de los precios globales. Cabe añadir que buena parte de la informalidad está vinculada con la ilegalidad y la corrupción en sus diversas formas, la cual también mueve la base económica del país. Se puede decir que junto a la crisis de gobernabilidad, convive un modelo neoliberal extremo que articula todas las formas de acumulación mencionadas.

  1. En ese contexto surge el gobierno actual que, más que una opción de aceptación programática, fue resultado del rechazo a una posible administración fujimorista, ya conocida por su esencia represiva, corrupta y entreguista de los bienes del país al capital. El triunfo por escaso margen del presidente Castillo nunca fue aceptado por la derecha en sus diversas facciones ni por la mayoría de los medios de información a su servicio, a lo que se agrega un fuerte componente de racismo y discriminación, que ha sido y es una de las características constantes hasta la fecha, ahora más agudizada. Después, la total ineficiencia y los visos de corrupción crecientes del gobierno favorecieron la práctica golpista y desestabilizadora implementada por el Congreso y estimulada por la prensa. Lo cierto es que, en cualquier circunstancia, aun con un buen gobierno de Castillo, no hubiera sido distinta la respuesta de la derecha peruana, aunque otro hubiera sido el devenir político, como resultado de un esperado apoyo popular que no recibió el presidente durante su errática gestión. Inclusive muchas de las medidas gubernamentales fueron atentatorias contra los derechos ciudadanos como en educación y género, coincidentes con los enfoques retardatarios de la derecha.
  2. Las evidencias de corrupción gubernamental, que debieran ser procesadas judicialmente como en cualquier Estado de Derecho, fueron suficiente razón para poner por delante las acusaciones a la gestión presidencial, siendo atendidas con mucha diligencia por el Congreso y el Poder Judicial, en comparación con muchos otros casos de mayor escándalo, sospecha y pruebas de corrupción. La consigna política concertada de la derecha en el Congreso y en la mayoría de la prensa fue desde inicio la de censurar a Castillo y su entorno, manteniendo siempre en vilo a su A esta persistente campaña de desestabilización y de vacancia, hay que sumar la terrible dosis de un discurso clasista y racista aprovechando de la impericia y el origen popular del presidente para agredir a su persona y a su familia. Esto último es uno de los factores centrales que ha despertado la reacción de la población mayormente rural; es decir, ésta no ha sido provocada sólo porque las élites han desconocido el triunfo electoral de Castillo sino, sobre todo, por el tratamiento despectivo que han dado a los sectores sociales más pobres, mayormente campesinos y del sur del país, poniendo en evidencia la fragmentación social y cultural en el país.
  3. Los últimos acontecimientos para muchos significaron una sorpresa en diversos sentidos:
  4. Primero, porque no estaba en la previsión política que al entonces presidente Castillo se le ocurriera dictaminar el cierre del Congreso y la intervención del Tribunal Constitucional y del Poder Judicial, sin ningún tipo de apoyo de los poderes militares y políticos De allí su rápida caída y detención, así como la juramentación de su sucesora, la vicepresidenta de la república y la designación de su gabinete.
    1. Segundo, porque tampoco se consideró que esta situación devendría en una masiva reacción favorable hacia el presidente, por su libertad, justificando su frustrada medida de cierre del Congreso como una legítima acción frente a su continua práctica Lo que ha ocurrido –y se viene incrementando– es la movilización de diversos actores sociales en las ciudades y el campo, mayormente en la macrorregión Sur y en la costa sur del país, exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, la disolución del Congreso y el adelanto de las elecciones; además, en varios casos piden la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la libertad del expresidente Castillo. Mientras el Congreso y la nueva presidenta persisten en su propósito de no querer leer la realidad social y política, el movimiento popular incrementa sus paralizaciones y recibe como respuesta una violenta represión, con situaciones trágicas como la elevada cantidad de pérdida de vidas humanas, que ya llegan a 48, y decenas de heridos, mayormente por proyectiles de bala y perdigones, prohibidos por la legislación peruana para estos casos. Los departamentos de Puno, Apurímac, Cusco, Ayacucho y Huancavelica son los más activos en estas protestas y se avecinan otras de mayor rango nacional, como la de los estudiantes y comunidades campesinas e indígenas. Lima ha venido tardando en reaccionar y en los últimos días ya se percibe un incremento de movilizaciones urbanas en la capital y en otras ciudades del país.
    2. Ahora el panorama es No ha funcionado el acuerdo del Congreso por iniciativa presidencial para un adelanto de elecciones para marzo del 2024, plazo señalado supuestamente para tener condiciones de realizar reformas políticas que permitan enfrentar la crisis extrema de gobernabilidad; ni tampoco ha funcionado el compromiso del nuevo gobierno de contar con equipo técnico y eficiente. Por el contrario, la mayoría congresal viene propiciando contrarreformas que le sean funcionales a su propósito de mantenerse en el poder, así como aprobar medidas económicas y sociales que agreden los derechos de la ciudadanía, y en particular de las poblaciones indígenas en la Amazonía peruana. Igualmente, el gobierno sigue mostrando las mismas limitaciones que las que se observaron a los gabinetes de Castillo, a lo que se añade sus medidas fuertemente represivas y autoritarias. De allí que ha crecido la desconfianza de la población movilizada ante los actuales representantes políticos tradicionales, y con mayor vigor exigen la disolución del Congreso y la renuncia de la presidenta, así como elecciones generales inmediatas, además de la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Como nunca antes las organizaciones sociales campesinas se están movilizando masivamente hacia las capitales de Puno, Cusco, Apurímac y Ayacucho, mayormente. Se configura progresivamente un sentimiento lleno de malestar, de agresiones a sus derechos más elementales, de amargura e indignación por el maltrato clasista y racista tan presente hasta la actualidad. La solidaridad de un sector de la población con el presidente depuesto tiene que ver con este sentimiento de exclusión y no tanto con su capacidad de gestión.
  5. ¿Qué hacer? Lo primero es que debemos exigir que se investigue a profundidad los asesinatos contra peruanas y peruanos y que se sancione severamente a los responsables políticos y No puede haber borrón y cuenta nueva. Y el gobierno debe asumir la responsabilidad que le compete. Las actuales movilizaciones sociales, mayormente espontáneas han abierto una gran oportunidad de transformación social y se requiere mirar mejor el panorama actual y hacia el futuro. Los eventuales resultados políticos que se logren ahora, no implicarán aún cambios sustanciales para el país, sino que –en el mejor de los casos– serán parte de un largo proceso de construcción de nuevas condiciones económicas, políticas, sociales, culturales y ciudadanas. Las tendencias autoritarias no solo están presentes en los tradicionales grupos de poder en el gobierno y el congreso, sino que se extienden a los diversos sectores e instituciones estatales y de la sociedad, e incluso se manifiestan en diversos liderazgos populares, pudiendo generar situaciones complejas de mayor violencia o de decisiones que refuercen liderazgos antidemocráticos, además del continuismo de las dinámicas económicas neoliberales y degradantes del ambiente, como ocurre con las actividades ilegales de extracción de recursos naturales. En ese proceso debemos encarar con seriedad la gran fragmentación social que afecta al país y que deviene en la aceptación de la existencia de personas de primera y de segunda categoría.
  6. La realidad actual ha vuelto a mostrar la necesidad de contribuir a crear nuevas condiciones para la gobernanza, particularmente a partir de acompañar procesos renovados de desarrollo de capacidades enfocado a jóvenes, hombres y mujeres, y a líderes de las organizaciones campesinas e indígenas. Se requiere reforzar las alianzas interinstitucionales y superar la dispersión actual de esfuerzos y Necesitamos esclarecer y definir un rumbo que deje de lado los viejos paradigmas del desarrollo y nos conduzcan hacia la construcción de condiciones por los Buenos Vivires. Es hora de que Ong, proyectos y agencias de cooperación nos sentemos juntos a reflexionar y actuar de manera diferente, hacia esos nuevos desafíos.
Caricatura que interpreta el momento político de Perú publicada por el diario La República de ese país.

 

Información compartida con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.

Movilización masiva hacia Lima «MARCHA DE LOS 4 SUYOS» (REGIONES)

Por | 18/01/2023 | América Latina y Caribe

Fuentes: Apak TV, Perú

Desde el 11 de enero aproximadamente comenzaron las marchas desde las diferentes regiones del Perú; muchos deben hacer largas caminatas desde los pueblos más recónditos del país.

Miles personas de todo el territorio peruano realizan un viaje masivo hacia Lima, la ciudad capital del Perú, respondiendo a la convocatoria popular de la denominada “Marcha de los 4 suyos” (*), en rechazo al actual Gobierno del país, cuya política represiva contra las demandas sociales (renuncia de Dina Boluarte, renuncia del Congreso golpista, nuevas elecciones y nueva constituyente) ya apaga casi 50 vidas.

La primera «Marcha de los 4 suyos» que dio fin a la dictadura de Alberto Fujimori fue en el año 2000. Hoy esta forma de movilización adquiere vigencia ya que las fuerzas armadas, policía nacional, Tribunal Constitucional, Poder Judicial y Congreso de la República se encuentran bajo el control del fujimorismo que, según las organizaciones sociales, gobierna el Perú desde la cárcel, a través de la presidencia de Dina Boluarte, tras el golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022.

Desde el 11 de enero aproximadamente comenzaron las marchas desde las regiones provincianas del Perú, que involucran largas caminatas desde los pueblos más recónditos del país, así como movilización autogestionada en camiones, camionetas o busetas. “Desde el sábado ya empezaron a llegar en marchas de sacrificio a Lima, pasando por Miraflores, sede de entretenimiento de la clase media alta limeña, apoyados por las masas que salen a su encuentro desde los barrios populares que rodean la metrópolis limeña», nos dice José Manuel Mejía, joven investigador del Instituto de Estudios Políticos Andinos.

José Manuel nos explica que las “marchas de sacrificio” son formas de lucha que inicialmente realizaron los trabajadores mineros del centro del Perú (en su mayoría campesinos semiproletarizados), quienes tras la militarización de las minas a partir de 1989 tuvieron que movilizarse caminando hasta Lima para dar su última lucha, exigiendo el pago de sus salarios atrasados, así como el cese a la represión militarizada y criminalización de sus sindicatos.

Hoy, la masividad de la “Marcha de los 4 suyos”, ha generado alerta en el Gobierno de Dina Boluarte, quien declaró “Estado de Emergencia” en todo el país, lo que otorga autorización extraordinaria a las fuerzas armadas y policiales para usar la violencia, suspendiendo las garantías constitucionales más elementales de una democracia. Con esto, la policía y el ejército han tratado de impedir las marchas hacia Lima. Sin embargo, esta respuesta represiva no ha detenido al pueblo peruano, que continúa su avance hacia Lima, ciudad que progresivamente se convierte en el epicentro de las protestas, que se retomaron desde el 4 de enero de 2023.

José Manuel opina que, si bien la respuesta a la “Marcha de los 4 suyos” recibe apoyo espontáneo desde todos los caseríos y pueblos del Perú profundo, también es gracias al trabajo organizativo que valientemente asume la organización campesina más importante del Perú en la actualidad: la CUNARC (Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú), que agrega a las organizaciones ronderas de todo el país. Las rondas campesinas son organizaciones campesinas de base, inicialmente creadas en los años 70 para defender a los pueblos del crimen organizado, así como de la violencia política que generó la guerra interna entre 1980 y 1993, pero en la actualidad asumen también la defensa del territorio, el agua y la vida frente a la expansión de la frontera extractiva minera en los Andes peruanos.

A esto se suma la convocatoria que han realizado diversos gremios civiles de trabajadores, organizaciones políticas de izquierda como Vamos Pueblo, Unidad Patriótica, los frentes de defensa regionales y provinciales a nivel nacional, así como apoyo de artistas folclóricos como Larita Lizeth Yanarico, que se han organizado para sumar y plegarse a esta gran marcha hacia Lima. Asimismo, la participación de organizaciones estudiantiles como la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) y la Federación Universitaria del Cusco, ha sido vital para sostener las movilizaciones con colectas populares, ollas comunes y puntos de acopio de donaciones de alimentos, cobijas y medicinas, para los pueblos que llegan de todo el Perú.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo remarcó que las prácticas policiales que tengan por objetivo obstaculizar o limitar el desplazamiento de personas hacia Lima se encuentran fuera del marco legal. Los asesinatos civiles provocados por estas prácticas policiales ya son cerca de 50.

La presidenta Dina Boluarte niega su responsabilidad en estas muertes y acusa a “infiltrados internacionales”. Su discurso acusa oscuramente al pueblo peruano de estarse matando: “Hoy sabemos que un tipo de armas de fuego y municiones habrían ingresado por el sur del país, esas son las que podrían haber causado la muerte de nuestros compatriotas”, dice Boluarte. Cuando los disparos desde helicópteros, el uso de armas de fuego, pistolas, metralletas, han sido la principal causa de muerte como bien ha quedado documentado y expuesto a la opinión pública nacional e internacional, no solo por redes sociales sino también desde medios de prensa alternativos y oficiales a nivel internacional.

La gran “Marcha de los 4 suyos”, cuyos ríos de gente posiblemente desemboquen en un poderoso mar limeño el 19 de enero, según la convocatoria de la CUNARC, es una demostración de la fuerza del Perú profundo, rural, campesino, trabajador, indígena, cholo, pobre, que emprende esta lucha “no para devolver la presidencia a Pedro Castillo, sino para refundar el Perú”, como lo explica nuestro compañero José Manuel Mejía, en la lectura que recomendamos en el siguiente enlace: https://www.iepa.org.pe/la-fundacion-de-la-patria-por-el-…/…

Tomado de Apak TV, página de FaceBook.

(*) Nota de Rebelión: La palabra quechua suyo significa «región». Tahua significa «cuatro». Tahuantisuyo es el nombre del territorio inca compuesto por las siguientes regiones: al noroeste, el Chinchaysuyo; al noreste, el Antisuyo; al suroeste, el Contisuyo y al sudeste, el Collasuyo.

Compartido con SURCOS por Marino Marozzi.

Imagen: https://www.clacso.org/

Perú: crisis, represión y muerte. ¿Hay alternativas?

El Programa Alternativas le invita a sintonizarles este viernes 20 de enero de 2023, a las 18:99 horas (-6 UTC) en el que se abordará el tema “Perú: crisis, represión y muerte. ¿Hay alternativas?”, con el panel invitado conformado por Rosario Grados, politóloga feminista (UNMSM) y Justicia Global (Universidad Kassel); Lucia Alvites, socióloga, MSc Estudios de Género, docente universitaria, militante de Nuevo Perú y Gustavo Espinoza, periodista, escritor y ex parlamentario.

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