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Etiqueta: PLN

FECTSALUD denuncia alianzas oscuras y retrocesos en derechos laborales de cara al 2026

En esta producción informativa de FECTSALUD Costa Rica, Juan Carlos Durán Castro, secretario de Prensa y Propaganda de la organización, analiza las alianzas políticas, estrategias del gobierno y amenazas a los derechos laborales, centradas en el polémico proyecto de ley sobre la jornada 4×3.

Durán denuncia un “pacto oscuro” entre el Partido Liberación Nacional (PLN) y el gobierno, el cual, según sus palabras, debilita al candidato del PLN, Álvaro Ramos, e involucra acuerdos poco transparentes con sectores empresariales como UCCAEP y diputaciones oficialistas.

Pilar Cisneros también hizo sus «chapuzas» por el sector de UCAEP”, afirma Durán, cuestionando el argumento de que el salario mínimo afecta la competitividad del país. Según él, este discurso es falso y busca llevar el trabajo precario al trabajo esclavo, afectando directamente a la clase trabajadora.

También advierte que el gobierno habría ejercido presión sobre UCCAEP para impulsar la jornada 4×3, retirando y luego volviendo a convocar el proyecto de ley como táctica para negociar préstamos y continuar endeudando al país. A este accionar lo llama “la jugada del tonto”, en la que se involucra a Liberación Nacional como parte de una estrategia engañosa.

Finalmente, lanza un llamado a la población costarricense a reflexionar críticamente sobre estas acciones y discursos de cara a las elecciones de febrero de 2026, insistiendo en que no se trata de simples decisiones técnicas, sino de un modelo político que busca debilitar derechos laborales fundamentales.

Puede ver el video completo en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/share/v/16cCFSnNB8/

Vía rápida para jornada esclavista de 12 horas debe llevarse a discusión electoral en los centros de trabajo

Vladimir de la Cruz

El trámite de la vía rápida para la jornada esclavista de 12 horas debe llevarse a la discusión electoral en los centros de trabajo, si se quieren establecer consultas electorales a los trabajadores.

El Partido Liberación Nacional de una manera vergonzosa, se pronunció en la Asamblea Legislativa a favor de la vía rápida para el conocimiento del trámite de la llamada Ley 4-3, con la cual se pretende instaurar una jornada esclavista laboral de 12 horas diarias, que en la práctica se va a generalizar para todas las actividades laborales y socio productivas del país.

Como trampa para su aprobación, y darle los votos para que así se tramite, los diputados de Liberación Nacional le introdujeron al Proyecto de Ley una cláusula, o un artículo, que impulsará en las fábricas, empresas o instituciones de cualquier naturaleza, en que se quiera aplicar esta nueva jornada de trabajo de 12 horas diarias, una consulta electoral que se hará a los trabajadores de esos centros de trabajo para determinar si están a favor o están en contra.

Este añadido es de palabra, fue una promesa que le hizo el gobierno a Liberación Nacional de que así lo harían en la discusión del Proyecto de Ley en el Plenario Legislativo. Esto no aparece en el Proyecto de Ley que se elevó al Plenario Legislativo para su aprobación, lo cual significa que a los diputados les metieron diez con hueco, y a los trabajadores un garrotazo en la nuca. Eso fue una bajada de pantalones y enaguas, de los diputados y diputadas liberacionistas, ante Rodrigo Chaves y su diputada Cisneros, acatando las órdenes de los empresarios esclavistas que se mueven tras bambalinas en Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana.

Esta disposición o acuerdo, es contradictoria incluso con la propuesta que tiene el Proyecto de Ley en el sentido de que ya se disponía que esa jornada era “optativa”, para cada trabajador de acogerse o no la decisión de pasarse o no al nuevo sistema de trabajo, de 12 horas diarias.

Además, en teoría permite que si un trabajador se pasa y no le gusta puede devolverse a la jornada ordinaria de ocho horas, después de tres meses de trabajo. El artículo que regula esto plantea allí mismo que en esta posibilidad de regreso a la jornada de 8 horas el trabajador puede ser despedido con todos los pagos de ley. Esto es lo que realmente va a ocurrir. Con el nuevo trabajador que lo sustituya se le aplicará la jornada de 12 horas en su contrato laboral. Así funcionará.

Con la propuesta de los diputados de Liberación Nacional, que hicieron el papel de voceros y diputados del presidente Chaves, esta posibilidad de aceptar voluntariamente la jornada de 12 horas, queda anulada porque se somete a votación de todos los trabajadores de una empresa, cualquiera que sea su naturaleza económica productiva, que quiera establecer esta jornada de 12 horas diarias, todo el sistema de trabajo. Es decir, se consulta a todos si quieren establecer la jornada de 12 horas o no la quieren imponer, de cuyo resultado si es positivo se impone la nueva jornada esclavista, en este caso para todos.

Esa consulta es por su naturaleza una consulta electoral, porque se pone a votación en decisión de los trabajadores si se establece o no la jornada de 12 horas. Es una consulta que usa de forma disfraza la figura del plebiscito, del referéndum, de una consulta popular, de característica electoral, y abiertamente de un proceso electoral, que va a decidir por ese acto si se pone en vigencia o no la jornada de 12 horas en la empresa donde se haga la consulta.

Si ese es el camino que se va a seguir, la consulta electoral, que así lo es, que se les realizará a los trabajadores, debe reunir todas las reglas democráticas y electorales que se viven en el país, al amparo del Tribunal Supremo de Elecciones, de cualquier proceso electoral que con fines como éste, de la jornada laboral extensiva a 12 horas, se proponga. Debe contemplarse incluso fiscales electorales para garantizar la justa consulta debidamente informada a los trabajadores, debe establecerse un recinto electoral y cajas especiales para depositar los votos de los trabajadores, garantizando su secretividad y fiscalización por parte de los trabajadores o sus representantes.

Esta consulta electoral adquiere la forma de una votación que requiere partes involucradas, los que están a favor y en contra de la jornada de 12 horas.

Los que están en contra de la jornada de trabajo de 12 horas deben tener garantizado que quienes los representen en esta consulta sean partidos políticos nacionales o las organizaciones sindicales, confederaciones, federaciones o sindicatos, aun cuando en esas fábricas o empresas no existan estas organizaciones de defensa de los intereses laborales o de los trabajadores. Si esto no se garantiza cualquier consulta que se haga a los trabajadores estará viciada de parcialidad total electoral y del temor reverencial que los empresarios, o sus representantes, puedan ejercer sobre los trabajadores para que voten obligadamente a favor de la jornada esclavista de 12 horas.

Esto significa que en todas las empresas, fábricas o instituciones donde se vaya a realizar esa consulta, se deben dar garantías reales para que los trabajadores sean bien informados, democráticamente informados, a favor y en contra del Proyecto de Ley. Esto es lo democrático, es lo que corresponde.

A la vez significa, que haya o no sindicatos en esas empresas, industrias o instituciones, se permita a los sindicatos y organizaciones sociales existentes de los trabajadores, para que puedan apersonarse, a ir, para informarles a esos trabajadores sobre los alcances reales de esas jornadas de 12 horas, sobre los perjuicios que ocasionará a los trabajadores individualmente y de cómo afectará a su familia, sus esposas o compañeras y a sus hijos. En este sentido tiene que levantarse una lista, o modo de censo electoral, de todas las empresas que se involucrarán en la consulta a los trabajadores, y una vez establecida la lista de empresas que quieren realizar esa consulta, abran sus puertas y den espacio para que los opositores a este Proyecto de Ley puedan ir a exponerles a los trabajadores sus puntos de vista, bajo el amparo del Tribunal Supremo de Elecciones. no es bajo el amparo del Ministerio de Trabajo, porque el Ministerio de Trabajo, no representa, en ningún caso, los intereses de los trabajadores. Los inspectores del Ministerio de Trabajo no son representantes de los trabajadores, y en sus gestiones reales, más parecen representantes de los sectores empresariales.

Se debe obligar a que las empresas que van a realizar estas consultas así lo anuncien públicamente para enterar a todas las partes interesadas en esos procesos de consulta, de votaciones, de elecciones, que harán los trabajadores sobre la jornada laboral esclavista, para que las partes opositoras a esa jornada puedan apersonarse a informar democráticamente a los trabajadores sobre la decisión que van a tomar.

Lo que se pretende con este Proyecto de Ley es una modificación, o una reforma solapada, tácita, constitucional, y del Código de Trabajo, que modifica y altera violentamente derechos sociales y laborales consolidados en la legislación nacional desde 1920 y constitucionalmente desde 1943 y 1949, cuando en 1943 se introdujo el Capítulo de Garantías Sociales en la Constitución de 1871 y luego se estableció en la actual Constitución Política de 1949.

Del mismo modo, así se consignó en el Código de Trabajo, aprobado en 1943, todo ello consagrando el régimen de trabajo de ocho horas diarias, con posibilidad de ampliarlas reconociendo un sobre pago de un 50% sobre el valor de una hora ordinaria de trabajo.

Lo que se está realizando es un típico fraude de ley. Con un artículo en el Proyecto de Ley de las jornadas 4-3 se modifica de hecho la Constitución Política, sin el trámite obligado y calificado que tiene para modificarse como debe ser, que puede durar dos años.

De conformidad al Convenio No. 1 de la Organización Internacional de Trabajo, OIT, organismo de la ONU, cualquier modificación en este sentido a las jornadas de trabajo, tiene que realizarse por la vía del Convenio Laboral entre trabajadores y Patronos o empleadores, lo que no se ha hecho, ni se está haciendo en Costa Rica.

He explicado en artículo anterior que la posibilidad de la jornada de trabajo de 12 horas está garantizada en la Constitución Política y en el Código de Trabajo, pero pagando horas extra sobre la 8n horas ordinarias. Lo que se quiere realmente es no pagar las horas extras que eso supone.

El otro cuento, con el que se quiere engatusar a los trabajadores, es el de los tres días de descanso concentrando de las 48 horas semanales en cuatro días de 12 horas cada uno. Veamos. La jornada de 8 horas diarias por 6 días a la semana da un total de 48 horas semanales, que incluye un día de descanso laboral. Esta es la jornada vigente, legal, constitucional existente en el país. Esto significa que todos los trabajadores tienen por lo menos un día de descanso respecto a los días laborados. Algunas empresa e instituciones tienen una jornada de 40 horas semanales de lunes a viernes, liberando un día más, con lo cual esas empresas tienen dos días libres o de descanso respecto a los días laborados.

Cuando en el mensaje de la jornada de las 12 horas diarias por 4 días se dice que se dará descanso de 3 días es parcialmente cierto. Al concentrar la jornada de 48 horas en cuatro días se dejan tres días libres, pero se trabajan en el conjunto de las 48 horas distribuidas en 4 días, que es como si se trabajaran los seis días de la semana. No hay descanso real laboral. Se siguen trabajando las 48 horas.

Los días ya libres existentes, uno o dos, según sea, siguen existiendo. Se añade otro, que los mismos patronos han dicho que puede ser aprovechado para que los trabajadores “busquen” otro empleo, otro ingreso económico, con lo cual no se garantiza efectivamente el “descanso” por las extenuantes jornadas de 12 horas. De hecho, se les ofrece la posibilidad de que “tengan” otro trabajo adicional al de las 48 horas en 4 días, en esos tres días libres.

Tampoco existe la posibilidad económica para el trabajador de poder disfrutar esos días, con los salarios bajos que se tienen, con el congelamiento que hay de salarios desde hace 5 años y con la propuesta de congelarlos hasta el 2030 como ha señalado el presidente Chaves.

Tampoco existe, porque ha sido desmantelada, por el gobierno, la institucionalidad social de redes de cuido para los trabajadores, de los centros infantiles para sus niños menores de 5 o 6 años y de los centros de cuido de personas mayores, así como de la eliminación de las ayudas sociales en comedores escolares, becas estudiantiles, apoyos al trasporte escolar etc.

Lo que en la realidad va a suceder con los llamados 3 días libres es que se trabajarán por los trabajadores con jornadas de 12 horas, para medio sobrevivir.

La jornada de las 12 horas diarias en la realidad nacional se va a convertir en jornadas semanales de 60, 72 y en algunos casos hasta de 84 horas, para poder sobrevivir los trabajadores. Esto es parte de lo que Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana están aprobando.

Las empresas que se quieran aprovechar de la sobre explotación laboral lo van a lograr. Ninguna va a aceptar trabajadores de 8 y de 12 horas a la vez, porque les crea un caos administrativo, que es lo que quieren también resolver con jornadas únicas de 12 horas.

Todavía les queda un resquicio a los diputados conscientes, sensibles socialmente, identificados con las raíces históricas de sus partidos Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana, de medio lavar su imagen, y la de sus candidatos presidenciales.

Ya aceptaron la vía rápida, ahora acepten que los diputados de Liberación Nacional voten en conciencia cada uno, sin línea de partido, sin imposición partidaria, a favor o en contra de la jornada de las 12 horas esclavistas. De lo contrario Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana descansarán en paz de sus lides políticas y pasarán al cementerio histórico de olvido de sus logros institucionales democráticos.

Los sindicatos y las organizaciones sociales deben pronunciarse sobre este proceso electoral de consulta a los trabajadores, ante la Sala IV y ante el Tribunal Supremo de Elecciones. Desde ahora deben accionar para solicitar que en las consultas que se quieran hacer en los centros de trabajo, sobre las jornadas esclavistas de trabajo, se apliquen los principios democráticos de los procesos electorales nacionales. Se debe establecer que en tanto esté en trámite, desde su aceptación para su estudio, en el plenario legislativo, el Proyecto de Ley de las jornadas esclavistas de trabajo, se permita a los sindicatos, sus federaciones y confederaciones, y a los partidos políticos, acudir a esos centros de trabajo a explicar a los trabajadores sus puntos de vista con relación a estas jornadas laborales, que quieren modificar la Constitución Política.

Ante la Sala Constitucional se debe actuar para solicitar pronunciamiento de si el trámite de la vía rápida para modificar las jornadas de trabajo viola o no la Constitución Política, en la forma que quiere.

El Tribunal Supremo de Elecciones puede ordenar que mientras esté en trámite el Proyecto de Ley de las Jornadas de 12 horas, se entienda que es un proceso electoral, que se quiere llevar a las fábricas, empresas e instituciones de trabajo, que se someterán a “consultas populares”, electorales reales, para que los trabajadores, por la vía de votaciones se pronuncien a favor o en contra de esas jornadas, y que siendo de ese modo “procesos electorales”, deben habilitarse todos los mecanismos democráticos para que a los trabajadores se le hagan ver los distintos puntos de vista sobre los alcances de esas jornadas. El Tribunal Supremo de Elecciones debe ser el garante, con sus urnas, y con los representantes de los trabajadores y empleadores de la fiscalización de esas votaciones.

El trámite de la vía rápida para la jornada esclavista de 12 horas debe llevarse a la discusión electoral en los centros de trabajo, si se quieren establecer consultas electorales a los trabajadores. Esta es la tarea inmediata y urgente del movimiento sindical nacional y de las organizaciones sociales y civiles.

¿Qué va quedando del nuevo movimiento de Álvaro Ramos en el PLN?

Roberto Salom Echeverría

No somos pocos quienes nos sentimos originariamente identificados con la candidatura presidencial de Álvaro Ramos Chaves. Fue así porque creímos en su anuncio de un nuevo movimiento social dentro del PLN…

– Que se proponía encabezar una reivindicación de las conquistas democráticas de la Constituyente del ‘49 y del resello de las conquistas sociales de los cuarenta.

– Que adversaría el sesgo exclusivamente proempresarial que representó ese partido, cada vez en mayor medida, después de aquellas conquistas, volviéndole la espalda a los trabajadores y a los sectores medios que con aquellas conquistas había respaldado en primera instancia.

Su discurso parecía auspiciar una clara conciencia del peligro que se cierne sobre la Segunda República hoy en día, y que su movimiento constituiría una reivindicación de la socialdemocracia pluralista, abierta a forjar alianzas con diversas corrientes socio-políticas, para reivindicar el Estado de derecho, las instituciones democráticas, como la CCSS, las Universidades Públicas, el ICE, la banca nacionalizada, la creación del Tribunal Supremos de Elecciones y la abolición del ejército y otras, que constituyeron un hito en el proceso de democratización y descentralización del poder político; y que a partir de ahí se dispondría a abrirle curso a un proceso de ampliación y profundización de la democracia y a abrirle horizonte a la democracia y la solidaridad.

Pero ahora ha dejado claro que los alcances de su movimiento no trascienden lo que Liberación Nacional ha representado en los gobiernos subsiguientes a aquellas conquistas, gobiernos cada vez más entregados de manera exclusiva a los sectores empresariales, que se enajenaron progresivamente de la democracia social, de los trabajadores y de los sectores medios que en un primer momento representaron.

Su adhesión a la llamada “Ley cuatro tres” rebela sus limitaciones y las de su movimiento, su incapacidad para forjar una amplia alianza de fuerzas democráticas y progresistas, capaz de abrirle curso a reformas democráticas más avanzadas que amplíen el horizonte de las clases trabajadoras y de los sectores medios de nuestro país, en procura de un fortalecimiento de la democracia.

Con su adhesión a ese proyecto, rebela que no tiene la perspectiva, ni la capacidad de trascender la estrecha visión proempresarial que ha hecho de Liberación Nacional un partido decadente, corrupto y sin perspectiva de futuro.

Esa ley es una imposición de los sectores empresariales que están de espaldas al resto de la sociedad, y que buscan incrementar la tasa de explotación de la mano de obra, para continuar abriéndole curso de esa manera, a un sistema social cada vez más inequitativo, antidemocrático y depredador del medio ambiente. Estoy seguro de que con ese movimiento de Ramos Chaves se le han cerrado las puertas de incorporación o adhesión de los sectores populares a su campaña de manera irreversible.

Por mi parte me siento decepcionado de este pronunciamiento y desde luego, manifiesto mi repudio a esa medida y mi desafiliación de mi apoyo a su candidatura de cara a las elecciones del 2026.

ANEP rechaza tajantemente la propuesta de jornadas 4×3 impulsada por Liberación Nacional

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) manifestó su rechazo categórico a la nueva propuesta sobre jornadas laborales 4×3 impulsada por el Partido Liberación Nacional (PLN), particularmente por los voceros Álvaro Ramos y Óscar Izquierdo. La organización anunció que accionará por todas las vías posibles, incluyendo recursos legales y mecanismos internacionales, para detener la iniciativa.

En un pronunciamiento compartido mediante video, la dirigencia sindical acusó a los proponentes de faltar a la verdad al afirmar que los sindicatos fueron consultados previamente. “Miente Álvaro Ramos y miente Óscar Izquierdo cuando afirman que los sindicatos fueron consultados. Qué relajo, qué poca transparencia, qué ausencia de ética política”, señaló Albino Vargas.

La ANEP considera que la propuesta constituye una nueva agresión contra los derechos laborales, que además se distancia de los principios tradicionales del socialismo democrático que alguna vez identificaron al PLN. “Le vamos a declarar la guerra a este mamotreto”, afirmó el dirigente, anunciando la posibilidad de presentar una acción de inconstitucionalidad desde el primer momento.

El sindicato lamentó también lo que considera un proceso político desprovisto de ética, y una clara ruptura con la tradición histórica de defensa de las personas trabajadoras. “Esta traición reiterada a principios socialdemócratas clásicos parece no detenerse”, añadió el vocero.

La ANEP reiteró que no ha sido consultada, y llamó a las demás organizaciones sindicales del país a mantenerse en alerta y actuar en unidad frente a lo que considera un intento de imponer condiciones laborales regresivas, sin diálogo ni participación efectiva de los sectores afectados.

Diputados y candidatos presidenciales contra los trabajadores y el Derecho Laboral. ¿Los sindicatos y organizaciones sociales dónde están?

Vladimir de la Cruz

Se anuncia con bombos y platillos que los diputados del Partido Liberación Nacional y del “oficialismo”, que está representado por los diputados que titiritea la diputada experta en enseñar a mentir ministros y altos miembros del gobierno, junto con los del partido Unidad Social Cristiana, que como partido ha renunciado a los principios sociales de la doctrina social de la Iglesia Católica, de los que hacían su bandera y muchas veces su discurso político, se pusieron de acuerdo para aprobar por la vía rápida el Proyecto de Ley de las Jornadas esclavistas de trabajo, que quieren imponerse en el país de 12 horas diarias, cuatro días a la semana. A ellos se sumaron Eli Feinzaig y Fabricio Alvarado, con sus diputados.

Quieren aprobar por debajo, “secretamente”, metiendo gato por liebre, el Proyecto de las jornadas de trabajo esclavista, para lo cual están mezclando la discusión de este trámite reglamentario con la aprobación de otros proyectos de ley. Todo en paquete.

Esta mezcla de intereses muestra que la jornada de trabajo esclavista no es válida ni justa. Indica que la quieren poner a discutir limitando el tiempo de discusión, eliminando a la brava mociones que se puedan interponer contra ese proyecto de ley, que es lo que se busca con el trámite de la vía rápida, evidenciando con ello el contenido negativo de ese proyecto de ley, y poniendo de relieve la perversidad de sus proponentes contra los trabajadores en general, que son los que van a salir afectados en caso de aprobarse la jornada de 12 horas diarias obligatorias de trabajo.

La jornada de 12 horas existe autorizada en el país pagando, de la hora nueve a la hora doce, esas cuatro horas extras sobre la jornada ordinaria, un 50% más, por cada hora trabajada, del valor de esas primeras 8 horas de trabajo. Al eliminar el pago extra perjudican a los trabajadores en sus ingresos mensuales, en el pago de aguinaldo que les corresponde y su futura pensión. Al no pagar esa jornada extra, al eliminarla de facto sobre los trabajadores que serán obligados a trabajar la jornada d, 12 horas, lo que se está implementando en la realidad es una JORNADA FORZOSA, que está prohibida por la legislación nacional e internacional. No es una modalidad laboral lo que se quiere establecer, es una forma de trabajo forzoso lo que se está diseñando como sistema de trabajo nacional en la ramas de actividad económica y productiva que se va a aplicar esta jornada esclavista.

Con el acuerdo tomado por los diputados para el trámite rápido de aprobación del proyecto de ley de la jornada forzosa de 12 horas, lo que han declarado, efectivamente, es que están confabulando por debajo la posibilidad de meter, en una aprobación de bulto, de varios proyectos de ley, el de la jornada de trabajo de las 12 horas. ¿Por qué tienen miedo de discutir ese Proyecto de Ley en trámite ordinario? Porque efectivamente saben en la discusión por el trámite ordinario, no ganan esa discusión. Lo que necesitan es imponerla a la fuerza, porque así los están manipulando y obligando los intereses esclavistas que representan esos diputados y sus partidos políticos.

¿Por qué tienen miedo los proponentes de esta jornada esclavista que el proyecto de ley se discuta por la vía ordinaria, por la vía normal de discusión de todos los proyectos de ley? También tiene miedo de que ese proyecto de ley se discuta en los meses cercanos, a partir de setiembre y octubre, a la campaña electoral, porque temen que en ese ambiente el tema de la jornada de 12 horas, que no lo han podido justificar, se pueda convertir en un tema de discusión electoral que pueda afectar a estos partidos y la elección de sus futuros diputados, tal vez, también de sus candidatos presidenciales.

Si los diputados no quieren llegar al período de la campaña electoral para discutir este proyecto de ley, son los sindicatos y las organizaciones sindicales y sociales en general los que están obligados a llevar la discusión a la palestra pública y enfrentar a los diputados y sus partidos con los trabajadores y con los electores.

Son los sindicatos los que deben emplazar a los partidos políticos, uno por uno, que ya están inscritos electoralmente sobre si apoyan o no el establecimiento de las jornadas de trabajo de 12 horas diarias.

También deben enfrentar a los candidatos presidenciales, que ya existen, y los que surjan posteriormente, para que se pronuncien sobre este modelo de trabajo forzado y esclavista que quiere imponerse, para saber cuáles de ellos están en el camino de debilitar más, o de terminar de acabar con el Estado Social de Derecho, que se viene minando desde hace varios años.

En las últimas horas, el candidato Álvaro Ramos de Liberación Nacional, ha sido obligado a pronunciarse a favor del trámite rápido de discusión parlamentaria de la jornada esclavista y forzada que quiere establecerse. Así, Álvaro Ramos no está significando ninguna renovación en Liberación Nacional. Con su cambio de opinión, puesto que ya se había pronunciado a favor del trámite ordinario y no por el rápido, muestra también cuales sectores políticos y empresariales están dominando en Liberación Nacional, y está mostrando que este partido ha dejado de lado sus viejas banderas social demócratas, izando a plenitud sus nuevas posturas de neoliberalismo, que harán que el candidato Álvaro Ramos en nada se distinga de los otros candidatos como Eli Feinzaig, Fabricio Alvarado, Juan Carlos Hidalgo, Fernando Zamora, Natalia Díaz y los candidatos de los partidos jaguares, aliados y continuadores del actual presidente Rodrigo Chaves, como son Laura Fernández, Luis Amador, Francisco Gamboa. En la perspectiva pareciera que solo los candidatos presidenciales del Partido Frente Amplio, Ariel Robles; y del partido Esperanza Nacional, Claudio Alpízar son los que están en contra de la jornada esclavista de las 12 horas. Todavía no he oído pronunciarse sobre este extremo a la candidata del Partido Acción Ciudadana, Claudia Dobles.

El escenario nacional no es muy halagüeño en posibilidades electorales hacia un nuevo gobierno. Pareciera que por ahora todo se encarrila hacia la continuidad del actual gobierno en todas las esferas del quehacer político nacional.

Las jornadas 4/3 dañarán física, emocional y sicológicamente la vida personal, familiar y comunal de los trabajadores, reduciendo además sus ingresos, actuales y futuros.

Las jornadas 4/3 agravarán la crisis de injusticia, desigualdad y frustración que en su desesperación ha llevado a los electores, a los votantes, a las posturas político-fascistas que se están instaurando en el país con el chavismo incrustado. Las jornadas 4/3, hundirán más al país en una crisis donde el populismo autoritario lleva las de ganar.

Las jornadas 4/3, hundirán más al país en una crisis donde el populismo autoritario lleva las de ganar.

Álvaro Ramos Chaves, ¿el relevo generacional de Liberación Nacional?, a la conquista del corazón y la mente de los costarricenses

Vladimir de la Cruz

El Partido Liberación Nacional realizó su proceso interno de selección de su candidato presidencial, para las elecciones de febrero del 2026.

Ese proceso fue por la vía de una convención electoral abierta, mediante la cual los ciudadanos, en primer lugar, los miembros, militantes y simpatizantes del Partido Liberación Nacional y, en segundo lugar, los que, quisieran pronunciarse sobre esos candidatos, podían acudir a las urnas y votar por alguno de ellos. El proceso en sí mismo era una validación del ejercicio del sufragio y de la democracia electoral costarricense.

Para ello programaron debates, con los cuatro candidatos que tenían, en colaboración con medios de comunicación radiales y televisivos.

Los candidatos que disputaron la candidatura presidencial fueron los diputados Gilberth Jiménez Siles y Carolina Delgado Ramírez, ambos de larga trayectoria militante en Liberación Nacional, con lo cual se les puede calificar de candidatos tradicionales, que han vivido de ese partido, se han amamantado de sus leches, de las buenas y malas épocas que ha tenido, han disfrutado de las mieles que esa pertenencia les ha dado para ocupar puestos políticos y públicos, a nombre de ese partido, para lo cual en sus momentos contaron con el apoyo de los dirigentes históricos y políticos, y de las estructuras organizativas de Liberación Nacional. Participaron también Marvin Taylor Dormond y Álvaro Ramos Chaves.

Marvin Taylor con igual compromiso que los diputados dentro de Liberación Nacional que le permitió desempeñar puestos públicos en el pasado, pero con menor presencia pública, y el más desconocido de ellos, Álvaro Ramos Chaves, sin una fuerte militancia política en Liberación Nacional, con buena experiencia en la función pública en los últimos diez años, con poca a casi ninguna militancia destacada en ese partido, pero con apoyo principalmente de sus sectores juveniles. En esencia todos los precandidatos eran caras bastante desconocidas, pero más desconocidos fueron los diputados, que evidenciaron su desconocimiento público por su mal papel parlamentario.

Liberación Nacional, como el partido más viejo de los procesos electorales de la Segunda República, 1953-2025, fundado en 1953, ha ejercido la presidencia de la República en nueve ocasiones, 1953, 1962, 1970, 1974, 1982, 1986, 1994, 2006 y 2010.

Los otros partidos que gobernaron el país, los podemos agrupar en los anti liberacionistas de los gobiernos de Mario Echandi, 1958-1962, de José Joaquín Trejos Fernández, 1966-1970 y de Rodrigo Carazo, 1978-1982, y los de la Unidad Social Cristiana, 1990, 1998, 2002. A estos se suman los dos gobiernos del partido Acción Ciudadana, 2014 y 2018, y el actual gobierno de Rodrigo Chaves Robles, que llegó a la presidencia por el partido Progreso Social Democrático.

Lo bueno y lo malo de todo el desarrollo político institucional y democrático, alcanzado en el país, desde 1953 hasta hoy, se les debe proporcionalmente al ejercicio de gobierno de estos partidos y de sus presidentes, con sus ministros y miembros de las juntas directivas que dirigen las instituciones del Estado y del Gobierno. Esa es la realidad nos guste o no. Podemos estar de acuerdo, o no, con el ejercicio de esos gobiernos, pero es lo que tenemos.

En el ejercicio de esos gobiernos ha habido presidentes, vicepresidentes, diputados y miembros de los Concejos Municipales que han constituido todo el andamiaje y entramado político nacional, de todos los partidos que han tenido oportunidad de tener esas representaciones políticas, con los ciudadanos que han representado a esos partidos, en esas instancias, dentro del engranaje del desenvolvimiento del Estado y el modelo de la economía nacional, contribuyendo con ello a su afirmación y consolidación. Representantes populares, oficialistas o no, todos contribuyen con su presencia y participación en el ejercicio de sus cargos, con el desarrollo democrático nacional y con el desarrollo económico que se impulsa, que es como una autopista de la cual pareciera no nos podemos salir.

Cuando acudimos a un proceso electoral es porque queremos elegir a un presidente y sus vicepresidentes, y a diputados, como será la elección de febrero del 2026, para que continúen las obras de gobierno pendientes, con sus contenidos presupuestarios, y hagan avanzar el país por nuevos derroteros, de conformidad a lo que esos gobernantes y sus partidos ofrecen a los ciudadanos en el proceso electoral buscando su apoyo. Hacia el 2026, podemos esperar que se recupere lo que se ha venido destruyendo del bienestar social, laboral e institucional, y no se afecten derechos sociales y humanos.

Con la elección del candidato de Liberación Nacional avanzamos en conocer, poco a poco, a los restantes candidatos que disputarán la conducción del país desde 2026 hasta 2030. Por ahora, los candidatos conocidos son Álvaro Ramos de Liberación Nacional, Juan Carlos Hidalgo de la Unidad Social Cristiana, Claudio Alpízar Otoya de Esperanza Nacional, Fernando Zamora de Nueva Generación, Eli Feinzaig del partido Liberal Progresista y Fabricio Alvarado de Nueva República.

El partido Unidad Social Cristiana iba a realizar un proceso de convención cerrada que no se materializó por la renuncia de uno de sus precandidatos. Los partidos Acción Ciudadana y Frente Amplio han anunciado procesos de convención cerrados para la escogencia de sus candidatos. Los demás partidos lo harán por la vía de los acuerdos de sus Asambleas Nacionales, que es lo que se establece en los estatutos de esos partidos.

Cuando analistas y personas han opinado de la convención de Liberación Nacional se han detenido en el bajo número de votantes o participantes, lo que no es relevante considerando que es el único partido que consultó, en todo el país, a los ciudadanos por sus candidatos, logrando un resultado para este momento, mientras los otros partidos NO tendrán una consulta similar, o sus candidatos serán escogidos por 70 personas que son las que constituyen la Asamblea Nacional de los partidos políticos.

Cuando se compara la convención de Liberación Nacional con sus anteriores convenciones, tampoco es relevante. Lo que de esta convención es relevante es que Liberación Nacional sigue siendo el mayor de los partidos políticos existentes, y que la convención le ha dado oportunidad de valorar sus regiones más fuertes y las más débiles. La convención le ha permitido organizar a sus principales activistas, afiliados y simpatizantes y “aceitarlos” y organizarlos hacia el proceso electoral del 2026.

La Convención en el tratamiento que le dieron en los debates organizados no fue bien tratada. La Convención era para escoger el candidato presidencial, no para discutir los problemas internos de Liberación Nacional.

Los conductores de los programas y dos de los precandidatos, Carolina y Gilberth, se dedicaron a cómo podían, a atacar a su propio partido y a sus dirigentes históricos que les dieron de mamar, y bastante. Parecían más enemigos internos de sus propios partidos, y de sus padres putativos políticos, que contrincantes del gobierno al que hay que sustituir.

Con todo respeto lo digo: Carolina Delgado parecía la Yegua de Troya y Gilberth Jiménez el Burro de Troya, ambos despedazando su propio partido ante el público que esperaba perspectivas y acciones políticas hacia el futuro gobierno que podían ellos representar. El pleito que se tenían era contra dirigentes actuales y pasados de Liberación Nacional y criticando a Álvaro Ramos por los dirigentes que le apoyaban. Carolina se dejó decir que, con ella, si ganaba, Liberación Nacional desaparecería. El discurso de Rodrigo Chaves Robles contra Liberación Nacional y sus principales dirigentes históricos cobraba forma en estas gargantas profundas del gobierno chavista en las entrañas de Liberación Nacional. Se desnudaban en cámara como chavistas o representantes del discurso chavista anti liberacionista en el seno mismo de Liberación Nacional.

Desde el punto de vista democrático electoral y nacional no se discute la escogencia de candidatos por la vía de una convención o una asamblea nacional de partido. Son iguales formalmente en la papeleta que se le presenta a los electores.

Al interior de Liberación Nacional son iguales todos los militantes de Liberación Nacional, los viejos y nuevos militantes. Los dirigentes históricos de Liberación Nacional ya fallecieron. Viejos dirigentes que emergieron en la vida de ese partido a partir de la década de 1970 todavía existen y tienen su valor. Nadie sensato, políticamente, podría negar que Oscar Arias Sánchez salvó a Liberación Nacional en las elecciones del 2006, dándole vida y proyectando el partido al gobierno de Laura Chinchilla en el 2010.

La crisis de la dirigencia y la derrota de los candidatos de Liberación Nacional en las elecciones del 2014, 2018 y 2022, es un tema que no se ha analizado todavía correctamente. Perdieron en mucho por sus pugnas internas.

El haber ido a segundas rondas electorales, en este siglo, tampoco se ha abordado correctamente por los partidos políticos, que se han despreocupado de los electores, y de los gobiernos que se han alejado de los ciudadanos.

El desencanto producido solo ha favorecido ascensos electorales peligrosos, para la segunda ronda, como el de Fabricio Alvarado en el 2018, e improvisaciones políticas, como la del actual gobierno de Rodrigo Chaves en el 2022. Este desencanto ha favorecido las candidaturas personalistas más que las partidarias. Este peligro continúa hacia el 2026.

Con la escogencia de Álvaro Ramos se recupera la candidatura partidaria, que se combina en este caso con la candidatura personal. Los primeros pasos dados, en estos dos días, por Álvaro Ramos hacen sentir el peso del triunfo de su candidatura al interior de Liberación Nacional. La reunión con los precandidatos, con los diputados, haber logrado la unidad de la fracción, hasta hoy, alrededor de la candidatura a la Presidencia de la Asamblea Legislativa de Rodrigo Arias, es parte de estos nuevos pasos que se sienten por venir.

Mi impresión es que Álvaro Ramos como candidato va a “encantar” una buena parte del electorado. Es joven, inteligente, un guerrero en su vida personal de superación y auto superación. Es exitoso, es un ganador, con buen discurso, claro en sus ideas y pensamientos, preciso y concreto a la hora de expresar sus ideas y de contestar sus interrogatorios, representa un cambio generacional, es respetuoso con sus adversarios, sin odios, es decente, produce confianza. Su preocupación es unir y sumar alrededor de su candidatura. Abierto a lograr alianzas posibles electorales que se sumen a su candidatura, no bajo la forma de una coalición, que ya no hay tiempo de aprobar, con base a planteamientos programáticos básicos y políticas de gobierno a impulsar.

Con Álvaro Ramos pareciera iniciarse una nueva etapa de nuevos liderazgos en Liberación Nacional. Tiene que lidiar todavía en el interior del partido Liberación Nacional con quienes tenderán a “atraparlo”, a “imponérsele” desde las estructuras donde operan. Tiene que diseñar una nueva imaginación política nacional.

Su presencia en las encuestas empezará a lucir a partir de ahora. Los troles del gobierno ya lo están atacando lo que es una buena bandera a su favor. La única y verdadera encuesta, la que va a valer, es la del primer domingo de febrero del 2026. Álvaro Ramos ha señalado que ese es su reto, no el primer domingo de abril. Luchará por ganar, no por ser un finalista para la segunda ronda. Este es su propósito más firme. Para ello debe tener su partido a su favor. Sin Caballos, ni Burros, ni Yeguas de Troya bajándole el piso internamente. Con las instancias de dirección partidarias trabajando con él, por él y por su triunfo, unificando alrededor suyo a los alcaldes y regidores electos en todos los cantones, especialmente en los 30 que tienen gobernados. Esta es también la única y posible oportunidad de hacer surgir de nuevo a Liberación Nacional.

En los debates este tema era preocupación del interrogatorio que se le hacía a los candidatos. La convención estaba dirigida no a mejorar al partido. Era para buscar el candidato a la Presidencia. Si la Presidencia de la República resulta buena, el partido gobernante se recupera. Así es.

El reto es enfrentar la imagen de mal país que tenemos. Es dar respuestas posibles a los graves problemas que tenemos como comunidad nacional. Es pensar en el futuro de Costa Rica.

El resultado de la convención a favor de Álvaro Ramos le da insumos a favor de su candidatura. Los últimos cinco gobernantes, Oscar Arias, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís, Carlos Alvarado, Rodrigo Chaves no resultaron de convenciones de sus partidos. Por ahora con la Convención electoral de Liberación Nacional, independientemente del número de votantes, Álvaro Ramos se levanta como el candidato más fuerte en el escenario político, el que tratará de ganarse el corazón y la mente de los costarricenses, el que propone la reconquista de la esperanza democrática.

Las campañas electorales hoy descansan más en las personas. Álvaro Ramos presenta cualidades para resaltar su persona. Hay que saberlo hacer sin mezquindades políticas.

El gobierno del animal de Zapote, del jaguar, está sin candidato conocido. Entre sus posibles ya se están bajando el piso entre ellos mismos. Al Jaguar mayor, su guarida se la pueden pasar al Barrio González Lahmann en cualquier momento. No deja de ser un animal peligroso, gruñón y matón como lo demostró ofendiendo a un comensal, y a su familia, en un restaurante donde llegó amenazante, ofensivo, prepotente y provocador, sintiéndose fuerte por los guardianes que le acompañaban, expertos para el pleito y la camorra. Aun así, no hay que desestimar los esfuerzos electorales que surjan y se apoyen desde la guarida de Zapote.

Cada proceso político tiene su particularidad y especificidad. El del próximo año tiene el reto de enfrentar el continuismo del actual gobierno o de cambiar de rumbo, para recuperar la democracia social que se está perdiendo.

Internamente Liberación Nacional eligió autoridades partidarias en sus estructuras organizativas, las que también tienen que sumarse alrededor de la candidatura de Álvaro Ramos, sin responder a los caciques regionales o nacionales que les apoyaron, si quieren avanzar como partido hacia las elecciones.

Álvaro Ramos en su condición de candidato presidencial tendrá peso en el partido durante este período hasta la elección de febrero. Sin embargo, no tiene peso suficiente para decidir internamente las candidaturas a diputados. Solo le da una candidatura que él puede disponer. El sindicato cantonal que se desarrolló en el interior de Liberación Nacional para escoger diputados pesa mucho para la decisión de las futuras candidaturas. Esto también le sucede a la Unidad Social Cristiana. Mucho del éxito que pueda llegar a tener Álvaro Ramos dependerá también de las candidaturas a diputados que impulse Liberación Nacional.

La campaña electoral del 2026 todavía no se ha definido en su totalidad. Puede ser que gire principalmente alrededor de las candidaturas a diputados. Si el Jaguar zapoteño se lanza de diputado así puede suceder.

Compartido con SURCOS por el autor.

Convención en solitario, de gran trascendencia

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

Fue una convención muy particular, esta del PLN, sujeta a interpretaciones. En ella, ninguno de los cuatro candidatos, tenía alguna experiencia electoral a nivel nacional, a diferencia de las dos anteriores, realizadas en el 2017 y el 2021, en que se enfrentaron personajes, que, despertaban pasiones y movían electores, en un contexto totalmente diferente al actual, donde Álvaro Ramos no tenía contrincante, ni siquiera entre los dos, muy desconocidos diputados, que, se supone, alguna experiencia política habrían de tener.

La candidatura del novel político, aún antes de oficializarse, fue percibida como muy fuerte, pues, muchos la percibimos como la respuesta, a una interrogante que demandaba una respuesta que trajera consigo, cierta esperanza. “¿Con quién podríamos enfrentar al chavismo y sus peligros, en las elecciones del año entrante?”, cavilábamos. Sentimiento que crecía, como levadura, sin hacer ruido, pero sostenidamente, por lo que se le veía entrar en la contienda democrática, como ganador inobjetable, tal y como efectivamente, sucediera.

Quienes afirman que esta convención presagia una derrota en las elecciones nacionales del 2026, pues en el pasado, fueron mucho más, los ciudadanos que acudieron a las convenciones del mismo partido, respetuosamente, les recordamos, que, en años anteriores, la situación era muy diferente a la actual. ¡Había combate! Para el año 2017, los políticos eran muy conocidas figuras relevantes, y cada voto se consideraba vital. Así, vimos enfrentarse a Álvarez Desanti con Figueres Olsen, dos toros bien bravos, acompañados por Rolando González y Sigifredo Aíza, también curtidos en procesos electorales.

Cuatro años después, en el 2021, el escenario fue similar. Esa vez, José María y Rolando Araya, también nada dóciles, midieron sus fuerzas, mientras Roberto Thompson, Carlos Ricardo Benavides y Claudio Alpízar, igualmente lograron movilizar a sectores significativos dentro del Partido Liberación Nacional.

En esas muy reñidas convenciones, los eventuales ganadores, Álvarez Desanti y Figueres Olsen, alcanzaron, con mucho esfuerzo invertido, el 45 % y el 36 % de los votos, respectivamente, evidencia de que sendas convenciones habían sido muy disputadas.

Recordadas esas circunstancias, es comprensible que el PLN atrajera, más de 400 mil partidarios, en cada una de ellas. Eran los equivalentes a clásicos del fútbol entre los equipos de La Agonía y el de Tibás, siempre a estadios llenos. A Álvaro Ramos le falló ese ingrediente; su juego fue como el de un equipo grande en afición, frente al pequeño Jicaral, casi sin aficionados.

Dadas esas circunstancias, el hecho de que ~140.000 ciudadanos, acudieran a votar en la convención del 6 de abril, es, sin duda, una cifra altamente significativa, pues la lucha fue muy desigual, además de que, la mayoría de los partidos políticos, los formales y los alquilados para la ocasión, poco a poco han ido perdiendo parte de “esa afición”, acostumbrada a glorias del pasado, que ahora está desmotivada.

El hecho relevante, de que Álvaro Ramos, joven y brillante profesional, nuevo en el escenario electoral nacional, obtuviera el porcentaje más alto jamás alcanzado, por un candidato en una convención liberacionista (¡81 %!) no solo reafirma que estuvo prácticamente solo, sino que también, la percepción generalizada de que sería el ganador, desde el momento en que se conoció su postulación, era la correcta. Aunque, también es cierto, pocos habrían apostado, que la contundencia de su triunfo sería tan amplia.

Frente a los negros nubarrones que oscurecen el cielo patrio, compatriotas preocupados por el país que se heredaría a las futuras generaciones, al fin vemos una luz al final del túnel. En Álvaro Ramos, vemos a un compatriota, virtuoso, demócrata, respetuoso, dispuesto a dar la lucha contra los que pretenden, acabar con la institucionalidad democrática, que ilustres próceres, han contribuido a forjar a través de la historia. Hacía falta un líder, y, confiamos en que, ese papel de liderazgo, con todos los méritos, lo sabrá ejercer, por medio del diálogo constante y el trato civilizado, el joven que se ha venido ganando el aprecio y el respeto, de buena parte de los costarricenses.

Conocedores de cómo se mueve la política en estos tiempos tan convulsos, escuchamos a un dirigente liberacionista, vaticinar, que seguramente la convención atraería, al menos, a 100.000 votantes. Pues, se superaron esas expectativas, y ello, está muy bien, para la gran tarea que está en juego.

¡Claro que era importante ganar, y hacerlo contundentemente!, tal y como lo logró, el candidato Ramos, pues, casi siempre el primer paso, marca el camino. Ahora, después de continuar con la organización partidaria, por medio de la realización de asambleas sectoriales y territoriales, viene la labor de consolidar la alternativa al chavismo irrespetuoso, que ha estado en constante campaña política electoral, con recursos del Estado. Campaña espuria, con el único objetivo de desprestigiar, injustamente, al Poder Judicial, al Poder Legislativo, al Tribunal Supremo de Elecciones, a la Contraloría General de la República, al Instituto Costarricense de Electricidad, a la Defensoría de los Habitantes, a los funcionarios de la Caja Costarricense del Seguro Social, a los actores culturales, a las universidades públicas, al Sistema Bancario Nacional, a los medios de prensa que no se rinden ante sus desmanes, etcétera. O sea, campaña con el único objetivo de destruir, para profundizar el caos, que sustenta el discurso populista del presidente de la República.

En la acera de enfrente, don Álvaro ha dicho tener claro que ahora viene una etapa fundamental, no solo para él como persona, sino para la Patria que le vio nacer, que se puede sintetizar, en una palabra: diálogo.

Sabe, que su consolidación como candidato, fue también producto del merecido apoyo que le dieran distinguidos ciudadanos, no liberacionistas, preocupados por ese proceso destructivo que se ha profundizado en Costa Rica, en los tres años anteriores.

Se ha de dialogar, con los compatriotas que ven, con desesperanza, como los persigue la pobreza, en casi todas las actividades. Ejemplo, la actividad agropecuaria, en desventaja con los favorecidos empresarios importadores, premiados con menores tasas impositivas. Otro sector, además del agropecuario, también castigado por el antojadizo, alto valor del colón con respecto al dólar es el de los miles de pequeños empresarios turísticos, que parecen encaminarse hacia la ruina, y que, obligados a aumentar sus tarifas, están viendo como hay sectores de turistas, que están muy incómodos por los altos costos de turistear en Costa Rica, mientras el Ministerio de Hacienda, mira hacia el otro lado.

Asimismo, las madres cabezas de hogar, urgen que se les escuche su clamor, para recuperar la asistencia que recibían sus pequeños hijos, en las Redes de Cuido que se están desmantelando, imposibilitándolas de laborar. A esos, en general, despreciados en miseria extrema, que ¡podrían llenar unas 13 veces el Estadio Nacional!, hay que asistirlos sin demora. Tareas, en fin, que habrá que complementar, con el diálogo con grupos organizados, dedicados a la atención de, los cada vez más necesitados, adultos mayores, con pensiones con cara de limosnas, que sufren hambre y abandono, y los ocupados y preocupados, por el abandono de la tarea educativa, en escuelas y colegios, que está condenando a la miseria, y a la delincuencia, a los jóvenes sin educación ni oficio, que hoy son atrapados en las garras del narcotráfico, culpable de una ola de criminalidad, nunca antes vista en el país. ¡Y ni qué decir!, del desempleo y el “empleo informal”, eufemismo que solo sirve para disimular la creciente desocupación que sufren los sin estudio, a los que se niega el principio constitucional del derecho humano a la atención sanitaria, que afecta directamente a los que se ven obligados a conseguir coloncitos, vendiendo cachivaches, para dar de comer a sus familias.

Como don Álvaro conoce, la tarea de reconstrucción es monumental, y para ella, a partir de consensos, comunidad de ideas, esfuerzos comunes, en los ámbitos políticos y sociales, se ha de forjar ese movimiento que ahora él ha de liderar, como guía, escogido como tal, gracias a sus virtudes e independencia.

Finalmente, sentimos que el hecho de haber lucido una camisa blanca, sin siquiera el color verde que algunos esperaban, no fue casual. Y lo interpretamos así, porque el ahora candidato presidencial, sabe que ha de atraer, para un diálogo franco, a personas no liberacionistas, que lo valoran como el que, con las alianzas imprescindibles, podría constituirse en el líder de una lucha vital, a favor de la democracia, del respeto a las instituciones del Estado, de la nobleza en la política, y fundamentalmente, del que, junto a costarricenses de bien, enfrentará exitosamente a los que amenazan con destruir, muchos de los logros históricos, que exhibe el Estado democrático, que tanto valoramos.

Y es que, mientras por un lado reconocemos las imperfecciones y desigualdades, que se viven y nos quieren doblegar, por otro lado, la amenaza que nos acecha, de parte de los que conspiran desde el Poder Ejecutivo, para levantar una dictadura en Costa Rica, nos impone, como un gran movimiento social y político, el deber de evitarlo, haciendo uso de las armas preferidas de los ticos de bien, como son el diálogo, el apretón de manos, los compromisos genuinos, el abrazo solidario, la reflexión, la firmeza del estadista.

7.4.2025

El primer debate de los precandidatos del PLN

Alberto Salom Echeverría

El formato del primer debate

El 31 de marzo se produjo el primero de los debates del PLN. Vendrán otros, pero no tuve el tiempo de comentarlos como para haber hecho un balance de todos para el día de hoy viernes 4 de abril. Les ruego, por lo tanto, tener eso en cuenta; puede que en los otros eventos algo cambie. Mi análisis es solo acerca del primero, el de Repretel y Radio Monumental.

Lo primero que señalo es sobre el formato planteado por Randall Rivera Vargas y Febe Cruz Brenes. Me gustó a medias. El debate comenzó con una indagatoria que, los precandidatos debían responder de una manera muy sintética, y luego con monosílabos: un sí o un no. Solo en un segundo momento justificaban su respuesta. Nunca me ha satisfecho esa brevedad, menos cuando como en este caso, las personas que están en la palestra no son conocidas para la inmensa mayoría de la ciudadanía. Se requiere de un formato más distendido, como el que vino después junto a una confrontación uno contra uno. Esto permitió analizar mejor las diferencias entre ellos.

Los temas más debatidos

Fueron cuatro los precandidatos que se inscribieron para disputar la candidatura a la presidencia por el PLN (por orden alfabético): Carolina Delgado (única mujer), Gilbert Jiménez, Álvaro Ramos y Marvin Taylor.

Entre los temas más recurrentes en el debate fueron seguridad ciudadana y economía, vivienda y salud pública, en particular la Caja Costarricense del Seguro Social y la gran deuda del Estado con la Caja. Por lo general, los cuatro precandidatos se ilusionan con hacer cuantiosas inversiones, sin decir de dónde se va a tomar la plata. Viejo estilo que no deja tranquila a la ciudadanía que está ahíta de promesas y, ansiosa de soluciones a sus múltiples problemas. Todos fueron coincidentes en la necesidad de aumentar los cuerpos policiales y destinar recursos contra el crimen y el narcotráfico, sin señalar de dónde van a salir los recursos. Cada uno sacó del sombrero propuestas particulares, Carolina Delgado habló de más inversión en seguridad, Gilbert Jiménez propuso la ley de Extinción de Dominio, Álvaro Ramos, terció sugiriendo un abordaje de la seguridad por dos flancos, invertir en lo social para subsanar la pobreza y el desempleo por una parte y, por otro lado, fortalecer la fuerza pública estableciendo una coordinación entre todos los cuerpos policiales, incluyendo la policía privada que -dijo- son más de 40.000 efectivos. Marvin Taylor rebatió la idea de involucrar a la policía privada, ya que está creada para vigilar a quiénes pagan su servicio. Esto, por un lado. Taylor enfatizó en la necesidad de emplear la video vigilancia y los sistemas de inteligencia. Pregunto de nuevo ¿y el dinero? Ahí se verá luego, supongo.

En general, eso sí los cuatro precandidatos se pronunciaron por disminuir el costo de la vida, de nuevo sin decir cómo, para disminuir el desempleo y bajar la pobreza. Delgado propuso que Costa Rica fortaleciera condiciones para destacarse como un país atractivo para la inversión y el turismo. Jiménez habló de una banca para el progreso, destinada a apuntalar las pequeñas y medianas empresas. Ramos abordó de una manera general el tema de la educación, sin detallar su plan al respecto. Taylor aseguró que impulsará un plan masivo de inversión en vivienda e infraestructura, buscando así además de solventar el gran déficit de vivienda, dar más oportunidades de empleo. Todo dicho por los cuatro de una manera muy general. Hay que decir que, en el tema de sanear los recursos de la Caja, el precandidato Álvaro Ramos, hizo gala de su conocimiento del tema, señalando que la institución no está quebrada y que el Estado debe pagar la gran deuda que tiene con La Caja Costarricense del Seguro Social, de nuevo sin detallar cómo. No obstante, en otras oportunidades se le ha escuchado disertar al respecto con mucho conocimiento de la materia.

Los grandes vacíos que dejaron los precandidatos

Es curioso, los cuatro precandidatos del PLN no son caras que hayan formado parte de las cúpulas de forma continuada. Pero ninguno de los cuatro logró exponer con claridad cuando se tocó el tema, por qué razón el partido político que fuera dominante durante la segunda mitad del pasado siglo XX y el inicio del siglo XXI, lleva ya tres elecciones seguidas viendo la derrota electoral, aunque conserve una mayoría relativa de diputados en la Asamblea Legislativa. Algo dijeron, pero ninguno acertó.

Aunque las causas son variadas, postulo que Liberación Nacional perdió ascendiente en las capas medias de la población que, fueron su sostén principal, pues mediante su política económica reformista ayudó a crearlas y con ello desarrollar el país. Mas luego, ha perdido influencia en ellas, y en sectores de trabajadores públicos y privados que también le apoyaron por décadas, tras apartarse bruscamente del reformismo progresista, y convertirse en el partido político que, de manera más rotunda implementó las políticas de ajuste estructural y achicamiento del estado interventor y benefactor; políticas estas que abrieron con mucho, las puertas del neoliberalismo en Costa Rica, del que todavía no logramos desembarazarnos.

Esta explicación a mi manera de ver es clave para dar cuenta de la caída del partido más grande e influyente del país. Existen otras causas como la corrupción que, de una manera concomitante permeó a una gran parte de las cúpulas de Liberación Nacional; así como también se debilitaron las políticas públicas mediante las cuales se había logrado combatir la pobreza. En sus últimas administraciones se ensanchó la desigualdad social y se concentró más la riqueza. Es decir, el PLN se convirtió, de la noche a la mañana en otro partido político que rompió la continuidad con aquel conglomerado que nació en 1951 y mantuvo una política de corte reformista-nacionalista y progresista, casi sin excepción durante las primeras tres décadas de le segunda mitad del siglo XX, si bien con algunas grietas que abrieron el paso al cuasi derrumbe de ese partido político.

Me quedo corto si no expreso que, por añadidura pero igualmente relevante, Liberación Nacional fue el partido que abrió las puertas para la participación política de la mujer, de los afrodescendientes, nacionalizó el crédito bancario en una época en que era crucial hacerlo, pasó la electricidad a manos del Estado, llevándola hasta los más recónditos lugares de nuestro pequeño gran país e impulsó, en un inicio, una importante redistribución de la riqueza, especialmente hacia las capas medias de la población mediante el crédito bancario y una política de salarios crecientes, como dije, en buena parte de la segunda mitad del siglo XX. Todo esto entre muchas otras reformas.

Con todo respeto lo expreso, en ninguna de las intervenciones de los cuatro precandidatos, ni por asomo se advierte algún recuento que permita entrever que se hacen eco de la historia más progresista del PLN, insisto, en ninguno. Lo que hubo fue un vacío total, ya que no permite que el pueblo recobre la esperanza en obtener una visión que frene la entrega de nuestros recursos, que levante las banderas de la ecología para un futuro sostenible y sustentable, donde alcancemos la carbono neutralidad. Tampoco hubo nadie que se arropara con lo mejor de la esperanza de la mujer costarricense en un gobierno que se enfrente con valor y sin vacilaciones a la violencia contra ellas llevada a cabo por los “machos” de mentalidad patriarcal. No hubo ni media palabra sobre ello, de parte de nadie, insisto de nadie.

No se esbozó tampoco un propósito por favorecer a la población costarricense más pobre con alguna discapacidad, que carece de recursos para pagar por su propia cuenta los tratamientos o aditamentos que se requieren para tener una vida digna, en este caso ni siquiera de parte de Álvaro Ramos, de quien sabemos que, con valor ha surgido en nuestra sociedad convirtiéndose en alguien respetable, por su dignidad e inteligencia demostrada. De igual manera, ni media palabra se le escuchó decir a alguno de los cuatro, que diera esperanza a las minorías discriminadas, los afrodescendientes, los pueblos nativos, los homosexuales y otras minorías que sufren. ¿Entonces, qué se puede esperar?

Algunas orientaciones que muchas personas esperamos de precandidatos valientes.

Les propongo con respeto, tanto a los precandidatos del PLN como a todos los que presenten su nombre a la presidencia de la República, los siguientes 13 principios:

1-Hay que democratizar la democracia. Cero tolerancia a quienes delinquen desde los poderes públicos, comenzando por el presidente de la República. Hay que endurecer las leyes para una justicia pronta y cumplida contra los delincuentes que lleguen a ocupar cargos públicos. Respeto irrestricto al principio de la división de poderes. Sugiero que avancemos a un sistema semi parlamentario, donde los cargos a diputados se distribuyan por circunscripciones territoriales y sean votados individualmente, para que la representación sea verdadera y las personas elegidas puedan ser destituidas, cuando violen la Constitución o se les demuestren delitos. Podrán ser sustituidos por un suplente que hubiera sido electo junto al propietario.

2- Los candidatos presidenciales o a las vicepresidencias deben asumir un compromiso con el planeta y comprometerse a luchar contra el cambio climático y la carbono neutralidad.

3-Compromiso con una reforma educativa, que permitan volver a elevar el nivel de la educación pública en escuelas y colegios. Prohibir mediante leyes el uso de los teléfonos celulares en el tiempo lectivo, como lo viene proponiendo el psiquiatra Dr. Luis Diego Herrera Amighetti. Respeto irrestricto a la educación superior pública conforme a la Constitución de la República.

4- Compromiso con la seguridad social para toda la población, lo que implica comenzar a cancelar la deuda billonaria del Estado con la Caja. Poco a poco pero ininterrumpidamente. El Poder Ejecutivo deberá presentar un plan al respecto en el plan nacional de desarrollo.

5- Compromiso del Estado con todas las comunidades del país para resguardarlas de la inseguridad que se padece a manos de la delincuencia y el narcotráfico. Se debe prestar particular atención a aquellas comunidades en donde los indicadores muestren más violencia y haya sobre todo población juvenil desocupada o subempleada.

6- Compromiso con Costa Rica para bajar los índices de pobreza, pobreza extrema y, cerrar las brechas de desigualdad social. Igualmente, las metas del cuatrienio deberán contemplarse en el plan nacional de desarrollo.

7- Compromiso con un desarrollo donde haya distribución de la riqueza, siguiendo los principios de sostenibilidad y sustentabilidad. Compromiso para destinar un porcentaje fijo de los recursos que se obtengan de los evasores de impuestos, al plan de desarrollo para combatir la pobreza y la desigualdad.

8- Compromiso con la infraestructura. Se debe asegurar una inversión sostenida para cumplir con un plan de desarrollo de la infraestructura, de parte del poder ejecutivo, que se apruebe en la Asamblea Legislativa, prestando atención prioritaria a las zonas rurales menos favorecidas. Asumir un Compromiso con el desarrollo del plan ya existente para el tren eléctrico.

9- Compromiso con la Cultura, se debe asegurar una inversión de no menos del 2% del PIB para un desarrollo cultural que llegue a las zonas más rezagadas del país. En el primer plan del presupuesto nacional el poder ejecutivo deberá señalar la fuente de dónde se tomarán los recursos para ello. Se deberá presentar un proyecto de ley que lo garantice.

10- El poder ejecutivo deberá elaborar en el primer plan de desarrollo un verdadero proyecto para una tecnología al servicio de la sociedad y no la sociedad al servicio de la tecnología y de la Inteligencia Artificial (IA).

11- Compromiso con las mujeres. Por una igualdad real de las mujeres en la sociedad, asegurado mediante el plan nacional de desarrollo, el cual deberá contemplar indicadores rigurosos al respecto. Compromiso por erradicar la violencia contra las mujeres, cero tolerancias contra los que infrinjan el principio de no violencia a las mujeres. Educación temprana en el sistema escolarizado, público y privado en una conducta de no violencia contra las mujeres y los niños.

12- Compromiso prevalente para apoyar al agricultor costarricense y reactivar la agroindustria nacional. Debe contemplarse en el plan nacional de desarrollo.

13- Compromiso con una política exterior apegada al principio de resolución pacífica de los conflictos internacionales y la erradicación progresiva del armamento nuclear. En adición, debe haber un compromiso con una política exterior que cierre filas con todos los países dispuestos a luchar contra el cambio climático.

Dejo estas propuestas prioritarias a sabiendas que debe haber más. Pero reitero que muy poco o nada de lo aquí señalado fue abordado en el primer debate de los precandidatos del PLN. Espero correcciones y lo mismo a los que presenten sus nombres en otras tiendas políticas.

¡A votar el próximo domingo!

Vladimir de la Cruz

En febrero del 2026 escogeremos al Presidente de la República, para el cuatrienio 2026-2030, y a los nuevos diputados de la próxima Asamblea Legislativa.

Las elecciones han sido programadas y el Tribunal Supremo de Elecciones publicó el cronograma que nos lleva a esa fecha, en la que los ciudadanos, todos los mayores de 18 años, podemos ejercer libremente y en conciencia por quién votar, por una persona, candidato, un grupo de personas que le acompañan o un partido político de los que se oferta. Todos tendremos valores e información para decidir. También podemos exigir esa información para una mejor decisión.

Los partidos políticos escogerán sus candidatos de conformidad a como o tienen establecido en sus estatutos. Hace algunos años algunos partidos abrieron esa posibilidad para escogerlos en votaciones internas de esos partidos, entre sus militantes. Luego ampliaron esa posibilidad de selección para que todo el electorado se pronunciara en esas elecciones internas de los partidos. El Partido Acción Ciudadana ha anunciado que su convención será cerrada, solo de sus militantes o simpatizantes que así lo declaren para estar en su padrón electoral. Las convenciones abiertas usan el padrón electoral nacional.

Este último camino tiene sus riesgos de filtrar votantes, en esos comicios, con la intención de poner o tratar de poner de candidato al más débil de los precandidatos que se presenten ante el público, en esos partidos, para tratar de derrotarlos desde las otras tiendas políticas. Los partidos políticos que así actúan, con convenciones abiertas, se ultra democratizaron en este aspecto. El grueso de los partidos resuelve en sus asambleas nacionales o provinciales.

Todos los costarricenses electores deseamos que el próximo presidente resulte el mejor de los candidatos que se presentan en todas las papeletas. Todos, desde distintas tiendas políticas o militancias estamos atentos a cómo se van desenvolviendo estas precandidaturas y candidaturas. Así, nos debe interesar que de los cuatro aspirantes a encabezar el partido Liberación Nacional salga electo el domingo próximo el mejor que creemos que debe ser.

Esta posibilidad nos da a todos la posibilidad de ir a votar, por esa persona que consideramos es la mejor de ese partido, como es el caso de los liberacionistas que deciden su candidato el domingo para que, finalmente, con las otras candidaturas, que se suponen lo mejor de cada partido, podamos escoger a quien debe dirigir el país a partir del próximo año.

Por ello creo, que si Liberación Nacional da la oportunidad, a los que no somos militantes de ese partido, de influir en la escogencia de su candidato, HAY QUE HACERLO por el bien del país.

Hay que participar de esa posibilidad, que afirma el derecho del sufragio y la fortaleza del proceso electoral costarricense.

La celebración de la convención electoral del domingo es una parte de la fiesta electoral nacional. Aprovechemos la oportunidad para escoger de esos, el que consideremos el mejor. Pero, también, si no nos parece ninguno, hay que aprovechar la oportunidad para manifestarlo, en urnas, votando en blanco o anulando el voto, que es parte del derecho ciudadano de decidir sobre esos candidatos No nos gustan, si se trata también de expresarlo de esa manera.

Lamentablemente el voto en blanco o nulo No tiene validez ni eficacia electoral en la legislación nacional. Estos votos deberían tener valor, porque afirmaría con más fuerza el porcentual de escogencia y definición presidencial, y obligaría más a los partidos políticos de ofrecer candidatos de la mayor calidad política y humana posible.

Los invito a Votar el domingo, con profundo sentido patriótico y democrático. En las elecciones de febrero nos jugamos el futuro del país, de cambiar el rumbo que llevamos o de acentuarlo.

Votar estratégicamente por Álvaro Ramos Chaves: una apuesta por el diálogo social y el país que necesitamos

Compatriota:

Reciba nuestro fraternal saludo ciudadano desde el Encuentro Democrático. Somos un colectivo que desde hace años constituye un Espacio Ciudadano y Democrático de Debate no partidista, en defensa de nuestras conquistas sociales y de nuestro Estado Social de Derecho. Nuestros valores comunes republicanos son la búsqueda de una sociedad realmente Sustentable con más Igualdad, Libertad, y Justicia Social. Sin ningún otro interés que rescatar lo mejor para nuestra Patria, lo invitamos respetuosamente a participar en la transformación de esta grave crisis nacional en una oportunidad de participación ciudadana.

La crisis afecta de manera muy aguda las esferas con las que funciona un estado nacional: económica, laboral, política, ambiental, educativa, Salud Pública, de seguridad ciudadana, de infraestructura pública, de producción, del Sector Agro, del Sector Cultura, del Sector Empresarial nacional, del Mercado Interno, de las PYMES, de muchas Cooperativas, de los trabajadores del Sector Público y Privado, de los profesionales y trabajadores independientes, de las mujeres jefas de hogar, y hasta de Legitimidad Democrática y Soberanía Nacional. También, hay que sumar a lo anterior, el alto costo de la vida y el bajo poder adquisitivo de los salarios.

Más allá del normal escepticismo colectivo y de la desesperanza social instalada, urge volver a enamorarnos de nuestras instituciones democráticas. Qué, aunque imperfectas, son la ruta sabia, pacífica y humanista para una sociedad más justa, más inclusiva, más equitativa y realmente sustentable. ¡Volvamos a creer en Costa Rica y lo mejor de su Segunda República!

Así las cosas, sabemos que muchas personas, como nosotros, no se identifican necesariamente con el Partido Liberación Nacional. Lo hemos criticado duramente y con justa razón. Hemos luchado desde nuestros espacios por una Costa Rica más justa, más equitativa y más democrática, adversando abiertamente a ese Partido, pues éste ha sido —y no hay que olvidarlo— un agente fundamental en muchos de los problemas que hemos desarrollado como sociedad. Pero, también, sabemos que el momento que vivimos exige salir de nuestras trincheras acostumbradas y actuar con lucidez y responsabilidad histórica.

Tampoco debemos olvidar que, en otros momentos de nuestra historia, el PLN fue una fuerza decisiva en la construcción del Estado social de derecho que ha distinguido a Costa Rica en América Latina: una república con servicios públicos sólidos, acceso universal a la salud y la educación, y una institucionalidad civilista. Esa herencia, que hoy se ve amenazada, no pertenece a un solo partido: pertenece al país, y debe ser defendida por todas y todos.

Costa Rica atraviesa una crisis profunda: social, económica, política e institucional. El deterioro del Estado social de derecho, la fragmentación de lo público y el desgaste del diálogo democrático no pueden seguir siendo administrados con parches ni discursos vacíos. Es urgente reconstruir un horizonte común.

En este contexto, la figura de Álvaro Ramos Chaves, en el marco de la convención abierta del PLN, representa una posibilidad estratégica que vale la pena considerar. No se trata de una adhesión ideológica ni de un cheque en blanco. Se trata de reconocer que su eventual triunfo abriría una ventana para algo más grande: una alianza nacional amplia y progresista que convoque a un verdadero diálogo social con propuestas escritas, serias y urgentes.

Álvaro Ramos Chaves ha demostrado apertura, capacidad técnica y política, y voluntad para hablar con sectores diversos. Pero su fuerza dependerá, también, de que este apoyo no venga del aparato tradicional, sino de la ciudadanía crítica, de quienes aún creemos en lo público, en los derechos humanos, en el bien común, en la Soberanía nacional, en fin, en una sociedad sustentable, amigable con el ambiente e inclusiva.

Participar en esta etapa —votar por Ramos en la convención abierta— es, para muchas y muchos, un gesto táctico. Pero es también una apuesta ética por evitar salidas autoritarias, populistas o vacías, y por sembrar las condiciones de una transformación verdadera, con participación amplia y propuestas concretas sobre la mesa.

No hay caminos fáciles, pero no podemos ser ajenos, no podemos quedarnos al margen mientras se termina de destruir lo poco que queda del Estado Social de Derecho y de las Conquistas sociales que logramos como sociedad desde 1943. El país nos convoca a pensar en alianzas y consensos, que como ocurriera con el Pacto de Ochomogo (1948), se convierten en la única opción para salir de oscuros momentos de conflicto.

Mesa Coordinadora – Encuentro Democrático