Ir al contenido principal

Etiqueta: proceso electoral

Reflexiones sobre la campaña política y el año electoral en la Universidad Técnica Nacional 2023 – 2024

Luis G. Martínez Sandoval.

MBA Lic. Bach. Luis G Martínez Sandoval.
Académico Universitario,
Ex Integrante Comisión de Vinculación con los Sectores Productivos y,
Comisión de Trabajos Finales de Graduación COEX, AA
Sede Central UTN 
www.utn.ac.cr
Ex Directivo Nacional Propietario JD ANEP,
Secretaría de Organización y Conflictos, Seccional Sindical Nacional ANEP-UTN
Ex Funcionario Banco Mundial IFC Sede Ecuador y, América Latina,
Escritor, Científico Social

Fuente: Imagen tomada de Google.com 2023.

La Universidad Técnica Nacional, como cualquier otra organización está expuesta al entorno. Hacia afuera estamos inmersos en la guerra de Ucrania en el centro de Europa con posibilidades de caer en holocausto nuclear, la crisis energética, la inflación, el dólar hacia la baja, la posible recesión, el desempleo, la incertidumbre laboral, los espejismos intelectuales, la verificación de las noticias dada la gran falsedad de la información, la defensa de los derechos civiles o de la dignidad humana, la pérdida del poder adquisitivo, el bajo consumo de los hogares, deseceleración económica, el cambio climático irreversible son algunos de los temas clave en una agenda compleja nos dice la Revista Ethic…

Hacia adentro ha dado inicio en 2023 la campaña política y el año electoral que culminará con elecciones en la Universidad Técnica Nacional en el año 2024 para elegir por voto popular interno de los administrativos, docentes y estudiantes al Rector, los integrantes del Consejo Universitario y Decanos de Sedes Regionales. Según las últimas noticias el derby ya esta calentando en las distintas Sedes tanto la Sede Central como las Sedes Regionales.

Aunque la prisa es mala consejera ya se estan moviendo las aguas electorales en las distintas Sedes Regionales y por supuesto en la Sede Central: ROMA. La ambición, la velocidad o la precipitación a lanzado a algunos a la arena política aunque como dice el refrán “no por mucho madrugar amanece más temprado”. La competencia a iniciado en el Derby. Muchos quieren caminar por la Vía Appia pero no debemos olvidar que “no hay que montar el caballo antes de ensillar” y también no olvidar, la sabiduría de los indios Dakotacuando descubras que estas cabalgando sobre un caballo muerto,  la mejor estrategia es desmontar”. 

Este año 2023 además aparecerán los lobos, las ovejas y pastores. Algunos vendrán vestidos de ovejas siendo lobos. La política sigue siendo el arte de lo posible y lo deseable. Negociación sobre expectativas tangibles e intangibles. Transacción. Teoría de las expectativas. Ofertas y demandas. ELLOS Y NOSOTROS.

Como bien lo expuse en mi artículo TIEMPOS LÍQUIDOS… ¿QUO VADIS UTN? Vamos rumbo a un NUEVO PROCESO ELECTORAL DISCRIMINANTE E ILEGAL con marcada fronteras entre NOSOTROS Y ELLOS

CERCA DE 1.374 DOCENTES INTERINOS NO PUEDEN EJERCER EL VOTO DIRECTO EN LA UTN

NO se puede estar seguro de los derechos personales a menos que pueda hacer valer los derechos políticos. Un claro ejemplo insostenible de discriminación e ilegalidad en los procesos de elección de la UTN, es que en Costa Rica y sus 7 provincias cada 4 años hay procesos electorales para elegir al Presidente y Diputados y solo vasta tener cédula de identidad y ser mayor de 18 años para votar en las elecciones nacionales. HACIA ADENTRO DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA NACIONAL el voto solo lo ejerce un grupo que tiene propiedad (una minoría insignificante que viene desde los Colegios Universitarios). Ampliar el sufragio para elegir el nuevo Rector y los nuevos integrantes del Consejo Universitario es posible y es deseable. Pero a pesar del Principio que orienta y guía a la Universidad especificamente: c) La participación democrática de sus miembros en la vida institucional y en el gobierno de la Universidad. La participación democrática universitaria UTN sigue siendo 13 años después una aventura selectiva y rigurosamente limitada. ¡Discriminante e ilegal!.  

El DEMOS Y KRATOS está restringido a UNOS POCOS PRIVILEGIADOS Y CON ELLO SE EXCLUYE Y DISCRIMINA. En nuestra alma mater a trece años (13) de su creación NO EXISTE LA IGUALDAD DE DERECHOS para hombres y mujeres y ni siquiera el derecho al voto directo para los docentes interinos con estabilidad impropia sea con contratos a plazo fijo o plazo indefinido.  

Sin embargo, los nombrados por INTERVENCIÓN y los de CONFIANZA (dicho en la mejor terminología popular “NOMBRADOS DE A DEDO” que son puestos exentos de los trámites ordinarios de concurso público o interno) guiados por el tráfico de influencia y amiguismo pueden ejercer el derecho a voto.

¡Los derechos políticos son y deben ser para todos y todas!.

Cerca 1.374 Docentes Interinos sin propiedad no son admitidos en el exclusivo y selecto CLUB DE LOS ELECTORES. En la UTN – al igual que las puertas del Infierno de Dante en su Divina Comedia- hay un rótulo en la puerta de entrada que nos indica: “Nos reservamos el derecho de admisión al CLUB DE ELECTORES Firman: Consejo Universitario y Rectoría.”

Las elecciones en la UTN en 13 años de existencia han sido una gran farsa y, una mentira institucional. Los DOCENTES INTERINOS SIN PROPIEDAD NO SON SUJETOS DE DERECHOS POLÍTICO ELECTORALES EN LA UTN. Esta exclusión y este callejón sin salida ya pronto encontrará su grieta en el 2023… Esa es la esperanza que nos debe guiar:

RECURSO DE AMPARO PRO VOTO DIRECTO PARA 1.374 DOCENTES INTERINOS PARA QUE PARTICIPEN EN LAS ELECCIONES DEL 2024.

En la UTN a escasas semanas de haber dado inicio el nuevo ciclo lectivo 2023 comienzan a surgir “los autocandidateables”, “los supuestos elegibles”, “los Profetas”,  o “el nuevo Mesías”.  Algunos traerán en sus manos la famosa Pomada Canaria que nos permitirá como Universidad Estatal aliviarnos de todos nuestros males y quedar como nuevos. Otros, nos venderán el Bálsamo de Fierabrás de Don Quijote de la Mancha pócima mágica capaz de curar todas las dolencias del cuerpo social organizacional universitario.  

Nuevos Profetas, nuevos Pastores, los nuevos Moisés de la UTN están ahora dedicados a revisar con lupa el padrón electoral para amarrar los votos de los que pueden votar…¡LOS QUE TIENEN PROPIEDAD ÚNICAMENTE!.

Nos surgen preguntas fundamentales para las elecciones 2024:

¿CONTINUIDAD O DISCONTINUIDAD EN LA UTN?
¿REELECCION O NO REELECCION?
¿CANDIDATOS Y GABINETE DE ADENTRO O DE AFUERA?

HE AHÍ EL DILEMA DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA NACIONAL EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES DEL 2024

Pero para nuestra alma mater este será un año complejo 2023: 

Hay que implementar la Ley y Reglamento de Empleo Público – Salario Global-.  Se viene la nueva negociación del FEES que dejó una serie de compromisos y resultados a evaluar en éste año.  En el Congreso el Expediente  23-380 para regular el dinero del FEES a través del Banco Central.  Continúa la Regla Fiscal y, Ley 9635.  Se tramita la propuesta de reestructuración universitaria UTN.  Nuestro presupuesto que está en crisis debe ser financieramente sostenible para becas e incentivos a los estudiantes; aparte de otros de índole operacional, etc – ¡Sin cacao no hay chocolate!-.

Adicionalmente, hay derechos como la Dedicación Exclusiva, la Carrera Profesional que están siendo PRETENCIOSAMENTE modificados por la Dirección de Gestión de Desarrollo Humano y, SECUNDADO por el Consejo Universitario.

Y, tristemente es la ÚNICA UNIVERSIDAD ESTATAL SIN CONVENCIÓN NI NEGOCIACIÓN COLECTIVA  aún y cuando podríamos TENER UNA para el ESTAMENTO DOCENTE (Propietarios e Interinos), en fusión ambos sindicatos universitarios UTRA-ANEP; que no se ha podido realizar dada la poca comprensión y entendimiento de muchos funcionarios sobre la importancia de la afiliación sindical. ¡Sin afiliación no hay Convención ni Negociación Colectiva!

Algunas de “nuestras” autoridades universitarias mueren políticamente para la campaña 2024 – 2028 – Decanato Sede del Pacífico-, dado que no podrán reelegirse porque cumplieron 8 años contínuos en el cargo y, por Estatuto Orgánico pasados 4 años solo puede regresar como candidato un Ex Rector de la UTN.  Que no se equivoquen los Ex Decanos de algunas Sedes Regionales que están en esa condición jurídica y andan tras el hueso del Decanato para 2024. ¡Por Estatuto Orgánico no esta para ellos esa opción!

Otros, por ejemplo, los actuales Decanos Sedes Guanacastes, Atenas, San Carlos y Central deberán luchar para reelegirse – y para ello deberan presentar logros y resultados concretos y revertir la imagen dado que algunos cargan el Sombrerito y Sambenito de: vagos e, incompetentes”, “acosadores y hostigadores laborales” y, hasta con problemas de violencia doméstica”. Y, deberán enfrentarse a nuevos competidores emergentes de adentro – es sabido que en Sede Central uno de ellos cual Lázaro de Betania ha resucitado después de haber sido destituido de su cargo de Director Académico y tiene aspiraciones…¡Que llegue esta por verse!- y OTROS – FIJO- que vendrán de adentro y de  afuera con mejores perfiles profesionales e internacionales a disputar  los cargos de elección popular en la UTN durante el año 2024.

Las elecciones 2024 en la UTN ya no serán de candidato único – como en las pasadas. Ni en tiempos de pandemia – porque se fue y esperamos no regrese-. Ni de voto electrónico sino de voto presencial tradicional con multiples candidatos y debates en redes sociales, foros, auditorios, videos entre otros. ¡Esta vez el TEUTN deberá hacer bien la labor!

En las próximas elecciones en la UTN 2024 “aspirará quien respire” parafraseando a José Ortega y Gasset. Y, durante el 2023 viviremos tiempos de alianzas internas y externas, de fusiones y amarres. “De velos y rilos”. Tiempos de sonrisas y de abrazos. De pasarela. De ticas y ticos lindos que nos estrecharan sus manos, nos sonreirán, y coquetearan. PERO, ¿A cambio de qué? Lo que esta en juego es crear una UNIVERSIDAD INTELIGENTE y de CLASE MUNDIAL vinculada a los principales centros globales de investigacion y desarrollo. y, no resucitar los estilos al mejor colegio universitario que pareciera es aún el pensamiento dominante en nuestra alma mater.  Y, para lograr lo anterior solo será posible si alguno de los candidatos (de adentro o de afuera) oferta un Congreso y Asamblea Universitaria 2023 para realizar la reforma académica y científica pro carreras STEM en la UTN y modificar totalmente el Estatuto Orgánico.  

Varios son los puestos de elección popular que salen a CONCURSO PÚBLICO en el 2024:

CANTIDAD

PUESTO

1

RECTOR

3

REPRESENTANTES DOCENTES

1

REPRESENTE ADMINISTRATIVO

5

DECANOS SEGÚN SEDES: ALAJUELA, PUNTARENAS, GUANACASTE, ATENAS, SAN CARLOS

1

DIRECTOR EJECUTIVO CFPTE

2

REPRESENTANTES DE LOS SECTORES PRODUCTIVOS

2

REPRESENTANTES ESTUDIANTILES

TOTAL: 15

 

                          Fuente: Elaboración propia. Datos extraidos Estatuto Orgánico UTN.

Son 15 cargos de “elección popular vía voto con concurso público” a decidir en la Universidad Técnica Nacional en 2024. Eso 15 son los que gobernarán y administrarán la Universidad Técnica Nacional, UTN. Y a ellos se suman LOS ÚNICOS CARGOS LEGALES DE CONFIANZA DEL RECTOR (nombramiento a dedo de los 5 Vicerrectores: Docencia – que debería llamarse Vicerrectoría Académica- Investigación y Transferencia – que debe llamarse  Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Transferencia- , Vida Estudiantil – que debería llamarse Vicerrectoría de Vida Estudiantil, Cultura, Deporte y Recreación-, Extensión y Acción Social – que debería cambiar a Vicerrectoria de Vinculación Nacional e Internacional, Extensión y Acción Social-  Director General Administrativo – que debe pasar a Vicerrectoría de Administración General y Coordinación Institucional con las Sedes Regionales).

Indudablemente para las próximas elecciones se deberá cumplir con la POLÍTICA DE PARIDAD E IGUALDAD DE GÉNERO. Es ley su cumplimiento.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Fuente: Imagen tomada de Google.com 2023.

¿CONTINUIDAD O DISCONTINUIDAD? Es un hecho que el actual Rector vendrá por la CONTINUIDAD asi lo ha dicho públicamente durante 2022 y en nuestros días lo impulsan sus “Gerentes de Campaña” el Vicerrector de Docencia y Coordinador de Planificación Institucional a.i. Buscará quedarse en la UTN como Rector 4 años más para completar 8 años. Lo anterior, claro está sino se retira, se jubila, renuncia, cae en una incapacidad permanente, fallece o lo despiden.  Pensamos que para lograr la reelección requerirá una nueva imagen, una nueva propuesta como proyecto educativo y cientifico universitario para los estudiantes, defensa a los derechos adquiridos del personal docente y administrativo, y por supuesto un nuevo perfil de gabinete de Vicerrectores – cambio total-.

Han sido dos años que la actual Rectoría UTN ha tenido que gobernar en tiempos difíciles y crisis sanitaria producto de la pandemia. ¡No la ha tenido fácil! Y hay tareas pendientes en el escritorio allí están los Informes FODA de la Dirección de Planificación Institucional que deberá releer el Sr. Rector, especificamente las debilidades  internas estructurales – que arrastramos desde los Colegios Universitarios- y amenazas del entorno nacional e internacional.

Nos preguntamos: ¿Se reelige el actual Rector? Si las elecciones fueran hoy es probable que no. Si las elecciones abren el voto a 1.374 Docentes Interinos sin Propiedad que no pueden ejercer el voto es probable que lo logre – iniciativa que debería impulsar la actual Rectoría como un aporte a la democracia participativa y como mensaje electoral en caso contrario la reforma del VOTO DIRECTO vendrá de afuera-. PERO… su reelección depende de qué logros concretos e incentivos laborales para administrativos y docentes se consigan en este año 2023 y el proximo 2024. No esta fácil para el actual Rector, dado que vivimos del presupuesto público (FEES) y no tenemos proyectos que generen otros ingresos- VEAS sigue sin generar recursos propios significativos y el proyecto de rentas propias – impuesto a turistas que salen de Costa Rica por Aeropuerto Internacional Juan Santamaría- esta archivado en la Asamblea Legislativa.  

Sin lugar a dudas éste será un año difícil para los funcionarios públicos universitarios tanto administrativos como docentes, que verán sus salarios y poder adquisitivo más disminuido en una Universidad Estatal que a diferencia de las Universidad Privadas no está apostando por el TELETRAJO y la VIRTUALIDAD durante 2023.  Y, todo lo contrario, hay intenciones de algunos Decanos y personajes de la DGDH de abolir el Reglamento aprobado y frenar los Contratos de Teletrabajo.  

Es un hecho – reiteramos- que los aspirantes internos algunos que son parte del Gabinete del actual Rector deberán presentar – si deciden lanzarse a la arena política- los logros y resultados concretos obtenidos en los 4 años. Dichos logros deben ser puntuales, medibles, concretos, tangibles y, transparentes. Las debilidades y amenazas que debieron superar las identificó a tiempo la Dirección de Planificación Universitaria. De ello hay que hablar con todos los aspirantes.   

No tenemos dudas razonables ya que – sabemos- que algunos aspirantes jugaran a desmarcarse del actual Rector UTN y, hoy Presidente de CONARE. Algunos en su desconexión con la realidad sueñan con pasar de Decanos a Rector UTN – llegaron fácil y quieren seguir subiendo fácil- o ir por cargo de Vicerrector – para no regresar a la docencia. Especificamente, los actuales Decanos de las Sedes siguiendo un comportamiento clásico similar a Judas Iscariote  – que vendió al Mesías – o igual como se describe en La tragedia de Julio César, obra trágica escrita por William Shakespeare- de lectura obligatoria en estos días- jugarán en contra del actual Rector UTN guiados por la conspiración y la traición. Mas de uno asumirá el papel similar de Marco Junio Bruto y, Cayo Casio y otros conspiradores que estarán motivados con el objetivo de derribar el poder establecido, de tener el poder, conservarlo, por la envidia y la ambición.  Estos, pasarán a la historia de la UTN como héroes o villanos. Nos comentan que la  conspiración y la traición ya fue sembrada en la UTN. ¡A dado inicio la tragedia de Julio César!  

PERO, EL GRAN DESAFÍO DE LA UTN sigue estando en deuda:
CREAR UNA UNIVERSIDAD INTELIGENTE Y DE CLASE MUNDIAL VINCULADA INTERNACIONALMENTE A LOS GRANDES CENTROS MUNDIALES DE CIENCIA, TECNOLOGIA Y TECNICA PARA IMITAR POSITIVAMENTE LOS MODELOS EDUCATIVOS EXITOSOS EN BENEFICIO DE NUESTRA RAZÓN DE SER: LOS ESTUDIANTES Y LOS SECTORES PRODUCTIVOS NACIONALES.

Somos de la idea que para construir una universidad de clase mundial y una universidad inteligente se requiere también pensar en un gabinete que venga de afuera de la Universidad Técnica Nacional liderado por personas notables con experiencia en educación superior universitaria, gerencia en sectores privados y públicos y amplia experiencia internacional y vínculos globales.  Nuestro pais cuenta con profesionales de alto nivel internacional y experiencia global deseosos de apoyar un proyecto diferente para la Universidad Técnica Nacional. LA OPCIÓN DE CANDIDATOS DE AFUERA es otro camino posible para la UTN para el proceso electoral del 2024.

Fuente: Imagen tomada de Google.com 2023.

¿Quiénes financiaron a Rodrigo Chaves – Campaña electoral 2022

SURCOS comparte el siguiente documento que llegó a nuestra redacción con esta nota informativa:

¿Quiénes financiaron a Chaves?

Nota: Este informe tiene carácter inicial en la medida en que no se ha divulgado la liquidación final de gastos de la campaña electoral 2022 del PPSD y el TSE ha dicho que su investigación sobre las estructuras paralelas es preliminar. Las fuentes de información son los informes presentados al TSE por el PPSD sobre estados financieros, donaciones voluntarias y tenedores de certificados de cesión de la eventual contribución estatal, que se encuentran en la página web www.tse.go.cr, el Informe No. IDI-DFPP-001-2022 del Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos del TSE, la información disponible en el Registro Civil del TSE, así como información pública recolectada en la red Internet a través del buscador de Google.

En el pos triunfo

Por Carlos Meneses Reyes

A tres días del triunfo electoral de Gustavo Petro como presidente y Francia Marquez como vicepresidenta de Colombia para el periodo 2022 – 2026, en el país se respira un ambiente de distensión y de concordia luego de una campaña basada en el odio, el engaño y la sinrazón. El desconocido patán fue vencido por el favorito y reconocido, con calidad de estadista a nivel nacional e internacional.

Sin seguir un orden cronológico ni de importancia de temas, destaco el triunfo por primera vez en Colombia de una opción de Presidencia Alternativa con la coadyuvancia y el trabajo militante de la izquierda legal.

Colombia se inclinó, con histórica votación, por el cambio de Petro. El domingo 19 de junio, 22’658.694 colombianos, equivalentes al 58,09% de los posibles votantes, salieron a las urnas en los 32 departamentos. 39 millones de colombianos estaban a habilitados para votar.

Bajó la abstención en un 5%. Petro se alzó con la victoria en 16 regiones y en Bogotá, mientras que Hernández conquistó esa misma cantidad de departamentos y se quedó con la mayor votación de los colombianos en el exterior.

El candidato del Pacto Histórico y ahora presidente electo se impuso en regiones como la Costa Caribe, el Pacífico y buena parte de la Amazonía. (Hace 4 años Iván Duque se alzó con la victoria en el país, con un total de 10’373.080 votos, en tanto que Gustavo Petro aseguró su triunfo con el respaldo de 11’281.013 electores).

Por su parte, el ex alcalde de Bucaramanga obtuvo 10.580.412 votos, conquistando el oriente colombiano, parte de la región Andina y el Eje Cafetero. (Los votos de Federico Gutiérrez en la primera vuelta, vertieron en Rodolfo Hernández).

Significa lo anterior que se cumplió el cálculo de romper en un 5% la abstención en favor de Petro , pues esta pasó del 45% al 40 %.

El progresista Gustavo Petro llega al gobierno con apoyo de la izquierda legal así como de centristas, urbanistas, periféricos, moderados y socialdemócratas, con cerca de 11.3 millones de votantes. Lleva al poder al progresismo junto con la izquierda legal por primera vez en la historia del país.

Gustavo Petro obtiene el 50,4% de los votos frente a Rodolfo Hernández, que pierde con el 47,3%.

Este último, a su vez, pasó de 5’953.209 votos, que consiguió en la primera vuelta del pasado 29 de mayo, a 10’580.412 en la jornada de ayer, una cifra nada despreciable.

No obstante, de lo anterior no se puede concluir que el país colombiano este dividido en dos extremos opuestos. Estos resultados electorales tampoco dan base para determinarlo así. Sucede que hay 18 millones de colombianos que no votan. No son participativos y encuadran en el dicho: “¿para dónde va Vicente?, para donde va la gente”.

A los votantes que sufragaron por Gustavo Petro corresponde calificarlos de conscientes. La suma de votantes a favor del candidato perdedor obedece a una gama de votos cautivos sumados a votos comprados. En ese orden presentado no estamos en realidad ante un país dividido o polarizado. En gracia de discusión se podría considerar una variante de unos 5.250.000 que calificarían como ricos o acomodados de este país, que constituyen las fuerzas retardatarias, conservaduristas, opuestas a cualquier cambio. Por ello es dable concluir que el gobierno del presidente G. Petro y de la vicepresidenta Francia Marquez será un gobierno de y para las mayorías.

Ante el triunfo del Frente Amplio Popular y Democrático que expresa el Programa y Plataforma Política del Pacto Histórico (PH) corresponde reseñar las acciones inmediatas de actuación del nuevo gobierno una vez obtenido el triunfo, explicado en la variable del llamado a un Gran Acuerdo de Unidad y de Concordia Nacional,

LO DE IMPLEMENTACIÓN

Los acuerdos de La Habana y el Teatro Colón se constituyen, en su implementación, como alcances por materializar en las conquistas del movimiento popular colombiano. La nueva presidencia alternativa asume ese derrotero. Llegó la hora de cumplimentar, facilitar y poner al orden del día el compromiso del Estado colombiano con las antiguas FARC-EP, sus desmovilizados y desarmados, sobre todo respecto de la aspiración inconclusa y la frustración histórica que ha significado para la nación colombiana volver trizas lo acordado y, paralelo a ello, la actitud frente a los compromisos asumidos como Estado, colocando al país de espaldas a la obligatoriedad de instrumentos internacionales plasmados en convenios. Todo por conductas dolosas del gobierno que concluye y que nos colocan en la picota al ensañarnos por los incumplimientos de los pacta sund servanda ante el escenario de la comunidad y el derecho internacional.

Se deleitaron, trayendo consigo el enfurecimiento y coraje de la opinión popular nacional, al causar el mayor daño posible a la justicia transicional como método civilizado aplicable a la solución de conflictos armados internos, como a la que se llegó con las insurgencias de las FARC-EP en Colombia.

Este triunfo electoral revindica el desagrado causado por la sensación de placer contra las aspiraciones populares causada por la secta de gobierno derrocada, que se había entronizado en el poder.

Rememoremos que en un tejido de telaraña jurídica el gobierno oligárquico del expresidente Santos acudió a un referéndum innecesario y que la incapacidad política del antiguo Secretariado de las FARC-EP admitió -jugando de tahúr el presidente- en la aplicación de la lógica “ni tanto que alumbre , ni tanto que queme al santo¨”. Santos ya había obtenido un premio Nobel y también complacía a sus amigos del Country Club.

Sometieron a referéndum la pregunta: «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?». Pregunta que, como se sabe, fue respondida mayoritariamente con el NO y conllevó al desmonte de esenciales circunstancias y situaciones, así como a concesiones por la parte plenipotenciaria de la antigua insurgencia, lo cual concluyó en el Acuerdo del Teatro Colón. Se admite que lo único incólume de lo acordado en La Habana fue la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz).

LOS CINCO PUNTOS DE LOS ACUERDOS

Estos se materializarán en dirección del contenido del Estado colombiano, que desmontará todos los vestigios del poder narcoparamilitar, tan vilmente instalado. En resumen, con el triunfo del gobierno Alternativo se impone:

  1. La Reforma Rural Integral, falseada durante el transcurso mismo de las conversaciones por la Ley Zidres, como plan real, y que dejó en mera ilusión lo conversado y plasmado. Al orden del día está la reforma agraria democrática y radical.
  2. Reforma Política Electoral. Por plenas libertades de expresión, organización y movilización. Contra los votos a cambio de balas y de dinero, y por sepultar un sistema electoral corrupto, clientelista, de casino y de garantías de papel. La aplicación de un estatuto para la oposición, en el entendido de que hoy las fuerzas alternativas son gobierno.
  3. Terminación del conflicto armado interno con las Farc-ep, que consiste en el fin de los combates y acciones militares por parte de las Farc y los ataques y la persecución militar por parte del Gobierno a esta guerrilla. Es el llamado “Cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo”. Fin que quedó trunco con la facción denominada “Nueva Marquetalia”, integrada por combatientes que firmaron los acuerdos y luego alegaron el incumplimiento estatal de los mismos y retomaron las armas. En forma alguna implican ¨disidencias” y en la actualidad se encuentran cobijadas bajo el presupuesto normativo en calidad de rebeldes según el derecho internacional.
  4. Solución del problema de las drogas ilícitas. Es decir, sustitución de cultivos ilícitos. Este acuerdo ha sido el de menos implementación y va ligado al acuerdo primero sobre reforma rural integral.
  5. Acuerdo sobre las víctimas del conflicto. Vale decir, aplicación de la justicia transicional en desarrollo de los principios de autonomía e independencia. Esta ha sido la garantía de no impunidad. Extendidas estas normas de justicia transicional a todos: ex guerrilleros, militares, miembros de las Fuerzas Armadas en todas las ramas y composición de agentes estatales participantes y/o financiadores del paramilitarismo. El acuerdo sobre víctimas impedirá la impunidad para los paramilitares, los empresarios que los financiaron y los agentes estatales que los promovieron. Así, el acuerdo garantiza que no sea un pacto de impunidad. Este acuerdo contempla dos componentes: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y Derechos Humanos. Jurisdicción Especial para la Paz en aplicación de un sistema integral y alterno que garantice el derecho a las víctimas y cumpla con la obligación estatal de justicia, buscando, mediante investigaciones penales especiales, la determinación de responsabilidades de sindicados de delitos de guerra y de lesa humanidad ocurridos durante y con ocasión del conflicto armado. La garantía de vigencia del contenido de derechos humanos asume lo relativo a la no repetición.

LO DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO

Con el Nuevo Gobierno Alternativo llegó el momento histórico y político de asumir de fondo y lograr en definitiva el fin del conflicto armado interno colombiano. Para ello, el nuevo gobierno ha de llamar a conversaciones a todas las insurgencias: 1. Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN). 2. Ejército Popular de Liberación (EPL). 3. Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en las diferentes facciones en que se transformaron, como ejército popular insurgente luego de los Acuerdos de la Habana y el Teatro Colón, resumidos en la “Segunda Marquetalia”, es decir, las facciones lideradas por Gentil Duarte y/o sus sucesores, y los frentes 10 y 28, con sus caracterizaciones particulares. En este item es primordial destacar que la contraparte estatal colombiana debe actuar de conformidad y en relación con un país con conflicto armado interno, bajo las distinciones y calificaciones del derecho internacional. Distinguiendo las características de mando unificado, presencia territorial y motivación antigubernamental asúi como de lucha armada contra el establecimiento estatal, en la configuración de una contraparte que tenga el carácter y reconocimiento de rebelde e insurgente.

La complejidad de la situación en el panorama del conflicto armado interno colombiano implica singularizar la continuación de las conversaciones existentes con el ELN. El trato especial a facciones de las FARC, que firmaron los acuerdos enunciados, incluyendo en ello a la Nueva Marquetalia. Dentro de este mismo trato especial ha de incluirse a los reductos del EPL que desde hace tres décadas continuaron la lucha armada pese a la des movilización de la mayoría de esa organización político-militar, con presencia actual en zonas como las del Catatumbo, la antigua provincia de Ocaña y el sur del Cesar. El llamado a conversaciones a actuales facciones de las FARC-EP que no aceptaron ni firmaron los acuerdos de La Habana: bloque identificado como el dirigido por Gentil Duarte. Incumbe además incluir la suerte en la definición de los citados frentes 28 y 10, acorde con las caracterizaciones del derecho internacional y en la definición definitiva, si califican o no como fuerzas rebeldes y/o insurgentes y/o perteneciente a fuerzas del crimen organizado multiforme. Los ingredientes del conflicto armado interno colombiano lo componen actores armados insurgentes o rebeldes y las fuerzas armadas estatales colombianas en todas sus expresiones. Por ello, al buscar el fin de ese conflicto, el armado, no ha de volverse a la imprecisión de “proceso de paz” ni continuar utilizando un lenguaje impropio de calificaciones y clasificaciones al colocar en un mismo recipiente a todos los actores armados que asolan la geografía nacional, comprendiendo que lo multiforme del crimen común organizado difiere de las causas, motivaciones, ejercicio y alcances de los rebeldes insurgentes.

En todo lo anterior está el meollo del asunto, es decir, en la distinción del diseño y aplicación de una política gubernamental nueva que logre la finalización del conflicto como solución política y no de calificativos y frases confusas.

Tan extenso tema, tangencialmente abordado, se resume en la continuación de las conversaciones rotas con el ELN, facilitando que sus plenipotenciarios en La Habana definan su equipo negociador de común acuerdo entre las partes. En un primer acto soberano del gobierno alternativo del presidente Gustavo Petro: retomar el carácter plenipotenciario de los líderes del ELN en La Habana y coordinar su regreso inmediato de conformidad con los convenios existentes desconocidos por el saliente gobierno narco paramilitar. Determinar si las conversaciones han de continuar en el exterior o, por el contrario, en el territorio nacional, constituyendo esta posibilidad la de mayor acogida.

Las conversaciones con el Ejercito de Liberación Nacional de Colombia (ELN) no serán difíciles en cuanto al reconocimiento de beligerantes como parte plenipotenciaria frente a la contraparte estatal. Se regirán por el alcance de profundas reformas económicas, políticas y sociales con participación de la sociedad civil, conforme al planteamiento de Programa Máximo y Mínimo de satisfacción con el movimiento popular. Existe un acumulado de experiencias con el proceso de fin del conflicto armado con las antiguas FARC-EP. Desde ya, es necesario que la dictadura mediática no se apropie de la estulticia de un “proceso de paz”. Hoy se trata de un proceso de conquistas sociales y populares. Por eso, es conveniente que se desarrollen en territorio colombiano.

LO DEL CONFLICTO SOCIAL

No es fácil describirlo o explicarlo. Lo conforman múltiples factores y se dice que en toda sociedad existirá el conflicto social. Es por ello que al asumir una solución del conflicto social colombiano corresponde identificar una caracterización en el llamado conflicto multicrimen. El tema y su solución ha de abordarse desde lo sociológico y político, sin que se resuma en que se trata de un problema político y sociológico por sí mismo.

Los múltiples conflictos colombianos (armado, político, económico, social, ecológico) están relacionados. De manera que corresponde asumir el tema, en particular, en lo atinente con la seguridad ciudadana.

No es motivo del presente artículo la motivación profunda de contenido y conocimiento de este conflicto. Hay que partir de la base de que es uno de los problemas más difíciles que afectan la convivencia ciudadana, para poder abordar el tema de seguridad de los ciudadanos en la ciudad y en lo rural. Para ambos escenarios no se dan tratos diferenciales. Las estadísticas y volumen de incidencias del conflicto social abarcan los escenarios tanto urbanos como rurales.

El gobierno que termina aplicó una política hegemónica oligárquica y contrainsurgente para enfrentar el conflicto social y el conflicto armado. Los resultados han sido ciertamente calamitosos. Hoy corresponde dilucidar las llamadas lucha contra las drogas, contra la minería ilegal, contra la ganadería extensiva y su efecto depredador; contra las organizaciones multicrimen y sus agentes, incluidos los delincuentes de cuello blanco; contra los acaparadores de recursos básicos, especuladores y prestamistas, así como también contra los especímenes, en todos los matices, de la corrupción y los aliados del narco paramilitarismo.

Hay que desenmascarar toda una cultura de alienación que funciona con la premisa de convivir con el crimen. Llamar a los delincuentes y los delitos por su nombre. Destaco aquí el efecto subliminal de “borrrar” el delito de robo y designar a todo como meros hurtos, tal como hacen la mediática y los responsables policiales. En un hurto no opera el factor violencia; en el robo sí y esa simple circunstancia ha hecho carrera para mitigar el agobio que produce la inseguridad que padece la sociedad colombiana.

Elecciones en Colombia: entre el caos y el “realismo mágico” (Escenarios electorales)

Lic. José A. Amesty Rivera

27 mayo, 2022

El próximo domingo 29 de mayo de 2022, será la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia, y en ella se escogerán al presidente y vicepresidente del país para el periodo 2022-2026.

Mucho se ha escrito al respecto y se ha abundado en torno a las elecciones y los antecedentes históricos que han traído a Colombia hasta este momento, que son, además, también abundantes, pero que se han movido y mueven en un caos político, social, económico, militar, entre otros.

No obstante, hacemos un resumen apretado del quehacer político-económico de los últimos años en Colombia:

-Desaceleración económica, encontrando su clímax a partir del 2020, con la llegada del Covid-19.

-La expresión militar, el conflicto social y armado, de más de cincuenta años.

-Los intentos de salidas pacíficas, como la del acuerdo de la Habana en 1917, y el de 2017, traicionados por las elites hegemónicas de Colombia.

-Ante estas traiciones, la reaparición de excombatientes insurgentes a retomar las armas.

-Los años de 2020, 2021, han sido de estallidos sociales en las calles de Colombia, muy fuertes que han sobrepasado la fuerza del Estado.

-A su vez, en este año 2022, se han incrementado las muertes de líderes y lideresas, firmantes de acuerdos de paz, y en el contexto de las elecciones.

Los estallidos, protestas y movilizaciones del pueblo, se han visto aplacadas y mermadas, por la aparición de una posible vía pacífica de escape, ante el horror y el caos, las elecciones venideras, el surgimiento del llamado Pacto Histórico y su candidato Gustavo Petro.

Habría que mencionar, que se añade a este contexto eleccionario, la presencia del Clan del Golfo, que son estructuras paramilitares herederas de las antiguas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que se han mostrado, con secuelas de muertes y acciones armadas, a pocas semanas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

Las encuestas de las elecciones, dan como amplio favorito a ganar las mismas, a Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, que adelantamos, independiente de su carácter “revolucionario” o reformista, representa una esperanza de transformación paulatina, para el pueblo colombiano y el visto caos de la Nación-Estado.

De igual modo, haciendo una revisión a las propuestas de cambio de Petro en su programa de gobierno, observamos que son moderadas, no comprometiendo los intereses del gran capital colombiano, no obstante, representan un pequeño paso y resultando atractivas, frente a la situación del caos colombiano.

Pero esta posibilidad histórica, a su vez, se debe enfrentar a una “tradición política mafiosa que ha mantenido la superioridad de las élites en las urnas, utilizando herramientas ilegales como el fraude electoral, la compra de votos, el clientelismo, la presión paramilitar y de bandas armadas mafiosas, entre otros métodos violentos. Esto es posible toda vez que la mafia tiene a sus representantes en partidos políticos y en las instituciones del Estado, o más bien, porque las mafias capturaron los partidos políticos y gran parte de la institucionalidad estatal”, según el escritor Enrique Acosta, en su artículo “Colombia: crisis socioeconómica y elecciones presidenciales”.

A su vez, señala Acosta, “otro elemento a tener en cuenta muy vinculado al narcotráfico y el paramilitarismo es la configuración de un orden mafioso en las ciudades, que mantiene el control social con base en la venta de la seguridad a cuestas del pago de extorsiones y del negocio del prestamista que da créditos generalmente al 20% diario y que cobra con el arma en el cinto, esto ha consolidado ejércitos urbanos descentralizados, pero con un alto poder de acción. A este panorama se suma el apoyo descarado de la administración de Iván Duque, que trasladará 6,5 billones de pesos, (1.600 millones de dólares) a contratistas electorales, más o menos unos 3.300 contratos suscritos, la mayoría en Antioquia, Córdoba, Nariño, Valle y Amazonas (El Colombiano, 2022), además de la entrega de la supervisión del reconteo y de otros procesos electorales al FBI, que es como poner al ratón a cuidar el queso”.

Habría que seguir añadiendo a esta trama política compleja, las negociaciones y quizás pactos-coaliciones del candidato Petro y su partido con, por ejemplo, “la izquierda representada en el Partido Comunista de Colombia (PCC) y el Partido Comunista de Colombia Marxista Leninista (PCML), pasando por lo que quedó del partido de las FARC actual Comunes, el Polo Democrático Alternativo y el Congreso de los Pueblos, liberales y verdes, entre otros, hasta personajes de liberalismo progresista como Armando Benedetti”. Acosta, “Colombia: crisis socioeconómica y elecciones presidenciales”. Así como con otros personajes, y sectores contrainsurgentes.

Finalmente, deseamos hacernos eco de los tres posibles escenarios de cara a las elecciones del próximo domingo 29, en su primera vuelta, planteados por Enrique Acosta.

Primer escenario, “cabe la posibilidad de que Colombia nos sorprenda positivamente y Petro logré un 51% de los votos que le garanticen un triunfo en primera vuelta, este escenario, que se ha convertido en una consigna para la campaña, lo consideramos como poco probable, ya que en las encuestas ningún candidato ha superado más del 40%. A su vez, el fraude electoral y el robo de las elecciones han marcado la historia política en Colombia y más que un escenario es una realidad con la que toca lidiar, ya el pasado 13 de marzo habían dejado de contar más de 1.5 millones de votos, las movidas del Estado en la registraduría, las contrataciones a dedo y el rol que cumplirá el FBI, parecen abonar el terreno para este escenario, donde el pueblo tendrá que defender su derecho acompañando el proceso hasta las últimas instancias ejerciendo la veeduría como testigos electorales, pero también con cualquier otra instancia de control y vigilancia popular”.

Segundo escenario: Ante una posible segunda vuelta, “a pocos días de las elecciones, otro escenario está ganando carrera y es que las apuestas del bloque hegemónico ya no estén por el candidato de la extrema derecha Federico Gutiérrez, y que los grupos de poder están cambiando su estrategia y redirigiendo su apoyo a Rodolfo Hernández. Los últimos datos dan cuenta de que la distancia entre Gutiérrez y Hernández cada vez es más corta, esto le permitiría mayor maniobrar a Hernández vendiéndose caro en una segunda vuelta, lo seguro es que los votos de Rodolfo Hernández irán contra Petro en la segunda vuelta, de no ser el mismo Hernández el que canalice los votos de la derecha en estos últimos días y pase a una segunda vuelta junto con Petro”.

Tercer escenario: “Quizá el más probable, por ahora, es que la segunda vuelta esté disputada por Petro y Gutiérrez, esto implica una segunda vuelta donde la derecha conservadora y mafiosa colombiana usará todas las herramientas de las que dispone para conservar el statu quo y no dejar que Petro gane la presidencia, los temores y denuncias fundadas de un posible atentado a Gustavo Petro o Francia Márquez no se han hecho esperar. En este orden de ideas, un magnicidio con el pueblo en resistencia en las calles es una salida radical de la extrema derecha, generaría un caos que le permitiría al gobierno de Duque decretar un estado de excepción que acabe con las pocas garantías constitucionales, en este posible escenario el rol de las Fuerzas Armadas es fundamental”.

En toda esta historia plagada de crímenes, guerras internas y un número de vericuetos de la política colombiana, y atendiendo al título de este breve artículo, al pueblo colombiano y su Nación, los asiste e impulsa una utopía por un verdadero cambio en la vida económica y social del país, donde los sueños y los artificios son posibles en la tierra del “realismo mágico”, y de las múltiples posibilidades, eso sí, el pueblo debe estar preparado para cualquier escenario.

Segunda ronda: Triunfo del voto “Qué me da” sobre el voto “Caperucita Roja”

Edgar Chacón Morales

Segunda ronda: Triunfo del voto “Qué me da” sobre el voto “Caperucita Roja”. Conclusiones y … realidades que hablan en las urnas

                El sábado 2 de abril hice públicas algunas reflexiones bajo el título: El voto “Qué me da” y el voto “Caperucita Roja”.

Hago esta mención, porque las reflexiones que siguen, están en relación directa con esas otras (https://wp.me/p6rfbZ-hC4).

                Según los resultados de las votaciones del 3 de abril y contadas las papeletas depositadas en más del 90 por ciento de las mesas electorales, estos escrutinios daban a Rodrigo Chaves por ganador. Chaves 972.397 votos, el 52.89% y a José María Figueres Olsen 865.227 votos, el 47.11%.

                Las tres provincias costeras: Guanacaste 53.443 votos a Figueres y 66.747 a Chaves; Puntarenas 57.920 votos a Figueres y 89.256 a Chaves y Limón 47.381 votos a Figueres y 80.665 a Chaves.

                Las provincias de la Gran Área Metropolitana: San José 330.583 votos a Figueres y 315.359 a Chaves; Alajuela 157.321 a Figueres y 204.796 a Chaves; Cartago 120.991 a Figueres y 112.067 a Chaves; Heredia 97.588 a Figueres y 103.507 a Chaves.

                Con estos conteos ya se daba por ganador a Chaves: En Alajuela y Heredia y a Figueres en San José y Cartago. Este último, sólo ganó en dos de las siete provincias del país y Chaves en cinco.

                Siguiendo con las estadísticas, con muy poca diferencia Figueres ganó en San José y Cartago. Con alrededor de quince mil votos en San José y con alrededor de ocho mil votos en Cartago. Mientras que Chaves ganó en Alajuela con una diferencia de alrededor de cincuenta mil votos y en Heredia con una diferencia de alrededor de seis mil votos.

                En las provincias costeras, Chaves ganó en Guanacaste con una diferencia de alrededor de trece mil votos; en Puntarenas con una diferencia de alrededor de treinta mil votos y en Limón con una diferencia de alrededor de treinta y tres mil votos.

                Entonces Chaves ganó en las tres provincias más empobrecidas, olvidadas y abandonadas, con más votos “Qué me da”, que con votos “Caperucita Roja”.

                Por otro lado, en las dos provincias de la GAM que ganó Chaves, sumadas las diferencias, son mayores que en las dos que ganó Figueres.

                El dato relevante acá, es que en las cuatro provincias es notorio el aumento de los signos de pobreza, los datos sobre falta de oportunidades, entre otras evidencias de deterioro social, por lo que tiene elementos de acierto decir que aquí, también el voto “Qué me da” le ganó al voto “Caperucita Roja”.

                Esto es la realidad objetiva. En cuanto a los factores subjetivos, los mensajes de Figueres al voto “Qué me da”, fueron más demagógicos y sin asidero. Mientras que los mensajes de Chaves hacían alusión a tomar medidas dirigidas a bajar los fondos del Estado que “se van” en la corrupción, para crear oportunidades a los sectores marginados, para dar opciones a acceder a algo más que sus tres necesidades básicas: comida, vestido y habitáculo. Y agregar acá, tal vez para algunos, celular y signos externos de marca.

                Según un servidor de transporte público de taxi: “Sí, es que la gente piensa, y se lo digo porque aquí se sube toda clase de gente: Si el dinero de la corrupción sólo va a dar al bolsillo de los ricos, mejor que roben pero que venga a dar algo a nosotros. Porque Chaves no es ninguna “santa paloma”, también va a robar”.

                El voto “Caperucita Roja”, con sus miedos, con el susto sobre que Chaves va a terminar siendo un dictador de bigotito corto y pelo alborotado, no aportó lo suficiente para un gane.

                Tampoco alcanzó el juego de algunos personajes de entrevista, de “medios de comunicación” (que no son medios porque no median) de aquellos canales unidireccionales o correas de transmisión que sólo llevan des información en un sentido; esos a los que con desatino les dicen “prensa vendida”, sin saber que no es vendida sino parte del festín.

                El voto tradicional de saga, con actitudes irreflexivas y desinformadas, se apresuró a degenerar refranes y dichos. Esta población, fue capaz de transformar el refrán “Mas vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer”, primero en “más vale lo malo conocido…” y luego en “más vale ladrón conocido…”, esto desde la primera vuelta del 6 de febrero, no sólo ante la disyuntiva Chaves-Figueres. La dignidad ciudadana parece que fue escondida por un miedo irracional, el conformismo, o el desinterés por informarse.

                Aquí llegan al recuerdo cosas como: “Es que mi abuelita me hizo jurar que no iba a botar por otro partido”, sin reflexionar que esos eran los tiempos de Don Pepe y del Calderón Guardismo y no los tiempos de los que, con sus actos, han permitido que les llamen “Pinocho”, “Chemisillo”, o hasta “el hijueputa”, como uno de ellos lo admite y de otros que ellos mismos han patrocinado para convertirlos en azotes, para toda la población, que no es parte de sus grupos.

                Recuérdese que cuando Figueres quiso evidenciar a Chaves como acosador, éste lo desnudó como agresor y abandónico.

                Veremos si Chaves le sigue la pista al negocio de la energía privada, negocio de Figueres y otros. Tal parece que no.

                Por otro lado, lo que para unos y para Chaves mismo parece “trapito de dominguear”, para otros es una vergüenza: funcionario del Banco Mundial, una organización nefasta para pueblos y países empobrecidos, en lo que, entre otros, este organismo tiene responsabilidad.

                Algo o mucho, parece decir que el tiempo del PLUSC, cuando familias tenían un miembro en cada partido, sin importar cuál gana, está terminando, ufff.

                Así también, el voto que le dio la pérdida a Figueres, es aquel voto de quienes ya están hartos de tanta corrupción y descaro y de otros que, con pragmatismo dicen: “Y para mí cuando”.

                Ahora bien: Tanto Figueres como Chaves, los dos fueron a ofrecerse y pedir votos, a los “demonios de la Ideología de género”, los dos parecen congeniar los mismos intereses de servidumbre y propia servidumbre, ya se fueron a buscar entre ellos y se hicieron ofrecimientos mutuos y ya parecen delinear el camino: ellos ganan y los demás perdemos.

                Tiempo para reflexionar: con la mayoría del voto “qué me da”, podría pensarse en un trabajo, para que sea protagonista y no sólo la mayoría manipulada que pone la mano en los procesos de votación.

                Al voto “Caperucita Roja”, le queda entender que el miedo no es el mejor motor.

                Al voto tradicional de zaga, le queda preguntarse y responderse: ¿va a la zaga de qué o de quiénes?

                En fin, según aquellas palabras de Joseph de Maistre: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.

Abril de 2022.

ESOS OTROS CONFINAMIENTOS

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

La noche del 7 de octubre de 2007, al conocerse los resultados del referéndum que decidiría la incorporación de Costa Rica al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, un grupo de personas asumió la tarima principal del movimiento del «No» y con consignas sobre no dejar morir los procesos sociales de participación y resistencia, sellaron hasta el día de hoy la respuesta desde abajo ante la agudeza y agresividad de la propuesta país desarrollada por los sectores más recalcitrantes del conservadurismo económico y social.

Esa noche sería premonitoria de una dinámica sin pausa, que ha sumido a los sectores sociales, a las poblaciones vulnerables particularmente en la más absoluta indefensión, por un lado, y por el otro, en la imposibilidad de volver a articular un proceso político organizado y robusto para hacer frente a los embates de la propuesta neoliberal en franco ascenso.

Apenas cuatro años antes de aquel evento, Costa Rica asistiría a la primera versión de una segunda ronda electoral en su vida política republicana, una de varias rupturas que su sistema político y democrático habría de experimentar durante los años venideros.

La alternabilidad en el juego electoral que mantuvo invariable los acuerdos de las cúpulas políticas costarricenses durante varias décadas, tuvo su límite al iniciar el presente siglo con la emergencia de nuevas propuestas o al menos de estructuras organizativas no pertenecientes en lo formal a esas cúpulas.

Luego vino el resto: la crisis de representación instalada en los últimos 25 años, la inercia y declive de los partidos políticos tradicionales y la irrupción de los partidos «franquicia» o «taxi» como propuestas orientadas única y exclusivamente a los procesos electorales, terminaron por revocar un modelo argumentado adentro y afuera como fortalecido, sólido y resistente a las fisuras.

Una de las señales inequívocas del tránsito hacia «nuevas normalidades» como es ya lugar común escuchar sobre la convivencia con los procesos sociosanitarios que llegaron para quedarse, ha sido sin lugar a dudas la persistencia del abstencionismo como la verdadera y genuina expresión política colectiva instalada en el país.

Durante años, esa cifra mostró niveles bajos que promediaban el 18%, porcentaje que presentó un salto significativo entre 1994 y 1998, cuando se instaló en un 30% para nunca más volver a bajar de esa cifra. Incluso, en las elecciones de primera ronda de febrero de 2022 se mostró el comportamiento más alto de la historia con un 40% de abstencionismo, cifra que aumentó incluso para la segunda ronda de abril, ubicándose entre los porcentajes mas bajos de participación de las cuatro segundas rondas desarrolladas en los últimos veinte años.

Hablar de causas de este fenómeno es llover sobre mojado. Ya el diagnóstico había sido elaborado años antes con el fenómeno del enojo como principal categoría. Lo que las contiendas electorales de 2018 y 2022 supusieron de novedoso, fue territorializar ese descontento en las costas y las comunidades periféricas, espacios de una geografía donde la desigualdad, la fragmentación y la exclusión han sido marcas registradas de ese modelo avasallador continuado en los últimos cuarenta años.

Con estos escenarios así dibujados, no es difícil imaginar la irrupción de un nuevo actor para quien los acuerdos de las élites políticas, las comodidades vallecentralinas y la apelación a un nosotros retórico y discursivo que no les alcanza, les resultan lejanos, equidistantes.

He insistido en que si hay algo que llegó para quedarse es justamente ese sujeto novedoso desde lo político y organizativo. Con tintes confesionales, ciertamente, desdeña la promesa de un sistema partidario obsoleto, vacío y cascarón y se enfrasca en la toma de decisiones desde sus territorialidades segregadas: en las provincias costeras el promedio de participación en la contienda electoral alcanzó apenas la mitad del electorado, dato que resulta consecuente con esas condiciones materiales y objetivas de existencia que ni el partido tradicional ni el progresista ha podido resolver.

Escribo esta reflexión sobre una suerte de confinamiento de los procesos de representación y participación, al tiempo que se van dibujando los trazos de una nueva administración que se pasea en la incertidumbre por su novedad y desempeño durante la recién campaña política.

Lo primero que hay que decir en clave analítica es que nos encontramos ante la irrupción de figuras que traducen en lenguaje sencillo y correcto, el desdén por la política y hacen suyo el juego del enojo colectivo. Lo asumen para sí. Con tanta estrategia de comunicación política de detalle, gestos, tonos, colores, que a la gente se le terminó de olvidar el fugaz paso de Rodrigo Chaves, el presidente electo, por la actual administración.

Lo segundo a considerar es que por razones obvias y que marcan el camino de los acuerdos de las elites locales, los interlocutores válidos para cualquier persona que asuma desde el punto de vista formal la presidencia del país, seguirán siendo esos grupos de presión que un día si y otro también golpean mesas y hablan fuerte para imponer sus tesis y sus agendas.

Los sectores sociales, valga decirlo, permanecen confinados e invisibilizados y sin músculo para acudir al golpeteo. Por sus propias debilidades y porque la indignación y la rabia son quizá procesados como anomia social, como antisistema, como desestabilización. Y ante esto, una democracia centenaria como la costarricense debe cerrar filas, construyendo consensos y acuerdos de cúpulas en los que sus figuras aparezcan como provenientes de otras trincheras, los outsiders que así se denominan.

Finalmente, la tesis de la figura fuerte que venía apareciendo en varios estudios de opinión pudo haber cristalizado en estas elecciones. Está por verse si discurso y práctica son la misma cosa y si Chaves, el presidente electo, es capaz de mantener esa tesitura rígida, fuerte, dura contra el establishment del que él mismo forma parte. Porque estamos claros en una cosa: un funcionario proveniente de organismos financieros internacionales no puede jamás denominarse a sí mismo como un outsider: es una contradicción hasta histórica.

Costa Rica se enrumba hacia una nueva normalidad, no solo en materia sociosanitaria, sino en las reglas del juego democrático y en la construcción de consensos. Se esperan tiempos complicados pero hay que habilitar espacios para hablarnos. Salir del confinamiento político y procurar nuevas experiencias colectivas, incluso ejerciendo el derecho a la voz, al grito, como lo ha planteado Jonh Holloway (2002) en su trabajo sobre los procesos de transformación que nos toca acompañar. La refundación es urgente. Necesaria.

Los perdedores, los ganadores y la izquierda

Oscar Madrigal

La sorpresa no es que Figueres haya perdido. Lo sorprendente es que no haya sido barrido electoralmente. Prácticamente en todas las elecciones de América Latina la corrupción ha sido el tema definitorio y Figueres reunía todos los componentes de la corrupción: había recibido comisiones de Alcatel y representaba al Partido, que casi por definición, es la corrupción personificada. Al final de la campaña logró aglutinar a algunos sectores políticos y sociales que vieron en Chaves un contrincante aún peor. Liberación Nacional perdió no solo por representar la corrupción sino porque durante los últimos años ha cogobernado con el PAC; de su cosecha fueron las leyes más negativas contra el movimiento social y avaló con entusiasmo la contrarreforma neoliberal. Así que pagó su apego a un neoliberalismo viejo y hasta superado. El futuro de este partido es un cambio no solo de líderes sino de mensaje o seguirá el camino del PUSC.

El otro gran perdedor de esta campaña electoral es la prensa. Trataron por todos los medios de impedir que Chaves ganara y fracasaron. La prensa escrita y televisiva -habrá que estudiarlo mejor- han perdido legitimidad y credulidad. El resultado puede indicar que ya el pueblo no les cree o no son ya los grandes determinantes de lo que llaman la “opinión pública”. Los directores de esos medios deberían presentar las renuncias irrevocables a sus puestos, tal y como ellos exigen de los políticos. Las redes sociales pasaron a jugar un papel más importante, aunque los mensajes fueron igual de manipulados y mentirosos.

Los movimientos sociales fueron presa de su falta de estructuración nacional y de unidad popular por lo que no lograron reaccionar a tiempo ante las propuestas regresivas de Chaves en el campo ambiental, de mujeres o social. La enseñanza podría ser la indispensable coordinación y unidad de ellas para ejercer una influencia importante en los asuntos de Estado.

Rodrigo Chaves venció siendo el abanderado de muy diversos sectores sociales, desde un sector importante de la burguesía, de las clases medias altas, pero lo que definió su triunfo fue el apoyo de los grupos sociales más pobres de las costas y la zona norte. En el centro del país prácticamente empató y definió con los grupos más empobrecidos, los olvidados de siempre. Chaves logró personificar el combate a la corrupción y las argollas políticas; ofreció eliminar las pensiones de lujo, eliminar monopolios como los del arroz y las medicinas, reducir la evasión fiscal y cambiar el acuerdo con el FMI. Ya veremos.

¿Y el Frente Amplio que es la izquierda de este país? Creo que se le abren grandes posibilidades de desarrollo y crecimiento con vistas a convertirse en una alternativa real de gobierno en las próximas elecciones. Su postura parlamentaria debe ser de oposición RADICAL, sin que eso signifique dejar de ser una fuerza propositiva, entendiendo por radical hacer propuestas que ataquen los problemas desde la raíz.

Se dice que nos espera la calle. Es posible. Pero ello será positivo si la calle se une con una propuesta, un programa alternativo que logre emocionar y motivar a los amplios sectores productivos y sociales del pais. De lo contrario seguiremos golpeando la cabeza contra una pared o dando vuelta en un mismo círculo.

El voto “Qué me da” y el voto “Caperucita Roja”

Edgar Chacón Morales

El voto “que me da”, está compuesto por los votantes/papeleta que, tomados individualmente y contados uno por uno, en cantidad, son los que sumados, más aportan al total de votos, para definir quién ocupara el cargo correspondiente.

                El voto “qué me da”, es aquel, en el que se encuentran las mayorías que no votan por un proyecto político, porque no lo tienen, porque “se los quitaron”, “los marginaron, los dejaron fuera de la jugada”, como a muchas otras personas. A muchos de ellos, “la mano invisible del mercado” les quitó hasta “el derecho” de ser explotados. Es el voto inmediatista de “usted qué me da”, para mis necesidades inmediatas: comida, vestido y habitáculo. Es el voto al que Oscar Arias le ofreció cuarenta mil colones mensuales en el 2006. También es el voto de los que piensan “¿qué me da?” con oportunismo arribista. Como quienes cuando están en el cargo piensan: ”Es ahora o nunca. Hay que aprovechar”.

                Es aquel voto que las élites han venido “produciendo”, para contar con las mayorías manipulables: para “poner” presidente, diputados, o para aprobar el TLC.

                Es aquel al que no le importa si el candidato es neo liberal…o: ¿qué más?; al que no le importa para donde van a llevar al país o que leyes se aprueban. Su único razonamiento es : “¿Usted qué me da?”

                El voto “Caperucita roja” está compuesto por aquellos que creen en “mentiras obvias”, que se dejan engañar por las promesas de cada cuatro años del que dice que tiene experiencia (¿en qué?); por los que se dejan asustar por un esperpento monigote “…de la triste figura”: Porque se ve más el machete en la mano, el mazo, o el cuchillo de carnicero que el escalpelo, o el estilete.

                Debido a estos votantes, no habrá leñador que nos venga a salvar, porque después del 3 de abril, cuando nos empiece a comer el lobo, habrán de comprobar que esa nariz, era para mentirles mejor, y esas promesas, para engañarlos mejor.

                Se pensaría que en los anteriores, sólo están los votos de personas con baja escolaridad. También está el voto de visión de corto alcance, que como el cerdito, se dejaron engañar por el lobo que les dijo: No, yo no “soplaré, soplaré y tu casa tiraré”.

                También está el voto de los “acorralados”, que caen en la trampa y piensan que uno de los dos tiene que quedar y por uno de esos dos, entonces tengo que votar. “Yo voto ganador” dicen algunos y qué tristeza: sin reflexión sólida y coraje, dejan que los pongan “contra la pared”. Luego del desastre les dirán: Es lo que más le conviene al país. Acá, se puede agregar el voto tradicional de zaga.

                A estos votantes se les olvidó el pasado reciente, el presente y el futuro, se les olvidó que ni con cadetes, ni con guardas de barrio garrote en mano, se hace país inclusivo.

                Se les olvidó que aquí ni uniformes militares, ni vestimentas y corbatas de testaferro, ni proyectos grupusculares convienen. Aquí lo más consecuente para gente, país y planeta es decir no a la brutalidad y a la demagogia y caminar con esperanza, para que en días cercanos, se elija y no sólo se vote.

MIENTRAS EL CUERPO AGUANTE

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Bajo las notas de un swing cincuentón y de orquesta, la siempre carismática Ana Belén nos hace recordar hasta qué punto la pulsión es necesaria para buscar la libertad.

En la última encuesta realizada por el Centro de Investigación en Estudios Políticos (CIEP) se consultaba sobre las principales preocupaciones que aquejaban entonces al costarricense: la crisis político-militar entre Rusia y Ucrania, así como los precios de los combustibles ocuparon los primeros dos ítemes de respuesta. Escondido en un lacónico tercer puesto se ubicó la preocupación por quien ocupará la silla presidencial a partir del ocho de mayo venidero.

La pulsión es importante. Moviliza, recrea, impulsa, sugiere. Glen Miller sonando a morir, dice Ana Belén. Lo que ha quedado claro en los últimos lustros, quizá desde que iniciamos el recorrido en este nuevo siglo, es que la política electoral ha venido reduciendo su caudal de interés en la ciudadanía y ya ni siquiera da para un buen swing.

Resulta ocioso por ello preguntarse por qué de repente una actividad como la selección nacional de fútbol logra despertar tantos apoyos, tanta emoción, tanta colectividad, tanto “nosotros” bien entendido y la política partidaria, por su parte, produce el efecto contrario de lejanía y desinterés. La pulsión se encuentra donde genere enjambre sísmico, temblor, desplazamiento.

Todo pasa por las formas. Con el buen amigo José Andrés Díaz, politólogo, docente e investigador universitario de las principales universidades públicas del país, hemos conversado acerca de la urgencia del reencantamiento o como él señala, la necesidad de repolitizar la vida en todos los órdenes.

Eso pasa justamente por replantearse la política electoral como si fuera el único espacio posible de reflexión y debate. Ahí estriba justamente el desafío: reconquistar para sí todos los espacios más allá de lo electoral y los partidos políticos, tan venidos a menos como estructuras de representación de las demandas ciudadanas.

En medio de una campaña de segunda ronda marcada por un bajo nivel de la discusión y con claros errores de bulto en estrategias de comunicación y desempeño en ambas propuestas, Costa Rica se apresta a tomar una de sus decisiones más trascendentales en su vida democrática contemporánea.

Pareciera que si, que para el cuerpo social costarricense la situación resulta límite y, como diría la pieza musical, la coexistencia de las reglas de juego en la convivencia y el estar juntos y juntas depende de las condiciones existentes “mientras el cuerpo aguante”.

El lunes 4 de abril nos habremos despertado con un nuevo dinosaurio en nuestro patio y nos preguntaremos a la usanza del poeta salvadoreño Roque Dalton: país mío ¿existes?

Candidatos desaprobados y sin ideas

Procura con diligencia presentarte a dios aprobado,
como obrero, que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de verdad
”, 2 Timoteo. 2:15. VRV 1960.

Desde la Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense IMWC, planteamos nuestra preocupación ante las próximas elecciones del domingo 3 abril 2022, ya que los dos candidatos, José Figueres y Rodrigo Chaves, carecen de credibilidad ante la opinión pública.

Si el mismo pueblo no tiene claridad y no ven una alternativa real, en la gobernanza de ninguno de los dos candidatos, ¿qué nos espera como futuro gobierno de cada una de las propuestas?

Lo anterior lo corrobora, por ejemplo, el análisis de una de las encuestadoras de más credibilidad en el país, como lo es el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), la cual revela que “hasta un 73% de los electores no se identifica con Rodrigo Chaves ni con José María Figures, y más bien dice que desearía no verlos llegar a la Presidencia”. Es decir, los dos candidatos son-están reprobados.

Por otro lado, el director del Programa Estado de la Nación, informa que un análisis y estudio de los Programas de Gobierno de ambos candidatos, revela que son deficientes, mediocres, generales y muy limitados.

Ante esta realidad, cualquiera de los dos candidatos que obtenga el triunfo no garantiza bienestar, paz, desarrollo y condiciones de equidad para el pueblo costarricense.

En este sentido, la IMWC aboga por que, en la próxima gestión de gobierno, se propicie un mayor acercamiento al pueblo pobre y humilde, que es el que más sufre, y en especial el pueblo de las fronteras, los pueblos indígenas y las mujeres, que esperan de sus gobernantes respeto a sus derechos y respuesta a sus innumerables problemas socioeconómicos ocasionados por esta cultura injusta patriarcal y desigual.

El texto bíblico arriba transcrito revela que, para ser aprobado tanto por Dios como por el pueblo, el gobernante debe usar siempre la verdad por delante, obvio que en el caso de nuestros dos candidatos esto está ausente.

Así mismo es alarmante, de los dos candidatos, cuando hacen pactos los partidos políticos con los sectores religiosos, ya que pierden las personas ciudadanas, porque, las decisiones públicas no se toman desde los intereses de la ciudadanía en toda su amplitud y heterogeneidad y, por el contrario, se establecen desde los pactos realizados entre los políticos de turno y unos pocos líderes, así lo plantea la Escuela de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional de Costa Rica.  

Además, estos pactos, además de ser demagogia, lo hacen los interesados nada más que por alcanzar votos, sin importar los atropellos que puedan ocurrir a la ciudadanía, desconociendo la pluralidad religiosa, de espiritualidades y de conviccionalidades que se encuentran en el país.

Rogamos a Dios para que al futuro presidente de Costa Rica le asista la verdad, como principio básico de la justicia, y vaya deslastrándose de los actos vergonzosos.

Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”. Filipenses. 2:3-4. VRV 1960.