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Etiqueta: pueblo trabajador

¿Votar en abril? ¡NO! ¿Qué hacer?

Luis Ángel Salazar Oses

Luis Ángel Salazar Oses

Para el Pueblo no hay opción electoral el 3 de abril próximo. Ambos candidatos son defensores a ultranza del Sistema Capitalista Neoliberal que es Homicida -mata a conveniencia a la Humanidad-, de igual manera destruye a la Naturaleza por lo que es Ecocida, es Patriarcal pues, en su soberbia el varón dinero, imperio presidente, padrote se creen dueños de vida y hacienda, por lo que además, es Plutocrático -gobiernan los ricos- y Cleptocrático ya que gobiernan los grandes ladrones que, impunemente, le roban las riquezas al Pueblo trabajador que las produce.
Figueres es ingeniero industrial, estudios que realizó al ingresar como cadete a la Academia Militar de West Point en USA y, Chaves es doctor en economía formado en la Universidad estatal de Ohio, con beca en Harvard y, contrato inmediato por el Banco Mundial donde estuvo 27 años, hasta que lo echaron por acoso sexual (Wikipedia).
Todas estas entidades forman y contratan a los servidores más fieles del nefasto Sistema Capitalista al que reseñamos arriba. De manera tal que si, como Pueblo que somos, votamos por cualquiera de ellos, simplemente estamos afilando el cuchillo para nuestro pescuezo y/o, poniéndonos la soga al cuello y pateando el taburete en el que nos apoyamos. Si alguien quiere hacerlo R. I. P.
¿Qué hacer? ¿Todo está perdido? Todo lo contrario, ahora es la hora de la redención acá en la Tierra de nosotros como Pueblo honesto, solidario, laborioso amante de la Humanidad y de nuestra madre Naturaleza. Dejemos a Figueres con el 10% de la población y a Chaves con el 8.7 que, como dice el compañero Iván Molina Jiménez, «están muy alegres con eso» y, dediquémonos como Pueblo, reiteramos, a despertar, informarnos -estudiar-, unirnos, organizarnos, empoderarnos, movilizarnos, convertirnos en Poder Popular y, como corresponde en auténtica Democracia, que es el «… gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo» (Abraham Lincoln), tomemos las riendas del país que históricamente hemos construido como Pueblo, mantenido y desarrollado y que, con patrañas y crímenes de todo tipo, nos ha robado desde hace más de doscientos años, la Plutocracia ladrona que hoy sufrimos.
Tendremos que liberarlo, sanearlo, reconstruirlo, en fin, parirlo como la Patria que queremos donde reinen la Justicia plena económica, política, social, cultural y ecológica, mediante la cual se le garantice a todos los seres humanos su auténtico bienestar integral.
Todo parto es doloroso y, tanto Figueres como Chaves artificialmente separados hoy pero férreamente unidos a partir del 3 de abril próximo, junto a sus secuaces «consientes» o incautos, nos echarán encima sus aparatos ideológicos -prensa, radio, TV, religión fanática, etc. etc. -, nos recetarán gases, leño, cárcel, y más pero, como evidentemente somos más y más fuertes, triunfaremos como lo han hecho el Pueblo chileno, el boliviano, el hondureño y lo están laborando el brasileño y el colombiano.
Tengamos siempre presente que la utopía se alcanza mañana y lo imposible pasado mañana. Somos el futuro y la vida plena, la minoría encabezada por Figueres y Chaves, el pasado y el exterminio total.

Honduras en llamas

Marlin Oscar Ávila

Cuando al menos la mitad de la institucionalidad catracha ha sido destruida y corrompida, todo el país se desploma y cae en pedazos. Nada funciona adecuadamente.

Los servicios básicos al público, incluyendo los privatizados, son sumamente ineficientes. Hospitales y clínicas privadas están cobrando hasta diez veces los precios, porque el gobierno no les controla, al contrario, funcionarios públicos se asocian a ellos. Frecuentemente la energía eléctrica, privatizada, no funciona, por ende, el internet, los celulares, todo esto privatizado, mantiene un deficiente servicio. En mucho, la industria y comercio apenas funciona horas si tienen instalada plantas generadoras privadas. El sistema educativo, ahora más dependiente (a distancia) de la energía eléctrica, consecuentemente, tampoco funciona casi en un 50 por ciento.

El sistema de salud, como el peor del continente, termina en un mar de lágrimas y un funeral inagotable, sin dejar un minuto de respiro. No se logra un manejo confiable del Coronavirus, aunque esta población de 9 millones acepte casa por cárcel para el resto del año y más allá. Se dan instrucciones desde comisiones políticas, más que técnicas, pero no se dice por cuánto tiempo, dada la inexistencia de una estrategia viable, apegada a la realidad. El gremio médico, quien a través de su colegio ha hecho propuestas adecuadas a las circunstancias, no ha sido escuchado por los políticos en el poder, aun cuando sigue luchando contra decisiones descabelladas, siendo otra víctima al frente de esa guerra global contra el Covid-19, pero sin herramientas de combate. Honduras dispone de escasa investigación científica, su recurso humano intelectual ha carecido de apoyo oficial en toda la historia y menos ahora.

Los partidos políticos, están entusiasmados haciendo campañas políticas para tomar el poder, pero sí lo ganan no sabrían qué hacer, pues su objetivo llega hasta allí: tomar el poder. Que Dios nos guarde, después, con los pleitos que se darán por beneficios a la clase política que gane.

La sabiduría popular no está lejos de saber esto. Sí lo deseado por más del 80 por ciento de la población en cuanto a que desde EUA saquen, extraditen, expulsen, les corten las ayudas externas, a la cúpula gobernante, sencillamente es porque no creen que la oposición nacional lo haga. Por eso, un significativo porcentaje de trabajadores y juventud emigra, aun sabiendo los altos riesgos que conlleva irse hacia el norte. Sí la oposición ha tenido 11 años sin lograr hacer un cambio estructural, ahora que han visto que Bolivia lo hizo en 11 meses, saben que ha habido más que un error o desinterés en la dirigencia de la oposición local para concretar el cambio a fondo exigido.

Decir esto, molesta a los que dicen ser de izquierda, pero el cuestionamiento lo dan los hechos y no las palabras. Desde luego, hay escasas excepciones en este asunto. Quién se atreve a levantar su voz crítica dentro de la oposición, se arriesga a ser linchado por sus correligionarios.

La gran pena es ese pueblo trabajador, marginado del sistema de salud pública, al cual le siguen robando hasta lo más elemental para su salud. Cuando fallece un ciudadano humilde, simplemente lo entierran en una fosa común.

Ya no podemos hablar de un «sistema de educación» puesto que hasta esto se le ha sobrecargado a los padres y madres de familia. A adultos con un promedio de educación formal de cuarto grado de primaria, sino es menor, con los efectos del año 2020. Sin acceso a medios electrónicos y sin internet, no digamos a una computadora que les cuesta más de un año de salario. La señal electrónica cubre un tercio de la zona rural, si hay fluido eléctrico. Una proporción elevada de municipios de tercera categoría viven a oscuras la mayoría del tiempo.

No existe duda alguna que este gobierno está manejado por una mafia de narcos, que el poder fáctico se ha beneficiado a lo grande, por lo que un cambio de poder a manos de una izquierda democrática popular (quien ganó las dos últimas elecciones, pero perdió por fraude), será muy difícil que obtenga el beneplácito del nuevo gobierno de EUA y de la banca, comercio e industria nacional con mayor influencia política actualmente.

Muchos analistas ven nuevamente la preparación de un nuevo fraude para noviembre del presente año.

Así que el futuro inmediato es incierto, tanto para los partidos progresistas. Irónicamente, el mismo gobernante, quien ahora solamente parece sostenerse en el poder de la cúpula militar y financiera nacional tiene seguro su futuro inmediato. Algunos analistas piensan que, al solo concluir su mandato, será extraditado por la Corte Suprema estadounidense.

 Este pueblo quiere ver, ansiosamente, lo que Joe Biden hará con el presidente Juan Orlando Hernández, líder de un cartel de drogas, según datos de la Corte de Nueva York.

Este pueblo ha resistido más de lo imaginable y aunque le sigan cerrando rutas de salida, seguirá tratando de escaparse, pues su barco está en llamas.