La Cancillería de Costa Rica ha publicado un escueto comunicado que señala: «…sigue con atención el caso presentado por Sudáfrica contra el Estado de Israel ante la Corte Internacional de Justicia» ante «…presuntas violaciones a obligaciones adquiridas bajo la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio…» y señala su «…confianza en dicha institución y en sus magistrados, así como en las decisiones que emanan de ella, las cuales deben ser acatadas y cumplidas de buena fe…».
Siendo Costa Rica la única nación sin Ejército septuagenaria y con reconocida tradición de defensa de los Derechos Humanos y de la Paz, no debería ir detrás de la atención al caso de Genocidio presentado por Sudáfrica contra Israel sino que debería colocarse a la cabeza de, o al menos al lado de la República del pueblo Mandela, Sudáfrica, y llevar a la Corte Internacional de Justicia la acusación de Genocidio por parte de Israel contra el pueblo de Gaza y Cisjordania.
No son «presuntos» los hechos que presentará Sudáfrica este jueves 11 de enero ante la Corte Internacional de Justicia sobre el genocidio israelí. A un país como Costa Rica, los hechos que son reconocidos por la ONU y sus distintas agencias y que están sucediendo en Gaza y Cisjordania desde el 7 de octubre de 2023, no le deberían ser «presuntos» sino deberían ser hechos que justifican una acusación.
Que para los Magistrados de la CIJ sean hechos «presuntos», es decir que deben ser sometidos a las pruebas y argumentaciones, es una cosa, pero para un país como Costa Rica no debería serlo. «Presuntos» cabe que sean los hechos para los Magistrados que les toca juzgar en razón de la «Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio», pero no lo debería ser para un país que se supone es sensible y atento a las violaciones a los derechos humanos. No lo ha sido para Sudáfrica, ni para los países que salieron sin «presuntez» alguna a apoyar a Sudáfrica como Turquía, Malasia y Bolivia. ¿Por qué Costa Rica (la Cancillería) la coloca en la gradería, en lugar de colocarla en la posición de apoyo directo a la acusación contra Israel por Genocidio?
La Cancillería manifiesta un «pleonasmo»: Reitera que tiene confianza en las decisiones de la CIJ, las cuales deben ser acatadas y cumplidas de buena fe. Hasta donde sabemos Costa Rica eso lo tiene por «default» y no necesita reiterarlo, pues está «escrito en piedra» al haber firmado la Convención citada y aceptar la jurisdicción de esa Corte. Es lo que nuestro pueblo llama «Llover sobre mojado».
Nadie le pide a Costa Rica que «reitere» lo que es un hecho: La «iter» o ruta está de sobra establecida: las decisiones de la Corte Internacional deben ser respetadas por los que suscribieron el Derecho Internacional. La Cancillería nos ofrece el «reiterare» para no asumir el «accusare» que es tomar partido y acusar o llevar adelante la causa contra el genocidio israelí.
Déjense de medias tintas y de capearse la responsabilidad que la tradición de nuestro país impone y actúen señor presidente Rodrigo Chaves y canciller Arnoldo André Tinoco. ¡Declaren pública e internacionalmente que Costa Rica apoya la causa que lleva adelante Sudáfrica contra el Estado de Israel por Genocidio contra el pueblo palestino!
Acompañemos a la Red de Solidaridad con Palestina Costa Rica en la Vigilia frente a la Casa Amarilla este jueves 11 de enero a las 4.00 pm, para que Costa Rica apoye la acción de Sudáfrica, la respalde y deje de ser espectador de un Genocidio en curso en Gaza por parte del Estado de Israel.
Pablo Hernández Arias, de la Red de Solidaridad con Palestina.