El IV Encuentro Nacional de Educadores de Museos organizado por el Museo+UCR reunió a entidades museísticas de todo el país para analizar los desafíos frente a la pandemia.
Con creatividad, solidaridad y a través de las redes sociales las entidades museísticas del país salen adelante en la nueva normalidad, adaptando su oferta de actividades educativas a nuevos formatos virtuales. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Un botero que también es buzo y una bióloga comparten historias a través de WhatsApp, para mantener vivo el interés de los niños y niñas por las riquezas que alberga el Área de Conservación Guanacaste. Así como ellos, en cada rincón del país, colaboradores de una treintena de instancias museísticas están generando ideas y proyectos para seguir aportando conocimiento y vivencias en la nueva normalidad.
Un total de 36 instancias se reunieron para compartir sus experiencias e ideas en el IV Encuentro Nacional de Educadores de Museos organizado por el Museo+UCR de la Universidad de Costa Rica, un espacio que desde hace varios años acerca, articula y promueve la colaboración y actualización entre entidades museísticas de todo el país.
Durante este encuentro, que se realizó el 17 y 18 de noviembre, se analizaron los retos y desafíos de los museos ante la nueva realidad, se compartieron experiencias y capacitación en un aspecto que resulta crucial en este momento para conectar con más personas; el diseño e implementación de estrategias de marketing en redes sociales.
¿Qué son las entidades museísticas?
Son todos los espacios al servicio de la sociedad y de su desarrollo, que trabajan con y para la conservación, restauración, difusión y educación del patrimonio natural y cultural, material e inmaterial. Algunos ejemplos son: museos, reservas de bosque y parques nacionales, archivos, bibliotecas y centros culturales.
Estas entidades albergan buena parte de nuestra historia, conservan el patrimonio natural y cultural, y crean experiencias inolvidables en niños y adultos que los acerca a la historia y al conocimiento. Así son las entidades museísticas de Costa Rica, desde las más pequeñas organizaciones en zonas rurales hasta aquellas que reconocemos por sus imponentes edificaciones en la capital.
Están distribuidas en todo el territorio nacional y ponen al alcance de nacionales y extranjeros la riqueza de nuestro país, nos llevan a conocer desde los especímenes que habitan en el fondo del mar y los bosques hasta aquellas evidencias que dejaron nuestros antepasados desde tiempos prehispánicos.
Las redes sociales: protagonista ante la adversidad
Ante la pandemia, las entidades museísticas han respondido de variadas maneras para seguir brindado sus servicios a las personas. Algunas hacen recorridos virtuales, sesiones educativas via Zoom o programas educativos en Facebook live, mientras otros han apostado por tener más presencia en redes sociales con publicidad e información educativa.
Por otra parte, aquellos que no tienen una plataforma tecnológica y económica desarrollada, han optado por soluciones creativas y de bajo costo, como la que realizan el buzo y la bióloga del Area de Conservación Guanacaste que consiste en grabar audios para compartir anécdotas e información por medio de WhatsApp.
Durante el encuentro, el Área de Conservación Guanacaste presentó su experiencia titulada «Biosensibilización marina y cómo la información científica transforma una comunidad¨.
“Hemos ido respondiendo según nuestras capacidades y recursos ante la nueva normalidad” destaca Adriana Araya Góchez, encargada de la Sección de Educación del Museo+UCR y coordinadora de este Encuentro.
A pesar de las distintas realidades, la encargada apunta que “el uso de las redes sociales es elemental, indiferentemente de que volvamos a una nueva realidad con opciones de presencialidad, toda esta parte de la virtualidad y de la comunicación en redes sociles con fines educativos vino para quedarse. Los que ya hacían cosas lo han reforzado y los que no se han visto obligados a hacerlo” apunta Araya.
En el Museo+UCR, por ejemplo, han desarrollado contenidos en video y pequeños artículos escritos, imágenes para redes sociales con datos históricos de la Universidad, cápsulas sobre los hongos y charlas virtuales. Para el 2021 se planea lanzar dos exposiciones en sitios web: “Travesía por la Isla del Coco” con el apoyo del CIMAR y “Enfermería disciplina ancestral” con la Escuela de Enfermería.
Un colectivo generoso, creativo y colaborador
En el encuentro participaron entidades museisticas ubicadas en todos los puntos del país, instituciones de carácter público y privado o no gubernamental. También áreas protegidas y bosques. Entre ellos; el Parque Marino del Pacífico, el Área de Conservación de Guanacaste y el Museo de Jade, las cuales expusieron sus experiencias.
«Es una comunidad solidaria y en la cual las realidades son muy distintas» subrayó Adriana Araya.
Las personas encargadas de educación de cada entidad, que en muchas ocasiones también cumplen todas las demás funciones, conforman un colectivo generoso, creativo y colaborador que busca nuevas formas de vincularse con las personas para acercarlos al conocimiento.
En este momento, lo más importante para las personas encargadas de la educación en los museos es idear como dar continuidad a sus servicios educativos mediante formatos virtuales y educación a distancia en diferentes zonas del país a donde las realidades son muy diversas, y en muchos casos, las personas no tienen acceso a Internet.
Por eso, en el encuentro se ofreció colaboración y apoyo entre entidades, de tal manera que los que tienen más recursos y experiencia ayudan a los que tienen mayores necesidades, especialmente en la elaboración de materiales educativos para compartir a través de las redes sociales. Para el 2021 se acordó trabajar una agenda conjunta.
Una iniciativa del Museo+UCR
La actividad fue organizada por el Museo UCR y el CIICLA, en el marco del proyecto de Acción Social EC-469 «Memorias y diálogos: Museo de la Universidad de Costa Rica». “El propósito de este evento es crear espacios para el diálogo entre colegas y compartir experiencias que agreguen valor a la función educativa; esto se ha evidenciado en los resultados de evaluación que confirman las múltiples alianzas inter institucionales que han nacido en este evento.” señaló Adriana Araya.
«El Encuentro Nacional de Educadores de Museos potencia la generación de alianzas y, en alguna medida, llena un vacío importante de muchas personas relacionadas a este ámbito que tiene que ver con formación y capacitación. Es decir, fortalecemos capacidades, destrezas e iniciativas para la gestión de las instituciones museísticas» señaló, Hugo Pineda Villegas del Centro Cultural e Histórico José Figueres Ferrer.
Espacio de encuentro
«El encuentro constituyó un espacio de crecimiento, en donde el intercambio de experiencias marca pautas importantes para el devenir de cada iniciativa museística en el país. Escuchar, preguntar, tomar ideas y crear alianzas de acompañamiento en un ámbito tan maravilloso, pero complejo, como lo es el rescate histórico – cultural, brinda impulso a cada iniciativa, que con orgullo y esfuerzo crece y busca proyectarse dentro o fuera de las fronteras nacionales¨.
Dra. Nancy Zúñiga Montero. Directora del Museo Valle entre aguas Tabarcia.
“Que personas trabajadoras de museos o afines a su gestión nos veamos y pensemos en un mundo mejor a través de la protección del patrimonio, del fortalecimiento institucional, de la participación ciudadana y de la dinamización económica de la cultura a través del patrimonio que custodiamos y nuestros museos es, sin duda alguna, poner una vez más en valor el rol social de estas instituciones y de sus colecciones.¨
Hugo Pineda Villegas. Centro Cultural e Histórico José Figueres Ferrer.
Katzy O`neal Coto Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Usualmente, los opositores a los gobiernos de izquierda, catalogan a sus líderes y gobiernos, como de populistas. Las palabras se ponen de moda, antes los populistas les llamaban demagogos o electoreros, como sinónimo.
Así, por ejemplo, Juan Domingo Perón de Argentina, Getulio Vargas de Brasil, según Jean François Prud’homme, investigador de El Colegio de México, fueron considerados populistas. Más adelante, Lázaro Cárdenas de México, Jorge Eliécer Gaitán (Colombia), Victor Paz Estenssoro (Bolivia), Víctor Raúl Haya de la Torre (Perú), Rómulo Betancourt (Venezuela), Carlos Ibáñez (Chile), Juan José Arévalo, Jacobo Arbenz (Guatemala), e incluso José María Velasco Ibarra, en Ecuador, entre otros.
A su vez, se comenzó a hablar de populismo con ciertos movimientos de campesinos en Rusia, al igual que de un partido populista en Estados Unidos: “era un partido que defendía los intereses de los pequeños granjeros en contra del capital bancario y financiero”.
También, Prud’homme explica que algunos califican al Cardenismo como populista, porque “el tipo peculiar de corporativismo que se instauró en México, donde la creación del Partido de la Revolución Mexicana, para algunos era un tipo específico de régimen populista de incluir a las masas a la vida política nacional: la CNC, la CTM”. La CNC era la Confederación Nacional Campesina y la CTM era la Confederación de Trabajadores de México.
El Cardenismo se usa como nombre de la corriente ideológica inaugurada por Lázaro Cárdenas; también se le llama así a la etapa en la que gobernó México de 1934 a 1940.
Cárdenas impulsó una organización mexicana de ejidatarios, comuneros, solicitantes de tierras, asalariados y productores agrícolas fundada en agosto de 1938 en Guadalajara, e igualmente promovió, una reforma agraria que pretendía a la vez, promover un mercado interno de bienes y servicios, asegurar la paz social y facilitar la industrialización. El sector urbano tenía que beneficiarse de la productividad barata de la numerosa mano de obra en el campo.
Ahora, en todas las democracias, de este siglo, sean de izquierda o de derecha, siempre hay una cierta dosis de populismo. Por ejemplo, el populista de derecha, Donald Trump, quien tuvo un discurso anti inmigrante, trató de reducir el campo de intervención del Estado, así como limitó los derechos a la libertad de expresión.
Otros líderes populistas de derecha son: Viktor Orbán, primer ministro de Hungría; Jair Bolsonaro, mandatario de Brasil, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, entre otros. Aunque hay una discusión en relación a esto.
El populismo de izquierda, que busca tener políticas económicas más distributivas, trata de incluir a sectores de la población en la esfera pública, trata de otorgar ciertos derechos a esos grupos.
Como ejemplo, de líderes de izquierda populista, podemos mencionar a Hugo Chávez y Nicolás Maduro, de Venezuela, Evo Morales, de Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Ernesto y Cristina Kirchner en Argentina, Daniel Ortega de Nicaragua, en su momento Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, Lula da Silva en Brasil, entre otros. Aunque hay una discusión en relación a esto.
El presidente Andrés Manuel Lopez Obrador de México, responde a esta categoría-terminó así: si “ayudar a los pobres, apoyar a los adultos mayores, apoyar a los jóvenes, es ser populista que me apunten en la lista”.
Antes de definir qué es el populismo, veamos su posible origen: se cree que el origen del término populismo, surgió en Rusia en el siglo XIX, aproximadamente en la década de 1870, cuando se alzó un movimiento político bajo el nombre de Naródnichestvo, de cuya traducción derivó la palabra ‘populismo’. Dicho movimiento político ruso, se apoyó en la creencia de que, quienes se consideraban socialistas, debían aprender del pueblo antes de tomar el poder. Además, estaban en contra de los intelectuales.
Ahora, precisemos qué es el populismo, la definición clásica es: la tendencia política que dice defender los intereses y aspiraciones del pueblo. Entendiendo que el término, es mucho más amplio y difícil de definir.
Otros lo entienden como la postura política que busca, a través de diversas estrategias, el apoyo y consentimiento de las clases populares.
Otros lo denominan, como aquellos fenómenos que atentan en contra de la democracia liberal.
Prud’homme, a quien ya mencionamos, la define como una manera de hacer política, donde se plantea una relación directa entre el líder y el pueblo, en la que frecuentemente el tipo de movilización, significa la inclusión en la vida política de sectores de la población, que habían sido marginados, y frecuentemente esa relación entre el líder y bases, el líder define quién es el pueblo y en un discurso antagónico define quiénes son los enemigos de ese pueblo.
Hoy en América Latina, como intuimos al inicio, no es más que un concepto de ataque a todo proyecto político, con raigambre social, con intenciones de reivindicación popular y cambio social, y se le llama así, como una forma de combatirlo, es usado específicamente contra los gobiernos democráticos, progresistas o de nueva izquierda en la región.
En resumen, el populismo es un término para descalificar a toda política o líder, que pretenda dar respuestas a los intereses de la sociedad, y particularmente a pobladores/as, trabajadores/as, indígenas, clases medias, contrariando los intereses particulares de élites empresariales o políticas.
Pero también, es una palabra engañadora, que trata de apartar a las “masas” de los liderazgos, que sí responden por ellas; que busca desvalorizar las políticas sociales de los gobiernos progresistas; que trata de acanallar el ciclo histórico que abrió la nueva izquierda en América Latina.
Como ejemplo de lo mencionado, deseamos mostrar cómo reflexiona el Papa Francisco en su tercera encíclica “Fratelli Tutti” (Hermanos Todos), el término populismo, habiendo dicho que es muy difícil definir y es muy amplio su abanico de comprensión.
El líder de la iglesia católica, se distancia de los populismos (y liberalismos), acusándolos ya que el “desprecio de los débiles, puede esconderse en formas populistas, que los utiliza demagógicamente para sus fines, o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos”.
Igualmente, desde su perspectiva, ambas ideologías dificultan la posibilidad de pensar un mundo abierto en donde todos tengan cabida. Asimismo, considera que el uso indiscriminado de términos como ‘populista’ ha servido para dividir a las sociedades modernas, donde ya no es posible emitir opinión alguna sin ser considerado como populista o no populista.
Para el papa, el sustantivo pueblo y el adjetivo popular, hacen referencia a fenómenos sociales que pretenden articular a las mayorías. No obstante, atribuyó que en muchos casos esa capacidad ha servido a ciertos líderes populares, “para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder”.
Como síntoma de la degradación de los liderazgos populares, Francisco destaca la aparición del inmediatismo, donde se “responde a exigencias populares en orden a garantizar votos o aprobación, pero sin avanzar en una tarea ardua y constante que genere a las personas los recursos para su propio desarrollo”.
Para finalizar, deseamos contraponer la visión populista del escritor Luis Antonio Espino, consultor en comunicación en México, quien señala que el triunfo de Joe Biden en EEUU, puede leerse como un dique de contención, para frenar el avance de los populismos en América Latina, proponiendo “lecciones” para enfrentarlo. Solo las mencionaremos brevemente, para propiciar el estudio y la lectura en torno al tema:
El populismo, no tiene el Monopolio de la Emoción, en la política.
Con frecuencia se piensa que los populistas poseen un don único, para activar las emociones de sus seguidores a través de narrativas efectivas. Esa claridad de propósito le ayudó al candidato a estructurar un mensaje central de alto poder emocional: la “batalla por el alma de Estados Unidos”.
La polarización no se derrota, con más polarización.
Durante las elecciones primarias, muchas voces decían que la única forma de ganarle a Trump era con un candidato que encendiera las pasiones de las bases duras del partido, tal como el presidente hace con los suyos. Su triunfo en estados tradicionalmente republicanos, como Georgia y Arizona, su desempeño competitivo en Texas y Florida, así como su capacidad para recuperar Pensilvania, Wisconsin y Michigan sugieren que, si los demócratas hubieran postulado a un candidato polarizador, se hubiera puesto en riesgo el voto moderado. Apostaron al centro y ganaron.
El carisma, no lo es todo.
El populismo es una forma personalista de hacer política que necesita de un líder carismático que encabece la lucha del “pueblo” contra las élites y que, al antagonizar con el establishment, genera sólidos vínculos afectivos con sus seguidores. Biden no es precisamente una explosión de carisma. Pero aún así logró imponerse al hechizo que Trump todavía mantiene sobre millones de estadounidenses. El carisma siempre ayuda, sin duda, pero no es sustituto para un mensaje claro, una organización eficaz para movilizar el voto y una buena compañera de fórmula, como lo es la hoy vicepresidenta electa, Kamala Harris.
Es la hora de las mujeres.
El contraste no podía ser más evidente: hombre viejo, blanco, enojado, primario, rudo y abusivo contra mujer joven, de ascendencia negra e india, inteligente y preparada, con carácter firme y que no se deja intimidar. El mensaje que se envió a millones de mujeres en Estados Unidos es que su hora de romper el techo de cristal ha llegado de la mano de una mujer fuerte que representa a las minorías.
Nunca es buen negocio pelearse con la prensa.
Día a día, documentaron la realidad del gobierno: abuso de poder, conflictos de interés, incompetencia, falsedades. gracias al trabajo diario de los medios, los votantes de Biden y los indecisos sí tuvieron toda la información y la evidencia que necesitaban para activarse y salir a votar. El costo de enemistarse tan profundamente con la prensa quedó claro cuando, el día que más las necesitó, las principales cadenas televisivas suspendieron la transmisión del mensaje del presidente denunciando un inexistente fraude electoral.
Las redes sociales ya son simplemente redes sociales.
En 2020, hubo menos drama en torno a las redes sociales, que poco a poco se van normalizando y convirtiendo en un medio más para transmitir el mensaje de las campañas a audiencias segmentadas. Hay una creciente y saludable toma de conciencia respecto a las redes que debe acelerarse con más educación digital.
El discurso de la decencia es poderoso.
Biden centró su discurso de campaña en una idea: no podemos permitir que nuestras pasiones políticas nos hagan abandonar nuestros valores básicos. No podemos permitir que, por “tener la razón”, no nos duelan los miles de muertos de la pandemia o las familias que han perdido sus ingresos. Hizo lo correcto, porque el populismo anestesia la empatía, apela a los peores impulsos tribales y nos hace ciegos al dolor ajeno, porque necesita que veamos a nuestros conciudadanos como enemigos para imponer su narrativa demagógica de “ellos” contra “nosotros”.
Sin duda alguna, parafraseando a Correa: Cuando los sectores poderosos, no entienden lo que está pasando, (en lenguaje venezolano: cuando lo maravilloso se hace cotidiano), lo llamamos populismo.
Estudiantes de las escuelas de Arte Escénico y Danza, presentaron iniciativas para convertir el arte en una efectiva herramienta para hacerle frente a la pandemia.
Cuentos infantiles para explicar la realidad social del país, procesos artísticos generados a raíz de la covid-19, yoga para el bienestar físico, mental y emocional, improvisación en la danza, y el autocuidado de la mujer en el hogar, son los proyectos con lo que los estudiantes de arte quieren conectarse con distintas comunidades del país. El fondo para el fortalecimiento de las capacidades estudiantiles en Extensión Universitaria de la Universidad Nacional (Focaes Extensión), es la herramienta que le permitirá a estos jóvenes cumplir con sus objetivos.
Estas iniciativas forman parte de las 48 propuestas presentadas por la comunidad estudiantil, y que tienen como fin la creación de productos de comunicación digital que permitan el vínculo entre la acción estudiantil y la población meta desde la presencialidad remota, y que buscan potenciar el desarrollo de capacidades en diferentes sectores de la población como niños, adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad; la socialización del conocimiento o temáticas de interés que permitan la búsqueda de soluciones y la reflexión en torno a las experiencias acontecidas en el trabajo de campo y el diálogo con los actores locales frente a la situación actual.
Silvia Montenegro Gómez y Jordan Fajardo Ocampo estudian artes escénicas, su proyecto pretende crear una serie de cuentos cortos relacionado con temáticas como la salud, el medio ambiente y las artes, con el fin de poder comunicar a la población infantil sobre lo que se vive actualmente desde una forma más clara y dinámica para ellos.
Sebastián Acuña Chaverri, Dayan Pérez García y Mariana de la Cruz Salas, también de Arte Escénico, desarrollan “Resistencia: el teatro en la peste” y tienen como objetivo realizar un mapeo a nivel país sobre procesos escénicos nacidos a partir de la covid-19, además de diseñar cuadros informativos, un directorio digital y cuñas audiovisuales que comuniquen lo encontrado. El mapeo se hará a nivel país incluyendo personas universitarias inmersas en prácticas escénicas, personas del gremio teatral costarricense y personas que no pertenezcan a estas categorías que están realizando proyectos escénicos, para esto conversarán con organizaciones comunales, municipales e instituciones encargadas en cultura, así como con los grupos o personas que están trabajando “teatro en la pandemia”.
Yerline Herández Solís, Yadelys Montiel Masis y Sofía Sandoval Navarro, también pertenecen a la Escuela de Ate Escénico, ellas reconocen la dificultad que tienen las mujeres para realizar las tareas del día, al lado de labores que generalmente se vinculan a temas de cuidado y por proponen “Cuidando a las cuidadoras”.
“Leemos en muchos lugares que la pandemia llegó para evidenciar las desigualdades, y esto se vuelve evidente en materia de género: no solamente debemos progresar en nuestros trabajos remunerados o estudios sino en el cuido de niños, adultos mayores, personas con necesidades especiales o personas neuroatípicas, muchas veces, además, hacen la mayor parte de la labor doméstica en el hogar. A eso se le suma el componente de la crisis económica actual que contribuye a que las mujeres busquen nuevas formas de trabajos remunerados desde casa”, citan.
Ante este panorama, pretender crear un grupo de mujeres para empezar un proceso guiado, utilizando una caja que contendrá productos y objetos que permitan generar nuevas dinámicas de cuido propio, apoyadas por contenidos digitales que faciliten el proceso y promuevan una red de acompañamiento. Se abordarán temas de salud como el cuido propio por medio de las artes o la expresión artística, y otros como género y el rol de las personas cuidadoras.
“Para la Escuela de Arte Escénico es importante que los estudiantes se involucren en estas iniciativas que fomentan la permanencia en la Universidad y crean un vínculo con las comunidades”, dijo Vera Ramírez productora de la Escuela de Arte Escénico.
Desde Teatro en el Campus, mencionó Ramírez, se apoyará a los estudiantes en la divulgación de sus propuestas.
Por su parte, la Escuela de Danza también presentó sus iniciativas. David Ahmed Jiménez Gutiérrez, impulsará “Yoga, meditación y movimiento”, su objetivo es llegar a un sector amplio de la población con edades entre los 18 y hasta los 50 años en sesiones de 10 minutos para quienes cuentan con poco tiempo, hasta una hora para los que deseen una práctica completa. Los módulos se impartirán en videos para explicar o guiar los ejercicios, y abarcarán ejercicios de concentración y visualización enfocados en generar sensación de bienestar, ejercicios de respiración para apoyar la claridad mental, secuencias de movimientos enfocados en flexibilidad, fuerza o resistencia, y ejercicios posturales enfocados en quienes pasan mucho tiempo sentadas. También incluirá videos específicos para niños y adultos mayores.
Jiménez también participa junto a Grenda Zamora Bielsa en una propuesta de ejercicios de danza para la improvisación, el cuidado del cuerpo, danza y fluidez, emociones y sensaciones e improvisación de movimiento.
En tiempos de pandemia, de acuerdo con Enrique Corriols, asesor académico de vinculación estudiantil de la Vicerrectoría de Extensión, urgen acciones e ideas que permitan superar sus consecuencias e impactos en múltiples ámbitos. “Para sobrellevar el aislamiento físico, la Universidad Pública como generadora de procesos innovadores, busca el desarrollo de nuevas competencias que permitan un mejor uso de las tecnologías de la información para la comunicación. Para lograrlo, confiamos en el ingenio, creatividad e imaginación de estos estudiantes, quienes asumirán el compromiso social y los deseos de emprender y resolver problemas que aquejan a nuestras comunidades o algún sector de la población”.
Los más de 90 estudiantes inmersos en este proceso, están recibiendo capacitación (no presencial) en temas de comunicación digital, producción y postproducción, luego tendrán asesoría con una persona experta en temas de comunicación bajo la metodología Desing thinking. “La idea es que construyan un producto de comunicación con un llamado a la acción a través de medios digitales, ya sea redes sociales o el teléfono, por ejemplo, donde lleguen a las personas o comunidades meta. Esta es una forma de mantener la cercanía entre los estudiantes y las situaciones vulnerables del país”, detalló Corriols.
Más información con Enrique Corriols de la Vicerrectoría de Extensión (8743-2725) o con la Oficina de Comunicación de la UNA 8998-2182.
Resulta paradójico el intento de descifrar una «nueva normalidad» que no es nueva ni normal. ¿Y cuál era la vieja normalidad? ¿Se trata de una palabreja más que pretende decir mucho y no dice nada? ¿Disimula acaso que la realidad de los más ricos nada tiene que ver con la de los más pobres? ¿Cambiará eso? Claro que no. En ese sentido, la «normalidad» anterior al Covid-19, a juzgar por la mayoría, refiere a una sociedad anómala, cada vez más inequitativa, injusta e insostenible.[1] En realidad, no se sabe en qué consiste la «nueva» normalidad, ni siquiera está claro cuándo terminará esta primera pandemia global. Aún así conviene buscar un hilo de luz utópica entre sus distópicas y despóticas posibilidades.
El rostro recortado
La mascarilla, el escudo facial, el pañuelo o la bufanda, cubren el rostro de cada vez más personas en la calle, como ya se estaba volviendo hábito en los países del sudeste asiático. Agréguese anteojos oscuros y un sombrero para obtener un disfraz parapandémico. Parecen implementos necesarios, aunque no sea seguro cuánto contribuyen a mitigar el contagio, pues suponen buenas prácticas que son poco conocidas. No obstante, la máscara se está convirtiendo en símbolo de «responsabilidad individual», sobre todo para una política pública fallida que pretende lavarse las manos.
Esa desaparición progresiva del rostro, siguiendo una intuición de Emmanuel Levinas (1906-1995) podría significar también el debilitamiento de la resistencia. Con su rostro tapado el otro obedece, arrebatándole su atuendo a los anarquistas, para quienes representaba rebeldía. El otro es ahora un peligro invisible e impredecible y sirve de pretexto para que los algoritmos y los modelos probabilísticos tomen la escena dictando los cursos de acción, como antes ya lo hacían las aplicaciones georeferenciadas. Hay que ver, por ejemplo, cómo tratan hoy las aerolíneas a sus clientes a través de los dispositivos móviles; cuidando su quebrantada rentabilidad, atrasan sus vuelos, cambian itinerarios y paradas a última hora, no devuelven el dinero de viajes truncados y no aceptan aplicarlos a otros. ¿Y el usuario? Bien, gracias, enmascarado y calladito sigue instrucciones en fila, a dos metros de distancia.
Un rostro en la arena
Eso calza con la borradura del sujeto, tan propio de la post modernidad. Adiós al actor social, suplantado en adelante por un agente anónimo, sin arraigo ni historia, accesorio de la máquina y esclavo del sistema. Su narrativa errática e incoherente oscila entre el individualismo rapaz y la anomia, rayanas ambas en lo absurdo, a penas compensado por un consumismo voraz que amenaza la vida de la Madre Tierra. Michel Foucault (1926-1984) había intuido, muchos años atrás, que algo extraño podía suceder, puesto que ya había sucedido antes:
El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento. Y quizá también su próximo fin. Si esas disposiciones desaparecieran tal como aparecieron, si, por cualquier acontecimiento cuya posibilidad podemos cuando mucho presentir, pero cuya forma y promesa no conocemos por ahora, oscilaran, como lo hizo, a fines del siglo XVIII el suelo del pensamiento clásico, entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena.[2]
Una hipótesis radical
El recorte del rostro propio y ajeno, su desvanecimiento masivo en el espacio urbano, tendrá impactos negativos sobre la subjetividad.[3] El otro se puede ir volviendo cada vez más abstracto, mirado de reojo por quien lo desconoce y le considera portador de la peste. El odio que destilan las redes sociales también indica ese vaciamiento de la humanidad del otro, al que se juzga in absentia, antojadizamente. ¿Será la venganza del «hombre masa» denunciado antaño por José Ortega y Gasset (1983-1955)?
Estamos ante el triunfo del hemisferio izquierdo del cerebro cuya hegemonía progresiva, propiciada por la modernidad, podría ser la fuente, según MacGilchrits, del incremento de enfermedades mentales como esquizofrenia y autismo.[4] Las habilidades sociales dependen más bien de las facultades propias del hemisferio derecho. La comunicación, por ejemplo, depende mucho más de gesto y tono que de los mismos significantes que, no obstante, los transforma en signos. Aprendemos a ser humanos mirando el rostro de los cuidadores, verificamos los significados observando sus expresiones faciales. Basta notar que la risa es el feedback del sentido, tal como lo evidencian las bromas. Pero en pandemia la sonrisa queda confinada y, concomitantemente, el malhumor aflora y la violencia abunda.
La «nueva normalidad» implica una comunicación reducida a significantes, con un impacto negativo sobre empatía y confianza, pues las máscaras nos aproximan más al robot que al animal, al programa más que al espíritu. Una comunicación empobrecida solo puede ser heraldo de una humanidad más pobre, en medio de su abundancia material. Peor aún, tras la mascarilla cuesta más hacerse oír y hacerse entender. Por lo demás, se le aconseja limitar su parloteo. Por ese camino, la persona quedará reducida al personaje abstracto del mercado, a vendedor o comprador, obsesionado con el cálculo de utilidades y atado al «lenguaje de las mercancías».[5] Puesto que el autoservicio tenderá a imponerse, ya no podrá hablar ni con los cajeros que también están siendo sustituidos por máquinas. De por sí que, como McGilchrits observa, el lenguaje sirve más para controlar que para comunicar.
De lo presencial a lo virtual
El gran cambio que empuja la pandemia, consecuencia del enfoque que la OMS le ha imprimido, consiste en partir la realidad en dos. Esta resulta ser ahora bimodal, es decir, virtual y presencial. El mismo Coronavirus es más virtual que presencial, aunque sus efectos mortíferos sean tan reales como miles de cadáveres incinerados. Hasta hace poco la virtualidad era opcional y buena parte de la ciudadanía seguía ajena a las computadoras. En cambio, el uso de Internet durante esta crisis sanitaria ha aumentado, en promedio, alrededor de un 35%. El face to face disminuye mientras el screen to screen aumenta aceleradamente, cambio enorme que parece insignificante -nada más promisorio para una innovación.
El teletrabajo y el teleaprendizaje enfrentaban prejuicios hasta en altas esferas académicas. Se había avanzado lentamente con reglamentos y protocolos.[6] Ahora se han convertido en modalidades indispensables por lo que medio mundo ha corrido a ponerse al día. En correspondencia, la brecha digital también ha quedado evidenciada y requiere ser cerrada cuanto antes. La «normalidad» que viene emergiendo implica, entonces, una digitalización y bancarización universales, escenario que iba a tardar mucho más.
Una realidad virtual generalizada lo cambia todo. El capitalismo se volverá cada vez más automático, también más explotador, puesto que la computadora absorbe más tiempo que nada. A la vez será más volátil, más explosivo. Se puede vaticinar que sus crisis sistémicas serán cada vez más agudas y devastadoras. El teletrabajo aísla más o menos a la fuerza de trabajo, como la máscara al virus; así que puede aumentar su flexibilización y atomización.
Sin embargo, también aumenta la conectividad virtual entre las personas, ya que el problema no está en el instrumento sino en el modo de usarlo. Esa tecnología también abre la posibilidad de un trabajo más colaborativo, más crítico y creativo, al conectar un cerebro con otros. Lo importante será aceptar que ella implica cambiar la estructura y dinámica de la organización, la tribu y el grupo, pues la cuestión seguirá siendo política: ¿cómo usar esta tecnología en red, para qué y al servicio de quién?[7]¿Servirá a la democracia cognitiva o a la manipulación mediática?
Entre el espanto y la ternura
El manejo de la pandemia la ha convertido, como toda crisis, en un acelerador del cambio. ¿Cuál cambio? Quienes promueven la nueva normalidad celebran el retorno a lo mismo con gente más desconfiada, sometida e inmovilizada. Al decir de Franz Hinkelammert: «Cuando hoy se produce el infierno para la mayoría de la humanidad, hay otros que creen vivir en el cielo.» Sin embargo, al final todo dependerá de una conciencia social que escuche o no el llamado de supervivencia; el mandato de la vida que desemboca en el grito del sujeto. Premonitoriamente Hinkelammert alertaba sobre eso:
Se dice que en la Edad Media, y precisamente en el siglo XIV – después del estallido de la gran peste-, hubo fiestas en las cuales se bailaba hasta que el último estuviera arrasado por la muerte. Toda nuestra sociedad está bailando este baile. Hace falta interrumpirlo por lo menos un momento, para reflexionar, y ver si no es mejor enfrentar la peste para detenerla, en vez de seguir con este baile de muerte.[8]
El avance tecnológico debe usarse para las mejores causas, más allá del enriquecimiento insaciable del 1% de la población. Pero, esa tecnología también puede ser fría y alienante, así que habrá que seguir defendiendo después cada abrazo, tanto como nuestro indispensable lazo con la trama de la vida.[9] De cierto modo, la humanidad seguirá viviendo, de aquí en adelante, al filo del abismo, «entre el espanto y la ternura».[10]
[1] El capitalismo salvaje deviene capitalismo suicida, será cuestión de tiempo, pues un crecimiento infinito en un planeta finito es sencillamente imposible, como insistía José Luis Sampedro (1917-2013).
[2] Foucault, M (1968) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias sociales. Buenos Aires: Siglo XXI, p. 375.
[3] El concepto de «normalidad» ha sido cuestionado por casi toda psicología. En realidad, no soporta ni la primera pregunta: ¿qué diablos significa ser normal?
[4] MacGilchrist, I (2009) The Master and his Emissary. The divided brain and the making of the Western World. New expanded edition. New Haven and London: Yale University Press, chapter 12. Kindle, Loc 10255.
[5] Mencionado por Karl Marx (1818-1883) para aludir a la realidad fetichista del intercambio. Marx, K.(1980) El Capital. Crítica de la Economía Política. T I, V 1. México: Siglo XXI. 9ª, p. 63.
[6] En el 2019 se aprobó la Ley 9738 que regula el teletrabajo en Costa Rica, cuando ya lo hacían bajo esa modalidad unas 12,000 personas.
[7] No se consideran aquí los impactos sobre las comunidades rurales, donde todo lo dicho debe ser repensado pues posiblemente serán de los últimos bastiones de la resistencia contra la robotización del ser humano, amén de que garantizan la producción de alimentos y otros servicios ecosistémicos. Sobre sus realidades viene reflexionando para Surcos, entre otros, German Masís.
[8] Hinkelammert, F.J. (1998) El grito del sujeto. Del teatro-mundo del Evangelio de Juan al perro-mundo de la Globalización. San José: Editorial DEI, p.8.
[9] Hay una vislumbre esperanzadora en ElPaís.cr, del 3 de septiembre del 2020: Rafael Arias, «Bioeconomía: eje de la transformación productiva con equidad social y sostenibilidad ambiental».
[10] Según el dilema que plantea una canción de Silvio Rodríguez.
El pasado 11 de junio del 2020 la Escuela de Planificación y Promoción Social invitó a representantes del sector sindical costarricense, para realizar un foro sobre la Nueva Normalidad en Costa Rica-post Covid-19 para con el fin de conocer sus perspectivas sobre los posibles futuros.
Este foro se realizó mediante la plataforma Zoom en donde se evidenció la participación de representantes de la Central General de Trabajadores, Sindicato de Empleados del PANI-SEPI-Sindicato del AYA, Sindicato 7 de agosto, Sindicato Sin Trazas, Mesa Sindical de Mujeres, Sindicato UTRA-UTN, ANATRANS (Asociación Nacional de Transportista) Sinpae, Sintrasas, Sitraa.
Juan Carlos Mora, académico de la EPPS explicó que este foro es parte de un proyecto realizado por la Escuela de Planificación y Promoción Social sobre la construcción de escenarios a futuro para la Costa Rica del 2030, para el cual han contado con la participación de muchas personas de distintos sectores de la población, esto les han permitido definir cuáles son los temas más relevantes que podrían presentar cambios en el futuro.
En el foro, los participantes seleccionaron según las prioridades para el país, aspectos sociales, tecnológicos, culturales, económicos y de dimensión institucional que presentarán mayores cambios a futuro y vertieron su criterio al respecto.
La metodología del foro fue mediante preguntas generadoras, en donde los participantes deberían de señalar las opciones más acercadas a su opinión con respecto al tema planteado.
Para iniciar el foro se presentó la siguiente pregunta:
¿Cuál área del ámbito social costarricense presentará los mayores cambios a futuro (2023-2030) convirtiéndose en parte de la Nueva Normalidad?
Los resultados de esta elección mostraron que la mayoría de las personas (86%) piensan que, en el área de brechas sociales, desigualdad y pobreza se presentará más cambios. Como segundo lugar (57%) en la votación se señala el área de educación inclusiva, flexibilidad laboral y pensiones. Con el mismo porcentaje, en tercer lugar, (29%) quedaron las áreas de protección social, pensiones, seguros, seguridad ciudadana, convivencia social, redes de apoyo mutuo, migraciones, desplazados, adultos mayores, salud preventiva, derechos humanos y equidad.
Giovanni Beluche Velásquez, Secretario General Adjunto del Sindicato UTRA-UTN, dijo que se podrían tener serios problemas principalmente en la educación inclusiva, flexibilización laboral y pensiones. Y esto se debe a la desconfianza que se le tiene a los encargados de coordinar las pensiones. Además, cuando la preocupación de la educación es la afectación del FEES que está porvenir, pero también la pandemia, esto ha hecho que se evidencie la falta de equidad en el acceso a la educación a distancia.
El camino por el que se está yendo actualmente, según Beluche, va incrementando la brecha social lo cual no es nuevo, porque desde hace mucho tiempo esto se viene agravando por consecuencia del poder capitalista. A este modelo es inherente ensanchar la brecha social, porque sus objetivos no están enfocados en las necesidades de población, además que se caracteriza por provocar la pobreza material. Esta situación no es nada nuevo, sin embargo, la pandemia ha provocado que la agenda neoliberal profundice estas consecuencias.
Carlos José Cabezas, del Sindicato del PANI. agregó al análisis que el aumento de estas desigualdades es real, por ejemplo, es más del 40% de la población económicamente activa que pertenece al sector informal y no hay políticas que se enfoque en la resolución de este fenómeno.
Además, también está sucediendo que se da la informalidad en la formalidad, esto porque existen trabajadores que están contratados por patronos, pero no se le están respetando sus derechos, lo que genera que el escenario puede llegar a ser catastrófico.” Este problema no solo ocurre en Costa Rica, sino también en América Latina, lo cual se ha dado para seguir favoreciendo a unos pocos y concentrando la riqueza en una minoría”.
La segunda pregunta generadora fue:
¿Cuál área del ámbito tecnológico costarricense presentará los mayores cambios a futuro (2023-2030) convirtiéndose en parte de la Nueva Normalidad?
En primer lugar, hubo un empate (88%) entre las opciones que hablaban sobre la comunicación virtual, redes sociales, conectividad y virtualización de la educación, telemedicina, teletrabajo.
Seguidamente se consideraron los temas de inversión en investigación y desarrollo (25%), luego la opción de ciudades inteligentes, accesibilidad, innovación (13%). Por último, con cero votos quedó la robotización, Big Data y genoma humano.
Mario Rodríguez, del Sindicato de AyA, dijo que en relación con la realidad en la que se está viviendo se tiene un proyecto en ley sobre el teletrabajo, esto porque el tema de la pandemia se prestó para que muchas instituciones públicas consideren la implementación del teletrabajo. Sin embargo, el tema del teletrabajo y de la jurisprudencia laboral no solo beneficia el trabajador, sino, también al patrón, ya que ahora las empresas se ahorran gastos de electricidad, internet, impuestos, entre otros. Por esta razón, el teletrabajo se convierte en otro tipo de trabajo a nivel mundial y esto se evidencia en el cambio de luchas que se darán, ya que ahora se demandará el tiempo de ocio con sus familias, sino va a ser, al contrario, ya que va a haber muchísimo más trabajo y explotación.
Cynthia Crespo Campos, Sindicato Patriótico de la Educación (SINPAE) comentó, que en el caso del Ministerio de Educación Pública existen grandes cambios, los docentes trabajan tres veces más de lo que laboran generalmente en las aulas, y por el mismo salario. Ante el MEP se planteó por parte de la agrupación de sindicatos del Magisterio “Magisterio en Acción” la conectividad gratuita a internet para estudiantes y docentes.
Crespo, indicó que, además, los empresarios y patrones cuando se aprobó esta ley de teletrabajo pensaron que eran beneficios para ellos, cargándole al trabajador, los gastos de luz, agua, internet, y alquileres, sin aumentar salarios: “El excesivo trabajo hoy del docente, junto con quehaceres del hogar, y las necesidades de salubridad que pide el Estado, hace que la mujer, sea empleada pública o privada, sea objeto un abuso laboral por parte del MEP. Mientras, sin que la opinión pública sepa que no hay docentes nombrados y están despidiendo a docentes interinos, de esta manera, el ambiente se recarga de estrés constante, pues trabajamos hasta 15 horas al día como docentes y en lo demás. Y esto producirá más enfermedades y enfermos que el COVID-19”, manifestó, la representante del SINPAE.
Carlos José Cabezas, mencionó que esta virtualidad nos va a obligar a generar nuevas formas de comunicación, porque la educación de primaria y segundaria no están adaptadas a las nuevas tecnologías. Esto porque se deben definir metodologías apropiadas a la nueva tecnología y capacitar a las personas para sacar un mayor provecho didáctico y pedagógico de la enseñanza-aprendizaje: “El movimiento sindical se está empezando a valorar sobre cómo se utilizarán las redes sociales para protestar, el cual piensa que es algo muy fantasioso ya que no se piensa que mediante estas se pueda dar la suficiente presión que permita modificar las posiciones gubernamentales o empresariales. Se deben aprovechar las redes sociales con fines de propaganda, sin embargo, no es viable generar un verdadero cambio y movimiento mediante estas plataformas”, acotó el sindicalista, quien agregó que indudablemente la implementación de la tecnología va a ensanchar las brechas sociales ya que ahora para disfrutar de los servicios y beneficios de estas se tiene que pagar por lo que mediante la obligación de utilizar este tipo de plataformas se va a ver varios sectores de la población excluidos.
Efraín Cavallini, académico de la EPPS se refirió a que el tema de las redes sociales, tecnología y conectividad es complicado, porque aún en Costa Rica no existe una ley que organice y plantee claramente el tema de gobierno abierto y de las redes sociales. Esto tiene que ver con la comunicación y transparencia: “lo que pasa es que la ley de radio, televisión es obsoleta. El problema con esta situación es que el gobierno no les ha dado la oportunidad a las comunidades, gobiernos locales, fundaciones, asociaciones, ONG e instituciones públicas de explotar más estos servicios, y si no te tiene esta oportunidad, será casi que imposible lograr que todos los sectores de la población lleguen a tener al alcance a medios de servicio público para la enfrentar de la mejor manera la virtualización en beneficio de la educación y el trabajo”.
Carlos José Cabezas, añade que este tipo de ley ha inculcado que las emisoras y empresas de televisión se crean los dueños de estos servicios, porque tienen el mercado acaparado, y cuando se hacen iniciativas que promuevan la creación de espacios de comunicación comunal y cultural los califican de proyectos comunistas para minimizarlos. “Esto es de esperar que se agrave con el tiempo si no se hacen las reformas necesarias en las leyes actuales que tienen que ver con este tipo de servicios”.
La tercera consulta planteada correspondió a:
¿Cuál área de la cultura (2023-2030) convirtiéndose en parte de la Nueva Normalidad?
Nuevamente hay un empate entre las opciones más votadas (90%), las cuales son las áreas que consideran la convivencia entre las personas, autocuidado, espacios públicos y vida familiar/laboral, roles en el hogar. En segunda posición (40%) están las redes de solidaridad comunal y territorial, seguidamente (30%) están la relación con la naturaleza y el medio ambiente y la espiritualidad, comunicación interpersonal y hogar. En penúltima posición (20%) se encuentra el ejercicio físico, ocio y sedentarismo, y en último lugar (10%) se encuentra la educación cívica, ahorro y educación vial.
Con respecto a esta pregunta, se considera que las medidas de salud y autocuidado existen en el papel, pero no en la práctica, por lo menos, en temas laborales en los que él autocuidado se es necesario que todos los trabajadores que todavía no han adoptado estas medidas las adopten lo más antes posible, para promover la salud y la unidad de los trabajadores, en los centros de trabajo. “El uso de espacios públicos para la recreación, por ejemplo, los parques, cuando se llegue a permitir más apertura, estos serán con restricciones muy estrictas a menos que se tenga la vacuna contra el Covid-19.
Según lo obtenido en la consulta y desde la percepción de los representantes sindicales, la vida familiar, va a cambiar, porque se deben empezar a adoptar nuevos hábitos, para poder separar el tiempo de trabajo del tiempo de ocio. Esta situación viene a explotador más necesidad de terapia y servicios de psicología por la cantidad de estrés laboral que ha estado generando el teletrabajo y los casos de violencia intrafamiliar: “Por estas situaciones el movimiento sindical debe reinventarse y empezar a desarrollar acciones, que logren el cambio de las realidades que están viviendo los costarricenses en tiempos de pandemia” acotó Cabezas.
Carlos José Cabezas, agregó que en el tema de convivencia de las personas el país tiene un gran reto presente que se va a proyectar en el futuro: “ Esta pandemia ha despertado a muchos para darse cuenta de que la xenofobia y el racismo es algo muy presente en la cultura costarricense, aunque muchos pensaban que no, esto no debería de ser así porque la migración nicaragüense aporta muchísimo al sector productivo del país y sería fantasioso pensar que si se eliminan estas migraciones la mayoría de los problemas se resolverán. Esto no solo afecta en términos de ideologías sino también, que gracias a las migraciones en un futuro nuestra cultura será aún más pluricultural. Y esto debería de verse como una ventaja, pero la visión de las personas nacionales es otra y esta debería de cambiar porque las migraciones no se van a detener a menos que los otros países empiecen a realizar reformas para que las personas no tengan la necesidad de migrar. Por esta situación, que requiere que estemos en la casa, se ha empezado a valorar más el tiempo familiar lo cual podría ser una bandera a futuro, para generar motivos de luchas y demandar una regulación en el trabajo y eliminar la explotación laboral que traer consigo el teletrabajo”.
Como última pregunta generadora se expuso:
¿Cuál área de la dimensión institucional costarricense presentará los mayores cambios a futuro (2023-2030) convirtiéndose en parte de la Nueva Normalidad?
La mayoría de las personas coincidieron con la respuesta: “Pensiones, seguros, subsidios” (89%). Seguidamente, se encuentran las opciones: “Innovación de procesos, simplificación de trámites, creatividad” y “Familia (56%), derechos humanos, religión” (56%). Como penúltima (33%) y última opción (22%) se encuentran respectivamente: “planificación de largo plazo, gestión de riesgos, resiliencia” y “Enfoque territorial, descentralización, desconcentración”.
Giovanni Beluche comentó que el tema de pensiones y subsidios está en el presente y va a estar en el futuro. En cuanto a innovación de procesos y facilitación de trámites aparece en el análisis dado las presiones que hace el sector empresarial. Sin embargo, reitera que lo que está sucediendo no es nuevo, ya que todo es producto de una agenda neoliberal que no se venía aplicando a fondo y se aprovechó la pandemia para empezar a profundizarse más. También que para realizar el análisis del futuro debe mirarse de manera retrospectiva, ya que desde el movimiento sindical se tiene que señalar el papel del presidente de la Asamblea Legislativa, que encabezó toda la reforma de la legislación para regular el derecho a la protesta social y a la huelga de parte de la clase trabajadora: “todo lo que estaban haciendo en ese momento, era para preparar las condiciones de reprimir a la población, porque saben que la agenda que se está aplicando con mayor profundidad necesariamente iba generar protesta social. Esto quiere decir que todas estas acciones han profundizado el marco del ensanchamiento de la brecha social y van a seguir en eso, esto sucede justamente cuando el sector sindical está encerrado en las casas y sin muchas posibilidades de protestaren las calles, por ello, se tendría que salir a protestar sin importar las condiciones de la actualidad.
Cabezas, dijo que a la Costa Rica del futuro le hace falta entender que el derecho a la sindicalización es un derecho sagrado y humano de primer nivel. Si esto se llega a entender bien, el país en el futuro se debe llegar a establecer una creciente unión de los trabajadores, sin embargo, la proyección que se está visualizando pareciera buscar la desaparición del sector sindical.
Se mencionó en el foro que será necesario la implementación del Estado Laico en Costa Rica, porque actualmente se están viendo aún más la necesidad de separar la religión de las decisiones que se toman con respecto a los derechos humanos. Se dijo, que las luchas sociales están siendo entre personas religiosas y otras no tan religiosas y no debería de ser así, dado que cuando se habla de derechos humanos deberíamos de ver el mundo como ciudadanos y no como personas pertenecientes a una religión específica.
Edly Halt, explicó que, con respecto a la realidad del país, la situación es bastante complicada, ya que en la mayoría de los temas hay divisiones muy marcadas y nunca se va a llegar al punto en el que la mayoría de la población este de acuerdo con las decisiones tomadas. Además, que las personas involucradas en el sindicalismo normalmente no están involucradas en la toma de decisiones, por lo que es necesario recapacitar la estructura de la población, ya que esta es extremadamente diversa y esta diversidad se debe convertir en un principio del quehacer político y económico del país, sin embargo, la realidad es que se busca tener a la gente dentro de un mismo molde.
Para concluir, se mencionó que, si no se empieza a ver la globalización desde otra perspectiva, no se lograría entender, la razón por la cual, se realizó un esfuerzo extraordinario, para que se cambiara el artículo primero de la constitución política, para incluir que somos un país muy diverso y pluricultural, así como también libre e independiente. Este principio obliga a repensar el Estado costarricense y a empezar a cambiar la orientación de las decisiones tomadas, para que se consideren la diversidad de la población y no se ignore como está pasando actualmente, agregó el sindicalista Edly Halt.
M.Sc Efraín Cavallini Acuña Académico EPPS-UNA María Laura Jiménez Villalobos-Estudiante EPPS
Analistas destacaron la predominancia de los discursos de miedo y el uso de las redes sociales como herramientas primordiales para convencer al electorado
Expertos resaltaron el papel de las redes sociales como herramientas de campaña y la tensión generada entre la concentración y la pérdida de control del mensaje que termina en memes.
La Universidad de Costa Rica fue sede de un espacio de reflexión entre académicos de distintas áreas sociales, quienes analizaron el papel de los diversos canales de comunicación utilizados en la reciente campaña electoral y la forma en que influyeron en la intención de los votantes.
El espacio, organizado por el Programa de Libertad de Expresión, Derecho a la Información y Opinión Pública (Proledi), contó con la participación del Dr. Felipe Alpízar Rodriguez, director del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP), la Dra. Ilka Treminio Sánchez, directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), y M.Sc. Eduardo Ulibarri Bilbao, comunicador y analista sociopolítico.
El director del CIEP comentó sobre el papel que tienen los medios en la construcción de significados y reconoció el poder que tienen al definir las temáticas que se incluyen y se invisibilizan en su agenda, o bien, el enmarque o enfoque con el que se trabajarán.
El director del CIEP, Dr. Felipe Alpízar Rodríguez, reconoció el poder que tienen los medios al definir las temáticas que se incluyen y se invisibilizan en su agenda. – foto Karla Richmond, UCR.
El académico resaltó que para mantener una opinión pública libre, equilibrada y responsable es necesario evitar la incitación constante al miedo por parte de los medios de comunicación, los cuales siguen siendo actores centrales en las decisiones políticas y electorales.
Agregó que las narrativas del miedo han primado en varios procesos políticos y en los recientes comicios jugaron un papel central en la decisión de los votante, pues “desde la primera ronda había miedo a Juan Diego Castro, y Juan Diego Castro trataba de utilizar el miedo de las personas en temas de inseguridad. En segunda ronda también, el miedo de que se está perdiendo la familia tradicional o el miedo de que los evangélicos vayan a cerrar la Basílica de los Ángeles.»
Por su parte, la directora de la Flacso, Dra. Ilka Treminio Sánchez, llamó la atención sobre la forma en que las discusiones generadas en redes sociales como resultado de noticias y debates crearon un flujo de información que promovió la innovación por parte de los medios de comunicación, con ejemplos como la creación del espacio #NoComaCuento y la plataforma de Whatsapp de la Nación.
La directora de la Flacso, Dra. Ilka Treminio Sánchez, afirmó que las discusiones generadas en redes sociales promovieron la innovación por parte de los medios de comunicación y la creación de nuevos espacios informativos. – foto Karla Richmond, UCR.
En su criterio, los distintos sectores sociales y los medios de comunicación llegaron a un común acuerdo sobre «la efectiva peligrosidad del discurso autoritario, de las posibilidades de la pérdida de la institucionalidad democrática y de otros valores, que permitió que los medios, los intelectuales y otros grupos socialdemócratas vieran el centro político como una decisión concreta que era apoyar una opción política».
La académica señaló también la existencia de un consenso entre distintos grupos sociales sobre los límites admisibles en la búsqueda del poder, el papel que jugaron las redes sociales y la manera en que funcionan como una caja de resonancia, lo que ha generado que una parte de la población piense que hubo fraude electoral y que esta creencia quede por más tiempo.
Por su parte, el analista sociopolítico y comunicador M.Sc. Eduardo Ulibarri se refirió al contexto de los medios de comunicación en el marco electoral, donde resaltó el papel de las redes sociales como herramientas de campaña, y la tensión generada entre la concentración y la pérdida de control del mensaje que termina en memes.
El analista sociopolítico y comunicador M.Sc. Eduardo Ulibarri reconoció en las pasadas elecciones una creciente dispersión mediática, en la que los medios tradicionales evidenciaron una menor centralidad.- foto Karla Richmond, UCR.
«Hay una creciente dispersión mediática y eso ha hecho que los medios tradicionales tengan en la actualidad menor centralidad; no es que no tengan centralidad, pero sí se ha ido reduciendo en relación con otras propuestas mediáticas», afirmó Ulibarri.
El analista explicó que el vacío informativo que generaron el viernes y sábado santos previos a las elecciones y la veda electoral del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), fue subsanado desde las redes sociales, que impulsaron el consumo de contenido sin verse afectadas por este contexto.
Luego de un recuento de los principales hechos mediáticos que impactaron el curso de las elecciones, Ulibarri Bilbao aprovechó para hacer un llamado a futuros profesionales y actuales comunicadores sobre la necesidad de la triangulación informativa, evitando las verdades simuladas.
Algunos Territorios Seguros están dando importantes pasos que requieren apoyar páginas que están constituyendo, Mi agua no se negocia es una de ellas y en cualquier momento compartiremos el link de Curridabat.
Necesitamos el respaldo de cada participante o amigo del Movimiento de Ciudadanía que Construye Territorios Seguros.
Entrevista al politólogo y comunicador, Gustavo Araya Martínez
Tatiana Carmona Rizo,
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
Los contenidos y las opiniones que usted comparte en sus redes sociales sobre el ámbito político contribuyen en la construcción de la democracia.
Así lo considera el politólogo y comunicador, Gustavo Araya Martínez, quien explica en la siguiente entrevista cómo las redes sociales se han convertido en herramienta para que la ciudadanía ejerza un rol más activo en la política.
–¿Considera usted que las redes sociales son una herramienta para construir democracia?
«Cuando hablamos de democracia primero hablamos de participación, y cuando hablamos de participación hablamos de una participación reglada, que no puede ser anómica. La segunda gran condición es que la democracia tiene un principio que es que no solamente parte de reglas del juego sino que además se hace de manera constructiva. Es por eso que si ponemos esos elementos para evaluar las redes sociales diríamos entonces que sí, que sí se cumple que la participación ciudadana a través de las redes sociales se puede considerar como una participación democrática».
Esto porque primero hay fuerte reglamentación general en las redes sociales, la cual dice que la participación tiene que estar apegada a valores, generalmente quienes participan en estos espacios están dispuestos a cumplir –más allá de las reglamentaciones que ofrecen la plataforma– con una participación que se hace con tolerancia, con respeto, con solidaridad, y tienden a privilegiarse en las redes sociales este tipo de comportamientos, entonces sí podríamos hablar de democracia en ese primer momento. Y el segundo gran momento es que es si esto se hace con un propósito, efectivamente las redes sociales también son un espacio para hacer democracia, cuando uno ve la participación que se da en política por ejemplo, se da cuenta de que cada vez más la política se está construyendo fuera de los ambientes o espacios tradicionales y cada vez más se construye desde una lógica ciudadana más abierta y en espacios distintos de donde estaban antes, que eran en las plazas públicas, en los barrios, en las comunidades, y ahora las plazas públicas son permanentes y en las redes sociales.
En ese sentido, antes los discursos de los políticos eran los discursos en donde el político se suponía que todo lo sabía, todo lo podía y todo lo quería hacer, bueno ahora estamos en unas redes sociales en donde la democracia se hace ver como qué la participación tiene otra connotación que es que yo como ciudadano sí sé qué es lo que quiero, acerca de qué me refiero, sé por dónde debe ir el rumbo del país o de mi comunidad o ambiente más inmediato, pero además en donde el político está sometido a una horizontalidad, lo puedo criticar, lo puedo transparentar, le puedo pedir cuentas de manera inmediata, entonces podemos decir que las redes sociales sí son un espacio en donde se abre camino la democracia.
–Algunos teóricos de la comunicación aseguran que a pesar de que las redes sociales ofrecen una gran variedad de voces y de contenidos, la gente sigue consumiendo temas como sucesos y entretenimiento en estos espacios y que por esta razón las redes sociales aún no se pueden definir como una herramienta para construir democracia ¿cuál es opinión al respecto?
«La democracia nunca es un sistema perfecto, si creemos que la ciudadanía que se está expresando en las redes sociales es la democracia griega, de la ciudadanía masculina con propiedades que tenía esclavos a su cargo, pues sí efectivamente estamos hablando de una democracia diferente, porque la democracia actual son aquellos que tienen acceso a la plataforma, aquellos que tiempo para la plataforma y aquellos que están en las condiciones materiales para tener una presencia efectiva y permanente para participar, no podemos pensar hoy en día una democracia extendida en un cien por ciento a toda la ciudadanía, eso en cuanto a estructura. Y en los contenidos, pasa lo siguiente: y es que si esperamos a que los contenidos vengan todos desde la propia ciudadanía, estamos hablando de algo que no es democracia, y es que el papel de la democracia está según roles asignados, entonces si esperamos que los medios de comunicación no sean la fuente primaria para establecer procesos democráticos estamos equivocados. Y es que los medios de comunicación son por naturaleza los mecanismos mediante los cuales la democracia se asegura el acceso a la información».
Efectivamente, tenemos hoy mayor cantidad de participación ciudadana de alguna manera, esa ciudadanía que efectivamente no es toda y que efectivamente tiene fuentes limitadas, pero tenemos una mayor participación ciudadana merced a esas condiciones que están presentándose gracias a estos mecanismos, y es que no hay que olvidar que las redes sociales no son en sí mismas un ente, sino que están constituidas por personas y por eso las redes sociales son la caja de resonancia que nos permite hoy tener en tiempo real cuál es la participación de las personas.
–¿Cómo han influido las redes sociales en la forma de hacer política?
«La forma de hacer política también ha cambiado porque las redes sociales se constituyeron en ese espacio en donde puedo tener en tiempo real cuáles son las reacciones ciudadanas a las diferentes temáticas y personalidades que existen en el mundo de la política, antes tenía que esperarme a hacer la encuesta, hoy –aunque no es necesariamente representativo de la población– puedo tener algunos elementos cualitativos de cuáles son las formas en las que se hace la apropiación de los contenidos simbólicos y programáticos de los partidos políticos».
Desde el punto de vista ciudadano, yo esperaría entonces que los partidos políticos atiendan más en tiempo, en frecuencia y en calidad, las demandas populares que se dan a través de mecanismos más directos como las redes sociales, que lo que hacían anteriormente a través de medios de comunicación o a través de contactos controlados por parte de políticos en plazas públicas. Entonces, yo esperaría que los partidos políticos entiendan de una vez y por todas, que esas reglas del juego, de tolerancia, respeto, de solidaridad y demás valores democráticos como la transparencia y las buenas intenciones empiecen a privilegiarse en estos espacios, lejos de estar haciendo manipulación y tergiversación y otras prácticas que son desdeñables para los partidos políticos.
–¿Qué mecanismos pueden utilizar los ciudadanos para dar un mejor uso de las redes sociales y así poder construir democracia desde esos espacios?
Bueno la recomendación es efectivamente considerar las fuentes, lo primero es tener una conciencia crítica respecto a aquello que lee, ve o escucha, que sepa que todo tiene una intencionalidad y todo tiene una posición.
Entonces hay que tratar de que cada vez más la población tenga mejores y mayores elementos para la crítica, y ¿cómo se logra eso? Bueno haciendo una lectura completa de los medios de comunicación no solamente titulares; haciendo que tengan conocimiento de cómo se elabora un discurso político –y sé que eso es un tema educativo y pero bueno tienen que pasar por formación ciudadana en los espacios educativos de Costa Rica, y no puede ser posible que yo ciudadano crea o no crea dependiendo de percepciones ideológicas sin fundamento, tiene que ser con apego a relaciones de lógica, formal, con evidencias, con pruebas fehacientes y con argumentaciones–, y entonces en esa medida en la que la ciudadanía critique menos personalmente a los políticos, o que esté menos apegada a clichés como que la política es corrupción y entienda mejor que la política es otra cosa diferente a la que vende el show, creo que estaríamos haciendo un mejor esfuerzo en ese sentido.
Gustavo Araya Martínez es politólogo y Máster en Comunicación de la Universidad de Costa Rica. Tiene una trayectoria de más de 20 años de trabajo profesional como investigador, consultor, en las áreas de Investigación de Mercados, Medios de Comunicación Masiva, Análisis de Contenido, Evaluación y Análisis de Discurso, Seguimiento y Análisis de Noticias en Medios de Difusión Masiva, Mapeo político y estrategias de comunicación.
También es asesor de comunicación política, Director de Estudios de Opinión Pública para Centroamérica y República Dominicana para las compañías CID-Gallup y GfK, así como Director de Public Affairs para Ipsos, en Centroamérica y República Dominicana, y Director de Instituto Ciudadano.org.
Como parte del proyecto de divulgación de la Ciencia de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Nacional, se realizó el pasado miércoles 5 de abril en la sala de ex rectores de la Biblioteca Joaquín García Monge el Taller: “Redes Sociales para la comunicación y la orientación de sistemas de información universitarios” impartido por Anthony Pérez, académico de la Universidad Politécnica de Valencia, España.
Entre los temas abarcados en la conferencia se encuentra el tema de la Generación de los Milennials donde se debe de empatizar con ellos, que la marca sea relevante para ellos y el internet como el canal por el que nos comunicamos. El cómo nos comunicamos es también importante, ya que el teléfono móvil se encuentra a la cabeza y como aplicaciones más utilizadas para este dispositivo se encuentran: las de comunicación, correo, redes sociales y la localización.
Algo muy importante que rescata el expositor es la utilidad que tienen el teléfono como medio urgente para dar soluciones, buscando respuesta en al menos cuatro horas, entonces no se puede descartar al teléfono como medio de comunicación urgente.
Se plantea el entorno digital como el nuevo contexto de comunicación, a partir de ello se entiende como la participación activa por parte de las audiencias, caracterizado por una comunicación personalizada, basada en las personas y en la construcción de relaciones.
¿Cómo deben ser los mensajes influyentes?, para el expositor se debe evitar la improvisación, tener claro la importancia que tiene el destinatario, además de que los mensajes llegaran más rápido, pueden ser más contagiosos y persistentes.
El expositor recomienda una metodología para el manejo de las redes sociales plasmada en tres momentos, un antes que se encuentra la configuración y la creación de perfiles, el durante donde se debe monitorear, publicar e interaccionar y como último el después donde se evalúa y mejora.
Dos grandes redes sociales son las que llaman la atención; el Facebook y Twitter, este último se caracteriza por ser de naturaleza pública, más influencia en opinión pública/presencia, crecimiento estancado, reglas propias de uso.
El Facebook por su parte es de naturaleza más privada, universal, crecimiento progresivo, dueño del ecosistema móvil: Instragram/WhatsApp y se le puede llamar el rey, con mucha diferencia.
El experto plantea como objetivo del taller: “concientizar a personas que están atendiendo a los alumnos y cualquier otro tipo de personas respecto a métodos tradicionales de atención como lo es la ventanilla del teléfono, algunos siguen vigentes y hay otros que están perdiendo protagonismo o terminaran desapareciendo, además resaltar la importancia de las redes sociales como ventanilla de comunicación y de información, no solamente de ocio. Es por ello que las Universidades no se pueden quedar atrás y usar la ventanilla de las redes sociales adaptándolas a cada canal respectivamente”.
Para el experto la divulgación científica brinda un aporte valioso, sin embargo: “si se quiere llegar a una mayor cantidad de población se debe de adaptar esa publicación llámense artículos o revistas con un lenguaje científico a un lenguaje más literal”. Con ello se puede llegar a la sociedad en general.
¿Pero cómo llegamos a la sociedad en general?, Anthony Pérez, nos dice: “que a través de los canales de comunicación que están utilizando, siendo la población joven la más importante para crear la vocación científica y es por ahí donde se aprovechan las redes sociales aprovechando los medios que se pueden descargar en los móviles”.
Mediante el proceso de globalización que se vive hoy en día, debemos sacar provecho de ello y saber utilizarlo a nuestro favor, en el caso de la Universidad Nacional sabiendo el tipo de población que debemos cautivar es importante adaptar y ser creativos con los mensajes que se pretenden trasmitir, pues si queremos generar impacto debemos saber llegar al público meta adaptando los mensajes, siendo estos comprensibles.
Colaboración:
William Morris lynot Efrain Cavallini Acuña-Rectoria UNA
Fotográfo: Eliecer Berrocal Sánchez. Oficina de Relaciones Públicas UNA
Enviado a SURCOS por MSc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.
Se propone la creación de comunidades de voluntariado virtual
Los ciudadanos deben ser tomados en cuenta por las autoridades de emergencia en la generación de información ante un desastre.
Gracias a varias investigaciones, cada día cobra más fuerza la posibilidad de que las personas y comunidades sean las protagonistas en la generación de la información ante una emergencia a través de las redes sociales.
Así lo dio a conocer en una conferencia magistral, la Dra. Andrea H. Tapia de la Associate Professor of Information Sciencies and Technology. College of Information Sciences and Technology, Penn State University.
Los costarricenses a través de las nuevas tecnologías de la información, como son los teléfonos inteligentes y las redes sociales, con mayor frecuencia han ido documentando lo que ocurre a su alrededor, lo cual permite alertar en tiempo real a las personas en condiciones de riesgo y a las autoridades para la toma de decisiones.
Para la experta, las autoridades deben aprovechar esta afluencia masiva de datos mediante la creación de comunidades de voluntariado virtual para ayudar a los agentes de respuesta en la generación de la información y la toma decisiones acertadas que ayuden a salvaguardar la vida de las personas en riesgo.
El objetivo primordial es proporcionar información oportuna sobre un peligro para que las personas amenazadas, las comunidades y las organizaciones puedan prepararse para este riesgo y mitigar sus efectos.
Las autoridades de emergencia han utilizado los Sistemas de Alerta Temprana, sin embargo, en las investigaciones se determina que se han presentado problemas de accesibilidad de la información hacia la población en riesgo. Por ejemplo, no se llega con instrucciones claras, no son personalizadas, la información no genera confianza, el procesamiento de los datos es centralizado y en ocasiones no llega a tiempo.
Otra de las razones que justifican la creación de redes de comunicación locales, es que tienen mayor credibilidad porque se convierten en redes conocidas.
Tiempo de verificación de una crisis
Otro de los datos interesantes expuestos por la especialista producto de su investigación, se orienta hacia la credibilidad de los datos por parte de quienes reciben la alerta. Un estudio realizado a 271 personas que enfrentaron el atentado de las Torres Gemelas en la Ciudad de New York en el año 2001, demostró que un 91,4% se quedó a la espera de información (tratando de averiguar lo que estaba sucediendo) o retrasó su evacuación alrededor de 8 minutos al permanecer en el recinto completando cuatro tareas antes de iniciar la evacuación como fue recoger sus pertenencias, apagar la computadora, entre otras acciones.
En este sentido, la investigadora afirma que mejorar las comunicaciones durante una emergencia podría reducir en gran medida los retrasos de evacuación y búsqueda de refugio, eliminando la etapa de verificación de la información.
Para la Dra. Tapia, en los sistemas de Alerta Temprana, la tendencia actual se dirige hacia la creación de un híbrido donde se utilicen Sistemas de Alerta Temprana que incluya la participación activa y seguimiento directo de redes comunitarias virtuales motivadas y previamente capacitadas combinado con sensores físicos, como por ejemplo, la alerta por medio de sirenas. Lo anterior, permite, en el corto plazo, recoger, analizar, interpretar y redistribuir los datos sobre el estado y evolución de una emergencia.
Especialistas en gestión del riesgo reconocer que uno de los principales problemas durante una emergencia es el acceso y procesamiento de la información ya que es necesario garantizar la veracidad de los datos.
Por ello, la especialista Tapia señala que la propuesta se dirige hacia un híbrido, mediante el procesamiento de datos respaldada con un ecosistema mayor de datos. Se convierte en un sistema que tiene el potencial de ser más preciso, oportuno y útil para la misma comunidad. Un público motivado y capacitado puede contribuir de manera directa a un sistema de información compartida.
Una comunidad en condición de riesgo está más motivada a trabajar por y para su propia seguridad y con un ojo entrenado, enfatizó la especialista, los miembros de la comunidad están en una posición única y directa para alertar por medio de las redes sociales. Tendrá mucho más relevancia, precisión y utilidad para el público vulnerable a quien sirven, puntualizó.
La visita de la doctora Andrea Tapia, fue organizada por el Posgrado en Geología con la colaboración de la Maestría en Gestión del Riesgo en Desastres y Atención de Emergencias en el marco del Proyecto ED-2878 Capacitación continua en gestión del riesgo.
¿Cuáles son las lecciones aprendidas de los Sistemas de Alerta Temprana?
Los sistemas de alerta temprana deben suministrar suficiente información para reducir la búsqueda de información adicional.
Esta información debe promover una acción simultánea clara
La información deber ser personalizada y local para el destinatario
La información debe provenir de un conocido de confianza, preferiblemente una fuente local de credibilidad.
Un Sistema de Alerta Temprana debe contemplar 4 elementos claves:
Conocimiento previo de los riesgos
Presencia de un servicio de vigilancia y alerta
Contar con un sistema de información por diferentes vías
Capacidad para tomas acciones oportunas
Información enviada a SURCOS Digital por Lic. Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR.