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Etiqueta: revolución

Hegel y Marx: la dialéctica del amo y del esclavo

Por Arnoldo Mora

La dialéctica del amo y del esclavo es una de las páginas más célebres de LA FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU, una de las obras mayores de Hegel, quien es considerado como uno de los filósofos más influyentes de los últimos doscientos años. La dialéctica del amo y del esclavo constituye uno de los mayores aportes y de mayor trascendencia de la filosofía hegeliana a la filosofía contemporánea; sobre todo, si tenemos en mente la versión que de la misma hizo Marx a la luz de las categorías epistemológicas que sustenta el materialismo histórico; por eso resulta difícil, por no decir imposible, separar una versión de la otra, si bien es indispensable hacer este intento para mejor sopesar y valorar el aporte de una u otra versión. Para Hegel, la dialéctica del amo y del esclavo caracteriza una de las “figuras de la conciencia” histórica: la antigüedad clásica, que Hegel analiza particularmente a propósito del Imperio Romano. En concreto, para Hegel se trata de comprender la historia como vivencia existencial colectiva, tomando en cuenta una ética de la alteridad, basada en una concepción integral de la sociedad y de la confrontación de los sectores que la componen; todo lo cual da un enfoque político a los procesos históricos, entendiendo por “política” el ámbito social donde se libra la lucha por el poder y su resultante como ejercicio del mismo en el Estado. Para ello, se requiere asumir un punto de vista epistemológico, a tenor del cual se analizan los hechos no sólo como realidades objetivas como hace el historiador, sino desde la conciencia vivida de los principales protagonistas de la historia; ya que lo importante para nuestro filósofo en la historia, más que los hechos tomados como eventos aislados o, más exactamente, a partir de los hechos fácticamente tomados, aquí se busca explicar la racionalidad que rige, no tanto los hechos individualmente tomados, sino los procesos históricos que los rigen y explican; por lo que se reflejan en las instituciones que en esos períodos históricos se crearon.

En este caso concreto, el aporte más significativo de la Roma clásica a la cultura universal fue la creación del primer Estado propiamente dicho (Maquiavelo) y su justificación racional mediante el derecho. En la historia, tal como la solemos estudiar, se caracteriza a la sociedad y al Estado de la Roma Imperial, organizada como una sociedad “esclavista”. Desde un enfoque epistemológico, la sociedad romana debe verse como un todo socio-cultural, donde amos y esclavos son por igual, aunque con roles diametralmente diferentes, sus artífices; en una sociedad esclavista, unos y otros son indispensables. Al analizar la conciencia del hombre romano, Hegel señala que uno de sus componentes es el esclavo, tan imprescindible como el señor, si bien con un rol irreconciliablemente antagónico. En consecuencia, si caracterizamos la conciencia del romano, sea amo o sea esclavo, estamos ante una conciencia alienada, dado que una de las partes que la componen, es negada por la otra; estamos ante una conciencia en conflicto, en lucha contra sí misma. El esclavo es la negación del amo; por su parte, el amo se niega a sí mismo, al negarse a reconocer uno de los elementos constitutivos de su propia conciencia. Ese elemento, que es el esclavo, es la parte material de la conciencia del amo, y el amo es la parte pseudoespiritual o trascendente de la conciencia del esclavo; por lo que éste lleva a su dominador dentro de sí mismo; su conciencia también está enajenada.

El amo sólo sueña en ser conquistador por la violencia, por lo que desprecia al esclavo a quien ha vencido obligándolo a producir lo necesario para satisfacer las necesidades materiales, es decir, la vida mediante el trabajo. Dentro de este contexto político y cultural, el esclavo no es una persona, no es un sujeto de deberes y derechos sino un instrumento o herramienta de trabajo; su vida, a los ojos del señor, no se justifica más que por la producción de bienes materiales; razón por la cual justifica su existencia objetivando su esencia de esclavo mediante el producto de su músculo, aunque no le pertenece sino al amo, es él – el esclavo – el que produce la riqueza; esta es la razón por la que el amo le perdona la vida. Lo que el amo olvida es que, si bien el esclavo necesita del amo para sobrevivir, el amo también necesita del esclavo, porque sin su trabajo se moriría de hambre. No hay amo sin esclavo; el amo necesita del esclavo para afirmar su libertad y justificar su condición de amo; el esclavo le es imprescindible; por lo que el esclavo se convierte en su destino inexorable; hasta el punto de que el amo termina por depender de la existencia misma del esclavo.

Por eso el esclavo se libera, es decir, produce su propia libertad, al objetivar la conciencia alienada mediante el trabajo material, mientras el amo destruye su propio ser en el goce o disfrute del trabajo ajeno. Más que el esclavo, es el amo quien necesita del esclavo para su propia sobrevivencia. El amo está más lejos de su liberación que el esclavo; el amo sólo podrá lograr su libertad, es decir, desenajenar su conciencia de esclavista, mediante la reconciliación con el esclavo; lo que equivale a reconocer la condición de persona del esclavo y, con ello, su condición de sujeto de derechos y deberes. Lo cual significa que el amo debe negarse a sí mismo, vivir su propia contradicción intrínseca como su destino inexorable como individuo (Hegel) y el fin de su clase social como destino histórico (Marx).

Finalmente, si vemos este proceso dialéctico a más largo plazo, es decir, desde el punto de vista de una filosofía de la historia de Occidente, como lo hacer Hegel en la obra mencionada, el hombre medieval – período que sigue a la época clásica esclavista – se caracteriza por asumir su existencia como “conciencia desdichada” o conciencia desgarrada, que ya en sus escritos de juventud Hegel caracterizaba como lo propio del cristianismo; tal es la conciencia de culpabilidad por considerarse un pecador. Esa concepción teológica llega al paroxismo con los reformadores, de donde proviene el propio Hegel. Por su parte, el reconocimiento de los derechos y deberes del esclavo, es decir, de las clases sociales subalternas, implica una revolución, no sólo política, sino también cultural. Para Marx, esto sólo se da con un cambio en la clase social dominante, cosa que, históricamente, se logra gracias al advenimiento del modo de producción feudal y la cultura medieval básicamente teológica, “metafísica”, diría Comte. Con ello la contradicción interna y existencial del hombre medieval se traslada al más allá, con lo que la vida aquí en la tierra se ve tan sólo como un tránsito a la otra vida, la que es considerada como la definitiva y plena; el más allá es la razón de ser del más acá. Las grandes peregrinaciones religiosas son la más evidente expresión de esa cultura, dirá Hegel.

“Educación para transformar: el rol de la formación política”

Esteban J. Beltrán Ulate
Profesor

La formación debe ser una condición necesaria de toda agrupación política. No es posible transformar la realidad, si no se realiza de manera conjunta el ejercicio de la interpretación en diálogo. La vida política, por tanto, involucra una serie de dimensiones entre las que destaca la reflexión y la praxis. La alternativa no se establece de la noche a la mañana en una sociedad, sino que se va tejiendo, día a día, a partir de involucrarse en el contexto histórico como un agente y no como un simple espectador.

Estamos a las puertas de procesos electorales, como suele suceder, aparecen figuras que vivían ocultas tras paredes o bajo la sombra de un protector, por otro lado, surgen figuras recicladas de la política tradicional, con recetas para solventar los malestares que en su momento generaron, a su vez, se despiertan figuras con un carácter carismático que pretenden ser la solución total de la desgracia, pero que bajo su discurso se enmascara un aire de totalitarismo en potencia.

¿Qué debe hacer un grupo partidario comprometido con su rol histórico?, la respuesta es compleja, pero no puede dejar de lado la consigna de formar. Formar para transformarse y transformar, derribar los mitos de la democracia y sembrar la semilla de la esperanza en la política como servicio a la humanidad. Un verdadero líder o lideresa social tiene que estar formado políticamente, por lo tanto, un partido político coherente ha de estimular las plataformas para una educación de la liberación. El estudio debe ser una necesidad de todo militante de un partido que quiera dar un paso al frente y responder de manera alternativa a una política del hastío.

La profunda revolución de las conciencias se dará cuando la formación política sea el instrumento permanente, una formación que no emascule las capacidades creativas, una formación que lleve de la mano a hombres y mujeres al reconocimiento de su rol histórico como agentes de cambio y transformación de y desde los pueblos. Solo así, se erradicará la tentación de esperar en ungidos y se comprenderá que el partido es uno reflejado en todos y todas, y que el proyecto político emancipador está inscrito en cada voz. Por eso estudiar, estudiar y transformar.

Presentación en línea del informe “Nicaragua: Una revolución fallida: La lucha indígena por el saneamiento”

San José, 14 de agosto de 2020.- El pasado 5 de agosto de 2020, el think-tank de asuntos ambientales Oakland Institute presentó “Nicaragua: Una Revolución Fallida: La Lucha Indígena Por El Saneamiento”, una traducción al español del informe Nicaragua ‘s Failed Revolution.

Este informe independiente recoge las denuncias de pueblos, comunidades, organizaciones y personas defensoras de los derechos de los pueblos indígenas respecto de la creciente violencia perpetrada por parte de colonos; con la complacencia de empresas trasnacionales y el Estado nicaragüense. El texto también expone a empresas extranjeras mineras de oro, actores nacionales e internacionales de la industria maderera y ganadera, así como a destacados funcionarios nicaragüenses detrás de esta violencia.

Frente a estas agresiones, ampliamente documentadas por organizaciones de derechos humanos y retomadas por el informe, el Estado de Nicaragua ha fallado en garantizar la vida e integridad de los pueblos indígenas, al que tiempo las violaciones continúan impunes. En su lugar, el Gobierno sigue promoviendo actividades extractivas en territorios indígenas y la situación de riesgo se agrava.

Como representantes de las comunidades indígenas miskitu ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), desde el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) te invitamos a la presentación del informe “Nicaragua: Una Revolución Fallida: La Lucha Indígena Por El Saneamiento”, cuya versión en inglés ya ha generado millones de impresiones en los medios, incluida cobertura por parte del New York Times, Guardian, Le Monde, Washington Post, ABC News, MongaBay, entre otros.

Acompáñanos el jueves 20 de agosto de 10:00am a 11:30am hora Centroamérica en un webinario en español para presentar los hallazgos del informe y discutir acerca de las formas de apoyar la lucha de los pueblos indígenas por el saneamiento.

Panelistas:

  • Anuradha Mittal, autora del informe y Directora Ejecutiva de Oakland Institute
  • Lottie Cunningham, fundadora del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN)
  • Claudia Paz y Paz, directora del programa de México y Centroamérica del Centro por la Justicia y Derecho Internacional (CEJIL)

Moderadora: Sofía Espinal, oficial de comunicación en CEJIL para el programa de México y Centroamérica

Regístrate: https://bit.ly/30NwbJG
Hallazgos clave del informe:

  • Las comunidades indígenas en las regiones autónomas de la Costa Caribe enfrentan una situación de violencia agravada, como lo demuestran los recientes ataques contra las comunidades Alal, Wasakin y el pueblo Miskitu.
    • Desde enero de 2020, diez personas de las comunidades Mayangna y Miskitu en la Región Autónoma de la Costa del Caribe Norte (RACCN) han muerto en invasiones territoriales, lo que eleva a 46 el número total de asesinatos registrados desde el 2011. Decenas de personas han sido heridas, secuestradas, desaparecidas y miles han sido desplazadas debido a las invasiones de tierras.
    • El gobierno de Nicaragua ha puesto millones de hectáreas a disposición de la explotación minera, la industria maderera y la ganadería, atrayendo a empresas transnacionales y llevando a miles de colonos a regiones autónomas en detrimento de las vidas y los medios de vida de los pueblos indígenas.
    • Si bien las leyes del país establecen la autonomía de las comunidades indígenas en la gestión de sus tierras y recursos naturales, estos derechos se niegan sistemáticamente mediante el despojo.
    • Personas funcionarias participan en ventas ilegales de tierras y en la represión policial auspiciada por el Estado en contra de las comunidades que resisten el despojo.

El Instituto Oakland es un grupo independiente de personas expertas que aporta nuevas ideas y acciones audaces a los problemas sociales, económicos y ambientales más urgentes de nuestro tiempo.

CEJUDHCAN es una organización no gubernamental, sin fines de lucro que brinda programas educativos, apoyo legal y asistencia práctica a los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes en la costa caribeña de Nicaragua.

CEJIL es una organización regional que promueve y defiende los derechos humanos en las Américas ante los sistemas internacionales de protección, como el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Entre los diferentes litigios que ha llevado a cabo se encuentran las medidas de protección en nombre de 12 comunidades miskitu y dos personas defensoras de los derechos humanos de los pueblos indígenas.

 

*Imagen destacada tomada de: https://www.dw.com/

De la pandemia a la partenogénesis

Arnoldo Mora Rodríguez

Como si estuviéramos ante una nueva versión del dios Jano, un fantasma de doble rostro recorre el mundo; se trata de un solo fantasma pero con dos rostros: el uno que mira hacia atrás, el otro hacia adelante. Ambos ya son conocidos por la humanidad; el uno nos da una visión del pasado, el otro atisba el futuro; el uno es una pesadilla, el otro un sueño; ambos constituyen una muestra indeleble de lo que es la cultura occidental. La pesadilla fue anunciada por el fantasma como el anuncio de la tragedia que envuelve el trono de Dinamarca, según el célebre drama de Shakespeare; el otro rostro lanza la primera frase del no menos célebre Manifiesto de 1848 en que Carlos Marx y Federico Engels proclaman que un nuevo salvador ha venido al mundo: el proletariado (“los pobres de la tierra” diría hoy la teología de la liberación, en una frase que evoca a José Martí, tanto como al Sermón de la Montaña).

En mi reclusión de estas semanas en mi casa, se han dado cita en mi mente estos dos fantasmas, mientras veo a la humanidad sumida en los dolores de un parto, que anuncia que el terror apocalíptico de las pestes debe convertirse en grito de esperanza ante el advenimiento de una nueva época, tal como, a inicios del segundo milenio lo proclamara el monje calabrese Joaquín de Fiori. La evocación de ese teólogo medieval no es gratuita, ni casual. Hoy vivimos el fin del segundo milenio de la cristiandad y el inicio del tercero; el año 2000 no fue sólo el comienzo del nuevo siglo, el XXI, sino igualmente el inicio de un nuevo milenio, el tercero. Pero, para saber hacia dónde vamos, debemos primero conocer de dónde venimos. En vísperas del primer milenio Julio César crea el modelo de Estado que le permitirá a Occidente dominar el mundo, al convertir la República de Roma en el Imperio Romano; seis años antes del año con que comenzó nuestra era nace, según hay consenso entre los historiadores actuales, el personaje histórico más influyente de la historia hasta el momento actual: el judío Yeoshua de Nazareth, llamado Jesucristo, según la terminología del griego coiné imperante como lengua franca de la Cuenca del Mediterráneo en esa época. En el año mil en la Edad Media cristiana, se vive como cosmovisión la versión milenarista de la teología, según la cual, con la llegada del año mil, retornaría Cristo a juzgar a los pueblos y, con ello, la humanidad tal como la conocemos, habría llegado a su fin, sólo habría el cielo y el infierno, el primero para los justos y el segundo para los perversos; la profecía del Apocalipsis se habría cumplido, por lo que la historia de la humanidad y la humanidad misma no sería nunca más la misma, se acababa un mundo y se daba inicio a otro, radicalmente nuevo, calificado por Fiori como la era del Espíritu Santo, en que la iglesia jerárquica desaparecería y daría inicio la era de la libertad de los hijos de Dios…Pero resultó que Cristo no regresó ni se acabó el mundo; todo lo contrario, el papado, que como centro de poder absoluto se venía paulatina pero inexorablemente confirmando, llenando así el vacío provocado por la decadencia del Imperio creado por Carlo Magno y el nacimiento de lo que se llamará Europa; el papado lanzaría Las Cruzadas, con lo que se iniciaba la conquista del Mediterráneo y la expansión planetaria del Occidente Cristiano como potencia dominante…hasta el presente. Desde entonces Occidente ha emprendido una cruzada que abarca el planeta entero, que se inicia con el “descubrimiento” de todo un Nuevo Mundo más allá de “la Mar Océano”, como llamaban los conquistadores españoles al actual Océano Atlántico; el pequeño pero poderoso militarmente reino de Castilla lograba la proeza histórica de forjar el primer imperio en el cual “no se ponía el sol”. Se requerirán cuatro siglos para que surja otro imperio absolutamente planetario, el británico, que será amo del universo durante todo un siglo: desde la Batalla de Waterloo (1815) hasta la 1ra. Guerra Mundial (1914). El último imperio de Occidente, el Norteamericano, hegemónico después de la 2da.Guerra Mundial (1940) llega, con el nuevo siglo y con el nuevo milenio, a su fin; con ello, como decía el último primer ministro laborista Gordon Brown en la Cumbre de Dabos del 2008:”West is over”.

La actual pandemia, la más planetaria que conoce la historia, ha puesto dramáticamente en evidencia que estamos siendo testigos de la más grande revolución política, social y cultural que pone fin a dos mil años de hegemonía mundial de la Cristiandad Occidental. Pero no por ello la humanidad o la historia se acaban; un nuevo orden mundial se gesta construido por un nuevo sujeto histórico: un ser humano con conciencia o identidad planetaria, dado que los actuales desafíos a los que afronta la especie ya no son regionales sino planetarios; por eso, en cada decisión que tomemos, se pone en juego la sobrevivencia misma de la especie. Nunca como ahora que el homo sapiens ha acumulado la mayor cantidad de poder que especie viviente alguna haya logrado en la evolución, el espectro de la muerte nos acompañará tanto como la euforia provocada por la conciencia de disfrutar de un poder cuasi infinito; viviremos entre la pesadilla y el ensueño. Como lo vislumbró Shakespeare poniendo al fantasma del padre de Hamlet a denunciar la podredumbre oculta tras los oropeles de un trono real, que haría que los tiempos de gloria de la corona danesa se convertirían en una sangrienta pesadilla. Pero también estos tiempos de cambio anuncian el advenimiento de lo que Nietzsche denominó “aurora” de un nuevo día, que se convirtió en el motor que ha movido todas las revueltas de los movimientos populares, cuyo programa de acción fue redactado en 1848 por Marx y Engels; recurriendo a la terminología de Teilhard de Chardin, para ello debemos transitar “de la divergencia a la convergencia”. Hasta el momento actual, la especie ha sobrevivido; ahora debe aprender, so pena de extinción, a convivir; debemos pasar de la sociedad (instinto gregario propio de casi todas las especias de mamíferos) a la comunidad conformada por personas solidarias; lo cual sólo se logra cambiando de escala de valores. La concepción antropológica que identifica ser humano con individuo debe ceder el paso a lo que la doctrina social de la Iglesia, inspirada en la filosofía de Aristóteles, denomina “ser social”. Ante este reto no somos libres, si por tal entendemos el ejercicio de lo que San Agustín denominaba “libre albedrío”.

La humanidad afronta el fantasma del suicidio colectivo en cuatro desafíos. A partir de Agosto de 1945 (Hiroshima y Nagasaki) vivimos bajo la sombra ominosa del hongo nuclear; luego en 1968 el Club de Roma anuncia que la destrucción de las especies vivientes desenmascara el mito de una sociedad del despilfarro, basada en una industrialización llevada a cabo a contrapelo de una ética ecológica; ya en este siglo, un diminuto virus le ha quitado la corona al homo sapiens y se ha convertido en el apocalíptico ángel de la muerte, desenmascarando la destrucción de los más elementales valores humanos perpetrado por el capitalismo salvaje, que se nutre de la nefasta ideología neoliberal. Sólo nos resta acabar con el cuarto ángel exterminador, cual es la dictadura mediática, propulsora de las falsas noticias. Cuatro guerras mundiales: la nuclear, la ecológica, las pandemias y el imperio mediático de la infamia y la mentira. Sólo venciendo esas amenazas de destrucción masiva, que pondrían fin a la especie humana, podremos construir una paz auténtica como espacio de convivencia digna de seres humanos, tal como sería la era mesiánica proclamada por la esperanza escatológica de la teología de la historia de inspiración judeocristiana. Habríamos así pasado del horror de la pesadilla al embeleso del ensueño; de la tragedia de Hamlet a la edad de oro anunciada en el Manifiesto de 1848. De la pandemia a la partenogénesis.

Foto: UCR

Una revolución bolivariana defendida

Por Carlos Meneses Reyes

 

Hoy, ante el triunfo de la Revolución Bolivariana al instalar una Constituyente Comunal y Popular, rememoro como antecedente, un artículo de mi autoría, publicado por el portal internacional www.rebelion.org , el 12 de diciembre de 2015: “Una Revolución NO Defendida”, en el que con la pluma apoyada sobre la realidad, intentaba analizar el resultado de las elecciones del 6 de diciembre de ese año, el día 6D, en que la oposición de derecha logró la mayoría de Diputados a la Asamblea Nacional Bolivariana. Iniciaba: “Imposible desconocer que el panorama de los efectos nefastos con la derrota electoral del pasado 6D, al obtener la oposición venezolana la mayoría absoluta y calificada del poder legislativo en la Asamblea Nacional Bolivariana; se centra en el análisis de la errada concepción política económica y no en desvío alguno de la esencia protectora del Estado de Derecho, en la observación de los Derechos Humanos Fundamentales y en el ejercicio consolidado de la participación ciudadana electoral”.

Y acotaba: “En honor a la brevedad dejaré en el tintero, pero no olvidados, tres temas palpitantes: Uno. Lo referente al por qué Leopoldo López es un político-preso. Dos. El triste papel de la conspiración de los ex presidentes iberoamericanos, ninguno libre de culpas, contra sus gobernados, en un engranaje de las danzas de los millones y las agencias internacionales del imperio. Tres. El derrotero fantasioso del ensañamiento opositor por la salida del presidente Nicolás Maduro, expresada en las abortadas 1. “La Operación Salida”. 2. “La Operación Jericó” y 3. La ahora previsible “Operación Legislativa”, que, a nuestro modesto modo de ver, atomizaría aún más a la pírrica victoria opositora de 29 grupos y partidos minoritarios sin ninguna cohesión ideológica y política. ¡Amanecerá y veremos!”

Y como a los analistas populares de izquierda no los guía intereses pecuniarios, ni la divina providencia, sino las fórmulas políticas objetivas del “análisis concreto de la situación concreta”, asistimos a la derrota política de la dictadura mediática y el vasallaje arrodillado de las burguesías dominantes a favor del imperio.

No encuentro ningún artículo, de los consultados en el ámbito iberoamericano y el eco estereotipado de la comunidad europea, que sustente la afirmación que la constituyente popular y comunal fue un acto dictatorial del presidente Maduro. ¿Que se fisieron – a lo quijotesco- los doctos “constitucionalistas” de la otrora pléyade de juristas colombianos y latinoamericanos? Todos los voceros gubernamentales, pro imperio desgatado de Trump, gritan al unísono, cual Fuente Ovejuna: “Desconocemos la Constituyente en Venezuela”. Comenzando con el gobierno de Colombia, añadieron los gobiernos de Panamá, Perú, Argentina, Brasil, México, Costa Rica, Suiza, Chile, España y Estados Unidos, en la lista de países que no aceptaron la convocatoria a la Constituyente y peor aún, no aceptar los resultados de las elecciones para la Constituyente Bolivariana Comunal y Popular triunfante. Algo totalmente inédito en el ejercicio del Derecho Internacional Público, de violentar el principio universal de la libre determinación de los pueblos. En el escenario diplomático, o incluso en un ejercicio figurado del desempeño de la diplomacia por los voceros o cabeza de las relaciones internacionales de los países, se mantiene, no solo una apariencia, sino real cortesía y manejo desinteresado en el desempeño de las interrelaciones entre las naciones. Ese comportamiento civilizado lo echaron por la borda los países citados, bajo la imposición de la “diplomacia de las cañoneras” del dislocado Trump. Existe el que un país califique de ilegitimo el gobierno de otro país. Pero que un país rechace el ejercicio del poder soberano electoral de otro país, con un proceso electoral a ojos vista desarrollado, resalta el carácter injerencista de la derecha neoliberal e imperialista del continente y del mundo contra la política local de un país soberano. Olvidan que a la República Bolivariana de Venezuela la respalda el ALBA y los países del Caribe, por no resaltar a la invencible y soberana Cuba y que Venezuela preside el grupo de Países No Alineados, que son dos tercios de los países del mundo. Pero todo ello demuestra que en realidad los que rechazan a la Constituyente y sus exitosos resultados, es la dictadura mediática continental y los gobiernos lacayos del imperio y ¡no sus pueblos!

Por lo mismo sorprende el inusitado y descabellado traspiés diplomático del Vaticano, que desfigura al Papa Francisco, ad portas de su visita “por la Paz a Colombia”. La fineza y buen comportamiento del Estado Vaticano, queda en entredicho, cuando fuera de tiempo y de lugar, lanza un Comunicado, pidiendo la suspensión de la Asamblea Constituyente, cuando a la hora de Venezuela, ya el pueblo venezolano acudía a las calles a apoyar la Asamblea Constituyente y el Presidente Evo Morales enviaba su solidaridad con la Asamblea Constituyente. ¿Cómo toma esa injerencia, siendo un Jefe de Estado, con el que mantiene relaciones diplomáticas y además es el líder espiritual de 25 millones de venezolanos?! ¡Ver para creer!

Venezuela como proyecto distinto

Pero para que llover sobre mojado. El experimento de la revolución bolivariana, lo es de todo el campo latinoamericano, como alternativa de poder popular, ante la decadencia del modelo injerencista del neoliberalismo capitalista salvaje. A ello le temen las oligarquías locales y el imperio.

La académica Pascualina Curcio, profesora de la Universidad Simón Bolívar, resalta que en la lucha del imperio contra la asediada Venezuela, la estrategia de las corporaciones capitalistas y los grupos oligárquicos locales, propiciaron el desconocimiento de los éxitos del gobierno chavista en superar las tasas de desocupación , de desnutrición y pobreza; la erradicación del analfabetismo y ocupar el quinto lugar en el mundo por el porcentaje en matriculas para estudiantes universitarios, que agrego, obviamente, no son los hijos de papi y de mami que están en las barricadas callejeras, como ya es conocida “ la rebelión de los ricos”. A la imposición de una guerra económica asistiendo el desabastecimiento programado de mercancías y productos esenciales; el embargo comercial encubierto; el boicot en el suministro de bienes de primera necesidad; el bloqueo financiero internacional; la inflación inducida y-agrego- el descarado deterioro de la divisa bolivariana en la frontera colombo-venezolana, permeada por la doble economía y/o economía subterránea, alentada por el fallido narco-estado colombiano.

De la inconsistencia de la ruptura del orden constitucional en Venezuela

La causa de todo el debate lo ocasionó la posesión de tres Diputados del estado del Amazonas, cuya ilegitimidad fue declarada por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Pese a ello, la Asamblea Nacional, mayoritaria en su composición, les dio posesión para contar, en forma torticera, con la mayoría absoluta y calificada. El artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CB) indica que la jurisdicción contenciosa administrativa corresponde al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), encargado de la declaración de nulidad de los actos administrativos. Fue así como declaró nula esas posesiones; pero la arrogancia de la oposición mayoritaria desconoció tal fallo y en consecuencia fue declarada en desacato la Asamblea Constituyente y, por ende, nulas todas sus actuaciones, desde ese inicio y hasta el día de hoy. Todos los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidas (Articulo 5 CB), para que con engañifas argumenten que solo los particulares pueden ser declarados en desacato.

Los corifeos imperialistas, ante la decisión soberana del presidente Maduro de Convocar la Asamblea Constituyente Comunal y Popular Bolivariana, alegaron que de previo se debía someter a un referéndum esa iniciativa. El artículo 348 CB, dice: “La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros;” Eso fue, lo que el gobierno, en pleno, decidió el histórico 1 de mayo de 2017, como salida política al caos insurreccional incitado por la derecha iberoamericana, injerencista en Venezuela. “La iniciativa de convocatoria” a un referéndum popular es propia del Presidente, lo consagra sabiamente el artículo 71 CB, y en modo alguno suple la voluntad del pueblo de Venezuela como depositario del poder originario (Artículo 347 CB), como raya en mala fe la “interpretación” falsaria del gobierno colombiano y su sequito latinoamericano. Olvidan que en la República Bolivariana de Venezuela impera la democracia directa y participativa y no el remedo de representación democrática indirecta, nido de voracidad de clientelismo politiquero, ínsito en el sistema de resto de países latinoamericanos. Invocan el artículo 2 CB, sobre la existencia del Estado de Derecho y los artículos 62 CB sobre la participación en democracia directa de todos los ciudadanos y el artículo 63 CB, sobre el derecho al sufragio, con la impertinencia del engaño y la estafa informativa; desconociendo la realidad de un pueblo, como el venezolano, viviendo y padeciendo un verdadero tránsito de proceso revolucionario.

Concluyo con desenmascarar a los pobres vergonzantes de la academia, desde la “izquierda” y la intelectualidad, de asumir, en la práctica, el papel de cajas de resonancia del amplio espectro publicitario de las políticas del Pentágono en la labor propia de información y desinformación. Hacen eco del fuego enemigo de las posiciones de derecha que pretenden aislar internacionalmente al gobierno legítimo popular. Olvidan que son solo los venezolanos y venezolanas quienes pueden invocar el sagrado legado de ¡Gloria al Bravo Pueblo de Bolívar!

 

Enviado por el autor.

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Investigadora alemana impartirá curso sobre esclavitud caribeña

Eduardo Muñoz Sequeira

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Investigadora alemana impartirá curso sobre esclavitud caribeña
En el curso corto del Posgrado de Historia, la Dra. Ulrike Schmieder analizará el periodo postesclavitud caribeña en lo referente a las condiciones de trabajo y la vida en las plantaciones y en la ciudad, la división del trabajo entre hombres y mujeres y las relaciones de género- foto Archivo ODI.

 

Como parte del convenio entre las universidades de Costa Rica y Liebniz de Hannover, en Alemania, el Posgrado en Historia impartirá el curso corto Historia comparada de las sociedades esclavistas y post-esclavistas del Caribe.

Será impartido del 16 al 30 de marzo por la Dra. Ulrike Schmieder, investigadora especializada en dichos temas, e integrante de la Red de Investigación sobre América Latina, que reúne a varias universidades alemanas abocadas a los estudios de la etnicidad, ciudadanía y pertenencia.

El curso está dirigido a estudiantes del posgrado en Historia, pero pueden matricularlo personas empadronadas en otros posgrados, para lo que requieren la autorización de los directores de sus unidades académicas. También, están disponibles diez espacios para estudiantes de pregrado y profesores, quienes asistirían en calidad de oyentes.

Investigadora alemana impartirá curso sobre esclavitud caribeña2
Luego de la revuelta en la colonia francesa de Saint-Domingue en 1791, Haití se proclamó república y abolió la esclavitud (foto http://es.wikipedia.org).

El curso tiene cuatro ejes temáticos: el comercio trasatlántico de esclavos y la revolución azucarera en el Caribe; las luchas de los esclavos haitianos, la abolición de la esclavitud y el estudio del caso costarricense.

Según la Dra. Schmieder, este curso “introduce a los estudiantes al tema de la esclavitud rural-plantacionista y urbana en las islas caribeñas y sus consecuencias a largo plazo, con un excurso sobre la esclavitud en Costa Rica, con una perspectiva comparativa y mirando los entrelazamientos atlánticos de las sociedades esclavistas con Europa y África”.

La revolución azucarera ocurrió entre los siglos XVII y XVIII en las zonas de dominio inglés y francés, y en el XIV en la isla de Cuba. Uno de los objetivos es estudiar las “transformaciones de los sistemas laborales en las islas caribeñas luego de la emancipación, las migraciones después de la abolición, la reorganización de las familias y de las relaciones de género en la época postesclavista y la lucha de los afrodescendientes por participación política y libre ejercicio de sus culturas y religiones”, explicó la profesora.

La inscripción se realizará en el Posgrado de Historia hasta el 13 de marzo próximo, al teléfono 2511-4833. También, se puede solicitar información al correo electrónico PPHIST.SEP@ucr.ac.cr. O bien visitar el perfil de Facebook: Posgrado Historia Universidad de Costa Rica.

 

Intercambio académico

Investigadora alemana impartirá curso sobre esclavitud caribeña3

El convenio vigente con la Universidad Liebniz, en Hannover, Alemania, incluye el intercambio de docentes entre ambas casas de estudio, así como de estudiantes de las escuelas de Historia, Sociología y Literatura, Lingüística y Literatura.

La Dra. Ulrike Schmieder es la primera investigadora que vendrá este año lectivo, y hay otras visitas programadas. Ella es graduada en Estudios de América Latina por la Universidad de Rostock y tiene un doctorado de la Universidad de Leipzig, ambas en Alemania. Hizo sus estudios postdoctorales en la Universidad de Colonia.

Schmeider es investigadora del Departamento de Historia de la Leibniz Universidad, Hannover, Alemania, y coordina el programa interdisciplinario Transformation Studies y la Maestría en Estudios Atlánticos en Historia, Cultura y Sociedad.

Sus publicaciones indagan ampliamente la esclavitud y la posterior emancipación de las sociedades caribeñas y las relaciones género en esas sociedades. Su último libro de 2014 trata sobre las sociedades martinicana y cubana en la época post-esclavista en el Caribe y las Américas.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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