En el programa Alternativas de este viernes, 18 de marzo del 2022 a las 18:00 horas, se desarrollará el tema de la crisis actual en Ucrania causado por la invasión rusa. Se contará con la participación de los siguientes invitados:
Claudio Monge Pereira, profesor jubilado de la UCR de Grecia,
Norberto «Champa» Galiotti, secretario del Comité Rosario del Partido Comunista de Argentina, y coordinador general de la red continental Latinoamericana y Caribeña de solidaridad con Cuba,
Francisco González, coordinador del Instituto de Integración y Geopolítica Regional, y
Ernesto Jiménez, URSS, Rusia: Maestría Economía y Planificación Regional, Israel, CERUR: Especialidad Desarrollo Regional. Costa Rica, INCAE: Gestión y Administración Empresarial. Asamblea Legislativa: Asesor Económico. Excónsul General y Agregado Comercial en Rusia. Presidente Cámara de Turismo y Comercio CR – Rusia. Director Centro Cultural en CR.
Se le invita a escuchar el programa en Radio 16, 1590 AM, o bien sintonizar el programa por los canales de Facebook Live o YouTube.
Compartido con SURCOS por el Colectivo Reflexión-Acción.
Este 16 de marzo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenó medidas provisionales a Rusia, respondiendo a una solicitud urgente depositada por Ucrania el pasado 26 de febrero ante esta jurisdicción internacional.
Como se recordará, desde la madrugada del 24 de febrero, Ucrania es objeto de una agresión militar por parte de Rusia, que esta última denomina oficialmente como una «operación militar especial«.
La lectura en sesión solemne de esta ordenanza (también denominada «providencia«) por parte de la Presidenta de la CIJ se realizó con la presencia de la delegación de Ucrania, encabezada por el jefe de su diplomacia en persona; al tiempo que las sillas previstas para la delegación de Rusia, permanecieron vacías.
El contenido de la ordenanza en breve
En su ordenanza (véase texto en francés y en inglés), la CIJ ordena a Rusia suspender de inmediato todas sus operaciones militares iniciadas el pasado 24 de febrero en el territorio de Ucrania. La urgencia de la situación y el carácter irreversible de los daños causados por Rusia en lo relativo a las vidas humanas, a la integridad física y mental, así como a los bienes y al ambiente en Ucrania así lo ameritan.
En el párrafo 74 indica que:
«74. The Court considers that the right of Ukraine that it has found to be plausible (see paragraph 60 above) is of such a nature that prejudice to it is capable of causing irreparable harm. Indeed, any military operation, in particular one on the scale carried out by the Russian Federation on the territory of Ukraine, inevitably causes loss of life, mental and bodily harm, and damage to property and to the environment.
74. La Cour considère que le droit de l’Ukraine qu’elle a jugé plausible (voir le paragraphe 60 ci-dessus) est d’une nature telle qu’un préjudice qui lui serait porté pourrait se révéler irréparable. En effet, toute opération militaire, en particulier de l’envergure de celle menée par la Fédération de Russie sur le territoire ukrainien, cause inévitablement des pertes en vies humaines, des atteintes à l’intégrité physique et mentale, et des dommages aux biens et à l’environnement«.
En la parte final resolutiva de su ordenanza, se lee (párrafo 86 del texto) que:
«The Russian Federation shall immediately suspend the military operations that it commenced on 24 February 2022 in the territory of Ukraine;
The Russian Federation shall ensure that any military or irregular armed units which may be directed or supported by it, as well as any organizations and persons which may be subject to its control or direction, take no steps in furtherance of the military operations referred to in point (1) above;
Both Parties shall refrain from any action which might aggravate or extend the dispute before the Court or make it more difficult to resolve.
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La Fédération de Russie doit suspendre immédiatement les opérations militaires qu’elle a commencées le 24 février 2022 sur le territoire de l’Ukraine ;
La Fédération de Russie doit veiller à ce qu’aucune des unités militaires ou unités armées irrégulières qui pourraient agir sous sa direction ou bénéficier de son appui, ni aucune organisation ou personne qui pourrait se trouver sous son contrôle ou sa direction, ne commette d’actes tendant à la poursuite des opérations militaires visées au point 1) ci-dessus ;
Les deux Parties doivent s’abstenir de tout acte qui risquerait d’aggraver ou d’étendre le différend dont la Cour est saisie ou d’en rendre le règlement plus difficile «.
Foto de manifestantes en contra de la agresión rusa en Ucrania en las afueras del Peace Palace en La Haya, extraida de nota de prensa de la DW, edición del 7/03/2022
El debate interno entre los integrantes de la CIJ (menos uno, ausente)
Los dos primeros puntos resolutivos fueron objeto de un voto en el seno de la CIJ de 13 a favor y dos en contra; al tiempo que el tercer punto fue adoptado de manera unánime por los integrantes de la CIJ. Al revisar el conteo detallado del voto nominal de cada juez, cabe precisar que, por alguna razón (que no viene indicada en la decisión de la CIJ), el único juez de la CIJ proveniente de América Latina (el brasileño Antonio Augusto Cancado Trindade) no formó parte del voto al que participaron los demás 14 jueces titulares de La Haya así como el juez ad hoc designado por Ucrania.
El juez ruso y la jueza china fueron los dos integrantes de la CIJ en estar en desacuerdo con sus colegas y externaron cada uno por separado su desacuerdo: el juez ruso añadió una declaración de tres páginas (véase texto) al tiempo que su colega china una de dos (véase texto).
Por su parte, el juez ad hoc designado por Ucrania (oriundo de Francia) también adjuntó una declaración en la que critica el hecho que la CIJ incluyera a Ucrania en el tercer punto resolutivo (véase texto). También se encuentran declaraciones adjuntas sobre diversos puntos de interpretación del juez de Marruecos (véase texto), del juez de Alemania (véase texto), y del juez de Jamaica (véase texto).
La no comparecencia en La Haya: una estrategia sin efecto alguno en el procedimiento
Habíamos tenido la oportunidad de analizar el hecho que, el pasado 7 de marzo, Rusia optó por no presentarse a la barra de La Haya para asistir a las audiencias públicas. Se explicaba que, a diferencia de otros tribunales en los que la no comparencia de una de las partes tiene consecuencias procesales, el procedimiento contencioso ante el juez de La Haya no prevé mayores consecuencias y continúa normalmente:
«Desde la perspectiva estrictamente jurídica cabe precisar que procesalmente hablando, la no comparecencia de uno de los dos Estados en un procedimiento contencioso ante la CIJ no afecta mayormente la marcha de este: se considera que si la oportunidad de defender su punto de vista y presentar sus contra alegatos es desaprovechada por uno de los dos contendores, ello no tiene por que afectar el procedimiento en sí y mucho menos dilatarlo» (Nota 1)
En el párrafo 23 de su providencia sobre medidas provisionales adoptada este 16 de marzo, la CIJ reafirmó los alcances de esta regla procesal, no sin invitar a que, en el futuro, tanto en la fase de admisibilidad (competencia) como en la fase sobre el fondo, Rusia opte por cambiar de estrategia, y proceda a comparecer ante la justicia internacional de La Haya.
Urgencia extrema e irreversibilidad de los daños: «motores» verdaderos de las medidas provisionales
Como bien es sabido, la gravedad de lo que ocurre, la extrema urgencia y el carácter irreversible de los daños causados constituyen los verdaderos «motores» de una solicitud de medidas provisionales al juez internacional: es en función de la forma en la que se presentan, y del grado de convencimiento que llegue el Estado a comunicar a cada uno de los 15 jueces, que la respuesta del juez de La Haya puede ser rápida y positiva.
Si, a modo de ejemplo, un Estado acude en contra de otro Estado ante la CIJ alegando extrema gravedad de lo ocurre, calificando sus autoridades que son víctimas de una «agresión» e «invasión» sin romper relaciones diplomáticas con el Estado infractor, el juez internacional en La Haya puede interpretar que la supuesta gravedad no es tal, e inferir que la alegada urgencia tampoco amerita mayor celeridad de su parte: esta situación tan peculiar (como insólita) se dio en el 2010 entre Costa Rica y Nicaragua.
En el caso de Ucrania, en el que los calificativos de «agresión» y de «invasión» corresponden perfectamente a lo que se observa (pese a la denominación oficial rusa que sostiene que se trata simplemente de una «operación militar especial«), sus autoridades optaron por romper inmediatamente sus relaciones diplomáticas con Rusia, el mismo 24 de febrero del 2022.
La CIJ ordenó estas medidas urgentes solicitadas por Ucrania contra Rusia de manera sumamente rápida: solicitadas el 26 de febrero por Ucrania, convocó a ambos Estados a audiencias públicas el 7 de marzo, y fueron dictaminadas el 16 de marzo.
De manera a tener idea de los plazos de la CIJ para deliberar y ordenar medidas provisionales, referimos a algunos casos de interés (se trata de una lista no exhaustiva):
– en el diferendo territorial Burkina Faso /Mali, la solicitud enviada “telefónicamente y vía telegrama” por Burkina Faso el 30 de diciembre de 1985 fue acogida y ordenada por la CIJ el 10 de enero de 1986 (véase texto);
– en el caso Breard (Paraguay vs. Estados Unidos), relativa a la ejecución de un ciudadano paraguayo, Paraguay interpuso una solicitud de medidas provisionales el 3 de abril de 1998 contra Estados Unidos y el 9 de abril de 1998, la CIJ las ordenaba solicitando la suspensión inmediata de la ejecución de la pena capital (véase texto);
– en su histórica hazaña judicial contra Estados Unidos (1984), Nicaragua logró que la CIJ le acordara las medidas provisionales solicitadas el 9 de abril de 1984 un mes después (10 de mayo de 1984), tendientes a suspender las operaciones paramilitares perpetradas con asistencia y/o ayuda de EEUU en contra de su territorio (véase texto);
– en materia ambiental, Australia solicitó medidas a la CIJ el 9 de mayo de 1973 y esta ordenó (por 8 votos contra 6) a Francia suspender sus ensayos nucleares el 22 de junio de 1973 (véase texto de su ordenanza);
– en el caso Argentina vs. Uruguay (caso de contaminación por plantas de producción de celulosa), Argentina solicitó medidas provisionales el 4 de mayo del 2006 a la CIJ, las cuales le fueron rechazadas (14 votos contra 1 en el seno de la CIJ) el 13 de julio del 2006 (véase ordenanza).
La «urgencia» más larga en ser parcialmente declarada como tal por la CIJ en su historia fueron las medidas provisionales solicitadas por Costa Rica contra Nicaragua en el 2010: presentadas formalmente a la CIJ el 18 de noviembre del 2010 (véase texto, suscrito- a diferencia de los precitados casos – por un funcionario subalterno), la CIJ adoptó su ordenanza tan solo el 8 de marzo del 2011 (véase texto).
Una nueva victoria de Ucrania
Es muy probable que esta innegable victoria diplomática de Ucrania obtenida ante la justicia internacional este 16 de marzo aísle aún más a Rusia ante la comunidad internacional.
El hecho que muy posiblemente Rusia rechace acatar esta decisión del juez de la Haya (alegando o insinuando de una u otra manera que la CIJ y sus jueces no son imparciales), consolidará aún más esta situación de pronunciado aislamiento: es de precisar que el desacato a una decisión de la CIJ, contrario a una idea generalizada, es una situación que cuenta con muy pocos precedentes en la historia de la CIJ (Nota 2).
De ser necesario, y es muy probable que así lo sea, la CIJ podrá incluso recurrir a un mecanismo de monitoreo de reciente creación (diciembre del 2020) sobre el seguimiento a las medidas provisionales que ordena y que, desde diciembre del 2020, se lee así (véase el artículo 11 del conjunto de reglas internas a la CIJ):
«(i) Where the Court indicates provisional measures, it shall elect three judges to form an ad hoc committee which will assist the Court in monitoring the implementation of provisional measures. This committee shall include neither a Member of the Court of the nationality of one of the parties nor any judges ad hoc.
(ii) The ad hoc committee shall examine the information supplied by the parties in relation to the implementation of provisional measures. It shall report periodically to the Court, recommending potential options for the Court.
(iii) Any decision in this respect shall be taken by the Court.»
Sobre este mecanismo reciente de seguimiento a la medidas provisionales que ordena la justicia de La Haya, no se tiene mayor estudio o análisis sobre su funcionamiento práctico (Nota 3).
A modo de conclusión
Como ya se ha planteado ante la CIJ en algunas ocasiones anteriores que han llegado a ser examinadas por los jueces de La Haya, el derecho a la fuerza difícilmente logra imponerse ante la fuerza del derecho: es precisamente toda la evolución que ha logrado imprimir con cierto éxito al resto de la sociedad internacional el ordenamiento jurídico internacional desde 1945, prohibiendo el uso de la fuerza entre Estados para resolver sus controversias.
Se puede adelantar que esta providencia leída en La Haya este 16 de marzo del 2022 constituye también un primer peldaño en una larga batalla judicial por venir, tendiente a obtener reparaciones e indemnizaciones de parte de Rusia por los graves daños ocasionados a Ucrania: fue la misma intención la que tuvo Nicaragua en 1984 ante la CIJ, ante la destrucción propiciada, financiada, orquestada y asesorada por Estados Unidos en su territorio a través de la denominada «contra» nicaragüense (Nota 4).
Es de notar que el accionar de Rusia desde la madrugada del pasado 24 de febrero ha provocado un repudio generalizado en el seno de la comunidad internacional como raramente observado: este repudio que se ha manifestado en diversos recintos de Naciones Unidas y viene reforzado con un régimen de sanciones económicas y comerciales jamás registrado en el pasado contra un Estado.
Algo profundo se ha resquebrajado en Rusia desde el pasado 24 de febrero, al optar sus máximas autoridades por violentar y hacer a un lado los principios más básicos del ordenamiento jurídico internacional contemporáneo, que tanto le debe a muchos Estados, Rusia siendo también uno de ellos. En la precitada declaración del juez ad hoc de Ucrania, el jurista galo concluyó justamente indicando que:
«No se puede reprochar al Presidente Putin por hacer referencias a la historia de Rusia y a veces, al periodo del Imperio. Hago votos para que recuerde que fue una iniciativa del mismo zar Nicolás II de convocar la primera conferencia de paz en La Haya en 1899 la que constituyó la piedra angular de un orden mundial para asegurar la paz y la solución pacífica de las controversias»
(Traducción libre del autor de: «on ne saurait reprocher au président Poutine de se référer volontiers à l’histoire de la Russie et parfois à la période de l’Empire. Je forme le vœu qu’il se souvienne de l’initiative du tsar Nicolas II convoquant à La Haye en 1899 la première conférence de la paix, pierre angulaire de l’édification d’un ordre mondial en vue de la paix et du règlement pacifique des différends«.
– -Notas- –
Nota 1: véase BOEGLIN N., «Ucrania / Rusia: la fuerza del derecho ante el derecho a la fuerza. A propósito de la no comparecencia de Rusia ante la CIJ «, Derechointernacionalcr, edición del 7/03/2022, disponible en este enlace y publicada en varios medios digitales y sitios especializados.
Nota 2: Son muy pocos los casos de desacato de un Estado a una decisión de la CIJ y se reducen al caso específico de ordenanzas de la CIJ en materia de medidas provisionales: se contabiliza en el hemisferio americano, el desacato a la autoridad de una decisión de la CIJ por parte de Estados Unidos en el caso LaGrand (Alemania vs. Estados Unidos 2001, véase enlace ofical del caso), en el caso Avena (México vs. Estados Unidos, 2004, véase enlace) y en el caso Breard (Paraguay contra Estados Unidos, 1998, véase enlace). En estos tres casos, Estados Unidos procedió a la ejecución de la pena máxima de nacionales de Alemania, de México y de Paraguay pese a medidas provisionales ordenadas por la CIJ solicitando suspenderla de inmediato. En el caso LaGrand interpuesto por Alemania, por vez primera en su historia la CIJ puso un término al debate doctrinal, consagrando de manera inequívoca el carácter obligatorio de sus medidas provisionales: sobre esta importante decisión, véase ABAD CASTELOS M., «Efectos jurídicos de las medidas provisionales adoptadas por el Tribunal Internacional de Justicia: el antes y después del asunto LaGrand (Sentencia de 27 de junio de 2001)«, Volumen 6, Anuario da Facultade de Direito da Universidade da Coruña, 2002, pp. 53-74. Texto integral disponible en este enlace ; BEN HAMMADI Y., «La question du caractère obligatoire des mesures conservatoires devant la Cour Internationale de Justice. L´arrêt LaGrand (Allemagne contre Etats-Unis) du 27 juin 2001«, Volume 14, Revue Québécoise de Droit International, 2002, pp.53-81. Texto integral disponible aquí; y MATRINGE J., «L´arrêt de la Cour Internationale de Justice dans l´affaire LaGrand (Allemagne c. Etats-Unis d´Amérique) du 27 juin 2001«, Volume 48, Annuaire Français de Droit International (2002), pp. 215-256. Texto integral disponible aquí.
Nota 3: En efecto, desde diciembre del 2020, la CIJ estableció un mecanismo propio para monitorear el acatamiento a las medidas provisionales que ordena. Véase PATARROYO P., «Monitoring provisional measures at the International Court of Justice: the recent amendment to the Internal Judicial Practice«, EJIL-Talk, edición del 22/01/2021, disponible en este enlace.
Nota 4: Sobre el caso Nicaragua contra Estados Unidos, cabe recordar que Estados Unidos, luego de declararse competente la CIJ en el marco de la demanda presentada por Nicaragua en su contra (véase detalles del caso así como sentencia de 1984 sobre excepciones preliminares), optó por no comparecer más en La Haya: esta decisión norteamericana en nada influyó ni muchos menos impresionó, y sus acciones militares y paramilitares contra Nicaragua fueron condenadas de manera contundente por la CIJ (véase voluminosa sentencia de la CIJ sobre el fondo de junio de 1986). En 1991, a raíz de elecciones que significaron un cambio de orientación política, Nicaragua optó por retirar la demanda pendiente por daños y perjuicios: nunca se pudo ordenar desde La Haya a Estados Unidos el pago de un monto indemnizatorio a Nicaragua (véase comunicado de la CIJ del 27/09/1991).
(*) Esta nota fue elaborada por Nicolás Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR)
SURCOS comparte el documento (en inglés) de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), según el cual se resuelven las medidas cautelares solicitadas por Ucrania y ordena a la Federación Rusa «suspender, de inmediato, las operaciones militares iniciadas el 24 de febrero».
La Federación Rusa debe asegurar que cualquier fuerza armada irregular no pueda participar en ninguna operación militar.
Síntesis: La expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el Este de Europa precipitó la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque el conflicto armado esconde el problema de fondo referente al crecimiento incontrolado del fascismo y el nacismo en Occidente, que rechaza un Nuevo Orden Mundial.
El 2 de mayo cuando iban a matarlos en los muros cercanos a la “Casa de los Sindicatos” el sol cae verticalmente con sus cálidos rayos sobre la cabeza de centenares de niños de las manos de sus padres, jóvenes, mujeres y adultos mayores, pidiendo los dejasen, por amor a dios, hablar y educarse conforme a su lengua materna y tradiciones. El bullicio de la gente espanta el tufo a muerte que vaga por las calles de la ciudad día y noche. Odessa, en el sur de Ucrania, como de costumbre, amanece impregnada de salitre traído en ráfagas desde el Mar Negro, mientras su temperatura oscila entre los 22 y 31 grados centígrados; haciendo de esta manifestación por “los que luchan” una fiesta popular, semejante a la convivencia mundial vivida por los trabajadores del mundo el primero de mayo, celebrado el día anterior. De pronto todo cambia. Una banda nazi de los “PravySekto irrumpe contra la multitud con armas de grueso calibre, mayoritariamente fusiles de asalto Ar 15 y Ak 47, obligando a las personas a correr despavoridos hacia la “Casa de los Sindicatos” para tratar de ponerse a salvo de la ira de los fascistas y nazis promovidos desde Kiev, capital de Ucrania. La diplomacia cada vez más se ve disminuida para la solución del ensayo político que se lleva a cabo en la nación de la antigua Unión Soviética. La expansión de la OTAN por el Este de Europa sume en violencia y exterminio las llamadas República Popular de Lugansk (RPL) y la República Popular de Donetsk (RPD) de descendencia rusa. Durante más de 30 años, Rusia pide al eje OTAN, Comunidad Europea y Estados Unidos detener su expansión hasta las mismas barbas del Kremlin. No sólo el eje mencionado rechaza las preocupaciones rusas en materia de seguridad, sino que los bombardeos contra la población de Donbass ( en el este de Ucrania) recrudecieron en los últimos meses por parte del ejército ucraniano, controlado por las milicias neonazis – fascistas y alimentado de moderno armamento proveniente desde Estados Unidos y otros países miembros de la OTAN. Solo el pasado fin de semana llegaron a Kiev 17.000 municiones antitanque “made in USA”, a fin de enfrentar la maquinaria rusa. El conflicto que vive hoy Ucrania, por tanto, viene encubándose desde hace ocho años, con la trascendencia de poner a la humanidad al borde de una guerra termonuclear. A los pueblos de Lugansk y Donetsk no solo se les mantiene sin agua, sin electricidad, sino además tienen prohibición expresa de comunicarse en ruso. Además, viven bajo constante asedio por parte de las bandas nazis desde que anunciaron su deseo de independencia. En 1991 cuando se desintegró la Unión Soviética Estados Unidos, la OTAN y la Comunidad Europea prometieron a los rusos “no avanzar ni un centímetro hacia el Este europeo”; sin embargo, 30 años después, pasaron de 12 países originalmente a 30 naciones en 2022. La mayoría de las naciones ex soviéticas no solo fueron incorporadas a la OTAN, sino que están llenas de bases militares rodeando a los rusos.
Los enfurecidos nazis (nacionalistas para CNN y otras cadenas de noticias) llegan ese 2 de mayo hasta la “Casa de los Sindicatos gritando consignas contra el referendo en Donetsk y Lugansk, realizado en 2014, aproximadamente una semana antes. De nada valieron, los llantos de los asustados niños, los gritos despavoridos de ¡no nos maten” de la mujeres sollozando. ¡La suerte está echada! La masacre deja 7 mujeres y 41 varones muertos a tiros, 214 heridos, 172 detenidos y la casa sindical incendiada. La televisión mundial exhibe poco después cadáveres tirados por todos lados como sí se tratase de la Gestapo de Hitler. Como se recuerda, Occidente propició el golpe de Estado contra el presidente Víktor Yanukóvich, en 2014, mediante una de esas “Revoluciones de colores” inventadas por los servicios secretos de Gran Bretaña y Estados Unidos para deponer gobernantes y reconocer otros, tal como ha vivido América Latina con el ejemplo del venezolano Juan Guaidó, que si bien no controla ni siquiera la cuadra en que vive, es el “ presidente encargado” de Estados Unidos para asuntos de Venezuela. Desde entonces arde el Este y el Sur ucraniano. Cuentan que la guerra deja ya 14 mil seres retirados para siempre de este “mundanal ruido” y las urbes citadas retornan a la época medieval de recurrir a los “serenos” y las campanas de las iglesias para alertar la ciudad cuando las bandas de “nacionalistas” vienen a “pedir cuenta” a los pro rusos. Metafóricamente se dice que los bombardeos ordenados por Kiev son tan prolongados que los gatos traídos desde Rusia a estas ciudades ya no chillan en los tejados, porque perecieron por las bombas; y todos los perros mascotas viven debajo de la cama de sus amos. Los pajarillos, otras horas dueños de los parques, no cantan ni cortejan a sus novias, ni revolotean de rama en rama. Es la crueldad de la guerra durante los últimos ocho años.
VIENEN LOS RUSOS
“Vamos a convertirlo en paria”, dijo esa tarde Joe Biden, comandante supremo del mayor ejercito del mundo, así como jefe “sombreado” de la OTAN, al decretar una cascada de sanciones contra Rusia por la llamada “operación especial” desplegada en Ucrania desde el pasado 24 de febrero. Las medidas contra los rusos son variadas y van desde el bloqueo bancario mundial, pasando por la suspensión de la compra de petróleo y carbón.
Los biógrafos de Biden sostienen que él es “hombre de paz y leyes”. Nunca asistió a un conflicto bélico más allá de aplaudir la invasión a Libia (2011) y saltar de gozo por el ahorcamiento de Sadam Hussein (2006), siendo de justicia entonces, pasar a la historia por crear su propio Vietnam, en el Este de Europa, en pleno siglo XXI. Quizá, entonces, desde OTAN, un “coronel” tenga quien le escriba a Biden sobre el alza del precio del barril de petróleo, el hambre que causará en el mundo dichas sanciones, el hallazgo de laboratorios clandestinos para la guerra bacteriológica y las dificultades de Alemania para prescindir de los hidrocarburos rusos. Diplomáticos chinos acreditados ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) acaban de exigir explicaciones a Estados Unidos acerca de los 300 laboratorios clandestinos alrededor del mundo – en Ucrania habían 10- usando patógenos como Antra, Ebola, la Peste Bubónica y el Cólera, entre otros, a fin de experimentar con humanos.
(Foto Reuter. Fascistas ucranianos prenden fuego a la Casa de los Sindicatos).
Tirando a un lado el derechista diario de la mañana, el viejo Enrique Calero, curtido dirigente sindical de la década de los ochenta, exclama: “Es el peor pasquín del mundo. Da como cierto el bombardeo de un hospital materno infantil en Ucrania y no dice a sus lectores que, desde febrero, los nazistas sacaron el personal médico hacia otro lado”. Frente de su casa del Barrio de “El Carmen” de Puntarenas la chiquillada juega al fútbol en la plaza de Los Caites; Calero mete el dedo gordo del pie derecho en la roída Kan Lung y, levantándose, de improviso de su poltrona con respaldar de cuerina roja, sostiene que “el capitalismo salvaje” trata de “jugársela” con una Tercera Guerra Mundial. “El viejo imperialismo europeo y norteamericano no quieren resignarse a que en el mundo hay otros actores capitalistas que les disputa la hegemonía. Por eso echaron andar la Tercera Guerra Mundial, reduciéndola, de momento, a sanciones”.
Tras las sanciones decretadas por Biden y los europeos Rusia batió el récord de haberle impuesto 5.500 restricciones, mientras el segundo lugar lo ocupa Irán. El exdirigente sindical de los muelleros sostiene que las sanciones comerciales a Rusia suponen un ensayo de esta Tercera Guerra Mundial, “que ojalá no llegue a la etapa nuclear, porque nos jodemos todos”. Mientras me invita al interior de su vieja casa de madera a “tomarnos el cafecito negro de rigor”, apenas para que lo oyera, balbucea diciéndome que, los rusos superarán las sanciones impuestas por Estados Unidos, Europa y los miembros de la OTAN “Putin tiene ocho años de prepararse para este momento”. Se refiere a los $ 600 mil millones en reservas dentro del Banco Central ruso, a fin de blindar la economía doméstica y el intercambio comercial con otras naciones también sancionadas. “Biden es el principal ganador de esta crisis por Ucrania porque reactiva su industria militar e intenta levantar su alicaída popularidad en su primer año de gestión”, dice en tanto me hace una señal para que me siente en una de las seis sillas que hay alrededor de la larga de mesa en madera de Pochote.
– ¡Marina, llama a su esposa, “tráele un cafecito! Este porteño trabajó conmigo en el Muelle Grande, antes que el gobierno se lo diera a los colombianos. ¡Qué tiempos más lindos eran esos! ¿Te acuerdas del Negro Grijalba?”, agrega.
– Salíamos apenas de la dolorosa guerra en Vietnam, repliqué.
– Fue una guerra bestial donde no solo se probaron nuevas maneras de matar pueblos enteros, sino también camuflar a nombre de la ciencia las epidemias inventadas en los laboratorios. Desde entonces la “Gran Farma” está presente en los acontecimientos bélicos, sentencia.
Y efectivamente así es. La invasión estadounidense en el sudeste asiático fue brutal. Se experimentó con el “agente” naranja como quemador de todo. Contaminaron ríos con nuevos productos tóxicos. Cada ocho minutos lanzaban una bomba. Los aviones de Estados Unidos realizaron más de 580.344 misiones de bombardeo y lanzaron 260 millones de bombas. La mayor parte eran bombas racimo prohibidas, como siempre, por el Derecho Internacional, Durante tres años se gastaron más de $190 millones para retirar explosivos, que aún quedan.
Esto explica que durante esta guerra la frase más escuchada, por lingüistas de todo el orbe, fue “no nos maten”, cada que vez que aparecía un soldado estadounidense o del Vietcong.
El general survietnamita Nguyen Ngoc Loan ejecuta en plena calle a un guerrillero del Vietcong, en Saigón, el 1 de febrero de 1968./ AP/Eddie Adams.
Calero caminó unos pasos hacia el trinchante que está en el comedor de la casa, escarbó unos segundos sus viejos cuadernos y ya de regreso a la mesa, exclamó entre enojado y sarcástico: “ya nadie habla de las invasiones a Vietnam, Guatemala, Cuba o Panamá”:
INVASIONES ESTADOUNIDENSE EN EL MUNDO A PARTIR DE 1900.
México (1914-1917)
Haití (1915)
República Dominicana (1916)
Nicaragua (1926).
Corea y China (1950).
Guatemala (1954).
Argentina (1955).
Indonesia (1958).
Cuba (1959-1961).
Panamá (1964).
República Dominicana (1965).
Guatemala (1967-1969).
Congo (1964).
Laos (1964-73).
Vietnam (1961-1973).
Camboya (1969-1970).
Guatemala (1967-1969).
Granada (1983).
Líbano (1983 y 1984).
Libia (1986).
El Salvador (1980).
Nicaragua (1980).
Irán (1987).
Panamá (1989).
Irak (1991 guerra del Golfo Pérsico).
Kuwait (1991).
Somalia (1993-1994).
Bosnia (1994-1995).
Sudan (1998).
Afganistán (1998).
Yugoslavia (1999).
Afganistán (2001-2021).
Filipinas( 2002).
Yemen (2020).
Irak (1991- 2003).Irak (2003-2015 Alianza OTAN).
Afganistán (2001-2015).
Pakistán 2007-2015).
Somalia (2007-2008 y 2011).
Yemen (2009 y 2011).
(Libia (2011 y 2015).
Siria (2014, 2018).
**Lista realizada bajo responsabilidad del autor. Estados Unidos ha realizado 59 intervenciones militares alrededor del orbe desde 1775. Este cuadro hace referencia a partir de 1900, no incluyéndose, por tanto, la anexión de los territorios de México entre 1846 y1848.
Sin que nos viera el Ministerio de Salud nos fundimos en un abrazo de despedida sin mascarilla ni lavado de manos. De regreso a casa, mientras esperaba el bus que me traería a la capital, en el televisor ubicado en el restaurante del chino, la noticia internacional era que “Europa prohibió a los veterinarios dar asistencia a los gatos traídos desde Rusia por refugiados de Ucrania.”
Texto elaborado por Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz y otras personalidades internacionales
La guerra en Ucrania es una expresión (por cierto, no la única) del proceso de descomposición del capitalismo en su etapa neoliberal, pues mientras los medios dominantes ponen el foco en el Este europeo, los israelíes han atacado Siria y Cisjordania, donde se han cobrado nuevas vidas y cientos de heridos palestinos, y el Pentágono acaba de bombardear Somalia. Sin embargo, parece que solo Ucrania ha visto vulnerado su derecho a la autodeterminación.
Pero al mismo tiempo, resulta evidente que con contradicciones, avances y retrocesos la humanidad enfila hacia un nuevo orden multipolar, no sin la resistencia de la que ha sido durante más de un siglo la mayor potencia del planeta, lo cual explica las convulsiones económicas, políticas y militares y hoy se ve jaqueada por la competencia de China.
La acción militar de Rusia sobre Ucrania no puede entenderse sin contextualizarla en la guerra que el gobierno pro occidental de Ucrania viene librando desde 2014 contra la población pro rusa del Donbáss, donde ya han muerto 14 mil personas y destacan por su crueldad los grupos paramilitares neonazis armados y azuzados por la OTAN y Estados Unidos. Esos ataques vulneran los acuerdos de Minsk de 2015.
El empeño de Estados Unidos de expandir la OTAN hacia las fronteras de la Federación Rusa acompañado de la entrega de moderno armamento a Ucrania, constituye de hecho la consumación de un cerco militar progresivo que ningún Estado puede aceptar de brazos cruzados.
Una verdadera campaña de desinformación y la tentación de censurar y acallar toda voz disidente de la versión hegemónica pro OTAN y pro EE.UU. desnudan la vocación antidemocrática de los portavoces del gran capital.
La conquista de una paz duradera, que, con moderado optimismo, entendemos viable, no puede lograrse a expensas de la seguridad de ningún Estado miembro de la comunidad internacional. Retomar los acuerdos de Minsk puede ser el camino más apto para restablecer el diálogo entre las partes en conflicto.
La pelea de fondo, que la clase trabajadora y los pueblos debemos sostener es la lucha por un orden alternativo al capitalismo, sin explotación y de cooperación entre los pueblos, des mercantilizado y solidario, respetando a la Naturaleza y a la vida.
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la paz. Argentina.
Piedad Córdoba, defensora de los derechos humanos. Colombia.
Atilio Boron, analista internacional. Argentina.
Alejandro Rusconi, secretario relaciones internacionales del Movimiento Evita. Argentina.
Saúl Ortega, diputado nacional por el PSUV. Venezuela.
Stella Calloni, periodista y escritora. Argentina.
Sandra Russo, periodista y escritora. Argentina.
Jorge Kreynnes, secretario de relaciones internacionales del Partido Comunista Argentino. Argentina.
Luisa Valenzuela, escritora. Argentina.
Nidia Diaz , Negociadora y firmante de la Paz en El Salvador. Por FMLN.
Luis D’ Elia, presidente de MILES. Argentina.
Jorge Elbaun, sociólogo y periodista. Argentina.
Roberto Perdía, Argentina.
Carlos Aznarez, director de Resumen Latinoamericano. Argentina.
Julio Gambina, profesor universitario. Argentina.
Christiane Barckhausen, Escritora, Alemania.
Lois Pérez Leira, escritor y cineasta. Argentina.
Carlos Lenin Villa Toribio, Docente y miembro del Departamento del Trabajo Internacional del Partido del Pueblo de Panamá.
Xavier Moreda, portavoz de Vigo Antifascista. Estado Español.
Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense
El extravío de las gentes en medio de esta extraña encrucijada histórica en que nos encontramos es tal, que sólo podemos aproximarnos a ella desde una perspectiva surrealista, recordando a Bretón y a Buñuel con las genialidades cinematográficas de este último, con su increíble pieza “L´Âge d´or” de 1930, y su más reciente suculento y discreto encanto de la burguesía, que nos dejaron con la boca abierta en muchos sentidos. Aquí no tiene cabida el panlogismo hegeliano de que todo lo real es racional y todo lo racional es real, ya el sociólogo alemán Max Weber (1864-1920) nos había expresado hace un siglo atrás que hay muchos tipos de racionalidades -por así llamarlas- entre ellas la racionalidad instrumental que se contrapone a aquella otra sólo basada en valores, pero no los de la bolsa.
Es así como los que culpan a Vladimir Putin de haber lanzado una agresión militar a su país vecino olvidan que fue el régimen, surgido del Euromaidán de febrero de 2014, el que ha venido librando una guerra no declarada contra la otra Ucrania, la que quedó excluida del poder con ese golpe de estado. La única diferencia es que ahora los gobernantes rusos decidieron actuar y darle un nombre a su acto de fuerza.
Si la invasión la hubieran ejecutado los EEUU y sus aliados no habría ningún problema ni tantas exclamaciones pudibundas acerca de las soberanías jamás respetadas por occidente: El 18 de marzo de 2003 los EEUU con el concurso de la Gran Bretaña y España atacaron inmisericordemente a Irak, incluso sin el aval del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al haberse opuesto Francia, Alemania y Rusia a ese acto de fuerza, destinado al parecer a eliminar unas armas de destrucción masiva que nunca aparecieron, en cambio una nación entera fue destruida, humillada y envilecida hasta lo más hondo (racionalidad instrumental vs racionalidad fundada en valores, no los de las bolsas- valga la reiteración- que cayeron en estos días, al calor de la guerra también económica (con sanciones imperiales y todo) emprendida por la OTAN y sus patrones americanos para aplastar a Rusia.
No logro ver las ventajas de un mundo unipolar, en medio de esta escena más que surrealista. dejémonos de tonterías, aquí hay demasiadas cosas en juego, tantas como la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial que no lo duden, sería la última. Tampoco veo en las imágenes de Ucrania a combatientes antifascistas, como los de aquella España Republicana (1931-1939), a la que muchos, demasiados, apuñalearon y dejaron en el olvido. ¿Cómo es eso de combatientes contra el fascismo luchando al lado de los fascistas ucranianos? Algo no calza aquí, exijo una explicación, algunos amigos me dejan sumido en la perplejidad… tal vez en el Frente de Aragón puedo recordar en las viejas imágenes en sepia a las milicias anarquistas de la FAI CNT y del POUM, encarnado por una suerte de marxistas de línea trotskista luchando casi sin armas, tal como nos la describe George Orwell en su “Homenaje a Cataluña”, un encantador texto que hasta hace un par de año pude leer completo, mientras los estalinistas preparaban su golpe de fuerza en la Barcelona de mayo de 1937, esos que terminarían asesinando a Andrés Nin, uno de los líderes obreros más queridos de la Cataluña de entonces, por orden del paranoico José Stalin, el amo del Kremlin, bajo el pretexto de que los agentes de su NKVD estaban defendiendo a la Segunda República Española, pero de una manera condicionada, donde ellos definían lo que llamaban desviaciones peligrosas de lo políticamente correcto, a diferencia de lo que hizo el México cardenista de los años treinta con su inagotable generosidad. Todo esto no deja de ser una inmensa paradoja, volvamos al surrealismo y sus genialidades a propósito de lo absurdo, con sus pirotecnias que tanto nos entretuvieron y nos hicieron pensar…pensar, al menos pensar, no gruñir como alguna gente por ahí, en medio de tanta estulticia, en un mundo que se encuentra de cabeza.
Debido a que Europa no ha sido capaz de hacer frente a las causas de la crisis, está condenada a hacer frente a sus consecuencias. El polvo de la tragedia está lejos de haberse asentado, pero, aun así, nos vemos obligados a concluir que los líderes europeos no estaban ni están a la altura de la situación que estamos viviendo. Pasarán a la historia como los líderes más mediocres que Europa ha tenido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Ahora están haciendo todo lo posible en la ayuda humanitaria, y no se puede cuestionar el mérito de dicho esfuerzo. Pero lo hacen para salvar las apariencias ante el mayor escándalo de este tiempo. Gobiernan pueblos que, en los últimos setenta años, más se han organizado y manifestado contra la guerra en cualquier parte del mundo donde sea que esta se haya producido. Y no fueron capaces de defenderlos de la guerra que, al menos desde 2014, se venía gestando en casa. Las democracias europeas acaban de demostrar que gobiernan sin el pueblo. Hay muchas razones que nos llevan a esta conclusión.
Esta guerra estaba siendo preparada hace mucho tiempo tanto por Rusia como por los Estados Unidos. En el caso de Rusia, la acumulación de inmensas reservas de oro en los últimos años y la prioridad otorgada a la asociación estratégica con China, concretamente en el ámbito financiero, con miras a la fusión bancaria y la creación de una nueva moneda internacional, y en el comercio donde hay enormes posibilidades de expansión con la iniciativa Belt and Road en Eurasia. En las relaciones con los socios europeos, Rusia ha demostrado ser un socio creíble, dejando claras sus preocupaciones de seguridad. Preocupaciones legítimas, si por un momento pensamos que en el mundo de las superpotencias no hay buenos ni malos, hay intereses estratégicos que hay que acomodar. Este fue el caso en la crisis de los misiles de 1962 con la línea roja de los Estados Unidos que no quería misiles de mediano alcance instalados a 70 km de su frontera. Que no se piense que fue solo la Unión Soviética la que cedió. Los Estados Unidos también desistieron de los misiles de mediano alcance que tenían en Turquía. Cedieron de manera recíproca, se acomodaron, y tuvieron un acuerdo duradero. ¿Por qué no fue posible lo mismo en el caso de Ucrania? Veamos la preparación en el lado estadounidense.
Ante el declive del dominio global que ha tenido desde 1945, los EE.UU. buscan consolidar a toda costa zonas de influencia, que garanticen facilidades comerciales para sus empresas y acceso a materias primas. Lo que escribo a continuación se puede leer en documentos oficiales y “think tanks”, por lo que se prescinde de teorías conspirativas. La política del “regime change” no está dirigida a crear democracias, solo gobiernos que sean fieles a los intereses de Estados Unidos. No fueron estados democráticos los que surgieron de las sangrientas intervenciones en Vietnam, Afganistán, Iraq, Siria, y Libia. No fue para promover la democracia que alentaron golpes de Estado que depusieron a presidentes elegidos democráticamente en Honduras (2009), Paraguay (2012), Brasil (2016), Bolivia (2019), sin mencionar el golpe de 2014 en Ucrania. Desde hace algún tiempo, el principal rival es China. En el caso de Europa, la estrategia estadounidense tiene dos pilares: provocar a Rusia y neutralizar a Europa (especialmente a Alemania). La Rand Corporation, una conocida organización de investigación estratégica publicó en 2019 un informe preparado a petición del Pentágono, titulado «Extendiendo Rusia. Competir desde terreno ventajoso». En él se analiza cómo provocar a los países para que la provocación pueda ser explotada por los Estados Unidos. Con respecto a Rusia, dice: «Hemos analizado una serie de medidas no violentas capaces de explotar las vulnerabilidades y ansiedades reales de Rusia como un medio para presionar al ejército y la economía de Rusia y el estatus político del régimen en el país y en el extranjero. Los pasos que hemos examinado no tendrían la defensa ni la disuasión como objetivo principal, aunque podrían contribuir a ambos. Por el contrario, tales pasos se consideran elementos de una campaña diseñada para desestabilizar al adversario, obligando a Rusia a competir en campos o regiones donde Estados Unidos tiene una ventaja competitiva, llevando a Rusia a expandirse militar o económicamente, o haciendo que el régimen pierda prestigio e influencia a nivel nacional y/o internacional”. ¿Necesitamos saber más para entender lo que está sucediendo en Ucrania? Rusia fue provocada a expandirse para luego ser criticada por hacerlo. La expansión de la OTAN hacia el Este, en contra de lo que se había acordado con Gorbachov en 1990, fue la pieza clave inicial de la provocación. La violación de los acuerdos de Minsk fue otra pieza. Cabe señalar que Rusia comenzó por no apoyar el reclamo de independencia de Donetsk y Lugansk después del golpe de 2014. Prefería una fuerte autonomía dentro de Ucrania, como está establecido en los acuerdos de Minsk. Estos acuerdos fueron rotos por Ucrania con el apoyo de Estados Unidos, no por Rusia.
En cuanto a Europa, el principio es consolidar la condición de socio menor que no se atreva a perturbar la política de las zonas de influencia. Europa debe ser un socio fiable, pero no puede esperar reciprocidad. Por eso la UE, ante la ignorante sorpresa de sus líderes, fue excluida del AUKUS, el tratado de seguridad para la región del Índico y el Pacífico entre EE.UU., Australia e Inglaterra. La estrategia del socio menor requiere que se profundice la dependencia europea, no sólo en el ámbito militar (ya garantizado por la OTAN) sino también en el económico, es decir, en términos energéticos. La política exterior (y la democracia) de EE. UU. está dominada por tres oligarquías (no solo hay oligarcas en Rusia y Ucrania): el complejo militar-industrial; el complejo gasífero, petrolero y minero; y el complejo bancario-inmobiliario. Estos complejos tienen ganancias fabulosas gracias a las llamadas rentas monopólicas, situaciones privilegiadas de mercado que les permiten inflar los precios. El objetivo de estos complejos es mantener al mundo en guerra y crear una mayor dependencia de los suministros de armas estadounidenses. La dependencia energética de Europa en relación con Rusia era inaceptable. Desde el punto de vista de Europa, no se trataba de dependencia, se trataba de racionalidad económica y diversidad de socios. Con la invasión de Ucrania y las sanciones, todo se consumó como estaba previsto, y la apreciación inmediata de los precios de las acciones de los tres complejos tenía champán esperándolos. Una Europa mediocre, ignorante y sin visión estratégica cae impotente en manos de estos complejos, que ahora les dirán los precios a cobrar. Europa está empobrecida y desestabilizada por no haber tenido líderes a la altura del momento. Además de eso, se apresura a armar a los nazis. Tampoco recuerda que, en diciembre de 2021, la Asamblea General de la ONU adoptó, a propuesta de Rusia, una resolución contra la “glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que promuevan el racismo, la xenofobia y la intolerancia”. Dos países votaron en contra, Estados Unidos y Ucrania.
Las negociaciones de paz en curso son una equivocación. No tiene sentido que sean entre Rusia y Ucrania. Deberían ser entre Rusia y los EE.UU./OTAN/Unión Europea. La crisis de los misiles de 1962 se resolvió entre la URSS y los Estados Unidos. ¿Alguien se acordó de llamar a Fidel Castro para las negociaciones? Es una cruel ilusión pensar que habrá una paz duradera en Europa sin compromiso real por parte de occidente. Ucrania, cuya independencia todos queremos, no debería unirse a la OTAN. ¿Finlandia, Suecia, Suiza o Austria han necesitado hasta ahora la OTAN para sentirse seguros y desarrollarse? De hecho, la OTAN debería haber sido desmantelada tan pronto como acabó el Pacto de Varsovia. Sólo entonces la UE podría haber creado una política y una fuerza de defensa militar que respondiera a sus intereses, no a los intereses estadounidenses. ¿Qué amenaza había para la seguridad de Europa que justificara las intervenciones de la OTAN en Serbia (1999), Afganistán (2001), Irak (2004), y Libia (2011)? Después de todo esto, ¿Es posible seguir considerando a la OTAN como una organización defensiva?
*Académico portugués. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de Economía y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE. UU) y de diversos establecimientos académicos del mundo. Es uno de los científicos sociales e investigadores más importantes del mundo en el área de la sociología jurídica y es uno de los principales dinamizadores del Foro Social Mundial.
“La misericordia y la verdad se encontraron; la paz y la justicia se besaron” (Salmo 85:10)
Álvaro Vega Sánchez, sociólogo
La concentración de la riqueza y del poder conducen inevitablemente a la injusticia y a los conflictos sociales y armados. El sociólogo Ralf Dharendorf hablaba no solo de la propiedad privada de los medios de producción sino también de los medios de poder. De ahí la doble dictadura: la del mercado por la apropiación privada de los medios de producción y la del Estado autoritario por la concentración de los medios de poder. Ambas corresponden a las formas oligárquicas de dominación que hoy se visten de democráticas, mientras irrespetan la independencia de los poderes republicanos.
La creciente desigualdad económica y la intensificación de los conflictos bélicos entre las naciones obedecen, precisamente, a los altos niveles de concentración de los medios científico-tecnológicos y de los recursos naturales más valiosos, así como los medios de ejercer poder, tanto el coercitivo físico como el ideológico psíquico-emocional. Van quedando atrás las aspiraciones esperanzadoras de un mundo globalizado, donde prevalezcan las relaciones interdependientes entre países y regiones, liberalizando el comercio justo, favoreciendo el multilateralismo y la interculturalidad, para contribuir a crear sociedades más pacíficas, equitativas e inclusivas.
El conflicto entre Rusia y Ucrania, teniendo como actores de fondo principalmente a Estados Unidos y la Unión Europea, con su brazo armado la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), nos devuelve hoy a los aciagos y tenebrosos años de la “guerra fría”. Es parte de la disputa de las potencias por concentrar poder geopolítico y económico. Algunos comentaristas del reciente discurso del presidente Biden sobre el Estado de la Nación, destacaban que, a diferencia de Trump quien había debilitado a la OTAN, uno de los méritos de Biden fue haber logrado fortalecer los vínculos con Europa y revitalizar la OTAN, en el contexto del actual enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania.
Por su parte, el secretario de Estado de EE. UU, Antony Blinken, ha insistido en que “la invasión de Rusia a Ucrania es injustificada y no provocada”. Ninguna invasión puede considerarse justificada, incluyendo las muchas que ha realizado EE. UU de manera unilateral, y que ahora pareciera haberlas olvidado. Sin embargo, resulta de sentido común comprender que una potencia como Rusia se sintiera provocada por un país limítrofe como Ucrania, con reiteradas acciones políticas y bélicas de corte nazi-fascistas contra las regiones separatistas de Lugansk y Donetsk, cobrando miles de víctimas civiles, y ahora dispuesta a integrarse a la OTAN.
Aquí, lo que está en juego es la seguridad misma de Rusia, al igual que lo estuvo la de Estados Unidos con la instalación de los misiles balísticos rusos enviados a Cuba, en la década de 1960. Cabe preguntarse, ¿por qué Estados Unidos, en esta ocasión, como sí lo hiciera Rusia con Cuba al retirar los misiles que representaban una amenaza para Estados Unidos, no hizo ningún esfuerzo para que Ucrania desistiera de su intención de incorporarse a la OTAN, que representa también ahora una amenaza para Rusia? De esta manera, se hubiese dado una oportunidad a la diplomacia, es decir, al diálogo, la vía más razonable y humana de dirimir los conflictos, y evitado la pérdida de vidas tanto de rusos como de ucranianos.
Mientras el presidente Putin demandaba de los países europeos y de Estados Unidos mediar para que Ucrania desistiera de su incorporación a la OTAN, única condición para evitar la guerra, y sostenía a sus tropas en la frontera, insistiendo en que no iba a invadir, por su parte, el presidente Biden repetía con insistencia, que Rusia sí iba a invadir Ucrania. Bueno, él no estaba dispuesto a persuadir a Ucrania de no incorporarse a la OTAN, y por ello sabía que Putin, inevitablemente, invadiría Ucrania. ¿Acaso, una profecía autocumplida o todo “fríamente calculado”?
Cuando se habla de la seguridad de países y potencias lo que está en juego son los intereses geopolíticos, con sus implicaciones económicas, particularmente comerciales. Y hoy es claro que ninguna potencia puede pretender ser hegemónica. Si se quiere garantizar la paz y el progreso de los pueblos hay que erradicar los imperialismos de cualquier signo, y afirmar el derecho de soberanía de las naciones. Asimismo, buscar consensos para evitar la proliferación de armas nucleares y contener la carrera armamentista. Para ello, es fundamental crear un ambiente de distensión, diálogo y negociación, que propicie las mejores relaciones entre los países.
Lamentablemente, la “misericordia y la verdad” no se dan la mano. La compasión por las victimas más vulnerables de las guerras injustificadas, como lo son los niños, los ancianos y las personas con limitaciones funcionales, ha sido desplazada por la frivolidad de los poderes fácticos ávidos de poder y de venganza. Y la verdad se ve arrinconada por una propaganda descaradamente manipuladora. Se utilizan los más sofisticados subterfugios para vestir las mentiras y falsedades de verdades o medias verdades, a conveniencia. Hay un vaciamiento de significado y sentido de las palabras, una violación del derecho que le asiste al lenguaje de ser adecuadamente utilizado para facilitar la comunicación y la comprensión entre los seres humanos. Es la denuncia de Jeremías de la palabra vacía de los falsos profetas: “Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo; paz, paz; y no hay paz” (Jer.6:14).
La nueva geopolítica global, apunta a la necesaria distribución del poder, condición fundamental para garantizar la paz. Para ello, se requiere mucho diálogo y conversación reposada; que se dignifique la palabra. No habrá paz ni justicia si, al igual que la riqueza, el poder no se distribuye. ¿Por qué no soñar todavía con un siglo XXI donde las naciones apuesten decididamente a una mejor distribución de la riqueza y el poder: el beso de la paz y la justicia?
La ley del mercado está en pleno desarrollo, lo de las quiebras de algún sector del empresariado gasolinero lo pone en blanco y negro en tiquicia y es efecto visible a la luz de la coyuntura geopolítica mundial, junto con la inflación que apenas inicia su posible carrera galopante, mientras no se vislumbran reales medidas anticíclicas, como una compensación de los salarios de toda la PEA nacional, esto en razón claro esta de la rigidez dogmática de la regla fiscal introducida en la ley 9635, norma grotesca que se cae a pedazos (lleva al menos 16 reformas), siendo evidente la necesidad de otra regla fiscal.
El reacomodo de fuerzas en el nuevo tiempo y espacio geopolítico mundial en desarrollo presenta riesgos y oportunidades para los actores sociopolíticos y provoca una nueva especie de relacionamiento entre los centros de poder post guerra fría y los Estados.
Este elemento genera un cambio de rumbo y nuevas actitudes y aptitudes humanas dentro de los grupos de poder a nivel de actores económicos y financieros globales y sin duda repercute en sectores, regiones, lo cual cambia las reglas del juego de quienes juegan esta partida de ajedrez en esta obra de una nueva redistribución del poder mundial.
Este fenómeno en pleno desarrollo coloca a América Latina en un contexto complejo y ante las repercusiones de las medidas unilaterales (no sanciones, pues no surgen de la ONU y violentan el derecho internacional), de EEUU y OTAN, contra la Federación Rusa, se han activado efectos e impactos que tendrán distintas tonalidades, sabores e intensidades en el corto, mediano y largo plazo.
Curioso resulta ver el abordaje actual de EEUU en lo militar, el cual podría estar siendo cauteloso ante su retraso tecno-militar y su estado de situación política, económica, social y financiera (inflación del 7.5% y con tendencia al alza, lo mismo que la zona euro), interna actual, que es dicho sea de paso diametralmente distinta a otros momentos donde el destino manifiesto tenía posiblemente más potencia.
Por tanto, el desenlace de este caso Rusia-Ucrania, podría dar un viraje que potencie un empujón fuerte para un nuevo mapa geopolítico global y un mundo más multicéntrico, dadas las debilidades estructurales endémicas de los EEUU y las visibles de la OTAN en lo militar y otras esferas, teniendo claro que también tienen fortalezas, las cuales serán utilizadas en el campo de la negociación política en franco desarrollo.
De igual forma desde hace años atrás hemos presenciado el proceso de claro avance del bloque Rusia-China que tendrá efectos reales en unos 10 años, y otros países euroasiáticos y del medio oriente, que están conformando ese nuevo mapa geopolítico de pesos y contrapesos supra.
Todo esto desnuda también las debilidades internas de EEUU y la OTAN en su decisión actual (con posible mal cálculo en el tiempo político), que parece generó la decisión de Putin en el plano militar (que es lo mismo que exigía John F. Kennedy con la crisis de los misiles en Cuba), sin dejar de decir que en el plano económico y financiero posiblemente hayan tenido previamente su propia previsión y que parece tuvieron una lectura errónea del estado de situación real de Rusia.
Sin duda alguna, esto pone a jugar a América Latina en las grandes ligas y en particular a países como Venezuela, México, Cuba, entre otros, en razón del petróleo tan cercano y de menor costo de traslado, ya que al no tener EEUU, el petróleo Ruso, o el gas ruso la OTAN, todo en razón de las medidas unilaterales de Biden, que no sigue hoy día al pie la OTAN, evidenciando fisuras (disparo en el pie), tanto EEUU, como la Unión Europea requieren un plan B que implica flexibilizaciones políticas temporales.
De hecho, ya hemos asistido a reuniones oficiales, diplomáticas y más visibles, calificadas por el propio Nicolás Maduro como respetuosas y que han tenido lugar en Caracas entre el Gobierno oficial de Venezuela (reconocido por Biden), y la delegación de EEUU.
En fin, debemos ver la actual situación con luz larga, pues si la vemos con la corta podríamos tomar e inducir a yerros peores para el país (lo cual incluye lo electoral entre Chaves y Figueres), pero peor aún, generar mayor afectación a las futuras generaciones y este es y debe ser entre otros temas parte de la agenda de los movimientos sociales y en particular de la dirigencia sindical costarricense.
La explicada como limitada incursión militar de Rusia, para la protección de los millones de rusos parlantes de Ucrania que vienen siendo sometidos a todo tipo de agresiones, incluidos actos de genocidio contra la propia población civil, los descubiertos planes de un ataque masivo a esta población del este del país, la escalada militar con armas ofensivas y los intentos de hacerlo en conjunto con la alianza militar de la NATO, lo que según Rusia pone en riesgo su propia seguridad, generan algunas interrogantes sobre esto que viene sucediendo. Sobre hechos que, al margen de apresurados juicios basados en simpatías o antipatías que dañan el propio sentido común, muestran una realidad que tiene que ser analizada a profundidad.
Luego del Golpe de Estado del 2014 perpetrado por ultranacionalistas neonazis, alentado y apoyado desde el exterior, se produjo una crisis que derivó en una guerra con grandes riesgos de convertirse en una confrontación internacional de grandes proporciones. Los ingentes esfuerzos en todo este tiempo para encontrarle una salida pacífica al conflicto por medio del diálogo y la negociación resultaron infructuosos, debido en gran parte a ciertas interferencias. Una guerra que viene cobrando la vida de miles de víctimas entre la población civil ruso parlante que supera los 15 millones y ocupa una considerable proporción del actual territorio de la hoy llamada Ucrania. Son estas las principales motivaciones que tuvo Rusia para proceder a esa intervención militar, manifestada como no deseada. ¿Por qué no le quedó otra opción? Por todo esto nos preguntamos: ¿Qué pasaría si en Canadá como resultado de un Golpe de Estado se estableciera un gobierno anglo sajón ultranacionalista, con fuerte presencia neonazi, que prohibiera el uso de la lengua francesa en Quebec o en España un poder similar le prohibiera a Cataluña el idioma catalán? ¿Qué pasaría si tanto quebequenses como catalanes decidieran resistirse y comoconsecuencia de ello fueran agredidos al igual como lo ha venido haciendo el gobierno de Ucrania contra la población ruso parlante? ¿Qué pasaría si Rusia decidiera repartir cientos de bases militares en el mundo y rodear con gran parte de ellas a un supuesto potencial enemigo? ¿Cómo reaccionaríamos ante tales hechos, que pisotean el derecho de cualquier pueblo a defender su idioma, su cultura, sus formas de vida, sus creencias, sus tradiciones, su historia y sus propias vidas? ¿O al de todo Estado soberano a proteger la seguridad en sus fronteras? ¿O es que lo que es bueno para el ganso no lo es para la gansa? Son solo preguntas que nos hacemos.