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Etiqueta: Salitre

Foro: contexto de violencia en Salitre desde la investigación y la vivencia

Este martes 16 de marzo a las 5 p.m. se realizará el foro “contexto de violencia en Salitre desde la investigación y la vivencia”, en las voces de jóvenes investigadores/as – En honor a la memoria de Sergio Rojas Ortiz.

Se contará con la participación de:

  • Louise Branco Gomes Caroline, Antropóloga – Mujeres recuperadoras en lucha contra la violencia.
    • Alejandro Alcázar Alvarado, Sociólogo – Las relaciones Estado-Pueblos Indígenas en Salitre.
    • Jimmy Vargas Alvarado, Sociólogo – Movilización y acción político-territorial en Salitre.
    • Jorge Morales Elizondo, Bibliotecólogo, estudiante de Sociología, del territorio indígena de Salitre y representante del Movimiento Indígena Interuniversitario de Costa Rica (MIITU).
    • Modera: Dennia Román Solano, UCREA- Escuela de Antropología y Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN).

La transmisión del foro se realizará vía: https://www.facebook.com/socioambientalesucr.kioscos

Organizan: Proyecto Educación Popular y Geografía del Programa Kioscos Socioambientales y la Escuela de Geografía UCR; Escuela de Antropología UCR; CIAN-UCREA UCR; CICDE-UNED; Cátedra Agenda Nacional de la Escuela de Ciencias Sociales del ITCR; DITSO; Voces Nuestras y Coordinadora de Lucha Sur Sur.

¡Contra la impunidad y el olvido, Sergio Rojas vive!

Comunicado público: usurpan con maquinaria recuperación en territorio bribri de Salitre

Alrededor de las 9 a.m. recuperadores y recuperadoras Bribris identificaron el ingreso de maquinaria en la recuperación Kue Bukurkae.

Lunes 8 de marzo del 2021. Aproximadamente a las 9 de la mañana fue identificado el ingreso de maquinaria pesada en la recuperación Kue Bukurkae, a 1 km al este de la entrada al Territorio Bribri de Salitre. Esta recuperación también es conocida como el cañal y fue recuperada por el Concejo Ditsö Iríria Ajkönúk Wakpa de Salitre en el año 2014 y la ADI, en ese entonces, otorgó posesión a los y las recuperadoras.

Luego de que el terreno fuera recuperado, familiares de Tahis Vidal -abogada vinculada con terratenientes y condenada por usurpación de Territorios Indígenas en el 2017 – usurparon una parte del terreno. Las usurpadoras son Alejandra Vidal (hermana de Tahis) y su madre.

En la parte usurpada de Kue Bukurka fue donde hoy ingresaron maquinaria pesada para hacer un plano. Quien se apersonó fue Rosa Iris Vargas en compañía de 4 sujetos más, todos reconocidos por ser aliados de personas no indígenas y usurpadoras.

La usurpación e ingreso de maquinaria pesada a las recuperaciones -y en general, en todo el Territorio- es ilegal. Actualmente, este terreno se encuentra en medio de procesos judiciales e incluso el Ejecutivo “lo desalojó” en 2019 y lo otorgó a la ADI según el Plan RTI. Todo ello, faltando a los principios de autogobierno de los Pueblos Originarios y también a los desalojos prioritarios señalados al Ejecutivo por parte del Concejo Ditsö Iríria Ajkönúk Wakpa de Salitre.

Condenamos la usurpación y las acciones de la no indígena Alejandra Vidal y su familia, con el apoyo de Rosa Iris Vargas.

Exigimos al Estado costarricense medidas reales que puedan garantizar nuestra integridad física, vida y la integridad del Territorio Bribri de Salitre. Insistimos en que el Plan RTI no toma en cuenta nuestras necesidades y tampoco reconoce al Concejo Ditsö Iríria Ajkönúk Wakpa como Autogobierno de Salitre. Así, trazado el camino la paz no llegará a nuestro Territorio. Paz que es posible únicamente si los usurpadores son expulsados de nuestro Territorio.

Concejo Ditsö Iríria Ajkönúk Wakpa de Salitre
Coordinadora de Lucha Sur Sur Sur.

Publicación en Facebook:
https://www.facebook.com/111882987093775/posts/255257376089668/

Desplazamientos forzados en Costa Rica: pueblos indígenas, usurpación blanca, Estado omiso

Por Memo Acuña. (Sociólogo y escritor costarricense)

Entre el 28 y 29 de junio de 2014, mientras la mitad del país se entregaba a la euforia de la celebración por el triunfo de su selección de futbol en el Mundial de Brasil, otro tipo de euforia revestida de ira y odio racista circundaba los territorios indígenas ubicados en el sur del país.

Decenas de finqueros, hombres, blancos, armados, la mayoría de ellos con considerables rastros de ingesta de alcohol, arremetieron contra caseríos y personas del territorio Bribri de Salitre, quemaron sus ranchos, les golpearon, amedrentaron y persiguieron hasta perderlos en las montañas.

Días después de estos hechos fui invitado a participar en la Sétima Misión de Observación Independiente del Observatorio de Derechos Humanos para la Autonomía indígena (ODHAIN), en mi condición de director del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional en aquel periodo. Fuimos a observar y verificar nuevos actos de violencia y desplazamiento ocurridos solo una semana después del acontecimiento de junio. Conversamos, observamos, anotamos. Pudimos constatar en el campo las denuncias de los pobladores indígenas, pero ante todo sus temores, sus miedos fundados.

Se producía así un episodio más de una larga escalada, histórica, en que la legitimidad originaria por el derecho a la tierra y sus recursos ha sido recusada una y otra vez por la apropiación, la ocupación, el despojo y la violencia bajo la cual se escudan sectores de población no indígena para hacerse con sus territorios. La mayoría de estos eventos terminan con una expulsión violenta, inmediata y premeditada de las poblaciones indígenas, obligándolas a vivir fuera de los espacios que por ley ancestral les pertenece y sin que el Estado actúe de forma pertinente.

Es esta una dinámica no verbalizada en Costa Rica, como tantos hechos invisibilizados en su historia reciente, tales como las movilidades de población costarricense hacia el extranjero, las violencias contra poblaciones vulnerables y los desplazamientos forzados internos.

Hablar de desplazamientos forzados en una realidad como la costarricense, implica desmontar el mito sobre el cual se han construido discursos igualitarios y homogenizantes. Significa, reconocer la emergencia de un sujeto social con características particulares: des territorializado, despojado y obligado a dejar su lugar de origen y residencia. Al mismo tiempo, orienta miradas acerca de procesos que han experimentado otros países de la región centroamericana y cuyas manifestaciones vienen aumentando en Costa Rica.

Justamente violencia y despojo son dos rasgos distintivos que experimentan las poblaciones indígenas frecuentemente desalojadas de sus territorios. Por ello, entendemos la noción de desplazamiento forzado interno como una dinámica de movilidad causada por factores de expulsión y que merece ser discutida y reflexionada ampliamente en el contexto costarricense.

Por las constantes denuncias de riesgo y peligro que experimentan las poblaciones indígenas en Costa Rica, en particular las situaciones expuestas por los pueblos Teribe y Bribri de Salitre, el Estado fue apercibido con una medida cautelar impuesta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el año 2015 en la que se le exhortaba a adoptar las medidas necesarias para garantizar la vida y la integridad personal de los miembros de ambos pueblos.

Pese a esta consideración planteada por el organismo internacional, el Estado ha actuado con dilación, lentitud y poca capacidad de respuesta. Entre 2019 y 2020, dos dirigentes indígenas de los territorios fueron asesinados sin que hasta la fecha el sistema judicial haya actuado en consecuencia. En la actualidad, varios dirigentes y líderes indígenas siguen siendo amenazados sin que la institucionalidad judicial costarricense intervenga para su protección.

Desde el año 2020 y en plena coyuntura pandémica, el territorio cabécar de China Kichá ha sido sometido a la continuación de las tensiones producidas por la ocupación-usurpación de personas no indígenas y la recuperación legítima de sus pobladores. Nuevos actos de violencia física y agresiones a personas recuperadoras han sido documentados.

La problemática en este territorio está lejos de resolverse, pese a las acciones de incidencia impulsadas por personas dirigentes, personas recuperadoras y organizaciones sociales y académicas que acompañan a estas poblaciones. Al momento de escribir esta columna se conoció que al menos el Poder Ejecutivo, dadas las presiones de muchos actores involucrados, había emitido la declaratoria de vulnerabilidad social estipulada en la normativa, en el caso de un inminente desalojo en Yuwi Senaglö, perteneciente a este territorio.

Es preciso que la comunidad internacional se pregunte por los mitos que han sostenido la imagen del Estado costarricense como defensor de los derechos humanos. Es necesario cuestionar esta lógica de producción inversa de discurso que alimenta una forma de reconocer un Estado, pero no de profundizar en sus prácticas. De igual manera, es necesario que, en la región centroamericana, en particular en su región norte, se considere el hecho de que los desplazamientos forzados internos son una realidad incuestionable que abarca prácticamente toda la geografía centroamericana, incluyendo Costa Rica. Esta visibilización es urgente para avanzar hacia una restitución real y permanente de las definiciones ancestrales en materia de territorios y derechos, que asisten a nuestras poblaciones indígenas.

La ilegalidad normalizada en territorios indígenas de Costa Rica

Observatorio de Derechos Humanos emite 18avo informe sobre situación en Térraba.

A solicitud y por invitación de Recuperantes de la Finca Crun Shurín y del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI) se llevó a cabo la 18ava. Misión ODHAIN en Territorio Brörán de Térraba, en vista del aumento de la violencia, por amenazas de muerte, hostigamiento y daños de la naturaleza mediante incendios provocados, destrucción del patrimonio arqueológico y profanación de lugares sagrados, quema de cultivos, daños a cercas y enseres domésticos, así como instigaciones racistas contra las personas recuperadoras.

El surgimiento de nuevos episodios de violencia por conflictos de tierra y territorio se suma al aumento de la tensión que eventualmente podría desembocar en hechos lamentables de pérdidas de vidas humanas como ya ha sucedido en fechas recientes.

El informe presentado hoy 12 de febrero recoge la información sobre la misión que visitó el pueblo Brörán, territorio Térraba, en Buenos Aires de Puntarenas, al sur del país, los días 24,25 y 26 de agosto del 2020. El informe es un documento extenso que recoge testimonios de entrevistas realizadas en el territorio y por vía digital así como registros fotográficos de la vista. La Misión estuvo conformada por Ana Castillo Delgado, del Servicio de Paz y Justicia, Sussy Gonzáles Gonzáles de la Comisión Justicia, Paz e integridad de la creación y Víctor Madrigal Sánchez por el Proyecto Tierra Encantada de la Universidad Nacional.

El documento será enviado a autoridades nacionales e internacionales, entre ellas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como un llamado de atención y de alerta temprana sobre la situación conflictiva, tensa y de irrespeto a los derechos humanos. La violencia, una constatación del Informe del Observatorio, se origina en las invasiones a las tierras ancestrales del pueblo Brörán de Térraba y en la inoperancia del Estado/gobierno de Costa Rica en realizar la devolución de la tierra a sus legítimos dueños.

Las principales conclusiones de la 18ava Misión del Observatorio de Derechos Humanos (ODHAIN):

  1. Se constata en las entrevistas realizadas, las denuncias de amenazas de muerte y la necesidad de presencia policial preventiva y disuasiva ante el clima de violencia y tensión que se vive en el Territorio indígena de Térraba. Esa situación de violencia podría intensificarse y generar eventos lamentables con pérdida de vidas humanas.
  2. El origen de la violencia contra los pueblos indígenas no debe situarse en el legítimo reclamo del derecho a la tierra, ni en la recuperación de hecho de la tierra por parte de personas brörán, sino que el detonante de la violencia debe ubicarse en la injusta invasión histórica de la tierra y el territorio indígena y en la inacción del Estado costarricense en implementar el derecho indígena.
  3. La recuperación territorial indígena emprendida para romper el injusto orden establecido desde el periodo colonial estriba en la claridad de conciencia de los pueblos originarios acerca del derecho indígena nacional e internacional y el arraigo a la espiritualidad en torno a la perspectiva de la tierra como Madre que nutre y sostiene la vida. “La tierra es Madre y hermana de caminada cultural”.
  4. La información recopilada evidencia una lucha para recuperar y retomar la tierra y el territorio ancestral brörán por medios pacíficos, sin ostentación de fuerza o violencia, apenas con la convicción y confianza de que se trata de una lucha justa.

El Observatorio (ODHAIN) recomienda:

  1. Al Ministerio de Gobernación y Policía. La presencia policial en el territorio Térraba debe cumplir una función preventiva y disuasiva de violencia para lo cual debe atender de forma pronta y oportuna al llamado que realizan desde las recuperaciones territoriales. Dado a la existencia en el cantón de Buenos Aires de actitudes de odio y racismo contra indígenas deben seguirse protocolos estrictos de formación y capacitación al interno del cuerpo policial a fin de que su actuación sea ejemplar.
  2. Al INDER como institución del Estado a cargo de la tierra, debe priorizar y asignar recursos necesarios para dar cumplimiento a la Ley Indígena 6172, sin más dilaciones.
  3. Que el Estado/Gobierno cumpla de inmediato con el Protocolo de Implementación de las Medidas Cautelares establecidas por la CIDH para los Territorios de Salitre y Térraba e informe de manera pública y periódica a los pueblos interesados y al país.
  4. A los tribunales de Justicia. Que atiendan el clamor de justicia por los asesinatos de Sergio Rojas Ortiz y Jhery Rivera Rivera. Recordando que los Estados siempre serán responsables, en sus países, de cualquier violación a los Derechos Humanos, sean estas por acción u omisión.

Finalmente, el Informe destaca la percepción de un clima de racismo e incomprensión de la lucha indígena por recuperar sus tierras ancestrales, abonado por el sentimiento de inseguridad por el asesinato impune de sus líderes, así como de incredulidad en la política pública del Estado que no logra el saneamiento o devolución de las tierras invadidas.

Síntesis. Víctor Madrigal Sánchez vic705@gmail.com

Puede descargar el informe en el siguiente enlace:

“Exigimos justicia pronta para Sergio Rojas Ortiz, su familia y el pueblo Bribri de Salitre”. Comunicado

SURCOS comparte el siguiente comunicado público:

  • La filtración a la prensa del expediente penal 19-000178-0990-PE del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) da cuenta del clima de impunidad e intereses detrás del caso sobre el asesinato de Sergio Rojas Ortiz, Bribri de Salitre, asesinado el 18 de marzo del 2019.
  • Exigimos un alto a la impunidad y el acceso a la justicia a la familia de Sergio y al Pueblo Bribri de Salitre.

Viernes 29 de enero 2021. Los pasados 21 y 22 de enero, el medio de comunicación digital “CrHoy.com” publicó varios reportajes basados en el expediente penal 19-000178-0990-PE.  Expediente que refiere al caso penal abierto tras el asesinato de Sergio Rojas Ortiz y que fue realizado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Buenos Aires. Este expediente era confidencial tal y como lo demanda la Ley penal vigente.

Las notas periodísticas aportan una serie de detalles de la investigación judicial y son publicados días posteriores a que el Juzgado Penal de Buenos Aires rechazara la solicitud de desestimación del caso, solicitado por la Fiscalía de Narcotráfico y Delitos Conexos. La filtración del expediente es ilegal y fuera de derecho. Pues, además de aumentar el clima de desconfianza respecto al caso de Sergio podría incidir en el buen desarrollo de la investigación, exponer a personas informantes y, finalmente, continuar con la impunidad reinante en el Territorio Bribri de Salitre.

Sobre ello, el 26 de enero el Lic Óscar Retana, abogado de la familia de Sergio Rojas Lázaro, presentó una denuncia ante la Inspección Judicial y la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción, para que se investiguen las irregularidades que atentan contra los Principios del Debido Proceso y Confidencialidad en el proceso.

Por tanto:

Apoyamos la denuncia interpuesta por el Lic Óscar Retana, abogado de la familia Rojas Lázaro, ante la Inspección Judicial y la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción para que se investiguen las irregularidades que transgreden los Principios del Debido Proceso y Confidencialidad en el proceso, y para que se sancione con todo rigor a los responsables de filtrar la información del expediente 19-000178-0990-PE a la prensa.

Exigimos que se garanticen todos los principios procesales en este caso, especialmente el debido proceso, se concluya con el esclarecimiento del asesinato de Sergio y se dé acceso real a la justicia y reparación a la familia de Sergio y al Pueblo Bribri de Salitre.

La impunidad en los distintos Territorios Indígenas de la Zona Sur debe ser detenida. En menos de un año, dos defensores de los derechos de los Pueblos Originarios fueron asesinados y ningún responsable de los asesinatos y otras agresiones han sido judicializados. Los casos de Sergio Rojas y Jerhy Rivera no son aislados, sino que corresponden a un clima de tensión, violencia e impunidad que afecta a otros líderes, lideresas y a los Pueblos en general.

Es hora de que el Estado haga lo que corresponde: garantizar la integridad física, la vida y el disfrute de sus derechos a los Pueblos Originarios. Hasta entonces, como organizaciones estaremos vigilantes y en defensa de los Pueblos Originarios.

¡No más impunidad!

Organizaciones firmantes:
Concejo Indígena Regional Pacífico Sur de Yimba Cajc.
Recuperadoras/es Cabécares de Kerpego.
Recuperador@s Cabécares de Kono Jú.
Recuperador@s Cabécares de Sekeirö Kaska.
Recuperador@s Cabécares de Yuwi Senaglö.
Asociación de Desarrollo Indígena de China Kichá.
Recuperadoras Cabécares de Sá Ka Duwé Senaglö.
Recuperador@s Broran de Crun Shurin.
Recuperador@s Broran de Finca San Andrés.
Organización Autónoma Gwrvechi Kare del Territorio Ngäbe de Conte Burica.
Asociación de Productores de Finca 10.
Comité de lucha por la tierra de finca Changuina.
Cootraosa.
Comité de Lucha por la tierra de kilómetro 37 de Golfito y Correñdores.
Asociación para la defensa de los Usuarios de los Servicios Públicos (ADUSP).
Comité de lucha por la tierra de Finca Venecia.
SOJUPANO de Palmar de Osa.
Tierra para el Campesino de Finca Puntarenas (TIPAELCA).
SERBUSUR de Finca Puntarenas.
Voces Nuestras.
Ditsö.
Coordinadora de Lucha Sur Sur.
Proyecto TC635-Comunicación y Cambio para el Buen Vivir, Escuela de Ciencias de la Comunicación
Colectiva-UCR.
Proyectos ED-3526 Educación Popular y Geografía: Análisis de la conflictividad socioambiental en territorios rurales de Costa Rica del Programa Kioscos socioambientales
Asociación Proyectos alternativos PROAL.PACUARE.
Radio Machete.
EC-519 Campamento Audiovisual de Mujeres y Territorios, Programa Kioscos Socioambientales
EC-3555 Coordinación General del Programa Kioscos Socioambientales para la Organización Comunitaria
Juan Antonio Gutiérrez Slon – Sociólogo e Historiador, Centro Investigaciones en Cultura y Desarrollo (CICDE) de UNED.
César Moya Aburto – Investigador, Centro Investigaciones en Cultura y Desarrollo (CICDE) de UNED.
EC-518 Observatorio Bienes Comunes Agua y Tierra
Ríos Vivos
Bloqueverde
La Barriada
Colectiva Caminando
Departamento Ecuménico de Investigación (DEI)
Red Pluricultural de Gestores Locales del Caribe
Red Indígena de Gestores Locales del Pacifico Sur – RIGELOPS
Frente Autónomo de Lucha de los Barrios del Sur
Personas firmantes:
Amilcar Castañeda Cortez, Responsable académico del Técnico en Gestión Local para Pueblos Originarios,
Rafael López Alfaro, Programa de Gestión Local de la UNED,
Osvaldo Durán Castro
Nery Chaves García.
Pamela Campos Chavarría, Programa Gestión Local, UNED
Carolina Somarribas Dormond, Programa de Gestión Local, UNED.
Adriana Villalobos Araya, Programa de Gestión Local, UNED
Zully Jara Méndez, Programa de Gestión Local, UNED.
Xinia Zúñiga Muñoz Investigadora CICDE-UNED
Contactos:
Gustavo Oreamuno Vignet, Ditsö: 8527-0039.
Oscar Retana, abogado defensor Familia Rojas Lázaro: 8561-7671.

NO a la impunidad del homicidio de Sergio Rojas Ortiz

SURCOS comparte el siguiente comunicado:

Comunicado público
Concejo de Salitre Ditsö Iriria Ajkönúk Wakpa
Concejo de Mayores Brörán de Térraba
Consejo de Mayores Iriria Jtecho Wakpa de Cabagra
Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena de China Kichá

– No a la impunidad del homicidio de Sergio Rojas Ortiz
– Demandamos que el Ministerio Público continué con las investigaciones

Lunes 23 de noviembre 2020. Desde el 24 de setiembre de este año, la Fiscalía de Delincuencia Organizada solicitó el archivo de la investigación del caso del asesinato de nuestro compañero y líder indígena bribri, Sergio Rojas Ortiz, lamentable hecho realizado el 19 de marzo de 2019 en su casa de habitación. Hasta el momento, no se ha identificado a ningún sospechoso.

Sergio era beneficiario directo de las Medidas Cautelares 321-12, emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde el 30 abril del 2015, donde se ordena al Estado proteger la vida e integridad física de los y las Bribri de Salitre y Brörán de Térraba, así como investigar y sancionar a los responsables de las amenazas y violencia.

El próximo 3 de diciembre a las 9:00 am se llevará a cabo una audiencia oral para que el Juzgado Penal de Buenos Aires decida si la investigación debe seguir activa y no archivarse, o por el contrario validar la impunidad y descontinuar el proceso. Por esto, las acciones de la Fiscalía y la eventual acogida de la solicitud de desestimación serían particularmente ofensivas y en total incumplimiento de las Medidas Cautelares 321-12.

Ante esto, como organizaciones que velamos por la permanencia y desarrollo de nuestras culturas indígenas y nuestra incansable labor de recuperación de tierras, exigimos:

  • Que las autoridades judiciales digan no a la impunidad, y se continúe con las investigaciones judiciales que corresponden.
  • Que las autoridades judiciales del Estado Costarricense destinen todos los recursos disponibles para dar con los responsables, y acabar con el clima de hostilidades en nuestros territorios, donde continuamente niños, niñas, mujeres y hombres indígenas viven en carne propia la inacción del Estado.
  • Que se encuentren a los homicidas de Sergio Rojas Ortiz y les caiga todo el peso de la ley penal.
  • Que se haga justicia a la familia de Sergio Rojas Ortiz encontrando a los autores de darle muerte, diciendo no a la impunidad.

El comunicado lo firman las siguientes personas:

Pablo Sibar Sibar – Concejo de Mayores Brörán de Térraba, Territorio Indígena de Térraba
Lesner Figueroa Lázaro – Concejo Ditsö Iriria Ajkönúk Wakpa, Territorio Bribri de Salitre
Maximiliano Torres Torres – Concejo Iriria Jtecho Wakpa, Territorio Indígena de Cabagra
Efraín Fernández Zúñiga – Asociación Desarrollo China Kichá, Territorio Indígena Kichá

 

Imagen: Coordinadora de Lucha Sur Sur-CLSS

Consejo Ditsö Ajkönúk Wakpa rechaza el supuesto desalojo de terreno en el territorio bribri de Salitre

Comunicado:

-El día de ayer, martes 01 de septiembre, la Fuerza Pública realizó un supuesto desalojo en el Territorio Bribri de Salitre y lo entregó a la Asociación de Desarrollo Integral de Salitre.
-El Concejo Ditsö Iríria Ajkönuk Wakpa demanda que el terreno sea entregado a su legítima dueña, la Bribri Adelita Delgado Rojas que recuperó ese terreno en el año 2014.

Miércoles 02 de septiembre. El Ministerio de Seguridad Pública ordenó a la Fuerza Pública que el día de ayer, martes 01 de septiembre, realizara un supuesto desalojo en la comunidad de Di Sie -Río Azul- del Territorio Bribri de Salitre. El desalojo, del expediente 3146-14, corresponde a un terreno que fue recuperado en el año 2014, por la Bribri Adelita Delgado Rojas, del Clan Sulariwak. Desde entonces, el usurpador William Arias

Valverde continuaba usurpando una parte del terreno y, según la Fuerza Pública, él no se encontraba en el terreno el día de ayer.

Tras el desalojo, la Fuerza Pública entregó el terreno a la Asociación de Desarrollo Integral y no a su legítima dueña: Adelita Delgado Rojas del Clan Sulariwak. Como Concejo Ditsö Iríria Ajkönuk Wakpa, organización propia del Pueblo y Territorio Bribri de Salitre, rechazamos la entrega a la ADI de un terreno ya recuperado. Ese terreno pertenece a la recuperadora, Adelita Delgado Rojas.

Ya en reiteradas ocasiones, el Concejo Ditsö Iríria Ajkönuk Wakpa ha manifestado su rechazo a la Asociación de Desarrollo Integral en el tanto corresponde a una imposición colonial del Estado, además que la ADI ha ejercido violencia contra el Pueblo Bribri que recupera dignamente lo que le pertenece. La ADI de Salitre no es legítima y tampoco corresponde a una autoridad para el Pueblo Bribri de Salitre.

Reiteramos como Concejo Ditsö Iríria Ajkönuk Wakpa de Salitre que la paz al Territorio Bribri de Salitre sólo es posible si las personas no indígenas son expulsadas del Territorio. Para ello, el Ejecutivo debe acatar los desalojos priorizados por el Concejo y no llevarlos a cabo en terrenos que ya han sido recuperados por sus legítimos dueños (as) Bribris.

Consejo Ditsö Iríria Ajkönuk Wakpa de Salitre
Coordinadora de Lucha Sur Sur
¡JUSTICIA PARA SERGIO, JERHY Y LOS PUEBLOS ORIGINARIOS!

Carta dirigida al señor Ignacio Santos, director Telenoticias, Canal 7

Mercedes de Montes de Oca, 20 de febrero de 2020.

Lic. Ignacio Santos

Director Telenoticias

Canal 7

CICDE_064_2020

Estimado señor director don Ignacio Santos:

Primero que nada, mi saludo respetuoso para usted, esperando se encuentre muy bien.

Le escribo en mi condición de director del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo de la UNED (CICDE-UNED), para expresarle, a nombre propio y del equipo de nuestras investigadoras e investigadores, la preocupación que nos ha generado los reportajes que el medio que usted dirige publicó hace algunos días, en relación con los conflictos territoriales en el territorio indígena bribri de Salitre.

Nos respaldan diez años de investigación realizada sobre el propio territorio, enriquecida por la más profusa documentación y por las propuestas teóricas y metodológicas más avanzadas en esta materia, como asimismo una rica producción científica, académica y audiovisual, en la que se recogen los hallazgos de las investigaciones que nuestro equipo han realizado, bajo la coordinación de la M.Sc. Xinia Zúñiga Muñoz, con la participación de los investigadores M.Sc. Juan Antonio Gutiérrez Slon, Lic. César Moya Aburto, y nuestros investigadores comunitarios indígenas: Mariana Delgado Morales del clan Tubölwak y Pablo Sivas Sivas, Mayor Brörán.

Y puesto que sabemos que la voz de los pueblos indígenas ha sido sistemáticamente silenciada, al punto que incluso su existencia a veces es negada, y puesto que somos conscientes del cúmulo de prejuicios que alimentan los imaginarios populares en relación con estas poblaciones, nuestro trabajo, que persigue objetivos académicamente rigurosos, siempre ha partido de una premisa ética fundamental: respetar la voz y la cosmovisión de estos pueblos.

Desde ahí, y con todo respeto, he de decirle que los reportajes de Telenoticias son omisos en relación con las bases jurídicas en que se fundamentan los reclamos de los pueblos indígenas, como también lo son en cuanto a la caracterización de la evolución histórica de los conflictos. Al partirse de bases tan defectuosas, se termina invistiendo de legitimidad jurídica a actores que no la tienen, en desmedro de los legítimos derechos territoriales de los pueblos indígenas.

Hay en las notas periodísticas que ustedes ofrecen, groseras inexactitudes en relación con el papel de la fuerza pública, y una clarísima invisibilización de las manifestaciones de violencia que a lo largo de los años han sufrido las personas indígenas y sus familias. Quizá lo más grave de todo está en la imagen distorsionada que se ofrece, según la cual los invasores son los propios pueblos indígenas, no obstante tratarse de territorios indígenas así reconocidos por leyes y tratados internacionales. Y puesto que es responsabilidad de la institucionalidad pública de Costa Rica, darles plena validez a tales obligaciones legales, necesariamente ha de subrayarse que la negligencia de los sucesivos gobiernos a lo largo de muchos años ha suministrado combustible para el conflicto. Ni siquiera las Medidas Cautelares dictadas en abril de 2015, por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), están teniendo la aplicación correcta y rigurosa que la gravedad del problema hace urgente. El asesinato del líder indígena Sergio Rojas del clan Uniwak, hace un año, y el reciente atentado de bala contra Minor Ortiz Delgado del clan Tubölwak, lo atestiguan de manera contundente.

Es desde luego lamentable que la voz de las personas indígenas y sus autoridades tradicionales, que han buscado recuperar las tierras que legítimamente les pertenece, hayan sido silenciadas por lo reportajes de Telenoticias. Tampoco favoreció la calidad y equilibrio de esas notas, el haber ignorado a instancias gubernamentales y judiciales involucradas en estos asuntos, así como a la academia que, como es el caso del CICDE-UNED y de colegas de la UCR, han trabajado este tema por muchos años.

He de indicar con todo respeto, que este tipo de reportajes alimentan los prejuicios racistas en contra de nuestros pueblos indígenas, y dan pretexto para la violencia y la discriminación que padecen.

Adjunto un documento que fue preparado por nuestro equipo de investigación, y que presentamos como la posición de nuestro centro en relación con el asunto planteado. Posteriormente le haremos llegar alguna documentación adicional, derivada de nuestro trabajo investigativo. Espero que todo ese material le sea de utilidad a usted y sus periodistas, para formarse una idea fundamentada y seria de lo que acaece en el territorio indígena de Salitre.

Atentamente

Dr. Luis Paulino Vargas Solís

Director

Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE)

Vicerrectoría de Investigación

UNED

 

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Noticias que (en)cubren realidades y desvirtúan los hechos

CICDE _ 14 febrero 2020

Pronunciamiento del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE UNED) sobre el conflicto por las tierras en el territorio indígena de Salitre y los reportajes de un canal de televisión

Luego de observar los reportajes presentados en los últimos días en uno de los medios televisivos de cobertura nacional (Telenoticias de canal 7), el Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE) de la Universidad Estatal a Distancia, considera necesario ofrecer a la ciudadanía costarricense otros elementos –contextuales, analíticos y empíricos– acerca de los hechos que vienen sucediendo en los territorios indígenas del Cantón de Buenos Aires de Puntarenas, especialmente en el territorio de Salitre. Nos parece importante hacerlo en vista de que esas realidades han sido desvirtuadas tendenciosamente por este tipo de reportajes televisivos. De esa forma, se criminalizan las luchas de los pueblos indígenas por su territorio, se incentiva la animadversión racista en contra de estas poblaciones tan vulnerables y discriminadas, y se lanza un manto de impunidad sobre los incumplimientos en que, como país, estamos incurriendo, respecto de diversas obligaciones legales, nacionales e internacionales.

Es importante tener presente que no es la primera vez que estos medios han incurrido en reportajes parcializados sobre la realidad del territorio de Salitre (véase el estudio realizado por CICDE con relación a este tema en siguiente vínculo https://investiga.uned.ac.cr/cicde/wpcontent/uploads/sites/37/2019/08/noticias_salitre.pdf). Estas noticias recientes, son entonces parte de un continuum, nuevas expresiones de un enfoque mediático sesgado, y carente de una fundamentación seria.

El CICDE-UNED desarrolla desde hace 10 años una línea de investigación sobre las luchas y reivindicaciones de los pueblos indígenas costarricenses, contando a la fecha con varios estudios concluidos, otros en proceso y múltiples productos académicos, que sustentan los datos y apreciaciones que enseguida ofrecemos. Todo ello está disponible en nuestro sitio web https://investiga.uned.ac.cr/cicde/informes/.

  1. Los derechos territoriales indígenas y la usurpación del territorio

Las 11 700 hectáreas que hoy componen el territorio de Salitre fueron declaradas territorio indígena en 1956 (Decreto Nº 34, reformado por el Decreto Ejecutivo Nº 13571 de 1982), fecha a partir de la cual dichas tierras quedaron protegidas jurídicamente como terrenos de propiedad exclusiva de la población indígena.

Los Pueblos Indígenas son titulares de derechos humanos colectivos, entre los que se encuentran los derechos territoriales, establecidos en diferentes instrumentos internacionales, aprobados y vigentes en Costa Rica desde 1993 cuando el país ratificó el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT, el cual había sido aprobado en 1989; mediante la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007), y la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2016).

Es decir, el conflicto que se hace evidente con la recuperación de las tierras localizadas dentro de los propios territorios indígenas, obedece a una problemática creada, fundamentalmente, por la violación de los derechos de estos pueblos, tanto por parte del Estado costarricense, que no ha cumplido la función tutelar que le corresponde, como por la invasión ilegal de estos territorios por parte de personas no indígenas.

Esta situación de usurpación y apropiación ilegal alcanza en promedio, según estimaciones elaboradas a partir de nuestras investigaciones en el CICDE-UNED y otras fuentes, entre 40% y 50% de las tierras reconocidas por el Estado costarricense como tierras indígenas (Zúñiga et all, 2017; Vargas et all, sf; Guevara y Romagosa, 1987), llegando hasta un 80% y 90% en algunos territorios como Térraba y China Kichá. Hasta el momento, esta situación ha quedado cubierta por un manto de impunidad.

Los reportajes a que hacemos referencia no mencionan tales datos, las cuales son reconocidas oficialmente, no obstante que estudios técnicos adicionales son necesarios para precisar los hechos con mayor detalle. Estos medios presentan exclusivamente la versión de las personas no indígenas o de personas que siendo indígenas respaldan intereses ajenos a los de sus propios pueblos.

Resaltamos que las fincas que están siendo reocupadas por familias indígenas se hayan dentro de los territorios indígenas y pertenecieron anteriormente a familias indígenas.

En la memoria y en la historia de las familias indígenas se recuerdan y registran múltiples formas fraudulentas, engañosas e injustas de despojo que sufrieron sus abuelos por parte de personas no indígenas inescrupulosas, contando para ello con la ayuda de abogados y abogadas irresponsables que hicieron transacciones irregulares.

En el caso de Salitre es bien conocido que este conflicto por las tierras, que en su última etapa que lleva ya diez años, ha generado una verdadera crisis comunitaria, una dolorosa escalada de violencia. Ninguna persona no indígena ha sido agredida por indígenas mientras que varios indígenas si lo han sido a manos de no indígenas, sin que hasta el momento haya nadie detenido por este tipo de hechos, ni por otros como las balaceras, las amenazas e intimidaciones que se han vuelto el pan de cada día en Salitre.

La ausencia del punto de vista de quienes son víctimas de una situación histórica de injusticia y protagonistas de una lucha en situación muy desventajosa, resta validez y credibilidad a ese tipo de reportajes, pero sobre todo, y es lo más preocupante, abona a la justificación ante la opinión pública, de la violencia en este territorio, en un evidente respaldo a los finqueros no indígenas.

Algunos finqueros entrevistados argumentan que poseen muchos años habitando dentro del territorio indígena, aunque los estudios demuestran que la mayoría de ellos, quienes por lo general poseen varias fincas en uno o varios territorios indígenas, viven fuera de ellos. Estar en posesión de una de estas fincas por más de 20, 30 o 40 años no es en sí misma una prueba de legalidad, pues según la Ley Indígena las tierras indígenas son “inalienables e imprescriptibles, no transferibles y exclusivas para las comunidades indígenas que las habitan”. Por lo tanto, y desde el punto de vista legal, el finquero no indígena solo puede aspirar a ser indemnizado por parte del Estado, si logra demostrar que es “poseedor de buena fe”, es decir, si el adquirió esa posesión –valga decir, no hay escrituras individuales y si las hubiere en algún caso, son ilegales– antes de la promulgación de la Ley Indígena (1977).

Al respecto es ilustrativo el voto 4044-F-S1-2019 de la Sala I de la Corte Suprema de Justicia emitido el 21 de diciembre de 2019, en el cual se deniega la petición de una persona no indígena que reclama al Estado el pago de 300 millones de colones por indemnización, argumentando que era un poseedor de “buena fe”, debido a que adquirió la finca de otras personas no indígenas poseedores de “buena fe”. Es decir, que el derecho del poseedor de “buena fe”, aunque se dé si fuera el caso, no es transferible al realizar una compra.

Hasta el momento ningún no indígena ha logrado demostrar fehacientemente que es “poseedor de buena fe”, por lo que su permanencia dentro del territorio indígena es ilegal y la finca que mantiene en sus manos, susceptible de recuperación.

Los reportajes recientes sobre esta problemática apelan a un recurso que provoca desinformación, al darle vuelta a la realidad de las cosas e invertir al sujeto que lleva a cabo las “invasiones”. Así el usurpador no indígena es transfigurado en víctima y legítimo propietario, mientras las personas indígenas se las presenta como invasoras. Pero ¿invasoras de sus propios territorios? Nada más lejano de los hechos.

También es altamente imprecisa la afirmación o insinuación de que se han recuperado fincas que se hallan en manos de otros indígenas. Aunque se dan conflictos de diversa naturaleza entre indígenas dentro de Salitre, todas las fincas recuperadas hasta el momento estaban en manos de personas no indígenas. Claro que en algunas de ellas los finqueros contrataron peones indígenas, pero ello no significa que fuesen estos peones quienes ocupaban las tierras.

Ante este conflicto las últimas dos administraciones de gobierno propusieron la realización del Plan de Recuperación de Territorios Indígenas (PLAN RTI), el cual está a cargo del INDER. Su principal debilidad es que se queda en la conformación de expedientes acerca de la condición de “buena o mala fe” de la ocupación de las tierras por parte de los finqueros. No se ha previsto todavía un plan de acción, ni contemplados los presupuestos necesarios para hacer efectiva la devolución a sus legítimos dueños. Eso es lo que correspondería hacer, según la legislación vigente y los compromisos adquiridos por el Estado.

  1. La violencia, el papel de la Fuerza Pública y las Medidas Cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Con base en los dichos de los finqueros, los reportajes señalan a la Fuerza Pública como promotora o responsable de “sacar el ganado de la propiedad” de los finqueros. O sea, y de la forma más sorprendente, atribuyen a la Fuerza Pública ser “cómplice” de los indígenas recuperadores. Nuestros equipos del CICDE-UNED, quienes han investigado estos temas, y muchas veces han realizado giras de trabajo a los territorios, no conocen un solo caso que respalde tal aseveración. En ninguna ocasión desde que en el 2010 iniciaron las recuperaciones del territorio en Salitre, la Fuerza Pública ha intervenido “sacando el ganado”. Lo que sí ha ocurrido es que por disposición de la propia Fiscalía General de la República (según CIRCULAR 13-ADM 2011 de noviembre 2011) la Fuerza Pública está impedida de desalojar indígenas de sus propios territorios.

Se omite en este tipo de reportajes que las familias indígenas reclaman como su propiedad solo la tierra que se haya localizada dentro de su territorio y nada más. Por eso los recuperadores solicitan al finquero con antelación, que desmonte la infraestructura existente y saque todo tipo de enseres y animales. Cuando la persona no indígena decide mantenerse e ignorar tal solicitud es que se producen situaciones como las descritas en algunos de los reportajes de prensa.

Llama la atención la ausencia en las notas periodísticas, de las voces de las familias recuperadoras. El silenciamiento de esas voces, resulta más bien estridente. E igualmente llamativa es que no se tomen en cuenta a autoridades de gobierno e instituciones responsables de resolver este problema, las cuales poseen conocimiento verás acerca del conflicto. Esta ausencia despoja de todo equilibrio y objetividad a los reportajes.

Este conflicto por las tierras en Salitre ha generado un insoportable clima de violencia para las familias indígenas, quienes han sufrido más de 150 hechos violentos en los últimos años, incluyendo quemas de casas, quemas de cultivos, robo de pertenencias, agresiones físicas, persecuciones, uso o intimidación con arma blanca, uso o intimidación con armas de fuego y los intentos homicidio que reiteradamente se han venido dando entre 2010 y 2020. Esto alcanzó un punto culminante en el asesinato de Sergio Rojas Ortiz, su mayor líder político de los últimos años, y tiene continuidad en los hechos más recientes de agresión con arma de fuego a un indígena en Río Azul, lo cual vuelve a colocar a Salitre en el centro de la noticia.

Todo este caudal de violencia está ampliamente documentado en los informes de la Defensoría de los Habitantes, el CICDE-UNED, Observatorio de Derechos Humanos (ODHAIN) y las propias autoridades Estatales, formando parte del sustento que motivó la imposición de Medidas Cautelares a Costa Rica desde el 30 abril del 2015, por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) (MC 321-12, 15-16).

Estas medidas son una respuesta ante las agresiones que tanto el pueblo bribri de Salitre como el pueblo brörán de Térraba han venido sufriendo sistemáticamente por parte de finqueros no indígenas. Una reseña del proceso seguido para estas medidas puede ser consultado en esta dirección: https://investiga.uned.ac.cr/cicde/wpcontent/uploads/sites/37/2019/08/informe_salitre.pdf

Las Medidas Cautelares de la CIDH, fueron solicitadas por peticionarios de los territorios de Térraba y de Salitre en el año 2012 debido a una serie de agresiones y amenazas que incluyeron agresiones directas a líderes de ambos territorios, especialmente el atentado que sufriera ese mismo año el señor Sergio Rojas Ortiz, asesinado seis años después.

Estas Medidas Cautelares se componen de una serie de solicitudes, cuya ejecución requiere de un protocolo de implementación, que en el caso de Salitre tardó dos años para su definición. Dentro de ese protocolo, el gobierno se comprometió al saneamiento territorial mediante dos acciones prioritarias: ejecutar ocho desalojos que ya estaban aprobados por las autoridades administrativas y judiciales correspondientes, e implementar el Plan RTI, ya mencionado. En materia de seguridad, se comprometió además con una serie de medidas de protección para garantizar la vida y la integridad de las personas.

En relación con ambos compromisos, el nivel de cumplimiento es muy insatisfactorio, lo que ha facilitado la agudización del conflicto a niveles críticos. La presencia de la fuerza pública en estos territorios, responde a la esas medidas cautelares, así como a los constantes episodios de violencia.

  1. Las identidades indígenas y su apropiación indebida

Es importante que se comprenda que las culturas indígenas son diversas y que cada pueblo se organiza culturalmente de manera particular. En el caso del pueblo bribri, su sistema de parentesco y estructura organizativa tradicional se realiza mediante el sistema de clanes, los cuales poseen plena vigencia en la actualidad, a pesar de las pérdidas culturales que éste, como otros pueblos indígenas costarricenses, han sufrido a lo largo del tiempo.

El sistema bribri es matrilineal. Eso ha sido así ancestralmente, de manera que para que una persona sea reconocida naturalmente como bribri, su madre debe ser bribri. Este tema de las identidades indígenas ha sido también motivo de conflicto en los últimos años pues una de las estrategias de las personas no indígenas ha sido precisamente recurrir a autoproclamarse persona indígena y de esa manera evadir la aplicación de la legislación vigente, pues en ese caso las personas pueden alegar derecho de posesión sobre la tierra dentro de estos territorios. Con esa intensión personas no indígenas han obtenido certificaciones falsas otorgadas por personas indígenas afines a sus intereses, orquestando de esta manera toda una dinámica de reconocimientos que son ilegítimos, cuyo propósito es mantener posesión o apropiarse de fincas dentro de territorios indígenas y usufructuar de esta identidad ante instituciones públicas.

  1. Usos descontextualizados de materiales producidos por la academia

Otro aspecto que habla muy mal de los recientes reportajes televisivos es el uso manipulado de materiales académicos producidos por el CICDE y el Programa de Producción Audiovisual (PPMA) de la UNED, entre los que destaca la serie “Salitre.

La recuperación de un territorio”, que consta de cuatro cortometrajes. En este caso el noticiero utilizó imágenes o segmentos para la realización de su reportaje, los cuales aparecen así citados fuera de contexto, sin considerar la investigación que desde la UNED respalda estos videos y que es de acceso público desde julio del 2018 en las páginas web del CICDE-UNED y en el canal de YouTube de PPMA-UNED (para el caso de los audiovisuales).Tales reportajes usan este material pero no los datos producidos por los estudios académicos que representan la base sustantiva de tales materiales. Esto reitera el proceder tendencioso y sesgado, carente de rigor, e irrespetuoso a la hora de utilizar y citar productos resultantes de la investigación académica.

Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo – CICDE

Director Dr. Luis Paulino Vargas Solís

Contactos: lvargas@UNED.AC.CR, 8362-6681 / 2234 – 3236 ext. 6542.

 

Enviado por Luis Paulino Vargas Solís.

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En Salitre se siguen violando impunemente los derechos del pueblo indígena Bribri

Alberto Gutiérrez Arguedas, Universidad de Costa Rica

18 de febrero 2020

En días pasados hicimos una visita al territorio indígena Bribri de Salitre y pudimos constatar de primera mano el grave escenario de violación de derechos que este pueblo continúa sufriendo de manera sistemática. A casi un año del asesinato del líder Sergio Rojas Ortiz (18 marzo 2019), el cual permanece en total impunidad, las violencias en contra de la integridad física, psicológica y patrimonial del pueblo indígena Bribri de Salitre son una realidad de todos los días, demostrando, una vez más, el fracaso del Estado costarricense por salvaguardar los derechos fundamentales de este pueblo.

Estos actos de violencia, con altos niveles de crueldad y saña, son ejercidos principalmente por parte de finqueros y terratenientes no-indígenas, quienes con el pasar del tiempo se han apropiado de manera ilegal e ilegítima de estas tierras. Sin embargo, todo esto es posible debido a la negligencia, indiferencia y complicidad por parte de las autoridades gubernamentales que -se supone- deberían de velar por los derechos indígenas, comenzando por el derecho a la tierra y el territorio, el cual está en la raíz del actual conflicto que azota Salitre y otros territorios indígenas de la Zona Sur.

El pasado domingo 10 de febrero Minor Ortiz Delgado, de la comunidad de Río Azul, fue agredido con un arma de fuego en su pierna derecha, cuando se encontraba trabajando en las tierras que él y su familia han recuperado y que por ley les pertenecen. No es la primera vez que Minor es agredido gravemente por parte de finqueros y terratenientes: en su otra pierna, la izquierda, también tiene metida una bala producto de un ataque en 2013, en el cual también fue torturado con un machetazo en una oreja y quemado con un fierro incandescente en el pecho, el mismo que se usa para marcar el ganado. Producto de este último ataque, Minor sufrió una fractura ósea que probablemente le impida volver a trabajar por el resto de su vida.

¿Qué ha sucedido con los responsables de tan atroces actos de violencia? Absolutamente nada. A pesar que se conoce bien quiénes son estas personas (pues los indígenas conviven con ellos diariamente), todas las denuncias que se han interpuesto en la Fiscalía local han quedado desestimados por “falta de pruebas”. Los agresores andan libremente por el territorio; han amenazado de muerte a Minor y a otros recuperadores; amedrentan e intimidan a los hijos e hijas de los recuperadores cuando estos se dirigen a la escuela, inclusive con amenazas sexuales a niñas menores de edad. Mientras que Minor y su familia viven prácticamente prisioneros en su propio territorio, con profundo temor de salir de sus casas, sin conseguir dormir en paz, con una angustia constante de que en cualquier momento puede repetirse otra escena de terror.

¿Hasta cuándo las autoridades van a seguir permitiendo que esto continúe? Recordemos que el pueblo indígena Bribri de Salitre es beneficiario de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), la cual ha determinado que el Estado costarricense es responsable por hacer valer los derechos de este pueblo. Esto significa, en primer lugar, mostrar voluntad política para resolver de una vez por todas la problemática de tenencia de las tierras, el Saneamiento Territorial como le llaman las personas recuperadoras. Pero además, es responsable por cualquier atentado en contra de la vida y la dignidad de estas personas. ¿Está el Estado costarricense dispuesto a que corra más sangre indígena? Si no se toman medidas urgentes y decididas, la violencia no cesará y corremos grave peligro de que haya otras personas con el mismo destino que Sergio Rojas.

 

Enviado por el autor.

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