Estimados liderazgos, organizaciones y sectores sociales y productivos
Les compartimos un calendario de fechas importantes sobre las sesiones de las mesas de trabajo del Foro Diálogo Nacional de Alto Nivel.
A su vez, les compartimos la invitación para participar del Ier Congreso Latinoamericano de Renta Básica Universal que se llevará a cabo en Costa Rica, también en el marco del Foro de Diálogo hemos gestionado un espacio de Pre-Congreso para las organizaciones sociales y productivas, con el objetivo de aportar insumos y reflexiones que fortalezcan la incidencia política de este importante congreso.
A continuación, encontrarán el calendario de actividades, los enlaces de Zoom de las mesas de trabajo y los insumos relacionados al congreso y pre congreso de la próxima semana.
Mesa de trabajo: Producción Nacional, lunes 15 de julio, hora: 5:00 pm, vía zoom. Join Zoom Meeting https://us06web.zoom.us/j/81850515851?pwd=7d1XSqwpDXTWV4GtaWNI7aJKEuxmOF.1 Meeting ID: 818 5051 5851 Passcode: 331026
El próximo lunes 28 de noviembre del 2022, en el Aula Magna de la Ciudad Científica de la UCR, se llevará a cabo una actividad, donde distintos sectores sociales buscan unificar acciones por una agenda país y en defensa del Estado Social que requiere Costa Rica. Esta actividad tendrá como tiempo disponible de 2:00 a 5:00 p.m.
‘’El espacio fue promovido por el Observatorio Económico y Social de la Universidad Nacional, sectores de la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Banco Popular y Desarrollo Comunal, y la Federación de Estudiantes Universidad Nacional (FEUNA)’’.
Luego de 2 meses de haber iniciado los conversatorios de Análisis de Coyuntura Nacional, este sábado 05 de noviembre se llevó a cabo el I Encuentro de Análisis de la Coyuntura Nacional, esfuerzo justo y consciente que buscó lograr mediante el diálogo social y el abordaje de mesas temáticas que fortalecen la formación, la unión y el trabajo en equipo estratégico entre diversos sectores y organizaciones alrededor de la Defensa del Estado Social de Derecho. Con una participación aproximada de 300 personas, arrancó el encuentro en las instalaciones del Auditorio Institucional Cora Ferro Calabrese-Campus El Higuerón de la Universidad Nacional.
En este primer encuentro se abordaron cuatro temas importantes de la actualidad nacional como lo son Ambiente y Energía, Economía agroindustrial y agropecuaria en el contexto Alianza Pacífico, Educación pública y Seguridad Social, mediante mesas temáticas con la participación de reconocidos y reconocidas panelistas, además de la participación activa del público presente, donde lograron aproximarse e intercambiar importantes ponencias para la discusión de la situación actual del país.
El encuentro dio inició a las 8:30 am, superando la expectativa de convocatoria de asistentes, dio apertura el señor Fernando Faith Bonilla, representante de Sectores ATTBPDC, actualmente Presidente Coopeservidores con las siguientes palabras «Hoy continuamos con esta construcción que se gesta desde la sociedad, desde los Sectores Sociales», también el señor Francisco González Rector de la UNA comentó que en sus palabras de apertura al evento que, «Sin educación en los primeros niveles, no podríamos tener educación universitaria. Y la Universidad está acá porque hay personas que creen en la suma de voluntades para conseguir y nos invita a pensar en un futuro, en colectivo. Estamos para reconocer que hay que hacer una lectura crítica de la situación país, en donde aún con situaciones tan complejas tenemos un enorme potencial».
Desde la ponencia de electrificación rural, el señor Eduardo Navarro, Presidente de COOPESANTOS R.L señaló que “desde el origen las cooperativas de electrificación hemos hecho un esfuerzo para brindar energía eléctrica con altos indicadores de calidad a pesar de la diferente topografía, la dispersión de la población y eso se logra únicamente por que el modelo eléctrico en Costa Rica es solidario y las cooperativas en su ADN son solidaras” Registrando además que la energía en el mundo siguen siendo de derivados del petróleo lo que confirma que las acciones no están cambiando en el mundo y esto genera emisiones de efecto invernadero de manera importantes lo que ayuda al calentamiento global, y además la invasión de Rusia a Ucrania ha profundizado la crisis a nivel global y eso hace que haya volatilidad en los precios del petróleo y un efecto importante en el gas.
El Sr. Mayid Brenes, profesional en derecho, investigador y coordinador de la Mesa de Trabajo de Energía, Diálogo Multisectorial, además de representante de SITRAPEQUIA expuso sobre el papel de las personas trabajadoras y RECOPE en Ambiente y Energía, enfatizando que «la sustitución de los derivados de petróleo para uso en el transporte son algunas de las rutas que se buscan. En el caso de RECOPE, esta ha sido líder en el mercado petrolero, y por ello debe ser un pilar en la transición de energías alternativas. Aún estamos iniciando con este tema, y hay mucha tela por cortar, pero sabemos que el tema de la electricidad es fundamental en este tema, además de la participación de otros actores».
Mientras que en la mesa de Economía agroindustrial y agropecuaria el señor Renzo Céspedes Vargas, quien se refirió a la entrada de Costa Rica al proyecto de Alianza del Pacífico (AP) un bloque comercial en el que participan México, Colombia, Perú y Chile, destacando que la entrada de Costa Rica al AP solo produce una contracción del flujo comercial, que carece de políticas armonizadas lo que a toda luces no será provechoso ni beneficioso y además puntualizó que el costo de agro insumos representa el 46,40% de los costos de producción de la cebolla en Costa Rica, el 60,80% de la papa, el 42,74 de la zanahoria y el 52% del arroz. “Con ese nivel de participación de costos de los agro insumos, versus el valor del costo final al que elaboramos los productos, sencillamente el sector agrícola no tiene una posibilidad real de competir”
En esta misma línea la representante de la Corporación Hortícola Nacional la Sra. Gabriela Víquez, señaló que “el bloque de Alianza del Pacifico lo que busca es tener una integración de libre comercio con un arancel común lo más bajo posible y una libre movilidad de factores y de personas” de modo que ingresar a esta alianza genera presión social al privar mayores importaciones de productos más baratos de otros países y a su vez desestimular la producción nacional.
En Educación Pública, se destacó que el verdadero reto de la educación está en dar un salto gradual hacia la educación moderna y un nuevo paradigma educativo así lo comentó Pablo Zúñiga Morales Abogado especializado en derecho educativo comentando “que la crisis educativa actual nos ofrece la oportunidad única de enfocar en la reforma educativa que requiere el siglo XXI, sea una reforma que nos ubique en la cuarta y quinta revolución industrial y nos coloque como verdaderos actores en un mundo globalizado”
El Sr. Pablo manifestó que necesariamente en educación se debe hacer un enfoque real del problema que enfrenta el sistema educativo, el cual está marcado por la discusión del presupuesto nacional en la Asamblea legislativa, en donde no se cumplen con los mandatos constitucionales, dejando de priorizar en la educación, y priorizando en el problema macroeconómico, el pago de la deuda pública. Zúñiga Morales también menciona datos relevantes del presupuesto de la educación que pese a las limitaciones de la regla fiscal el presupuesto de la educación pública podía crecer en 2.52% en el 2023, pero ese margen no se utilizó, se utilizaron para atender el problema de la deuda externa, pero más grave que no se permitió crecer sino que además se ordenó un decrecimiento del 1.52% en relación con el presupuesto del presente año, lo que resume que el presupuesto 2023 para la educación va a tener 38994 mil millones menos que el 2022.
En representación de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional, la Sra. Clareth Calderón Monge, secretaria general FEUNA comenta “que uno de los desafíos que enfrentan las universidades está en cómo lograr reivindicar y volver a posicionarse como esas universidades necesarias y evidenciar todo lo que se genera de ellas hacía a la sociedad” Además agregó que las Universidades Públicas son un espacio del cual convergen miles de realidades de los diferentes sectores, en el cual se vinculan con su acción social y esto es algo importante para la gestión sociedad del país.
La señora Calderón agregó que “El reto está en lograr un frente común de actores sociales para trabajar una agenda abierta, un colectivo que se plantea la defensa de los derechos humanos y de la institucionalidad”
Sobre la mesa temática de Seguridad Social, fue clave la participación del líder Lenin Hernández, secretario general Sindicato SINAE Y AFINES quien enfatiza la necesidad de mantener la búsqueda de una Costa Rica próspera y con mejor acceso de recursos para todas las y los costarricenses.
Sr. Lenin enfatizó en su presentación que según el INEC para el 2022, 399 439 de los hogares se encuentran en situación de pobreza: 15 934 hogares más en comparación al año 20221. Las personas que actualmente viven bajo la línea de pobreza son 1 329 757, siendo que han entrado en pobreza extrema 6 078 hogares más. Por otro lado, para hacer más compleja esta problemática, la tasa de desempleo se ubica en el 11.8% siendo que hay 292 000 personas desempleadas, con un 42.2% de personas trabajando en la informalidad, esto quiere decir más de un millón de costarricenses sin acceso a la salud pública ni a un mínimo salarial.
Contamos con problemas estructurales que no le permiten a los y las costarricenses, gozar del Estado de Derecho como en primera instancia, se debería; Actualmente el Estado le debe 2.5 billones de colones a la CCSS y hay un alto número de personas adultas mayores en estado de indigencia ya que no poseen siquiera una pensión ni casa propia. Por otro lado, los sectores sindicales, piden que se debe declarar Estado de Emergencia Nacional las listas de espera.
Para el cierre de esta actividad y como panelista de la mesa de Seguridad Social, se contó con la participación encomiable del Dr. Álvaro Ramos, ex presidente ejecutivo de la CCSS, quién enfatizó en la importancia de la visibilización de la CCSS como una institución pública modelo en el mundo, y vista como primer mundo, pero que eso no implica que la misma se ajuste a las necesidades globales y locales en salud en el contexto que tiene Costa Rica en este momento, por lo tanto la urgencia de tomar decisiones conscientes en la razón de ser la Caja Costarricense de Seguridad Social, y la visión de futuro estratégica que necesita la institución sin afectar los orígenes de la misma.
“En una sociedad moderna, la seguridad social entendida en un sentido amplio, provisión de salud pública, provisión de pensiones, provisión de todos los otros momentos de protección antes la vulnerabilidad de una, entendiéndose licencia de maternidad, entiéndase, haberse enfermado en el trabajo, enfermarse fuera del trabajo, en el caso mío por ejemplo con la sordera, en países más avanzados existen mecanismos de ingresos adicionales para personas con discapacidad. Entonces todos estos mecanismos de protección social, a pesar de ser “caros” son la base de un estado moderno. Si en Costa Rica queremos un estado moderno, entonces debemos tener protección social significativa, no hay de otra. Cualquier dirección hacia un Estado Moderno, necesita esta inversión en Seguridad Social.”
Dr. Álvaro Ramos, expresidente ejecutivo CCSS.
Además, el rector de la UCR, indica su alta preocupación por el proyecto de ley 23 380, que se envió por medio del poder ejecutivo a la asamblea legislativa que, en resumidas palabras agrega el señor Gustavo Gutiérrez Espeleta, pretende cuatro ministros a cargo de las universidades públicas: MIDEPLAN; MEP, MICIT y Hacienda, las cuales pretenden controlar no solo la organización de las mismas sino que el financiamiento, qué carreras, cuáles cursos y por quiénes serían impartidas las mismas, con intenciones de cerrar carreras como Sociología, que el mismo presidente de la república ha compartido en comentarios recientemente.
En síntesis, nos encontramos en una coyuntura que debe ser tomada con suma importancia ya que los sectores más vulnerables de la sociedad costarricense están siendo afectados en gran medida. Sin embargo, el trabajo de las mesas de discusión no termina acá y parece que hay esperanzas de formalizar rutas de acción para mejorar la situación actual de Costa Rica en una búsqueda para recuperar el Estado de Derecho:
“Estoy positivamente impactado por la cantidad de gente que se ha mantenido aquí desde las 8 de la mañana. Realmente esto dice mucho y expresa la preocupación del pueblo de la situación que nosotros estamos enfrentando, donde han surgido personas autoritarias que, basados en las posverdades, en mentiras, en noticias falsas, logran convencer el descontento del pueblo y esa situación que estamos atravesando nosotros actualmente. Cuestionan a las principales instituciones, instituciones que claramente como han indicado acá los panelistas, han promovido ese desarrollo social de nuestro país y eso ha generado (los cuestionamientos mal informados) un aumento en esa brecha en los grupos sociales y una inequidad que se incrementa cada vez más y que nos tiene muy preocupados.”
Sr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, Rector de la Universidad de Costa Rica.
De esta forma, este primer encuentro de análisis de coyuntura nacional cerró alcanzando una numerosa participación de los diversos sectores representados, donde quedaron grandes expectativas y planteamientos importantes hacia una ruta de trabajo estratégica que busca construir una agenda de acciones que promuevan la defensa de la seguridad social costarricense, en el marco del Estado Social de Derecho.
Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)
La noche del 7 de octubre de 2007, al conocerse los resultados del referéndum que decidiría la incorporación de Costa Rica al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, un grupo de personas asumió la tarima principal del movimiento del «No» y con consignas sobre no dejar morir los procesos sociales de participación y resistencia, sellaron hasta el día de hoy la respuesta desde abajo ante la agudeza y agresividad de la propuesta país desarrollada por los sectores más recalcitrantes del conservadurismo económico y social.
Esa noche sería premonitoria de una dinámica sin pausa, que ha sumido a los sectores sociales, a las poblaciones vulnerables particularmente en la más absoluta indefensión, por un lado, y por el otro, en la imposibilidad de volver a articular un proceso político organizado y robusto para hacer frente a los embates de la propuesta neoliberal en franco ascenso.
Apenas cuatro años antes de aquel evento, Costa Rica asistiría a la primera versión de una segunda ronda electoral en su vida política republicana, una de varias rupturas que su sistema político y democrático habría de experimentar durante los años venideros.
La alternabilidad en el juego electoral que mantuvo invariable los acuerdos de las cúpulas políticas costarricenses durante varias décadas, tuvo su límite al iniciar el presente siglo con la emergencia de nuevas propuestas o al menos de estructuras organizativas no pertenecientes en lo formal a esas cúpulas.
Luego vino el resto: la crisis de representación instalada en los últimos 25 años, la inercia y declive de los partidos políticos tradicionales y la irrupción de los partidos «franquicia» o «taxi» como propuestas orientadas única y exclusivamente a los procesos electorales, terminaron por revocar un modelo argumentado adentro y afuera como fortalecido, sólido y resistente a las fisuras.
Una de las señales inequívocas del tránsito hacia «nuevas normalidades» como es ya lugar común escuchar sobre la convivencia con los procesos sociosanitarios que llegaron para quedarse, ha sido sin lugar a dudas la persistencia del abstencionismo como la verdadera y genuina expresión política colectiva instalada en el país.
Durante años, esa cifra mostró niveles bajos que promediaban el 18%, porcentaje que presentó un salto significativo entre 1994 y 1998, cuando se instaló en un 30% para nunca más volver a bajar de esa cifra. Incluso, en las elecciones de primera ronda de febrero de 2022 se mostró el comportamiento más alto de la historia con un 40% de abstencionismo, cifra que aumentó incluso para la segunda ronda de abril, ubicándose entre los porcentajes mas bajos de participación de las cuatro segundas rondas desarrolladas en los últimos veinte años.
Hablar de causas de este fenómeno es llover sobre mojado. Ya el diagnóstico había sido elaborado años antes con el fenómeno del enojo como principal categoría. Lo que las contiendas electorales de 2018 y 2022 supusieron de novedoso, fue territorializar ese descontento en las costas y las comunidades periféricas, espacios de una geografía donde la desigualdad, la fragmentación y la exclusión han sido marcas registradas de ese modelo avasallador continuado en los últimos cuarenta años.
Con estos escenarios así dibujados, no es difícil imaginar la irrupción de un nuevo actor para quien los acuerdos de las élites políticas, las comodidades vallecentralinas y la apelación a un nosotros retórico y discursivo que no les alcanza, les resultan lejanos, equidistantes.
He insistido en que si hay algo que llegó para quedarse es justamente ese sujeto novedoso desde lo político y organizativo. Con tintes confesionales, ciertamente, desdeña la promesa de un sistema partidario obsoleto, vacío y cascarón y se enfrasca en la toma de decisiones desde sus territorialidades segregadas: en las provincias costeras el promedio de participación en la contienda electoral alcanzó apenas la mitad del electorado, dato que resulta consecuente con esas condiciones materiales y objetivas de existencia que ni el partido tradicional ni el progresista ha podido resolver.
Escribo esta reflexión sobre una suerte de confinamiento de los procesos de representación y participación, al tiempo que se van dibujando los trazos de una nueva administración que se pasea en la incertidumbre por su novedad y desempeño durante la recién campaña política.
Lo primero que hay que decir en clave analítica es que nos encontramos ante la irrupción de figuras que traducen en lenguaje sencillo y correcto, el desdén por la política y hacen suyo el juego del enojo colectivo. Lo asumen para sí. Con tanta estrategia de comunicación política de detalle, gestos, tonos, colores, que a la gente se le terminó de olvidar el fugaz paso de Rodrigo Chaves, el presidente electo, por la actual administración.
Lo segundo a considerar es que por razones obvias y que marcan el camino de los acuerdos de las elites locales, los interlocutores válidos para cualquier persona que asuma desde el punto de vista formal la presidencia del país, seguirán siendo esos grupos de presión que un día si y otro también golpean mesas y hablan fuerte para imponer sus tesis y sus agendas.
Los sectores sociales, valga decirlo, permanecen confinados e invisibilizados y sin músculo para acudir al golpeteo. Por sus propias debilidades y porque la indignación y la rabia son quizá procesados como anomia social, como antisistema, como desestabilización. Y ante esto, una democracia centenaria como la costarricense debe cerrar filas, construyendo consensos y acuerdos de cúpulas en los que sus figuras aparezcan como provenientes de otras trincheras, los outsiders que así se denominan.
Finalmente, la tesis de la figura fuerte que venía apareciendo en varios estudios de opinión pudo haber cristalizado en estas elecciones. Está por verse si discurso y práctica son la misma cosa y si Chaves, el presidente electo, es capaz de mantener esa tesitura rígida, fuerte, dura contra el establishment del que él mismo forma parte. Porque estamos claros en una cosa: un funcionario proveniente de organismos financieros internacionales no puede jamás denominarse a sí mismo como un outsider: es una contradicción hasta histórica.
Costa Rica se enrumba hacia una nueva normalidad, no solo en materia sociosanitaria, sino en las reglas del juego democrático y en la construcción de consensos. Se esperan tiempos complicados pero hay que habilitar espacios para hablarnos. Salir del confinamiento político y procurar nuevas experiencias colectivas, incluso ejerciendo el derecho a la voz, al grito, como lo ha planteado Jonh Holloway (2002) en su trabajo sobre los procesos de transformación que nos toca acompañar. La refundación es urgente. Necesaria.
“Don Carlos Alvarado le sigue mintiendo al pueblo de Costa Rica, a los sectores sociales, socioproductivos, productivos, empresariales y organizaciones sindicales”, esas fueron las palabras de Lenin Hernandez Navas, secretario general del SINAE, y representante de 37 diferentes organizaciones, que buscan mediante la elaboración de un documento que se pausen durante un mes todos aquellos proyectos de ley que puedan relacionarse con el préstamo y las negociaciones que se coordinan con el Fondo Monetario Internacional. Lo anterior, tiene la finalidad de generar tiempo para poder revisar y dar propuestas, ya que según Hernandez, no es justo que en este momento de crisis se le brinden más responsabilidades a la clase media costarricense con el tema del déficit fiscal.
En relación a lo anterior, Hernández también señala que en el país hay un sector económico poderoso que no se ha visto afectado con los proyectos que se han gestionado desde la institucionalidad, y que, por el contrario, se ha visto una clara vinculación por parte del gobierno de Carlos Alvarado, tal es el caso de Horizonte Positivo y Alianza Empresarial para el Desarrollo.
En el video se destaca también la participación de ciertas figuras políticas-económicas del país como André Garnier, que ha representado los intereses de las zonas francas, mismas que están exentas de impuestos y en época de pandemia han sido de los sectores que han presentado mayores ganancias. Hernández, reitera la injusticia que sería para la sociedad costarricense y la clase media trabajadora la imposición de nuevos impuestos y recortes al gasto público.
Por último, Lenin Hernández demanda a que se escuche y se tome en consideración la posición de más de 1 millón de personas que representa las diferentes organizaciones antes mencionadas, ya que lo que se necesita es “una política real de reactivación económica” (Hernández, 2021), un gestionamiento responsable de los recursos y una toma de decisiones que tenga presente la necesidad y los derechos de la clase trabajadora del país y de los sectores vulnerables.
Seguidamente, adjuntamos las declaraciones que puntualizó el secretario general del SINAE con respecto a los proyectos del ejecutivo:
Más de 90 actores sociales respondieron a la convocatoria con la intención de aportar soluciones a la crisis económica que vive la región debido al COVID-19
La primera sesión de diálogo se efectuó el sábado 24 de octubre en el salón de la comunidad cristina Vida Abundante en San Vito de Coto Brus con representantes de Pérez Zeledón, Buenos Aires y Coto Brus. Allí se reunieron en mesas de trabajo para señalar sus necesidades y plantear soluciones de forma conjunta. Foto: Katzy O»neal, UCR.
La M.Sc. Georgina Morera Quesada, directora de la Sede del Sur, dirige el diálogo multisectorial que se desarrolló el pasado fin de semana en la Región Brunca. A esta convocatoria respondieron más de 90 personas que representaron a los sectores: agropecuario, comercio, cooperativas, pesquero, turismo, asociaciones de desarrollo, transporte, Asadas, mujeres, juventud y salud.
“El objetivo de este proceso es hacer un documento claro, sencillo y contundente que recoja las propuestas de todos los sectores aquí representados. Queremos que sea un proceso colectivo y constructivo, lo importante es concentrarnos en qué es lo que queremos construir para la región”, explicó a las personas representantes de los sectores sociales y productivos, la M.Sc. Morera, quien coordina el equipo facilitador UCR.
Con este diálogo se busca generar una ruta consensuada entre todos sectores para la reactivación económica de la Región Brunca, en el marco del diálogo territorial que está promoviendo el Gobierno en todas las regiones de país, como respuesta a la crisis social y económica. La Región Brunca es el único caso en que el diálogo es facilitado por un tercero, en este caso, por la Universidad de Costa Rica, a solicitud de los sectores sociales.
“Esta es una zona muy particular que tiene múltiples sectores y cantones con visiones muy diferentes. La integración de los sectores requiere un gran esfuerzo. Por eso, el rol de la Universidad ha sido aún más relevante para convocarlos a participar en un espacio colectivo de construcción de consensos”, explicó el Dr. Carlos Murrillo Zamora, director del Observatorio del Desarrollo y profesor de la Escuela de Administración Pública, quien participa como asesor en este proceso.
La M.Sc. Georgina Morera, directora de la Sede del Sur, explicó a los asistentes la dinámica y objetivos la segunda sesión de diálogo, que se efectúo con representantes de los cantones de Golfito, Corredores, Osa el domingo 25 de octubre en el Hotel Casa Roland en Golfito. Foto: Katzy O»neal, UCR.
La metodología propuesta por la UCR, y aprobada la semana anterior por los todos sectores, consiste en mesas de trabajo sectoriales facilitadas por un equipo de docentes de la Sede del Sur. Además, se cuenta con el acompañamiento del Observatorio del Desarrollo de la Escuela de Administración Pública (UCR), de la coordinadora sectorial Victoria Hernández Mora, ministra de Economía, Industria y Comercio, y el apoyo de otros miembros del Gobierno.
El sábado 24 de octubre se llevó acabo la primera sesión en San Vito de Coto Brus con los representantes de los cantones de la zona alta (Pérez Zeledón, Buenos Aires y Coto Brus), y el domingo 25 de octubre, se realizó la segunda jornada en Golfito con las fuerzas vivas de los cantones de la parte baja (Golfito, Corredores y Osa).
En las próximas dos semanas el equipo de académicos de la Sede del Sur continuarán el trabajo para la elaboración del documento, en consulta constante con los sectores, para finar detalles. Posteriormente, se socializará con los alcaldes de los seis cantones para que ellos den su punto de vista desde los gobiernos locales. Este encuentro se realizará el 7 de noviembre.
Según al acuerdo entre el equipo facilitador y los asistentes, la entrega formal a las autoridades de Gobierno se efectuará 14 de noviembre.
Katzy O`neal Coto Periodista, Oficina de Divulgación e Información
La depreciación o pérdida de sentido del lenguaje que usamos para referirnos a la vida política, y aún a ciertas dimensiones o momentos de la cotidianidad ha alcanzado, en estos días de gran intensidad de la protesta social en Costa Rica, unas alturas cercanas al paroxismo y a una especie de locura colectiva –por así decirlo- entre los personeros del régimen de la dictadura en democracia y el pequeño, además de poderoso, sector del capital financiero, cuyos personeros están desesperados por consolidar sus “buenos” negocios con el asunto de la abultada deuda interna del país, y la tenencia de bonos de ésta que se ha convertido en un jugoso negocio de casi una decena de billones de colones, lo que va en perjuicio de la gran mayoría de la población, cuyo empobrecimiento se acelerará en varios dígitos, en caso de persistir la actual correlación de fuerzas sociales y políticas. Las palabras como “diálogo”, “violencia” o “vandalismo” y otras usadas a conveniencia, son manoseadas tanto por los políticos de oficio, como por un puñado de tecnócratas y “comunicadores” de toda ralea, de tal manera que han perdido casi toda su significación, para convertirse así en otro de los componentes de esta Torre de Babel, en la que estamos sumergidos, por causa de los comportamientos miméticos de muchos de los actores de este drama, especialmente entre aquellos situados hacia la izquierda del llamado espectro político. En el caso de la primera de ellas, el gobierno del presidente Carlos Alvarado aceleró su vaciamiento semántico, de tal manera que la condujo a la pérdida de cualquier sentido unívoco que pudiéramos darle, ya ni siquiera en términos neutros, como en algunas dimensiones de la vida cotidiana, dentro de las que solemos hablar del diálogo, como un mero intercambio de impresiones entre dos o más interlocutores. Actuando a la manera de un prestidigitador, el conocido científico social y columnista del diario La Nación, Jorge Vargas Cullel, director del programa de El Estado de la Nación, se sacó de la manga no precisamente un conejo o un pañuelo, sino más bien el organigrama y cronograma de un supuesto “diálogo nacional” sectorial, cuya apariencia es la de un monólogo entre las cúpulas del poder económico y político, aunque lo más increíble, en este caso, es que desde su formulación inicial se deja por fuera al movimiento social que ha venido luchando en las calles, campos y ciudades de todo el país, bajo la denominación de Rescate Nacional, el que termina siendo ninguneado por el régimen. Es a partir de estos rasgos, o elementos esenciales que no logramos entender el significado de la expresión “diálogo”, dentro de esta puesta en escena, tan evasiva de las graves implicaciones del conflicto planteado, que está siendo desplegada en medio de un convulso escenario histórico, dentro del que sin embargo una gran cantidad de actores sociales y políticos “insospechados”, entran en el juego del Poder Ejecutivo y de los intereses económicos, tanto de los evasores como de los tenedores de bonos de la deuda interna, los que en la mayoría de los casos, resultan ser los mismos personajes. Sucedió entonces, durante las dos semanas más recientes, que al acelerarse el conflicto social, exteriorizado por la protesta masiva de los sectores sociales de la periferia, esos que configuran lo que podríamos llamar la Costa Rica profunda, que los intentos de explicar lo que está sucediendo se estrellan con la terca realidad, dado que el lenguaje con el que acostumbramos a calificar estos procesos sociales, al haber sido vaciado de su significación no nos sirve para entender y mucho menos explicar ¿qué es lo que está sucediendo en el orden de la vida social y política de este pequeño país centroamericano? La necesidad implícita que tenían los movimientos sociales, afincados en las zonas rurales de la periferia, de romper el blindaje que le había sido impuesto a otro segmento del movimiento social, cuando dos años atrás había sido aplastada una huelga de los trabajadores del sector público, como un hecho al que hemos venido haciendo referencia, los llevó a emplear los bloqueos o cierres de carreteras y puentes como una medida de presión sobre un régimen, cuyo gobierno ni siquiera ha querido simular algún tipo de diálogo u encuentro con ellos. Hoy, el movimiento social en estado puro, representado por Rescate Nacional sigue como al principio, cercado por todos sus flancos, por parte de quienes lo ven como un peligro para sus intereses más mezquinos. Para las cabezas del régimen y su gobierno de coalición, como también para los integrantes de los poderes fácticos que lo controlan, y asimismo para los llamados “progres” del PAC, engolosinados con las mieles del poder, y considerando siempre que su agenda del llamado “marxismo cultural”, es la única importante a ser tenida en cuenta; en fin todo un conjunto actores sociales y políticos que consideran que ese movimiento debe ser aniquilado, acudiendo para ello a cualquier vía, y sin importar el grado de violencia que implique su supresión de la vida social y política, en su odio llegan hasta los extremos del totalitarismo, negándose a reconocer siquiera la condición humana de los que protestan. La impresionante campaña de prensa, llevada a cabo por los medios hegemónicos, para descalificar a los que llaman “vándalos” o “delincuentes” de la peor ralea, se ha visto reforzada por una represión policial cada vez más cruenta, intensificando el uso de “fuerzas especiales”, como son las de la policía antimotines, entrenada por los carabineros de Chile y la policía nacional de Colombia, dos países donde el respeto a los derechos humanos no pasa de ser una ficción. Los habitantes de San Carlos, de Pérez Zeledón, Guanacaste y otras regiones han sido objeto de una cruenta represión, con el empleo masivo de gases lacrimógenos y hasta irrupciones violentas en sus hogares, por parte de unos cuerpos policiales que los han tratado como una especie de “enemigo interno”, buscando sembrar el terror entre ellos. Dada la gran confusión semántica existente en el discurso de algunos de los que protestan, lo que da lugar a una especie de gran polifonía, dificultando la captación plena del sentido o significado más profundo de esta rebelión de los sectores rurales contra el régimen neoliberal, al que llaman “comunista” o “madurista”, aunque en estricto sentido no lo sean para muchos de nosotros, no podemos negar que esa es su forma de nombrar al hecho sociohistórico que los inquieta y golpea en pleno rostro. Aunque para la significación mentada, que traen a cuento muchos de los protagonistas del conflicto, el hecho resulta irrelevante: lo que alcanzan a identificar es la existencia de una dictadura, no importa cómo la llamen, lo que los lleva a la rebelión es la agresión del neoliberalismo, y la voracidad del capital financiero, lo sienten en su pellejo y no aguantan más. Para un sector de la llamada “izquierda”, sobre todo aquella oficiosa, y cercana a los manejos políticos del régimen, la circunstancia ya apuntada les ha servido para darle la espalda a un movimiento nacido de las entrañas del pueblo, pues para algunos de sus cuadros y voceros habituales es preferible ver las cosas a la distancia, como si el asunto no fuera con ellos, además de que consideran que esas gentes carecen, de lo que llaman eufemísticamente, una “dirección política correcta”. Una vez más la estéril teoría así empobrecida se ve rebasada por una dinámica realidad a la que es preciso responder, poniéndose a la altura de la magnitud del desafío histórico, no prestandonos a las maniobras del régimen y sus trampas en cuanto al diálogo-monólogo, con el que quieren engañarnos a todos.
El gobierno corporativo empresarial, que no escucha a los sectores sociales, que sólo dialoga con los empresarios y que reprime la protesta social, arremetió tieso y parejo, esta madrugada, contra algunos de los tranques en Pérez Zeledón, San Carlos y Limón. Excusas sobran para justificar la represión ante la opinión pública, pero igual, esos pretextos para legitimar el uso de la violencia no van a resolver en problema de fondo: hay mucha gente desesperada, sin ingresos, comiendo una vez al día, personas enfermas que no están recibiendo atención en los centros de salud…. Y eso es una bomba de tiempo que le va a estallar en la cara al Gobierno, sin que esta vez le puedan echar la culpa a Albino ni a ningún cabecilla de los sectores sociales.
La desesperación de las madres de familia desempleadas y sobrepasadas por las necesidades de sus hijas e hijos, no se acallan con “condenas mediáticas a la violencia” y más bien, provocan reacciones aún más violentas. No creo que ni el más insensato de quienes asesoran al Presidente, estén pensando en que las campañas mediáticas contra los y las manifestantes van a surtir efecto esta vez. Ya no se trata de sindicalistas “defendiendo privilegios”, ni de empleados públicos “que sólo piensan en su bienestar”, esta vez se trata de un pueblo con hambre que clama por un mínimo gesto de empatía presidencial y algo de solidaridad por parte de un empresariado egoísta, mezquino y miope.
El día de ayer la editora de la sección de Opinión de La Nación, Guiselly Mora y el día de hoy el ministro de la Presidencia, Marcelo Prieto, dan una lección de lo que el neoliberalismo entiende por democracia.
La señora Mora manifiesta que no se puede gobernar con la participación de los sectores sociales, la sociedad civil que llaman algunos, los grillos que llama ella, porque básicamente para gobernar solo se necesita escuchar y dialogar con los empresarios que generan la riqueza (como si los obreros no produjeran plusvalía) y los diputados que son los únicos que generan el cambio.
Prieto, coincide en lo esencial con la señora de La Nación, cuando manifiesta que el Gobierno ya tiene la propuesta de ajuste económico para negociar con el FMI y que el foro virtual convocado por el Ejecutivo es solo para enriquecer el plan ya elaborado. Al final concluye: “El foro es un foro social, no enredemos las cosas. Estamos hablando del diálogo político permanente con las diversas fracciones de la Asamblea Legislativa”. En otras palabras, no hay que enredar las cosas, lo importante no es el diálogo con las distintas organizaciones sociales (sindicatos, de mujeres, ecologistas, comunales, campesinas, etc.) sino con los diputados.
En las dos versiones la democracia se reduce solo a la elección y luego el mandato se independiza de los electores, del pueblo. Ya no es necesario ni conveniente volver a consultarlo.
El concepto de democracia participativa para el neoliberalismo es muy peligroso porque parten del principio de que hay que expulsar del espacio público a la mayoría de los ciudadanos, limitándoles su poder hasta donde sea posible. De esta manera la democracia tiende a limitarse solo a la decisión de los representantes del pueblo, en este caso los diputados. Pero se parte del principio de que los diputados tienen un mandato imperativo, sea que los vincula directamente con el representado y que cumple con lo que ofreció en campaña. Sin embargo, lo que predomina en nuestro sistema es el mandato representativo en el cual el diputado no tiene la obligación de respetar el vínculo programático que lo ligó con sus electores. No se le puede destituir cuando incumple con las “instrucciones” o propuestas de aquellos que lo eligieron. Esta es la democracia que interesa al neoliberalismo, la que solo se limita a que el pueblo ejerza su voto. Los electores eligen a los gobernantes, pero no cómo gobiernan.
Del mandato de las últimas elecciones no surgió un programa de privatizaciones o venta de activos, impuestos regresivos, empobrecimiento de las clases medias o reducción y prohibición de derechos laborales, por ejemplo. Sin embargo, eso es lo que se ha venido aplicando el gobierno de Alvarado. Es un claro ejemplo de que las promesas de campaña y los programas por los cuales votó el electorado fueron sustituidos por otros, los de la UCAEPP y los grandes empresarios.
Por eso en estas circunstancias es más importante el diálogo y la participación directa y con poder de decisión de la sociedad organizada. El diálogo con los grillos es fundamental en una democracia realmente participativa tal y como la define la Constitución Política. Pero no solo como adorno, para enriquecer, lo cual es una vulgar burla, sino como la fuerza más importante de todo régimen auténticamente democrático.
Como a la señora Mora le gusta hacer citas de Rousseau le recordamos lo que al respecto decía: “los diputados del pueblo no son, pues, ni pueden ser, sus representantes; no son sino sus comisarios: no pueden acordar nada definitivamente”.
Don Marcelo parece haber asumido la democracia con tinte neoliberal, que aparta al pueblo de los destinos del país, tal vez para no molestar a La Nación.
El diálogo no es para adornar sino para decidir, de lo contrario es otra burla a la democracia.