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Etiqueta: símbolos patrios

Ante el mes de la Patria, los faroles y la Antorcha

Vladimir de la Cruz

En el mes de la Patria, como se llama al de setiembre, se han concentrado actividades festivas que giran, de manera particular, alrededor de la fecha del 15 de setiembre de 1821, cuando Guatemala declaró su Independencia, siendo la capital de la Capitanía General de Guatemala, territorio, que comprendía las actuales Repúblicas de Centroamérica y la Intendencia de Chiapas, hoy perteneciente a México.

La Intendencia de Chiapas, con sus principales ciudades, Soconusco, Tuxtla, la Ciudad Real de Chiapas, Comitán, había declarado su separación de la Capitanía General, entre el 28 de agosto y el 5 de setiembre de 1821, provocando con ello una fractura en la Capitanía General, sometida, en su capital Guatemala, a una intensa lucha y debate en esos días sobre la Independencia.

México, desde el 14 de febrero de 1821, con el Plan de Iguala y el Pacto que había aceptado Agustín de Iturbide con Vicente Guerrero, convirtiéndose en el líder del proceso de la Independencia de México a partir del aquel momento, y del Tratado de Córdoba del 24 de agosto, había marcado el fin del Virreinato de Nueva España de México, como se concretó el 27 de setiembre de 1821, cuando México declaró su Independencia, y su Junta Provisional gubernativa inició el 28 de setiembre.

Oficialmente, Chiapas se incorporó a México el 14 de setiembre de 1824, pero desde finales de agosto e inicios de setiembre de 1821, se había separado de la Capitanía General de Guatemala.

En Guatemala había una efervescencia independentista. En setiembre de 1821 se había intensificado alrededor del Palacio de los Capitanes, donde se trataban los temas asociados a la Independencia. Los días 13, 14 y 15 de setiembre se concentró esa discusión y la presión popular exigiendo la Declaración de Independencia.

Las discusiones se realizaban en la tarde noche, obligando a los movilizados a usar antorchas o faroles, no habiendo en aquellos años, uso de electricidad. La esposa del patriota, el médico, Dr. Pedro Molina, líder de la lucha de la Independencia en Guatemala, María Dolores Antonia de San Mateo Bedoya de Molina (1783-1835), conocida como Dolores Bedoya, era una gran activista por la Independencia, considerada en Guatemala como Prócer de la Independencia, por las movilizaciones que provocaba en las calles de la Ciudad de Guatemala pidiendo a la población el apoyo para la firma de la Independencia, e hizo la convocatoria para la mayor presión el día 15 de Setiembre.

El Dr. Pedro Molina había sido profesor de nuestro Gran Pablo Alvarado, cuando estudiaba Medicina en Guatemala en los primeros años del siglo XIX, cuando hizo su escrito el 15 de setiembre de 1808, que el mismo Pablo consideraba como el primer grito de Independencia de la Región, que le costó prisión.

El uso de esos faroles, en aquellas luchas, y por las que encabezaba Dolores Bedoya, llevaron tiempo después, recordando esas gestas y movilizaciones populares, para que, en recuerdo de aquella fecha, el 15 de setiembre de 1821, se estableciera como parte de las celebraciones asociadas a realizar desfiles, con los niños escolares y colegiales, con faroles, para recordar esas gestas independentistas.

En Costa Rica se iniciaron a partir de la década de 1950. Entendí desde joven, por mi amistad con Alfredo Cruz Bolaños, el Gran Maestro del Deporte nacional, que él había propuesto esa actividad, que la recogió el profesor Víctor Manuel Ureña Arguedas (1912-1995), quien era Director Provincial de Escuelas de San José, que llevó a cabo de esa manera el primer desfile el 14 de setiembre de 1953, a las 6 de la tarde, lo que se estableció como costumbre o tradición escolar desde entonces, con la finalidad de fortalecer el espíritu patriótico y cívico, para estimular el fervor por la Independencia, la Libertad y la Soberanía.

La hechura de los faroles eran una tarea de familia. Se compraban los materiales y se procedía a confeccionarlos. El desfile obligaba por las horas en que se realizaban a que padres y familias se movilizaran en la celebración. Me tocó parte de esa vivencia.

De nuevo, Alfredo Cruz Bolaños, entonces Director General de Deportes, mi gran Maestro y Entrenador de natación, impulsó, con motivo de la firma del Tratado de Integración Económica Centroamericana, resultado de la visita de Kennedy a Costa Rica y Centroamérica, en 1963, la idea, que logró concretarse, de realizar en el mes de setiembre, de cada año, un Recorrido de una Antorcha que saliendo de Guatemala llegara hasta Costa Rica, que recordara la traída de la noticia de la Independencia declarada en Guatemala, que fue provocando las Declaraciones de Independencia de El Salvador, el 21 de setiembre, de Comayagua, Honduras, el 28 de setiembre, las de Nicaragua de 28 de setiembre y de 11 de octubre, y finalmente, la de Costa Rica el 29 de octubre de 1821.

De esta forma, cada año, la Antorcha inicia su recorrido por Centroamérica saliendo de Guatemala el 9 de setiembre. Se traslada de día, como se hacía en aquella época, recorriendo las tierras de Honduras, El Salvador, Nicaragua, terminando en Cartago, en Costa Rica, el día 14, la víspera del Día de la Independencia de Guatemala, que el Congreso de Centroamérica, en 1824 estableció que esta fecha debía celebrarse en toda la región, junto con la fecha en que cada Provincia, o país, había hecho su propia Declaración, como es la del 29 de octubre de 1821, en Costa Rica.

En aquellos años no se viajaba de noche, no se recorría el territorio centroamericano de noche. No habían la condiciones de infraestructura, de caminos, adecuada para hacerlo, además de lo peligroso que resultaba por los animales, felinos y otros, que obligaba a no realizar esas caminatas nocturnas.

El primer desfile de Antorcha en Costa Rica se realizó en 1964. Era yo estudiante del Liceo José Joaquín Vargas Calvo, y me correspondió participar en esta actividad, portando la Antorcha en un trecho del Cantón de Montes de Oca, junto con mis compañeros estudiantes de V año y algunos de otros niveles.

El Farol y la Antorcha que hoy se destaca en las celebraciones se asocia en este sentido a los faroles que usaron en las tardes noches de presión popular del pueblo guatemalteco ante el Palacio de los Capitanes, donde se discutía la Independencia. Quizá también se usaron algunas teas, pero lo predominante fueron los faroles.

Los faroles como la Antorcha hoy nos recuerdan aquellos sucesos. Exaltan la Independencia, la Libertad, la Soberanía y el surgimiento de la Ciudadanía, la de una población, que dejó de ser vasalla, sierva y esclava para gozar de Derechos y Libertades.

Los faroles como la Antorcha exaltan la luz de la Libertad y la Independencia frente a la oscuridad que se vivía en el régimen opresivo colonial español.

Los faroles y la antorcha exaltan la Libertad frente a la opresión.

Los faroles y la antorcha exaltan la Independencia frente a la dominación colonial.

Los faroles y la antorcha exaltan el ejercicio de una ciudadanía activa, con plenos derechos y libertades, frente a una población sojuzgada sin esos derechos y libertades bajo el dominio colonial español.

¡Viva siempre la Independencia de Centroamérica!

¡Viva siempre la Independencia de Costa Rica!

Ante el mes de la Patria, los Símbolos Mayores

Vladimir de la Cruz

En el calendario nacional de celebraciones, conmemoraciones y efemérides patrias tenemos varias categorías, no todas de días feriados ni todas se celebran con igual pompa. Algunas de estas fechas pasan prácticamente inadvertidas.

Tenemos Símbolos Patrios Mayores y Símbolos Patrios Menores, hay Celebraciones Nacionales Mayores y Celebraciones Nacionales Menores, hay Efemérides y Celebraciones igualmente Mayores y Menores, Celebraciones Nacionales y Regionales, y se podría ampliar el catálogo de todos los sucesos y eventos históricos, que de una u otra manera se celebran o festejan en Costa Rica, de carácter feriado o no, de pago obligatorio o no.

Los Símbolos Patrios Mayores son La Bandera Nacional, El Escudo Nacional, El Pabellón Nacional y el Himno Nacional, con su Música y Letra.

Los Símbolos Patrios Mayores se reconocen como símbolos estatales y representan a la vez la unidad e integración de la nación y comunidad nacional, del Estado y el territorio costarricense. Son una expresión de los más altos valores e ideales. Son Símbolos Políticos, que tienen un ceremonial y protocolo propios, de uso y de respeto.

El Pabellón Nacional es quizá el más simbólico de ellos porque, integra la Bandera y el Escudo, de uso exclusivo de los presidentes de los Supremos Poderes de la República, o cuando hay actos en que ellos están presentes que se debe izar o tener expuesto. Los Embajadores costarricenses en su sede diplomática lo exhiben.

Son emblemas, imágenes que nos representan como pueblo, como nación, como país o Estado político. Se asocian a las raíces y evolución de nuestra Historia, a las gestas que contribuyeron a forjar nuestra cultura costarricense, como Estado y Nación independiente y soberano, que nos identifican en el mundo.

Los Símbolos Mayores, la Música y la Letra del Himno Nacional se oficializaron con esta categoría en 1979.

En general, con relación a los Símbolos Patrios, Mayores o Menores, no hay día específico de su celebración, ni siquiera la fecha en que así se decretaron o establecieron. Sin embargo, en algunos países, sí se establece el día de su celebración como, en el Día de la Bandera, así, por ejemplo, en México se celebra el 24 de febrero, en Venezuela el 3 de agosto, en Honduras el 1 de septiembre y en Nicaragua el 4 de noviembre. En Costa Rica, en este sentido tenemos el Himno a la Bandera.

Las Efemérides y celebraciones nacionales solo tienen carácter de días feriados cuando por Ley así se establece. Las que se consideran de celebración nacional son a las que se les una mayor significación porque tienden a promover la unidad de todos los ciudadanos.

Se consideran días feriados aquellos que de acuerdo con la ley deben concederse a toda persona trabajadora para que participe de las celebraciones especiales, ya sean cívicas, religiosas, sociales o históricas.

Las Fechas Patrias por su parte, en general, son las que refieren a la fundación o Independencia de los países o Estados.

Entre los proyectos para crear más Símbolos Nacionales, de carácter mayor, se ha propuesto el del Acta de la Independencia, y el de la Campana de la Libertad. Ambos no tienen sentido.

El Acta de Independencia, la de Guatemala, del 15 de setiembre de 1821, fue el detonante de las actas que se aprobaron en los días siguientes en las provincias centroamericanas, que formaban parte de la Capitanía General, y el Acta de Independencia de Costa Rica, del 29 de octubre de 1821, por sí solas son Símbolos Nacionales. No procede darles esa categoría o estatus.

En el caso de la Campana de la Libertad se arguye que la Campana que había en Cartago, en 1818, repicó la noticia de la Independencia en 1821. Era usual en aquellos tiempos que se tocaran campanas para llamar la atención de las gentes en torno a alguna noticia que se les quisiera comunicar y convocar. Así se procedía por las autoridades políticas y también eclesiásticas. Al toque de campanas la gente se reunía, en la Iglesia o el Ayuntamiento, o Alcaldía, y se procedía a comunicarles o leerles el Bando del caso o la noticia que se quisiera hacer pública.

En el caso del proyecto para declarar el Acta de Independencia como Símbolo Nacional no se dice expresamente a cuál acta se refiere, si a la de Guatemala o a la de Cartago.

Paradójicamente, hay un Símbolo Nacional, de una Bandera, así establecido, que no tiene ningún tipo de celebración, ni de recuerdo en la memoria histórica nacional. Se trata de la Bandera Azul, Blanco, Azul, que fue la del Partido político “Unión Nacional”, que agrupó a la oposición política, en los sucesos de 1947 y 1948, cuya anulación de elecciones presidenciales provocó la guerra civil de 1948, cuyo resultado final impuso a la Junta Fundadora de la Segunda República, desde el 8 de mayo de 1948 hasta el 7 de noviembre de 1949, cuando la Junta le entregó la Presidencia que le habían anulado a Otilio Ulate Blanco.

Así, el 20 de agosto de 1948 la Junta Fundadora de la Segunda República, mediante el Decreto No. 168, firmado por José Figueres, Fernando Valverde Vega, Uladislao Gámez Solano, Bruce Masís Diviasi, Benjamín Núñez Vargas, Gonzalo Facio Segreda, Francisco José Orlich Bolmarcich, Raúl Blanco Cervantes y Edgar Cardona Quirós, acordó Declarar como “Símbolo Nacional el Pabellón azul y blanco usado por los partidos políticos de la Oposición en la última campaña electoral y por el Ejército de Liberación Nacional, pudiendo por lo tanto ser usado en las escuelas, por el Ejército Nacional, en actos de carácter cívico oficial y en otros actos oficiales semejantes, previa autorización del Ministerio de Gobernación. Queda en consecuencia prohibido el uso de la siguiente combinación de colores para efectos políticos o comerciales: tres franjas horizontales o verticales del mismo ancho dispuestas así: azul, blanco y azul.”

Las razones que justificaron este Decreto y este establecimiento, de este Símbolo Nacional, fue el reconocimiento de la Bandera, en sus colores, que usaron “los partidos que constituyeron la Oposición Nacional, que enarbolaron su lucha cívica contra los regímenes nefastos de Calderón y Picado, con el Pabellón azul y blanco, el cual compendió en sí todas las aspiraciones e ideales que sustentaron aquellos partidos, erigiéndolo, al lado del Pabellón Nacional, en un símbolo de libertad y de acatamiento a la voluntad popular. Por cuanto más tarde, el Ejército de Liberación Nacional, en su heroica lucha libertadora, enarboló también esa bandera, conduciéndola a la victoria y por tanto a la derrota de la tiranía y la opresión; y por cuanto esa bandera, ya histórica, ha pasado a ser parte integrante de la tradición patria”.

El Partido que usó esa Bandera, azul, blanco, azul, fue el Unión Nacional en las elecciones nacionales de 1947-1948, en la de la Asamblea Constituyente de 1948, y en la de Diputados en 1949.

Teniendo validez ese Decreto de la Junta de Gobierno, en el proceso electoral actual, el Tribunal Supremo de Elecciones debe estar atento a que ningún partido político, nacional o provincial, pueda usar esos colores o esa bandera, como símbolo electoral, porque los Símbolos Nacionales no pueden usarse como emblemas comerciales de ningún tipo, y tampoco los Símbolos Nacionales pueden usarse para fines electorales o electoreros, mucho menos como símbolos electorales de cualquier partido político.

Al contrario, la Asamblea Legislativa debería proceder a anular o derogar el símbolo nacional del decreto No. 168, del 20 de agosto de 1948, así establecido por la Junta Fundadora de la Segunda República.

Los Símbolos Nacionales, las distintas Banderas y Escudos, los Escudos de Armas y el Pabellón Nacional, las Letras y Música del Himno Nacional, que se acordaron y elaboraron durante el transcurso de los siglos XIX y XX, plasman la idiosincrasia de momentos históricos de la formación de la nación costarricense; identifican los valores más destacados de la sociedad costarricense y los hacen verdaderos y tangibles elementos sagrados.

La Bandera es el símbolo más distinguido y preciado de la dignidad y soberanía nacional, y expresa la esencia de la unidad del pueblo, del patriotismo y de la soberanía, lo que hace que en sí misma tenga dos elementos fundamentales: poder y fuerza. Ante la bandera y la Constitución Política se juramentan las autoridades públicas, funcionarios de gobierno y ciudadanos que deben rendir el Juramento Constitucional, así como el saludo que se lleva a cabo en ceremonias o actos cívicos.

La Bandera es el símbolo de la Soberanía Nacional, de la Independencia Nacional, y que expresa la pertenencia a la Nación.

Se considera también a la Bandera símbolo de honor y de valor, de victoria y de representación de la Patria y la nacionalidad, lo cual se manifiesta en el alto sentimiento de llegar a “morir por la bandera”.

Compartido con SURCOS por el autor.

De los símbolos patrios y su uso ante el Mes de la Patria

Vladimir de la Cruz

El Mes de la Patria, que se celebra tradicionalmente durante el mes de setiembre, asociado a la Declaración de la fecha de Independencia de Guatemala, del 15 de setiembre, que sirvió de detonante para que cada Provincia que integraba la Capitanía General de Guatemala, con conocimiento de esa decisión, así se pronunciara.

La noticia de ese acontecimiento llegó a Costa Rica, el 13 de octubre, acompañada de la Declaración de Independencia, del 28 de setiembre, tomada en Nicaragua, la conocida por su expresión de declarar su Independencia “hasta que se aclararen los nublados del día”, lo que rectificaron el 11 de octubre.

A partir del 13 de octubre en el país el último gobernador colonial, Juan Manuel de Cañas, no pudo ocultar la noticia de la desintegración colonial que estaba sucediendo en el Virreinato de México y en la Capitanía General de Guatemala, a los cuales pertenecíamos. La puso en conocimiento de los pueblos con la intención de que nombraran delegados para reunirse en Cartago, la capital de la Provincia de Costa Rica, en aquellos años, el 29 de octubre para tomar la decisión correspondiente.

Así en Cartago se reunieron las autoridades políticas más importantes de Costa Rica, en ese momento, junto a los delegados de Ujarrás,

Alajuela, los Legados de San José, Heredia, Barba, delegados de los Ayuntamientos Bagaces, y ese 29 de octubre declararon la “Independencia absoluta del Gobierno español”.

De seguido, como lo hicieron las provincias de la Capitanía General de Guatemala, se dispuso “observar la Constitución y las Leyes que promulgue el Imperio Mexicano”, de Agustín de Iturbide, integración que no llegó a concretarse, dando campo al desarrollo que desde 1824 hasta 1838 funcionó con nuestra presencia, las Provincias Unidas del Centro de América y la República Federal de Centroamérica.

En 1824 el Congreso Federal resolvió establecer la fecha del 15 de setiembre como una fecha a celebrar en toda la Federación, a la vez que se debía celebrar la fecha en que cada Provincia, o Estado, en ese momento, debía celebrar la propia, El Salvador el 21 de setiembre, Honduras el 28 de setiembre, Nicaragua, el 11 de octubre y Costa Rica el 29 de octubre.

Desintegrada la República Federal, el 31 de agosto de 1848, el Dr, José María Castro Madriz, declaró siguiendo un acuerdo del Congreso Nacional, del 30 de agosto, la República de Costa Rica recogiendo las iniciativas que en ese sentido habían propuesto un grupo de municipalidades.

El Mes de la Patria, que se celebra, así debería arrancar con la fecha del 30 y del 31 de agosto de 1848, cuando el Congreso Nacional tomó la decisión, a iniciativa de ese grupo de municipalidades, de declarar la República de Costa Rica, lo que el 31 de agosto afirmó y así lo proclamó en definitiva el Dr. José María Castro Madriz, dejando de usarse el término Estado de Costa Rica, nombre que habíamos tenido dentro de la República Federal.

Si el Mes de la Patria está asociado a esa fecha de la Independencia, bien debe prolongarse su celebración, como realización de actividades cívicas y protocolarias, conmemorativas a la identidad de nuestro país, de nuestra Nación y de nuestro sistema democrático, hasta el mes de octubre, para que quede cubierta la fecha del 29 de octubre, cuando en Cartago se proclamó y decidió, como capital que era de la Provincia de Costa Rica.

Las celebraciones que se realizan durante este mes exhiben banderas de Costa Rica, en todos los establecimientos escolares, edificios públicos, en todas las casas, empresas e instituciones de distinto tipo, que de esa manera se unen a la celebración. Cuando no se ponen banderas se exhiben los colores de la bandera, azul, blanco y rojo, Bandera Nacional también establecida por el Dr. José María Castro Madriz, que son los colores de los revolucionarios franceses de 1789, establecidos también en la Bandera de Francia.

La Bandera Nacional como Símbolo Patrio es el más distinguido de todos los símbolos existentes, es el que más nos representa a todos los costarricenses, y a Costa Rica en el concierto internacional de las Naciones. La Bandera Nacional desde su origen, el 29 de setiembre de 1848, ha permanecido inalterable, invariable, como ha sucedido de igual manera con la música del Himno Nacional, aprobada en el gobierno de Juan Rafael Mora Porras, escrita e interpretada el 11 de junio de 1852.

Los Símbolos Mayores de nuestra Patria son la Bandera Nacional y el Escudo Nacional, que nació con la Bandera, el Pabellón Nacional, que es la integración de la Bandera y el Escudo, la Música y la Letra del Himno Nacional. Desde 1939 se han creado otros símbolos nacionales MENORES, cuando

Los Símbolos Nacionales tienen normas de uso que deber seguirse y de respetarse. Es importante tenerlas presentes, especialmente en este mes, que se populariza al extremo su uso.

Entre las normas, o reglas que deben acatarse con la Bandera, están las siguientes:

1.- No se puede usar para cubrir tribunas de ningún tipo. Cuando en un acto, reunión o actividad cívica, no hay tribuna se coloca a la derecha del lugar de honor o de más distinción en que pondrá.

2.- La bandera nunca debe usarse, en ninguna forma, como colgadura. En su lugar se usa estameña roja, blanca y azul.

3.- Cuando flota o se coloca junto con las banderas de provincias, ciudades o sociedades se debe poner más alto y en el centro

4.- La Bandera nunca se debe desplegar sucia, rota, deshilachada o desteñida. Tampoco puede guardarse rota, sucia o con daño alguno. A la hora de desplegarse o izarse hay que asegurarse que no se le producirá daño alguno.

5.- La Bandera nunca debe usarse como traje.

6.- No se le puede bordar la Bandera en cojines, tapetes, manteles, servilletas o pañuelos, en etiquetas de botellas o cosas de uso temporal, ni tampoco en propaganda política.

7.- No debe servir de anuncio, ni propaganda comercial de ningún género.

8.- No se le pueden poner, ni debe tener, inscripciones ni letras de ninguna naturaleza. Es usual grabarle “Costa Rica”, lo que no debe hacerse.

9.-No se le puede destinar a usos impropios ni se le puede poner nada encima, ni pegarle figuras, diseños, logos, insignias comerciales o de cualquier tipo.

10.- La bandera debe no puede estar en contacto con lo que esté debajo de ella, suelo, basuras, agua, o lo que sea.

11.- La bandera no se puede usar como cortina.

12.- La bandera no se puede exhibir plegada, sino que siempre debe tener una caída libre

13.- Sobre la Bandera, o a su derecha, no se podrá poner ninguna otra bandera.

14.- En las fiestas patrias se debe izar la bandera en todos los edificios públicos.

15.- Por respeto a la Bandera Nacional no debe izarse cuando hay inclemencia climática.

16.- No se debe colocar atrás de los vehículos o los transportes.

17.- Si la Bandera se usa en situaciones de duelo se debe colocar a media asta.

18.- Cuando se usa o se permite su uso para cubrir ataúdes, de grandes personalidades nacionales, éste debe ser llevado hacia adelante y la bandera con las franjas hacia adelante.

19.-Nunca se debe permitir que la bandera entre en la fosa, ni se puede enterrar, ni que toque el suelo. Tampoco se puede usar para cubrir parte de un cuerpo, el corazón por ejemplo, que se le extraiga a un cuerpo para ser enterrado aparte.

20.- En las iglesias cuando está en el presbiterio la Bandera Nacional se coloca al lado derecho del clérigo, dándole el frente a los fieles, y los estandartes religiosos se ponen a su izquierda. Fuera del Presbiterio se pone a la derecha y de frente a los fieles.

21.- Para destruir una Bandera dañada se debe quemar en privado.

La Bandera Nacional como símbolo supremo solo puede ser usada en lo que le es propio, y debe izarse cuando así lo ordene el Poder Ejecutivo.

Una cuestión importante que se debe seguir, con el uso y respeto que se le debe tener a la Bandera Nacional, es la forma de saludarla.

Hay tres formas de saludarla. Una es extendiendo el brazo derecho al frente, al pasar delante de donde está enarbolada; la segunda, colocando la palma de la mano derecha sobre el corazón y, la tercera, colocando el antebrazo derecho en forma horizontal frente a la garganta.

La colocación de la palma derecha sobre el corazón es símbolo de la disposición de arrancarse el corazón y de ofrendar la vida en defensa de la Bandera, la Patria y la Nación en ella representada.

La colocación del antebrazo derecho en forma horizontal frente a la garganta es compromiso de que antes de proferir palabras o pensamientos contra la Patria y la Nación se está en disposición de cortarse la garganta, de que jamás se dirán tales expresiones y de cortarse la cabeza antes que actuar de esa forma.

En todos los casos en que se salude a los Símbolos Nacionales, las personas presentes deben ponerse de pie y dar la cara a la Bandera al momento de hacerlo. Quienes usen sombrero o gorra se la deben quitar y poner en el hombro izquierdo. Los extranjeros presentes en estos actos tienen el deber de ponerse de pie.

Cuando la bandera no esté izada, o no se ice, y se ejecute el Himno Nacional, las personas al saludar este Símbolo, dan la cara hacia donde se entona la música y se ponen de pie.

En el momento en que se despliega la Bandera es cuando se realiza el saludo. Si el Himno se ejecuta cuando ya la Bandera está presente, entonces las personas deben dirigir su cara hacia la bandera y proceder a realizar el saludo, permaneciendo en esa forma hasta el final.

Los símbolos nacionales expresan lo mejor de evolución histórico política de la nación y exaltan la esencia del ser costarricense, de sus momentos de gloria.

Se considera la Bandera como el símbolo más distinguido y preciado de la unidad del pueblo, del patriotismo y la soberanía.

Es ante la Bandera que se realiza el Juramento de las autoridades públicas que lo deben rendir, y se debe saludar a los Símbolos Nacionales con la mayor solemnidad.

El Mes de la Patria debe provocarnos a pensar sobre la Costa Rica que queremos. Debe invitarnos a reflexionar, analizar y decir qué Costa Rica queremos construir en el futuro inmediato y percibir la Costa Rica del largo plazo, la que exige un Pacto Nacional para impulsarla.

Compartido con SURCOS por el autor.