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Etiqueta: SINART

La triste actualidad del SINART

Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli
Fundador y expresidente ejecutivo

El pasado jueves, en una conferencia de prensa convocada por el Ministerio de la Presidencia para anunciar las medidas extremas que este desgobierno desea tomar contra el SINART, la infumable ministra de esa cartera Laura Fernández, dijo esta memorable frase: tenemos al SINART como tigre amarrado contra burro suelto… si estimado lector, leyó bien.

Ahora entendemos la triste actualidad de la institución… los burros la agarraron a patadas, y para matarla la amarran en toda sus posibilidades de financiamiento para que no pueda producir, como en otros tiempos, cosas maravillosas que todos recuerdan como Antorcha y Gente Como Nosotros, para citar sólo dos ejemplos de cientos que se podrían mencionar. Producciones que, además de generar audiencia, ¡lógicamente generaban recursos!

Claro, en las burreicas mentalidades que nos gobiernan y conducen al SINART, eso es impensable y hay que dejarlo reducido a la mínima expresión, con respiración artificial.

No, ni el SINART ni el país se pueden conducir a patadas de burro, sino con capacidad e inteligencia propia del ser humano preparado y capacitado para enfrentar estos retos.

El SINART, en todos sus medios y novedosas plataformas, ¿se puede salvar y que vuelva a brindar el maravilloso servicio educativo y cultural de otros tiempos?

¡Por supuesto que sí, pero para ello se requiere soltar el tigre y amarrar al burro!

Si… al SINART

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli
Fundador y Expresidente Ejecutivo

Desde que el presidente Rodrigo Carazo me encomendó la hermosa e importante tarea de fundar el Sistema Nacional de Radio y Televisión Cultural hace un poco más de 46 años, éste aun siempre tuvo en el diario “La Nación” su peor enemigo, pues junto con otros medios impresos, de televisión y radio, nunca dejaron de parar mientes para encontrar justificaciones y cerrarlo, sin lograrlo aún. Por eso, cuando el desgobierno chavistas lo manipuló, instrumentalizó, lo alejó totalmente de sus objetivos iniciales hasta llevarlo al borde del desfinanciamiento, creí que los de la NaziOn y sus adláteres se frotaban las manos y decían…al fin!!

Pero el editorial de hoy de ese periódico, debo confesar y reconocerlo, me dejó con la boca abierta y la quijada pegando al piso, cual si fuera semejante a la presidencial zapoteña. ¡La NaziON apoya el SINART!, no lo podía creer, lo leí dos veces por si acaso, pues no quería equivocarme; pero no, estaba leyendo bien. Vinieron a mi memoria aquellas décadas en las que Rodolfo Jiménez Borbón (Don Popo) y los directores a su servicio, llenaban ese medio de noticias falsas y mal intencionados editoriales contra la institución, y las mil batallas dadas contra ellos que he dejado narradas parcialmente en mis Memorias. Pero pareciera que los “nuevos popitos” que asumieron el poder en esa empresa, tienen otros horizontes, pero no me hago ilusiones.

Sin embargo, hay tres observaciones que hace el editorialista, para justificar que el SINART debe sobrevivir y jamás pensar en cerrarlo que, dicho sea de paso, han de saber los acólitos o monaguillos de Chaves en el Consejo de Gobierno, que eso o un cambio de condición requiere una ley aprobada por la Asamblea Legislativa, les guste o no.

Esas tres condiciones son: a) los medios de comunicación del Estado y no del gobierno, que son cosas diferentes, deben ser alternativos a las programaciones de los medios comerciales; vaya por Dios, eso lo señalamos claramente en el decreto que dio Carazo, en el folleto un SINART diferente que publiqué en 1998 cuando don. Miguel Ángel Rodríguez me encomendó la dura tarea de reconstruirlo y en el proyecto de ley que, en ese momento, mandamos a la Asamblea Legislativa…costó 46 años que se dieran cuenta que nos combatieron sin necesidad. b) Qué deben ser ¡culturales!, por supuesto que sí, precisamente el nombre inicial del SINART incluye eso, y los documentos arriba citados también. Fue en la Asamblea Legislativa al aprobarse la ley, que quitaron la palabra cultural y crearon el adefesio de empresa S.A. para hacer de la institución un negocio y, aquí, coincidimos con la tercera observación del editorial: “La radio y televisión cultural son un servicio no un negocio”, lo mismo dijimos, lo hicimos, lo logramos y nos combatieron…ahora 46 años después nos dan la razón.

Pero bienvenido sea, nunca es tarde cuando la dicha es buena, dice el dicho. La lucha por rescatar el SINART es de todos los costarricenses, pues no debemos dejar que las malas prácticas que se vienen dando desde el 2006, bastante antes del chavismo, pero intensificadas ahora, liquiden la institución.

Es urgente que los diputados en la Asamblea Legislativa, debidamente asesorados, revisen la ley del 2003 y corrijan los errores que se convirtieron en un cáncer, como quitarle su sentido cultural, crear una ineficiente e inservible junta directiva, poner como superior a un ente político como el Consejo de Gobierno, aclarar adecuadamente el sentido del aporte del 10% de las instituciones al SINART y que no pueda ser tergiversado como lo hizo hace poco la Contraloría General de la República, pero sobre todo y muy especialmente, devolverle su independencia política y evitar que individuos sin peso cultural, académico y político llegue a la Presidencia Ejecutiva del SINART para ser un simple achichincle del Poder Ejecutivo.

31 de diciembre de 2014

Colper se pronuncia ante reestructuración del SINART

Solicitan independencia política, respeto laboral y transparencia

La Junta Directiva del Colegio de Periodistas y Profesionales en Ciencias de la Comunicación Colectiva de Costa Rica (COLPER) se pronunció este miércoles 18 de diciembre, sobre cómo debe llevarse a cabo la reestructuración anunciada para el Sistema Nacional de Radio y Televisión (SINART).

El Colper enfatizó en que la reestructuración “deberá realizarse garantizando la independencia de los medios públicos, el cumplimiento de su Ley Orgánica, y en estricto apego de la normativa laboral que garantice el respeto de los derechos de las personas colaboradoras, así como también la transparencia en el manejo de los recursos estatales”, según se lee en el documento público.

“Los medios estatales juegan un papel crucial en la promoción del debate plural y la garantía del derecho a la información. Por lo anterior, cualquier reforma debe priorizar la autonomía del SINART y evitar los abusos que históricamente han comprometido su credibilidad”, expresaron desde el Colegio de Profesionales en Comunicación.

Además de solidarizarse con el personal que ha perdido su empleo debido a esta reestructuración y clamar por su derecho a ser informado del proceso que está viviendo, el Colper solicitó cuentas claras y transparencia con el uso de los fondos extraordinarios aprobados para el SINART: ₡600 millones para compra de equipos, ₡1.000 millones para la reestructuración y ₡350 millones destinados al pago de salarios y aguinaldos en 2024. 

“Desde la Junta Directiva hicimos las consultas pertinentes a las autoridades del SINART y exhortamos a la Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Costa Rica (FECOPROU) para que, a través de nuestra representante en el Consejo Ejecutivo, abogue porque el proceso de reestructuración cumpla lo establecido en la Ley General de Control Interno N.º 8292, la cual exige que cualquier modificación estructural en una institución pública esté debidamente justificada, con una evaluación técnica que considere los riesgos, la eficiencia y la transparencia en el uso de los recursos públicos”, afirmó el Colper.

Errores administrativos provocados por la jerarquía del SINART agudizan la crisis de la institución

Ante el comunicado a la opinión pública emitido por el Presidente Ejecutivo del SINART, Fernando Sandí Chacón, la seccional ANEP-INART, manifiesta lo siguiente:

Con profunda preocupación hemos leído el comunicado en el que el señor Sandí Chacón deja ver que el futuro del SINART será definido en una reunión “crucial” que sostendrán en la Contraloría General de la República (CGR), con la contralora, Marta Acosta, en la que pretenden la resolución de dos temas pendientes ante el ente contralor.

El primero tiene que ver con un pronunciamiento emitido por la CGR, en el que los ingresos que percibía el SINART por concepto del 10% de los presupuestos de publicidad de las entidades estatales, fueron suspendidos en su aplicación.

El segundo tema tiene que ver con la aprobación de los recursos contenidos en el presupuesto extraordinario de la República, en el que se asignan a la institución, mil millones de colones, con los que la administración del SINART pretende llevar a cabo un proceso de reestructuración, a nuestro criterio, desde su génesis viciado de nulidad.

Pretende ahora el señor Sandí justificar su mala gestión al frente de la institución, alegando que, de no aprobarse los recursos de dicho presupuesto extraordinario, el SINART está en franco peligro de cierre, ya que se ha vuelto insostenible.

Pero qué fácil resulta ahora venir a decir que la institución es económicamente inviable cuando desde el inicio de su gestión no ha habido un plan claro para hacer del SINART, el grupo de medios de comunicación que establece la ley 8346.

Qué fácil resulta ahora aplicar una despiadada medida que podría dejar sin trabajo a doscientas familias costarricenses.

Qué fácil es ahora pedir recursos para despedir trabajadores, pero nunca hizo lo necesario para poner al Sinart a producir y generar sus propios recursos, con los mecanismos que claramente están establecidos para tal fin en la ley 8346.

Nos preguntamos: ¿por qué en vez de pedir mil millones de colones para aplicar un plan de despidos, no se pidieron esos recursos para poner al Canal 13, la Radio Nacional y los medios digitales con los que cuenta el SINART para renovar la programación y mejorar la cobertura? pues es muy fácil, simplemente porque ha demostrado el señor Sandí que no tiene ni la experiencia, ni el conocimiento ni la capacidad para hacerlo.

¡No señor Sandí! El SINART no es como crear el mall Oxígeno, logro del que se ha jactado hasta el cansancio. El SINART es muy diferente y obedece a otros intereses que, en definitiva, usted ha demostrado desconocer totalmente.

El SINART, en efecto, está en crisis, pero esa crisis la ha generado el señor Sandí por su demostrada incapacidad para hacer del SINART la institución que debe ser, y todo por su ego que no le permite ver más allá de sus narices, un ego y un orgullo que lejos de construir, ha destruido lo poco que quedaba de esta querida institución después de la catástrofe que le significaron dos gobiernos del Partido Acción Ciudadana (PAC).

Jamás pudo usted señor Sandí, comprender que el SINART es una institución que nació para servir a la educación y la cultura del pueblo costarricense, y la administró, si es que así se puede llamar su desastrosa gestión, de manera tal que la postró en una parálisis que la tiene en coma, y después de tal desplante, ahora solo pretende los recursos para dar el tiro de gracia.

Hoy, por la dignidad y el derecho de las personas trabajadoras del SINART, le pedimos vehementemente, si es que aún le queda un poco de vergüenza, renuncie, y llévese con usted a las personas que, junto a usted, han hecho este desastre.

El SINART toca a su fin

Por Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli

Desde que me tocó la enorme responsabilidad y honor de fundar el Sistema Nacional de Radio y Televisión Cultural (SINART) aquel ya lejano 15 de setiembre de 1978, la institución ha pasado momentos de angustia para poder sobrevivir. Los gobiernos de Monge, Calderón, Figueres tuvieron entre sus huestes enemigos mortales que quisieron destruirla desde adentro, pero encontraron fuerzas institucionales y ciudadanos conscientes que dimos una fiera lucha y lo impedimos. También tuvimos que enfrentar a los plumarios que escribieron en La NaziOn, o los Nachos y Pilares que atacaban desde los medios electrónicos a los que servían, y así en otros frentes.

Aquella institución de medios de comunicación creada con el fin de formar una sociedad libre, de pensamiento amplio, que resaltara los valores y cultura costarricense, no le servía a la clase dominante; poníamos en peligro su proyecto neoliberal de dominación a través del pensamiento único y la eliminación de la inteligencia, por eso atacaban a mansalva a la institución.

Cuando a finales de la Administración de don Miguel Ángel Rodríguez, quien al igual que don Rodrigo Carazo dio su apoyo incondicional al SINART, se conoció el proyecto de ley que le diera el tan ansiado marco jurídico. Tanto en ese periodo como en el siguiente, en la Asamblea Legislativa se combinaron la ambición personal de unos asesores de poco calado, la visión obstruccionista y destructiva de diputados como Otto Guevara y otros de su misma calaña, o accionistas de medios de comunicación o servidores incondicionales como Mario Arredondo, Joyce Zurcher, o políticos que la veían como instrumento para la manipulación política como Laura Chinchilla, Bernal Jiménez Monge o Carlos Ricardo Benavidez, para citar solo algunos; esa Asamblea Legislativa destrozó el proyecto.

Introdujeron cambios tan graves como convertirlo en una sociedad anónima del Estado, cuya junta de accionistas es el Consejo de Gobierno que nombra a sus directores, le quitaron el concepto “cultural” y, de remache, crearon una agencia de publicidad absolutamente innecesaria. Hubo otros cambios, “errores”, y hasta persecuciones políticas que no vale la pena ampliar, pues el cáncer que matará al SINART está en lo arriba apuntado.

Desde la incompetencia demostrada en la administración Pacheco, y la escalada cada vez peor de TODOS los que ocuparon la silla presidencial en Zapote, se puede demostrar como en cada uno como de ellos, quisieron manipular al SINART aprovechando que el Consejo de Gobierno, órgano político por excelencia, nombraba sus directores y los ministros de la Presidencia dictaban las normas y lineamientos de trabajo, especialmente durante las gestiones de Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado. Hubo alguna excepción, si, los muy pocos meses de la Presidencia Ejecutiva de don Boris Ramírez, pero no tuvo tiempo parta salvar el SINART.

Pero lo peor, y por mucho, fue la llegada de la administración Chaves Robles y su ejército de trogloditas que invadieron la administración pública y el SINART (CANAL 13 Y RADIO NACIONAL) en particular. Las ilegales y corruptas formas utilizadas para pasar presupuestos de instituciones públicas y del BCIE a empresas privadas de producción y pauta publicitaria, resulta tan aberrante como querer ver a un zopilote con ínfulas de ave fénix.

Democratizar la pauta fue una frase salida de la nada en una reunión de la presidencia, como está demostrado, que sonó bonita para ocultar una aberración, que puedo resumir diciendo: es la forma de desfinanciar a la prensa canalla para financiar a la prensa vasalla. Eso solo en las dictaduras y los regímenes autocráticos se ha visto.

Para esto creyeron encontrar una vía, el SINART y su agencia de publicidad. Solo en las cabezas vacías de conocimiento de lo que es la administración pública y sin importar un carajo los objetivos fundamentales de la institución, como fue esa comisión ministerial y “diputadil”, se pudo concebir esta “ideota”, que no podía tener otro final más que un “doloroso aborto”.

Pero en ese proceso abortivo, se llevaron en banda a la madre institucional…mataron al SINART. La institución NO recibió los miles de millones que se dijo le iban a trasladar, lo impidieron las normales LEGALES y los lógicos temores de los funcionarios, aunque rechinaran todas las quijadas en la presidencia. Pero el poco prestigio que le quedaba al SINART entre los ciudadanos, después de tantos años de manipulación y alejado de sus objetivos de producción, también se perdió; ya no encontramos eco en organizaciones sociales, intelectuales o ciudadanos para defenderlo, ¿cómo?, ¿para qué?, ¿Con qué? Me preguntan muchos.

Ante el desprestigio, la Contraloría le asestó golpes mortales. No solo rechazó los presupuestos para finales el año 23, sino que el del presente año tampoco fue aprobado y, de remache, advierte que el 10% de los presupuestos de publicidad de los entes del Estado que dice la ley deberán ser girados al SINART, los mismos solo pueden utilizarse una vez que las instituciones cumplan con engorrosos procedimientos de compra a través del SICOP y elaboren el plan de medios correspondiente; pero además, señala que no es obligatorio para las instituciones girar ese porcentaje. Es decir, se quedaron sin ingresos, salvo la miseria establecida en el presupuesto nacional y que tampoco se los aprobaron en la Contraloría.

Y como postre, el actual súbdito presidencial o presidente Ejecutivo, envió una carta al personal ofreciendo una especie de movilidad laboral o trámite de mutuo acuerdo; para ello si le han aprobado trescientos millones de colones, además, espera poder conseguir otra suma parecida para seguir con los despidos.

A eso llevaron al SINART, al borde del abismo; sus enemigos duraron veinte años empujándolo con la complacencia de quienes, internamente, sumergidos en una zona de confort, no supieron defenderlo. Ahora, sin prestigio, políticamente destrozado, sin producción, sin programación que le devuelva la mejor imagen de tiempos idos, sin presupuesto, sin dinero, con equipos en mucho obsoletos… ¿Qué queda?

Si un grupo lo creamos y lo revivimos una vez, por qué no otro, más joven y con ideas frescas ¿no lo puede hacer?, por supuesto que sí, pero sugiero que antes de emprender la tarea, se den una vuelta por Pipasa, porque el espíritu de lucha en este país quedo perdido en las manos de tanto troglodita.

Tengo un enorme pesar en el corazón, porque al SINART lo cree con tantas bellas ilusiones para este país, que hoy al verlo postrado me produce un amargo desaliento. Aquella institución, que era como un león dando la batalla para hacer tantas y tantas cosas, hoy es una fiera herida, agonizante, en medio de la sabana…esperando que algún malhadado cazador le dé el tiro de gracia… para luego vender la piel, en buen estilo libertario.

Clase trabajadora del SINART se desliga de los malos manejos dentro de la institución

El personal trabajador se manifestó dentro de la instalaciones institucionales en contra de la grave situación en la que se encuentra el SINART y además se desligan de cualquier tipo de acción irregular o cuestionada, ya que ninguno tiene la potestad de tomar decisiones. 

La clase trabajadora del SINART solicita mantener un manejo transparente, que se corrijan las irregularidades y se sancionen a quienes las cometieron. 

Puede ver la información completa en el siguiente video: 

Apoyo al SINART

Pronunciamiento de ciudadanos costarricenses en torno al Convenio Marco de Cooperación entre el Instituto Cubano de Radio y Televisión y el Sistema Nacional de Radio y Televisión S.A. – Costa Rica Medios. (Usted puede firmar siguiendo el enlace que está al final del texto)

Ante una campaña de un grupo que pretende desinformar a la opinión pública en torno al acuerdo firmado por el Instituto Cubano de Radio y Televisión y el SINART, los abajo firmantes, ciudadanos y ciudadanas costarricenses, en el ejercicio de nuestros derechos constitucionales, hacemos público nuestro apoyo al SINART.

Dicho convenio no tiene otro objetivo que “promover la amistad y cooperación entre los pueblos de la República de Cuba y Costa Rica”. Específicamente, el convenio busca fomentar las “relaciones bilaterales en relación con los servicios de comunicación audiovisual y radiofónicos de ambos Estados y generar un marco para el intercambio y producción conjunta de contenidos de interés general tendientes al fomento de la cultura, la educación y la información de los ciudadanos”. Todo lo cual se hace dentro del más estricto respeto al marco legal vigente en cada uno de esos países. Así lo estipula literalmente el mencionado documento en el texto siguiente: “Las partes serán responsables de los contenidos que reciban en intercambio y trasmitan sus canales y plataformas digitales respetando las regulaciones legales de sus respectivos países”.

Costa Rica siempre ha promovido el derecho a la libre comunicación entre todos los pueblos, sin distingos de ninguna especie, viendo en los medios más modernos de comunicación un medio para fomentar la amistad, promover la paz y cooperar en la promoción de los valores cívicos, creaciones culturales y logros científicos de todas las naciones, especialmente aquellas que conforman la Patria Grande de Bolívar y Martí. Históricamente con el pueblo cubano nos han unido lazos de solidaridad y amistad entrañables, como lo prueban las visitas de Martí a nuestro país, recibido como un héroe en apoyo a la lucha por la independencia de su patria. Próceres, como los hermanos Antonio y José Maceo, fueron acogidos con los brazos y el corazón abiertos.

En un momento en que el fomento de la paz y la amistad es el objetivo mayor de las relaciones entre los más diversos pueblos del planeta, el incremento de las comunicaciones entre ellos constituye el primer e imprescindible paso para lograrlo. Por estas razones, este convenio debe ser aplaudido por todos los hombres y mujeres de bien de nuestro país.

Puede sumar su firma siguiendo este enlace

O bien aquí:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeUPHOQEk41EVKXJUaMHz_3Kwn6n5DcsXjPPnFUqJqZT7uQjw/viewform?usp=sf_link

  1. Arnoldo Mora Rodríguez, exministro de Cultura, Juventud y Deportes, filósofo.
  2. Alfonso Chase, Premio Nacional de Cultura Magón, escritor y poeta.
  3. Julieta Dobles Izaguirre, Premio Nacional de Cultura Magón, poetiza y escritora.
  4. Walter Antillón Montealegre, jurista, catedrático emérito de la Universidad de Costa Rica.
  5. Arabella Salaverry, Premio Nacional de Cultura, actriz y escritora.
  6. Leonardo Perucci, Premio Nacional de Cultura, actor.
  7. Máster Marjorie Jiménez Castro, coordinadora Cátedra José Martí, Universidad de Costa Rica y miembro del Consejo Mundial del proyecto José Martí de solidaridad internacional.
  8. Daniel Camacho Monge, sociólogo, Comisión de Derechos Humanos.
  9. Freddy Pacheco León, biólogo y ecologista.
  10. Patricia Mora Castellanos, exministra de la Condición de la Mujer y exdiputada.
  11. Rafael Cuevas Molina, historiador, escritor, director de la revista Nuestra América.
  12. Macarena Barahona Riera, socióloga, catedrática de la Universidad de Costa Rica.
  13. Máster Francisco Enríquez, historiador, catedrático emérito de la Universidad de Costa Rica.
  14. Albino Devandas Brenes, periodista, pensionado.
  15. Gerardo Mora Burgos, filósofo.
  16. Máster Roberto Salom Echeverría, sociólogo.
  17. Isabel Ducca Durán, filóloga.
  18. Jaime Delgado, filósofo.
  19. German Chacón, especialista en historia del pensamiento latinoamericano.
  20. Flora Fernández Amón, empresaria, dirigente social.
  21. José María Villalta Flórez-Estrada, abogado, diputado.
  22. Rodolfo Ulloa Bonilla, sociólogo, asesor parlamentario.
  23. María Eugenia Román Mora, abogada, asesora parlamentaria.
  24. Suray Carrillo Guevara, abogada, exdiputada.
  25. José Gabriel Rivas Ducca, biólogo, ecologista.
  26. Juan Félix Montero Aguilar, educador, músico.
  27. Leda Méndez Arias, abogada, pensionada.
  28. Marcela Sánchez Cortés, promotora política.
  29. Roberto Alfaro Zumbado, agrónomo.
  30. Rocío Alfaro Molina, docente UCR.
  31. José Eduardo Álvarez Araya, abogado.
  32. Flor de Lis Monestel Corrales, trabajadora social, sindicalista.
  33. Israel Guillén González, administrador de empresas, pensionado.
  34. Antonio Naranjo Segura, empresario.
  35. Álvaro Salas Chaves, expresidente ejecutivo Caja Costarricense del Seguro Social, médico.
  36. Presbítero José Francisco Soto Soto.
  37. Fabio Villalobos Campos, médico.
  38. Daniel Vartanián Alarcón, economista.
  39. Oscar Vargas Vargas, consultor.
  40. Carlos Luis Chacón Salas, sindicalista.
  41. Álvaro Madrigal Arroyo, administrador.
  42. Ana Luisa Montero Mejía, pensionada.
  43. Peggy Padgett, pensionada.
  44. Rebeca Stam Emanuelson, educadora.
  45. Diana Madrigal Valerín, abogada, asesora parlamentaria.
  46. Ólman Varela Durán, consultor medio ambiente.
  47. Sergio Reuben Soto, economista, catedrático universitario.
  48. Eduardo Gardela, comunicador, ambientalista.
  49. Sagrario Agüero Badilla.
  50. Gaus Monge Mora, campesino.
  51. William Calvo Quesada, abogado.
  52. Hermes Quesada Burke, artesano.
  53. Manuel Monestel Ramírez, trabajador de la cultura.
  54. Víctor Polini Benach, educador pensionado.
  55. Ligia Mayela Arce Quesada, abogada y notaria.
  56. Eduardo Alberto Ureña Solano, programador de computadoras.
  57. Martín Rodríguez E., comunicador social.
  58. Ana Elena Obando M., abogada feminista, Concertación Interamericana de Mujeres Activistas por los Derechos Humanos.
  59. Hálder Paniagua Navarro, pensionado.
  60. Claudio Enrique Monge Pereira, exdiputado, educador, catedrático universitario.
  61. Marbella Martín Fragachán, socióloga.
  62. Dionisio Cabal Antillón, trabajador de la cultura.
  63. Alberto Salom Echeverría, exdiputado, ex-rector de la Universidad Nacional, politólogo.
  64. Víctor Mora Black, empresario.
  65. Italo Fera Fallas, sociólogo.
  66. Gerardo Contreras Álvarez, historiador, catedrático universitario.
  67. Arlen Ulloa Rojas, graduada de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
  68. Carlos Manuel Campos Méndez, diseñador y escribidor.
  69. Roberto Castillo Rojas, catedrático pensionado UCR.
  70. Roberto Chacón Picado, técnico en telecomunicaciones.
  71. Gustavo Campos, regidor municipal en Montes de Oca.
  72. Esteban Beltrán Ulate, profesor universitario.
  73. Oscar Barrantes Rodríguez, historiador.
  74. Juan Gabriel Vargas Rojas, estudiante universitario.
  75. Luis Alberto Soto Ramírez, trabajador social.
  76. Sonia Solís Umaña, antropóloga, profesora jubilada de la UCR.
  77. Hannia Franceschi Barraza, trabajadora social, pensionada.
  78. Diógenes Hernández Zumbando, ingeniero agrónomo
  79. Evelyn Cubillo Montoya.
  80. Rafael Ángel Ugalde Quirós, periodista.
  81. Edvan Córdoba Vega, especialista en género y desarrollo.
  82. Jesús Campos Méndez, transportista, cooperativista.
  83. Federico Montero Mejía, médico.
  84. Giovanni Beluche V., sociólogo y académico.
  85. William Jesús Delgado Rivera, enfermero.
  86. Eladio Retana Fallas, agrónomo, facilitador ambientalista.
  87. Ricardo Rubí Sánchez, contador.
  88. Bruno de Jesús Coto Barboza, recepcionista hotelero.
  89. Roberto Zeledón Arias, asesor sindical.
  90. José Francisco Varela Arguedas, jubilado.
  91. Rodrigo Jiménez Vega, pensionado.
  92. Roberto Guevara Arroyo, estudiante universitario.
  93. Mario Augusto León Casto, ingeniero de software.
  94. Pablo Zúñiga Morales, abogado.
  95. Maureen De La Paz Durán, docente.
  96. Vania de la Cruz Boschini, bibliotecóloga.
  97. Sergio Erick Ardón Ramírez, arquitecto, escritor, exdiputado.
  98. Magda Solís.
  99. Esteban Cerdas Aguilar, comunicador.
  100. Óscar Barboza Lizano, latinoamericanista, profesor universitario, presidente de la Fundación Andrzej Dembicz.
  101. Francisco Barrantes Venegas, diseñador gráfico.
  102. Ana Isabel Robles Cascante, socióloga.
  103. Esteban Campos Méndez.
  104. Arantxa Coghi Robleto, estudiante.
  105. Baudilio Morales Monroy, abogado y notario.
  106. Anthony Quirós Alfaro, estudiante universitario.
  107. Daniele Aguirre.
  108. José Pablo Garro Arce, estudiante universitario.
  109. Evelin Yanes Giraudy, docente.
  110. Máster Jiddu Rojas Jiménez, filosofía, estudios latinoamericanos.
  111. Teodora Tsijli, matemática catedrática de la Universidad de Costa Rica y de la Universidad Nacional.
  112. Susana Rojas estudiante.
  113. María José Monterroso Solís.
  114. Miguel Calderón Fernández, académico de la Universidad Nacional.
  115. Eval Araya Vega, filósofo.
  116. George García Quesada, historiador y filósofo.
  117. Marco Castillo Rojas, abogado, activista interseccional.
  118. Jorge Arturo Montoya Alvarado, profesor de historia UCR.
  119. María Isabel Aragón Vargas, graduada de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
  120. William Zúñiga Soto, maestro rural pensionado.
  121. Hansel Luis Ramírez Rodríguez, pensionado.
  122. Catalina Miranda Matamoros.
  123. Wilson Arroyo Oconitrillo, músico e historiador.
  124. Luis Ángel Salazar Osés, sociólogo.
  125. Sara Araya Barrantes.
  126. Guadalupe Urbina Juárez, cantante y compositora.
  127. Rubén Pagura Alegría, Premio Nacional de Teatro, actor y músico.
  128. Xinia Villalobos Zúñiga, trabajadora social.
  129. Maribel Vindas Rodríguez, jubilada.
  130. Ricardo Ascanio Sánchez Loaiza, librero y editor.
  131. Daniel Torres Sandí, sociólogo.
  132. José Rafael Flóres Alvarado, historiador.
  133. Guadalupe Mora Araya, socióloga.
  134. Óscar Collado Bermúdez, estudiante.
  135. Abel Guier Oreamuno, músico.
  136. Adriana Mora Rey, diseñadora gráfica.
  137. Héctor Ferlini-Salazar, comunicador.
  138. Efraín Cavallini Acuña. Académico -Comunicador UNA

UCR: Académica Lorna Chacón asume nuevo cargo para fortalecer el sistema nacional de medios

  • La dirección de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva queda a cargo del también comunicador José Luis Arce, quien dará continuidad al plan de trabajo existente

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La periodista Lorna Chacón fue nombrada en su nuevo cargo por el presidente de la República, Carlos Alvarado, el pasado 3 de julio durante el Consejo de Gobierno (foto: Roberto Carlos Sánchez, Casa Presidencial).

La periodista Lorna Chacón se alejará temporalmente de las aulas de la Universidad de Costa Rica (UCR), para aportar su experiencia profesional y conocimiento académico como la nueva presidenta ejecutiva del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart).

Chacón laboró desde el 2014 como directora de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC) hasta que el pasado 3 de julio asumió su nuevo cargo, luego de haber sido nombrada por el presidente de la República, Carlos Alvarado, durante el Consejo de Gobierno.

“Mi intención como profesional de la UCR es aportar. Creo que es muy importante el conocimiento que hay en las universidades públicas y que puede darse la mano con los funcionarios del gobierno para mejorar y sacar adelante al país”, señaló la académica.

Entre las responsabilidades que involucra la presidencia ejecutiva del Sinart figura la representación del gobierno central en el Consejo Ejecutivo de tal entidad, espacio en el que tiene lugar la toma de decisiones estratégicas.

“El presidente me ha dado un mensaje muy claro, lo que él quiere es fortalecer la institución, el Sinart debe consolidar un verdadero sistema de medios de comunicación”, afirmó Chacón, quien inició su período con espacios de escucha y diálogo con los funcionarios de la entidad.

El acercamiento a las dudas y necesidades del personal serán un insumo esencial para generar el diagnóstico que la nueva jerarca presentará, en el mes de agosto, al presidente Alvarado y al Consejo Ejecutivo de la institución.

Comunicación Colectiva mantendrá el plan de trabajo

Durante el distanciamiento de Chacón, la dirección interina de la ECCC estará a cargo del también comunicador José Luis Arce, quien desde el 2016 se desempeña como subdirector de la unidad académica, puesto en el que fue reelecto recientemente.

Arce, que también funge como coordinador de docencia, dará continuidad al plan de trabajo estratégico que se venía desarrollando y que, según Chacón, cuenta con metas, objetivos cuantificables así como con plazos claros y definidos.

Lorna Chacón nueva Presidenta Ejecutiva de SINART, 3 Julio 2018, Casa Presidencial, Costa Rica. Foto: Roberto Carlos Sánchez @rosanchezphoto
La jerarca enfatizó la importancia de que el conocimiento que existe en las universidades públicas pueda darse la mano con los funcionarios del gobierno, para mejorar y sacar adelante al país (foto: Roberto Carlos Sánchez, Casa Presidencial).

“El proyecto sigue exactamente igual, porque José Luis tiene una claridad y un conocimiento igual o mejor que el mío. Además, tenemos un gran equipo de trabajo, los proceso siguen con esas personas a cargo y lo importante es recordar que una escuela no es un director, es un equipo de trabajo y el nuestro está muy comprometido”, enfatizó la periodista.

El trabajo implementado por Chacón y Arce ha apostado por proyectar más y mejor a la Escuela de Comunicación en el ámbito nacional e internacional, sin dejar de lado la implementación de proyectos de desarrollo social, estratégico e investigación.

“La ECCC de la UCR no solo es la mejor escuela de comunicación de Costa Rica sino de Centroamérica y tiene que verse como tal. Siento que un tiempo estuvo muy calladita pero ahora se ve de esta manera. La gente acude a nosotros de diferentes sectores e instancias, porque quieren desarrollar proyectos con nosotros”, explicó Chacón.

Como parte del plan de trabajo, la unidad ha fortalecido el acercamiento a las escuelas de comunicación de Centroamérica, por medio de visitas de estudiantes y profesores a instituciones como la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador o a la Universidad de Chiriquí en Panamá.

La ECCC trabajará ahora para implementar cursos duales que permitirían a las instituciones centroamericanas generar un intercambio de conocimiento entre quienes Chacón definió como “hermanos y vecinos naturales”.

Al tiempo, la Escuela de Comunicación avanza en su proceso de regionalización con el objetivo de que a partir del 2020, la carrera llegue a alguna sede de la UCR fuera de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, donde se imparte desde hace 50 años.

Chacón no descarta que, desde su nuevo trabajo, pueda fortalecer la relación existente entre el Sinart y la UCR, pues considera que ambas instituciones pueden aportarse mutuamente en una relación de “ganar ganar”.

“Al ser instituciones públicas, yo creo que entre la UCR y el Sinart hay un vínculo natural y, por supuesto, se podría pensar en proyectos de producción a futuro. La gente en el Sinart tienen muchas ganas de producir y la Universidad tiene el potencial para hacerlo”.

 

Andrea Méndez Montero

Periodista, Oficina de Divulgación e Información.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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