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Etiqueta: suero

El mundo está cerca de tener el primer antídoto UCR contra el veneno de escorpiones

El antiveneno ya está en estudios preclínicos en Marruecos. Su objetivo es ayudar a proteger vidas en Oriente Medio y el norte de África

En los laboratorios del Instituto Clodomiro Picado (ICP), de la Universidad de Costa Rica (UCR), se trabaja por un sueño que ya está cerca de ser una realidad y de entrar al escenario global.

Se trata del primer antiveneno costarricense, con sello UCR, capaz de salvar vidas humanas frente al envenenamiento causado por tres especies de escorpiones letales del norte de África y Medio Oriente: Androctonus australisButhus mardochei y Leiurus quinquestriatus.

El producto lleva por nombre ScorpiTAb-ICP y se da como respuesta científica y solidaria ante una enfermedad desatendida.

Si bien desde hace décadas el ICP-UCR ha sido un referente mundial en la producción de antivenenos contra mordeduras de serpiente, esta es la primera vez que un equipo científico costarricense del Instituto desarrolla un antídoto neutralizante para el veneno de escorpión que posee alcance internacional.

El proyecto ha avanzado con una rapidez excepcional. En tan solo año y medio, el talento costarricense logró alcanzar la fase de estudios de estabilidad del producto y enviarlo a Marruecos, donde se están realizando pruebas preclínicas con venenos de la región.

Este antiveneno puede salvar a niños en Marruecos, Egipto o Sudán. Esa es nuestra motivación y el impacto que queremos lograr”, afirma la Dra. María Herrera Vega, investigadora de la Sección de Desarrollo Tecnológico del ICP-UCR y coordinadora del proyecto que involucra a más de 30 personas del Instituto.

¿El impacto que se podría generar? Enorme. Un estudio del 2008 divulgado por la revista científica Acta Trópica indica que, en el mundo, más de 1.2 millones de personas cada año son envenenadas por escorpiones y, de esos casos, ocurren más de 3 250 fallecimientos. Para el 2025, se calcula que esta cifra podría ser mayor.

Asimismo, la mitad de esos casos suceden en la región MENA (norte de África y Medio Oriente), especialmente en las zonas de mayor vulnerabilidad económica, donde el escorpionismo es una amenaza real y poco visibilizada.

Tan solo en países como Marruecos, por ejemplo, el estudio de Acta Trópica reporta más de 127 000 accidentes y 231 muertes del 2016 al 2020. Aunque la tasa de mortalidad global puede parecer baja (entre 0.45 % y 4.9 %), en regiones vulnerables como Sudán esa cifra se eleva, especialmente entre niñas, niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.

“En Sudán nos contaban que los cementerios de niños están llenos por causa del escorpionismo. Es desgarrador. La mayoría muere durante la temporada de lluvias, cuando los escorpiones entran a las casas tras las inundaciones”, relata Herrera.

La Dra. María Herrera Vega, coordinadora e investigadora del ICP-UCR, habla del serio problema del escorpionismo

Así inició todo

El interés del ICP-UCR por generar este nuevo antiveneno surge a raíz del abandono de la industria.

Hasta hace poco, una farmacéutica internacional producía el principal antiveneno contra el veneno de escorpiones para esa región. Pero, como ha sucedido con otros tratamientos para enfermedades tropicales, la producción se detuvo.

¿El motivo? El fármaco no era rentable por ser un problema que, al igual que en los envenenamientos ofídicos, afecta a las poblaciones de menores ingresos económicos.

Ante la retirada de la compañía, se abrió un gran vacío. Sin antivenenos en el mercado, y sin la capacidad local para producirlos, miles de personas quedaron desprotegidas.

Fue entonces cuando el ICP-UCR decidió intentar desarrollar una formulación que contribuyera a solucionar el problema del escorpionismo en la región del MENA; no por un interés comercial, sino por vocación científica y humanitaria.

“Una farmacéutica producía suero antiescorpión para África, que era el referente, y luego dejaron de producirlo. Ahora, ya ese suero no se encuentra. Nuestro objetivo es alcanzar y superar la calidad que tenía ese producto”, cuenta el M. Sc. Andrés Sánchez Brenes, otro de los investigadores líderes del proyecto.

El antiveneno es capaz de salvar vidas en África y Medio Oriente. Su desarrollo es una respuesta solidaria de la UCR ante una enfermedad desatendida. Fotos: Karla Richmond. Imágenes con fines ilustrativos.

El objetivo

La solución costarricense se enfoca en neutralizar el veneno de las tres especies peligrosas de escorpiones antes citadas.

Para ello, el ICP-UCR importó los venenos de la empresa especializada Latoxan de Francia. Luego, cuatro caballos fueron inmunizados cuidadosamente con estos venenos para generar anticuerpos neutralizantes.

El proceso ha sido casi idéntico al utilizado en la producción de sueros antiofídicos, con algunas diferencias técnicas debido a la naturaleza del veneno de escorpión.

La formulación final es en polvo, es decir, liofilizada, lo cual representa una ventaja importante en términos de logística: no requiere cadena de frío y tiene una vida útil de cinco años. Esto es una gran ventaja para los países del Medio Oriente, que suelen tener temperaturas altas y, en algunos, pocas opciones de refrigeración.

La formulación que desarrollamos se presenta en un vial de 10 mL. Esto equivale a las presentaciones habituales de 1 mL por vial, de las cuales se requieren 10 viales por paciente. Entonces, hicimos una nueva presentación con una única dosis. Esto disminuye costos, facilita el almacenamiento y mejora la accesibilidad en zonas remotas”, explica Herrera.

Actualmente, ya se tienen los primeros tres lotes del antiveneno, que se encuentran en fase de prueba de estabilidad. Estos lotes ya han demostrado una potencia neutralizante que supera, por mucho, la especificación de otros productores para este tipo de medicamento.

Mientras a nivel internacional se recomienda una capacidad de neutralización mínima de 50 dosis letales por mL para estas especies de escorpión, los ensayos del ICP-UCR muestran que, en algunos casos, su producto alcanza hasta 550 dosis letales neutralizadas por mL para uno de los venenos de los escorpiones.

Para otro de los venenos, el antídoto neutraliza 385 dosis letales y, para el tercero, 400 dosis letales. En otras palabras, el antiveneno de la UCR es casi diez veces más potente que lo esperado, comenta Herrera.

El M. Sc. Andrés Sánchez Brenes, investigador del ICP-UCR, habla sobre la esencia de la iniciativa

El proceso

Con la ayuda de una investigadora del Instituto Pasteur de Marruecos, los lotes del antiveneno de la UCR ya están siendo evaluados en pruebas preclínicas.

Estas pruebas son realizadas en ratones a fin de confirmar la eficacia del producto con venenos locales.

Al concluir lo anterior, el siguiente paso será lograr el registro sanitario en Costa Rica y en los países de destino. Para ello, se requiere completar al menos tres años del estudio de estabilidad y contar con evidencia científica sólida que demuestre la vida útil del producto. Los tres años de estabilidad se cumplen este 2025.

“El antiveneno también se va a probar con otras especies cuyos venenos no están incluidos en la mezcla de inmunización, pero que nosotros suponemos que pueden tener reactividad cruzada. Por supuesto, queremos que alguien más lo demuestre para evitar ser, nosotros mismos, juez y parte”, menciona Herrera.

Este desarrollo no habría sido posible sin un equipo multidisciplinario comprometido. Desde quienes cuidan y alimentan a los caballos, hasta quienes monitorean los parámetros fisicoquímicos o gestionan la compra de los venenos. Más de 30 personas han participado en esta iniciativa que simboliza lo mejor de la ciencia costarricense.

“Este suero todavía debe ser sometido a un estudio clínico para saber el desempeño, pero desde ya esperamos que se comporte de la misma forma. Con tan solo saber que funcionó, y que para una persona el tratamiento fue eficaz, es más que suficiente para sentir que lo hicimos bien para ayudar a salvar vidas”, expone Sánchez.

Con este antiveneno, el ICP-UCR reafirma su lugar como referente mundial en el desarrollo de soluciones para enfermedades desatendidas. Pero más allá del prestigio, el objetivo es claro: reducir la mortalidad, el sufrimiento y los costos en sistemas de salud frágiles.

“Si un niño en Marruecos se recupera más rápido, si una madre no pierde a su hijo por un envenenamiento que se pudo tratar, ese es nuestro mayor logro”, concluyen los investigadores.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR: La CCSS ya tiene los primeros viales del suero contra el coronavirus

Los viales fueron entregados a la Caja para iniciar el estudio clínico en cuanto se apruebe el protocolo

El lunes 10 de agosto, a las 7:00 a. m., parte del personal de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) fue al Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) para obtener, de manera oficial, los primeros 80 viales de los sueros Anti-SARS-CoV-2.

Con estas primeras formulaciones, y una vez que el protocolo sea aprobado por el Comité Ético Científico Central, la CCSS procederá a realizar el estudio clínico en pacientes con la enfermedad del COVID-19.

Los resultados de ese estudio serán cruciales. Si bien los análisis de la Universidad de George Mason indicaron que las formulaciones son capaces de inhibir la infectividad del SARS-CoV-2 en células en cultivo, solo el estudio clínico que efectuará la Caja definirá (de manera concluyente) si el suero es realmente eficaz para tratar a pacientes afectados por el virus.

“El Instituto Clodomiro Picado de la UCR es una joya en nuestro país. Esto no hubiera sido posible si este Instituto no existiera. Lo que hoy se entrega no es algo que se improvisa, sino el resultado de 50 años de investigación y producción. Son pocos los países del mundo los que pueden lograr un producto tan rápido, de alta calidad y con controles de calidad que demuestren una alta potencia neutralizadora del virus”, indicó Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS.

De acuerdo con el Dr. Alberto Alape Girón, investigador del ICP-UCR, este día es muy significativo para el Instituto, pues se concreta el esfuerzo de varios meses y de una oportunidad para contribuir al país. Ahora, lo que se espera es que los resultados del estudio clínico sean satisfactorios para que estas formulaciones pronto sean usadas en la terapia de los pacientes con COVID-19.

“Esa capacidad de responder que tiene la UCR es lo que hizo que lleguemos a este día y entreguemos este producto de altísima calidad que esperamos pueda contribuir, en alta medida, al tratamiento de la enfermedad”, afirmó la Dra. Cecilia Díaz Oreiro, nueva directora del ICP-UCR.

El ICP-UCR generó dos tipos de formulaciones a partir del plasma equino. Cuarenta viales del suero son contra la proteína S1. Los otros cuarenta son una mezcla de cuatro proteínas del virus: la S1, la E, la M y la N de la nucleocápside. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Estudio clínico

Para iniciar el estudio clínico se requiere de un elemento fundamental: la aprobación del protocolo del ensayo por parte del Comité Ético Científico Central de la CCSS.

Este documento, que ya está en revisión, fue preparado por médicos intensivistas, bajo el liderazgo del Dr. Willem Buján, profesor de la Escuela de Medicina de la UCR, así como de la Dra. Ann Echeverri y el Dr. Alfredo Sanabria, de la Unidad de Investigación Clínica del Hospital San Juan de Dios.

Cuando la CCSS concluya esa guía, se procederá a realizar el estudio clínico, el cual tiene previsto contemplar a 26 pacientes de cuatro centros hospitalarios: el Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (Ceaco), el Hospital México, el Hospital San Juan de Dios y el Hospital Calderón Guardia.

“El protocolo es muy importante, porque es la ruta que se va a seguir en la evaluación de estas terapias en la parte clínica. Estamos en una fase de alto riesgo por los casos de todos los días y esta es una solución que esperamos que sea muy eficaz para que se pueda implementar muy rápido”, manifestó el Dr. Macaya.

La idea es dividir el grupo de 26 pacientes en dos, de manera tal que a 13 personas se les administrará el primer tipo de anticuerpos equinos formulados por el ICP-UCR contra la proteína S1. Por su parte, a los otros 13 se les dará la segunda formulación, preparada contra una mezcla de las proteínas del virus S1, E, M y N de la nucleocápside. Según sea la respuesta de los pacientes, se sabrá cuál de los dos sueros propuestos es el más efectivo.

“Hace dos semanas llenamos de orgullo al país, pero sobre todo lo llenamos de esperanza. De una esperanza de poder, efectivamente, contar con una herramienta valiosísima que nos permita enfrentar el efecto en la salud humana que genera el COVID-19, pero también el efecto socioeconómico”, comentó el doctor Carlos Araya Leandro, rector de la UCR. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Unión institucional

La UCR seguirá trabajando fuertemente con la CCSS y, si las formulaciones muestran ser efectivas, el ICP-UCR iniciará la producción de más viales.

Para el Dr. Macaya, esta alianza demuestra el gran acierto que fue apostarle por tantos años a la salud y a la educación, especialmente a la CCSS y a la UCR, instituciones que siguen trabajando conjuntamente para resolver grandes problemas nacionales.

Lo mismo compartió el Dr. Carlos Araya Leandro, rector de la UCR, quien enfatizó que las decisiones tomadas hace 80 años son las que hoy permiten disfrutar de un Estado social de derecho, basado en la universalización de los servicios, en la cual la Caja y la educación juegan un papel fundamental.

“El resultado que tenemos hoy no es casualidad. Aquí hay una inversión en infraestructura, equipamiento y capital humano. Es el fruto de modelo del país que hemos desarrollado en las últimas ocho décadas y que esperamos seguir. La CCSS y la UCR, a través del Instituto Clodomiro Picado, le dicen a Costa Rica que la institucionalidad pública es necesaria para el desarrollo del país y para enfrentarse a situaciones de emergencia como la que vivimos hoy en día”, comentó el Dr. Araya.

Entonces, ¿cómo se podría describir al Instituto Clodomiro Picado? “Como el instituto que estaba en el lugar correcto, en el momento correcto y con las personas correctas para que esto fuera exitoso”, concluyó el Dr. Macaya.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Consideraciones para el Consejo de Rectoría Ampliado de la Universidad de Costa Rica

Juan Armando Navarro Martínez
Abogado – SINDEU

Hay tres consideraciones que no se les ha prestado atención, sobre lo que establece el Proyecto de Ley de Reducción de Jornadas en el Sector Público, Expediente Número 22.081 de la Asamblea Legislativa.

La primera puede ser blindarse en las acciones que la Universidad está realizando como: los respiradores no invasivos; el suero contra el COVID-19; los protectores faciales; repartir medicamentos de la CCSS a pacientes; participar en los operativos de tránsito; mantener el respaldo al sector productivo agropecuario en un momento donde la soberanía alimentaria importa más que antes; la participación indiscutible de profesores y estudiantes que están día a día en primera línea, trabajando en las instituciones que el artículo 2 del proyecto de ley tiene como excepciones;  mantener la continuidad de los estudios de toda la población estudiantil en todo el país; redistribuir presupuestos internos y aportar de sus finanzas para la atención de la crisis; entre muchas otras acciones que se están realizando en la Universidad de Costa Rica para enfrentar la pandemia; estas, ya son razones suficientes para exigir que la Universidad de Costa Rica (y a las Universidades Públicas) integre la lista de excepciones de instituciones que están combatiendo la pandemia.

Esto tiene fundamento en los principios de realidad, equilibrio, razonabilidad, sana crítica, equidad, igualdad y no discriminación, entre otros; así como, la diferencia que se daría entre la aplicación de los artículos 128-139 de la Ley General de Administración Pública sobre la eficacia del acto administrativo y, por otro lado, lo que establece el artículo 6 de la misma ley, sobre la jerarquía de las normas. Lo cual quiere decir que, pese a la eventual existencia de un acto administrativo que contemple todos los contenidos de los artículos 128-139 citados, este acto nunca podrá irrespetar la jerarquía de las normas que, por considerable importancia, está en la parte general de ley.

Pese a lo expuesto, la segunda consideración debe generar una discusión mayor que lo antes mencionado, está en la aplicación que estable el artículo 1 del proyecto de ley. Este se refiere a que se aplica a las instituciones públicas comprendidas en el artículo 26 de la Ley de Salarios de la Administración Pública, Ley número 2166, que con la aprobación del Plan Fiscal quedó, así redactado en el inciso 2): La Administración descentralizada: autónomas y semiautónomas, empresas públicas del Estado y municipalidades. (Así adicionado por el artículo 3° del título III de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, N° 9635 del 3 de diciembre de 2018).

Por varias razones, eso excluye a la Universidad de Costa Rica de la aplicación. Lo primero es que el artículo 26 de la Ley citada, es parte del capítulo III ORDENAMIENTO DEL SISTEMA REMUNERATIVO Y DEL AUXILIO DE CESANTÍA PARA EL SECTOR PÚBLICO, únicamente; esto ya está siendo aplicado por el Rector mediante resolución R-73-2019.

El artículo 1 de la misma ley, refiere a la aplicación general de la ley: La presente ley se dicta para garantizar la eficiencia de la Administración Pública y constituirá el sistema oficial de retribución para todas las clases de puestos clasificados en el Manual Descriptivo de Puestos, conforme lo dispone el Capítulo X del Estatuto de Servicio Civil. Evidentemente, la Universidad de Costa Rica no tiene ninguna relación o responsabilidad administrativa con el Manual Descriptivo de Puestos ahí mencionado.

Además, es claro que existe en proceso Contencioso Administrativo que pretender dirimir la diferencia absurda entre incluir a las Universidades Públicas en un reglamento, cuando no se incluyó en la ley. Existe jurisprudencia de la Sala Constitucional que se cita en los votos 495-92 y 1313-93, en la cual se establece que, la autonomía de las Universidades Públicas es superior y diferente a la que se dispone en los artículos 188 y 190 de la misma Constitución, la cual es la que hace referencia a las Instituciones Autónomas. De manera que, en caso que una ley o jurisprudencia indique que se aplica a las instituciones autónomas, debe entenderse que no incluye a las Universidades Públicas, salvo que la norma lo haga bajo texto expreso.

Está de más decir que, esto es materia fundamental del primer mes en la carrera de derecho y en varios cursos del derecho, principalmente en el curso de Introducción al Derecho, cuando se ve la pirámide de Kelsen sobre la jerarquía normativa (del texto Teoría Pura del Derecho), en este sentido, no tengo duda que si se le pregunta a un estudiante de la Facultad de Derecho de esta Universidad, emitirá contundente respuesta diciendo que el reglamento tiene un rango inferior a la ley y no la puede equiparar o sustituir.

Entonces ¿por qué el Rector resuelve el pago de la cesantía como indica el título III del Plan Fiscal desde el 15 de marzo de 2019 y ahora dice La Nación del 10 de julio de 2020, sin que exista resolución institucional, que la Universidad pagará la anualidad del título III del Plan Fiscal y no lo que indica la Convención Colectiva de Trabajo? ¿Por qué aplicar el título III del Plan Fiscal en momentos diferentes?

La tercera consideración es la captura del jerarca. Es de suponer que, con la amenaza de miedo y control, el Gobierno está utilizando la pandemia como forma de infundir temor y control para que la clase trabajadora no se movilice, todo lo contrario, que se paralice, sea obediente y haga únicamente, lo que dice el Gobierno sobre como “enfrentar la pandemia”.

En el caso del Rector, debe estar amenazado por la PGR y la CGR que, si decide no aplicar el título III del Plan Fiscal de manera ilegítima, como le indican, que harán el informe correspondiente para enterar al Ministerio Público de la supuesta irregularidad del jerarca, situación que le podría significar eventualmente repercusiones penales por emitir resoluciones contrarias a la ley (prevaricato).

Pese a que los contenidos del Proyecto de Ley 22.081 son de todas formas ilegales, es posible que en el caso que exista algún intento de consolidar la aplicación del contenido del proyecto, en el momento en que sea ley, si es que ocurre, sea la claudicación del jerarca frente a las presiones, temor y control del Gobierno.

Sólo una observación de lo expuesto. La clase trabajadora no se ha dejado intimidar, sigue organizando la lucha, ha exigido respeto, se ha movilizado y continuará haciéndolo. El Consejo de Rectoría Ampliado debe ver en toda la Comunidad Universitaria la articulación de la lucha y la defensa de la Universidad de Costa Rica. Las personas trabajadoras están dispuestas a articular esa lucha frente a los ataques del Gobierno y demás, Poderes de la República. Lo mínimo esperable del Consejo de Rectoría Ampliado es determinar el rechazo al Proyecto de Ley 22.081 y resolver de inmediato la movilización de toda la Comunidad Universitaria para la defensa de la Educación Superior Pública y de Calidad.

No permitamos más robos al empleo público, de cualquier manera, que propongan las estructuras de poder, la eliminación de derechos laborales en razón de la pandemia, es un manifiesto ilegal, inconstitucional e inmoral.

UNIDOS SOMOS MÁS Y MÁS FUERTES

Así avanza el Instituto Clodomiro Picado de la UCR para elaborar el suero contra el COVID-19

Avance 5. Martes 26 de mayo de 2020. Para poder avanzar en el desarrollo del tratamiento para los pacientes con COVID-19, el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) necesita que más personas recuperadas de esa infección se acerquen al Banco Nacional de Sangre a donar su plasma. El objetivo es lograr reunir los 25 litros para poder iniciar la purificación de los anticuerpos y poder producir el primer lote del nuevo medicamento.

Al lunes 25 de mayo, el Ministerio de Salud contabilizó un total de 628 personas recuperadas. Pero, de acuerdo con las declaraciones dadas ese mismo día por el Dr. Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), solo 25 recuperados han donado.

“Hasta la semana pasada, 19 pacientes habían donado su plasma para el uso clínico en los hospitales de la CCSS. El personal del Banco Nacional de Sangre y de los bancos de sangre de los hospitales de la Caja están haciendo un extraordinario papel en la recolección de este plasma. Sin embargo, necesitamos que más pacientes se acerquen a donar, a fin de completar los 25 litros necesarios para iniciar la producción del medicamento cuanto antes”, enfatizó el Dr. Alberto Alape Girón, director del ICP-UCR.

Para efectuar la donación, los voluntarios primero deben llamar al Banco Nacional de Sangre al 8992-2151 y solicitar una cita.

Tres estrategias distintas

Entonces, ¿cuál es el tratamiento con plasma que ya inició y comunicó la CCSS? La respuesta es la siguiente: la Caja está empleando el primero de los tres tratamientos propuestos. Dicho abordaje es el más inmediato y consiste en administrar directamente el plasma (proveniente de pacientes recuperados de COVID-19) a los enfermos.

“Este fin de semana empezamos la infusión de la primera paciente con esta terapia de plasma convaleciente. Es una mujer de 37 años que empezó a tener problemas de todo tipo. Tomamos plasma de un paciente ya recuperado y se le hace una infusión a un paciente nuevo que está activo con el virus, para intentar neutralizar la propagación del virus en el cuerpo de ese paciente”, comunicó el Dr. Macaya.

El desarrollo del segundo y el tercer tratamiento le corresponde a la Universidad de Costa Rica, y es elaborar un medicamento con inmunoglobulinas humanas purificadas del plasma de personas que se recuperaron de la infección. El tercero es con inmunoglobulinas equinas purificadas del plasma de caballos inmunizados con proteínas no infecciosas del virus SARS-COV-2.

Entonces, surge la interrogante: ¿por qué, si la CCSS puede hacer una transfusión de plasma, la UCR trabaja en un fármaco? El motivo es sencillo: el principal aporte de lograr un medicamento es disminuir los efectos adversos y lograr que la composición de inmunoglubulinas que reciben los pacientes sea estandarizada y más potente.

“La ventaja de utilizar anticuerpos purificados a partir del plasma de pacientes convalecientes, es generar un fármaco estandarizado que permitirá que todos los enfermos graves por COVID-19 reciban exactamente el mismo tratamiento. En este caso, de un producto cuya capacidad para neutralizar el virus ya haya sido previamente establecido mediante experimentos realizados en células de cultivo”, explicó el Dr. Alape.

Si se logra que más personas recuperadas de COVID-19 donen su plasma en el Banco Nacional de Sangre, el Instituto Clodomiro Picado de la UCR producirá una formulación que será analizada en la Universidad de George Mason, en Virginia.

En un laboratorio especializado de esa casa de estudio se evaluará, en células de cultivo, la capacidad del fármaco para neutralizar el virus y así tener una mayor certeza de su eficacia.

Avance en equinos

En cuanto a la inmunización de los caballos con proteínas no infecciosas del virus SARS-COV-2 (que no dañan a los animales) se avanza de manera favorable. En la semana del 18 de mayo los equinos recibieron la segunda inmunización con diferentes combinaciones de proteínas virales para identificar cuál es la más efectiva.

“Ya los caballos recibieron una segunda inmunización y seguimos avanzando. En estos momentos estamos trabajando en el desarrollo de la metodología para medir los niveles de anticuerpos en el plasma de estos caballos, con el propósito de determinar en qué momento es adecuado obtener la sangre e iniciar la producción del medicamento”, anunció el Dr. Alape.

Trámites también avanzan

Al día de hoy, se ha avanzado de manera considerable con los trámites de los permisos requeridos para la producción del fármaco y su uso clínico en los hospitales de la CCSS. El Ministerio de Salud ya inspeccionó la planta farmacéutica del ICP-UCR y ahora solo se requiere la firma de la carta de intenciones que formaliza la cooperación entre la Caja y la UCR.

Por su parte, el Ministerio de Salud ya inspeccionó la planta farmacéutica del ICP-UCR y varios centros de investigación de la UCR, así como el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa). Estos entes ya están listos para efectuar sus contribuciones con diferentes pruebas. Su propósito será evaluar los resultados del tratamiento de los pacientes a quienes se les aplicará el medicamento.

Jenniffer Jiménez Córdoba.
Periodista de la Oficina de Divulgación e Información, UCR.

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