En medio de una delicada coyuntura política, se llevaron a cabo elecciones en Taiwán el pasado 13 de enero. Lai Ching-te fue electo como nuevo presidente, sin embargo, su partido, el Partido Democrático Progresista (PDP), no logró mantener la mayoría en el Parlamento, obteniendo 51 escaños pero perdiendo 11, haciendo que su partido pierda la mayoría parlamentaria. Para el profesor Liu Guoshen director del Centro de Innovación Colaborativa para el Desarrollo Pacífico de las Relaciones en el Estrecho de la Universidad de Xiamen, el espacio de gobernanza para el partido de Lai será muy limitado en los próximos cuatro años, por lo que le será muy difícil implementar su agenda política.
Este resultado, lejos de ser un simple cambio de liderazgo, ha desencadenado preocupaciones debido a la estrategia de Lai Ching-te de confiar plenamente en Estados Unidos y resistir a China, colocando a la isla en una situación innecesaria al borde de una posible confrontación que podría salirse de control en cualquier momento y con posibilidad de una escalada global.
La apuesta extrema y peligrosa de Lai Ching-te de depender en gran medida de Estados Unidos como aliado estratégico y resistir activamente a China no ha pasado desapercibida, poniendo al mundo entero en constante tensión. Este enfoque, aunque puede tener sus fundamentos para algunos en occidente, no deja de recordar los riesgos que implica confiar ciegamente en ciertos socios, quienes primero empoderan y encantan con sus promesas, y luego abandonan. Ucrania es el mejor ejemplo de ello.
La pérdida de 11 escaños por parte del PDP podría ser interpretada como una reacción a la postura confrontativa de Lai Ching-te, especialmente cuando se observan los eventos geopolíticos recientes en otras partes del mundo. La dinámica política en Taiwán se vuelve aún más compleja con la aparición de una nueva fuerza política, el Partido Popular de Taiwán, que nace en 2019 y ha emergido como la tercera fuerza más votada en la isla. Tras obtener 3,69 millones de votos y una tasa de votación del 26,46%, este partido ha logrado un impacto significativo en el escenario político taiwanés.
Es interesante observar que este fenómeno se tradujo en una disminución en las tasas de votación de los candidatos de los dos partidos principales, el Kuomintang y el Partido Democrático Progresista (PDP), en comparación con las elecciones de 2020. Sin embargo, es crucial señalar que la base de seguidores del Partido Popular está compuesta principalmente por personas que no están satisfechas con el Kuomintang y el Partido Democrático Progresista. Estos votantes, en su mayoría pertenecientes a la generación más joven y con ideologías más progresistas, han demostrado ser cruciales para el ascenso de esta nueva fuerza política. Su creciente apoyo refleja una tendencia hacia posturas más verdes e ideológicamente diversas, desafiando las líneas tradicionales de la política taiwanesa.
Frente a este nuevo panorama, Lai Ching-te tendrá que reconsiderar algunas de sus posturas extremas respecto a China. Sería prudente que las nuevas autoridades taiwanesas reconsideren su enfoque y busquen vías para el diálogo y la cooperación, en lugar de alimentar tensiones que podrían tener consecuencias graves para la región y más allá. La estabilidad y la paz se construyen con sabiduría, diplomacia y un compromiso genuino con la resolución pacífica de las diferencias donde la filosofía del beneficio compartido sea la hoja de ruta para todos.
La República Popular China ha dejado claro que la reunificación pacífica es el camino para la paz y que considera este asunto como un asunto interno de su país. Ya ha sido advertido por Pekín, que existe una línea roja que de ninguna manera van a permitir que se sobrepase y ante la cual está dispuesta a usar la fuerza como último recurso, esa línea roja está legalmente delimitada en la Ley Anti Secesión del país. Atizar las diferencias de manera innecesaria, motivadas por intereses ajenos a la estabilidad regional, representa una actitud irresponsable que viola los principios fundamentales de la convivencia pacífica y el derecho internacional.
Las elecciones recientes en Taiwán han reflejado no solo la insatisfacción de una parte significativa de la población con los partidos establecidos, sino también la imperiosa necesidad de prestar una mayor atención a las aspiraciones y demandas de la generación más joven. Ha sido evidente que el PDP no representa ya la opinión pública mayoritaria de la isla. Esta nueva realidad se manifiesta en un contexto marcado por las crecientes tensiones geopolíticas globales y el enfrentamiento económico-comercial entre Estados Unidos y China.
La sorpresiva reunión entre los presidentes Xi Jinping y Biden en noviembre pasado podría servir como un atenuante de las tensiones en la isla, sugiriendo la posibilidad de un diálogo más constructivo entre las potencias por un lado, y las autoridades de Taiwán con el gobierno chino por otro. En este escenario, resulta esencial que las autoridades taiwanesas consideren la importancia de abordar no sólo las cuestiones internas, sino también de navegar hábilmente en el complejo entorno geopolítico para garantizar la estabilidad y el bienestar de su población. Aquí se pondrá a prueba el liderazgo, la madurez y la capacidad de las nuevas autoridades de la isla.
El primer ministro de Belice, John Briceno, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, firman un acuerdo de cooperación técnica durante la visita de Tsai el 3 de abril de 2023
Fundamentos históricos y prácticos
Vladimir de la Cruz de Lemos
Los países actualmente denominados centroamericanos, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, remontan una historia común desde los días en que pertenecieron unitariamente a la Capitanía General de Guatemala, dentro del Virreinato de Nueva España, durante el período de dominación colonial española, hasta los días en que declararon la Independencia en los meses de septiembre y octubre de 1821.
El impulso inicial al declarar la Independencia fue agregarse al Imperio mexicano de Agustín de Iturbide, lo que resultó un fiasco por la muerte misma de Iturbide y la desintegración de ese intento de constituir un imperio.
En ese escenario, siguiendo la misma Declaratoria de Independencia de Guatemala, se convocó al Congreso Constituyente Centroamericano, que terminó impulsando, primero, las Provincias Unidas de Centroamérica y, unos meses después, la República Federal de Centro América, proceso histórico que funcionó desde 1824 hasta 1838, con un intento de volver integrarse en 1842, cuando Francisco Morazán gobernó por unos meses Costa Rica. Con su fusilamiento en Costa Rica ese sueño se apagó.
En la segunda mitad del siglo XIX hubo intentos integracionistas, que no sumaron más de tres países, y uno grande de Justino Rufino Barrios, presidente de Guatemala, que quiso integrar a la fuerza a los países centroamericanos, muriendo en combate en El Salvador, y con su muerte su proyecto integracionista.
Al amparo de las nuevas políticas internacionales del siglo XX, y bajo el manto de la presencia cada vez más importante de los Estados Unidos en el continente, en el Caribe y en Centroamérica, nuevos esfuerzos se impulsaron en ese afán integracionista, sin buen suceso.
Al término de la Segunda Guerra Mundial y la constitución de las Naciones Unidas en 1945 el escenario de la segunda mitad del siglo XX cambió. Integraciones políticas, militares y económicas regionales empezaron a surgir en distintas partes del mundo.
En América, en 1948, se impulsó la creación de la Organización de Estados Americanos y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, tratado militar del TIAR, de ese año.
Políticamente en 1951, el 14 de octubre, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, impulsaron la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), que fue presidida por el costarricense Marco Tulio Zeledón.
Con ODECA se hicieron esfuerzos para sentar las bases para una integración económica, social y política de la región, cuando un proceso similar empezaba en Europa.
Los diez años de ODECA fueron fructíferos en temas importantes para la región, como la unificación de las señales de tránsito, de los procesos aduanales, la unificación de los programas educativos. En políticas educativas, además, se impulsó la publicación de los libros de texto ODECA-ROCAP, sumamente criticados en Costa Rica, por el carácter antinacional que tenían, no solo para Costa Rica, sino para toda la región. Igualmente promovió el Convenio sobre el Régimen de Industrias Centroamericanas de Integración, y el Tratado Multilateral de Libre Comercio e Integración Económica Centroamericana, de Tegucigalpa, de 1958, que fueron los antecedentes directos del Tratado General de Integración Económica Centroamericana, suscrito en Managua, el 13 de diciembre de 1960, donde se crea el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
En 1962, reforzando este proceso integracionista, los gobiernos centroamericanos suscribieron la Carta de San Salvador, como un nuevo tratado.
Los años que siguieron fueron críticos para la región centroamericana por los conflictos de guerra, y de guerrillas, que se dieron en Centroamérica, y por los gobiernos militares y antidemocráticos que existían, exceptuando Costa Rica. En 1991, después de los Tratados de Esquipulas, entró en vigor el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la ODECA, suscrito en la capital hondureña el 13 de diciembre de 1991, creando el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que representa el marco político e institucional de la integración, que es de los organismos regionales uno de los que mejor ha operado. El SICA actualmente está conformado por Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana.
Como práctica internacional se ha venido acostumbrando que, en organismos regionales como este, se inviten a países, en condición de Observadores Regionales. Así al SICA fueron invitados en esa condición los Estados Unidos, México, Argentina, Chile, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y Uruguay; y como Observadores Extra Regionales España, China (Taiwán), Alemania, Japón, Australia, Corea del Sur, Francia, Italia, la Santa Sede, el Reino Unido, Unión Europea, Nueva Zelandia, Marruecos, Qatar y Turquía.
Recientemente, se han suscitado problemas con el SICA. El primero, cuando este año asumió la Dirección el Representante de Nicaragua, lo que le correspondía por los acuerdos de rotación al frente de la organización. En Costa Rica se produjo un desacuerdo con el presidente Rodrigo Chaves por parte de sectores políticos, que no estaban de acuerdo en apoyar a Nicaragua por la falta de democracia interna que está evidenciando y por la represión a distintos grupos políticos y opositores. Finalmente, Costa Rica apoyó a Nicaragua al frente del SICA por el siguiente año, siendo esa decisión del poder Ejecutivo, como establece la Constitución y por razones de oportunidad y estratégicas, siendo Nicaragua vecino fronterizo y el paso obligado del comercio hacia Centroamérica.
En este momento, se produce una nueva situación, cuando Nicaragua objeta la presencia de Taiwán como país Observador, y propone que en su lugar sea la República Popular China.
Desde 1964, cuando el General Charles De Gaulle, presidente de Francia, reconoció internacionalmente a la República Popular China y promovió su ingreso en la ONU, como la única República representante del pueblo chino, la situación de Taiwán, que en ese momento jugaba un peso muy importante en ese organismo, se vino al suelo.
Expulsada Taiwán de las Naciones Unidas, rápidamente empezó a perder reconocimientos diplomáticos. Actualmente le quedan una docena de países que la reconocen, entre ellos dos de Centroamérica.
A su vez, la República Popular China avanza en esos reconocimientos. De ellos últimamente el de Nicaragua y el de Honduras. Este es el motivo por el cual Nicaragua hoy presenta la objeción de la presencia de Taiwán en el SICA.
Es lógico que así sea. Si se trata de la representación de la nación china, y del país que mejor la represente, no hay duda de que debe ser la República Popular China la que debe llegar a ocupar esta silla de país Observador en el SICA.
El impacto económico que ha tenido, la República Popular China en la región es cualitativa y cuantitativamente más importante que lo que ha significado Taiwán si tan solo se tratara de esto. Taiwán debe salir del SICA.
Otra discusión que vendrá es el posible ingreso de Rusia como Observador en el SICA, sobre todo por la guerra que se libra en Ucrania. Quizá la situación de Rusia altere la discusión sobre Taiwán, pero no veo que pueda impedirse su salida del SICA.
Tsai Ing-wen, política y académica taiwanesa titular de la presidencia de la República de China (Taiwán) desde 2016Edificio Sede del SICA, República de El SalvadorTsai Ing-wen, primera mujer presidenta de TaiwánEdificio Sede del SICA, República de El SalvadorTsai Ing-wen, nombrada una de las personas más influyentes por la revista Time en 2020Edificio Sede del SICA, República de El Salvador
Quisiera compartir esta denuncia internacional, porque sé que los medios de comunicación hegemónicos (tanto locales como internacionales), y su «natural» sesgo pro-OTAN, exhiben una cobertura parcializada de la Guerra en Ucrania y muy tendenciosa. Esta grave denuncia podría pasar inadvertida sin más.
Fuente: Ucrania: Las tácticas de combate ucranianas ponen en peligro a la población civil – Amnistía Internacional (amnesty.org)
Lo anterior expresado, sin querer justificar, ni la lógica de la guerra, ni hacer apología ciega de Putin o Rusia y su Geopolítica. Eso debe quedar muy claro. No es mi intención comprar ninguna de las narrativas bélicas de ningún bando.
Pero por favor, no me digan que hay que ser un «genio militar», para saber que, si realmente se quería defender a la población civil ucraniana de la invasión rusa, había que instalar la artillería y los puestos de mando en escuelas y hospitales con civiles o enfermos adentro. Seamos honestos. Sólo se trataba de usar como ‘carne de cañón’ y como sustento de la propaganda de guerra de Ucrania, –apoyada por la inteligencia militar de la OTAN y de Estados Unidos–, a las víctimas civiles, tanto ucranianas y novorusas atrapadas en el fuego cruzado. Así se hizo de hecho, en la propaganda de guerra y en los medios occidentales sesgados. No podemos silenciar esta atrocidad de la propaganda de guerra.
Agrego: No tendría, –tristemente–, nada de extraño, ni de increíble esta cruel noticia bélica, sino fuese porque hace muchos meses que los voceros oficiales militares de Rusia, venían señalando y denunciando lo mismo. Sin embargo, eran, o ridiculizados, o silenciados, o simplemente no tenían eco en los medios de comunicación hegemónicos, tanto internacionales o locales, que francamente son pro-OTAN y reproducen su lógica Geopolítica Imperialista.
Mientras tanto, tanto la población civil ucraniana afectada, como la población «novorusa» o rusoparlante del Donbass, Jarkov y Crimea, después de una Pandemia global, están atrapadas en un brutal teatro operativo de guerra, hambre, crisis, manejo de la corrupción, abusos, destrucción y muerte.
La lógica del Gobierno de EEUU y de la OTAN pareciera ser, pues echarle más leña a este infierno humano y expandirlo al Mundo.
Siguiendo esta lógica Imperial, ya comenzaron con las provocaciones entre Taiwán y China Popular.
¡Atención por favor con los intereses de las superpotencias en Centroamérica y el Caribe!
Aprovecho para señalar, con todo respeto, que la próxima vez que el Señor Presidente de Costa Rica, se reúna virtualmente con el Presidente de Ucrania, Zelensky, además de condenar la Invasión Rusa, sería bueno estar mejor informado, y tratar también este tipo de denuncias bien fundamentadas, sobre crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Lo mismo pasó (o sea nada) con las atrocidades previas cometidas por Ejército y los Batallones de Paramilitares de extrema derecha nacionalista de Ucrania, en el Donbass previos a la Invasión Rusa, y que nunca tuvieron eco en los medios. Tal vez así, respetando los previos «Acuerdos de Minsk» y los justos reclamos de la población civil rusoparlante en el Donbass, se hubiese podido evitar una guerra a mayor escala. Ya es tarde.
Por eso en el tiempo, sigue siendo muy sabia y atinente, nuestra Proclama de Neutralidad Perpetua y Activa y No Armada.
Aunque pareciera que históricamente, incluso desde su proclamación inicial, hasta la fecha, el Poder Ejecutivo, no se la toma muy en serio y se olvida de su rango constitucional. Lamentable. Tomemos nota urgente, para efectos geopolíticos y geoestratégicos en toda la Región de Centroamérica y del Caribe.
Nota de actualización:
Por último me señalan urgentemente que, –según la DW de Alemania Federal–, la funcionaria de A.I. #AmnistíaInternacional que denunció esta atrocidad ucraniana, supuestamente renunció a esta ONG internacional. Lo habría hecho frente a las protestas públicas de Zelenski y de Occidente contra Amnistía Internacional, quienes alegan que no se escuchó bien a la parte ucraniana, y se exageraron los hechos o se generalizaron eventos singulares o «accidentales». Muy bien…
Perdón, pero a mí lo que me parece es justamente lo contrario: Primero que la DW (con o sin Gobierno Socialdemócrata), y muchas otras agencias occidentales más, tienen un sesgo mediático, y segundo que, ante las pruebas de este grave crimen de guerra, la presión política, diplomática, mediática y económica contra una funcionaria decente de Amnistía Internacional, se impuso. Esa es la explicación más lógica y plausible. Muy triste.
Definitivamente y como dice el conocido refrán: en una guerra, la primera víctima es la verdad.
La visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi y la provocación a China que ello entraña, solo se puede interpretar como una acción más en la escalada de tensiones que Washington quiere generar en el mundo a fin de sostener su hegemonía global.
La visita perseguía dos objetivos, uno de carácter coyuntural y táctico y el otro estructural y estratégico. El primero pretende dar respuesta y solventar la desesperada situación del partido demócrata de cara a las elecciones parlamentarias de noviembre y su proyección a las presidenciales de 2024 en las que pareciera que el partido de Biden y Pelosi perderá el control del Congreso de Estados Unidos primero y de la Casa Blanca después si todo se mantiene como está hasta ahora, cuando el descrédito del presidente es el más alto para alguien de su investidura desde el fin de la segunda guerra mundial.
Biden y Pelosi, dos octogenarios que ya están “jugando los descuentos” en su vida política, En esa condición, cuando ya no tienen nada que perder, están asumiendo el “sacrificio” para intentar preservar al partido demócrata del desprestigio en que está inmerso bajo su liderazgo, después de haber estado en el pináculo de la gloria durante la “era Obama”.
Encarar el aspecto estructural es más complejo. El retroceso económico de Estados Unidos que se extiende a lo largo de los últimos años 40 años, es mucho más difícil de revertir y tal vez nunca pueda hacerse. Hasta ahora, la maquinita de producir dólares que Washington posee en exclusiva, su indudable poderío militar y el dominio sin parangón del complejo cultural mediático que manejan a placer, le permite soslayar la crisis, o al menos ocultarla a la vista de la opinión pública. Sin embargo, la pandemia primero y la guerra en Ucrania ahora, han exhibido las falencias de un sistema que no fue capaz ni siquiera de proteger a sus ciudadanos ni defenderlos de los males que aquejan al planeta.
Precisamente, el carácter estructural de esta crisis viene dado porque ante la incapacidad de Estados Unidos para manejar la situación, arrastra tras si las contrariedades que enfrenta el sistema capitalista, poniendo en evidencia su insolvencia para solucionar los problemas más acuciantes de la humanidad y llevarla adelante por un camino de desarrollo, paz y estabilidad.
En esta situación, la élite estadounidense intenta recuperarse de la crisis económica, activando su principal industria: la de las armas. Vale decir que el mercado interno de de Estados Unidos es lejos el mayor del mundo, produciendo 41.930 millones de dólares entre octubre de 2016 y septiembre de 2017 (no obtuve una cifra más actualizada pero se sabe que desde la pandemia las ventas se han duplicado). Las condiciones de marginación de millones de ciudadanos, el racismo, la xenofobia y la incentivación de los conflictos políticos estimulados por los medios de comunicación y el aparato “cultural”, han contribuido al aumento creciente de este negocio en un país donde es posible comprar un fusil de asalto AR-15 por internet a un precio de alrededor de 450 dólares, más bajo que el de un teléfono celular inteligente.
Pero es en la totalidad del planeta donde Estados Unidos hace su verdadero negocio: 800 bases militares, 11 portaviones, 20 buques de asalto anfibio, 21 cruceros, 72 destructores, 23 buques de desembarco, 68 submarinos, además de 3.900 aviones que se estructuran en siete flotas y 9 mandos y comandos regionales, así como los bloques militares como la OTAN, AUKUS, TIAR y otros que ha conformado con los países subordinados, se encargan de incentivar el conflicto y cuando menos, garantizar la prosperidad del negocio en nombre de la libertad y la democracia.
Precisamente hoy, se ha anunciado la venta por parte de Estados Unidos a Emiratos Árabes Unidos de un lote de misiles interceptores del sistema antiaéreo THAAD, dos estaciones de control de lanzamiento y dos complejos de operaciones tácticas por un valor total de 2.245 millones de dólares. Así mismo, se aprobó la posible venta de los sistemas de defensa aérea Patriot y equipo militar a Arabia Saudita por un total de más de 3.000 millones de dólares. Así, es fácil comprender las funciones de un mandatario de Estados Unidos, habida cuenta que en su reciente visita a la región, Biden no obtuvo resultados positivos ni en asuntos políticos, tampoco en los vinculados al mercado energético (claves para cualquier líder que viaja a esta zona del planeta)
Ahora se habla mucho de la guerra en Ucrania, claro es en Europa, pero poco se mencionan los conflictos bélicos en otros lugares del planeta causados precisamente por el afán imperialista de expansión y dominio global. Vale decir que en Europa, la OTAN está estimulando la agresividad de Kosovo contra Serbia y el conflicto en Nagorno Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia. Cuando se observa el mapa, se puede ver que desde el Báltico al Mediterráneo, la expansión de la OTAN hacia el este es el mejor negocio para vender armas a fin de apoyar la aporreada economía estadounidense.
Así mismo, hoy están activas otras confrontaciones armadas que son consecuencia de casi 5 siglos de ocupación y expoliación colonial. En este sentido hay que mencionar 5 conflictos dinámicos en Asia Central y Occidental y otros 11 (que afectan a 14 países) en África que exponen la realidad de esta tendencia. Aprovecho para indicar que ninguno de estos brotes bélicos se manifiesta en América Latina y el Caribe a pesar de los intentos de Washington y las oligarquías locales para generarlos. No obstante los esfuerzos para concebir conflictos en nuestra región, la declaratoria de América Latina y el Caribe como zona de paz, aprobada en la segunda Cumbre de la CELAC en la Habana en enero de 2014, se ha logrado imponer.
Las élites políticas de Estados Unidos (gobierno y congreso) como instrumentos del Complejo Militar Industrial, juegan su papel en este sentido. Al acicate que produce para el negocio armamentístico (el más grande del mundo) los tres conflictos bélicos en Europa, los 5 de Asia y los 11 de África, sin contar la ocupación de Palestina por Israel y la República Árabe Saharaui Democrática por Marruecos, había que agregarle el Asia-Pacífico.
Pero ello no comenzó ahora. Es una política de Estado y de carácter bipartidista: la declaración de la doctrina de “pivote asiático” de Obama, la política de guerra comercial contra China de Trump y la declaración de Rusia como amenaza y de China como el mayor desafío para la hegemonía occidental, acordados en la reciente Cumbre de la OTAN en Madrid son el basamento político para la confrontación estratégica del siglo XXI que Estados Unidos espera librar con China en la región Asia-Pacífico. Y en este esquema, el estímulo al conflicto en los mares circundantes a China es fundamental y el papel de Taiwán como instrumento de perturbación es imprescindible.
Esto es lo que explica el viaje de la señora Pelosi a Taiwán, en lo inmediato, tratar de revertir las cifras de popularidad de Biden y del partido demócrata y en el largo plazo, impedir la debacle económica que se avecina sobre Estados Unidos, dada la manifiesta superioridad económica, financiera, tecnológica y científica de China que implican la pérdida –por vía pacífica- de la hegemonía planetaria de Estados Unidos. Eso es lo que van a tratar de frenar por cualquier vía, incluso la militar.
No obstante, para los que suponían que la respuesta china iba a ser el derribo del avión de Pelosi, la invasión con una fuerza naval al territorio de Taiwán, o la devastación de la isla con una lluvia de misiles hipersónicos, hay que decir que no saben nada de China, de su filosofía, de su historia, ni de su práctica política y diplomática. En este punto, coincido con Josh Rogin columnista del Washington Post quien opinó que: “la verdadera crisis en torno a Taiwán podría comenzar después de que […] Nancy Pelosi, vuelva al país norteamericano”. Rogin fue más explícito cuando dijo que: «La mayor repercusión de la visita de Pelosi se producirá después de su regreso a casa, a lo largo de semanas, meses y años”.
He ahí la esencia de la respuesta china. Como siempre hay que verlo en el tiempo. A diferencia de Occidente que necesita generar inmediatos titulares de prensa de cara a las próximas elecciones, China, acorde a su filosofía y su tradición, construirá respuesta de largo plazo… en meses y años como dice Rogin.
La réplica china que comenzará a verificarse mañana, se manifestará de formas distintas. En primer lugar, las del ámbito militar. Las operaciones que se están realizando y que formalmente comienzan el jueves 4 y finalizan el lunes 8 son expresión del mayor despliegue jamás visto en China para un ejercicio de estas características. Incluye el empleo de aviación, fuerzas terrestres y logística de nivel estratégico, así como el despliegue del sistema coheteril más avanzado de China que incluye el misil hipersónico DF-17 que vuela a 12.300 km/hora y tienen un alcance de 2.500 Km. Taiwán está a 120 Km. del litoral continental de China Los DF-17 se demorarían en llegar a la isla solo 35 segundos y no existe, ni siquiera en Estados Unidos, armamento o tecnología alguna que lo pueda impedir. Hay que decirlo sin eufemismos: si China lo deseara, Taiwán desaparecería en menos de un minuto.
El ejercicio se está realizando en 6 zonas navales al sur, este, noreste y noroeste de Taiwán, al oeste no es necesario, ahí está el territorio continental chino. Eso incluye el espacio aéreo suprayacente al ámbito marítimo donde se realizan las operaciones. También sin eufemismos, Taiwán está rodeado por mar y aire. Ayer mismo, lo “denunció” el ministerio de defensa de Taiwán en un comunicado en el que afirma que China “ha invadido aguas territoriales y zonas adyacentes” de la isla agregando que “los simulacros chinos violan las reglas de las Naciones Unidas y equivalen a un bloqueo del espacio aéreo y marítimo de Taiwán”.
Al respecto, dos observaciones. La primera: si se ha invadido el “territorio de Taiwán” ¿Por qué Occidente no hizo nada? Es claro que a Estados Unidos lo que le importaba era generar una provocación que alterara el orden y la estabilidad de la región, para nada le incumbe la seguridad de los ciudadanos de Taiwán como no les incumbe ni le interesa la de los ucranianos. Y para ello bastaba con las 20 horas que la señora Pelosi estuvo en la isla. Debe notarse además que utilizan el mismo concepto (invasión) que usa Occidente para caracterizar la operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Segunda pregunta, si el territorio taiwanés está rodeado y bloqueado por aire y mar según el léxico utilizando por el ministerio de defensa de Taiwán, ¿cómo pudo el avión de la señora Pelosi marcharse sin problemas de la isla? Es claro, el objetivo de China nunca fue ella, el gobierno chino es serio, no recurre al terrorismo para hacer valer sus derechos y además tiene (como lo ha demostrado desde hace milenios) una paciencia infinita para esperar que las cosas ocurran cuando las condiciones están dadas.
Dicho esto, podremos entender que la réplica china se manifestará de manera distinta: la primera, la económica, ayer mismo se comenzaron a tomar medidas en este ámbito. Hay que recordar que la balanza comercial entre China y Taiwán es superavitaria a favor de Taiwán y que si bien es cierto en los años 80 del siglo pasado, cuando comenzó la política de reforma y apertura, Taiwán era muy importante para China, podría decirse que hoy, cuarenta años después, es al revés. Las decisiones que China tome en esta materia en salvaguarda de su soberanía e integridad territorial, generarán un impacto en la economía de Taiwán que Occidente no podrá suplir como no puede hacerlo en Ucrania.
Finalmente, y he aquí lo verdaderamente estratégico. Si algún titubeo podía haber en algunos sectores de la élite china respecto a la necesidad de establecer una alianza estratégica con Rusia, esas dudas se disiparon. El apoyo de Rusia a China en esta coyuntura fue inmediato y contundente. China, que todavía en 2019 pensaba que podía desarrollar su modelo económico y político en paz y armonía con Estados Unidos, se “bajó de esa nube” cuando los líderes violentistas y separatistas de Hong Kong fueron recibidos en el Congreso de Estados Unidos donde se les ofreció ayuda financiera, logística, política y diplomática para dar continuidad a su revuelta secesionista. ¿Saben quien hizo ese compromiso y lideró el apoyo a los terroristas?: Nancy Pelosi.
Hoy, después de los acuerdos de la Cumbre de la OTAN en Madrid y de esta afrenta de Estados Unidos a China, al liderazgo de Beijing le debe haber quedado claro que el objetivo final de la expansión de la OTAN es China y que la única forma de evitarlo es construir y solidificar una alianza estratégica con Rusia que haga del espacio euroasiático el territorio desde donde parta la edificación de un mundo de paz, prosperidad y cooperación entre los pueblos del planeta.
Cuenta la Biblia, que estando viejo y sin hijos, Abraham le pidió a Dios que le concediera la posibilidad de engendrar. El Señor lo aceptó e hizo el milagro para que Sara, esposa de Abraham, concibiera a los 90 años a su hijo Isaac. Ahora, no fue necesario implorarle a Dios, la soberbia y el talante imperial de la señora Pelosi hizo que a sus 82 años pariera e hiciera fuerte la alianza estratégica entre China y Rusia que marcará el futuro de la humanidad por los próximos siglos.
El análisis de lo que pasa en Ucrania y las palabras del presidente Biden, pronunciándose sobre lo que pueda suceder entre la República Popular China, la República de Taiwán y el involucramiento de Estados Unidos, en esos asuntos, deja claro, que las Relaciones Internacionales, son relaciones de poder entre estados para procurar sus intereses.
La marcha de tales acontecimientos, evidencia que hay ordenamiento y organismos internacionales, que pasaron a un plano, que no es de la primera importancia. Conclusión lamentable. Se hace necesario reflexionar, por ejemplo, sobre el actuar de la Organización de Naciones Unidas: El ejercicio de su misión. Esas son razones para tener claridad sobre un reordenamiento en el plano internacional.
En el plano académico, la realidad obliga, con madurez y seriedad, a replantearse los estudios sobre las Relaciones Internacionales: objetivos, escenarios, modelos de análisis y la gestión de los asuntos de ese orden, entre otros. Se confirma que el recuento y memorización de fechas y datos (“Educación bancaria”) o los anacronismos de la “etiqueta”, por ejemplo, es parte del contexto de estudio, pero no es parte de lo importante.
Los sucesos se han basado en acciones guiadas por la fuerza, el irrespeto, la mentira, el engaño, las verdades a medias, la desinformación.
Juan Carlos Monedero. “… ¿Quién va a creer…Quién va a confiar…?”
Este analista español, hace algunas reflexiones, de las que a continuación cito algunas:
“… Estados Unidos ha abierto una carrera que parece apuntar inevitablemente… con la expansión de la OTAN hacia el este, con una guerra finalmente contra China… Medio mundo lo ha apoyado en las sanciones a Rusia… lo que da miedo son los Estados Unidos, porque es el imperio que ha asesinado o permitido asesinar a dictadores, de Indonesia a Vietnam… de Egipto a Sudáfrica… quién va a creer a Estados Unidos, el país que juró que no se iba a expandir con su organización militar hacia el este… Estados Unidos, quién le va a creer, un país que ha robado las riquezas a tantísimos otros países… la red de gasolineras a Venezuela, o su oro… o el petróleo en Iraq, o los minerales en Libia… quién va a creer a un país como Estados Unidos, que hace y deshace con el código Swift… que dice a los bancos, gestionad conmigo todas vuestras necesidades y cuando le viene bien, resulta que te desenchufa… Quién va a confiar en un país que cierra canales de televisión cuando no le conviene lo que dicen… o que alberga la posibilidad de desconectarte de todas las redes sociales más importantes del planeta… quién va a confiar en Estados Unidos, un país que dice que el mundo es unipolar, es decir, que solamente gira en torno a él…”.
En este orden, también se ubican hechos, como el “fuck EU” de Victoria Nuland, en el contexto de los sucesos en Ucrania.
Vistas, así las cosas, uno de los principales problemas para la convivencia pacífica mundial, es lo que subyace en el “Destino Manifiesto” y el “American Way of Life”, lo cual es la base de la voracidad de Estados Unidos hacia las riquezas mundiales.
Intervenciones de Estados Unidos en el mundo, entre 1945 y 2020.
Más o menos por el año 1968, siendo niño, gran parte de las noticias diarias empezaban así: “Saigón, Vietnam Tropas estadounidenses al mando de…”
La primera guerra televisada. Mi primo pequeño me preguntaba: “porqué son tan malos ahí primos? Ya va allegar Super Man y les va a ganar”. Claro, en la mente nuestra resonaba el poderoso grito: “A luchaaar por la justicia”.
El duelo: Con el tiempo me enteraría de la realidad de las cosas y con costos la iría aceptando.
Por otro lado, es claro que en los acontecimientos actuales hay tres actores principales: Estados Unidos, la República Popular China y la Federación Rusa. Cada uno tiene claro las potencialidades de cada cual y sus conveniencias de unirse a otro.
Estados Unidos tiene claro que los asuntos principales con la Federación Rusa son de orden militar y de “guerra de desgaste”, ya lo dijo el secretario de defensa de EE. UU. Lloyd Austin: “Queremos ver una Rusia debilitada…”
Con la República Popular China, por ahora, los asuntos son de orden económico/comercial, aunque ya empiezan a dibujarse también los asuntos de orden militar.
La República Popular China, está claro que por ahora la Federación Rusa está conteniendo a Estados Unidos hacia el este, hacia Eurasia, en el orden militar, pero sabe que está en la mira de éstos, y une esfuerzos con aquella.
Además, luego de haber pasado “el siglo de la humillación” (1850-1950), sumida en la “guerra del opio” por Inglaterra, atacada por Japón, entre otros hechos, en sus planes está arribar al año 2049, al cumplirse un siglo de la constitución de la República Popular China, como un país con presencia fuerte en el concierto de las naciones.
La Federación Rusa, después de mostrar disposición a contribuir con la seguridad de Europa, y a colaborar con la seguridad de Estados unidos, al recibir una negativa por parte de éstos, intensifica sus relaciones con China, que, al parecer, junto con India, ofrecen comprarle lo que la Unión Europea no esté dispuesta, así también, está decidida ponerle freno a la agresión a su seguridad nacional.
La República Popular China y la Federación Rusa le plantan cara a Estados Unidos y propugnan por otra reconfiguración del ordenamiento mundial, con base en la negociación de intereses nacionales y regionales.
Es lamentable que en Ucrania estén muriendo personas ucranianas y rusas.
Es lamentable que Estados Unidos esté usando a Ucrania como un “ariete” (José Antonio Zorrilla) para debilitar a la Federación Rusa, con la complicidad de algunos sectores ucranianos y el beneplácito de otros países.
Una parte del mundo engañada
Es lamentable también, que empresas de desinformación y propaganda, hagan el actual manejo de sucesos, con miras a la manipulación de la opinión pública.
Hechos y posibles escenarios futuros
El orden internacional instaurado luego de la segunda guerra mundial está terminando.
El peso relativo de Estados Unidos en el mundo se está modificando. Ya no son más los tiempos de la potencia todopoderosa. Intenciones y nostalgias deben ponerse en análisis. El “Make America Great Again”, de Donald Trump: eso ya se acabó, debe verse con ojos realistas, cabe la consideración de ponerla en el lente del título “Gone with the wind”.
El ordenamiento y funcionamiento de algunos organismos internacionales instaurado a partir de la segunda guerra mundial, como hasta ahora, en su totalidad, ya no es operante.
En la economía mundial, organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como la supremacía del dólar y el sistema swift, están cuestionados: el yuan y el rublo, reclaman otros manejos. Ya antes Libia e Irak intentaron introducir modificaciones al poder del dólar, con finales conocidos.
El enfrentamiento es entre potencias, ya no es entre sistemas ideológicos, ya no es como en la “guerra fría”, ya no es entre capitalismo y socialismo, por mucho que algunos “rusófobos” y anticomunistas no lo tengan claro.
No se avizora un enfrentamiento nuclear masivo, pues tendría costos altísimos para todos, con base en su actual capacidad destructiva.
El escenario inmediato más alarmante, es lo que sucede en Ucrania y la política de Estados Unidos, de mantener la vía del conflicto armado. Esto toma cuerpo en la decisión de continuar el enfrentamiento bélico, debido a que lo más previsible es que lleve a forzar a la Federación Rusa a tomar medidas contundentes, como redoblar o triplicar sus acciones para parar esta agresión y la insistencia de Estados Unidos en debilitarla. Esto puede llevar a una escalada militar imprevisible.
Es necesario no perder de vista este escenario, tomando en cuenta la decisión del Congreso de Estados Unidos de aprobar otros 40 mil millones de dólares (esta cifra tiene un valor simbólico: en mi opinión, hace referencia al Plan Marshall) así como nuevos aparatos militares, para continuar las acciones bélicas por parte de los que optan por la confrontación armada, siendo que el presidente Zelenski, abre la posibilidad de la negociación.
La República Popular China, seguirá con su empuje económico en el mundo, según se lo permitan sus contradicciones internas y el balance de poder mundial. En el contexto, también hay un alarde entre potencias que lo ideal, es que pase de allí a la negociación. Los conflictos localizados, son más del orden “disciplinario” que ideológico. La política de agresión militar entre potencias y los hechos en consecuencia, no debe tener lugar, por los riesgos que implica.
En cuanto a las potencias de segundo orden, la Unión Europea ha decidido plegarse a Estados Unidos y un hecho en el que se refleja esta decisión es descartar el “Nord stream 2” como opción de abastecimiento energético. Habrá que valorar el peso que jugaron las presiones de Estados Unidos en esta decisión, si es que las hubo y venderle su gas llevado en barcos.
América Latina:
América Latina debe tener integridad y claridad para visualizar la disyuntiva entre “patio trasero” y parte de la “política doméstica”, de Estados Unidos o tomar otra partida en los potenciales escenarios mundiales. En lo local, pasa por el balance de poder entre ciudadanía y gobernantes; en lo regional, por la relación entre países y en el plano continental y mundial, por los factores de balance de poder con Estados Unidos. En ese sentido, el ingreso de Colombia a la OTAN no es nada halagüeño.
En cuanto a este balance, cito un hecho que demuestra la posición de algunos sectores en Estados Unidos:
María Elvira Salazar, política y periodista estadounidense de origen cubano, integrante de la cámara de representantes de Estados Unidos, republicana, se refirió con las siguientes palabras al proceso electoral para la presidencia de Colombia: “Nosotros en el sur de La Florida, como acaban de decir mis colegas, estamos muy conscientes que los colombianos están en este momento, en posiblemente el peligro más grande que ha enfrentado el país, en la historia moderna. Petro (se refiere con desdén e irrespeto, al candidato que quedó en primer lugar en la primera vuelta electoral), que en este momento está arriba en las encuestas presidenciales, es ladrón, es terrorista y es marxista, tres cosas que no pueden permitir los colombianos llevar a la presidencia… Cómo es posible que un tipo que tiene esas características esté primero en las encuestas… imposible… los colombianos necesitan algo mejor que eso. Por eso… nosotros en el comité de relaciones exteriores hablamos muy alto, se lo estamos diciendo a la administración del presidente Biden… al resto de los hermanos latinoamericanos… el comunismo amenaza y la amenaza más grande… es Colombia… esto se trata de americanos que quieren la libertad… y que lo que quieren es defender a otros pueblos que quieren la libertad. Colombia está en nuestro corazón”.
Palabras llenas de irrespeto y anti-soberanía que indignan, utilizando de nuevo la “demonización” en lo personal, el desprecio y la desvalorización por los actos soberanos del pueblo colombiano, refiriéndose al candidato Gustavo Petro, como “un tipo”.
Dice la representante: “… que no pueden permitir los colombianos…” ¿Serán los colombianos los que no pueden permitirlo?
¿Qué está proponiendo esta persona, otra intervención, para engrosar la lista anterior, otro ataque a la soberanía?
Foto de la canciller de Panamá Isabel Saint Malo de Alvarado con su homólogo chino Wang Yi durante una rueda de prensa, extraída de artículo de prensa de ABC.
Nicolas Boeglin (*)
El pasado martes 13 de junio, Panamá anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Taiwán y el establecimiento de relaciones con China (véase nota de El Pais).
Como es sabido, los Estados deciden de forma discrecional si desean entablar relaciones diplomáticas y de igual forma pueden optar por cesarlas. No existe ninguna norma internacional que obligue a un Estado a mantener relaciones diplomáticas con otro. Usualmente, el cese de relaciones diplomáticas se da a raíz de una profunda crisis política entre dos Estados: la última ruptura de relaciones diplomáticas en América Latina registrada tuvo lugar en el 2014 entre Venezuela y Panamá (véase breve nota nuestra al respecto publicada en Nodal), antecedida por la ruptura de relaciones entre Colombia y Venezuela (2010) así como entre Ecuador y Colombia (2008).
Se lee usualmente en manuales de derecho internacional público o en artículos de doctrina que en el caso del establecimiento de relaciones diplomáticas, ambos Estados son requeridos, mientras que la ruptura es unilateral:
«Mientras que el establecimiento de relaciones diplomáticas requiere del consentimiento del otro Estado, la ruptura es un acto de carácter unilateral» (véase artículo de Carles Pérez-Desoy i Fages, p. 2).
En el caso del intenso juego político que libran China Popular y Taiwán, esta afirmación sufre algunas leves alteraciones en la medida en que abrir relaciones con uno de los dos significa de forma automática romperlas con el otro (algo que la literatura especializada designa por la expresión «switching recognition»). Ambos Estados asiáticos no permiten que, por alguna razón, un Estado mantenga durante un breve período de tiempo relaciones oficiales con ambos. Recientemente en Australia, en una reunión internacional sobre el comercio de diamantes, se pudo apreciar la dureza de esta cristalina exigencia (véase nota de prensa).
La ruptura con Taiwán (o con China Popular) reviste aspectos propios ya que no se asemeja a ningun otro tipo de ruptura de relaciones diplomáticas que pueda darse entre dos Estados atravesando una crisis política: se trata, de un día para otro, de cesar el reconocimiento oficial de un Estado como tal. En un caso, a una entidad que ejerce su soberanía sobre 36.188 kilómetros cuadrados; en otro, a una mayor que lo hace sobre una superficie de 9.640.011 kilómetros cuadrados.
Después de Costa Rica en junio del 2007, Panamá se separa de esta manera de los restantes Estados de Centroamérica, quiénes mantienen sus lazos con Taiwán. En la actualidad, a nivel global, son 20 los Estados que aún reconocen diplomáticamente a Taiwán, a saber:
– Belice, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay y República Dominicana, San Kitts y Nevis, Santa Lucia, San Vicente y Grenadinas en el hemisferio americano;
– así como, en el resto del mundo, Burkina Faso, Islas Marshall, Kiribati, Nauru, Palau, Salomon (Islas de), Suazilandia, Tuvalu y la Santa Sede (Vaticano).
América Latina y China Popular: Cuba seguida por un reconocimiento gradual
Vale la pena recordar que el primer Estado en reconocer en América Latina a China Popular fue Cuba, en 1960. En 1971, se adoptaría la resolución 2758 de la Asamblea General de Naciones Unidas que decidiría «restituir a la República Popular de China todos sus derechos y reconocer a los representantes de su Gobierno como únicos representantes legítimos de China en las Naciones Unidas» (véase texto completo de esta resolución). El texto fue puesto a votación ante la férrea oposición de Estados Unidos y la de sus aliados: fue adoptado con 76 votos a favor, 35 en contra y 17 abstenciones entre los que se registra a Chile, Cuba, Ecuador, México y Perú – a favor -; a Bolivia, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela – en contra; y a Argentina, Colombia y Panamá – abstinentes).
Después del tempranero reconocimiento de Cuba, seguirían Chile y Perú (ambos en 1971), y luego Argentina y México (en 1972), así como Brasil y Venezuela (ambos en 1974), y posteriormente Colombia y Ecuador (1980) así como Bolivia y Nicaragua (1985). Nótese la progresión sostenida en América Latina bajo la forma de «duplas» anuales, posiblemente como resultado de una hábil estrategia de las autoridades diplomáticas en Beijing, causando probablemente el desconcierto de las autoridades en Taipei.
Antes de Costa Rica en el 2007, el último Estado de América Latina que había procedido a reconocer a China fue Uruguay, casi 20 años antes, en febrero de 1988: sobre el caso uruguayo, véase este muy detallado artículo publicado en el 2007.
Donaciones taiwanesas en Centroamérica y el Caribe
Se informó en su momento que el Presidente de Costa Rica para el período 2002-2006 recibió fondos de Taiwán para financiar su campaña electoral (véase nota de prensa). De la misma forma que su antecesor para el período 1998-2002, quién recibió a su homólogo taiwanés en Costa Rica en agosto del 2000 y lo condecoró (véase nota de prensa). En el 2004, el que fuera Presidente de Costa Rica entre 1998 y 2002 admitió que Taiwán también le financió su campaña con miras a ocupar la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos – OEA (véase nota de prensa). En este artículo sobre las diversas formas que tomaron las ayudas de Taiwán en Centroamérica y en el Caribe, se lee que:
«Regretfully, under both the KMT and the PDP administration, Taipei initiatives to secure connections with Central America and the Caribbean political elites have occasionally resorted to irregular practices, which have been even criticized in Taiwan. One of the countries most affected by this irregular behavior has been Costa Rica» (página 18).
En años más recientes, se indicó en el caso de un ex mandatario de El Salvador que:
«In a similar case, Francisco Flores – former president of El Salvador – is facing corruption allegations over $15 million worth of checks he received from Taiwan between 2002 and 2004. Salvadoran prosecutors issued an arrest warrant for Flores, who fled the country several months ago and is believed to be hiding in Panama» (véase artículo del Tico Times del 2014).
La efectividad de las generosas donaciones taiwanesas puede explicar el caso peculiar de Nicaragua: el 7 de diciembre de 1985, sus autoridades reconocieron a China Popular al tiempo que suspendieron toda relación con Taiwán. En 1990, la Presidenta Violeta Chamorro optó por reconocer a Taiwán, obligando a China Popular a suspender de inmediato sus relaciones con Nicaragua, situación que se mantiene a la fecha (véase nota de El Pais del 8 de noviembre de 1990). De igual manera, después de 10 años reconociendo a China, Santa Lucía optó en el 2007 por entablar relaciones con Taiwán, provocando idéntica reacción de China (véase nota de prensa en inglés). Se concluye en este estudio sobre la peculiaridad del reconocimiento que Taiwán intenta obtener que:
«The diplomatic battle between the ROC and the PRC highlights several aspects of recognition that have not been adequately addressed in the literature. As evident from the number of countries switching recognition, recognition may not always include a normative element or a deeper commitment» (página 183).
Foto del canciller de Costa Rica, Bruno Stagno Ugarte, y del Presidente Oscar Arias Sánchez, al momento de anunciar el 6 de junio del 2007 la apertura de relaciones con China Popular, extraída de nota de prensa.
En el ámbito centroamericano, el gesto de Costa Rica del 2007 contribuyó a aislarla un poco más de sus socios regionales, al tener que ausentarse formalmente en varias reuniones del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), como la que tuvo lugar con presencia de las máximas autoridades taiwanesas (véase nota de prensa del 2007). Serán de ahora en adelante dos los ausentes a este tipo de reuniones, debiendo también prever Panamá modalidades en materia de protocolo cada vez que asista un delegado de Taiwán a un foro regional al que participe Panamá.
Nótese que el Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) entre Taiwán y Costa Rica de 1999 (véase texto) se mantiene «in force» en la base de datos de la UNCTAD (véase casilla correspondiente a este tratado la cual precisa que las partes son «1. Costa Rica 2. Taiwan Province of China«).
Embajadas de China y de Costa Rica en los últimos meses
Desde el 2007, las expectativas han crecido entre ambos Estados. En este documento elaborado por MIDEPLAN del año 2009, se detalla el «paquete» de ayuda y donaciones recibidas por parte de China, siendo el más emblemático el Estadio Nacional, donado por China a Costa Rica «llave en mano», construído por más de 800 operarios chinos, e inaugurado en marzo del 2011 (véase nota de prensa). Como en toda relación idílica que genera expectativas muy altas, el paso del tiempo puede contribuir a que la ilusión inicial dé paso a otra cosa.
Para el período 2007-2017, ya son cinco los embajadores enviados a Beijing por Costa Rica (iniciando en estos meses la primera mujer al mando de la Embajada de Costa Rica en Beijing), mientras que China cubre este mismo período con tres embajadores enviados a San José.
En el mes de marzo del 2017, se informó que el Embajador de Costa Rica en China fue cesado por falta de resultados (véase nota de CRHoy). En esa misma nota, se lee por parte del Presidente de Costa Rica una frase que posiblemente haya causado el entusiasmo del sector agroexportador y el estupor en sectores ecologistas costarricenses así como en círculos académicos preocupados por el insensato crecimiento de la producción de piña en Costa Rica desde el 2006:
“Esperar que las relaciones con esa gran potencia se mantengan y fortalezcan, que son muy buenas. Si logramos generar con China el tipo de acuerdos como el de la exportación de piña, vamos a ir muy bien” (sic).
Una nota del Semanario Universidad del mismo mes de marzo del 2017 detalla la destrucción de miles de hectáreas de bosque por parte de productores de piña, que las autoridades costarricenses ignoran en los censos oficiales (véase nota). El estudio«Expansión por omisión» del Estado de la Nación (2016) es en ese sentido más que revelador. Actualmente, Costa Rica lidera el mercado mundial de la piña con 2.126.929 toneladas exportadas: sus competidores en América Latina son Panamá, con tan solo 67.038 y Ecuador con 57.380 toneladas (véase informe de la UNCTAD 2016, p. 13). Un proyecto de más de 600 hectáreas de piña amenaza ahora sitios arqueológicos en la Zona Sur de Costa Rica (véase nota de prensa).
El comunicado de prensa de Panamá del 12 de junio y la reacción taiwanesa
En el comunicado oficial emitido por su Ministerio de Relaciones Exteriores, Panamá indica que: «A la luz de los intereses y el deseo de ambos pueblos, la República de Panamá y la República Popular China deciden otorgarse, a partir de la fecha de suscripción del comunicado, el reconocimiento mutuo y establecer relaciones diplomáticas a nivel de Embajadores» (véase texto completo del comunicado de Panamá reproducido al final de esta nota).
La reacción de Taiwán no se hizo esperar, procediendo a suspender de forma inmediata toda relación oficial con Panamá (véase comunicado de prensa de su MFA), por lo que en un segundo comunicado de prensa, con fecha del 15 de junio, Panamá dio a conocer las gestiones oficiales realizadas en favor de sus estudiantes en Taiwán, y que se lee como sigue:
“Tras el anuncio del Presidente Juan Carlos Varela Rodríguez sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República de Panamá y la República Popular China, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha realizado ingentes esfuerzos para garantizar el bienestar de los panameños que cursan estudios con becas otorgadas por Taiwán.
Tras la realización de los encuentros interinstitucionales respectivos, y el contacto con todos los estudiantes que mantienen estas becas, la Cancillería de Panamá informa que el Gobierno de la República de Panamá, a través del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (IFARHU), ofrecerá la colegiatura y protección a estudiantes que han iniciado sus carreras en universidades de Taiwán, hasta la culminación de las mismas.
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores reitera que como parte de establecimiento de relaciones diplomáticas, la República Popular China está en la disposición de recibir a todos los estudiantes panameños actualmente becados por Taiwán, ofreciéndoles la financiación según el estándar de la beca completa del Gobierno chino, reconociéndoles las materias ya cursadas en las universidades de Taiwán. Los panameños becados por Taiwán y no hayan iniciado aun los estudios, se beneficiarán con esta modalidad acordada.
Las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores han convocado a los padres de los estudiantes beneficiados con estas becas para una reunión informativa en conjunto con el IFARHU, donde se explicará a detalle el procedimiento a seguir. El encuentro será el lunes 19 de junio, a las 10:00 de la mañana en la sede de la Cancillería».
Tal y como se puede observar, la misma China ofrece su ayuda a los estudiantes panameños en Taiwán y «está en la disposición de recibir a todos los estudiantes panameños actualmente becados por Taiwán». Un gesto generoso sin lugar a dudas, que intenta remediar la situación de becarios panameños en Taiwán, primeros afectados por este drástico cambio acaecido.
La situación de nacionales a raíz de un sorpresivo cese de relaciones oficiales entre dos Estados
Como es sabido, la Convención de Viena de 1961 sobre relaciones diplomáticas (véase texto completo) prevé las garantías que el Estado receptor y el Estado acreditante deben respetar el uno y el otro en caso de ruptura de sus relaciones diplomáticas (véase artículos 45 y 46): estas disposiciones buscan resguardar, entre otros, el traslado del personal diplomático, así como el de los activos y de los archivos de las legaciones diplomáticas. Ninguna disposición de este instrumento internacional refiere a la situación de los nacionales de ambos Estados situados en el territorio del otro.
La angustia que viven varias familias panameñas desde la semana pasada recuerda la situación que se presentó en junio del 2007 con un centenar de estudiantes costarricenses becados en Taipei, los cuales debieron en algunos casos sufragar ellos mismos su regreso a Costa Rica al no contar con ningun apoyo de sus autoridades. En el caso de varios de ellos, les faltaba un mes para concluir sus estudios cuando se les notificó de la suspensión inmediata de su beca por parte de las autoridades universitarias taiwanesas.
Se ha intentado consultar algún artículo o trabajo de investigación público que recoja los diversos testimonios de estos estudiantes costarricenses y los de sus familias, que bien podría llevar el título «Atrapados en Taipei», sin mayor éxito a la fecha. Agradecemos desde ya a nuestros estimables lectores hacernos llegar información al respecto en caso de existir (al correo electrónico: cursodicr(a)gmail.com). En caso de no existir, se trata de una interesante veta a explorar para investigadores, que debería incluir la perspectiva jurídica y los arreglos a los que se procedió en el 2007 en Costa Rica: desconocer del día a la mañana a un Estado su calidad de Estado no es lo común para los servicios jurídicos de un aparato diplomático.
El cese de relaciones diplomáticas entre Costa Rica y Taiwán en junio del 2007 significó también la sorpresiva pérdida de empleos para 20 costarricenses participando a la gestión de diversos proyectos de la cooperación taiwanesa en Costa Rica. Para muchos becarios costarricenses, la validación de su título se atrasó varios años debido al abrupto cierre de la oficina de Costa Rica en Taipei. Con relación a trámites de ciudadanos taiwaneses en Costa Rica, el consulado de Taiwán en Panamá fue designado para asistir a los nacionales taiwaneses en Costa Rica.
Finalmente, los proyectos en curso de la cooperación taiwanesa quedaron suspendidos en Costa Rica. Leemos en esta nota de prensa regional costarricense que:
«La ruptura significa que a partir de ahora, el Gobierno debe asumir los proyectos en ejecución, como la carretera Ciudad Quesada-Sifón de San Ramón. Esta mañana trascendió que en las próximas horas empezaría el retiro de la maquinaria de la empresa constructora Sánchez Carvajal, sin embargo, la versión no ha sido confirmada aún por los representantes de la Asociación Pro-carretera, ni tampoco en la Municipalidad de San Carlos. Entre tanto, el diputado oficialista, Salvador Quirós, reiteró a Noticias En Contacto que el mandatario le aseguró que la futura vía no se verá afectada por la ruptura diplomática. Sin embargo, en estos momentos no hay certeza de donde saldrán recursos como los 50 millones de dólares que las fuerzas vivas de este cantón de San Carlos pretendían que Taiwán donara para el rediseño de la obra».
La sombra de Nicaragua en el reconocimiento de Costa Rica
La difícil situación vivida por nacionales de ambos Estados y la suspensión de proyectos de cierta envergadura como la carretera Ciudad Quesada – Sifón en la Zona Norte de Costa Rica se debe a la sorpresa que causó el establecimiento de relaciones entre Costa Rica y China a inicios del mes de junio del 2017.
En este cable confidencialhecho público por Wikileaks, se lee que Costa Rica se adelantó a reconocer a China por temores a que Nicaragua fuera el primero en la región centroamericana en hacerlo:
«On the Costa Rican side, Stagno,s Chief of Staff, Antonio Alarcon, was dispatched to Beijing to oversee the embassy opening there (although we understand he will not remain as ambassador). A confident-sounding Stagno told Ambassador Langdale on June 11 that the Arias administration expected the controversy about the sudden switch in relations to die down in a few weeks. «The decision has been made,» he stressed. Stagno asserted that the recognition timing was partly driven by regional dynamics. The GOCR was under the impression that other Central American countries, including Nicaragua, were considering recognizing China. Costa Rica did not want to be in the position of «following Nicaragua» on this issue. This was «not just about trade,» According to Stagno».
En ese mismo cable confidencial de la Embajada de Estados Unidos en San José, se indica que ni el Ministro de Seguridad de la época, Fernando Berrocal, ni el Director de Migración, Mario Zamora, fueron advertidos del gesto de Costa Rica hacia China:
«12. (C) The GOCR was clearly not prepared to face the practical consequences of its political decision to embrace China. Like Minister of Public Security Fernando Berrocal (Ref A), Zamora was kept in the dark, despite his key portfolio».
Nótese la gran cantidad de información obtenida por la Embajada de Estados Unidos de parte del señor Zamora, quién, en el 2008, sustituiría a Fernando Berrocal como Ministro de Seguridad de Costa Rica.
Fondos taiwaneses e investigaciones en Costa Rica
En el ámbito estríctamente interno costarricense, se informó en el 2012 de una investigación de la Fiscalía General de la República(FGR) sobre el destino exacto de una donación de un millón de US$ de Taiwán a Costa Rica que pudo haber terminado, según indica la nota de prensa antes referida, en las arcas de una fundación privada (véase nota de prensa). En el mismo año 2012, esta misma fundación privada también fue objeto de una investigación por parte de un juez sobre una supuesta donación proveniente de una empresa minera canadiense de memoria poco grata en Costa Rica (véase nota de prensa). En este último caso, como en el anterior, la FGR optó finalmente por archivar los expedientes, confirmando la percepción de muchos sobre su peculiar accionar cada vez que se trata de asuntos que puedan afectar a ciertos sectores políticos costarricenses.
Siempre en Costa Rica, un estudio del Dr. Constantino Urcuyo publicado en el 2014 (véase estudio) señala que luego del entusiasmo inicial, las relaciones entre China y Costa Rica se han ido deteriorando, y ello debido a la dificultad encontrada para realizar grandes obras (proyecto truncado de refinería y laborioso proyecto de ampliación de la Ruta 32): según el autor de este informe,
«la lectura china del proceso de formulación y ejecución de políticas públicas en Costa Rica no ha sido la más afortunada. Los chinos se han acercado a la jerarquía política costarricense para lograr la aprobación de sus proyectos; la cultura centralizada de su sistema político los ha llevado a pensar que los contactos a nivel de cúpulas eran suficientes, con olvido de la densa maraña burocrática costarricense y de la importancia de la sociedad civil en la decisión de estos asuntos» (p. 5).
La normativa ambiental y los mecanismos de participación ciudadana que establece la legislación costarricense son posiblemente un ámbito desconocido para quiénes estan acostumbrados desde muchos años a llevar a cabo proyectos de gran envergadura de manera expédita y sin preocuparse mayormente por sus efectos ambientales: hoy los graves problemas de contaminación que aquejan a parte de la población china así lo ponen en evidencia.
Valiéndose por una parte de la experiencia de otros Estados con Costa Rica, y por otro del entusiasmo de las autoridades de comercio exterior de Costa Rica con tratados comerciales, China logró que en el 2015, la Asamblea Legislativa de Costa Rica ratificara en primer debate el tratado bilateral de inversiones (TBI). Se trata de un instrumento que, al igual que muchos otros suscritos por Costa Rica, permitirá a empresas chinas concesionarias amenazar con una demanda internacional a Costa Rica en caso de ser necesario (véase al respecto nuestro breve estudio publicado en el OPALC en el 2015). El congreso costarricense aprobó en segundo debate el 28 de marzo del 2016 esta herramienta legal que, de ahora en adelante, podrán usar empresas concesionarias chinas.
A modo de conclusión
De forma innegable, con este nuevo reconocimiento por parte de Panamá, China consolida su posición en América Central, 10 años después de obtener similar reconocimiento por parte de Costa Rica. Mientras tanto, Taiwán deberá redoblar de esfuerzos para evitar gestos similares a corto y mediano plazo: los altos montos que destina a apoyar los órganos regionales del SICA y la cooperación que brinda de forma bilateral a Estados de América Latina y del Caribe deberán ser revisados a raiz de la experiencia reciente vivida con Panamá. Ello sin olvidarse de generosas donaciones a las campañas de posibles futuros Jefes de Estado centroamericanos.
Texto del comunicado de prensa de Panamá, con fecha del 13 de junio del 2017
A la luz de los intereses y el deseo de ambos pueblos, la República de Panamá y la República Popular China deciden otorgarse, a partir de la fecha de suscripción del comunicado, el reconocimiento mutuo y establecer relaciones diplomáticas a nivel de Embajadores.
Los dos Gobiernos convienen en desarrollar los lazos amistosos entre ambos países sobre la base de los principios de respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial, no agresión, no intervención de uno en los asuntos internos del otro, igualdad y beneficio recíproco y coexistencia pacífica.
El Gobierno de la República Panamá reconoce que existe una sola China en el mundo, el Gobierno de la República Popular China es el único Gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán forma parte inalienable del territorio chino. El Gobierno de la República de Panamá rompe hoy mismo sus “relaciones Diplomáticas” con Taiwán, y se compromete a dejar toda relación o contacto oficial con Taiwán. El Gobierno de la República Popular China expresa su aprecio a la posición arriba mencionada del Gobierno de la República de Panamá.
El Gobierno de la República de Panamá y el Gobierno de la República Popular China acuerdan, a tenor de las estipulaciones de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la práctica internacional, el envío pronto y mutuo de Embajadores y brindar, base de reciprocidad, toda la ayuda necesaria para la instalación en sus respectivas capitales de la Embajada de la otra Parte así como facilitar el desempeño de sus funciones.
Con la autorización de sus respectivos Gobiernos, los representantes de ambas Partes para la suscripción firman el comunicado en la ciudad de Beijing, a los trece (13) días del mes de junio de 2017, en dos ejemplares en los idiomas chino y español, siendo ambos textos igualmente auténticos.
Comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, con fecha del 13 de junio del 2017
The ROC government has terminated diplomatic relations with Panama with immediate effect to uphold national dignity Date: 2017/06/13 Data Source: Public Diplomacy Coordination Council June 13, 2017
No. 001
The Republic of China has terminated diplomatic relations with the Republic of Panama with immediate effect June 13, in order to uphold the sovereignty and dignity of the nation. The ROC will close its embassy in Panama, recall its technical mission, and end all bilateral cooperation and aid programs. The ROC government expresses indignation and deep regret over Panama’s unilateral decision to sever diplomatic relations with the ROC and establish ties with the authorities in Beijing.
Following more than a century of diplomatic ties, the government of Panama led by President Juan Carlos Varela─disregarding the longstanding bonds of solidarity and friendship between the peoples of the ROC and Panama and the long-term assistance in many areas provided by the ROC in support of Panama’s national development─caved in to Beijing and decided to switch its diplomatic engagement toward the Beijing authorities for economic gain. In a highly disrespectful manner, it left the ROC in the dark about its decision until the final moments. The ROC government strongly condemns Panama’s act, and reiterates that it will not engage in checkbook diplomacy with the Beijing authorities.
In addition, the ROC government also vigorously protests and condemns the actions of the Beijing authorities, i.e., inducing Panama to break off relations with the ROC, interfering with the ROC diplomatic and international presence, and disrespecting the feelings of the Taiwanese people. As a constructive member of the international community, the ROC will remain committed to upholding peace and stability in the region, and will continue to promote steadfast diplomacy to expand its international participation and gain the international status it is entitled to. The Ministry of Foreign Affairs, and all of its diplomats at home and abroad, will not retreat in the face of challenges, and instead will work even harder in their firm dedication to safeguarding the national interest and protecting the people’s wellbeing. (E)
(*)Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR)