Política exterior de Estados Unidos, poder y el síndrome de la nostalgia por Súper Man

Edgar Chacón

Junio del 2022

El análisis de lo que pasa en Ucrania y las palabras del presidente Biden, pronunciándose sobre lo que pueda suceder entre la República Popular China, la República de Taiwán y el involucramiento de Estados Unidos, en esos asuntos, deja claro, que las Relaciones Internacionales, son relaciones de poder entre estados para procurar sus intereses.

La marcha de tales acontecimientos, evidencia que hay ordenamiento y organismos internacionales, que pasaron a un plano, que no es de la primera importancia. Conclusión lamentable. Se hace necesario reflexionar, por ejemplo, sobre el actuar de la Organización de Naciones Unidas: El ejercicio de su misión. Esas son razones para tener claridad sobre un reordenamiento en el plano internacional.

En el plano académico, la realidad obliga, con madurez y seriedad, a replantearse los estudios sobre las Relaciones Internacionales: objetivos, escenarios, modelos de análisis y la gestión de los asuntos de ese orden, entre otros. Se confirma que el recuento y memorización de fechas y datos (“Educación bancaria”) o los anacronismos de la “etiqueta”, por ejemplo, es parte del contexto de estudio, pero no es parte de lo importante.

Los sucesos se han basado en acciones guiadas por la fuerza, el irrespeto, la mentira, el engaño, las verdades a medias, la desinformación. 

Juan Carlos Monedero. “… ¿Quién va a creer…Quién va a confiar…?”

Este analista español, hace algunas reflexiones, de las que a continuación cito algunas: 

“… Estados Unidos ha abierto una carrera que parece apuntar inevitablemente… con la expansión de la OTAN hacia el este, con una guerra finalmente contra China… Medio mundo lo ha apoyado en las sanciones a Rusia… lo que da miedo son los Estados Unidos, porque es el imperio que ha asesinado o permitido asesinar a dictadores, de Indonesia a Vietnam… de Egipto a Sudáfrica… quién va a creer a Estados Unidos, el país que juró que no se iba a expandir con su organización militar hacia el este… Estados Unidos, quién le va a creer, un país que ha robado las riquezas a tantísimos otros países…  la red de gasolineras a Venezuela, o su oro… o el petróleo en Iraq, o los minerales en Libia… quién va a creer a un país como Estados Unidos, que hace y deshace con el código Swift… que dice a los bancos, gestionad conmigo todas vuestras necesidades y cuando le viene bien, resulta que te desenchufa… Quién va a confiar en un país que cierra canales de televisión cuando no le conviene lo que dicen… o que alberga la posibilidad de desconectarte de todas las redes sociales más importantes del planeta… quién va a confiar en Estados Unidos, un país que dice que el mundo es unipolar, es decir, que solamente gira en torno a él…”. 

En este orden, también se ubican hechos, como el “fuck EU” de Victoria Nuland, en el contexto de los sucesos en Ucrania.

Vistas, así las cosas, uno de los principales problemas para la convivencia pacífica mundial, es lo que subyace en el “Destino Manifiesto” y el “American Way of Life”, lo cual es la base de la voracidad de Estados Unidos hacia las riquezas mundiales.

Intervenciones de Estados Unidos en el mundo, entre 1945 y 2020.

China, 1945-46; Syria, 1949; Korea, 1950-53; China,1950-53; Irán, 1953; Guatemala, 1954; Tibet, 1955- 70s, Indonesia, 1958, Cuba, 1959; República Democrática del Congo, 1960-65; República Dominicana, 1961; Vietnam, 1961-73; Brazil,1964; Guiana Británica, 1964; Guatemala, 1964; Laos, 1964-73; República Dominicana, 1965-66; Indonesia, 1965; Perú, 1965; Grecia, 1967; Guatemala, 1967-1969; Cambodia 1969-70; Chile 1970-73; Argentina, 1976; Angola,1976-92; Turquía, 1980; Polonia, 1980-81; El Salvador, 1981-92; Nicaragua, 1981-90; Cambodia,  1980-95; Líbano, 1982-84; Grenada, 1983-84; Libya,1986; Irán, 1987-88;  Libya, 1989; Filipinas, 1989; Panamá,1989-90;  Haití, 1991; Iraq, 1991; Kuwait, 1991; Somalia, 1992-94; Iraq, 1992-96; Bosnia, 1995; Iraq, 1998;  Sudán, 1998;  Afganistán, 1998; Yugoslavia, 1999; Afganistán, 2001; Iraq, 2002-03; Yemen, 2002-20;  Haití, 2004; Somalia, 2006-07; Honduras, 2009; Libya, 2011; Sirya, 2011; Brasil, 2016; Bolivia, 2019; Venezuela, 2019; Guyana, 2020; Iraq, 2020; Somalia, 2020; Afganistán 2020 (Rebelion.org).

El síndrome de la nostalgia por super man

Más o menos por el año 1968, siendo niño, gran parte de las noticias diarias empezaban así: “Saigón, Vietnam Tropas estadounidenses al mando de…” 

La primera guerra televisada. Mi primo pequeño me preguntaba: “porqué son tan malos ahí primos? Ya va allegar Super Man y les va a ganar”. Claro, en la mente nuestra resonaba el poderoso grito: “A luchaaar por la justicia”.

El duelo: Con el tiempo me enteraría de la realidad de las cosas y con costos la iría aceptando.

Por otro lado, es claro que en los acontecimientos actuales hay tres actores principales: Estados Unidos, la República Popular China y la Federación Rusa. Cada uno tiene claro las potencialidades de cada cual y sus conveniencias de unirse a otro.

Estados Unidos tiene claro que los asuntos principales con la Federación Rusa son de orden militar y de “guerra de desgaste”, ya lo dijo el secretario de defensa de EE. UU. Lloyd Austin: “Queremos ver una Rusia debilitada…”

Con la República Popular China, por ahora, los asuntos son de orden económico/comercial, aunque ya empiezan a dibujarse también los asuntos de orden militar.

La República Popular China, está claro que por ahora la Federación Rusa está conteniendo a Estados Unidos hacia el este, hacia Eurasia, en el orden militar, pero sabe que está en la mira de éstos, y une esfuerzos con aquella. 

Además, luego de haber pasado “el siglo de la humillación” (1850-1950), sumida en la “guerra del opio” por Inglaterra, atacada por Japón, entre otros hechos, en sus planes está arribar al año 2049, al cumplirse un siglo de la constitución de la República Popular China, como un país con presencia fuerte en el concierto de las naciones. 

La Federación Rusa, después de mostrar disposición a contribuir con la seguridad de Europa, y a colaborar con la seguridad de Estados unidos, al recibir una negativa por parte de éstos, intensifica sus relaciones con China, que, al parecer, junto con India, ofrecen comprarle lo que la Unión Europea no esté dispuesta, así también, está decidida ponerle freno a la agresión a su seguridad nacional.

La República Popular China y la Federación Rusa le plantan cara a Estados Unidos y propugnan por otra reconfiguración del ordenamiento mundial, con base en la negociación de intereses nacionales y regionales.

Es lamentable que en Ucrania estén muriendo personas ucranianas y rusas.

Es lamentable que Estados Unidos esté usando a Ucrania como un “ariete” (José Antonio Zorrilla) para debilitar a la Federación Rusa, con la complicidad de algunos sectores ucranianos y el beneplácito de otros países.

Una parte del mundo engañada

Es lamentable también, que empresas de desinformación y propaganda, hagan el actual manejo de sucesos, con miras a la manipulación de la opinión pública.

Hechos y posibles escenarios futuros

El orden internacional instaurado luego de la segunda guerra mundial está terminando.

El peso relativo de Estados Unidos en el mundo se está modificando. Ya no son más los tiempos de la potencia todopoderosa. Intenciones y nostalgias deben ponerse en análisis. El “Make America Great Again”, de Donald Trump: eso ya se acabó, debe verse con ojos realistas, cabe la consideración de ponerla en el lente del título “Gone with the wind”.

El ordenamiento y funcionamiento de algunos organismos internacionales instaurado a partir de la segunda guerra mundial, como hasta ahora, en su totalidad, ya no es operante.

En la economía mundial, organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como la supremacía del dólar y el sistema swift, están cuestionados: el yuan y el rublo, reclaman otros manejos. Ya antes Libia e Irak intentaron introducir modificaciones al poder del dólar, con finales conocidos.

El enfrentamiento es entre potencias, ya no es entre sistemas ideológicos, ya no es como en la “guerra fría”, ya no es entre capitalismo y socialismo, por mucho que algunos “rusófobos” y anticomunistas no lo tengan claro.

No se avizora un enfrentamiento nuclear masivo, pues tendría costos altísimos para todos, con base en su actual capacidad destructiva.

El escenario inmediato más alarmante, es lo que sucede en Ucrania y la política de Estados Unidos, de mantener la vía del conflicto armado. Esto toma cuerpo en la decisión de continuar el enfrentamiento bélico, debido a que lo más previsible es que lleve a forzar a la Federación Rusa a tomar medidas contundentes, como redoblar o triplicar sus acciones para parar esta agresión y la insistencia de Estados Unidos en debilitarla. Esto puede llevar a una escalada militar imprevisible.

Es necesario no perder de vista este escenario, tomando en cuenta la decisión del Congreso de Estados Unidos de aprobar otros 40 mil millones de dólares (esta cifra tiene un valor simbólico: en mi opinión, hace referencia al Plan Marshall) así como nuevos aparatos militares, para continuar las acciones bélicas por parte de los que optan por la confrontación armada, siendo que el presidente Zelenski, abre la posibilidad de la negociación. 

La República Popular China, seguirá con su empuje económico en el mundo, según se lo permitan sus contradicciones internas y el balance de poder mundial. En el contexto, también hay un alarde entre potencias que lo ideal, es que pase de allí a la negociación. Los conflictos localizados, son más del orden “disciplinario” que ideológico. La política de agresión militar entre potencias y los hechos en consecuencia, no debe tener lugar, por los riesgos que implica.

En cuanto a las potencias de segundo orden, la Unión Europea ha decidido plegarse a Estados Unidos y un hecho en el que se refleja esta decisión es descartar el “Nord stream 2” como opción de abastecimiento energético. Habrá que valorar el peso que jugaron las presiones de Estados Unidos en esta decisión, si es que las hubo y venderle su gas llevado en barcos.

América Latina: 

América Latina debe tener integridad y claridad para visualizar la disyuntiva entre “patio trasero” y parte de la “política doméstica”, de Estados Unidos o tomar otra partida en los potenciales escenarios mundiales. En lo local, pasa por el balance de poder entre ciudadanía y gobernantes; en lo regional, por la relación entre países y en el plano continental y mundial, por los factores de balance de poder con Estados Unidos. En ese sentido, el ingreso de Colombia a la OTAN no es nada halagüeño.

En cuanto a este balance, cito un hecho que demuestra la posición de algunos sectores en Estados Unidos:

María Elvira Salazar, política y periodista estadounidense de origen cubano, integrante de la cámara de representantes de Estados Unidos, republicana, se refirió con las siguientes palabras al proceso electoral para la presidencia de Colombia: “Nosotros en el sur de La Florida, como acaban de decir mis colegas, estamos muy conscientes que los colombianos están en este momento, en posiblemente el peligro más grande que ha enfrentado el país, en la historia moderna. Petro (se refiere con desdén e irrespeto, al candidato que quedó en primer lugar en la primera vuelta electoral), que en este momento está arriba en las encuestas presidenciales, es ladrón, es terrorista y es marxista, tres cosas que no pueden permitir los colombianos llevar a la presidencia… Cómo es posible que un tipo que tiene esas características esté primero en las encuestas… imposible… los colombianos necesitan algo mejor que eso. Por eso… nosotros en el comité de relaciones exteriores hablamos muy alto, se lo estamos diciendo a la administración del presidente Biden… al resto de los hermanos latinoamericanos… el comunismo amenaza y la amenaza más grande… es Colombia… esto se trata de americanos que quieren la libertad… y que lo que quieren es defender a otros pueblos que quieren la libertad. Colombia está en nuestro corazón”.

Palabras llenas de irrespeto y anti-soberanía que indignan, utilizando de nuevo la “demonización” en lo personal, el desprecio y la desvalorización por los actos soberanos del pueblo colombiano, refiriéndose al candidato Gustavo Petro, como “un tipo”.

Dice la representante: “… que no pueden permitir los colombianos…” ¿Serán los colombianos los que no pueden permitirlo?

¿Qué está proponiendo esta persona, otra intervención, para engrosar la lista anterior, otro ataque a la soberanía?

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