El pasado 12 de octubre se tuvo un encuentro y taller entre los proyectos de Trabajo Comunal Universitario TC-765 Semillero Estudiantil para la Acción contra el Racismo y el TC-645 Sikua Ditsö: compartiendo aprendizajes, en la Sede del Atlántico, UCR.
Parte de la actividad era poner en común lo que se piensa sobre el racismo, cómo puede definirse, identificarse, cómo se manifiesta en los cuerpos, en las formas de pensar y educar.
Asimismo, en el encuentro se identificaron preguntas para definir cómo se reproduce el racismo en las instituciones y empresas, en los medios de comunicación, por medio del lenguaje, los prejuicios y las exclusiones de la diversidad de cuerpos y culturas.
El encuentro vino a redefinir una fecha como el 12 de octubre que ha sido silenciada y borrada como fecha de conmemoración, en lugar de haberse resignificado en los discursos, en los textos educativos, en las memorias institucionales y reorganizado de manera crítica en los espacios públicos de todo el país.
Con este tipo de espacios de encuentro y diálogo, se espera promover en el estudiantado una mirada crítica y reflexiva de su contexto, así como de la realidad tanto nacional como individual, de esta forma su accionar podrá generar cierto impacto en los proyectos de los TCUs, y lo más importante, en el desarrollo de las acciones conjuntas con las poblaciones, comunidades y personas con las que se relacionan.
Desde hace 5 años, esta iniciativa UCR brinda a las mujeres del CAI- Vilma Curling Rivera la oportunidad desarrollar actividades literarias y de comunicación.(Fotografía facilitada por el proyecto).
Trabajo Comunal Universitario (TCU) de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva da lugar al taller “Semillas de Palabras”, el cual se desarrolla de manera semanal en el Centro de Atención Integral (CAI) Vilma Curling Rivera
La Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC) de la Universidad de Costa Rica (UCR) desarrolla el taller “Semillas de Palabras”, proyecto que acerca la comunicación y la literatura a diversas poblaciones en condiciones de vulnerabilidad desde una perspectiva participativa, inclusiva y de interseccionalidad.
La iniciativa forma parte de las actividades del Trabajo Comunal Universitario “Derechos Humanos y Comunicación”, el cual es dirigido por la Msc. Carolina Urcuyo, una docente e investigadora de la ECCC comprometida con impulsar un marco de derechos humanos para la inclusión y la acción social.
“Abordamos todo nuestro trabajo desde una estrategia de comunicación participativa y una perspectiva feminista e interseccional; es decir, que nos reconocemos como un actor que busca que todas las voces tengan un espacio y una resonancia, desde un diálogo entre saberes”, manifestó Urcuyo.
El proyecto es resultado del trabajo en conjunto entre el Ministerio de Justicia y Paz y la Escuela de Comunicación de la UCR, y se gesta a lo interno del Centro de Atención Integral (CAI) Vilma Curling Rivera; por medio de un espacio de trabajo semanal que inició hace cinco años y estuvo pausado durante la pandemia por COVID-19.
El taller busca incentivar el posicionamiento crítico y la creatividad de las mujeres del CAI Vilma Curling, por medio de estrategias que propicien los conocimientos sobre los medios de comunicación y por otro lado, busca fomentar la creación la creación de poemas, ensayos, cuentos, videopoemas y podcasts de historias de vida de las participantes.
Según Urcuyo, los encuentros con las mujeres del CAI buscan ser un espacio en donde desaparezcan las distancias sociales. «Nos sentamos y conversamos desde la comunicación asertiva, empática y desde una pedagogía sentipensante», enfatizó la académica.
“En este espacio de diálogo buscamos explorar nuestras emociones y reflejar cómo las letras tienen una función transformadora, resocializadora y también sanadora. Las mujeres privadas de libertad no solo sufren limitaciones a su libertad de tránsito, sino también en su acceso a la información, a la educación, a la salud y a la cultura como consecuencia del encierro«, agregó Urcuyo.
“Semillas de Palabras” apuesta por la visibilización e inclusión para las mujeres del CAI, instancia que les ha permitido sumarse en procesos de expresión artística y literaria, dando como resultado un impacto positivo en la dinámica cotidiana de las participantes. Además, como parte de la iniciativa se comparten escritos y productos audiovisuales por medio de las redes sociales del proyecto, con el objetivo de acercar a otras personas la realidad que involucra la privación de libertad.
Expresión artística inclusiva y equitativa
Según Urcuyo, la iniciativa se enmarca en el compromiso social de la UCR con el país y de su saber de escuchar y atender las necesidades de las poblaciones en condición de vulnerabilidad, desde una visión inclusiva y equitativa.
«Vivimos en sociedades desiguales, marcadas por asimetrías significativas, generadoras de opresión y marginalidad para ciertos grupos. De esta manera, el TCU surge tomando en cuenta este contexto y la necesidad de contar con un marco de Derechos Humanos para guiar acciones desde la acción social y la docencia«, enfatizó la académica.
Noylin Bustos Mendoza es parte de la población que atiende el CAI, tiene 29 años y desde hace tres meses participa en el taller semanal “Semillas de Palabra”, el cual cataloga como “una experiencia positiva y gratificante”.
“El taller me encanta, siento que es algo muy diferente de los otros cursos aquí que se refieren al delito de una. Es un taller muy abierto en el cual me puedo sentir libre, puedo expresar mis sentimientos y la pasamos muy bien entre compañeras. Por el simple hecho de estar privadas de libertad somos excluidas de la sociedad pero la UCR nos toma en cuenta para estar en el proyecto”.
Por su parte, Josselyn Ureña, de 32 años, participa del taller desde hace seis meses y destacó el entusiasmo que le genera asistir a cada sesión, así como de la interacción que tiene con las otras participantes.
“Esperamos que sean los miércoles para venir porque la pasamos súper bien. La profe tiene mucha empatía con nosotras. Es una experiencia súper chiva. La UCR es muy carga y estamos muy agradecidas que nos tomen en cuenta porque venimos a aprender muchísimo” aseguró la joven. .
Ileana Matamoros Carranza tiene 41 años y durante los últimos cinco ha sido parte de esta iniciativa UCR, que a su criterio “cambia el esquema cultural que llevan las mujeres del CAI hace mucho tiempo”.
“Me encuentro en este taller desde que inició. El taller se ha mantenido constante, se mantienen las personas, intervienen elementos, hacemos videopoemas, hacemos podcasts, hacemos dramatizaciones. Ahora somos más críticas y menos clásicas”, resaltó Matamoros.
Por su parte, Kylan Carmona Ruiz, de 23 años, enfatizó la forma en que participar de esta iniciativa le ha ayudado a sentirse mejor consigo misma y al mismo tiempo, ha favorecido su relación con las demás personas.
“Ha sido muy bonito. El proyecto que ustedes hacen para nosotras y para muchas personas es muy positivo porque hace que muchas personas desarrollen cosas que tal vez una en la vida no sabe que va a tener dentro de uno o que vaya poder expresarse los sentimientos. Le ayuda a uno expresar los sentimientos”.
El taller «Semillas de Palabra» está a cargo de la académica Carolina Urcuyo y de estudiantes UCR. Se desarrolla una vez a la semana en las instalaciones del CAI-Vilma Curling Rivera con la participación de 20 asistentes.(Fotografía facilitada por el proyecto).
Esfuerzos de articulación con diversas instancias
Además de la vinculación con el CAI Vilma Curling, el TCU del que forma parte “Semillas de Palabra” articula esfuerzos con diversas instancias y Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s) así como con actores sociales y figuras públicas, con el objetivo de contribuir al cambio de paradigmas y para derribar mitos en torno a diversos grupos y poblaciones.
El taller contó recientemente con la participación de la cantante y compositora nacional, Debi Nova, quien compartió de manera presencial con las mujeres del CAI, a fin de promover la música, la expresión artística y de disipar las barreras sociales y físicas en un entorno incluyente y participativo.
“Ser parte del taller “Semillas de Palabras” fue una de las experiencias más emotivas que he vivido. Sentí que todos los presentes estábamos conectados por la magia del momento en un plano horizontal, sin nada de jerarquía, simplemente un grupo de personas intercambiando historias y abriendo su corazón”, declaró Nova.
En el marco de su participación en esta iniciativa UCR la artista afirmó que la academia, las palabras y la música pueden convertirse en medios de inspiración para personas en condiciones de vulnerabilidad, en especial en aquellas que se encuentren privadas de su libertad.
“Creo que el arte es una manera muy poderosa de salirnos de nuestro “cassette” interno, ese que constantemente nos está diciendo las mismas cosas, en la mayoría de los casos, negativas. Me imagino que esos ratitos en los que las personas privadas pueden salir de su mente y conectar con su corazón, por medio de la música o la literatura, les da espacio para sanar”, concluyó la cantante.
Gustavo Martínez Solís Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información, UCR
El TCU Procesos de educación no formal en poblaciones con vulnerabilidad con énfasis en la epidemiología de las parasitosis emergentes y reemergentes (TC-719) de la Escuela de Medicina trabaja en la elaboración de modelos gigantes de algunos parásitos como parte del proceso de educación no formal con distintas comunidades vulnerables. La foto corresponde a un modelo de sarcoptes scabiei (el arador de la sarna) con sus respectivos huevos. Foto cortesía de Jorge Vargas.
271 proyectos de Acción Social se vinculan con el fortalecimiento educativo con las comunidades
La Universidad de Costa Rica (UCR) “es una institución de educación superior y cultural”, así la define el artículo 1 de su Estatuto Orgánico. Sin embargo, esta labor educativa traspasa su accionar llegando a todo el territorio nacional gracias a la labor que realizan 271 proyectos de Acción Social distribuidos entre 42 de Cultura y Patrimonio, 170 de Educación Permanente y Servicios y 59 de Trabajo Comunal Universitario (TCU), que se vinculan con las comunidades más vulnerables de Costa Rica en pro de su fortalecimiento educativo.
Estudiantes, docentes, personas administrativas y líderes de la sociedad unen sus saberes para lograr objetivos que concuerdan con los establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que proclamó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación.
Uno de estos proyectos es el TCU “Procesos de educación no formal en poblaciones con vulnerabilidad con énfasis en la epidemiología de las parasitosis emergentes y reemergentes” (TC-719) de la Escuela de Medicina.
Este TCU inició en marzo del 2018 con el objetivo de apropiar a la población del conocimiento básico de la epidemiología ambiental de su entorno, mediante un proceso de educación no formal, para prevenir el aumento de enfermedades ocasionadas por parásitos. “Eso lo hacemos mediante el trabajo colaborativo de diversos profesores de la Escuela de Medicina, y estudiantes que pueden ser primordialmente de Medicina, pero también hemos tenido estudiantes de Diplomado en Laboratorio, de Microbiología, Farmacia” según puntualizó el coordinador de este proyecto, el Dr. Jorge Vargas.
Durante estos cuatro años han compartido experiencias educativas con comunidades de territorios indígenas ngöbe en Coto Brus, Puriscal, Santo Domingo de Heredia, Upala, territorio entre la frontera de Costa Rica y Panamá, Parrita, Quepos, entre otras.
Los materiales didácticos que confeccionan y comparten con las comunidades contienen frases como:
“Hoy te contamos todo lo que debés saber sobre la Enterobiosis.”
“Te contamos las generalidades más importantes sobre la Leptospirosis, una enfermedad infecciosa causada por una bacteria.“
“En esta ocasión te contamos sobre la Trichuriosis: ¿Qué es? ¿Cómo se transmite?”
Todas estas expresiones y preguntas traen consigo respuestas explicativas con un lenguaje sencillo y adaptado a la comunidad. Además, las y los estudiantes edifican modelos en 3D de la imagen de los parásitos y en un documento informan el proceso de construcción, los elementos que se usaron, los colores y moldes para que el público en general repliquen sus propios muñecos. Por ejemplo, tienen el Anopheles vector de la malaria, el Aedes aegypti que ocasiona el dengue y muchos más.
“Nos permite abrir una puerta para que diversas poblaciones tengan accesibilidad a información fidedigna revisada por profesionales en el contagio y la prevención de parasitosis emergentes y reemergentes, las cuales son importantes especialmente en nuestro país, donde por sus condiciones tropicales tenemos una alta prevalencia”, indicó Helena Wigoda Elizondo, estudiante que confeccionó el modelo 3D del mosquito que transmite la malaria.
Antes de la pandemia por COVID-19, los y las estudiantes jugaban con las personas de las comunidades mientras fortalecían el proceso educativo, o bien visitaban a las familias casa por casa en las comunidades de territorios indígenas. Esta labor la realizaban con otras instituciones públicas como la Universidad Estatal a Distancia y el Ministerio de Educación, dependiendo de la zona geográfica. También, vinculaban otras disciplinas académicas y TCUs de la universidad misma para lograr objetivos más integrales.
Diana Vargas Arce, estudiante del TCU resalta la labor de los trabajos comunales de medicina: “Considero que el aporte a la comunidad que es brindado por toda la acción social de medicina como tal es muy importante, ya que con todo el trabajo realizado el año pasado se logró, así sea de manera virtual, llegar a una gran cantidad de personas de todo el país, llevando información importante, relacionada a todo tipo de enfermedades, su prevención y de otros temas”.
Por su parte, la lideresa indígena ngöbe de Coto Brus, Zelmira Pérez Hernández, valora que: “el proyecto del Dr. Jorge Vargas ha sido de mucha importancia, ya que con él hemos trabajado muchísimos años de forma muy clara (…) Se le brinda a la comunidad la información tanto en lengua materna como en español, siempre tratando la prevención de la salud.”
Debido a la pandemia, todo el proceso lo tuvieron que adaptar a la virtualidad produciendo videos, pódcast e infografías. Todos estos productos están colocados en las páginas del Facebook, Instagram y Youtube del proyecto y están en proceso de iniciar un nuevo pódcast.
La visión de este TCU es llegar a más comunidades y para eso es necesario volver responsablemente a la presencialidad. Así lo concluyó el Dr. Vargas: “Este TCU fue uno de los primeros en la Universidad que en la Vicerrectoría de Acción Social tuvo permiso para salir, porque nosotros necesitábamos ir a comunidad indígena. Una de las cosas más importantes sobre todo en las comunidades indígenas es el cara a cara, si usted no habla con ellos de frente no hay una formalidad, necesitamos esa formalidad”.
¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN NO FORMAL?
Según Manuel Enrique Luján Ferrer, docente de la Escuela de Administración Educativa de la UCR “es una disciplina aplicada al campo de los procesos socioeducativos; su ámbito de acción implica diseñar, organizar, ejecutar y evaluar actividades educativas con el propósito de mejorar las condiciones de vida de diversos grupos humanos, mediante procedimientos participativos promotores de transformaciones individuales y colectivas”.
Por su parte, el asesor de TCU Edgar Chacón agrega que: “es uno de los medios por los cuales la acción social de la Universidad de Costa Rica construye conocimientos con las poblaciones que no tienen acceso a títulos y grados universitarios. Es una forma de construir conocimientos en cuanto a salud, agricultura por ejemplo, capacidades, en fin, habilidades para que las personas con las que se participan en estos puedan tener acceso a mejores condiciones de vida, su calidad de vida”.
Si usted después de haber escuchado, leído u observado las propuestas de los 25 partidos políticos que luchan por la Presidencia de la República 2022-2026 en diferentes formatos tiene muchas dudas sobre cómo cumplirán con sus promesas, o de dónde sacarán los recursos financieros para hacer lo que anuncian, o si tras de ver debates, leer planes de gobierno o ver anuncios sigue sin comprender bien las implicaciones ocultas en lo que ofrecen, no se preocupe.
Desde el Trabajo Comunal Universitario (TCU) Dialogando el Presente de la Universidad de Costa Rica, surge la revista Voto informado con apoyo de la plataforma UCR Electoral. Dicha revista abordará las propuestas contenidas en los planes de gobierno de las 25 personas postuladas para concursar por la Presidencia del país en ocho ejes temáticos: 1) política económica, reactivación económica, empleo y pobreza, 2) arte, cultura, deporte y recreación, 3) reformas al Estado, instituciones públicas, 4) transparencia y corrupción, 5) ordenamiento territorial, 6) educación, ciencia y tecnología, 7) Ambiente y 8) seguridad y salud. Pese a ello, tendrá nueve ediciones, ya que el primer eje temático se publicará en dos partes, donde en la primera se abordarán las políticas económicas, y en la segunda la reactivación económica, el empleo y la pobreza.
Además de presentar las propuestas en un lenguaje de fácil comprensión, se presenta el contexto, la metodología, de dónde se obtendrá el financiamiento para realizar lo expuesto en dichos planes, y su fundamentación legal, económica, jurídica, ambiental o de otra índole que la haga viable y posible, siendo así que se dejan por fuera del análisis aquellas propuestas que no son concretas en esos parámetros.
La coordinadora del TCU de marras y docente de la escuela de Ciencias Políticas, Rebeca Gu Navarro, detalló cómo fue todo el proceso de trabajo con el estudiantado en medio de una modalidad virtual exigida por el contexto sanitario actual. «Desde el TCU trabajamos desde el proceso socioeducativo con apoyo a la política, se trabajó con los estudiantes con el fin de sacar un producto, finalizando el año junto con un grupo de estudiantes sacamos un grupo de ejes temáticos y cada quien se repartió las propuestas de un partido político por eje temático».
Para Gu Navarro todo producto que ayudase a enriquecer la iniciativa y que aportase insumos era válido «Desde el año pasado el grupo de estudiantes fue sintetizar la información, luego se habló del formato, se unió la FEUCR (Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica), el proceso ha sido trabajo en línea, con discusión, comunicación, complemento con otros productos como los debates, los Diálogos desde los territorios, los conversatorios…Acá hemos hecho alianza con el CIEP, teníamos otra iniciativa como Diálogos Territoriales, todo giraba cómo pensar la política desde la ciudadanía y no desde los escenarios tradicionales. Le hemos venido dando seguimiento al trabajo, hay un compromiso, no sustituye los planes pero sí condensa con el criterio operativo, cómo, de dónde se iban a obtener los recursos, y cuál iba a ser el procedimiento, así como un criterio de viabilidad».
Finalmente Gu Navarro negó que durante el proceso se hubiera llamado a los partidos para evacuar ninguna duda sobre los planes de gobierno, ya que para ella los documentos debían ser lo suficientemente comprensibles por sí mismos como para que no quedara más que resumir lo propuesto.
Usted puede presenciar el lanzamiento de la iniciativa por el Facebook Live de la FEUCR a partir de este viernes a las 11:30 am, o puede sintonizar las transmisiones de lanzamiento de las siguientes ediciones los lunes, miércoles y viernes hasta el 2 de febrero. Puede consultar los ejemplares disponibles en el sitio https://linktr.ee/VotoInformadoUCR
El TCU 607 Comer Orgánico de la Escuela de Sociología de la UCR lanzó su podcast en el que se tratan temas relacionados a la economía social solidaria, la agricultura orgánica, la eficiencia energética y la gestión de bienes comunes.
Cada semana se comparte un episodio de aproximadamente veinte minutos en el que se conversa con personas invitadas relacionadas al tema tratado, la mayoría personas de organizaciones con las que el TCU ha trabajado estrechamente.
El podcast se llama “Hablando orgánico” tomado del nombre del TCU, Comer Orgánico, pero en este caso haciendo referencia al medio oral por el cual se compartirá esta información. En el término orgánico, al igual que en el TCU, se involucran otros factores que van más allá de la comida orgánica… es todo aquello relacionado a un estilo de vida más amigable con el medio ambiente, más natural, con una economía solidaria.
Los primeros cuatro episodios cubren los temas de economía social solidaria, acción social en comunidades, turismo social y productos orgánicos. Se contó con la participación de Yasy Morales, coordinadora del TCU, y de Minor Cordero, de la Vicerrectoría de Acción Social, entre otros invitados e invitadas.
“Valoramos importante dar a conocer las experiencias que se acompañan o temáticas que se desarrollan desde proyectos de Acción Social de una universidad pública comprometida con el bienestar de muy diversas poblaciones, en muchos casos, vulnerabilizadas. Estas experiencias pueden inspirar a otras personas y organizaciones, o permitir generar alianzas o articulaciones que las potencien. Comprender que existen otros modos diferentes de convivir, de trabajar y de responder a las necesidades económicas y sociales que tenemos las personas (lejos de experiencias de explotación de la naturaleza y de los seres humanos), nos aporta otros conocimientos y herramientas para responder a los retos que estamos enfrentando como sociedad”, comentó Yasy Morales, coordinadora del TCU Comer Orgánico.
El podcast es una iniciativa de los y las estudiantes del TCU quienes se interesaron por crear un nuevo formato de difusión que mejore la comunicación de los proyectos en los que trabajan, y además, extienda el alcance del aprendizaje sobre prácticas sociales solidarias.
Emanuel Castillo, estudiante de Derecho y Trabajo Social expuso: “Este proyecto nace de la necesidad de informar acerca de los temas relacionados con la Economía Social Solidaria, principalmente del entendimiento de su concepto, las prácticas que actualmente hay en Costa Rica, las oportunidades de mejora y todo aquello que engloba este tema: la solidaridad, la mutualidad y la cooperación son algunos de estos principios que práctica la ESS.”
El TCU Comer Orgánico tiene como objetivo fortalecer, mediante la participación estudiantil universitaria, las distintas iniciativas generadas por los grupos de la sociedad civil e instituciones públicas a nivel nacional en el campo de la agricultura orgánica, las energías limpias, la economía social solidaria y la gestión de bienes comunes, con el fin de que logren sostenibilidad y un mayor impacto socioeconómico y ambiental.
El podcast está disponible en Spotify con el nombre “Hablando Orgánico” con episodios nuevos y personas invitadas cada semana, también se puede escuchar en la plataforma de Radio UCR.
Desde los proyectos TCU-666 Dialogando el Presente y TCU-590 Kioscos Socioambientales se les invitan a participar de la presentación de Resultados Diagnóstico comunitario de territorios y poblaciones vulnerabilizadas en el marco de la pandemia; y de la presentación de la Radionovela Frijolar
Se llevará a cabo el día martes 01 de junio, a las 10:00 a.m. a 12:00 m.d. se transmitirá vía Facebook Live: Programa Kioscos Socioambientales
Compartido con SURCOS por Dylanna Rodríguez Muñoz.
El equipo participante de este espacio radiofónico forma parte de la comunidad nacional con discapacidad psicosocial, población con alguna condición cognitiva, intelectual o psíquica que afecta su desarrollo personal y social.
«Podemos Volar» celebró el año anterior su noveno aniversario de forma presencial, lamentablemente la celebración de sus diez años se ha visto pospuesta a causa de la pandemia. Foto cortesía del Facebook de «Podemos Volar».
El 14 de febrero del 2011 tuvo lugar la primera transmisión de Podemos Volar, un programa de radio único en Centroamérica y cuyo propósito ha sido brindar voz a una de las poblaciones que históricamente ha sido silenciada, la comunidad con discapacidad psicosocial.
Este proyecto empezó a gestarse en el año 2010, cuando los entonces estudiantes Andrés Dinartes Bogantes (ahora coordinador de la iniciativa) y Adrián Solís Rojas, tuvieron la idea de aplicar la psicología clínica a un ámbito más cercano a lo social.
Para esto se inspiraron en el trabajo de las radios la Colifata (Argentina) y Vilardevoz (Uruguay), ya que estas producían programas que contaban con la participación de pacientes psiquiátricos.
“Yo había realizado mi práctica de intervención en crisis en el Hospital Nacional Psiquiátrico, entonces tenía el contacto de quien fuera en ese entonces mi supervisora, la psicóloga Sandra Rivera. Con ella nos comunicamos en primera instancia para poder iniciar el proyecto”, explica Dinartes.
El proceso de diálogo para la aprobación del proyecto tomó aproximadamente un año, por lo que a finales del 2010 y ya con el visto bueno por parte del hospital se iniciaron las pláticas con Radio U de la Universidad de Costa Rica (UCR) para la transmisión del programa.
“Es un acontecimiento para romper estigmas, para romper ideas preconcebidas sobre lo que es la intervención en psicología y en salud mental. Este espacio también es un lugar para romper estigmas de lo que entendemos por locura”, describe el psicólogo.
Dinartes también explica que es muy importante que las y los pacientes sean también quienes dirigen la transmisión y escogen los temas que se van a abordar, esto debido a la gran cantidad de mecanismos de exclusión a los que están expuestos.
“Podemos Volar” se destaca por ser un espacio innovador en lo referente a la intervención en salud mental comunitaria, además de volverse un ente crítico frente a las instituciones más conservadoras con respecto a la atención de esta temática.
“Con diez años de trabajo le estamos demostrando a las personas que este es un proyecto serio, que quienes lo iniciamos, lo hicimos de una manera comprometida y con una visión crítica de la salud mental”, comentó Dinartes.
Actualmente “Podemos Volar” es un Trabajo Comunal Universitario (TCU) que se ejecuta entre la Escuela de Psicología y el Sistema Radiofónico de la UCR, y según su coordinador asegura que “no va para atrás, solo sigue hacia adelante”.
Las sesiones de grabación y discución se realizan actualmente de manera virtual. Foto cortesía Facebook de «Podemos Volar».
Sus protagonistas
Soledad Herrera Rapela es una de las locutoras del espacio y forma parte del proyecto desde el 2012. Cuando supo de la existencia de un programa de radio dentro del hospital se interesó en participar porque este tipo de espacios siempre le han llamado la atención.
“A mí en aquel momento me llamó muchísimo la atención porque yo ya había tenido experiencias radiales antes”, dijo la locutora.
Herrera, se muestra muy satisfecha con la experiencia vivida en esta iniciativa, la cual asegura «la ha hecho feliz, ya que es un espacio para compartir, escuchar y crear proyectos».
“Es un trabajo de equipo, me gusta mucho la forma en la que trabaja Andrés (Dinartes Bogantes) porque es todo muy horizontal… a todos ellos los veo como mi segunda familia”, afirmó la locutora.
Otro de los locutores es Juan Salazar Abarca, quien se incorporó al equipo del espacio radiofónico hace apenas un año, luego de conocer sobre la iniciativa por medio de Soledad.
“Ser locutor me ha ayudado mucho, porque uno expresa lo que siente, tal vez una persona que nunca ha estado en el Hospital Nacional Psiquiátrico no se imagina como es”, concluyó Salazar.
Podemos Volar se transmite todos los lunes a las 4:00 p.m en las frecuencias 101.9 f.m y 870 a.m de las Radiomiosoras UCR.
David Esteban Chacón León Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información, UCR.
El Trabajo Comunal Universitario “Estrategias frente el desempleo: conectando actores e iniciativas” y la Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica (UCR) invitan al café virtual “Diálogo, vivencias y retos de Presupuestos Participativos en virtualidad” a realizarse el próximo 05 de diciembre a las 2:00 pm.
La actividad contará con la participación de representantes de las Asociaciones de Desarrollo de Cantonal de Acosta, docentes y estudiantes de la UCR, y se transmitirá vía Zoom y Facebook Live.
Los protocolos se adecuaron a los más de 70 deportes y actividades recreativas que se realizan en el país
Los protocolos específicos realizados por estudiantes de la UCR, involucran los tres tipos de actividades: entrenamiento, recreación y competencia; y en tres momentos: el antes, el durante y el después. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
¿Qué medidas se deben seguir en las instalaciones deportivas y de actividades recreativas cuando abran al público?
Establecerlas, es una tarea que han asumido estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR), debido al cierre de estos espacios en marzo por la pandemia del COVID-19.
En Costa Rica se realizan más de 70 deportes y actividades recreativas, para las cuales los alumnos del Trabajo Comunal Universitario de la Escuela de Ingeniería Industrial “TC-487 Estrategias interdisciplinarias para el fortalecimiento de la gestión de actores sociales” han colaborado en el diseño del Protocolo Específico para Actividades Deportivas y Recreativas, de acuerdo con los reglamentos del Ministerio de Salud.
El cierre de las instalaciones deportivas y de recreación en el país incluyó parques, polideportivos y centros municipales, entre otros. Sin embargo, ante su eventual apertura, las instalaciones deben contar con lineamientos que se ajusten al tipo de deporte, la cantidad de personas involucradas y la condición de la edificación. Por esta razón, los universitarios contribuyeron en la versión estándar del protocolo para cada una de las prácticas.
“Agradezco muchísimo la participación de la UCR, porque permite que nuestro trabajo sea cada vez mejor. Para nosotros estos protocolos son muy importantes,ya que no solo evaluamos la apertura de las actividades, sino que nos ayudan para las negociaciones respectivas y además, generan datos que nos van orientar en la toma de decisiones”.
Hernán Solano, Ministro de Deporte.
La participación de los estudiantes del TC-487 ha significado un aporte a la política pública de Costa Rica con procesos de sistematización, estructuración y trazabilidad adaptados a la nueva normalidad para la ejecución por parte del despacho del Ministro del Deporte (Midepor) y el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder).
Estas instituciones siguieron de cerca dicho proceso, brindando acompañamiento y retroalimentación constante a los estudiantes, a través de reuniones virtuales. En ellas, también participan la Comisión Técnica Asesora integrada por profesionales de la Escuela Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (UNA), Asetec-ITCR y el Ministerio de Educación Pública (MEP).
“Para nosotros ha sido un proceso muy enriquecedor. Hicimos un protocolo desde la perspectiva del usuario, en el que se integran a las personas, tomando en cuenta el rol de los diferentes actores involucrados desde el equipo técnico, los auxiliares, etc.”, señaló María Laura Arguedas, estudiante de Ingeniería Industrial de la Sede Interuniversitaria de Alajuela de la UCR.
Este trabajo se deriva del esfuerzo conjunto que han hecho docentes de la Escuela de Administración Pública, la Escuela de Geografía y la Escuela de Ingeniería Industrial junto con Instituto Nacional de Normas Técnicas (Inteco) en la creación del Documento Normativo que contiene los requisitos para la creación de los Protocolos Sectoriales de Salud.
En dichos protocolos sectoriales, también participan miembros del TC-487, al que pertenecen estudiantes de la carrera de Ingeniería Industrial, Contaduría Pública, Medicina, Ingeniería Eléctrica y Antropología de la UCR.
Deporte y prevención
Entre las características que se destacan del Protocolo Específico para Actividades Deportivas y Recreativas, está la inclusión de una Matriz de Riesgos, donde se valora qué tan seguro es que una actividad física se desarrolle en un espacio cerrado o abierto, dependiendo si tiene contacto físico o no.
“La matriz va a ser un insumo para que los Comités Cantonales, junto con el Midepor y el Icoder, decidan si aprobar la apertura de un deporte en esa instalación, según las etapas de evolución de la pandemia en el país. También, ayudará a definir si se puede pasar a un nivel de competencia o si quedarse en el entrenamiento”, comentó Georgina González, docente de Ingeniería Industrial y encargada del TC-487.
Asimismo, cuentan con la incorporación de la Big Data por medio de un Registro Electrónico para el control y la trazabilidad de las personas que practican deporte en caso de contraer COVID-19. De tal forma que, funcionará como un gran repositorio para el Icoder.
¿Cuál es la rutina de un deportista? Sale de su casa (zona que representa su descanso o recuperación física), se traslada al centro de entrenamiento, practica y regresa a su hogar. Este fue solo uno de los aspectos tomados en cuenta para la elaboración de los protocolos. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Los estudiantes del TC-487 construyeron estos documentos al poner en práctica sus habilidades y conocimientos académicos. Además, realizaron una investigación profunda de los protocolos deportivos que se aplican en otros países, con el fin de analizar si habían lineamientos que podrían aplicarse en Costa Rica.
“Los alumnos desarrollan su pensamiento crítico, la capacidad de recibir retroalimentación y a la vez, se apropian del aprendizaje de la carrera, porque practican la desapropiación de su trabajo, sabiendo que hay que modificarlo si es necesario”, comentó González.
De acuerdo con la docente, una vez entregada la versión final de los protocolos específicos, el equipo del TC-487 tiene interés de crear una aplicación que consolide todos los protocolos del sector para el acceso de los posibles usuarios, y que le facilite al Icoder la trazabilidad y el seguimiento de su implementación en cada Comité Cantonal.
Además, de una campaña de comunicación pregrabada para que esté presente en los Comités Cantonales del país.
“El objetivo de la campaña será que toda persona que llegue a un polideportivoconozca estos protocolos, los cumpla y que se conviertan en parte de su ADN. También, estamos pensando en que los estudiantes hagan capacitaciones para que los funcionarios tengan clara toda la información y sepan cómo se ejecuta”, indicó González.
En setiembre, los estudiantes de este Trabajo Comunal Universitario asistiran la realización de protocolos para el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y para la Unidad Estratégica de Negocios de Administración de Proyectos de la Unidad Técnica de Perforación de Pozos del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) de manera que se adapten a la coyuntura actual de pandemia y garanticen la seguridad sanitaria de los establecimientos en ambas instituciones.
Valeria García Bravo Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información
Estudiantes del Trabajo Comunal Universitario «Comer Orgánico» están trabajando en una base de datos en conjunto con emprendedores, productores y comercializadores de diferentes partes del país.