UCR: Mujeres turrialbeñas enfrentan el reto de emprender con la asesoría de un Trabajo Comunal Universitario
Grupo de 20 microempresarias se capacitan en crear y administrar su negocio
Este proyecto de acción social de la Sede del Atlántico les permite convertir una pequeña venta artesanal en una prometedora fuente de ingresos
A Seidy Loaiza Fuentes, vecina de San Juan Norte, un pueblo en las afueras de Turrialba, siempre le ha encantado la cocina. Tenía su propia soda-restaurante, pero con la pandemia tuvo demasiadas pérdidas y no le quedó otra opción: debió cerrar su negocio. A pesar de esta situación, su espíritu emprendedor y de resiliencia la llevó a empezar a vender queques y repostería para colaborar económicamente con su familia en medio de esa crisis económica personal y nacional.
Este año, doña Seidy escuchó por medio de unas amigas que la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR) iba a llegar a su comunidad a dar “unas charlas” de emprendimiento para personas como ella. Fue así como decidió inscribirse en el proyecto Apoyo y fortalecimiento al sector empresarial del cantón de Turrialba, (más conocido como Gestionando tu Empresa), un Trabajo Comunal Universitario (TCU-786) que fomenta el emprendedurismo femenino para crear, desarrollar y fortalecer diferentes ideas de negocio.
Ella, junto con un grupo de 20 señoras, empezó a recibir los cursos que imparte este programa, liderado por la profesora Andrea Cedeño Ramírez, coordinadora de la carrera de Bachillerato y Licenciatura en Contaduría Pública en esa sede. Esta docente y un pequeño grupo de estudiantes ofrecieron capacitaciones dos veces por semana, durante cuatro semanas, en gestión empresarial. El objetivo: empoderar a las participantes con herramientas necesarias para consolidar sus emprendimientos.
La necesidad de este proyecto se identificó a través de un estudio de regionalización, que señaló la importancia de brindar apoyo a las mujeres emprendedoras de Turrialba. Cedeño explicó que el objetivo principal es dotarlas de conocimientos y destrezas en áreas como mercadeo, sostenibilidad, costos y redes sociales.
Andrea Cedeño Ramírez, coordinadora del TCU-786
El éxito del programa se refleja en la respuesta de las participantes. La docente comentó que, a pesar de los desafíos que normalmente enfrenta la asistencia en estos proyectos, en esta ocasión las participantes fueron muy constantes. Este compromiso permitió que las emprendedoras se empoderaran más fácilmente y fortalecieran sus habilidades.
Y la fórmula dio resultado. Tanto doña Seidy como varias de sus compañeras aseguraron que lo más valioso de esta experiencia fue aprender a realizar tareas propias de una pequeña empresa, como saber cuál es el valor adecuado para vender sus productos en el mercado local, tener conocimientos básicos de contabilidad e, incluso, el posicionamiento de sus creaciones y de su marca en las redes sociales.
Emprendedoras turrialbeñas opinan sobre el beneficio del TCU para sus negocios
Aprendizaje en 360°
Una de las estudiantes que matriculó el TCU es María Laura Morales Villalta, estudiante de cuarto año de la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sostenible de la Sede del Atlántico. Para ella es muy importante que el estudiantado interactúe y aporte todo su conocimiento a las participantes.
La estudiante señaló que esta experiencia no solo beneficia a las emprendedoras, sino que también fortalece su propia formación profesional y la de sus compañeros.
Además, Morales detalló que este tipo de TCU la prepara para enfrentar los retos que se avecinarán como profesional, al tiempo que le permite desarrollar habilidades blandas, como la transmisión de conocimientos, el empoderamiento y la exposición de ideas a grupos pequeños.
María Laura Morales Villalta, estudiante de Desarrollo Sostenible en la Sede del Atlántico: sus aprendizajes en el TCU
Más allá del certificado
El seguimiento de las participantes no se detiene con la finalización de los talleres. Una vez concluida la etapa de cursos, el equipo del TCU continúa brindando apoyo y asesoría a través de redes sociales, con contenido como consejos y buenas prácticas para que las emprendedoras se mantengan actualizadas.
Otro aspecto a destacar es que el TCU se ha impartido en diversas comunidades turrialbeñas en los últimos años, lo que genera un valor agregado. Esto porque el TCU-786 no solo contribuye al desarrollo económico personal o local al fomentar el emprendedurismo, sino que también genera un impacto social significativo, al empoderar a las mujeres de la zona.
Ahora la iniciativa continúa evolucionando y su meta es expandir su alcance y fortalecer el apoyo que brinda a los diversos sitios de Turrialba para seguir con el cumplimiento de su objetivo: demostrar que la educación y la colaboración pueden ser herramientas poderosas para transformar vidas.
Finalmente, otra de las particularidades y fortalezas que ofrece esta iniciativa es la colaboración entre diversas instituciones locales, como la Municipalidad de Turrialba, el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y la Cámara de Comercio de Turrialba, lo que amplía su convocatoria e impacto.
Así que si usted es de la zona turrialbeña y desea conocer más sobre este proyecto o tener alguna noción de cómo llevarlo a su comunidad, puede comunicarse con la profesora Andrea Cedeño Ramírez al teléfono 2511-9228 o al correo andrea.cedenoramirez@ucr.ac.cr para tener más información.
Asistente de Agenda y Medios – OCI, UCR
Periodista Oficina de Comunicación Institucional; UCR