Un grupo de personas de Piedras Blancas de Osa se movilizó hasta las oficinas del Instituto de Desarrollo Rural (INDER) ubicadas en Río Claro de Golfito, para demandar una solución a la tenencia de la tierra, un lote para contar con una vivienda digna.
La Comisión Sureña informó a SURCOS que “tienen 17 años de posesión del lote no. 24 de la finca conocida como Haciendas del Sur, donde viven dieciséis familias de escasos recursos económicos en una de las zonas más empobrecidas del país, y a pesar de esa situación, no menos de cuatro gobiernos han pasado y ninguno ha resuelto la difícil situación de todas las familias que ahí viven”.
Por eso decidieron hacerse presentes con rótulos demandando a las autoridades del INDER resolver su difícil situación.
Ilustración tomada del documental Botas con Machete.
Es evidente cómo, habiendo un tema tan importante a tratar con las comunidades y grupos de personas campesinas como el gran conflicto por la tenencia de la tierra sea ignorado por la Casa Presidencial.
Olvidan que esos conflictos han estremecido a la Zona Sur y al país en general a lo largo de la historia, y que los más recientes se vienen generando desde hace 2 administraciones atrás hasta el día de hoy.
Esos conflictos aún inconclusos se dan en el Cantón Osa, concretamente en Palmar Sur en las Fincas 2-4 (Cootraosa RL y Changuena) qué impacta a más de 180 familias, y las Fincas 7, 8, 9, 10 con una cantidad similar.
Adicionalmente, otro grupo de ocupantes de terrenos para viviendas en el sector conocido como «Llanuras del Térraba, igualmente en el distrito de Piedras Blancas de Osa otro grupo ubicado en el sector de Finca Puntarenas, además, en el Cantón de Corredores 400 familias ocupantes de terrenos que demandan desde hace no menos de 5 años soluciones de regularización al gobierno para poder trabajar y vivir dignamente. No hay soluciones concretas.
No se puede dejar de mencionar el conflicto en la tierra-territorio de nuestros pueblos originarios en el cantón de Buenos Aires y de China Kichá en la región Brunca, donde se desarrolla una heroica lucha de parte de nuestros hermanos indígenas, con quienes nos identifican principios y valores de lucha por la recuperación no sólo de la tierra y la cultura, sino ideales comunes por construcción de una vida digna y de un mundo mejor.
Igual ocurre con las comunidades de la Península de Osa que reclaman títulos de propiedad y otras demandas.
Lamentamos el despropósito deliberado de exclusión e invisibilización de querer ocultar desde la Casa Presidencial la realidad de nuestros pueblos en la Región Brunca, que, dicho sea de paso, es la más empobrecida de nuestro país según los indicadores de rezago social de las fuentes oficiales de instituciones como el INEC y otras. Su agenda es el mal llamado aeropuerto en las fincas de Palmar Sur, a la par de dos sitios de valor natural y arqueológico, pero a este presidente eso no le interesa.
Pareciera que para Casa Presidencial el conflicto por la tierra es de tal envergadura y ante la incapacidad de resolverlo de parte de los distintos gobiernos y el actual, lo mejor es ni mencionarlo o reunirse con unos pocos y marginar a otros, como podemos observar en la agenda que desarrollará el séquito presidencial a partir de este viernes 17 de febrero y hasta el 21 de este mes.
Desde la Comisión Sureña le proponemos al señor presidente de la República, Rodrigo Chaves, crear de inmediato una gran mesa de trabajo con representantes de todos los trabajadores de la tierra nombrados por sus organizaciones, que permita encontrar y resolver el gran conflicto por la recuperación y tenencia de la tierra-territorio y trabajemos un plan de desarrollo integral de nuestra Zona Sur que nos libere de la miseria que hoy nos oprime, paradójicamente, en medio de la gran riqueza natural y humana que alberga nuestra región.
-La propuesta conocida como 30×30 es catalogada por cientos de organizaciones a nivel global como una grave amenaza para los pueblos indígenas y comunidades locales.
Coecoceiba Amigos de la Tierra Costa Rica y la Red de Coordinación en Biodiversidad. 11 de diciembre de 2022.
Montreal, Canadá. 10-12-2022. Esta semana dio inicio la #COP15 del Convenio de Diversidad Biológica (CBD) la cual se celebrará del 7 al 19 de diciembre en Montreal Canadá. En esta cumbre organizaciones internacionales referentes han desarrollado una acción en favor de la justicia para defensores ambientales y pueblos indígenas. Mediante fotografías de activistas y defensores asesinados se recogieron las demandas de justicia para los indígenas costarricenses Sergio Rojas y Jerhy Rivera, asesinados en 2019 y 2020 respectivamente. Ambos crímenes siguen en impunidad pese a que se desarrollaron en medio de la lucha por la recuperación legítima de la tierra de los pueblos indígenas costarricenses.
Otra de las noticias sobre la COP15 resalta la cooptación empresarial en las negociaciones del Marco Global de Biodiversidad, es así como avanzan unos esquemas de negocio disfrazados de soluciones a la crisis de la biodiversidad. Dentro de las negociaciones de la CBD se hablan de políticas globales que ponen aún más en riesgo a los pueblos indígenas. Que dicho sea de paso viven en zonas de alta biodiversidad y hay evidencia la salud de los ecosistemas es gracias a la interacción de estas poblaciones que logran conservar de manera efectiva la biodiversidad.
Preocupa la “Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas” copresidida por el Gobierno de Costa Rica y el de Francia para impulsar la supuesta conservación del 30% del área de las tierras y océanos para el 2030. La propuesta conocida como 30×30 es catalogada por cientos de organizaciones a nivel global como una grave amenaza para los pueblos indígenas y comunidades locales, debido a que esa supuesta conservación de la biodiversidad sin las comunidades que han habitado y cuidado verdaderamente estas áreas. Las cuales podrían ser desalojadas, perseguidas o ver aún más mancillados sus derechos.
Isaac Rojas, Coordinador del programa de Bosques y Biodiversidad de Amigos de la Tierra Internacional de Coecoceiba Costa Rica añade: “Poner a las empresas en su lugar permitiría que las soluciones a la pérdida de biodiversidad lideradas por los pueblos volvieran a tomar impulso.
Los Pueblos Indígenas y comunidades locales protegen el 80% de la biodiversidad que existe, a menudo defendiéndola con sus vidas. Preservar la biodiversidad va de la mano de tomarse en serio a los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales y sus derechos humanos y de tenencia de la tierra”.