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Etiqueta: territorios costeros

Comunidades cercadas por monocultivos señalan abandono y vulnerabilidad en contexto de pandemia

El diagnóstico comunitario sobre territorios y poblaciones vulnerabilizadas en el marco de la pandemia, es una iniciativa del Decanato de Ciencias Sociales, la Escuela de Ciencias Políticas, el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos, el Programa Kioscos Socioambientales y la Regional Chorotega del Instituto Nacional de Aprendizaje.

Comunidades cercadas por monocultivos señalan abandono y vulnerabilidad en contexto de pandemia

Costa Rica es reconocida internacionalmente por su imagen de país verde e iniciativas en temas de cambio climático y de protección del medio ambiente, incluso en 2019 obtuvo el galardón “Campeones de la Tierra” entregado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, muchos territorios y poblaciones viven diariamente fuertes afectaciones ambientales, sanitarias, laborales y comunitarias, vinculadas con los monocultivos, principalmente de piña, banano, caña de azúcar y palma africana.

Las empresas transnacionales del sector agroindustrial con una especie de empatía estatal, se han dedicado a contaminar mantos acuíferos, ríos, tierras, el aire, al tiempo que generan vínculos laborales violatorios de derechos, según han señalado durante años sectores ecologistas, comunitarios y académicos.

El Diagnóstico comunitario del COVID-19 en territorios y poblaciones vulnerabilizadas, impulsado por proyectos de Acción social de la UCR y el INA Región Chorotega, profundiza en la forma en la que estos conflictos históricos se manifiestan durante el contexto de la pandemia, “los problemas con las piñeras se han dado desde siempre. Están destruyendo el paisaje”– enfatiza Marta Mejía vecina de Medio Queso de Los Chiles, en la Zona Norte, reforzando que la transformación de los territorios y de las formas de vida, vienen sucediendo hace más de tres décadas con el impulso de este modelo de producción.

La contratación de mano de obra barata y deficientes regulaciones ambientales así como el seguimiento de las instituciones pertinentes en torno al uso de la tierra y de agroquímicos, hacen de Costa Rica un escenario atractivo para los monocultivos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, estableció que el país es el número uno en el uso de estas sustancias por hectárea (FAO, 2020), es decir, Costa Rica es el país más fumigado con agrotóxicos en el mundo. Esta falta de regulaciones pero sobre todo la bondad gubernamental hacia el sector privado, no sólo pone en cuestionamiento el ideal de “país verde”, sino que además afecta a las personas trabajadoras, ya que los controles sobre el cumplimiento de derechos laborales y medidas sanitarias es ineficiente.

La pandemia no solo ha incrementado la vulnerabilidad en términos de salud para las personas trabajadoras de este sector, también ha tenido un importante impacto económico para estas comunidades empobrecidas cuya economía está supeditada a la agroindustria y sus cadenas de valor.

Mayor vulnerabilidad durante la pandemia

En tiempos de pandemia, las problemáticas se acrecientan, y el hecho de no tener condiciones laborales propicias, se suma al incumplimiento por parte de las empresas al acatamiento de las medidas sanitarias dictadas por el Ministerio de Salud. Según Evelia Pineda vecina de Los Chiles, “a las personas trabajadoras no se les provee con tapabocas, y no hay utensilios de limpieza e higiene en las plantaciones”, señala con preocupación.

La pandemia no solo ha incrementado la vulnerabilidad en términos de salud para las personas trabajadoras de este sector, también ha tenido un importante impacto económico para las familias, “he escuchado de problemas de pago a las personas trabajadores bajo la excusa de la pandemia”- señala Vicenta, vecina de Upala. Estos dos factores unidos resultan en una fórmula que condensa la desigualdad territorial de las regiones que históricamente han presentado mayores índices de empobrecimiento.

Algunas organizaciones comunitarias, han intentado ser vigilantes de estas empresas, no obstante, como señala Erlinda Quesada de la comunidad de Guácimo, “las empresas dicen que cumplen con los protocolos pero cuando se ha llegado a verificar si eso es verdad, el acceso no es permitido”, mientras continúan otras irregularidades usuales por parte de esas transnacionales, “las empresas esconden a los trabajadores porque no cumplen con las medidas sanitarias”, cuenta René Álvarez recuperador de tierra en Medio Queso, Los Chiles, situación que se presenta de forma similar en Upala, según indica Francisca Wilson “en los cultivos de naranja lo que hicieron fue regresar a las personas enfermas y no reportar los casos. La empresa no la cerraron.”

Según los datos recopilados por el proceso diagnóstico, muchas comunidades identifican una desatención por parte de las instituciones frente a la garantía de condiciones dignas y salubres de trabajo y de vida en general. Sobre esto, se señala que no se han vuelto a ver funcionarios públicos haciendo inspecciones, lo cual agrava las situaciones de irregularidad. En lo cotidiano, la falta de controles provocan que muchas personas trabajen en condiciones deficientes y estén expuestas, por ejemplo, a problemas respiratorios, lo cual puede convertirse en un agravante si se contagian de Covid-19. Sin embargo, no son solo los controles sobre la aplicación de las medidas específicas frente a la pandemia, también se hace hincapié en las afectaciones a la salud que estaban presentes antes de este contexto, relacionadas principalmente con el uso de agrotóxicos y limitación del acceso al agua para muchas comunidades.

Múltiples dimensiones de la problemática

En las plantaciones de monocultivos la mayoría de las personas trabajadoras son migrantes, indocumentadas que dependen del trabajo día a día para solventar mínimamente las necesidades básicas de sus familias, aunque el pago recibido no alcanza para una vida digna, así se trabaje de sol a sol.

Por otro lado, para las mujeres, el contexto pandémico ha profundizado las desigualdades y las violencias, pues les han tocado asumir dobles y triples jornadas laborales dentro del hogar, “al principio fue difícil, porque la mujer está acostumbrada hacer todo en la casa, y ahora tiene que también ver a los niños y a su compañero en casa, el cual no hace nada, es terrible”, cuenta Yamileth vecina de Upala, ama de casa y agricultora. Aunque también, se reconoce que las mujeres han sido resilientes, generando nuevas formas de intercambio y producción, más solidaridad y menos lucro.

Sin lugar a dudas, el panorama que nos arroja el diagnóstico nos desafía como sociedad y como universidad, a seguir construyendo alternativas para la transformación.

Instancias de la UCR y el INA-Región Chorotega divulgan datos del diagnóstico comunitario en el marco de la pandemia

El Decanato de Ciencias Sociales, el Programa de Kioscos Socioambientales, la Escuela de Ciencias Políticas y el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica y en vinculación con el Instituto Nacional de Aprendizaje de la Región Chorotega, desde marzo de 2020 han iniciado un proceso de diagnóstico comunitario con la finalidad de conocer los impactos e implicaciones que la pandemia ha tenido en diversos territorios del país y en organizaciones de comunales.

Las docentes coordinadoras de dicho proyecto, Dylanna Rodríguez y Rebeca Gu de los proyectos TC-590 Fortalecimiento de procesos de articulación con actores sociales y comunitarios en torno a conflictos socio-ambientales específicos en el territorio nacional y TC-666 Dialogando el presente: recuperando la memoria de organizaciones políticas subalternas y respectivamente, señalan que el contexto de pandemia en el que se encuentra el país desde hace ya 5 meses, ha presentado diversos desafíos para la sociedad y como Universidad Pública, de ahí la importancia de esta iniciativa de diagnóstico comunitario, el cual tiene con fin “el conocer cómo distintos territorios costeros, indígenas, transfronterizos y campesinos, enfrentan la pandemia, así como las diversas implicaciones a nivel familiar, laboral, comunitario, organizativo, educativo que esta situación ha generado”, enfatizó Gu.

Desde que esta iniciativa dio sus primeros pasos, se le ha externado la invitación de participar a diversos proyectos de Acción Social, lo que ha dado como resultado la vinculación de 11 Proyectos de esta índole, 2 Programas y 1 práctica profesional de la carrera de Trabajo Social así como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) de la Región Chorotega, “hacen que sea posible abarcar una mayoritaria parte de territorios y generar insumos, propuestas y líneas de acción que respondan a las realidades y necesidades de esos territorios diversos, cultural, socioeconómica y organizativamente” señaló Rodríguez.

“Los medios de comunicación se han encargado de mantenernos al instante, minuto a minuto, en relación con aquello que acontece sobre todo en el valle central, pero poco se habla de los territorios campesinos, transfronterizos, indígenas y costeros, a menos que sea para criminalizar, revictimizar y vulnerabilizar a sus poblaciones, principalmente si se trata de personas migrantes” señalan las coordinadoras del proyecto.

Para Rodríguez y Gu, este proyecto representa una alternativa para posicionar reflexiones que se tejen desde los territorios y permitan visibilizar las realidades negadas y, a la vez, responder al gran desafío que implica para la Acción Social, la Investigación y la docencia el vínculo que se genera desde su quehacer con esos territorios. Asimismo, este diagnóstico permite visibilizar y concientizar sobre las violencias que se siguen gestando en los territorios, y que se hacen más evidentes en este contexto.

Algunos de los primeros resultados del diagnóstico, se dan a conocer a través de un video https://www.youtube.com/watch?v=UOK9IHbJj50&feature=youtu.be

Para mayor información, comunicarse al correo electrónico: tcukioscossocioambientales@gmail.com

Primeros resultados del diagnóstico comunitario en el marco de la pandemia

Como una iniciativa del Programa Kioscos Socioambientales, el Centro de Investigaciones en Estudios Políticos (CIEP) y algunos Trabajos Comunales Universitarios para conocer las implicaciones comunitarias, familiares, laborales y socioproductivas para los territorios indígenas, campesinos y costeros, así como poblaciones en condiciones de vulnerabilidad, en el marco de la pandemia por el virus Covid-19.

Compartimos los primeros resultados del diagnóstico:

Retos en la gestión del agua, una preocupación permanente desde las Asadas de territorios costeros

Con una pichinga de agua de 20 litros todos los días se abastecen las familias de Isla Caballo

Retos en la gestion del agua UNA

Preocupados, por el alto grado de contaminación y escasez del recurso hídrico en las zonas costeras del Golfo de Nicoya, un grupo de representantes de las Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales (ASADAS) de las comunidades de Lepanto, Montaña Grande- Isla Venado, Pueblo Nuevo, Cabo Blanco e Isla Caballo manifestaron la urgencia de que las autoridades correspondientes intervengan sobre aquellas condiciones ambientales, políticas y económicas que han obstaculizado el acceso a tan preciado líquido:

Hemos crecido y vivido aquí como muchas otras familias, luchando para lograr el bienestar familiar, y comunitario, sobre todo por la escasez y contaminación del agua. Pero, hoy más que nunca queremos que por favor nos escuchen las autoridades correspondientes, para que se tomen prontas acciones justas y legales que, nos permitan combatir esta realidad que estamos viviendo”, expresó Xinia Rodríguez, presidenta de la ASADA de Pueblo Nuevo de Lepanto.

Retos en la gestion del agua UNA8

Estas preocupaciones fueron expuestas durante el Foro “ASADAS del Golfo de Nicoya en la Gestión Integral del Recurso Hídrico: Una reflexión sobre las nuevas políticas de uso”, llevado a cabo el pasado 24 de mayo en la Sala de Conferencias de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional.

El evento fue organizado por el Programa de Desarrollo Integral de las Comunidades Rurales Costeras del Golfo de Nicoya (PDICRC), con la participación de las expositoras académicas e investigadoras de la Universidad Nacional: Dra. Lindsay Ryan, el MSc. Alvaro Sagot de la Universidad de Costa Rica, la MSc Cecilia Martínez representante de Acueductos y Alcantarillados, Sra. Olga Zárate, presidenta de la Confederación Nacional de Ligas y Uniones de ASADAS (CONAFLU) y de la Unión de ASADAS de la Península (UNAPEN), así como con la participación de las personas representantes de las comunidades de Isla Caballo, Isla Venado, Montaña Grande, Cabo Blanco, Lepanto y Paquera.

La M.Sc. Silvia Rojas, coordinadora del PDICRC en calidad de moderadora del Foro, plantea la importancia que tiene este tipo de espacios académicos para conocer y analizar interdisciplinariamente las diferentes estrategias implementadas por las ASADAS, el AyA y las universidades en los procesos de gestión del recurso hídrico, tomando en consideración las políticas de uso, como también los contextos socioculturales, los conflictos socioambientales y las amenazas en la protección del agua.

La representante del AyA, MSc. Cecilia Martínez, se refirió a las políticas públicas y las acciones que encausa el AyA para los próximos años, destacando el rol de las ASADAS; “En nuestro rol como rector en materia de prestación de los servicios públicos de abastecimiento de agua potable y saneamiento, el 93.9% de la población cuenta con agua potable en el país, con un nivel institucional implementada por los 1.459 ASADAS existentes”.

Martínez agregó que, a través de la gestión institucional se realiza la prestación de servicios de las ASADAS, que la evaluación y fortalecimiento de las mismas no ha sido una tarea fácil, pues existe toda una cultura de resistencia hacia los nuevos cambios dentro de las políticas de uso, a nivel comunal como institucional: “Estamos trabajando en un acercamiento distinto para fortalecer la misión de las ASADAS, así como las iniciativas vinculadas, tanto a nivel social como territorial, esencialmente el tema de la salud, el impacto a nivel social, la administración del agua potable por medio de las ASADAS que son las que ordenan el territorio”.

Por su parte, Olga Zárate ahondó en la urgente necesidad que tiene el tema de la planificación de la gestión hídrica para los próximos años, así como la conservación de las fuentes de agua: “Asimismo, la importancia del monitoreo de la calidad del agua y visibilizar el trabajo que realizan las ASADAS, y no obstaculizar su desarrollo en las comunidades, porque si no se les integran a las ASADAS en las comunidades, no habrá agua”. Indicó que, las tarifas del agua alcanzan solo para la administración de las mismas: “De ahí la necesidad de buscar recursos para poder ayudar a proteger los mantos acuíferos”.

La Dra. Lindsay Ryan explicó que, a través del Programa de Desarrollo Integral de Comunidades Rurales Costeras del Golfo de Nicoya (PDICRC) de la Universidad Nacional se realizan las acciones de capacitación, asesoría y fortalecimiento de las ASADAS de Lepanto, Montaña Grande- Isla Venado, Pueblo Nuevo, Cabo Blanco e Isla Caballo, en el tema de organización comunitaria y gestión del recurso hídrico: “El PDICRC desde su quehacer promueve espacios de reflexión, capacitación, planificación, investigación y trabajo comunitario e interinstitucional sobre alguna problemática local, y desde hace un año trabajamos, entre otras temáticas, la gestión comunitaria del recurso hídrico en el Golfo y Península de Nicoya, dando el apoyo que se requiere a las comunidades y a las Juntas Directivas de ASADAS que se encuentran con ciertos obstáculos como es el acceso al agua potable en calidad y cantidad”.

Johnny Bolivar, representante de la junta directiva de la ASADA de Isla Venado y Montaña Grande explicó que: “los logros que se han alcanzado en las comunidades costeras en cuanto al mejoramiento de la calidad de vida tiene relación con el esfuerzo comunitario y las asesorías que durante los últimos años les han brindado instituciones como la Universidad Nacional”.

El M.Sc. Álvaro Sagot, amplió su exposición a partir de las luchas y conflictos socioambientales acontecidos en los últimos años en las zonas costeras del país, principalmente relacionados con la cuestionable administración del AyA y la escaza planificación del desarrollo en la zona como de la gestión de permisos de uso hídrico, favoreciendo a la inversión hotelera turística en vez de favorecer el desarrollo de las comunidades, así como el uso de pozos sobrexplotados por la industria hotelera. Al referirse al XIX Informe Estado de la Nación, explica el estado de vulnerabilidad que tienen las comunidades costeras con respecto al uso del recurso hídrico: “Se trata de las situaciones que se vienen dando en el país y de los pronunciamiento de la Sala IV (2009) y (2017-18) con los conflictos suscitados en Sardinal”, por ejemplo.

Lo cierto es que el Foro creó el debate y discusión sobre el poder que poseen las ASADAS para con el desarrollo y el ordenamiento territorial, y que a pesar de sus limitaciones económicas, falta de capacitación y profesionalismo, son un referente para garantizar la existencia de las comunidades, principalmente en aquellos lugares del país donde el AYA no está presente administrando dicho recurso.

Por: Ana Cecilia Espinoza C.

Periodista

 

Ingrese en el siguiente link correspondiente a la página de Facebook del Programa de Desarrollo Integral, Comunidades Rurales Costeras, Golfo de Nicoya, el cual es un programa académico interdisciplinario de la Universidad Nacional que contribuye al fortalecimiento del desarrollo sostenible de las comunidades rurales marino costeras e insulares.

 

 

Enviado por Msc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

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Reflexiones sobre las movilizaciones y resistencias en Costa Rica

Alejandro Alvarado Alcázar y Gloriana Martínez Sánchez

Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica

 

A manera de introducción

Tal como se ha manifestado en los últimos meses, el panorama de la protesta social en Costa Rica muestra una tendencia hacia la reducción en el número de acciones colectivas como resultado de la cercanía del cierre del actual gobierno y el inicio oficial de la campaña presidencial 2014.

En total, durante el mes de septiembre, se presentaron 91 acciones colectivas en las cuales la declaración pública y las protestas callejeras como las huelgas, los paros, las marchas y los bloqueos, fueron las principales formas de protesta social. Igualmente, como ha sucedido en el transcurso del presente año, persisten las y los trabajadores y los distintos grupos organizados locales y regionales como los principales actores colectivos, lo cual también se evidencia en los principales tipos de demanda (Ver Anexo).

En lo que sigue, nos centraremos en reflexionar en torno a tres ejes de conflictualidad de relativa intensidad durante este mes. En primer lugar, la lucha de las y los trabajadores por el pago del ajuste salarial del segundo semestre; segundo, los conflictos relacionados con las malas condiciones en la infraestructura y los servicios públicos en manos del Estado costarricense; y, finalmente, las movilizaciones regionales vinculadas con la defensa de los territorios costeros y fronterizos, por un lado, y la producción nacional de frijoles y maíz, por el otro lado. Cabe mencionar, que ninguno de los ejes desarrollados en este presente informe es “nuevo”, por el contrario, hace a una constante conflictualidad sostenida por distintos actores colectivas frente a la administración Chinchilla.

Conflictos laborales

Durante este mes, la conflictualidad relacionada con la clase trabajadora en el país se centró en el sector municipal, en el cual las y los trabajadores municipales reclamaron el pago del ajuste salarial del segundo semestre. Se registraron distintas medidas de presión, entre ellas el paro de labores y las marchas como parte de las acciones colectivas desarrolladas.

En la Municipalidad de San José, la totalidad de las y los trabajadores, según los reportes de los medios, se declararon en paro ante el impago del ajuste salarial. En este caso, dos días después de iniciada la protesta el concejo municipal votó la aprobación del pago. Cabe señalar, que durante este mes la ANEP se manifestó en contra de la decisión de la Sala Constitucional de eliminar el pago de cesantía sin tope de años laborados para las y los trabajadores de esta municipalidad. En reacción a esto, la organización sindical presentó una denuncian ante la Corte IDH y la Organización Internacional del Trabajo.

Por su parte, en la Municipalidad de Coronado, las y los trabajadores declararon otro paro de labores durante dos días, el 16 y 17 de septiembre, para exigir que el concejo municipal reconociera el pago del ajuste salarial. Las autoridades municipales reaccionaron argumentando problemas financieros para responder con el pago, sin embargo, el día 17, el concejo municipal aprobó el pago. Fuera de la Gran Área Metropolitana, en la Municipalidad de Golfito se registró una huelga de una semana, según los medios consultados, por la misma demanda. La protesta de las y los trabajadores generó la renuncia de la alcaldesa Ana Catón a quien le reclamaron el incumplimiento de compromisos relacionados con el pago de anualidades y el ajuste salarial.

En otros municipios, como los de Aserrí y Alajuela, también se presentaron protestas en reacción a despidos y por la mejora de las condiciones laborales. En Aserrí, el día 23, las y los trabajadores se levantaron en huelga ante el despido de un funcionario de la Junta Vial Cantonal, acción, según denunciaron, injustificada. Mientras tanto, en la Municipalidad de Alajuela, se registró un paro de labores por las malas condiciones en la infraestructura del plantel municipal. El mismo día de la protesta, el director municipal se comprometió con el giro de ¢100 millones de colones para mejorar la infraestructura del plantel municipal.

Otras acciones colectivas se desarrollaron en el sector público, específicamente en el sector salud. El día 10, empleados y empleadas del área de cocina del hospital México implementaron un paro de labores ante el mal estado del área y la falta de plazas para cubrir la demanda del hospital. En este caso, las autoridades institucionales se reunieron con las y los empleados para firmar una serie de acuerdos que pusieran fin a la protesta. La UNDECA, organización sindical que participó en esta protesta, también presentó días después una denuncia pública por las anomalías en el proceso de nombramiento de las plazas en propiedad. Concretamente, denunció que la Caja Costarricense de Seguro Social no asigna las plazas vacantes a las y los empleados en condiciones de interinazgo, si no que las somete a un proceso para que “cualquier otro las ocupe”.

En relación con la conflictualidad sostenida por las y los trabajadores durante este mes, se debe mencionar que prácticamente en la totalidad de los casos las medidas de presión ejercidas fueron acciones de hecho, particularmente el paro. Asimismo, en las acciones colectivas, en el sector municipal y en el sector salud, las protestas terminaron en la consecución de la demanda.

Conflictos sobre infraestructura y servicios públicos

En cuanto a las acciones colectivas vinculadas con los conflictos sobre infraestructura y servicios públicos, el panorama durante este mes sitúa distintos nudos de conflictualidad. En primer lugar, persisten las protestas locales y regionales por el mal estado de las calles y la falta de acción municipal. Segundo, incrementan las protestas contra la adjudicación de los EBAIS de Montes de Oca, Curridabat y La Unión, a la Universidad de Iberoamérica. También se debe mencionar que en ambos casos, otras instancias como colegios profesionales y cámaras patronales criticaron la acción estatal.

En el primer eje de conflictualidad, las protestas se concentraron en el cantón de Aserrí y en comunidades cercanas. Se registraron distintos bloqueos en demanda por el mejoramiento de las vías cantonales, los cuales consiguieron el compromiso por parte de las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Transportes para iniciar con la reparación de las mismas. En el mismo cantón, se presentó una importante movilización de vecinas y vecinos, integrados en el Foro Comunitario por el Agua de Aserrí, por el mal manejo en el suministro de agua. También en este caso, la lucha organizada de la comunidad generó que el concejo municipal votara la aprobación de una serie de medidas para proteger el recurso hídrico.

En el segundo eje de conflictualidad, organizaciones comunales, sindicales, profesionales, y otras, denunciaron la política de privatización de los EBAIS por parte de la Caja Costarricense de Seguro Social, luego de que esta decidiera adjudicar los EBAIS de tres cantones ubicados en el este de la GAM a una institución de educación superior privada como la Universidad de Iberoamérica. El día 19, se organizó una marcha en la que participaron empleados y empleadas de los EBAIS, vecinos y vecinas de las comunidades, y otras organizaciones para oponerse a la política de privatización. Pese a esto, la presidenta ejecutiva de la institución, Ileana Balmaceda, negó que se trate de privatización, sosteniendo que es el “mismo seguro social” el que implementa un modelo de gestión desde hace “muchos años con las empresas”.

Conflictos sobre tierra y producción agrícola

-La protesta de las comunidades fronterizas y costeras por sus territorios

La seguridad sobre la tierra para la vivienda rural y la producción agrícola, es un tema  recurrente en las agendas de la protesta social del presente año. Como bien se sabe, la tenencia y el derecho sobre la tierra en manos de las poblaciones rurales significa el afianzamiento de los territorios y culturas pesqueras, campesinas, afrodescendientes, indígenas, entre otras. Poblaciones que se enfrentan diariamente a las imposiciones y contradicciones de las lógicas de acumulación de capital en sus territorios, las cuales se traducen en la presencia de monocultivos, latifundios, industrias y proyectos extractivistas. De esta manera, en el mes de septiembre se presentan protestas encabezadas por habitantes de comunidades fronterizas y costeras, en miras de exigir al Estado el reconocimiento de la tenencia y seguridad jurídica de sus tierras.

Así, por un lado, se encuentra el Comité pro-titulación de las tierras -el cual agrupa diferentes comunidades ubicadas en la milla fronteriza norte-, con el planteamiento de exigir la escritura de las tierras en las que habitan. Esto, ante la propuesta del vicepresidente de la República, Alfio Piva, de dar en concesión las tierras a las y los vecinos de la zona. Cabe destacar, que el gobierno argumenta que por razones de “seguridad nacional” no se pueden titular las tierras, sino concesionarlas. No obstante, las y los pobladores, en su mayoría campesinos y trabajadores agrícolas, argumentan que la concesión no les reconoce los derechos legítimos e históricos sobre sus tierras.

Es importante resaltar que a raíz del reavivamiento del conflicto fronterizo entre los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua, el Estado costarricense ha fortalecido sus argumentos sobre  la “seguridad nacional”, así como en el control y presencia policial e institucional en la zona. No obstante las, y los vecinos de la localidad cuestionan la situación; un vecino e integrante del comité indica que: “quienes hoy trabajamos esos terrenos somos los que mejor podemos cuidarlos, velar por el respeto a la soberanía nacional. Además, el gobierno se contradice al haber cerrado varios puestos de control policial” (Alvarado y Martínez, 2013:10).

Asimismo, habitantes de la zona fronteriza de Paso Canoas, zona sur del país, realizaron un proceso de recolección de firmas, marchas en la capital, así como reuniones con autoridades del gobierno con el fin de solicitar una decisión, por parte del poder ejecutivo, sobre el proyecto de Ley N° 16. 657, el cual permite titular las tierras en la milla fronteriza con Panamá, desde Sixaola, provincia de Limón, hasta Punta Burica, provincia de Puntarenas. Pablo Valle, uno de los dirigentes del movimiento indicó que «el único objetivo es llegar a Casa Presidencial para decirle al gobierno que a este proyecto no se le debe dar más largas y que no nos sigan engañando, porque terminaremos enfrentados en las calles de Paso Canoas» (Alvarado y Martínez, 2013:13).

Cabe destacar que en este caso, el argumento  de  “seguridad nacional” utilizado por el gobierno está presente, al igual que en las comunidades de la milla fronteriza norte. Carlos Ricardo Benavides, ministro de la Presidencia, señala: «estamos haciendo el mejor esfuerzo para crear condiciones equilibradas de equidad social, seguridad nacional y conveniencia para todos los costarricenses» (Alvarado y Martínez, 2013:19).

Por otro lado, vecinas y vecinos de Manzanillo de Limón y el Foro del Caribe Sur  protestaron frente al Juzgado Penal de Talamanca, en la provincia de Limón para rechazar los procesos judiciales iniciados contra 20 vecinas y vecinos que tienen sus casas dentro de la zona marítimo terrestre (ZMT) en el refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo. Por esta razón, se llevó a cabo el martes 17 de septiembre la primera audiencia preliminar contra Selvin Brown Forbes, vecino de Manzanillo,  por el supuesto delito de usurpación de la ZMT por poseer dos casas en la zona. Ante esta situación, Brown señaló que «me siento mal porque hemos vivido siempre en esta zona y ahora el gobierno nos quiere sacar» (Alvarado y Martínez, 2013: 14). Asimismo, María Suárez, vocera del Foro de Caribe Sur, indicó “estamos preparando un contencioso, que podría plantear una reconsideración de los casos que están en procesos judiciales”.

La exigencia por el reconocimiento jurídico de las tierras de las y los habitantes de las comunidades fronterizas y costeras, las cuales han sido zonas -en general-  olvidadas y aisladas de las políticas sociales del gobierno, ponen en tensión el papel de las autoridades estatales. De esta manera, se visualiza una especial atención por parte de los altos mandos del poder ejecutivo de conciliar los intereses con las comunidades fronterizas, y por otro lado, en el caso de las comunidades costeras, el caso del juicio a los 20 habitantes de Manzanillo, Limón, muestra un lado más represivo y de criminalización de las y los habitantes de las zonas costeras, por medio de las herramientas legales.

-Los productores de maíz y frijol en defensa de su producción

En el mes de septiembre se visualiza la explosión de un conflicto entre las dinámicas de importación de granos básicos (arroz, frijoles y maíz) profundizadas a través de la implementación del CAFTA-EEUU.  Por esta razón, productores de frijol y maíz del cantón de Pérez Zeledón, zona sur, realizan una serie de protestas en el centro del cantón, como medida de presión para que el gobierno declare un aumento en el precio de ambos granos. Los montos solicitados por los productores fueron de ¢35 mil colones por quintal de frijol y ¢15 mil colones por quintal de maíz.

No obstante,  ante la inacción y falta de respuesta del gobierno las y los productores de la zona se mantuvieron en las calles del centro de Pérez Zeledón, bloqueando la Interamericana Sur, dando como resultado la acción de unidades policiales antimotines, los cuales utilizaron gases lacrimógenos y detuvieron a 43 agricultores, los cuales fueron liberados al día siguiente tras la acción legal de las y los productores de la zona.

Posteriormente a la liberación de los agricultores presos, se inicia la negociación entre estos y las autoridades de gobierno, en donde se acuerda: “la desestimación de las causas penales contra los agricultores detenidos por la protesta, un fondo por ¢250 millones de colones para la compra de insumos y tecnología, la fijación de un piso para el precio del maíz de ¢11.000, el impulso a la reforma de la Ley 8.763, y el arreglo de una calle que facilite la salida de los productos de las comunidades productoras” (Alvarado y Martínez, 2012:5).

A manera de cierre

Pese a que en el mes de septiembre se mantiene la tendencia hacia la reducción en el número de acciones colectivas, los principales nudos de conflictualidad presentes durante el gobierno de Laura Chinchilla, se mantienen. En este mes, el la protesta callejera -huelga, paro, marcha, bloqueo, etc.- fue la principal medida de presión para visibilizar las demandas de los actores colectivos. Asimismo, se denota un incremento en la consecución de las demandas planteadas en las calles y una respuesta “rápida” por parte de las distintas instancias hacia las que se dirigieron.

En términos generales, pareciera que el panorama de la protesta social en el país tiende hacia “estabilizarse” en reacción a los últimos meses del presente gobierno y el avance de la campaña electoral. Los medios de comunicación incrementan la cobertura de informaciones relacionadas con el proceso electoral y las posiciones de los distintos candidatos presidenciales, mientras se reduce el número de acciones colectivas registradas. En este sentido, se combinan la reducción de los movimientos de protesta con el cambio de orientación de la agenda periodística de los principales medios de comunicación del país.

 

Anexo

Tabla 1. Tipos de acción colectiva, setiembre 2013.

Tipo de Acción Cantidad(absolutos) Cantidad(relativos – %)
Declaración pública 35 38,46
Mitin o concentración 14 15,38
Bloqueo 10 10,98
Huelga o paro 9 9,89
Marcha  8 8,79
Reunión con autoridades 7 7,69
Denuncia ante entidades nacionales y/o internacionales  7 7,69
Reunión o asamblea  1 1,09
Total  91 100.00

Fuente: Elaboración propia a partir de Alvarado y Martínez (2013). Cronología del Conflicto Social Setiembre 2013. Costa Rica: IIS-UCR.

 

Tabla 2. Tipos de actor colectivo, setiembre 2013.

Tipo de Actor Colectivo Cantidad(absolutos)
Vecinas y Vecinos 18
Trabajadores y/o Trabajadoras 18
Sectores rurales (campesinos, indígenas, pescadores.) 10
Comunidades fronterizas y costeras 8
Grupos de ciudadanos y ciudadanas 7
Sindicatos 6
Transportistas (autobuseros, traileros y taxistas) 4
Empresarios y/o Empresarias 4
Organizaciones y/o activistas ambientalistas 3
Madres y Padres de familia 2
Activistas y Organizaciones LGTB 2
Grupos de profesionales 3
Motociclistas 2
Otros 4
Total 91

Fuente: Elaboración propia a partir de Alvarado y Martínez (2013). Cronología del Conflicto Social Setiembre 2013. Costa Rica: IIS-UCR.

 

Tabla 3. Principales demandas, setiembre 2013.

Principales demandas Cantidad(absolutos)
Infraestructura 10
Defensa y mejora de las condiciones laborales 9
Aumento y/o pago de salarios 9
Tenencia y seguridad jurídica sobre la tierra 8
Salud 8
Producción y comercialización de los granos básicos 7
Agua 5
Rechazo a proyectos (hidroeléctricos, puertos, mineros) 4
Asignación de presupuestos y buen manejo de los recursos públicos 3
Educación 3
Transporte Informal 3
Defensa de la vida silvestre y el medio ambiente 3
Rechazo a las concesiones 3
Pesca de arrastre 2
Derechos LGTB 2
Eliminar la restricción vehicular 2
Marchamo para los motociclistas 2
Otros 8
Total 91

Fuente: Elaboración propia a partir de Alvarado y Martínez (2013). Cronología del Conflicto Social Setiembre 2013. Costa Rica: IIS-UCR.