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Etiqueta: TSE

El Presidente Chaves se quedó sin posibilidades electorales municipales propias

Vladimir de la Cruz

Antes de 1890 en Costa Rica no había partidos políticos, como las organizaciones que hoy tenemos. Había sistema electoral, sin partidos políticos, con restricciones electorales significativas. Solo votaban los hombres, mayores de edad, que tuvieran cierta capacidad económica, que no fueran analfabetos, que constituían los electores. El voto era público, no secreto. De esa manera se podía determinar cuál candidato iba ganando el proceso electoral al conocerse los electores que por él iban a votar o le apoyaban. Eso fue lo que ocurrió con las movilizaciones del 7 de noviembre de 1889, para evitar un posible fraude electoral que se rumoraba.

Los electores, ya definidos, elegían entre ellos a un grupo, que pasaba a una ronda electoral, lo que se conocía como voto indirecto, disminuyendo su número. Así, por ejemplo, en las elecciones de 1889-1890 el número de electores era de 920 sobre una población nacional que rondaba los 340.000 habitantes, incluyendo los extranjeros que vivían en el país, lo que significaba el 0.3% de la población.

¿Eso era democrático? No, comparado con el sistema electoral actual, en el que votan todos los ciudadanos mayores de 18 años, de manera directa y secreta. Pero, así se construyó el Estado, 1821-1848, y la República de Costa Rica, 1848-1948.

Para este momento, 1948, se había eliminado la votación de segundo grado, en 1913, cuando se estableció el voto directo, y se había establecido el voto secreto en 1924. También se había establecido desde 1935 que el resultado de elecciones se definía por el 40% de votos a favor de un candidato. Estas tres medidas, aprobadas en gobiernos de Ricardo Jiménez Oreamuno, fueron altamente democráticas e importantes para el régimen electoral.

Desde 1890 al imponerse el sistema de partidos políticos para participar en elecciones, se estableció que solo por medio de estos los ciudadanos podían aspirar a algún puesto de elección popular. En cierta forma, se restringió y controló más a quiénes podían ser candidatos, porque primero había que ganarse el puesto de candidato en el partido y, luego, presentarse como candidato del partido, enfrentado a otros candidatos de otros partidos políticos. Este sistema sigue existiendo hoy. Así es como funciona hoy la democracia electoral nacional.

En 1946 se aprobó el Código Electoral, que se proyectó hasta el 2009, donde se reguló el sistema de partidos políticos y de elecciones. Con la Constitución de 1949 se le dio autonomía institucional al Tribunal Supremo de Elecciones, que se igualó a los otros poderes estatales, como el órgano que regula, administra, organiza y hace la declaración final de los resultados electorales sin apelación alguna.

Con motivo de la guerra civil de 1948 se proscribió al Partido Comunista, o Vanguardia Popular, por el Decreto No. 105 de la Junta Fundadora de la Segunda República. Al aprobarse la Constitución Política de 1949 se incluyó en el Artículo 98 una prohibición de participación electoral a los partidos que por sus vinculaciones internacionales pudieran afectar la democracia costarricense, aspecto que por interpretación del Tribunal Supremo de Elecciones se aplicó casi a una decena de partidos políticos entre 1951 y 1969.

Con la reforma electoral que se hizo al Artículo 98, de la Constitución Política, entre 1974-1975, se amplió la democracia electoral permitiendo la participación de partidos de izquierda. Condición de participación para todos los partidos políticos es hacer una declaratoria de principios democráticos y de defensa del sistema democrático nacional, lo que debe establecerse en los Estatutos y programas de los partidos.

En 1898, bajo el poder de los gobiernos liberales se prohibió la participación del partido Unión Católica, porque tenía el apoyo de la Iglesia Católica. De esa manera se prohibió utilizar los sentimientos cristianos para la propaganda electoral.

En 1970 empezó a participar el partido Demócrata Cristiana, que luego en 1978 se integró a la Coalición Unidad, que postuló a Rodrigo Carazo, y en 1983 se fusionó en la Unidad Social Cristiana. En 1986 con el partido Alianza Nacional Cristiana emergieron las tendencias claramente político religiosas, no católicas, en el escenario electoral, sin que se pueda actuar contra su participación, porque la prohibición constitucional afecta solo a los católicos. En 1998 los grupos políticos evangélicos eligieron su primer diputado, Justo Orozco. De ahí en adelante tenemos un panorama diverso de grupos no católicos participando en elecciones, con toda su carga conservadora, respecto al Estado Social de Derecho y los Derechos Humanos que se han ampliado en el país.

Resultado de esta evolución electoral, en el campo de la presencia de la mujer, desde 1949 se reconoció el voto, que desde 1889, el Presidente José Joaquín Rodríguez, ya había señalado que debía reconocerse, con motivo del importante papel que jugaron las mujeres en las movilizaciones del 7 de noviembre de 1889. Participaron con su voto por primera vez en 1951, en el Plebiscito de la Tigra de San Carlos, y en elecciones nacionales desde 1953, cuando fueron electas las primeras tres diputadas.

Empezaron a lucir como candidatas a vicepresidentas y luego a presidentas de la República. La primera Presidenta lo fue Laura Chinchilla Miranda en el 2010. A nivel legislativo la primera Presidenta del Congreso lo fue Rosemary Karpinski. Después siguieron otras.

Reformas posteriores en el campo electoral le dieron cada vez más fuerza a la igualdad de género, como se dice, de manera que hoy obligatoriamente, por disposiciones legales electorales, los partidos políticos que quieran participar en elecciones, tienen que garantizar una alternabilidad entre hombres y mujeres en la postulación de sus candidatos a diputados, regidores y síndicos municipales, en cada una de las provincias.

Esta igualdad se amplió, recientemente, a exigir que cuando un Partido político está inscrito en escala nacional, la igualdad o paridad de género, se amplía a que en las siete provincias, al menos en tres de ellas deban ir encabezadas por candidatas, por mujeres.

Igual sucede en los Partidos políticos provinciales, que participan en sus respectivos cantones, de manera que en la mitad de ellos, al menos, las papeletas de candidatos deban ser encabezadas por mujeres. Igual se procede con los candidatos a los síndicos distritales.

Cómo se puede apreciar, esto es un verdadero enredo y dilema para todos los partidos políticos, asegurar la alternabilidad vertical y horizontal en todas las papeletas con que se participa.

Los partidos políticos han aprendido esta integración para que el Tribunal Supremo de Elecciones no les anule inscripciones.

En la elección del 2018 el Tribunal Supremo de Elecciones obligó al partido Unidad Social Cristiana a modificar, invirtiendo el encabezamiento de la papeleta de diputados de San José, para poder participar, de lo contrario se la anularía porque no se respetaba la igualdad horizontal nacional de sus candidatos provinciales.

En la elección del 2006 al partido que postulaba a Álvaro Montero Mejía a la Presidencia de la República, el Tribunal Supremo de Elecciones le anuló todas, TODAS, la candidaturas de diputados, de regidores y síndicos y las de las dos vicepresidencias, por no haber corregido advertencias que le hicieron sobre sus inscripciones.

En el proceso de las elecciones municipales que tenemos encima, a realizarse el próximo 4 de febrero, en los 84 cantones del país, el Tribunal Supremo de Elecciones, prácticamente, ha anulado la inscripción de las papeletas de dos partidos totalmente identificados con el Presidente Rodrigo Chaves y su gobierno, los partidos Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda. Ambos partidos dirigidos desde la propia Casa Presidencial, porque sus principales activistas allí trabajan. Al partido Aquí Costa Rica Manda le anularon 69 postulaciones a alcaldes, éste dirigido principalmente por el asesor presidencial Federico Cruz, conocido como Choreco.

Esto es un duro revés al propio Presidente Chaves. Ha venido realizando un trabajo de proyección de imagen, que todavía la conserva alta en las zonas rurales y periféricas del país. Las elecciones municipales le hubieran servido para valorar mejor esa proyección y calcular su participación, como grupo político, en las elecciones nacionales del 2026.

Cuando el Partido Acción Ciudadana, en las elecciones municipales del 2014 y del 2018, era gobierno, no pudo elegir más de 12 y 10 alcaldes en esas elecciones, demostrando su debilidad organizativa como partido.

El gobierno de Rodrigo Chaves, sin partido propio, porque el que lo llevó a la Presidencia, el Partido Progreso Social Democrático, fue prestado, no le pertenece. Con este partido el Presidente tiene importantes pleitos, manifestados por la mayoría de sus diputados electos, que se identifican totalmente con el Presidente, y se manifiestan como la fracción oficial del gobierno. La Presidenta del Partido Progreso Social Democrático, en esta lucha, mantiene un proceso interno de expulsarlos de ese partido.

La Ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, que tiene su propio partido, Unidos Podemos, mantiene la existencia de este partido, que lo inscribió para las elecciones municipales próximas. En algunos cantones se enfrentaba a los partidos Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda, ambos del Presidente Chaves. De esta manera, pareciera que Unidos Podemos puede resultar una expresión del apoyo al Presidente como a su Ministra, en las próximas elecciones municipales.

Hacia las elecciones nacionales del 2026 si el Presidente mantiene los dos partidos, Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda, se le convertirá en un enredo político. Él no puede postularse. Tiene que apoyar a un candidato. No tendría ninguna lógica que lance dos candidatos porque entre ellos se roban votos, o se los disminuyen.

La nulidad que hizo el Tribunal Supremo de Elecciones de las candidaturas de los partidos Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda, es absolutamente válida. Impide la participación de estos dos partidos.

La Sentencia del Tribunal Supremo de Elecciones que las anuló tiene sus bemoles. La analizaré en enero.

Por ahora solo diré que arrancó dos votos de cinco a favor del Presidente, de sus partidos, de la inscripción de sus candidaturas aun cuando violaban lo que la legislación electoral ha establecido y que ya el Tribunal ha sancionado.

¿Fue resultado de alguna presión sobre los magistrados que así se pronunciaron a su favor? ¿O fue, simplemente, un razonamiento jurídico orientado a no ser tan rígidos en materia de igualdad vertical y horizontal de género en la integración de las papeletas de diputados, regidores y síndicos municipales, lo que rompería hacia el futuro esta obligatoriedad para los partidos políticos?

Conferencia Orígenes universitarios de la Biblioteca Nacional

La Benemérita Biblioteca Nacional, la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica y el Instituto de Formación y Estudios en Democracia del Tribunal Supremo de Elecciones, se complacen en invitarle a la conferencia Orígenes universitarios de la Biblioteca Nacional por la historiadora Matilde Amalia Cerdas.

Esta actividad es parte del ciclo «Historia, cultura y democracia».

La actividad será el lunes 27 de noviembre a las 4:00 p.m. y se transmitirá por el Facebook Tribunal Supremo de Elecciones.

Reflexiones en torno al centenario de la creación de la Liga Feminista Costarricense – conferencia

La Benemérita Biblioteca Nacional, la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica y el Instituto de Formación y Estudios en Democracia del Tribunal Supremo de Elecciones, se complacen en invitarle a la conferencia Reflexiones en torno al centenario de la creación de la Liga Feminista Costarricense por la Dra. Eugenia Zamora Chavarría, presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones.

Esta actividad es parte del ciclo «Historia, cultura y democracia».

La actividad será el lunes 9 de octubre a las 4:00 p.m. y se transmitirá por el Facebook Tribunal Supremo de Elecciones.

Costa Rica en la encrucijada social y política

Material electoral en Costa Rica.

Proximos escenarios frente al gobierno actual

Vladimir de la Cruz

Costa Rica se ha caracterizado por tener una historia pública, reconocida; un país de paz, de seguridad ciudadana, de estabilidad política, de un amplio régimen de ejercicio de derechos y libertades, bienestar social institucional garantizado a los ciudadanos.

Desde 1849, en términos prácticos, ha habido un proceso político electoral que ha permitido alternancia política cada cuatro años, con brevísimos momentos en que esto se ha alterado. En el siglo XX tan solo dos veces, en 1917-1919 y en 1948-1949 se interrumpió ese proceso.

Desde 1890, el sistema electoral y de representación política descansa en partidos políticos, mediante los cuales los ciudadanos, y solo por ellos, pueden participar y optar a puestos de elección popular; a la presidencia de la república, al Poder Legislativo y a los Consejos municipales.

El voto directo se estableció, eliminando elecciones de segundo grado de electores, en 1913; el voto secreto se estableció en 1924. Una reforma electoral para asegurar triunfos electorales, con el 40% de votos, se estableció en 1935, lo que le dio gran estabilidad al sistema electoral; el Tribunal Nacional Electoral, se estableció en 1946, hoy llamado Tribunal Supremo de Elecciones, desde 1949 con rango de poder estatal, es independiente y con exclusividad de su función electoral.

En 1949 se estableció el voto universal, con el reconocimiento del voto a las mujeres, situación que se había planteado desde 1890, y con movimientos sufragistas que surgieron a partir de la década de 1910.

Políticamente, en el campo electoral siempre ha habido una gran cantidad de partidos políticos, de diverso tipo y signo político, a nivel nacional como regional. El pluripartidismo ha sido un rasgo del desarrollo democrático nacional. Ha habido tendencias, incluso recientes a restringir el surgimiento de partidos políticos, a la vez que se han democratizado los mecanismos para constituir partidos políticos.

A nivel legislativo, desde 1949 hasta hoy, ha privado el pluripartidismo en la participación electoral, y en general en la representación parlamentaria.

A nivel nacional, presidencial, desde 1949 hasta el 2014, predominó un bipartidismo gubernamental, donde dos partidos políticos ejercieron alternativamente el mando y dirección del Poder Ejecutivo, uno de ellos en 9 gobiernos, el otro por 6 gobiernos, de un total de 18 gobiernos que ha habido desde entonces.

En el 2014-2018 y 2018-2022 se introdujo un nuevo partido político en el ejercicio del Poder Legislativo, desplazando a los partidos que tradicionalmente habían gobernado, que en las últimas elecciones desapareció del escenario nacional y parlamentarios con representantes populares.

En las últimas elecciones, 2022, apareció un nuevo partido, con semanas de haberse constituido, con un candidato presidencial improvisado, que logró imponerse frente a una campaña de desacreditación de todo lo político anterior, como se ha venido haciendo por parte de los movimientos populistas y autoritarios que han surgido, en el continente y en Europa, contra gobernantes y partidos políticos, criticando la política en general, señalando que anteriormente no había gobernantes; que ahora sí los hay; criticando el funcionamiento del sistema democrático, la institucionalidad democrática y pública estatal; impulsando la idea de gobernantes autoritarios, fuertes, casi dictatoriales en régimen democrático; promoviendo la reducción de gastos estatales en seguridad social, en educación pública y en la educación universitaria; debilitando la legislación laboral y social nacional, como ha sido el proyecto de ley, recién aprobado, para imponer una jornada laboral de 12 horas diarias, cuatro días a la semana.

En el campo de las libertades, actualmente está amenazada la libertad de prensa y de pensamiento. Acciones directas del Poder Ejecutivo presionan a empresarios y medios de comunicación para evitar críticas públicas, opiniones opositoras; la guerra de troles desarrollada por el Ejecutivo, contra sus críticos y gestores de opinión, abarca todos los espacios; el control de la propaganda estatal ha sido concentrado, así como las gestiones de contratos de publicidad institucional a favor de empresas o medios que mitiguen esas críticas o se pongan en paralelo con el gobernante y el gobierno.

El camino que se vislumbra, como diseño gubernativo, es acabar con toda la institucionalidad democrática del país; con las nuevas jornadas de trabajo de 12 horas diarias, con políticas de precarización laboral; con el régimen de seguridad social favoreciendo la privatización de la medicina social, con la venta de instituciones públicas, bancos estatales, por ejemplo, no por malas o porque tengan un mal desempeño, sino por negocio; la reducción de la educación pública, en todos sus niveles, para estimular más la educación privada. El gobierno ha eliminado subsidios para becas estudiantiles, comedores escolares y para transporte escolar; reducción por negarse a cumplir el pago constitucional del presupuesto para la educación pública y universitaria.

El trabajo informal ha aumentado casi al 60%, ha aumentado el desempleo, especialmente el de mujeres, y el de mujeres cabezas de familia, que son las principales en ingresos para sus hogares aun cuando tengan esposo o compañero.

La reducción de gastos en educación se ha orientado a justificar para fortalecer los gastos en seguridad pública, en policías de los distintos cuerpos existentes institucionales en el país, en una tendencia grave del actual mandatario de impulsar alianzas estratégicas con el sector de policías privados, que puede tener un contingente superior a los 50,000 trabajadores en este campo, que lo constituiría en la práctica en un ejército privado de alcances muy peligrosos.

La vida democrática que Costa Rica ha desarrollado está amenazada. Los meses que vienen probablemente serán de importantes confrontaciones sociales.

El primer escenario ocurrirá con la etapa final de la aprobación de la ley de las 12 horas diarias, que ha pasado en consulta de constitucionalidad, ante la Sala Constitucional del Poder Judicial. Esto se acompañará de acciones de inconstitucionalidad aparte que ya están preparando. Queda en este campo incluso la preparación de una consulta ciudadana por la vía del referéndum contra esta ley.

El segundo escenario está en la realización de los 84 procesos electorales, que se darán entre noviembre y febrero próximo, para elegir a todas las autoridades cantonales, regionales, del país. El reto lo llevan dos partidos, Liberación Nacional, partido que ha gobernado 9 veces y que mantiene un control político de 42 alcaldes de esos 84, y el actual partido de gobierno que no tiene ningún control municipal, por su juventud y por no haber participado en procesos electorales anteriores. Como gobierno tiene el reto de aparecer con presencia regional para valorar el efecto de su acción gubernativa y porque el actual presidente quiere seguir activo en política, si por él fuera de manera continua, dándole proyección a su actual gobierno por la vía democrática o por la vía autoritaria si se presentan las condiciones para actuar de esa manera, como constantemente lo hace entrever.

 

Publicado en https://www.meer.com/es/75620-costa-rica-en-la-encrucijada-social-y-politica
y compartido con SURCOS por el autor.

Costa Rica: Camino a elecciones municipales 2024

El próximo jueves 24 de agosto a las 9:00 a.m. se realizará la presentación del Fichero Cantonal. La actividad tendrá lugar en el Salón Multiusos, 4to piso, entrada al costado norte del complejo institucional del Tribunal Supremo de Elecciones.

Para aquellas personas que no puedan asistir al sitio de reunión, la presentación será transmitida vía Facebook live y en el canal de Youtube del TSE. 

 

Imagen ilustrativa.

¿Qué se esconde detrás de las municipales que vienen, elecciones o fascismo?

Vladimir de la Cruz

Pareciera que las elecciones municipales, de los 84 cantones, que se realizarán entre noviembre de este año y febrero del 2024, están invisibilizadas, no se ven, no se sienten, ni siquiera aparentan estar en el fondo de los asuntos electorales nacionales, como si no existieran.

De las situaciones más complejas que afronta el Tribunal Supremo de Elecciones son estas elecciones. Para el Tribunal son 84 elecciones independientes entre sí; cada una en una región, un cantón; cada una con una enorme cantidad de partidos y candidatos de carácter nacional, provincial y cantonal, con varios miles de candidatos a los puestos de elección popular que en estas elecciones se eligen.

Para los partidos nacionales el reto es participar en el mayor número de cantones posible, para dar una impresión de gran organización, frente a las elecciones nacionales del 2026, y tratar de demostrar fuerza y arraigo electoral.

En el caso de los partidos nacionales, si ya han participado en elecciones municipales anteriores, y han electo representantes en algunos cantones, su reto es mantener presencia en ese número de cantones y, de ser posible, reelegir representantes en los que ya tienen, como nuevas autoridades cantonales. Igualmente, mantener el número de cantones en que están y tratar de subir en más cantones su presencia. Su reducción y presencia se verá como un signo de desgaste y rechazo popular.

En el caso de los partidos provinciales tratar de inscribir candidatos en todos los cantones de cada provincia en la que actúan. Si ya tienen presencia municipal mantenerla y luchar por ampliarla. Igualmente, su reducción y presencia se verá como un signo de desgaste y rechazo popular.

En el caso de los partidos cantonales están los que existen tradicionalmente en cada cantón independientemente si ganan o no la Alcaldía, que es el puesto más visible, y la mayoría del Consejo Municipal. Los que participan por primera vez juegan a ver que ganan o eligen.

Para los partidos nacionales su dificultad es esbozar un Programa de agitación nacional, que todos sus partidos inscritos, en cada cantón, lo tengan de común denominador, ojalá, pensando en los temas centrales, de los principales problemas del país, que pueden ser comunes para todos, y que pueden ser agitados nacionalmente en la campaña del 2026 desde ahora, sumando lo particular o específico de cada cantón, con lo cual tienen que lidiar con los problemas particulares de cada cantón, que es lo que localmente les interese agitar y sobre los que deben movilizar y organizar electoralmente.

Por ahora, no se siente ningún ambiente nacional de estas elecciones. En las tinieblas del escenario electoral sí se mueven para asegurar inscripción en el proceso de elecciones que viene. Electoralmente ya está en la práctica definió cuántos partidos van a participar. Ya limpió la lista.

El único personaje político que se mueve en ese sentido, al menos públicamente, es el que bronquea, constante y visiblemente los miércoles desde Zapote. No tiene partido. Fue electo por chiripa con un partido que usó de taxi, de servicio uber, de aventón de carretera, que le permitió llegar a Zapote, con una parada simbólica, dejando en la Asamblea Legislativa una diputada con un grupo de acompañantes. Desde su torre de marfil se agarró con la chófer del taxi que lo llevó a Zapote, la hizo bajada de su propio taxi sin podérselo quitar o robar, y sus acompañantes de viaje se quedaron, políticamente, partidariamente, zontos, aunque todavía la mayoría de ellos arropados con el nombre del taxi que los llevó a pasear a Cuesta de Moras.

Esto ha llevado a que el inquilino de Zapote haya intentado hacer un partido, construir una organización partidaria, cuyos miembros babeaban exaltando el apellido chavista, sin éxito. Les fue anulada su inscripción electoral. Allí arremetieron introduciéndose en un partido de las pasadas elecciones, lo coparan, cambiaron sus dirigencia y nombre, y parece que van a las elecciones municipales con esta organización electoral, que le permitirá participar en las elecciones. El periodista que pusieron en la banca de esa organización electoral, yéndole bien tomará notas…

Es claro para Rodrigo Chaves, que la intención de organizar un partido para las elecciones municipales, que seguramente lo hará participar en el mayor número de cantones posibles, es para ir creando una organización y una base electoral hacia las elecciones del 2026, donde el Inquilino de Zapote no puede reelegirse pero sí puede iniciar la caminada hacia las elecciones del 2030 o 2034 que es a lo que aspira para volver a Zapote, o a la nueva Ciudad Gobierno, si es que se construye en 4 u 8 años.

No hay duda por las conferencias de prensa de los miércoles, del presidente que su proyección es hacia la zona rural del país, sus giras son a zonas rurales y campesinas, a regiones alejadas y lejanas del mundanal ruido urbano. El espectáculo que monta de sus giras es bien organizado. Solo le falta que, como en las elecciones anteriores a 1948, cuando vaya a esos remotos y agrarios lugares, lo reciban con cabalgatas. El apoyo económico que se le hace, desde el Gobierno, a las radioemisoras rurales y a los programas de opinión de esos medios de comunicación es con esta visión. El chineo que les da en persona el Presidente a los periodistas y comunicadores de estos medios es evidente, contra el bajonazo de piso constante que les hace a los medios y periodistas urbanos y a los que él considera sus enemigos.

¿Realmente Rodrigo Chaves Robles tendrá la intención de esperar a las elecciones del 2034 para volver a lanzar su candidatura? Sinceramente, me parece que no. Está creando el clima propicio de tensión y violencia que le permita crear una situación por la cual él pueda gobernar a la fuerza, lo que no le va a resultar fácil institucionalmente de acuerdo con el Estado de Derecho de Costa Rica, pero poco le importa este Estado de Derecho.

Los actos de matonismo que están impulsando, sus fans, sus seguidores, ni ciegos ni, ni mudos, ni mancos, con su venia, como la protesta ante el Tribunal Supremo de Elecciones, la que hicieron ante el edificio de la ANEP, la pintada que mandaron a hacer en el edifico de la Sala Constitucional de la República, los discursos y mensajes violentos del líder del grupo “Generación de Hierro”, y recientemente el matón que llegó a la Asamblea Legislativa a amenazar de muerte a diputados, refiriéndose a uno de ellos, como “el judío”, y a realizar otros daños, me recuerda los sucesos similares, de grupos de fanáticos del fascismo de Mussolini y del Nacional Socialismo, del nazismo, de Hitler, que atacaba de la misma forma personas, locales e instituciones.

¿Aquí nos quiere llevar el Inquilino autoritario, de folletín, que le gusta llevar sus cosas constantemente al enfrentamiento entre el bien y el mal, donde él se personifica del bien y todos los demás, los que no están con él del mal? Esta es su guerra.

Rodrigo Chaves Robles ha declarado la guerra a la sociedad costarricense. Sus escenarios bélicos son el político, el económico, el social, el institucional, el comunicacional. Veremos hasta donde llegará. Por ahora hay que oponerse, y hacer resistencia, a entrar en esta guerra de tipo fascista, nazista, de carácter autoritario y dictatorial. Si entramos en ella podemos perder la democracia costarricense, que ha costado mucho construirla.

Organizaciones llaman a respetar la integridad del proceso electoral y la voluntad ciudadana en Guatemala

Las organizaciones firmantes que hemos dado seguimiento al desarrollo de las elecciones en Guatemala para la presidencia de la República, diputaciones y alcaldías, externamos preocupación por la suspensión de la oficialización de los resultados de las votaciones realizadas el pasado 25 de junio por parte de la Corte de Constitucionalidad (CC).

Las audiencias de revisión de escrutinios por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) concluyeron el 30 de junio conforme a los plazos legales, y confirmaron los resultados obtenidos en las votaciones, según los cuales Sandra Torres del partido UNE y Bernardo Arévalo del partido Semilla disputarán la segunda vuelta electoral, programada para el 20 de agosto. Sin embargo, el 1 de julio, nueve partidos políticos inconformes con la decisión ciudadana presentaron amparos ante la Corte de Constitucionalidad por supuesta alteración del resultado de las elecciones.

La CC determinó mediante amparo provisional (3731-2023) brindar un plazo de 5 días para realizar una nueva audiencia para cotejar las actas que formaron parte del proceso electoral donde “los sujetos legitimados podrán hacer valer las objeciones e impugnaciones que estimen pertinentes”; ordenando al Tribunal Supremo Electoral (TSE) suspender la calificación y oficialización de resultados. La CC determinó remitir el proceso a la Corte Suprema de Justicia para que continúe con el trámite al constituirse en Tribunal de Amparo. En acatamiento a la resolución de la CC, el TSE informó el 2 de julio la suspensión de la calificación y la oficialización de resultados de las Elecciones Generales.

Los reportes de las misiones internacionales de observación electoral de la Unión Europea (MOE UE) y de la Organización de Estados Americanos (MOE OEA), así como de la misión de observación nacional (MOE GT), coinciden en que la jornada de votaciones del pasado 25 de junio se desarrolló de modo íntegro y sin incidentes que puedan implicar la invalidación de los resultados electorales.

En un contexto en que el Estado de Guatemala ha emprendido procesos para criminalizar a operadores de justicia independientes, periodistas y personas defensoras de derechos humanos; y en el cual se impidió la participación de candidaturas presidenciales con potencial de disputar el poder, resulta preocupante observar mensajes que amenazan con el uso indebido del sistema penal contra las personas integrantes de las Juntas Electorales.

La legitimidad de las elecciones recae sobre las Juntas Electorales integradas por ciudadanos y ciudadanas que participan de manera cívica. En este sentido, hacemos un llamado a que se respete el derecho al voto y se desista del uso del sistema de justicia para tratar de incidir de forma indebida en esta etapa del proceso electoral para intentar invalidarlo y desconocer la voluntad ciudadana expresada en las urnas. Exhortamos al Estado de Guatemala a tomar las medidas necesarias para garantizar que se respete el derecho de participación ciudadana y la integridad del proceso electoral.

Llamamos a la comunidad internacional a mantenerse al tanto de lo que acontece en Guatemala. Este es un momento histórico en el cual la veeduría nacional e internacional es imprescindible para prevenir actos arbitrarios que desvirtúen la voluntad popular.

03 de julio de 2023

Firman: 196 organizaciones nacionales e internacionales.

Nombres a continuación.

#NoNosCallaran, Acción Comunitaria- Guatemala, Acción Joven- Honduras, Acción Solidaria- Venezuela, Asociación de Desarrollo Integral Maya Adima, Agenda Nacional Política Trans – México, Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto- El Salvador, Alianza de Mujeres Costarricense -Costa Rica, Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos del Ecuador, Alianza por una Guatemala Mejor. Los Ángeles -CA, Amazon Frontlines. American Friends Service Committee – Oficina para Latinoamérica y El Caribe, American Jewish World Service, AMES- Costa Rica, Asociación de mujeres en cooperación para el Desarrollo (Amucoode)- Costa Rica, APT Norte, Articulación de Movimientos Sociales, Asociación Belwjeb’ Tz’i’, Asociación Cambiando Vidas, Asociación Centro Civitas, Asociación Coalición Sembradoras de Vida, Asociación Comunidad Esperanza, Asociación Cultural Q’anil San Juan Sacatepéquez, Asociación de Estudiantes Universitarios «Oliverio Castañeda de León» (AEU), Asociación de Mujeres Alas de Mariposas, Asociación de Mujeres Garífunas Guatemaltecas Iseri Ibágari, Asociación de Mujeres Nuestra Voz , Asociación familiares de detenidos desaparecidos de Guatemala (FAMDEGUA), Asociación Nuevos Horizonte, Asociación Pop No’j, Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos (ASDEDH) -Costa Rica, Asociación pro derechos humanos, Asociación SERES, Awal Casa de Producción, Batucada del Pueblo, Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA)- Paraguay, Center for Human Rights & International Justice, Boston College, -USA, Centro De Atención Psicosocial (CAPS), Centro de Atención Psicosocial (CAPS) – Colombia, Centro de Atención Psicosocial (CAPS) – Perú, Centro de Capacitación y promoción de la Democracia (CECADE), Centro de Derechos Sociales del Inmigrante (CENDEROS), Centro de Derechos Reproductivos – Programa para América Latina y el Caribe, Centro de Documentación en Derechos Humanos «Segundo Montes Mozo S. J.» (CSMM), Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Centro de Formación Sanación e Investigación Transpersonal Q’anil, Centro de Políticas Publicas y Derechos Humanos EQUIDAD – Perú, Centro Ecuatoriano de Desarrollo y Estudios (CEDEAL)- Ecuador, Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos (CiiDH), Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Colectiva Feminista para el Desarrollo Local- El Salvador, Colectiva para la Defensa de los Derechos de las Mujeres en Guatemala, Colectivo Chico Mendes- Alemania, Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad , Colectivo de Estudios Rurales Ixim, Colectivo de familiares de víctimas del caso Diario Militar, Colectivo de Hombres Trans Trans-Formación, Colectivo Pata de Chucho, Comisión Ciudadana Departamental por la Transparencia y Probidad de Sacatepéquez, Comisión ciudadana departamental por la transparencia y probidad en Alta Verapaz (CCDTP-AV), Comisión Ciudadana Por la Transparencia y Probidad de Amatitlán, Comisión Ciudadana por la Transparencia de Santiago Atitlán, Comisión Ciudadana por la Transparencia y Probidad de Chiquimula, Comisión de justica paz e Integridad de la Creación (OFM), Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero-Marzo de 1989 (Cofavic), Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Concertación Interamericana de Mujeres Activistas por los Derechos Humanos, Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE) Caserío El Zarzal, del municipio de San Jerónimo -Baja Verapaz, Consumo Consciente, Convergencia por los Derechos Humanos, Cooperativa de producción apícola para el desarrollo Juvenil Junam Qab R.L, Cooperativa Integral de Producción Apícola JUNAM QAB, Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (CIPRODENI), Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ), Corporación Femm, Corporación Miles, Cristosal, Darlington Medical Associate, Data cívica, Decolonized International Solidarity Network- Canada, EATIP (Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial), Elementa DDHH, ENTREMUNDOS, Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP), Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ Honduras), Estado de la Región, Programa Estado de la Nación, Factor 4, Famdegua, Festivales Solidarios, Foro de ONG Internacionales de Guatemala (FONGI), Frente Ciudadano contra la Corrupción (FCCC), Frente Nacional de Juventud (FNJ), Frente Nacional de la Juventud MOEL K’AT, Fundación Ciudadanía y Desarrollo, Transparencia Internacional-Ecuador, Fundación Me Importa Guate, Fundación Myrna Mack, Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDENDE), Fundación Oxlajuj N’oj, Fundación para el Debido Proceso (DPLF), Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, Fundación para La Paz y la Democracia (FUNPADEM), Fundación Tierra Nuestra Generación HT – El Salvador, Global Justice Association, Grupo Cairo y Montevideo, Grupo de Solidaridad, Grupo de trabajo de Agenda CEDAW -Costa Rica, Grupo Estratégico por la PAE, Guatemala Human Rights Commission -USA, Guatemalanetz Bern -Suiza, Hombres Trans – Panamá, ICCPG, Impunity Watch, Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos IM-Defensoras, Instituto 25A, Instituto de Terapia e Investigación sobre las secuelas de la tortura y la violencia de Estado (ITEI), Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos (ILSA), International Institute on Race, Equality and Human Rights, International Service for Human Rights (ISHR), JusticiaYa, Km207 Guatemala-Suiza, La Enredadera, La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Las Insumisas Podcast, Latin America Working Group (LAWG), Latin American and Caribbean Solidarity Network, Red de Organizaciones de Lesbianas y Bisexuales de América Latina y el Caribe (LESLAC), Misión de observación electoral MOEL K’AT integrada por: KOMÓN MAYAB’; FNJ; NIM B’E; ASEDIS-USAC y Jóvenes por la Democracia, Montreal Elders For Environmental Justice – Canadá, Movimiento de mujeres con Poder Constituyente, Movimiento La Rosa, Mujer y Ciudadanía – Venezuela, Mujeres con valor construyendo un futuro mejor (MUVACOFUM), Mulabi/ Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos, NIM B’E “Acción Política de Los Pueblos”, OASIS, Observatorio ciudadano para La Paz “La pupila del cielo”, Observatorio de Derechos Humanos y Violencias por Orientación Sexual e Identidad de Género, ODHAG, Oficina Ecuménica por la Paz y la Justicia, Múnich – Alemania, Older Women Live (OWL) Collective Ckut 90.3 FM, Montreal – Canadá, ONG de Desarrollo Covacha, ONG IGUAL- Bolivia, Organización de mujeres Estrellas Tzutujiles, Organización de Mujeres Tierra Viva, Organización Intibucana de Mujeres Las Hormigas- Honduras, Organización Mundial Contra la Tortura, Otra Guatemala Ya,Otros Cruces ,Pastoral Juvenil, Plataforma Canadá Guatemaltecxs, Exiliados por Terrorismo de Estado, Plataforma Internacional contra la Impunidad, Plataforma juvenil MOLAB -San Cristóbal Verapaz , Popol Na, Programa Con Manos de Mujer, Protección International Mesoamérica, Radio Güija 92.1 FM, Red de Coaliciones Sur, Red Americana de Hombres trans y PDGFAN, Red Comunitaria de Mujeres Mayas K’iche’, Red de Mujeres en Incidencia Social y Desarrollo Costa Rica (REMISOD), Red Internacional de Derechos Humanos Europa (RIDHE), Red Internacional de solidaridad con Guatemala, Red Nacional de Comisiones y Colectivos Ciudadanos por la Transparencia y Probidad, Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (REDSAG),Red para la Infancia y la Familia – Perú, Red Rompe el Miedo- Guatemala, REDCODE, Redlad, Revista electrónica gAZeta, Robert F. Kennedy Human Rights, Seattle International Foundation (SIF), Seguridad en Democracia (SEDEM), Semillas para la Democracia, Servicio Jesuita para Migrantes- Costa Rica, Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Educación de Guatemala, Surkuna – Ecuador, Synergía Iniciativas por los Derechos Humanos, Tejiendo Redes, Infancia en América Latina y el Caribe, Todos por Guatemala/All for Guatemala- Canadá, Transparencia-Venezuela, Transparencia y probidad de Chichicastenango, UNAMG, UNAMOS, Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos -Guatemala (UDEFEGUA), Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG), Veeduría Ciudadana de la Política Pública Nacional LGBTIQ de Colombia, Visibles Guatemala, Voces de Guatemala en Berlín- Alemania, Women’s Link Worldwide, Yabal Guatemala

¿Cuál es la reforma electoral que más urge?

Vladimir de la Cruz

Se ha anunciado que el Presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, solicitó a la Presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones, TSE, Eugenia Zamora, apoyo para promover e impulsar reformas a la legislación electoral nacional con ánimo de fortalecer los sistemas de financiamiento de los partidos políticos, y atender también, entre otros aspectos, lo relacionado con la regulación de las redes sociales en las campañas.

El Presidente legislativo se preocupará de buscar el mecanismo que facilite el mejor trámite rápido a las reformas que corresponda impulsar y aprobar, integrando una Comisión Especial que, de manera exclusiva, atienda el estudio de estas reformas electorales, que comprende, además, el estudio de más de 50 Proyectos de Ley, en trámite legislativo, que tienden a producir reformas en el sistema electoral.

Sugiero que públicamente el Tribunal Supremo de Elecciones, por medio del Instituto de Formación en Democracia, IFED, bajo su potestad, en coordinación con la Presidencia Legislativa, desarrolle, un ciclo de Foros continuos, todos los días de ser necesario, de 4 a 8 p.m., en el Auditorio del Tribunal Supremo de Elecciones, o en la Sala de Jefes de Estado y de Presidentes de la República, de la Asamblea Legislativa, donde con analistas, comentaristas, periodistas del ámbito político, gestores de opinión, representantes de los partidos políticos, de los sindicatos y otras organizaciones sociales interesadas, y los proponentes de los Proyectos de Ley, entre otros, se analicen y discutan esos proyectos, y esas posibles reformas, que se quieren introducir en la legislación electoral, con el propósito de que ese esfuerzo, que se va a realizar, se enriquezca con otras opiniones.

Estos Foros, pueden ser transmitidos por las redes sociales que ya usa el IFED, a las cuales puede añadirse la de la Biblioteca Nacional, que realiza una excelente labor con ese trabajo de divulgación de sus actividades culturales.

Todavía hay tiempo para cualquier modificación de leyes, o de la misma Constitución, que se pueda tramitar para que entre en vigencia a partir de los comicios nacionales del 2026. Queda todo lo restante del año 2023 y todo el año 2024, ya que, en el año 2025, en enero debe estar aprobado el Calendario Electoral de las elecciones que iniciarían en noviembre, de ese año, para concluir en febrero o en abril del 2026. Hay tiempo si se sabe aprovechar y si se pone la voluntad política para actuar.

Se le está dando prioridad, en la antesala de esta discusión, que debe ser nacional, y no solo de un petit comité parlamentario, al aspecto de financiamiento y el manejo de redes.

Si del financiamiento electoral se trata, lanzo un primer dardo. Espero afinar mi puntería.

Lo primero que hay que entender en materia de financiamiento de las campañas electorales a cargo del Estado, es que cuando se aprobó esa legislación, hace ya varias décadas, se hizo con sentido democrático muy certero. Garantizar el financiamiento de los partidos a cargo del presupuesto público, para quitar, del proceso electoral, el control que personas, o pequeños grupos de personas, financiando partidos, los controlaran, o pudieran tener tal nivel de poder en ellos, para imponer los candidatos a su antojo en los distintos órdenes de elección.

Junto al financiamiento electoral nacional se permitió el financiamiento privado, al que se le han metido ciertos candados, pero no se ha prohibido del todo, o no se ha regulado de manera más precisa. Veamos.

El Presupuesto Nacional que se destina al financiamiento electoral de las campañas descansa en el 0.17% del PIB, del período fiscal tras anterior a la campaña electoral. Eso es hoy, y desde hace algunas campañas electorales atrás, un montón de millones de colones. Por eso es que demagógicamente, al filo de cada campaña, se aprueban reformas legales para que ese 0.17% no se aplique todo, y lo rebajan al 0.11%, como se ha venido haciendo. Demagógicamente anuncian esa disminución como un triunfo democrático en el ahorro del gasto público. Aun así es mucho dinero. Cualquier rebaja o corte le debería quedar al TSE para su misión de educar electoralmente en democracia. Hay que entender que la democracia hay que pagarla, y los procesos electorales también. Si no los paga el Estado, a los partidos les pueden llegar fondos no muy sanos, que pueden ser de la narco política, que se está organizando, de grupos mafiosos o de personas que han entendido que con el tipo de financiamiento público, pueden hacer clavos de oro, porque la legislación permite que los partidos contra sus presupuestos de gastos electorales, y préstamos que consiguen, puedan vender bonos con altos descuentos. República Dominicana y Colombia son ejemplos de estas mala influencias en procesos electorales pasados. Todo el dinero que se mueve de los presupuestos que están obligados a presentar todos los partidos políticos, sobre los gastos de su participación en la campaña electoral a la que van, no alcanza ni al 60% de ese 0.11%.

Esto es lo que hay que controlar. ¿Cómo? La fórmula más democrática que yo veo es la siguiente.

1.- Hay que garantizar legalmente que todos los partidos tengan igual acceso al financiamiento electoral público. Actualmente solo tienen acceso los partidos que sacan más del 4% de votos o eligen un diputado. Esto no es nada democrático porque a todos los partidos, que se inscriben, les dan la misma posibilidad de participar, y todos los electores nacionales valen, para todos los partidos, de igual forma. Sin embargo, en la realidad no opera así. Los electores de los partidos que no llegan al 4% de votos, o no eligen un diputado, no se reconocen como iguales en su resultado, castigando a estos partidos con no recibir nada, absolutamente nada, de sus gastos electorales, que también realizan al igual que los partidos que sacan más del 4% de votos o eligen un diputado. Y, el valor económico, de estos votantes, se distribuye entre los votantes de los partidos que sacan el 4% o eligen diputado, dándoles más valor económico cuando desde el origen de la campaña, todos los ciudadanos, todos los electores, teóricamente valen igual.

Si se diera, en posibilidad, para todos los partidos, este financiamiento se resolverían prácticamente todos los problemas que esto causa actualmente.

2.- Si se asegurara este financiamiento, de esta manera, se podría prohibir totalmente cualquier financiamiento privado a los partidos, y no habría posibilidad alguna que puedan endeudarse extraoficialmente porque no se podría justificar ese endeudamiento, ni venta de bonos, porque los partidos tendrían asegurado su financiamiento. Aquí se acabarían los negocios, y negocitos, que se hacen, con estos financiamientos, a los partidos políticos desde el sector privado, y desde los bancos, que prácticamente financian campañas casi completas… a ciertos partidos, o a los que estudian que pueden asegurar, por sus resultados, las inversiones que en ellos hacen, sin importar ya el color o la ideología que se les imputen. Lo que interesa es hacer dinero…con el sobre pago de los bonos de la campaña electoral.

3.- El Tribunal Supremo Electoral puede asegurar el buen uso del dinero que se destine a cada partido, en correspondencia al financiamiento nacional disponible. ¿Cómo? Se abrirían cuentas oficiales, en bancos autorizados, pueden ser todos los del sistema bancario nacional, cuentas bajo estricto control del Tribunal Supremo de Elecciones, que colocará allí los dineros públicos que le correspondan a esos partidos, contra el giro autorizado de los contratos que esos partidos hagan para sus respectivos gastos de la campaña electoral.

Igual que ahora, todos los gastos deben someterse por contratos debidamente hechos, que se presentarían ante del Tribunal supremo de Elecciones, para su respectivo control de legalidad. Si son contratos, por ejemplo, con empresas o medios de comunicación, debidamente inscritos, como se acostumbra, con sus tarifas autorizadas, las empresas tendrían mayor garantía de pago, porque la plata está en las cuentas de los partidos, la que se giraría contra la pauta contratada. Les llegaría el mismo dinero a esas empresas y medios de comunicación al 100% de su valor y no con bonos de posible recuperación, como sucede en muchos casos. Les llegaría, igualmente, dinero seguro a todos los medios, grandes y pequeños, y a los programas de opinión, que también se inscriben en las campañas electorales, favoreciendo de esta manera la democracia informativa y formativa nacional de los ciudadanos. Bien podría establecerse que ese financiamiento publicitario es para divulgar los programas electorales y las calidades de los candidatos. Igual podría regularse la crítica pública entre partidos. Quedaría, prácticamente, por fuera el uso de medios indecorosos, fraudulentos, de troles, y otras especies similares porque no podrían pagarse a cargo del presupuesto público electoral. El partido que hiciere esto podría ser castigado severamente, en lo civil y en lo que penalmente correspondiere.

Si se abriere el portillo del financiamiento privado, en esta fórmula de financiamiento, esos financiamientos privados entrarían obligatoriamente a las cuentas públicas, abiertas por el Tribunal Supremo de Elecciones, bajo la forma de donación, que se sumaría al resto del dinero que en esas cuentas haya del financiamiento que corresponda, sin que generen obligaciones con esos donantes, ni posibilidad de recuperación de dineros, porque lo que no se gaste en la campaña, contra los presupuestos presentados, quedaría a fondo, siempre bajo control del TSE, para las campañas municipales, o para garantizar el uso permanente de instalaciones partidarias en la capital, o en ciudades, donde los partidos puedan mantenerlas en actividad político formativa y organizativa de sus propios cuadros políticos.

4.- ¿Cómo asegurar una distribución equitativa del presupuesto nacional electoral, del 0.17%, o del 0.11%, o del porcentaje que se disponga, para los partidos políticos que van a participar en una elección? En el supuesto que se destine todo, solo para facilitar esta explicación, se procedería así. Todo el presupuesto se divide en dos partes iguales de 50%. La primera mitad se distribuiría entre los partidos políticos que participaron en la campaña pasada y repiten en la nueva campaña electoral, en proporción a los votos que obtuvieron en esa campaña anterior. Con eso aseguran un porcentual de dinero para su campaña. La otra mitad, el otro 50% disponible, se divide en partes iguales proporcionales a todos los partidos que se inscriben para la siguiente campaña. Así, los partidos que repiten aumentan un porcentaje más su disponibilidad de gastos y, los nuevos partidos, los que por primera vez participan, aseguran un gasto electoral, cuyo porcentaje asegurará, sin dudas, la posibilidad de que puedan realizar una mínima campaña electoral decorosa, digna y decente.

5.- La clave de todo este proceso está en las cuentas oficiales que abra el TSE a cada partido, donde se depositará el dinero que les corresponda, contra los contratos de gastos hechos y aprobados por el TSE. En la práctica este trabajo lo hace el TSE cuando acaban las elecciones y se liquidan los gastos para ver si se procedió bien o no. Este proceso evitaría, en mucho, que tesoreros, y personeros de los partidos, puedan verse involucrados en procesos fraudulentos de financiamientos y en posibilidad de verse involucrados en denuncias penales y encarcelamientos como ya ha sucedido.

Esta es una primera opinión mía sobre esta temática. Abramos o iniciemos un debate, una discusión, un análisis sobre esta temática, que ya van a empezar a cuajar entre la Asamblea Legislativa y el Tribunal Supremo de Elecciones. Que se discuta de cara al público, a los ciudadanos, al electorado y a los interesados en los asuntos políticos del Estado, del Gobierno, de la Democracia y de la Democracia Electoral costarricense, que es lo que a todos nos interesa salvo guardar.

UCR manifiesta preocupación por posible reforma al artículo 176 de la Constitución Política

La UCR exhortó al Poder Legislativo a que archive el proyecto de ley debido a las posibles consecuencias adversas para el Estado social de derecho y el sistema democrático costarricense. (Foto: Facebook Asamblea Legislativa).

Alejandra Amador Salazar, Periodista

Mediante un pronunciamiento aprobado el pasado viernes por el Consejo Universitario, la Universidad de Costa Rica (UCR) manifestó su preocupación por los términos en los que se fundamenta la propuesta de reforma al artículo 176 de la Constitución Política de la República de Costa Rica, la cual se tramita actualmente en la Asamblea Legislativa mediante el Expediente N.° 22.266.

La iniciativa tiene como propósito, según la exposición de motivos, fortalecer el principio de equilibrio financiero y evitar crear instituciones y programas en el sector público sin que se verifique su contenido presupuestario; sin embargo, también pretende que ese principio prevalezca sobre la autonomía constitucional otorgada a instituciones como el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la Caja Costarricense del Seguro Sociales (CCSS), las municipalidades y las universidades públicas.

Ante esta situación, la UCR aseguró que las autoridades gubernamentales y legislativas harían mal en limitar, negar, retrasar o condicionar –bajo criterios estrictamente presupuestarios– los recursos financieros que debe proveer el Estado a dichas instituciones públicas.

Además, recordó que la Asamblea Nacional Constituyente de 1949 fue clara al establecer un régimen de autonomías constitucionales, con el fin de evitar la concentración de poder en el Ejecutivo.

Esta casa de estudios superiores considera que el proyecto legislativo contiene una modificación intrínseca a aspectos esenciales de la organización política y económica del Estado costarricense, ya que menoscaba y cercena principios constitucionales en favor de razones presupuestarias; lo anterior refleja una clara intencionalidad de concentrar la toma de decisiones financieras en el Poder Ejecutivo, en contraposición a la descentralización administrativa constitucional e incluso a la pregonada en las recomendaciones de política pública de los organismos internacionales.

Por estos motivos, la UCR exhortó de manera vehemente a las diputadas y a los diputados que archiven este proyecto de ley debido a las posibles consecuencias adversas para el Estado social de derecho y el sistema democrático costarricense.

Asimismo, instó a los Poderes de la República, al TSE, a las municipalidades, a la CCSS y a las demás universidades públicas a debatir acerca de las repercusiones que tendría para el cumplimiento de sus fines constitucionales esta reforma.

“CANALLA”

José Manuel Arroyo Gutiérrez

Las palabras nos definen, nos dan identidad, dicen, al utilizarlas, quiénes somos como individuos y como sociedad. Al parecer, el nuevo Presidente de la República tiene esta palabra como una de sus preferidas. El Diccionario de la RAE nos presenta de ella tres acepciones: 1. Perrería, muchedumbre de perros; 2. Gente baja; y 3. Persona despreciable y de bajos procederes. Como vemos, referirse a alguien con este epíteto, tiene un carácter eminentemente agresivo, injurioso e insultante.

Esta palabra la utilizó el ahora Presidente, varias veces, durante la campaña electoral para dirigirse a toda la prensa que lo criticaba o contradecía. Ahora, en visita “de cortesía” a la Corte Suprema de Justicia, la vuelve a utilizar para referirse a las denuncias penales interpuestas en su contra y en contra del partido que lo llevó al poder. Lo más grave es que algunas de esas investigaciones se originaron en un traslado que hizo el Tribunal Supremo de Elecciones –no cualquier ciudadano- al Ministerio Público, por considerar que hay base suficiente para indagar si se han cometido importantes delitos. La cuestión cae por su propio peso: ¿son los magistrados y magistradas del TSE una especie de jauría canina, gente baja, despreciable y de bajos procederes? ¿Qué respeto estamos teniendo por las instituciones? ¿Qué nivel le estamos dando al ejercicio “docente” de la política, por parte de las máximas autoridades de la República? Con profundo pesar, como simple ciudadano, tengo que reconocer que la ola del peor “trumpismo” nos ha arrastrado y un peligroso discurso, barbárico y falaz, está sembrando vendavales.

El problema es complejo porque el Presidente aprovecha su visita a la Corte para hacer una mezcla absolutamente impropia, entre deficiencias reales en nuestra administración de justicia, junto a intereses personalísimos por las causas abiertas en su contra. Esas deficiencias tienen años de estarse conociendo y tratando de superar desde que el propio Poder Judicial llamó al Programa Estado de la Nación para efectuar evaluaciones periódicas, en un afán de transparencia que no tiene ningún otro poder público. Si es mucho pedir cortesía y prudencia al nuevo mandatario, es necesario exigirle respeto al principio de división de poderes y respeto a las autoridades que investigan hechos posiblemente delictivos, eventualmente perpetrados por su persona.

Un Presidente de la República no puede arrogarse la soberanía popular, ni ponerse los tacones y peluca de Luis XIV y arremeter contra los jueces, diciéndoles qué deben y qué no deben hacer. Si bien es cierto que en todo el mundo está de moda el “Lawfare”, esa desventurada estrategia de utilizar el sistema judicial para sacar del juego a adversarios políticos, nadie puede arrogarse el monopolio de la verdad ni la facultad de auto-erigirse en el gran decisor. Resulta ridícula la falacia utilizada como argumento: “todas las acusaciones por corrupción deben castigarse, con la única excepción de las que se sigan en mi contra”.

En un régimen democrático nadie puede ser, de entrada, condenado o absuelto. Cada denuncia debe investigarse bajo el estricto cumplimiento del debido proceso y el respeto a las garantías constitucionales. Esta es la única vía para establecer si se ha cometido un hecho delictivo y quién o quiénes son los responsables. La investigación, el acopio de pruebas y las definiciones últimas en una sentencia, corresponden a la policía, la fiscalía, la defensa y los tribunales de justicia. A nadie más. Parece mentira que tengamos que estar recordando estos conceptos elementales de educación cívica. Pero así estamos.