El Programa Bandera Azul tiene la categoría de Eventos Especiales que busca impactar en el aseo e higiene de un evento masivo, así como en las personas que asisten al mismo.
Estudiantes de la carrera de Salud Ambiental logran el galardón en la categoría de Eventos Especiales
En el marco del curso de Educación en Salud Ambiental de la Carrera de Salud Ambiental de la Sede Guanacaste se llevó a cabo la VI Jornada de Salud Ambiental que se desarrolla cada año.
Uno de los objetivos del curso es enseñar y dar herramientas a los y las estudiantes para que puedan ejercer la Salud Ambiental en diferentes ámbitos, por tal motivo es que los estudiantes del curso SL-0804 organizaron la Jornada, que se realizó entre el 13 y el 15 de noviembre. Participaron representantes del Área de Conservación Guanacaste, miembros de las municipalidades, docentes y estudiantes.
La M.Sc. Wendy Porras Barquero, docente del curso, explica que a cinco estudiantes les correspondió realizar las gestiones para obtener la Bandera Azul para Eventos Especiales.
Para lograrlo se trabajó en la construcción de un plan de manejo de residuos sólidos, un plan de emergencia con rutas de evacuación y punto de reunión, y un plan de riesgo, además durante la realización de la jornada se tuvo que mantener activa una brigada, hacer uso adecuado de la energía, mantener el ornato, y el cuido del agua, entre otros requisitos, que tenían que estar coordinados un mes antes del evento.
Actividad de compensación de recolección de media tonelada de residuos de las Playas del Coco, Playa Hermosa, Playa Panamá, en conjunto con el TCU Salud Ambiental, estudiantes de Ingeniería de Alimentos y estudiantes Agronomía de la Sede de Guanacaste.
Gracias a los estudiantes Doris María Ruiz Centeno, Yareth Bolaños Arias, Brandon Medrano Cordero, Alejandro Manuel Sequeira Méndez, Reychel Kasandra Villegas Chavarría y Yissleidy Daniela Piña Salazar, en conjunto con el personal administrativo de la Sede se logró obtener la Bandera Azul para Eventos Especiales, Cumpliendo todos los requisitos con calificación 100.
Al final del evento se presentó al público una actividad de compensación de recolección de media tonelada de residuos de las Playas del Coco, Playa Hermosa, Playa Panamá, en conjunto con el TCU Salud Ambiental, estudiantes de Ingeniería de Alimentos y estudiantes Agronomía.
El Programa Bandera Azul Ecológica es un esfuerzo interinstitucional, que responde al fortalecimiento de la salud pública y de la actividad turística. Actualmente, cuenta con diez categorías, de las cuales Eventos Especiales es una de ellas, y es un programa administrado por varias instituciones del sector público y organizaciones de la empresa privada.
Norma Varela Marín Docente y Gestora Cultural, UCR
La Benemérita Biblioteca Nacional, la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica y el Instituto de Formación y Estudios en Democracia del Tribunal Supremo de Elecciones, se complacen en invitarle a la conferenciaOrígenes universitarios de la Biblioteca Nacionalpor la historiadora Matilde Amalia Cerdas.
Esta actividad es parte del ciclo «Historia, cultura y democracia».
La actividad será el lunes 27 de noviembre a las 4:00 p.m. y se transmitirá por el Facebook Tribunal Supremo de Elecciones.
Andrea Sánchez Víquez. Docente de la Escuela de Lenguas Modernas, UCR.
Jornada de reflexión de la Facultad de Letras
El gamonal no recibe un “no” como respuesta, porque desde su feudo y desde su posición de poder, no hay nadie que pueda cuestionar o contrarrestar su voluntad
“Siempre he creído que, en última instancia, si la gente presta atención, obtendremos un buen gobierno y un buen liderazgo. Y cuando nos volvemos perezosos, como democracia, y cívicamente empezamos a tomar atajos, el resultado es un mal gobierno y una mala política.”
Barack Obama
Inicio esta reflexión con esta cita ya que comparto completamente las palabras del expresidente de los Estados Unidos. Yo creo que la democracia en Costa Rica se ha vuelto perezosa y una de las manifestaciones de esto es a lo que yo le llamo “el culto al gamonal”. Quisiera explorar desde una mirada feminista y disidente, el fenómeno del culto al gamonal en el presente Poder Ejecutivo de Costa Rica por medio de varios elementos característicos del patriarcado.
El término gamonal se utilizó en particular durante la época colonial de América Latina. Don Hernán Ibarra, investigador y docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), menciona en su artículo Origen ydecadencia delgamonalismo en lasierraecuatoriana la definición de gamonal acuñada por don Pablo Macera desde 1863:
“La lengua castellana da el nombre de gamonal a un terreno que abunda en plantas afrodillas. Pero en algunos pueblos americanos ampliando la idea y tomando por extraña analogía y pícaramente al propietario de la propiedad llaman gamonal, por no decir capataz o cacique, al hombre rico de un lugar pequeño, propietario de las tierras más valiosas, especie de señor feudal de parroquia que influye y domina soberanamente en el distrito, maneja sus arrendatarios como borregos, ata y desata como un San Pedro en caricatura y campea sin rival como el gallo entre las gallinas. El gamonal es pues, el sátrapa de la parroquia.” (Ibarra, 2002, pp 497).
A su vez, “sátrapa” se define como “persona que gobierna despótica y arbitrariamente y que hace ostentación de su poder.” (Real Academia Española, s.f., definición 2). Según la definición anterior y el análisis de quien escribe, la figura del gamonal se ha infiltrado desafortunadamente en el Poder Ejecutivo de Costa Rica. El personaje del gamonal es estrictamente una figura patriarcal que personifica varios elementos de este sistema de opresión.
En esta ocasión se analizarán tres elementos del patriarcado, que también han sido pilares de la lucha feminista. El primer elemento es la dominación masculina; el segundo, la violencia de género junto con el ataque a los derechos reproductivos y, finalmente, el desprecio por la promoción de la educación y la concientización. Como ilustrarán los diferentes ejemplos aportados, estos elementos del patriarcado que definen al gamonal también están presentes en el Poder Ejecutivo: en la persona del presidente, pero también en sus ministros y ministras.
El primer elemento del patriarcado, muy evidente en la figura del gamonal, es la dominación masculina. Es claro que la persona que se encuentra en la presidencia en este momento calza a la perfección con este fundamento. Por ejemplo, desde la campaña política de las pasadas elecciones presidenciales, Rodrigo Chaves demostró un estilo centralista de gerencia. Recordemos que el eslogan de campaña era “Yo me como la bronca”.
Detengámonos un minuto para analizar el contenido violento de esta frase: una bronca es sinónimo de un pleito o una trifulca. Rodrigo Chaves, desde la campaña, indicaba sin remordimiento, que ese iba a ser su estilo: uno confrontativo y violento. El otro factor importante es que en este eslogan solo hay una persona ejecutando, no es “nosotros” nos comemos la bronca, es “yo” me como la bronca, haciendo énfasis en que quien da las órdenes es él.
Dentro de este elemento de dominación masculina hay un asunto entristecedor y es que en la elección presidencial pasada hubo un espaldarazo a ese machismo gamonal que era evidente en quien en aquel entonces solo era candidato presidencial. La analista política, doña Gina Sibaja, afirmó en el 2022 que se formó una empatía especialmente en la población masculina “porque hay que decir que aquí el acoso sexual se naturalizó y ha sido una práctica diaria. […] Chaves, al ser un outsider (desconocido) de la política, que parece que irrumpe sin negociar, era atractivo para la población. El voto fue para una persona que parece que se enfrentará a las élites” (Infobae, 2022).
Sumado a lo anterior, parte de esa dominación masculina ha sido muy evidente en la escogencia de colaboradores y colaboradoras con una obediencia inquebrantable como requisito de participación en el Poder Ejecutivo. Uno de los casos que más ruido le ha generado al Poder Ejecutivo es la cartera de Salud, inicialmente asignada a la doctora Jocelyn Chacón. La doctora Chacón creó muchos anticuerpos en su equipo de trabajo, en la prensa y en la opinión pública en general por la falta de fundamentos técnicos en la toma de decisiones dentro del Ministerio de Salud.
La doctora cayó en la trampa del patriarcado de la que habla la escritora feminista Audre Lorde en su artículo Age, Race, Class and Sex: Women Redefining Difference. Esto significa que la persona piensa que, acercándose y siguiendo la misma línea de su opresor, va a obtener los mismos beneficios que este. El final de la historia de la doctora Chacón en el Ministerio de Salud, hasta donde lo conocemos hoy, no fue exitoso. Lo que sí fue muy evidente, es que ella se apegó a la línea del Poder Ejecutivo hasta las últimas consecuencias.
Por su parte, doña Marta Esquivel, presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en reiteradas ocasiones ha hecho evidente su lealtad hacia el Poder Ejecutivo, incluso cuando las decisiones de este han ido en detrimento de la institución que ella lidera. El presidente también hace alarde de su dominación cuando habla de una institución benemérita para Costa Rica como lo es la Caja. Rodrigo Chaves, en diversas declaraciones públicas, ha afirmado que la CCSS está en quiebra sin aportar ningún elemento probatorio para su afirmación.
Al otro extremo de la lealtad incuestionable, don Álvaro Ramos, doctor en Economía, no estaba de acuerdo con las declaraciones del presidente y, con números y datos, demostró frente a la prensa que la Caja no está en quiebra, como lo mencionó la nota de setiembre del 2022 el medio DelfinoCR. El contradecir al presidente en público le costó el puesto a don Álvaro Ramos, quien inició esta administración como presidente ejecutivo de la CCSS.
El segundo elemento del patriarcado que comparten tanto el gamonal como Rodrigo Chaves, es la violencia de género. Costa Rica en este momento tiene un presidente que fue condenado por acoso sexual en el 2019 por el Banco Mundial (Cambronero y Chinchilla, 2021). Costa Rica en este momento tiene un presidente para quien la violencia de género fue su diario vivir durante más de 13 años, según indica el resultado de la investigación del Banco Mundial (Bolaños y Kurmanaev, 2022). Costa Rica tiene un presidente que en ningún momento ha negado esa violencia de género, muy por el contrario, la ha aceptado y justificado como “bromas malentendidas,” por supuesto, desde la posición de poder que ostentaba en el Banco Mundial.
Sería entendible que la respetable audiencia pudiese pensar que este es un asunto viejo, que es agua bajo el puente, que las personas cambian, evolucionan y aprenden de sus errores. Pero este no es el caso de Rodrigo Chaves. En junio del 2023, hace tan solo unos cuantos meses, la Asamblea Legislativa de Costa Rica emitió una moción para pedir al presidente no fomentar la violencia de género. Esa moción, aprobada por 41 de los 57 diputados y diputadas de la República, le pedía al presidente que dejara de usar lenguaje violento durante sus intervenciones públicas y sus declaraciones a la prensa.
Otro ejemplo de la violencia de género perpetrada por el presidente fue el caso de la expresidenta del PANI, doña Gloriana López. Este caso está muy relacionado con el elemento anterior de dominación masculina, ya que en el momento en que doña Gloriana discrepa del presidente en una conferencia de prensa, este la invisibiliza, la infantiliza y la neutraliza al decirle: “No vamos a pelear en público. Después hablamos”. Este tipo de interacciones, muy comunes para el presidente Chaves, son una falta de respeto a la investidura de una Presidencia Ejecutiva, pero también son un irrespeto hacia la profesional y la persona que es doña Gloriana López.
Como se mencionó anteriormente, el gamonal no recibe un “no” como respuesta, porque desde su feudo y desde su posición de poder, no hay nadie que pueda cuestionar o contrarrestar su voluntad. Pero, probablemente, la manifestación más perversa de esa violencia de género es el ataque frontal a los derechos reproductivos de las costarricenses. Según noticia de Semanario, en marzo del 2022, el Poder Ejecutivo pactó una alianza con los partidos neopentecostales con curules en la Asamblea Legislativa para no impulsar la ideología de género, que, dentro de su visión de mundo, es cualquier expresión de sexualidad y orientación sexual diversa. Dentro de ese pacto también se acordó revisar la norma técnica para el aborto terapéutico, tan tardíamente aprobada en el 2019, bajo la administración de Carlos Alvarado, vulnerando así el derecho de las personas gestantes para terminar su embarazo cuando su salud esté en riesgo. El gamonal lidera total y absolutamente, no solo la tierra, sino a los habitantes de esta y no está acostumbrado a negociar sus decisiones con absolutamente nadie.
El último elemento del patriarcado presente en el Poder Ejecutivo es el desprecio por la promoción de la educación. La educación y la concientización son pilares en la lucha feminista, precisamente porque han sido el antídoto más efectivo contra el patriarcado. Desde nuestras casas, aulas, calles de la comunidad y lugares comunes, hemos concientizado a compañeras y a compañeros sobre las desigualdades que las mujeres, aún el día de hoy, enfrentan en diversos sectores de la sociedad. Esa educación, que por siglos ha sido un pilar de la idiosincrasia costarricense, está en este momento bajo ataque directo del Poder Ejecutivo. Esa estrategia ofensiva empezó, como ya se mencionó, ejerciendo su dominación masculina y poniendo al mando del Ministerio de Educación Pública (MEP) a personas que siguen la línea de pensamiento de Casa Presidencial sin ningún cuestionamiento.
Se ha colocado a la cabeza del ministerio, hay que decirlo, a una persona que no cree en la educación pública, no entiende cuál es su función y no toma en cuenta la diversidad y las necesidades particulares de las poblaciones en cada uno de los rincones de Costa Rica. Se han hecho recortes de presupuesto importantes al MEP y la ministra de Educación, doña Anna Katharina Müller, los ha defendido y justificado cual si fuera la torre en un tablero de ajedrez, donde el Poder Ejecutivo es el rey. Se ha ido socavando, todavía más, la endeble situación de la educación pública costarricense.
Después de dos años del mal llamado “apagón educativo”, la ministra no solamente no tiene intención de mejorar la educación pública de este país, sino que ha tomado acciones concretas para desmantelarla. Ejemplos hay muchos, pero recordemos los más sonados. Se rompió el convenio con la Fundación Omar Dengo, que tenía más de 30 años y que había provisto de equipo tecnológico a cientos de escuelas en el país. Aún no se les ha dado a los centros educativos una alternativa sobre quien suplirá esas necesidades. Lo que ella ha llamado la “ruta de la educación” no ha sido más que una cortina de humo para distraer a la prensa y a la opinión pública de que nadie en el equipo de trabajo del MEP parece haber hecho un análisis o un proceso de revisión con el fin de proponer soluciones concretas, viables y prontas para la terrible situación de la educación pública en nuestro país.
La ministra Müller no solamente se ha apegado férreamente a la línea del Poder Ejecutivo, sino que ella misma ha cuestionado, por ejemplo, el 8 % que, por mandato constitucional, se invierte en educación. También existe un desprecio elocuente y campante hacia la academia. El Ministerio de Educación ha ignorado programas y convenios previos que involucraban a las universidades públicas de este país, como ejemplo de ello la realización de las pruebas de dominio lingüístico, que por varios años estuvieron a cargo de la Universidad de Costa Rica y, en este momento, aún no se sabe quién se va a hacer cargo de ellas este año.
Después de haber analizado la figura del gamonal y su relación con el Poder Ejecutivo y de tratar de explicar esa relación por medio de los tres elementos mencionados característicos del patriarcado: la dominación masculina, la violencia de género y el desdén por la educación, nos queda la gran pregunta: ¿qué hacer con esta realidad?, en especial, desde la academia. La palabra disidencia es parte del título de esta ponencia, justamente porque es imperativo explorar qué significa desde la educación superior. Hay una palabra que lo explica muy bien: reflexión. Precisamente, estas Jornadas de Reflexión abren esos espacios necesarios no solo para poder entender la realidad nacional, sino para poder plantear soluciones factibles y eficientes a los problemas que se identifican.
Yo creo que hay, básicamente, dos maneras de practicar disidencia: la primera, sería verticalmente, desde la administración. La universidad debe crear espacios para que estudiantes, docentes y administrativos y administrativas puedan analizar la realidad nacional sin tener que sacrificar sus contenidos docentes o sus labores diarias. Estas Jornadas de Reflexión son un ejemplo de esos espacios creados desde la administración para conversar sobre la realidad nacional. Pero, entonces, salta la pregunta: ¿por qué este auditorio no está lleno? Tendríamos que preguntarnos también: ¿qué día es hoy? Hoy es un jueves y son las diez de la mañana. Entonces, respetuosamente, debemos hacer una autocrítica y un análisis de a qué población queremos que llegue nuestro mensaje. Necesitamos pensar en nuestra audiencia meta: esas personas que tal vez no distinguen esos elementos del patriarcado y para quienes no hay nada de malo con que haya un gamonal sentado en la silla presidencial.
A partir de ahí, se deben tomar decisiones. Una acción concreta seria proveer esos espacios de reflexión en horarios más accesibles para el resto de la población ajena a la universidad. Puede ser que esto nos permita captar a amas de casa, personas saliendo de sus trabajos, conductores de transporte público, etcétera. Otra acción concreta, y creo que el Decanato de Letras ha tomado pasos correctos en esa dirección, es la diversificación de canales de comunicación. Por ejemplo, hoy estas Jornadas de Reflexión están siendo transmitidas por medio de Facebook Live. Eso hace que podamos llevar el mensaje mucho más allá del alcance físico de alguien que pueda venir a este auditorio. Y, por último, otra acción concreta es incluir esos procesos de reflexión política y de análisis de realidad nacional como un eje transversal desde la docencia. Es importante que, al menos en nuestra área del idioma, los estudiantes puedan identificar oraciones relativas dependientes de las independientes, que entiendan de shuas y digraphs, pero también es esencial que parte del perfil de salida de nuestros estudiantes sea conocer la realidad nacional y ser críticos de ella.
Por otro lado, la disidencia también puede hacerse horizontalmente en nuestro ambiente personal, en nuestras redes sociales o en nuestras mesas con amigos. La disidencia también puede ser un eje transversal dentro de las conversaciones que tenemos con las diferentes personas con quienes interactuamos a lo largo del día. Nuestras conversaciones cotidianas, bien lo decía el tercer elemento analizado del patriarcado, pueden concientizar de que hay algo que está sucediendo en el Gobierno de Costa Rica que no está bien.
Muy respetuosamente, ¡los y las insto a hacer disidencia! No hay esfuerzos pequeños. Definitivamente, no se necesita un auditorio para hacer disidencia.
Dr. Fernando García Santamaría. Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales, Facultad de Microbiología, UCR.
Por Fernando García Santamaría
La reciente pandemia Covid-19, causada por el virus SARS-CoV-2, con más de 770 millones de casos estimados y más de 6.9 millones de muertes en tres años de crisis sanitaria, es un recordatorio que a pesar de los enormes avances médicos de los siglos XX y XXI, las enfermedades infecciosas siguen constituyendo una amenaza para la salud pública local, regional y global. Un reporte publicado el año pasado en la revista The Lancet llamó la atención de otra pandemia, que constituye una amenaza tal vez no tan nueva para la salud pública global, causando solo para el año 2019, el año pre-pandémico, casi 5 millones de muertes: la resistencia a antimicrobianos.
El desarrollo de los medicamentos antimicrobianos, incluyendo antibióticos (antibacterianos), antivirales, antifúngicos y antiparasitarios, es uno de los principales avances médicos del siglo XX, que junto con el desarrollo de las vacunas y diversas medidas de higiene, como la potabilización del agua, los avances en el control de las enfermedades infecciosas en seres humanos han contribuido significativamente en su calidad de vida, disminuyendo la mortalidad infantil y aumentando la expectativa de vida en las sociedades modernas.
Debido a su enorme éxito inicial en las décadas de 1940 y 1950, el uso de los antimicrobianos ha sido intensivo desde entonces en el control de las infecciones en seres humanos, lo cual ha generado un problema de enormes dimensiones: el surgimiento de microorganismos resistentes al efecto de los medicamentos antimicrobianos.
El problema fue identificado desde el principio, pero se hizo evidente a particularmente de la década de 1970 y no se ha detenido desde entonces. La principal manifestación del problema se observa en las infecciones intrahospitalarias, en aquellos pacientes con varios días o semanas de hospitalización que son sometidos a diversos procedimientos médicos. Se debe recordar que el cuerpo humano se encuentra normalmente recubierto, en la piel y en las mucosas, por miles de millones de bacterias, siendo la mayor parte de ellas inocuas o beneficiosas; se estima que esta microbiota aporta aproximadamente 2 kg de nuestro peso corporal. Cuando se presenta una infección, la droga antimicrobiana se distribuye por todo el cuerpo, afectando no solamente al microorganismo causante de la infección, sino a toda la microbiota humana.
La resistencia emerge cuando los microorganismos cambian genéticamente con el tiempo, se adaptan a la presencia de antimicrobianos, aun en altas concentraciones, y eventualmente ya no responden a los medicamentos, haciendo que las infecciones sean más difíciles o imposibles de tratar y aumentando el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas, provocando un incremento en el número de infecciones y otras enfermedades asociadas (morbilidad) y la mortalidad. El costo de la resistencia a los antimicrobianos para las economías de los países y sus sistemas de salud puede llegar a ser significativo, por estancias hospitalarias más extensas y la necesidad de recurrir a medicamentos más caros y de cuidados intensivos de mayor complejidad.
Sin embargo, el problema ha dejado de ser exclusivo de los servicios de salud y se han trasladado a las comunidades. Es cada vez más frecuente la ocurrencia de infecciones adquiridas en la comunidad por microorganismos resistentes y muchas veces ingresan con estas infecciones a nuestros hospitales. Algunas de las bacterias que causan infecciones en los seres humanos en Costa Rica son resistentes a la mayoría de los antibióticos, incluyendo los antibióticos más potentes disponibles: los carbapenems.
Una vez que se presenta la resistencia a este tipo de antibióticos, las alternativas terapéuticas disponibles en nuestros servicios de salud prácticamente desaparecen para nuestros pacientes que sufren neumonía, septicemia, infecciones urinarias, infecciones en recién nacidos y pacientes de unidades de cuidados intensivos. Los procedimientos médicos, como las cirugías, incluidas las cesáreas o los reemplazos de cadera, la quimioterapia contra el cáncer y los trasplantes de órganos, a manera de ejemplos, serán mucho más riesgosos.
No obstante, lo hasta acá descrito representa solamente la mitad del problema. La misma situación se ha ido presentando paulatinamente en las infecciones causadas por microorganismos resistentes en mascotas y animales de compañía y de producción pecuaria intensiva, particularmente aves de corral y porcinos. Los antimicrobianos son además utilizados de forma precautoria, mezclados con los alimentos o con el agua que consumen los animales, para evitar infecciones clínicas o subclínicas y tengan una mayor ganancia de peso.
En la producción agrícola los antimicrobianos se utilizan, en forma de pesticidas, para el control de infecciones que afectan diversos tipos de cultivo, incluyendo hortalizas y plantas ornamentales. No es inusual encontrar miles de bacterias resistentes a los antibióticos en las hortalizas que consumimos a diario. Las implicaciones económicas y el impacto ambiental son significativos también en estos sectores.
De esta manera, los microorganismos resistentes a los medicamentos se encuentran en las personas, los animales, los alimentos, las plantas y el medio ambiente (en el agua, el suelo y el aire) y pueden transmitirse de persona a persona o entre personas y animales, incluso a través de alimentos de origen animal o vegetal. Las principales causas de la resistencia incluyen el uso indebido y excesivo de los antimicrobianos, la falta de acceso a agua potable, saneamiento e higiene tanto para humanos, animales y plantas, la mala o inadecuada prevención y control de infecciones en servicios de salud y en granjas animales, el acceso deficiente a medicamentos y vacunas de calidad, ausencia de medios para realizar un diagnóstico oportuno y certero.
También es importante abordar la falta de conciencia y de información apropiada, tanto en el ámbito académico y el profesional, como en el público en general como consumidores finales de antibióticos. Aún existen además muchos vacíos de conocimiento, no solamente en el ámbito clínico o pecuario, sino también sobre las implicaciones bioéticas, políticas, sociales, económicas y ambientales del problema de la resistencia a antimicrobianos.
A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el Plan de Acción Global sobre la Resistencia a Antimicrobianos durante la Asamblea Mundial de la Salud de 2015 y los países miembros se comprometieron con el desarrollo y la implementación de planes de acción nacionales multisectoriales, que posteriormente fue respaldado por los órganos rectores de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) bajo el principio de Una Salud (One Health), para que en las acciones a realizar se involucren seres humanos, animales, sectores de salud vegetal y ambiental.
En ese contexto, un grupo de expertos nacionales desarrolló el Plan de Acción Nacional de Lucha contra la Resistencia a los Antimicrobianos Costa Rica 2018-2025 (decreto Decreto 41.385-S, publicado el 4 de enero de 2019 en La Gaceta). Algunos elementos de ese plan se han podido desarrollar o mejorar los ya existentes, destacando el Programa de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA) y los Programas de Optimización de Antimicrobianos (PROA) implementados en algunos servicios de salud, públicos y privados del país.
Pero este esfuerzo, en mi opinión, ha sido insuficiente y hasta cierto punto relegado por otras prioridades en salud. Es urgente que las autoridades correspondientes y la sociedad costarricense en general le den a este problema de salud pública la importancia que merece. El Plan de Acción Nacional no debe convertirse en letra muerta ni es un documento final, el gobierno debe dotar de recursos humanos y económicos de manera sostenible para fortalecerlo. El país requiere con premura de este Plan de Acción Nacional, para que represente una oportunidad para promover el trabajo intersectorial entre todos los actores involucrados, incluyendo el sector político, las universidades públicas y privadas, los colegios profesionales y las asociaciones de especialistas y, por supuesto, la industria farmacéutica, entre otros, para crear grupos de trabajo y poder así abordar todas las aristas de este complejo problema.
Es importante mejorar la educación, la concientización y la comunicación pública sobre la resistencia a los antimicrobianos, mejorar el diagnóstico clínico y los sistemas de vigilancia del surgimiento y dispersión de microorganismos resistentes, implementar medidas de prevención y control de infecciones, incluyendo los programas de vacunación, definir protocolos de tratamiento y guías clínicas, y generar estrategias de producción agropecuaria que tiendan a disminuir el consumo de antimicrobianos y la contención de microorganismos resistentes. Resulta también fundamental promover la investigación en el desarrollo de novedosas medidas preventivas y nuevos medicamentos y otras alternativas terapéuticas con la participación activa de la industria farmacéutica y el sector académico nacional.
Es urgente el compromiso entre todos los actores para procurar una forma más prudente y racional de utilizar los antimicrobianos. Somos nosotros, los seres humanos, quienes provocamos el problema, somos nosotros también quienes debemos hacer el esfuerzo por contenerlo y preservar la utilidad futura de los medicamentos antimicrobianos. Es una responsabilidad de todos y cada uno de nosotros y no debemos evadirla.
Fernando García Santamaría, PhD – Profesor Catedrático Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales, Facultad de Microbiología, Universidad de Costa Rica
Nancy Piedra Guillén. Sergio Reuben Soto. [Editores/as] Nancy Piedra Guillén. [Coordinadores/as] David Díaz Arias. Roberto Ayala Saavedra. María Flórez-Estrada Pimentel. Esteban Arias Chavarría. Velia Govaere Vicarioli. Sofía Guillén Pérez. Henry Mora Jiménez. Laura Rivera Alfaro. Sergio Reuben Soto. [Autores/as de Capítulo]
Los artículos compilados en este libro son producto de diversas actividades organizadas por el Posgrado Centroamericano en Sociología de la Universidad de Costa Rica para reflexionar en torno a distintas aristas del desarrollo del neoliberalismo en este país. Sus capítulos constituyen un aporte para reflexionar sobre factores socioeconómicos que afectan a diversos sectores de la sociedad. En sus páginas se tratan aspectos diversos como el desarrollo del neoliberalismo, las desigualdades generadas, las políticas en sectores productivos del país, los planes fiscales que se han propuesto a lo largo de varios años, el proceso de precarización en el trabajo y la lógica misma del sistema capitalista, con las implicaciones que conlleva esta última en términos de la acumulación implicita. La perspectiva desde la que se observa el problema nos cuestiona y nos invita a pensar en la necesidad de resolver las crecientes desigualdades que genera el neoliberalismo y, con ello, el malestar que produce en millones de personas excluidas de los procesos socioproductivos.
Una producción de Quince UCR que ahonda en algunos de los casos de corrupción más importantes del país
Platos Rotos: la corrupción que pagamos (promo)
La miniserie «Platos Rotos: la corrupción que pagamos» hace ejercicio de memoria histórica y revisa con ojo crítico tres de los casos de corrupción más grandes de la historia reciente de nuestro país.
“Platos Rotos: la corrupción que pagamos” es una miniserie documental de cuatro episodios, que se piensa como un ejercicio de memoria histórica, una forma de revisar, comprender y reelaborar sobre las historias de tres de los mayores casos de corrupción de Costa Rica, así como para mostrar a las nuevas generaciones uno de los mayores problemas del país según la población: la corrupción y la transparencia.
La serie consta de tres capítulos en los que se aborda los casos del Banco Anglo Costarricense, ICE-Alcatel y CCSS-Fischel; y un cuarto capítulo que profundiza desde la academia acerca de la corrupción en el país y lo que significan estos eventos.
La producción que, si bien es un documental televisivo, en cada episodio utiliza recursos discursivos y cinematográficos del documental, como lo son la animación, el uso de material de archivo y la recreación.
La miniserie documental se estrenará el jueves 23 de noviembre. A las 9:00 p. m. en la señal abierta del canal universitario y en la plataforma de streaming UCRQ.tv.
Para Iván Porras Meléndez, director de Quince UCR, producir esta serie tiene varias implicaciones significativas, entre las cuales destaca cómo “con Platos Rotos aumentamos la conciencia pública sobre la magnitud y las ramificaciones de la corrupción en el país y sirve como un recurso valioso para que nuevas generaciones conozcan estos vergonzosos momentos de despojo y corrupción de lo público hacia los intereses privados”
“En la actualidad, cuando el ejercicio de la libertad de expresión y el papel de la prensa ha sido puesta en menoscabo por parte de autoridades gubernamentales; esta serie cobra especial relevancia” destaca Porras, quien señala que “en estos capítulos revisaremos cómo en su momento, a través del periodismo investigativo se develaron casos que al día de hoy son referentes de abusos del poder político y posteriormente trajeron cambios legales en nuestra relación con la prevención de la corrupción y la búsqueda de una cultura de transparencia”.
“Platos Rotos” es una producción de Quince UCR, con el apoyo de la Oficina de Comunicación Institucional (OCI) y la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica.
Bajo la producción ejecutiva del productor y periodista Carlos Matute y la Jefatura de Producción de Lucía Vásquez, llega idea original de Viviana Valverde, también co-escritora de la serie.
El director es Roberto Jaén, graduado de Cine en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba (EICTV), de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica y Máster en Comunicación por la misma universidad. Se desempeña como curador del espacio Preámbulo de Cinemateca del Centro de Cine de Costa Rica, es docente en la UCR y ha producido, escrito y dirigido diferentes formatos audiovisuales.
Su corto “Ciudadano” (2015), ganó el premio del jurado del Festival Shnit, y su serie documental «Animales Políticos» (2021) fue galardonada con el Premio Nacional de Cultura Amando Céspedes.
El proceso de investigación y guión fue liderado por Viviana Valverde, periodista y guionista graduada del Programa de Guionistas y del programa de TV & Film Development en la Universidad de California (UCLA) y Lucía Vásquez, periodista y productora audiovisual graduada de la Universidad de Costa Rica.
La música original fue compuesta por Mau Durán del BetaLab de la Escuela de Comunicación Colectiva de la UCR. Y la realización audiovisual contó con el trabajo de Miriet Abrego Zúñiga, Henry Acevedo Rueda, Max Arce Mora, Freddy Quesada Carvajal, Bryan Fernández Vega, Thomas Barquero Fonseca, Alexander Durán Sosa y Yuri Muñoz Zúñiga, personal del Quince UCR.
Sinopsis por capítulo
Capítulo 1: Caja-Fischel
Un equipo de periodistas de La Nación da con la compra de una mansión por parte de un funcionario público en Santa Ana y termina revelando una red criminal creada para corromper funcionarios públicos de la Caja Costarricense de Seguro Social con el fin de adquirir equipos médicos con fondos de un préstamo finlandés.
Capítulo 2: Banco Anglo
La complejidad del caso Banco Anglo todavía enfrenta a quienes lo vivieron de cerca: ¿el cierre del banco se dio por razones técnicas o políticas? El episodio explora desde adentro los últimos meses, días y horas antes y después del colapso del banco más antiguo del país, recordado como uno de los casos de corrupción que más impactó a toda una generación.
Capítulo 3: ICE-Alcatel
El francés Christian Sapsizian, empleado de Alcatel, admitió haber ofrecido 2.5 millones de dólares en dádivas a directivos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Lo hizo en un tribunal en Florida, donde decidió cooperar con las autoridades. Nunca dio los nombres de las personas involucradas en las transacciones. El episodio repasa los hechos ocurridos en Costa Rica y las acusaciones de Sapsizian, en un intento por recopilar una serie de eventos que dejan más preguntas que respuestas.
Capítulo 4: Epílogo – Cuellos Blancos
¿Dónde estamos en términos de corrupción? Para entender la corrupción debemos empezar por cómo funciona el Estado, su entramado institucional y fiscalizador, y cuál es el talón de Aquiles que permite la entrada de la corrupción. Así podremos ver mejor cuáles son los retos que tenemos por delante como país y como ciudadanos para poder, algún día, mejorar en la lucha contra la corrupción.
Andrea Marín Castro Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR
Este martes 21 de noviembre a las 10 am será el pre estreno en el auditorio de la Plaza de la Autonomía, Ciudad de la Investigación. Se proyectará el episodio de Caja Fischel.
Trámite de admisión UCR Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
Del total de nuevos cupos el 43,6 % corresponden a carreras STEM
Es primera vez que se supera este número y el mayor aumento se da en Sedes Regionales
Para el año 2024, la Universidad de Costa Rica ofrecerá 10 242 cupos para personas aspirantes a nuevo ingreso. Es la primera vez que se sobrepasa las 10.000 nuevas admisiones en un año.
Así se desprende de la publicación de las Resoluciones VD-12742-2023 y VD-12743-2023 que establecen la oferta académica que brindará la UCR en el 2024, así como los cupos máximos de ingreso para cada una de carreras en las modalidades de Admisión Ordinaria y Admisión Diferida.
El aumento de nuevos cupos con respecto a los ofrecidos en el 2023 fue de 418, lo que representa un incremento del 4,25 % con respecto al año anterior.
Para el Vicerrector de Docencia, Dr. Felipe Alpízar Rodríguez, este es el resultado de un ejercicio de reflexión y compromiso de la comunidad universitaria para atender, por una parte, la alta demanda de profesionales en las diversas áreas y, también, los acuerdos que guían la negociación del financiamiento de las Universidades Públicas.
“La Universidad es uno de los factores de movilidad social más importantes. Felicito y me siento orgulloso de que, como comunidad universitaria, sepamos abrazar este compromiso con las personas jóvenes y estemos contribuyendo con el cambio social. Hoy anunciamos la posibilidad de que más de 10 000 personas puedan cambiar su historia de vida gracias a esta Institución”, explicó el Vicerrector.
Equidad y regionalización
En el caso de la admisión diferida para promover la equidad, los nuevos cupos de ingresaron pasaron de 784 en el 2023 a 812 en el 2024. Esta modalidad de Admisión, que se implementó a partir de 2015, pretende fortalecer el acceso a la UCR de personas provenientes de regiones e instituciones de educación que estadísticamente tienen un historial de poca oportunidad de acceso a la UCR.
Además, el 36,45 % de los nuevos cupos de ingreso (3.733 en total) son exclusivos para las Sedes Regionales, quienes concentran 309 de los 418 nuevos cupos para el 2024.
La Sede Regional que más cupos aumentó para el 2024 fue la Sede Regional del Caribe, que creció en 148 nuevos cupos con respecto al año anterior, para un importante crecimiento del 36%.
Para el Director de la Sede del Caribe, Dr. Walter Anderson Rivera, el aumento de cupos representa nuevas oportunidades accesibilidad a la educación superior para cientos de jóvenes.
“Esto constituye mayores y mejores posibilidades de construir su futuro en su propia región y contribuir con su desarrollo y el mejoramiento en la calidad de vida de sus familias. La Sede del Caribe atiende su compromiso con la provincia de Limón y con Costa Rica”, asegura Anderson.
Con STEM en la mira
De los nuevos cupos ofrecidos por la UCR para el 2024, 4 465 corresponden a carreras STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), una categoría de clasificación de carreras que prioriza aquellos programas académicos relacionados con esas áreas.
Así, los nuevos cupos de admisión que ofrecerá la UCR para estas carreras representan un 43,6 % del total de los cupos y un aumento del 5,53 % en esta categoría, con respecto a los ofrecidos el año anterior.
El Área que más aumentos en cupos experimentó fue Ingeniería, que incrementó los cupos en 245 nuevos, para un total de 2 477 nuevos estudiantes, seguida de Educación, que creó 160 nuevos espacios para sus carreras. Las carreras de esta área recibirán a 1 720 nuevos estudiantes en el 2024.
El Dr. Orlando Arrieta, Decano de la Facultad de Ingeniería afirma que, entendiendo el contexto social, económico y productivo del país, esta Facultad se dio a la tarea de revisar e incrementar los cupos en algunas de sus carreras con características particulares.
“Este incremento en Ingeniería Civil e Ingeniería Industrial, por ejemplo, puede ligarse a todo el tema de infraestructura que el país está requiriendo y el apoyo a todo el clúster de alta tecnología y dispositivos biomédicos que se ha instalado recientemente acá. En ambos casos se requiere de un recurso humano altamente calificado que nosotros formamos en nuestras carreras”, explica el Decano.
Adicionalmente, la Vicerrectoría de Docencia también publicó la Resolución VD-12744-2023 que regula las modalidades y cupos de traslado interno de carrera o ingreso a otra carrera simultánea. Estos procesos están dirigidos a la población que ya es estudiante activa de la UCR. Para el 2024, 2.199 estudiantes podrán optar por un traslado de carrera o ingreso a carrera simultánea.
Datos en breve
Para el 2024 la UCR ofrecerá 10 242 nuevos cupos de admisión para primer ingreso (Admisión Ordinaria y Admisión Diferida) y 2 199 para traslado de carrera o ingreso a carrera simultánea.
El aumento en cupos de nuevo ingreso es de 418 y representa un incremento de 4,25 % con respecto a lo ofrecido en el 2023. Este aumento de cupos se da mayoritariamente en las carreras del Área de Ingeniería y Educación.
De la totalidad de los nuevos cupos, 812 corresponden a Admisión Diferida. Esta es una modalidad que pretende fortalecer la equidad en el acceso a la Universidad para poblaciones provenientes de colegios con bajo índice de admisión a la UCR.
El 36, 45% de los nuevos cupos (3 733) corresponden a carreras en Sedes Regionales. Sólo en las Sedes Regionales el aumento fue de 309 cupos.
De la totalidad de nuevos cupos ofrecidos para el 2024, el 43,6 % (4 465 cupos) son en carreras STEM. Los cupos en estas carreras crecieron un 5,53 % con respecto a la ofrecido en el 2023.
Armando Vargas Morera Periodista, Vicerrectoría de Docencia, UCR
Imagen Andrea Jiménez. Archivo Consejo Universitario, UCR.
En el marco de los principios humanísticos que orientan el quehacer de la Universidad de Costa Rica, el Consejo Universitario esta casa de enseñanza de educación superior estatal acordó en su sesión sesión n.º 6752, celebrada el 2 de noviembre de 2023:
1. Reafirmar el compromiso de la Universidad de Costa Rica con los principios de respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas, que deben prevalecer en todas las naciones del mundo. Además, hacer un llamado a las naciones a mantener una unidad en la defensa de los valores fundamentales de la vida humana y del bienestar general de las sociedades.
2. Instar al Gobierno de la República y a la Asamblea Legislativa para que utilicen todos los foros internacionales para apelar por un cese al fuego y el uso del derecho internacional en todos sus mecanismos, para avanzar hacia un proceso orientado hacia una paz duradera y la existencia de dos Estados: Israel y Palestina.
3. Hacer un llamado al respeto, a la tolerancia y a la solución pacífica de conflictos en estricto cumplimiento del derecho internacional y la apertura del diálogo, la búsqueda de consensos y a que se materialice la reconciliación entre todas las partes.
4. Instar al cese inmediato de la violencia a fin de que se permita el urgente ingreso de asistencia humanitaria en Gaza.
5. Condenar cualquier tipo de conducta bélica y el uso sistémico del terror que quebrante la paz y la seguridad social de los pueblos.
6. Incentivar a la comunidad universitaria a generar espacios académicos de discusión y análisis sobre esta temática.
El pasado 2 de noviembre, un mes después del inicio de la fase actual del conflicto en el Medio Oriente, el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (CU) ha decidido pronunciarse al respecto. En su parte esencial, el comunicado declara “Hacer un llamado al respeto, a la tolerancia y a la solución pacífica de conflictos en estricto cumplimiento del derecho internacional y la apertura del diálogo, la búsqueda de consensos y a que se materialice la reconciliación entre todas las partes». En ese comunicado, el CU no se refiere de manera directa al genocidio en Gaza, ni a la masacre del pueblo palestino en la Cisjordania. Pero especialmente grave es omitir nombrar al responsable por ese genocidio, el estado de Israel.
Tales omisiones reflejan el temor de los miembros del CU a llamar las cosas por su nombre. El genocidio en Gaza y Cisjordania es un proceso de limpieza étnica que ha sido impulsado por el movimiento sionista desde antes de la fundación formal del estado de Israel. El ataque actual de las fuerzas armadas israelíes sobre Gaza alcanza hospitales, campos de refugiados, iglesias, escuelas, ambulancias y cientos de blancos civiles. Cada 10 minutos muere un niño palestino en Gaza. No es una guerra, es un proceso de desplazamiento de una población entera por medio del terror. Así lo hacen ver pronunciamientos y comunicados de organizaciones humanistas, estados y movimientos civiles alrededor del mundo en una ola internacional contra este genocidio, a la cual no ha querido adherirse el CU.
En sus acuerdos, el comunicado del CU hace un llamado por el respeto de la vida humana, los derechos humanos y por un cese al fuego. No hay más detalles. La redacción del pronunciamiento pareciera propio de una situación donde dos estados se encuentran en guerra, ambas igualmente responsables del escenario bélico. Nada más lejos de la realidad. El conflicto actual en Gaza-Cisjordania se ubica en un contexto totalmente asimétrico, donde uno de los ejércitos más poderosos del mundo, financiado por Estados Unidos y la CE Europea, desata todo su poder de fuego contra un movimiento de resistencia de índole popular, que recibe apoyo limitado de algunas naciones árabes, pero principalmente de la población palestina. Las acciones de la resistencia palestina, aceptables o no desde un punto de vista humanitario, son una respuesta al desplazamiento forzoso de la población palestina de su territorio, el cerco económico y militar de sus poblaciones, la represión de su protesta y finalmente, la creación del mayor campo de concentración del mundo, la franja de Gaza. Todo esto a lo largo de más de 75 años. Y son 75 años de violación de acuerdos de las Naciones Unidas, lo que han convertido al estado de Israel, en la práctica, en un estado ilegal y terrorista.
Por lo tanto, en este orden de cosas, son insuficientes y equívocos los llamados tibios de cese al fuego entre las partes y al cese de la violencia, sin señalar las causas históricas del conflicto. El pronunciamiento del CU es precisamente lo contrario de lo que se espera del máximo órgano de poder de una universidad pública. Esperaríamos más bien una visión que caracterice con claridad y sin rodeos la naturaleza del conflicto, y que salga en defensa de la población civilindefensa atrapada en Gaza y del derecho a la autodeterminación que se le ha negado a Palestina desde hace más de siete décadas. Hay un responsable central de lo que está ocurriendo, el estado de Israel y sus socios.
Por lo tanto solicitamos al Consejo Universitario rectificar su pronunciamiento, en favor de otro que considere el ”mandato de nuestro Estatuto Orgánico, el cual proclama una universidad siempre en favor de los pueblos y contra las injusticias sociales.
Jorge Arturo Lobo, Escuela de Biología
Ciska Raventós, profesora pensionada UCR
Wajiha Sasa Marín, Instituto de Investigaciones Psicológicas
Mahmood Sasa Marín, Instituto Clodomiro Picado
Javier Tapia Balladares, Instituto de Investigaciones Psicológicas
Jaime García, profesor pensionado UCR
Isabel Avendaño Flores, Facultad de Ciencias Sociales
Jaime Lobo Segura, profesor pensionada UCR
Zuhra Sasa Marín, Escuela de Arquitectura
Lucia Riba Hernández, Escuela de Arquitectura
Helga von Breymann Miranda, Escuela de Arquitectura
Rodolfo Mejías Cubero, Escuela de Arquitectura
Rolando Pérez Sánchez, Instituto de Investigaciones Psicológicas
Eugenia Gallardo Allen, Escuela de Estadística
José María Castro Madriz, Escuela de Artes Plásticas
Viviana Paniagua Hernández, Escuela de Arquitectura
Sofía Trujillo Quesada, Escuela de Arquitectura
Jorge Barrientos Valverde, Escuela de Estudios Generales
Dylanna Rodríguez Muñoz, Facultad de Ciencias Sociales
Mauricio Álvarez Mora, Facultad de Ciencias Sociales
Andrés Ruiz Sánchez, Instituto de Investigaciones Psicológicas
Fabián Bonilla Murillo, Instituto Clodomiro Picado
Manuel Morales Alpízar, Escuela de Arquitectura
Eugenia Solís Umaña, profesora pensionada UCR
Carlos Mata Quesada, Escuela de Arquitectura
Luis Armando Durán Segura, Escuela de Arquitectura
José Vargas Hidalgo, Escuela de Arquitectura
Zuiri Méndez Benavides, Facultad de Ciencias Sociales
Luis Andrés Sanabria Zaniboni, Facultad de Ciencias Sociales
José Antonio Mora Calderón, Facultad de Ciencias Sociales
Manuel María Murillo, profesor pensionado UCR
Mónica Vul Galperín, Instituto de Investigaciones Psicológicas
Roberto Ayala Saavedra, Escuela de Sociología
Roberto Herrera Zúñiga, Sede de Occidente
David Castillo Mora, estudiante Posgrado en Sociología
Minerva Solano Campos, estudiante de Sociología
Brenda Rey Chavarría, estudiante de Inglés
Leonora de Lemos Medina, Escuela de Ingeniería Mecánica
Andrés Castillo Vargas, Escuela de Psicología e IIP
Robert Laurent Sanabria, Escuela de Ingeniería Topográfica
Yeimer Gerardo Ramos Torres, Escuela de Formación Docente
Jorge Sanabria León, Escuela de Psicología
Andrés Molina Araya, Escuela de Estudios Generales
Julio Loría Cordero, profesor pensionado UCR
Sandra Araya Umaña, profesora pensionada UCR
Amarilis Eunice Acevedo Mejía, estudiante Posgrado en Sociología
Asdrúbal Duarte Esquivel, profesor pensionado UCR
Vera Victoria Sancho Mora, profesora pensionada UCR
Lucía Gutiérrez Espeleta, profesora pensionada UCR
Virginia Ramírez Cascante, profesora pensionada UCR
Alicia Guardián Fernández, profesora pensionada UCR
Koen Voorend, Instituto de Investigaciones Sociales
Alexander Rojas Parajeles, Sede del Pacífico
Jorge Montoya Alvarado, profesor pensionado UCR
Marielos Giralt Bermúdez, profesora pensionada UCR
Mario Villalta Florez-Estrada, Escuela de Arquitectura
Silvia Arguedas Méndez, Escuela de Ingeniería Industrial
Rodiney Chacón, Asociación de estudiantes de Sociología
Verónica Ramírez, Asociación de estudiantes de Sociología
Gabriel García, Asociación de estudiantes de Sociología
Carolina López, Asociación de estudiantes de Sociología
Priscila Madrigal, Asociación de estudiantes de Sociología
Sofía Jiménez, Asociación de estudiantes de Sociología
Julieth Bolaños, Asociación de estudiantes de Sociología
Alex Gómez, Asociación de estudiantes de Sociología
Valentina Palacio, Asociación de estudiantes de Sociología
Yaser Ramos, Asociación de estudiantes de Sociología
José Julián Llaguno, Escuela de Ciencias Políticas
Carlos Mora Aguilar, Facultad de Odontología y CEA
María José Cabezas Castro, Facultad de Ciencias Sociales
Claudia Palma, Escuela de Antropología
Mauricio López Ruiz, Escuela de Sociología
Pietro Scaglioni Solano, Escuela de Ingeniería Mecánica
Marietta Villalobos Barrantes, Escuela de Psicología
Marco Fournier Facio, profesor pensionado UCR
Jeannette Aguilar, Escuela de Psicología
Pascal Girot Pignot, Escuela de Geografía
Gerardo Hernández Naranjo, Escuela de Ciencias Políticas
Adriana Monge Arias, Sede de Occidente
Mariano Sáenz Vega, Centro de Investigaciones Antropológicas
Manuel Zumbado Retana, Escuela de Arquitectura
Marta Montero Calderón, Escuela de Ingeniería de Biosistemas
Javier Vargas Nieto, profesor pensionado UCR
Jorge Enrique Garnier Zamora, profesor pensionado UCR
Rosaura Chinchilla Calderón, Facultad de Derecho
Roberto Herrera Zúñiga, Sede Occidente
Rebeca Gu Navarro, Escuela de Ciencias Políticas
Juan Diego García-Castro, Sede de Occidente
Josué Arévalo Villalobos, Escuela de Psicología
Alejandra Paniagua Bonilla, Sede de Occidente
Rubén Chacón Castro, Facultad de Derecho
Erick Gatgens Gómez, Facultad de Derecho
Ilka Treminio Sánchez, Escuela de Ciencias Políticas
Johnny Alberto Montoya Arroyo, Escuela de Educación Física y Deportes
Tania Rodríguez, Escuela de Ciencias Políticas
Lisbeth Araya Jiménez, Escuela de Ciencias de Comunicación Colectiva
Liliana Monge Sánchez, Escuela de Trabajo Social
Liliana Sánchez Angulo, Vicerrectoría de Acción Social
Mauricio Castro Méndez, Facultad de Derecho
Juliana Martínez Franzoni, Escuela de Ciencias Políticas
Vilma Leandro Zúñiga, Escuela de Psicología
Luis Ángel Oviedo Carballo, Instituto de Investigaciones Económicas