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Etiqueta: UCR

La Escuela de Medicina de la UCR diseña programa de inducción para su personal docente

De acuerdo con Adriana Suárez “este plan impactaría de manera positiva a los estudiantes ya que, al mejorar las calidades docentes del personal, se mejora la calidad académica de la carrera de Licenciatura en Medicina y Cirugía que logra graduar médicos generales actualizados, con habilidades y valores médicos que les permita enfrentarse a los problemas de salud de la población. Esto además les abre las puertas para especializarse, si así lo desearan”. Foto: Vilma Anel Sancho Kenjekeeva, UCR.

La Vicerrectoría de Docencia y el Departamento de Docencia Universitaria apoyan el proceso que será a la medida de las necesidades

Cerca de 800 docentes serán beneficiados con el programa de inducción y formación en docencia médica que está desarrollando la Escuela de Medicina. Esta iniciativa les permitirá “crear nuevos escenarios o ambientes de aprendizaje donde se pueda desarrollar la enseñanza de la Medicina con calidad académica”, como afirma la máster Adriana Suárez Urhan, coordinadora de la Comisión de Docencia de esta unidad. 

Este programa ha sido diseñado de la mano de un equipo interdisciplinario procedente del Departamento de Docencia Universitaria de la Escuela de Formación Docente, y por parte de la Vicerrectoría de Docencia del Centro de Evaluación Académica (CEA), la Unidad de Apoyo a la Docencia Mediada con Tecnologías de la Información y la Comunicación (METICS) y la Red Institucional de Formación y Evaluación Docente (RIFED). 

Los retos son varios, pues capacitar al personal de esta escuela debe contemplar una serie de aristas, ya que no se trata solo de mantenerlos al día con el nuevo conocimiento en su disciplina, sino adecuar el  programa a sus condiciones de contratación y sus posibilidades para recibir capacitación, como explica Suárez. 

Por un lado, el personal del área básica biomédica generalmente labora tiempo completo y casi exclusivamente para la UCR y pueden provenir además de otras carreras como Biología, Microbiología, Nutrición o Educación Física. En la otra acera, se encuentra el profesorado del área clínica y del internado rotatorio universitario que labora en los hospitales de la Caja Costarricense del Seguro Social a tiempo completo y además cuenta con una pequeña cantidad de horas en su nombramiento docente.

“El proceso de reflexión curricular de esta carrera se trabaja desde el 2015 y el documento del plan de estudios efectuado en ese año es la base de las discusiones en la Comisión de Docencia para determinar los conocimientos curriculares y organizacionales que la persona docente requiere para ser docente en la Escuela de Medicina de la UCR. Estos conocimientos esenciales se plasman en este programa de inducción y formación”.

Asesora académica del CEA, la Mag. Daniela Odio

Avances

El programa constará de “sesiones cortas, prácticas sobre los principales temas. Son varios módulos que van a tener diferente duración, en horarios después de las seis de la tarde, con 8 sesiones en total”, detalla Suárez. El Dr. José Antonio Blanco Villalobos, director de METICS, enfatiza que, aunque el personal docente de la Escuela de Medicina tiene tiempo limitado para un plan de formación “hay que acompañarles en el proceso, no aplica la educación a distancia”. Además se crearán espacios para discutir, reflexionar o generar contenido. “Uno lo que hace es mediar la información de forma ordenada y pedagógica, menos contenidos pero más profundos”, enfatiza Blanco. Desde METICS analizarán con ellos el uso de la plataforma Mediación Virtual, las estrategias, cuáles elementos serían sincrónicos o asincrónicos, las dinámicas de interacción entre los docentes y la evaluación. 

En el caso de la didáctica universitaria, el Dr. Luis Ángel Piedra García del DEDUN, asegura que darán “un enfoque práctico a los temas tratados de manera que el docente mejore aspectos relacionados con su conocimiento y compromiso con la normativa institucional, sentido de pertenencia a la institución, el respeto a los derechos de las demás personas, la aceptación de la diversidad humana, el conocimiento del perfil profesional, la contribución de su disciplina al perfil profesional” entre otros. Por otro lado, con el CEA, la Dra. Gabriela Valverde Soto, asevera que no solo se reforzarán estos aspectos, sino que se atenderán otros como “la falta de formación como educadores, la necesidad de una construcción de identidad docente y la necesidad de superar la visión individualista“.

Uno de los objetivos de este acompañamiento, es que la metodología utilizada se replique. La M.Sc. Johanna Alarcón Rivera, directora de la RIFED, comenta que “queremos socializar más prácticas, acercarnos a las Sedes. Desde el seno de la RIFED en articulación con el DEDUN, METICS y el CEA, se elaboran estrategias colaborativas que en forma sistemática den respuesta a las prioridades en formación docente de la mano con las unidades académicas”. Agrega que el caso específico de Medicina ha permitido establecer un diálogo y encuentro de ideas acerca de la formación docente, su estado actual, sus retos y un esquema de trabajo articulado que permita mostrar lo avanzado en la temática a nivel de la institución y a la vez los pasos a futuro en la UCR.

«El programa pretende impulsar al personal docente mediante la reflexión y la autoevaluación a la mejora contínua en los múltiples espacios donde se dan las interacciones docente-estudiante: en el aula, junto a la cama del paciente, en la consulta, en el seminario, en el aprendizaje basado en problemas, en el laboratorio, por mencionar algunos”.

M.Sc. Luis Ángel Piedra García

 

Bárbara Ocampo Hernández
Periodista, Vicerrectoría de Docencia y Rifed

Observatorio de la Política Nacional presenta primer análisis de coyuntura del 2022: Elecciones Nacionales

El Observatorio de la Política Nacional (OPNA), presenta el primer análisis de coyuntura del 2022:  Elecciones Nacionales 2022. Con este análisis se propone la valoración de la coyuntura electoral entre enero y febrero de 2022, tras los resultados del pasado 6 de febrero en Costa Rica. 

El presente AdC aborda tres temáticas de relevancia tras los comicios: 1) Segunda ronda electoral: ¿qué podemos esperar? 2) Escenario legislativo: Asamblea Legislativa 2022 – 2026 y 3) Financiamiento de campañas políticas: la gran deuda. El análisis se puede revisar en el siguiente enlace: https://opna.ucr.ac.cr/index.php/es/catalogo-5/analisis-de-coyuntura/250-analisis-de-coyuntura-elecciones-nacionales-2022 

 

Compartido con SURCOS por Observatorio de la Política Nacional.

En el 2022 la UCR producirá 5 000 árboles para reforestar sus sedes y corredores biológicos

Semillas recolectadas en Heredia, Palmichal de Acosta, en la zona de Los Santos y en Siberia de Pérez Zeledón son el punto de partida para la producción de nuevos árboles. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Día Internacional de la Madre Tierra

El vivero institucional, ubicado en la Finca Experimental de Santa Ana (FESA), alberga especies nativas de diversas zonas del país

Frente al gran reto que tiene la humanidad de restaurar los ecosistemas en este decenio, la Unidad de Gestión Ambiental, el Programa de Voluntariado de la Universidad de Costa Rica (UCR) y productores de semillas de diferentes partes del país han puesto manos a la obra para producir miles de árboles de especies nativas que están repoblando sedes y recintos universitarios y corredores biológicos en Costa Rica.

Esta ardua labor se lleva a cabo desde el 2019 en el vivero institucional, ubicado en la Finca Experimental de Santa Ana (FESA), administrado por la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), un espacio de alrededor de 29.000 metros cuadrados, donde en el 2021 se produjeron 4.500 árboles y se proyecta llegar este año a la cifra de 5.000 árboles.

Este proyecto inició durante la pandemia con dos personas que ya trabajaban para la finca, personal de la UGA y estudiantes del Programa de Voluntariado quienes encontraron en este lugar una oportunidad para ayudar a restaurar la Madre Tierra. Lea también: Cuando el voluntariado también salva a los voluntarios. 

En el 2020 se obtuvieron los primeros árboles que fueron entregados a la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio y a los Corredores biológicos del Río Torres, el del María Aguilar y el de la cuenca del Río Ciruelas. También se hizo una pequeña arborización en la Estación Alfredo Volio y se colaboró con diferentes sedes como la del Atlántico y la de Occidente, así como en los recintos de Paraíso y Grecia.

Los y las estudiantes del Programa de Voluntariado son una pieza clave en el vivero institucional. Ellos y ellas asisten todas las semanas a la finca y colaboran en diferentes labores como la preparación de almácigos, juntar material para el reciclaje, llenar bolsas con tierra para sembrar plantas, deshierbe, fertilización, entre otras. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas

La labor que se realiza en el vivero institucional se suma a los esfuerzos nacionales y mundiales para restaurar los ecosistemas. Allí se producen árboles tanto para la compensación y reposición de árboles en las áreas que son propiedad de la UCR como para la restauración de corredores biológicos de la capital.

 “La tarea es monumental. Necesitamos replantar y proteger nuestros bosques. Necesitamos limpiar nuestros ríos y mares. Y necesitamos reverdecer nuestras ciudades. Lograr estas cosas no solo salvaguardará los recursos del planeta, sino que creará millones de nuevos empleos para 2030, generará retornos de más de US$ 7 billones cada año y ayudará a eliminar la pobreza y el hambre”. Así lo señaló el secretario general de la ONU, António Guterres, durante la inauguración del Decenio de la ONU por la restauración de los ecosistemas.

Cambio de visión

El vivero de la FESA tuvo al principio un énfasis agrícola, luego de conservación y posteriormente más bien tuvo un concepto comercial en la venta de plantas. Fue entre el 2018 y el 2019 cuando la Unidad de Gestión Ambiental retomó la actividad del vivero, pero con un concepto muy diferente al comercial, con un énfasis en investigación y desarrollo de especies nativas y poco conocidas o comercializadas en el país.

Héctor Espinoza Villalobos, regente forestal de la UCR y coordinador del vivero institucional explicó que el objetivo del vivero es dar una solución a las necesidades de compensación y reforestación de la Universidad, pero también ha abierto la oportunidad de desarrollar investigación con especies poco conocidas en el país y colaborar con asesoría a distintas fincas semilleras y a organizaciones nacionales.

Para el regente es importante tomar en cuenta las condiciones bioclimáticas, la parte altitudinal y la composición de los suelos a la hora de seleccionar las especies que se trabajan. “Ese desarrollo de especies tiene que ver con una cuestión no solo de conocimiento técnico, también los productores y la gente que está en las fincas aporta su conocimiento en cuanto a especies, por ejemplo, cuáles atraen mariposas, cuáles atraen abejas, cuáles dan comida para algunas especies”, expresó Espinoza.

El compostaje de materia orgánica es una de las labores que se realiza en la Finca con el fin de reincorporar esa materia al ciclo de producción de árboles. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Un modelo  sostenible

En los últimos años en la Finca se han realizado mejoras para que sus actividades sean sostenibles. Se construyó un sistema de riego con bombas, que permite tomar el agua de un pozo y optimizar el uso de este valioso recurso, se mejoraron las conexiones eléctricas y se ha cambiado todo lo relacionado con la fertilización, procurando que sea cada vez más orgánica y no tanto química. Además, con apoyo financiero de la Vicerrectoría de Administración (VRA), en 2019 se logró contar con un nuevo invernadero que tiene un tamaño de ocho metros por 35 metros.

Otro de los aspectos a destacar es que en el vivero se está valorizando mucha de la materia orgánica que produce la misma finca. Por ejemplo, las  ramas y hojas secas se utilizan en la elaboración de compost, el cual se le agrega al sustrato de los árboles.

Red de fincas semilleras

El vivero trabaja de la mano con una Red de fincas semilleras que proporcionan semillas de diferentes especies, principalmente especies de altura, que se desarrollan a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar.  Actualmente, la red está constituida por una finca en Heredia, otra en Palmichal de Acosta, dos en la zona de Los Santos y otra en Siberia, de Pérez Zeledón, cuya relación ha generado muy buenos resultados.

“Con ellos llegamos a un proyecto de trabajo en que ellos nos facilitan fincas para colecta de semilla, nos apoyan con personas que conocen las zonas donde se encuentran los árboles semilleros de interés y nosotros les brindamos apoyo técnico para sus fincas”, comentó Espinoza. De este modo, se obtienen semillas de especies poco comunes para llevarlas al vivero y desarrollarlas.

Para la selección de especies se manejan algunos criterios como la seguridad humana, la funcionalidad del árbol, la alimentación de las personas y de la fauna, el patrimonio natural y cultural y la belleza escénica. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Así se ha logrado producir, por ejemplo, una especie de palma nativa del trópico americano que está en peligro de extinción en el país, cuyo nombre científico es la Prestoea acuminata. Esta especie se ha logrado rescatar de la zona de Los Santos de donde se adquririó una plántula. Asimismo, se está trabajando con árboles de altura como los de la familia Fagaceae: robles encinos y el Lloró, que tiene una flor muy llamativa.

También se está produciendo una especie que fue facilitada en Palmichal de Acosta, la cual no había sido reportada para el país y que también está en peligro de extinción y es el árbol de bálsamo conocido como Myroxylon peruiferum, el cual solo estaba identificado para Perú y algunas zonas cercanas al Amazonas.

Hacia el futuro se prevé ampliar la producción de árboles, pasando de 4.500 en el 2021 a alrededor de 5.000 para el presente año, así como ampliar la Red de fincas semilleras, continuar brindando asesoría y colaborar con otras unidades de la Institución, así como otras instituciones que también tienen interés en desarrollar viveros con especies no tan comerciales y continuar trabajando con la colaboración de estudiantes.

 

Nidia Burgos Quirós,
Periodista Vicerrectoría de Administración, UCR

Katzy O`neal Coto,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

La OPS publicó una investigación de la UCR sobre efectividad de medidas contra COVID-19

Estudio posiciona a la Universidad de Costa Rica como referente en el mundo

La OPS publicó una investigación de la UCR sobre efectividad de medidas contra COVID-19

Coautor destaca el desarrollo de la investigación en tiempo récord y los insumos que el estudio proveyó para la toma de decisiones en el país.

Una investigación sobre el grado de efectividad de las medidas adoptadas por el país para disminuir la cantidad de contagios producto del COVID-19, realizada de manera transdisciplinaria por representantes de siete unidades académicas de la Universidad de Costa Rica (UCR), fue publicada recientemente por la Revista Panamericana de Salud Pública, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Entre los principales hallazgos que resalta el equipo de investigación que colaboró con en este artículo se encuentra que medidas como la restricción vehicular, el uso de mascarillas y los protocolos sanitarios como el lavado de manos y el distanciamiento social fueron fundamentales para evitar una expansión mayor y más rápida de la pandemia en el país.

Lo anterior fue posible gracias a la creación de un modelo estadístico, surgido de la correlación entre las variables que presentaba el país durante la evolución de la enfermedad y los efectos producidos por las políticas sanitarias de contención para evitar los contagios.

Con este instrumento, la UCR ofreció resultados que fueron interpretados por las autoridades gubernamentales para una mejor toma de decisiones sanitarias y económicas.

En este sentido, hay que destacar que las universidades públicas también forman parte del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo, por lo que su colaboración con el país en situaciones de emergencia está garantizada.

En específico, los coautores firmantes de esta publicación son el docente e investigador de las escuelas de Administración Pública y de Ingeniería IndustrialRodolfo Romero Redondo; y el investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas y del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo, Guaner Rojas Rojas, quien también es docente de la Escuela de Estadística.

Romero detalló que muchas medidas tuvieron “su momento” de mayor efectividad durante toda la pandemia. Es decir, que algunas han sido implementadas en momentos estratégicos con gran éxito, pero que con el transcurrir de la pandemia y con nuevas variables sanitarias y sociales, estas dejaron de ser tan relevantes para dar paso a otras. Algunas pocas, como el distanciamiento social y el lavado de manos, han sido las más necesarias durante toda la pandemia.

Investigador Rodolfo Romero: medidas anti Covid-19 fueron más efectivas en momentos determinados

El experto señaló que para la coyuntura actual y los meses que se avecinan, las prácticas anti COVID-19 más efectivas serán el uso de la mascarilla en espacios cerrados donde se acumule una cantidad importante de personas, el asegurarse que la mayor cantidad de la población posible esté al día con el esquema completo de vacunaciónel correcto lavado de manos y el distanciamiento por burbujas.

El valor del estudio

Más allá de la importancia que significó evaluación de las diferentes políticas de salud pública implementadas para atenuar la pandemia, Romero señaló otras bondades que revisten a esta publicación.

Una de ellas es mostrar que es posible desarrollar un instrumento de este tipo “sobre la marcha”, o sea, de una manera pragmática y empírica, ya que el contexto ameritaba la urgencia de esta herramienta. El objetivo final se cumplió con efectividad y en poco tiempo: brindar a las autoridades sanitarias información valiosa para la toma de decisiones que salvaran vidas y, a la vez, evitaran un daño mayor a la economía nacional.

Con esta publicación, se genera además un referente de monitoreo para los sistemas de salud pública cualquier país del mundo y para otras universidades extranjeras, afirma el experto.

Investigador Rodolfo Romero: publicación de OPS sitúa a UCR como referente mundial

Para el investigador, la calidad general del trabajo desarrollado por la UCR durante la pandemia trasciende los resultados publicados por la revista de la OPS. Resaltó, por ejemplo, la investigación realizada por el Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada, para la elaboración de un novedoso modelo matemático que permitió seguir la pista a la evolución del COVID-19, el cual fue destacado por la prestigiosa revista Scientific Reports, del grupo editorial Nature.

 

Pablo Mora Vargas
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: »Exhorto a los estudiantes a mantener la preocupación por la realidad centroamericana»

El Dr. Ricardo Falla Sánchez recibió el doctorado honoris causa de la UCR y fue el encargado de dictar la lección inaugural 2022. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Ricardo Falla Sánchez

Sacerdote jesuita y antropólogo guatemalteco recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Costa Rica

Falla Sánchez, sacerdote jesuita y antropólogo guatemalteco, quien ha dedicado más de cuatro décadas a la documentación y análisis de las masacres y genocidio entre las poblaciones en resistencia de Guatemala y Centroamérica.

Su charla se centró en recorrer algunos puntos esenciales que dan origen a una colección de ocho tomos con escritos inéditos sobre su vida, la historia y la memoria, que lleva por título “Al atardecer de la vida: fe, investigación y violencia”.

Además, la Universidad de Costa Rica le confirió la máxima distinción que concede esta casa de estudios superiores, el doctorado honoris causa, por su trayectoria como antropólogo y por sus valiosos aportes que permiten comprender, desde una perspectiva testimonial y humanista, las situaciones de violencia, persecución, masacre y genocidio que enfrentaron las poblaciones indígenas en Guatemala.

Falla dedicó este reconocimiento a esas voces del pueblo que están detrás y que han contado su historia de violencia y resistencia.

Falla, con casi 90 años de edad, se dirigió a la comunidad universitaria, nacional e internacional e hizo un resumen de cómo nace, cómo se hace y cómo se publica una colección de tal envergadura.

En primera instancia, más que un relato lanza algunas preguntas a la audiencia y a él mismo, ¿cómo se da el proceso de toma de conciencia? Su entrada al mundo religioso, sus estudios en antropología, el trabajo de campo en la Nicaragua sandinista, una crisis afectiva.

Todo esto suma y lo lleva a regresar a Guatemala, con un grupo de personas, de manera clandestina, para trabajar con la población civil, que vivía en zonas donde estaba asentada la guerrilla.

En estos ires y venires, encontró a Mateo, en un campo de refugiados en Chiapas, el testigo principal de la masacre de San Francisco que sucedió el 17 de julio de 1982. A partir de aquí surgen más preguntas y nace la investigación que lo llevó a Ixcán, pueblo fronterizo con México, donde también sucedieron masacres.

Entonces, ¿cómo se hace la investigación? Fue un proceso de inmersión, de hablar con la gente, de ser uno más en la clandestinidad, de generar confianza desde lo religioso y lo político. Gracias a esto, obtiene abundante información, mucha de la cual forma parte de esta nueva colección.

A través de ese don logra estar en el lugar de experiencias cruciales para la historia de Guatemala: el genocidio y la resistencia.

Aquí lanza una recomendación a los estudiantes, que no siempre hay que seguir los pasos de la investigación al pie de la letra, puede haber ciertas libertades y se puede cambiar el orden de los procesos, lo que no hace perder validez ni riqueza a la investigación.

Por último, ¿cómo se da a conocer la investigación? Desde antes de iniciar ya surge el tema de la censura, la autocensura, de preguntarse a quién vas a agradar y a quién vas a desagradar. O ¿qué hubiera sido mejor para la investigación, estar ligado a una organización política o a una organización religiosa? O ¿desde dónde se vicia o se impulsa más la ciencia?

“Para la actuación como investigadores y como religiosos, que el norte de nuestra actuación no sea la línea partidista sino los derechos humanos, los derechos de los pobres, la verdadera participación política, y su verdadero bienestar espiritual y en paz con la naturaleza”.

Ricardo Falla Sánchez.

La lección inaugural 2022 y la entrega del doctorado honoris causa se llevó a cabo en un acto solemne en el Aula Magna.

En esta actividad, el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, rector de la UCR, reconoció que los escritos del Dr. Falla son una enorme fuente de aprendizaje para las generaciones más jóvenes de la región, especialmente para aquellas que no han conocido la guerra más que por noticias en los diarios.

“Deseamos que el testimonio del Dr. Falla, quien ha sido portavoz de las personas más afectadas por las guerras, las guerrillas y la violencia en Centroamérica, cale en todos nosotros, y nos permita reconocer con mayor claridad la necesidad de un cambio”, subrayó Gutiérrez.

Por su parte, el Dr. German Vidaurre Fallas, director del Consejo Universitario rescató que la mejor manera de iniciar el año lectivo es con la lección de vida que da don Ricardo, una lección que hace un llamado a la promoción de una educación basada en y para los derechos humanos, con un carácter social, donde se motive a las personas a ejercer una ciudadanía activa, con un pensamiento crítico para su defensa y prevención.

La Escuela de Antropología de la UCR impulsó la entrega de esta distinción ante el Consejo Universitario tras acoger la propuesta del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central, con el apoyo del Consejo Asesor de la Facultad de Ciencias Sociales.

 

Andrea Marín Castro,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Una mirada a las narraciones del ‘pueblo semilla’

El libro comienza con una narración de la danta, un ser que representa la importancia de la mujer en la sociedad bribri. Ilustración de Francini Gómez Calderón.

Libro ‘Ditsö̀ rukuö̀. Identidad de las semillas: formación desde la naturaleza’

Recomendación literaria de la Biblioteca Virginia Zúñiga Tristán en el Día del Aborigen Costarricense

Según nosotros, los pueblos milenarios, hay una razón por la cual Sibö̀ nos dejó a los animales.

Decimos que ellos existían antes que los humanos.

Debido a que ellos estaban ahí, Sibö̀ los usó como sus ayudantes.

Lo ayudaron con la construcción de este mundo, que Sibö̀ hacía para la semilla.

Todos los animales que él creó son utilizados como guía para la vida del ser humano.

Por eso, Sibö̀ los trajo como sus ayudantes.

Había un ser bien grande cuya piel era de diferentes colores. Ella era la reina de los felinos”.

Esta cita corresponde al texto Jaguar, o Namù (en lengua bribri), del libro Ditsö̀ rukuö̀. Identidad de las semillas: formación desde la naturaleza, de Alí García Segura, nativo de esta comunidad y docente de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura e investigador del Instituto de Investigaciones Lingüísticas de la Universidad de Costa Rica.

Según se explica en la introducción de la obra, los bribris creen, como principio de vida, que son una semilla más entre las otras; y entienden la semilla como la esencia misma de la vida, sin importar si se refleja en un árbol, en un animal, en el agua o en el ser humano. En esta línea, Sibö̀ determina la vida de los humanos a partir del conocimiento de los animales, de tal forma que no les falte nada.

El objetivo de esta publicación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) es brindar una corta muestra de esos mundos imaginables que aún guarda la memoria milenaria de los bribris, y se enmarca dentro de la iniciativa denominada People in Nature Knowledge Basket, la cual surgió en el año 2012 en el Congreso Mundial de la Naturaleza en Jeju, Corea del Sur.

El propósito de este proyecto es profundizar sobre las interrelaciones entre las personas y la naturaleza. Para ello se invita, con regularidad, a los pueblos indígenas a compartir sus conocimientos, valores y manifestaciones culturales sobre su forma de relacionarse con el entorno.

Las narraciones que recoge la obra de García giran en torno a ocho animales emblemáticos, empezando con la danta, un ser que representa la importancia de la mujer en la sociedad bribri. Le siguen el jaguar, el gavilán norteño, el armadillo, el búho, el águila arpía, el felino de agua y el cocodrilo. Cada relato está en bribri, español e inglés y se hace acompañar de ilustraciones de Francini Gómez Calderón.

De acuerdo con el autor y con Olivia Sylvester, editora del libro, “se presentan extractos de historias de animales con suficiente detalle como para dar una pincelada del mundo bribri, pero también dejando suficiente espacio para imaginar”. De ahí su invitación a dejar que las enseñanzas de este libro se unan a la imaginación para abrir un diálogo significativo sobre los bribris y los otros seres que los rodean.

El antropólogo Marcos Guevara Berger destaca en su comentario sobre la obra que el autor coloca las narraciones sin intervenirlas de ningún modo. De acuerdo con Guevara, esto es de suma importancia en términos de respeto a la cultura para evitar el grave error de hacer una interpretación errada.

“Alí ha sido crítico de la libertad que a veces nos hemos tomado traduciendo esa sabiduría que se expresa primeramente en bribri, y equivocando conceptos y significados. Por ello, escribir este texto es también una llamada de atención para volver a ubicarnos en la sabiduría originaria, obligarnos a volver a su cauce. En cierto modo, es un regaño, y así lo tomo aplicando aquello de que ‘a buen entendedor pocas palabras’”, señala Guevara.

Ficha técnica

Biblioteca Virginia Zúñiga Tristán

Licda. Gabriela Salguera Salas – Licda. Luisa Lugo Gutiérrez

Título: Ditsö̀ rukuö̀ – Identidad de las semillas: Formación desde la naturaleza. Identity of the seeds: Learning from nature.

Tipología documental: libro

Autor: Alí García Segura

Ilustradora: Francini Gómez Calderón

Foto de portada: Alí García Segura

Editorial: International Union for Conservation of Nature and Natural Resources

Año de publicación: 2016

Número de páginas: 86

Elementos narrativos

Narrador: protagonista

Temas y argumentos desarrollados:

·                     Bribris

·                     Cultura Bribri

·                     Mundo Bribri

·                     Narraciones culturales de los Bribris

Contexto:

Relatos que muestran la cultura del pueblo Bribri, etnia costarricense. Narrados por el mismo autor del libro, con base en enseñanzas aprendidas.

Aspectos del autor

Fecha y lugar de nacimiento: Talamanca, Costa Rica.

Académico e investigador de la Universidad de Costa Rica.

Es funcionario en la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura de la UCR.

Otras obras escritas por el autor:

·                     Kṍ kẽ́ska – El lugar del tiempo

·                     Se’ dör stë̀. Somos arte: las enseñanzas del awá

·                     Se’ ttö́ bribri ie – Hablemos en bribri

·                     Cargos tradicionales del pueblo bribri: Sĩõ’tãmĩ – Óköm – Awá

·                     Diccionario de mitología bribri

Sinopsis

Género literario: Narraciones.

Este libro es una narrativa Bribri, presentada por su autor Alí García. Nos ofrece una pincelada de esta hermosa cultura indígena, en donde, como nos lo expone el autor, nos brinda narraciones compartidas por los adultos.

Narraciones increíbles, que describen a distintos animales, tales como: Danta, Jaguar, Gavilán Norteño, Armadillo, Búho, Águila Arpía, Felino de Agua y Cocodrilo. Cada animal y relato, representa la identidad y cultura de los Bribris, asimismo, muestra sus conocimientos vividos de la flora y fauna que los circunda, y de como ellos sienten e interpretan la naturaleza que los rodea.

Incluye preciosas y coloridas ilustraciones, en su mayoría de los animales de cada narración.

Significado del título Ditsö̀ rukuö̀:

Ditsö̀: semillas, estas son cada uno de los Bribris.

Rukuö̀: Identidad total de una persona, forma de ser y sus pertenencias. (García, 2016)

Este material bibliográfico se encuentra en tres idiomas: Bribri, español e inglés.

Frase del libro

“Los mayores dicen que cuando él ya casi viene

uno ve que los ríos empiezan a crecer mucho.

En realidad, los ríos crecen para que él suba.”

(García, 2016, p. 66)

El libro físico está disponible en la Biblioteca Virginia Zúñiga Tristán de la Facultad de Letras de la Universidad de Costa Rica.

También puede descargarlo gratuitamente en este enlace.

El comentario del antropólogo Marcos Guevara Berger puede visualizarlo en este vínculo.

 

Fernando Montero Bolaños,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

Luisa Lugo Gutiérrez,
Biblioteca Virginia Zúñiga Tristán

Gabriela Salguera Salas,
Biblioteca Virginia Zúñiga Tristán

La Universidad de Costa Rica pide a la Cancillería intervenir en caso de catedrático a quien se le negó el ingreso a Nicaragua

Dr. Carlos Sandoval García. Fotografía: Cristian Araya Badilla, UCR.

Mediante el oficio R-2328-2022 la Universidad de Costa Rica (UCR) pidió, el 6 de abril del 20222, a la Cancillería de la República de Costa Rica interponer sus buenos oficios para conocer las razones por las cuales el Gobierno de Nicaragua negó el ingreso del catedrático de la institución Dr. Carlos Sandoval García a tierras nicaragüenses.

La Rectoría señala que este rechazo afecta la labor docente y el ejercicio de la libertad de cátedra del profesor Sandoval, quién ha desarrollado vasta investigación en temas migratorios y otros a nivel regional.

El profesor intentó viajar por vía terrestre el pasado 31 de marzo a Nicaragua en el marco del proyecto Exclusión social y procesos electorales en Honduras, Nicaragua y Costa Rica (2021-2022) (C1365), inscrito en el Centro de Investigación en Comunicación, en el cual se tenía previsto realizar grupos focales en las capitales de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

El objetivo de estos grupos focales es contrastar las narrativas de los partidos políticos y sus candidatos, y las presentes en las redes sociales con aquellas que elaboran las personas que viven en condiciones de exclusión.

La UCR recuerda la importancia de defender el espacio para la generación de investigación académica de calidad que le permita a la población en general contar con información de base para la toma de decisiones. El tema también fue puesto por la UCR en la mesa del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

 

Gabriela Mayorga López,
Editora digital y periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Un proyecto con la población ngäbe dibuja las bases de una medicina y salud intercultural en Costa Rica

En el Intercambio de saberes que promueve el proyecto, parteras Nägbey y médicos alópatas encuentran múltiples coincidencias en el abordaje de los partos y la salud de la mujer y el neonato durante el mismo. “Es interesante que las parteras le brindan un té a las mujeres cuando no tienen suficientes contracciones, cuando nosotros lo que hacemos es suministrar oxitocina”, declaró la estudiante de medicina Tania Martínez Izaguirre. Fotógrafa: Josie Rebeca Alfaro González.

7 de abril: Día Mundial de la Salud

Un intercambio entre pares con respeto y admiración, una perspectiva integral de la salud y de interculturalidad es el enfoque pendiente y necesario con que la Universidad de Costa Rica (UCR) ejecuta el proyecto de acción social “Desarrollo de capacidades en la atención primaria de la salud en población ngäbe”.

Este proyecto está dirigido a la población ngäbe del Sur de Costa Rica con el objetivo de brindar atención primaria, promover estrategias de prevención de enfermedades infecto contagiosas, generar capacidades en prácticas obstétricas en las parteras ngäbe, implementar técnicas de estimulación neuropsicológicas en los niños y niñas de menor edad y desarrollar estrategias de prevención del contagio de COVID-19.

Se trabaja con esta población ya que posee características que provocan que sus índices de salud sean bajos, como por ejemplo: bajos niveles de escolaridad, ingresos económicos deficientes y parte de la población es nómada, por otro lado disponen una alta tasa de fecundidad, desnutrición, precarias condiciones de vivienda y poco acceso a los servicios básicos de salud.

Elemento innovador

En el proyecto como tal participan no solo médicos alópatas de la Escuela de Medicina sino además médicos tradicionales y parteras de la comunidad Ngobe, se da en un contexto de intercambio de saberes con técnicas y procesos de Educación No Formal para el fortalecimiento de aptitudes y aportes en materia de salud. Se mantiene un total respeto y reconocimiento por la medicina ancestral para combinar esfuerzos y llegar a toda la población.

Para el coordinador del proyecto, el médico Jean Carlo Segura Aparicio, uno de los principales logros del mismo es que dentro de la UCR y la Vicerrectoría de Acción Social se incorporaron Ngobes practicantes de medicina tradicional y parteras, como participantes activas del proyecto.

Las acciones se concentran en dos poblaciones: los Ngobes de Limoncito en Coto Brus, en alianza con el EBAIS de la zona y con líderes indígenas que son médicos tradicionales y parteras de la comunidad para generar actividades como espacios de vacunación, espacios de enseñanza sobre diversas patologías; y con la población nómada y transfronteriza que habita y se mueve entre Costa Rica y Panamá, para la recolección de café. Con esta última se trabaja a través de las Casas de la Alegría, en donde permanecen los niños y las niñas durante el día, para afianzar conocimientos y estrategias en salud. Con esta población se trabajan actividades para el neurodesarrollo de los y las pequeñas y habilidades en las cuidadoras para administrar medicamentos, atender situaciones de emergencia y más. 

“Lo que hacemos son expediciones de una semana y nos desplazamos a las comunidades de interés, la expedición tiene varias fases, en una de ellas hacemos sesiones de intercambio de conocimientos con los médicos tradiciones y las parteras y compartimos tratamientos y como son llamadas las enfermedades” declaró Segura.

Por primera vez, médicos tradicionales y parteras Nägbes compartieron en la mesa principal con médicos alópatas, brindando su experiencia en el proyecto: ED-3451 Desarrollo de Capacidades en la Atención Primaria de la Salud en Población Ngäbe durante el I Congreso de Educación Médica-ALAFEM 2019, en las instalaciones de la Universidad de Costa Rica. Fotógrafa: Josie Rebeca Alfaro González Ubicación geográfica: Universidad de Costa Rica.

En este proyecto es posible apreciar el intercambio de saberes entre la academia y la comunidad. “No solo estamos dando, sino absorbiendo muchísimo, sobre todo de estas concepciones acerca de la naturaleza, ahora que está en boga la salud planetaria como rama de la medicina y ellos se convierten en nuestros tutores en nuestro proceso de formación”, concluyó el médico.

“Tengo 57 años y nunca había sentido que los muchachos de la universidad nos tomaron en cuenta como hasta ahora” declaró Carmen Romero Palacios, partera ngäbe quien participa en el proyecto, y manifiesta sentirse sumamente incluida y respetada tanto en cuanto a su cultura como a sus conocimientos.

Las parteras y médicos tradicionales comienzan su formación desde la niñez, Romero narra que su formación como partera comenzó entre los 6 y 7 años, cuando su madre y su abuela la involucraron en los partos, con los que fue aprendiendo y formándose. “Desde pequeña me indicaban qué plantas se utilizaban y cuáles no”, manifestó.

Durante la pandemia por la COVID-19, el proyecto se mantuvo activo y puso sus esfuerzos en informar a la población sobre cómo protegerse y mantenerse informada. Para esto, se elaboró material infográfico en ngobere y se entrenó a 10 personas para hacer mascarillas de tela con diseños propios de la cosmovisión indígena que se ajustaran a los requisitos dictados por el Ministerio de Salud, las cuales se repartieron por medio de los centros de salud a quienes las necesitaran.

Las voz de los estudiantes

El proyecto cuenta con la participación de estudiantes de Medicina, Enfermería y Nutrición. “Una de mis partes favoritas fue el compartir con los líderes indígenas, entre esos están los médicos tradicionales, las parteras y las mujeres líderes que tienen un papel muy importante en la comunidad, entonces la pasantía fue sumamente variada, ya que me aportó mucho académica y personalmente”, declaró  Tania Martínez Izaguirre, estudiante de Medicina.

Martínez participó en la gira que se realizó entre el 11 y el 16 de octubre del 2019. “Quien participa en el proyecto hay algo de lo que no puede escaparse, el cual tiene que ver con la atención primaria que es sumamente integral, que parte de conocer las realidades de las poblaciones con las cuales vamos a estar tratando, para poder entender todo lo que está alrededor de su salud y de su perspectiva de lo que es salud, que puede ser distinta a la nuestra”, señaló la estudiante.

Historia del Proyecto

El proyecto tuvo sus inicios en el año 2018 y desde entonces, ha trabajado de forma interdisciplinaria por el desarrollo psicosocial de todas las partes involucradas: equipo docente, estudiantes y comunidad. Si bien esta iniciativa nace desde la Escuela de Medicina, ha generado importantes alianzas con otros espacios universitarios como la Escuela de Enfermería, la Escuela de Salud Pública, la Escuela de Nutrición y enlaces con el Sector Educación. En julio de 2021, el proyecto recibió el Premio a la Excelencia 2020 en la categoría de Mejor Proyecto de Acción Social del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica y el Instituto Pfizer para la Ciencia y la Investigación y al día de hoy se extendió cuatro años más.

 

Esteban Umaña Picado,
Periodista VAS-UCR

UCR: Abaratar precios de combustibles beneficia a consumidores, pero afecta servicios estatales

Una solución sugerida por Ulate es permitir que Recope negocie de forma anticipada el precio de los hidrocarburos en los mercado internacionales, cuando estos tienden a la baja.

Analista cuestiona viabilidad de proyectos para detener el encarecimiento de hidrocarburos

La reducción en el impuesto único a estos derivados dificultaría la construcción y el mantenimiento de obras viales

¿A quién no le gustaría gastar menos dinero cuando paga el pasaje del bus o el taxi, o bien cuando llena el tanque en una estación de servicio? Este anhelo se intensifica en un momento como el actual, en el que la gasolina y el diésel están alcanzando precios históricamente altos desde el último incremento que entró a regir pasado miércoles 31 de marzo.

Y para empeorar las cosas, la incertidumbre desatada por la guerra entre Rusia (segundo productor de crudo en el mundo con 9,7 millones de barriles por día) y Ucrania en los mercados, hace más de un mes, es el factor de mayor incidencia para que el precio de los hidrocarburos esté por las nubes.

En este contexto y desde hace varias semanas, el país está a la expectativa de que un proyecto de texto sustitutivo para reducir el impuesto único a los combustibles, gestado en la Asamblea Legislativa. De aprobarse, esta iniciativa permitiría bajar el precio del litro de estos derivados en 100 colones, además de exonerar de dicho impuesto a los concesionarios del transporte público y a productores agrícolas registrados ante la Dirección General de Tributación.

Al mismo tiempo, desde finales de febrero hay otra propuesta más conservadora que viene desde el Ejecutivo. En Zapote proponen detener el mecanismo de actualización de ese impuesto por un año. Es decir, no se reduciría el precio de la gasolina pero – al menos – ya no subiría más.

Ahora bien, el impuesto único a los combustibles compone una parte importante del valor total del producto en las estaciones de servicio, aunque su porcentaje varía en los diferentes tipos que existen. Según la última actualización del precio en febrero, los montos de este impuesto significan ₡272.5 para la gasolina súper, ₡260.5 para la regular y ₡154 para el diésel.

Del total recaudado con este impuesto, el 51,4 % va a las arcas de Hacienda (aunque no queda clara su redistribución posterior), mientras el restante 48,6 % tiene varias designaciones claras y específicas: mayoritariamente se destinan a la red vial cantonal (22,25 %) o a la red vial nacional, a través del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi, 21,75 %).

En otras palabras, si el país decide recortar el precio (propuesta del Legislativo) o subsidiar al consumidor estos incrementos (propuesta del Ejecutivo), deberá hacerlo en el impuesto único a los combustibles, ya que el pago del crudo en el mercado es ineludible. Así lo explicó el profesor de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica, M. Sc. César Ulate.

Hay otro detalle adicional que no se puede obviar: al ser el petróleo un bien que importa Costa Rica, conforme más se devalúe el colón con respecto al dólar, más cara será su compra para el país y, por lo tanto, también para quienes adquieran sus productos derivados (se pagan más colones por un valor que se vende en dólares). Todo suma, o más bien resta.

Entonces, sería iluso pensar que el precio de los combustibles puede bajar sin que esto repercuta en una afectación directa para otra área que beneficie a la población, ya sea en la construcción y mantenimiento de la red vial cantonal y nacional, o en el financiamiento a los servicios del Estado.

Con respecto a esta última consecuencia, Ulate recuerda que este impuesto es el tercero o cuarto en importancia para las arcas de Hacienda (suele variar según el año), por lo que su reducción implicaría un importante ajuste para las finanzas públicas. Además, es difícil sugerir cuáles de las partidas podrían reducirse dentro de las que Hacienda redistribuye estos fondos, debido a la falta de claridad en la colocación de estos recursos.

Entonces ¿cómo proceder?

La solución más integral, según Ulate, sería una pronta y rápida transición hacia vehículos que utilicen energías limpias. No obstante, el costo de estos automotores en el mercado sigue siendo alto, a pesar de las ventajas impositivas que se han impulsado. De hecho, el experto señaló que la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) hizo un estudio en el pasado que evidenció un encarecimiento de la tarifa de buses si se hacía una transición masiva a unidades eléctricas.

Además, el hecho de que el valor del combustible no se mantenga alto por un tiempo prolongado hace que eventuales compradores no se animen a cambiar sus carros por otros que solo necesiten electricidad para su funcionamiento.

Mientras se llega a ese estado ideal de independencia del petróleo, el docente de la Escuela de Economía propone transparentar los destinos de este recurso, es decir, que el Ministerio de Hacienda sea más específico en los rubros de su destino. También se podría pedir a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) más eficiencia y mejor control en el gasto, así como revisar los márgenes destinados a las estaciones de servicio (alrededor de ₡57 por litro), o los fletes (₡12,77).

Otra recomendación planteada por Ulate es permitir que Recope negocie anticipadamente en el mercado de derivados financieros, para aprovechar precios bajos en el futuro y que se reduzca el rezago actual entre las variaciones en su valor internacional con respecto al precio nacional (esta propuesta está en discusión en la Aresep).

Específicamente, sobre la intención del Gobierno de reducir el precio de los combustibles a los sectores agrícolas y del transporte público, el académico manifestó que la medida es compleja de sostener, debido a que genera una distorsión en el flujo de las transacciones que alguien deberá pagar, ya sea el Estado o los consumidores. En este mismo sentido, el experto considera que sería mejor tomar parte de los dineros obtenidos con este u otros impuestos para subsidiar a estos sectores y no provocar una complicación adicional en el manejo de estos recursos.

Otra posibilidad sugerida por este académico es que un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en otros productos pudiera reemplazar parte de los fondos aportados por el impuesto único a los combustibles.

Algunos países, como Chile, han implementado un monto de compensación cuando los precios del combustible han estado bajos, es decir, una especie de pago adicional al precio para subsidiar el valor de los hidrocarburos en momentos en que estos han estado altos, como ahora. No obstante, Ulate no cree que esa sea la medida más conveniente para el país.

Y por supuesto, siempre está la opción de reducir el uso de vehículos para viajes innecesarios. Pero para el experto, esta solución requiere de cambios en el comportamiento de las personas y una fuerte campaña de concientización, ya que en la población siempre existe la necesidad o el deseo de movilizarse. Esperar resultados inmediatos sería algo iluso.

 

Pablo Mora Vargas,

Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Para generar sistemas de salud más seguros se requiere cambiar de mentalidad

Dr. Gary L. Cochran

Profesor graduado de Harvard y asociado del Centro Médico de la Universidad de Nebraska abordó el tema de la seguridad farmacológica y de salud en los hospitales

“Somos muy similares entre sí. Los mismos problemas que hay en Estados Unidos, también los hemos encontrado en otros países del mundo”.

De esa forma el Dr. Gary L. Cochran, prestigioso epidemiólogo graduado de Universidad de Harvard y doctor en Farmacia de la Universidad de Nebraska, inició uno de los temas más sensibles en el campo clínico: los errores del personal de salud y que ponen en peligro la vida del paciente.

El Dr. Gary L. Cochran fue invitado por la Facultad de Farmacia, de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el mes de marzo del 2022 a fin de abrir el nuevo curso lectivo con aprendizajes orientados a la seguridad de las y los pacientes, así como a la disminución de los riesgos y los errores en los espacios clínicos.

Con total sinceridad, el especialista compartió varios casos y equivocaciones usuales en su país natal por parte del personal de salud, con el propósito de que sirvan como enseñanza para las futuras generaciones y no ocurran en Costa Rica. Un ejemplo de error común era el confundir la jeringa de tuberculina (usada para administrar medicamentos y realizar una prueba de tuberculosis) con la jeringa utilizada para suministrar insulina. Eso ocasionó confusiones en las dosis de administración.

Asimismo, en el campo del cuidado, se registraron casos de niños y niñas que en los Estados Unidos sufrieron de estrangulamiento por causa del tubo de alimentación.

“Para crear un sistema de salud seguro se requiere de aprendizaje y de una institución en donde las personas aprendan de sus errores. Para ello se necesitan datos, pero no se pueden obtener datos sin una buena cultura en los hospitales y si el personal de salud no se siente seguro de notificar por miedo a ser castigados”, dijo Cochran.

Ante un tema tan delicado, pero de alta importancia para la salud pública nacional, el especialista decidió compartir un rato de su tiempo con el objetivo de realizar un abordaje amplio del tema, ofrecer soluciones y brindar un mensaje a las futuras generaciones que se vienen formando en el campo de la salud para que, en todo momento, salvaguarden la vida del paciente como su máxima prioridad.

-Dr. Gary L. Cochran, usted ha investigado la efectividad de los sistemas de salud y el uso de medicamentos, así como de las tecnologías de la información para mejorar la seguridad y la calidad de la atención en salud. Con todo su bagaje en este campo: ¿qué aspectos cree usted que caracterizan a un sistema de salud seguro?

Gary L. Cochran (GLC): “Hay un número variado de componentes. Entonces, no hay una respuesta fácil. Sin embargo, se empieza con la cultura hospitalaria. En ocasiones no existe esa cultura de aprender sobre el sistema y los errores que ocurren y, en otros casos, existe el temor de reportar errores, porque mucho del personal de salud considera que serán castigados por reportarlos.

Hay muchas cosas que podemos hacer para establecer una cultura de seguridad y muchas de esas acciones están allá afuera en la literatura y en varias organizaciones (dentro y fuera de los Estados Unidos), que pueden ayudar a evaluar la cultura. Pero, sin duda, es una de esas cosas con las que siempre tenemos problemas.

Hay que tomar en cuenta que siempre hay personas nuevas entrando y saliendo del sistema de salud. Por lo tanto, no está solo en establecer una buena cultura y luego, cuando estás listo, te mueves a otro lugar y ya lo olvidaste. Siempre se debe estar trabajando para establecer esa seguridad y mucho empieza por las aulas.

Otro aspecto que caracteriza a un sistema de salud seguro está en que, después de adquirir una cultura en la cual las personas se sientan seguras para reportar situaciones, se tenga un sistema para recolectar la información. De esta forma, para que las personas comiencen a informar sobre errores, accidentes y otros eventos que sucedieron en el hospital, debemos tener alguna forma de recopilar toda esa información y luego analizarla o evaluarla”.

-¿Qué herramientas se pueden utilizar para recolectar información cuando el personal de salud está temeroso de hacer reportes, justamente, por ese miedo a ser castigados?

GLC: “Si se tiene una cultura en la que las personas tienen miedo de denunciar, tienen miedo de meterse en problemas, ser despedidas o no ser promovidas, hay distintas herramientas que podemos utilizar. Algunas de estas son autoevaluaciones y las llamamos desencadenantes. El objetivo es ver qué pasa.

Luego, se analiza si esos desencadenantes son cosas malas que suceden debido a errores que, de otra forma, no podrían conseguirse con una entrevista o grabación. Los datos son realmente importantes pero, primero, se debe crear la cultura para que la gente informe y aprenda de sus sistemas.

Una de las estrategias que usamos más en los Estados Unidos es la notificación voluntaria en los informes, como la mayor parte de nuestra información sobre lo que está pasando en el hospital.

Luego, usamos otras herramientas como el de análisis de las causas y de otros dispositivos para ayudarnos a identificar cuál es la motivo subyacente. Además de eso, implementamos cambios en el sistema, en la forma en que practicamos y usamos los medicamentos en los hospitales o en cualquier entorno. Posteriormente, hay algunos seguimientos y ese es el gran proceso que ocurre continuamente.

Una vez más, la cultura se encuentra en la parte superior porque, sin una buena cultura positiva y liderazgo de los administradores, las personas no se sentirán cómodas reportando accidentes o errores. Como consecuencia, eso significa que no puedo aprender nada y no puedo cambiar el sistema. Así es como lo pienso, primero comenzamos con la cultura y luego recopilamos información, la analizamos y hacemos cambios en el sistema.

Esta es una respuesta realmente larga pero, de todos modos, lo más importante que diría es eso: tienes que aprender de la información interna, como si estuvieras hablando con personas que informan errores que ocurren dentro de un hospital o dentro de una clínica. De ahí aprendemos primero pero, también, necesitamos aprender de lo que otros están haciendo, en otros hospitales y lo que ellos también han aprendido.

Por lo tanto, es buscar datos de información internos y externos que nos ayuden a realizar cambios dentro de una organización”.

-En su carrera como investigador, ¿cuáles son los principales errores que ha encontrado dentro de los sistemas de salud que ha visitado?

GLC: “Los errores más comunes que hemos identificados están al recetar, ya sea que se trate del medicamento incorrecto, que se hizo un diagnóstico incorrecto o que se ordenó una prueba de laboratorio y los resultados no llegaron al médico, por lo que el diagnóstico se perdió.

Desde que el médico prescribe un medicamento se abren las puertas a que una serie de errores puedan ocurrir. Puede ser que dispensemos el medicamento equivocado, tengamos la formulación incorrecta, que la concentración esté mal y hasta que la función renal del paciente no sea lo suficientemente buena para la dosis.

Ciertamente, puede haber errores de administración. Una vez que se dispensa el medicamento y luego va a la realidad. Así, los errores que he visto son muy amplios y diversos. Justo por eso es que se necesita toda esa información. Se requiere aprender acerca de los errores que ocurren en la prescripción, dispensación y administración, para que podamos hacer los cambios y que el sistema sea más seguro”.

-Anteriormente usted dijo que para establecer esa cultura de seguridad en los sistemas de salud se requiere de un buen liderazgo. ¿Qué componentes debe tener ese liderazgo?

GLC: “El primero es el compromiso e innovar en soluciones. Es vital que las jefaturas tengan un compromiso con esto porque los empleados lo sabrán. Los doctores, las enfermeras, los farmacéuticos, que son las personas que brindan la atención, siempre miran hacia el liderazgo. Si el liderazgo le pone un valor a la cultura de seguridad, se comenzará a valorarlo con el tiempo. Entonces, una de las características es que tienen que haber buenos líderes en una organización y no me refiero solo a ser solidario.

Aquí entramos a otro punto clave: se requiere tiempo y dinero. Nadie tiene mucho dinero por eso, cuando digo que necesito apoyo, no quiero decir que les estoy pidiendo a los administradores del hospital que me den mucho dinero. Sin embargo, tienen que pensar que, si le van a pedir a una enfermera o a un médico que se involucre en un análisis de error para cambiar el sistema, ya estos tienen sus agendas muy ocupadas.

Por eso, si solo pides más, es difícil que lo hagan bien. Ya tienen un trabajo de tiempo completo y les vamos a pedir que se dedican más horas a otro proyecto. ¿Qué se puede hacer? Una opción es darles una hora para asistir a las reuniones enfocadas en la seguridad del paciente.

Esa es una forma en que un líder puede apoyar, porque no proporciona un montón de dinero pero sí tiempo. Así que no les estamos pidiendo a estos empleados que hagan solo trabajo extra, lo incorporamos como parte de su trabajo.

Hay otras técnicas que los líderes pueden hacer en muchas organizaciones cada semana. El liderazgo de alto nivel, incluido el director ejecutivo de un hospital, recorrerá diferentes áreas de su hospital y hablará con los empleados al respecto. Así que lo primero es el liderazgo. Lo segundo es ese aprendizaje, por supuesto».

-Eso que usted indica de los recursos es importante, en especial para un país en vías de desarrollo como Costa Rica que vive un déficit fiscal importante y grandes retos económicos. Con base en su experiencia y sus visitas a otros territorios en vías de desarrollo, ¿qué pueden hacer los países cuyos recursos no son suficientes para iniciar un cambio?

GLC: “Hay mucho que se puede hacer si hay un buen liderazgo en la parte superior. Muchos de los hospitales más pequeños en los Estados Unidos que he visto no tienen muchos recursos o personal adicional para trabajar en la mejora de la calidad, es la misma enfermera la que lidera la seguridad del paciente.

En definitiva, esos hospitales pequeños no tienen el dinero para comprar todas las tecnologías sofisticadas. No obstante, el hecho de que la organización sea más pequeña hace que el efectuar cambios sea más fácil, en comparación con un hospital grande que tiene miles de empleados.

Es difícil cambiar a una organización grande. Un hospital más pequeño facilita la toma de decisiones y cambios. Así que no es siempre con un cambio tecnológico costoso. Hay otras formas más baratas de tecnología. Déjame darte un ejemplo.

Si tengo dos medicamentos que pueden causar daños graves y la muerte si no se usan adecuadamente, hay que pensar en cómo los almacenamos y quién tiene acceso a ellos. No se deberían poner cerca los medicamentos que pueden confundirse fácilmente. Por lo tanto, se debe cambiar la forma de almacenamiento y eso es gratis.

Si hay fármacos de quimioterapia, que son muy tóxicos, entonces no deben mezclarse con medicamentos regulares que una enfermera simplemente vendría y usaría. Otra recomendación es revisar dos veces. El farmacéutico por lo general revisa dos veces, así como el médico y las enfermeras”.

-En sus investigaciones usted rescata mucho la tecnología como un aliado vital en el proceso. ¿Hay algunas con un costo accesible que, eventualmente, puedan ser usadas en Costa Rica?

GLC: “Hay una tecnología que está siendo bastante adoptada en los Estados Unidos, incluso en los hospitales pequeños, y se está convirtiendo en una piedra angular de la seguridad. Estos son los códigos de barra en la muñeca del paciente.

Antes de administrar el medicamento, ya sea un medicamento intravenoso o un medicamento oral, escaneamos el código de barras del paciente y se entra al sistema informático para asegurarnos de que haya un pedido de ese medicamento para esa persona. Eso ayuda mucho a evitar errores de administración y lleva implementándose cerca de 10 años en los Estados Unidos.

El código de barras es uno de los mayores cambios que hemos tenido. Las tiendas de comestibles lo han estado usando durante años para el inventario y cobrarle a la gente. En el cuidado de la salud, en eso hemos estado atrasados, pero ahora lo estamos usando y se usa en todo el sistema. Da muchos beneficios, como asegurar que el medicamento sea el correcto y hasta en el reabastecimiento del mismo.

Otra de las cosas que hicimos en hospitales pequeños donde decían que no podían costear herramientas tecnológicas, fue investigar. Ahí descubrimos que había una cantidad de medicamentos que se daban y que se no estaban facturando. Implementamos, entonces, una tecnología que se llama gabinete dispensador automático y se logró recuperar todos los costos que estaban perdiendo.

Entonces, en hospitales pequeños nosotros tratamos de encontrar una manera en la que el recurso se vea como un aliado para la seguridad de los pacientes, pero también para mejorar la eficiencia y, en este caso, la facturación. Esto ayuda a justificar los costos”.

Es muy importante esto último que menciona, básicamente, buscar soluciones innovadoras y no enfocarse en el problema como si fuera un camino sin salida. ¿Cómo podemos ayudar a los hospitales con un financiamiento limitado a encontrar el dinero o los recursos para la tecnología?

GLC: “No hay una respuesta fácil. Esto cuesta dinero y el dinero tiene que venir de alguna parte. Si no hay dinero, tienes que ser creativo. El mensaje que quiero dejar claro es que el no tener dinero jamás debe ser la excusa para no hacer nada.

Animo a los hospitales pequeños a que empiecen a sentarse, observen los errores que están ocurriendo y luego piensen en cómo desarrollan o diseñan un sistema. Si esas técnicas no están disponibles en esos pequeños hospitales, ahí es donde la gente como yo, que trabajo en la seguridad de los medicamentos, puedo entrar y colaborar con una organización y enseñarles algunas de las herramientas. Por ejemplo, cómo hacer un análisis de causa raíz o mejorar su cultura de seguridad.

Realmente, estoy muy interesado en aprender de Costa Rica para ver lo que ya están haciendo en esta área y cómo yo puedo contribuir y las herramientas que puedo proporcionar. También, qué puedo aprender de ustedes para llevar sus sistemas a algunos de los pequeños hospitales estadounidenses, pues los mismos errores que ocurren en los Estados Unidos son del mismo tipo de errores ocurrirán aquí: el código. Así que hay mucho, podemos aprender unos de otros para probar y mejorar los sistemas”.

-El primer paso, entonces, sería la evaluación de necesidades. ¿Qué instrumentos se pueden implementar?

GLC: “Se puede enviar una encuesta de cultura a todos los empleados y ver dónde están las brechas. Quizás los administradores o los médicos piensen que todo está bien, pero las enfermeras u otros grupos no piensan lo mismo. Hay que tratar de averiguar estas brechas o estas desconexiones, por qué están allí y trabajar en esas ellas.

Una encuesta cultural de forma anónima te da una idea de lo que los empleados piensan y, a su vez, pueden decir libremente lo que piensan. Esa información permite tomar decisiones.

En lugares que ya tienen una comisión que vela por la seguridad del paciente solo requiere revisar y asegurarse de que su organización siga esas pautas. Hay grandes listas de verificación o autoevaluaciones que comienzan con la prescripción y pasan por la transcripción, dispensación y administración.

Es necesario tomar una lista, priorizar y decir, quiero comenzar aquí el próximo trimestre o, el próximo año, vamos a comenzar aquí. Actualmente, hay algunas autoevaluaciones importantes que se pueden usar para tratar de averiguar dónde se encuentra el sistema de salud en todo ese esquema de seguridad. En los Estados Unidos hay una cantidad de diferentes recursos disponibles.

Luego, el último tipo de cosas es que, en los Estados Unidos, cada dos semanas una organización llamada Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos publica un boletín para la mejora de la atención médica. Cada hospital se fija en los errores que produce y luego los envía. Esto permite tener información nacional sobre qué está pasando en todo el país.

Eso se rescata en el boletín y lo usamos para verificar y ver si estamos siguiendo o no las mejores prácticas. Tenemos la oportunidad de mirar y decir: ¿en mi organización somos vulnerables a estas mismas cosas? ¿Podemos arreglarlos antes de que alguien salga lastimado?”

-En esta penúltima pregunta me encantaría que usted le diera un mensaje a nuestros estudiantes del área de la salud. ¿De qué manera ellos y ellas son claves en todo este proceso de seguridad en los sistemas de salud?

GLC: “No cambiamos de la noche a la mañana. En primer lugar, tenemos un largo camino por recorrer en los Estados Unidos. Nosotros estamos lejos de ser perfectos. Voy a mostrarte un ejemplo. Cuando llegué a un hospital, había una enfermera que acaba de ser declarada culpable por un error que ocurrió y que podría ir a prisión por ocho años.

Así que todavía tenemos que trabajar en nuestra cultura, en cómo valoramos los informes y cómo culpamos a las personas por los errores. Hace 20 años, cuando comenzamos esto, la gente tenía miedo de denunciar. Los médicos se sentían incómodos y creían que no vamos a responsabilizar a las personas, lo cual no es cierto.
Tenemos una cultura justa. Cuando las personas toman decisiones que conducen a errores, deben rendir cuentas. Cuando el sistema contribuye al error, no responsabilizamos al individuo. Cambiamos el sistema. Así que ha tomado tiempo para que los administradores, los médicos, las enfermeras y los farmacéuticos se acostumbren. Las y los estudiantes actuales serán la próxima generación de personas que harán esto.

Entonces, en mi opinión, la seguridad del paciente debe incluirse en el plan de estudios. No solo de una escuela de Farmacia, sino también la escuela de Enfermería y Medicina. Si todos entienden la importancia de esto y cómo deben trabajar juntos, se puede mejorar el sistema como equipo.

Durante 20 años, algunas de las personas mayores, enfermeras, farmacéuticas, médicos se habrán jubilado. La nueva generación los irá reemplazando con el tiempo y se podría empezar a normalizar esa cultura de reportar los errores. Costa Rica no debe esperar 20 años para cambiar su cultura, esa es una de las cosas que me gustaría que todos los estudiantes que se gradúan de un centro de salud comprendieran”.

-¿Hay algún elemento primordial que deban siempre tomar en cuenta?

GLC: “Sí. La comunicación. Todos son un equipo: médicos, enfermeros, farmacéuticos, etc… Veamos el caso de las aerolíneas que trabajaron para mejorar la seguridad de la aviación. Al investigar los accidentes ocurridos, se identificaron que muchas veces había alguien más en el avión que sabía que existía un problema, pero que tenía miedo de decírselo al capitán y parecer estúpido.

La tripulación no decía nada, entonces ocurría un error y el avión se estrellaba. Así que han trabajado muy duro en la industria de la aviación para hacer comprender a todos, desde la tripulación de vuelo hasta los copilotos y los pilotos, que son un equipo que trabaja por los mismos objetivos: tener un vuelo seguro y aterrizar. Hoy, hay menos accidentes.

De esa forma, se ha fomentado una comunicación entre todas las profesiones en el cual todos se ven como parte de un equipo y todos aportan información importante a eso. Necesitamos hacer lo mismo en el sistema de salud. El farmacéutico y las enfermeras no pueden tener miedo de hablar con los médicos.

No quiero que parezca que los médicos son malos o algo por el estilo. Muchas veces son personas amables, pero las enfermeras y los farmacéuticos no quieren parecer tontos. No quieren parecer que no saben lo que están haciendo, así que no siempre alertan cuando algo malo está sucediendo. Esa es una de las cosas que les diría a los estudiantes más jóvenes que deben hacer: interactuar con otras carreras. Se sentirán más cómodos estando juntos y comunicándose”.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR