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DÍA MUNDIAL DEL AGUA: LA UCR PROMUEVE CAMBIOS EN LA GESTIÓN HÍDRICA

Si no se realizan cambios en la gestión del agua, actividades como la agricultura y la ganadería sufrirán debido a la escasez crónica. En Costa Rica estas actividades consumen el 70% del agua potable; le siguen la industria con 20% y los hogares con el 10%. Foto archivo ODI, UCR.

El cambio climático, la extracción masiva y uso desmedido son amenazas para el futuro hídrico

Autoría: Eduardo Muñoz Sequeira (Vicerrectoría de Acción Social, UCR)

Aunque en décadas pasadas se enseñó en las escuelas que el agua es un recurso inagotable, hoy las evidencias científicas demuestran que la humanidad debe hacer cambios sustanciales para asegurar que en los siguientes años la escasez crónica no afecte a millones personas.

Si bien el 72% del planeta está cubierto por agua, solo el 3% del líquido es agua dulce y la mayoría está congelada, por lo que la humanidad solo tiene disponible el 0.34% para sus necesidades cotidianas.

Según la ONU, durante el siglo XX el consumo de agua se ha duplicado cada 20 años, y la mayoría de fuentes están amenazadas por la contaminación, ya que diariamente se depositan en los acuíferos dos millones de toneladas de productos industriales, desechos humanos y agrícolas. Además, la sobreexplotación, que se refiere a extraer más agua de la que se recarga por medio de la lluvia o la nieve, provoca el agotamiento del recurso o una gran reducción para llevarla a cada hogar.

Sin embargo, pese a las advertencias poco se hace para detener estas amenazas, lo que afectará en las próximas décadas la agricultura y la industria. Esto cambiaría la vida tal como se conoce hasta ahora, incluso este mismo día unos 2200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.

Los datos aportados por la ONU, en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para llevar agua potable y construir infraestructura adecuada sigue siendo un desafío internacional con pocos avances. Esa organización ha señalado que dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica para lavarse las manos con agua y jabón, y más de 673 millones de personas aún defecan al aire libre. Para el año 2050, el 25% de la población global -unos 10000 millones de habitantes-, vivirá en regiones con escasez crónica.

Desde 1993, cada 22 de marzo el mundo celebra el Día Mundial del Agua con el objetivo de hacer conciencia sobre esta crisis global y la necesidad de lograr acuerdos globales sobre su conservación.  Además, la Asamblea General de la ONU proclamó el período 2018-2028 como el “Decenio Internacional para la Acción: Agua para el Desarrollo Sostenible”, ya que el acceso al líquido es vital para la vida y es considerado un Derecho Humano fundamental.

RETOS REGIONALES

Para el año 2022, el Día Mundial del Agua se enfoca en las aguas subterráneas, con el lema “Aguas subterráneas, hacer visible lo invisible”, ya que son elementales para el funcionamiento de los ecosistemas y todos los acuíferos del mundo.

Globalmente, “el agua subterránea es utilizada principalmente para el riego de cultivos 70%, en la industria 20% y en el consumo humano 10%, de manera que es clave en el desarrollo de prácticamente todas las actividades humanas”, explicó la magister Ingrid Vargas Azofeifa, científica en hidrogeología y coordinadora del proyecto de Acción Social denominado Gestión y entendimiento del flujo del agua subterránea (ED-2799). 

Aunque cada región del mundo tiene sus propios desafíos con respecto al recurso hídrico, en el caso centroamericano, la ONU catalogó el istmo como una área bajo estrés hídrico, debido a los problemas en la infraestructura adecuada para la distribución, saneamiento y acceso a todas las poblaciones.

Costa Rica, pese a ser considerada una nación rica en recursos hídricos, también carece de la infraestructura para una distribución equitativa y tiene múltiples obras pendientes en saneamiento del agua potable y la protección de sus cuencas hidrográficas y recurso marino.

En Costa Rica, las aguas subterráneas se destinan a la captación mediante la perforación de pozos y manantiales para abastecer a los hogares, el riego de cultivos, la ganadería, la industria, el comercio y el turismo.

Sobre el tema, el informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible 2021, al referirse al “Uso, manejo y gestión del Agua en Costa Rica”, apuntó que tras los primeros años de la pandemia sanitaria por la Covid-19, se impactaron más allá de sus capacidades los cuerpos de agua y desde el año 2020 se ha registrado un alto consumo.  Otro de los problemas nacionales es que las soluciones para el tratamiento de aguas residuales industriales y domésticas avanzan lentamente, y éstas caen en ríos o tanques sépticos mal diseñados, lo que se constituye en contaminantes no solamente de las aguas superficiales, sino también de las subterráneas.

«Las instituciones del sector hídrico nacional deben fortalecerse según sus competencias y unir esfuerzos con la academia y otros actores sociales para realizar estudios conjuntos en zonas en donde ha aumentado la demanda o se prevé que ocurra en el futuro”

Geóloga e Hidrogeóloga Ingrid Vargas
Escuela Centroamericana de Geología, UCR

APORTES UNIVERSITARIOS

Desde la docencia, la investigación y acción social la Universidad de Costa Rica (UCR) ejecuta proyectos sobre la conservación del recurso hídrico desde varios abordajes. Concretamente, en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) al menos unos 30 proyectos trabajan directamente en el apoyo de las iniciativas comunitarias para el manejo sostenible del recurso, destinados al consumo humano, la agricultura y resguardo de ecosistemas.

Por ejemplo, el proyecto “Gestión y entendimiento del flujo de las aguas subterráneas” (ED-2799), iniciativa de Acción Social de la Maestría de Hidrogeología y Manejo de Recursos Hídricos capacita a personas que gestionan recursos hídricos, mediante cursos cortos acerca de los conceptos básicos sobre aguas subterráneas, calidad del agua y prevención de la contaminación de los acuíferos. Este proyecto ha establecido alianzas con la iniciativa internacional Groundwater, de la Universidad Guelph, Canadá; lo que ha permitido el intercambio científico para el estudio de las aguas subterráneas.

Dadas las restricciones sanitarias, el año pasado el proyecto realizó actividades virtuales, como la charla con la científica Dra. Claudia Varnier, del Instituto Geológico de Brasil; y la HidroGira, una gira virtual educativa. Además, durante el año 2021, se realizó un foro acerca del rol de la mujer en la gestión del agua subterránea.

Sobre la relevancia de este tema para el país, la hidrogeóloga advirtió que Costa Rica tiene muchos temas pendientes por resolver en la conservación del agua subterránea, como la falta de políticas y legislación que regulen su adecuada explotación, carencia de un mapeo territorial de su localización y el uso excesivo de agroquímicos.

Al respecto, la científica recalcó que Costa Rica es el mayor consumidor de plaguicidas del mundo, y sin duda esto sigue impactando los ecosistemas.  Por ejemplo, “en el Cairo, Milano, La Francia y Luisiana de Siquirres; y en Veracruz, San Carlos, varios manantiales se contaminaron con bromacil, un herbicida muy soluble y móvil que se usó para el control de la maleza en el cultivo de piña, que aunque fue prohibido en el año 2017, estas fuentes de abastecimiento público fueron clausuradas”.

Otra de los proyectos sobre “La Cultura del Agua como instrumento para la Gestión Integrada del Recurso Hídrico” (ED-2873), proyecto de Acción Social del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas (CICG), y coordinado por el geólogo Mario Arias Salguero, se concibió como un enlace entre la universidad y comunidades, grupos organizaciones y otras instituciones y dependencias universitarias que trabajan en la protección del recurso hídrico.

Mediante cursos, talleres y publicaciones el ED-2873 brinda información técnica sobre la situación del recurso hídrico costarricense, criterios sobre su manejo y contribuye a gestar lo que se ha llamado la cultura del agua, referida a los cambios sociales que se requieren para ver este recurso como parte de la vida cotidiana.

Según Arias, este proyecto “aporta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente al ODS 6, contribuyendo desde el punto de vista social, ambiental e incluso político al avance para la consecución de agua limpia y segura, pues brinda el apoyo técnico y asesoría para que diversos usuarios del agua (ASADAS) unidades académicas de la UCR y otros centros académicos cuenten con información pertinente y de calidad que les permita tomar decisiones en el marco de la cultura del agua que coadyuve en la gestión integral del recurso hídrico.

Para Arias, el tema del año 2022 tiene una profunda trascendencia, porque aunque las aguas subterráneas son invisibles, en algunas regiones áridas es la única fuente de agua para las personas. Por lo tanto, “lo que hacemos en la superficie repercute bajo tierra. Los únicos productos con los que debemos tratar los suelos deben ser inocuos y biodegradables, y debemos utilizar el agua con la mayor eficiencia posible…Por otra parte, las aguas subterráneas atraviesan fronteras, por lo que debemos trabajar juntos para gestionar las aguas subterráneas transfronterizas”, mencionó el geólogo.

Entre los diversos recursos virtuales que se han divulgado en este proyecto destaca el más reciente vinculado a la temática que la ONU propuso al mundo, referido a la protección de las aguas subterráneas. Este es un libro gratuito, titulado “101 Respuestas sobre el Agua Subterránea”, y el geólogo Arias responde en lenguaje no técnico las dudas más usuales recopiladas en comunidades, charlas, cursos y entrevistas. “Debemos considerar que las aguas subterráneas desempeñarán un papel fundamental en la adaptación al cambio climático. Tenemos que trabajar juntos para gestionar de forma sostenible este preciado recurso”.

Durante el año 2022 el proyecto ED-2873 impartirá cursos sobre Los ciclos del aguaGestión Integrada del Recurso HídricoPozos y ManantialesRecarga del agua en el suelo. Todos son gratuitos y para participar no se requiere formación académica previa; y al finalizar se entregará un certificado digital de participación. Los mismos serán impartidos por las plataformas Zoom y UCR Global. Para conocer sobre las fechas y otras actividades programadas siga este enlace.

En Costa Rica existen 5429 captaciones de agua utilizadas para abastecimiento público y el 93 % proviene de agua subterránea, de la cual el 70% es manantiales, el 23% de pozos; solo el 7% corresponde a agua superficial, como los ríos. Foto archivo VAS, UCR.

UCR: Corte final del CIEP acerca a candidatos presidenciales

El corte final del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica arrojó un empate técnico entre los candidatos Rodrigo Chaves Robles y José María Figueres Olsen a tres días de la segunda y definitiva ronda que denominará Presidente de la República a alguno de ellos. Aunque el interés y la motivación subieron entre la población entrevistada, también predominan la angustia y la tristeza. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Chaves Robles domina intención de voto, pero Figueres Olsen se acerca

El corte final del estudio del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR) arrojó una intención de voto muy similar entre los candidatos presidenciales Rodrigo Chaves Robles, del Partido Progreso Social Democrático, y José María Figueres Olsen, del Partido Liberación Nacional, con base en una muestra de 1019 personas costarricenses mayores de 18 años con telefonía celular a lo largo y ancho del país que fue consultada los días 24, 25 y 28 de marzo de 9 am a 8:30 pm. 

Por el ministro de Hacienda de octubre 2019 a mayo de 2020, hay un apoyo de 41,4%, mientras que un 38% de la población entrevistada se decanta por el Presidente de la República de 1994 a 1998. Pero considerando que el margen de error del estudio es de un 3,1%, se puede hablar sobre un empate técnico. El perfil predominante de simpatizantes chavistas es hombres, con edades máximas de 54 años, con estudios secundarios y superiores, y residentes en las provincias de Heredia, Alajuela, Puntarenas y Limón. Mientras que el de simpatizantes figueristas es mujeres, mayores de 55 años, con estudios primarios, y residente en Cartago o Guanacaste. Por otro lado, la indecisión tiene cara predominantemente de mujer, con edades máximas de 34 años, que como máximo tienen estudios secundarios, y residentes en Limón y San José.

Pero, más que alguno de los dos candidatos, y al contrario de la tendencia decreciente de Chaves Robles, la fuerza de personas indecisas creció con cada corte y ahora subió a 18%. 

Aunque un 82% de personas entrevistadas aseguró que sí sufragará o muy posiblemente lo haga, si acaso a poco más de la mitad no les representó costo alguno decidirse, mientras que a tres de cada 10 probables votantes sí les ha costado mucho.

Al consultarles sobre los principales motivos que les haría abstenerse de votar, tres de cada 10 defendieron que nada les motivaría a dejar de acudir, mientras que poco más de las dos quintas partes adujeron que solo por problemas de salud propia o de cualquier familiar se abstendrían. No por nada la mayoría de la población entrevistada se mostró totalmente a favor del sufragio y en contra del abstencionismo a través de varios enunciados hechos con ese fin, al punto de que para tres de cada cuatro personas quien no sufrague no debería quejarse del estado actual del país, si bien es cierto la mayoría reconoce que la abstención es una forma válida de emisión de un criterio. Por otro lado, llama la atención que a pesar de que aunque hay una mayor motivación e interés en las elecciones que al cierre de enero, subiendo a proporciones cercanas al 60%, 11 de cada 20 personas se sienten angustiadas y tristes.

Mientras que entre quienes indicaron que no votarán este 3 de abril, los principales motivos fueron el rechazo por ambos aspirantes a razón de tres de cada siete probables abstencionistas, y la falta de interés e ilusión con la política, presente en tres de cada 10 probables abstencionistas. Precisamente la aversión por ambos políticos motiva a tres de cada cinco personas entrevistadas a votar nulo o en blanco. 

Con este estudio se cierran los sondeos de la campaña electoral 2022, ya que desde este 31 de marzo el Código Electoral prohíbe la divulgación de encuestas y sondeos.

 

Juan Pablo Rodriguez Campos,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR / COVID-19: Aporte científico universitario es elogiado por el Ministerio de Salud de Costa Rica

En la entrega del reconocimiento participaron (de izquierda a derecha) el Dr. Guaner Rojas Rojas, investigador del CIOdD; el Dr. Pedro González Morera, viceministro de Salud; la Dra. Priscilla Herrera García, representante del Ministerio de Salud; el Ing. Keylor Castro Chacón, también funcionario del Ministerio de Salud y el Dr. Fabio Sánchez Peña, del CIMPA.

El Ministro de Salud de Costa Rica, Dr. Daniel Salasrealizó un homenaje el pasado 17 de marzo, a la labor y aporte de todo del equipo del proyecto «Análisis y simulación espacial de la Pandemia COVID-19 a nivel cantonal, para el caso de Costa Rica”, del Centro de Investigaciones en Matemática Pura y Aplicada (CIMPA) de la Universidad de Costa Rica. 

El texto destaca: “su aporte, esfuerzo y compromiso desde la Mesa Operativa de Salud, hizo la diferencia en respuesta a la emergencia nacional por COVID-19. Gracias, por su trabajo, el cual ha sido indispensable para proteger la salud de nuestros habitantes”.

En representación de la UCR, el certificado fue recibido por el Dr. Guaner Rojas Rojas, investigador del Centro de Investigación del Observatorio del Desarrollo (CIOdD), del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) y docente de la Escuela de Estadística.  

El equipo de trabajo es coordinado por el MSI. Agustín Gómez Meléndez, coordinador de la Unidad Estadística del CIOdD; y el Ing. Rodolfo Romero Redondo, de la Escuela de Administración Pública, quien es el enlace de todo el equipo de la Universidad, frente a las autoridades de la Mesa Operativa de Salud.

Aporte del CIOdD

Para el Dr. Carlos Murillo Zamora, director del CIOdD, “este reconocimiento constituye motivo de satisfacción para el Centro, porque evidencia el compromiso que tiene el equipo de especialistas que formó parte de este proyecto con el país y con las personas tomadoras de decisiones, en esta oportunidad en materia de salud. Esto muestra la contribución de la academia y la ciencia en esa toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas. Fue un proceso de aprendizaje con lecciones que deben sistematizarse, para beneficio de otros centros de investigación y de las autoridades nacionales vinculadas al proyecto”.

Por su parte, Rojas comentó que este es un reconocimiento a la activación y reacción oportuna de la UCR ante una situación de emergencia nacional, la cual requirió de la articulación de equipos de investigación para gestionar e implementar estudios científicos con evidencia sistematizada, contextualizada y con la perspectiva de apoyo a la toma de decisiones.

El homenaje se realizó como una de las actividades del “Taller Nacional Análisis de lecciones aprendidas sobre el abordaje de la emergencia sanitaria por COVID-19 en el marco de la multiamenaza”, organizado por el Ministerio de Salud de Costa Rica y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Este taller tuvo como propósito identificar las lecciones aprendidas y buenas prácticas implementadas para desarrollar una propuesta de conformación sobre el plan de priorización de actividades. Es decir, toda la logística que ayudó a construir la Estrategia Nacional del Sector Salud de Costa Rica en Gestión Integral de Riesgos de Desastres y Emergencias Sanitarias 2022-2030.

 

Olga Marta Ramírez Hernández
Comunicadora del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIODD), UCR

UCR: Bailando en »solitud» Eduardo Guerra se alzó con el Premio Nacional Mireya Barboza de Danza 2021 en la categoría de Interpretación

Eduardo Guerra fue galardonado con el Premio Nacional Mireya Barboza de Danza 2021 en la categoría de interpretación. El galardón se otorgó de manera compartida con Allyson Maykall. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Es bailarín y coreógrafo de Danza Universitaria

Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la palabra solitud, ya en desuso, significa carencia de compañía o lugar desierto. No obstante, el bailarín y coreógrafo de Danza Universitaria, Eduardo Guerra Rodríguez, la interioriza como una opción propia de regocijo, aquella que nos obliga a estar y querer estar solos.

Es a partir de este concepto, y de lo vivido durante los primero meses de la pandemia, que Guerra desarrolla “Solitud”, una coreografía que formó parte del certamen La Semilla y que se presentó en Estrena Danza en el 2021.

Gracias a su interpretación, fue galardonado con el Premio Nacional Mireya Barboza de Danza.

El jurado otorgó este reconocimiento “por su dominio corporal, destreza y pureza técnica.

Por la innegable solidez plástica, sutileza y aplomo estético. El intérprete hace uso de la energía justa para su ejecución, logrando llevar la musicalidad corporal a un alto nivel.

Bailarín que expresa, proyecta a plenitud y de forma sobra las emociones generadas por la obra coreográfica logrando cautivar al espectador con su lenguaje corporal pero también con su presencia escénica, lo que da cuenta de su importante trayectoria”.

A continuación Guerra habla sobre la obra, el premio y los retos y los proyectos de Danza Universitaria en la siguiente entrevista.

–¿De qué se trató Solitud?

–Eduardo Guerra Rodríguez (EGR): El proceso en sí de la coreografía nace justamente después de que empezó la pandemia. Anterior a esto había realizado una coreografía en dúo y el el 2020 vino la creación de esta obra “Solitud”.

Solitud es una palabra un poco desconocida, es un concepto muy diferente a la soledad, es la soledad aceptada, la soledad que se disfruta, por una decisión propia, pero no es una soledad negativa.

A partir de ese juego de palabras quería empezar, porque también de alguna forma me sentía de ese modo cuando estaba solo en casa.

Las decisiones no solamente del hecho de la labor en sí que tenemos como bailarines, como entes de la administración, de la Vicerrectoría (de Acción Social), si no también la cuestión del hogar, de tus pasatiempos, qué hacías con todo esto, no me hallaba y justamente fue la decisión de decir por qué no hablamos de cómo nos sentimos en este momento, en tu casa, solo.

Porque yo soy una de las personas que vive solo, como muchas otras familias, con mis animalitos, pero solo. Parte de ahí, a partir del proceso de cómo voy aceptando esa soledad y hacer todo lo que hacía antes en conjunto, en compañía, en trabajo grupal, hacerlo solo, en solitud.

Fue una lucha constante, fue la aceptación misma de lo que generaba esta palabra, todo este significado, para ahondar en lo que eso detonaba en mí, fue así que se creó la obra.

–¿Cómo fue esa experiencia de crear la coreografía en este contexto, más en soledad?

–EGR: Pasa por una cuestión de aprendizaje total. Casi siempre Danza Universitaria trabaja en conjunto. Las investigaciones son en conjunto, ya sea que venga un coreógrafo invitado, sea que un compañero o compañera decida montar una coreografía y experimenta con los cuerpos, con las propuestas, con lo que va generando a partir de una idea, pero somos nosotros los que proponemos cómo se genera esa idea o ese tema.

Para mí en ese momento fue tomar las decisiones por mi mismo, era autoexaminarse, verse. En ese momento era crear, crear crear y después desechar, desechar y desechar, hasta llegar a lo más mínimo, tomar la decisión de esto sirve, esto no, fue una lucha constante.

Se hace la invitación del certamen La Semilla, que se realizó el año pasado, para representar a Danza Universitaria, yo Eduardo Guerra iba a representar a la compañía, cobraba mayor magnitud porque hace tiempo no nos presentábamos en un teatro. Estrenadanzas 2021, fue un gran evento y para mí fue muy importante porque soy yo en mi soledad, en mi solitud tomando todas las decisiones, que antes las tomaba en conjunto, que bailaba en conjunto, fue mucho aprendizaje, para mí el proceso de investigación y evolución es de mucho aprender, me ha servido todo este proceso de solitud aceptada.

–¿Cómo es el proceso creativo que se da a la hora de montar una coreografía?

–EGR: No hay una forma, cada quien tiene su modo de creación. A veces puede ser una palabra, un tema actual, en este caso fue el contexto pandémico, cómo me encontraba yo, después de haber pasado un año, qué hacemos con esto, tenemos que seguir creando, tenemos que seguir trabajando, tenemos que seguir produciendo, porque si no uno se muere como artista, uno tiene que estar constantemente en esa lucha.

Por lo general parto de una imagen que se me viene a la mente, le doy vueltas hasta que la hago realidad con mi cuerpo. Empiezo a improvisar a través de lo que me genera esa palabra o esa temática, o ese momento, no soy muy sistemático, me dejo llevar en el momento y después viene la sistematización, a través de toda la improvisación, todo el juego, todo el descubrimiento. Es un proceso que a mi me sirve mucho porque no hay que cuestionarse tanto, en mi caso es déjese llevar por lo que realmente siente, por lo que le genera ese momento, esa palabra o ese tema y después vamos ordenando.

–¿Qué significa este premio en lo personal y para Danza Universitaria?

–EGR: Fue una sorpresa para mí, no me lo esperaba. Uno nunca trabaja en pos de un premio, pero es un reconocimiento que es un aliciente para seguir trabajando, investigando.

Lo tomamos con mucha alegría, con positivismo que todo lo estamos haciendo de manera correcta de alguna forma, a pesar de la situación temática, cultural, política y todo lo demás, justamente viene esto y hay que aprovecharlo para hablar de lo que nos sucede, que a pesar de las circunstancias estamos generando, pasan cosas positivas como las premiaciones, hay que decirlo porque no, y eso se agradece y es una motivación, esto nos cae bien en este contexto.

–¿Cuáles son los retos como bailarín y como compañía que han enfrentado en los últimos años y cuáles son los que vienen?

–EGR: Personalmente fue un acto de negación al principio cuando empezó todo esto, pero teníamos que decir que nuestro trabajo no paraba, tuvimos que trasladar y transformar todo lo que hacíamos antes, que era mucho trabajo de comunidad, de acción social, de presentación, a dar clases todo en la virtualidad, hacer audiovisuales para la comunidad en la virtualidad, presentarse en festivales virtuales. Creo que hemos hecho mucho, ha quedado ahí, están los hechos, hemos ganado premios, hemos dado clases por todo lado, hemos tenido convenios con otras universidades, ha sido una oportunidad para demostrar de que material estamos hechos, somos bailarines que no solo bailan y se presentan, pero que también podemos hacer este otro tipo de cosas y que en este momento la comunidad y la universidad lo necesita. Lo supimos afrontar muy bien.

Los retos que vienen es dejarnos todo el aprendizaje de la pandemia para seguir sumando y lo virtual ya no se va acabar, si no que se va sumando. Ahora viene el Festival Paréntesis que ya le vamos a sumar lo virtual mas lo presencial, para llegar a mas gente, a mas comunidades que antes posiblemente por una cuestión de distancia y centralización no lo hacíamos, es una oportunidad y un reto alcanzado y los retos que vienen van a ser favorables y positivos

–¿Cuales proyectos hay para este año?

–EGR: Proyectos, muchos, pero lo importante es ahondar en lo que ya hemos trabajado, seguir haciendo los trabajos en comunidad, tenemos presentaciones en festivales, Teatro al medio día, seguir con los trabajos en comunidades, que realmente han sido de suma importancia para el acompañamiento a los adolescentes, a las personas adultas mayores, todo eso que ha calado mucho en la comunidad lo vamos a mantener y seguimos ahí produciendo, y por supuesto ahí lo van a saber.

–¿Cuál debe ser el trabajo de una compañía como Danza Universitaria para retomar y reforzar los espacio artísticos presenciales?

–EGR: Lo importante es que la compañía se ha diversificado a través de los años. La compañía de hace 40 años no es la misma que es hoy, creo que hemos afrontado los retos de una manera muy positiva, hoy asumimos este reto y nos lleva a seguir sumando y a que el trabajo no se detiene.

Es importante anotar que el trabajo conjunto, el trabajo grupal, el trabajo presencial es de suma importancia para nosotros, ya llega un momento en que uno dice: “ok”, hemos pasado esta experiencia de la virtualidad, pero también se necesita esto otro, hemos hecho todos los esfuerzos para tener todos los protocolos necesarios y ahora pasamos por un contexto que se nos quemó nuestro centro de trabajo, y estamos en la lucha, siempre estamos afrontando continuos retos.

Danza Universitaria tiene que alzar la mano y tiene que decir se presentan siempre estas carencias, porque ha sido una cuestión muy sistemática durante muchos años. Ya ahora dijimos basta, si hay que parar tenemos que parar, porque no es posible, no es justo, no es necesario, para las artes en general y para una compañía que tiene muchos años y que ha representado a la Universidad de Costa Rica, seguir así en estas condiciones.

Yo creo que lo que ofrece Danza U a pesar de las circunstancias siempre ha sido mantener la frente en alto, al pie de lucha y lo hemos demostrado de esa forma.

He estado mucho pensando en la situación política que estamos atravesando en este momento, en la que la cultura realmente no se ve reflejada por ningún lado, en cuanto a presupuesto, a proyecto político, estamos relegados y el gremio artístico todavía la está pasando terrible, no hay como afrontar la situación, de alguna forma hay que alzar la voz, el gremio tiene que decir presente, porque sí la estamos pasando mal y no hay que ocultar la situación y es necesario reconocer que el arte es un acto transformador de la sociedad y tiene que estar presente en la vida diaria de las personas y hasta que se tome conciencia de eso no podremos cambiar como sociedad.

 

Andrea Marín Castro
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

La UCR apoya iniciativas comunitarias para el manejo sostenible del agua

Según la Organización de las Naciones Unidas, cada 20 años la humanidad duplica el consumo de agua, lo que pone en riesgo un recurso que es limitado, pero fundamental para sostener la vida en el planeta. En la foto aparece una imagen del Parque Nacional Los Chorros, en Grecia, cuyas aguas provienen de acuíferos protegidos. Foto cortesía ED-2799.

Día Mundial del Agua

Más de 30 proyectos en comunidades unen esfuerzos para atender los retos de la gestión del recurso hídrico

Desde la docencia, la investigación y acción social la Universidad de Costa Rica (UCR) ejecuta proyectos sobre la conservación del recurso hídrico. Solo en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) están inscritos 30 proyectos que trabajan directamente en el apoyo de las iniciativas comunitarias para el manejo sostenible del recurso destinado al consumo humano, la agricultura y el resguardo de ecosistemas.

Por ejemplo, el proyecto “Gestión y entendimiento del flujo de las aguas subterráneas” (ED-2799), coordinado por la científica en hidrogeología, M. Sc. Ingrid Vargas Azofeifa, una iniciativa de Acción Social de la Maestría de Hidrogeología y Manejo de Recursos Hídricos, capacita a personas que gestionan recursos hídricos mediante cursos cortos acerca de los conceptos básicos sobre aguas subterráneas, calidad del agua y prevención de la contaminación de los acuíferos.

Sobre la relevancia de este tema para el país, la hidrogeóloga advirtió que Costa Rica tiene muchos temas pendientes por resolver en la conservación del agua subterránea, como la falta de políticas y legislación que regulen su adecuada explotación, carencia de un mapeo territorial de su localización y el uso excesivo de agroquímicos.

La académica recalcó que Costa Rica es el mayor consumidor de plaguicidas del mundo, y sin duda esto sigue impactando los ecosistemas.  Por ejemplo, “en el Cairo, Milano, La Francia y Luisiana de Siquirres; y en Veracruz, San Carlos, varios manantiales se contaminaron con bromacil, un herbicida muy soluble y móvil que se usó para el control de la maleza en el cultivo de piña, que aunque fue prohibido en el año 2017, estas fuentes de abastecimiento público fueron clausuradas”.

Este proyecto ha establecido alianzas con la iniciativa internacional Groundwater, de la Universidad Guelph, Canadá, lo que ha permitido el intercambio científico para el estudio de las aguas subterráneas. Durante el año 2021 el proyecto realizó actividades virtuales, como la charla con la científica Dra. Claudia Varnier, del Instituto Geológico de Brasil; y la HidroGira, una gira virtual educativa y un foro acerca del rol de la mujer en la gestión del agua subterránea.

En Costa Rica el 80% de las personas consumen agua potable que proviene de reservorios subterráneos. Sin embargo, la sobreexplotación de los mismos, la contaminación por desechos humanos e industriales son amenazas que pesan sobre el futuro hídrico de Costa Rica. Foto archivo ODI, UCR.

Un proyecto que se concibió como un enlace entre la universidad y las comunidades, grupos organizaciones y otras instituciones y dependencias universitarias que trabajan en la protección del recurso hídrico es “La Cultura del Agua como instrumento para la Gestión Integrada del Recurso Hídrico” (ED-2873), del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas (CICG) y coordinado por el geólogo Mario Arias Salguero,

Mediante cursos, talleres y publicaciones el ED-2873 brinda información técnica sobre la situación del recurso hídrico costarricense, criterios sobre su manejo y contribuye a gestar lo que se ha llamado la cultura del agua, referida a los cambios sociales que se requieren para ver este recurso como parte de la vida cotidiana.

Según Arias, este proyecto “aporta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente al objetivo seis, contribuyendo desde el punto de vista social, ambiental e incluso político al avance para la consecución de agua limpia y segura».  Brinda apoyo técnico y asesoría para que diversos usuarios del agua (ASADAS), unidades académicas de la UCR y otros centros académicos cuenten con información pertinente y de calidad que les permita tomar decisiones en el marco de la cultura del agua que coadyuve en la gestión integral del recurso hídrico.

Desde 1993, cada 22 de marzo el mundo celebra el Día Mundial del Agua con el objetivo de hacer conciencia sobre esta crisis global y la necesidad de lograr acuerdos globales sobre su conservación.  Además, la Asamblea General de la ONU proclamó el período 2018-2028 como el “Decenio Internacional para la Acción: Agua para el Desarrollo Sostenible”, ya que el acceso al líquido es vital para la vida y es considerado un Derecho Humano fundamental.

Para Arias, el tema del año 2022 tiene una profunda trascendencia, porque aunque las aguas subterráneas son invisibles, en algunas regiones áridas es la única fuente de agua para las personas, “debemos considerar que las aguas subterráneas desempeñarán un papel fundamental en la adaptación al cambio climático. Tenemos que trabajar juntos para gestionar de forma sostenible este preciado recurso”.

Por lo tanto, “lo que hacemos en la superficie repercute bajo tierra. Los únicos productos con los que debemos tratar los suelos deben ser inocuos y biodegradables, y debemos utilizar el agua con la mayor eficiencia posible…Por otra parte, las aguas subterráneas atraviesan fronteras, por lo que debemos trabajar juntos para gestionar las aguas subterráneas transfronterizas”, mencionó el geólogo.

Entre los diversos recursos virtuales que se han divulgado en este proyecto destaca el libro titulado “101 Respuestas sobre el Agua Subterránea”. En este documento de libre acceso el geólogo Arias responde en lenguaje no técnico las dudas más usuales recopiladas en comunidades, charlas, cursos y entrevistas.

Durante el año 2022 el proyecto ED-2873 impartirá cursos sobre Los ciclos del aguaGestión Integrada del Recurso HídricoPozos y ManantialesRecarga del agua en el suelo. Todos son gratuitos y para participar no se requiere formación académica previa; y al finalizar se entregará un certificado digital de participación. Los mismos serán impartidos por las plataformas Zoom y UCR Global. Para conocer sobre las fechas y otras actividades programadas siga este enlace.

Si no se realizan cambios en la gestión del agua actividades como la agricultura y la ganadería sufrirán debido a la escasez crónica. En Costa Rica estas actividades consumen el 70% del agua potable; le siguen la industría con 20% y los hogares con el 10%. Foto archivo ODI, UCR.

Retos en el manejo de aguas subterráneas

Para el año 2022, el Día Mundial del Agua se enfoca en las aguas subterráneas, con el lema “Aguas subterráneas, hacer visible lo invisible”, ya que son elementales para el funcionamiento de los ecosistemas y todos los acuíferos del mundo.

Globalmente, “el agua subterránea es utilizada principalmente para el riego de cultivos 70%, en la industria 20% y en el consumo humano 10%, de manera que es clave en el desarrollo de prácticamente todas las actividades humanas”, explicó la M. Sc. Vargas Azofeifa.

Aunque cada región del mundo tiene sus propios desafíos con respecto al recurso hídrico, en el caso centroamericano, la ONU catalogó el istmo como una área bajo estrés hídrico, debido a los problemas en la infraestructura adecuada para la distribución, saneamiento y acceso a todas las poblaciones.

Costa Rica, pese a ser considerada una nación rica en recursos hídricos, también carece de la infraestructura para una distribución equitativa y tiene múltiples obras pendientes en saneamiento del agua potable y la protección de sus cuencas hidrográficas y recurso marino.

En Costa Rica, las aguas subterráneas se destinan a la captación mediante la perforación de pozos y manantiales para abastecer a los hogares, el riego de cultivos, la ganadería, la industria, el comercio y el turismo.

Sobre el tema, el informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible 2021, al referirse al “Uso, manejo y gestión del Agua en Costa Rica”, apuntó que tras los primeros años de la pandemia sanitaria por la Covid-19, se impactaron más allá de sus capacidades los cuerpos de agua y desde el año 2020 se ha registrado un alto consumo.  Otro de los problemas nacionales es que las soluciones para el tratamiento de aguas residuales industriales y domésticas avanzan lentamente, y éstas caen en ríos o tanques sépticos mal diseñados, lo que se constituye en contaminantes no solamente de las aguas superficiales, sino también de las subterráneas.

Como indica la hidrogeóloga Vargas, “las instituciones del sector hídrico nacional deben fortalecerse según sus competencias y unir esfuerzos con la academia y otros actores sociales para realizar estudios conjuntos en zonas en donde ha aumentado la demanda o se prevé que ocurra en el futuro”.

Aguas subterráneas en el mundo

Aunque en décadas pasadas se enseñó en las escuelas que el agua es un recurso inagotable, hoy las evidencias científicas demuestran que la humanidad debe hacer cambios sustanciales para asegurar que en los siguientes años la escasez crónica no afecte a millones personas.  Si bien el 72% del planeta está cubierto por agua, solo el 3% del líquido es agua dulce y la mayoría está congelada, por lo que la humanidad solo tiene disponible el 0.34% para sus necesidades cotidianas.

Según la ONU, durante el siglo XX el consumo de agua se ha duplicado cada 20 años, y la mayoría de fuentes están amenazadas por la contaminación, ya que diariamente se depositan en los acuíferos dos millones de toneladas de productos industriales, desechos humanos y agrícolas. Además, la sobreexplotación, que se refiere a extraer más agua de la que se recarga por medio de la lluvia o la nieve, provoca el agotamiento del recurso o una gran reducción para llevarla a cada hogar.

Sin embargo, pese a las advertencias poco se hace para detener estas amenazas, lo que afectará en las próximas décadas la agricultura y la industria. Esto cambiaría la vida tal como se conoce hasta ahora, incluso este mismo día unos 2200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.

Los datos aportados por la ONU, en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para llevar agua potable y construir infraestructura adecuada sigue siendo un desafío internacional con pocos avances. Esa organización ha señalado que dos de cada cinco personasno disponen de una instalación básica para lavarse las manos con agua y jabón, y más de673 millones de personas aún defecan al aire libre. Para el año 2050, el 25% de la población global -unos 10000 millones de habitantes-, vivirá en regiones con escasez crónica.

 

Eduardo Muñoz Sequeira
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social, UCR

UCR: El nicoyano que se alejó de su tierra para acercarse a ella

Alexander Jiménez Matarrita aprovechó el teletrabajo que vino aparejado con la pandemia por COVID-19 para regresar a Nicoya. De ese reencuentro con su tierra nació el libro que lo hizo merecedor del Premio Nacional Luis Ferrero Acosta de Investigación Cultural 2021. Foto: Karla Richmond, UCR.

Alexander Jiménez Matarrita, uno de los ganadores del Premio Nacional Luis Ferrero Acosta de Investigación Cultural 2021

Su libro ‘Max Golderberg: canciones para un viaje’ hace un recorrido por la vida, música y poética de este ‘cancionista’ extraordinario

Convencido del poder transformador de los viajes y la contribución que estos han tenido en el desarrollo de la humanidad, Alexander Jiménez Matarrita, docente de la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, vio en la pandemia por COVID-19 la oportunidad para hacer un viaje de regreso a su terruño para dejar registro escrito de otro viaje: el de la vida de Max Goldenberg, quien con su música y su poética ha hecho universal el patrimonio natural y cultural de Guanacaste.

De esta experiencia surgió el libro Max Goldenberg: canciones para un viaje, el cual fue uno de los dos ganadores del Premio Nacional Luis Ferrero Acosta de Investigación Cultural 2021, otorgado por el Ministerio de Cultura y Juventud. En su fallo, el jurado considera que la obra “propone un estupendo aporte a la cultura nacional de Costa Rica, desde una perspectiva de integración nacional, al establecer el tratamiento de sus contenidos como parte indisoluble de la nación y su cultura a través de la producción musical seleccionada. A su vez, visualiza y proyecta a nivel nacional el desarrollo artístico y patrimonial de una de las ciudades y provincia [sic] de mayor relevancia cultural para la nación”.

El libro gira alrededor de los viajes, empezando por el que hizo el papá de Max hace muchos años desde su natal Bielorrusia para casarse con una guanacasteca, quien probablemente descendía de nicaragüenses y españoles, según se detalla en las primeras páginas del libro. Gracias a este primer viaje, fueron posibles todos los siguientes que han llevado a Max a convertirse en una especie de catalizador que logra capturar el mundo natural que lo rodea, la vida de su pueblo y las historias de su comunidad para hacer de ello un amasijo de notas, letras y armonías que termina convertido en piezas musicales que responden de manera fiel a la identidad de toda una región.

Jiménez no escatima en detalles para retratar a Goldenberg y para explicar las razones por las que su música ha trascendido las fronteras y ha roto con los estereotipos de la canción popular guanacasteca, sin abandonar las raíces que la caracterizan. Este trabajo minucioso es producto no solo de la rigurosidad investigativa de una académico universitario, sino también de su cercanía con el protagonista de la obra y sus familiares, a quienes conoció desde pequeño y han sido parte del viaje de su propia vida.

Pero, para escribir este libro y ver con otros ojos a su tierra, Jiménez tuvo que alejarse primero de ella. Al finalizar su educación secundaria se trasladó a San José para iniciar sus estudios universitarios a sabiendas de que eso significaba cerrar un mundo para abrir otro. Cuatro décadas después regresó a radicarse, temporalmente, en Nicoya para desarrollar la investigación sobre la vida, la música y la poética de Max Goldenberg, siendo muy consciente de que su mirada es muy distinta a la del adolescente que caminó por sus calles, y que su pueblo ya no lo percibe a él como un nicoyano, aunque Jiménez nunca ha dejado de sentirse como tal.

Conversamos con Alexander Jiménez Matarrita sobre el proceso que lo llevó a escribir este libro, su apreciación de la vida de Max y la importancia de comprender la vida como un viaje permanente.

–Su libro habla sobre viajes. Hablemos del suyo a Nicoya. ¿Qué lo llevó a radicarse en esta zona del país?

–Alexander Jiménez Matarrita: Yo soy de Nicoya, yo vengo de una familia nicoyana y de una familia de Cartago. Mi abuelo Orfilio viajó de Cartago a Nicoya y allá conoció a mi abuela Mercedes y así comienza la historia, con un viaje, como siempre.

Mi abuelo era un niño huérfano del terremoto de 1910 y viajó a trabajar a Nicoya con una familia que lo adoptó. Allá se conocieron y, curiosamente, la gente pensaría que en ese matrimonio mi abuela era la representante de la guanacasteca típica y mi abuelo representante del vallecentralismo típico, y es exactamente al contrario. ¡Lo que son las historias! Mi abuelo era un señor indígena que vino de Cartago y mi abuela era una señora blanca, elegante, alta. Y yo vengo de ese viaje, todos venimos de algún viaje.

Luego yo hice el viaje inverso. Cuando terminé el colegio me vine a estudiar y ya no regresé nunca a Nicoya hasta hace pocos años. Este libro y otro libro, que tiene la misma pretensión de documentar el patrimonio cultural de Nicoya y de Guanacaste, solo fueron posibles gracias a la pandemia. Así como hay daños colaterales y la pandemia es una desgracia, para mí tuvo dichas colaterales como regresar a Nicoya, allá estuve los últimos dos años y eso me permitió cerrar esta investigación que llevaba varios años. Pude terminar de hacer las entrevistas allá con gente cercana a Max y esos viajes también han sido importantes para mí.

Este último es un viaje de retorno, que es un viaje distinto. Cuando yo me vine iba a cumplir 17 años y yo sabía que ahí se me cerraba un mundo local, que se me abría otro mundo. Luego tuve la oportunidad de ir a estudiar mi doctorado a España y ese viaje también fue muy importante para mí. Entonces, yo respeto muchísimo a la gente que viaja.

Una de las tesis del libro es que sin viajes no hay humanidad. Es decir, lo mejor del concepto de humanidad proviene del hecho de que la gente se mueve, se desplaza, y en el libro yo quería defender ese argumento a partir de una vida que es la vida de Max Goldenberg, la vida de su padre, la de su madre, quienes también fueron viajeros, Max mismo ha sido un hombre viajero desde niño. Max, quien nació en Liberia y se crió en Nicoya y fue a escuelas ahí, también fue a escuelas en otros lados de este país. Entonces, él decía que él tenía una ventaja sobre todos los niños y es que ha tenido montones de maestras y de compañeras y de compañeros y que eso había sido muy importante para él. Así que el viaje es una idea central en el libro, pero porque es una idea central en la historia de la humanidad.

–Este viaje de retorno es con los ojos de investigador. Más allá de eso, ¿siente la necesidad de retornar a vivir a Nicoya?

–AJM: Este viaje de retorno que me permitió la pandemia tiene como razón fundamental el cuido de mis padres. Yo me perdí la vida de mis padres por mi vida académica. Durante casi 40 años yo no pude regresar de manera continuada a Nicoya y la pandemia me permitió regresar a cuidar a mis viejos y eso también me permitió cerrar estas investigaciones.

La pregunta es importante porque, efectivamente, al regresar también como investigador yo pude recuperar mi infancia y mi adolescencia de otra manera, porque yo viví en Nicoya solo mi infancia y mi adolescencia y luego me vine, el resto me lo perdí. Entonces, es una experiencia muy intensa porque, en algún sentido, tuve que recuperar en dos años lo que me había perdido en cuarenta y la verdad es que yo he sido dichoso con este viaje de retorno en medio de una desgracia como la pandemia.

–Este libro se enmarca dentro de una investigación más grande sobre Nicoya. ¿Cuáles son los objetivos que persigue este proyecto?

–AJM: Uno podría enunciarlo de una manera más simple, que es decir que lo que este proyecto pretende es recuperar un patrimonio cultural muy rico, que es el patrimonio cultural guanacasteco, nicoyano en este caso. Pero también puedo decirlo de otra manera y es lo que yo intento hacer en este libro y es el intento de pensar un mundo local, como Nicoya, con todas sus riquezas y con todas sus limitaciones. En el caso de este libro yo quiero pensar un mundo local a partir de una historia.

El libro no es una biografía de Max Goldenberg. Max Goldenberg es una vida valiosísima que yo quería conocer para demostrar que en un lugar tan pequeño, tan pobre, como Nicoya, uno puede encontrar lo peor, pero también lo mejor de la humanidad y, entonces, el libro también es un intento de argumentar que aún en los mundos más pequeños uno puede encontrar la humanidad entera, porque hay ideas que dicen que en algún punto privilegiado hay algo que resume toda la humanidad, en lo que está contenido toda la humanidad. Yo creo que no solo en un punto privilegiado, yo creo que en muchísimos puntos locales está contenida la humanidad con todas sus contradicciones y eso es lo que yo intentaba pensar.

En resumen, este es un proyecto que se puede enunciar de manera más básica diciendo que el intento consiste en mostrar, en recuperar, en valorar un patrimonio, pero en el fondo también hay una idea filosófica y es esa idea de que no hay lugares prestigiosos en los cuales la humanidad esté en estado puro y que hay otros lugares que son despreciables. Lo que yo intento mostrar es que en cualquier lado uno puede encontrar la maravilla de la humanidad y también lo peor de la humanidad, por supuesto.

«La vida de Max Goldenberg es el producto de muchos viajes, algunos suyos y otros de otras personas. Esos desplazamientos ajenos y propios están marcados en su cuerpo y en sus canciones. Si hacemos la suma, es evidente que la suya es una vida viajera. Y sus canciones son formas de viajar, son un viaje». Extracto de Max Goldenberg: canciones para un viaje, de Alexander Jiménez Matarrita.

–¿Cómo desarrollar esta investigación sin caer en la dicotomía de que lo local y rural es bueno mientras que lo universal y urbano es malo, tan presente en cierta narrativa latinoamericana?

–AJM: Mientras escribía este libro yo estaba terminando de escribir un capítulo de un libro que se publicó en España, en el cual hablo sobre la idea de extranjero, de extranjería, de Simmel; y, efectivamente, este autor, en su gran obra sobre Sociología, hay un intento de pensar esa tentación de tornar idílico el mundo rural, pequeño, local, y de despreciar el mundo más complejo de lo urbano. Simmel muestra las tensiones que hay entre un polo y el otro y, aunque quizás no me salga (yo conozco las limitaciones de mi trabajo y probablemente pude ampliar un poco más eso, afinar un poco más, pero de eso se trata, esto es algo que está en proceso), yo no quería argumentar que lo mejor de la humanidad está en un supuesto mundo inocente, ingenuo, que es propio de las zonas apartadas de la civilización, por decirlo de alguna manera, o de las formas de vida más complejas, urbanas.

Dicho esto, sí es un libro que apuesta por producir autoestima en un lugar como Guanacaste y Nicoya, que en este país es valorado solamente de manera un poco pola, circunstancial y superficial. Cuando uno le pregunta a la gente por el valor de Guanacaste o de Nicoya, la gente piensa inmediatamente en las playas o en el Punto Guanacateco. Eso, a mí, me parece una desgracia. Y puede que se me haya ido la mano, eso también lo reconozco. Aquí yo intento poner de relieve el trabajo de un músico excepcional, de un cancionista excepcional, conocido en algunos sectores, pero que merece ser más conocido por su talento y por la calidad de su trabajo, por su poética y por su música. Entonces, el libro puede haber caído en eso, en una especie de giro idílico, yo espero que no tanto.

–¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de su doble condición de haberse criado allá y de volver, años después, como investigador, ya con otros lentes?

–AJM: Esa es una pregunta que me toca mucho emocionalmente porque yo me seguí imaginando como de allá, siempre, pero lo cierto es que ese mundo siguió siendo lo que era y yo no estaba allí, yo estaba en otra parte. Cuando los mundos giran así y uno no está ahí se pierde mucho y ya uno cuando regresa uno es otro, y ese mundo es otro. Yo experimento esa tensión cada vez que regreso. Yo me sigo imaginando de ahí, pero la gente, sin que sea un reclamo necesariamente, me subraya que de dónde soy yo, eso me ha pasado, me pasa y seguramente me pasará.

Yo sí tomé la decisión de tipo comunicativo de que este libro no iba a estar escrito para académicas o académicos, no está escrito para mis colegas, claramente, sino que está escrito, en primer lugar, para la gente de Guanacaste. Obviamente, cuando uno hace eso sabe que otra gente tal vez pueda leerlo y que también le diga algo, pero yo que provengo de un saber como la Filosofía, que es un saber tan marcado por una jerga de una comunidad de expertos (hace mucho tiempo me aburrí de eso, no me interesa, me interesa escribir para otro tipo de comunidades. Obviamente, sigo escribiendo artículos, por ejemplo este artículo de Simmel, que es un artículo técnico, pero mi interés es este), mi interés es hacer este trabajo de investigación patrimonial y devolvérselo a la gente de mi comunidad y de las cosas más gratificantes para mí es haberme dado cuenta de que varia gente que lo ha leído me lo ha dicho así: “Yo pensé que me iba a encontrar con un texto impenetrable, escrito por un filósofo, que nunca nadie entiende qué es lo que dicen los filósofos, y me encontré algo en lo que pude entrar y pude seguir y me emocionó”. Eso para mí no tiene precio, porque por muchos años eso es algo que a mí me ha dolido muchísimo y es darle algunos de mis trabajos a gente cercana, a amigos y familiares, y que me digan que no entienden nada.

Creo que eso es parte de ese doble juego que estás mencionando. Yo creo que aquí hay una investigación cuidada y una argumentación consistente, pero a la vez creo que hay una forma de enunciar eso que puede ser cercana para gente no académica y esa era mi pretensión.

–¿Por qué es importante la investigación y la divulgación cultural de esta región de Costa Rica?

–AJM: Creo que es importante porque, a menudo, lo que hay de eso es una caricatura. Si recordás, y esto me importa muchísimo, en el libro hay un poema, un romance de Adán Guevara Centeno, tío de Max, es un poema de 1957, publicado en el Repertorio Americano, en el cual hay una especie de programa ético-político, pero también estético que consiste en decir: “ya déjense de estar idealizando la vida del campesino, del sabanero y de las mujeres guanacastecas. Eso que se canta y que se imaginan no es cierto. Esta gente vive unas vidas que no tienen nada que ver con esas idealizaciones”. Yo tengo la impresión de que, a menudo, el patrimonio guanacasteco y nicoyano, en este caso, puede sufrir esa forma de comunicación distorsionada, empobrecida, y mi idea con este libro y con otro que es un libro sobre patrimonio arquitectónico es mostrar lo valioso, por un lado, de las formas de construir, y por otro lado, lo valioso de las formas de crear música, en este caso, sin caer en la tentación de una mirada chauvinista, empobrecida.

Yo no puedo dejar de poner en relieve que yo me siento orgulloso de esa tradición y de ese patrimonio. Pero esa es otra cosa. El mismo Max, y eso me llamó mucho la atención, me confesaba que siempre ha querido huir de una mirada folclorizada. El folclor es muy valioso, pero hay miradas folclorizadas que consisten en pensar que se trata de conservar tradiciones a toda costa, y hay tradiciones que son opresivas, que son dañinas y en el arte también, en la música también. Max me decía “yo estoy metido en esa tradición, mi tío Adán me metió en esa tradición, yo he conservado esa tradición, pero yo soy un tipo que hace canciones y que quiere hacer una música a partir de eso, pero no es eso ya”.

Yo creo que también es importante investigar esas tradiciones y ese patrimonio para poder ver cuánto se mueven, cuánto se transforman, cuánto de ella es valioso y cuánto no.

–¿Por qué escogió a Max Goldenberg como protagonista de esta investigación?

–AJM: A Max lo conozco desde que yo era un niño por mis tíos que iban a la casa de sus padres a tocar guitarra y a cantar con él y con su hermano Paco. Entonces fueron ellos que, desde niño, a mí me metieron en el mundo de la trova latinoamericana. Yo de niño conocí una música con un fuerte contenido crítico, identitario. Max sigue siendo un representante de eso, pero en ese momento Max, efectivamente, cantaba esas canciones guanacastecas de esa tradición anónima que su tío Adán recogía y luego, siendo yo un profesor, empecé a ver y a disfrutar de la música de Max de otra manera, ya de sus canciones, y me di cuenta de que ahí había un mundo por estudiar, por analizar. Esa es la razón.

–¿Max Goldenberg es consciente de su papel catalizador a nivel cultural? Porque, al contrario de lo que se dice en el libro, que él ha sido un observador de todo lo que lo rodea, pareciera que todo lo que lo rodea lo ha identificado a él para conjugarse y convertirlo en un catalizador.

–AJM: ¡Qué bonito! Yo no lo puedo decir mejor. Estoy de acuerdo con vos. Esa idea de que Max es un observador me permite dibujar bien esas tres líneas que analizo de su poética, que es el tema de los viajes, el tema del mundo de la naturaleza y el tema del mundo popular. Entonces, él es un observador de todo eso, sin duda. Pero, eso que estás diciendo tiene mucho sentido y estoy muy de acuerdo.

Max es un elegido en muchos sentidos. Fue elegido por su tío para heredar un legado riquísimo. Yo quisiera estudiar a ese hombre luego, a Adán Guevara, porque lo que hay de él son cositas muy sueltas. Heredó de su madre el gusto por el canto. Él dice que de las cosas más lindas desde niño era oír a su mamá y a su abuela cantando desde la mañana. El padre no cantaba, pero él dice que heredó de su mamá y de su abuela una tradición musical latinoamericana del tango, del bolero, que para él han sido muy importantes, y Max crea tangos y boleros.

Tengo la impresión de que a Max también lo eligieron muchos artistas, mujeres y hombres dedicados a la música, al teatro, a la poesía, a la literatura, que han elegido a Max como interlocutor, como un maestro también, y Max es un tipo generoso que ha acompañado a grupos de música, de teatro, de poesía y estoy muy de acuerdo con lo que estás diciendo, él es un catalizador de todo eso. Él recibe eso, lo asume, lo transforma y lo devuelve de otra manera.

No creo que él sea consciente de todo eso porque Max es una mezcla de alguien muy tímido, muy discreto… para que tengás una idea, y yo lo digo en el libro, yo con él he conversado durante años y nunca, nunca me mencionó que él se ganó el principal premio que le dan a un músico en este país, que es el Premio Reca Mora. Él es una persona aguda, con gran sentido del humor, pero creo que tiene la sabiduría de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, entonces con él es muy fácil. Yo no me imagino haciendo este libro con una persona igualmente talentosa, pero pagada de sí misma. Max es alguien que te puede soltar cosas de su vida personal, como su alcoholismo y también su vida abstemia, lo importante que fue eso para su proceso creativo y me parece que tiene que ver con eso, con que él es alguien que, si lo sabe, no lo dice, de ese lugar tan significativo que él tiene.

Alexander en la casa de Max y Sonia en Nicoya. Fotografía de las páginas 118 y 119 del libro.

–¿Por qué es importante que un pueblo cante y el contenido de lo que canta?

–AJM: La vida está llena de sufrimiento y la vida está llena de daño y de injusticia, y también la vida está llena de placeres y de dichas y de alegrías. Yo creo que, en este caso, la música de Max canta eso, yo creo que cualquier música está dedicada a eso. La música está directamente relacionada con las experiencias vitales más intensas: el odio, el amor, la muerte, la desdicha, pero también el mundo. Por eso a mí me parece tan importante hablar de Max como un observador del mundo, de muchos mundos: del mundo natural, del mundo objetivo, de mundo social, del mundo subjetivo.

El libro comienza con un epígrafe de Nietzsche que dice que la vida sin música sería un error. Ayer, por ejemplo, yo estaba pasando por un problema familiar muy serio, de un hermano, tuve que hacer un montón de cosas, era una cosa de mucho sufrimiento, y en medio de todo, me acordaba de canciones y las iba cantando. Eso es un consuelo que probablemente te dan pocas cosas.

La música de un pueblo, la música popular, sigue siendo un medio privilegiado para entenderse, para entender el mundo, para comunicarse y, tal vez desde aquí uno no lo sienta, pero cuando Max canta allá la gente se emociona mucho, porque Max logra devolverles su mundo de otra manera, o sea, eso no es un espejo, es otra cosa. Entonces, la gente aprende a ver de otra manera su mundo, sus festividades, su comida.

Max tiene una canción que es una maravilla, pero muy poco conocida (por desgracia), que está basada en un texto de Carlos Luis Sáenz, sobre el maíz y sobre la tortilla y sobre los productos del maíz. Se llama No nos falte y es una letanía pidiendo que nunca nos falte el maíz. Cuando yo escucho eso me doy cuenta de que para nosotros en Guanacaste el maíz sigue siendo un grano sagrado. En mi casa en Nicoya, los productos de maíz, de distintos tipos de maíz, maíz morado, maíz pujado, maíz negro, maíz amarillo, están ahí siempre. Eso no es parte de esa folclorización de Guanacaste, sino que está ahí, no es una asunto inducido o artificial y Max lo canta y cuando lo hace le devuelve a la gente eso, ampliando una mezcla de orgullo, de conocimiento, de autoestima. Eso lo encuentro siempre muy valioso.

–Ese es un claro aporte de la música de Max a lo local, pero su música trasciende esas fronteras. En este sentido, ¿cuáles son los principales aportes de Max a Costa Rica y al mundo?

–AJM: En Costa Rica lo conocen muchos músicos que cantan sus canciones, las trabajan y hacen versiones de esas canciones. En España y en Brasil yo conozco versiones de sus canciones. Pero hay algo en lo que Max también ha marcado mucho a este país y es por su tutelaje de sus sobrinos. Max heredó de un tío y Max fue un tío para Fidel Gamboa y es un tío para Jaime Gamboa, quienes lideran un proyecto como Malpaís, el cual tiene una poética y una música que, en algunos casos, proviene de la influencia de Max, pero lo bonito de eso es que es una influencia recíproca. Es decir, esos dos grandes músicos también han enriquecido el trabajo de Max y probablemente fue Fidel, y Malpaís en general, quien más ayudó a que Max abandonara su timidez y se expusiera, expusiera sus canciones. En muchísimos conciertos la gente ha conocido el trabajo de Max gracias a Malpaís, pero es que además Malpaís ha tomado alguna de su música.

Max es más un músico que un escritor de letras. Él lo dice: “a mí las tonadas me vienen y yo al principio me inventaba letras para no olvidar las tonadas”, porque no es un músico profesional que pueda escribir música. Luego, gracias a su hermana Olga, la mamá de Fidel y de Jaime, él empezó a cuidar más sus letras, pero sus músicas han sido versionadas de muchas maneras, hay versiones de varias de sus canciones.

Esa es una primera forma de responder a la pregunta, pero hay otra, y es que Max, a pesar de todo esto que te he dicho, no es un músico ingenuo. Max es un tipo que ha tenido adscripciones políticas de izquierda, su familia es comunista, su padre fue el principal dirigente comunista en la región, su tío también. Entonces Max ha vivido en esa tradición política, pero también en una tradición literaria. Él es un gran lector, eso no lo digo ahí ni lo trabajo mucho, pero Max es un lector de la tradición literaria universal. Él me contaba que con su tío se aprendía de memoria pasajes de El Quijote, de las obras de Shakespeare, etc. Entonces, me parece que sus letras y su música tienen un contenido universal muy claro. También por eso, probablemente, a él no le interesa que lo folcloricen. En algún sentido, la trampa, porque folclorizar algo es decir que solo tiene sentido para un pequeño grupo o para una pequeña comunidad y la música de Max es potencialmente universal. Digo esto porque todavía no es conocido lo que debería ser conocido en el resto del país y fuera del país.

–Cualquiera diría que una persona que se ha visto en la obligación de mudarse una y otra vez y de pasar por infinidad de escuelas no tiene raíces. Pero, en el caso de Max es todo lo contrario. ¿Cuáles son los factores que hicieron la diferencia en Max para tener raíces tan profundas y ser tan fructífero en su producción?

–AJM: Yo diría que es el vínculo con la tierra, no con su tierra. Max fue y es alguien que ha trabajado la tierra de muchas maneras. En la finca de su padre, a menudo, fue el encargado del tractor, de arar, pero Max también es un agricultor orgánico al día de hoy, es un hombre que produce miel y es un ebanista. Todos los muebles de su casa están hechos por él, a mí me está haciendo un escritorio. Entonces, tengo la impresión de que alguien que tiene ese vínculo tan directo y tan profundo con la madera, con los animales, con los frutos, con los sembradíos, inevitablemente, es de un lugar.

En el libro menciono confesiones que le hace a un tesiario, a Daniel Solano, quien hace una tesis formidable sobre Max, una tesis de maestría en la UNA. Max habla ahí de los sonidos, de los utensilios, de los movimientos de los animales, de las vacas. Ahí te das cuenta de que a pesar, efectivamente, de haberse desplazado tantas veces, esa experiencia con la tierra lo asienta. Pero, esa es la gran paradoja también, al mismo tiempo él tiene la capacidad de convertir eso en un tipo de poética que puede resonar en todo el mundo y que puede resonar en gente que no ha tenido esa experiencia. Ese es el misterio del arte, de la música, hacer esa traducción.

–¿Cuál es la importancia de comprender nuestra vida como un viaje permanente?

–AJM: Hay varios niveles para responder a la pregunta. Yo diría que hay un primer nivel personal que quizás está basado en esta tesis que es paradójica: si uno no se aleja, no está cerca de nada; solo quien se aleja se acerca. Esa es una paradoja. Mi experiencia misma es que yo ahora quiero más a mi pueblo que cuando estaba ahí y no podía verlo desde afuera, solo cuando yo me fui de mi casa aprendí a respetar y a querer y a admirar más a mis padres y a ver sus limitaciones también, o sea, a conocerlos. Entonces, el viaje, como estructura, tiene un valor cognitivo, emocional, fundamental, en la vida de una persona. Eso es lo primero. Ese es el primer nivel. Además, esa es la condición más básica. El Antiguo Testamento dice algo así como que nosotros somos forasteros de paso por esta tierra. Si uno ve las vidas individuales, es un viaje corto, pero es un viaje.

Luego, hay algo que a mí me interesa mucho por las cosas que investigo y que tiene que ver con la comprensión de qué es una comunidad o qué es un país. Es una de las cosas que más me interesan. Es pensar cómo son los países y cómo los países se imaginan a sí mismos. Si reconocemos el valor del viaje, tendríamos que reconocer la gran pobreza y el gran daño que producen los nacionalismos y otras formas de imaginación cerrada, que suponen que solo es valioso aquello que ha nacido en el territorio donde uno ha nacido. Y no, los países y las comunidades son siempre el producto, para bien y para mal, de los viajes de muchas personas. Probablemente en el mundo queden grupos que no han tenido contacto con otros grupos todavía, pero deben ser mínimos, pero el mundo que conocemos es el producto de esos intercambios.

Ese viaje permanente es muy importante para poder educar sentimentalmente a nuestros niños y a nuestras niñas y a nuestros políticos, para que se den cuenta de que los migrantes son una oportunidad maravillosa de humanizarnos y, cuando digo humanizarnos, es de conocer la humanidad de una manera que no la conoceríamos si la gente no viene aquí, sin gente de otros lados que nos ha traído sabores, colores, creencias. Por eso te digo que lo contrario de esta tesis que vos enunciás también son esas formas de imaginación, fantasiosas por lo demás, que suponen que lo mejor que nos puede pasar es que nadie entre a nuestro mundo… ¡Eso sería una calamidad! Imaginate lo aburrido que sería estar con aquellos que son como nuestros iguales (que nunca lo son) pero eso es parte de esa fantasía nacionalista.

Imaginarnos siempre en viaje puede llevarnos a educarnos sentimentalmente de manera que esa tentación del odio, del miedo, de la agresión contra gente que imaginamos extraña puede tener un contrapeso. Por eso es tan importante el arte y la música que defienden esta tesis, este ideal.

La investigación a profundidad está acompañada de una abundante cantidad de fotografías. Al final del libro se agregan las letras de algunas canciones de Max. Imagen tomada de lavozdeguanacaste.com.

–En una época marcada por los denominados influencers, ¿cuál es la importancia de tomar conciencia de nuestro papel en la vida de los demás? Lo menciono por el papel tan decisivo que tuvo el tío Adán en la vida de Max, el que ha tenido su hermano, su hermana Olga, su esposa y muchas personas más fuera de su familia.

–AJM: En el libro La huella de los días de Leslie Jamison hay una tesis que a mí me fascinó, que es la siguiente: toda vida es una custodia compartida. Es decir, nos toca cuidar la vida o nos toca cuidar otras vidas, y la vida tuya y la mía es una custodia compartida de otra gente. Yo no creo que los influencers ayuden a custodiar ninguna vida o no tengo evidencia de eso. En cambio sí tengo evidencia de que Adán custodió la vida de Max, de que Max custodió la vida de Fidel y que hay ahí una enseñanza eterna, porque es muy importante en estos tiempos, donde lo que priva es un tipo de imaginación económica que dice que hay que instrumentalizarlo todo para obtener ganancias. Eso es lo que Franz Hinkelammert llama el cálculo de utilidad. El cálculo de utilidad supone que todas las decisiones que tomamos tienen que estar medidas por la utilidad que nos va a dar. Custodiar una vida probablemente no dé ninguna utilidad, pero probablemente no hay nada más importante que esa opción ética y política.

Yo diría que eso es un desafío que tenemos como sociedad, como país. Mi impresión es que hemos fracasado enseñando eso o transmitiendo eso, aunque yo estoy seguro de que en sociedades como la nuestra la única forma de que la gente que vive en pobreza extrema sobrevive es porque tiene muy claro que la vida tiene que ser una custodia compartida. Probablemente ahí es donde se muestra el valor del cuido, en la gente que vive en la carencia absoluta. Sin embargo sobrevive no por las transferencias del estado, eso no basta, porque lo que se le transfiere es una cosa mínima. Yo apuesto por eso que vos decís.

–En Costa Rica es muy fuerte el discurso de tener una carrera universitaria como mecanismo de movilización y, por ende, de éxito y de felicidad en la vida. ¿Qué podemos aprender de la vida de Max en este sentido?

–AJM: Lo primero que tengo que decir es que yo soy un profesor universitario, que soy un catedrático, que hice un doctorado y que yo valoro la oportunidad de ser y de haber hecho todo eso y reconozco que eso cambió y mejoró mi vida, pero la vida no tiene que pasar por ahí necesariamente. Conozco seres mucho más capaces, mucho más inteligentes, mucho más consistentes que yo y que muchos catedráticos y catedráticas que conozco.

Entonces, aunque a mí me parece una aspiración legítima y me parece una gran cosa para las familias (eso cambia a las familias y rompe con ciertos ciclos viciosos), lo cierto es que el mundo académico puede convertirse en un mundo muy mezquino, muy empobrecedor. Las personas que vivimos en este mundo de la universidad podemos dar testimonio de agredir o de haber sido agredidos, porque hay toda una lucha por el prestigio, por ejercer ciertos poderes también.

Luego, uno se encuentra a gente como Max, que no terminó el colegio y es un sabio, con todas las limitaciones y contradicciones de cualquier vida humana, con todo el daño que hay en cualquier vida humana, no vamos a negar eso. Es decir, yo no estoy convirtiendo a Max en un ángel, simplemente yo no entré en eso porque este libro no es una biografía de Max. Alguien podría hacer ese reclamo y con toda razón: “Usted, en algún sentido, está colocando a Max como un ser angelical”, y no, nada más alejado de eso, a mí me interesaba su trabajo, su poética, cuento algunas cosas de su vida, pero esto no es una biografía.

Lo que sí creo es que la gente tiene que buscar formas de conocimiento, eso sí, y eso no se lo da la universidad. También es cierto que vivimos una época en la que cada vez más hay una especie de alegría por la ignorancia embrutecedora y agresiva, que eso sí es un problema serio y donde las universidades y los sistemas educativos tenemos un desafío enorme. Pero reconocer esto tiene que ser como una cura de humildad para quienes nos dedicamos al mundo académico y a la investigación: aprender a encontrar el valor cognitivo, humano, ético que hay en muchísimas vidas que no pasan, que no pasarán por la universidad. Yo no creo que la universidad sea la máxima aspiración posible en un ser humano. Creo que es una gran cosa, ojalá todo el mundo pasara por la universidad, pero ya que me hacés esa pregunta, mis padres no pasaron por la universidad y son dos seres humanos sencillos, pero decentes y eso es mucho decir en estos tiempos.

–¿Qué significa el premio nacional para el proyecto de investigación en Nicoya?

–AJM: Es una alegría para mí y para mi familia. Probablemente lo único objetivo que producen los premios es una alegría inicial cuando los anuncian y uno lo sabe. Los premios son el resultado de una decisión muy limitada, es un jurado compuesto por pocas personas. Probablemente si hubieran sido otras personas le dan el premio a otro libro. El año pasado se publicaron una enorme cantidad de libros buenísimos. Este libro comparte el premio nacional con un libro formidable de Carmen Araya sobre vendedores ambulantes, que es una investigación social formidable, poderosa, consistente.

Digamos que a mí me produce alegría por la alegría que le produjo a mis padres, a mis hermanos, a mis amigas, a mis amigos. No creo que haga ninguna diferencia en el proyecto. Este proyecto empezó gracias a un alcalde que ya no está y no estoy seguro de que vaya a continuar. Por otra parte, yo ya tengo que regresar a San José a las clases presenciales y este es un proyecto que supone estar muy presente en la vida cotidiana de un lugar.

Tengo en mente un proyecto sobre el río Tempisque. Estoy terminado de leer un libro de Claudio Magris que se llama El Danubio, que es un libro sobre toda la producción cultural que fue surgiendo en torno al Danubio, entonces él cuenta de ciudades, personajes, obras literarias, acontecimientos bélicos, etc. en relación con el Danubio. El Tempisque es un río mucho más humilde, pero tiene historias que no se han contado y quiero contarlas, pero no sé si voy a tener la posibilidad de hacerlo.

En Nicoya quedan por contar, por investigar, que ya se ha hecho en parte, cosas tan valiosas como la cofradía de la Virgen de Guadalupe, que es la única institución colonial que queda en este país y que tiene unas expresiones comunitarias formidables, donde el centro de la actividad es el sentido de gratuidad, no el de utilidad. Las fiestas comunitarias gratuitas, la comida, la bebida, pero además, de un sentido de la mutualidad, mucha gente colabora para que mucha gente tenga comida y bebida gratis. Eso en estos tiempos es una cosa que habría que pensar.

La iglesia colonial es otro tema, aunque puede que no sea colonial por la fecha, pero ahí hay una historia colonial. Pero también la literatura, prácticas culturales que tienen que ver con la vida campesina que yo pude advertir cuando hice el libro sobre las casas, estructuras que tienen que ver con la alimentación del ganado, con el encierro del ganado, con los sembradíos, objetos, instrumentos que conocemos poco. Ahí hay un mundo muy rico que puede seguir siendo estudiado. Es complicado porque yo he ido a hablar con gente de los bancos, con gente de ciertas empresas a ver si están interesados, pero nadie está interesado. Entonces, yo no estoy tan seguro de que un premio cambie ese escenario. Estos libros son el resultado, además del aporte de la municipalidad, de mucha gente de mi familia que me dio plata y un par de empresas, pero no quiero pasarme la vida desgastándome en eso. Por sí solo debería ser argumento, pero no lo es. Yo tampoco me voy a poner en un plano de ponerme a llorar por eso, siempre ha sido así.

 

Fernando Montero Bolaños
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Todas las mujeres, todos los derechos

Este 8 de marzo, la UCR marchó con todas las mujeres del país por todos sus derechos.

En el marco de esta fecha, la Rectoría y la Vicerrectoría de Acción Social organizó una actividad para destacar el trabajo de las mujeres en dicha institución y reafirmar el compromiso de esta “alma mater” con la agenda de igualdad y equidad de género.

UCR: Obras del Edificio de Bienestar y Salud continúan en Finca 3 respetando medida cautelar

La UCR informa:

Las obras de construcción del nuevo Edificio de la Oficina de Bienestar y Salud (OBS) en Finca 3 se reanudarán a partir de este martes 8 de marzo de 2022, en apego a la legislación nacional y ambiental, tras 10 días de haberse detenido debido a una medida cautelar dictada por el Tribunal Ambiental Administrativo.

El pasado viernes 25 de febrero dicho tribunal dictó la medida cautelar que consiste en

“la paralización inmediata y de manera total de toda actividad no permitida por la norma, dentro de un radio de cien metros medidos de modo horizontal de la Naciente Sin Nombre afluente de la Quebrada Cangreja, establecida en las coordenadas Lambert Norte Latitud 214.183 longitud 531.546 denominada como Fuente 1 en el Oficio DA- UHPTCOSJ-3077-2017”.

Dicha medida afecta solamente parte del sector norte del proyecto y aplica por 30 días naturales o hasta que se cuente con un informe final emitido por la Dirección de Aguas como ente técnico competente para este tema específico.

Ante el riesgo de deslizamiento de los taludes que quedaron expuestos, se ha decidido continuar con las obras en el sector Sur del proyecto. Esto se hace respetando el área afectada por la medida cautelar y con el fin de prevenir una mayor afectación ambiental y accidentes en el área.

La Universidad aclara que distintos estudios hidrogeológicos de profesionales de la Escuela Centroamericana de Geología muestran que no hay una naciente en esta zona. Al respecto, el Dr. Marco Barahona señaló lo siguiente:

Desde la Escuela de Geología en el año 2017 nosotros hicimos un análisis de los niveles de agua subterránea en perforaciones geotécnicas que se encontraban cercanos al estadio ecológico. Lo que nosotros observamos es que estos niveles no se encontraban en la superficie del terreno, sino a 5.2 metros o más de profundidad. La falta de agua a nivel superficial permite concluir que no se trata de un punto donde existe una naciente.

Con este fundamento, la institución presentó ante el Tribunal Ambiental Administrativo un recurso de revocatoria junto con la prueba técnica que demuestra que dicho proyecto se ha realizado en total apego a la legislación nacional, respetando las áreas de retiro de los cuerpos de agua existentes en la finca.

Oficina de Divulgación e Información, UCR.

Imagen tomada de https://www.ucr.ac.cr/

Cimientos de edificio UCR en Finca 3 sumergidos en acuífero

Comunicado

SURCOS comparte el siguiente comunicado enviado por Salvemos la Naturaleza de las Instalaciones deportivas de la UCR

– Fondos públicos en riesgo

– Costos de la obra inflándose cada vez más

– Destrucción y contaminación de la naturaleza cada vez mayor (Acuífero y la naciente y quebrada entubada asociada, árboles y vegetación, y más).

La «obra» civil tenía más de una semana paralizada, y hoy están retomando la construcción y drenando de nuevo el acuífero. Increíble, pese a que es evidente a todas luces de la ruptura y drenaje de una acuífero, en este caso un delito ambiental, acusado en las autoridades pertinentes sin que aún suceda nada, y con nefastas consecuencias que describimos seguidamente.

Hoy tienen una bomba de alta frecuencia con un gran tubo succionando toda esta agua del acuífero.

LAS SECUELAS DE SEGUIR DRENANDO ESTE ACUÍFERO SERÁN NEFASTAS PARA TODOS LOS ÁRBOLES Y VEGETACIÓN CIRCUNDANTE, DEJANDO SUS RAICES SIN AGUA, SOBRE CUANDO QUE-DAN AÚN DOS MESES DE SEQUÍA POR DELANTE, tiempo durante el cual toda esta exuberante vegetación circundante sobrevive justamente gracias a este acuífero que alimenta sus raíces, aunque no llueva durante 6 largos meses… ES INCOMPRENSIBLE EL NIVEL DE IRRESPONSABILIDAD y de OSADÍA AL QUE LAS AUTORIDADES PÚBLICAS LLEGARON CON ESTE CASO.

CLARO, CUANDO LOS RECURSOS ECONÓMICOS NO SALEN DEL BOLSILLO PERSONAL DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS DE LA UCR A CARGO DE ESTO, Y QUE SABEN QUE SUS PLAZAS SON FIJAS Y CASI INTOCABLES, PARECE NO TEMBLARLES EL PULSO.  NO PARECE IMPORTARLES LAS SECUELAS QUE ESTO TENDRÁ EN LA NATURALEZA DEL ENTORNO, la cual es vital para miles de especies, vital para la supervivencia de la quebrada, única fuente de agua potable todo el año para la fauna silvestre, y cuerpo de agua pura para el Corredor Biológico del río Torres.

Llegaron al extremo de indicar en el oficio OEPI-221-2022 de la UCR, que ese montón de agua subterránea que se observa en el video no es acuífero sino “nivel freático colgado”. Pero al público lector debe quedarle claro que un nivel freático colgado justamente indica el nivel más alto al que llega el agua de un acuífero colgado. Un acuífero colgado es un tipo de acuífero que tiene igual grado de protección que cualquier otro acuífero. Que sea un acuífero colgado, somero o superficial, NO lo hace menos importante. Más bien son éstos los acuíferos que dan vida a gran cantidad de nacientes y quebradas del planeta, incluida la quebradita entubada de la Finca 3, que está captada muy cerca de la construcción, y que continúa dando agua a pesar del drenaje intensivo que ha hizo la constructora a este acuífero por más de 4 semanas seguidas, y que hoy están retomando, ahora con un sistema de bombeo de muchas más revoluciones y mucha mayor potencia, según los videos que compartiremos. Al paso que empezaron esta mañana, probablemente sequen esa maravilla de agua freática en cuestión de horas. En tiempos de lluvia el acuífero comenzará a rellenarse poco a poco, y este nivel freático observable en el video y fotos de anteriores publicaciones, llegará mucho más arriba, teniendo un edificio con cimientos sumergidos en agua a niveles preocupantes.

La cantidad de tergiversaciones y manipulación de la verdad y de la ciencia, alrededor de este caso, por parte de diversas autoridades públicas, ha sido de verdad de cuento de terror. Iremos publicándolas, así que les pedimos seguir por acá en sintonía.

Enlace de la página en Facebook: https://www.facebook.com/578890745641322/posts/1847471648783219/?sfnsn=mo

Guerra en Ucrania / perspectivas

Hoy jueves 3 de marzo a las 6 pm, se extiende la invitación a informarse y a entender el contexto geopolítico en Ucrania ante el ataque Ruso , de manera que se abordará las consecuencias económicas y comerciales del conflicto, reacciones en América Latina y sus proyecciones evolutivas. Esto es gracias a la organización de la Escuela de Ciencias Políticas, Observatorio de la Política Internacional, Escuela de Geografía y la Facultad de Ciencias Sociales.

Se contará con la participación de:

D.E.A Pascal Girot Pignot ( Director de la Escuela de Geografía, UCR)
M.Sc. María Fernanda Morales Camacho (Docente de Relaciones Internacionales, UNA)Dr. Calos Humberto Cascante Segura (Docente de la Escuela de Ciencias Políticas, UCR)
Lic. Javier Johanning Solís (Docente de la Escuela de Ciencias Políticas, UCR)

También estará presente como moderadora la Dra. Isabel Avendaño Flores (Decana- Facultad de Ciencias Sociales, UCR)

Podrá acceder al programa a través de las plataformas de YouTube /WebVUCR (Escuela de Ciencias Políticas)

O su página oficial de Facebook @CienciasPoiticasUCR o el de la Facultad de Ciencias Sociales @FCSUCR

 

Compartido con SURCOS por la Escuela de Ciencias Políticas de la UCR.