Este año se estrena la quinta temporada de Entramarnos, una propuesta de serie documental realizada desde Canal Quince en conjunto con el Programa Kioscos Socioambientales y la Escuela de Ciencias Políticas. Entramarnos, desde la primera temporada se ha enfocado en el abordaje crítico de conflictos socioambientales que tienen presencia en distintos territorios, principalmente en los que tienen que ver con la defensa de los bienes comunes.
En esta ocasión, las cámaras pusieron el lente en las costas del país, dando origen a “Mujer Azul: historias de agua con sal”, serie documental en la que se recorrerá a lo largo de 10 episodios, distintos territorios que son parte del perímetro del país, para conocer historias de mujeres pescadoras y molusqueras en las aguas saladas de las costas.
La expansión turística, la sobreexplotación de los océanos y en específico del Golfo de Nicoya, la contaminación de las aguas y las sedimentaciones ocasionadas por extractivismos en los ríos, la presencia de actividades monocultivo y otras formas de despojo tienen repercusiones dramáticas en los territorios costeros, los cuales, históricamente han insistido en la deficiente atención estatal y las difíciles condiciones para el bienestar.
Del Pacífico Norte al Golfo de Nicoya, recorriendo las islas, pasando por el Pacífico Central y de ahí al Pacífico Sur con un vuelo directo hacia el Atlántico, Mujer Azul: historias de agua con sal plantea una mirada cuidadosa y contemplativa, para comprender las dinámicas, las memorias, los aprendizajes, las inquietudes y las esperanzas de quienes remojan su cotidianidad en medio de la inmensidad del mar.
En las costas costarricenses la vida de las mujeres siempre ha estado de frente al mar, la búsqueda del sustento familiar, pescar a la cuerda y sumergirse en los manglares del pacífico es una práctica y un vínculo ancestral con el mar, con esas aguas que conocen sus anhelos, sus miedos y sus alegrías. La vida de frente al mar es el sustento, la paz y la tranquilidad, es escuchar el sonido de la naturaleza, el viento y la tormenta.
El equipo del Quince UCR conformado por Max Arce, Fabián Barrantes y Miriet Ábrego quienes realizaron el registro audiovisual (cámaras, sonido e imágenes aérea), Diana Céspedes, Jos Montero, Kevin Campos y Dana Vargas como asistentes de producción quienes se encargaron de la organización y preedición del material, el grupo de estudiantes del TCU-590 “Defensa comunitaria del territorio”, apoyando en la sistematización de entrevistas, el apoyo de la oficina de transportes de la UCR para las giras, el apoyo de Newton en la animación y diseño gráfico, Camila Naranjo como editora, Dylana Rodríguez Muñoz y Ana Xóchitl Alarcón Zamora en la producción y guionización y Ana Xóchitl Alarcón Zamora en la dirección, decidimos recorrer desde el inicio del 2024 los aproximadamente 1500 kilómetros de litoral y territorios costeros del país, en búsqueda de las historias y relatos de mujeres pescadoras artesanales quienes nos abrieron las puertas de sus casas y compartieron un espacio en sus lanchas y vida cotidiana siempre en el mar.
A partir del próximo lunes 1 de julio, se transmitirá todos los lunes a las 8:00 p.m. por Canal Quince con repetición los domingos a las 6:30 p.m.
Puede verla en diferido a través de la plataforma de streaming UCRQ en la que semana a semana se estará colgando cada episodio.
Esta temporada se realiza con el apoyo de los Fondos Concursables de la Vicerrectoría de Acción Social 2023-2025.
En el Día Internacional de la Juventud el planeta apuesta por un cambio hacia construir opciones verdes y sostenibles.
A pesar de la existencia de algunas instancias formales en las que se involucran personas jóvenes, muchas de ellas piden más posibilidades para participar en las decisiones comunitarias y nacionales en temas como mejoras en el sistema educativo nacional, el empleo y la oportunidad de proponer soluciones ambientales ante la transición ecológica que está viviendo el planeta. Imagen ilustrativa. Foto Eduardo Muñoz
El llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para este 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud, es claro: la esperanza planetaria para un cambio hacia la sostenibilidad ambiental está en manos de jóvenes. Sin embargo, a ese llamado se enfatiza que solo el 2,6 % de los puestos parlamentarios son ocupados por líderes menores 30 años, y menos del 1 % son jóvenes mujeres políticas.
Para el 2030 el 57 % de la población mundial tendrá menos de 30 años, sin embargo las decisiones políticas siguen en manos de políticos adultos que no ofrecen mayores opciones de participación ciudadana y no escuchan las voces de quienes reclaman mayores espacios para ser escuchados.
La magister Laura Rivera Alfaro, coordinadora del Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA) de la Universidad de Costa Rica aseguró que una de las principales críticas que ha hecho la ONU a Costa Rica es que a pesar de la existencia una estructura formal no existen espacios de participación para la población juvenil.
“Con lo que ha pasado en los últimos días cuesta creer en la realidad que vive el país, donde ante las demandas de jóvenes solo se les señala como ‘malcriados’, donde se les mira por encima de otro que desprecia lo que dicen”, aseguró Rivera.
Agregó que sigue prevaleciendo una visión adultocéntrica que viene a deslegitimar de las personas jóvenes, incluso lo vimos recientemente cuando se les tilda como ‘generación de cristal’ a las personas que tienen una visión más amplia e inclusiva. Lo que se agudiza más aún con el asunto de género, porque generalmente los espacios de participación tienen más rostros masculinos que femeninos, y cuando ellas se involucran, lo hacen en puestos de baja responsabilidad.
La Universidad de Costa Rica (UCR) desde las Iniciativas Estudiantes (IE), un programa de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS), promueve que más jóvenes se conviertan en agentes de cambio mediante la ejecución de proyectos de incidencia comunitaria a partir del análisis crítico y la construcción de soluciones mediante el intercambio de vivencias y saberes con los liderazgos locales.
Las IE diseñan proyectos en temáticas como organización comunitaria, problemas ambientales, de salud, educación, arte y cultura; gestionados por los mismos jóvenes que aportan una visión creativa, innovadora, con un enfoque totalmente participativo.
Más espacios, muchas voces
Para Jazmín Fallas Kerr, estudiante de la carrera de Dirección de Empresas, cuando se aborda el tema de juventud solo se hace para llenar una cuota en los proyectos nacionales, pero al final no se toma en cuenta sus opiniones. “Ahora los jóvenes tomamos decisiones en términos de sostenibilidad; ya no es asunto del futuro, es que estamos viviendo los problemas y lo que hagamos ahora va incidir en las generaciones futuras”.
El asunto es que no podemos incidir ni opinar mientras no nos temen en cuenta; y en el caso de las mujeres no pasa lo mismo, por ejemplo en las mesas de diálogo de juventud y mujer la mayoría de participaciones son de hombres y nuestra representación siempre es menor. Esto sucede porque entre los que hacen las políticas públicas tenemos mala reputación por nuestra juventud; además, se ejerce violencia política contra nosotras primero porque somos jóvenes y segundo porque somos mujeres”, dijo Fallas.
La joven Fallas es la gestora de la Iniciativa Estudiantil denominada “Gestión Colaborativa de Emprendimientos en Hojancha como impulsor del patrimonio cultural y turístico”, que tiene como objetivo dotar de habilidades a las emprendedoras de la zona en dicha materia y por ende, mejorar sus calidades de vida.
Asimismo, el joven Brandon Molina Villalobos, estudiante de Antropología y Turismo Ecológico, en la Sede Rodrigo Facio y el Recinto de Paraíso, respectivamente, criticó que el problema de fondo es “una cuestión estructural donde existen muchos adultos involucrados, pero con pocos espacios para los jóvenes. Incluso, no existen otros para socializar y que nos formemos; yo creo que a muchos jóvenes les gustaría participar pero no tienen la oportunidad”.
Actualmente “la palabra de los jóvenes no se considera válida, y podríamos organizarnos con propuestas menos jerárquicas. Un ejemplo fue lo sucedido días atrás cuando estudiantes protestaron frente a Casa Presidencial y se les intentó minimizar, aduciendo que se les manipulaba, que no tenían argumentos válidos o capacidad para expresar sus maneras de pensar sobre la realidad que están viviendo”, agregó Molina.
El estudiante Molina Villalobos impulsa una Iniciativa Estudiantil llamada “Piapias: Proceso de formación-reflexión sobre comunicación popular y educación antiespecista”, enfocado en acompañar a organizaciones defensoras de los derechos animales, impartiendo talleres y capacitaciones en comunidades.
Las juventudes costarricenses carecen de espacios de participación en la solución de los problemas nacionales, y cuando existen, las visiones adultocéntricas desvalorizan o minimizan los aportes de las personas jóvenes. Las Iniciativas Estudiantiles de la UCR son un modelo de participación juvenil en la creación de propuestas construidas desde la creatividad para problemas comunitarios. Foto archivo VAS.
Deudas para la población joven
Para la estudiante Jazmín Fallas Kerr el empoderamiento es el punto de partida para hacer un cambio en la manera de abordar el asunto de las juventudes. “La misma ciudadanía pueda hacerlo de mejor manera; sabemos que existen reglamentos y que en caso que participemos tenemos mecanismos de defensa si nuestros derechos no se respetan; no solo es estar ahí sino participar en soluciones claves».
Y en esa misma línea, el joven Molina coincidió que la apertura de espacios que escuchen que permitan otras formas de organización en las que la juventud proponga soluciones y exponga sus ideas.
Sin embargo, Rivera Alfaro, coordinadora de PRIDENA apuesta por cambios sustantivos en el sistema educativo, ya que está pensado solo para aprender y escribir y poco se profundiza en los derechos de las infancias y las personas jóvenes, incluso debería hablarse de los mismos desde la primera infancia, afirmó. “Nos falta más percibir cuáles son los intereses de las personas jovenes, ya que la sociedad ha cambiado y existen otros espacios en los que le interesaría participar”, concluyó.
12 de agosto: Día Internacional de la Juventud
Las juventudes costarricenses carecen de espacios de participación en la solución de los problemas nacionales, y cuando existen, las visiones adultocéntricas desvalorizan o minimizan los aportes de las personas jóvenes. Las Iniciativas Estudiantiles de la UCR son un modelo de participación juvenil en la creación de propuesas construidas desde la creatividad para problemas comunitarios. Producción audiovisual de Pedro Murillo y Hannia Rodríguez.
Sobre las Iniciativas Estudiantiles de Acción Social
Desde su creación en el año 2011 más de 700 universitarios han llevado propuestas de soluciones creativas a diversas comunidades en todo el país. Hasta este año se han ejecutado unos 250 proyectos que inciden directamente en la calidad de vida de las personas, y han reafirmando los compromisos con el desarrollo social costarricense de los jóvenes que han diseñado y gestionado los proyectos.
Cuando los equipos de cada Iniciativa Estudiantil concluye, publica los resultados de su intervención, donde se detallan la experiencia, los los obstáculos y aprendizajes, cuyas publicaciones están disponibles en el Repositorio Institucional Kérwá
Con cada año las IE han ganado terreno entre la población estudiantil que asume estas tareas voluntariamente, con un alto compromiso para hacer aportes a mejorar la vida de las personas, poblaciones vulnerabilizadas o grupos comunitarios; mismas que con el apoyo recibido logran mejorar su organización al tiempo que estas experiencias son escuelas de aprendizaje para los futuros profesionales.
Cualquier estudiante puede postular su IE, mediante una metodología de inscripción en línea.Aquellas que son aprobadas por la VAS, se ejecutarán a partir del primer semestre del año siguiente. Para mayor información contactar ainiciativasestudiantiles.vas@ucr.ac.cro a los teléfonos 2511-1218 y 2511-6227.