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Etiqueta: Venezuela

Bombas, drogas y rock and roll: cómo EEUU utiliza la lucha contra el narco para forzar un cambio de régimen

La Semana Internacional
Javier Biosca de elDiario.es

Se cumplen dos meses del despliegue militar y de los ataques de EEUU contra embarcaciones frente a las costas de Venezuela. Van más de 60 muertos y Trump no afloja. Es más, dentro de unos días llegará a la zona el buque de guerra más grande del mundo. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha ordenado al USS Gerald R. Ford —un monstruo de 100.000 toneladas con capacidad para llevar 90 aeronaves— que abandone las aguas del Mediterráneo y se dirija al Caribe para participar en la supuesta lucha de EEUU contra las drogas.

Nosotros no tenemos portaaviones, pero tenemos socios. Y si nos apoyas, seremos mucho más fuertes que las 100.000 toneladas de acero de USSS Gerald Ford.

Lecciones de Panamá

La última vez que EEUU derrocó por la fuerza militar directa a un líder latinoamericano fue en 1989 en Panamá y también lo justificó con la lucha contra las drogas. Por si quedaban dudas, llamó a la operación ‘Causa Justa’. Manuel Noriega, bajo el conocimiento de EEUU, había formado la primera “narcocleptocracia” del mundo, pero permitía a Washington utilizar su país para llevar ayuda a sus aliados armados en El Salvador y Nicaragua, además de establecer puestos de escucha. De hecho, desde los 70, Noriega fue agente pagado de la CIA.

“La invasión de EEUU de Panamá es el equivalente más cercano a una operación de cambio de régimen en Venezuela”, me dice Michael Paarlberg, profesor, investigador y exasesor de Bernie Sanders para América Latina. “Como Trump hoy, EEUU no lo declaró como una guerra, sino una operación contra el narcotráfico. Derribaron a Noriega por sus vínculos con el tráfico de drogas que, irónicamente, EEUU ya conocía y que incluso fomentó como activo de la CIA”, añade Paarlberg, que vivió en Panamá en los años posteriores al golpe porque su padre trabajaba en el servicio exterior de EEUU.

Es demasiado evidente que lo de Trump en Venezuela no es un intento real de frenar el tráfico de drogas y que no hace falta llevar al buque de guerra más grande del mundo para hundir narcolanchas. Según los propios datos de la agencia antidrogas de EEUU (DEA), el “corredor caribeño” que está atacando el presidente en Venezuela representa solo el 8% de toda la cocaína que llega al país norteamericano. Sin embargo, el 80% llega por aguas del Pacífico desde Ecuador y Colombia, según datos de 2022 del Ejército de EEUU. Pero ahí no están atacando.

Pese a las similitudes, “hay grandes diferencias” entre la operación en Panamá y en Venezuela, comenta Paarlberg. “En ese momento, EEUU tenía muchas bases militares en Panamá. De hecho era la sede del Comando Sur y ya había 13.000 soldados allí desplegados —a los que luego añadieron unos 15.000 más—”. Incluso con tantas tropas, “hubo muchas batallas feas”. Paarlberg recuerda un episodio en el que varios Navy Seals fueron capturados y asesinados en la pista de despegue del aeropuerto de la capital.

Trump ha dicho una cosa y la contraria, pero el próximo paso en la escalada serían ataques estadounidenses en tierra. Pase lo que pase, Paarlberg cree que el presidente “no quiere recrear ninguno de los problemas de la invasión de Panamá”. “Además, no tiene los recursos. Actualmente hay alrededor de 10.000 soldados, y realmente es una cifra mucho menor si hablamos de tropas de combate. Siendo generosos, la mitad. Eso deja 5.000 soldados, muchos menos de los movilizados para invadir Panamá, un país 20 veces más pequeño que Venezuela”.

Maestros de la guerra psicológica

Elliot Abrams, vieja y oscura figura en la política estadounidense y las injerencias en terceros países, ya lideró la estrategia (fracasada) de Trump en su primer mandato para forzar un cambio de régimen en Venezuela: autoproclamación de Juan Guaidó, operación de ayuda humanitaria, conato de alzamiento militar… “¿Cree que Trump está más cerca de lograrlo en esta nueva presidencia?”, le preguntaban el otro día en una entrevista con la BBC. “Eso espero. Y hay un par de razones para ser un poco más optimista […] El presidente Trump está presionando más. Entonces tuvimos sanciones, pero no tuvimos la campaña de presión, con un gran poderío militar incluido, que estamos viendo hoy”.

En una cosa coincide Abrams con lo que me decía Paarlberg: “Esa flota en el Caribe no es lo suficientemente grande como para invadir Venezuela, y no creo que Trump tenga ninguna intención de hacer eso, pero es mucho más grande de lo que se necesita para dispararle a pequeñas lanchas rápidas. El siguiente paso será probablemente algún ataque dentro de Venezuela”, decía el ex enviado especial de Trump para Venezuela.

“Todo esto es una especie de operación psicológica cuyo propósito es decirles a las personas alrededor de Maduro, a los militares y a los civiles en el régimen: ‘Él tiene que irse, pero ustedes no tienen que irse; hagan algo, sálvense», decía Abrams a la BBC.

La invasión de Panamá tuvo un final inesperado. Noriega estaba refugiado en la Nunciatura Apostólica, la embajada de facto de la Santa Sede en el país, y no quería salir. Los soldados vigilaban el perímetro 24 horas y recurrieron a la guerra psicológica reproduciendo en bucle y a todo volumen canciones de rock. Judas Priest, Kiss, Black Sabbath, Guns and Roses… En realidad, todo esto te lo cuento como excusa para dejarte por aquí la ‘Playlist Noriega’ llena de temazos. Tras 10 días escondido en la embajada, Noriega acabó entregándose a los gringos, pero parece que la música no tuvo mucho que ver.

Tienes que ver…

Hablando de guerra psicológica, hoy te traigo algo un poco diferente. Es un breve vídeo con el que se presenta el 4th Psychological Operations Group, una de las unidades de guerra psicológica del Ejército de EEUU.

El vídeo se llama Ghosts in the machine (fantasmas en la máquina) y el nombre no es casual. Hace referencia a una expresión acuñada por el filósofo Gilber Ryle y su crítica al dualismo cartesiano de cuerpo y mente. Ryle argumentaba que la visión de Descartes era como decir que somos máquinas operadas por fantasmas independientes que viven en nuestro interior.

Así se ven ellos, los estadounidenses. Como los fantasmas que dirigen nuestras vidas.

Chávez espantó a “marines” en la capital costarricense

Rafael A. Ugalde Q.
Periodista, abogado y notario por la U.C.R.

Un telón plegable con el rostro del comandante Hugo Rafal Chávez Frías y los colores de la bandera de la República Bolivariana de Venezuela puso a correr a los “marines” y a la policía local que resguardaban la embajada estadounidense en la capital costarricense, en medio de tambores de guerra en Suramérica, cada vez más sonoros.

El insólito hecho acaeció la víspera como parte de los actos de los costarricenses identificados con la solidaridad, como acción concreta contra todos los pueblos del mundo que sufren de diversas formas la explotación y humillación del imperialismo. Así, en blanco y negro, sin timoratos, sin mascaras ni reformismos.

Desde la perspectiva histórica que ya vive la humanidad, entre una “fiesta de vampiros”, selectos invitados que nunca faltan y quienes ya no quieren dar más su sangre, la solidaridad tiene hoy, como principal componente, la lucha contra el imperio, por encima de extensión geográfica, color de piel, edad o sexo. Bastaría, pues, que la autodeterminación exigida por cualquier pueblo y el derecho a vivir en paz se vean amenazados por la guerra imperial en sus distintas manifestaciones, para que nos convirtamos en internacionalistas y simples ciudadanos del mundo.

No se había desplegado la fotomural enrollable con el rostro de Chávez Frías y su típica boina roja de paracaidista, que lo inmortalizó como internacionalista de verdad, cuando los “marines” ya habían desaparecido de las afueras de la sede diplomática y una patrulla de la policía local hacia acto de presencia frente a la embajada estadounidense, al oeste de nuestra capital.

La escena cobró relevancia hoy al conocerse por medios periodísticos norteamericanos que la Casa Blanca y sus aliados en la región habían decidido ya un ataque aéreo masivo a tres principales bases militares venezolanas, a varios aeródromos utilizados para el despegue de los bombardeos de fabricación rusos, así como varios cuarteles claves cercanos a las costas, a fin de facilitar luego el desembarco de fuerzas terrestres estadounidenses.

Según el diario “Miami Herald” – cercano a la peor calaña guerrerista de La Florida y de Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano – la administración Trump tomó la decisión de atacar instalaciones militares claves dentro de Venezuela. Los bombardeos podrían ocurrir en cualquier momento, señalan.

Los planes de agresión, también reportados por el conservador diario Wall Street Journal, buscan destruir el máximo de instalaciones militares, dividir las tropas bolivarianas y descabezar la oficialía, y luego, ir por las principales cabezas políticas venezolanas, entre las que destacan la del presidente Nicolás Maduro, los ministro de defensa e interior, Padrino López y Diosdado Cabello, respectivamente.

El relato ampliamente promocionado por Washington y sus fieles oligarquías regionales para justificar una intervención militar contra los venezolanos empezó con una especie de leyenda urbana denominada “cartel de los soles”.

Más recientemente, según el noticiero France 24, mientras se “libera” a Venezuela de la “dictadura” de Maduro, después de lo cual supuestamente la invadida isla de Trinidad y Tobago tendría gas gratuito, la Casa Blanca autorizó a las autoridades de la ínsula caribeña a explotar un depósito gasífero junto a Caracas.

Ahora la tercera entrega de la leyenda se redondea con bombardeos a gran escala sobre toda clase de cuarteles, las importantes bases aéreas como Teniente Luis del Valle García, en Anzoategui, en el municipio Simón Bolívar, la Capitán Manuel Ríos, ubicadas ambas sobre planicies, y la del Libertador, en Maracay, con una mayor dificultad para el enemigo, dada la irregularidad del terreno.

Para los norteamericanos, la destrucción de esas tres bases áreas garantizarían la destrucción no solo de los aviones de guerra venezolanos, sino además todo el potencial misilístico de fabricación rusa, capaz de acabar con cualquier portaviones del Tío Sam.

Asimismo, los órganos relacionados con la aviación en Puerto Rico, confirmaron este fin de semana a medios periodísticos de la isla, que el espacio aéreo fue restringido sorpresivamente hasta el 31 de marzo de 2026. Es decir, esperan una guerra corta de seis meses.

Los cuarteles históricamente se inventaron como sitios para guardar armas en ocasión de grandes campañas militares y nunca como depósitos de drogas que mereciesen bombardeos a gran escala.

Sin embargo, con la presente administración Trump y sus bandas espere cualquier cosa. Estos nazifascistas locos por los recursos ajenos, usted tiene que creerle para no engrosar la lista de narcotraficantes y terroristas. ¡La leyenda del cartel de los soles forma parte de ello!

¿La intervención militar de EEUU en Venezuela es inminente?

Mg. José A. Amesty Rivera

El pasado miércoles 15 de octubre 2025, el presidente Donald Trump confirmo la información sobre la autorización a la Agencia Internacional de Inteligencia CIA norteamericana, para realizar operaciones encubiertas en Venezuela.

Pongamos en contexto esta decisión: recordemos que EEUU por orden de Trump movilizo al Atlántico, en las inmediaciones de las costas venezolanas, un arsenal militar gigantesco, con la intención de frenar lo que ellos llaman el «narcoterrorismo«.

Esta fue la justificación, pero todos intuimos, cuáles son las verdaderas razones para tal militarización.

Desde este hecho, han tenido a Venezuela, la región latinoamericana y al mundo en vilo, ante una posible agresión militar contra Venezuela. Al momento de escribir estas notas, todavía estamos en zozobra, ante esta posible aventura belicista.

Por supuesto, los medios están inundados de hipótesis, negando o afirmando tal locura.

Nuestra posición al respecto, parte de la noticia del mandatario norteamericano al autorizar a la CIA para actuar en Venezuela.

Primero, la noticia de Trump da por sentado que la CIA no haya operado en Venezuela y en la región. Cosa que no es cierto, ya que hay muchos antecedentes de la actuación de la CIA, tanto en algunos países de Latinoamérica como en Venezuela.

Segundo, ante la autorización de Trump, los medios principalmente, interpretan la orden con varios matices:

  • Donald Trump, ordena a la CIA entrar a Venezuela.

  • Trump autoriza operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela.

  • Trump autoriza operaciones de cambio de régimen de la CIA contra Venezuela.

  • Trump ordena a la CIA operar en Venezuela.

  • Donald Trump autorizó «acciones agresivas» de la CIA en Venezuela.

En fin, múltiples interpretaciones que rayan en hipótesis diversas, sin certeza verdadera.

Creemos, que llego un momento en que las autoridades militares y Trump, se dieron cuenta de que la invasión u agresión militar, no era posible debido a múltiples causas, que no abordamos aquí ni repetimos porque están en el mar de las noticias mediáticas.

Lo que si es posible es que el anuncio de permitir a la CIA actuar, fue en el momento y es en la actualidad, una forma del retiro de las tropas de las inmediaciones de Venezuela. ¡Ojalá no nos equivoquemos!

Ya lo han dicho algunos analistas, que EEUU moverá sus barcos y aviones, del Atlántico al Pacífico, cosa que hemos visto en los últimos días, al destruir lanchas en el Pacífico, cerca de las costas colombianas.

Ahora, en términos generales la CIA se organiza en cinco directorios, que responden a las necesidades de los Centros de Misión.

El primero es la Dirección de Análisis, que informa al presidente y sus asesores sobre temas extranjeros y les ayuda a tomar decisiones.

Después está la Dirección de Operaciones, que recoge información de fuentes de inteligencia humana y realizan acciones encubiertas.

Por su parte, la Dirección de Ciencia y Tecnología apoya las misiones en el extranjero con soluciones en ambos frentes.

El cuarto y más reciente es la Dirección de Innovación Digital, que actúa de manera transversal aportando nuevas técnicas y herramientas.

Por último, la Dirección de Apoyo lleva a cabo tareas de logística, seguridad y suministros, entre otras, y por tanto, se considera la columna vertebral de la CIA.

Por otro lado, el verbo encendido del presidente colombiano Gustavo Petro, ante sus palabras de apoyo a Venezuela y a la región, además de los insultos entre ambos mandatarios, le cayó como un anillo al dedo a EEUU, para una posible reculada.

No obstante, cuando la CIA opera en algún país, normalmente no lo hacen en medio de una guerra, sino, antes y después de concluidas las operaciones militares. Básicamente con espionaje, secuestro de algún personaje importante, entre muchas otras.

Una prueba de lo inmediato anterior es que, un reportaje de AP documenta cómo el agente estadounidense Edwin López de la CIA, intentó durante 16 meses sobornar al piloto presidencial venezolano Ángel Villegas para que desviara el avión de Nicolás Maduro. La oferta: riquezas y protección a cambio de entregar al presidente venezolano.

Lo que reafirma nuestra hipótesis de que, EEUU olvidará, por ahora, su aventura militar, y permitirá que la CIA continúe trabajando al interior de Venezuela.

No obstante, la CIA en este escenario, no actúa como un mero órgano de inteligencia, sino como el brazo operativo encubierto de una política de cambio de régimen, ya que es un sistema de poder que ha operado al margen del derecho, la transparencia y la soberanía de los Estados.

No olvidando que, la agencia de inteligencia actúa como órgano decisorio encubierto, mientras que las fuerzas armadas ejecutan, en este caso, operaciones con una escalada sin precedentes en el Caribe y en la frontera sur.

Ahora, Venezuela necesita continuar blindándose para enfrentar a la CIA actuando en su territorio, no permitiendo su entrada fácilmente, vigilancia extrema.

En fin, aunque continúa la guerra psicológica con la presencia del aparataje militar estadounidense, es muy posible que los gringos vayan reculando poco a poco, ¡Ojalá no nos equivoquemos!

Hoy Venezuela y Colombia, ¿mañana quién?

Juan Carlos Cruz

Las amenazas de intervención militar de Estados Unidos nos competen a todas y todos.

El reciente despliegue militar del gobierno de Estados Unidos en el Caribe, incluyendo el portaaviones USS Gerald R. Ford, y las crecientes acusaciones sin prueba alguna contra los gobiernos de Venezuela y Colombia, constituyen una grave amenaza a la paz regional, a la soberanía de nuestros pueblos y al principio de no injerencia consagrado en el derecho internacional.

Las acusaciones de narcoterrorismo dirigidas contra los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro parecen un último recurso de desprestigio a gobiernos soberanos cuando otros calificativos no han tenido efecto, pero, sobre todo, carecen de pruebas contundentes y verificables. Este nuevo discurso se sustentan en narrativas mediáticas que buscan criminalizar y justificar agresiones que se realizan por razones geopolíticas.

¿Por qué los sobrevivientes a los ataques no han sido presentados ante ninguna instancia legal como prueba de la «presunta implicación de Venezuela y Colombia» en el narcotráfico?

Tal como ha señalado la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, Venezuela no figura como país relevante en los informes internacionales sobre tráfico de drogas. Por su parte, el presidente Petro ha denunciado que estas amenazas ignoran décadas de lucha efectiva contra el narcotráfico en Colombia y las sanciones anunciadas vienen más bien a debilitar los programas ya existentes.

La presencia de fuerzas militares estadounidenses en la región, bajo el pretexto de combatir el crimen organizado elevado al nivel del terrorismo, representa una escalada peligrosa que vulnera el principio de autodeterminación de los pueblos y revive prácticas intervencionistas que han causado sufrimiento y desestabilización en América Latina.

Independientemente de suscribir o no las circunstancias políticas y económicas por las que transitan los respectivos gobiernos, las condiciones geopolíticas de nuestro Caribe demandan solidaridad con los pueblos de Venezuela y Colombia y respeto irrestricto a su soberanía.

Es imperativo de la comunidad internacional, los movimientos sociales y las organizaciones defensoras de la paz, mantenerse alertas y condenar cualquier intento de intervención militar que atente contra la estabilidad de nuestra región. Hoy la amenaza es contra Venezuela y Colombia, mañana puede ser contra cualquiera.

Imagen: Portaviones USS Gerald R. Ford (Wikipedia)

¿Qué pasa hoy en Venezuela? En Alternativas este viernes a las 6 pm

El programa Alternativas, producido por el Colectivo Reflexión-Acción, dedicará su próxima emisión al análisis de la situación actual en Venezuela. El espacio se transmitirá este viernes 17 de octubre de 2025, a las 6:00 pm (hora de Costa Rica), por Facebook Live, YouTube y Spotify.

El panel contará con la participación de Jorge Coronado Marroquín, sociólogo con estudios en Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica y economista político por la Escuela Libre de Estudios Superiores de Berlín, Alemania.

También participará Francisco González, docente e investigador universitario, especialista en integración regional y comentarista en medios nacionales e internacionales de Venezuela.

Completan el panel Roberto Zanabria, comunicador y director de Radio Voces Libertarias, integrante del Consejo Nacional de Medios Alternativos y Comunitarios de Venezuela, y Sergio Rodríguez Gelfenstein, analista internacional y profesor universitario, con maestría en Relaciones Internacionales y doctorado en Estudios Políticos.

El programa Alternativas busca promover el pensamiento crítico y el análisis de coyuntura latinoamericana desde una perspectiva ciudadana, con el lema:

Pensar libremente para construir un país y un mundo enteramente mejores.”

Emisoras amigas: Guanacaste 106.1 FM, Radio Soberanía, Radio Revolución y 506 Ondas Alajuelita Radio.

Nada por la paz… Todo contra el pueblo

Rafael A. Ugalde

Aclaración: La solidaridad antimperialista con todos los pueblos del mundo es una obligación humana, no es un derecho que requiera permiso alguno, pues el carácter de obligatoriedad, está por encima de cualquier barrera idiomática, creencia, gusto o visto bueno. Por la urgencia del caso y a fin de dar agilidad y no comprometer a nadie, me responsabilizó por cada una de estas líneas.

Los famosos premios Nobel de la Paz ya hacen mucho tiempo estaban moralmente desvalorizados, pero ahora sí tocaron fondo, otorgando esta considerable bolsa de dinero a María Corina Machado, lo que no debería alegrar a ningún hombre y mujer pacífico en el mundo.

Basta recordar que esta «premiada» no ha tenido empacho alguno para implorar a los imperialistas gringos y europeos intervengan con urgencia contra su país, que equivale a llamar a quienes robaron y se llevaban los recursos de Venezuela a desangrar un pueblo hermano, trabajador, amante de la paz, alegre como él solo y fraterno, muy identificado, por cierto, con los dolores pasados y presentes de los costarricenses de bien.

A raíz del golpe de Estado en nuestro país en 1948, con más de 3000 muertos y heridos, hubo costarricenses que el pueblo venezolano acogió, les dio refugio y allá muchos de ellos murieron, dejándonos el legado obligatorio del agradecimiento sagrado, por encima de las diferencias ideológicas de entonces.

Nunca, además, el pueblo venezolano tuvo reparo para entregar petróleo subsidiado a los costarricenses, a través del acuerdo regional para estos fines, en la década de los setenta.

Fueron otros, los insaciables de siempre por ganancias a costa de la sangre de las mayorías -vampiros ensangrentados a los que pertenecen y defienden la banda de Machado-, quienes boicotearon un día sí y el otro también este esfuerzo descomunal latinoamericano y caribeño de progreso y unidad de nuestros pueblos en la región.

Hoy, a quien premiaron en Noruega por su llamados a la guerra y el derramamiento de sangre, se nos confirma una vez más que los imperialistas de ayer, los actuales y del futuro, desprecian la paz y la soberanía de todo pueblo que apuesta por el progreso y su independencia.

No debe extrañarnos este “premio” en disputa cerrada con otro criminal nazi fascista como lo ha demostrado Donald Trump. Entendemos que a cualquiera de los dos que les hubieran dado esta bolsa millonaria buscarían “blanquear” el asesinato como lo hizo su progenitor de estos premios, Alfredo Nobel, traficante e inventor de armas, quien en su testamento dejó instituidos estas premiaciones para que fuera limpiado su oscuro pasado.

Quiero decir a usted, que la República Bolivariana de Venezuela no necesita del negocio del narcotráfico para superar cada uno de los intentos hechos para imponer el hambre como arma de guerra, dados sus vastos recursos naturales y la indeclinable decisión de su ciudadanía a ser libre.

Los costarricenses de bien, la gente honesta, debe recurrir a la experiencia y la historia recientes en esto del descabellado invento del famoso «Cartel» de los Soles. Ustedes han visto como los troles yankis hacen repetir tal mentira en los noticieros, telenoticieros, periódicos, Casa Presidencial y Asamblea Legislativa, entre otras cajas de resonancia, a fin de esconder una nueva intervención militar en la zona.

Atrás de la militarización del mar Caribe y las ejecuciones extra sumarias de quienes navegaban en botes de fibra de vidrio, subyace la urgencia de petróleo y saldar a cómo haya lugar las multimillonarias pérdidas dejadas a la industria de la guerra gringa en Ucrania y en Oriente Medio.

La aparición de buques de guerra, misiles y cientos de «marines» tienen además relación directa con los nuevos bloques políticos, económicos y comerciales presentes en la zona, así como el fortalecimiento del llamado grupo de países de los BRICS, parte integral del nuevo mundo que se levanta imparable.

Aparejado a lo anterior tienen una profunda crisis financiera interna y de valores en Estados Unidos, como puedes constar sí entrelazas el hilo conductor de la realidad arriba apuntada.

Es cuestión de revisar cómo se han disparado los precios en todos los supermercados estadounidenses, afectando a quienes menos tienen recursos, las balaceras constantes y los muertos dejados en colegios y escuelas, los desacuerdos al interior del único partido político estadounidense con dos cabezas, una de burro y otra de elefante, etc.

Es decir, están recogiendo lo sembrado y que no merece el trabajador pueblo de la Unión. Son causas innegables que están atrás de esta militarización del Caribe ordenada por el nazi fascista Trump y sus muchachos.

Hay que decir que todo costarricense, por antonomasia, es inteligente y, sin ningún distingo ideológico, religioso o cultural, debe recordar el guion de la misma novela escrita con el cuento de las «armas de destrucción masiva en Irak» o la «intolerable violación de los derechos humanos» en Libia, fin último que sirvió primero, para invadir y legitimar el terrorismo que decían combatir, y luego, robarse descaradamente y a cántaros llenos el petróleo en ambas naciones.

En esta línea de saqueo y crimen se enmarca precisamente el premio a la guerra dado a esta venezolana, vinculada con golpes de Estado y el narcotráfico colombiano de alto vuelo.

Ni la CIA ni la DEA pudieron desmentir al gobierno y el pueblo venezolanos, cuando desactivaron el pasado mes de septiembre en plena marcha una intentona de derramamiento de sangre, allanando varias bodegas camufladas de empresas con miles de munición de todo tipo, cientos de kilómetros de cable explosivo, bombas para volar terminales petroleras, puentes, negocios, minas de diversos usos, rifles para francotiradores, destinados a atentar contra la vida de altos funcionarios de gobierno, entre otros dispositivos guerreristas, llegados a las bandas terroristas que controla la gente de María Corina, gracias a sus contactos con los narcos colombianos.

Si, como lo oyes, la ahora premio Nobel de la Paz vinculada al crimen y el narcotráfico colombiano.

El proceso de investigación por estos alijos de guerra llevó a la detención de la mayoría de estos terroristas con las «manos en la masa», narrando con lujo de detalles las fuentes de financiamiento, los lugares de reunión en Colombia para coordinar las «entregas”, así como nombres de narcotraficantes «chineados» en los anteriores gobiernos del actual presidente Gustavo Petro, los «contactos» en el interior de Venezuela etc.

Frente a esta abundante prueba, la CIA ni la DEA dijeron esta boca es mía. Como siempre ocurre no aparecieron dando la cara por estas fechorías, dejando abandonados a sus secuaces. En cuanto a la embajada estadounidense en Caracas, siempre sale a relucir su típica hablada diplomática: «yo no fui».

A estos bajos niveles ha llegado la academia que otorga los Nobel de la paz, otro hora orgullo y esperanza de justicia social y comprensión para nuestros pueblos. Este contexto está dominado cada vez más por el ascenso desbocado del nazi fascismo – sionismo, impulsado por el llamado Occidente de la OTAN; nos obliga, por tanto, como costarricenses y parte de los pueblos del mundo, a ser audaces como nunca en la solidaridad requerida ya. Sin demora alguna.

Pareciera que el mañana latinoamericano y caribeño se nos agota, si no damos los pasos hacia la dirección correcta, dada las actuales circunstancias ante una nueva intervención militarista en la región.

El salto cualitativo nos obliga a leer esta nueva realidad en la región sobre la base de la experiencia solidaria transitada ya por muchos hombres y mujeres que viven profundamente en nosotros. Físicamente no los vemos ya caminar por nuestras calles y alamedas, ni jugar con sus hijos ni nietos en los parques, ni dejando debajo de las puertas de las casas de nuestros barrios la hoja suelta convocando para el piquete de solidaridad.

Ya no están, pero su ausencia física la llenaron con la experiencia de calidad que dan a los hijos de no siervos menguados aquellos y aquellas decididas cada vez que enemigo de los pueblos nos declara la guerra. Ayer dijeron: ¡Presente!, como reclama el hoy, nuevos y urgentes aprendizajes en esto de la Solidaridad, porque el mañana es de los pueblos que defienden su existencia.

Y ahora resulta que ninguna nación está exenta en nuestro continente de la intervención militarista yanki y el sometimiento de todos sus pueblos. Como ellos y ellas nos han enseñado no es hora de pusilánimes. Decimos con el pecho henchido: ¡Listos! ¡En marcha muchachos y muchachas!

La paz orwelliana (“1984”) y distópica

Por Jiddu Rojas

Seamos claros: se acaba de otorgar un nuevo y cuestionado Premio Nobel de la Paz 2025, que es prácticamente una licencia para una próxima invasión militar del hegemon norteamericano contra una sitiada Venezuela.

Por favor, sin entrar a defender o no al gobierno de Maduro ni al cuestionado proceso electoral bolivariano, pero ¿cómo se puede pedir una intervención militar extranjera contra su propia patria? ¿Cómo puede ser una supuesta líder política tan cipaya y servil? ¿Puede ser la ocupación extranjera imperial mejor que el régimen actual, bajo constante ataque económico y mediático de Estados Unidos y Occidente?

Hasta Henrique Capriles Radonski, excandidato de oposición a Maduro, condenó públicamente la amenaza de intervención militar de Trump y Marco Rubio. Muchos otros sectores de la oposición venezolana también condenan esas amenazas.

Pero seamos honestos: más allá de las simpatías o antipatías hacia el gobierno de Maduro, ¿realmente alguien cree que al gobierno de Estados Unidos le interesan los derechos humanos de los venezolanos o la “democracia”? ¿O se trata solo de su petróleo, de sus tierras raras y de sus recursos naturales?

¿Premiar así a una líder de extrema derecha, acusada de golpista y de promover la posible intervención militar norteamericana y occidental? ¿Una ficha geopolítica de Trump maquillada que gana un Premio Nobel de la Paz? Esto es una clásica inversión axiológica (Franz Hinkelammert), al mejor estilo de la novela 1984: un montaje internacional, un show mediático y una burda maniobra geopolítica.

¿A quién beneficia esta polarización extrema: María Corina vs. Maduro/Diosdado? No ciertamente al pueblo de Venezuela, agredido por esta guerra híbrida internacional, cuyas víctimas económicas son las propias comunidades civiles.

Trump queda doblemente expuesto, porque su incondicional “alfil” venezolano se convirtió en reina y le arrebató, sin querer queriendo, la corona y los laureles mediáticos que tanto necesitaba para frenar la caída de su popularidad interna. ¿Funcionará su pax imperial sobre los cadáveres de los niños, mujeres y civiles de Gaza, frente a la voracidad de la limpieza étnica de su socio Netanyahu, acusado internacionalmente de crímenes de guerra y de lesa humanidad?

Pero volvamos al Gran Caribe bajo la hegemonía norteamericana. No se trata de legitimar o no al gobierno de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello; se trata de no legitimar una inminente invasión militar de Trump a Venezuela.

Hagamos memoria: ¿qué salió de “bueno” para la humanidad de las invasiones a Granada, Panamá, Irak (Bush padre y Bush hijo), la antigua Yugoslavia, Afganistán, Somalia, Libia, Siria o Yemen, por parte de Estados Unidos y sus aliados europeos e Israel? ¿Blood for oil?

¿Qué resultado dejaron sus guerras “proxy”, como la de Ucrania frente a la invasión rusa? Miles de jóvenes muertos, un país devastado, dos pueblos hermanos enemistados y una gran venta de armas y nuevas tecnologías militares; además de, paradójicamente, consolidar la posición geopolítica de Rusia y del gobierno de Putin, pese a las sanciones occidentales.

¿Dejó de ser la Federación Rusa una amenaza militar o China Popular una superpotencia económica cada vez más consolidada? No. Tanto los gobiernos de Biden como los de Trump, con sus matices, parecen haber equivocado su política exterior belicista contra Rusia y China. ¿Se debilitaron los BRICS+ o se fortalecieron? La respuesta es obvia: se fortalecieron, igual que la búsqueda de un mundo multipolar.

En cambio, ¿ayudaron estas masacres imperialistas a consolidar un mundo más justo y multipolar, o solo reforzaron el viejo unilateralismo norteamericano y su dependencia del complejo militar-industrial?

Nada nuevo bajo el sol: el Premio Nobel de la Paz, después de figuras tan polémicas como Henry Kissinger, ya estaba devaluado. Pero para este complejo 2025, ¿realmente no había una persona más decente y coherente para recibirlo?

¿Qué hay de quienes han luchado pacíficamente contra el genocidio en Gaza?
Por ejemplo, Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los Territorios Ocupados, ha desarrollado una labor meticulosa y humanista frente a un genocidio televisado a vista de los poderosos.

Lamentable. Realmente lamentable. Será un craso error estratégico con consecuencias a largo plazo para la legitimidad democrática de los gobiernos del norte global.
Sus propios pueblos, más allá de la desinformación sistemática, comenzarán a sospechar más y más de sus gobiernos y de sus élites.

Como es arriba, es abajo, dijo Hermes Trismegisto. Este arrogante gesto geopolítico imperial traerá consecuencias. Se desenmascaran radicalmente ciertas instituciones nacionales e internacionales.

Las consecuencias de esta acelerada quiebra de legitimidad democrática, sumadas a la apatía colectiva, la desconfianza institucional y el crecimiento de la desigualdad estructural, pueden resultar letales para las democracias representativas, el ideal del Estado social de derecho y los ecosistemas del planeta.

Gracias, paz y justicia.
MEL. Jiddu Rojas Jiménez

¡No al montaje terrorista! Solidaridad con Venezuela frente a provocaciones imperialistas

El Partido Vanguardia Popular condena con firmeza la estrategia terrorista de la ultraderecha venezolana, supuestamente en complicidad con la embajada de Estados Unidos, para planear provocaciones violentas que sean utilizadas como pretexto para una intervención militar. Las denuncias hechas por el Gobierno venezolano respecto a una operación de “falsa bandera” con explosivos contra la embajada estadounidense en Caracas no pueden ser ignoradas.

Estas acciones son parte de un guion recurrente del imperialismo, fabricar un conflicto, asignar culpables y luego invocar “responsabilidad internacional” como justificación para invadir. No es una exageración. Basta recordar las operaciones encubiertas históricas donde diarios episodios sirven de pretexto para agresiones externas.

Venezuela ha sido clara, se reforzaron las medidas de seguridad diplomática, se alertó a embajadas europeas y se pidió al gobierno de EE.UU. tomar nota del complot.

Estas advertencias no pueden tomarse como propaganda sin más; exigen atención al contexto de agresión continua que sufre ese país.

Por ello, el Partido Vanguardia Popular hace un llamado a:

– La solidaridad internacional con Venezuela, denunciando cualquier maniobra que pretenda justificar una intervención extranjera.

– Vigilar las estrategias mediáticas y diplomáticas de las potencias imperialistas, que históricamente fabrican enemigos para consolidar su dominio.

– Respaldar las medidas del Gobierno venezolano para salvaguardar la paz regional.

Ni provocaciones ni mentiras servirán para legitimar invasiones. Solo la verdad, la unidad y la resistencia pacífica pueden frenar los planes de dominación que amenazan la soberanía de los pueblos latinoamericanos.

Partido Vanguardia Popular

¡Alerta ante la amenaza imperialista contra Venezuela y la paz de Nuestra América!

El Partido Vanguardia Popular condena enérgicamente las maniobras agresivas e ilegales del imperialismo estadounidense en el Caribe, que constituyen una amenaza directa a la paz latinoamericana y un atentado contra la soberanía del pueblo venezolano.

La acumulación extraordinaria de medios militares de EE.UU. en el sur del Caribe, las incursiones ilegales de sus aviones de combate en espacios aéreos controlados por Venezuela, la destrucción de embarcaciones civiles y el asesinato de sus tripulantes, así como la pretensión de extender estas acciones a zonas terrestres, forman parte de un plan cuidadosamente diseñado para fabricar un pretexto de agresión militar. Esta política belicista viola de forma flagrante la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.

El imperialismo estadounidense, en su desesperación por recuperar control político y económico sobre los recursos venezolanos, busca imponer por la fuerza lo que no ha podido lograr con bloqueos, sanciones y campañas mediáticas. Se trata de una ofensiva peligrosa que podría desatar un conflicto armado con consecuencias incalculables para toda América Latina y el Caribe.

El PVP reafirma su solidaridad inquebrantable con el pueblo venezolano, su Gobierno Bolivariano y su unidad cívico-militar, que han resistido dignamente décadas de agresiones imperialistas. Defender la soberanía de Venezuela es defender la soberanía de todos los pueblos de la región.

Llamamos a las fuerzas progresistas, a los movimientos sociales y a los gobiernos comprometidos con la paz a cerrar filas contra esta amenaza y a movilizarse para impedir que una nueva agresión imperialista siembre muerte y destrucción en nuestra América.

Partido Vanguardia Popular
3 de octubre 2025

Vanguardia Popular expresa solidaridad con Venezuela y respalda posición del Movimiento de Países No Alineados

El Partido Vanguardia Popular (PVP) de Costa Rica manifestó su solidaridad con el pueblo de Venezuela ante lo que calificó como una ofensiva sin precedentes, derivada del reciente despliegue de fuerzas militares estadounidenses en el Caribe. Según explicó Humberto Vargas Carbonell, la acción constituye una provocación directa bajo el pretexto del combate al narcotráfico, pese a que informes internacionales han señalado la inexistencia de producción de drogas en Venezuela.

En su pronunciamiento, el PVP recordó que, en la reunión de septiembre en Caracas, delegaciones de 21 países aprobaron una declaración firme que exige el retiro inmediato de tropas extranjeras, condena el uso del narcotráfico como pretexto para la intervención y reafirma el derecho de Venezuela a vivir en paz, sin bloqueos ni amenazas.

La organización política llamó a fortalecer alianzas como ALBA, CELAC y BRICS, a redoblar la solidaridad internacional y a rechazar la intervención militar y las sanciones económicas. Enfatizó que debe prevalecer la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

Asimismo, el PVP expresó su apoyo al pronunciamiento emitido el 19 de septiembre de 2025 en Nueva York por el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). Dicho comunicado reitera la defensa de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y Libre de Armas Nucleares, con base en el Tratado de Tlatelolco (1967) y en la declaración de la CELAC de 2014.

El MNOAL subrayó la necesidad de resolver las controversias internacionales por vías pacíficas, condenó las acciones hostiles y la retórica agresiva, y reafirmó la integridad territorial y la igualdad soberana de los Estados frente a cualquier injerencia.

Para el PVP, estas posiciones coinciden con la convicción de que la paz, la justicia social y el respeto al derecho internacional deben prevalecer en América Latina y el Caribe, frente a lo que consideran una política imperialista que busca someter a los pueblos de la región.