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La urgente democratización de Internet

Por Matt Taibbi

Las revelaciones de Edward Snowden en 2013, que sacaron a la luz el espionaje masivo de la NSA sobre ciudadanos franceses y otros países aliados. En ese momento, la reacción de Francia fue de indignación, con su gobierno exigiendo explicaciones a EE.UU. por violar la privacidad de sus ciudadanos. Sin embargo, diez años después, el panorama ha cambiado drásticamente, ya que Francia se ha convertido en un actor clave en la vigilancia global, aliándose con Estados Unidos en la implementación de sistemas de control y espionaje.

Uno de los puntos destacados del texto es la detención reciente de Pável Dúrov, el fundador de Telegram, una plataforma conocida por su fuerte protección de la privacidad mediante el cifrado de mensajes. Francia acusa a Dúrov de obstaculizar la vigilancia estatal al no permitir que las autoridades accedan a los datos de los usuarios de Telegram. El autor critica este cambio en la postura de Francia, que en el pasado denunció el espionaje estadounidense, y ahora imita esas mismas prácticas.

Taibbi señala que este cambio no es exclusivo de Francia, sino que refleja una tendencia más amplia en la política internacional, donde la vigilancia que antes se justificaba como una medida antiterrorista ha sido reutilizada para enfrentar «amenazas internas», como el populismo. En Estados Unidos, el control de la información ha pasado a ser una herramienta clave en la gestión política, y las plataformas privadas de redes sociales juegan un papel central en este esquema.

El artículo destaca cómo figuras como Mark Zuckerberg (Meta) y Elon Musk (X) son presionados por el gobierno de Estados Unidos para controlar el contenido que se publica en sus plataformas. Zuckerberg, por ejemplo, admitió que la administración de Biden le solicitó censurar ciertos contenidos relacionados con la COVID-19 y otros temas políticos. Taibbi argumenta que esta relación entre las grandes empresas tecnológicas y el Estado representa una amenaza para la libertad de expresión, ya que permite eludir las protecciones constitucionales que existen en el espacio público tradicional.

Un ejemplo claro de este control es el caso de los “Twitter Files”, donde se reveló la intervención directa del FBI y el Departamento de Estado en la eliminación de contenidos en Twitter antes de la adquisición de la plataforma por Elon Musk. Estas intervenciones muestran un patrón de censura que, según Taibbi, debería alarmar a quienes valoran la libertad de expresión.

La ironía de que, aunque el discurso oficial presente estas acciones como una manera de combatir la desinformación o el discurso de odio, el verdadero objetivo parece ser consolidar el control del Estado sobre la información. En lugar de fomentar un espacio público digital abierto y democrático, los gobiernos han optado por permitir que las grandes plataformas privadas se conviertan en sus aliadas en la vigilancia y la censura de los ciudadanos.

El artículo concluye advirtiendo que el mundo se está moviendo hacia un modelo en el que la libertad de expresión será controlada tanto por el Estado como por las grandes corporaciones tecnológicas. Taibbi sostiene que esta tendencia es peligrosa, ya que limita las libertades individuales y concentra el poder en manos de unos pocos. La democratización de internet es una tarea urgente para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a una libertad de expresión plena y protegida.

Compartido con SURCOS por Rodolfo Ulloa Bonilla.

Fuente:
Matt Taibbi
Periodista
Le Monde Diplomatique en español, edición de octubre 2024.
https://mondiplo.com/la-urgente-democratizacion-de-internet 

La paradójica popularidad de Rodrigo Chaves: ¿Perdió la mitad de Costa Rica su olfato político? (Parte I)

Henry Mora Jiménez

En un artículo anterior (La peligrosa trampa de los liderazgos mesiánicos y autocráticos) concluíamos que los liderazgos autocráticos sirven de incubadora para los regímenes autoritarios. También sugeríamos, entre otras, cinco medidas urgentes para contrarrestar este indeseable escenario: i) revertir la creciente desigualdad económica y social, ii) fortalecer las instituciones democráticas, iii) ampliar y fortalecer la libertad de expresión, iv) conformar una ciudadanía crítica y participativa, v) forjar procesos sociales y políticos de unidad en la diversidad (incluso al nivel electoral). Ahora queremos matizar estos puntos y agregar otros.

¿Existe una vacuna contra la consolidación del chavismo?

Por “consolidación del chavismo” me refiero a un triunfo electoral en 2026 de algún partido o alianza afín a Chaves y, en el peor escenario, con 25 – 30 diputaciones, como él y Pilar Cisneros sueñan. Esta posibilidad no es improbable, pero lo cierto es que (por suerte), Chaves no cuenta con un delfín que lo equipare en popularidad (Cisneros no puede ser candidata presidencial, ya que no es costarricense de nacimiento).

Sin embargo, las últimas encuestas de opinión muestran una fisura en la fidelidad a Chaves: si bien su popularidad personal se mantiene alta; crecen, hasta ser mayoría, las voces de incredulidad sobre la capacidad del actual gobierno de resolver aunque sea uno de los grandes problemas del país (inseguridad, narcotráfico, deterioro de la educación pública, corrupción, listas de espera en la Caja, precarización laboral, etc.).  

En una encuesta anterior, el CIEP de la UCR proponía la hipótesis de que la popularidad de Chaves se basa en un apoyo personalista a su figura, no a un partido ni a un movimiento de masas (¿tiene partido?). Esta idea merece ser analizada.

En efecto, Chaves es el típico outsider que con más retórica que propuestas se hace con la presidencia de un país. Lo poderosamente llamativo en el caso costarricense es que su popularidad se mantenga alta después de dos años y medio de un gobierno que no puede presentar ningún logro significativo propio, pero si, muchos frentes de conflicto que ya deberían haber mermado considerablemente su popularidad entre la población.

Se han propuesto distintas explicaciones para este fenómeno: i) a mucha gente le agrada su estilo confrontativo y su pachuquismo, ii) a otros ha logrado convencer de que la oposición, la Contraloría y la Sala IV no lo dejan gobernar, iii) su figura se agranda porque no hay líderes alternativos a la vista que lo contrarresten, iv) el resentimiento con los políticos tradicionales es mucho, v) la gente no se informa o es ignorante, vi) la prensa que lo critica no convence porque representa los intereses de los poderosos, vii) es un hábil político populista, viii) al contar con una fracción legislativa de sólo ocho diputaciones sus proyectos no logran avanzar, etc., etc.

Hay en efecto casos extremos:

  • El joven estudiante que pierde su beca y sigue apoyando a Chaves.
  • El padre de familia que deja de recibir apoyo para la educación de sus hijos (comedores escolares, transporte estudiantil), pero sigue apoyando a Chaves.
  • La madre que espera meses o años por una cita con un especialista y sigue apoyando a Chaves.
  • El vecino que presencia un asesinato múltiple del narcotráfico y sigue apoyando a Chaves.
  • El profesional que reconoce la ausencia de logros del gobierno pero sigue apoyando a Chaves.
  • El trabajador independiente que espera una reducción en sus impuesto, que el gobierno veta, y sigue apoyando a Chaves.
  • El trabajador empobrecido a quien su salario apenas le permite sobrevivir pero sigue apoyando a Chaves.
  • El pequeño agricultor que como nunca se siente amenazado, pero sigue apoyando a Chaves.
  • El maestro o profesor que reconoce la deriva retrógrada de la educación pública pero sigue apoyando a Chaves.

Todo un caso para analizar, sin duda.

Frustración más resentimiento

Al inicio mencionamos cinco áreas en las que se debe trabajar con urgencia para vacunarnos contra líderes autoritarios. Todo un coctel de medidas, la mayoría de las cuales no pueden tener efectos inmediatos; pero falta un ingrediente de enorme importancia. Me explico…

Desde la irrupción del PAC en las elecciones del 2002 quedó claro que la frustración crecía entre las y los costarricense, y que se anhelaba un cambio profundo. Dibujemos esta frustración tal como la perciben muchos compatriotas: i) desilusión tras desilusión con los últimos cinco gobiernos (por lo menos), ii) pérdida de toda esperanza con los políticos tradicionales, iii) incrédulos de que la democracia funcione para todos, iv) desinfladas expectativas de un cambio verdadero, v) insatisfacción con el partido por el que votaron 15, 20 o 40 años, vi) cansados de tanto cálculo electorero en las decisiones políticas, vii) horrorizados de tantos casos de corrupción.

Entonces aparece Chaves como alguien diferente (eso aparentaba), por el que valía la pena apostar, aunque fuese un perfecto desconocido. Y como no es improbable que muchas de las personas que lo apoyaron en la pasada elección hayan recibido en el pasado alguna negativa, algún maltrato, alguna injusticia, algún desprecio en cualesquiera de las instituciones públicas, a la frustración se agregó el resentimiento.

Y poco importó que su salida del Banco Mundial se diera en medio de fuertes acusaciones de acoso sexual, o su breve paso, con más pena que gloria por el Ministerio de Hacienda, o sus treinta años fuera del país. Caló más su “verbo aguerrido”, su estilo retador y su faceta de tecnócrata con experiencia internacional. Mucha gente apostó por Chaves, una apuesta arriesgada, quizás precipitada, pero, “no había de otra”. Así logró arrasar en la segunda ronda en 2022.

Por eso, quienes vemos en Chaves un grave peligro para la democracia y el Estado social, lo primero que debemos tener es humildad. Humildad para reconocer que quienes hemos tenido algún puesto de responsabilidad en los últimos gobiernos no hemos sabido responder a las esperanzas surgidas. Humildad para reconocer que los innegables logros del Estado Social no cubren a todos o no en la misma medida. Humildad para admitir que nos ha faltado solidaridad frente a los menos favorecidos. Humildad para aceptar que nos faltó decisión para actuar contra la corrupción y los odiosos privilegios. Y Chaves y su legión de troles han sabido aprovechar toda esa frustración, aunque ciertamente, la pandemia por la Covid-19 agravó la situación de desesperanza para muchos, muchísimos costarricenses. Desde luego, también ha sabido manipular a una población en que en mayoría participa en redes sociales no para informarse, sino para entretenerse y, muy propio del ser humano, chismorrear.

Pero después de dos años y medio de un gobierno con escasos logros y muchos frentes de conflicto abiertos, ¿cómo explicar que su popularidad se mantenga superior al 50 por ciento?

Más allá de la frustración y el resentimiento, pareciera que entre un tercio y la mitad de la población enfrenta el síndrome que los neurocientíficos y psicólogos llaman “disonancia cognitiva”, pero en este caso, esta se manifiesta de forma colectiva. ¿En qué consiste? Bueno, todos aborrecemos no tener la razón y a todos nos cuesta muchísimo reconocer que estamos equivocados. Cuando caemos en esta condición, no hay información ni dato que nos haga cambiar de opinión, ya que es nuestra cosmovisión la que se siente amenazada, e inventamos todo tipo de “explicaciones” para autoengañarnos. Repasemos algunas muy usuales: i) no lo dejan gobernar, ii) el estado en el que encontró el país no se corrige en pocos años, iii) lo prioritario ahora es el equilibrio fiscal, iv) la prensa mal informa, v) el Fiscal persigue al gobierno, vi) la burocracia estatal es incompetente, vii) necesitamos un “hombre fuerte”, viii) no obtuvo los diputados que requería, ix) hay que dar tiempo a sus promesas, etc., etc. Mientras tanto, su estrategia de “polarizar” y su estilo de liderazgo hacen lo propio.

Y después de tantas desilusiones no es para nada extraño que este síndrome adquiera proporciones de masas.

Muchas veces tuvimos esperanza, pero la decepción fue mayúscula. A Chaves se le está dando el “derecho a la duda” por demasiado tiempo, y él sabe manipular muy bien esta circunstancia.

Pero entonces, ¿qué podemos hacer? Este artículo ya se ha extendido demasiado, así que abordaremos esta pregunta en un texto posterior.

Cambio demográfico y pensiones

Jorge Herrera.

Jorge Herrera Fernández
Pensionado IVM

Según se nos informa, la “mesa de trabajo” facilitada por SUPEN para “fortalecer” las pensiones, ha analizado y encontrado que “los cambios demográficos presionarán las pensiones”. Sorprende que tales hallazgos se anuncien como si los cambios en las proporciones de grupos etarios en la población ocurrieran de hoy para mañana y resultaran imprevisibles.

Es importante que los cotizantes y beneficiarios de los regímenes de pensiones valoremos correctamente lo que está sucediendo. Para ello es necesario que tengamos presente una historia en la cual se anunció el cambio demográfico y se advertían sus consecuencias. Como en no pocas circunstancias del acontecer institucional y social, se trata de “crónica de una muerte anunciada”. Veamos

El Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010

Este documento, en su página 45, nos refería “una transición demográfica de grandes consecuencias”.

“En efecto, la disminución de la mortalidad infantil y el incremento de la expectativa de vida de los costarricenses, a los que se suma la disminución de las tasas de fertilidad de la población, han levado a una transición demográfica de grandes consecuencias: en el futuro la población del país será más vieja y la relación de trabajadores activos personas dependientes disminuirá. Estos dos cambios tienen impactos sobre el patrón epidemiológico del país y sobre las finanzas de la seguridad social (es decir, tanto del Seguro de Salud como como del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte).”

El estudio de Luis Rosero y Pamela Jiménez

Mediante un acuerdo entre la Contraloría y la Universidad de Costa Rica los mencionados profesionales elaboraron el estudio “Retos y oportunidades del cambio demográfico para la política fiscal” (publicado en 2011). Algunos señalamientos puntuales de dicho estudio:

“Esta publicación presenta los resultados de un estudio efectuado en el Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica por iniciativa de la Contraloría General de la República (CGR) y según Carta de Entendimiento suscrita en enero de 2011 por Rocío Aguilar Montoya, Contralora General de la República, Libia Herrera Uribe, Rectora a.i. de la Universidad de Costa Rica y Roberto Guillén Pacheco, Delegado Ejecutivo de FUNDEVI.”

[…]

“Lo que viene en Costa Rica hacia adelante es más bien un anti-bono demográfico o un bono negativo, particularmente en el ámbito de las finanzas públicas y, dentro de ellas, en los sectores de la salud y las pensiones, especialmente en las pensiones.”

[…]

“El bono fiscal negativo informa que la base demográfica de contribuyentes crecerá a menor velocidad que la base demográfica de prestaciones demandadas a partir del 2013. Por ejemplo, lo que se espera recaudar alrededor del 2020 en contribuciones a los regímenes de pensiones crecerá cada año 3% más despacio que las obligaciones a pagar.”

Con la siguiente imagen, este estudio de Rosero y Jiménez mostraba gráficamente los significativos cambios que vendrían en la estructura de edades de la población costarricense:

La Memoria Anual de la Contraloría 2010

Con los resultados del estudio ya referido, la Contraloría en su Memoria Anual 2010 hacía lo propio advirtiendo las consecuencias y llamando a las entidades públicas para que tomaran las previsiones pertinentes:

“Desde una óptica fiscal y para la gestión pública como un todo, el cambio demográfico es una variable que debe analizarse principalmente desde una perspectiva de mediano y largo plazo. Las distintas instituciones del sector público -cuya actividad se vea directamente afectada por el cambio demográfico- deben reconocer y canalizar estos fenómenos a través de sus procesos de planificación y presupuestación, impactando directamente la calidad, eficacia y eficiencia del gasto público y en la prestación de sus bienes y servicios.”

[…]

Es decir, a partir del año 2014, el crecimiento en la recaudación tributaria (incluyendo las contribuciones sociales), inducido por la dinámica demográfica del país, será a una menor velocidad que el crecimiento en las transferencias públicas, inducido también por la dinámica demográfica. Vale decir que se reduce la base de contribuyentes potenciales (por la menor participación relativa de las personas jóvenes dentro de la población total) respecto a los receptores de transferencias públicas en su mayoría personas adultas mayores, cuya participación dentro de la población total está aumentando.(Contraloría General de la República, Memoria Anual 2010, página 13).

La Caja, el “cambio demográfico” y sus implicaciones

El documento “La sostenibilidad financiera en el Seguro de Salud” del año 2009 muestra que las autoridades de la institución consideraban el cambio demográfico como un factor exógeno que afectaba los ingresos de los seguros sociales. Aunque en el documento que se muestra refieren al seguro de salud, los efectos no podían ser ignorados para la gestión del Seguro de Pensiones IVM.

Los informes de la Organización Panamericana de la Salud en 2011

La Comisión Especial Legislativa que estudiaba la situación de la Caja, Expediente 18.201 recibió en audiencia a funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el 21 de octubre 2011. El acta de la sesión de ese día indica:

Señor Federico Hernández Pimentel, representante de OPS

[…]

“Hay una consideración que nosotros queremos traer a cuenta, señoras diputadas y señores diputados, es el proceso por el cual este país ha atravesado. Los cambios demográficos, recientes, implican que el costo de los servicios que el tipo de atención, que el tipo de profesional, que las competencias, que las capacidades y el desempeño sea diferente, en términos de demanda, en términos de oferta y en términos de costo. No es lo mismo atender una población joven que atender una población envejeciendo.

En resumen, las presiones del cambio demográfico sobre el sistema de pensiones no son una novedad, fueron advertidas hace muchos años. Antes que aceptar sin más las versiones actuales, es imprescindible considerar que si las entidades públicas responsables hubieran actuado oportuna y responsablemente, hoy las condiciones no serían tan críticas. La desidia, la negligencia y las acostumbradas “pataditas a la bola” cobrarán costosas facturas con drásticos ajustes en las pensiones y un mayor costo social y económico. Los responsables deberían rendir cuentas y los afectados exigirlas. Valga la frase de Joseph Stiglitz: “Quienes más sufren en una crisis son quienes no jugaron ningún rol en crearla”.

10 de octubre: Día Mundial de la Salud Mental – Armonía

Dr. Ignacio Salom Echeverría
Médico Internista e Inmunólogo
Invitado de ACANAMED
misalome51@gmail.com

El ser humano, y en este caso me refiero al Homo sapiens, ya que todos los homínidos son humanos, vive un proceso permanente que se debate entre el sufrimiento y la paz. Hay una especie de tensión entre ambos estados o condiciones mentales que, dependiendo de condiciones internas del cerebro y el medio externo, se ubica entre un estado de alegría exorbitante y el más profundo dolor psíquico. Entre ambos estados hay un abanico de matices; se calcula que existen unas ciento ochenta variantes emocionales. Reacciones en ambos grupos de condiciones mentales son a veces necesarias, por ejemplo, algún grado de estrés con el que se aborden los deberes cotidianos.

Este cerebro, puede tener entre 200.000 o 300.000 años de evolución, si lo contamos a partir del origen del sapiens, o más de 4 millones de años si consideramos los primeros homínidos que se bajaron de los árboles a la sabana en el este de África y, 65 millones de años si hacemos el jalón desde la desaparición de los dinosaurios, que dio espacio a la generación de especies más pequeñas, de donde a brincos y saltos genéticos, provenimos nosotros.

Todos los seres animales de la naturaleza están atrapados en sus necesidades alimenticias y de abrigo, así como ponerse a salvo y no convertirse en el desayuno de cualquier carnívoro. Una lucha por la sobrevivencia, que demanda no ser presa de la entropía. Nosotros, los seres humanos modernos, desde esa perspectiva somos predadores. Necesitamos del impulso vital desde el eje neuro-adrenal, para producir las hormonas que nos permitan buscar el alimento y aquellos neurotransmisores que, desde nuestro cerebro, nos confieran la saciedad, la serenidad y el gozo.

Claro que no nos hemos quedado ahí, desde épocas muy remotas, empezamos a sembrar las semillas de la moral, la ética, las religiones, las leyes, los ejércitos, las sociedades, la educación que han venido a veces a paliar, a veces a complicar las relaciones humanas y de estas con la naturaleza.

La interrelación entre los conflictos internos del sujeto y de este con su entorno, construyen circuitos neurales que nos deparan, por ejemplo, ansiedad, culpa, enojo, envidia, angustia, tristeza, sufrimiento, estrés, y condiciones más severas de alteración de la salud mental como la Esquizofrenia, Enfermedad Bipolar, Anorexia, Depresión, Autismo, Déficit atencional y muchos otros diagnósticos, más del resorte de los profesionales en el campo de la psiquiatra y la psicología. Algunas de estas patologías tienen un componente genético.

Muchos son los detonantes que contribuyen a generar trastornos de la armonía de nuestro ambiente físico y mental y de este con el entorno. Algunos provienen de nuestro fuero interno, otros se gestan desde el entorno social. La pobreza, el desequilibrio familiar, la violencia intrafamiliar, los abusos sexuales, la drogadicción y el alcoholismo, los conflictos sociales como las guerras, por citar sólo algunos. La atención de algunos de estos condicionantes pertenece al orden político, social y económico; las más severas son detectadas y tratadas por los profesionales, psiquiatras, psicólogos, enfermeras y trabajadoras sociales; otras menos patológicas, requieran del empoderamiento de las personas, para que con su aporte logren estados prolongados de paz, armonía, serenidad y gozo interior.

El ejercicio, la buena alimentación, los encuentros familiares, las amistades, la buena lectura, la creación de ambientes saludables, el contacto con la naturaleza, el apoyo a los menos favorecidos, el baile, la música, la autoestima, entre otras dinámicas, se confabulan para generar estados emocionales, estados de ánimo y personalidades, más proclives a la salud y al bienestar físico y mental.

No se puede quedar en el tintero, el trabajo que cada individuo puede realizar, aprovechando la neuro-plasticidad del cerebro, para realizar ejercicios mentales orientados a desarrollar habilidades y destrezas mentales, que contribuyan a crear y disfrutar estados de serenidad prolongados por algunos minutos diarios, obtenidos a partir de la concentración enfocada en un sólo objeto, del silencio mental y la paz interior. Este proceso implica una remodelación de las interacciones neuronales y sus neurotransmisores, en función de controlar la intensidad y la duración de emociones destructivas, así como lograr para el practicante consumado, menos exabruptos de enojo, intolerancia, miedo, ansiedad o culpa, con repercusión en estados mentales y físicos más saludables y amorosos.

La abogada Rixi Moncada en Honduras

Marlin Óscar Ávila.

Por Marlin Oscar Ávila
8 de octubre de 2024

La abogada Rixi Moncada es la principal pretendiente para la presidencia del Poder Ejecutivo de Honduras en las próximas elecciones internas, en marzo y el 30 de noviembre, del 2025 en las elecciones generales nacionales. Así mismo se elegirán 128 diputados, e igual número de suplentes, para el Congreso Nacional, además de 20 propietarios y 20 suplentes para el Parlamento Centroamericano; 298 alcaldes y vicealcaldes y 2092 regidores. Hasta ahora, ella va punteando las encuestas para sustituir a la presienta Xiomara Castro, ambas del partido político de Libertad y Refundación Libre.

Las mujeres están tomando impulso en las actividades de tipo partidario, animadas por la primera presidenta de México, la doctora Claudia Sheinbaum. Esperemos que hagan un mejor papel que los hombres, pues hay muy poco que demostrar como buenos gobernantes en los últimos 200 años, en favor de las grandes mayorías.

Hemos visto a la presidenta de Honduras entrevistándose con Sheinbaum, dos mujeres con diferente historial político, por lo que deseamos que Xiomara Castro mantenga ese vínculo de amistad e intercambio.

Es claro que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum estará aplicando una gestión para el bienestar social de las mayorías que se incluye en la cuarta transformación, iniciada por Andrés Manuel López Obrador, el mejor presidente para muchos analistas con la reducción de la pobreza y muy alejada del modelo neoliberal. A Honduras le vendrá muy bien una gestión con los mismos principios, lo mismo que a los demás países de la región centroamericana, aunque en Costa Rica, será muy difícil con el presidente Rodrigo Chaves, hecho a la medida del Banco Mundial quién desde su llegada al país, comenzó a privatizar todo lo público, su receta aprendida con transfusiones sanguíneas en los solones de lujo del BM.

El partido gobernante en Honduras es LIBRE, quien se supone favorece las políticas del bienestar de las mayorías y la reducción de la pobreza, con lo que no estaría para favorecer a las grandes empresas. Es decir, que Rixi Moncada debe contar con el respaldo de las mayorías de trabajadores asalariados pobres, que llega a superar el 51%, aunque es el 59% de la población la que vive bajo la línea de la pobreza y de esa el 32% pertenece a la pobreza extrema.

Cualquiera que gobierne en los próximos años, si aplica los principios del neoliberalismo, al que se opone el gobierno mexicano, no hará otra cosa que hacer crecer la pobreza extrema y engordar a los grandes empresarios extranjeros y nacionales y Rixi lo sabe muy bien.

Las instituciones importan…Pero, ¿realmente importan…? (II y final)

Caryl Alonso Jiménez

¿Qué gobierno es el mejor, el de las leyes o el de los hombres…?

Caryl Alonso Jiménez

En uno de los libros donde el posicionamiento de la democracia es el sello distintivo y postura ejemplar, es la que asume Norberto Bobbio (1909-2004), en aquel legado testimonial que no deja espacio a la duda en su libro, “El futuro de la democracia” (1987), que afirma, “Si para concluir el análisis se me pide quitarme la vestimenta de estudioso, y ponerme la del hombre comprometido con la vida política de su tiempo, no tengo ningún empacho en decir que prefiero el gobierno de las leyes y no el de los hombres” (p. 136).

Y justamente, las instituciones son la expresión en la que se traduce el lenguaje de la respuesta democrática. Es el lugar donde la función institucional solo se explica por la defensa concreta de todo aquello que construya la verdadera realización de la sociedad en canales de ascenso social (Gutiérrez, 2014), pero lo contrario, es la negación del ciudadano como razón de la democracia…ese es el tema: el ciudadano y el bienestar.

El debate de las instituciones puede parecer denso por la complejidad de las redes del poder que se ejercen desde todos los ángulos, (discrecionalidades) que a veces es derrota y agotamiento en sociedades que siguen a la espera de servicios públicos reales.

Es verdad, ya están emergiendo generaciones de mujeres y hombres ejemplares, comprometidos con claridad de transformación en las instituciones de la región, a quienes seguramente habrá que acompañar….

Esos serán los temas en el curso PhD, “Teorías de Gobierno, gestión pública y gobernanza” gracias a la gentil invitación del Doctor Jean Paul Vargas, hombre comprometido con su tiempo, la región y dilecto amigo, Director del Doctorado Gestión Pública y Ciencias Empresariales, del Programa de Doctorado, del Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP), que tendré el honor de impartir a funcionarios y profesionales latinoamericanos.

Es indudable, a principios de este siglo el Doctor Manrique de la Peña, Profesor del Tecnológico de Monterrey dijo, “Para un barco sin rumbo, cualquier viento es bueno…”, En referencia a una reflexión sobre lo que sería el Siglo XXI, y, ¡Qué razón 22 años después tenía…!

Por cierto, fue una de las primeras experiencias virtuales en Guatemala, promovida por el Decano, Hugo Beteta, de la Facultad de Economía, de la Universidad Rafael Landívar de aquel entonces, del que fui invitado facilitar. Era una trasmisión que venía vía el Instituto del Banco Mundial, dirigido por Arturo Vergara, conectado vía satelital con México. Hugo Beteta hoy es el Embajador de Guatemala en Washington.

La democracia define el marco de la organización republicana, (independencia de los tres poderes Estatales). El gobierno, en teoría, ejerce su función apegada al marco Constitucional, y las instituciones públicas son, justamente el orden legal que, bajo competencias delegadas, cumple funciones en favor del ciudadano hacia el bienestar.

En esto no hay discusión y estoy convencido de que los demócratas con pensamiento republicano, aspiramos a que las imperfecciones del modelo se ajusten a procesos de mayor capacidad de respuesta: educación, salud, empleo, infraestructura, seguridad ciudadana, defensa de las fronteras, justicia, propiedad privada y activación socioeconómica nacional e internacional. ¿En dónde no se entiende…?

Sin embargo, los grandes coloquios sociales, nacionales e internacionales, se embarcan en emblemáticos encuentros para analizar el espíritu y las grandes doctrinas que mueven los marcos democráticos. Extraño, ¿Antinomias o dudas Constitucionales…?

El Estado son todos aquellos principios abstractos y concretos que con precisión legal y normativa mueven la armonía colectiva (el orden economico, social y político), que tiene su particular reparto histórico. De eso justamente hablaremos: de las responsabilidades Estatales (todos), de las funciones institucionales (los que gobiernan) y el compromiso cívico (participación, organización ciudadana, auditoria social y derechos).

Se repasará la importancia de políticas, rol del partido, los agentes económicos y actores sociales en la construcción del Proyecto de Nación, que a veces no es la nación del Estado. Sin tentativas emocionales se abordará la importancia de la estrategia de Estado, la generación de pensamiento y la expectativa futura, con índices y mediciones.

Los programas de gobierno pueden incidir en la gestión de la institucionalidad pública, articulando redes de coordinación nacional y territorial para impactar el desarrollo. Pero no ocurre, si apuntaran a factores causales, seguro construirán certeza y confianza…

“El problema son los procedimientos que no se cumplen…”, dijo un alto funcionario del control gubernamental recientemente… Entonces, Como pedía Bobbio, ¿gobierno de leyes o de hombres…? Hoy es el momento de hacer efectivo el gobierno de leyes…

Las autoridades políticas de Costa Rica. Con algunas tenemos una deuda de reconocimiento

Vladimir de la Cruz

Generalmente, acudimos a señalar como autoridades políticas, refiriéndonos a los gobernantes que ha tenido Costa Rica, a los Jefes de Estado y a los Presidentes de la República. Existe la Galería de ellos en la Asamblea Legislativa como el máximo tributo de reconocimiento a ellos. Sus cuadros han sido pintados por grandes artistas, nacionales y extranjeros, entre ellos Toribio Jerez, Aleardo Villa, Tomás Povedano, Enrique Echandi, Lucio Ranucci, Fernando Calvo, Lorenzo Fortino, Aquiles Bigot Marie, Nicolás Jaury, José Claro Azcarreta, Juan Andrés Bonilla Mata, Gonzalo Morales Alvarado, Fabio Fournier, Dinorah Bolandi Fernández.

¿Pero realmente fueron solo ellos? ¿La Historia de Costa Rica se remontan solo a este período histórico, a partir del surgimiento del Estado de Costa Rica, como parte integrante de las Provincias Unidas de Centroamérica y de la República Federal de Centroamérica, como finalmente se constituyó?

Mi Maestro, el gran historiador Rafael Obregón Loría, nos enseñó que también había que considerar a las “Autoridades coloniales Superiores de Costa Rica”, quien publicó un libro mimeografiado, como se estilaba en esos días, sobre esas autoridades, en el cual hizo breves semblanzas de las autoridades y gobernadores coloniales, sobre la base de lo que había publicado el historiador Ricardo Fernández Peralta, que incluyó autoridades que ejercieron el cargo interinamente. Su publicación fue de modo cronológico de esas autoridades, como correspondía hacerlo. De ellas están incluso sus firmas que también se han publicado. También el historiador León Fernández Bonilla amplió la lista, con minuciosa investigación en los Archivos Históricos de Guatemala y de España.

Así, conocemos la lista de quienes estuvieron a cargo de la dirección político-administrativa de Costa Rida, cuando éramos dependencia española, dentro del Virreinato de Nueva España, el de México, y como parte de la Capitanía General de Guatemala, el Reino de Guatemala, un reino que no tuvo reyes gobernantes, y las Diputaciones provinciales surgidas al amparo de la Constitución de Cádiz, de 1812, que funcionaron hasta 1814 por la suspensión de la Constitución hasta 1820. Unos meses después sobrevino la Independencia, de todas las provincias centroamericanas y pertenecientes a la Capitanía, desde finales de agosto de 1821, con la Independencia de las regiones de Chiapas, que pertenecían a la Capitanía General de Guatemala, hasta la de Costa Rica el 29 de octubre de 1821, pronunciándose la Independencia de México el 27 de setiembre de 1821, fecha en que finalmente se acabó el Virreinato de Nueva España o de México.

Como parte de esa estructura de autoridades coloniales se pueden señalar las siguientes, que empezaban con la de los Reyes de España, como autoridad suprema de España y sus colonias en ultramar. El ejercicio de su poder el Rey lo hizo por medio de autoridades que se concentraban en la Casa de Contratación de Sevilla y el Consejo de Indias, la Junta de Indias, Superintendencia de Indias, el Consejo Real y Supremo de las Indias, los Adelantados, los Virreyes, los Capitanes Generales, los Intendentes, los gobernadores, los Alcaldes Mayores o Corregidores, las Reales Audiencia, los Cabildos y otras formas institucionales de manifestarse. La Capitanía General de Guatemala, en un momento llego a tener cuatro Intendencias, una Gobernación, la de Costa Rida, ocho Alcaldías Mayores y dos Corregimientos.

Los virreyes fueron las autoridades superiores en los territorios de la américa hispana, o del Nuevo Mundo, como empezó a conocerse el continente.

El Historiador Rafael Obregón Loría estableció que la Primera autoridad española en Costa Rica fue Cristóbal Colón, señalando de seguido a él a los Reyes españoles.

Luego siguieron las Audiencias, a las que perteneció Costa Rica, como la de Santo Domingo, la de Panamá, la de Los Confines, la de Guatemala. A partir de allí la lista de Gobernadores e Capitanes Generales de Guatemala, las autoridades de Veragua y de Nicaragua que ejercieron autoridad sobre Cota Rica, y la lista de Gobernadores, Capitanes Generales, Alcaldes Mayores y otras autoridades de la Provincia de Costa Rica.

Con la Declaración de Independencia, el 29 de octubre de 1821, iniciamos el período de reconstrucción democrática republicana, estableciendo hasta el 8 de setiembre de 1823, un período de breves gobiernos, de carácter colegiado mediante órganos de gobierno que se llamaron o reconocieron como Junta de Legados de los Pueblos, Junta Interina, Junta Electoral, Primera, Segunda y Tercera Junta Superior Gubernativa, y, entre ellas, la Diputación Provincial o Triunvirato, Comandantes Generales y Congreso Constituyente, para llegar al establecimiento del Estado de Costa Rica, a partir del cual se reconocen los Jefes de Estado y luego los Presidentes de la República.

Como Estado de Costa Rica fuimos parte integrante de la República Federal de Centroamérica. La República se constituyó siguiendo el modelo moderno de las Repúblicas que estaban surgiendo después de la Independencia de los Estados Unidos y de la Revolución Francesa. Mucho se ha insistido que la República Federal siguió el modelo norteamericano. A la par estaba el modelo que iniciaba México a partir de su Independencia, también de características republicanas, aun contemplando la idea de Imperio que trató Agustín de Iturbide, que motivó las adherencias al mismo por las declaraciones de Independencia de las Provincias Centroamericanas.

La Galería oficial de Jefes de Estado y Presidentes de la República, a partir de la Independencia, que existe en la Asamblea Legislativa, no contempla, ni siquiera una placa, que destaque con su nombre a las primeras autoridades de las Juntas de Gobierno del período 1821-1823. Si no se quisiera poner la lista de todos sus integrantes, al menos las de quienes presidieron esas Juntas, que fueron el Pbro. Nicolás Carrillo Aguirre, 12 nov. 1 diciembre 1821, el Pbro. Pedro José Alvarado, 1 diciembre 1821-5 enero 1822; Rafael Barroeta Castilla, 5-12 enero 1822; Santiago Bonilla Laya-13 enero- 31 diciembre 1822; José́ María Peralta-13 enero- 31 diciembre 1822; José́ Rafael Gallegos-(4)-13 enero- 31 diciembre 1822; José́ Santos Lombardo-1 enero-14 marzo 1823, Rafael Francisco Osejo-14-29 marzo 1823; Joaquín de Oreamuno y -29 marzo-5 abril 1823; Gregorio José́ Ramírez-2-16 abril 1823; José́ María Peralta-16 abril-6 mayo 1823; Manuel Alvarado H. Pbro.-16 mayo-8 setiembre 1823.

A partir de aquí se inició la Jefatura de Estado con Juan Mora Fernández, hasta el 8 de marzo de 1833, en tres gobiernos que la ejerció.

Formamos parte de la República Federal de Centroamérica, y tuvimos como autoridades superiores, a los Presidentes de la República Federal, a Manuel José Arce, Francisco Morazán Quesada, quien también fue jefe de Estado de Costa Rica, en 1842, José F. Barrundia y José Cecilio del Valle, siendo Morazán el que más tiempo ejercicio la Presidencia de Centroamérica.

Estamos en deuda con estos gobernantes superiores de Costa Rica en el Salón o Galería de Jefes de Estado y Presidentes de la República. Se debe establecer, al menos, una placa que reconozca a estas Autoridades Superiores gubernativas de Costa Rica, en lo que corresponda, formal o informalmente. Contribuiría su reconocimiento a fortalecer los estudios históricos desde los textos escolares y colegiales fundamentalmente, donde casi no se dice nada de gobernantes y períodos históricos de Costa Rica, los períodos de las Juntas y de la República Federal.

En las tendencias globalistas, y centroamericanistas que existen, es necesario fortalecer el conocimiento histórico que nos permita entender mejor ese proceso, desde sus raíces hasta la actualidad.

Las autoridades del periodo colonial quedan para la historia.

Antes de la presencia europea y española en el continente tuvimos también los reinos indígenas. Los caciques de Costa Rica, en sus diversas comunidades y regiones, también podrían ser reconocidos con otra placa. Son parte de nuestra Historia, son nuestras raíces remotas. También a ellos les debemos ese reconocimiento.

La abolición de la Esclavitud en Centroamérica

Vladimir de la Cruz

(Intervención de Vladimir de la Cruz, el 3 de octubre del 2024, en el marco de la Semana Morista Costarricense, realizada en la Benemérita Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano)

Nos ocupa el tema de la abolición de la Esclavitud en Centroamérica, en el contexto de la Semana Morista. Se ha abordado el tema, esta semana, desde distintas perspectivas, la esclavitud doméstica en el Cartago colonial, las características entre el mestizaje y la esclavitud, mañana sobre el reintento de William Walker del establecimiento de la esclavitud de Centroamérica, cuando en ejercicio del breve período presidencial en Nicaragua, allí la había establecido, y la quería imponer en toda la región.

Haré algunas reflexiones sobre la esclavitud en la región y su abolición.

La esclavitud no es solo el sometimiento de una persona como propiedad respecto a un trabajo que debe realizar para quien lo somete a esa labor. La esclavitud pasa por la posesión de la persona privándola de su condición humana de ser libre para, bajo ese estado de privación, se pueda someter la persona a todo tipo de vejaciones, a ser trasladado de un lugar a otro, sin poder decidir; a ser llevado a otros lugares a realizar tareas o trabajos en condición forzada, ya desarraigado de su territorio original o sometido en ese mismo territorio, a ese tipo de vejámenes, sin ejercicio de libertades y derechos, ni reconocimientos salariales o de pago por el trabajo realizado; “pagado” a la mínima, con el alimento suficiente para mantenerse en el trabajo al que se le somete, con la vestimenta mínima necesaria y sin las condiciones de habitación básicas y elementales, y hasta el extremo de disponer de la vida de la persona sometida a la condición de esclavitud.

Bajo estas condiciones se oprimía, sometía, personas, hombres y mujeres, jóvenes preferiblemente, incluso niños y ancianos, que eran despojados del control de sus propias vidas, sin libertad de poder tomar decisiones por sí mismos, en condición real de cautiverio, donde su vida dependía de quien, ante esa persona en condición de “esclavitud”, se imponía como amo.

Estas personas capturadas en esta condición podían ser transadas, compradas y vendidas como cualquier tipo de mercancía. Podían ser llevadas a cualquier condición de trabajo físico por extremo que fuera.

Las condiciones de la esclavitud surgieron de las mismas guerras de los pueblos, donde al pueblo perdedor se le podía tomar y someter en condición de esclavos; por la expansión territorial de los Estados que iban avasallando regiones y sometiéndolas a la esclavitud, cuando no encontraban otros Estados dominantes sobre esas regiones y personas o pueblos.

La condición de esclavos se heredaba por el nacimiento, de quien tenía esa condición. En el desarrollo de la vida moderno adquirió otras formas. Se llegó a establecer, cuando se establecían pagos, el esclavismo por deudas, o el endeudamiento del trabajo por deudas. Esto era muy usual en el trabajo agrícola de haciendas, hasta la primera mitad del siglo XX, en el sur de México, en El Salvador y Guatemala, de la que existe documentación, donde incluso el peonaje endeudado con su patrono o dueño de la Hacienda, el hacendado, continuaba endeudándose empeñando el trabajo futuro de su hijo mayor, aunque fuera niño, de manera que a la muerte del padre, o antes si fuera necesario, el niño o joven asumía con su trabajo el pago de la deuda de su padre o progenitor, que había adquirido

En las sociedades antiguas existía justificadamente la esclavitud, en lo que no me detendré, manteniéndose como sistema y como modo de vida hasta la propia Edad Media, y el inicio de los tiempos modernos en algunas regiones. Egipto, Grecia, Roma fueron sociedades esclavistas clásicas. En la Biblia se llega a justificar la esclavitud, probablemente por el tiempo histórico en que se desarrolla este documento religioso.

Por las guerras se podían tomar esclavos. Hoy las guerras imponen formas esclavistas más modernas, sutiles, y justificadas bajo los dominios territoriales de quienes ganan en esos conflictos bélicos. La esclavitud fue social y económica, principalmente, al punto de que sociedades la llegaron a regularizar y reglamentar hasta en el procedimiento de la liberación de esclavos.

Las guerras de conquista justificaron la esclavitud. La expansión de los estados medievales se podía hacer hasta el encuentro de otro estado existente, de manera que las tierras, con sus recursos naturales y humanos, que se encontraban en ese proceso de expansión podían ser tomadas y sometidas totalmente, si no pertenecían a esos otros Estados o reinos.

En el negocio y el comercio, de los siglos XV al XVI, de Europa hacia la China y la India, en búsqueda y consolidación de las rutas comerciales, y la necesidad del control que se llevó sobre ellas, con guerras, obligó a España, y luego a Europa, a buscar otras rutas para dirigirse a Oriente.

Así se dieron las rutas marítimas, conociendo en esa época la redondez de La Tierra, y habiéndose desarrollado instrumentos que aplicados a la navegación permitían hacer grandes travesías y cruzar los océanos, como la brújula, el sextante y el astrolabio, que permitían orientarse teniendo en cuenta los astros.

Cristóbal Colón, y los grandes navegantes que le siguieron fueron precursores de estos viajes, con estos instrumentos. Por eso, al llegar a América, lanzado al mar por la ruta occidental por él trazada, pensando que iba a llegar a la India, llamó a las tierras para él “descubiertas, Indias Occidentales”, que eran tierras desconocidas en Europa y no posesionadas por ningún reino europeo de aquellos años. El desarrollo temprano del capitalismo en esos años se caracterizaba pen el poderío de los Estados, por sus riqueza metálicas, en oro y plata, y por la posesión de tierras, lo que empezó a impulsar los sistemas colonialistas.

Así, en las prácticas políticas existentes en aquellos años, las tierras que no eran dominadas por otros reinos europeos podían ser adquiridas, mediante el sometimiento de ellas, por la conquista de las mismas.

En esta época, en que el poderío de las naciones se medía por las riquezas metálicas que se poseyeran o por la cantidad de tierras que se tuvieren, un rey español, Felipe II, llegó a afirmar que en sus tierras, en sus confines, los lugares más remotos del mundo, nunca se ocultaba el sol, porque eran muy amplios y extensos

Así se inició la presencia española, que es la que nos interesa hoy, en América. Los españoles encontraron un continente ampliamente poblado. Se estima, en las tesis que sostienen la mayor población del continente, que pudo haber tenido entre 90 y 100 millones de habitantes a la llegada de los europeos. La población de Centroamérica se calcula entre 5 y 7 millones máximo y la de Costa Rica entre medio millón y un millón de habitantes. En 1800, en nuestro caso teníamos alrededor de 30.000; en los días de las Cortes de Cádiz se tuvo que unir la población de Costa Rica y Nicaragua para elegir los diputados. En los días de la lucha contra los filibusteros norteamericanos, en 1856-1857, rondábamos los 100.000 habitantes y en el censo de 1890 se dice que había 340.000 personas en Costa Rica. El proceso histórico, como lo conocemos hoy, es decrecimiento poblacional. En aquellos años de la presencia europea en el continente, lejos de hacer crecer la población existente, se produjo una catástrofe demográfica, resultado de una serie de factores, la guerra de conquista y la resistencia a la misma, las pestes y enfermedades que trajeron los españoles y europeos, el desplazamiento forzado de indígenas que se hacía a las minas de Sur América, la inhibición de las mujeres a quedar embarazadas o la interrupción de embarazos que realizaban por los vejámenes sufridos, y otras razones similares, que resultaba del modelo de violencia impuesto por España y los europeos.

España, así inició con su llegada un modelo de violencia de sometimiento de todas las tierras, con sus riquezas naturales y seres humanos, que se caracterizó por la apropiación que hicieron de los territorios, por la expropiación forzada que hicieron de esas tierras, por la apropiación que hicieron del trabajo de los indígenas y aborígenes, que dejaron de trabajar para ellos, para empezar a trabajar para otros, para los conquistadores y colonizadores, por la imposición de autoridades que hicieron los españoles y europeos resultante de su poder, acabando con las autoridades aborígenes, imponiendo su legislación que les justificaba lo que hacían y obligaba a los sometidos a acatar esa dominación, imponiendo sus valores religiosos, como una justificación moral de la conquista y el sometimiento, ofreciendo con ella la salvación a la vida eterna a condición de la aceptación de la dominación impuesta, una forma de esclavitud.

La llegada de los españoles y europeos produjo el recorrido del territorio americano descubriendo su magnitud, lo que los llevó a dividirlo en regiones para su mejor sometimiento y control. Así surgieron los Virreinatos, como el virreinato de Nueva España o de México, el primero de ellos en establecerse.

A medida que penetraban los territorios virreinales, empezaron a fragmentarlos, para su mejor dominio de tierras, riquezas naturales y de la población. Así desarrollaron las diferentes divisiones territoriales al interior de los virreinatos, capitanías generales, intendencias, gobernaciones, alcaldías mayores o corregimientos, las reales audiencias, cabildos y otras formas institucionales de manifestarse esta división territorial y de imposición de autoridades sobre esos territorios. La Capitanía General de Guatemala, en un momento llegó a tener cuatro Intendencias, una Gobernación, la de Costa Rica, ocho Alcaldías Mayores y dos Corregimientos.

De esa manera también reprodujeron sus mecanismos de poder y autoridades a cargo.

La dominación española sometió bajo opresión a las comunidades indígenas, a los habitantes, haciéndoles carecer de derechos y libertades fundamentales. Empezó, tempranamente en el reino español a distinguirse entre vasallos, siervos y esclavos. Los reyes preferían el sistema del vasallaje y la servidumbre, por la forma de súbditos, que el de la esclavitud, como se expresó en leyes que fueron dictando.

La guerra de resistencia a la dominación y las pestes ocasionadas con la presencia española provocaron una catástrofe demográfica en todo el continente. Esto obligó a España a traer mano de obra esclava africana, más fresca para los trabajos en América, en condición de esclavos. Así se empezaron introducir esclavos africanos en el continente. La esclavitud impuesta en América por los españoles encontró eco en algunas regiones donde las comunidades indígenas practicaban la esclavitud, entre ellos los arahuacos, caribes, waraos. Se dio lo que se ha llamado la esclavitud mexica, donde los esclavos podían ser vendidos sin su consentimiento, exceptuando los llamados incorregibles, que los obligaban a portar un collar de madera colgado con anillas en la espalda, o los que podían caer en condición de esclavitud por sentencia, como pago de un delito, los que debían deudas, los que se vendían a sí mismos como esclavos hasta pagarle a su comprador lo que había pagado por su venta.

La Esclavitud en el Virreinato de Nueva España se caracterizó por la importación de esclavos de África, por considerarlos más aptos para los climas del continente. En Costa Rica fueron introducidos en 1650, en condición de esclavos, hasta 1780, cuando se impuso en la región de Matina la esclavitud para quienes traídos de África trabajaban en la explotación del cacao. Españoles establecidos en Cartago, desde donde administraban esas plantaciones, trajeron esclavos a Cartago a sus servicios domésticos.

Las Leyes de Burgos, en 1512 prohibieron la esclavitud de los indígenas, leyes que usualmente no las acataban los españoles.

Desde 1517 el Rey Carlos V estableció la autorización para que sus súbditos en América pudieran usar esclavos, lo que dio origen al negocio de esclavos hacia el continente. Desde la llegada misma de los españoles al continente ya traían esclavos con ellos.

La condición de esclavitud que se fue imponiendo sobre las comunidades indígenas, en ocasiones los frailes dominicos las señalaron y denunciaron, oponiéndose al trato injusto e ilegal que se hacía con ellos.

Las Leyes Nuevas españolas, en 1542, prohibieron definitivamente la esclavitud de las poblaciones indígenas, con la sanción de la pena de muerte para quien no las cumpliera. El título completo de las llamadas Leyes nuevas era “Las Leyes y ordenanzas nuevamente hechas por su Majestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los Indios”, en el cual se establecía, desde el título mismo, la disposición al buen tratamiento y conservación de los indios.

A las Leyes de Burgos se las han considerado precursoras de la protección de las comunidades, de los territorios conquistados por España, en el derecho internacional.

Estas Leyes Nuevas, decretadas por Carlos I de España, el 20 de noviembre de 1542, pretendían mejorar las condiciones de los indígenas señalando que ninguno podía ser sometido a esclavitud ni por guerra, ni por rebeldía, ni por rescate u otra manera, extinguiendo de esa forma el sistema de Encomiendas y el de Repartimientos, que se dieron distintas partes de América y en Costa Rica.

Las encomiendas tenían tres propósitos, respetar la condición de vasallo del rey de España. El vasallo no tenía la condición de esclavo. Evangelizar al indígena y hacer productivas las tierras colonizadas con el sometimiento del trabajo de los indios.

En las Leyes Nuevas, del 20 de noviembre de 1542 entre sus principales disposiciones se señalaba:

-Cuidar la conservación, gobierno y buen trato de los indios.

-reorganizar y asegurar el buen funcionamiento del Consejo de Indias, el gobierno indiano y las reales audiencias.

-Que los oficiales reales, desde el virrey hacia abajo, no tuvieran derecho a la encomienda de indios, lo mismo que se les impedía a las órdenes religiosas, bajo la modalidad de las Misiones, hospitales, obras comunales o cofradías.

-Que no hubiera causa ni motivo alguno para hacer esclavos, ni por guerra, ni por rebeldía, ni por rescate, ni de otra manera alguna.

-Que los esclavos indios existentes fueran puestos en libertad, si no se mostraba el pleno derecho a mantenerlos en ese estado.

-Que se acabara la mala costumbre de hacer que los indios sirvieran de cargadores sin su propia voluntad y con la debida retribución.

-Que los indios no fueran llevados a regiones remotas con el pretexto de la pesca de perlas, como se hizo en algunas regiones del Caribe.

-Que las encomiendas dadas a los primeros conquistadores cesaran totalmente a la muerte de ellos y los indios fueran puestos bajo la Real Corona, sin que nadie pudiera heredar su tenencia y dominio; y que se recompensara a los primeros conquistadores y colonos con corregimientos y otras mercedes.

-Que para hacer descubrimientos mediara previa licencia, y los descubridores cumplieran con las leyes reales sobre el tratamiento de los indios.

Al considerar al indígena vasallo bajo protección del rey se le dio los mismos derechos que el resto de los súbditos de la monarquía, regulándose la Servidumbre, como sistema, así como darles potestad de poseer tierras, tributar, participar en las decisiones de gobierno, en las que se consideran cuestiones comunales, y se dio autorización para ejercer ciertos cargos públicos.

Los encomenderos antes de la Leyes de Burgos tenían mucho poder. Esto hizo que en México fueran impugnadas por el Ayuntamiento de la Ciudad de México, del Virrey Antonio de Mendoza y por el mismo Obispo, Fray Juan de Zumárraga,

Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria, frailes dominicos, hicieron denuncias importantes sobre los abusos a los indígenas. Las leyes de Burgos abolieron la esclavitud, lo que era válido para todo el Virreinato, aunque no se cumpliera.

A partir de 1542 los nuevos virreyes que llegaban a América eran instruidos para cumplir las Leyes de Burgos, así el virrey de Nueva

España, Luis Velasco y Ruis de Alarcón liberó, 15.000 indígenas

El Papa Urbano VIII, en su Bula del 22 de abril de 1639, prohibió la esclavitud en los territorios de España y Portugal en América.

El Rey Felipe IV distinguió entre la comunidad aborigen de América y las personas traídas de África, manteniendo la prohibición de la esclavitud sobre los indígenas, pero permitiendo la esclavitud sobre los africanos.

En México los esclavos que lograban escapar de su condición fueron llamados Cimarrones y se refugiaron en las zonas montañosas de Córdoba, Orizaba y Xalapa, en el actual Estado de Veracruz, lo que dio lugar a la fundación en 1630, de un pueblo, del sitio San Lorenzo de los Negros, en la región de Córdoba, considerados libres desde entonces, 191 años antes de la Independencia.

En México los colonos españoles fueron autorizados a adquirir esclavos como se hacía en las Antillas. Se adquirían por la guerra de sometimiento y por el rescate de los reducidos a servidumbre por los propios indios. Los esclavos podían ser marcados con hierros en la cara o en el cuerpo.

La escasez de la mano de obra que empezaban a tener los españoles, por la catástrofe demográfica que se dio, facilitó el comercio de esclavos por parte de los portugueses, ingleses, franceses. Desde 1540 hasta 1800 los ingleses movilizaron 2.651.970 esclavos, los portugueses al Brasil llevaron 1.062.179, los holandeses movilizaron casi medio millón. África era la región abastecedora de esclavos.

En Nueva España los esclavos fueron empleados en trabajos pesados y agrícolas.

La inquisición fue un mecanismo que usaron los esclavos para enfrentar a sus amos denunciándolos de alguna de las faltas que el Alto Tribunal perseguía y castigaba.

La esclavitud en España fue natural en los diferentes reinos que estableció durante la Edad Media y la Edad Moderna, que se proyectó a las colonias españolas, especialmente por el tráfico de esclavos africanos que existía.

Los corsarios fueron los grandes comerciantes de esclavos africanos hacia la América hispana, incluidas la traída de mujeres para el trabajo doméstico.

Por el Tratado de Utrech, de 1713, entre Inglaterra y España se estableció para Inglaterra el derecho exclusivo de venta de esclavos en las llamadas Indias Españolas, para proporcionar esclavos africanos a los colonias de las américas españolas.

Hubo algunas formas para salir de la esclavitud que funcionaron en Nueva España. Los esclavos podían comprar su libertad por préstamos que podían hacer, por la liberación que sus amos les realizaban antes de su muerte, por escapar de sus amos y trabajos y refugiarse en zonas difíciles de persecución. Algunos de estos refugios dieron origen también a los palenques, que eran los sitios donde se reunían estos esclavos liberados.

En el Virreinato de México, en el ideario de los próceres de la Independencia de México, como el que hiciera el padre Miguel Hidalgo y Costilla, el 19 de octubre de 1810, en Valladolid, hoy Morelia, diciendo que la esclavitud fuera abolida. Le siguieron Ignacio López Rayón, con igual pronunciamiento el 24 de octubre de 1810 en Tlalpujagua, José María Morelos, con el Bando de Aguacatillo, del 17 de noviembre de 1810, y otro pronunciamiento del padre Hidalgo, en Guadalajara, el 29 de noviembre de 1810.

El 6 de diciembre de 1810 el Padre Hidalgo publicó su Decreto contra la esclavitud, las gabelas y el papel sellado. Cuando el padre Hidalgo falleció Ignacio López Rayón, en 1812, en el documento “Elementos Constitucionales” y José María Morelos en “Los Sentimientos de la Nación”, de setiembre de 1813, ratificaron sus posiciones de abolición a la esclavitud.

En 1817 Inglaterra, al firmar algunos tratados internacionales, abolió el comercio de esclavos, que se siguió realizando, ya no hacia las colonias hispanas, sino hacia los Estados sureños de los Estados Unidos. Con la Guerra de Secesión se abolió la esclavitud, resultante del modelo de desarrollo capitalista que se estaba dando, donde el industrialismo de los Estados norteños necesitaba mano de obra libre y asalariada, enfrentando a los Estados del sur, basados en una economía agrícola con mano de obra esclava.

Entre 1600 y 1800, el 36% de comercio de esclavos lo realizó el imperio británico, y el 30% lo hizo Francia.

En el siglo XVIII en España se constituyó la Compañía Gaditana de Negros, que era la encargada de dedicarse al tráfico de esclavos africanos.

En la Centroamérica hispana, se han estudiado, previo a los movimientos de independencia, movimientos antiesclavistas en distintas localidades de Panamá, Honduras, Guatemala, El Salvador, sin éxito ellos, pero sentando las bases de la lucha por la abolición de la esclavitud

Con la ocupación francesa de España, se convocaron las Cortes Españolas en Cádiz, a la que asistió el diputado costarricense Florencio del Castillo, quien se distinguió en ellas planteando la abolición de la esclavitud.

Cuando México se independizó, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero, como presidentes, ratificaron la abolición de la esclavitud con decretos presidenciales el 16 de setiembre de 1825 y de 15 de setiembre de 1829, cuatro años después de que el 28 de setiembre de 1821 México proclamara su Independencia, lo que evidencia que todavía existía la esclavitud, a favor de “las castas” para que se las reconociera de ciudadanía española.

En la Declaración de Independencia de Guatemala, del 15 de setiembre de 1821, al comunicar esa Declaración a los pueblos de las Provincias para que procedieran a elegir diputados o representantes, para reunirse en Guatemala, en Congreso, y decidir definitivamente como comunidad centroamericana, lo resuelto, se invita, en su Artículo Cuarto, para que se elijan diputados “sin excluir de la ciudadanía a los originarios de África”.

De esta manera, el pronunciamiento de Guatemala abolió la esclavitud, el vasallaje y la servidumbre y estableció la ciudadanía para todos los habitantes de Guatemala y, por extensión, a todos los habitantes de las Provincias que habían constituido la Capitanía General de Guatemala, el Reino de Guatemala o las Diputaciones surgidas de la Constitución de 1812.

Declarar la ciudadanía en ese momento le dio a los “originarios de África”, que no tenían derechos, una igualdad jurídica respeto al resto de la población y les dio a la vez el derecho de electores, de elegir y de poder ser electos a las diputaciones que se estaban convocando.

Hay que reconocer que esta Declaración de Independencia, del 15 de setiembre de 1821, es la primera manifestación de abolición de la esclavitud en Centroamérica. En ninguna de las Actas de las restantes Provincias centroamericanas se tomó o incluyó un artículo o un acuerdo similar.

Al desarrollarse los movimientos de Independencia se crearon las condiciones finales para la abolición de la esclavitud en América, precedidas por las medidas que se venían tomando, especialmente desde el mismo sistema español, con sus pronunciamientos que impuso un sistema de vasallaje sobre el sistema esclavista de trabajo.

Después de la Declaración de Independencia de Guatemala, del 15 de setiembre de 1821, fue hasta el 17 de abril de 1824, resultado del Congreso, que en ese momento se había reunido, con los delegados o Representantes de las antiguas Provincias, cuando en la Constitución Federal de Centro América se estableció la abolición de la esclavitud, que abarcó a todos los territorios de la Federación, a Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.

El pronunciamiento del Congreso de 1824 fue contundente: “Artículo 13. Todo hombre es libre en la República. No puede ser esclavo el que se acoja a sus leyes, ni ciudadano el que trafique en esclavos.”

Igualmente se suprimió, por acuerdo del Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas de Centro de América los tratamientos de Majestad, Alteza, Excelencia, Señoría y todos los que se hubieran usado hasta ese momento, incluso la distinción de “don”, términos o conceptos que debían ser sustituidos por “ciudadanos”, aunque eso no se expresó en el documento, pero es lo que procedía. La partícula de “Don”, porque era la forma como se dirigían a los “De Origen Noble, lo que luego se recogió en las letras D.O.N, y finalmente le eliminaron los puntos para quedar en “Don”. El Señor y el Don implicaban una condición de dominador sobre vasallos y siervos, de modo que con la abolición de la esclavitud se fue también el reconocimiento del Don y el Señor como representantes de opresores sobre ciudadanos, condición de hombres libres, con derechos y libertades, originaba el régimen republicano que surgía con la Independencia.

Hay que recordar que desde la llegada de los españoles al continente se habían abierto las puertas para el comercio y la llegada de esclavos africanos.

Al continente se estima que pudieron haber llegado más de 12 millones de esclavos durante la dominación europea. Regiones como la de Centro América fue sitio de llegada y también de paso de esclavos hacia el sur del continente.

La Independencia de las colonias inglesas en Estados Unidos, en 1776, involucró a esclavos que al participar en esa lucha adquirían su condición de hombres libres.

De la Revolución Francesa, de 1789 devino la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789, y la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, de 1793, con la condición de ciudadano y ciudadana, que se exaltaba y reconocía al hombre libre, con derechos y libertades.

La independencia de Haití, en 1804, la colonia francesa negra del Caribe influyó en todos estos procesos independentistas y abolicionistas.

Formalmente en toda España la esclavitud se abolió en 1837 y se ratificó en 1886, cuando se prohibió el tráfico de esclavos. Quedaron fuera de esta prohibición Puerto Rico y Cuba, que lograron abolir la esclavitud en 1873 y 1886, respectivamente.

Es a partir de la Independencia que se empiezan a desarrollar las libertades y derechos individuales.

Obra artística de Manuel Carranza Vargas destaca sobre todo el escenario artístico nacional y marca un parteaguas en el tratamiento de los eventos históricos

La obra artística, de Manuel Carranza Vargas, destaca sobre todo el escenario artístico nacional como gran pintor, impulsor de la Pintura Histórica, y marca un parteaguas en el tratamiento de los eventos históricos.

Vladimir de la Cruz

(Intervención en el acto de la Academia Morista Costarricense, el 2 de octubre del 2024, en el Museo Rafael Ángel Calderón Guardia, con motivo de la entrega del libro, “Manuel Carranza y la pintura histórica”, por Suscripción de Honor, publicado por la Academia Morista Costarricense)

El pasado 30 de setiembre del 2023 en el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, en Alajuela, se inauguró la exposición “Manuel Carranza Vargas. Legado a la pintura histórica”, con una muestra pictórica del trabajo artístico de quien fuera el Presidente de la Academia Morista Costarricense, nuestro querido amigo, compañero, Manuel Carranza Vargas, quizá el mejor pintor nacional motivado en los escenarios de la epopeya y de la Historia de la Campaña Nacional contra los filibusteros norteamericanos, durante los años de 1856 y 1857.

Resultado de esa exposición, por el aprecio y cariño, hacia Manuel Carranza, la Academia tomó el acuerdo de hacer y de publicar, un libro, que no es para la venta, es para un grupo de ciudadanos, a modo de Suscriptores de Honor, que contribuyeron con su aporte económico, para su publicación y distribución en Bibliotecas públicas, que hoy entregamos, que contiene una muestra pictórica de la obra de Manuel, incluida parte de la obra exhibida en el Museo Juan Santamaría, como un testimonio de su trabajo artístico, pero también para exaltar, con su obra, el vivo recuerdo de aquella patriótica lucha y de sus principales dirigentes y conductores, el Presidente Juan Rafael Mora Porras, el General José Joaquín Mora Porras y el General José María Cañas Escamilla, así como de otros personajes destacados o relevantes de aquellos aciagos días de combate, presentes en estos óleos, y también pare recordar, esta noche, al gran pintor histórico que fue Manuel Carranza Vargas.

Manuel Carranza, en su condición de pintor de estos acontecimientos, fue un estudioso meticuloso de toda la Guerra Nacional contra los filibusteros, de sus personajes, de los eventos destacados de los enfrentamientos contra los filibusteros. Como pintor no solo detalló situaciones, recogió, en su creación artística, momentos estelares o significativos de ese bienio, de 1856-1857, así con una pulcritud artística pintó los personajes, destacándose como un gran retratista en la pintura, una modalidad muy particular, y quizá difícil de plasmar.

Cuando abordó otros temas de la Historia Nacional, también los estudió como si fuera un cirujano en su trabajo, con cuidado, con esmero, con detenimiento en los datos que le permitirían plasmar su obra, con precisión, lo más ajustada a los datos históricos que él estudiaba, pero, al mismo tiempo, con la mayor imaginación del evento, como si él lo estuviera viviendo, lo estuviera viendo, como testigo de honor de su obra artística.

Cuando estudió la Guerra Nacional, para comprenderla, como si fuera un actor testimonial de la misma en vivo, hizo estudios detallados de la época, sus costumbres, sus vestimentas, de la arquitectura de los edificios de aquellos años y de los escenarios geográficos en que se dieron los acontecimientos. Así fue con todo lo que abordó artísticamente.

Sus pinturas, en este sentido son un relato histórico, completo, de ambientes, de personajes y del momento histórico en que sucedieron.

En sus lienzos, en su pintura, hace de los personajes arte, generalmente expresado en los rostros, caras, en los cuerpos y sus trajes o vestidos, ambientados a la época, y a los cargos sobresalientes que tenían en el Ejército Nacional Libertador.

Los retratos en la pintura generalmente muestran personas en pose, quietas, con su estado de ánimo sereno para el momento del retrato. En los personajes de la Campaña Nacional, Manuel nos da al personaje vivo, actuando, relacionándose, se puede apreciar al personaje casi conversando cuando está con otros personajes, trazando y tomando decisiones.

Nos da ambientes vividos en las situaciones de guerra, en los hospitales que se tuvieron que hacer para atender los heridos, con sus médicos y asistentes, así como la descripción de los establecimientos en que operaban.

Del mismo modo, nos da una visión de grupos sociales, de cómo fueron recibidos los soldados y el Ejército victorioso en San José, lo que pudo ser parecido en los distintos pueblos cuando nuestras tropas regresaban del frente de guerra, donde se aprecia a la gente alegre, feliz, más que en la pose quieta o fría de un retrato.

Nos describe ambientes y personajes, en grupo, como los que hay en combates, en el asesinato de Pabru Presbere, en la exportación de café y la caravana que acompaña a esos exportadores, en la primera imprenta que tuvo el país, en que estaba comprometido su tatarabuelo Miguel de Jesús Carranza, quien trajo la primera imprenta a Costa Rica, sugerida petición que le hiciera su primo, el primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández,

La pintura de Manuel en este sentido nos da la idea, yo diría, casi perfecta del momento que quiso inmortalizar con su destreza, sensibilidad y habilidad artística, lo que se plasma en la figura de los personajes pintados, en los objetos que les rodean, en sus ropas. Si los retratistas, como artistas, concentran su arte en el rostro, en la cabeza hasta la altura de los hombros, en Manuel su capacidad retratista nos lleva a todo el cuerpo, a su volumen, absolutamente equilibrado.

También, nos da los retratos en la tradicional técnica pictórica de los mismos, con las expresiones faciales, con el lenguaje corporal de los personajes, que se enriquecen con las vestimentas y la ambientación en que los coloca, como es el caso de la pintura de Marcus Garvey, que presentamos hoy.

Sus pinturas así nos trasmiten, nos dan Historia, nos dan rasgos de las personalidades de los personajes, detallan aspectos de sus identidades especialmente sus rasgos distintivos.

La intención artística de Manuel fue dejarnos su vivo testimonio de aquellos hechos y personajes, así como dejar en sus lienzos una descripción pictórica que pudiera servir para evocar y recordar ese fragmento de la Historia Nacional, con sus actores, como uno de los más relevantes en la afirmación de la nacionalidad, de la Independencia, de la Soberanía afirmada, en esa lucha, para exaltar la Libertad del pueblo costarricense y de los centroamericanos, que estaban amenazados de ser sometidos al esclavismo por William Walker.

Así, con su obra pictórica, artística, Manuel nos deja para hoy, pero para el futuro, a los héroes de aquella Guerra como los personajes que se impusieron a su propia muerte. Con su pintura siguen latiendo en el corazón de la Patria y de los costarricenses.

La pintura de Manuel, asociada a la gran Gesta Nacional, destaca el lugar importante que tiene la lucha contra filibusteros norteamericanos en 1856 y 1857, un parteaguas en la Historia Nacional y centroamericana.

En nuestro mundo artístico no es muy usual este tipo de arte histórico, en parte porque los conflictos internos, que hemos tenido, incluso de carácter militar no adquieren, en esta conciencia cultural artística, la relevancia nacional para plasmarlos como hitos del acontecer histórico costarricense, que se deban recordar de esta manera.

Quizá un momento similar, desde el punto de vista bélico, que conmovió los cimientos de las bases del Estado y la sociedad costarricense, fueron los sucesos relacionados con la Guerra Civil de marzo y abril de 1948, del cual solo una obra importante se ha realizado en este campo artístico con aquel acontecimiento, fundador de la Segunda República, etapa histórica que lleva 74 años de forjar la Costa Rica moderna que hoy disfrutamos. Ni siquiera el período de la Segunda República se destaca, como se hace con la Guerra Nacional y Centroamericana contra los filibusteros, en los textos de historia tradicional de nuestros ciclos escolares y colegiales. Por supuesto que también se ha escrito sobre este conflicto armado de 1948, pero no ha tenido la trascendencia, en el arte, en la pintura, aun con limitaciones, que tiene la Guerra contra los filibusteros.

Por ello, la obra artística de Manuel Carranza Vargas destaca sobre todo el escenario artístico, sumándose a los esfuerzos, también muy ricos de otros artísticas nacionales que nos dejaron su impronta artística sobre algunos de los personajes destacados de la Guerra Nacional, como se tienen, especialmente, en el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Pero, a diferencia de ellos, más retratistas de algunos personajes, Manuel nos deja una obra más completa, más de visión de la Guerra Nacional, de distintos escenarios y momentos, de esa epopeya, como de los escenarios que también rescatamos para esta publicación. Esta es su riqueza.

La Academia Morista Costarricense hoy hace un homenaje a Manuel Carranza Vargas, nuestro gran artista, nuestro gran pintor, impulsor de la Pintura Histórica.

El librito que entregamos es el resultado de muchos años de labor y de investigación de Manuel, que se refleja en esta edición. Son dieciséis obras las que presentamos con diferentes escenarios y personajes históricos.

Como pintura histórica, por temas y personajes, que se tratan, es realista. Por ello a la par de los grandes personajes, también se recogen otras personas, como participantes del acto que se plasma en la pintura, así como personajes presentes en el ambiente y en el contexto histórico que se recogen. Por esto, sus pinturas nos cuentan historias, son narrativas.

Los retratistas históricos más notables en nuestro medio, generalmente, son los que se han escogido, o contratado, para hacer los óleos de los Jefes de Estado y Presidentes de la República, así como para pintar a los Presidentes de los otros Poderes Públicos, Ministros o Directores de algunas instituciones, Obispos de la Iglesia Católica, cuando así se contratan y se conservan. Pocos han recogido escenas o acontecimientos de la vida nacional.

Así, la pintura histórica se ha concentrado en los grandes personajes, lo que ha sido muy propio de los enfoques que han abordado el desarrollo o el análisis histórico.

Algunos de los pintores que en nuestro medio han dejado su huella, en el campo de la pintura histórica, de carácter retratista, nacionales y extranjeros, son Toribio Jerez, Aleardo Villa, Tomás Povedano, Enrique Echandi, Lucio Ranucci, que hizo una obra relacionada con la “Segunda República”, el escultor Fernando Calvo quien ha producido obras de gran formato en óleo y xilografías.

Otros pintores, a modo de grandes retratistas, que recogieron imágenes de los Jefes de Estado y Presidentes de la República, fueron Lorenzo Fortino, Aquiles Bigot Marie, Nicolás Jaury, José Claro Azcarreta, Juan Andrés Bonilla Mata, Gonzalo Morales Alvarado, Fabio Fournier, Dinorah Bolandi Fernández.

A mi manera de ver, es Manuel Carranza el que destaca con la pintura histórica, en sus obras de pequeño y gran formato, por su belleza artística, por el uso de los colores, por la claridad de su obras cuando se trata de estas escenas, del buen uso de los colores oscuros, por la fineza de la descripción de rasgos físicos de sus personajes, siempre basados y justificados en sus propias investigaciones.

Manuel es también un gran retratista, paisajista, costumbrista, lo que le contribuyó a desarrollar su especialidad en la pintura histórica.

Hace tres años nos dejó, ese día, 11 de octubre del 2021, estábamos en sesión de la Academia Morista, cuando unos minutos después de finalizada nos avisaron de tan sorpresiva y dolorosa noticia, sucedida en su casa. Para nosotros sigue presente, vivo en sus obras, en el trato que de él recibimos, en su bondad, buen ánimo, espíritu siempre positivo, en sus preocupaciones por la educación cívica, ciudadana, por los valores que se estaban perdiendo. Su preocupación, también, por mejorar la calidad educativa en estos temas históricos y en el conocimiento de la Historia Nacional. En su obra artística nos pasó de la memoria escrita a la memoria visual.

Manuel Carranza Vargas en la sociedad pictórica nacional sin lugar a dudas marcará un parteaguas, en el tratamiento de los eventos históricos. Veremos algunas de sus Obras, en el orden que ha sido recogidas en el Libro. Haré algunos comentarios de cada una.

1.- Un auto retrato de Manuel Carranza Vargas.

Podemos ver el buen uso de la luz y los rasgos muy distinguidos, finos y precisos de su rosto, que plasma en su obra.

2.- Juan Rafael Mora Porras, el Benemérito de la Patria, el Héroe y Libertador Nacional, gran conductor, estratega y táctico, de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, en 1856 -1857, tres veces Presidente de la República, el Capitán General Juan Rafael Mora Porras.

En esta pintura, Juan Rafael Mora Porras, está con su traje de gala, en pose de pie, formal, expresando seriedad. Por su traje podemos concluir que es durante el período de la Campaña Nacional contra los filibusteros. Al fondo, en la pared, destaca el Escudo Nacional, que se acababa de aprobar, el 29 de setiembre de 1848, también, en el gobierno anterior al suyo, del Dr. José Castro Madriz.

El Presidente, descrito por Armando Vargas era de una “estatura de escaso metro con sesenta. Grueso de contextura, relleno el rostro y el cuello corto. Cabello negro peinado hacia atrás y espesa sotabarba. Piel aceituna, ligeramente morena. Frente despejada, de clara inteligencia. Cejas largas, mirada penetrante. Labio superior delgado, nariz romana. Camina firme, lleva bastón con empuñadura de marfil…”

El antiguo Reglamento de las Milicias de la República, decretado en diciembre de 1850, le permitió a Manuel la reconstrucción del uniforme: “pantalón encarnado con franja de oro, casaca azul turquí con cuello, solapas, botamangas y barras encarnadas, bordadas de oro, charreteras de canelón grueso con dos estrellas de plata en cada pala, sombrero apuntado con garzota blanca…en el bordado figurarán ramas de laurel y oliva entretejidas…el general en Jefe llevará además el bastón de mando…Los jefes y Oficiales del estado Mayor …usarán faja de los colores del pabellón nacional y espada corta…”

Todavía le debemos el Funeral de Estado, que no se le ha querido realizar.

3.- José Joaquín Mora Porras, el Gran General del Ejército Nacional y conductor del Estado Mayor militar centroamericano, especialmente en el período final de la lucha, en 1857, contra los filibusteros.

4.- El General José María Cañas Escamilla, uno de los más brillantes conductores de la guerra contra los filibusteros. José Ma. Cañas fue empresario, exportador e importador, agricultor, funcionario público ejemplar, Ministro de Hacienda y Guerra, General en Jefe del Ejército de Costa Rica en 1856-57. Nació en Suchitoto, pueblo de El Salvador.

Cuando se produjo el Golpe de Estado, el 14 de agosto de 1859, contra el Presidente, fue obligado a salir del país, acompañándolo a su forzado exilio en El Salvador. Al llegar a El Salvador, el General Cañas fue recibido con todos los honores militares y se le reconocieron sus cargos militares.

Un día como hoy, 2 de octubre de 1860, fue fusilado en el mismo sitio que habían asesinado a Juan Rafael Mora Porras y al General chileno Ignacio Arancibia, que lo fusilaron junto a Mora, el 30 de setiembre de 1860. Con las muertes de ellos, en opinión del historiador Rafael Obregón Loría, se escribió “la página más triste y sangrienta de la historia de Costa Rica”.

El fusilamiento del General Cañas, particularmente, fue determinante para que el Presidente, y General Tomás Guardia Gutiérrez, en 1882, aboliera la pena de muerte. El Presidente Guardia Gutiérrez había combatido contra los filibusteros bajo las órdenes del General Cañas a quien admiraba y quería mucho. Su asesinato lo impulsó a tomar esa medida.

El Consejo Militar, que actuó como Consejo de Guerra, y Consejo de Asesinos uniformados, que fusilaron al Presidente Juan Rafael Mora y al General Ignacio Arancibia, tres horas después de su entrega, estuvo integrado por el General Máximo Blanco, el General Florentino Alfaro, el Coronel Pedro García, Francisco Montealegre Fernández, que era el Primer Designado a la Presidencia de la República y el Ministro de Relaciones Exteriores, Francisco María Iglesias. Su fusilamiento, se comunicó al Presidente Montealegre, señalando que lo había asumido “con gran valor y dignidad”.

El fusilamiento de Juan Rafael Mora se había pactado con el compromiso de que solo a él se le fusilaría, eximiendo de ese acto a quienes le acompañaron en su intento de recuperar el poder, el Gobierno, del golpe de Estado que le habían dado el 14 de agosto de 1859.

El fusilamiento del General Cañas fue acordado por el Consejo de Gobierno, encabezado por el presidente José María Montealegre. No se le sometió a Consejo Militar porque se pensó que los militares no lo fusilarían, por el respeto y admiración que se le tenía.

5.- Una escena de un hospital de campaña, considerado un hospital de “sangre”, un centro médico provisional, a la par del escenario de la guerra, en 1856, instalado en el mesón de Indalecio Maliaño, ubicado cuadra y media al noroeste de la Plaza Principal de Rivas de Nicaragua, tras la derrota de Walker el 11 de abril de 1856.

Allí destaca en la pintura el Dr. Karl Hoffman, Cirujano Mayor del Ejército, así como una mujer, asistiendo con los colores patrios, que representa a la heroína nacional Pancha Carrasco, que se mantuvo en todos los escenarios de guerra, acompañando como vivandera al Estado mayor, asistiendo heridos cuando podía y tomando las armas cuando fue necesario. La sobresaliente figura de la mujer, no es solo para destacar a la Pancha Carrasco. Con los colores patrios en ella Manuel nos simboliza a todas las mujeres de Costa Rica que participaron en la guerra, desde la retaguardia, sustituyendo en sus trabajos agrícolas a los hombres que se vieron forzados a dejar el campo, porque había que seguir trabajando para mantener la economía de guerra que obligaba el conflicto, y porque había que producir alimentos para los soldados y combatientes. Hay que reconocer que la Administración de Presidente Mora en estas circunstancias, en materia hacendaria fue bastante buena para ese momento.

Los colores y la luz dentro del establecimiento hospitalario, de nuevo destacan en la obra. Por la ventana podemos apreciar un carretón esperando, probablemente, fallecidos para trasladarlos a sus sitios de enterramiento, o para traer heridos del combate. En carretón se recogían los fallecidos de la muerte del cólera en San José.

Esta obra Manuel la llamó la “La soldadera”, inspirándose en Pancha Carrasco, quien destacó por su valentía y espíritu de servicio, desempeñándose como enfermera, lo que destaca Manuel, al lado del D. Hoffmann en el improvisado hospital instalado en la casa del D. Indalecio Maliaño en Rivas, como, repito, homenaje a las heroicas mujeres que en Santa Rosa, Rivas y a lo largo del río San Juan se entregaron a la lucha por los ideales de nuestro heroico pueblo costarricense.

6.- Escena de la entrada triunfal de la tropa a San José. El Edificio es el Palacio Nacional, que había sido construido entre 1853 y 1855, por encargo del Presidente Mora, al arquitecto alemán Franz Kurtze, edificio originalmente ubicado en la plaza de la Villa Nueva de San José de la Boca del Monte, en lo que hoy es la intersección entre la Avenida Central y la Calle Segunda, el cual fue demolido en 1958, al finalizar el primer gobierno constitucional de José Figueres, para construir el actual edificio de Banco Central.

Se puede apreciar en la pintura la actual bandera de Costa Rica, también aprobada por José María Castro Madriz el 29 de setiembre de 1848. Los colores de la Bandera son los de la Bandera de los revolucionarios de 1789, de la Revolución Francesa, que se llevaron a la Bandera de Francia. En el ambiente centroamericano la Bandera dominante, en la hechura de las Banderas de cada uno de los países de Centroamérica, en aquellos primeros días y primeros pasos de la Independencia, fue la de los revolucionarios independentistas de la Revolución de Mayo de 1810 en Argentina, de allí los colores azul, blanco azul o celeste blanco celeste, que siguen usando.

En la pintura se puede apreciar la presencia de mujeres y niños en el recibimiento de la tropa, encabezada por el General José Joaquín Mora Porras, montado a caballo. Al fondo se pueden notar los cafetales que rodeaban la ciudad, cuya extensión se comprendía entre el Hospital San Juan de Dios y la actual calle 21; y entre la Iglesia de La Dolorosa y la Iglesia de El Carmen.

En la pintura también se puede distinguir “la construcción de arcos en las calles, las guirnaldas de flores lanzadas desde los balcones”, así como una guirnalda que un ciudadano trata de darle al General José Joaquín Mora Porras.

7.- Una escena del Estado Mayor Militar centroamericano de los Ejércitos Aliados, que se constituyó en la segunda mitad de 1856, que estuvo presidido en 1857 por el General José Joaquín Mora Porras. Al fondo destacan las banderas de los cuatro países centroamericanos, representados por el Estado Mayor, Costa Rica, Guatemala, Honduras y el Salvador, con un buen uso protocolario, la Bandera de Costa Rica al frente, de primera y la que más grande. En el Monumento Nacional, podemos apreciar, un uso similar con las mujeres que representan los países centroamericanos, encabezándolas Costa Rica, haciendo huir al filibusteros, seguida con escudos y armas las mujeres que representan a los otros países, excepto la de Nicaragua, que en el Monumento se representa con los ojos vendados, por la humillación de su Patria ocupada por los filibusteros.

Entre los jefes militares centroamericanos estaban Florencio Xatruch Villagra, hondureño y José Víctor Zavala, guatemalteco.

8.- Una escena de la Batalla de la Trinidad, donde destacó el Capitán Nicolás Aguilar y Murillo, de quien por una Información ad Perpetuam se le reconoce como Héroe de esta Batalla.

9.- Una escena de las caravanas que se hacían llevando café a Puntarenas, para su exportación a Europa. Al fondo de la pintura se ve el buque y las carretas en fila, con su sacos de café, unos en las carretas, otros ya en el suelo; se ven peones cargando sacos y mujeres con sus vestidos tradicionales, algunas de ellas con productos para la venta y con canastas. Allí están Juan Rafael Mora Porras, el General José María Cañas y Willliam Le Lacheur.

Esta pintura Manuel la recreó en la década de 1840, del siglo XIX. Su adelanto comercial coincidió con el auge de la exportación de café a través de Puntarenas.

Así nos describe Manuel esa época: “Mora y Cañas marcarían el derrotero del puerto (…) En abril de 1840 arribó al fondeadero de Puntarenas la goleta Izalco de Francisco Morazán, último presidente de la República Federal de Centroamérica. Lo acompañaban treinta seguidores suyos, de los cuales solamente tres se afincaron aquí. El capitán Cañas –joyero de oficio–fue el más importante y exitoso. Tenía 31 años de edad, cinco más que Mora. La Administración Carrillo pronto lo nombró comandante de Moín, cuya aduana del Norte fue trasladada luego a Cartago, adonde llegó a residir Cañas. Cortejó a Guadalupe Mora Porras, con quien contrajo matrimonio en diciembre de 1843 y entró a formar parte del clan Mora. El nexo familiar se fortaleció a los seis años cuando su hermano Manuel Cañas Escamilla casó con Eleodora Mora Porras.

Dos hermanos Cañas unidos con dos hermanas Mora. (…) El comercio exterior se multiplicó en los tiempos de Mora y Cañas, así como creció la importancia económica de Puntarenas. Hubo relaciones comerciales desde aquí con Chile, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Nueva Granada, el Perú y Prusia (ahora Alemania). En el puerto de Puntarenas tuvieron consulado Chile, Francia, Inglaterra y la Nueva Granada (hoy Colombia). Durante el cuatrienio inicial de la Administración”.

En la Administración Mora, el General Cañas también había sido destacado a Guanacaste, ya constituida Provincia desde 1848. Su estancia en Guanacaste se hizo evidente cuando en la concentración de tropas en Liberia, antes de la Batalla de Santa Rosa, el 20 de marzo de 1856, llaneros y sabaneros se hicieron presentes a caballo, sumándose de esa forma a la Guerra Nacional.

10.- Juan Rafael Mora, sin traje militar, posiblemente en su Despacho. Destaca en la pintura el bastón de mando con puño de marfil tallado.

11.- Fiesta o Baile conmemorativa, en el edificio del Palacio Nacional, después del triunfo de la Guerra contra los filibusteros, en 1857. Destaca en el centro la figura del Presidente Juan Rafael Mora. Al lado derecho de la pintura altas personalidades del gobierno y de costado el Obispo Anselmo Llorente y la Fuente, primer Obispo de Costa Rica, que se había sumado al llamamiento de Mora, a finales d 1855, a convocar a los costarricense para prepararse en ir a combatir a Nicaragua a los filibusteros. El baile o fiesta de esta pintura había sido ofrecida por el Presidente Mora. Manuel Carranza nos dice: “Entre otros interesantes hechos, Meagher narra un baile ofrecido por el Presidente Mora a Monsieur Félix Belly, enviado de Napoleón III para conversar asuntos referentes a un posible canal interoceánico a través del río San Juan.”

Artísticamente, Manuel le puso una lámpara y faroles aparentemente, eléctricos, para darle luz a la pintura, pero en esa época no se había desarrollado la electricidad en Costa Rica. El irlandés Thomas Meguer, cronista de esa época, quien estuvo allí, narra este baile.

Allí estuvo también Máximo Jérez, con capa española. Del centro a la derecha de la pintura se aprecia al coronel Barrillier, a don Félix Belly, al coronel Cauty, y el Dr. José María Castro (de perfil), entre otros personajes de la época.

12.- Esta pintura nos recuerda el asesinato, la “ejecución de Pabru Presbere” en 1710. La ficha de esta pintura hecha por Manuel dice: “Su cabeza fue cortada y expuesta en una pica para escarmiento de los indómitos pueblos indígenas que se refugiaban de los desarraigos forzosos en las montañas de Talamanca. Un año antes, los guerreros talamanqueños habían asaltado y ajusticiado a los Frailes Recoletos Pablo de Rebullida y Antonio de Andrade, junto a una decena de soldados y quemado 14 templos católicos. La Corona había recurrido a los frailes ante la imposibilidad de reducirlos militarmente.

Pabru Presbere, cuyo nombre significa «el rey de las lapas» lideró la resistencia de los indígenas y así lo reconoció la Asamblea Legislativa al declararle «Defensor de los Pueblos Originarios» en 1996. En la enorme ofensiva, Presbere fue capturado junto a sus Usékares y unos 700 indígenas. Cerca de 200 indígenas perecieron en el camino a Cartago.” En el juicio que se le siguió a Presbere, él asumió toda la responsabilidad del levantamiento, eximiendo de culpa y evitando el fusilamiento y muerte de los jefes indígenas que le acompañaron en su lucha.

Para los indígenas, probablemente, los frailes y religiosos que acompañaban a los soldados conquistadores y colonizadores eran lo mismo; representaban la misma dominación y violencia que se ejercía contra ellos. Por eso, también los enfrentaban, y mataban, cuando tuvieron que enfrentarlos.

13.- Nos presenta Manuel una escena de la vida cotidiana. Una batea para recoger agua, ambientada en 1751, con las mujeres encargadas de esa tarea, con una Iglesia de techo de paja, un sacerdote y una autoridad colonial, acompañada de tres milicianos. Las mujeres con trenzas en sus cabellos. Aquí presenta, “en 1751, el Alcalde D. Tomás López del Corral quien conversa con el Padre Juan Pomar y Burgos en las afueras de la Ermita de techo pajizo que se había erigido desde 1736 en La Villita en honor del Señor San José”, nos dice Manuel Carranza en su ficha de la pintura.

Destaca también Manuel, tras el Alcalde, a soldados de la Corona que debieron recorrer los campos conminando a sus habitantes a formar casa en La Villita de San José. La carreta a lo lejos transporta algún vecino que se afincará en la naciente población. El Padre Pomar y Burgos, quien también ejercía como médico, asumió el encargo de conducir el agua a La Villita a través de acequias. Completan la escena, españoles, criollos e indígenas, usando ya impuestas sus costumbres de vestido. Al fondo se ven Las Tres Marías. La escena pretende situarse en la manzana del actual Banco Central, viendo hacia el norte del Valle Central.

Según Manuel “La ciudad de San José nunca fue formalmente fundada. Su nacimiento estuvo determinado por un hecho puntual: la traída del agua a través de acequias hasta el sitio de La Villita en la Boca del Monte. La tarea fue emprendida por el Padre Juan Pomar y Burgos, en el año 1751, siendo entonces Alcalde Ordinario de Cartago D. Tomás López del Corral. La ermita de culto del señor San José, había sido construida 14 años antes. Se ubicaba al costado Este del Banco Central, en el sitio que ocupa hoy la Tienda Scaglietti. Soldados de la Corona fueron encargados de anunciar, a golpe de tambor, el bando oficial que compelía a los vecinos dispersos en valles cercanos a edificar casa «bajo la campana de la Ayuda de Parroquia».”

14.- Este es una pintura muy especial para Manuel, porque involucra a su tatarabuelo, Miguel de Jesús Carranza, quien había tenido el encargo de su otro familiar, Juan Mora Fernández, para importar la primer imprenta, en 1830. “Dos empleados de su casa, los señores Abarca, conocidos como Pantaleón grande y Pantaleón chiquito aprendieron el oficio de tipógrafos. Ese mismo año su hija Froilana contrajo matrimonio con Braulio Carrillo y su hijo Bruno, que también ocuparía la Presidencia de la República, era un niño de 8 años.” La imprenta de la pintura es la que está hoy en resguardo en el Museo Nacional.

15.- Una típica casa de Escazú, de la Familia Chaves. Una pintura nocturna, con los cerros de La Cruz y de Pico Blanco al fondo. Corredor externo de la casa, con buena iluminación de lámpara. Nótese que no hay iluminación pública y el camino es de piedra, con desagües de calle y de aceras, aspectos que se empezaron a introducir en la construcción a partir de la década de 1830 como parte de la higiene pública que se trataba de impulsar.

16.- Esta pintura es especial. Manuel la llamó “La limpiada del pargo”. “Limpiada” era el término que usaban los pescadores para justamente quitarle las entrañas a los peces pescados. En la pesca artesanal y profesional se sigue haciendo esto: quitarle las entrañas a los peces para comercializarlos y transportarlos de mejor manera. Nótese la luz del cuadro en el mar y en el horizonte, así como en la figura del pescador, en su piel y rostro, que destacan fuertemente. Botes o pangas, embarcaciones pequeñas, de remo para la pesca es lo que se aprecia. En esa época no había aquí motores de ninguna clase.

17.- Una pintura del gran líder de los afrodescendientes de todo el Caribe, Marcus Garvey, a quien Manuel consideraba “un hombre excepcional”, emigrante de Jamaica, quien trabajó un tiempo en Puerto Limón.

En la ficha de la pintura Manuel escribió: Garvey “fundó la Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro. Su influencia se hizo sentir en todo el Caribe y los Estados Unidos. Con el sueño de que todos los que lo desearen pudieran volver a África, fundó la naviera BLACK STAR LINE. Su edificio en Limón, con su célebre «Liberty Hall» se edificó un año después de su última visita en 1920. En Estados Unidos fue encarcelado y perseguido por el Ku Klux Klan. Fue proclamado el primer héroe nacional de Jamaica.”

De nuevo, en la pintura destaca la luz sobre el fondo y el rostro para engrandecerlo, donde demuestra Manuel su gran capacidad creadora como retratista.

18.- “Un día cuando ya no esté, seré lo que he pintado”, nos dejó escrito como su legado Manuel Carranza Vargas. Sabias sus palabras.

Esperamos con lo anterior, y con el librito que entregamos, rendir, una vez más, un justo y merecido homenaje, un reconocimiento público a quien fuera nuestro Presidente de la Academia Morista Costarricense, pero sobre todo al gran amigo, compañero y a la buena persona que fue Manuel Carranza Vargas.

¿El hilo se revienta por lo más delgado, o el hilo unido a otros hilos se fortalece?

José Luis Pacheco Murillo

Nunca he considerado correcto el que se utilicen términos como “el hilo se revienta por lo más delgado” y con ello justificar el terminar con el contrato de trabajo de una persona, como si el accionar de esta fuera independiente de todo un conjunto de actividades, acciones o toma de decisiones.

Esto suele ocurrir mucho en los ambientes deportivos y con esa frase como que tienen el campo abierto para acabar con el entrenador, director técnico y algún otro de los responsables de la dirección técnica.

Es lo más sencillo, quizá sí, es lo más justo, quizá no.

El ejemplo reciente tiene que ver con el director técnico del Deportivo Saprissa. Fue separado de su cargo el domingo pasado y esa frase fue utilizada ayer en la mayoría de los programas deportivos. Pese a que bajo su dirección técnica esa institución logró 3 campeonatos nacionales al hilo. Pese a que se encuentra en zona de clasificación y pese a que la dirigencia no lo apoyó cuando lo solicitó.

Hay otra frase que dice “el hilo unido a otros hilos se fortalece” y es que no es solo el director técnico el responsable. Él no pierde goles, él no bota penales, él no se hace expulsar ni hace que sean expulsados sus jugadores. No fue él quien no quiso contratar a figuras que hacían falta. Y no fue él quien puso pases indebidos o botaba bolas que debieron haber sido goles. Hay mucho más responsables que tan solo “el hilo delgado”.

Esto es una lección de vida para todos, todos podríamos ser “el hilo delgado” con quienes calmarían a fanáticos, a gamberros mal intencionados o incluso a quienes haciéndose pasar por “amigos” simplemente meten el puñal por la espalda.

Ojalá y entendamos que las situaciones difíciles que vive una persona podríamos vivirla nosotros también.