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Octubre del 2023: La lección del mes para toda la vida

MSC. Jiddu Rojas Jiménez

Se puede presenciar en vivo y a todo color, tanto un Genocidio (Gaza), como la indiferencia alienada de miles, y por otra parte, soportar la impotencia de otros tantos.

Paradójicamente tal y como pasó, con el Holocausto Judío cometido por la Alemania Nazi, y sus colaboradores Fascistas europeos, y como pasó con el Colonialismo inicial del Sionismo para con la primera Nakba en Palestina en 1948. (Les recuerdo: Trágico acontecimiento original histórico, donde fueron expulsados militarmente cientos de miles de Palestinos de su Tierra ancestral, por los Colonos armados de Israel, irrespetando las disposiciones sobre Palestina de la ONU de crear dos Estados independientes).

Volviendo a mi presente inmediato, me queda muy claro: Hablar de Gaza no es «tendencia», ya «molesta» más bien, y no es prioridad política, geopolítica o ética de nadie, o de casi nadie, al menos en mi Patria, Costa Rica. Hablar de este Genocidio «cansa» a algunos y algunas. Son pocas las nobles excepciones, incluidos ciudadanos y ciudadanas costarricenses de ascendencia judía. (Para ellas y ellos mi respeto y admiración.) Sé además de gente decente, buena, humanista, solidaria, sensible, con empatía, informada, que sufre y llora en silencio, presenciando estos irracionales Crímenes de Lesa Humanidad y nuestra común impotencia; para ellos y ellas también escribo.

¿Por qué cerrar los ojos frente a tanta crueldad? ¿Es acaso un mecanismo de defensa estimulado del «Inconsciente Colectivo»? ¿Mera ignorancia general, o puro temor a hacer confrontados con la realidad? ¿Acaso temor al poderoso Lobby político, financiero y económico Sionista a nivel nacional e internacional? ¿O simplemente «maldad» y «egoísmo» colectivos? ¿El Tánatos se desató para Halloween?

Sobra evidencia objetiva de toda esta atrocidad contra un Pueblo Palestino; información ya existe de sobra, más allá del cerco mediático conocido. Facebook censuró este mismo escrito ampliado, por una hora (sic) y posiblemente acaso por tiempo indefinido. (Por esa misma razón la convierto en artículo de difusión). Pero las cifras de miles niños y niñas y civiles palestinos asesinados, son datos reales. ¿Combate esta acción criminal de Israel, realmente al “Terrorismo”? ¿O más bien tanta brutalidad contra los Civiles Palestinos, lo siembra y lo provoca? ¿Hasta dónde escalará internacionalmente esta violencia?

No hay excusas entonces, sobre todo para las personas, con algún grado académico.

Pero las diferentes lecturas e interpretaciones posibles, aunque válidas, tienen un techo en la brutal realidad documentada. Cualquier Relativismo o Perspectivismo, se transforman en vulgar Cinismo, frente a las fotos de cadáveres infantiles.

Y no salgan con la blasfemia, repetida por algunos fanáticos, de los «escudos humanos», en un Ghetto donde viven apiñados más de 2.2 millones de personas en apenas 360 km2, y donde Israel atacó recientemente un falso «corredor humanitario» al Sur de la Franja, supuestamente diseñado, para que salieran civiles de Gaza. En este último bombardeo de Israel, incluso hubo, varias bajas del personal de la ONU. No lo digo yo, lo dice textualmente, el mismo Secretario General de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo la impunidad del Gobierno de Israel? Gaza es desde hace décadas un campo de concentración a «cielo abierto».

No hay derecho en la Modernidad (Incompleta al decir del filósofo Habermaso no) a escondernos en la ignorancia y la indiferencia ciega, acerca de esta tragedia humana. Al menos hay que intentar conocer racional y científicamente, más allá de cualquier propaganda, las raíces históricas colonialistas y racistas, del moderno Estado de Israel.

Denunciar el Racismo y el Colonialismo del Sionismo (oficialmente Sionismo Revisionista) no significa ser Antisemita, ni ser pro-Hamas. Los y las Palestinos/as (sean Musulmanes, Cristianos, Drusos y Judíos Orientales) son «Semitas» también, y no colonos europeos Jázaros de religión judía. En todo caso son seres humanos y punto (ambas nacionalidades, por cierto). Y la población civil en Gaza, evidentemente, no puede ser castigada colectivamente por las acciones armadas de Hamas, como tampoco Palestina es responsable del Genocidio Nazi o de los anteriores “Progroms” racistas de los Europeos “cristianos” contra la población Judía.

Parece a todas luces, que la verdadera agenda política de la Extrema Derecha Sionista (laica y religiosa) liderada por Netanyahu, es terminar la limpieza étnica de Gaza. Mientras se salva el Gobierno de Netanyahu, de la propia crisis interna de Legitimidad.

Son públicas las matonerías del discurso de Netanyahu, –el actual Primer Ministro de Israel recientemente acusado de corrupción y Autoritarismo al interno de su país–, y parecen sacadas de la vieja propaganda Nazi. O sea, su discurso es abiertamente racista, defiende una lógica fascista, y hace apología del Genocidio del Otro.

El Gobierno de Netanyahu dice textualmente, que el «Cese al Fuego» contra Civiles indefensos es «rendirse frente al Terrorismo», y el mismo defiende su carnicería humana literalmente, como la metafísica «lucha del Bien contra el Mal» (Sic).

Esto último es una asquerosa «Inversión Axiológica» (Franz Hinkelammert) digna de Joseph Goebbels, el Ministro de Propaganda de Hitler. Así, las Víctimas se convierten discursivamente en Victimarios, una vez más. Justo como hacían los Nazis Alemanes y Austriacos con sus conciudadanos/as judíos/as.

¡Por todo esto debemos informarnos más y mejor! No saber no es un “pecado”, pero no tener al menos, la empatía mínima para querer saber e intentar preguntarse por cuáles son los orígenes reales de toda esta brutalidad y violencia, no es moralmente aceptable. La voluntad de saber, parodiando a Foucault, debe generarse.

Queda una especie casi que, de «imperativo categórico» ciudadano, de deber moral a cumplir, o sea, de tratar de informar y explicar racional e históricamente qué realmente pasó, y pasa en Palestina.

Queda pedir a gritos, un inmediato «Cese al Fuego» en Gaza, la liberación humanitaria de prisioneros de ambas partes, la sanción internacional de los Crímenes de Guerra, y el soñar con una Paz con Justicia para Palestina.

Sin embargo, el daño psicológico y espiritual ya está hecho, y es profundo: Acostumbrarse al Bombardeo de Civiles en Gaza, –sobre todo de niños y niñas indefensos/as–, y a escuchar su vulgar apología racista y colonialista en medios y Gobiernos cipayos, sólo nos hace menos humanos.

Mientras, la «fiesta» (del “sacrificio” acaso) sigue…

Algunas y algunos seguiremos soñando y luchando desde diferentes lugares sociales, por una sociedad más humana, por un Mundo menos injusto, y por un Planeta más viable.

Y como posteó una querida amiga cineasta: ¡No paremos de hablar de Palestina!

No en mi nombre

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

Una de las afirmaciones más lapidarias, dramáticas y brutales de la Biblia es la del Génesis:

“DIOS LAMENTÓ HABER HECHO AL HOMBRE SOBRE LA TIERRA Y SUFRIÓ EN SUS ENTRAÑAS”. (Gn 6,6).

Cada día mueren en Gaza alrededor de 500 personas, la mitad de ellos niños. Por cada 2 muertos por los bombardeos del gobierno israelí, uno de ellos es un niño o una niña. No son estadísticas, son personas. Y de ese otro que muere por las bombas, unos son mujeres y otros ancianos y otro tanto, hombres jóvenes y adultos que no tienen nada que ver con Hamás. No son estadísticas son personas.

El objetivo del gobierno israelí dirigido por el corrupto de Netanyahu es desaparecer a Hamás, como lo ha dicho, aunque para ello sea necesario el genocidio y la destrucción de todo un país o pueblo. Destruir, destruir, destruir, como venganza, sin compasión, sin amor, sin consideración, lo que es lo mismo sin valores éticos fundamentados en la religión.

Como ha dicho el Gran Rabino y escritor inglés Jonathan Sacks: “Demasiado a menudo en la historia de la religión, la gente ha matado en nombre del Dios de la vida, ha hecho la guerra en nombre del Dios de la Paz, ha odiado en nombre del Dios del amor y ha practicado la crueldad en nombre del Dios de la compasión. Cuando esto sucede, Dios habla, a veces en voz baja, casi inaudible frente al clamor de aquellos que dicen hablar en su nombre. Lo que dice en esos momentos es: “No en mi nombre”. (Pasaje del libro “No en nombre de Dios” de Jonathan Sacks).

Los familiares de los rehenes secuestrados por Hamás protestan todos los días en las calles de Israel pidiendo una Negociación y Paz para su regreso. Pero también el gobierno de Netanyahu es insensible a sus peticiones.

Hay que detener el genocidio y la barbarie contra el pueblo palestino, llevado adelante por un gobierno fundamentado en un disparate bíblico -como decía Saramago- el del Pueblo Elegido, muy cercano el concepto de la superioridad de la raza aria.

Hemos llegado a un punto en que solo los pueblos del mundo, incluyendo por supuesto al pueblo judío, podrán detener a un gobierno israelí deshumanizado y genocida, porque los mecanismos de convivencia como el derecho internacional o la ONU han mostrado su total incapacidad para detener el fundamentalismo que gobierna Israel.

Citamos nuevamente al Gran Rabino Sacks: “De acuerdo con la Biblia hebrea, el monoteísmo abrahámico apareció en el mundo como un rechazo del imperialismo y el uso de la fuerza para hacer de algunos hombres amos y de otros esclavos”. (…) “No es nuestra tarea conquistar el mundo, convertirlo o imponer la uniformidad de las creencias. Nuestra tarea es ser una bendición para el mundo. El uso de la religión para fines políticos no es rectitud, sino idolatría”. (Obra citada).

Hay que detener el genocidio del pueblo palestino y luchar por la paz como única salida humana a este mundo.

Los hombres de hoy son, probablemente, peores que los de antes, más corruptos, más sanguinarios, más vengativos, más inmorales… Esas camarillas, como las de Netanyahu, están provocando un nuevo Diluvio, aunque esta vez será un diluvio atómico.

Gaza / Israel: Asamblea General de Naciones Unidas por abrumadora mayoría adopta resolución pidiendo alto a la violencia en Gaza y respeto al derecho internacional humanitario

Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR). Contacto: nboeglin@gmail.com

El pasado 27 de octubre, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó una resolución titulada «Protección de los civiles y cumplimiento de las obligaciones jurídicas y humanitarias…» / … «Protection of civilians and upholding legal and humanitarian obligations«.

En ella, se pide una tregua humanitaria inmediata en las hostilidades en Gaza, se llama a suplir inmediatamente de electricidad y agua a la población civil en Gaza, y se exige a ambos bandos a respetar el derecho internacional humanitario en las acciones militares que realizan en Gaza y a resguardar a la población civil (véase nota de prensa oficial de Naciones Unidas).

El contenido de la resolución en breve

Un total de 14 puntos resolutivos precedidos de varios largos considerandos constituyen la osatura de esta importante resolución.

Entre los considerandos, se lee que la Asamblea General refiere a lo ocurrido el 7 de octubre en los siguientes términos, expresando además su profunda preocupación por la población civil:

«Expressing grave concern at the latest escalation of violence since the 7 October 2023 attack and the grave deterioration of the situation in the region, in particular in the Gaza Strip and the rest of the Occupied Palestinian Territory, including East Jerusalem, and in Israel, to southern Gaza,

Condemning all acts of violence aimed at Palestinian and Israeli civilians, including all acts of terrorism and indiscriminate attacks, as well as all acts of provocation, incitement and destruction»,

../..

«Expresando grave preocupación por la última escalada de violencia desde el ataque del 7 de octubre de 2023 y por el grave deterioro de la situación en la región, en particular en la Franja de Gaza y el resto del Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y en Israel,

Condenando todos los actos de violencia dirigidos contra civiles palestinos e israelíes, incluidos todos los actos de terrorismo y los ataques indiscriminados, así como todos los actos de provocación, incitación y destrucción»,

En los dos puntos resolutivos iniciales, se lee que la Asamblea General:

«1. Calls for an immediate, durable and sustained humanitarian truce leading to a cessation of hostilities;

  1. Demands that all parties immediately and fully comply with their obligations under international law, including international humanitarian law and international human rights law, particularly in regard to the protection of civilians and civilian objects, as well as the protection of humanitarian personnel, persons hors de combat, and humanitarian facilities and assets, and to enable and facilitate humanitarian access for essential supplies and services to reach all civilians in need in the Gaza Strip».

../..

  1. Pide que se declare una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida que conduzca al cese de las hostilidades;
  2. Exige que todas las partes cumplan de manera plena e inmediata las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, en particular en lo que respecta a la protección de los civiles y los bienes de carácter civil y a la protección del personal humanitario, las personas fuera de combate y las instalaciones y los activos humanitarios, y que permitan y faciliten el acceso humanitario para que los suministros y servicios esenciales lleguen a todos los civiles necesitados de la Franja de Gaza;

En el punto 5 resolutivo se precisa además que la Asamblea General exige a Israel suspender la orden de evacuación dada, en los siguientes términos:

  1. Also calls for the rescinding of the order by Israel, the occupying Power, for Palestinian civilians and United Nations staff, as well as humanitarian and medical workers, to evacuate all areas in the Gaza Strip north of the Wadi Gaza and relocate to southern Gaza, recalls and reiterates that civilians are protected under international humanitarian law and should receive humanitarian assistance wherever they are, and reiterates the need to take appropriate steps to ensure the safety and well-being of civilians, in particular children, and their protection, and allowing their safe movement;

../..

  1. Pide también que se anule la orden de Israel, la Potencia ocupante, de que los civiles palestinos y el personal de las Naciones Unidas, así como los trabajadores humanitarios y médicos, evacúen todas las zonas de la Franja de Gaza situadas al norte de Wadi Gaza y se reubiquen en el sur de Gaza, recuerda y reitera que los civiles están protegidos por el derecho internacional humanitario y deben recibir asistencia humanitaria dondequiera que se encuentren, y reitera la necesidad de que se adopten medidas apropiadas para velar por la seguridad y el bienestar de los civiles, en particular los niños, y por su protección, y permitir su desplazamiento en condiciones de seguridad;

El tema de los rehenes se encuentra tratado en el punto resolutivo 7 en el que se indica que la Asamblea General:

«7. Calls for the immediate and unconditional release of all civilians who are being illegally held captive, demanding their safety, well-being and humane treatment in compliance with international law«;

 ../..

  1. Pide la liberación inmediata e incondicional de todos los civiles que permanecen cautivos de manera ilegal, exigiendo su seguridad, bienestar y trato humano de conformidad con el derecho internacional;

El texto integral de la resolución adoptada se reproduce al final de esta nota, en su versión en español y en inglés.

Una resolución en la Asamblea General ante el persistente bloqueo del Consejo de Seguridad

Se trata de una resolución del órgano plenario (193 Estados Miembros) que se adopta ante la imposibilidad dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (15 Estados) de consensuar un texto: en efecto, este último lleva ya cuatro intentos para pronunciarse sobre lo que ocurre en Israel y en Gaza desde el 7 de octubre sin lograr poner de acuerdo con sus 15 integrantes.

Al respecto, tuvimos la ocasión de explicar el alcance del sorpresivo veto de Estados Unidos observado el 18 de octubre a la propuesta de Brasil, objeto de un único voto en contra (Estados Unidos) pese a contar con 12 votos favorables y dos abstenciones (Rusia y Reino Unido): véase al respecto nuestra nota titulada: «Gaza / Israel: breves reflexiones con relación al veto de Estados Unidos al proyecto de resolución en el seno del Consejo de Seguridad presentado por Brasil«.

El voto en breve

El texto adoptado este 27 de octubre por la Asamblea General lo fue con 120 votos a favor, 14 votos en contra, y 45 abstenciones, tal y como lo detalla el tablero de votación que a continuación se reproduce:

Es de notar que, tal como previsto, en América Latina, Guatemala fue el único en votar en contra, con un voto en contra adicional inesperado: Paraguay. Esta vez, Israel no logró encontrar un voto proveniente de Centroamérica, como en ocasiones anteriores.

Al tiempo que Israel (y su fiel aliado norteamericano) pudieron convencer en Europa únicamente a Austria, Croacia, Hungría y República Checa a votar en contra. Ningún Estado de África ni de Asia votó en contra del texto adoptado, que fue inicialmente propuesto por Jordania.

Israel pudo contar con el voto negativo de lo que se denomina la «coalición» que históricamente acompaña a Israel y a Estados Unidos en este tipo de contiendas diplomáticas, a saber: Islas Marshall, Micronesia, Nauru y Tonga.

Es de notar que 14 Estados optaron por el «No Show» (ausencia del delegado a la hora registrarse el voto).

Por primera desde muchos años, Canadá optó esta vez por abstenerse, en vez de votar con Israel y Estados Unidos, al igual que ocurrió con el delegado de Palau en Naciones Unidas.

Un dramático recuento de personas fallecidas y heridas

El último estado de situación al 26 de octubre del 2023 elaborado por la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA, véase enlace oficial) indica el saldo siguiente desde que inició el conteo de personas fallecidas y heridas el 7 de octubre en Israel y en Gaza:

– del lado palestino, se registran en Gaza, 7028 personas fallecidas y 18.482 personas heridas, a las que hay que añadir – en Cisjordania – 103 fallecidos y 1956 heridos; mientras que

– del lado israelí, se contabilizan 1400 personas fallecidas y 5431 heridas, así como una muerte en Gaza (y 11 personas heridas) y una muerte en Cisjordania (y 3 personas heridas).

Se lee en este documento que son más de 2900 los niños fallecidos en Gaza, y más de 1700 las mujeres que han fallecido desde el pasado 7 de octubre en Gaza:

«Since 7 October, 7,028 Palestinians have been killed, including at least 2,913 children and 1,709 women, and about 18,482 have been injured, according to the MoH in Gaza.

Additionally, about 1,600 people, including at least 900 children, have been reported missing and may be trapped or dead under the rubble, awaiting rescue or recovery. Rescue teams, primarily from the Palestinian Civil Defense, are struggling to carry out their mission, amid continuous airstrikes, severe shortage of fuel to run vehicles and equipment, and with limited or no connection to mobile networks.

According to the MoH in Gaza, as of 26 October, 171 Palestinian families had lost ten or more of their members, 124 Palestinian families had lost 6 to 9 members, and 436 families had lost two to five of their members«.

A modo de conclusión

La posición aislada de Estados Unidos en el seno del Consejo de Seguridad observada el pasado 18 de octubre, y ahora, su reiterada oposición a la adopción de este texto adoptado en la Asamblea General este 27 de octubre, evidencian su compromiso total con Israel.

El hecho que además de Estados Unidos e Israel, 12 Estados hayan instruido a sus respectivos delegados a votar en contra de esta resolución no disimula en lo más mínimo este aislamiento norteamericano, que profundiza esta vez, de forma notoria, la abstención de la delegación de Canadá.

Esta situación no puede sino tender a exacerbar aún más los ánimos de multitudes frente a sedes diplomáticas israelíes y norteamericanas en los próximos días, mientras circulen más imágenes del drama absoluto al que la población civil palestina de Gaza se ve sometida por parte de las fuerzas militares israelíes desde la tarde/noche del 7 de octubre del 2023.

Por su parte, con esta resolución de la Asamblea General en mano, los Emiratos Árabes Unidos solicitaron nuevamente una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en aras de forzarlo a pronunciarse sobre lo que ocurre en Gaza (véase nota de The Guardian del 29/10/2023).


Documento / Material – Resolución adoptada el 27 de octubre del 2023 – versión en español y en inglés – Proyecto de resolución A/ES-10/L.25

Protección de los civiles y cumplimiento de las obligaciones jurídicas y humanitarias

La Asamblea General,

Guiada por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, Recordando sus resoluciones pertinentes relativas a la cuestión de Palestina,

Reafirmando la obligación de respetar y velar por que se respete el derecho internacional humanitario en todas las circunstancias, de conformidad con el artículo 1 de los Convenios de Ginebra, de 12 de agosto de 19491,

Recordando las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, incluidas las resoluciones 242 (1967), de 22 de noviembre de 1967, 338 (1973), de 22 de octubre de 1973, 446 (1979), de 22 de marzo de 1979, 452 (1979), de 20 de julio de 1979, 465 (1980), de 1 de marzo de 1980, 476 (1980), de 30 de junio de 1980, 478 (1980), de 20 de agosto de 1980, 904 (1994), de 18 de marzo de 1994, 1397 (2002), de 12 de marzo de 2002, 1515 (2003), de 19 de noviembre de 2003, 1850 (2008), de 16 de diciembre de 2008, 1860 (2009), de 8 de enero de 2009, y 2334 (2016), de 23 de diciembre de 2016,

Recordando también las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la protección de los civiles en los conflictos armados, incluidas las relativas a los niños y los conflictos armados,

Expresando grave preocupación por la última escalada de violencia desde el ataque del 7 de octubre de 2023 y por el grave deterioro de la situación en la región, en particular en la Franja de Gaza y el resto del Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y en Israel,

Condenando todos los actos de violencia dirigidos contra civiles palestinos e israelíes, incluidos todos los actos de terrorismo y los ataques indiscriminados, así como todos los actos de provocación, incitación y destrucción,

Recordando la necesidad de respetar los principios de distinción, necesidad, proporcionalidad y precaución en la conducción de las hostilidades,

Poniendo de relieve que debe protegerse a los civiles, de conformidad con el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, y deplorando a este respecto las numerosas bajas civiles y la destrucción generalizada,

Poniendo de relieve también la necesidad de exigir responsabilidades, y destacando a este respecto la importancia de velar por que se realicen investigaciones independientes y transparentes que sean conformes a las normas internacionales,

Expresando grave preocupación por la situación humanitaria catastrófica en la Franja de Gaza y por sus amplias consecuencias para la población civil, integrada en gran medida por niños, y subrayando la necesidad de un acceso humanitario pleno, inmediato, seguro, sin trabas y sostenido,

Expresando su firme apoyo a los esfuerzos del Secretario General y a sus llamamientos en favor del acceso inmediato y sin restricciones de la ayuda humanitaria para responder a las necesidades más básicas de la población civil palestina de la Franja de Gaza, subrayando el mensaje del Secretario General de que es necesario proporcionar alimentos, agua, medicamentos y combustible de manera sostenida y a gran escala, y expresando su aprecio por el papel fundamental desempeñado por Egipto a este respecto,

Expresando su firme apoyo también a todos los esfuerzos regionales e internacionales encaminados a lograr el cese inmediato de las hostilidades, garantizar la protección de los civiles y proporcionar ayuda humanitaria,

  1. Pide que se declare una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida que conduzca al cese de las hostilidades;
  2. Exige que todas las partes cumplan de manera plena e inmediata las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, en particular en lo que respecta a la protección de los civiles y los bienes de carácter civil y a la protección del personal humanitario, las personas fuera de combate y las instalaciones y los activos humanitarios, y que permitan y faciliten el acceso humanitario para que los suministros y servicios esenciales lleguen a todos los civiles necesitados de la Franja de Gaza;
  3. Exige también que, de manera inmediata, continua, suficiente y sin trabas, se proporcionen a los civiles de toda la Franja de Gaza artículos y servicios esenciale s, incluidos, entre otros, agua, alimentos, suministros médicos, combustible y electricidad, destacando el imperativo, en virtud del derecho internacional humanitario, de asegurar que los civiles no se vean privados de bienes indispensables para su supervivencia;
  4. Pide que se facilite acceso humanitario inmediato, pleno, sostenido, seguro y sin trabas al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente y otros organismos humanitarios de las Naciones Unidas y sus asociados en la ejecución, al Comité Internacional de la Cruz Roja y a todas las demás organizaciones humanitarias que defienden los principios humanitarios y prestan asistencia urgente a los civiles en la Franja de Gaza, alienta el establecimiento de corredores humanitarios y otras iniciativas para facilitar la entrega de ayuda humanitaria a los civiles, y acoge con beneplácito los esfuerzos desplegados en este sentido;
  5. Pide también que se anule la orden de Israel, la Potencia ocupante, de que los civiles palestinos y el personal de las Naciones Unidas, así como los trabajadores humanitarios y médicos, evacúen todas las zonas de la Franja de Gaza situadas al norte de Wadi Gaza y se reubiquen en el sur de Gaza, recuerda y reitera que los civiles están protegidos por el derecho internacional humanitario y deben recibir asistencia humanitaria dondequiera que se encuentren, y reitera la necesidad de que se adopten medidas apropiadas para velar por la seguridad y el bienestar de los civiles, en particular los niños, y por su protección, y permitir su desplazamiento en condiciones de seguridad;
  6. Rechaza firmemente cualquier intento de traslado forzoso de la población civil palestina;
  7. Pide la liberación inmediata e incondicional de todos los civiles que permanecen cautivos de manera ilegal, exigiendo su seguridad, bienestar y trato humano de conformidad con el derecho internacional;
  8. Pide también que se respeten y protejan, de conformidad con el derecho internacional humanitario, todas las instalaciones civiles y humanitarias, incluidos los hospitales y otras instalaciones médicas, y sus medios de transporte y equipo, las escuelas, los lugares de culto y las instalaciones de las Naciones Unidas, así como todo el personal humanitario y médico y los periodistas, los profesionales de los medios de comunicación y el personal asociado, en los conflictos armados de la región;
  9. Destaca el efecto particularmente grave que los conflictos armados tienen sobre las mujeres y los niños, incluso en cuanto refugiados y desplazados, así como sobre otros civiles que pueden ser vulnerables por motivos específicos, entre ellos las personas con discapacidad y las personas de edad;
  10. Destaca también la necesidad de establecer urgentemente un mecanismo que garantice la protección de la población civil palestina, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas;
  11. Destaca además la importancia de un mecanismo de notificación humanitaria para garantizar la protección de las instalaciones de las Naciones Unidas y todas las instalaciones de carácter humanitario, y de asegurar la circulación sin trabas de los convoyes de asistencia;
  12. Pone de relieve la importancia de evitar una mayor desestabilización e intensificación de la violencia en la región y, en este sentido, exhorta a todas las partes a que actúen con la máxima moderación y a todos los que tienen influencia sobre ellas a que obren en pro de ese objetivo;
  13. Reafirma que solo se puede alcanzar una solución justa y duradera del conflicto israelo-palestino por medios pacíficos, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y con el derecho internacional, y sobre la base de la solución biestatal;
  14. Decide suspender temporalmente el décimo período extraordinario de sesiones de emergencia y autorizar al presidente de la Asamblea General en su período de sesiones más reciente a que lo reanude cuando lo soliciten los Estados Miembros.

Protection of civilians and upholding legal and humanitarian obligations

The General Assembly,

Guided by the purposes and principles of the Charter of the United Nations,

Recalling its relevant resolutions regarding the question of Palestine,

Reaffirming the obligation to respect and ensure respect for international humanitarian law in all circumstances in accordance with article 1 of the Geneva Conventions of 12 August 1949,

Recalling the relevant resolutions of the Security Council, including resolutions 242 (1967) of 22 November 1967, 338 (1973) of 22 October 1973, 446 (1979) of 22 March 1979, 452 (1979) of 20 July 1979, 465 (1980) of 1 March 1980, 476 (1980) of 30 June 1980, 478 (1980) of 20 August 1980, 904 (1994) of 18 March 1994, 1397 (2002) of 12 March 2002, 1515 (2003) of 19 November 2003, 1850 (2008) of 16 December 2008, 1860 (2009) of 8 January 2009 and 2334 (2016) of 23 December 2016,

Recalling also Security Council resolutions on the protection of civilians in armed conflict, including on children and armed conflict,

Expressing grave concern at the latest escalation of violence since the 7 October 2023 attack and the grave deterioration of the situation in the region, in particular in the Gaza Strip and the rest of the Occupied Palestinian Territory, including East Jerusalem, and in Israel, to southern Gaza,

Condemning all acts of violence aimed at Palestinian and Israeli civilians, including all acts of terrorism and indiscriminate attacks, as well as all acts of provocation, incitement and destruction,

Recalling the need to uphold the principles of distinction, necessity, proportionality and precaution in the conduct of hostilities,

Emphasizing that civilians must be protected, in accordance with international humanitarian law and international human rights law, and deploring in this regard the heavy civilian casualties and widespread destruction,

Emphasizing also the need to pursue accountability, and stressing in this regard the importance of ensuring independent and transparent investigations in accordance with international standards,

Expressing grave concern at the catastrophic humanitarian situation in the Gaza Strip and at its vast consequences for the civilian population, largely comprising children, and underlining the need for full, immediate, safe, unhindered and sustained humanitarian access,

Expressing strong support for the efforts of the Secretary-General and for his calls for the immediate and unrestricted access of humanitarian aid to respond to the most basic needs of the Palestinian civilian population in the Gaza Strip, underlining the Secretary-General’s message that food, water, medicine and fuel need to be sustained and at scale, and expressing its appreciation for the critical role played by Egypt in this regard,

Expressing strong support also for all regional and international efforts aimed at achieving an immediate cessation of hostilities, ensuring the protection of civilians and providing humanitarian aid,

  1. Calls for an immediate, durable and sustained humanitarian truce leading to a cessation of hostilities;
  2. Demands that all parties immediately and fully comply with their obligations under international law, including international humanitarian law and international human rights law, particularly in regard to the protection of civilians and civilian objects, as well as the protection of humanitarian personnel, persons hors de combat, and humanitarian facilities and assets, and to enable and facilitate humanitarian access for essential supplies and services to reach all civilians in need in the Gaza Strip;
  3. Also demands the immediate, continuous, sufficient and unhindered provision of essential goods and services to civilians throughout the Gaza Strip, including but not limited to water, food, medical supplies, fuel and electricity, stressing the imperative, under international humanitarian law, of ensuring that civilians are not deprived of objects indispensable to their survival;
  4. Calls for immediate, full, sustained, safe and unhindered humanitarian access for the United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East and other United Nations humanitarian agencies and their implementing partners, the International Committee of the Red Cross and all other humanitarian organizations upholding humanitarian principles and delivering urgent assistance to civilians in the Gaza Strip, encourages the establishment of humanitarian corridors and other initiatives to facilitate the delivery of humanitarian aid to civilians, and welcomes efforts in this regard;
  5. Also calls for the rescinding of the order by Israel, the occupying Power, for Palestinian civilians and United Nations staff, as well as humanitarian and medical workers, to evacuate all areas in the Gaza Strip north of the Wadi Gaza and relocate to southern Gaza, recalls and reiterates that civilians are protected under international humanitarian law and should receive humanitarian assistance wherever they are, and reiterates the need to take appropriate steps to ensure the safety and well-being of civilians, in particular children, and their protection, and allowing their safe movement;
  6. Firmly rejects any attempts at the forced transfer of the Palestinian civilian population;
  7. Calls for the immediate and unconditional release of all civilians who are being illegally held captive, demanding their safety, well-being and humane treatment in compliance with international law;
  8. Also calls for respect and protection, consistent with international humanitarian law, of all civilian and humanitarian facilities, including hospitals and other medical facilities, as well as their means of transport and equipment, schools, places of worship and United Nations facilities, as well as all of humanitarian and medical personnel and journalists, media professionals and associated personnel, in armed conflict in the region;
  9. Stresses the particularly grave impact that armed conflict has on women and children, including as refugees and displaced persons, as well as on other civilians who may have specific vulnerabilities, including persons with disabilities and older persons;
  10. Also stresses the need to urgently establish a mechanism to ensure the protection of the Palestinian civilian population, in accordance with international law and the relevant United Nations resolutions;
  11. Further stresses the importance of a humanitarian notification mechanism to ensure the protection of United Nations facilities and all humanitarian installations, and to ensure the unimpeded movement of aid convoys;
  12. Emphasizes the importance of preventing further destabilization and escalation of violence in the region, and in this regard calls upon all parties to exercise maximum restraint and upon all those with influence on them to work toward this objective;
  13. Reaffirms that a just and lasting solution to the Israeli-Palestinian conflict can only be achieved by peaceful means, based on the relevant United Nations resolutions and in accordance with international law, and on the basis of the two-State solution;
  14. Decides to adjourn the tenth emergency special session temporarily and to authorize the President of the General Assembly at its most recent session to resume its meeting upon request from Member States.

Foto extraída de esta nota de prensa titulada «Bilan du Hamas: 5000 morts dont 2055 enfants, dans la bande de Gaza», Le Journal de Québec, edición del 23/10/2023.

Dr. Mads Gilbert: “Ya oigo cómo ajustan sus instrumentos de muerte. Por favor. Hagan lo que puedan. Esto no puede continuar”

  • Israel en Palestina: una guerra entre quienes defienden sus tierras y quienes se las quieren quitar

Gilberto Lopes, en San José

29 oct 2023

“La última noche fue extrema. Ya oigo los instrumentos de muerte. Los ríos de sangre continuarán corriendo la noche siguiente”, dijo el doctor Mads Gilbert desde el hospital gazatí de Al-Shifa, el 24 de julio del 2014.

¿Existirá todavía ese hospital? ¿Le habrá ido mejor que el hospital Al-Ahli, destruido por un bombardeo la semana pasada?

Averiguo. Sí, sigue existiendo. Es el hospital más grande de Gaza. Con capacidad para atender a 700 personas por día, hoy recibe a cinco mil. Estaba al borde del colapso. “Cuando llega el bombardeo, el infierno entero se desmorona sobre Al Shifa”, contó Alejandra Pataro, periodista del diario argentino Clarín.

La voz del doctor Gilbert sigue sonando, sin que se terminen de aclarar las razones de tal tragedia. Hay que tratar de entender…

La guerra en la Franja de Gaza ha desviado la atención de Cisjordania, el otro territorio con el que debía conformarse un Estado palestino. Esa falta de atención –dijo la periodista israelí Amira Haas, en el diario Haaretz– ha permitido a los colonos judíos, apoyados por el ejército, la policía y cuerpos paramilitares, renovar sus ataques contra agricultores y pastores palestinos en Cisjordania, con un claro objetivo: expulsar las comunidades de sus tierras y de sus casas.

Haaretz ilumina aspectos de una realidad que pasó a segundo plano en Israel y que el resto del mundo prácticamente ignora. El frente militar de esta guerra se libra de nuevo en Gaza, con sus dramáticas consecuencias, pero aun así es difícil decidir cuál de los dos escenarios –el de Gaza o el de Cisjordania– es el más cruel.

Hace poco más de diez años, en mayo del 2013, Bradley Burston, columnista del Haaretz, escribía sobre el “verdadero secreto” de Israel. “No es la bomba atómica”, aseguraba, sino el presupuesto que el Estado asignaba a los asentamientos judíos en Cisjordania.

Nadie sabe cuánto dinero se vierte en los asentamientos. ¡Nadie! ¡Nunca! Burston hacía referencia a un informe de la radio del ejército israelí sobre los recursos destinados a legalizar esos asentamientos y crear incentivos para atraer a miles de nuevos residentes, más allá de las fronteras de Cisjordania, establecidas por la “Línea Verde”.

“La pobreza en Israel es buena para los asentamientos y genial para la ocupación”, agregaba. Cuando comenzó la construcción de los asentamientos, en la década de los 80’s –dice Burston– los gobiernos del conservador partido Likud, de Benjamin Netanyahu, “ya habían empezado a desmantelar las redes de seguridad de bienestar social”, fundamento de la economía y de la sociedad israelita desde su fundación, en 1948.

A medida en que las privatizaciones avanzaban, muchas personas en los pueblos y barrios marginales de Israel quedaban atrás. El gobierno financió entonces la creación de suburbios con viviendas a precios accesibles, que atrajeron a miles de compradores. Financiaron escuelas y transporte, de modo que la ocupación del territorio palestino se fue haciendo realidad hilera tras hilera. Luego surgieron bases del ejército en todas las direcciones “para proteger a los colonos”. Diez años después del artículo de Burston, Ofer Aderet publicaba, también en el Haaretz, otros detalles del plan, revelados en documentos de archivos estatales, gracias a un proyecto del Taub Center para estudios israelíes, de la New York University, que muestran como la ocupación de los territorios palestinos, en Judea y Samaria, fue planificada cuidadosamente.“El establecimiento de asentamientos judíos en los territorios ocupados ha sido la mayor empresa nacional del último medio siglo, pero ha atraído muy poca investigación académica”, se puede leer en la página del Taub Center.

En los documentos hechos públicos se revelaba que, primero, trataban de expropiar la tierra de cultivo de los palestinos, con el pretexto de que la iban a transformar en una zona de entrenamiento militar. Si los habitantes se resistían a abandonarla, los soldados saboteaban sus herramientas o usaban sus vehículos para destruir las cosechas. Como último recurso envenenaban las tierras, rociándolas con químicos tóxicos, letales para los animales y peligrosos para los humanos.

Esas medidas, aplicadas en la localidad de Aqraba, en 1972, durante el gobierno de la primera ministra Golda Meir, son un ejemplo de que, en esta materia, una misma política fue promovida de formas similares, por los diversos partidos israelíes.

El 21 de septiembre pasado, un informe de Naciones Unidas denunciaba un éxodo sin precedentes de pobladores palestinos en Cisjordania. Más de 1.100 habían tenido que abandonar sus propiedades desde 2022 debido a la violencia de los colonos judíos, que habían obligado a los palestinos a desalojar completamente cinco comunidades. Otras seis vieron partir la mitad de sus habitantes y algunas más, a partes menores de su población.

“Yo siento como si fuera un refugiado aquí y los colonos los propietarios de nuestra tierra”, dijo Ali Abu Kbash, un pastor que dejó su propiedad en la aldea de Al-Qabun, en Cisjordania, con sus cuatro hijos y 60 ovejas, para instalarse en las laderas rocosas de una aldea vecina.

La ola de abandonos de la llamada “Área C” de Cisjordania (un 60% del territorio, bajo control del ejército israelí, según los acuerdos de paz de Oslo, en los años 90) se ha intensificado. “El desalojo de los palestinos en medio de la creciente violencia de los colonos es de una magnitud no documentada previamente”, según la coordinadora de la oficina de las Naciones Unidas para los Asuntos Humanitarios en el Territorio Palestino Ocupado, Andrea de Domenico.

Los colonos instalan puestos de avanzada en la tierra palestina, liberan sus ovejas en los terrenos de los pastores palestinos y queman sus casas, apoyados por las autoridades y los militares.

En septiembre del 2020 los tribunales israelíes ordenaron la expulsión de una docena de palestinos de sus tierras en dos casos distintos: en uno, para entregar las tierras a una asociación de colonos; en el otro, a una compañía propiedad de activistas de extrema derecha.

Netanyahu, luchando por su supervivencia política en las elecciones de septiembre de 2019, anunció su disposición de apropiarse de hasta un tercio de Cisjordania. Ministros árabes de relaciones exteriores, reunidos en El Cairo, lo calificaron entonces de un “plan peligroso”, que violaba leyes internacionales. El canciller turco lo llamó “racista e incendiario”.

La ilegalidad de estas acciones ha sido reiterada por las más diversas instancias. La política de construcción y ampliación de asentamientos, incluyendo Jerusalén Este, es ilegal de acuerdo con el Derecho Internacional. La Unión Europea dijo que no reconocerá ninguna anexión unilateral del valle del Jordán por parte de Israel, según la portavoz del servicio diplomático europeo, Maja Kocijancic, en respuesta al plan anunciado por Netanyahu.

Pobreza endémica

Es imposible, en un artículo de prensa, contar una historia de siete décadas. Pero hay una infinidad de notas, de fuentes diversas, que resumen la situación que tratamos de describir.

En diciembre del 2004, la BBC entrevistó a Peter Hansen, director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA). (La entrevista puede ser vista aquí: http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/hi/spanish/international/newsid_4115000/4115287.stm)

«Las estadísticas de muerte, destrucción y pobreza no llegan a transmitir el verdadero sufrimiento de la población en los territorios ocupados. Barrios enteros (…) han sido arrasados. En nuestras escuelas, una generación completa crece en un ambiente de violencia aterradora. La maldición de la pobreza endémica alcanza ahora a dos tercios de la población», dijo Hansen a la BBC.

En noviembre (2004) UNRWA pidió fondos para alimentar a 1,6 millones de palestinos en los territorios ocupados.¿Se trata de personas que, si no fuera por UNRWA, no tendrían qué comer?, pregunta el periodista.

– Así es, dice Hansen. “Desde el comienzo de la intifada (septiembre del 2000) casi toda posibilidad de empleo para palestinos en Israel se ha acabado. Antes de la intifada eran 130 mil los palestinos que trabajaban en Israel. Estamos hablando de 130 mil familias, casi un millón de personas, porque las familias son grandes”, explica.

“Un informe del Banco Mundial de noviembre del 2004 dice que un 50% de los palestinos viven en la pobreza, con menos de dos dólares al día. UNRWA ha denunciado que uno de cada cinco niños en los territorios ocupados sufre de grave desnutrición”, dice el periodista.

–Hace cuatro años que estamos en este programa de emergencia. Por falta de fondos hemos tenido que bajar el nivel de ayuda alimentaria del 80% de lo que una familia precisa a un 60%, y ahora a 40%, porque sencillamente no nos llega suficiente dinero para hacer esto mejor.

¿Es decir –le preguntan, de nuevo– que las familias reciben sólo el 40% de los alimentos que precisan para subsistir?

–Así es. Van a tener que intentar hallar lo demás en otro lugar.

Las relaciones de Washington con los palestinos se habían puesto difíciles. El 6 de diciembre del 2017 Trump había anunciado que Estados Unidos reconocía a Jerusalén como capital de Israel. El secretario de Estado, Mike Pompeo, y la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley (hoy precandidata presidencial del partido Republicano), defendieron la medida, argumentando que el programa era responsable de la pobreza en Palestina.

El líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas, condenó la decisión. “Esta deplorable e inaceptable medida socava deliberadamente todos los esfuerzos de paz”, dijo Abbas.

Para Hamas, la decisión “abría las puertas del infierno para los intereses de los Estados Unidos en la región”.

En agosto de 2018 Trump canceló los recursos destinados por Estados Unidos al programa de ayuda para los palestinos. Una medida que Biden revirtió en abril del 2021, anunciando el otorgamiento de 150 millones de dólares para UNRWA y otros 75 millones para asistencia económica y humanitaria en Cisjordania y la Franja de Gaza.

El muro

UNRWA denunció también el muro que construía Israel en Cisjordania. Pese a su importancia, la gran prensa habla poco (o nada) de ese muro.

Aunque no está totalmente terminado (y, por razones políticas, posiblemente no se complete nunca) sus consecuencias son devastadoras para los palestinos, como lo señala Hansen. “El muro pasa por algunos lugares en que separa a la población de los establecimientos que tenemos para educación y salud”. “Hay problemas para que lleguen a los hospitales, porque la mayoría de los hospitales está en Jerusalén, que se está encerrando totalmente”.

Una compleja estructura a lo largo de más de 500 km, con unos 30 km de muros de hormigón de hasta siete metros de altura y cuatro metros de profundidad, se complementa con vallas, rejas y torres de vigilancia que rodean Cisjordania y Gaza. Una valla que los palestinos deben cruzar por puestos de control, de los cuales, hasta el año pasado, once abrían diariamente, mientras que otros lo hacían algunos días de la semana o solo en determinadas épocas de cosecha. Y donde el paso era siempre una decisión arbitraria y, con frecuencia, humillante, de los agentes de seguridad.

Alguien que vive al lado de Jerusalén y tiene que ir al hospital, en lugar de tomarle los quince minutos de antes, ahora le toma tres horas. Debe hacer un recorrido muy largo hacia el sur de Jerusalén y volver por el norte. Para gente anciana, enferma, esto está lejos de ser ideal.

“Una barrera que va mucho más allá del obvio impacto físico: es el dolor de la familia separada, la desprotección ante la casa confiscada o demolida, la angustia del agricultor que no riega su tierra y pierde su sustento, la rabia de los desplazamientos extendidos para esquivarlo, la humillación de los controles militares para cruzar, el anhelo del fiel que añora orar en Jerusalén, la melancolía de una puesta de sol robada”, contó la periodista Carmen Rangel en un artículo publicado en el Huffington Post, el 26 de junio del año pasado.

Israel comenzó a construir un muro en junio de 2002, con una extensión prevista entonces de unos 700 km, a un costo de más de 3,5 mil millones de dólares. Los palestinos denunciaron la expropiación de nuevos territorios con la construcción del muro, que no sigue la fronteriza Línea Verde.

El Tribunal Internacional de Justicia de La Haya dictaminó, en 2004, que esa estructura es ilegal porque gran parte de su trazado se adentra en los territorios autónomos palestinos.

El 23 diciembre del 2016, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución 2334 en la que reafirmaba que “el establecimiento de asentamientos por parte de Israel en el territorio palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalén Oriental, no tiene validez legal y constituye una flagrante violación del derecho internacional.

Reiteraba su exigencia de que Israel pusiera fin, “de inmediato y por completo”, a toda actividad de asentamiento en el territorio palestino ocupado; y exhortaba a que se adoptaran medidas para prevenir todo acto de violencia contra civiles.

Como sabemos, nada de eso ha ocurrido.

La Autoridad Palestina, el órgano palestino de administración de parte del territorio ocupado surgida de los Acuerdos de Oslo, en 1993, ha visto su autoridad muy menguada por la división del territorio de Cisjordania en tres áreas: A, B y C. Los Acuerdos de Oslo dejaron en manos de Israel el control total de la economía palestina, así como sus asuntos civiles y de seguridad en más del 60% de Cisjordania, designado como Área C.

Descontentos con esa situación, desde 2005 los palestinos eligieron como sus representantes en Gaza a Hamas y su política de resistencia armada a la ocupación, cuyo asalto a la población en el sur de Israel, a principios del mes de octubre, dio inicio a la más grave escalada militar del conflicto palestino-israelí.

Hagan lo que puedan. Esto no puede continuar…

¿La más grave? Quizás, pero basta volver la mirada hacía la historia para descubrir que se repite, una y otra vez.

El julio del 2014 se reunía el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, para discutir una nueva incursión israelí en Gaza, la operación llamada “Margen Protectora”.

Según diversas estimaciones, entre 2.125 y 2.310 gazatíes murieron (1.492 civiles, incluyendo 551 niños y 299 mujeres) en este operativo. Casi once mil quedaron heridos. 66 soldados y cinco civiles (incluyendo un niño) israelíes también perdieron la vida.

La ONU denunció que los ataques del Ejército israelí contra Gaza podrían constituir «crímenes de guerra» y aprobó una investigación al respecto, mientras Palestina solicitó ayuda internacional para obligar al Israel a cesar una agresión que denunció como “una catástrofe humanitaria».

La resolución fue aprobada en el Consejo de Derechos Humanos por 29 votos y 17 abstenciones. El único voto en contra fue el de los Estados Unidos. La resolución les parecía «destructiva» y que no contribuiría al cese de las hostilidades.

Israel calificó de «farsa» esa decisión. Su embajador ante el Consejo, Eviatar Manor, acusó a Hamas de cometer “crímenes de guerra” y aseguró que Israel “destruiría sus infraestructuras militares».

El 24 de julio el doctor Mads Gilbert, del hospital gazatí de Al-Shifa, ciudadano noruego, publicó una carta abierta en el diario británico The Independent a la que ya hemos hecho referencia.

“Los ríos de sangre seguirán fluyendo la próxima noche. Ya oigo cómo ajustan sus instrumentos de muerte. Por favor. Hagan lo que puedan. Esto no puede continuar”, imploraba.

Ahí decía que “La última noche fue extrema. La invasión terrestre de Gaza produjo decenas de furgones llenos de cuerpos mutilados, destrozados, sangrantes, temblorosos, agonizantes… Palestinos heridos de toda condición y edad, todos civiles, todos inocentes”.

“Luego la orquesta de la maquinaria de guerra israelí vuelve a comenzar su macabra sinfonía. Justo en este instante: las salvas de artillería de los barcos de la marina anclados frente a la costa, el rugido de los F-16, los repugnantes drones (en árabe “zennanis”, “colibríes”) y los Apaches. Todo construido y pagado por los Estados Unidos”.

Una inversión inteligente

¡Todo construido y pagado por los Estados Unidos!, decía el doctor Gilbert.

El jueves, 19 de octubre recién pasado, Joe Biden se dirigió a los norteamericanos (y al mundo) desde su oficina oval, en la Casa Blanca, para hablar de los conflictos en Palestina y en Ucrania.

Los terroristas de Hamas han desatado la maldad en el mundo. Son ellos –y Putin– los que pretenden acabar con la democracia y con sus vecinos, aseguró.

Si no pagan un precio, el costo y las amenazas contra Estados Unidos continuarán aumentando. Si ponemos todo en riesgo, si abandonamos Ucrania e Israel, nuestro liderazgo y nuestros valores estarán en peligro. Por eso pediré mañana recursos urgentes para financiar nuestras necesidades de seguridad nacional, dijo Biden. Y pidió 106 mil millones de dólares al congreso: 60 mil millones para Ucrania y 14 mil para Israel. El resto, para otros gastos. “Es una inversión inteligente, que dará dividendos por generaciones para la seguridad de los Estados Unidos”, afirmó.

En esos días de guerra se estimaba en cerca de 270 millones las necesidades urgentes de Gaza, cuyos poco más de dos millones de habitantes no tenían agua, comida o electricidad, cortadas por Israel, ni recursos para sus hospitales.

El paquete que Biden enviaría al congreso apuntaba en otra dirección. Es un compromiso sin precedentes con la seguridad de Israel, que asegurará su ventaja militar, aseguró, sin dejar de añadir que era necesario que Israel operara de acuerdo con las leyes de la guerra, que protegiera a los civiles “lo mejor que pudiera”.

Biden estima que es el liderazgo norteamericano, sus valores, lo que mantiene el mundo unido. Que Estados Unidos es la nación indispensable, esencial para construir el arsenal de la democracia y defender la causa de la libertad. “No dejaremos que terroristas como Hamas, ni tiranos como Putin, venzan. No lo permitiré”. “¡Somos los Estados Unidos de América!”, afirmó.

Al comentar el discurso, la vocera del ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo: «Antes decían que era una lucha por la libertad y la democracia. Ahora resulta que es solo un cálculo”.

¿Y las reglas?

Hay quienes buscan justificar sus posiciones frente al conflicto entre los palestinos e Israel desde el punto de vista de la “ética”. Como si el problema de la ética no estuviera ya resuelto desde siempre, en las opciones económicas y políticas que, como muestra la historia, han sido tomadas hace ya más de 70 años.

Otros hablan de “terrorismo”. Pero transformado en arma política para descalificar a los enemigos, el “terrorismo” ha perdido su valor de análisis. Usado como calificativo, hace imposible todo intento de comprensión de los problemas.

¿Y las reglas? La relación entre Israel y Palestina muestra que, hace mucho, no hay reglas. Ninguna de las resoluciones de Naciones Unidas se cumple. Ningún acuerdo se respeta, ni los de Oslo, ni los de Minsk, en el caso de Ucrania.

Tampoco se habla de la bomba atómica de Israel, un debate imposible de disociar de otros, más actuales, de la bomba de Corea del Norte, o de Irán. ¿Son otras reglas las que se aplican en estos casos?

No se puede dejar de pensar que no faltan quienes quieren transformar en mundo en otro hospital Al-Ahil. ¿No hace falta hacer algún esfuerzo para evitarlo?

Esa historia se falsificó

En España aún quedan muchos franquistas, dijo el director de orquesta Daniel Barenboim al diario español El País, en septiembre del 2020.

Con nueve años, Barenboim se fue de Argentina a Israel con sus padres. “Mis abuelos maternos, sobre todo mi abuela, fueron grandes sionistas. Ella más que mi abuelo. La mujer era la que mandaba en casa. Mi padre tampoco era un convencido. Digamos que se lo contagiaron mi madre y su suegra. El Estado de Israel se creó en 1948 y mis abuelos se fueron en 1951. Después llegamos nosotros”.

¿Echaba de menos entonces Argentina?, le preguntaron. –No me acuerdo, dice. ¿Y ahora? –Ahora, sí. Por varias razones. Porque con los años se vuelve a la infancia y porque lo que está sucediendo en Israel me duele mucho.

­­–¿Cómo era aquel país naciente?

Otra cosa radicalmente distinta a lo que se ha vuelto. La escalada militar, que se puede comprender, afectó sus bondades. El fervor decreció. No se puede ocupar militarmente otros pueblos con nuestra historia a cuestas, con siglos de persecución.

–El sionismo comenzó con la idea de un pueblo para un país sin pueblo, una idea poética y bellísima, pero falsa: a principios del siglo XX la memoria histórica allí fue falsificada. No se podía decir que aquel era un territorio sin pueblo. Había gente antes: solo existía un 9% de judíos a principios del siglo XX. No es que no hubiera nadie. Existía un 91% que no lo eran. Pero eso se ocultaba, esa historia se falsificó, dijo Barenboim.

Como sabemos, los ríos de sangre siguen fluyendo. Lo cierto es que ¡esto no puede continuar!

FIN

La reiterada debilidad del racista y el xenófobo

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Le han gritado “mono” desde la gradería. Se ha encarado con el aficionado o los aficionados que lo han insultado. En apariencia le han lanzado algo parecido a un plátano según medios de prensa. Ya La Liga investiga el caso para sentar precedentes.

Sucedió durante el clásico del fútbol español desarrollado este sábado 28 de octubre. El jugador que ha sufrido los ataques ha vuelto a ser el madridista Vinicius, quien ya había sido discriminado de la misma forma durante un juego en Sevilla. En ese juego se aplicó un protocolo inmediato: se detuvo por instantes y el aficionado, identificado haciendo ademanes de “simio”, fue sacado de las gradas y expulsado de los estadios como medida punitiva.

Bien por La Liga.

Hace unos días en un mismo partido, esta vez por el campeonato centroamericano que enfrentaba a equipos costarricenses, dos jugadores también serían insultados desde las gradas.

Orlando Galo regresaba esa noche luego de un castigo de un año por un caso de dopaje tipificado en los reglamentos. A un grupo de fanáticos (más no aficionados) se les ocurrió como buen chiste, gritarle “positivo, positivo”, hasta que tanto el entrenador contrario como su colega Joel Campbell increparon a las gradas y las exhortaron para que detuvieran los gritos.

Juan Luis Pérez, nacido en Costa Rica y de padre nicaragüense decidió representar a la selección de ese país por motivos familiares. La misma noche de los insultos a Galo, otro grupo de anónimos insultadores le increpaba desde la más rancia xenofobia: “nica muerto de hambre”, le gritaron reiteradamente. Días antes otro jugador nicaragüense había recibido improperios entre los que le recordaban que Costa Rica había elevado a la categoría de héroes a dos perros Rotwailer que habían acabado con la vida del nicaragüense Natividad Canda en años pasados.

La crisis económica, el desempleo, la violencia, el ahogo post pandémico nos está pasando factura. No son justificantes, pero si detonantes de este mal endémico que es el odio. De las redes sociales a los estadios, hemos transitado a una fractura sin retorno de eso que hemos defendido desde este espacio comunicativo como un valor colectivo: la convivencia.

El racista, el xenófobo, el que insulta, parten todos del mismo principio: su reiterada debilidad al mostrar esa supuesta superioridad.

Es débil porque se escuda en el anonimato de la masa. Debiéramos preguntarnos, como en la imagen del emperador desnudo, si mantendría la misma actitud al encontrarse solo en la gradería. Imaginémoslo entonces en esa situación: aislémoslo, dejémoslo en soledad, construyamos nosotros esa convivencia que tanto necesitamos para seguir adelante.

Seguridad alimentaria y nutricional en los gobiernos locales: acciones y reflexiones

¿Sabía usted que los gobiernos locales son un actor central en la meta de garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en Costa Rica?

Le invitamos a participar de este curso y explorar por qué es relevante que las Municipalidades incluyan en su agenda de trabajo el tema de la seguridad alimentaria y cómo pueden hacerlo.

Se impartirá bajo la modalidad virtual a través de la plataforma UCR Global, consta de 5 sesiones e inicia el próximo 2 de noviembre. Inscríbase a más tardar el 31 de octubre aquí http://bit.ly/45Rvbm2

¡Alto a la masacre en Israel-Palestina! Comunicado de la Compañía de Jesús

La semana pasada, al dirigirse a su audiencia semanal, el Papa Francisco urgió al mundo a tomar “un solo partido” en la guerra israelí-palestina: el de “la paz”. Y añadió: “La guerra no resuelve ningún problema, sólo siembra muerte y destrucción, aumenta el odio, multiplica la venganza. La guerra borra el futuro”. Convocó a una jornada de ayuno, penitencia y oración por la paz el viernes 27 de octubre, para todos, sea cual sea su religión.

La Compañía de Jesús hace suyo el llamamiento incondicional del Papa en favor de la paz.

La Compañía de Jesús ha estado presente en el corazón del conflicto en Israel-Palestina y en todo Oriente Medio. Los jesuitas han estado profundamente comprometidos en el diálogo con los judíos. Plenamente comprometida con el desarraigo de la enseñanza del desprecio a los judíos, el antijudaísmo y el antisemitismo, la Compañía de Jesús reconoce también los derechos de los judíos en Israel y en cualquier otra parte del mundo. Nunca más los judíos deben ser asesinados, violados, mutilados, torturados, secuestrados y amenazados.

Los jesuitas también han estado profundamente comprometidos en el diálogo con los musulmanes, que constituyen la mayoría de los palestinos, junto con los palestinos cristianos. Están plenamente comprometidos con la construcción de sociedades multiculturales y multireligiosas en Palestina y en todo Oriente Medio. Participan activamente en la lucha contra la islamofobia y el racismo. Los palestinos tienen derecho a vivir en su patria con dignidad y en paz. Nunca más se debe asesinar a los palestinos, enterrarlos bajo los escombros de sus casas, expulsarlos, matarlos de hambre, castigarlos colectivamente y exiliarlos.

Es hora de decir basta a las matanzas y a la promoción de ideologías que las permiten. Basta de instrumentalizar la religión para proyectos de poder político. Décadas de conflictos violentos no han traído más que la ruina a toda la región y la escalada del odio. La única victoria posible es fruto de la lucha por la justicia y la paz, la igualdad y la reconciliación.

Hoy, en este tiempo de oscuridad y muerte que nos envuelve, hagamos nuestra la invitación a ponernos del lado de la paz.

Alice Coachman, la primera campeona olímpica negra

Gabe Abrahams

En mi anterior artículo dedicado al atleta de color Ralph Metcalfe, expliqué sus logros en el deporte y la política, conseguidos en medio de la segregación racial de Estados Unidos. En el presente artículo dedicado a la atleta Alice Coachman, narro otra historia de grandes éxitos deportivos y segregación.

Alice Marie Coachman Davis (1923-2014) nació el 9 de noviembre de 1923 en Albany, Georgia, Estados Unidos. Fue la quinta hija de Fred y Evelyn Coachman, los cuales tuvieron un total de diez hijos.

Alice Coachman asistió a las escuelas Monroe Street Elementary School y Madison High School. Y, por ser negra, fue segregada y no pudo practicar atletismo junto a sus compañeras blancas. La segregación en Estados Unidos fue ley (leyes Jim Crow) hasta 1967, legislación cumplida tanto en los Estados del sur como en los del norte sin excesivas contemplaciones.

En 1939, Alice Coachman prosiguió sus estudios en la Escuela Preparatoria de Tuskegee, Alabama, gracias a una beca otorgada por sus condiciones atléticas, graduándose con una licenciatura en Confección en el Instituto Tuskegee en 1946. Tres años después, también consiguió una licenciatura en Economía en el Albany State College.

Desde 1939, la carrera deportiva de Alice Coachman fue espectacular. Entre ese año y 1948, Coachman ganó diez veces la prueba de salto de altura en los campeonatos de atletismo de Estados Unidos, venciendo además en otras pruebas como los 100 metros lisos y el relevo 4×400 metros.

Por culpa de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Coachman no pudo competir en los Juegos Olímpicos de 1940 y 1944. Aunque, una vez terminó el conflicto, sí pudo hacerlo finalmente en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948. En medio de una disputa emocionante, Coachman ganó la prueba de salto de altura al derrotar por unos pocos centímetros a la británica Dorothy Tyler, Subcampeona Olímpica de la especialidad en los anteriores Juegos de Berlín de 1936.

La victoria le supuso a Alice Coachman colgarse el oro olímpico y convertirse en la primera mujer negra en alcanzar tamaña gesta.

Tras su triunfo, Alice Coachman fue recibida por las autoridades de Estados Unidos. En su ciudad natal, Albany, esas autoridades segregaron a los ciudadanos negros que acudieron a recibirla, separándolos de los blancos, a la vez que a ella le negaron el saludo por ser negra. Un caso similar al que padeció doce años antes el atleta Ralph Metcalfe, cuando tras alcanzar el oro olímpico el presidente Franklin D. Roosevelt se negó a darle la mano por su condición de negro.

Después de los Juegos Olímpicos de Londres de 1948, Alice Coachman se retiró del atletismo y se dedicó a la educación. Se casó dos veces y tuvo dos hijos de su primer matrimonio. Además, fundó la Alice Coachman Track and Field Foundation, con el objetivo de ayudar a los atletas con pocos recursos económicos.

Pasada una década del final oficial de las leyes de segregación, en 1975, Alice Coachman fue admitida en el USA Track and Field Hall of Fame. En 1996, durante los Juegos Olímpicos de Atlanta, también recibió un reconocimiento público. Y, en 2004, fue incluida en el United States Olympic Hall of Fame. La segregación racial pesaba sobre las conciencias de muchos cargos deportivos norteamericanos, lo cual motivó que más de una institución otorgarse premios a deportistas negros que en el pasado habían sido injustamente tratados por el mero hecho de serlo.

En 1998, Alice Coachman recibió otro importante reconocimiento. La Alpha Kappa Alpha Sorority, la primera fraternidad de mujeres negras de Estados Unidos, le otorgó la membresía de honor. Fundada en 1908, desde sus inicios, la fraternidad luchó a favor de las mujeres de color, teniendo entre sus miembros a personajes relevantes e, incluso, a diversas medallistas olímpicas como Tonique Williams-Darling, Vonetta Flowers, Debi Thomas o Zina Garrison.

Alice Coachman falleció en Albany, Georgia, el 14 de julio de 2014, de un paro cardíaco. Su muerte fue llorada por el mundo del deporte, el olimpismo y las gentes de la tierra que la vio nacer, muchas de ellas afrodescendientes. Solo dos meses después del desenlace, el 25 de septiembre, falleció Dorothy Tyler, su rival y compañera en el pódium de los Juegos de Londres de 1948. Ambas estuvieron muy cerca, tanto en el deporte como en el final.

Transcurrida una década del fallecimiento de Alice Coachman, su ciudad natal Albany tiene una avenida y una escuela con su nombre a modo de homenaje y las instituciones deportivas internacionales la tienen muy presente. No hay aniversario de sus hazañas atléticas que pase desapercibido. No hay aniversario de su gesta olímpica que no se conmemore. La primera mujer negra que consiguió una medalla de oro en una olimpiada se ha ganado un hueco en la historia del deporte. Justicia, tal vez, solo justicia es la palabra.

Ecofascismos a la tica

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

«El mundo se divide en dos categorías:
los que tienen el revólver cargado y los que cavan. Tú cavas».
El Bueno, el malo y el feo-1966

Si nos remitimos a la tradición mediática de Costa Rica, hablar de medio ambiente, ecosistemas o naturaleza es redundante, cómo separar esos términos cuando se ha catalogado como “Esencial Costa Rica” o “Paz con la naturaleza”. Detengámonos aquí un breve momento, nos hemos preguntado acaso ¿con quién ha hecho paz la naturaleza?

Un gobierno, que, ante la crisis ecológica, promueve la idea de la explotación de gas natural (y petróleo, la tentación es muy grande, en donde sale gas, “un poquito” más abajo sale petróleo), ¿cómo vamos a desperdiciar la riqueza del país? Recuerden que no somos pobres, estamos mal administrados.

La producción piñera que viene transformando el paisaje costarricense aplanando suelos y drenando humedales, pero también, llenando de agroquímicos los suelos y ríos, hasta el punto de rodear a cientos de poblaciones, que por las dudas a diario son fumigadas para asegurarse que el ser humano no sea nocivo a la plantación, sumado a esto, las agencias de cooperación internacional se alían a las empresas de este sector para promocionar internacionalmente y localmente el lavado verde de esta actividad.

Otro tanto de comunidades que viven y dependen de los ríos, ven el caudal de estos reducido a su mínima expresión, sus espacios de recreación y turismo local están desapareciendo, esto por el accionar de las empresas de minería no metálica, es decir, los tajos que pululan en todo el país, que según dicen es para asegurar buenas calles, pero que al día de hoy, estas comunidades siguen siendo de lastre casi tierra, y para empeorar, ahora sin turismo ni peces en sus ríos.

Otras comunidades, que a pesar de su vigilancia y denuncia sobre el uso de agrotóxicos que daña la salud humana, y que actualmente están envenenando las fuentes de agua, que a pesar de los fallos de la Sala Constitucional que les da la razón, son ninguneados.

También, si quieren verlo más de cerca en el área metropolitana, como a vista y complacencia de autoridades municipales y de la institucionalidad ambiental, se van “comiendo” los cerros de zonas protectoras en beneficio de actividades económicas, y a pesar de que las comunidades organizadas denuncian estas afectaciones y tendencias, la omisión siguen siendo la regla.

Ahora sí, ¿Qué hay de común en todo esto? La primera cuestión a pensar es una institucionalidad ausente, o más bien, un entramado que protege y promueve estos sistemas de producción y explotación en beneficio de ciertos sectores empresariales, que tienen como fin el despojo de los bienes comunes naturales, o mejor dicho, un Estado que ve con complacencia la mercantilización de la naturaleza, y desde su propias facultades promueven las medidas necesarias para su ejecución.

Podría sonar alarmista, pero sigamos el recorrido, la clase política dominante y los sectores empresariales de este país, se dieron la mano, el Acuerdo de Escazú no va, y para reconfortar el desasosiego del sector económico del país, se les dijo “El sector privado puede estar tranquilo”, ¿cómo perjudicaba el Acuerdo de Escazú? Acceso a la información, defensa del principio in dubio pro natura o protección a las personas defensoras del ambiente ¿Cómo estos principios pueden atentar contra el “desarrollo sostenible” del país verde?

Vemos a figuras políticas seguir defendiendo el uso de agrotóxicos, invitando a tomar agua con una concentración 1500 veces mayor de clorotalonil que la actual, por cierto, la actual según los estudios no es apta para consumo humano ¿a quién está invitando a tomar agua?, se nos olvidaba señalar, sabían que esta persona está vinculada a la producción de agroquímicos.

Sumado a esto, un gobierno que invita a mesas a trabajar en procurar de desobedecer las resoluciones judiciales que le ordenan prohibir el uso de clorotalonil, ya que no se trata de reducir o controlar, es prohibirlo.

Llegados a esto, sólo nos queda invitarles a reflexionar sobre los desafíos que enfrentamos en nuestra sociedad, estamos ante una sociedad política y económica dominante que está dispuesta a defender la explotación de los bienes naturales a pesar del daño socioambiental que está sucediendo a miles de personas, que por activa o pasiva se están envenenando o viendo destruida su forma de vida.

Cuando un sistema político-económico, gestiona el ambiente (no naturaleza) en función de construir esquemas de conservación cerrados, que prácticamente tienen función de atractivos turísticos, en dónde las personas tienen como máxima relación con este ambiente ser tour operador, estamos en presencia de otra cosa.

Esa “otra cosa” se llama ecofascismo, es decir la promoción ambiental para el disfrute de unos cuantos, y una gestión territorial generalizada en beneficio de los intereses económicos para desarrollar sus prácticas de acumulación de riqueza a partir del despojo, dominación y explotación, eso sí, garantizada por una estructura institucional formal-informal.

Asistimos a un país que construye una narrativa de ambiente que está dando forma a un tipo de “parque de atracciones”, sin embargo, una parte cada vez mayor de su población, está siendo despojado del derecho a un medio ambiente sano.

La naturaleza, los ecosistemas que están entrelazados, no son nodos que se conectan y se descontenta a gusto del portador, la presión que se está desarrollando por parte de todas estas actividades están erosionando y llevando al estrés a estos sistemas, es decir su capacidad de conservación-reproducción está siendo afectada, distorsionada y llegando al punto de imposibilitar su existencia. Estamos vivenciado el corte de estos tejidos que sostienen la vida.

Este despojo no se hace a la sombra, se hace a la vista y complacencia de un Estado que promociona estas actividades, ya un diputado de una legislación anterior lo decía claramente al respecto del entramado legal-institucional del país “Aquí necesitamos magistrados que tengan claro que, además de interpretar la Constitución, se debe provocar un clima de negocios que incentive el desarrollo económico…”