Ir al contenido principal

La Feria del Café de Aquiares: en una comunidad rural y una finca cafetalera centenarias

German Masís Morales

Este fin de semana se realizó la IV Feria del Café de Aquiares (3 presenciales y una virtual en el 2021), en una comunidad rural perteneciente al distrito de Santa Rosa de Turrialba, ubicada al norte de ese cantón cartaginés.

Aquiares, que significa “tierra entre ríos” en el idioma huetar, es una comunidad de 2 mil habitantes, fundada en 1890, que se encuentra entre los ríos Aquiares y Turrialba y se ubica en medio de la finca Aquiares adquirida a principios del siglo XX por la familia Lindo de origen inglés y dedicada a la producción de café, en suelos volcánicos y profundamente fértiles.

La feria que se realiza tanto en el parquecito de la comunidad, como en el beneficio de la empresa Aquiares, que se encuentra frente a la iglesia del pueblo, reúnen en el primer espacio a gran cantidad de microempresarios que venden artículos diversos como alimentos procesados, artesanías en madera, vidrio, arcilla, lana y cuero, plantas ornamentales, maquinaria agrícola y una zona amplia de comidas tradicionales y rápidas. Ahí se ubica también el escenario dedicado a la música y a las actividades culturales que animan la feria.

En las instalaciones del beneficio, se concentran la mayoría de actividades ligadas a la producción de café y a la actividad agrícola, como la venta y degustación de diferentes marcas y tipos de café, las charlas sobre la producción, procesamiento y catación del café, la muestra y venta de equipos para la elaboración de la bebida del café, como prensas, bandolas y cafeteras y productos asociados a la producción del café como sacos, sombreros y ropa alusiva a la actividad.

Entre las marcas y tipos de café, además de la marca principal el café Aquiares y sus tipos de café la Esperanza, Entre Ríos y Centroamericano, en los procesos lavado, natural y honey, se encontraban otros cafés de la zona de Turrialba, como la Misión, Siwabra, Java (producido por el CATIE) y 3 X.  Junto a los cafés turrialbeños, se mostraban y vendían cafés de otras regiones del país, como el Encinal de Tarrazú, Sombra Verde de Sarchí, Coffea Diversa de Biolley de Buenos Aires y el café Monteverde.

A la par de las diferentes marcas y tipos de café, se ofrecían y vendían productos de la zona, como el cacao de las marcas Siwabra, Nórtico y Lola (producido por el CATIE), los quesos de finca Valle Verde y Le Chaudrón, granola y almendras de Turri Nuts, mermeladas y conservas de Productos Alimenticios las Delicias, sangría de maracuya y reposterías de empresas familiares.

En la Feria del Café de Aquiares, se podía disfrutar de otras actividades como el tour del café tanto por la planta del beneficio como por la finca Aquiares, la visita a la finca orgánica las Nubes y a una granja de animales al frente del parquecito, además de la invitación de la Cámara de Turismo de Turrialba, para adquirir los tours por el río Pacuare, el monumento Guayabo y el volcán Turrialba, bajo la marca “Turrialba: ruralmente auténtico”.

En fin que la feria del café de Aquiares, es más que una feria de café, es visitar una comunidad rural, ubicada entre dos ríos y una catarata en las estribaciones de las montañas del norte de Turrialba, inmersa en una hacienda cafetalera, una de las más grandes del Valle Central y con uno de los beneficios de café más antiguos y en donde existe una de las iglesias más bellas del país, una iglesia metálica importada de Bélgica en el año 1925; es toda una experiencia.

Día Internacional de la No Violencia

José Luis Pacheco Murillo

El 2 de octubre se celebra el Día Internacional de la No Violencia, decretado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Se escogió esta fecha en honor a uno de los principales líderes que ha existido de movimientos no violentos: Mahatma Gandhi, líder de la independencia de la India y quién definió la no violencia como: «la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre».

Vivimos en un mundo que parece ser cada vez más violento. Se estima que cada año 1,6 millones de personas pierden la vida en algún acto de violencia, donde los tipos más comunes son violencia contra la mujer o violencia de género, violencia racial, violencia religiosa, violencia homofóbica y en menor grado violencia criminal.

En la mayoría de los casos, las razones por las que las personas recurren a la violencia es por falta de tolerancia y poca comprensión hacia el prójimo. Pero no puedo dejar de mencionar la que considero como la principal causa de ese actuar violento y es la falta de educación. Si nos educamos para La Paz y para la otra violencia y especialmente si nos educamos en el amor las cosas cambiarían radicalmente. Y esa educación y esa formación se debe dar especialmente en el hogar que es en donde se cultiva lo que germinará en el futuro: si sembramos en. nuestros niños lo paz, el amor, la tolerancia para consigo mismo y los demás, y el valor de la aceptación y respeto ante las diferencias, aseguraremos un futuro de paz y de no violencia.

Dios quiera que entendamos lo importante que es para toda la sociedad lo que hacemos en nuestros hogares con nuestros hijos y nietos.

FORO: ¡Morazán vive! Sábado 1 de octubre

 PROGRAMA

FORO: ¡Morazán vive!

D19: LIBRE USA-CANADA-COSTA RICA

Y SECRETARIA DE LAS CULTURAS, LAS ARTES Y PATRIMONIOS DE LOS PUEBLOS DE HONDURAS.

Sábado, primero de octubre de 2022

Hora: 5:00pm-6:45pm. Hora de Centro América

Duración hora y cuarenta y cinco minutos.

1. 4:30pm-5:00: Ingreso al Zoom.

2. 5:00-5:05: Ingreso al Facebook.

3. 5:05-5:08: Lucy: Apertura/Palabras de bienvenida y presentación de las moderadoras María Elena e Ivonne.

4. 5:08-5:10: Maria Elena, se presenta y presente el video “La pena del General” Interpretado por Pavel “Pavelin Núñez.

5. 5:10-5:15: Video “La pena del General” Pavel Núñez. Francia.

6. 5:15-5:16: Ivonne presenta a la ministra de Las Culturas, las artes y Patrimonios de los Pueblos, Dra. Anarella Vélez Osejo con el tema “El legado revolucionario de María Josefa Francisca Úrsula de La Santísima Trinidad, Lastiri Lozano, viuda de Travieso de Morazán”.

7. 5:16-5:26: Presenta la Dra. Anarella Velez con tema “10 minutos.

8. 5:26-5:27pm: Ivonne agradece a la Dra. Anarella Vélez.

9. 5:27-5:29pm: María Elena se presenta al ex Embajador de Costa Rica en Canadá, empresario y descendiente de Morazán, Sr. Mauricio Ortiz con el tema “Visión familiar de Morazán”.

10. 5:29-5:39pm: Presentación del Sr. Mauricio Ortiz. 10 minutos.

11. 5:39-5:40pm: María Elena agradece.

12. 5:40-5:41pm: Ivonne presenta al escritor, periodista y Embajador de Honduras ante la OEA, Roberto Quesada con su tema “Morazán y la visión desde EE. UU y de los intelectuales Latinoamericanos”.

13. 5:41-5:51pm: Expone Roberto Quesada. 10 minutos.

14. 5:51-5:52pm: Ivonne agradece.

15. 5:52-5:53pm: María Elena presenta al historiador y especialista en asuntos Lenkas, profesor Roger Danilo Vázquez, con su tema “Legado de Morazán en El Salvador”.

16. 5:53-6:03pm: Expone el profesor Danilo Vásquez. 10 minutos.

17. 6:03-6:05pm: María Elena agradece y presenta el videíto “Cuadro de Morazán en La misión de Honduras en La OEA”, pintado por el artista plástico, hondureño radicado en Costa Rica, Roy Marín Hernández. 3 minutos.

18. 6:05-6:08pm: Corre video.

19. 6:08-6:09pm: Ivonne presenta al poeta, historiador, antropólogo, presidente del Partido Vanguardia Popular de Costa Rica y ex catedrático de la Universidad de Costa Rica, Trino Barrantes Araya con su tema “Morazán en Costa Rica… Un revolucionario de principios”. Un juicio sumario, un crimen de Estado.

20. 6:09-6:19pm: Expone Trino Barrantes. 10 minutos.

21. 6:19-6:20pm: Ivonne agradece.

22. 6:20-6:21pm: María Elena presenta al director de Casa de Casa Morazán, abogado Carlos Turcios con su tema “La urgencia de mantener viva la figura de Morazán en Honduras y el mundo”.

23. 6:21-6:31pm: Expone el abogado Carlos Turcios. 10 minutos.

24. 6:31-6:32pm: María Elena, agradece.

25. 6:32-6:37pm: Lennys informa sobre el monitoreo de las redes. 5 minutos.

26. 6:37-6:40pm: Lucy agradece a todos los participantes y se cierre de transmisión por Facebook

Pedido colectivo por la paz y la No Violencia

Este sábado 01 de octubre se realizará en el Parque de la Paz (San José), un pedido colectivo por la paz y la no violencia, en el marco del Festival Viva La Paz CR.

Por medio de este espacio, se busca una convergencia de distintas culturas, pueblos originarios, espiritualidades para  expresar sus valores y aspiraciones a través de lecturas, ceremonias, cantos, música, meditaciones y oraciones por la paz en el mundo y por el cese de todo tipo de violencias.  Concluirá con un pedido colectivo para el cese de las guerras y de todas las violencias.

Las actividades empezarán a las 9 a.m. Se sugiere ir con blusas o camisetas blancas. Además, si está dentro de sus posibilidades, puede llevar algo para compartir luego de la actividad.

Para mayor información puede escribir a los correos: vanessavaglio@yahoo.com y giovanny.blanco.mata@gmail.com. Y a los teléfonos: 8825-0078 o 8735-4396

Declaración a la comunidad nacional sobre la solución a la deuda interna

El Movimiento de Ciudadanía que Construye Territorios Seguros, de manera responsable, como corresponde a la persona ciudadana que constitucionalmente debe asumirse como El Soberano, dio a conocer públicamente su posición sobre el tema de la deuda interna, desde el 2019, propuesta que fundamentamos debidamente en su momento, pero que, al mejor estilo de “lo políticamente correcto” del hacer nacional de distintos grupos y autodenominados dirigentes políticos, la discusión se pospuso en aras de esperar los resultados del paquete tributario aprobado en 2018, cuando nuestro Movimiento logró que se hiciera pública la lista de los Grandes Contribuyentes que no tributaron desde el 2008 y el desenlace de las elecciones que se avecinaban en febrero de 2022, donde muchos de ellos se veían protagonistas de primera línea.

Hoy el presidente Chaves ha presentado ante el Congreso su propuesta de vender a manos privadas el BCR y una parte del capital accionario del INS, lo que ha desatado -más por cálculo electoral, que de interés estratégico nacional- una polémica desde algunos “grupos y movimientos sociales” , como si la sola presentación del proyecto es ya una ley, dejando de lado que son los diputados, los que tomarán la última decisión, pero que curiosamente, no se les menciona como responsables de la situación, más bien, solidarizándose con  ellos y ellas, como si estuvieran obligados a cumplir, contra su voluntad, el designio presidencial. Esa minimización y personalización del problema es sumamente peligrosa, pues aleja el debate de lo que realmente es.

Hay que reconocer que el tema de la deuda interna es ideológico y político, desde cualquier enfoque que se le quiera abordar, no es simplemente económico, ni mucho menos de ungidos que solo ellos entienden el problema, el tema es nacional y debe discutirse con profundidad, reconociendo que la situación que afrontamos es responsabilidad de todos, unos por su silencio cómplice y otros, especialmente aquellos que desde la representación política y social -donde hay responsables con nombres y apellidos-, por ser autores intelectuales de la situación que vivimos.

 Entonces, el debate ideológico debe establecerse ya, teniendo como punto contundente de partida: “la clase política ya no le teme al pueblo” y “los pobres ya están acostumbrados a pasarla mal” para saber hacia dónde marcha el país y establecer de manera participativa, como lo manda el Art. 9 Constitucional, el país y la República Participativa que debemos construir en las actuales condiciones históricas y de crisis internacional, puesto que lo que nació en las administraciones ungidas desde 1982 por el Fondo Monetario Internacional, fue transformar nuestras más preciadas instituciones y posesiones, en una mercancía del sistema financiero y en una propiedad de alguno de ellos o ellas (porque en eso no existen problemas de género), profundizando la desigualdad existente y consolidando los niveles de violencia a los que poco a poco nos han ido acostumbrando.

También debe entenderse que nuestra banca nacionalizada, en procura del desarrollo nacional, dejó de serlo hace ya mucho tiempo, específicamente desde los periodos administrativos de Monge y Arias, quienes, atendiendo fielmente los mandatos del FMI, en una acción de venganza contra la Administración Carazo y con el aplauso de dirigentes sindicales, comunales, universitarios, del momento, propiciaron desde el INCAE y con el apoyo de la UCCAEP, la separación del Banco Central y la banca en la organización del desarrollo, para pasarlo al naciente sector financiero, para lo cual se establecieron leyes específicas, pasándolo a manos privadas a través del CONASSIF, órgano del que nadie quiere o se atreve a hablar, ni mucho menos señalar a sus integrantes y la responsabilidad directa en la construcción de la desigualdad nacional y disputar el liderazgo de Costa Rica en ese campo a nivel mundial, la facilitación para el blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico o peor aún, haciendo de la moneda que es un factor de intercambio en el capitalismo para la construcción de riqueza, establecer ahora, que su posesión y su acumulación es ahora la riqueza, haciendo del sector financiero, el sector privilegiado.

De esa forma, es que nuestra banca sigue siendo “nacional” porque el capital accionario pertenece a los costarricenses, pero está sujeta y determinada por los estándares de la banca comercial internacional, desde la aplicación de las normas determinadas por el FMI, donde fuimos entregados a los intereses transnacionales financieros y donde perdimos nuestra soberanía.

La ausencia de transparencia, rendición de cuentas y evaluación de resultados, consignados en nuestra Carta Magna en el Art. 11, crea una distancia entre la población y los funcionarios públicos, aunado al sentimiento de que éstos se asumen dueños de la institución, su ley y sus reglamentos, lo que ha fortalecido la corrupción y la impunidad, de la que todos nos hemos enterado.

Nuestro Movimiento está consciente de que en nuestro país existe una gran cantidad de personas decentes, responsables, llenas de sentido de patria, que buscan sacar adelante nuestro país, en ella se encuentran personas ciudadanas, empresarios grandes, pequeños y medianos: funcionarios públicos, académicos, profesionales y especialmente mujeres y jóvenes, con quienes podemos contar, pues la esperanza en ellos no muere.

De esta forma, es necesario incorporar en la defensa de estas instituciones, las acciones correctivas aquí señaladas, pues de lo contrario las acciones mismas serán débiles en el horizonte de lo que el país debe ser y la institucionalidad que se requiere para lograrlo.

Estamos en una situación que hemos pospuesto, muy a lo tico, pero también es el momento, al igual que en 1821 con el Pacto de Concordia y aprendiendo de ello, establecer un Nuevo Pacto Social, donde desde los más profundos disensos, establezcamos el consenso necesario para tener a tiempo la Costa Rica que desafiará el futuro.

Es un momento de inflexión nacional, con una situación internacional de profundo contenido de cambio, no podemos torpemente verlo y desestimarlo, ya ese error lo cometimos profundamente en los últimos 30 años del siglo pasado. Debemos ser profundamente críticos de nuestros errores y asumir con la responsabilidad que lo hicieran los defensores de nuestra independencia y fundadores de nuestra república, raíces que obstinadamente un malinchismo ha querido destrozar.

Propuesta ciudadana para manejar la deuda interna disponiendo de bienes nacionales

La propuesta que hemos alentado, consiste en:

  • La deuda es interna, es decir, nos debemos a nosotros mismos, es entre familia.
  • El estado ha incumplido con su tarea, desde luego los responsables tienen nombres y apellidos, debemos saber quiénes son, pues pueden ser los mismos que tendrán ahora en sus manos la decisión estratégica, lo cual es un alto riesgo.
  • Dar en dación de pago, no es lo mismo que vender, es un principio comercial simple, pues es un acuerdo.
  • De esta forma, por acuerdo nacional, como parte de un Nuevo Pacto Social, se otorga en dación de pago el Banco de Costa Rica y el Instituto Nacional de Seguros a la Caja Costarricense del Seguro Social, por la deuda pendiente con la institución.
  • En estos momentos debe transparentarse el proceso, debemos ser vigilantes ante el intento de venta.
  • Ya “los expertos” se frotan las manos por la cuantiosa suma de dinero que se ganarán por validar lo que valen nuestras instituciones en disputa, afectando el principio de abonar a la deuda, pues de camino se enriquecen algunos de manera inmoral, pero legal, lo que prostituye el proceso y el principio que debemos atender.
  • Sabemos que la CCSS no tiene la experiencia para manejar bancos ni seguros, pero como el interés final es salvaguardar nuestros activos, debemos replantearnos en las actuales condiciones el papel de los mismos, dándole fortaleza estratégica al sistema de salud, estableciendo el acompañamiento necesario, como lo hace cualquier institución o empresa moderna.
  • La ciudadanía responsable debe sin discusión, dar un paso al frente y hacerse garante del presente proceso, consciente de que su ausencia irresponsable, permite el espacio a la corrupción y la impunidad.
  • Deberá establecerse un proceso de rendición de cuentas (que no es un informe de labores) y evaluación de resultados organizado desde la ciudadanía tal cual lo establece el Art. 11 Constitucional, para transparentar las acciones institucionales, pues al fin y al cabo los dueños del sistema de salud son las personas ciudadanas que son las que lo mantienen con sus cuotas, por lo tanto, son los accionistas de la empresa de salud más importante de Costa Rica.
  • Deberán revisarse con profundidad los procedimientos de compra de proveedores de la CCSS así como su manejo financiero, para no arrastrar a las entidades nuevas que se le suman (BCR – INS) a subsidiar los malos procedimientos que hasta ahora están en función.
  • Así como el sistema de salud busca democratizar el acceso a la salud, deberá hacerlo en democratizar la economía, abriendo el acceso de las pymes locales, especialmente las mujeres y jóvenes vulnerables, para transformarse en proveedores del sistema, en los diferentes órdenes de aprovisionamiento, para lo cual se revisará la normativa existente para facilitarlo.

Quedamos a sus órdenes sabiendo de su compromiso con nuestro país y convencidos de su espíritu de colaboración, nos manifestamos a la orden para aclarar cualquier duda, en nuestro teléfono 8769 8714 o al correo comusepo@gmail.com

De ustedes atentamente,

Carlos Campos Rojas
Coordinador Nacional

Intimismo en los siglos XX y XXI

Alberto Salom Echeverría

(Segunda parte)

II. Contexto social y político del siglo XX. 2.Intimismo en la literatura de los siglos XX y XXI.

Hoy desarrollo la segunda parte del episodio que inicié la semana pasada. Incursionaremos juntos en el fabuloso y a la misma vez tormentoso siglo XX y, como corolario el desafiante siglo XXI. Desde luego, aunque el tiempo es un continuo, tal como lo vivimos nosotros, aclaro que no he querido sugerir que el siglo XXI sea una simple concatenación del anterior. No lo veo de esta manera. Entre ambas centurias, la pasada y la que estamos comenzando a recorrer, la tercera década, hay importantes rupturas en todos los órdenes de la vida: en lo social y económico, en lo político y hasta en lo cultural.

1. Contexto histórico social y político.

Todo parecía indicar, gracias al desarrollo científico-tecnológico que ya se venía produciendo a lo largo de la centuria anterior, que el nuevo siglo advenía plagado de progreso social y económico y que ello conduciría irrevocablemente a una convivencia más civilizada en el mundo. Quizás fruto de esa presunción se le llamó al siglo XX: “el siglo del vanguardismo”. Progreso tecnológico y científico, económico y social, sí se produjo y cada vez con mayor intensidad a lo largo de los cien años, pero, concentrado ese progreso impresionante en el mundo desarrollado.

Las brechas sociales, económicas y culturales que ya se habían abierto desde el siglo anterior al interior de las naciones europeas y, entre estas y el mundo subdesarrollado (sarcásticamente llamados “países en desarrollo”), creció exorbitantemente, valga decir como nunca, a lo largo del siglo XX y más todavía en las dos décadas que llevamos del siglo XXI.

En lugar de la paz preconizada por algunos teóricos de los primeros años de la centuria pasada, sobrevino la primera guerra mundial (1914-1919) y, en muy breve lapso la segunda guerra, más furibunda que la primera y arrojando un número de muertos mucho mayor, merced al auge del nazi fascismo en Europa, principalmente en Alemania e Italia y, aunado a ello, el portentoso desarrollo de la tecnología militar y la invención de armas de muy largo alcance y poder destructivo, hasta llegar a la fatídica producción de la “bomba atómica”; dos de cuyos artefactos, los Estados Unidos hicieron estallar en las ciudades de “Hiroshima” y “Nagasaki”, cuando ya la guerra expiraba y muchos estiman que tal acto de crueldad indecible que acarreó tantas muertes inocentes era por completo innecesario. “A las 8:14 era un día soleado, a las 8:15 era un infierno”, describe un documental del canal Discovery, autoría de Kathleen Sullivan, directora de Hibakusha Stories, una organización que recopila testimonios de sobrevivientes de las bombas. Se ha calculado que el número de muertos de la segunda guerra fue de 55 millones; algunos historiadores piensan que el dato está subestimado.

Por otra parte, el fenómeno del neocolonialismo en el mundo propiciado por las antiguas potencias coloniales se desenfrenaba como una tormenta por todo el orbe; esta vez, sin que quedara ningún rincón subdesarrollado de la tierra sin ser estremecido y hasta arrasado, de una u otra forma por las garras devastadoras del imperialismo capitalista. Las dos guerras mundiales fueron además, reflejo fiel de los enfrentamientos entre las potencias occidentales, acicateadas esta vez por una nueva forma de capital, el capital financiero o imperialista que, para reproducirse plenamente, requería imperiosa e incesantemente explotar nuevos mercados. De hecho, estas contradicciones brutales entre las potencias, incluido ahora por supuesto, Los Estados Unidos, fueron el verdadero trasfondo de ambas guerras mundiales del siglo XX: la lucha descarnada por repartirse los mercados en todos los continentes.

El principal corolario de la primera guerra lo fue sin duda, la “Revolución Socialista” acaecida en Rusia en octubre de 1917, de acuerdo con el viejo calendario o, “Revolución de noviembre” según el calendario antiguo. Quien quiera enterarse cómo fueron aquellos días, le invito a leer la obra del estadounidense John Reed, “Diez días que estremecieron el mundo”. Por más que la joven revolución se vio acorralada por las potencias occidentales para destruirla, no sucumbió. Surge así uno de los acontecimientos más significativos del siglo XX, que marcó durante muchos años a los movimientos populares en todo el mundo, y creó una alternativa frente al modo capitalista de producción. A su vez, como resultado de la segunda Guerra Mundial, tras la derrota del nazi-fascismo, se conformó el bloque de países socialistas, fuertemente influidos por la Unión Soviética. A partir de este momento, o sea después de la segunda posguerra, el mundo se polarizó en dos bloques contrapuestos, iniciándose un período muy desgastante para toda la humanidad que es conocido con el nombre de “Guerra fría”. Se creó una bipolaridad, que prácticamente no dio lugar a términos medios; excepción hecha de los llamados países no alineados, muchos de los cuales, sin embargo, estaban muy cerca o algunos pertenecían de facto a uno de los dos bloques en pugna. A partir de ese momento se inicia una desgastante y amenazante carrera armamentista que, llevó a la invención de las más sofisticadas y mortíferas armas convencionales y nucleares. Sin embargo, las guerras fueron crueles e inhumanas como siempre, localizadas, donde una diabólica geopolítica fue la dinámica que movía los hilos de esa trama entre las dos potencias del momento: Los Estados Unidos y La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

La bipolaridad terminó, cuando el “campo socialista europeo” en su conjunto, entró en una crisis sin remedio, a finales de la década de los ochenta, específicamente en 1989. Primero se produjeron movimientos de protesta en contra de los gobiernos establecidos, en Alemania, Hungría, Rumanía y Polonia. La Unión Soviética a cuya cabeza estaba el “reformista” Mijaíl Gorbachov decidió dejar que cada país se hiciera cargo de su destino, sin intervenir. Finalmente, la crisis estalló en la propia Unión Soviética, cuya integración colapsó por fin en diciembre de 1991, cuando se disolvieron las estructuras políticas federales y del gobierno central de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. De esta manera, repentina y sin que cundiera mayor violencia quedó disuelto el pacto entre las 15 Repúblicas que conformaban la URSS. Esta fue sustituida por la Comunidad de Estados Independientes (CEI). ¿La causa? El colapso de un modelo, el del “socialismo real”, que se había plagado, casi desde sus inicios, de autoritarismo y burocracia en la cúspide del poder. Más que saltos adelante para superar la explotación del capitalismo, sobrevinieron atropellados brincos que, nunca lograron promover el desarrollo de nuevas fuerzas productivas como se había supuesto que ocurriría. La carrera armamentista, en la que se vio irremediablemente atrapada, sobre todo la URSS, acicateada por la competencia con el capitalismo depredador, fue un constante freno ya que, obligó a consumir ingentes recursos en una economía de guerra. Por añadidura, lo que hubo desde la óptica del desarrollo, fue una industria ayuna de innovación como palanca constante, lo que afectó la renovación tecnológica. El modelo, pese a sus grandes conquistas en lo social, en la educación y la salud, terminó sucumbiendo en la competencia.

A finales del siglo XX, desde la desintegración de la URSS, el mundo vuelve a experimentar un cambio abrupto, de la bipolaridad se pasó a la unipolaridad de una potencia militar y económica de un poder incontrastable: Los Estados Unidos. Francis Fukuyama se atrevió a proclamar, con audacia, “el fin de la Historia y el último hombre” (“The End of History and the Last Man”). Fukuyama se imaginó “utópicamente” el fin de la lucha ideológica y a la vez el triunfo del liberalismo y de la democracia hija del liberalismo “dieciochesco” y, al mismo tiempo postuló el fin de la guerra fría. Pensó que el mundo discurriría sin guerras, ni revoluciones sangrientas, y que los seres humanos en adelante se abocarían exclusivamente a trabajar en un mundo idílico; un mundo de evolución constante, sin que el fin de los días pillara a los seres humanos en algún frente de guerra. Supuso un mundo estable y sin mayores sobresaltos.

Nada más lejos de la verdad. Aquellos vaticinios no fueron más que una nueva ideología, la del “pensamiento único” pregonando el “fin de las ideologías”. El mundo de fines del siglo XX y principios de esta centuria del XXI, devino integralmente desigual, tanto al interior de cada país como entre las naciones desarrolladas y las subdesarrolladas.

Desigualdad inconmensurable por todas partes, pobreza irredenta que envilece frente a riqueza opulenta; segmentación por todas partes, discriminación étnica, de género y violencia e intolerancia por doquier, aun en las naciones ricas de la tierra. Por añadidura, hemos heredado del industrialismo, de la producción a base de hidrocarburos contaminantes, el más descomunal de los desafíos que hemos enfrentado como humanidad, el del calentamiento global y el cambio climático que, de continuar su curso, por lo pronto desenfrenado, amenaza la vida toda sobre el Planeta, el único que habitamos.

2. La literatura intimista en los siglos XX y XXI.

El cientificismo, el racionalismo, portadores de un enaltecimiento del pensamiento, de la razón sobre el sentimiento y las emociones, cuyas raíces se hunden en los siglos XVI y muy especialmente en el XVII, son movimientos que, en la literatura, el arte y la ciencia cobraron nuevo ímpetu en los siglos XVIII y, sobre todo XIX. Poco después cobra vigencia en el siglo XX. El “hombre racional”, escrito así con género masculino, porque las condiciones materiales y sociales de la existencia discriminaron a la mujer, se empoderó en la medida en que se desarrolló la ciencia y la tecnología. Parecía que este “ser racional” opacaría por completo la expresión de los sentimientos y las emociones más íntimas, las cuales se creía habrían quedado relegadas al hogar y acaso a las conversaciones mundanas “pasajeras”. A mediados del siglo XIX, el movimiento literario del romanticismo mostraba señales de agotamiento, viéndose sobrepasado, ya que la cultura burguesa había impuestos sus pautas a la sociedad europea. Surge el realismo imponiéndose y aspirando a hacer sucumbir el romanticismo.

No fue así; no del todo. Primeramente, todavía en el siglo XIX, explica un autor: “…la Revolución Industrial había generado el proletariado urbano; el positivismo aparecía como la doctrina filosófica del progreso, los avances científicos y las transformaciones sociales; los escritores comenzaban a producir sus obras con una nueva estética: el Realismo. El realismo literario comenzó en Francia con las novelas de Gustave Flaubert. Surgió como reacción frente al romanticismo, suponiendo el fin de la actitud subjetiva y evasora de los románticos ante su entorno…” (Cfr. https://treseles.wordpress.com/2008/09/25/movimientos-literarios-del-siglo-xix-y-xx/).

Frente al romanticismo se fueron sucediendo una serie de movimientos artísticos y literarios, acompañados por los documentos científicos, que reaccionaron con fuerza frente al romanticismo subjetivista. Así, vino el realismo, el naturalismo, cuyos personajes inspirados en la mujer y el hombre común, pero dibujados en sus grandezas o en sus miserias, derivadas de su falta de oportunidad en la vida, tuvieron un destino frente al que, generalmente sucumbían; por lo que los relatos literarios acudían a estratagemas para sublimarlos y presentarlos como pícaros que con frecuencia empleaban el engaño como para evadirse de la realidad cruel y dolorosa.

En Sudamérica, el realismo y su variante naturalista son corrientes que profundizan el análisis de los problemas étnicos y sociales por medio de sus personajes; en la Argentina en particular, esto ocurre alrededor de 1880, en consonancia con las corrientes de inmigrantes europeas y el asentamiento del modelo agroexportador. (Cfr. Ibidem).

A lo largo del siglo XX se fueron sucediendo un sinfín de movimientos y tendencias culturales ora impregnadas de las ideas racionalistas, ora en reacción a ellas.

El romanticismo en cambio, desde sus orígenes fue, paradójicamente (contrario a lo que con frecuencia se supone), tanto en Europa como en Hispanoamérica, un movimiento artístico y literario que capturó a muchos intelectuales y artistas incluso en pleno siglo XX y hasta en el XXI, bajo la idea de que, “la razón no es suficiente para dar cuenta de la dura realidad”. Por eso, entre otras cosas se opuso a los principios de la Ilustración, ya que, como afirmó Kant: el único conocimiento seguro del hombre es el que procede de la ciencia, por ser el que asegura “la objetividad”. Para el racionalismo, lo que no fuera razón (los sentidos, los sentimientos, la imaginación) resultaba perturbador y fuente de error. Y es esa parte del ser humano antes despreciada y peligrosa la que reivindican los románticos. Los románticos restringen el poder de la razón al afirmar que el ser humano puede conocer muy poco y ese poco es irrelevante. Es por eso por lo que perdura el “intimismo” en la poesía, en lo novelesco, en la dramaturgia, en el arte y la estética en general y muy especialmente en la música.

Deseo terminar con una cita textual que, me ha parecido que sintetiza algunas de las características vitales del “Intimismo y el Romanticismo”. “El Romanticismo exalta, en fin, esa parte enorme de la realidad que queda fuera del conocimiento objetivo y es esencial para nosotros, antes no explorada y temida, podríamos decir vigilada, en la educación. En la Edad Media, niños y mujeres se consideraban inferiores por su relación con la naturaleza y su capacidad sentimental; su reivindicación surge en el s. XVIII, crece con el Romanticismo y perdura hasta hoy.

Si la razón se representa como la luz, al romántico le interesa la noche, con lo que implica de sueño e imaginación, y precisamente la noche se convierte cada vez más en territorio de lo artístico. El romántico adora, en esa misma línea, los elementos salvajes de la naturaleza (el circo o el zoo se crearon en el s. XVIII) y exalta su vertiente irreductible […] Dicho de otro modo, lo extravagante y fuera de norma es una obligación para el artista romántico (quizá también para el contemporáneo).” (Cfr. https://masdearte.com/especiales/el-romanticismo-por-que-la-primera-vanguardia-fue-sentimental/)

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Brasil: Fin del debate, ¡ahora a las urnas!

Gilberto Lopes, em São Paulo
Viernes, 30 sep 2022

Eran más de las dos de la mañana cuando los siete –¡siete! – candidatos pusieron fin al largo debate (otros tres, por no tener suficiente representación parlamentaria, no participaron). Era jueves y, a tres días de las elecciones del próximo domingo, 2 de octubre, la campaña electoral entra en obligado silencio.

Con Lula orillando la mayoría absoluta –que le permitiría evitar un segundo turno, el 30 de octubre–, parecía haber mucho en juego. Podría haber sido un escenario propicio para inclinar la balanza, sumando los votos indecisos que hacen falta para consolidar el triunfo.

Creo que no lo fue. Si para un importante diario conservador de São Paulo, Lula ganó por puntos a su rival más inmediato, el presidente Jair Bolsonaro, para Valter Pomar, miembro del Directorio Nacional del Partido de los Trabajadores (PT) –el de Lula– “el debate contribuyó para que ocurra un segundo turno”.

Lo explica así: con el resultado dependiendo de una diferencia tan pequeña de votos (si nos atenemos al resultado de casi todas las encuestas), cualquier variación puede ser fundamental. Y, en el debate –cuyo formato puso a discutir los candidatos entre sí–, eran todos contra Lula.

Un formato de debate

Hace mucho desistí de ver esos debates, aquí o en cualquier lugar. En este, hice una excepción. ¡Y me decepcioné! Me parece que la televisión no sirve para eso. Si no me equivoco, esa moda comenzó en Estados Unidos y hoy tratan de convencernos de que son un ejemplo de “democracia”.

En los Estados Unidos funciona. Son dos candidatos que parten de una misma visión básica y que discrepan en aspectos bien determinados. Aquí (y en América Latina, en general) con siete candidatos (en Costa Rica, por ejemplo, hubo 25 en las elecciones de febrero pasado), es imposible. Además, hay una divergencia mayor, imposible de analizar en tres minutos.

De modo que –me parece– pagamos un precio muy alto (y muy negativo) por transformar la televisión en un escenario político. No es un escenario para el análisis, es una inyección directa en la vena. En el caso del debate de Brasil, el jueves, el mensaje más claro (y más cínico) fue el de un partido que se llama “Novo” (Nuevo), de una fantasía liberal que pide “sacar el peso del Estado de las espaldas de la gente”, privatizar todo, y nos asegura que la competencia es el camino para abaratar costos. ¡Como si el mundo no transitara ese camino desde el fin de la Guerra Fría, con las dramáticas consecuencias de la polarización económica y social que ha llevado al actual caos político!

Pero en el minuto de televisión, el mensaje puede llegar. De un modo u otro, en diferentes versiones, con matices, era el mismo de los seis candidatos, excepto Lula.
Me resultó imposible terminar de ver el debate. Empezó a las 22:30 y terminó pasadas las dos de la mañana. No valía la pena.

Pero no dejó de llamarme la atención el riferafe entre Lula y un candidato disfrazado de cura, patético (que seguramente no llegará a 0,5% de los votos), que salió a provocar al expresidente. Y lo logró. Lo insultó y Lula respondió. Me sorprendió ver a Lula caer en esa provocación. Pero, en un inteligente artículo sobre “De lo que depende la elección en el primer turno”, la periodista Maria Cristina Fernandes ya nos había advertido de que el escenario mejor para Lula era la plaza pública, no el debate reglado de televisión.

Lula nunca habló para el público, habló para su interlocutor, uno a la vez, todos contra él. Para mí, un error.

Nunca asumió su papel de candidato ganador, de claro favorito, no se diferenció de los demás. Debió haberlo hecho, podía haberlo hecho.

Y algo más: faltó el sentido del humor. A todos. Una cierta alegría. Ninguno la tuvo.

La oferta política

Hace menos de una semana Lula habló en un acto llamado “Brasil de la esperanza”. Explicó su acercamiento al su hoy candidato a la vicepresidencia, Geraldo Alckmin, un tradicional adversario político. “Hay que unir a los divergentes, para enfrentar a los antagónicos”, explicó. Y lo ha hecho de una manera que parecía inimaginable, atrayendo a empresarios y políticos, a líderes de las más diversas áreas, hasta hace no mucho, enemigos del PT. Después de cuatro años de un presidente no solo corrupto sino cínico, sin ninguna preparación para el cargo, Brasil aspira al retorno de una cierta “normalidad”.

Para algunos, el esfuerzo de Lula en ese sentido es espurio; pero al parecer, para una mayoría, es necesario. Al inicio –dijo Lula– éramos solo tres partidos. ¡Ahora somos diez!

Recordó que, en sus dos gobiernos anteriores, se generaron 22 millones de empleos, que Brasil era la sexta economía del mundo. Que hoy, 33 millones de personas no tienen qué comer en el país; que diez millones están desempleadas y casi 40 millones viven en la informalidad.

¡Un escenario pavoroso, insostenible!

Prometió volver a invertir en infraestructura, retomar los programas sociales que Bolsonaro acabó; renegociar las deudas que atenazan a 70% de las familias brasileñas; corregir las distorsiones del impuesto a la renta; volver a invertir en los pequeños y medianos productores rurales y en la agricultura familiar, además de otras muchas medidas. Entre ellas, la de fortalecer las empresas nacionales estratégicas, como la petrolera Petrobrás, escenario de enormes actos de corrupción que sirvieron de base para la llamada Lava Jato, una operación judicial que, mediante todo tipo de triquiñuelas, luego descalificadas por tribunales superiores, lo llevó a prisión y contribuyó a entregar esos recursos a inversionistas privados.

Como en campaña todo está a debate, los adversarios acusan a Lula de haber otorgado más beneficios a los banqueros que a la gente común durante sus gobiernos anteriores. “Es verdad que los empresarios ganaron dinero”, dijo Lula, que se reunió en São Paulo con algunos de los más importantes del país, casi todos tradicionales adversarios suyos. No será muy diferente en un nuevo gobierno suyo.

Pero un Brasil con una política soberana hará toda la diferencia en América Latina.

Con un mundo polarizado, con Washington empeñado en soluciones militares en los frentes más sensibles en rusia y en China, con Europa silenciada y sometida a esas políticas, el mundo nunca vio tan de cerca la posibilidad de un conflicto nuclear.

Un triunfo de Lula crea la posibilidad de un frente latinoamericano capaz de abrir una ventana para hacer oír voces hoy acalladas –incluyendo las europeas y las norteamericanas más sensatas– que contribuyan a encauzar el nuevo escenario mundial. Un esfuerzo que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ya inició. ¡No será poca cosa!

FIN

Salvar a la CCSS

José Luis Pacheco Murillo

La Caja Costarricense de Seguro Social fue una maravillosa decisión de personas que pensaron en el futuro de la salud de todo el pueblo. La decisión de constituirla evidenció un interés social y de ayuda para todos, independientemente de su condición económica. El sistema de fortalecimiento también fue un acierto. Tres partes aportando para bien de todos: patronos, empleados y gobierno.

Pese a ser tan excelente institución, desde el principio tuvo opositores. Los patronos no estuvieron muy contentos con tener que aportar e incluso algunos trabajadores, desinformados, también vieron con molestia que les rebajaran un pequeño porcentaje de su salario para aportarlo a la CCSS.

Pero a partir de la década de los 80s se desató una cacería para debilitar y casi que acabar con la obra social más importante.

Han pasado muchas cosas que ha tenido que soportar la institución gracias a su fortaleza, y las peores han venido de adentro. El golpe tan duro que se le dio a la institución en el gobierno de Arias Sánchez y con Doryan en la presidencia ejecutiva ha constituido el más duro de todos esos golpes y hay que decirlo, aún no se recupera de tan grosera agresión. Ampliar la planilla en 10 mil funcionarios en solo momento fue una decisión lamentable que aún hoy sigue causando daño. La CCSS se debilitó y a Dorian lo premiaron con trasladarlo al ICE para ver cuánto daño hacía en esa otra simbólica institución.

Hasta el hijo del fundador de tan prestigiosa institución, Calderón Fournier y estando adentro trató de debilitarla, con decisiones y especialmente con omisiones de su Junta Directiva.

El aporte estatal se ha venido disminuyendo, las pésimas decisiones en cuanto a gastos y la incontable cantidad de actos de corrupción, muchos de ellos cometidos durante la pandemia, tienen hoy a nuestra institución insignia en el aporte social a punto de sucumbir.

Aún estamos a tiempo de salvarla y robustecerla, pero esa decisión debe venir especialmente del Gobierno y de su Junta Directiva, de los funcionarios que laboran en ella y del pueblo en general. Vale la pena luchar por una institución que presta tanto bien a nuestra sociedad.

Dios quiera que se tome esa decisión de salvar a la CCSS y que todos la apoyemos.

Está pendiente el Funeral de Estado para el presidente Juan Rafael Mora Porras

Vladimir de la Cruz

Esta Semana la Academia Morista Costarricense está realizando la Semana Morista, como todos los años, coincidiendo con el 30 de setiembre, que nos recuerda el asesinato de Estado perpetrado contra el Benemérito de la Patria, Juan Rafael Mora Porras, Presidente de la República, Gran Conductor Político y Estratega de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, que querían hacer de las Repúblicas centroamericanas Estados anexos y sometidos a los Estados sureños de los Estados Unidos, y convertir a nuestros pueblos en mano de obra esclava de los estados sureños esclavistas.

Esta Semana, las conferencias programadas, se realizan con colaboración de la Biblioteca Nacional, a las 4 p.m., actividades que se pueden seguir en el Facebook de la Biblioteca. El lunes pasado Susana Trejos Marín disertó sobre las “Ideas y valores del Padre de la Patria”, y ayer martes lo hizo Ana María Botey Sobrado sobre “La salud pública en la década de Mora. Desafíos y avances”. Hoy miércoles lo hará Álvaro Ramírez Bogantes sobre “La política fiscal del presidente Mora”, mañana jueves disertará Manuel Araya Incera sobre “La política exterior de Costa Rica en tiempos de Mora”. El día viernes 30, en Puntarenas, por la mañana se realizará una actividad oficial especial.

El 30 de setiembre, el día del asesinato del presidente Mora, nos llama a recordar que tenemos una deuda pendiente con él, con su Memoria, la realización oficial de un Funeral de Estado.

La sociedad costarricense, el mundo político nacional, tiene esa gran deuda histórica con el Benemérito de la Patria, con el Héroe y Libertador Nacional, con el gran conductor, gran estratega y táctico, de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, en 1856 -1857, el tres veces presidente de la República, el Capitán General Juan Rafael Mora Porras. Es hora de saldar esa deuda.

Su tercer período fue interrumpido por un Golpe de Estado, el 14 de agosto de 1859, en un acto traicionero que realizaron los militares, que también se habían distinguido en los combates de la Guerra Nacional, el coronel Lorenzo Salazar y el Mayor Máximo Blanco, que tenían a la sombra a José María Montealegre Fernández, conspirador e instigador del Golpe de Estado, quien había estado casado con una hermana de Juan Rafael Mora, a esa fecha ya fallecida.

Como premio del Golpe de Estado el presidente José María Montealegre Fernández, que sucedió a Juan Rafael Mora, ascendió al grado de Generales a los militares traidores, Máximo Blanco y Lorenzo Salazar.

El Golpe de Estado obligó a que Juan Rafael Mora, su hermano José Joaquín, y su cuñado, José María Cañas, ambos Generales, y su sobrino Manuel Argüello Mora, tuvieran que marchar forzadamente, por extrañamiento, hacia El Salvador, la Patria del General José María Cañas Escamilla.

En las nuevas elecciones, en 1860 quedó electo José María Montealegre Fernández. El presidente Mora se aprestó y preparó para regresar a recuperar el Mandato Presidencial que le había sido arrebatado. Buscó el apoyo correspondiente.

El 17 de setiembre de 1860, de regreso en Puntarenas, quienes le apoyaban tomaron el Puerto de Puntarenas hasta el Río Barranca. Traicionado, nuevamente, por falsa información que había recibido, fue derrotado en la llamada Batalla de la Angostura, por fuerzas leales al gobierno de José María Montealegre Fernández. Terminó siendo capturado y sometido a un juicio militar sumario, condenándosele a la muerte. En la negociación de su fusilamiento se había eximido de igual desenlace al General José María Cañas.

Junto al presidente Mora fue fusilado el General Ignacio Arancibia, de origen chileno, distinguido militar que también había participado en la Guerra Nacional contra los filibusteros y acompañaba al presidente Mora.

El acto traidor e infame del fusilamiento se llevó a cabo el 30 de setiembre de 1860, a las 3 de la tarde, en el sitio conocido como Los Jobos, en Puntarenas. Quienes ordenaron su fusilamiento, su asesinato, lo hicieron a conciencia, sabiendo el crimen que realizaban, como un crimen de Estado, por ello es más importante rectificar su muerte con un Funeral de Estado.

Allí fueron asesinados Juan Rafael Mora Porras e Ignacio Arancibia, después de que se entregó bajo el compromiso, del ministro de Relaciones Exteriores, Francisco María Iglesias Llorente, de respetarle la vida a quienes lo acompañaban. Su muerte, informó el ministro al presidente José María Montealegre, “fue con dignidad y valor”.

El Consejo Militar, que actuó como Consejo de Guerra, y Consejo de Asesinos uniformados, que lo fusilaron tres horas después de su entrega, estuvo integrado por el General Máximo Blanco, el General Florentino Alfaro, el coronel Pedro García, Francisco Montealegre Fernández, que era el Primer Designado a la Presidencia de la República y el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco María Iglesias.

La tradición cuenta que los soldados que participaron en el acto del fusilamiento lloraban con dolor al momento de recibir la orden de disparar.

Violando lo pactado, al General José María Cañas lo fusilaron dos días después, el 2 de octubre, en el mismo lugar, a las 9 de la mañana. La orden de fusilamiento del General José María Cañas había sido por el Consejo de Gobierno. La comunicación de este acuerdo la llevaron a Puntarenas los Capitanes Ramón Castro Araya y Pablo Quirós.

El trato que le dieron a los cuerpos fusilados del presidente y del General Arancibia fue de desprecio total. Los dejaron expuestos, a la intemperie, con el ánimo de que las aguas del estero se los llevaran, y los animales hicieran de las suyas.

Gracias a un grupo de entrañables amigos, y parientes, del presidente, entre ellos los Cónsules de Gran Bretaña y de Francia, los señores Richard Farrer y Jean Jacques Bonnefil, junto con los yernos de Bonnefil, Santiago Constantine y Julio Rosat, y el Capitán Francisco Roger, se impidió que los cuerpos acabaran en el estero.

Una vez que recuperaron los cuerpos procedieron a enterrarlos en el cementerio del estero, en una fosa cavada por ellos mismos, donde depositaron también el cuerpo de General José María Cañas, y resguardada por los siguientes seis años.

El 20 de mayo de 1866 el Cónsul francés Jean Jacques Bonnefil, con cuatro personas, marineros, Carlos Leonara, Enrique Ligoneff, Francisco Hervé y Guillermo Noubée, exhumaron los cadáveres, los recogieron y mantuvieron durante un breve período de tiempo en la residencia del Cónsul, en Puntarenas, de donde los trasladaron después a San José, a la residencia del Cónsul, que estaba frente al Hospital San Juan de Dios.

En su casa se guardaron los restos de los Héroes hasta que el 13 de mayo de 1885 fueron depositados en el Cementerio General de la ciudad de San José, sin que se hubiera hecho nunca, a partir de esta fecha, ningún ceremonial oficial de Entierro de Estado, de Funeral de Estado, al presidente de la República, Benemérito y Héroe de la Campaña Nacional de 1856 y 1857 contra la presencia filibustera en Costa Rica y en Centroamérica.

Sobran los méritos de sus administraciones de Gobierno, que dejaré para comentar en otro artículo.

Lo que está pendiente desde aquel Asesinato de Estado es un gran acto nacional, que debe realizarse con un Gran Funeral de Estado, donde se cumpla, con el reconocimiento oficial, a la figura del Presidente Juan Rafael Mora Porras, y que se realice con toda la pompa, ceremonia y desfile que merezca, y donde resultado de este Funeral de Estado, se celebren las Honras Fúnebres Oficiales, y se reivindique, de esa manera, su memoria depositándolo oficialmente en su sepultura, en el Cementerio General, o en el Mausoleo, que con ese motivo se podría erigir de manera distinguida en el mismo Cementerio.

En su memoria, en el Gobierno de Federico Tinoco Granados, el 8 de diciembre de 1918, en el período de la Dictadura, se erigió un Monumento, en el sitio del magnicidio, en la esquina sur oeste de la actual Plaza llamada Mora y Cañas, ubicada en el Barrio El Carmen, entre avenida 1 y calle 9 de la ciudad de Puntarenas. Allí están los bustos, desde 1960, de los Héroes Juan Rafael Mora Porras y el General José María Cañas Escamilla, esculpidos por Juan Rafael Chacón.

El Funeral de Estado comprende un acto, en este caso, el acto de exhumación, de exequias o del cortejo fúnebre que debe realizarse acompañando los restos, los actos oficiales que se realicen en su Memoria en la Asamblea Legislativa, bajo capilla ardiente, u otros sitios que se dispongan a este efecto, incluyendo un acto ceremonial religioso, católico, que también se le podría tributar, por razones de su credo y de la tradición de mediados del siglo XIX, y el de nuevo depósito de sus restos en el Cementerio General.

La exhumación de los restos del presidente Juan Rafael Mora, a los efectos del Funeral de Estado, deben sacarse del Cementerio General en un acto absolutamente privado, y llevado al sitio donde se le rendirá el Funeral de Estado.

El Funeral de Estado es la ceremonia pública que en Honor de la figura política del presidente Juan Rafael Mora Porras debe realizarse.

Un Funeral de Estado no es un funeral religioso. Con el Funeral de Estado se decretan por lo menos tres días de Duelo Nacional, con el Pabellón Nacional y la Bandera Nacional a media asta, en todos los edificios e instituciones de la administración pública, de las Escuelas y Colegios, en que se exhiban banderas en el exterior. A esas banderas no se les deben poner crespones o lazos negros.

Cuando las banderas están en el interior lo que procede es enrollarlas en el mástil de manera que se evite cualquier ondeo, y en la base de estas banderas, se debe poner una corbata negra, un lazo negro con cabos largos.

Las fuerzas de escolta que acompañen el féretro deben ir a pie, no a caballo, de manera que nadie esté por encima del féretro.

En el Funeral de Estado que se organizare para el presidente Juan Rafael Mora Porras se puede contemplar la realización de una Vela Pública, de uno a tres días, con Guardia de Honor, de la Fuerza Pública y de civiles que quieran participar de ella, donde los costarricenses, escolares, estudiantes, ciudadanos, sean invitados, a acompañar los restos del Héroe, antes del ceremonial oficial y de su entierro definitivo, resultado de este Funeral de Estado.

La Guardia de Honor, debe estar en absoluto silencio, durante unos minutos alrededor del féretro. Su silencio es para manifestar el respeto y el afecto hacia la persona a la que se le está rindiendo el Homenaje. La Guardia de Honor se hace por turnos de varias personas, dos, cuatro o seis.

La Vela Pública es para que el Pueblo de manera directa pueda despedirse del presidente Juan Rafael Mora Porras, el presidente más amado, más querido, más admirado de la Historia Patria.

El Funeral de Estado, en todos los países, corresponde a un jefe de Estado, a un presidente, o a una figura de alta relevancia para el país, como último homenaje que se le tributa.

Un Funeral de Estado, para el Presidente Juan Rafael Mora Porras, servirá no solo para reivindicar el acto de su muerte, sino para fortalecer su Memoria, el culto y el respeto al Héroe, para fortalecer la identidad nacional en lo que el Presidente Mora evoca y significa, para enriquecer la conciencia histórica, pero sobre todo para hacer Justicia Histórica con el Héroe Nacional, que no tuvo su Funeral de Estado, su Funeral Oficial, con el que estamos en deuda nacional, quien le aseguró la Soberanía y la Independencia nacional al País, a la Patria, al Pueblo costarricense y centroamericano.

Este Funeral de Estado no será de despedida, es de bienvenida y de inserción oficial a la Memoria Histórica nacional.

Respecto al presidente Juan Rafael Mora no son suficientes los actos que se han hecho recordatorios de su insigne figura. Falta este acto, el del Funeral de Estado.

De no hacerse este Funeral de Estado pesará todavía en la Historia Nacional, y en la conciencia de los Gobernantes actuales, y de la clase política vigente, el bochorno, la mala conciencia o la conciencia cómplice con el asesinato y magnicidio, de no haber hecho este reconocimiento y homenaje, como ya se debió haber hecho.

En el Protocolo del acto funeral, y el desfile que se organizará para llevar sus restos de nuevo al Cementerio General, se tomarán en cuenta, para participar, a las Autoridades de Gobierno, en el cual el Presidente de la República encabeza la actividad, las autoridades de los Poderes Públicos, a los Representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en Costa Rica, a los descendientes del Presidente Juan Rafael Mora Porras, y a sus familias, a los miembros de las Juntas Directivas de las instituciones estatales, a representantes de los Gobiernos locales, a los miembros de las Academias de Historia y Geografía, de la Academia Morista Costarricense, de la Tertulia del 56, a los Consejos Universitarios de las Universidades públicas, representantes de los Partidos Políticos, a Representantes de las Iglesias oficiales reconocidas en Costa Rica, y de los movimientos sociales que deseen participar desfilando. El Funeral de Estado puede acompañarse, además, con desfile de escolares, estudiantes y representantes de la Fuerza Pública, simbolizando el Ejército Nacional que el presidente Mora dirigió.

El Protocolo de un Funeral de Estado es complejo por la organización que debe desarrollarse a su alrededor. El Funeral de Estado puede realizarse en día laborable o no laborable.

El féretro del presidente debe cubrirse con el Pabellón Nacional, para indicar en este caso, además, que el Estado se hace responsable de lo que ocasionó su muerte.

Flores, ramos y coronas se entienden como un símbolo de amor, de sensación de la vida, hacia el difunto, y de expresar dolor y condolencia.

El Funeral de Estado es el máximo respeto a su memoria, el que no se le tuvo en el acto vil de su fusilamiento.

El desfile del Funeral de Estado debe hacerse con el simbolismo de protegerlo, en su morada final, de cualquier agresión externa.

Si hoy no es una cuestión de Estado saber dónde estuvo enterrado y dónde está enterrado el presidente Juan Rafael Mora Porras, sí es una cuestión de realizar el Funeral de Estado que el Benemérito presidente se merece para la posteridad.

La deuda nacional es también con el hermano del presidente Juan Rafael Mora, con el General José Joaquín Mora Porras y también se tiene con el General José María Cañas Escamilla.

Que el acto que pueda organizarse de Funeral de Estado para el presidente Juan Rafael Mora Porras, sirva también para exaltar las figuras de los Generales José Joaquín Mora Porras y José María Cañas Escamilla, ambos Héroes de la Guerra de 1856, ambos también víctimas de ese Tribunal Asesino.

El Funeral de Estado como expresión, también, de tristeza ante la muerte del presidente Juan Rafael Mora Porras, es a la vez la oportunidad de brindar el respeto y cariño, en la magnitud de la ceremonia que pueda organizarse, y de agradecimiento a quienes defendieron leal y dignamente al país y a Centroamérica de la amenaza filibustera.

Qué mejor momento el Funeral de Estado para que de fondo estén los Himnos, compuestos por Manuel María Gutiérrez Flores, jefe de Bandas militares y combatiente de la Campaña Nacional, el Himno Nacional y la Marcha patriótica alusiva a la Batalla de Santa Rosa, del 20 de marzo de 1856, surgida y escrita al calor de la Batalla, himnos con los que regresaron triunfantes las tropas.

De igual modo, para esta ocasión del Funeral de Estado, debe tenerse presente la obra musical el “Duelo de la Patria”, un Himno que evoca la tristeza, la pena y el dolor nacional, de todo el pueblo, del Maestro Rafael Chávez Torres, discípulo de Manuel María Gutiérrez, y sucesor de él en la Dirección de Bandas Militares, Himno que por primera vez se entonó en el Funeral del Presidente Tomás Guardia Gutiérrez, quien también se había distinguido en la Campaña Nacional, bajo las órdenes del General José María Cañas Escamilla.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Independencia y encuentro de culturas

Filidencio Cubillo Morales, Indígena Bribri, Talamanca.

El mes de septiembre, el mes de la patria. Ya que se escucha el estruendo de los tambores.

Para las poblaciones originarias del país, ¿qué independencia se conmemora? Nuestra autonomía, libre determinación, gobernanza, están determinadas por los entes del Estado. Los productos agrícolas están sujetos a precios que determina el intermediario, precios ridículos. No existen políticas del gobierno central para promover la producción orgánica, establecer mercados estables, seguros y precios justos. Nuestras expresiones y manifestaciones culturales y espirituales son satanizadas por grupos radicales. Los recursos naturales del subsuelo y suelo de los territorios indígenas siguen siendo minas de intereses extractivistas, de un sinnúmero de “políticas de asimilación forzada”.

¿Dónde está el patriotismo que recibe cientos de ilustres ciudadanos?, ¿esos son los que se recetan pensiones de lujo?, ¿serán los que viven a costillas del pueblo? Robando y “orondos”. Entonemos el himno con hidalguía, pero asimilemos su letra, démosle sentido. Seamos patriotas, no simples patrióticos.

Decoran sus carros, casas, con símbolos, pero sus corazones están lejos de la patria, ¿no serán siervos menguados…?

El 12 de octubre, Encuentro de Culturas, nos imponen festejar, conmemorar un encuentro de culturas, pero lo histórico refleja una dolorosa, cruel pasión de los pueblos originarios, la extinción de culturas enteras, violación a nuestras abuelas, madres y saqueo de las riquezas. En la actualidad siguen violando, denigrando la dignidad de nuestras hermanas, hijas y sigue el saqueo de las riquezas naturales, nos obligan a conmemorar estos actos propios de Satanás. Actos que son “proyectos de muerte”.

Acto abominable, del maligno danzar, sentir euforia por la historia macabra, festejar la memoria siniestra de nuestros antepasados ¿Cómo se les ocurre?

Por qué no hacer actos para concientizar sobre la conservación, protección y defensa de la tierra. La Madre Tierra. La defensa de los derechos de los pueblos indígenas, de los territorios indígenas. Declarar día de la Madre Tierra.

Nos resta unir nuestras voces al Papa Francisco:

 “Por los traumas de violencia sufrida por nuestros hermanos y hermanas indígenas”

 “En este lugar bendito, en donde reina la armonía y la paz, te presentamos las desarmonías de nuestra historia, los efectos terribles de la colonización, el dolor inextinguible de tantas familias, de abuelos y de niños. Ayúdanos a sanar nuestras heridas”. (Papa Francisco, Canadá, julio de 2022).