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Conferencia «Importancia histórica del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia»

El Ministerio de Cultura y Juventud, por medio de la Benemérita Biblioteca Nacional, el Museo Rafael Ángel Calderón Guardia y la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, se complacen en invitarle a la conferencia Importancia histórica del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia en su 125 nacimiento por el historiador Vladimir de la Cruz.

Esta actividad es parte del ciclo «Recuperando nuestro pasado«.

La actividad será virtual el miércoles 12 de marzo a las 3:00 p.m. y se transmitirá por el Facebook https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Eric Madrigal: un investigador con ritmo de swing que impone respeto

Por José Luis Amador

Recientemente se publicó un video sobre Jorge “Pelusa” Miranda y el origen del swing criollo, que generó algunos comentarios cuestionando el trabajo del investigador Eric Madrigal. Conocedor como soy del trabajo del señor Madrigal, decidí escribir estas líneas.

Hace varios años recibí una llamada de doña Liliana Valle, investigadora, instructora, divulgadora de bailes populares, solicitándome colaborar, en mi calidad de antropólogo, con un comité sobre el swing como patrimonio cultural costarricense.

Era un comité adscrito al Ministerio de Cultura. Participé en un par de reuniones, pero el comité no prosperó. Lo cierto es que allí conocí a una persona que venía haciendo un trabajo que hasta el día de hoy me parece encomiable. Me refiero al Ing. Eric Madrigal y su trabajo sobre historia del swing y el bolero criollos. Don Erick es ese tipo de persona apasionada, estudiosa, multifacética, que por iniciativa personal venía recopilando testimonios de los primeros bailarines del swing.

Desde el primer momento se interesó muchísimo en mi experiencia como experto en testimonios orales y análisis de historias de vida. Y me puso al tanto de un proyecto que estaba realizando en aquel momento con las historias de vida de los pioneros del swing. Él venía trabajando con miembros de la “comunidad del swing” convertidos en investigadores. Muchos de ellos eran de ASWINGBOL y otros eran de diferentes organizaciones que él mismo había reclutado. Su idea era que estos jóvenes investigadores conocieran de labios de los pioneros aquellas historias y a la vez hicieran el trabajo de recopilación, para fomentar el traslado de información histórica de una generación a otra.

Una de las cosas que me pidió fue que yo diera una capacitación a las personas que realizarían el trabajo de recopilación de testimonios. Fue así como me tocó conocer algunos de aquellos noveles investigadores y también a algunos de los pioneros de la primera generación de swingeros: los creadores del swing criollo. Jorge “Pelusa” Miranda, Edgar “Moraga” Miranda (de grato recuerdo), Gilbert Umaña, Cecilia Venegas, Walter Alvarado y algunos otros más.

La “historia de vida” es una metodología que permite recopilar testimonios orales y construir conocimiento histórico, a partir de contenidos biográficos de las personas. Cómo se da el salto para que una anécdota personal con todo y su subjetividad se convierta en información histórica constatable, verificable como contenido histórico, es tema de discusión de los teóricos, desde hace rato superado. He hecho dos tesis como antropólogo, una licenciatura y una maestría, y algunas otras investigaciones y publicaciones, a partir del uso de la “historia de vida” y de los testimonios orales. Al principio me encontraba con ese tipo de resistencia, pero no soy el único que utiliza estas fuentes. Muchos años antes, en Estados Unidos, investigadores de la Escuela de Chicago como William Thomas y Florian Znanieky, o en su momento el sociólogo francés Daniel Bertaux, por citar alguno otro, si es que no hablo del antropólogo cubano Miguel Barnet, autor de “La Fuente Viva”, esa fuente que no es otra que la palabra, y muchos otros autores, dieron las discusiones del caso y aportaron los elementos metodológicos para superar este escollo.

Una de las razones que permite determinar lo que es un dato concreto históricamente constatable, es la “saturación”. Cuando todos los entrevistados coinciden en aportar elementos cognoscitivos idénticos y constatables, es por algo. Podemos incluso, como parte de la metodología, tratar de contradecir aquellas premisas, pero la realidad al final se impone y cae por su propio peso. Y si no que lo diga Pelusa, y toda la generación de jóvenes de los barrios del sur de los años 60, hoy viejos bailarines del swing, que están todavía allí, para contarnos aquella historia que recogió Eric Madrigal y que luego volvió a recopilar y sistematizar con su equipo de indagación.

Cuando conocí a Eric Madrigal ya el hombre andaba bastante ubicado en la cuestión metodológica. Pero tuvimos oportunidad de discutir mucho, conversar mucho. Y es que estamos hablando de una persona que sabe meter el pie y entrarle duro a las cuestiones teóricas, y si me descuido termina enseñándome a mí. Eric concluyó la investigación. Si mal no recuerdo era una beca taller otorgada por el Ministerio de Cultura (2017), de modo que todo eso está documentado. Y ahí quedó demostrado para la posteridad cuáles son los orígenes del swing.

Como suele suceder en ciencia social, algunos atisbos anteriores, que ya se habían venido dando por otros investigadores, muy importantes, muy valiosos y que merecen todo respeto, quedaron superados o complementados por estas investigaciones. Efectivamente no fue en las bananeras, sino en los barrios del Sur de San José, donde se originó el swing, siguiendo la música de las rockolas, en pequeños bailongos retratados en los testimonios. El gran aporte de Pelusa y sus compañeros de generación, dice Madrigal, fue haber mezclado pasos de rock and roll con el baile de la cumbia “tropicalizada”, esto es, ejecutada por orquestas, especialmente mexicanas. A partir de allí los procesos de adaptación al ritmo y sentido del baile, empiezan a gestarse de manera colectiva. Esta travesura de bailar cumbia con pasos de rock and roll, fue la chispa que provocó el incendio dancístico y social.

Eric ha seguido profundizando en su indagación. Una de sus investigaciones más interesantes tiene que ver con la represión policiaca, que recibieron aquellos primeros bailarines de swing, que eran discriminados en los salones de baile, por su aspecto, por su atuendo, por su proveniencia social, estilo de vida marginal, por el consumo de drogas, pero también por su forma rupturista de bailar: ¡por bailar Swing!. Esto da como resultado un artículo que publica Eric y que se llama “Resistencias Populares a leyes injustas: la comunidad del swing y la ley de la vagancia”, publicado en la página de la Biblioteca Virtual del Consejo Latinoamericano de Educación Popular (2018).

Nunca sabés con qué va a salir Erick y su grupo ASWINGBOL. Han mantenido programas radiales en radio Universidad de Costa Rica, han colaborado de manera integrada en el TCU (Trabajo Comunal Universitario) Memorias in (materiales) de la Escuela de Historia de la UCR, hombro a hombro con la profesora Sofía Vindas y el profesor Alejandro Bonilla. Eric es promotor de “Swing en la Plaza”, programa que lleva el Swing a las calles. Eric es fiel creyente que el Swing debe manifestarse en las calles y que es ahí, con los bailarines callejeros, portadores de la cultura viva del Swing, donde hay que poner el énfasis de su trabajo.

Madrigal hizo estudios y se graduó como Gestor Cultural Comunitario. Posteriormente siendo ingeniero, decidió estudiar además educación popular y matriculó en la universidad de Costa Rica la carrera de Administración de la Educación No Formal, donde se egresó con honores, siendo el mejor promedio universitario en el año 2022 y solo le falta la tesis. Ha hecho estudios de posgrado en Políticas Culturales de Base Comunitaria, Gestión del Patrimonio Cultural Inmaterial y Sistematización de Experiencias.

La pandemia lo animó a contactar varias universidades extranjeras por vía virtual, donde siguió capacitándose. Estas experiencias lo llevaron a contactarse con la Universidad Nacional de La Plata, (Argentina), donde participó en los Encuentros Virtuales en la Cátedra Libre de Patrimonio Cultural Inmaterial. Con el tiempo su trabajo fue reconocido, hizo amistades y propuso la creación de la Red Americana de Pensamiento Crítico sobre los Patrimonios Culturales. Esta red, adscrita a la Cátedra libre de Patrimonio, funciona, ni más ni menos que bajo la coordinación de Eric Madrigal, el tico. Varios antropólogos costarricenses hemos pasado por ahí gracias a la invitación de Eric. Y hemos expuesto y dado charlas.

De tal manera que no estamos hablando de un improvisado, ni de una persona que de pronto hace afirmaciones sin fundamentación, ni con información recogida de oídas a la vera del camino. Los aportes de Eric Madrigal a la historia del swing son serios y debe prestársele atención a su trabajo. Pueden ser sometidos a crítica y discusión, porque esto es lo normal en la ciencia.

Ahora bien. Me ha llamado la atención haber visto alguna vez en internet, bromas y algún tipo de sorna pachotera para referirse a su trabajo. Es una lástima, pero así somos los ticos. Lastimosamente pareciera como que eso es parte del “criollismo”. Ni modo.

Personalmente me inclino por pensar que los bailarines de swing y los indagadores sobre estos temas, deberían integrarse más y trabajar con un criterio más constructivo, donde lo que unos aportan, se sume a lo que otros están haciendo, porque todos están produciendo cosas valiosas, sumamente necesarias, especialmente en un medio tan hostil hacia la cultura, como es el nuestro.

El swing necesita más compás, más ritmo, más trabajo de equipo. Los invito a todos a no salirse de la pista. Mientras estén vivos estos pioneros del swing como Pelusa, y sus camaradas, abracémoslos y démosles el reconocimiento que merecen. A los investigadores y a los promotores, a todos. Cada uno con su énfasis y con su estilo. Cada uno en su época. Cada uno con su aporte. Cada uno en su generación. Cada uno en aquello para lo cual tenga sus dones y sus habilidades.

Un abrazo a todos y sigamos bailando, procurando no pisarnos los talones, unos a otros. Y que haya swing por siempre.

En la imagen: El investigador Eric Madrigal junto con el señor Jorge “Pelusa” Miranda, pionero del swing criollo costarricense.

Canción Luz de Natalia Serna celebra el poder femenino y el amor propio

Natalia Serna lanza su esperado álbum «Mi hogar soy yo» que incluye su nueva pieza “Canción Luz”, una celebración del poder femenino y el amor propio

Un álbum que invita a redescubrir el hogar interior a través de una fusión única de géneros latinoamericanos.

La cantante y compositora colombiana Natalia Serna presenta su nuevo álbum titulado «Mi hogar soy yo», que estará disponible a partir del 06 de marzo de 2025 en plataformas digitales como Spotify, Amazon Music, Apple Music y YouTube.

Con una propuesta musical diversa que fusiona géneros como pop, guabina, rock, flamenco, son y una esencia alternativa, «Mi hogar soy yo» refleja tanto las raíces de Natalia como su evolución artística. En este proyecto, la artista integra elementos de su vida y su cultura para ofrecer una obra que es tanto personal como universal. El álbum fue creado a partir del concepto de migrar, algo que ha acompañado a Natalia durante toda su vida, y que se refleja profundamente en las canciones, invitando al oyente a pensar sobre el concepto de hogar y la constante búsqueda de pertenencia.

Uno de los momentos más destacados del álbum es “Canción Luz”, la pieza que cierra el proyecto. Es la canción más sabrosa del álbum, un son que se transforma en salsa para agradecer la existencia de Luz Miriam, la madre de Natalia. Esta dedicatoria luminosa está llena de alegría, amor y gratitud, honrando a una figura fundamental en la vida de la artista. Con Canción luz, Natalia pone el broche de oro a este álbum, cerrando el ciclo con un homenaje lleno de amor a la mujer que la inspiró.

«Mi hogar soy yo» es una obra que invita al oyente a reflexionar sobre el verdadero significado de la casa, entendida no solo como un espacio físico, sino como un refugio interno. El álbum transmite el mensaje de que, sin importar a dónde vayamos, siempre habrá un lugar de refugio dentro de nosotros mismos. Este espacio, cargado de lo que hemos vivido, nos permite reconstruirnos, sanar y continuar adelante con más fuerza. Con un enfoque claro en el poder femenino, el amor propio y la conexión con nuestra esencia, «Mi hogar soy yo» es una invitación a redescubrir ese hogar interior que reside en todas las personas.

La grabación y producción del álbum «Mi hogar soy yo» contó con la participación de talentosos profesionales de cuatro países: Colombia, Costa Rica, Chile y México. La voz principal es de Natalia Serna, acompañada de teclados y coros a cargo de Valeria Atkeys. Las guitarras (eléctrica, ukelele y otras) fueron interpretadas por Eduardo Rua y Noe Navarro, mientras que el bajo estuvo a cargo de Mariel Vargas y Yesid Arias. La batería y percusiones fueron interpretadas por Daniela Contreras y Dairon Dávila (Yolo), y los saxofones fueron añadidos por Hnason Rios. Además, el sonido del arpa fue aportado por Maricel Martén y los coros fueron interpretados por Valeria Atkeys, Noe Navarro, Daniela Contreras y Santi López.

Gran parte de la grabación, edición de audio y mezcla fue realizada por AB Madrigal y AB Tauro en Sphere Sounds CR (Costa Rica), La masterización de algunas piezas fue realizada por Francisco Holzman en Holz Masters (Chile) y Carlos «Pipo» Chavez en Estudio Musitica que también mezcló “Canción luz”. La ilustración del proyecto fue creada por Alexandra Minota y finalmente, el álbum cuenta con el respaldo de Sello Jueves para su distribución digital.

«Mi hogar soy yo» estará disponible a partir del 06 de marzo de 2025 en todas las plataformas digitales.

Nota de Ivy Rodríguez, de Profana Latinoamérica.

Presentación del libro «Moldeadas en acero»

El Ministerio de Cultura y Juventud, por medio de la Benemérita Biblioteca Nacional, se complace en invitarle a la presentación del libro Moldeadas en acero de Nayuribes Ramírez y con la participación de Leda Cavallini Rojas, Paola Fonseca Rojas, Cinthia Báez, Daniela Rossi, Isabel Villalobos Barquero. Presentación musical Natalia Esquivel Benítez. Modera Alba Molina.

Esta actividad se realiza en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

La actividad será presencial el viernes 7 de marzo a las 4:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional. También se transmitirá por el Facebook Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Exposición fotográfica y documental 160 años de Relaciones entre Italia y Costa Rica

La Embajada de Italia, ANSAit y el Ministerio de Cultura y Juventud, por medio de la Benemérita Biblioteca Nacional se complacen en invitarle a la exposición fotográfica y documental 160 años de Relaciones entre Italia y Costa Rica.

La exposición estará abierta al público del 6 al 31 marzo 2025, de lunes a viernes de 8 a.m. a 6:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional.

Resistir

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

La interpelación es inmediata y clara: ¿Qué lo llevó a usted a escribir?, pregunta una niña de unos ocho años. Y siempre vuelvo a la misma historia: Julio Verne y sus 20 mil leguas de viaje submarino, un cuaderno de segundo grado de escuela con una obra de teatro escrita en tres actos, mis primeros trazos en borrador, inicialmente con la profesora Carmen Ugalde a quien le debo me hiciera conocer a Antonio Machado y el ejercicio de re-escritura y empezar a saber de Julio Cortázar, en el taller de Osvaldo Sauma en el Conservatorio Castella, institución pionera en el arte en Costa Rica.

Cualquier respuesta llevará siempre a más preguntas: ¿Por qué escribió VOSTOK? ¿Cuál es su libro publicado favorito? ¿qué hay que hacer para escribir?

Leer, será sin duda la respuesta común. Leer y trabajar permanentemente. Trato de ocultar al académico y dejar salir a flote al escritor que enseña.

Porque escribir también es un oficio, como el de la sociología, la comunicación social, la dirección de un instituto de investigación en poblaciones y un vicedecanato de una facultad en una universidad pública de mi país.

Hacer hoy cualquier actividad que recreé el arte, es resistir los embates de un modelo, un sistema aniquilador para la cultura, en fin, para el ser humano, para el humanismo como enfoque.

Eso, resistencia, fue precisamente lo que sentí a lo largo de 3 días intensos de actividades en el marco del XIV Encuentro de narradores en San Francisco de Macorís, República Dominicana.

Un equipo de trabajo con mística encabezado por los dominicanos poeta, dramaturgo y gestor cultural Noé Zayas y la querida historiadora y escritora Elena Ramos, se encargó de hacernos ver que cuando hay empeño y lucha, la falta de recursos, el desinterés institucional y la desidia de un entorno marcado por la desvalorización de la literatura, pasan a segundo plano.

En medio de asopaos, sancochos (platos típicos dominicanos preparados por Noé y su equipo) y una agenda repleta de actividades tanto en la capital como en San Francisco de Macorís, también hubo espacio para lo otro, la academia.

Entonces presenté por primera vez mi ensayo sobre la tesis doctoral en el que reflexiono sobre la historia de Costa Rica contada por los cuerpos de “los otros”; lo hice en dos universidades auspiciadoras de la actividad: la histórica Universidad Autónoma de Santo Domingo, próxima a cumplir 500 años de fundada y la Universidad Católica Nordestana.

En esta última impartí la conferencia “Desafíos para las movilidades humanas centroamericanas en la nueva administración Trump”. En la primera fuimos reconocidos, a lo mejor sin merecerlo, como visitantes distinguidos de la universidad, un honor que entiendo es entregado a pocas personas.

Regreso a la razón de ser de estos encuentros: el intercambio con niños, niñas y adolescentes. Uno solo de ellos que se interese por la literatura habrá hecho que valga la pena el ejercicio de resistencia. Y en nuestro caso, seguir trabajando desde la base por construir una sociedad más humana.

Queda un largo camino por recorrer. Esto apenas empieza. Y la resistencia desde el arte y la cultura también son ejercicios políticos de transformación de las sociedades que nos tocó construir.

A eso vamos.

La impronta telúrica de Aquiles Jiménez – en la Biblioteca Nacional

La Asociación Internacional de Crítico,s de Artes – Costa Rica y el Ministerio de Cultura y Juventud, mediante la Benemérita Biblioteca Nacional le invitan a la actividad del ciclo Aula Encendida La impronta telúrica de Aquiles Jiménez,La actividad que será moderada por Marjorie Ávila Salas contará con dos ponencias a cargo, respectivamente, del crítico, autor y filósofo Alvaro Zamora Castro y del también crítico, autor y comunicólogo Juan Carlos Flores Zúñiga.

Este es el primer conversatorio del año con el ganador del Premio de la Crítica AICA Costa Rica correspondiente al 2024 en la categoría «Maestro Consagrado». 

La actividad se realizará el miércoles 5 de marzo a las 4:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional. El evento iniciará con una visita guiada a la exposición de Aquiles Jiménez actualmente expuesta en la Sala Raúl Leoni de la Benemérita Biblioteca Nacional y luego seguirá el conversatorio, el cual se transmitirá en el Facebook: Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Historia musical del rock en Costa Rica en la Biblioteca Nacional

El Ministerio de Cultura y Juventud, mediante la Benemérita Biblioteca Nacional se complace en invitarle a la primera actividad del 2025 del ciclo Historia musical del rock en Costa Rica, con la participación de Johnny Schroeder, invitados Zulay Soto y Guillermo Robles Iglesias.

La actividad se realizará el miércoles  5de marzo a las 2:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional.

UCR. Así suena y se escribe la música tradicional guanacasteca

Así suena y se escribe la música tradicional guanacasteca

Muy pocas partituras existían para resguardar los sonidos de una música que forma parte del alma regional de la música tradicional de Guanacaste. Un nuevo libro de la editorial UCR hace la tarea de escribir la música de la filarmonía de Santa Cruz.

 

Gabriela Mayorga López
Editora digital y periodista, Oficina de Comunicación Institucional, UCR